Acidosis y alcalosis Los términos acidosis y alcalosis se utilizan para describir las situaciones anormales que resultan de un desequilibrio en el pH de la sangre causado por un exceso de ácido o de álcali (base) en la sangre. Este desequilibrio generalmente es provocado por alguna afección o enfermedad subyacente. Se considera normal aquel valor de pH que se mantiene dentro de unos márgenes estrechos, entre 7,35 y 7,45 de tal manera que se garantiza el normal funcionamiento de los distintos procesos metabólicos, a la vez que se permite un transporte y liberación normal del oxígeno a los tejidos. Hablaremos de acidosis cuando el pH sanguíneo se encuentra por debajo de 7,35 mientras que en la alcalosis el pH es superior a 7,45. Son muchas las situaciones o enfermedades que pueden hacer variar el pH, situándolo más allá de los límites anteriormente citados. En condiciones normales, el metabolismo del organismo genera importantes cantidades de ácidos que deben ser eliminados para mantener un pH correcto. La mayor parte del componente ácido está representada por el ácido carbónico, formado a partir de dióxido de carbono (CO2) y agua. También se producen ácido láctico, cetoácidos y otros ácidos orgánicos, aunque en cantidades menores. Los principales órganos implicados en la regulación del pH sanguíneo son los pulmones y los riñones. Los pulmones contribuyen a la eliminación de ácidos del organismo expulsando CO2: el organismo puede modificar la frecuencia respiratoria con la finalidad de alterar a su vez la cantidad de CO2 exhalado; este mecanismo permite modificar el pH sanguíneo en unos minutos. Los riñones: excretan ciertas sustancias ácidas por la orina; además, contribuyen a regular la concentración de bicarbonato (HCO3-, es una base) en la sangre. Las alteraciones ácido-base debidas a aumentos o disminuciones de HCO3- tienen lugar más lentamente que los cambios en el CO2, durando entre varias horas y semanas. Los sistemas tampón son capaces de resistir a las variaciones de pH y contribuyen a regular las concentraciones de ácido y de base del organismo. Los principales sistemas tampón en la sangre son la hemoglobina (en los hematíes), las proteínas plasmáticas, el bicarbonato y los fosfatos. La acidosis tiene lugar cuando el pH de la sangre se sitúa por debajo de 7,35 y puede obedecer a: - Aumento de la producción de ácidos. - Consumo de sustancias que se metabolizan a ácidos. - Disminución de la eliminación de ácidos del organismo. - Aumento de la excreción de bases. - La alcalosis tiene lugar cuando el pH es superior a 7,45 y puede ser debida a: Trastornos electrolíticos causados, por ejemplo, por vómitos prolongados o deshidratación grave. Administración o consumo de bases. Hiperventilación: con aumento de la eliminación de ácidos en forma de CO2. Cualquier situación que afecte a los pulmones, riñones, al metabolismo, o a la respiración puede potencialmente causar acidosis o alcalosis. Puntos importantes El pH de la sangre: debe mantenerse entre 7,35 y 7,45. El objetivo que se fija el organismo: es mantener un balance constante entre la entrada de ácidos y bases, ya sea incorporados desde el exterior o producidos en el propio organismo, y la eliminación de ácidos y bases. Las alteraciones de este equilibrio: conducen a una acidosis o a una alcalosis. El balance puede restablecerse: aumentando la eliminación y/o disminuyendo la entrada de los mismos. Los trastornos del equilibrio ácido-base se dividen en dos grandes categorías: Los que afectan al sistema respiratorio y originan cambios en la concentración de CO2: se conocen como acidosis respiratorias (pH disminuido) o alcalosis respiratorias (aumento de pH). Los trastornos del equilibrio ácido-base de tipo respiratorio suelen obedecer a enfermedades pulmonares o a otras enfermedades que repercuten sobre el proceso normal de la respiración. En los casos en los que se altera la concentración de HCO3-: se observarán cuadros de acidosis metabólica (pH bajo) o de alcalosis metabólica (pH alto). Los trastornos ácido-base de tipo metabólico pueden ser debidos, entre otras causas, a enfermedades renales, a trastornos electrolíticos, a vómitos o diarreas graves, a la toma de ciertos fármacos y sustancias tóxicas y a enfermedades que afectan al metabolismo (por ejemplo: la diabetes). Acerca de la acidosis y alcalosis Causas comunes de los trastornos ácido-base: Acidosis respiratoria Disminución de la eliminación de CO2: Disminución de la frecuencia respiratoria: debida a fármacos o a trastornos del sistema nervioso central. Disfunción de la función respiratoria por motivos mecánicos: debido por ejemplo a traumatismos o a la presencia de un neumotórax (presencia anómala de aire entre los pulmones y la caja torácica). Enfermedades neuromusculares: miastenia gravis, botulismo, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), síndrome de Guillain-Barré. Obstrucción de las vías aéreas: por alimentos, por cuerpos extraños. Enfermedades pulmonares. Alcalosis respiratoria Aumento de la eliminación de CO2: Hiperventilación: debida a estados de ansiedad, a dolor o a estados de shock. Fármacos: por ejemplo, por una sobredosis por aspirina (salicilatos). Neumonía, congestión pulmonar, embolismo pulmonar. Ejercicio. Fiebre. Tumores del sistema nervioso central, traumatismos, infecciones (meningitis y encefalitis). Enfermedad hepática. Acidosis metabólica Concentración disminuida de HCO3-, debido a pérdidas de HCO3- o a aumentos en la cantidad de ácido: Cetoacidosis alcohólica. Cetoacidosis diabética. Insuficiencia renal. Acidosis láctica. De causa tóxica, sobredosis de salicilatos (aspirina), metanol, etilenglicol. Pérdidas gastrointestinales de bicarbonato: como puede suceder en las diarreas prolongadas. Pérdidas renales de bicarbonato. Alcalosis metabólica Concentración aumentada de HCO3-, debida a pérdidas de ácidos o a ganancias de bicarbonato: Diuréticos. Vómitos prolongados. Deshidratación grave. Trastornos en los que se pierde potasio. Administración de bicarbonato, ingestión de sustancias alcalinas. Algunos trastornos ácido-base son "mixtos", especialmente cuando el cuerpo trata de compensar los desequilibrios que se producen. Signos y síntomas Es posible que una acidosis no cause ninguna sintomatología, o que se asocie a signos y/o síntomas inespecíficos, como fatiga, náuseas y vómitos. La acidosis aguda puede originar un aumento de la frecuencia y de la profundidad de los ciclos respiratorios, confusión, dolor de cabeza, así como convulsiones, coma e incluso la muerte. Los signos y síntomas de una alcalosis son debidos con frecuencia a las pérdidas asociadas de potasio (K+) y suelen consistir en irritabilidad, debilidad y calambres. Pruebas Las pruebas que principalmente se utilizan para identificar, evaluar y monitorizar el equilibrio ácido-base son: Gases en sangre y Electrolitos. En las personas con acidosis metabólica se calcula el anión gap empleando los resultados de ciertos electrolitos; se conoce así las posibles causas de la anomalía en el equilibrio ácido-base. Las personas con alcalosis metabólica suelen tener una disminución de los valores de cloruro y de potasio, y estos aportan información sobre la causa del desequilibrio.