16 Consejos imprescindibles para salir a observar las estrellas DIBUJO ASTRONÓMICO Capítulo 2 Técnicas básicas de observación 2 · Técnicas básicas de observación 2.1. Preparativos Todas las incursiones que hagamos al abrigo de la noche requieren de ciertas técnicas y preparativos que harán de nuestra salida astronómica una experiencia completa. Cuando nos iniciamos no es muy crítico, pero con el tiempo veremos que hay recomendaciones que resultan indispensables para mejorar. Si alguna no la podemos realizar por la disponibilidad, el desplazamiento, la falta de equipo o la fecha elegida, no hay problema, siempre encontraremos alternativas. 2.1.1. A tener en cuenta relativo al cielo A la hora de planificar una observación existen varios factores que nos afectan directamente: La Luna. Tenemos que tenerla siempre presente y conocer su fase. Es hermosa en todas sus facetas, pero si tenemos previsto observar objetos débiles es mejor evitarla. El problema está en el claro de luna, las partículas que están en suspensión en el aire causan ese exceso de brillo al ser iluminadas por la luz de nuestro satélite. Su potente luz se refleja hacia nosotros llegando a apagar el cielo. Consultaremos un calendario de fases lunares para ver qué fechas son las más idóneas y sobre todo descartamos las lunas llenas y gibosas. Lugar de observación y contaminación lumínica. La luz artificial también borra el cielo. Es difícil encontrar un lugar libre de este resplandor anaranjado, es incluso peor que la Luna porque lo tenemos todas las noches y nos obliga a desplazarnos muchos kilómetros. Debemos evitar las zonas urbanas y semiurbanas siempre que podamos. Lo ideal son las zonas rurales, de montaña y áreas próximas a parques naturales. Podemos ver en el horizonte dos tipos de luz: una blanca (por luminarias de mercurio y LED) y otra naranja (de sodio). Esta última es más aceptable aunque muchos filtros antipolución ya no son efectivos con el exceso de alumbrado. Evitaremos mucha turbulencia atmosférica en lugares elevados, pero pueden ser zonas muy frías. Los valles cerrados aportan protección y oscuridad, pero perderemos mucho cielo visible. Las áreas abiertas son ideales, aunque debemos preservarnos de las luces del horizonte con un apantallamiento de árboles o lomas que puedan ocultarlas. Figura 2.1. Imagen un horizonte rural con la visible contaminación lumínica de poblaciones cercanas. Leonor Ana. 10 Dibujo astronómico Técnicas básicas de observación · 2 Climatología. El tiempo meteorológico no lo podemos cambiar, pero sí podemos predecirlo ajustando la salida al día y lugar más idóneo. Las nubes son especialistas en arruinar una observación, hasta las más finas. El viento puede ocasionar vibraciones en el telescopio y si está a gran altura provocará turbulencias en la imagen. A esta se la conoce como corriente en chorro, una autopista de vientos fuertes que varía de posición por días. Nos interesa conocer su situación e intensidad para cada noche. La elevada humedad es un peligro para las ópticas, produce fuertes halos en todo lo que brilla. Conocer la temperatura y el punto de rocío es fundamental así como atender al estado de las inversiones térmicas que degradan el seeing atmosférico. Figura 2.2. Gráfico explicativo de la corriente en chorro. Faustino Organero. El seeing. Es un factor que nos indica cómo es de estable la atmósfera en un lugar concreto. Un buen seeing permite ver detalles más finos y definidos, la luz se concentra más y se hace todo más distinguible contra el fondo de cielo. Si el seeing es malo, veremos peor aun estando el cielo despejado. Factores que ayudan a mejorar el seeing: • La geografía del lugar. Buscaremos áreas que tengan temperatura uniforme y evitaremos aquellas que varíen mucho, como las urbanas o zonas áridas. Cuanto más alto mejor. • La corriente en chorro. Evitaremos los días que esté sobre nosotros. • Telescopio/observador. Debemos aclimatar el equipo al menos una hora y no obstaculizaremos el trayecto de la luz pasando por delante. Los equipos con focales cortas o diámetros menores captarán menos turbulencia. Registrar el seeing. Este valor debemos incluirlo en nuestros partes de observación. Podemos utilizar: • Escala de Pickering: Se numera del 1 (pésimo) al 10 (perfecto). • Escala de Antoniadi: es inversa a la anterior, en números romanos. Van del I (perfecto) al V (pésimo). Internet ofrece todos los datos necesarios para conocer el parte nocturno, su evolución y el estado de la corriente en chorro. (Véase la sección de enlaces). Dibujo astronómico 11 2 · Técnicas básicas de observación Figura 2.3. Gráfico de escalas de seeing. Faustino Organero. 2.1.2. A tener en cuenta relativo a nosotros El coche. Nos aseguraremos de llevar suficiente combustible y las baterías en perfecto estado. Usaremos con precaución la luz y la calefacción en las frías sesiones de invierno. Debemos estar preparados en caso de pinchar una rueda y sobre todo comprobaremos que la de repuesto esté bien. Nunca sobra un juego de llaves extra por lo que pueda pasar. Muchos vehículos se encienden como una feria cuando necesitamos acceder a él. Debemos cubrir las luces interiores con celofán rojo y sacar todo lo necesario al principio de la noche para evitar la pérdida de adaptación. Podemos cubrir también los faros exteriores para no molestar a los que ya hayan llegado y aparcar de espaldas al área de observación. Salir solo o acompañado. Si pensamos ir lejos, estar muchas horas fuera o pretendemos subir a una montaña, es aconsejable tener compañía. Podríamos quedarnos dormidos conduciendo de vuelta por culpa del frío. Ayuda mucho ir varios coches juntos, así durante el trayecto de vuelta podemos estar pendientes unos de otros hasta que estemos en una zona segura. Llevaremos siempre el teléfono cargado y una batería extra para no abusar de la del coche. Y lo que es muy importante: no cuesta nada dejar dicho a alguien lo que vamos a hacer y a dónde vamos (con toda la exactitud posible) por lo que pueda pasar. A la vuelta confirmaremos el regreso, lo haremos por nosotros y por los demás. Equipo de ropa y comida. En estas actividades astronómicas debemos tener cuidado con la hipotermia. La noche puede ser fría incluso en verano, llevaremos siempre manga larga, buen calzado y una manta. En invierno nunca debe faltar un buen abrigo, calzado aislante, gorros y guantes. Los calentadores de bolsillo y plantillas calefactoras son muy útiles. También llevaremos un buen caldo o chocolate caliente en invierno y mucha agua para la hidratación. A ser posible, nada de alcohol ya que este aumenta la pérdida de calor del cuerpo. Si nos disminuyen los temblores y otros síntomas de alerta tendremos la falsa sensación de que no tenemos frio. Además dificulta la adaptación a la oscuridad. Llevaremos bolsas de basura para recoger absolutamente todo y dejaremos el lugar de observación limpio. 12 Dibujo astronómico Técnicas básicas de observación · 2 Accesorios prácticos. Todo aquello que nos haga más cómoda la sesión es bienvenido: una mesa, sillas, esterillas, una nevera para conservar bebida y comida y un termo. Pondremos un aislante en el suelo para evitar la humedad y recoger cualquier pieza pequeña que se nos pueda caer. Un botiquín básico, repelente antimosquitos y cacao para proteger los labios del frío. Con un higrómetro veremos la evolución de la noche y podremos controlar la temperatura y humedad antes de que sea crítico para los equipos y cuadernos. También es interesante medir la calidad del cielo con un Sky Quality Meter (SQM). Este aparato nos indica el brillo del cielo nocturno en magnitudes por segundo de arco cuadrado. Su escala oscila entre 16, para cielos muy claros, y 22, que indican cielos muy oscuros. Etiquetaremos todo en blanco para manejar el material en la oscuridad así evitaremos perder tapas de oculares o piezas pequeñas como llaves Allen o confundir los lápices. Llevaremos parches de observación y una capucha negra para evitar pérdida de adaptación y luces parásitas. Figura 2.4. Algunos elementos indispensables en nuestras salidas al campo. Leonor Ana. 2.1.3. A tener en cuenta relativo al instrumental Prismáticos y telescopios. Los prismáticos son ideales para comenzar. Su precio los hace muy accesibles y son muy útiles para rastrear grandes campos de estrellas y los objetos extensos. Es aconsejable acoplarlos a un trípode para ganar estabilidad, evitaremos el cansancio de los brazos y podremos dibujar cómodamente. Los telescopios son muy variados. Es bueno que experimentemos mirando por ellos para saber cuál nos gusta más. Muchas asociaciones de astronomía facilitan este tipo de experiencias que nos ayudarán a tomar buenas decisiones. Si tenemos ya un telescopio debemos asegurarnos de llevarlo completo. El trípode es muy importante, debe ser estable para evitar que la imagen oscile cada vez que nos acerquemos al ocular. Revisaremos los oculares para asegurarnos de que estén limpios e incluiremos en el cuaderno de campo una lista con todo el equipo y material necesario. En esta lista indicaremos para cada ocular el campo abarcado y los aumentos obtenidos. Filtros. Existen de varios tipos en función de lo que deseemos observar: • Banda ancha: ayudan a eliminar en parte la contaminación lumínica (LPR, SkyGlow, etc.) favoreciendo el contraste de la imagen. Si el exceso de luz es por culpa de Dibujo astronómico 13 2 · Técnicas básicas de observación la luz LED, será muy complicado ya que solo son efectivos con el sodio (Na) y el mercurio (Hg). • Banda estrecha: son muy populares (como el UHC, NPB, [O III] y Hβ), eliminan todo el espectro visible excepto algunas longitudes de onda concretas como las emitidas por las nebulosas planetarias y de emisión. Son muy restrictivos, su superficie es opaca y de aspecto multicolor. Esto ocasiona un colorido falso a las estrellas. Debemos mantenerlos protegidos en sus cajas mientras no los usemos para evitar deteriorar sus delicadas superficies. 2.1.4. Elección de mapas Podemos observar sin rumbo fijo, pero para aprovechar la noche al máximo es mejor planificar qué objetos queremos vez con antelación. Esto nos ayudará a optimizar el tiempo y a descubrir siempre algo nuevo. Elegir lo que queremos ver implica que tenemos que documentarnos sobre un objeto; eso hace que además de desear verlo aprendamos más sobre cada uno de ellos. El planisferio. Es una de las herramientas más útiles y conocidas que nos puede ayudar a orientarnos. Es muy útil para localizar los puntos cardinales y facilitar la comprensión de las escalas de las constelaciones. No dejan de sorprendernos cuando descubrimos los tamaños que abarcan algunas. También nos enseña a reconocer las estrellas más brillantes de cada constelación, y esto es muy práctico para movernos a saltos de una a otra. Son muy accesibles por su precio aunque también podemos descargarlos en papel de Internet. Figura 2.5. Astronomía de salón: seleccionar objetos y elegir nuestros mapas celestes. Leonor Ana. Mapas y atlas. Son más especializados y permiten adentrarnos en profundidad en el cielo. Abarcan una cantidad variable de estrellas y objetos observables por lo que podemos elegir entre diferentes ejemplos. Uno muy conocido es el Pocket Sky Atlas con un formato de viaje muy cómodo, también están Uranometría y el Millenium. El Interstellarum Deep Sky Atlas es estupendo por la excelente información que ofrece sobre la visibilidad de los objetos así como por que está preparado para la elevada humedad. Hay algunos que se pueden descargar de Internet, como el Taki Star Atlas o el TriAtlas. 14 Dibujo astronómico Técnicas básicas de observación · 2 Existen numerosos libros y guías de campo que nos ofrecen directamente una gran selección de destinos. Algunos están organizados por constelación, otros por el tipo de objeto y otros por la posición en el cielo, por lo que podemos elegir el que más nos guste. Cuaderno de campo y herramientas de dibujo. No deben faltar en nuestras salidas al campo. Estará compuesto básicamente de un soporte o cuaderno, luz roja y una serie de herramientas de dibujo que variarán según nuestras necesidades, pero esto lo veremos más adelante con todo detalle. 2.2. Técnicas básicas para una observación óptima La observación nocturna nos expone a ciertas incomodidades que debemos concocer para anticiparnos a cualquier inconveniente. Debemos cuidar las posturas y evitar los tropiezos al movernos a oscuras, entre otras cosas. 2.2.1. Posición y ergonomía Necesitamos estar cómodos. Tenemos que evitar tensar los músculos en posturas imposibles para no acabar agotados antes de empezar la noche. Podemos observar con comodidad colocando un prisma diagonal en el ocular. Algunos utilizan también buscadores acodados, pero a mí personalmente no me gustan. Esta costumbre de mirar por el buscador manteniendo los dos ojos abiertos (mirando al mismo sito) resulta muy útil para conservar la orientación y tener la seguridad de estar en el lugar deseado. Una silla nos servirá de mucha ayuda, si es posible que sea ajustable en altura para un mayor confort cuando observemos objetos en diferentes posiciones del cielo. También debemos llevar una mesa en la que podamos colocar los mapas, el cuaderno, los lápices y todo lo que necesitemos. Es un excelente complemento que nos servirá de punto de encuentro personal cuando nos movamos por la zona de observación. La tendremos cerca pero no demasiado, esto nos ayudará a estirar las piernas y movernos un poco. 2.2.2. Condiciones físicas La salud varía mucho de unos a otros, es importante conocer cómo estamos, tanto en general (limitaciones conocidas), como en la misma noche de observación (variantes imprevistas). Esta es una de las causas por las que algunos aficionados han necesitado cambiar la observación en el campo por otras alternativas. Esta actividad nocturna es muy estática, aunque estemos bien físicamente es aconsejable caminar y desplazarse de vez en cuando para desentumecer las piernas y activar la circulación. Podemos hacerlo retirándonos del área de observación para no molestar y siempre poniendo especial cuidado al caminar a oscuras. 2.2.3. Eficiencia de los ojos La salud ocular es muy importante y conocer cómo funciona el ojo nos ayudará a comprenderlo un poco más. La retina es un tejido sensible a la luz, está formada por capas de neuronas interconectadas, pero únicamente los conos y los bastones son las células sensibles a la luz. Estos son unos receptores muy específicos con funciones muy diferenciadas. Tenemos unos siete millones de conos situados en el centro de la retina y unos ciento veinte millones de bastones distribuidos por la periferia de estos, cubriendo de forma no totalmente regular la superficie de la retina. Dibujo astronómico 15 2 · Técnicas básicas de observación Los conos son los responsables de la visión diurna (o fotópica) y ofrecen el color gracias a la existencia de conos rojos, verdes y azules. Aportan visión espacial y son los responsables de la agudeza visual. Por este motivo cuando miramos directamente un texto podemos leerlo sin problema, pero cuando desviamos la vista se vuelve borroso. Es de día cuando mejor y más nítido vemos. Los bastones funcionan en condiciones de muy baja luminosidad (visión escotópica) y son muy sensibles a los cambios. Estos son totalmente ciegos al color, no transmiten esta información, y al ser una visión monocromática solo vemos escalas de grises. Con los bastones no tenemos casi definición por eso nos cuesta resolver detalles en la oscuridad. Alcanzan su máxima sensibilidad en la parte azul-verde del espectro*, pero aunque esta luz estimula más eficientemente a los bastones no es conveniente utilizarla junto al telescopio si queremos mantener la adaptación. A veces se habla de visión mesópica, en realidad es un combinado de las dos anteriores y es la responsable de que podamos llegar a ver algo de «color» en algunas nebulosas muy brillantes. También en las estrellas cuando las miramos a simple vista e incluso podemos llegar a percibir el color de algunas estrellas que acompañan a nebulosas tenues en el mismo campo de visión. 2.2.4. La luz roja y su importancia Los bastones son totalmente insensibles a longitudes de onda mayores de 620 nm (un rojo profundo). Aunque los conos rojos tienen su máxima sensibilidad en 564 nm (verde limón) esta llega a extenderse hacia la zona roja del espectro. Por este motivo usamos únicamente luz roja cuando salimos a observar para iluminar el entorno y leer mapas. Debemos tener cuidado con la intensidad de nuestra linterna y seleccionar el tipo correcto. Es preferible que utilicemos linternas rojas de tipo LED antes que una simple linterna estándar, ya que los LED emiten su luz en una longitud de onda específica (aquella en la que los bastones son insensibles). Las convencionales a las que les añadimos un celofán rojo en realidad también están transmitiendo una buena cantidad de luz en longitudes de onda más corta que pueden alterar nuestra adaptación. • Luz blanca. Si nuestra actividad va dedicada en exclusiva a la Luna no necesitamos usar luz roja, ya que es tan brillante que podemos trabajar con luz blanca sin ningún problema. 2.2.5. Adaptación a la oscuridad Este punto es clave para convertir nuestros ojos en colectores de luz a su máxima potencia. Para entender cómo hacen algo tan extraordinario debemos conocer los procesos que se dan en ellos para activar la visión nocturna. Tenemos que tener unos niveles de vitamina A normales, si nos falta podemos sufrir lo que se conoce como «ceguera nocturna» (adaptación deficiente a la noche). Tomarla en exceso no aporta ninguna mejora en este proceso, simplemente nos sobrará pues el ojo solo se queda con lo que necesita. A la vitamina A se la conoce como retinol, cuando este llega a la retina es oxidado y se convierte en retinal. Cuando el ojo necesita adaptarse a la oscuridad utiliza este *E s curioso que este pico de sensibilidad coincide con la emisión del Hβ y [O III] de muchas nebulosas. ¡Qué suerte tenemos! Si no fuera así, nos costaría mucho verlas. 16 Dibujo astronómico Técnicas básicas de observación · 2 Figura 2.6. Diferentes tipos de iluminación roja para no perder la adaptación a la oscuridad. Leonor Ana. retinal que viaja hasta los bastones, donde se une a la proteína opsina formando el pigmento visual llamado rodopsina. En este momento los bastones se activan y pueden captar la débil luz de nuestro entorno nocturno. Este proceso es lento y sobre todo delicado, la más mínima luz intensa e imprevista echaría a perder todo el trabajo de adaptación de la retina. Cuando esto ocurre rompemos el proceso de transformación del retinal liberándolo de nuevo y nos toca empezar de nuevo. La adaptación a la luz es por el contrario muy rápida y se da en dos etapas. La primera ocurre en 1/20 de segundo, la sensibilidad de la retina desciende un 50 %. La segunda dura unos segundos hasta recuperar por completo la visión en color y la agudeza visual. 2.2.6. Fases de adaptación a la oscuridad Debemos atender a estas dos etapas: • Primeros 30 minutos. Se inicia la adaptación a la noche. Nuestras pupilas comienzan a dilatarse pudiendo llegar a alcanzar los 7 milímetros máximos para un ojo joven*. Con la edad esta dilatación disminuye. A la vez se pone en marcha la adaptación química de la retina. Es lenta pero eficaz. En este momento quedan excluidas todas las luces menos las rojas. *U na pupila muy cerrada perjudica la visión nocturna. Si alcanzamos los 7 mm, podemos ver casi una magnitud de brillo más que otra que solo llegue hasta 5 mm. Para saber cuánto se dilatan nuestras pupilas en una noche concreta podemos usar unas llaves Allen numeradas y esperar hasta alcanzar la máxima adaptación. Sujetamos una de las pequeñas (3 mm) y miramos hacia una estrella brillante. Colocamos la llave situándola horizontal delante de nuestros ojos, bien cerca hasta que quede centrada en ambas pupilas. Veremos a la estrella dividida en dos, una a cada lado de la llave (por encima y por debajo de esta). Cambiamos a una de más tamaño y volvemos a mirar, seguimos cambiando hasta que solo veamos una única estrella por arriba o por abajo. El número que tenga esa llave será el máximo de dilatación que tendrá nuestra pupila en ese momento. Dibujo astronómico 17 2 · Técnicas básicas de observación • De 1 a 2 horas después. Mejora nuestra capacidad para detectar objetos débiles de forma considerable. A partir de este momento estamos preparados para comenzar nuestra sesión de observación. La adaptación es independiente para cada ojo. Figura 2.7. Gráfico con las etapas de la adaptación a la noche de la retina y la pupila. Visión fotópica y escotópica. Faustino Organero. Figura 2.8. Cómo colocar la llave Allen para calcular el máximo de dilatación de nuestra pupila en la noche. Fernando Fonseca. 2.2.7. Mejorar y preservar la adaptación a la oscuridad Podremos conseguirlo con estos trucos: • Evitar exceso de luz horas antes. La exposición intensa a la luz puede agotar el retinal dejando muy poco para hacer la conversión. Unas gafas oscuras pueden protegernos tanto del Sol como de la luz fluorescente. Algunas personas necesitan hasta 24 horas para activar la visión nocturna. • Cuando necesitemos ir a zonas iluminadas debemos usar gafas de sol y en casos extremos cubrirnos la cabeza. • Podemos apantallarnos con una capucha. Una luz periférica intensa molesta aunque esté a lo lejos (destellos de aerogeneradores, focos proyectores…). • Debemos evitar fumar en el área de observación, la calada del cigarro deslumbra a todos los que están cerca. • No debemos usar el teléfono móvil para dar luz. Si no hay más remedio, lo activaremos en modo nocturno y con la intensidad al mínimo. 18 Dibujo astronómico Técnicas básicas de observación · 2 2.2.8. Respirar Es difícil que podamos mantener el ojo mucho tiempo pegado al ocular sin movernos. Con la inspiración movemos el pecho y con él nuestra cabeza, en este momento el ojo puede desplazarse y desviarnos a menudo del eje de visión. Instintivamente optamos por quedarnos más quietos dejando de respirar. En pocos segundos perdemos calidad en la visión y desaparecen los detalles. Esto ocurre por la falta de oxígeno en nuestra retina, cuando no le llega suficiente la hipoxia se manifiesta de inmediato. La retina es uno de los órganos del cuerpo que más oxígeno consume, cuando escasea son los bastones los primeros afectados provocando una disminución inmediata en la detección de la luz débil. La falta de oxígeno se acusa mucho en alta montaña, pero también podríamos tener una oxigenación incorrecta por causas fisiológicas. En este caso debemos acudir al médico. Aprenderemos a mantener un ritmo de respiración constante y para ello conviene estar sentados. También haremos pausas de observación cada vez que necesitemos relajar la visión mirando al infinito. 2.2.9. Visión indirecta La visión directa se encuentra en el eje óptico de la retina, por ello la posibilidad de ver detalles débiles queda relegada a la periferia donde están los bastones. Mirar indirectamente nos permitirá utilizarlos para llevar la visión al límite. Para potenciar esta técnica debemos desplazar la mirada del eje central unos diez o veinte grados, después exploraremos en círculos toda esa área alrededor del centro. Si imaginamos un reloj que ocupe toda la visión del ocular podremos realizar los movimientos en el sentido de las manecillas y al revés. Esto nos permitirá averiguar a qué «hora del reloj» vemos mejor. Figura 2.9. Gráfico que muestra cómo vemos mejor los objetos débiles con visión indirecta. Faustino Organero. Dibujo astronómico 19 2 · Técnicas básicas de observación 2.2.10. Movimiento La visión indirecta es muy sensible al movimiento. Cuando un fotón alcanza uno de los bastones de la retina este enseguida se excita y envía una señal al cerebro, que lo interpreta como luz débil. Si aplicamos un ligero movimiento al telescopio (con ligeros toques) conseguimos que ese fotón caiga ahora en los bastones adyacentes, provocando también su excitación y enviando su mensaje al cerebro. Esto nos permite percibir más la sensación de ver que si mantenemos la imagen estática. No debemos movernos nosotros, solo el tubo del telescopio. 2.2.11. Elección de aumentos Es bueno que tengamos a mano diferentes oculares. Según el brillo y tamaño del objeto y las condiciones atmosféricas utilizaremos el más adecuado. Si el seeing de la noche es muy bueno podremos utilizar muchos aumentos, aunque esto pueda ocasionar una pérdida de luz seguro que compensa. Debemos experimentar los límites para cada noche aunque a veces es mejor ver un objeto más pequeño y nítido que esforzarnos por algo casi invisible. Figura 2.10. Observación solar con pocos aumentos. 2.2.12. Manos libres Es importante que tengamos las manos libres para trabajar. Durante la noche necesitamos manipular objetos delicados y hacer correcciones de enfoque por los cambios de posición y temperatura del telescopio o por variaciones que alteren nuestro ojo. Podemos utilizar la luz de un frontal para el montaje de la zona de trabajo y reservar una de tipo pinza para observar al telescopio. 20 Dibujo astronómico Técnicas básicas de observación · 2 Figura 2.11. La importancia de tener las manos libres para dibujar. Fernando Fonseca. 2.2.13. Tiempo para cada observación En los primeros minutos de poner el ojo en el ocular no apreciamos muchos detalles, incluso hay quien no llega a ver nada a primer golpe de vista. Nuestros ojos necesitan su tiempo para acoplarse a la ventana del ocular y reconocer el campo de visión. Primero debemos percibir los bordes completos en el interior, nos dará la sensación de una escotilla redonda. Cuando lo hayamos logrado utilizaremos la visión indirecta. Dedicaremos como mínimo varios minutos a observar de continuo para que nuestros bastones perciban cualquier nebulosidad tenue. Cuanto más tiempo dediquemos mejor, pero con descansos para evitar la fatiga ocular. Solo de esta manera tendremos certeza de la forma, brillo y posición del objeto. Dibujo astronómico 21 Este contenido forma parte del libro DIBUJO ASTRONÓMICO de la Editorial Marcombo y de la autora Leonor Ana Hernández. Está prohibida su reproducción y utilización con fines comerciales.