Generación de indicadores para la evaluación longitudinal de la sustentabilidad... una contribución para el desarrollo social de la agricultura ecológica.

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Generación de indicadores para la evaluación longitudinal de la sustentabilidad agraria:
una contribución para el desarrollo social de la agricultura ecológica.
Santiago Felipe Peredo P*. y Claudia Paz Barrera
Universidad de Santiago de Chile
Ecuador # 3769, Santiago de Chile.
*autor para correspondencia: [email protected]
Palabras claves: agricultura campesina, producción orgánica, Chile
Titulo abreviado: Indicadores para la evaluación longitudinal de la sustentabilidad agraria
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RESUMEN
Con el objetivo de determinar la importancia que los propios campesinos le atribuyen a las
diferentes dimensiones implicadas en la evaluación participativa de la sustentabilidad
agraria se llevó a cabo una investigación en la localidad de Rinconada de Meneses a 17 km.
de Chépica, comuna del mismo nombre, Provincia de Colchagua, VI Región (Chile). La
metodología utilizada fue el MESMIS (Marco para la Evaluación de Sistemas de Manejo
incorporando Indicadores de Sustentabilidad) y el esquema jerárquico de selección de
indicadores. Los resultados señalan que los campesinos implicados en producciones de
carácter ecológico le atribuyen una mayor importancia a aquellos aspectos relativos a una
dimensión social (socioeconómica) por sobre a aquellos, meramente, técnicos.
Palabras claves: agricultura campesina, producción orgánica, Chile
ABSTRACT
With the aim of determining the importance that peasants themselves attribute to the
different dimensions involved in the participative evaluation of agrarian sustainability, it
was carried out a study in the locality of Rinconada de Meneses, 17 km. from Chépica,
province of Colchagua, VI Region, Chile. The methodology used was the MESMIS (Marco
para la Evaluación de Sistemas de Manejo incorporando Indicadores de Sustentabilidad)
and the hierarchical scheme of indicator selection. Results show that peasants involved in
productive activities of ecological character, attribute a greater relevance to those aspects
related to a social dimension (socioeconomic) than to those just technical aspects.
Key words: peasant agriculture, organic production, Chile.
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INTRODUCCION
En los objetivos de la agricultura ecológica, recogidos por la IFOAM, quedaba claramente
explicitado, al menos en la teoría, aquellos aspectos relativos a la dimensión social de esta
forma de manejo de los recursos naturales alternativa a la agricultura industrial. Sin
embargo, el desarrollo de experiencias en agricultura ecológica dista mucho, en la mayoría
de las ocasiones, de considerar tales aspectos sobre la base de las demandas campesinas.
En la actualidad nos encontramos, lamentablemente, con una práctica que consiste
sólo en la sustitución de insumos de síntesis por otros de origen biológico reproduciendo la
lógica de la agricultura comercial. Ello, en tanto, ha significado poner en tela de juicio una
propuesta agroecológica de manejo de recursos naturales en la que la dimensión social, en
interacción con la ecológica, ocupa un lugar determinante.
En experiencias desarrolladas para el establecimiento de huertas orgánicas los
factores relativo a la organización de las comunidades agrícolas y los canales de
distribución han resultado gravitante (Peredo at al 2009a), por lo que la dimensión social de
la agricultura ecológica, muchas veces relegada a un segundo plano constituye un elemento
central para garantizar la sustentabilidad de ésta (Peredo et al 2009b).
Por tanto, la definición de indicadores que den cuenta de aquellas dimensiones (o
ámbitos) que van más de lo meramente técnico resulta fundamental a la hora de realizar un
seguimiento a este tipo de experiencias. La importancia de establecer un conjunto de
indicadores idóneos obedece, en tanto, al objetivo y al tipo de evaluación a realizar
(Sarandón, 2002).
El presente trabajo corresponde a la etapa II de una investigación más amplia
(Peredo, 2001) en la que se definieron las condiciones básicas y necesarias para llevar a
cabo una transición agroecológica utilizando como punto de partida el establecimiento de
una producción orgánica (Peredo y Barrera, 2002a).
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Los objetivos son, por un lado, determinar el peso o la importancia que los propios
campesinos le atribuyen a las diferentes dimensiones implicadas en la evaluación
participativa de la sustentabilidad agraria (a nivel predial), a través de un esquema
jerárquico de valoración multicriterial. Y con ello, constatar si la agricultura ecológica, en
la manera en que se está implementando, contribuye a mejorar las condiciones de pobreza y
marginalidad de grupos campesinos.
METODOLOGIA
El sistema agrario (agroecosistema) estudiado se ubica en la localidad de Rinconada
de Meneses a 17 km. de Chépica, comuna del mismo nombre, Provincia de Colchagua, VI
Región (Chile). Posee una superficie aproximada de 8.5 ha., de las cuales 2 ha. corresponde
a terrenos con una pendiente suave (menor a 1%) y el resto, a laderas de cerros. En su parte
norte, correspondiente a una ladera de cerro, está, básicamente, dedicada a la forestación
con especies nativas y pradera naturalizada. Por los costados, el predio colinda con otros
que se caracterizan por practicar una agricultura tradicional.
Aunque la perspectiva de indagación utilizada en esta investigación de naturaleza
agroecológica (Guzmán et al, 2000) corresponde a un nivel estructural (Ibáñez, 1994), por
consideraciones de espacio y la pertinencia de este trabajo, se presentan, básicamente, los
resultados producto de la indagación a un nivel distributivo.
Por tanto, los antecedentes obtenidos a través de entrevistas abiertas semidirectas
(Ortí, 1992) sostenidas con agricultores fueron analizados a través de dos métodos de
manera complementaria. Uno de ellos fue el MESMIS (Marco para la Evaluación de
Sistemas de Manejo incorporando Indicadores de Sustentabilidad), elaborado por el Grupo
Interdisciplinario de Tecnología Rural (GIRA) de México (Masera et al, 1999); y el
segundo, el esquema jerárquico de selección de indicadores, propuesta desarrollada por el
IICA (De Camino y Müller, 1993) en Costa Rica.
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En primer lugar, se determinó el objeto de estudio realizando una descripción del
sistema agrario en general, considerando la estructura y función del agroecosistema. En
segundo lugar, se identificaron los puntos críticos, o sea, aquellos aspectos que limitan la
capacidad del sistema para mantenerse en el tiempo. Por último, y sobre la base de lo
anterior, se establecieron los descriptores para posteriormente seleccionar los indicadores
que para los objetivos de este trabajo se han utilizado como elementos de análisis.
RESULTADOS Y DISCUSION
Los antecedentes obtenidos en función de la metodología utilizada se presentan a
continuación:
1.- Determinación del objeto de estudio, en donde se caracterizó el agroecosistema en
general y se estableció la estructura y función de éste.
a) Descripción del agroecosistema.
La explotación agrícola familiar corresponde a un sistema diversificado de
producción, en el que se ha integrado la producción animal (bovinos, ovinos, caprino), la
producción vegetal (cultivos tradicionales, hortalizas, flores, producción de frutales) y la
producción forestal (conservación de especies nativas).
La fuerza de trabajo familiar está conformada por tres hijos adulto-jóvenes (28-35
años), que viven con sus padres, los que cuentan con escolaridad completa. Los ingresos de
la familia se basan en la explotación que realizan de su predio: venta de cereales y
leguminosas, y productos obtenidos de la producción animal; además de los trabajos
temporales que realizan los dos hijos varones en los huertos y viñedos próximos, durante la
temporada agrícola (campaña).
El manejo de los recursos naturales corresponde a un manejo tradicional, a
excepción del terreno destinado para la producción de flores que corresponde a un manejo
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orgánico. El manejo tradicional combina técnicas de rotación en los cultivos,
diversificación de la producción, promoviendo la agrobiodiversidad (diversas hortalizas,
ganadería y frutales), y una estrategia basada en una baja importación de insumos externos
al predio (fertilizantes sintéticos, urea) mediante labores que se realizan utilizando energía
animal (equinos). En cuanto al reciclaje de restos de cultivos y excretas de animales, éste es
parcial.
El suelo corresponde a un suelo arcilloso-arenoso, con una profundidad superior a
50 cm. , con bajo contenido de materia orgánica y escasa actividad biológica (Vilches,
2000). La principal limitación que presenta es la escasez de agua y la erosión del terreno
por falta de cobertura permanente. Los requerimientos hídricos se satisfacen con el agua
que proporciona las lluvias, a excepción del huerto de hortalizas y flores que utiliza el agua
captada desde una vertiente cercana y que es almacenada en un estanque tipo australiano
con capacidad para 10 litros.
b) Estructura y dinámica del Agroecosistema.
El sistema agroproductivo se encuentra divido en potreros (parcelas) cuya
explotación con sus interacciones se señalan a continuación.
-
Potrero con cultivos anuales: esta explotación está basada en el cultivo de trigo en una
rotación de tres años con leguminosas (garbanzos). El trigo sembrado en invierno es
cosechado en los meses de verano (diciembre-enero) y el rastrojo se recicla en un
mínimo porcentaje para ser utilizado en la elaboración de compostaje. Lo que queda en
el terreno es consumido por los caballos como parte de su dieta. A fines de marzo, el
rastrojo que no ha sido consumido es quemado (y/o, eventualmente incorporado) para
comenzar con las labores de preparación de suelos.
-
Potrero con hortalizas (subsistema huerta familiar): donde se establecen diversas
hortalizas de estación destinadas para el consumo familiar: zanahoria, tomate, lechuga,
arvejas, ají, cebollas, papas, maíz. Estas son fertilizadas con urea y la orientación de las
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hileras están a favor de la pendiente. El riego es aplicado por surcos y es conducido a
través de mangas plásticas desde el estanque australiano.
-
Potrero con pradera naturalizada: corresponde al cerro con pendiente pronunciada, que
se encuentra forestado con especies nativas y no posee cobertura vegetal permanente.
La erosión que se manifiesta en el suelo es incipiente, debido fundamentalmente, a que
no se realizan labores de cultivo en el cerro y a la conservación de especies forestales.
Sin embargo, los predios colindantes evidencian procesos de degradación en el suelo y
cárcavas bastante profundas.
La flora herbense presente en el cerro está destinada a la alimentación del ganado
durante los meses de otoño e invierno ya que en los meses de verano los animales son
llevados a veranadas para su mantención.
-
Potrero con flores (Subsistema huerta orgánica): se encuentra establecida con gladiolos
y claveles bajo un manejo orgánico caracterizado, principalmente, por la aplicación de
preparados naturales para el manejo de las plagas y, la utilización de compost para la
fertilización de las platabandas. El compost (y/o té de compost) se elabora utilizando los
subproductos o desechos de la producción del predio, contribuyendo al reciclaje de
materiales.
2.- Identificación de los puntos críticos.-
Una vez descrito los sistemas productivos y sus subsistemas se determinaron los
puntos críticos para la sustentabilidad basados en la matriz propuesta por De Camino y
Müller (1993). Los puntos críticos encontrados para cada elemento se indican en el
Cuadro1.
La definición de estas tres categorías (Recursos del sistema, Manejo del sistema y
Articulación del sistema en la sociedad) se han establecido sobre la base del intercambio de
materia, a nivel tridimensional, que realiza una unidad de producción rural campesina. A
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saber, el medio ambiente natural, el medio ambiente transformado y el medio ambiente
social (Toledo, 1993).
Consecuentemente, la primera categoría (Recursos del sistema) identifica la relación
existente entre la unidad de producción campesina con la naturaleza; por tanto, los
elementos definidos para ésta corresponden a los principales recursos naturales presentes en
el predio: suelo, agua y biodiversidad. Cabe señalar que, conscientes de lo complejo que
resulta la evaluación de la biodiversidad agrícola, a través de las herramientas que se
disponen para ello (Peredo y Barrera, 2002b), debido a que existen distintos niveles
(Redford, 1993), tipos (Vandermeer y Perfecto, 1995), escalas (Gliessman, 2001) y
perspectivas (De Nicolás, 1991) implicadas en su aná1isis, se ha considerado la aplicación
agroecológica del término teniendo en cuenta que en un agroecosistema se pueden
encontrar tanto una biodiversidad planificada como una asociada (Altieri, 1999). El criterio
utilizado, entonces, para su valoración ha considerado la presencia, fundamentalmente, de
una diversidad de especies (diversidad alfa) y una diversidad en el conjunto de los potreros
que conforman el predio (diversidad beta) (Gliessman, 2001).
El elevado número de especies manejadas y/o cultivadas en el predio, por tanto,
explica el que no se hayan encontrado puntos críticos para este elemento en cuestión
(biodiversidad).
La segunda categoría, en tanto, identificada como Manejo del sistema, expresa el
resultado de la relación que la unidad de producción campesina establece con el
agroecosistema producto de la artificialización del ecosistema natural. De esta manera, los
elementos establecidos para esta categoría corresponden a: la tecnología de intervención en
el sistema agrario (predio o finca) y sus diferentes subsistemas, a las relaciones o
interacciones que se establecen entre éstos (producto, o no, de esas intervenciones), y
finalmente, el rendimiento socioeconómico como principal preocupación para los
campesinos.
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En cuanto a los puntos críticos encontrados para el elemento Tecnologías y prácticas
de manejo, los relativos a la aparición de plagas e implementación de tecnologías
dependientes de insumos externos, éstos se deben a que se detectó la presencia de pulgones
en las unidades de manejo orgánico destinadas a la producción de flores. Esta situación deja
de manifiesto que la producción orgánica llevada a cabo en el predio obedecería a la misma
lógica que la agricultura convencional, por lo que se trataría de una simple sustitución de
insumos. Situación que conlleva a la aparición de plagas (Rosset, 1995).
Un segundo aspecto que destaca en la determinación de los puntos críticos para este
elemento es el señalado como Pérdida del conocimiento tradicional en los más jóvenes.
Ello se vio reflejado en el constante y permanente apoyo, por parte de éstos, en las personas
mayores para la resolución de problemas o consultas de carácter técnico. Si a esto se suman
otros puntos críticos, como el desconocimiento de prácticas tradicionales por parte de los
técnicos que prestan asesorías a los campesinos y la ausencia de metodologías
participativas, el propósito de alcanzar la autonomía y autogestión de las unidades de
producción campesina, como objetivo central de la sustentabilidad agraria, se dificulta aún
más.
En cuanto a los puntos críticos (Cuadro 1) encontrados para el segundo elemento
(Interacción entre subsistemas) de esta categoría (Tecnologías y prácticas de manejo), éstos
están referidos a una disminución en cuanto a la presencia de interacciones entre los
distintos subsistemas que conforman el agroecosistema (predio) que se manifiesta en una
relativa ineficiencia en el aprovechamiento sinergético y la reutilización de subproductos
y/o residuos.
Finalmente, la tercera categoría, definida como Articulación del sistema en la
sociedad, expresa la relación que existe entre la unidad de producción rural (en tanto unidad
de producción, consumo y reproducción campesina) con la sociedad mayor. En este
contexto, los elementos que integran esta categoría reflejan estas relaciones desde una
dimensión económica (Integración al mercado) y social (relaciones institucionales).
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De esta manera, los puntos críticos observados para el elemento Integración al
mercado reflejan una falta de información, de manera clara y oportuna, y un
desconocimiento de los poderes compradores, de los precios, la oferta y demanda locales.
Estos antecedentes dejan de manifiesto el bajo grado de mercantilización de esta unidad de
producción, al menos en lo que a los procesos productivos se refiere (Ploeg, 1993).
Por otra parte, los puntos críticos hallados para el elemento Relaciones
institucionales, señalan la existencia de una débil representación colectiva y un bajo nivel
de organización formal. Esto obedece a que existe una desconfianza, por parte de los
campesinos, a las instituciones que brindan apoyo técnico, en general, ya que, al parecer,
ellos no se sentirían satisfechos por la labor de éstas. Situación común a otros estudios
realizados en comunidades rurales (Peredo y Barrera, 2003).
3.- Selección de indicadores.-
Una vez identificados y analizados los puntos críticos para cada elemento, los
descriptores elegidos para la selección final de indicadores, fueron los que se señalan a
continuación:
a) Calidad del suelo, debido a que los problemas que se observaron en el predio estudiado
están relacionados con bajos niveles de materia orgánica y con la potencial pérdida de
suelo por erosión. Esto se podría deber a la escasa cubierta vegetal existente en los
suelos ubicados en la ladera de los cerros destinados al pastoreo de animales.
b) La disponibilidad del agua, ya que, no se presenta problemas de calidad por el acceso a
éste mediante una vertiente natural cercana al predio. El principal problema, en tanto, lo
constituye la disponibilidad, precisamente, en el periodo estival de mayor
requerimiento.
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c) La reproductividad social y biológica del agroecosistema asociada al elemento de
tecnologías y prácticas como condición fundamental para asegurar la sustentabilidad de
sistemas productivos familiares. Para ello, tanto la tecnología como las prácticas
utilizadas, sean de origen endógeno o aquellas exógenas que se han incorporado al
saber local, deben permitir que se reproduzcan la base de los recursos naturales que
sustentan el agroecosistema, así como las relaciones sociales derivadas de ellas.
d) El control del sistema, referido al control que el campesino desarrolla sobre su propio
agroecosistema durante el proceso de incorporación de nuevas tecnologías; además de
la capacidad de decidir e intervenir sobre el funcionamiento de su propio sistema
productivo.
e) Integridad, al momento de evaluar las interacciones que se producen entre los diferentes
sistemas productivos (tanto animal como vegetal), subsistemas, potreros o parcelas, con
el objetivo de cerrar ciclos de nutrientes y hacer más eficientes los flujos de energía.
f) La satisfacción de los requerimientos como descriptor del rendimiento socioeconómico.
Se hace alusión al término requerimientos y no necesidades por la acepción más amplia
que ha adquirido esta última.
g) Oportunidad en la información, en lo que tiene relación con precios, mercados locales,
rubros productivos demandados por los centros poblados más cercanos demandantes de
los productos agroalimentario.
h) Autosuficiencia en lo que se refiere a la dependencia de asesorías, crédito o algún tipo
de ayuda técnica y/o económica a través del tiempo.
i) Participación en el diagnóstico, generación, diseño, implementación, seguimiento y
evaluación de los proyectos impulsados por algún agente de desarrollo.
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j) Una organización que permita establecer una instancia de representatividad para la
demanda de sus necesidades y como un mecanismo para establecer sus condiciones de
negociación
Finalmente, a través de esta estructura jerárquica y a partir de los antecedentes
obtenidos, se obtuvo el conjunto de indicadores que se indican en el Cuadro 2.
CONCLUSIONES
A la luz de los resultados obtenidos de la investigación y conforme a los objetivos
de este trabajo se puede concluir que los campesinos implicados en producciones de
carácter ecológico le atribuyen una mayor importancia a aquellos aspectos relativos a una
dimensión social (socioeconómica) por sobre a aquellos, meramente, técnicos. Ello queda
reflejado tanto en la identificación de los puntos críticos, así como en la elección de los
descriptores e indicadores.
Lo anterior demuestra y constata, mediante los hechos, que la agricultura ecológica
está desatendiendo los objetivos sociales, por ende, el propósito último que ésta se ha
trazado, remitiéndose, básicamente, a la búsqueda de nuevas alternativas productivas,
olvidando los procesos complementarios de (re)circulación, consumo e intercambio de las
actividades agrarias.
Con este trabajo, los autores queremos aportar al debate del cómo se está
concibiendo la agricultura ecológica en el mundo y la urgencia de reformular nuevas
propuestas desde la Agroecología.
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Cuadro1. Puntos críticos para los respectivos elementos y categoría de
análisis
Categoría
Elemento
Puntos críticos
Bajos niveles de materia orgánica
Suelo
Recursos de
sistema
Riesgo de erosión por escasa cubierta vegetal
Agua
Poca disponibilidad en periodos críticos
Biodiversidad
No se encontraron
Aparición de plagas inexistentes
Tecnologías y
prácticas
Manejo del
sistema
Interacción
subsistemas
Rendimiento
socioeconómico
Tecnologías dependientes de insumos externos
Desconocimiento de prácticas tradicionales por parte
de los técnicos
Ausencia de metodologías participativas en los
programas de desarrollo
Tendencia a la pérdida de interacciones entre
sistemas por la implementación de tecnologías
modernas
Ineficiencia en el reciclaje y reutilización de los
subproductos y/o residuos.
Baja rentabilidad económica
Desconocimiento de poderes compradores
Integración al
mercado
Articulación
del sistema en
la sociedad
Desconocimiento de los precios
Carencia de información clara y oportuna
Desconocimiento de la oferta y demanda locales
Débil representatividad colectiva
Relaciones
institucionales
Bajo nivel de organización formal
Desconfianza a las instituciones en general
Sensación de insatisfacción con la labor de ellas
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Cuadro 2. Indicadores seleccionados a partir de los descriptores
establecidos.
1.- Grado de erosión del suelo
2.- Niveles de materia orgánica en el suelo
3.- Requerimientos hídricos del cultivo
4.- Utilización y conocimiento de prácticas locales
5.- Grado de asimilación y control de las nuevas tecnologías
6.- Poder de incidencia sobre el sistema ante situaciones críticas
7.- Nivel de reciclaje y/o reutilización de residuos y subproductos de los
subsistemas
8.- Ingreso familiar
9.- Grado de dependencia en insumos externos
10.- Calidad de la información económica
11.- Implicación de los beneficiarios en las distintas fases del proyecto
12.- Tipo, estructura y proceso de toma de decisiones
13.- Poder de negociación
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