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Para el estudio de Avicena.docx

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
Cod.70012016
Profesor Andrés Martínez Lorca
CONTENIDOS DE LA ASIGNATURA
La filosofía en el mundo islámico
Tema 2. La madurez de la filosofía islámica en Oriente: al-Farabi y Avicena.
Documento para el estudio de
Avicena
1. Contenido de la metafísica aviceniana: distinción entre ser necesario
y ser posible.
2. Las sustancias separadas.
3. Primacía de la causa final en la teoría de las causas.
4. Teorías psicológicas y gnoseológicas.
5. Doctrinas ético-políticas.
El gran médico persa Avicena instruyendo a un discípulo. Miniatura medieval del Siglo X.
PRESENTACIÓN DE LOS MATERIALES
Se presentan para el estudio de Avicena una serie de textos histórico-filosóficos escogidos
para su lectura atenta; aunque están organizados a partir del esquema indicado en los
resultados de aprendizaje de la asignatura, el alumno habrá de leer detenidamente todos los
textos primero1, hacer sus reflexiones y establecer sus propias conclusiones, para completar,
con el análisis de todo el conjunto, el contenido de cada apartado. Es decir, cada epígrafe no se
completa (y desde luego no se comprende bien) sin leer la totalidad de los textos referidos a la
filosofía de Avicena de este documento2.
Si esta es una técnica que resulta conveniente en todo estudio filosófico, en el caso de
Avicena se torna absolutamente necesaria, ya que el este erudito musulmán, oriental, que vivió
en los siglos X y XI de nuestra era, la filosofía supone una organización en la que todos sus
1
Sería muy conveniente acudir a estas fuentes señaladas y leer el conjunto de las páginas dedicadas a Avicena; así
como algunos textos directos del autor.
2
Además, le resultarán imprescindibles también los conocimientos de la filosofía de Aristóteles (principalmente) y
la del neoplatonismo. Esto si miramos hacia atrás, en relación con los contenidos de la asignatura, el alumno
deberá poder establecer, por ahora, la relación entre al-Farabi y Avicena, y, más adelante, sobre todo, habrá de
establecer las conexiones y diferencias entre la concepción del intelecto de Avicena y la de Averroes.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
1 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
elementos se presentan interconectados, desde la lógica (una lógica que se transforma en
metafísica -porque la metafísica la sostiene-, y que se traduce en teoría del conocimiento) a la
ética y la teoría política; a través del hilo conductor de una religiosidad pensada de manera
filosófica.
De esta manera, el estudiante de Filosofía podrá ir consiguiendo las competencias genéricas
y específicas que corresponden a este Grado de Filosofía en general, y a esta asignatura en
particular.
Competencias generales:
- Gestionar el trabajo planificándolo
autónomamente.
- Gestionar y organizar la información.
- Buscar y discriminar la información
relevante, especialmente en la lectura
crítica de textos.
- Manejar adecuadamente las fuentes
bibliográficas y documentales útiles.
- Planificar y organizar el esfuerzo dedicado
al estudio, especialmente en la lectura.
- Análisis y síntesis.
- Controlar adecuadamente el tiempo.
- Desarrollar interacciones significativas con
docentes, tutores y otros estudiantes.
- Elaborar de forma autónoma trabajos de
síntesis y reflexión crítica.
- Trabajo en equipo, debate, discusión y
establecimiento de consensos.
- Desarrollar el razonamiento crítico y la
reflexividad.
- Aplicar los conocimientos teóricos y
resolver problemas incluso en entornos
nuevos y poco conocidos.
- Expresarse y comunicarse correctamente,
sobre todo por escrito.
Competencias específicas:

Posesión y comprensión de los
conocimientos filosóficos propios del nivel
educativo del Grado.

Capacidad de reunir, seleccionar e
interpretar los datos, textos y problemas
filosóficos

Capacidad de exponer argumentada y
sistemáticamente la propia interpretación
de textos y problemas filosóficos.

Capacidad de aplicar los conocimientos
adquiridos en contextos diferentes.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
2 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
INTRODUCCIÓN
Texto I
Fuente: Giovanni Reale y Darío Antiseri. Historia de la Filosofía. De la Antigüedad
a la Edad Media. (2. Patrística y Escolástica). “La filosofía árabe y judía”,
Barcelona, Herder. p. 194.
Ibn Sînâ, más conocido por su nombre latinizado: Avicena, nació en el 980 en las cercanías
de Bujara (Persia) y murió no lejos de Hamadan, en 1037. Hacia 1180, en Toledo, gracias a
Domingo Gundisalvo, se llevó a cabo un primer grupo de traducciones de sus textos, extraídos
de su obra principal, El Libro de la curación, en 18 volúmenes, que comprenden la Lógica, la
Retórica y la Poética, la Física (en ocho secciones, la sexta de las cuales es el De Anima) y la
Metafísica.
La obra de Avicena representa la gran síntesis especulativa que hunde sus raíces en la
cultura clásica […] La filosofía de Avicena se halla profundamente penetrada de neoplatonismo y
de elementos extraídos de la religión islámica, que completaron sus aspectos aristotélicos (sobre
todo en cuanto concierne a la teología y a la cosmología) y le facilitaron na entusiasta acogida
por parte de numerosos pensadores cristianos.
Texto II
Fuente: Étienne Gibson. La filosofía en la Edad Media. “La filosofía
árabe”. Madrid, Gredos, pp. 344.
En la Edad Media, el nombre de Avicena conservó la celebridad debida a un gran médico.
[…] Su Canon sirvió durante siglos para enseñar medicina. Pero su autoridad filosófica fue
considerable durante el siglo XIII. […] Compuso una Filosofía oriental, especie de mística
especulativa, que se expresa aún en algunos de sus poemas.
PARA EL ESTUDIO DEL RESULTADO DE APRENDIZAJE 1:
“CONTENIDO DE LA METAFÍSICA AVICENIANA :
DISTINCIÓN ENTRE SER NECESARIO Y SER POSIBLE ”
Texto 1
Fuente: Rafael Ramón Guerrero. Historia de la Filosofía Medieval. Madrid, Akal,
p. 62.
Avicena aceptó el esquema de explicación del universo de Al-Farabi.
Desarrolló la idea de ser como concepto primario que se percibe por intuición directa.
Amplió el estudio del ser necesario y del ser posible.
El ser necesario es unidad absoluta, por lo que no puede tener composición de esencia y
existencia, y, como no tiene género ni diferencia, es indefinible e indemostrable.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
3 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
Los seres posibles: estableció la distinción entre posibles por sí mismos y necesarios por otro,
una vez que han recibido del ser necesario la existencia.
Por esta distinción pudo modificar el proceso de emanación, explicándolo de la siguiente
manera:
El Ser Necesario o Primero da lugar cuando se piensa, al primer intelecto.
Este realiza un doble acto de pensamiento del que surgen tres entidades:
1. Se piensa como necesario por haber recibido su existencia del Primero y genera el
alma que mueve al primer cielo.
2. Se piensa como posible en sí mismo y genera el cuerpo de este primer cielo.
3. Y piensa al Ser primero, que es su causa, y genera un nuevo intelecto.
El proceso se repite igual hasta llegar al intelecto agente o décimo. La necesidad del universo en
este proceso determina su eternidad.
Texto 2
Fuente: M. Cruz Hernández. Historia del pensamiento en el mundo Islámico I.
Madrid, Alianza, p. 230.
Avicena considera, siguiendo a Aristóteles, que el saber primero y fundamental es la metafísica;
la razón es que el ser es la raíz de todas las cosas. La metafísica se ocupa del ser prescindiendo de las
apariencias accidentales con que el ser se muestra en el mundo físico. La metafísica, por otra parte,
nos conduce a los primeros principios y al principio de todos los principios, a Dios.
Texto de Avicena:
“[…] La metafísica es la Filosofía Primera porque es la ciencia de la primera de las
cosas en el ser. Es la causa primera y la primera de las cosas en la universalidad, pues es
el ser y el uno. La metafísica es también sabiduría, que es la ciencia más excelente por el
más excelente objeto de conocimiento. Ciertamente es la ciencia más excelente por
serlo del objeto cognoscible más excelso, que es el Dios Altísimo, y por las causas que
existen tras él. La metafísica es también el conocimiento de las causas últimas del
todo, y del conocimiento de Dios. Y por ello se le define Ciencia divina en tanto que es la
ciencia de las cosas separadas de la materia tanto en su definición como en cuanto al
ser”.
Texto 3
Fuente: M. Cruz Hernández. Historia del pensamiento en el mundo Islámico I.
Madrid, Alianza, pp. 231-232.
Concepto de ser
“Para alcanzar el concepto de ser, Ibn Sīnā arranca en el Ŝifā de las cosas concretas, mientras
en el Naŷāt parte del análisis del concepto del uno, en tanto que existe un paralelismo entre
ambos. Pero también podemos llegar a este concepto por intuición. […]
Alcanzado el concepto de ser como sustrato fundamental de todo cuanto existe, Ibn Sīnā
subraya la doctrina de la analogía del ser. Cuando nos referimos al ser de las cosas concretas […]
mentamos al ser en tanto que ser, que es un concepto muy amplio […].
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
4 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
La distinción analógica entre el ser necesario por sí y el ser posible por sí y necesario por
otro, no es un principio que solo permita atisbar una analogía restringida, sino una consecuencia
de la noción de ser. […]
Por tanto, la primera referencia es al ser en tanto que ser, concepto más amplio que el de
ser necesario y ser posible. El concepto de ser es analógico. […]
La distancia entre el ser necesario per se y el ser posible per se y necesario por otro es una
explicación dialéctica que da Avicena, en razón de la tradición peripatética neoplatonizada y de
sus fuentes, considera que la única posible postura filosófica es el compromiso entre el
sustancialismo aristotélico del ser concreto y le esencialismo platónico del ser como universal.
Del simple acto de ser no puede saberse nada de un modo directo, necesitamos de una
esquematización mental. Lo que el hombre puede considerar es el ser necesario por sí mismo y
el posible por sí mismo. La índole peculiarísima del primero habrá de verse más tarde; la del
segundo presenta por definición tres momentos esenciales: es ser en tanto que ser, es ser
posible por sí mismo y es ser necesario por otro.
En el primer momento del ser no cabe distinción alguna, pues es ser y no nada; en el
segundo momento, cabe analizar la significación y grados de la posibilidad; y en el tercero, se
presenta la gradación y modalidad de la existencia necesaria recibida de otro.
El tránsito existencial del tercer sentido se expresa mediante la quiddidad (māhīya),
diferente de la esencia estricta (dāt), que no es constitutivo del ser, sino un concomitante
permanente.
Texto 4
Fuente: Étienne Gibson. La filosofía en la Edad Media
“La filosofía árabe”. Madrid, Gredos, pp. 346 y ss.
Entre los objetos inteligibles que el metafísico considera, hay uno que goza de un privilegio
notable. Pensemos en lo que pensemos, lo concebimos primeramente como “algo que es”. Ser
hombre no es ser caballo ni ser árbol; pero en los tres casos es ser un ser. “Ser” y “cosa” son,
pues, lo que primeramente cae bajo la mirada del entendimiento; o también: el ser acompaña a
todas nuestras representaciones. Sin embargo, la noción de ser no es absolutamente simple. Se
desdobla inmediatamente en ser necesario y ser posible. Esa distinción se presenta primero
como puramente conceptual. Se llama posible a un ser que puede existir, pero que jamás
existirá si no es producido por una causa.
El posible mismo se desdobla, por lo demás, en aquello que solo es puro posible (porque
todavía no existe la causa) y aquello que, siendo posible por esencia, viene a ser necesario de
hecho, porque su causa existe y lo produce necesariamente. Así, una cosa que no pueda no
existir sigue siendo “posible”, a no ser, en virtud de su propia esencia, no pueda existir.
Por el contrario, lo necesario es lo que no tiene causa y, en virtud de su propia esencia, no
puede no existir.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
5 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
PARA EL ESTUDIO DEL RESULTADO DE APRENDIZAJE 2:
“LAS SUSTANCIAS SEPARADAS EN AVICENA”
Texto 5
Fuente: Étienne Gibson. La filosofía en la Edad Media
“La filosofía árabe”. Madrid, Gredos pp. 346 y ss.
Las partes de la obra de Avicena traducidas al latín que ejercieron más profunda influencia
en la Edad Media son la Lógica, la Filosofía de la Naturaleza (Communia naturalium), la
Psicología (Liber IV Naturalium) y la Metafísica.
La Lógica de Avicena reposa, como la de Aristóteles, sobre la distinción fundamental entre
el objeto primero del entendimiento, que es el individuo concreto (intentio prima), y su objeto
segundo, que es nuestro conocimiento de la realidad (intentio secunda). El universal es una
segunda intención, pero Avicena lo concibe de manera distinta a Aristóteles. Para Avicena,
cada noción universal define una a modo de realidad mental, que se llama esencia, cada una de
las cuales se distingue de las demás por propiedades definidas. Las esencias expresan
exactamente la realidad, de la cual son abstraídas por el pensamiento. Por tanto, el
conocimiento lógico tiene un alcance físico y hasta metafísico; no en el sentido de que la
realidad esté formada de ideas generales, sino porque la generalidad lógica de los universales, y
su misma predicabilidad expresa esa propiedad fundamental que la esencia tiene de ser una y
la misma, cualquiera que sea el individuo que la posea. De aquí se sigue que, en el orden de las
esencias, todo lo que se puede pensar separado y de manera distinta es realmente distinto de
aquello separado de lo cual se piensa. Este principio encuentra numerosas e importantes
aplicaciones en la filosofía de Avicena. Por ejemplo: un alma unida a un cuerpo, pero que no
recibiera de él ninguna sensación interna ni externa. Aún sería capaz de conocerse a sí misma,
de pensar y de saber que piensa. Consiguientemente, un alma puede concebirse de manera
distinta sin referencia al cuerpo; por tanto, la esencia del alma es distinta de la del cuerpo, y el
alma es realmente distinta del cuerpo.
Así, pues, el universo aviceniano está compuesto de esencias o naturalezas, que son el
objeto propio del conocimiento metafísico. Considerada en sí misma, la esencia contiene todo
lo que contiene su definición, y nada más. Cada individuo es singular con pleno derecho; la
ciencia versa sobre los individuos. Toda idea general es universal con todo derecho; la lógica se
ocupa de los universales. La esencia o naturaleza es indiferente, tanto para la generalidad como
para la universalidad. […]
Texto 6
Fuente: M. Cruz Hernández. Historia del pensamiento en el mundo Islámico I.
Madrid, Alianza, pp. 232 y ss.
La múltiple modalidad del ser, p. 232
Avicena distingue tres modos fundamentales de ser: el ser de las cosas reales, el de la
representación abstracta de dichas cosas y el signo intencional. Del mismo modo, al tratar de los
grados del ser, al lado del ser per se y el ser por otro, coloca las negaciones y las privaciones.
El ser per se es la sustancia, distinguiendo la forma inmaterial separada, la forma material y
la materia que es sustancia de orden inferior.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
6 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
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AVICENA
La forma inmaterial es la de mayor jerarquía sustancial y lo es siempre en acto; la forma
material es sustancia por ser una parte de las sustancias que subsisten en acto; y la materia es
sustancia en potencia.
Pero, aparte de la sustancia, toda cosa va acompañada de la idea de ser, que existe, bien
concretamente como realizado, bien solo en nuestra inteligencia, pues lo que no puede darse es
algo que no exista ni concreta ni mentalmente.
La jerarquía de las esencias, p. 235
Según Avicena, las esencias se caracterizan del modo siguiente:
Sustancias
Esencias
Separada
Forma No separada
Sustancia separada
Materia
Accidentes
Fuera y por encima de esta jerarquía de las esencias encontramos al ser. Las esencias son lo
que puede existir, el ser aquello por lo cual existen los seres concretos realizados, lo existente.
[…]
Cada una de las cosas concretas existentes tiene que haber recibido previamente la
existencia; pero también tenía que estar configurada en su esencia de tal modo que pudiera
recibir el ser; esta condición de la esencia es la posibilidad.
Refutación de la doctrina platónica de las ideas, p. 237
Ibn Sīnā no admite la preexistencia de las ideas al modo platónico. […]
Si hubiese aceptado las tesis platónicas en su integridad, se hubiese resquebrajado el orden
de su cosmos; ya que si existieran esencias eternas cognoscibles, como las ideas platónicas, Dios
tendría que conocerlas de algún modo, pensarlas e integrarlas en su esencia […] peligraría la
unidad de Dios. Dios solo conoce su esencia que es su propio existir.
La teoría de la abstracción, p. 237
Tampoco en nuestro entendimiento tienen los universales una existencia real, sino
meramente intencional, por medio de la relación que se produce a partir de la abstracción.
[El proceso de abstracción se explica más abajo, al explicar el funcionamiento del
entendimiento humano y la del entendimiento agente].
Texto 7
Fuente: M. Cruz Hernández. Historia del pensamiento en el mundo Islámico I.
Madrid, Alianza, pp. 232 y ss.
Mundo celeste y mundo terrestre
El mundo de la creación puede agruparse en cuatro núcleos: inteligencias celestes, almas
celestes, fuerzas físicas y mundo corporal. Los dos grupos primeros están compuestos por seres
inmateriales y su estudio pertenece a la ciencia divina […] Son, por tanto, los seres cercanos al
Creador. Ibn Sīnā los identifica con querubines, potestades y tronos de los ismailíes,
constituyendo inteligencias puras y sustancias simples, que solo se distinguen entre sí por su
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
7 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
AVICENA
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
proximidad relativa respecto del Creador y por su gobierno sobre una determinada esfera. Por
tanto, al no tener diferencia individual, cada uno de ellos constituye una especie compuesta de
un solo individuo, no existiendo en ellos otra composición que el ser posibles por sí y necesarios
por el acto creador divino.
Las inteligencias celestes constituyen la primera clase de los ángeles […] son las sustancias
separadas. […]
PARA EL ESTUDIO DEL RESULTADO DE APRENDIZAJE 3:
“PRIMACÍA DE LA CAUSA FINAL EN LA TEORÍA DE LAS CAUSAS ”
La causa final es el para qué de una cosa desde Aristóteles. En la teoría de las causas de
Avicena, la causa primera y la causa final están, aún, más claramente interconectadas y en la
naturaleza (de la que forma parte el ser humano) la organización –circular- supone un orden
activo de la creación, que se sigue produciendo eternamente: la creación toda es conservada
por parte de Dios –causa primera y causa final-. Y supone una concepción teleológica de la
naturaleza.
El regreso a Dios del ser humano, la tensión hacia la causa final a través del intelecto agente,
es el eje de esta teoría de las causas de Avicena, que une la lógica con la metafísica, la
gnoseología y la ética. El “destino final del hombre”, según Cruz Hernández. Ver el apartado
dedicado a esta cuestión en las páginas 261 a 264 del libro de Miguel Cruz Hernández.
“El mundo de la creación pertenece al ser posible por sí y necesario por otro,
que permanece en tanto que dura la causa necesaria; como esta es eterna, lo creado es
mantenido eternamente por Dios. Esta acción de Dios es al mismo tiempo una luz
intelectual, pues el ser inteligible por excelencia es luz y como tal se extiende sobre todos los
seres; los inferiores solo reciben el impulso creador, pero los dotados de inteligencia acogen
también la claridad de la luz divina. Así, el primer ser que recibe la luz divina, como el sol se
refleja en un espejo, es el entendimiento universal y después las almas angélicas. El alma
humana recibe el brillo de la luz divina por medio del entendimiento agente”. (Cruz
Hernández, o.c., p. 246).
___________________________________________________________________________
Texto 8
Fuente: Étienne Gibson. La filosofía en la Edad Media
“La filosofía árabe”. Madrid, Gredos, pp. 346 y ss.
En una metafísica, como la de Avicena, cuyo objetivo propio es la esencia, las distinciones
abstractas equivalen a una distinción de los seres. Efectivamente, la experiencia nos da a
conocer objetos cuya existencia depende de causas determinadas. Cada uno de ellos es, pues,
simplemente “posible”; pero también sus causas no más que “posibles”; la serie total de los
seres es, por tanto, un simple posible; y, como lo posible es lo que requiere una causa para
existir, si no hubiera más que posibles, no existiría nada.
Consiguientemente, si existen los posibles es que existe también un necesario, causa de la
existencia de aquellos. Ahora bien, existen posibles; luego existe un necesario, causa de la
existencia de los posibles, que es Dios.
[…]
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
8 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
Esta contingencia de los posibles es, precisamente, lo que Avicena no ha querido admitir,
por su parte. La producción del mundo por Dios es eterna. La sola prioridad del Primero sobre
los demás es la del Necesario sobre lo posible. El Necesario primero es simple y uno, porque su
esencia se basta […] El Primero se conoce así mismo y el conocimiento que tiene de sí constituye
el primer Causado.
Este primer ser causado es una sustancia inteligible, o Inteligencia; puesto que es causado,
es de suyo posible; pero es también necesario de hecho, en virtud de su causa. Esta Inteligencia
piensa ante todo en Dios, y este acto de conocimiento engendra la segunda Inteligencia
superada.
Ella se piensa luego a sí misma como necesaria por su causa, y ese acto engendra el alma de
la esfera celeste que contiene el mundo. Ella se piensa finalmente como posible en sí misma, y
dicho acto engendra el cuerpo de esta esfera. La segunda Inteligencia procede del mismo modo;
al conocer a la primera Inteligencia, engendra a la tercera […] El proceso continúa hasta la última
Inteligencia separada. Esta última Inteligencia separada es nuestro entendimiento agente […]
Así, pues, lo que se llama abstracción es la recepción de una de las formas inteligibles,
continuamente irradiadas por la última de las Inteligencias, en un entendimiento humano
dispuesto a recibirla.
[…]
El destino final del hombre:
“El fundamento primero de las acciones del hombre está formado por esa fuerza vital que nos
conduce hasta los principios que rigen las acciones encaminadas hacia el fin último”3.
Texto 9
Fuente: M. Cruz Hernández. Historia del pensamiento en el mundo Islámico I.
Madrid, Alianza, pp. 261 y ss.
Avicena y el destino del hombre
[En algunos textos de Avicena se hablaba] “de dos modos expositivos de la filosofía; de entre
sus doctrinas destacaba la interpretación de la revelación profética como un acto intuitivointelectual del entendimiento humano sumamente perfeccionado por el entendimiento
universal. A ello deben agregarse ahora los escritos de Ibn Sīnā que pudiéramos titular Sobre el
destino del hombre, [traducidos al español por M. Cruz Hernández y publicados con el nombre
de Tres escritos esotéricos], así como los comentarios a algunas aleyas alcoránicas y a algunos
poemas que se le atribuyen. […]
El ideal que expone por medio de sus historias simbólicas y de los escritos sobre el destino
humano es el perfeccionamiento del hombre. […]
Avicena cree en Dios uno y en la necesidad de un camino de perfección personal exigido por
dicha creencia, en una cierta pervivencia del espíritu tras la muerte corporal, pero sobre todo,
en el maravilloso orden universal necesario, que es la gran manifestación de la grandeza y
sabiduría de Dios.
Texto 10
Fuente: Rafael Ramón Guerrero. Historia de la Filosofía Medieval. “Avicena entre
Oriente y Occidente”, Madrid, Trotta, p. 70.
“La clave de lo que se ha de considerar como doble lenguaje, no doble verdad, la da el
3
Ver más abajo el texto 13, de Miguel Cruz Hernández.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
9 Preparado
Mercedes Laguna González. Tutora TAR de la asignatura. UNED.
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
mismo Avicena cuando afirma en su Epístola sobre el retorno que los árabes suelen usar
un doble tipo de discurso: el literal o aparente y el metafórico y figurado: los textos
antropomórficos habrán de ser leídos en sentido metafórico, porque están escritos de
manera que puedan adecuarse a la mentalidad popular. Así, en Avicena no hay ruptura
entre unas obras y otras, sino distinta exposición de la misma doctrina”.
(…) En ambas tradiciones solo se trataba del destino final del hombre, según ha visto
acertadamente el profesor Cruz Hernández”.
PARA EL ESTUDIO DEL RESULTADO DE APRENDIZAJE 4:
“TEORÍAS PSICOLÓGICAS Y GNOSEOLÓGICAS ”
Texto 11
Fuente: M. Cruz Hernández. Historia del pensamiento en el mundo Islámico I.
Madrid, Alianza, pp. 232 y ss.
1. Concepción del alma
El alma humana
El alma es la perfección del cuerpo al que actualiza y mantiene, actuando por medio de sus
órganos.
COMO FORMA, ES UNA SUSTANCIA SEPARADA, PERO QUE EN VEZ DE EXISTIR SIEMPRE EN ACTO, ESTÁ EN
POTENCIA Y SE DA UNIDA AL CUERPO.
La independencia del alma humana y su carácter de forma separada se manifiesta incluso
durante su transitoria unión con el cuerpo (hay facultades del alma que no se alteran con el
paso del tiempo, incluso hay otras que se acrecientan).
El alma actúa sobre el cuerpo humano animándolo, actualizándolo y perfeccionándolo.
En cuanto principio vital, en el alma existen los elementos necesarios para el desarrollo del
alma existen los elementos necesarios para el desarrollo de todo el organismo humano. Por ello,
al perder el alma, nuestro cuerpo deja de existir.
Como potencia actualizadora, el alma es la causa de que el cuerpo, que, en tanto que es
material existe en potencia, pase a acto.
Como perfeccionadora, el alma es una sustancia incorpórea y racional, perfección primera del
cuerpo al cual mueve,
Pero pese a ser sustancia separada, existe en potencia, y para pasar a acto necesita de la
cooperación del entendimiento agente.
La recepción de los grados del alma
- El alma vegetativa,
- El alma sensitiva,
- El alma racional. Es capaz de actos conscientes.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
10 Preparado
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AVICENA
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
Actividades del alma
Nutritiva
Vegetativas
Conservadora
Generativa
Motoras
Movimientos
activos
Funciones vitales
Volitivas
Sensitivas
Vista
Externas
Olfato
Funciones
cognoscitivas
Actividades
del alma
Oído
Gusto
Tacto
Sensorio común
Internas
Fantasía
Imaginación
Estimativa
Memoria
Entendimiento
distinto de la
ciencia
Racionales
Entendimiento
práctico
Pasiones
corporales
Artes plásticas
Prudencia
Entendimiento
especulativo
En potencia
En acto
En hábito
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
11 Preparado
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AVICENA
Adquirido
El alma como forma separada
Por el carácter deficitario del instrumento corporal, el alma como forma del cuerpo, actúa
independientemente en cuatro momentos fundamentales para el saber:
1) Para adquirir la idea del ser, uno y necesario.
2) Para alcanzar la noción de existencia necesaria del ser primero.
3) Para recibir los inteligibles que le comunica el entendimiento agente.
4) Para comprenderse a sí misma.
2. La doctrina del entendimiento
Clases de entendimiento.
Entre todas las facultades del alma, las más importantes y elevadas son las racionales,
culminación de las operaciones vitales y de las funciones específicas del entendimiento.
(Recogiendo las doctrinas, heredadas de los griegos, y desarrolladas por al-Kindi y al-Farabi, Ibn
Sina inicia el desarrollo de su concepción del entendimiento, que tanto influirá después en las
escolásticas judía y latina, con el estudio de los significados del término.
El entendimiento especulativo
En él debemos distinguir los grados siguientes:
a. El entendimiento en potencia o material, que es la facultad capaz de recibir las formas
abstraídas de su materia. Se le llama material porque, al igual que la materia prima,
puede recibir cualquier forma.
b. El entendimiento en acto, que existe en potencia posible o hábito de potencia, y
permite la intelección y asimilación intelectual de las formas inteligibles.
c. El entendimiento hábito, que es el más alto grado de perfección a que puede llegar
nuestro conocimiento (inteligencia santa).
d. El entendimiento agente: extrínseco al entendimiento humano, como actualizador de
él. Por medio del entendimiento agente. El entendimiento humano pasa de potencia a
acto.
El entendimiento en potencia o material, primer grado del entendimiento especulativo, existe
en potencia absoluta respecto de las formas; para actualizar y pasar a entendimiento en acto,
necesita que se impriman en él las formas abstractas.
La abstracción de estas formas tiene lugar por medio de un proceso que comprende los
siguientes grados:
a) La sensación, que verifica la primera abstracción, pero que no logra abstraer
absolutamente de las imágenes sensibles la materia y los caracteres materiales.
b) La imaginación, que abstrae las formas sensibles a la materia, pero no de los caracteres
materiales que la acompañan.
c) La estimativa, que proporciona las formas intencionales, que son completamente
inmateriales.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
12 Preparado
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d) Y la cogitativa, que asimila estas formas.
 Cuando estas formas abstractas son recibidas por el entendimiento, éste pasa de
potencia a acto.
 Pero esta operación necesita de la colaboración del entendimiento agente, en tanto las
facultades humanas están sometidas al principio general de que nada puede pasar de
potencia a acto sin el concurso de otro ser en acto.
b) La índole del entendimiento agente




Ver el texto de Avicena.
La acción del entendimiento agente se repite constantemente,
y por ella el entendimiento en acto puede convertirse en
una POTENCIA HABITUAL o perfección de potencia, que constituye el entendimiento hábito,
 y cuando esta unión es muy estrecha y casi constante se alcanza EL ENTENDIMIENTO ADQUIRIDO,
que es el grado superior del conocimiento humano, al que Avicena compara con una lámpara
que proyecta su luz sobre el entendimiento en potencia.
 Pero de todos modos, el entendimiento adquirido, después que se ha llegado a él y para
actualizar lo que reste de potencia en el entendimiento humano, necesita de la proximidad del
entendimiento agente.
c) Ordenación de los modos, grados y operaciones del entendimiento
Listeza
Significados
prefilosóficos
Experiencia
Lucidez mental
Entendimiento distinto de la ciencia
Entendimiento
práctico
Entendimiento
humano
Pasiones
corporales
Artes prácticas
Prudencia
Entendimiento en
potencia
(en potencia
absoluta)
Significados
filosóficos
Entendimiento
especulativo
Entendimiento en
acto (en potencia
posible o hábito)
Ingenio
Sutileza
Profecía
Entendimiento en
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
13 Preparado
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AVICENA
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
En potencia
habitual o
perfección de
potencia
Entendimiento
separado
acto
Entendimiento
adquirido
(inteligencia
santa)
Entendimiento agente
Inteligencias separadas
La unión del entendimiento agente con el humano: la culminación de la unión
intelectual constituye la inteligencia adquirida. Ver le texto de Avicena en la p. 255 del libro de
Cruz Hernández.
Texto 12
Fuente: Henry Corbin. “Los filósofos helenizantes”. Historia de la Filosofía
Islámica. Madrid, Trotta, p. 163.
“Sobre la cuestión del Noûs poietikós (Intelligentia agens) que ha divido desde el
principio a los intérpretes de Aristóteles, Avicena, siguiendo a al-Fârabî (y debe pensarse aquí
también en la Décima Inteligencia de las cosmogonía ismailí), ha optado (contrariamente a
Temistio y a santo Tomás de Aquino4) por una inteligencia separada y extrínseca al intelecto
humano, sin identificarla por ello con el concepto de Dios. Fârabî y Avicena han hecho de esta
Inteligencia un ser del Pleroma, de tal modo que el ser humano se encuentra entonces
directamente vinculado al Pleroma por dicha Inteligencia, y ahí está la originalidad gnóstica de
nuestros filósofos. Por otra parte Fârabî y Avicena no podían sentirse satisfechos con la idea
peripatética del alma como forma (entelequia) de un cuerpo orgánico; esta “información” no es
más que una de sus funciones, ni siquiera la principal. Su antropología es neoplatónica”.
4
También, contrariamente a Averroes, como el alumno comprobará en el tema correspondiente, siguiendo las
indicaciones del profesor Martínez Lorca en la introducción al libro Sobre el Intelecto de Averroes.
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL Y RENACENTISTA I
AVICENA
PARA EL ESTUDIO DEL RESULTADO DE APRENDIZAJE 5:
“DOCTRINAS ÉTICO-POLÍTICAS”
Texto 13
Fuente: M. Cruz Hernández. Historia del pensamiento en el mundo Islámico I.
Madrid, Alianza, pp. 256 y ss.
La vida moral
Si el mal no puede desaparecer de un modo absoluto de nuestro mundo, en cambio sí
tiene que estar subordinado al orden del bien. […] El modo de evitar el mal consiste en que
nuestras potencias racionales iluminen y dirijan nuestros actos.
El control racional de nuestras acciones tiene lugar por medio del entendimiento
humano que, por la acción del agente, pasa de potencia a acto, guiando las actividades prácticas
del alma apoyadas en las potencias concupiscibles. Ibn Sīnā supone que el corazón es el
principio de la virtud vital de la que arrancan las fuerzas que producen los movimientos activos;
esta virtud, a su vez, está controlada por el cerebro […]
El fundamento primero de las acciones del hombre está formado por esa fuerza vital
que nos conduce hasta los principios que rigen las acciones encaminadas hacia el fin último.
Sobre esta fuerza vital actúa la fantasía primero y el conocimiento humano después; sobre el
resultado de esta acción opera la voluntad.
El problema ético, por tanto, consiste en averiguar los límites de la libertad que el
conocimiento y la fantasía permiten a la voluntad.
El papel de la voluntad
Para resolver este problema, Ibn Sīnā aplica a la voluntad el principio general del paso
de la potencia al acto. El principio vital que conduce al hombre a todo movimiento es un
conjunto de potencias activas, mientras el conocimiento y la fantasía actúan como potencias
pasivas. […]
Cuando el hombre se guía por las facultades sensibles, su acción es puramente sensible
y se rige por el instinto animal; si, por el contrario, el hombre se guía por la convicción
intelectual, su acción es propiamente moral. […]
Quien elige entre dos caminos presentados como distintos es la voluntad; pero no la
voluntad pura, sino la voluntad iluminada, y, por tanto, limitada por el conocimiento, que
proporciona el convencimiento necesario para realizar la acción.
Si bien es verdad que todos los fenómenos están controlados por un encadenamiento
de causas necesarias que arranca del mundo celeste, en el mundo terrestre el complejo causal
es tan complicado que los hechos que se presentan ante la elección voluntaria pueden producir
ciertos cambios; por esto, dentro de los límites del orden cósmico necesario, la voluntad
racional del hombre puede elegir libremente; y esta elección sirve de norma para juzgar las
acciones humanas y las consecuencias que se derivan de ellas.
La concepción de la sociedad
Sentido educativo de la sociedad
a partir de las fuentes señaladas en el documento por
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AVICENA
La existencia humana no se da nunca aislada; por imperativo de sus misma naturaleza, el
hombre ha tenido que recurrir a un sistema de intercambios y prestaciones mutuas que ha
conducido a la constitución de las sociedades. […] Esta vida social alcanza su máxima eficacia en
la sociedad regida por leyes. […] De acuerdo con su capacidad, los ciudadanos se dividen en
gobernantes y gobernados; los gobernantes deben ser aquellos que posean el conocimiento
suficiente para regirse a sí mismo y ayudar a los demás a alcanzar la perfección moral. […]
La sociedad tiene que estar regida por una ley, cuya misión consiste en unificar los
criterios que facilitan la satisfacción de las necesidades naturales del hombre; el principio
fundamental que deber regir esta ley consiste en atenerse a los criterios del conocimiento
racional.
El sentido de la ley
Las leyes no pueden fundarse sobre las condiciones naturales del mundo terrestre en
tanto que este es el mundo de la mera posibilidad; toda ley tiene que estar apoyada sobre
principios unitarios e inmutables que no se encuentran en el mundo de lo generable y
corruptible.
Por tanto, solo el entendimiento agente, que pertenece al cuerpo celeste, unitario e
inmutable, puede proporcionar estos principios, eternamente válidos, mediante su acción
actualizadora sobre el entendimiento humano.
El conocimiento racional, nacido de la acción del entendimiento agente sobre el
humano, es el único capaz de proporcionarnos esos principios que fundamentan la unidad y
cohesión de la sociedad, engendrando un clima social eficaz apto para delimitar los derechos y
deberes mutuos; así se realizará la felicidad temporal del hombre.
En razón de la estructura del Islam, lo que se entiende por ley es el Alcorán, obra de un
legislador que abrió un ciclo jurídico que debe durar hasta la consumación de los siglos. Esta ley
consiste en una norma eterna e invariable dictada por Dios para todos los pueblos y todos los
tiempos. […]
El imamato y sus límites
La unidad y continuidad del gobierno de la comunidad deber estar regido por una califa,
que sucede al Profeta, que comunica la ley, como primera jerarquía. […] Todo gobierno para ser
legítimo, tiene que estar apoyado en el libre consentimiento de los ciudadanos, que se
manifiesta explícitamente en la elección, e implícitamente en el caso de la herencia legítima.
Todo ciudadano tiene el deber de levantarse contra el tirano, deponerlo y aun matarlo, si fuera
necesario.
Para el ejercicio concreto del poder se necesitan, además, dos virtudes principales:
capacidad de mando y sabiduría. […]
Límites del uso de la coerción violenta
Las sociedades que no estén regidas por la ley o que estén gobernadas por tirano deben
encaminarse hacia un gobierno legítimo; de persistir en su injusta organización, o en su régimen
tiránico, deben ser combatidas y destruidas por la fuerza […] para destruir los gobiernos injustos
e incorporar a sus pueblos a la sociedad ideal. […] Este equilibrio social constituye la justicia, la
más alta de todas las virtudes, cuya misión consiste en promover, proteger y controlar todas
actividades convenientes al perfeccionamiento humano y en prohibir, destruir y anular aquellas
otras que se oponen al fin último del hombre.
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AVICENA
PARA FINALIZAR Y ENLAZAR CON EL TEMA DE AVERROES Y EL LIBRO DE LECTURA
Texto 12
Fuente: Andrés Martínez Lorca. Maestros de Occidente. “La revolución
intelectual del siglo XIII y Averroes”, Madrid, Trotta, pp. 150 y ss.
La novedad del pensamiento de Averroes:
“Ibn Rušd continúa la brillante tradición de los filósofos islámicos orientales, es
decir, de al-Kindī, al-Fārabī y Avicena, pero avanza respecto a ellos y polemiza a menudo
con el gran pensador y médico iraní Avicena. El progreso de la filosofía de Averroes se
manifiesta en dos logros principales: un nuevo estilo intelectual (a diferencia de la
afición a escribir enciclopedias de Avicena, preferirá el comentario literal) y una nueva
visión de la filosofía (desde el reconocimiento explícito de la autonomía del pensamiento
filosófico, intenta elaborar una concepción del mundo basada en el racionalismo). Por
ello, rechaza el neoplatonismo imperante en la filosofía islámica oriental y también la
tendencia a asumir una solución de compromiso entre teología y filosofía […]
Avicena había elaborado la distinción, muy utilizada después por los
escolásticos latinos, entre ser necesario por sí y ser necesario por otro y posible por sí.
Averroes la rechazó, pues para él, el ser concreto en cuanto que existe, es necesario, y
todas las demás distinciones que intentan encubrir este hecho “son afirmaciones y
declaraciones sin sentido, más débiles que las de los teólogos, extrañas a la filosofía e
incongruentes con sus principios”5”.
5
Averroes, Tahāfut al-tahāfut, trad. S. Van Den Bergh, pp. 14 y 32.
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