Subido por Ángel Muñoz

ud5 fundamentos cientificos profesionales psicologia

Anuncio
Máster en Psicología General Sanitaria
Fundamentos Científicos y Profesionales de la Psicología Sanitaria
Unidad didáctica 5. Metodología de investigación en psicología general
sanitaria
UD 5. Metodología de investigación en psicología general sanitaria ........................................ 3
5.1. Destrezas básicas en investigación ........................................................................... 4
5.1.1. Introducción a las bases de datos ....................................................................... 4
5.1.2. Manejando las bases de datos ............................................................................ 5
5.1.3. Manejando las búsquedas .................................................................................. 7
5.1.4. Manejando los operadores de búsqueda ............................................................... 8
5.1.5. Manejando los criterios de selección .................................................................. 11
5.1.6. Formulando objetivos de investigación............................................................... 13
Objetivo general .................................................................................................... 14
Objetivos específicos .............................................................................................. 16
5.2. Investigación en psicología general sanitaria y su utilidad clínica ................................ 17
5.2.1. Estudios que analizan la eficacia de una intervención........................................... 17
5.2.2. Estudios que analizan las especificaciones de una intervención ............................. 20
Estudios que analizan las especificaciones de una intervención (II) ................................. 21
5.2.3. Estudios no manipulativos que analizan la covariación entre variables ................... 23
5.2.4. Estudios que analizan un solo caso .................................................................... 23
5.2.5. Estudios de revisión de la literatura científica ..................................................... 26
Revisiones narrativas ............................................................................................. 26
Revisiones sistemáticas y metaanálisis ..................................................................... 27
Resumen ...................................................................................................................... 31
Mapa de contenidos ....................................................................................................... 32
Recursos bibliográficos ................................................................................................... 33
2
UD 5. Metodología de investigación en psicología general
sanitaria
Como hemos venido detallando a lo largo de las unidades anteriores, la psicología es una ciencia
y, por ende, la psicología general sanitaria (PGS) también. Como todas las ciencias, se nutre de
la investigación, y el conocimiento de la metodología que rige esta es fundamental para el buen
desarrollo profesional.
Esto es así por varios motivos. En primer lugar, el estudio de contenidos metodológicos va a
proporcionar a la persona una estructura cognitiva basada en la evidencia, dándole la capacidad
de razonar, de forma que se plantee preguntas relevantes y responda a estas siguiendo el método
científico. En segundo lugar, el psicólogo sanitario deberá estar en continua formación; ha de
estar al día de la literatura científica publicada en el ámbito en el que trabaja. Una base
metodológica sólida le permitirá al profesional analizar los artículos científicos de manera objetiva,
viendo sus aplicaciones, beneficios y limitaciones. Así, trasladará a la práctica profesional los
procedimientos y técnicas mejor validados y más actuales. A la inversa, el psicólogo sanitario
puede formular investigaciones basadas en su práctica clínica diaria.
En esta unidad vamos a estudiar la metodología de investigación básica aplicable a la psicología
general sanitaria a fin de dar al psicólogo sanitario las claves aplicadas para entender la parte
científica de la disciplina.
3
5.1. Destrezas básicas en investigación
Play
Recuerda lo que es el método científico con este vídeo de ciencia animada.
Para poder efectuar una práctica basada en la evidencia, se debe saber buscar dicha evidencia y
conocer cómo analizarla para poder seleccionar la más apropiada. Específicamente, las fuentes
de información científica se pueden dividir en dos niveles: las fuentes primarias y las fuentes
secundarias. Las primeras son aquellos documentos que recogen la investigación en sí misma,
facilitando todos los detalles de forma que esta pueda ser replicada por los lectores interesados.
Dentro de este nivel se encuentran:
•
Artículos científicos publicados en revistas.
•
Tesis doctorales.
•
Trabajos presentados a congresos.
Las fuentes secundarias son aquellas que parten de las fuentes primarias, pero las procesan
de alguna manera, por ejemplo, agrupándolas, resumiendo sus resultados, etc. Entre ellas se
encuentran:
•
Los libros basados en la evidencia que recogen la información de un grupo de artículos
sobre un tema concreto.
•
Las bases de datos en las que se agrupan diferentes artículos de múltiples revistas para
facilitar el acceso a estos.
•
Las revisiones sistemáticas y los metaanálisis que analizan, de forma científica, varios
artículos, llegando a conclusiones sobre ellos y su tema objeto de estudio.
En el siguiente apartado vamos a profundizar en el uso de las bases de datos para realizar una
búsqueda de literatura científica.
5.1.1. Introducción a las bases de datos
Viaja
En la biblioteca de la UI1 puedes encontrar múltiples bases de datos: Web of Science, Scopus,
Medline, etc.
4
Las bases de datos son compendios de literatura científica sobre una temática determinada,
más o menos especializada (por ejemplo, podemos encontrar bases de ciencias de la salud o,
más específicas, de psicología). Estas comprenden desde artículos científicos a tesis, libros,
presentaciones en congresos, vídeos, etc. Entre las bases de datos más destacadas para realizar
búsquedas en el ámbito de la PGS, podemos encontrar, entre otras:
•
PsycINFO: específica de psicología e internacional, está desarrollada por la Asociación
Americana de Psicología (APA).
•
Medline: base de datos de ciencias de la salud desarrollada por la Biblioteca Nacional de
Medicina de Estados Unidos.
•
Scopus: base multidisciplinar gestionada por la editorial Elsevier.
•
Web of Science (WOS): base de datos multidisciplinar con millones de datos y registros,
propiedad de la empresa Clarivate Analytics.
•
Psicodoc: específica de psicología e internacional, está publicada por el Colegio Oficial de
Psicólogos de Madrid. Cuenta con un número más reducido de datos que las demás.
Estas bases tienen un registro bibliográfico del recurso (artículo, libro, etc.), es decir, su título,
autores y filiación de estos, año y lugar de publicación y, en su caso, la revista (con el volumen,
número si procede, y número de páginas) o editorial donde está publicado. Este registro
bibliográfico nos permite identificar en detalle dicho recurso y, si dentro de la propia base no nos
redireccionan a este, poder encontrarlo.
5.1.2. Manejando las bases de datos
Para poder acceder a los recursos que necesitamos, de entre todos los que están comprendidos
en la base de datos, debemos realizar una buena búsqueda en esta. La búsqueda de información
adecuada nos va a permitir encontrar los mejores recursos para responder a nuestra pregunta
problema. Para realizarla de forma correcta, debemos seguir una serie de pasos básicos (Botella
y Caperos, 2019):
5
Figura 1. Pasos para realizar una búsqueda bibliográfica en bases de datos. Fuente: Botella y Caperos, 2019.
1. Definición de la pregunta problema y el objetivo de la búsqueda
La búsqueda de recursos científicos va a estar definida por el motivo y el objetivo que tengamos
para realizarla. No hay búsquedas buenas o malas, correctas o incorrectas, sino aquellas que nos
ayudan a conseguir nuestro objetivo y aquellas que no. Para poder lograrlo, el primer paso es
definirlo, es decir, plantear nuestra pregunta problema, la cual deseo responder a través de los
recursos científicos disponibles hasta el momento.
Ejemplo:
Imaginemos que estamos en nuestra consulta y nos llega una persona con trastorno
depresivo persistente, la cual ha pasado por varios tratamientos que no han conseguido
revertir su sintomatología. En esta situación, nos podemos plantear dos cuestiones:
•
¿Cuál es el tratamiento más eficaz para el trastorno depresivo persistente?
•
El tratamiento mediante activación conductual, con el que yo he trabajado en terapia,
¿será eficaz para esta persona?
Ambas preguntas, aunque similares, nos marcan búsquedas diferentes. En la primera se
deberán buscar artículos que comparen diferentes abordajes para este trastorno e indiquen
cuál es el más eficaz. En la segunda, se buscarán solo artículos que hayan puesto a prueba
la activación conductual en ese trastorno concreto y con las características que presente este
consultante.
Esto, como veremos a continuación, definirá los demás pasos de la búsqueda.
2. Selección de la base de datos
El primer aspecto que debemos tener en cuenta es el de buscar en la base de datos apropiada.
Imaginemos que queremos comprar un coche y vamos a un concesionario de motos,
evidentemente no encontraremos lo que buscamos, pero ello no significa que no haya coches
para comprar, sino que no los estamos buscando en el lugar apropiado. Esto es similar a si
buscamos un artículo sobre una materia específica en la base de datos inadecuada; la falta de
resultados no indica que no haya artículos sobre ese aspecto específico, sino que no los estamos
buscando en el lugar apropiado.
6
Igualmente, debemos ser conscientes de que si utilizamos bases de datos con un número muy
elevado de registros debemos restringir la búsqueda al campo apropiado para que no se nos
generen millones de resultados que no podamos manejar, perdiendo así los resultados que nos
interesan. Asimismo, se deberá considerar el idioma de búsqueda, puesto que en la gran mayoría
de las bases de datos se empleará el inglés.
5.1.3. Manejando las búsquedas
3. Selección de los términos y ecuaciones de búsqueda
Los términos de búsqueda son las palabras que introducimos en la base de datos, las cuales son
usadas para encontrar y reportar los resultados en relación con ellas; así, sirven para realizar el
cribado de toda la información que está en la base. Las bases de datos van a comprender una
búsqueda de lenguaje natural, pero, usualmente, ellas lo traducen a lenguaje documental. Este
tipo de lenguaje hace uso de los descriptores, es decir, etiquetas estandarizadas que definen el
contenido de cada recurso (por ejemplo, un artículo; véase el ejemplo posterior) y mediante las
cuales este es categorizado y ordenado. Estos descriptores están dispuestos por campos y de
forma jerárquica.
Ejemplo:
El artículo «Acceptance and commitment therapy for perinatal mood and anxiety disorders:
development of an inpatient group intervention» (Bonacquisti et al., 2017) está definido por
los siguientes descriptores:
Los diferentes descriptores están recogidos en tesauros, o diccionarios que estandarizan y definen
cada término. En psicología, el tesauro más utilizado es el de la APA (Thesaurus of Psychological
Index Term, Tuleya, 2007) y en ciencias de la salud es el Medical Subject Headings (MeSH Terms).
Dependiendo de la base de datos que utilicemos, esta va a trabajar con uno u otro tesauro.
Así, los descriptores son un vocabulario controlado que se utiliza en los registros de la base de
datos para hacer que la búsqueda sea más fácil y exhaustiva. Al estandarizar las palabras o frases
utilizadas para representar los conceptos, no es necesario que la base de datos intente averiguar
todas las formas en que diferentes autores podrían referirse al mismo concepto, por lo que nos
da resultados más precisos.
7
Ejemplo:
Si realizamos una búsqueda con el término trauma (lenguaje natural), el motor de búsqueda
de la base de datos (en este caso el ejemplo ha sido realizado con PubMed) va a extender
esta a lenguaje documental:
Trauma: "injuries"[Subheading] OR "injuries"[All Fields] OR "trauma"[All Fields] OR
"wounds and injuries"[MeSH Terms] OR ("wounds"[All Fields] AND "injuries"[All Fields]) OR
"wounds and injuries"[All Fields] OR "trauma's"[All Fields] OR "traumas"[All Fields]
Con ello, al buscar trauma también nos saldrán resultados sobre heridas y lesiones, ya que,
al no introducir el término según el tesauro, la base intenta «averiguar» qué queremos decir
con ese concepto. Así, aunque no lo hayamos buscado específicamente, encontramos
artículos sobre todo ello cuando, quizá, nosotros nos referíamos a trauma psicológico.
5.1.4. Manejando los operadores de búsqueda
Una vez escogidos los términos podemos desarrollar la ecuación de búsqueda, la cual está
conformada por una o por varias palabras más los signos asociados a ellas (comillas, paréntesis
o limitadores de campo) y los operadores booleanos que las unen. Veamos cada uno de estos
aspectos:
Comillas
Cuando queremos indicar que se debe buscar el término de forma literal, es decir, sin alterarlo
de ningún modo (por ejemplo, convirtiéndolo en singular o plural, buscando otras expresiones
que lo contengan, etc.), utilizamos las comillas.
Esto es especialmente útil cuando buscamos una expresión de más de una palabra y queremos
que la base de datos comprenda que la debe buscar como un todo, no de forma separada.
Ejemplo:
Siguiendo con el ejemplo anterior, si buscamos el término trauma, la base va a entenderlo
como término único y va a buscar:
“trauma”[All Fields]
Del mismo modo, si buscamos psychological trauma, la base entenderá y buscará:
"psychological trauma"[MeSH Terms] OR ("psychological"[All Fields] AND "trauma"[All
Fields]) OR "psychological trauma"[All Fields]
Pero si introducimos “psychological trauma”, la base solo buscará:
"psychological trauma"[All Fields]
8
Paréntesis
Cuando queremos indicar la prioridad de una búsqueda sobre otra, utilizamos los paréntesis en
la destacada. Con ello estamos señalando que queremos que primero se realice la búsqueda
que está dentro del paréntesis y, de ella, se seleccionarán los recursos que indiquen la
información que queda fuera de este.
Ejemplo:
En la búsqueda: “psychological trauma” AND (“anxiety” OR “depression”), la base de datos
buscará primero recursos sobre ansiedad o depresión, y, de ellos, seleccionará los que
hablen también de trauma psicológico.
En la búsqueda: (“psychological trauma” AND “anxiety”) OR “depression”, se buscarán
primero los recursos que hablan de trauma psicológico y ansiedad conjuntamente,
añadiendo posteriormente los que hablen de depresión.
Operadores booleanos
Llega más lejos
En la página de Web of Science pueden consultarse explicaciones y ejemplos adicionales
sobre los operadores booleanos y de proximidad (como SAME o NEAR).
Para indicar a la base de datos cómo queremos relacionar los distintos términos de búsqueda
entre sí, utilizamos los operadores booleanos:
•
AND: indica que la búsqueda debe contener ambos términos unidos por ello.
•
OR: indica que la búsqueda puede contener o uno u otro de los términos unidos por
ello, ya que nos es indiferente.
•
NOT: indica a la base de datos que hay que excluir ese término de la búsqueda.
Ejemplo:
En la búsqueda: “psychological trauma” AND “anxiety”, estamos indicando que queremos
recursos que tengan ambos términos.
9
En la búsqueda: “psychological trauma” OR “anxiety”, estamos indicando que queremos
recursos que hablen o de trauma psicológico o de ansiedad.
En la búsqueda: “psychological trauma” NOT “anxiety”, estamos indicando que queremos
que se excluyan los artículos que hablen de ansiedad.
Limitadores de campo
Para indicar dónde debe ser buscado el término que introducimos se utilizan los limitadores de
campo. Es usual que queramos que el término esté en el título o en este y el resumen o que,
en vez de buscar un concepto, queramos buscar un autor. Todo ello lo establecemos mediante
estos limitadores. Si no conocemos cómo son nombrados en cada base de datos, podemos
hacer uso de la «búsqueda avanzada», para poder señalarlos directamente dentro de ella en
las opciones que esta nos da.
Ejemplo:
En la búsqueda: "psychological trauma"[All Fields], se le está indicando a la base que
queremos que busque en todo el artículo completo.
En la búsqueda: "psychological trauma"[Title/Abstract], estamos indicando que queremos
los artículos que en su título o resumen tengan la expresión «trauma psicológico». La base
de datos no nos reportará los resultados que mencionen esta expresión, por ejemplo, en
el cuerpo del artículo, si no está en el título o el resumen.
Otra opción es introducirlo a través de la búsqueda avanzada; por ejemplo, en el motor
de búsqueda PubMed lo encontramos del siguiente modo:
10
5.1.5. Manejando los criterios de selección
4. Elección de los recursos
Otro aspecto que debemos valorar son los criterios de selección de los recursos (artículos, etc.)
que respondan a nuestra pregunta problema.
Ejemplo:
En la pregunta que nos planteábamos anteriormente, «el tratamiento mediante activación
conductual, con el que yo he trabajado en terapia, ¿será eficaz para una persona con
trastorno depresivo persistente con sintomatología?», los criterios de selección de los
artículos podrían ser los siguientes:
•
Análisis de la eficacia de la activación conductual mediante datos cuantitativos y los
estadísticos pertinentes.
•
Muestra de adultos (no de niños o adolescentes).
•
Con diagnóstico de trastorno depresivo persistente.
•
Con síntomas resistentes al tratamiento.
Todos los artículos que no cumplan estas especificaciones, por ejemplo, porque no analicen
los datos mediante un análisis estadístico o las personas de la muestra del estudio no tengan
diagnosticado el problema porque no cumplan con toda la sintomatología, no cumplirían con
nuestros criterios de selección; por este motivo no los deberíamos considerar, aunque puede
que estén dentro de los resultados que aporta la búsqueda (porque en esta no podemos
introducir todos estos criterios).
Dentro de los criterios podemos tener en cuenta aspectos como los siguientes:
11
Aspectos generales
Aspectos como la fecha del estudio, el país de realización de este, si nos interesa algún autor
en concreto, el idioma, etc., pueden ser criterios que considerar.
Por ejemplo, si estamos buscando la validación de un cuestionario en población española, uno
de nuestros criterios será que el estudio se haya realizado en España.
Tipo de estudio
Dependiendo de nuestro objetivo o pregunta problema, fijaremos si será pertinente elegir unos
tipos de estudios u otros; en concreto, son recomendables:
•
Estudios experimentales o cuasiexperimentales: analizar la investigación relativa a un
tema concreto, por ejemplo, conocer la eficacia, efectividad o validez de una
determinada terapia.
•
Estudios cualitativos: conocer las perspectivas y experiencia específica de un grupo de
personas.
•
Estudios observacionales: analizar los factores de riesgo, protección, etc., de una
determinada población.
•
Revisión sistemática o metaanálisis: conocer los resultados de varios artículos y las
conclusiones sobre todos ellos, para tomar decisiones fundamentadas.
•
Revisiones narrativas o artículos teóricos: profundizar en el conocimiento actualizado de
un tema concreto.
Tipo de muestra
Aspectos como las variables sociodemográficas (edad, sexo, nivel sociocultural, etc.) o las
variables clínicas (diagnóstico, años con la sintomatología, comorbilidades, etc.) pueden ser
considerados como criterios de inclusión con base en nuestros objetivos e intereses.
Metodología empleada
Se refiere a la metodología empleada para realizar el procedimiento de recogida y análisis de
los datos. Por ejemplo, cómo han medido una determinada variable (¿con un test?, ¿qué tipo
de test?, etc.) o cómo se analizan los datos (tipo de pruebas, estadísticos utilizados, etc.).
Debemos destacar que la elección de los resultados es flexible, es decir, se puede ir
estructurando con base en los recursos que nos reporte nuestra propia búsqueda. Por ejemplo,
si no obtenemos ningún resultado con una búsqueda inicial, deberemos reducir nuestros
criterios de inclusión y ampliarla para poder analizar qué se ha investigado, o no, sobre ese
aspecto. Del mismo modo, en este caso, también podemos ampliar nuestros términos de
búsqueda, seleccionando términos más amplios. Por el contrario, si obtenemos muchos
recursos, podemos ampliar nuestros criterios para quedarnos con aquellos que tengan más
garantías
metodológicas,
es
decir,
que
tengan
mayor
calidad
(experimentales
o
cuasiexperimentales, una mayor muestra, etc.).
12
5.1.6. Formulando objetivos de investigación
La investigación tiene como propósito la búsqueda y generación de conocimiento, de tal
modo que ese conocimiento puede tener distintos grados de elaboración (exploraciones,
descripciones, análisis, comparaciones, explicaciones, etc.).
Los objetivos de investigación están directamente relacionados con el problema y la/s hipótesis
de investigación. Ayudan a establecer de manera clara, operativa y sin ambigüedad,
resultados parciales que deben obtenerse para responder el problema y guían al investigador
sobre los pasos que debe seguir para comprobar su hipótesis (Ortega González, 2003).
Los objetivos de investigación deben orientarse a los elementos básicos del problema, es
decir, a las variables de estudio y lo que se quiere conocer de ellas. Si bien se desprenden
directamente del problema, es necesario considerar la hipótesis y lo que se desea demostrar con
ella, el tipo de estudio, la presencia o no de grupos de comparación, los criterios de selección de
los sujetos, el manejo de los datos, las pruebas estadísticas por utilizar, etc. (Ortega González,
2003).
Un error frecuente en investigación consiste en confundir las actividades con objetivos. Las
actividades constituyen todas aquellas acciones de carácter metodológico que son necesarias en
cualquier proceso de investigación y contribuyen al logro de objetivos. Una actividad que se lleva
a cabo, pero no conduce a un logro, no puede considerarse como un objetivo alcanzado.
En cuanto a su formulación, las oraciones con que se enuncian deben ser explícitas y
estructurarse con verbos en infinitivo que indiquen acciones cuyo cumplimiento pueda
comprobarse. Para los objetivos de investigación, el verbo adecuado es aquel que causa menor
confusión o ambigüedad (claridad semántica), de tal manera que permita verificar el
cumplimiento de la meta propuesta.
Existe una relación directa entre la especificidad de los objetivos y los verbos empleados para
enunciarlos. Los verbos reconocer, comprender, entender, saber, comprobar y demostrar son
amplios, generales y ambiguos. En cambio, calcular, seleccionar, aplicar, separar, identificar,
comparar son acciones más específicas y permiten determinar el avance en la consecución del
objetivo.
Al estructurar los objetivos de investigación, se debe procurar que (Ortega González, 2003):
1. Estén dirigidos a los elementos básicos de la pregunta de investigación.
2. Sean cuantificables en relación con su logro.
3. La redacción sea clara y sin ambigüedad.
4. Tengan un orden lógico según importancia o temporalidad.
5. Se enuncien con un verbo en infinitivo.
6. Estén relacionados con el contenido del estudio.
7. Existan niveles de generalidad y especificidad.
Finalmente, todo trabajo de investigación debe incluir objetivos, general y específicos. A
continuación, se describen ambos brevemente.
13
Objetivo general
El objetivo general es el enunciado vinculado a la pregunta de investigación y funciona como una
guía del proceso que investigar, esto es, guarda estrecha relación con la pregunta de
investigación. Se presenta solo un objetivo general, el cual debe ser alcanzable con el método
propuesto, debe tener un único logro y se debe formular utilizando un único verbo. De igual
manera, debe ser coherente con los objetivos específicos.
Incluso marca la ruta de investigación, dado que a partir de este se deberá decidir el tipo de
metodología y diseño que se utilizarán en la investigación. Además, debe expresar claramente el
tipo de investigación con el uso de verbos que contribuyan a ello. Véase a continuación, en la
tabla 1, la relación entre la pregunta de investigación y el objetivo general y, en la tabla 2, la
correspondencia entre el objetivo general y el tipo de investigación, como recursos de apoyo
didáctico.
Posibles preguntas que formularse
Objetivo
general
¿Qué quiero saber? ¿Qué hay?
Explorar
¿Cómo es? ¿Cómo cambia? ¿Cuántos casos? ¿Qué intensidad tiene…?
Describir
¿Cómo
se
puede
interpretar…?
¿Cuáles
son
los
significados
menos Analizar
evidentes…? ¿En qué medida se corresponde?
¿Qué diferencia o semejanzas hay en estos grupos en relación con este Comparar
evento…?
¿Por qué ocurre…? ¿Cuáles son las causas?
Explicar
¿Cómo se presentará este fenómeno en un futuro…?
Predecir
¿Cuáles serán las características de un diseño…?
Proyectiva
¿Qué cambios se pueden producir durante…?
Interactiva
¿Existe relación entre estos eventos?
Confirmatoria
¿Cuál es la efectividad…? ¿Está alcanzando los objetivos…?
Evaluativa
Tabla 1. Relación entre pregunta de investigación y el objetivo general. Fuente: Hurtado de Barrera, 2005.
14
Objetivo general
Tipo de investigación
Explorar
Investigación exploratoria
Describir
Investigación descriptiva
Analizar
Investigación analítica
Comparar
Investigación comparativa
Explicar
Investigación explicativa
Predecir
Investigación predictiva
Proyectiva
Investigación proyectiva
Interactiva
Investigación interactiva
Confirmatoria
Investigación confirmatoria
Evaluativa
Investigación evaluativa
Tabla 2. Correspondencia entre el objetivo general y el tipo de investigación. Fuente: Hurtado de Barrera, 2005.
El objetivo general debe incorporar los mismos aspectos que la pregunta de investigación. Según
Hurtado de Barrera (2005) contiene:
•
Lo que se desea saber o el interrogante básico.
•
La característica, hecho, situación o proceso que estudiar, que constituye el evento de
estudio.
•
El poseedor de la característica que estudiar, o el que participa del hecho, proceso o
situación, que constituye la unidad de estudio (por ejemplo, persona, objeto, institución…).
•
El lapso o la temporalidad en la que se va a estudiar el evento (pasado, presente,
evolutivo, etc.).
•
El contexto específico en el cual se va a estudiar el evento.
Ejemplo:
Comparar el personal docente que trabaja en las universidades públicas de España y el que
trabaja en las universidades privadas del mismo país, con respecto a su satisfacción laboral,
durante el año 2024.
15
Objetivos específicos
Los objetivos específicos presentan el cómo se alcanzará el objetivo general. Son fines o
metas que se pretenden alcanzar a través del proceso que investigar. Cada objetivo debe tener
un único logro, ya que la incorporación de más de un mismo logro en el mismo objetivo indica
que, en realidad, se trata de más de un objetivo, por lo cual se deben redactar de forma separada.
Ejemplo:
Incorrecta. Identificar los factores de riesgo de burnout en una empresa y formular un
modelo de prevención de riesgos psicosociales.
Correcta. Objetivo 1. Identificar los factores de riesgo de burnout en una empresa. Objetivo
2. Formular un modelo de prevención de riesgos psicosociales en la empresa.
Asimismo, estos indican los estadios que se deben cubrir para alcanzar el objetivo general.
De tal forma que, como los objetivos de investigación son de carácter integrativo, el alcanzar un
determinado objetivo general implica alcanzar los logros previos a este, y tales logros estarán
expresados en los objetivos específicos. Por tanto, se deben redactar en orden creciente de los
más simples a los más complejos; habitualmente, se formulan tres objetivos específicos
(Armijo et al., 2021; Henríquez y Zepeda, 2003; Sampieri et al., 2014).
Además, hay que mencionar que el logro de los objetivos de investigación debe expresarse en los
resultados y las conclusiones. Esto significa que formular conclusiones que no se corresponden
con los objetivos es como comenzar un viaje pensando en llegar a un destino, pero acabar en un
lugar diferente (Hurtado de Barrera, 2005). Por eso, cada objetivo debe incluir, al menos, una
conclusión en el trabajo de investigación.
Llega más lejos
Si quieres profundizar en ¿cómo formular objetivos de investigación?, consulta este
documento.
16
5.2. Investigación en psicología general sanitaria y su utilidad clínica
Como ya comentamos anteriormente, la práctica basada en la evidencia se fundamenta en los
resultados encontrados en investigaciones científicas. Dichos hallazgos son reportados en
informes científicos o, en su mayoría, en los llamados artículos científicos. Un aspecto importante
para poder analizarlos es saber qué tipo de estudio se ha llevado a cabo, así como la calidad y
fiabilidad de sus resultados. Es por ello por lo que en este apartado vamos a analizar los tipos de
estudios existentes y qué nos aportan a la práctica clínica diaria.
5.2.1. Estudios que analizan la eficacia de una intervención
Los estudios experimentales son aquellos que permiten establecer una relación causa-efecto
entre las variables, es decir, la relación causal se produce cuando A origina B, precediendo A a B
y covariando conjuntamente (Botella y Caperos, 2019). Estos se desarrollan bajo dos premisas:
1. Manipulación de la/s variable/s independiente/s, es decir, provocar el fenómeno que se
quiere estudiar.
2. Asignación al azar de los sujetos a los grupos y control del efecto de las variables extrañas,
es decir, se aislará el fenómeno que se quiere estudiar para evitar que los resultados sean
provocados por otra razón que no sea nuestra manipulación.
En los estudios cuasiexperimentales, al igual que en los experimentales, también se produce
una manipulación controlada de la/s variable/s independiente/s. Sin embargo, lo que diferencia
ambos estudios es que en los cuasiexperimentales los participantes no son asignados de forma
aleatoria a las condiciones experimentales, de modo que no se asegura la equivalencia inicial de
los grupos.
En psicología sanitaria, esos estudios son muy útiles para analizar la eficacia de una intervención,
si bien podemos considerar diferentes diseños. El primero de ellos es el diseño simple pre-post;
en su mayoría, este es un estudio cuasiexperimental, en el que se miden las variables objeto de
estudio antes y después de realizar la intervención y se analiza si estas se han modificado. Este
tipo de estudios presentan una gran limitación, dado que los cambios en las variables podrían
deberse a algún otro factor o cuestión acontecida entre nuestras evaluaciones y no a la
intervención propiamente dicha. Por ejemplo, a que el sujeto sabe que está siendo evaluado, al
efecto placebo, o por la evolución natural del problema, entre otras circunstancias.
17
Esta limitación se puede reducir con un diseño que incluya un grupo control, el cual puede ser
equivalente o no. Cuanto mayor sea esa similitud entre el grupo control y experimental al inicio
del estudio, más nos aproximaremos a la situación de investigación experimental. La introducción
de un grupo de comparación, y su construcción aleatoria, permite que se exponga a circunstancias
análogas al grupo experimental, excepto en la aplicación de la intervención. De este modo,
podemos cotejar si los cambios acontecidos se deben a esta o a otros aspectos. Si es la
intervención la que está produciendo el efecto, veremos que solo se modifica la variable objeto
de estudio en el grupo experimental. Sin embargo, si es otra variable extraña la que está asociada
con el cambio, veremos este en los dos grupos.
Específicamente, podríamos tener un diseño de grupo control no tratado, es decir, crear un
grupo al que no se le proporciona ninguna información ni sobre el que se realiza ninguna
actuación, o un diseño con grupo control en lista de espera, en el que se usan a las personas
que están esperando para recibir el tratamiento como grupo de comparación. Así, este último
sería evaluado y sabría que serían tratados posteriormente, en una segunda fase. Esto podría
provocar cierto cambio en las personas que lo conformen.
Como se ha comentado previamente, otra de las limitaciones que destaca en este tipo de estudios
es el efecto placebo. Este se produce en el grupo experimental, en el que se ha puesto en marcha
la intervención, ya que las personas que pertenecen a él, al creer que el tratamiento les será
beneficioso, aumentan los cambios que puede provocar. Esto se podría solventar con un diseño
con grupo control placebo. En él, hay un grupo que cree que está recibiendo tratamiento, pero,
en realidad, no es así.
Sin embargo, a nivel ético, como se detalló en la Unidad didáctica 3, nunca se puede dejar a una
persona sin tratar o, simplemente, administrar un tratamiento placebo sin más. Para superar esta
limitación, se utilizan los diseños de grupos con tratamientos alternativos. En ellos, a los
diferentes grupos experimentales se les aplican distintas intervenciones y se compara la eficacia
de unas sobre las otras en términos relativos, no absolutos. En la mayoría de las ocasiones, un
grupo recibe el tratamiento habitual, el cual se sabe que es eficaz, y otro, el tratamiento
experimental para analizar si provoca los mismos cambios, al menos, que el que ya se conoce y
se aplica.
18
Control
Menor
Diseño
Simple pre-post
Características
•
Un grupo.
•
Comparación de las puntuaciones pre con las post.
Los participantes se asignan al grupo:
Control no
tratado
•
Intervención.
•
O control no tratado.
Los pacientes se asignan al grupo:
Control placebo
Mayor
•
Intervención.
•
O control placebo.
Grupos con
Los participantes se asignan a una de las varias intervenciones
tratamientos
alternativas.
alternativos
Tabla 3. Tipos de grupos de control. Fuente: Botella y Caperos, 2019 (adaptación).
Es aquí donde se introducen los ensayos controlados aleatorizados (ECA) o randomized
controlled trials (RCT) (que son estudios experimentales), que analizamos en la Unidad
didáctica 4. Recordemos que un ECA es «un experimento controlado en voluntarios humanos que
se utiliza para evaluar la seguridad y eficacia de tratamientos o intervenciones» (Lazcano-Ponce
et al., 2004, p. 560), todo ello con base en las especificaciones que acabamos de detallar. Por
ello, los ECA son los estudios que aportan una mayor evidencia, por las propias características
que los definen, entre las que podemos destacar (Botella y Caperos, 2019; Lazcano-Ponce et al.,
2004):
•
Asignación aleatoria de los individuos al grupo de intervención, control o de comparación.
•
Estudio concurrente y con una evaluación validada.
•
Uso de un método ciego en relación con los evaluadores y pacientes.
•
Tratamientos operativizados y estandarizados.
Viaja
Profundiza en los ensayos clínicos aleatorizados en el siguiente artículo.
Una variante de estos son los ensayos controlados no aleatorizados o non-randomized
controlled trials; en ellos, la asignación de los participantes a los diferentes grupos, de
intervención o control, se realiza con base en algunas variables, pero no por azar, por lo que
dejan de ser experimentales y pasan a considerarse cuasiexperimentales. Estos reducen la calidad
y
la
fiabilidad
de
sus
resultados,
al
eliminar
la
aleatorización
(son,
por
tanto,
cuasiexperimentales).
19
5.2.2. Estudios que analizan las especificaciones de una intervención
Además de poder examinar si A causa B, mediante situaciones controladas, se puede también
poner a prueba el papel que tiene en la relación una tercera variable o grupo de variables. Dos
aspectos fundamentales, en esta línea, serían examinar:
•
En qué condiciones se da la relación causal entre A y B, es decir, se estudian las variables
moderadoras.
•
Qué mecanismos están originando esa relación entre A y B, es decir, se analizan las
variables mediadoras.
Las investigaciones sobre los factores moderadores analizan las interacciones entre estos y la
intervención para ver cómo influyen en los resultados de esta. Por otro lado, los estudios sobre
los factores mediadores analizan los mecanismos que explican el cambio, es decir, las vías por
las que la intervención produce los resultados.
Ejemplo:
•
Estudio de moderación: podemos examinar en qué perfiles de pacientes la
intervención causa más o menos remisión de los síntomas, es decir, las variables
moderadoras (por ejemplo, la edad, el sexo, la presencia de comorbilidad, etc.).
•
Estudio de mediación: podemos comprobar qué modificación específica realiza la
intervención, a nivel cognitivo, emocional y/o conductual, que provoca la remisión de
los síntomas; esas son las variables mediadoras (por ejemplo, el rol de la alianza
terapéutica, una disminución de las metacogniciones negativas o de la sensibilidad a
la ansiedad).
20
Profundizando en los estudios de moderación, hablamos de que se produce una interacción
característica por tratamiento cuando una intervención origina resultados desiguales en un
subgrupo que presenta una determinada característica (variable moderadora). Esta variable,
aunque se analiza bajo un diseño experimental o cuasiexperimental, es una variable de selección
y no puede ser manipulada (dicho subgrupo cuenta con esta), por lo que no podemos inferir una
relación causal en ella. Del mismo modo, la variable moderadora no se modifica con la
intervención, sino que es ella la que cambia el efecto de la variable independiente sobre la
dependiente (figura 2).
Figura 2. Esquema de moderación.
Ejemplo:
Se analiza si los problemas cardiovasculares de la persona (variable moderadora) podrían
influir en los efectos de la inundación (variable independiente) como tratamiento para
eliminar la sintomatología psicofisiológica (resultados) relacionada con la fobia específica a
volar.
Se concluye que, ante personas con problemas cardiovasculares, la inundación causa un
aumento de la sintomatología (quizá porque, además del miedo a volar, la persona siente
miedo a que le dé un infarto producido por la alta activación que le está produciendo la
situación). Así, los problemas cardiovasculares estarían moderando la relación entre la
inundación y la remisión de la sintomatología, con resultados negativos.
Esto nos indica que la inundación, en personas con problemas cardiovasculares, sería
contraproducente.
Estudios que analizan las especificaciones de una intervención (II)
Los estudios en relación con las variables moderadoras pueden ayudarnos a lo siguiente:
•
Aplicar el tratamiento más ajustado a una persona con base en sus características, ya que
estos nos permiten conocer que una intervención funciona mejor en unas circunstancias y
otra, en otras.
•
Saber cuándo una intervención es contraproducente, porque bajo determinadas
circunstancias no se pueda llevar a cabo.
•
Conocer por qué una intervención no produce ningún resultado, ya que una tercera
variable está neutralizando el cambio.
21
Viaja
Encuentra un ejemplo de un análisis de moderación de las distintas estrategias de
afrontamiento en la relación entre estresores vitales y el ajuste adolescente en este artículo
de Estévez et al. (2012, pp. 39-53).
En lo que respecta a los estudios de mediación, en auge en los últimos tiempos, hay una
manipulación experimental o cuasiexperimental de la variable mediadora, y se puede atribuir a
esta un papel causal. Para ello, este factor mediador debe variar antes que la variable de resultado
de la terapia, pero como consecuencia de haber aplicado el tratamiento (véase figura 3).
Figura 3. Esquema de mediación completa.
Ejemplo:
Se analiza el papel de la reestructuración de los pensamientos distorsionados (variable
mediadora) en la reducción de la sintomatología depresiva (variable dependiente) dentro de
un tratamiento cognitivo-conductual (variable independiente).
Se
concluye
que
el
tratamiento
cognitivo-conductual
modifica
los
pensamientos
distorsionados que presenta la persona en torno a sí misma, los demás o el futuro, lo cual
disminuye la sintomatología depresiva que presenta.
Esto nos indica que la intervención, como muestra la teoría al respecto, actúa a través de
este componente.
Este tipo de estudios, que examinan las variables mediadoras, nos permiten:
•
Verificar la teoría que sustenta la intervención, validando o refutando esta.
•
Reconocer aspectos terapéuticos comunes entre terapias que, a priori, parecían diferentes.
•
Identificar las técnicas o componentes con mayor peso en una intervención.
22
5.2.3. Estudios no manipulativos que analizan la covariación entre variables
En algunas situaciones, no es posible manipular experimentalmente las variables para poder
estudiar las relaciones entre estas, por lo que no se pueden poner en marcha estudios
(cuasi)experimentales. En estas ocasiones, se realizan estudios no manipulativos. Estos nos
permiten observar y examinar la realidad, estableciendo relaciones de covariación entre las
variables y, en menor medida y con una fiabilidad más baja que los experimentales, relaciones
de causalidad.
Entre los diseños habituales de este tipo de estudios podemos encontrar los diseños de cohorte y
los de casos y controles. En los primeros, los diseños de cohorte, se examina si la presencia de
un determinado factor o variable puede predecir la aparición de otro. Para ello, se analiza un
grupo de personas (cohorte) a lo largo del tiempo para dar cuenta de la evolución de la variable
de estudio. Así, un estudio de cohorte es un tipo de investigación observacional y analítica
(prospectiva o retrospectiva) en la que, en la mayoría de los casos, se hace una comparación de
la frecuencia de aparición de un evento entre dos grupos, uno de los cuales está expuesto a un
factor que no está presente en el otro grupo (Botella y Caperos, 2019).
En las cohortes o estudios de seguimiento partiremos de dos grupos de individuos sanos: un
grupo estará expuesto a un factor de riesgo y el otro no, y seguiremos a las dos cohortes a lo
largo del tiempo (estudio longitudinal), midiendo la aparición de la enfermedad en los dos grupos.
Por el contrario, en un estudio de casos y controles se identifica a un grupo de personas con
una problemática (casos) y se compara con un grupo apropiado que no tenga dicha problemática
(controles). Si en el primer grupo (casos) hubiera mayor exposición a un determinado factor que
en el grupo control, podremos decir que hay una asociación entre el factor y el efecto.
5.2.4. Estudios que analizan un solo caso
Los estudios de caso único o de N = 1 son aquellos que se centran en describir, de forma
detallada, la intervención de un consultante concreto desde un punto de vista científico-aplicado.
Así pues, permiten examinar la eficacia de una intervención (Bono y Arnau, 2014).
Específicamente, estos se disponen en fases; en ellas, se recogen medidas de forma repetida de
un mismo consultante bajo diferentes situaciones experimentales. Habitualmente, se suele/n
medir la/s variable/s antes de comenzar la intervención (línea base) y con posterioridad a esta.
23
Estos estudios pueden ser experimentales siempre que cumplan con el principio de aleatorización;
en este caso, aleatorizar el momento de inicio de las distintas fases de la intervención (ya que la
asignación a grupos experimentales no podría darse). Pero pueden presentar un elevado número
de sesgos, como la habituación a los instrumentos de evaluación, efectos del aprendizaje, etc.
Como hemos comentado, el diseño más básico de este tipo de estudios es el diseño A-B, el cual
comprende dos fases: línea base (A) y tratamiento (B). Así, se realizan dos medidas de la variable
dependiente a lo largo de la intervención, antes de comenzarla y tras esta. Es habitual que se
complementen estas medidas con un seguimiento de la intervención, evaluando los cambios en
la variable dependiente semanas o meses después de la finalización de esta (por ejemplo, a los
tres y/o seis meses y/o al año). En este caso, hablaríamos de un diseño A-B con seguimiento.
Recuerda
La validez interna se entiende como «el grado de confianza con que se pueden atribuir a la
variable independiente los cambios observados en la variable dependiente» (Botella y
Caperos, 2019, p. 23).
Sin embargo, este tipo de diseños presentan problemas con la validez interna. Para mejorar esto,
y poder atribuir los cambios de la variable dependiente a la intervención con menor nivel de error,
existen otro tipo de diseños. El primero de ellos es el diseño A-B-A o de retirada. En él, después
de medir la línea base (A) y tras una primera fase de tratamiento (B), este se retira antes de que
sus efectos estén consolidados. Si los cambios son producidos por la intervención, deben disminuir
o eliminarse si este no está presente. Sin embargo, al terminar en fase de no tratamiento, este
diseño tiene múltiples detractores. Para solucionar este aspecto, se desarrollaron el diseño A-BA-B (similar al anterior, pero finalizando en una fase de tratamiento) o el diseño A-B-C-B, en el
cual se introduce una fase de tratamiento placebo (C) para poder comparar sus resultados con la
intervención propiamente dicha o el no tratamiento.
24
A pesar de las ventajas de estos diseños, no siempre pueden ser aplicados. Por ejemplo, no es
ético retirar una intervención a una persona que presenta un alto riesgo de suicidio o, si ponemos
en marcha una intervención para enseñar algún tipo de habilidad al consultante, no puede ser
retirada una vez que es aprendida. En estos casos, se ponen en marcha diseños de línea base
múltiple (diseños de no reversión). En ellos, se mide la línea base de las conductas susceptibles
de cambio por la intervención para, a continuación, aplicar el tratamiento de manera desfasada.
Así, se comienza aplicando una de ellas mientras se continúa monitorizando la línea base en el
resto de las conductas. Más tarde, se aplica el tratamiento a otra de las conductas y se observan
los cambios. Este procedimiento continúa hasta que se ha intervenido en todas las conductas
objeto de estudio. De este modo, se puede observar si los cambios en la/s variable/s
dependiente/s comienzan de forma contingente con este (y no antes o después).
Dentro de este tipo de diseños, podemos encontrar tres modalidades:
•
Línea base múltiple a través de conductas: se evalúan todas las variables en la fase A y
se interviene, dentro de la fase de tratamiento, sobre cada una de ellas de forma
individualizada y no solapada en el tiempo, mientras se continúan registrando todas las
demás en un mismo individuo.
•
Línea base múltiple a través de situaciones: se evalúa el mismo comportamiento o variable
de una misma persona en dos o más situaciones o escenarios. Es decir, se interviene en
la variable en contextos diferentes.
•
Línea base múltiple a través de sujetos: se evalúa en la fase A y se interviene (B) en un
mismo contexto, pero en diferentes individuos.
Ejemplo:
Pongamos un ejemplo de cada uno de los tipos de diseños de línea base múltiple comentados,
de forma respectiva:
•
Línea base múltiple a través de conductas. Tratamiento de la sintomatología
depresiva en una mujer de 65 años. Se pretende realizar una activación conductual,
para lo cual se va a trabajar en 1) mejorar su autocuidado o aspecto físico, 2) la
realización de actividades gratificantes y 3) la puesta en marcha de actividades
sociales. Para ello, primero se comenzará abordando la variable 1, y cuando esta esté
estabilizada, se intervendrá sobre la 2, mientras se registran 1, 2 y 3.
•
Línea base múltiple a través de situaciones. Aumento de las habilidades sociales
de un adolescente. Se pretende llevar a cabo la intervención en diferentes contextos:
1) adultos, 2) iguales con confianza, 3) desconocidos. En este tipo de diseño, se
pondría en marcha la intervención primero en el contexto 1, a continuación en el 2 y,
tras ello, en el 3, analizando si se producen cambios en los diferentes contextos y
registrándolo en todo momento.
•
Línea base múltiple a través de sujetos. Se pretende reducir/eliminar los
mordiscos en un aula de Educación Infantil. Para ello se pone en marcha una
intervención con un niño, analizando si se muestran diferencias en relación con el
resto. Si el cambio se produce cuando comienza a aplicarse la intervención sobre esa
variable, podremos decir que las modificaciones de la/s variable/s se deben a ella.
25
5.2.5. Estudios de revisión de la literatura científica
La ciencia se desarrolla a través de numerosas investigaciones, de forma colaborativa y
sumatoria. El trabajo de un investigador sobre un tema concreto se integra en el de otro y, a su
vez, este último lo amplía y complementa. En ocasiones, existen datos contradictorios sobre un
aspecto concreto o hay multitud de estudios a los que se puede tener acceso. Para recoger,
organizar y sintetizar toda la información contenida en las fuentes primarias, se desarrollan las
llamadas revisiones. Estas son una forma de investigación que utiliza los artículos publicados
para responder a su pregunta-objetivo.
Tradicionalmente, los artículos de revisión seleccionaban algunos trabajos publicados que iban,
generalmente, en la misma línea de resultados, realizando un resumen cualitativo y crítico de sus
hallazgos. Sin embargo, con la aparición de la práctica basada en la evidencia se vio la necesidad
de dotar a este tipo de artículos de una metodología propia y objetiva.
Existen varios tipos de revisiones bibliográficas, denominadas de modo diferente según el autor
consultado. Por ejemplo, Cronin et al. (2008) hablan de revisiones tradicionales o narrativas,
sistemáticas, metaanálisis y metasíntesis. Por otro lado, Whittemore et al. (2014) las clasifican
como revisiones integradoras, sistemáticas, metaanálisis, síntesis cualitativas, panorámicas, de
estudios mixtos y revisiones paraguas. Aunque si atendemos a las más realizadas, podemos
diferenciar entre revisión narrativa, sistemática y metaanálisis (Arksey y O’Malley, 2005).
Revisiones narrativas
Las revisiones narrativas son aquellas que identifican estudios y describen un problema de
interés, pero no siguen unos criterios previamente establecidos para su diseño ni una búsqueda
de los trabajos exhaustiva, por lo que no recogen todos ellos. Así, no tienen una pregunta de
investigación predeterminada ni una estrategia de búsqueda específica, solo un tema de interés
del que se recopilan datos, lo desarrollan y discuten, pero sin seguir un protocolo específico para
su realización. En este tipo de revisiones se pueden utilizar datos de diversa procedencia, como
libros o artículos teóricos, empíricos, etc.
26
Revisiones sistemáticas y metaanálisis
Viaja
Puedes consultar un ejemplo de una revisión narrativa sobre actividad física y calidad de vida
en el adulto mayor, o de una revisión sistemática sobre dolor crónico, trastorno de estrés
postraumático e ingesta de opioides.
Las revisiones sistemáticas son un resumen exhaustivo de la evidencia acumulada sobre un
tema específico. Estas utilizan un proceso riguroso de búsqueda, análisis y síntesis de los datos,
para evitar introducir ningún tipo de sesgo o valoración subjetiva. Para ello, desarrollan un
protocolo estandarizado y replicable, el cual describe una pregunta clínica específica y, con los
datos recopilados a través de una búsqueda predefinida, dan respuesta a esta. Todo ello garantiza
la claridad, replicabilidad y consistencia de la investigación.
Entre las características que cabe destacar de la revisión sistemática podemos encontrar las
siguientes (Gisbert y Bonfill, 2004):
•
Exhaustividad: son análisis que aglutinan la mayor cantidad de información sobre el tema
que analizan, siempre que esta sea adecuada.
•
Rigurosidad: incluyen estudios basados en criterios de calidad metodológica, analizando
los sesgos.
•
Concreción: tratan de dar respuesta a una pregunta claramente definida, presentando la
información de forma objetiva, sin sesgos.
•
Transparencia y replicabilidad: ponen de relieve la metodología que se ha utilizado para
identificar y seleccionar los estudios, evaluar estos de forma crítica, extraer los datos y
analizarlos.
Si los datos recogidos en la revisión sistemática los analizamos de forma cuantitativa, estaremos
realizando un metaanálisis. Esta es una técnica o análisis estadístico que integra el análisis de
los resultados de los diferentes artículos seleccionados para obtener un valor único.
Figura 4. Pasos que seguir para la elaboración de una revisión sistemática y/o metaanálisis.
Los pasos que seguir para elaborar una revisión sistemática y/o metaanálisis son los siguientes:
27
Formulación del problema
El primer punto del trabajo es el desarrollo y justificación de la pregunta de estudio y el objetivo
de este. Dicha pregunta debe estar correctamente formulada, ya que, si no, incluiría errores
también en la respuesta. Para su desarrollo se suelen utilizar métodos como PICO, que
establece qué tipo de información debe tener la pregunta y el objetivo de la formulación.
La estrategia PICO se basa en la respuesta a las siguientes cuestiones:
•
P: paciente o problema. ¿Qué grupo de pacientes o problema me interesa estudiar?
•
I: intervención. ¿Qué intervención se va a analizar?
•
C: comparación. ¿Se va a comparar con otra intervención? Si es así, ¿con cuál?
•
O: outcome o resultado. ¿Cuál es el resultado esperado?
Tras formular el problema, podemos definir la búsqueda que ayude a dar luz a este.
Búsqueda y selección de los artículos
Este es un punto esencial de la revisión. Antes de comenzar a desarrollar la búsqueda, se deben
definir las características de esta (idioma, bases de datos, tipo de estudios, etc.), así como los
términos y ecuaciones de búsqueda.
Del mismo modo, se debe establecer cómo se llevará a cabo la revisión y selección de los
artículos (número de revisores, criterios de inclusión y exclusión de los artículos, datos que
examinar, forma de resolver las discrepancias entre revisores, etc.).
Una vez realizada la búsqueda, obtendremos múltiples artículos, más o menos adecuados para
responder a nuestra pregunta de investigación. Deberemos analizarlos uno a uno para decidir,
con base en los criterios previamente definidos, si entran o no a formar parte de nuestra
revisión.
Análisis de la calidad de los estudios
Si introducimos estudios de mala calidad en la revisión, esta también lo será, por lo que se
debe examinar la metodología propia de cada estudio. Con ello conseguiremos limitar el número
de sesgos que introducimos en la revisión, o, al menos, identificarlos. Esto nos va a permitir
conocer la «verosimilitud» de los datos extraídos en los estudios y orientar la síntesis de
resultados.
Una vez analizado el riesgo de sesgo de los estudios, se seleccionan los que van a formar parte
de nuestra revisión.
Extracción de datos
De cada estudio seleccionado, se extraen los datos para poder realizar una síntesis de la
información y generar la posterior conclusión. Cada revisor debe extraerlos con base en el
protocolo especificado previamente.
Tras ello, se procede a analizar la información.
28
Análisis y síntesis de los resultados
La información, como hemos apuntado anteriormente, se puede analizar de modo cualitativo
y/o cuantitativo (metaanálisis). La inclusión de este último debe estar justificada por el número
de
estudios
encontrado
para
tomar
decisiones
terapéuticas,
para
contrastar
datos
contradictorios o para establecer la magnitud de los resultados.
Del mismo modo, se deben analizar las limitaciones de nuestra revisión.
Redacción de los hallazgos
La redacción del informe se va realizando progresivamente según avanza el estudio y,
posteriormente, se redactarán las conclusiones extraídas de los resultados, las cuales deben
estar relacionadas con los objetivos planteados en un primer momento.
En un último momento se suele redactar la introducción (o se modifica si se redactó al inicio)
para contextualizar el tema, explicar qué motivó la realización del estudio y aclarar los
conceptos básicos, y para entender el resto de los apartados (Pardal-Refoyo y Pardal-Peláez,
2020).
Para aumentar la calidad y normalizar la publicación de los resultados de las revisiones
sistemáticas y metaanálisis, en 2009 se publicó la declaración PRISMA (Preferred Reporting
Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses), revisada en 2020 (Page et al., 2021). En este
documento se aúnan las especificaciones y directrices que se deben seguir para realizar este tipo
de trabajos e informar de los resultados. Además, existen otras guías que seguir para realizar
revisiones sistemáticas, como la guía Cochrane, la cual aborda las revisiones de intervenciones
clínicas.
Asimismo, cabe mencionar que, para algunos autores, cuando no se cumplen algunas de las
características o pasos expuestos anteriormente, estaríamos ante las denominadas como
revisiones sistematizadas o estructuradas. Estas intentan seguir la rigurosidad y claridad de las
sistemáticas, pero carecen de algún aspecto, como la amplitud de búsqueda, la profundidad o la
realización adecuada del proceso de búsqueda y análisis de artículos.
Llega más lejos
Profundiza en la declaración PRISMA en su página web. Podrás encontrar, entre otros
recursos, una explicación de la declaración, una checklist y varios ejemplos de diagramas de
flujo para incluir en las revisiones sistemáticas o metaanálisis. También están disponibles en
español en su página web o en este artículo.
29
Viaja
Puedes consultar los recursos para elaborar revisiones de Cochrane o este vídeo donde se
explican las características clave de una revisión sistemática según Cochrane.
Finalmente, se expone una tabla comparativa (véase tabla 4) donde se resumen las principales
características de una revisión narrativa y una revisión sistemática.
Característica
Revisión narrativa
Revisión sistemática
Pregunta de
Amplia; no definida de forma
Concreta, precisa y definida de
investigación
detallada.
forma específica.
Fuentes de información No informadas de forma
Informadas de forma explícita y
rigurosa.
detallada.
Revisión y análisis de
No se localizan todos los
Localizan todos los artículos. Baja o
los datos
estudios sobre el tema. Alta
nula probabilidad de sesgos.
probabilidad de sesgos.
Selección de los
Sin criterios previos de selección Decisión y establecimiento de los
estudios
de fuentes.
criterios específicos de inclusión de
artículos.
Evaluación de la calidad Evaluación poco profunda o
Evaluación exhaustiva, como
de los estudios
criterios predefinidos, de la calidad
nula.
metodológica de los artículos.
Síntesis de los datos
Subjetiva y cualitativa.
Objetiva, basada en la calidad de
los artículos y en los datos
cuantitativos de estos.
Conclusiones extraídas
Basada en los estudios, pero
Basada en la evidencia y en un
de los datos
introduciendo los artículos de
análisis objetivo de los datos.
forma subjetiva.
Tabla 4. Comparación entre revisión narrativa y revisión sistemática.
30
Resumen
La psicología es una ciencia y, como tal, debe estar regida por los principios científicos. Para poder
efectuar una práctica basada en la evidencia, es necesario conocer el acceso a esta y saber cómo
examinarla a fin de poder seleccionar la más apropiada. El principal texto científico que podemos
encontrar es el artículo científico. Para poder manejarlo, debemos realizar búsquedas eficaces en
las diferentes bases de datos. Por lo tanto, debemos:
1. Definir la pregunta-problema y el objetivo de la búsqueda.
2. Seleccionar la/s base/s de datos adecuada/s.
3. Seleccionar los términos y las ecuaciones de búsqueda.
4. Elegir los recursos (criterios de selección) con base en nuestro problema objetivo.
Del mismo modo, para comprender la información contenida en los textos científicos, necesitamos
manejar los tipos de estudios habituales con los que se trabaja dentro de la psicología sanitaria.
Se pueden encontrar:
•
Estudios que analizan la eficacia de una intervención: entre ellos destacan el diseño simple
pre-post, diseño con grupo control, grupo control no tratado, grupo control en lista de
espera, diseño con grupo control placebo, diseño de grupos con tratamientos alternativos,
ensayos controlados aleatorizados y ensayos controlados no aleatorizados.
•
Estudios que analizan las especificaciones de una intervención: en ellos podemos
discriminar entre los estudios de moderación y los estudios de mediación.
•
Estudios, no manipulativos, que analizan la covariación entre variables: podemos
encontrar el diseño de cohorte y el de casos y controles.
•
Estudios que analizan un solo caso: este grupo es definido por los estudios de caso único
o de N = 1; estos pueden presentar un diseño A-B, diseño A-B con seguimiento, diseño
A-B-A o de retirada, diseño A-B-A-B, diseño A-B-C-B o el diseño de línea base múltiple.
•
Estudios de revisión de la literatura científica: entre estos destacan las revisiones
narrativas, las revisiones sistemáticas y los metaanálisis.
31
Mapa de contenidos
32
Recursos bibliográficos
Bibliografía básica
Botella, J. y Caperos, J. M. (2019). Metodología de investigación en psicología general sanitaria.
Síntesis.
Bibliografía complementaria
Arksey, H. y O’Malley, L. (2005). Scoping studies: towards a methodological framework.
International
Journal
of
Social
Research
Methodology,
8,
19-32.
https://doi.org/10.1080/1364557032000119616
Armijo, I., Aspillaga, C., Bustos, C., Calderón, A., Cortés, C., Fossa, P., Melipillan, R.,
Sánchez, A. y Vivanco, A. (2021). Manual de metodología de investigación. Facultad de
Psicología. Universidad del Desarrollo.
Bonacquisti, A., Cohen, M. J. y Schiller, C. E. (2017). Acceptance and commitment therapy for
perinatal mood and anxiety disorders: development of an inpatient group intervention. Archives
of Women’s Mental Health, 20(5), 645-654. http://doi.org/10.1007/s00737-017-0735-8
Bono, R. y Arnau, J. (2014). Diseños de caso único en ciencias sociales y de la salud. Síntesis.
Cronin, P., Ryan, F. y Coughlan, M. (2008). Undertaking a literature: a step by step approach.
British Journal of Nursing, 17(1), 38-48. https://doi.org/10.12968/bjon.2008.17.1.28059
Estévez, R. M., Oliva, A. y Parra, Á. (2012). Acontecimientos vitales estresantes, estilo de
afrontamiento y ajuste adolescente: un análisis longitudinal de los efectos de moderación.
Revista
Latinoamericana
de
Psicología,
44(2),
39-53.
https://www.redalyc.org/pdf/805/80524058003.pdf
Gisbert, J. P. y Bonfill, X. (2004). ¿Cómo realizar, evaluar y utilizar revisiones sistemáticas y
metaanálisis?
Gastroenterología
y
Hepatología,
27(3),
129-149.
https://doi.org/10.1016/S0210-5705(03)79110-9
Henríquez Fierro, E. y Zepeda González, M. I. (2003). Preparación de un proyecto de
investigación. Ciencia y Enfermería, 9(2), 23-28.
Hurtado
de
Barrera,
J.
(2005).
Cómo
formular
objetivos
de
investigación.
https://studylib.es/doc/9076935/como-formular-objetivos-de-investigacion-hurtado-2005-1
Lazcano-Ponce, E., Salazar-Martínez, E., Gutiérrez-Castrellón, P., Ángeles-Llerenas, A.,
Hernández-Garduño, A. y Viramontes, J. L. (2004). Ensayos clínicos aleatorizados: variantes,
métodos de aleatorización, análisis, consideraciones éticas y regulación. Salud Pública de
México, 46(6), 559-584. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S003636342004000600012
Ortega González, J. (2003). Enunciación de objetivos en proyectos de investigación. Revista
Medigraphic, 41(5), 437-440.
33
Otero-Ortega,
A.
(2018).
Formulación
de
los
objetivos
de
investigación.
https://www.researchgate.net/publication/326905438_Formulacion_de_los_objetivos_de_inv
estigacion
Page, M. J., McKenzie, J. E., Bossuyt, P. M., Boutron, I., Hoffmann, T. C., Mulrow, C. D.,
Shamseer, L., Tetzlaff, J. M., Akl, E. A., Brennan, S. E., Chou, R., Glanville, J., Grimshaw, J. M.,
Hróbjartsson, A., Lalu, M. M., Li, T., Loder, E. W., Mayo-Wilson, E., McDonald, S.,… Moher, D.
(2021). The PRISMA 2020 statement: an updated guideline for reporting systematic reviews.
PLOS Medicine, 18(3), e1003583. https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1003583
Pardal-Refoyo, J. L. y Pardal-Peláez, B. (2020). Anotaciones para estructurar una revisión
sistemática. Revista ORL, 11(2), 155-160. https://scielo.isciii.es/pdf/orl/v11n2/2444-7986-orl11-02-155.pdf
Sampieri Hernández, R., Fernández Collado, C. y Baptista Lucio, P. (2014). Metodología de la
investigación. McGraw Hill.
Tuleya, L. G. (ed.). (2007). Thesaurus of psychological index terms. American Psychological
Association.
Whittemore, R., Chao, A., Jang, M., Minges, K. E. y Park, C. (2014). Methods for knowledge
synthesis:
an
overview.
Heart
Lung,
43,
453-459.
https://doi.org/10.1016/j.hrtlng.2014.05.014
Otros recursos
Cochrane. (s. f.). [Biblioteca Cochrane]. https://www.cochrane.org/es/evidence
Journal of Evidence-Based Psychotherapies. (s. f.). http://jebp.psychotherapy.ro/
Prisma.
(s.
f.).
[Transparent
Reporting
of
Systematic
Reviews
and
Meta-Analyses].
http://www.prisma-statement.org/
Sociedad española de psicología clínica y de la salud para el avance siglo XXI. (s. f.).
http://www.sepcys.es/
34
Descargar