Michel Foucault En "La verdad y las formas jurídicas", Michel Foucault examina la evolución de las prácticas de justicia y control en la sociedad, explorando cómo los sistemas de vigilancia y castigo se transformaron a lo largo de la historia. El filósofo presenta una serie de conferencias en las que revela cómo las relaciones de poder y conocimiento se entrelazan en la configuración de una "sociedad disciplinaria". Este análisis se centra en los cambios en el sistema penal, el surgimiento de nuevas formas de control sobre los individuos y la importancia de conceptos como la vigilancia y la disciplina en la modernidad. Cuarta conferencia: La sociedad disciplinaria y el cambio en el sistema de justicia En la cuarta conferencia, Foucault presenta el contexto histórico de los siglos XVIII y XIX, cuando Europa vive una transformación significativa en su sistema judicial y en la forma de aplicar justicia. Este cambio involucra el paso de un sistema punitivo, caracterizado por castigos físicos y públicos, a una organización de justicia centrada en la vigilancia y el control de la conducta. La "sociedad disciplinaria" se instaura en esta época, con la implementación de mecanismos de poder que buscan no solo castigar el delito, sino prevenirlo mediante la normalización y la corrección de las conductas. Este nuevo enfoque requiere de la intervención del Estado para consolidar la justicia como una función central, separándola de las nociones de moralidad religiosa o castigo divino. La ley penal pasa a entenderse como una herramienta para proteger el orden social, configurándose en términos seculares y laicos. En lugar de castigar a los infractores solo como un fin en sí mismo, la sociedad disciplinaria se enfoca en transformar a estos individuos, haciéndolos funcionales a las normas sociales a través de un control constante. Foucault observa que este tipo de control se extiende más allá de los tribunales y las prisiones, penetrando otros espacios institucionales, como las fábricas, las escuelas y los hospitales, lo cual implica que la disciplina se convierte en un factor omnipresente en la vida cotidiana. Quinta conferencia: El panoptismo y la vigilancia interna del individuo En la quinta conferencia, Foucault profundiza en el concepto de panoptismo como un modelo central para entender el funcionamiento de la sociedad disciplinaria. Inspirado en el diseño arquitectónico de Jeremy Bentham, el Panóptico se convierte en una metáfora de un sistema de vigilancia continua, en el que los individuos son controlados sin necesidad de violencia explícita o castigos físicos. El Panóptico es una estructura circular con una torre central desde la cual se puede observar cada una de las celdas que rodean el perímetro, lo que permite a un solo guardián ver a todos los individuos sin que estos puedan saber cuándo están siendo observados. Esta configuración produce en los sujetos una autovigilancia constante, ya que el simple hecho de sentirse observados los lleva a ajustar su comportamiento conforme a las expectativas sociales. La vigilancia se convierte en una forma de formación y transformación de los individuos, donde el saber y el poder están interrelacionados. El panoptismo, según Foucault, es un mecanismo que permite extender el control social a otras áreas más allá de la prisión. Al aplicarse a instituciones como escuelas, hospitales y fábricas, el panoptismo configura una forma de poder que vigila y corrige la conducta, promoviendo un sistema de disciplina internalizada en el que los individuos se autoregulan para ajustarse a las normas. La vigilancia ya no se limita a los actos que los sujetos han realizado, sino que se anticipa a los comportamientos que podrían llegar a realizar, enfocándose en potenciales amenazas a la estabilidad social. Foucault describe así el panoptismo como una herramienta que va más allá de la teoría legalista, moldeando los comportamientos y disposiciones internas de los individuos para lograr su integración social.