María Fernanda Campa Uranga Geología y revolución Gloria A. Tirado Villegas Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” Benemérita Universidad Autónoma de Puebla José Alfonso Esparza Ortiz Rector José Jaime Vázquez López Secretario general Francisco M. Vélez Pliego Director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” Esta publicación tuvo un proceso de dictámenes de pares académicos que garantizan su calidad y pertinencia académica. Este libro forma parte de los trabajos del Cuerpo Académico buap-ca-Historia de las prácticas políticas: género e identidad y recibió financiamiento del Proyecto viep100071711-viep2018. Reconstruir las huellas del 68. Desde la historia de género. Diseño y formación de interiores: El Errante editor/ Érika Maza Edición: Martín Pérez Zenteno Primera edición, 2018 D.R. © Gloria Tirado Villegas D.R. © Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Av. Juan de Palafox y Mendoza 208, Centro Histórico. C.P. 72000; Puebla, Puebla. Tel. 229-55-00, ext. 3131 www.icsyh.org.mx isbn: 978-607-525-516-3 Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio sin el consentimiento por escrito del editor. Impreso y hecho en México /Printed and made in Mexico Índice Introducción 5 Infancia 16 Tina, Valentina 27 La Vocacional Número 1 30 Estudiante de geología 43 Surge la cned 57 Amor y maternidad 64 Del inicio del movimiento al Consejo Nacional de Huelga 72 2 de octubre y encarcelamiento de Raúl Álvarez Garín 82 Liberación de Raúl y los siguientes días 93 La revista Punto Crítico 100 Reflexiones a la distancia 104 El Comité del 68 111 La geología, razón de ser 125 Fuentes consultadas 137 Sobre el 68: “¿Quién sabe qué pensarán los jóvenes ahora? Para ellos es historia, para nosotros es la vida”. María Fernanda Campa Uranga Introducción “…a las mujeres se les ve menos en el espacio público, el único que durante mucho tiempo mereció interés y relato”. Michel Perrot.1 Sin embargo en el movimiento estudiantil participaron muchas mujeres y permanecieron hasta hace unos años casi invisibles. Desde tiempo atrás quería entrevistar a María Fernanda Campa Uranga, mujer fuera de serie no sólo por ser la primera geóloga en México, egresada del Instituto Politécnico Nacional (ipn), sino por todo lo que ella significa en un país donde la represión fue pan de cada día. Un país donde gobernó un solo partido y la construcción de la democracia sigue un camino tortuoso. Ella, sin pretenderlo, se convirtió en un ícono de muchas mujeres de izquierda; su participación en casi todos los movimientos estudiantiles que estallaron desde 1956 no cesó hasta la década de los setenta. Su lucha continúa, ahora atendiendo otros problemas en el país y sin dejar de impartir sus cátedras y realizar sus investigaciones. Mujer inteligente que supo combinar la política con la academia y la academia con la política. Sabe de lo que habla, siempre 1 Michelle Perrot, Mi historia de las mujeres, fce, Madrid, 2008, p. 18. 5 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución está informada de cuanto acontece en el país, en gran parte porque le “duelen los 60 millones de pobres que existen”.2 A cincuenta años del 68 quedan muchos temas por explorar, entre otros las historias de vida. Son escasas las historiadoras que investigan la participación de las mujeres en el movimiento estudiantil, es tema casi reciente. La investigación de los movimientos estudiantiles con un enfoque de género inició a principios de este siglo y en ella las entrevistas han sido fuentes principales de apoyo; las imágenes han ocupado la reflexión de algunas historiadoras y los documentos han permitido ampliar la mirada. Los testimonios de las delegadas al Consejo Nacional de Huelga (cnh) han sido útiles para conocer el contexto.3 Sin embargo existen muchas lagunas aún. Como he insistido en algunos trabajos, hace falta valorar lo que hicieron las madres, esposas, hijas, hermanas para apoyar a los presos, no sólo los del 68 sino a quienes se encarceló desde 1959. La prensa pasó de largo sin documentar estas acciones, en tanto abundaron las entrevistas de periodistas a los líderes del 68. Más aún, si se busca en la web se encontrarán varias de esas entrevistas para la televisión, documentales y los artículos periodísticos. En este sentido la historia oral permite un acercamiento indispensable a las mujeres; en sus voces conocemos aspectos íntimos, emociones sobre lo vivido en esos años; sus testimonios resuelven interrogantes: cómo los apoyaron, qué escribieron, quiénes se reunieron, cómo pasaron mensajes, comida, radios, cámaras, a los presos; cómo salieron adelante atendiendo a sus hijos, subiendo y bajando preocupadas por la libertad de ellos y trabajando para sostener el hogar. Eso sólo ellas pueden expresarlo. Reconozcamos que la mayoría de las obras publicadas en los primeros treinta años se centraron en la denuncia; se escribieron cronologías y se publicaron varios libros que recogen testimonios de los presos e integrantes del cnh; algunos textos tienen un carácter autobiográfico. Los que se han publiEste texto corresponde al Proyecto viep, tivg-edh17-I, Una historia de lucha y de resistencia: María Fernanda Campa Uranga, aprobado en el 2017 por la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado de la buap. Mónica Ginez Toriz, estudiante del Colegio de Historia, funge como becaria. 3 Un análisis del porqué en la historiografía del 68 se han dejado de lado estos temas se hace en Gloria A. Tirado Villegas, “Tras las huellas del 68. Desde un enfoque de género”, en José René Rivas Ontiveros, Los años 60 en México: la década que quisimos tanto, dgapa-unam, fes Aragón, México, 2018. 2 6 Introducción cado en los últimos años son valiosos indudablemente, pero han sido ellos, los líderes masculinos, quienes los han escrito y a quienes más se ha entrevistado. Por otra parte, la mayoría de lo escrito sobre el movimiento estudiantil se concentra en el 2 de octubre, en la matanza, la represión y deja afuera el análisis de todo el proceso, incluso varios momentos de aguda represión durante los meses que ocurrió. La mayor parte de estas obras iniciales fueron escritas por exlíderes de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam); varios años después, treinta años, lo hicieron los del Politécnico. Se entiende que en esta historiografía prevalezca el papel de la denuncia, la necesidad de esclarecer los hechos y la exigencia de castigo a los responsables. Desde el inicio, quienes estuvieron en la Plaza de las Tres Culturas testificaron la presencia del Batallón Olimpia, combatieron la versión de que el tiroteo inició entre los estudiantes. Por todo eso no insistiré más en que mucho de lo escrito respondió a contrarrestar la versión oficial del gobierno sobre los hechos del 2 de octubre y la conjura comunista. Conocer a María Fernanda fue como encontrarme con un tesoro. Me recibió en su casa, donde pudimos grabar las entrevistas.4 Desde el inicio quedé impresionada por una mujer preparada, sencilla, por su habla coloquial en la que no hay recovecos; es directa, como lo ha tenido que ser en su vida. La conversación fluyó y las lecturas sobre historia oral que he realizado vinieron a mi mente. Recordé a Eugenia Meyer cuando habla de la importancia de la empatía en “Una entrevistadora”;5 a Pablo Pozzi, quien señala: Evidentemente lo importante de estos testimonios no es la veracidad de los mismos, sino más bien la posibilidad de rastrear sentimientos a través del tiempo. En toda memoria y en todo mito podemos encontrar elementos de hechos y de sentimientos de la época. La memoria política no se da desde el hoy hacia el pasado, es más bien una relación dialéctica de ambos y entre esto y la vida y la cultura del entrevistado.6 Las tres entrevistas fueron videograbadas por la maestra Laura Carreto Tirado y transcritas por la maestra en Historia Carolina Zenteno Roldán, mi asistente principal. 5 Eugenia Meyer, “Memoria, olvido e historicidad”, en Historia, voces, memoria, 1/2009, Buenos Aires, 2009, p. 104. 6 Pablo Pozzi, “Historia oral: repensar la historia”, en Gerardo Necoechea Gracia y Pablo Pozzi (coords.), Cuéntame cómo fue. Introducción a la historia oral, Buenos Aires, Imago Mundi, 2008, p. 5. 4 7 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Haber conocido a su padre, Valentín Campa Salazar, −cuando investigaba sobre las luchas de los trabajadores ferrocarrileros y celebramos los ochenta años de la Unión de Mecánicos Mexicana en 1980− me abrió las puertas ante ella. Lo entrevisté en 1984, cuando vivía en su departamento de la Unidad Tlatelolco. Fue una fabulosa experiencia en la que colaboré con John Mraz en el documental Hechos sobre rieles, una historia de los ferrocarrileros mexicanos, editado en 1986. Años después, en 1994, organicé en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (buap) un homenaje a Valentín Campa con motivo de su ochenta aniversario; se realizó en el salón Barroco con lleno absoluto y aplaudimos su discurso. En esa ocasión lo acompañó Arnoldo Martínez Verdugo, secretario general del Partido Comunista, y estuvo Alfonso Vélez Pliego, director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la buap. Supongo que este fue mi pase de abordaje y, desde luego, el que María Fernanda sea una persona abierta, dispuesta a compartir sus recuerdos. Escuchar sus experiencias acuñadas en una familia singular, con ambos padres comunistas, ambos líderes y encarcelados varias veces, le formó una fuerza de voluntad a toda prueba. El incorruptible líder ferrocarrilero fue llevado a prisión una y otra vez, estuvo preso once veces a lo largo de catorce años, como una vez le comentó a Elena Poniatowska. La narración autobiográfica que Valentín escribió en sus memorias es guía fundamental.7 Su madre, Consuelo Uranga Fernández, fue una feminista, comunista, que luchó por el derecho al voto y por los derechos de los desposeídos, y cuestionó a esta sociedad patriarcal. Más aún, estuvo presa en la cárcel de Belén, tan temida. Todo eso blindó a las niñas Campa, Fernanda y Valentina, su hermana mayor. No sería nada fácil crecer en una familia de oposición en el México de la Guerra Fría; en ese hogar crecieron rodeadas de libros, lo que las dotó de conocimientos que otras niñas no tenían, y el amor de Consuelo las condujo siempre. Dicho sea de paso, sobre las mujeres comunistas se han escrito algunos libros pero siempre se refieren a los años treinta a cincuenta, a la formación del Frente pro Derechos de la Mujer y a la obtención del voto; en todos ellos aparece siempre Consuelo Uranga. Por fortuna el historiador Jesús Vargas ­Valdés María Fernanda Campa Uranga, Gerardo Fernández Noroña, Miguel Ángel Mancera Espinosa, Valentín Campa Salazar. Memorias de un mexicano comunista, “Prólogo” de Elena Poniatowska, México, s/e, noviembre 2014. 7 8 Introducción ahondó más y escribió una biografía, Consuelo Uranga. La roja, que devela la trayectoria de la madre de Valentina y María Fernanda.8 A través de María Fernanda, quien nació el 22 de marzo de 1940, podemos conocer dos generaciones de mujeres unidas en el México posrevolucionario: una, las mujeres del Frente Pro Derechos de la Mujer, organización a la que perteneció su madre Consuelo, quien también estuvo en la cárcel y participó en distintos movimientos, influencia definitiva en María Fernanda. La otra generación es la que lucha por las libertades democráticas, la de los sesenta, sufrió la represión a los movimientos sociales más significativos en el país, el del magisterio y el ferrocarrilero en 1958-1959. Le tocó vivir la Revolución Cubana; la lucha contra el imperialismo; la defensa de Vietnam; la lucha de los Panteras Negras en Estados Unidos; la revolución sexual y todos los movimientos estudiantiles que estallan por diferentes demandas, comenzando por la huelga de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (ipn) en 1956, cuya causal principal fue defender la permanencia del Internado. Fernanda vivió ese ambiente persecutorio, violento, autoritario y antidemocrático que se impuso en México y en las naciones latinoamericanas; en muchas de ellas se instauraron regímenes militares que anularon los derechos democráticos de sus ciudadanos y costaron la vida de miles de luchadores sociales y antiimperialistas. La generación de los jóvenes nacidos en la posguerra fue la que protagonizó los movimientos estudiantiles que surgieron en el mundo demandando una sociedad libertaria, la paz, la autodeterminación de los pueblos, las libertades democráticas, en síntesis, una sociedad en la que privara la paz mundial y la justicia social para la humanidad. Como muchos de su generación, a María Fernanda la cautivó la ideología marxista, que reivindicaba esos valores humanos. La Revolución Cubana fue un ejemplo para esa generación; los jóvenes admiraban a Fidel Castro, ­sintieron la muerte del Che Guevara el 9 de octubre de 1967 asesinado en La Higuera, Bolivia. El Che se convirtió en un ícono de la revolución, su imagen fue la más utilizada en volantes y pancartas en el movimiento de 1968, la admiración llegó hasta ponerle al antiguo Auditorio Justo Sierra, de la unam, Auditorio Che Guevara. Jesús Vargas Valdés, Consuelo Uranga. La roja, Nueva Viscaya editores, Chihuahua, Chich., 2017. 8 9 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Cuando estalla la huelga en el ipn María Fernanda estudiaba en la Vocacional 1 y no dudó en abrazar las demandas de los estudiantes, como lo haría en los movimientos de los maestros y de los ferrocarrileros. El 23 de septiembre de 1956 la huelga es reprimida con el ejército, que ingresa a las instalaciones del internado del ipn y apresa a Nicandro Mendoza y a varios estudiantes. Durante el movimiento Fernanda tomó la palabra, habló en su escuela y convenció a sus compañeros de unirse a la lucha. Así que mucho antes de aquel 68 fraguó su propia trayectoria independiente, dirigía a sus compañeros, se organizó con un grupo de ellos y con su hermana Valentina formaron Vanguardia Revolucionaria, entre otras agrupaciones. María Fernanda exponía sus propias ideas, no pocas veces distintas a las de sus padres; ellos ya no eran militantes del Partido Comunista Mexicano (pcm) porque los habían expulsado tiempo atrás. No obstante, decidió ingresar a ese partido y formar una célula dentro de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, donde estudiaba, y posteriormente formar otras más en el ipn. Todo esto la define como una mujer de carácter firme, comprometida, que al mismo tiempo rebasaba lo que la mayoría de las mujeres de la década de los cincuenta e inicios de los sesenta se planteaba. Ella estudiaría una carrera masculinizada sin que le importara que fuera la única mujer. Eran pocas las mujeres que estudiaban ingenierías en el ipn. Estudiar geología fue la opción que tomó sin preocuparse jamás del qué dirán; no consideró obstáculos y rompió barreras. Titularse en 1967 como la primera geóloga y fundar con el primer grupo dirigido por el Ing. Javier Barros Sierra el Instituto Mexicano del Petróleo la llevó por una senda que no dejó de explorar y en la que caminó como solía hacerlo cuando era alpinista y le encantaba ascender a los volcanes; siempre fue deportista, todavía ahora practica yoga y tai chi. A cincuenta años del movimiento de 1968 sus testimonios ayudan a desmitificar parte de lo que se ha escrito. No pretende ser centro de atención, por el contrario, es modesta, pero enriquece lo que se ha leído en otros textos o en las entrevistas que aparecen con motivo de los aniversarios del movimiento. Sin victimizarse describe aquellos años en los que no era fácil ir de una cárcel a otra para visitar a su padre Valentín, preso en Santa Martha Acatitla por su participación destacada en el movimiento ferrocarrilero, y luego ir a Lecumberri a ver a Raúl Álvarez Garín, reconocido delegado del cnh, detenido el 2 de octubre. Con Raúl se había unido en 1965 y en 1968 ya era madre de la pequeña Manuela, su primera hija. Debía pensar siempre qué hacer y cómo 10 Introducción hacerlo; había extrema vigilancia sobre ella y sabía que los soplones sobraban, que la podían detener en cualquier momento. Por eso ese 2 de octubre se mantuvo en la Plaza de las Tres Culturas debajo del puente, bajo la calle. La Dirección Federal de Seguridad (dfs) nunca dejó de seguirla, como se corrobora en los informes y memorandos que he consultado. Sus narraciones sobre su participación en los movimientos estudiantiles contrastan con el contenido de su expediente, que en algunos pasajes da referencia exacta de sus actividades y evidencia que la siguieron paso a paso y en otros momentos registra confusiones o equivocaciones. La apertura en el 2002 de los archivos de la dfs, desde su creación hasta 1985, fue un gran paso en la transparencia, igualmente del fondo de la Dirección de Movimientos Políticos y Sociales. Lamentablemente en el 2016 estos fondos fueron nuevamente cerrados a la consulta y ahora el trámite se realiza con una solicitud escrita donde se pide una versión pública, que llega al correo electrónico de la solicitante. Aunque el legajo dice 109 fojas varios de esos documentos están repetidos y a otros les falta la primera hoja, por lo tanto en algunos no puede conocerse a quién se dirigen o las fechas en que se emitieron, lo cual limita el uso de la información. Son los partes que rendía diariamente el director federal de Seguridad; algunos están firmados por diversos capitanes y los dirigen al director. La supresión de párrafos en el documento se justifica así: “se suprimen partes de la versión por considerar que afectan en su versión íntima a la persona”. Los documentos de los años sesenta los firma el capitán Fernando Gutiérrez Barrios. El legajo Campa Uranga María Fernanda inicia en 1959 (fecha en que la detuvieron por primera vez) y termina en 1974. Mi intención al analizar estos documentos es la de comparar las versiones, la de ella con la de la policía; es significativo que en algunos de esos documentos se refieran a ella como la ingeniero, única oradora en varias actividades y en momentos clave del país. Debo decir que, contrariamente a lo que Raúl Jardón afirma sobre las limitaciones del rastreo de los informantes en el movimiento estudiantil del 68, sobre cuántos dirigentes estudiantiles y miembros del cnh pudo identificar la dfs, y que sólo dieron cuenta sobre 22 reuniones del cnh,9 Raúl Jardón, El espionaje contra el movimiento estudiantil. Los documentos de la Dirección Federal de Seguridad y las agencias de inteligencia estadounidenses en 1968, Itaca, México, 2003, p. 24. 9 11 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución podemos ver que en los años anteriores al 68 siguieron muy de cerca a algunos militantes, es el caso de María Fernanda. Fernanda no guardó documentos de esos años, pensó que “si las cosas se ponen feas nuevamente” lo mejor era no conservar nada; más aún cuando asaltaban y cateaban las casas. Esto opera en cierta forma como autodestrucción de la memoria, pero es posible conseguir documentos y complementar con hemerografía. Así que, además de su memoria, fue de gran ayuda la consulta de libros especializados y que refieren el ambiente en que se vivía y respiraba. Son varias las obras consultadas, entre ellas los libros que Raúl Álvarez Garín escribió. Desde luego, y para tratar puntualmente algunos momentos del 68, me apoyé en la obra de Ramón Ramírez, El movimiento estudiantil de México.10 Dos libros claves por ser biográficos fueron guía y consulta obligada: Consuelo Uranga. La roja, de Jesús Vargas Valdés,11 y Manuela Garín, Saber/Contar, de Manuel Diego,12 ambos proporcionados por la propia María Fernanda. Además me hizo referencia al libro El sabinazo, de Héctor Jaime Treviño Villarreal, que trata del Primer Festival de la Juventud y Estudiantes en Sabina Hidalgo, Nuevo León, del 13 y 14 de abril de 1963.13 Desde luego, consulté las entrevistas que le hicieron a María Fernanda en distintos momentos y están citadas en el texto. Convertirse en geóloga en 1967, antes del movimiento estudiantil, e ingresar a trabajar en el Instituto Mexicano del Petróleo no la llevaron a quedarse en un trabajo burocrático, por el contrario. En el Instituto Mexicano del Petróleo y luego en Pemex participó en Exploración y Explotación en diferentes áreas, como ingeniería de yacimientos, evaluación de formaciones y petrografía, tanto en proyectos como en la jefatura del Departamento de Geología de Explotación. Años después, cuando realiza sus estudios de posgrado en la Universidad Nacional Autónoma de México, tuvo que hacer investigación con exploraciones y dirigió cuadrillas de hombres. Decirlo ahora no sería relevante si no nos remitimos a esos años cuando había techos de cristal en muchos trabajos y soRamón Ramírez, El movimiento estudiantil de México (julio/diciembre de 1968), t. I, Editorial era-buap, México, 2008 (2ª. edición). 11 Jesús Vargas Valdés, Consuelo Uranga. La roja, op. cit. 12 Manuel Diego, Manuela Garín, Saber/Contar, ediciones Oro de la noche, México, 2013. 13 Héctor Jaime Treviño Villarreal, El sabinazo, editorial UANL-Universidad Autónoma de Nuevo León, 2013, p. 301. 10 12 Introducción bre todo en los saberes; esta expresión implica “una serie de mecanismos y sistemas de selección y cooptación que daban como resultado que, a formación homóloga, las mujeres nunca obtuvieran las metas que se corresponderían con sus disposiciones”,14 como afirma Amelia Valcárcel. Sin embargo Fernanda supo imponerse y ser respetada. Un motivo más para entrevistarla y conocer cómo lo hizo sobrellevando la maternidad. Si bien tuvo el apoyo de Raúl Álvarez Garín, con quien estaba casada, su propia entereza, su carácter, la ayudaron en todo momento a terminar su maestría y doctorado. Cincuenta años después del 68 vemos un mayor número de mujeres en los estudios llamados de “ciencias duras”, en los mismos estudios de Geología, pero antes era un círculo masculinizado, tanto que como ella refiere no había baños para mujeres en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura. Como quiera que sea desafió todo un orden rígido, como lo hizo la generación del 68, tanto el sistema político como el orden tradicional patriarcal. En su forma de ver el mundo nunca hubo barreras, así las educó su madre Consuelo. Su vida ocupa numerosas actividades, sustancialmente en el ámbito académico, tanto así que impulsa la fundación del Instituto de Investigaciones de Ciencias de la Tierra y posteriormente la Licenciatura en Geología en la Universidad Autónoma de Guerrero, cuyo campus quedó en el pueblo de Tax­ co el Viejo. Por este motivo los días 29 y 30 de octubre del 2013 le hicieron un homenaje con un programa de actividades en la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra de la uag. Además de imponerle al auditorio de esa unidad académica el nombre de María Fernanda Campa Uranga, participaron destacados investigadores y María Fernanda dictó dos conferencias, una sobre ­“Placas tectónicas” y la otra dedicada a “Terrenos Estratotécnicos”. Las actividades concluyeron con pláticas, testimonios y anécdotas sobre la homenajeada. En la actualidad es profesora-investigadora de la Universidad de la Ciudad de México. Su aporte es una forma de retribuir lo que la educación pública le proporcionó. Durante su trayectoria ha recibido varios reconocimientos por sus aportaciones científicas, como lo menciona el decano de la esia Ticomán, Jaime Rueda Gaxiola, en un acto en el ipn de abril de 2017: “fue la primera estudiante de la carrera de Ingeniería Geológica, además de ser pionera en la Amelia Valcárcel, Feminismo en un mundo global, Col. Feminismos, Ediciones Cátedra, Universitat de Valencia, Instituto de la Mujer, Madrid, 2012 (4ª. Ed.), p. 137. 14 13 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución exploración petrolera y en la investigación en Ciencias de la Tierra”15. Homenajes ha recibido varios, uno el 9 de septiembre de 2015: Petróleos Mexicanos (Pemex) le otorgó un reconocimiento entre las mujeres petroleras pioneras.16 Su actividad de investigación es permanente y por ello es invitada a dar conferencias en distintos espacios académicos en el país. Lo importante es lo que Fernanda quiso contar, compartir, sin forzarla, está acostumbrada a las entrevistas. Para mí ha sido un placer conocerla, tratarla y que me refiriera una parte significativa de su participación en los movimientos estudiantiles, por supuesto en el de 1968. Contribuye a lo que pretendemos las historiadoras de las mujeres, darlas a conocer. Aunque Fernanda no permanece en la invisibilidad absoluta, la suya es una de las historias que deben contarse con motivo de los cincuenta años del 68. Este trabajo se apoya en entrevistas a profundidad a María Fernanda realizadas entre los años 2016 y 2017. De ellas se derivaron algunos textos, uno, “Una historia de resistencia y lucha por las libertades. Fernanda Campa Uranga, 1968 (México)”,17 fue presentado en el xii Encuentro Nacional y VI Congreso Internacional de Historia Oral de la República Argentina, “Voces y Memorias en el Bicentenario de la Independencia”. Otro avance fue expuesto primero como ponencia y luego como artículo en “María Fernanda Campa Uranga, una historia de ruptura, el 68”, en Rupturas y continuidades de una época. Historia y biografía de mujeres, siglos xix y xx, que coordina Ana Lau Jaiven, en proceso de edición, un reto y compromiso que me propuse con Ana Lau y a quien le agradezco la invitación. Para concluir este trabajo fueron valiosos los comentarios alentadores de dos amigos y estudiosos de movimientos estudiantiles, el doctor José René Rivas Ontiveros y la maestra Ana María Sánchez Sáenz, responsable e integrante del Seminario Nacional de Movimientos Estudiantiles. Agradezco infinitamente a María Fernanda su disposición y generosidad para compartir su tiempo, su espacio y su vida; por eso habla de su maternidad, de sus hijos, Manuela Álvarez Campa, quien nació el 27 de noviembre Fernando Álvarez, “esia, el pilar en el desarrollo del país”, en Gaceta politécnica, n. 1324, 17 de abril de 2017, año LIII, vol. 17, p. 12. 16 “Pemex entrega reconocimientos a mujeres petroleras”, en <www.pemex.com/saladeprensa/ boletines_nacionales/Paginas/2015-082-nacional.aspx> 17 Realizado en la Universidad Nacional de Tucumán del 5 al 8 de octubre de 2016. 15 14 Introducción de 1966, y Santiago Álvarez Campa, nació el 28 de enero de 1974, ambos en México, DF. Es abuela de Emilio, de 16 años, y de Rebeca Guzmán Álvarez, 13 años, hijos de Manuela. Disfruta de la compañía de sus nietos, como de todo lo que ella hace y crea. Sé que lo escrito servirá como un homenaje a la generación del 68. 15 Infancia Al iniciar la década de los cuarenta apenas llegaban a veinte millones los habitantes que poblaban todo el país. La mayoría de la población vivía de la agricultura y el crecimiento de las ciudades iniciaba, por eso en 1940 la Secretaría de Gobernación informa que el Distrito Federal lo habitan 1 754,335 personas, de las cuales 1 447,177 viven en la Ciudad de México, capital del país. Desde entonces la capital era la gran ciudad, muy grande comparada con cualquiera de las otras ciudades. Ahí nace María Fernanda Campa Uranga el 22 de marzo de 1940. Indudablemente nació en una familia singular, hija de una destacada pareja de militantes comunistas. Es la segunda hija, su hermana Valentina nació en 1938. Presidía el país el general Lázaro Cárdenas; como diría doña Amalia Solórzano de Cárdenas, “Era otra cosa la vida”.1 No fue así para María Fernanda, quien nació cuando llega a la presidencia Manuel Ávila Camacho, quien gana las elecciones con violencia a su contrincante Juan Andreu Almazán e impulsa un viraje a la derecha en la política del país. En esos y los siguientes años el acoso a los comunistas se volvió signo de los regímenes posrevolucionarios, por lo que su familia pasó penurias y persecuciones. En ese ambiente de oposición creció, aprendió a defender sus ideas y a hacerse escuchar; se templó frente a todo tipo de adversidad. Sus padres fueron personajes que incidieron significativamente en distintos planos en la lucha social mexicana desde los años veinte. Valentín Campa Salazar nació el 14 de febrero de 1904 en Monterrey, Nuevo León. Desde joven La política de Lázaro Cárdenas apoyó a los campesinos y obreros. Su matrimonio, su vida con la familia en los Pinos es relatada por Amalia Solórzano de Cárdenas en Era otra cosa la vida, Nueva Imagen, México, 1994. 1 16 Infancia se distinguió como líder ferrocarrilero, participó en las huelgas nacionales, como la de 1926-1927. Fue fundador de la Confederación de Trabajadores Mexicanos, que surge el 24 de febrero de 1936, y junto con Miguel Ángel Velasco representó la posición del Partido Comunista en esa organización, cuyo primer secretario general fue Vicente Lombardo Toledano.2 Estuvo preso en diferentes ocasiones debido a su convicción en la defensa de los intereses de los trabajadores ferrocarrileros; la última ocasión por su participación en el movimiento ferrocarrilero de 1958-1959. Pasó once años cuatro meses entre la cárcel de Lecumberri y la de Santa Marta Acatitla, de esta salió en 1971.3 Sobre la fecha de su excarcelación la Secretaría de Gobernación refiere que fue el 1 de enero cuando María Fernanda estuvo en la Procuraduría General de la República a esperar a su padre Valentín Campa Salazar, “quien fue dejado a las 16.35 horas de este día en libertad, previa amonestación, y esperado por su hija María Fernanda y su sobrina María Hernández Salazar”.4 Consuelo Uranga Fernández nació en 1903 en Rosales, Chihuahua. Mujer comprometida con el feminismo de su época, el sufragista, fue una mujer valerosa que apoyó a José Vasconcelos en su campaña como candidato a la Presidencia de la República. Después conoció a David Alfaro Siqueiros y a María Asúnsolo Morán, con quienes ingresó a las filas del Partido Comunista.5 En 1930 Consuelo decidió irse a vivir a la Ciudad de México. Uno de sus biógrafos afirma que alrededor de 1929 se unió a Valentín, con quien compartió vida e ideales en unión libre de 1929 a 1940.6 Tiempo antes de unirse Consuelo participó en un mitin exigiendo castigo para los asesinos de Julio Antonio Mella, motivo por el que fue llevada a la cárcel de Belén, “De esta Una amplia explicación de cómo participó en la formación de la ctm aparece en Valentín Campa, Mi testimonio. Memorias de un comunista mexicano, Ediciones de Cultura Popular, México, 1978, pp. 116-119. 3 En 1930 Campa estuvo preso en la cárcel de Lecumberri, donde después de que los presos políticos hicieron cinco días de huelga los dejaron salir. Valentín Campa, op. cit., p. 69. 4 agn. Fondo Gobernación. Dirección Federal de Seguridad. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. (en adelante agn, fg, dfs, Legajo único (1959-1974).Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. 109 fojas. infomex número 0495000038617. 22 de agosto de 2017. El memorándum dice “Ferrocarrileros” y no está firmado, La fecha es 1 de enero de 1971. 5 Hija del general zapatista Manuel D. Asúnsulo y María Morán, nació en 1906 en la Ciudad de México. 6 Jesús Vargas Valdés, Consuelo Uranga. La roja, Nueva Viscaya editores, Chihuahua, Chich. 2017, p. 98. 2 17 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución manera se registró en El Machete la que fue quizá la segunda entrada de Consuelo Uranga a la cárcel”.7 Sobre Consuelo Uranga existen varios testimonios de la lucha que dieron las mujeres comunistas para formar el Frente Único pro Derechos de la Mujer (fupdm). Desde luego, siendo de gran templanza y convicción no se quedó en la lucha por el derecho al voto, fue más allá; era muy culta, le preocupaban los grandes problemas sociales y era excelente oradora, convencía a quienes la escuchaban. Más aún, era el brazo derecho de María del Refugio García Ramírez, principal dirigente del Frente. Uranga se movió a nivel internacional, fue delegada al Congreso Internacional de Mujeres contra la Guerra Imperialista y el Fascismo (agosto de 1938) y ahí conoce a Dolores Ibarruri, Encarnación Fuyola, Carmen Loyola, Irene Falcón y Elisa Uriz, comunistas de España.8 El trabajo de las comunistas mexicanas fue muy amplio, además del fupdm logró convocar a 800 organizaciones de mujeres con demandas múltiples: guarderías, apoyos agrícolas y ganaderos, molinos, escuelas, etc. Sin embargo, como bien lo aprecian algunas historiadoras, lucharon también contra la política androcéntrica de los militantes del Partido Comunista. Su doble lucha debe ser valorada. En ese hogar creció María Fernanda, La Chata, como la empezó a llamar cariñosamente su papá. A diferencia de su hermana Valentina, que era más alta, ella era delgada y bajita, ambas de carácter muy distinto: Valentina más seria y María Fernanda más juguetona. La situación económica familiar se resentía por varias razones, principalmente por la militancia política de sus padres. La clandestinidad, la lucha social, la persecución propician penurias y carencias económicas. Comenzando porque 1940 fue un año difícil para la familia: la III Internacional Comunista impulsó una campaña antitrotskista. León Trotski, quien llegó refugiado a México invitado por Lázaro Cárdenas, debía morir. Valentín escuchó esas órdenes cuando estaba acompañando a Hernán Laborde, dirigente del Partido Comunista Mexicano (pcm), ambos Apareció en el número 215 del 10 de diciembre de 1931, citado por Jesús Vargas Valdés, op.cit., p. 67. 8 Verónica Oikión Solano, “Mujeres comunistas de México. Desigualdad social y lucha política, 1935-1955”, en Adriana Valobra y Mercedes Yusta (eds.), Queridas camaradas. Historias iberoamericanas de mujeres comunistas, Miño y Dávila, Buenos Aires, 2017, p ­ . 2798. 7 18 Infancia se opusieron al asesinato de Trostki,9 lo que motivó su expulsión del partido y que Valentín pasara al clandestinaje. A la persecución del gobierno por ser comunistas se sumaba la persecución de la política estalinista. De sus recuerdos Fernanda comenta cómo les afectó: Me siento muy orgullosa de ser hija de Valentín, lo quise mucho; era un hombre muy linda gente, pero la que nos formó fue mi mamá. Consuelo decía: “Había ocasiones, cuando ustedes estaban chicas, que no sabíamos si nos iban a venir a asesinar, a desaparecer, a matar o lo que fuera, los de la kgb, los de la cia o los de la policía mexicana”.10 Los problemas económicos eran paliados con ayuda de los familiares de su madre, quienes les mandaban desde Chihuahua bolsas de papas, de frijoles y algo de manzanas. Por eso las niñas Campa aprendieron “a comer lo que había”. Las explicaciones de Consuelo a sus hijas eran claras y formativas: Mi mamá nos explicaba por qué la corrían de sus trabajos; porque no se dejaba corromper, y además se encargaba de decirnos; “A su papá lo corretean y lo tienen en la cárcel, no por delincuente sino por luchador social y tal y tal”. Y además tenía que ir a sus reuniones de mujeres. Mi mamá era feminista y nos llevaba porque no tenía dónde dejarnos. Mi mamá nos arreglaba para ir a ver a mi papá en la cárcel en la época que pasó unos cinco o seis años cuando el charrazo (1948).11 Tan pronto aprendió a leer se dio cuenta de la importancia que tenían los libros colocados en los estantes de la casa, los que podía consultar, leer, revisar, sin censura alguna. En ocasiones especiales su madre les regaló libros. Cuando La Chata comenzó a ir a la escuela y gradualmente también a leer, fue su madre quien le exigió leyera quince páginas al día, cosa que no le costó cumplir Valentín Campa explica esta decisión en su libro autobiográfico: “era evidentemente un grave error el planteamiento de la eliminación de Trotsky; este punto de vista lo expresó Hernán Laborde al delegado de la III Internacional. Dicho representante lo amenazó; le dijo que se atuviera a las consecuencias derivadas de su actitud puesto que la indisciplina a la III Internacional se pagaba muy caro”. Valentín Campa, op. cit., p. 161. 10 Entrevistas a María Fernanda Campa realizadas por Gloria A. Tirado Villegas en Naucalpan, Estado de México, el 20 de mayo y 27 de julio de 2016. 11 María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016 y 27 de julio de 2016. 9 19 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución “en realidad”, pues como dice ella, “me valió gorro”. Tampoco le fue difícil ser una alumna aplicada, comentó en una entrevista. Sus primeras lecturas fueron historietas como La pequeña Lulú y libros de la colección Billiken, que según afirma “no le dejaron ninguna huella”, salvo la práctica de leer. Pero sólo pasarían unos cuantos años para que sobreviniera un cambio como lectora. “A los 13 años, en la adolescencia, tuve en mis manos dos libros que me eché de un jalón, y que desde esa edad hasta ahora me apasiona leer: Un hombre de verdad, un libro ruso de Nikolái Ostrovski, y Así se templó el acero”.12 A la postre, el ambiente familiar en que creció le dio ventajas frente a otras niñas. Sus recuerdos sobre su infancia la llevan a la colonia Aarón Sáenz, ahí por Balbuena, cerca de Jamaica, en “una casita que [mi mamá] compró en 50 pesos mensuales [risas]”. Sus primeros pasos en las aulas fueron en “un kínder que estaba enfrente de la casa”. En los siguientes años debían recorrer diez cuadras para llegar a la escuela Estado de Tamaulipas, primaria del gobierno del Distrito Federal. Ellas, como muchos niños, caminaban sin la compañía de adultos; la Ciudad México era hasta cierto punto tranquila, pocos coches, cielo azul, volcanes relucientes. Donde terminaba su colonia se veían pastizales, vacas, era campo; había un campo de aviación junto a la escuela y esto hacía divertido el itinerario. En una ida a la primaria, por ejemplo, conocí a Pedro Infante, del cual me enamoré porque me cargó, porque yo jugaba beisbol, jugaba ahí junto de la primaria, y yo soy generación aún de las primarias segregadas: en la mañana iban las niñas y en la tarde los hombres.13 Las dos niñas eran buenas estudiantes, les encantaba ir a la escuela. A María Fernanda le gustaba convivir con sus compañeritas y pese a la educación atea que tenía sobrellevaba las conversaciones a veces religiosas de sus amigas; ella era franca, decía lo que pensaba. Desde la primaria mostró capacidad para la aritmética, la geometría y todo lo que implicara números. También obedecía Datos tomados de Amelia Rivaud Morayta y Mauricio Sánchez Álvarez, “Una mujer de verdad: lectura y militancia de María Fernanda Chata Campa”, en Antropología, pp. 76-89, en <ht tps://revistas.inah.gob.mx/index.php/antropologia/article/download/3614/3498>, consultado el 16 de mayo de 2016. 13 Entrevista a María Fernanda Campa, 27 de julio de 2017. 12 20 Infancia a las maestras y aunque se tratara de menesteres que podían considerarse “tradicionales” los aprendía. Incluso déjame decirte que una maestra que tuve me enseñó a bordar y me gustaba; sé bordar bien, nunca lo hago pero me gusta. Me gustaba también ver la bordadera (risas) y el estilo de la época. […] Mi mamá me daba 25 centavos para comprarme un refresquito y tres tacos porque ella no tenía tiempo para guisar. A duras penas cuando regresaba me mandaba a comprar las tortillas pa’ comer. O sea, ella trabajaba. Yo digo ¡qué difícil!14 Consuelo vivía de dar clases y de traducir algunos textos, por fortuna tenía una formación sólida, era trilingüe, había estudiado en una escuela protestante, en el Colegio Palmore de El Paso, Texas, donde estudiaban hombres y mujeres hijos de familias católicas que buscaban una mejor preparación para ellos.15 Por eso hablaba y escribía perfectamente el inglés, tanto que en 1921 fue “contratada como traductora del inglés al español en el Banco Minero, mejorando notablemente su economía familiar”.16 Los conocimientos y sus inquietudes la llevaban a buscar diversos trabajos y los lograba aunque lamentablemente no eran permanentes. Crecer en lo que María Fernanda llama un barrio de la Ciudad de México, donde había mucha convivencia, le brindó otras experiencias: el 15 de septiembre, por ejemplo, se festejaba la Independencia en la calle con los vecinos. Con gran razón afirma: Estábamos solas y a la vez rodeadas de mucho afecto y las dos con una educación muy especial; ahí es donde yo digo que sí es en la casa donde te formas, las escuelas no importan. Mi mamá nos llevaba los fines de semana con varios chamacos de excursión, íbamos muy contentos. Íbamos a distintos sitios. Me acuerdo muy bien que un día fuimos al Desierto de los Leones, mi mamá, obviamente, no tenía coche ni nada, nos íbamos en camión a donde se podía, a distintos sitios.17 María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. Jesús Vargas Valdés, op. cit., p. 21. 16 Jesús Vargas Valdés, op. cit., p. 24. 17 Entrevista a María Fernanda Campa Uranga, 27 de julio de 2016. 14 15 21 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Cuando niña le gustaba jugar con animalitos: …desde chiquitita, no sé por qué nunca se me olvidó, yo tenía una carreolita de muñecas, pero ponía una gallina, tenía una gallina negra que se dejaba como gatito o perrito y ahí la guardaba yo. Nunca lo olvido. Había gata con gatitos y mi mamá era en ese sentido muy tranquila, nos dejaba tenerlos.18 Llegó la adolescencia y con ella el cambio de escuela. Ingresó a la Secundaria Número 6, que estaba pegada a la prepa de San Ildefonso de la unam. En esa época había pocas secundarias y para llegar a clases debía trasladarse en camión. Ahí conoció otro ambiente, aunque la escuela era de mujeres convivían con preparatorianos. Conoció el centro de la ciudad, el centro histórico; de repente se iba de pinta con sus compañeros, aunque en eso Valentina no la secundaba. Valentina estudiaba dos grados adelante, iba en tercero y María Fernanda en primero. Los sábados iban a ver películas. Todo eso era muy agradable, opción que disfrutaba desde la primaria y en la secundaria también. Estas distracciones no le causaron problemas de ningún tipo, no descuidaba sus estudios. No faltó la ocasión en que un maestro expresara alguna opinión crítica a su padre, ellas sabían aquilatarla, así como encontraban simpatizantes también. Me acuerdo de un maestro de inglés que era del Partido Comunista, creo que entonces nos trataba más o menos… Fuimos herederas para bien o para mal de Valentín; entonces los que querían a Valentín lo transmitían y los que no pues también [risas]. Pero aprendimos a sobrellevarlo, yo por lo menos pues no sé mi hermana. Al final de cuentas yo digo que eso a mí no me afectó. Y sí tuvimos una niñez feliz, si tú la ves desde fuera pues está ruda, pero nosotras no lo veíamos así.19 Como cualquier adolescente tuvo novio, no faltaba quien, y en ocasiones se iba de pinta, pero como era buena estudiante sabía resolver cualquier dilema escolar. Siempre manifestó inquietudes de diferente tipo y desde la secundaria se interesó por incluirse en un grupo de canto, le encantaba todo lo relacionado con la cultura. Después ingresó al club de alta montaña sin tener el equipo adecuado. Ella lo rememora: “como éramos pobres no tenía sleeping, entonces 18 19 Ibídem. Ibídem. 22 Infancia con una cobija aquí en la espalda y ¡vámonos! Con esos del club caminabas, te explicaban cuál era el norte, que los musgos, todo eso lo aprendí en la época de secundaria”. Creció en un ambiente en el que se reunía gente intelectual de izquierda. Su mamá era muy amiga de Silvestre Revueltas porque él si era del partido: “son de las cosas que recuerdo, que ella me contaba y que me llevaba como de tres meses. Por ahí hay una foto de mí chiquitita”. Alguna vez le relató su madre que algunas amistades le dejaron de hablar al conocer que se separaba de su papá, “porque ya sabes el estilacho de la época, y también el sectarismo”. Aunque finalmente sí se separaron, pero fue después. En ese ambiente se formó y atribuye a la crisis económica las diferencias físicas entre las dos. Ella llegó a medir 1.63 m y su hermana Valentina era una mujer de uno setenta y tantos, “fuertota, grandota”. Todo indica la sana juventud con la que creció María Fernanda, no se diga Valentina. Ambas eran muy receptivas a la problemática que las rodeaba. No era para menos porque su madre las llevaba a todas sus reuniones y donde escuchaban los problemas de las demás mujeres. El feminismo de Consuelo buscaba el sufragio y la igualdad de salarios. Consuelo tuvo una activa participación en la fundación del Frente Único Pro Derechos de la Mujer, que fundaron en 1935; en este Frente se situó la lucha de varias comunistas que merecen ser nombradas y que conservó como amigas por siempre: Refugio García, Concha Michel, Adelina Zendejas y Benita Galeana.20 No siempre era posible que se frecuentaran porque cada una de ellas realizaba trabajo político en distintos lugares. Al escuchar a sus amigas, Concha Michel entre ellas,21 y a camaradas, como Hernán Laborde, las niñas Campa aprendían a convivir con los mayores, lo Enriqueta Tuñón Pablos, ¡Por fin… ya podemos elegir y ser electas!, México, Conaculta-inah, Plaza & Valdés editores, 2002, p. 49. 21 “Aun siendo compañera de vida de Hernán Laborde, secretario general y primer diputado del Partido Comunista Mexicano, fue cortejada por muchos de los miembros del Partido, que no la respetaban ni por ser la compañera del secretario general. Concha se atrevió a criticar las actitudes machistas y la misoginia de la izquierda mexicana (…) En 1938 apareció el libro Corridos revolucionarios y en 1951 Cantos indígenas de México. Desafortunadamente hay mucho material que permanece inédito en archivos familiares o institucionales y otra parte se ha perdido. /Se incorporó como miembro activo del movimiento artístico que emergió tras la Revolución Mexicana, con un gran interés por la música popular y comprometida en su rescate”. Tere Estrada, “Concha Michel: Entre corridos, feminismo y revolución”, en Correo del 20 23 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución que les daba otra dimensión de la realidad, compromiso y conciencia. María Fernanda evoca a Hernán Laborde, que estaba casado con Concha Michel, quien iba a su casa a visitarlas y en uno de esos encuentros les enseñó una canción que todavía cantaba y recordó: Sol redondo y colorado como una rueda de cobre, tú siempre me estás mirando, tú siempre me miras pobre. Sol que eres tan parejo para repartir tu luz, anda vete y dile al amo que haga lo mismo que tú. ¡Era Concha Michel! Concha Michel se separó de Laborde porque lo acusó de machirrín, según creo. Laborde era un alma de Dios; yo lo traté porque era muy amigo de mi mamá y venía a la casa incluso de viejo. La Concha Michel tiene un montón de cuentos y canciones. Son pequeños recuerdos que me dan idea de lo que hacíamos.22 La canción que entonó María Fernanda, “Sol redondo y colorado”, es una de las composiciones sobresalientes de Concha Michel para el corrido de Gutiérrez Cruz, que se convirtió por un tiempo en el himno del Partido Comunista Mexicano.23 Entre otras amistades que conservó Consuelo se encuentra María Efraína Rocha, una dirigente del movimiento de mujeres. Qué no habrían de conocer las niñas ya adolescentes al escuchar a las y los mayores hablando de sus derechos en aquellos años intensos de lucha contra la carestía, o bien oyendo a su madre hablar con los campesinos de Xochimilco. Los discursos de Consuelo eran incendiarios, la misma Adelina Zendejas lo reconocía así. Tenía una experiencia innegable en la oposición y dentro de la oposición con una postura feminista que se manifestó de diversas maneras. Una de ellas fue su aceptación para postularse como candidata suplente, por el 9º. Distrito Electoral en 1934, pese a que las mujeres no habían logrado el derecho al voto y el Bloque maestro. <http://www.correodelmaestro.com/publico/html5122016/capitulo5/concha_michel_entre_corridos_feminismo_y_revolucion.html>, consultado el 29 de junio de 2017. 22 Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 23 Tere Estrada, op.cit., p. 3. 24 Infancia Obrero y Campesino Nacional no estaba reconocido.24 Ni duda cabe que era arrojada en ese ambiente en el que las mujeres abrían brecha. En los archivos Casasola hay una fotografía de Consuelo de entonces. María Fernanda tuvo en Consuelo una madre que salió adelante sola y no cedió en sus ideas de justicia social ni en su ayuda a las mujeres. María Fernanda reconoce en su madre esa lucha y un día escuchó a su padre Valentín decir: “cuando conocí a Consuelo ya era ella…”, le dio mucho gusto que él lo confirmara. “Me siento muy orgullosa de ser hija de Valentín, lo quise mucho; era un hombre muy linda gente, pero la que nos formó fue mi mamá. Consuelo”. 2014. En 1934 los comunistas, unidos en el Bloque Obrero y Campesino Nacional, presentaron candidaturas, con Hernán Laborde a la cabeza. Desde luego, sabían que no iban a ganar, a finales de marzo lo determinaron, y a través de su órgano informativo Bandera Roja fueron informando. Llama la atención la postulación de mujeres del Bloque porque aún no tenían el derecho a sufragar; entre ellas Consuelo Uranga fue postulada candidata suplente por el 9o. Distrito Electoral, el propietario fue Nicolás Torres. Un volante publicado en Bandera Roja llama a votar: “¡Mujeres pobres del 9o. Distrito! ¡Influid para que vuestros familiares voten por los candidatos de la única organización política que dará igualdad absoluta de derechos ´políticos a las mujeres!/ ¡Ni un voto a los candidatos de los Partidos burgués-terratenientes! ¡Ni un voto a nuestros explotadores!”. Manifiesto publicado en Bandera Roja. Javier Mc Gregor Campuzano, “Bandera Roja, órgano comunista de información político-electoral, 1934”, en Signos históricos, núm. 9, enero-junio, 2003, p. 118. 24 25 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Consuelo Uranga Fernández. Valentín Campa Salazar en Lecumberri. 26 Tina, Valentina Los documentos de la Dirección Federal de Seguridad siempre mencionan a las dos hijas de Campa durante la década de los sesenta, después sólo se refieren a María Fernanda. ¿En qué momento se pierde la huella de Valentina y por qué María Fernanda sí la menciona, aunque las fechas no están precisas en su memoria? Los recuerdos se agolpan y cruzan sentimientos profundos sobre los diferentes momentos en que ellas convivieron. Valentina nació en 1938 y María Fernanda en 1940, los tres años de diferencia entre ellas pronto aparecieron, tanto en lo físico como en el carácter. Las dos convivían muy bien, eran bien portadas. Valentina era mayor, cursaban diferentes grados y fuera de la casa cada quien cultivaba sus propias amistades. La primera respuesta la da María Fernanda: “ella se casó muy joven y se fue de la casa cuando yo tenía 16 años, entonces a esa edad ya fue de lejos la relación. Siempre anduvimos trabajando políticamente y con los mismos grupos porque ambas éramos estudiantes del Politécnico”. En la siguiente conversación afloró otra razón más. Valentina siempre fue buena estudiante y en la adolescencia y la juventud creció con altibajos en el carácter y en las maneras. Entonces la relación con ella se volvió difícil después, hasta que le dieron al clavo: resultó bipolar, bueno, no sabíamos qué era eso ni nada de problemas de esos. Valentina estudió Ingeniería Electrónica en la esime, se casó muy joven; con el primer marido tuvo una hija y después se separaron. Fernanda agrega: “se casó a los 18 años”. Después se casó con un chileno en segundas nupcias en 1968, con quien tuvo otro hijo. Con el chileno tuvo un hijo en Santiago de Chile, 27 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución antes del golpe de Estado de Pinochet, ahí vivía y se llevó a su primera hija con ella. Fue allá donde empezaron a manifestarse algunos síntomas de salud. Coincidió cuando María Fernanda atendía a Raúl en una cárcel y a su papá en otra, fue entonces que se dieron cuenta que Tina dejaba cosas a la mitad y no acababa la maestría teniendo mucha capacidad, pero ignoraban a qué se debía. Valentina no podía salir de Chile porque el niño era chileno y al marido lo habían encarcelado, era director del Instituto de Geociencias de la Universidad de Chile. Por fin pudo salir y regresó a México. Por fortuna, comenta María Fernanda: Aquí le dieron trabajo. Organizaron con la Cruz Roja que sacaran al marido de la cárcel porque la unam le dio trabajo, era doctor en geofísica. Pero mi hermana no acabó la maestría que fue a hacer, aunque creo que finalmente sí terminó ingeniera electrónica. A su regreso su comportamiento chocaba mucho con mi mamá. La hija la metió a un hospital psiquiátrico y le diagnosticaron una enfermedad, le llamaban “maniaco depresiva” en aquella época. Yo supe esto después porque me dejó de hablar también.1 La medicina no estaba tan adelantada entonces y cuando murió Consuelo, Valentina cayó en una crisis. Comenta María Fernanda: Si ustedes saben algo de la enfermedad bipolar, tienes una vida normal y de repente tienes picos de comportamientos pa’ arriba y eres muy agresivo o picos de comportamiento pa’ abajo y acaban hasta en el suicidio; por decir rápidamente de lo que acabé entendiendo de lo que tenía mi hermana. Ella tuvo una niñez sana, ­estábamos bien. Don Valentín pensó que era una enfermedad derivada de la represión política, de lo que él había sufrido y había hecho vivir a la familia; de la persecución y de lo que ellos (Valentina y su esposo) vivieron estando en Chile. Le comentó su preocupación a María Fernanda: “es una enfermedad política, porque sufrió todo esto por mí” y ella le contestó: “¡Ay, qué exagerado, Valentín!”. “Pero yo creo que sí es cierto porque a la larga empezó cada vez con mayores problemas, incluso de sostenimiento.” 1 Entrevista a María Fernanda Campa, 27 de julio de 2016. 28 Tina, Valentina Otro motivo más que le generó la siguiente crisis a Valentina, que fue muy grave, consistió en que su esposo le quitó a su hijo pequeño porque se enteró que el niño estaba sin atención y no lo llevaba ni a la escuela. O sea, un problema mayor. En sus años escolares Valentina era muy brillante pero no pudo concluir y desarrollar alguna otra gran cosa más. Todo se complicó para la familia –¿cómo la sostendrían, cómo la apoyarían?– “hasta que murió después de mi mamá y antes que mi papá. Hay mucha gente que la conocía y la estimaba y la ayudaba pero tenía ese problema: de repente dejaba todo y luego otra vez. Ya no hizo trabajo político ni trabajo ninguno más”. Para Consuelo fue muy duro verla así. Cuando ella se preparaba para ir a visitarla en Chile sucedió el golpe de Estado y ya no pudo trasladarse. “Mi mamá participaba en toda la solidaridad y mucha de su preocupación era ella. Porque yo creo que ni ella supo lo que tenía, nada más era así muy difícil.” Para María Fernanda la relación con su madre fue siempre estrecha, y así expresa aquellos últimos años de su mamá y de Tina: En sus últimos años mi mamá se vino a vivir aquí conmigo porque ella vivía sola, pero ya no pudo. En unas vacaciones que nos fuimos todos se atoró en el baño y ya no pudo salir, entonces le dije “Viejita, ya no puedes vivir sola, ni modo. Ya sabemos que eres muy independiente”. De ahí en adelante se quedó a vivir en la casa, dormía en el cuarto de mi hija y aquí murió. Tina la venía a ver pero muy de vez en cuando; no era buena su relación… Tenían alguna bronca que yo no entiendo. Me acuerdo que cuando murió la velamos y dije “yo aquí me quedo” y mi hermana estuvo un ratito y se fue… ¡Hombre, es su madre! Y yo creo que ahí fue cuando mi hermana tuvo un bajón, ya no se recuperó. Encontraron unos buenos hospitales donde ella dormía y salía a trabajar pero su vida fue triste. Para mi papá fue triste. Entonces así fue al final, muy triste, muy doloroso, muy pesado, es quizá el dolor más grande que he tenido en mi vida.2 2 Entrevista a María Fernanda Campa, 27 de julio de 2016. 29 La Vocacional Número 1 Cruzaba los 16 años cuando María Fernanda debía elegir qué estudiar, por cuál carrera optaría. Le pareció que debía elegir la Vocacional 1 del Instituto Politécnico Nacional, nivel equivalente a la preparatoria. Finalmente prefirió esta vocacional porque era la antesala a la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura. Quería estudiar arquitectura, aunque después, ya en la carrera, optó por estudiar geología. A ella y a su generación les toca vivir un periodo complicado por la Guerra Fría y la efervescencia de luchas y movimientos sociales. El edificio de la Vocacional 1 se encontraba adentro del Casco de Santo Tomás, cercano a otras escuelas como la Vocacional 3; por lo tanto una maravillosa vida estudiantil se vivía en la zona, también cercana al centro. El ipn, fundado en 1936 por el general Lázaro Cárdenas del Río, gozaba de mucho prestigio, su fuerte principal eran las ingenierías. Ingresar a una escuela de enseñanza media superior con esta especialidad era una opción para escasas mujeres. Cerca de esta zona había cines, como describe Jesús Vargas: “En aquellos años las salas eran muy grandes, y entre quienes vivíamos por el Casco de Santo Tomás el cine predilecto era el Cosmos, donde se podían ver tres películas por un peso con cincuenta centavos”.1 Ingresar a la Vocacional y desarrollarse en una escuela mixta fue su primer reto porque había estudiado la primaria y la secundaria con puras mujeres. María Fernanda y su hermana Valentina estudiaron en escuelas segregadas; Jesús Vargas Valdés, La patria de la juventud. Los estudiantes del Politécnico en 1968, Nueva Viscaya Editores, Chihuahua, México, 2008, p. 74. 1 30 La Vocacional No. 1 de ahí en adelante su vida cambió de amigas a amigos. Era una escuela muy grande, dice ella: “habíamos tres mujeres, dos que se fueron a arquitectura y yo, que me cambié a geología”. Además, por el hecho de que fuera una escuela especializada para ingenierías y arquitectura no había muchas compañeras. No sufrió más que agresiones normales de la época. Lo piensa ahora y lo dimensiona: “yo creo que les debo haber gustado y lo sentía como cierta agresión”; pero eso no le importó.2 En esos años batalló más con algunas materias que le fueron difíciles. A María Fernanda le toca vivir el episodio del movimiento estudiantil de 1956, el que evoca con vehemencia por ser su primera participación activa voluntaria. Este movimiento estudiantil marcó los siguientes, desde la ocupación militar de los recintos en 1956 hasta la ocupación militar de la Universidad Nicolaíta en 1963 y los movimientos que estallaron en los estados, cuyas demandas eran de autonomía universitaria. En ese clima de efervescencia estudiantil, exacerbado por la violenta intervención del gobierno en las instituciones de educación superior, que en algunos casos llegó a la intervención del ejército, las ideas libertarias circulaban. Aunque también existen catalizadores memorables como la Revolución Cubana. Ilán Semo afirma: Circunstancialmente, el movimiento universitario recupera dos tradiciones que hasta entonces se habían encontrado en campos contrarios: la tradición de la “educación popular” de apoyar las causas de los trabajadores y la tradición liberal de aparecer enfrentados al gobierno…3 El movimiento estudiantil al que se refiere María Fernanda Campa fue duramente reprimido; el 23 de septiembre de 1956 entra el ejército al Internado del ipn, actualmente Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. El principal objetivo de los politécnicos era que no desapareciera el Internado porque era una gran ayuda para los estudiantes de provincia y de escasos recursos. La valiosa descripción de Jesús Vargas ayuda a comprender cómo estaba acondicionado el Internado. Desde 1952 los estudiantes se trasladaron al nuevo Entrevista, 13 de julio de 2017. Ilán Semo, “III. Ascenso y cólera de las clases medias”, en México un pueblo en la historia, tomo 4, Enrique Semo (coord.), México, Universidad Autónoma de Puebla, editorial Nueva Imagen, 1982, pp. 111-112. 2 3 31 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución edificio, construido en los terrenos del antiguo parque Plutarco Elías Calles, anexo al Casco de Santo Tomás. Su ubicación quedó entre las calles de Carpio, Plan de Ayala y Calzada México-Tacuba.4 La construcción concluyó en 1951 y ocupó un área total de una hectárea; fue inaugurado en 1952. Al mismo tiempo las autoridades crearon varias “casas hogar” cercanas a la zona escolar porque las solicitudes rebasaron el cupo del Internado. La lucha de los estudiantes era más que legítima ante las amenazas del director general del Instituto de desaparecer el Internado, que en ese momento albergaba a mil alumnos. El 1 de abril de 1956 se colocan las banderas rojinegras en todas las escuelas del ipn. Nicandro Mendoza Patiño, dirigente de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (fenet), hace un llamado a la huelga general en el Casco de Santo Tomás. Años más tarde Nicandro comentaría: Los estudiantes luchamos por más horas de clase, más maestros, más laboratorios, más talleres, más aulas, por la construcción de la Ciudad Politécnica. Por más becas, más casas hogar, más hogares colectivos y por la construcción de internados para que se ampliaran las oportunidades de educación de los hijos de obreros y campesinos. La huelga duró poco más de siete semanas (del 10 de abril al 21 de junio); terminó cuando el ejército allanó el Internado el 23 de septiembre y aprehendió a Nicandro Mendoza y a varios estudiantes, quienes estuvieron presos varios días y fueron liberados en diciembre de 1958, mientras Nicandro permaneció dos años y medio en la cárcel.5 El tratamiento que les dieron a los estudiantes fue el mismo que les darían a los ferrocarrileros y maestros dos años después y luego a los médicos. Era impensable que María Fernanda se hiciera a un lado, había crecido escuchando de luchas y resistencias, y pese a que su hermana Valentina se casó muy joven y se fue a vivir a su casa, ambas trabajaban políticamente y con los mismos grupos, siempre en la denuncia de todo tipo de vejaciones e injusticias. El caso es que en 1956 estalla la huelga porque entró el ejército al Internado, que hoy es la Escuela Nacional de Biología. Estalla la huelga y mi escuela ahí fue. 4 5 Jesús Vargas Valdés, op. cit., p. 36. Nicandro Mendoza falleció el viernes 30 de septiembre de 2016. 32 La Vocacional No. 1 Pedí la palabra, era un escándalo porque era la única mujer. Entonces, claro, no se crean, yo me sentí soñada. Pedí la palabra y la Escuela se fue a huelga. Ahí me estrené, digamos, con trabajo propio, como estudiante. Yo voté porque nos fuéramos a la huelga, los convencí. El regreso de la huelga fue difícil, sobre todo para los chicos que estaban en el Internado porque ya no los dejaron seguir estudiando. En la Vocacional 1 conoció a Raúl Álvarez Garín; mantuvo cierta amistad con él, los unía el alpinismo, que también practicaban, aunque sus corazones se encontraron años después. Durante el régimen de Adolfo Ruiz Cortines no era fácil la vida para mucha de la población, además de la situación económica que vivía el país la oposición al régimen, que apoyó al general Henríquez Guzmán, era perseguida, hostigada. Aunque ella no participó en el movimiento henriquista, más que acompañando a su mamá, le toca vivir los movimientos sociales protagonizados por los gremios de maestros, telegrafistas, ferrocarrileros; 1958 es un año de protestas de trabajadores. Comencemos por una breve semblanza del movimiento magisterial de 1958. El movimiento de maestros era liderado por Othón Salazar, quien había formado el Movimiento Revolucionario del Magisterio (mrm); su lucha surge en 1954 como dirigente de la primera huelga de la Escuela Normal Superior.6 A finales de 1957 el movimiento de maestros extiende su presencia en las escuelas primarias del Distrito Federal. El elemento detonador del conflicto ocurre en abril de 1958 con la represión policiaca a una concentración de maestros que se realizaba en el Zócalo demandando el 40 por ciento de aumento en los salarios. La reacción del gobierno fue endureciéndose y el 7 de mayo de 1958 los expulsan de los planteles. El movimiento continúa con apoyo de varios grupos de trabajadores y estudiantes. El 7 de septiembre, En 1956 el Frente Sindical Magisterial, encabezado por Othón Salazar, organizó la lucha de la sección IX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (snte) por mejoras salariales. Entusiasmados por la victoria de otros sindicatos, los maestros de primaria emplazan a la Secretaría de Educación Pública (sep) y le piden “14% de aumento o huelga”. Cuando en 1956 los líderes oficiales del snte negocian un incremento salarial que no llegaba ni a la mitad de la demanda inicial, Othón decide convocar a un mitin de protesta en el zócalo de la ciudad. “La respuesta de las autoridades resultó sangrienta: varios muertos y decenas de heridos”. Lejos de liquidar el movimiento, la represión lo alimenta, los othonistas toman la sep. Durante casi un mes, más de 1 500 maestros permanecen en el edificio. 6 33 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución cuando el mrm se proponía realizar una manifestación para exigir el reconocimiento de la nueva dirigencia sindical y para apoyar las demandas de los ferrocarrileros, los maestros fueron reprimidos de forma violenta. Antes de realizarse el mitin Othón Salazar y los principales dirigentes son aprehendidos. El movimiento magisterial tuvo un fuerte apoyo de los trabajadores y de los estudiantes, por eso María Fernanda rememora no sólo el movimiento sino a su dirigente, a quien trató cercanamente: A Othón Salazar siempre lo voy a recordar con mucho afecto. Yo todavía estaba en la Voca y andábamos haciendo pintas; éramos estudiantes solidarios con los maestros. Hacíamos pintas, no éramos nadie. Simple y llanamente “solidaridad con el movimiento del magisterio”. No como ahora, ya ves, ahí andan 25 años después o más y la gente sigue igual. Era un verdadero líder Othón Salazar, un tipazo. Lo dejé de ver años y siempre lo cuento: ya estaba yo vieja, no tanto como ahora, pero lo volví a ver. Él, como no había cambiado muchísimo, me reconoció: “¿Qué tal Chata?”. Dije yo: “¡Hay Dios mío, pero qué memoria!”. Porque él era un líder, fue un líder importantísimo en la historia de ese periodo. 7 El movimiento magisterial había logrado detener y cuestionar la fuerza del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, un sindicato oficial, “charro”. Esa era la principal preocupación del gobierno, la posibilidad de perder el control. La participación en la protesta y de apoyo al movimiento del magisterio de María Fernanda fue decidida. Por supuesto, no pasaba inadvertida, ni para el líder Othón ni para los espías de la Dirección Federal de Seguridad, que en un memorándum refieren su presencia con el grupo Vanguardia Revolucionaria: El día de hoy desde las 18.00 principiaron a concentrarse maestros, estudiantes y padres de familia, en el Monumento a la revolución, iniciándose la manifestación organizada por el Movimiento Revolucionario del Magisterio a las 19.05 horas, encabezando el contingente Othón Salazar, Encarnación Pérez Rivero, Manuel Ontiveros Balcázar, Lino Medina Salazar y demás líderes del mrm y exdirigentes del Comité Ejecutivo de la Sección IX del snte, (…) del total de asistencia registrada en la manifestación, corresponden 30 a estudiantes del ipn, pertenecientes 7 Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 34 La Vocacional No. 1 a Vanguardia Revolucionaria, encabezados por Valentina y Fernanda Campa, 150 (ciento cincuenta) estudiantes de la Escuela Nacional de Maestros, en su mayoría del turno nocturno encabezados por Jesús Sosa Castro y José Aguilar Molina…8 En el memorándum citado mencionan a las dos hermanas con Vanguardia Revolucionaria, organización que habían creado y confirman algunos participantes, como David Vega. Al movimiento magisterial lo siguió el movimiento ferrocarrilero. Fernanda cursaba ya su carrera de geóloga cuando en el 59 su padre fue aprehendido a causa del movimiento ferrocarrilero; le imputaban varios cargos, entre otros el delito de disolución social. “En una militancia logramos organizar a los estudiantes en células en cada una de las escuelas”, recuerda María Fernanda. El movimiento ferrocarrilero estalló tres huelgas por aumento salarial, dos en 1958 y una en 1959. Fernanda se incorporó a este movimiento repartiendo propaganda. Los trabajadores ferrocarrileros estaban cansados del charrismo sindical y Demetrio Vallejo, después de recorrer las secciones sindicales, ganó las elecciones como secretario del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (stfrm). Sin embargo, En esas fechas Vallejo estaba por ganar el sindicato, algo inusitado, también importantísimo en la vida del corporativismo que todavía tenemos hoy. Estábamos en un mitin, andaba yo con un compañero, con varios, pero era un compañero de la universidad, me acuerdo porque tenían un montón de volantes. En esa época había mucha represión en las marchas, ahora son rete tranquilas pero en esa época teníamos que ir “buzos” porque te caían encima 9. Por ejemplo, yo les tenía mucho miedo a los caballos pero me lo aguantaba. En esa época me acuerdo que estaba lloviendo y entonces me metí los volantes abajo del impermeable, como si estuviera embarazada, tenía 17 años, pero igual. Entonces vino la patrulla, vinieron y nos arriaron. A mí se me cayeron todos los volantes, después me pegaron y me metieron detenida con otros compañeros a una patrulla enrejada conocida como “julia”.10 agn, fg, dfs, Legajo único (1959-1974).Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. 109 fojas. infomex número 0495000038617. 22 de agosto de 2017. Caja 301806. 2017. 22 de agosto de 2017. Memorándum firmado por Manuel Rangel Escamilla, junio 7 de 1960. 9 “Buzos”, término coloquial que significa “listos”, “atentos”. 10 Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 8 35 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Detengámonos un poco para entender algunos aspectos del escenario en el que estalla este movimiento. El primero es la Guerra Fría y el anticomunismo, que desde la presidencia de Miguel Alemán se había desatado y al que no fue ajeno el siguiente presidente, Adolfo Ruiz Cortines. En realidad ambos apoyaban al charrismo sindical porque ese sistema corporativista les funcionaba. Segundo, la política económica de estos gobiernos apoyaba la inversión de capital extranjero dándole todas las facilidades y a costa de mantener bajos los salarios, que habían disminuido por la devaluación del peso frente al dólar. Ferrocarriles Nacionales de México, empresa estatal, no era la única industria donde ocurría esa situación pero los ferrocarriles eran la columna vertebral de las actividades económicas. Las movilizaciones eran enormes, junto con paros simultáneos de ferrocarrileros, telegrafistas federales y profesores, también los estudiantes se movilizaban en apoyo. La lucha, motivo del Plan Sureste en 1958, se ganó. Valentín Campa afirma: “así se conformó uno de los éxitos más grandes del movimiento sindical mexicano y la primera gran derrota del charrismo por las masas, el Sindicato inició una nueva fase de lucha por la democracia interna y la elevación de la militancia sindical”.11 Para el gobierno detener el avance de las luchas del sindicalismo independiente y apoyar al sindicato oficial fue una decisión para derrotar a Demetrio Vallejo, líder nato y admirado por la base de los trabajadores, quien había ganado la secretaría general del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana. El 28 de marzo de 1959 hubo una represión brutal: la sede del sindicato fue allanada por el ejército, los talleres de Ferrocarriles, las estaciones. En la represión intervinieron, además del ejército, las policías del país. Se estableció el estado de sitio en los barrios donde vivían los ferrocarrileros y como consecuencia se “despidió a más de 10 mil ferrocarrileros, cantidad que disminuyó poco a poco. Así y todo, miles de ellos permanecieron en la calle por muchos años”.12 Imposible no detenernos en el momento en que Valentín fue a la cárcel, hecho que cambió profundamente la vida de la familia Campa Uranga. Aunque Valentín ya no vivía con Consuelo, a ellas les dolía lo ocurrido. Valentín fue llevado a la cárcel de Lecumberri y después pasó a Santa Martha Acatitla; las visitas de sus hijas a la cárcel fueron frecuentes. Para ellas él fue un gran 11 12 Valentín Campa, Mi testimonio…, p. 245. Valentín Campa, op. cit., p. 249. 36 La Vocacional No. 1 padre, con la limitación de que por sus ideas políticas no pudo ni podía estar con ellas. Por eso Fernanda confirma: “para mí es Consuelo (refiriéndose a su madre) quien nos formó, nos educó”. Cuando su padre es llevado a la cárcel ella tenía 18 años, recién entraba a la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del ipn. Debieron ser difíciles esas circunstancias, era la décima ocasión que Valentín Campa ingresaba a un penal, aunque esta vez duró varios años, once años y cuatro meses para ser exactos. Antes de que entrara a la cárcel, María Fernanda lo ayudaba con sus papeles, los ordenaba en el departamentito clandestino a donde sigilosamente acudía. Su padre andaba con la señora Esperanza, quien fue su mujer después, aunque antes vivió con otra señora. Rememora La Chata que fue entonces cuando empezó su militancia política, justamente en el movimiento desde 1956, cuando entró el ejército al Politécnico. Desde que empezó la represión a los ferrocarrileros y su padre, que sabía que podía ser espiado, empezó a esconderse y era ella quien le ayudaba a moverse. “Teníamos reuniones en el inter, antes de que interviniera el ejército, después él le decía: “ya no vengan porque detrás de ustedes llega la policía”. Con justa razón era cauteloso porque no faltó quien ya anduviera “de soplón”, como les decían entonces. Reconoce María Fernanda: Se mantuvo casi un año en esta vida clandestina, cerrada, con mi ayuda. Salía a sus reuniones y regresaba, y trataba de arreglar cómo resistir. A él lo detienen en una de esas reuniones fuera de su departamento en el 60; no recuerdo la fecha, a lo mejor es muy pronto o a lo mejor es un poco después, pero él entra después de todos los compañeros porque no lo agarraron por andar vete a saber dónde y entra toda la pipiolera y él no. Entonces entra, lo meten como acostumbraban y le aplican el artículo de disolución social 145. Entra en 60, no me acuerdo el mes, y sale en el 70 [es en enero del 71, según la dfs]. Los demás ya tenían unos meses o un año; salieron juntos Vallejo y él porque fueron saliendo… Fernanda no se amilanó, prosiguió sus estudios y su lucha. Debía abrirse paso. Asistía a las numerosas manifestaciones en solidaridad con el movimiento y con la petición de libertad a los presos. Asistía a ver a su padre, nunca dejó de ir a verlo. Refiere que él pasó cinco años en Lecumberri y cinco años en Santa Martha, pese a las frecuentes visitas no dejó de llevarse sorpresas: 37 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Yo iba a verlo a Lecumberri, lo atendíamos con sus comidas, llevaba los recados y tal… Un día fui, por el trato, por eso lo narro, un día fui por él y ya no estaba. ¡Uf, me llevé un susto! Ya lo habían pasado a Santa Martha. Entonces empezamos ir a Santa Martha, que era una cárcel moderna, digamos. Porque como Lecumberri ni era cárcel pues te metías a donde estaban los presos. En la cárcel conoció a Vallejo y a varios personajes, entre otros a Miguel Aroche Parra, maestro normalista egresado de la Normal de Ayotzinapa; miembro del pcm y expulsado en 1948; fue líder del movimiento ferrocarrilero. Dice Fernanda: “era un tipazo y acaba de morir”; sí, tenía 101 años. Aroche, permaneció siete años, siete meses y dieciséis días en la cárcel, primero en el Palacio de Lecumberri y luego en la prisión de Santa Martha Acatitla. Falleció el 17 de agosto de 2016. El amor de María Fernanda por su padre sólo pudo acunarlo en ellas su madre. Elena Poniatowska traza magistralmente el perfil de Consuelo en su novela El tren pasa primero. Muy cercana a ella, Poniatowska utiliza seudónimos para sus personajes, y el de Consuelo es Cuca, la mujer de Carmelo Cifuentes: Ella era una mujer culta, una norteña bragada de Chihuahua, educada en Colegios de Estados Unidos. Al igual que ella Cuca crío sola a sus hijas y les inculcó que Carmelo, su padre, era un héroe. Pasar largas temporadas en la cárcel por defender al pueblo honraba a la familia. «¡Es un gran hombre!» Tarde o temprano el gobierno pagaría caro su injusticia y entonces ellas verían la verdadera faz de su padre, la del luchador, el idealista, el patriota. Es un preso político. «Es un preso político y no un ratero, tienen ustedes que sentirse muy orgullosas de él».13 No sólo estaban orgullosas, sabían que debían cuidarse unas a otras; su madre iba a las manifestaciones y sabía que sí la reconocían de inmediato podía ser aprehendida. Elena Poniatowska, El tren pasa primero, Premio Alfaguara de Novela 2001, México, Seix Barral, 2013, p. 94. 13 38 La Vocacional No. 1 Cuando don Valentín salió de la cárcel Fernanda fue a recogerlo y lo llevó a dar un paseo por la Unidad Tlatelolco.14 Al fin y al cabo donde ella ya vivía, después él se fue a vivir a la unidad, con su compañera Esperanza. Por su parte, desde joven Raúl Álvarez Garín empezó a interesarse en la problemática laboral y sindical del país, que en 1958 y 1959 se expresó con inusitada fuerza en el movimiento de los trabajadores ferrocarrileros. Manuela, su madre, refiere que: Cuando inició la movilización, en 1958 Raúl no cumplía aún los dieciocho años pero se mantuvo muy al tanto del desarrollo del conflicto. Acompañado de Daniel Molina, de su misma edad, y de Pepe Guerrero, mayor que ellos, asistía a las asambleas y reuniones de los ferrocarrileros en huelga, apoyándolos en lo que podía.15 Años después declaró que una de las razones por las que participó en el movimiento estudiantil de 1968 fue que Valentín Campa estuviese preso. En enero de 1959 Fernanda ya participaba activa y decididamente; asistió al XI Congreso Nacional de Estudiantes Técnicos, que se realizó en la ciudad de Orizaba, Veracruz; la reunión fue en el recinto del Sindicato de Obreros y Artesanos de la Cervecería de Orizaba, a la cual asistieron 200 delegados del ipn y de escuelas foráneas. El informe de un espía de la dfs decía que Fernanda Campa (del Partido Comunista) estuvo azuzando a los hermanos Pedro y Pablo Candelaria Cruz porque un grupo quería combatir a los comunistas y ellos lograron dividir la reunión.16 La reunión se suspende para realizarse más En una entrevista que Elena Poniatowska le hizo a Valentín en Santa Marta Acatitla, Valentín era el responsable del apiario, él le comentó: “he estado preso 11 veces a lo largo de 14 años: dos veces en 1927. Calles ordenó mi fusilamiento y Portes Gil (entonces gobernador de Tamaulipas) intercedió y dijo que mi muerte causaría un conflicto. Aquí en Santa Marta, donde me ves, ya llevo casi los mismos años que Vallejo: Miguel Alemán me encerró durante 3 años y 2 meses. En otras ocasiones me han encerrado un día, dos días, hasta tres meses, sin contar los cinco años de Plutarco Elías Calles”, en Elena Poniatowska ,“Porqué la estación de Buenavista debe llamarse Valentín Campa”, en La Jornada, 17 de febrero de 2013, consultado el 13 de mayo de 2017. 15 Manuel Diego, Manuela Garín, Saber/Contar, ediciones Oro de la Noche, México, 2013, p. 74. 16 agn, fg, dfs, Legajo único (1959-1974).Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05513. Caja 306. 2017. infomex número 0495000038617. 22 de agosto de 2017. Documento que se dirige al Director Federal de Seguridad, 11 de enero de 1959. Firma jefe de grupo de la guardia, capitán Silvino Ramírez Michel. 14 39 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución tarde. Otro documento de la dfs ratifica a María Fernanda Campa como una de las dirigentes principales, a tal grado que, según el informe del capitán Fernando Gutiérrez Barrios, se dice que “algunos de los delegados del Congreso, están desorientados ya que el grupo que dirige María Fernanda continúa con su labor, y se sabe que ella pertenece al Partido Obrero Campesino Mexicano.”17 Había temor a que no pudieran sostener y sacar una decisión unánime; es más, se informa que durante la reunión no mencionaron nada contra Alejo Peralta, director del ipn, aunque al otro día aparecieron volantes pegados en contra de él. Esta ficha informativa enviada a la dfs la muestra como líder e identificada comunista. Su liderazgo no sólo opera en el medio estudiantil, su lucha iba más allá de las demandas estudiantiles, prueba de ello es que en ese año y días después hubo una reunión en el salón Sor Juana Inés de la Cruz, de la Escuela Nacional de Maestros, de la que surge un documento de estudiantes de la Escuela de Economía de la unam para los directivos de varias escuelas en el que presentan un estudio sobre el problema de la energía eléctrica. En el documento invitan a luchar contra el aumento de las tarifas de luz porque el costo de la vida iba en aumento, invitan a evitar los aumentos de la Mexican Light and Power Company. Al final llamaban: Todo México debe luchar por conseguir estos fines. 1º. Derogación de la autorización concedida a la Mexican Light and Power Company para elevar sus tarifas en un 9%, así como evitar que una autorización semejante le sea concedida a la impulsora de empresas eléctricas. 2º. Nacionalización de la industria eléctrica. La clase estudiantil debe demostrar que está frente a la defensa de sus intereses. Nos permitimos sugerir nos contesten a la escuela Nacional de Economía, Ciudad Universitaria.18 agn, fg, dfs, Legajo único (1959-1974).Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05515. Caja 306.infomex número 0495000038617. 22 de agosto de 2017. Documento que se dirige al Director Federal de Seguridad, el capitán Fernando Gutiérrez Barrios. 18 agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05521. infomex número 0495000038617. 22 de agosto de 2017. Documento que se dirige al Director Federal de Seguridad, 23 de enero de 1959. 17 40 La Vocacional No. 1 De acuerdo con la información de la dfs, en esta reunión más tarde nombraron comisiones de prensa y difusión, de finanzas y de enlaces, cuyos miembros fungirían provisionalmente mientras se lograba que todos los organismos estudiantiles enviaran representantes para que se procediera a la designación de los que serían definitivos: …fueron nombrados Miguel Suazo y Arnulfo Guerra, universitarios, para la primera. Israel González, de la Normal, y Julio Esponda, universitario, para la segunda. Arnulfo Guerra, Arturo Baltazar Cisneros, María Fernanda Campa, Valentín Hernández, José Abel Romero Ortega para la tercera.19 En esa misma ficha informan que la presidencia de debates dijo haber hablado con los dirigentes del Sindicato Ferrocarrilero y del Movimiento Revolucionario del Magisterio.20 María Fernanda no dejó de insistir en la liberación de los presos. El seguimiento que tenían de la dfs informa de su campaña proselitista a través de volantes que distribuían en los distintos planteles del ipn y en especial en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, “donde cuentan con numerosos simpatizantes”, las hijas “del agitador ferrocarrilero” Valentín Campa.”21 Para entonces se agudizó la represión contra los ferrocarrileros. Vallejo ya estaba preso, Valentín aún no lo estaba y meses después sería arrestado. ¿Qué más podían hacer ellas? Su compromiso de lucha estaba con los maestros y ferrocarrileros, conscientes de la brutal represión que se asestó a ambos gremios. Pronto pasaron a formar Vanguardia Revolucionaria con estudiantes del ipn, que contaba con un boletín que informaba del quehacer de los estudiantes y la situación económica del país. El informante de la dfs decía que: Vanguardia Revolucionaria del ipn es dirigido por las hermanas Valentina y María Fernanda Campa, con el objeto de llevar a los estudiantes técnicos a un paro de labores a favor de los ferrocarrileros. La Vanguardia Revolucionaria del ipn, no Ibídem. Ibídem. 21 agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05519. infomex número 0495000038617. 22 de agosto de 2017. Documento que se dirige al Director Federal de Seguridad, junio 24 de 1959. 19 20 41 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución puede permanecer indiferente ante el problema ferrocarrilero, haciendo un llamado a trabajadores y estudiantes para que protesten contra la acción genuinamente fascista del gobierno que viola el artículo 123 constitucional.22 En efecto, entre los estudiantes que ingresaron a Vanguardia Revolucionaria del ipn está David Vega Becerra, quien la recuerda perfectamente como uno de los antecedentes a la organización del 68. Publicaban un folleto con ese nombre y el primer número fue de 90 páginas, en él presentan un análisis de la situación económica del país y está titulado como Instituto Politécnico Nacional, su responsabilidad histórica; destacan el compromiso de los estudiantes con el futuro del país. Para financiarlo reunían dinero con colectas estudiantiles y boteo; era un trabajo voluntario de gran esfuerzo, tanto económico como técnico. Dice Fernanda: “en esa época había una especie de imprentas manuales, que había que componer por palabra y página por página”. Desde que su padre Valentín Campa entró a prisión sus hijas lo visitaban muy seguido. De la cárcel enviaban los informes de quiénes y cuándo visitaban a Valentín y a Demetrio Vallejo, recluidos en la Penitenciaría del Distrito Federal. Fernanda iba cada semana y a veces se turnaba con Valentina, quien aparece como Valentina C. de De la Peña. Además de ellas Gerardo Unzueta lo visitaba seguido.23 Amigos entrañables siempre. agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05519. infomex número 0495000038617, 3 de abril de 1959, documento que firma José Manuel Escamilla. 23 agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05519. infomex número 0495000038617. Memorándum, diciembre 25 de 1964. 22 42 Estudiante de geología Difícil disociar a la estudiante de geología de su participación en los movimientos sociales de esos años; tampoco de lo que se propuso ser cuando terminó su carrera y continuó estudiando su posgrado: unir, fraguar todo en una formación técnica y social y acoger las ideas de izquierda, como lo veremos en las siguientes líneas. Como quiera que se vea Fernanda trascendió con su liderazgo académico y social. La situaré en el contexto de la época. A finales de la década de los cincuenta eran pocas las mujeres que estudiaban educación superior; en el país la mayoría de las mujeres cursaban profesiones cortas, aunque ya desde tiempo atrás varias carreras se habían feminizado: profesoras, enfermeras, secretarias, cultoras de belleza, modistas, etcétera, formadas con ideas tradicionales que les trazaban modelos femeninos hegemónicos. Los padres y aun los profesores pensaban que las mujeres estudiaban “mientras se casan”, así las llamaban: msc. Todo esto significó una asimetría laboral, salarial, entre los géneros que subsiste hasta hoy, y en muchos casos la exclusión. Pasó un largo periodo desde 1917 hasta el 17 de octubre de 1953 para obtener la ciudadanía plena y se otorgara a las mujeres el derecho al sufragio, quienes votaron 1955 en las elecciones locales y en 1958 en las federales. Las mujeres que trabajaban lo hacían en los servicios, en la enseñanza, como secretarias, enfermeras, obreras, oficinistas, telefonistas, trabajadoras domésticas y una minoría se desempeñaba en profesiones liberales como médicas, dentistas, contadoras, abogadas, químicas, biólogas, etcétera. Su tardía incorporación a la esfera del trabajo las mantenía en el espacio privado y era lógico que en la soledad del hogar se volvieran más receptivas a los discursos difundidos en revistas, radionovelas y/o telenovelas, con los que se sentían 43 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución identificadas. También eran receptivas a cualquier influencia de liderazgos masculinos, que en muchos casos vulneraba sus derechos. Este proceso de acceso a la educación superior en los sesenta se reflejó en 1968, en la escasa presencia de estudiantes mujeres en la matrícula escolar. Veamos algunos datos. En la propia unam la matrícula femenina era de 22.8%, dato que corroboraba la tendencia nacional.1 La situación en la Universidad Autónoma Chapingo es un ejemplo extremo, mantuvo sus puertas cerradas a las mujeres hasta finales de los años sesenta y es hasta principios de los setenta cuando se gradúan las primeras mujeres en esa universidad. A partir de los ochenta su matrícula femenina aumenta y se asigna un edificio de los dormitorios a las mujeres.2 No se diga en el ipn; en el campus Zacatenco casi no había mujeres, según la descripción que Jesús Vargas expone en La patria de la Juventud.3 La matrícula femenina se concentraba en Ciencias Biológicas, en el Casco de Santo Tomás; la escasa presencia de mujeres en las áreas de ciencias duras es característica en esos años. En el plano internacional es hasta los años setenta cuando más mujeres ingresaron a la educación superior y esto las transformó, les permitió luchar en contra de cualquier segregación o exclusión; pudieron elegir una carrera que no fuera “sólo para mujeres”. Es aquí donde se aprecia la valiosa lucha del feminismo internacional contra la exclusión de las mujeres, situación en que a veces parece retrocederse, ahora por el incremento de la violencia de género. Los cambios cuantitativos, perceptibles, refiere Amelia Valcárcel, tuvieron Silvia Díaz Escoto, “Las mujeres en los movimientos estudiantiles de 1968 y de 1999-2000. Hacia la emancipación y el empoderamiento”, en De la filantropía a la rebelión. Mujeres en los movimientos sociales, finales del siglo xix al siglo xxi, buap, viep, Cuerpo Académico de Estudios Históricos, Puebla, 2008, p. 121. En las universidades de provincia era aún más acentuada la asimetría en la matrícula escolar, en la uap la matrícula de mujeres en 1968 representaba el 17% respecto a la de varones. 2 Verónica Vázquez García, “Sexualidad, género y dominación simbólica. La doble moral y el sexo por amor”, Graffylia, Revista de la Facultad de Filosofía y Letras, buap, vol. 8-9, 2009, Puebla, pp. 81-82. Afirma: “desde los cincuenta comenzaron a graduarse agrónomas de otras instituciones mexicanas (la Universidad Antonio Narro, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, la Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar de Ciudad Juárez)”. 3 “Dentro de los edificios no se contaba siquiera con instalaciones dignas para una cafetería... En general, el ambiente era muy frío y hasta triste (principalmente por la ausencia de mujeres, ya que en Zacatenco no había mujeres inscritas)”. Vargas, La patria..., p. 64. 1 44 Estudiante de geología consecuencias rapidísimas: “La Universidad de los setenta, aquella de la que se dijo estaba ‘masificada’, acogió por primera vez a un alumnado compuesto por mujeres en una cifra que rondaba el treinta por cien del total”.4 Por lo antes dicho es significativo comprender que en el escenario en que se desarrolló María Fernanda debió enfrentarse contra viento y marea, aunque lo vivió de forma distinta porque con las ideas con las que creció, con libre albedrío y empoderada, tenía otra forma de mirar al mundo. Sus lecturas, muchas de ellas de autores marxistas, socialistas rusos, cubanos, proponían lograr un mundo mejor. Nunca cejó en continuar en las ciencias de la tierra y en entender los movimientos sociales en el país y atender a su familia. La identidad de género se define en los primeros años de vida, en la familia; se construye y reconstruye conforme se crece y lee; se vive, se percibe una realidad. Fernanda se asume como joven, como luchadora, comunista, sin ser feminista, como lo declara. Estudiar geología fue una decisión muy pensada ¿Qué significó para ella ingresar a una carrera considerada masculinizada en esos años? Jamás se lo preguntó, ni ella ni su hermana Valentina, quien estudió ingeniería electrónica. Habían sido educadas con mucha libertad, bajo las ideas feministas de su madre Consuelo, a quien acompañaban a reuniones con mujeres o a las de apoyo al general Henríquez Guzmán, candidato opositor a Adolfo Ruiz Cortines, o cuando Consuelo fue candidata a diputada por el Partido Obrero Campesino Mexicano. Consuelo asistía también a reuniones con campesinos de Xochimilco, a quienes siguió viendo aunque ya no militara en el pc. Todas estas experiencias templaron a las jóvenes Campa Uranga frente a muchas adversidades, por lo que elegir una carrera profesional era lo de menos. Fernanda lo cuenta: Mi mamá decía: “Estudien lo que quieran, lo que a ustedes les parezca; no hay de hombres ni de mujeres, lo que se les ocurra y que les guste”. Entonces así lo decidí y me fui a geología, a la esia y mi hermana a ingeniería electrónica, en la esime; era la única mujer también. Pero ¿qué pasa? Estábamos educadas de una manera. Como hasta la fecha, yo no tengo prejuicios para una cantidad de cosas y es por la educación. Así eduqué a mis hijos y así funcioné. ¿Qué dirán? Pues que digan lo que quieran.5 4 5 Amelia Valcárcel, op. cit., p. 134. Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 45 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Ser la primera geóloga y en el ipn no es cualquier cosa, era muy rara la mujer que estudiaba ciencias duras porque no se consideraba “propio para las mujeres”, las que estudiaban ese tipo de carreras la elegían porque alguno de sus padres las había impulsado o seguían la misma carrera de ellos. No era fácil romper esos “techos de cristal”. Techos de cristal es el concepto que desarrolla Olga Bustos: “Hay barreras invisibles, más que una discriminación abierta… Estas barreras ocultas no desaparecen por sí solas ni con el paso del tiempo...”.6 Amelia Valcárcel sostiene que hasta los años ochenta hubo una leve diferencia de formación entre varones y mujeres, que desde entonces equilibraron sus tasas educativas para llegar a la situación actual, en la que el acúmulo de formación femenina supera levemente a la masculina. A este fenómeno se le dio el nombre de techo de cristal: Tan gráfica expresión remitía a una serie de mecanismos y sistemas de selección y cooptación que daban como resultado que, a formación homóloga, las mujeres nunca obtuvieran las metas que se corresponderían con sus disposiciones. Una vez que el tema y sus análisis fueron poniéndose en claro surgió la fundada sospecha de que el techo de cristal afectaba no sólo a los poderes sino también a los saberes.7 En este sentido María Fernanda rompió cualquier techo de cristal, años después fue jefa de una cuadrilla de trabajadores. Se hizo respetar y obedecieron sus órdenes. Cuando María Fernanda ingresó a la esia recién se había vivido el temblor conocido como el “Terremoto del Ángel”. El sismo, ocurrido a las 02:43, hora local del domingo 28 de julio de 1957, colapsó el edificio donde funcionaban la esia y la esca, por lo que sus primeras clases las recibió en salones improvisados en la azotea del edificio que actualmente ocupa el Museo Nacional de Arte (Munal), entonces sede de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. En el primer piso estaba la esca y la esia en la azotea. Después trasladaron a los estudiantes a un edificio en la Unidad Zacatenco, en aquel entonces rodeado de milpares y maizales. Habían construido sólo tres edificios, esime, esiquie y el de la esia, por eso considera que “soy de la generación fundadora de ZaOlga Bustos, “Mujeres rompiendo el techo de cristal”, en www.posgrado.unam.mx/publicaciones/ant_omnia/41/07.pdf/, consultado e 13 de mayo de 2017. 7 Amelia Valcárcel, op. cit., p. 137. 6 46 Estudiante de geología catenco”, afirma con gusto, “y bueno, igual, iba de chícharo como mujer”. Le quedaba lejos su nueva escuela, a la que debía trasladarse en camión. Detalle nada menor es que en el edificio no se consideró un baño para mujeres, las autoridades pasaron por alto su presencia y esto remite a esas condiciones en las que ellas, las estudiantes, eran “invisibles”. Veinte años después recordó que tomaba todas sus clases sin ir al baño. Qué hacía, no lo recuerdo, me aguantaba. Nunca pedí a la secretaria la llave para ir al baño. Nunca se me ocurrió. Regresábamos tarde de la escuela pues no había profesores de tiempo completo, ellos trabajaban en cfe, que sé yo. Llegaban temprano, a las 7 de la mañana. Salía de mi casa en la oscuridad, a las 9 se suspendían las clases y luego se retomaban porque los maestros se iban a trabajar. Luego, a las 4 o 5 de la tarde, proseguían; salíamos hasta las 9 de la noche. Yo vivía por el mercado de Jamaica. Te aguantabas todo. No había de otra. Eso sí, hacíamos “grilla”. Es un periodo de finales de los cincuenta a los sesenta, hubo condiciones objetivas pues los primeros comunistas en Zacatenco éramos tres, un profesor, un alumno de la esime y yo, esa era la célula. [¿Te acuerdas cómo se llamaba el profesor?] Sí, claro, era Luis de la Peña, después fue esposo de mi hermana. Después se hizo un físico famoso.8 Es egresado de la Lomonosov. Era tal mi ignorancia, siendo muy joven, hasta después de muchos años me enteré que había desaparecido la Juventud Comunista; no había nadie en el Politécnico ni en la unam.9 Se refiere al físico Luis Fernando de la Peña Auerbach, quien nació en la Ciudad de México en 1931. Es investigador del Instituto de Física y profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República. En efecto, egresó de la esime del Instituto Politécnico Nacional con el título de ingeniero mecánico-eléctrico e inició su actividad profesional como diseñador de sistemas de audio. A partir de 1954 fue profesor de la esime y desde 1958 se incorporó definitivamente a la unam. Realizó sus estudios doctorales, con honores, bajo la dirección de A.A. Sokolov en la Universidad Estatal de Moscú en la Unión Soviética. Su campo de especialidad es la física teórica y los fundamentos de la mecánica cuántica. Luis de la Peña se ha destacado como un gran divulgador de la ciencia. Ha formado estudiantes y publicado libros y artículos de investigación de reconocida calidad. Además de lo anterior, de la Peña es un renombrado humanista, preocupado por el impacto social de la ciencia y sus usos como herramienta para la construcción de una sociedad justa y libre. Vivió con Valentina Campa Uranga y se separaron en 1961. 9 Entrevista a María Fernanda Campa, 13 de julio de 2017. 8 47 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Para describir más ampliamente el ambiente en el que a María Fernanda le tocó estudiar me apoyo en una descripción de Jesús Vargas sobre lo que entonces eran las escuelas de Ingeniería construidas en el área de Zacatenco, ya que a partir de 1961 la Unidad Profesional Zacatenco se convirtió en el centro de las actividades del Politécnico. Allí, junto con todas las escuelas de ingeniería y de físico-matemáticas, se construyeron las oficinas administrativas, dos grandes auditorios, dos gimnasios y modernos campos deportivos. A mediados de los sesentas ya estaba concentrada en la Unidad Zacatenco la mitad de la población estudiantil del Politécnico. Sin embargo, las condiciones de la vida social eran pésimas: el terreno donde se levantó este conglomerado era inmenso, y para abordar los camiones se tenía que caminar mucho. Tal pareciera que los autores del diseño arquitectónico nunca tuvieron en cuenta que aquellos patios, pasillos y edificios iban a ser ocupados por jóvenes con necesidades sociales. Todo era sobrio, inhóspito, sin ningún atractivo. Dentro de los edificios no se contaba siquiera con instalaciones dignas para una cafetería... En general, el ambiente era muy frío y hasta triste (principalmente por la ausencia de mujeres, ya que en Zacatenco no había mujeres inscritas.10 María Fernanda no coincide del todo con la descripción de Jesús Vargas, porque sí había mujeres, ella era una y jugaba con sus compañeros en el pasto. Tampoco le dio la impresión de que el ambiente fuera frío y triste, lo cual dice de su realización personal en esa escuela, de su percepción de la vida y de sus deseos de aprender. Las aspiraciones disminuyen cualquier reto. Nunca le dio relevancia a ser la única mujer en la esia y cuando concluyó sus estudios con la primera generación se incorporó al ejercicio profesional en el Instituto Mexicano del Petróleo. Fue fundadora con el primer grupo dirigido por el ingeniero Javier Barros Sierra; asiste a exploraciones de pozos petroleros y a realizar trabajo de campo y dirigir brigadas de trabajadores. En esas exploraciones dormía en tiendas de campaña. Expresa: “yo me dormía allí, me vestía y ellos aparte. Decía que se hagan bolas.” En 1967 se convirtió en la primera geóloga egresada del Politécnico, entonces esta carrera sólo la ofrecían el ipn y la unam. 10 Jesús Vargas Valdés, op. cit., pp. 62-63. 48 Estudiante de geología La presencia de María Fernanda destacaba, más cuando tomaba la palabra; estaba convencida de sus ideas, aunque nunca se consideró feminista. En la entrevista se ríe de las feministas que no son congruentes con el decir y el hacer: A mi manera yo digo: yo no discuto, yo lo hago, que se caiga el mundo. Así fue como fui geóloga de campo y así resulta, creo, que la única que se fue a hacer trabajo de hombre fui yo. Pero lo hice porque a mí no me importa. Aunque tiempo después y en otros espacios de convivencia y de conferencias estuvo en contra de esa segregación a las mujeres y en desacuerdo absoluto con la violencia hacia ellas. Durante el tiempo que permaneció en la escuela profesional estallaron varios movimientos estudiantiles en otros estados. No le fueron indiferentes, por el contrario, se involucró. Uno de ellos fue el de 1961 en la Universidad Autónoma de Puebla. Apoyar un movimiento, hablar abiertamente a favor de los estudiantes, implicaba riesgos, algo que en la juventud poco se mide. Fernanda mostró sus inquietudes y se traslada a apoyar a los estudiantes presos en Puebla a causa del movimiento estudiantil de 1961, cuando dos grupos se enfrentaron ideológicamente: los del Frente Universitario Anticomunista contra los estudiantes liberales (llamados después carolinos). El movimiento inicia el 17 de abril y los estudiantes liberales toman el edificio Carolino (a partir de ahí se hicieron llamar carolinos) y estallan la huelga el 1 de mayo. En el ambiente polarizado afloraban rencillas, mucha violencia verbal y física. Por un lado la intromisión del arzobispo poblano Octaviano Márquez y Toriz, quien hizo una declaración pública que terminó en ¡Cristianismo sí, comunismo no! Por la otra parte los estudiantes carolinos, entre quienes había una gran efervescencia y simpatía por la Revolución Cubana. Sin detenerme en detalles, durante el movimiento tres estudiantes fueron aprehendidos entre junio y agosto de ese año, eran liberales y carolinos, se trataba de Enrique Cabrera Barroso (14 de junio), Zito Vera Márquez (16 de junio) y Arturo Guzmán Vázquez (4 de agosto). 11 Fernanda no sólo fue a visitarlos a la cárcel municipal de San Juan de Dios, hizo labor solidaria entre las organizaciones estudiantiles que apoyaron a los presos, los que salieron hasta 1962. 11 Hubo otros presos más pero solo estuvieron unos días en la cárcel y salieron por desvanecimiento de pruebas. 49 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Arturo Guzmán Vázquez, quien entonces estudiaba Ingeniería Civil en la Universidad Autónoma de Puebla y era uno de los tres presos, menciona que recibió la visita de personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, Alonso Aguilar, la declamadora Ivonne Recek (poblana) y por supuesto María Fernanda Campa. “Una gran mujer”, afirma con emoción al recordarla.12 Este movimiento no se resolvió hasta 1963 con la aprobación de una reforma a la Ley Orgánica de la Universidad. La lucha de los estudiantes liberales (una gama amplia de estudiantes que coincidían) demandaba la educación laica y gratuita. La confrontación ideológica entre los dos grupos en este movimiento llegó a mayores dentro y fuera de los recintos universitarios. En sus homilías el arzobispo Octaviano Márquez y Toriz llamaba a luchar contra los comunistas.13 Evidentemente, como afirma Gerardo Peláez, El triunfo de la Revolución Cubana generó como respuesta una mayor beligerancia de la derecha y una mayor agresividad de Estados Unidos. Luego de la fracasada invasión de Bahía de Cochinos, en México el alto clero, la iniciativa privada y los partidos de la derecha desencadenaron una intensa campaña anticubana, anticomunista y anticardenista.14 La visita de Fernanda Campa a los presos no estaba aislada de las actividades y acuerdos con que se apoyaba a los estudiantes. Más aún, el 23 de junio de 1961 estudiantes poblanos fueron a México y llegaron a las instalaciones de la fenet; ahí se reunieron con 25 estudiantes técnicos encabezados por Vicente Oria Razo; entre ellos se encontraban estudiantes universitarios y de la Universidad Autónoma de Puebla. Estaban presentes Hugo Castro Aranda, Pablo León Orta, Fernanda Campa, Manuel Lecanda, Lucio Herrera, Horacio González Loya y Rubén Cantú Chapa. Según reportes de la dfs: “Los estudiantes poblanos manifestaron que debido a la falta de responsabilidad de las autoridades educativas de su Estado, las cuales faltaron al pacto que se había firmado es que el problema ha vuelto a surgir”. Se tomaron acuerdos y se nombraron comisionados que se trasladaran a Puebla para apoyar a los universitarios. Al final León Orta, Manuel Entrevista a Arturo Guzmán Vásquez, en la ciudad de Puebla, Pue., 3 de junio de 2016. Alfonso Yánez Delgado. La manipulación de la fe. Fúas contra carolinos en la universidad poblana, México, Imagen Pública y Corporativa, 1996. 14 Gerardo Peláez, “El marco de las luchas estudiantiles entre 1963 y 1968”, inédito. 12 13 50 Estudiante de geología Lecanda y cuatro estudiantes poblanos –informa el agente− abordaron un camión del ipn para regresar a Puebla.15 Otro memorándum confirma lo anterior y está firmado por Manuel Rangel Escamilla, director federal de Seguridad. En un largo documento de la dfs que se titula “Antecedentes de María Fernanda Campa Uranga” se describe una bitácora de sus actividades desde 1957 a 1974. Por relacionarse con el tema del movimiento estudiantil de Puebla retomo partes de lo escrito: “en enero de 1961 era dirigente del Comité Pro-Presos Políticos”. El 5 de diciembre de 1961, durante la visita que hizo a su padre Valentín Campa Salazar en la cárcel preventiva de la ciudad, le recogieron un documento dirigido a los líderes estudiantiles Enrique Cabrera Barroso, Arturo Guzmán y Zito Vera Márquez, recluidos en la cárcel de Puebla, donde se les decía “que la hora de su liberación estaba próxima”. “En enero de 1962 se trasladó al Estado de Puebla, para organizar un movimiento y exigir la libertad de Enrique Cabrera Barroso”.16 El movimiento de Reforma Universitaria que motivó una lucha de estudiantes liberales por una universidad laica simpatizaba con la Revolución Cubana. La invasión a Cuba en abril de 1961 generó muchas protestas; en Puebla así inició el movimiento conocido de Reforma Universitaria, el 17 de abril de 1961, con una manifestación de protesta por la intervención de Estados Unidos en la isla. En el marco de la Guerra Fría los días del 5 al 8 de marzo se realizó en México la Conferencia Latinoamericana por la Soberanía Nacional, la Emancipación Económica y la Paz, la convocatoria logró reunir a delegados de varios países y fue firmada por Lázaro Cárdenas (México), licenciado Domingo Vellasco (Brasil), Ing. Alberto T. Casella (Argentina). Sobre esta reunión los agentes de la dfs informan que los asistentes se posesionaron de los lugares de acceso al Centro de Ingenieros Electricistas, ubicado en la calle de Bahía de Santa Bárbara número 23, a donde llegaron varias delegaciones y personas, entre ellas María Fernanda, Renato Leduc y José Revueltas; un poco más tarde llegaron Lázaro y Cuauhtémoc Cárdenas y, dicen, “se notó la agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05516. infomex número 0495000038617. Asunto: se informa en relación con los estudiantes, junio 23 de 1961. 16 agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05516. infomex número 0495000038617. Documento del 1º de marzo de 1974, firmado por Roberto Hassey (f.239) y Alfonso Godínez Barrera (f. 233). 15 51 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución presencia de un grupo del Movimiento Revolucionario del Magisterio encabezado por Othón Salazar”.17 La Conferencia tuvo un impacto importante. Pese a la virulencia de la derecha contra los comunistas María Fernanda no se detuvo. Incluso, pese a que sus padres habían sido expulsados del pc, a ella le interesó ingresar a la Juventud Comunista y hacía labor, trabajo político. Fernanda apoyó también los movimientos de estudiantes de las escuelas normales rurales y por esta causa fue detenida dos veces junto con otros estudiantes; afortunadamente sólo fue por algunas horas. De esas experiencias comenta: Cuando nosotros éramos dirigentes a mí me tocó ir a las normales rurales. A mí me detuvieron en dos normales rurales, una en Sabinas Hidalgo y la otra en Galeana, Nuevo León. Ahora que volví a Galeana vi que ya la cerraron, era de mujeres. Llegaron los del ejército y pa’ fuera. En Sabina íbamos a tener un festival y nos metieron, como si fuéramos ganado, en redilas y órale, nos llevaron para Monterrey y nos sacaron así.18 El movimiento al que ella se refiere en Sabinas Hidalgo ocurrió los días 13 y 14 de abril de 1963, fue el Primer Festival de la Juventud y de los estudiantes neoloneses por la paz, la amistad y la liberación nacional. Héctor Jaime Treviño Villarreal escribe que lo numeraron, según la idea de Máximo León, como los festivales mundiales, para darle una secuencia temática y un carácter progresivo en su organización y magnitud, La verdad es que no pasamos del primero y sólo duró unas horas, ya que los disolvieron los del crac (Cruzada Regional Anti Comunista), grupo ultraconservador patrocinado por empresarios de Nuevo León. Después de la tunda que nos dieron en la Escuela Primaria Federal Prof. Margarito Martínez, los ganaderos de Sabinas Hidalgo, a petición del gober“La Conferencia tendrá lugar en la ciudad de México, los días 5, 6, 7 y 8 de marzo de 1961. El 5 de marzo en la mañana se efectuará la sesión preparatoria, y durante la tarde del mismo día tendrá lugar la sesión inaugural. Los días 6 y 7, por la mañana y por la tarde, estarán dedicados a los trabajos de las comisiones y, por la noche, a asambleas plenarias, en caso de que existan ya proposiciones para su debate. El día 8 en la mañana se efectuará una asamblea plenaria, y por la tarde la sesión de clausura”. agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05516. infomex número 0495000038617. Documento del 5 de marzo de 1961. 18 Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 17 52 Estudiante de geología nador Eduardo Rivas Villareal, del profesor Humberto Ramos Lozano y el alcalde don Antonio González, llamado “El Ciclón”, facilitaron tres tráileres para ganado, y escoltados por granaderos, nos trasladaron a la plaza frente a la demarcación de policía, por la calle Venustiano Carranza, para elaborar la ficha de cada uno de los participantes. La Chata Campa (hija de Valentín Campa) tomó la batuta y sugirió a los estudiantes cambiarse momentáneamente de nombre y domicilio, cuando le llegó el turno a Sócrates Cuauhtémoc Rizzo, el policía se molestó y le dijo que ese nombre no podía ser el verdadero; en realidad, fue de los pocos nombres correctos que se registraron, los más de 500 asistentes lograron evadir la ficha solicitada.19 Este festival que reunió a tantos jóvenes fue un acontecimiento con una fuerte repercusión en el estado, en el país entero y en el ámbito internacional. Radio Habana Cuba informó ampliamente sobre lo acontecido en Sabinas Hidalgo, Nuevo León. Un festival cuyo principal objetivo era la paz preocupó a grupos anticomunistas. El festival se inspiraba en los festivales mundiales de la juventud y los estudiantes por la paz que contrarrestaba la Guerra Fría promovida por los eua, especialmente. Desde luego, lo escrito por Héctor Jaime Treviño dibuja a una joven comprometida y preocupada por los detenidos y resalta su conocimiento sobre cómo protegerse ante las arbitrarias detenciones. Seguramente le agradecieron siempre que los salvara, sabía que podían violar los derechos humanos de los jóvenes. Para ella la represión contra las normales sucede porque para el neoliberalismo no tiene sentido su existencia. Así puede explicarse lo ocurrido con la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, en Guerrero, México, en la madrugada del 27 de septiembre del 2014. Para las hermanas Campa no había barreras, ni de espacio ni de género, posteriormente se integraron al Bloque Estudiantil Revolucionario, al que se incorporaron estudiantes técnicos y de las normales. En los informes de la dfs identificaban a las hermanas como estudiantes del Partido Obrero Campesino Mexicano y del Partido Comunista. Un memorándum del 17 de junio de 1960 confirma la participación de María Fernanda, de Valentina y de otros, un estudiante de apellido Lecanda, Lucio Herrera, vicepresidente de la fenet, Héctor Jaime Treviño Villarreal, El Sabinazo. 1er. Festival de la juventud y de los estudiantes neoloneses por la paz, la amistad y la liberación nacional, Sabinas Hidalgo, N. L. 13 y 14 de abril de 1963, p. 253. 19 53 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución y afirma que Fernanda comenta que se encontraban apoyando a Othón Salazar Ramírez y que estaban alarmando a los concurrentes al decir que sabían de fuentes fidedignas que fuerzas federales tratarían de desalojar la Escuela Nacional de Maestros, por lo que se dieron a la tarea de organizar rondines para cuidar el plantel.20 Con los miembros del Bloque Estudiantil Revolucionario trataron de organizar una manifestación de apoyo al Movimiento Revolucionario del Magisterio.21 De las actividades de las hermanas Campa informan diversos documentos de la dfs en los que no aparecen más mujeres, sólo ellas son mencionadas y varios compañeros con los que se coordinaban. María Fernanda apoyó también al movimiento de campesinos que dirigió Rubén Jaramillo. Recapitula esos días: Como tres meses antes de que lo asesinaran estuve en su casa. Ahorita me acordé porque fue la primera vez que dormí en esas condiciones […] La primera vez que fui allá, a su casa, nos jalaban un petate y ahí te duermes. Luego nos levantábamos para ir a organizar jóvenes y gente del movimiento ciudadano de Jaramillo. ¡Era un tipazo!… Es una de las aventuras más importantes que yo he pasado en la vida porque fuimos a unos pueblos a organizarlos entonces; íbamos sábado y domingo. Vamos aquí, luego pa’ allá; entonces el cuchicheo ahí en el Comité que nos llevaban y traían, porque era de Rubén Jaramillo. De repente: “oigan ya no podemos seguir…”. Que los detienen para matarlos, querían escabecharse22 a Rubén Jaramillo.23 En efecto, durante el gobierno de Adolfo López Mateos, el 23 de mayo de 1962, un destacamento militar apoyado con policías judiciales sacó de su casa en Tlaquiltenango, Morelos, al dirigente campesino Rubén Jaramillo, a su esposa Epifanía, que estaba encinta, y a sus hijos Enrique, Filemón y Ricardo. Dos horas después la familia fue asesinada en las cercanías de las ruinas de Xochicalco; se agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05516. infomex número 0495000038617. Documento que firma Director General de Seguridad, Manuel Rangel Escamilla, junio 17 de 1960. 21 agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05516. infomex número 0495000038617. Documento que firma Director General de Seguridad, Manuel Rangel Escamilla, junio 21 de 1960. 22 “Escabecharse” es una palabra coloquial que significa “quitarle la cabeza”, “matarlo”. 23 María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 20 54 Estudiante de geología consumó así uno de los atroces crímenes políticos del siglo xx mexicano. Ser estudiante era peligroso y más aún participar en los movimientos de resistencia. En esos años Fernanda se había integrado a una organización campesina que dirigía Rubén Jaramillo en Xochimilco, en el sur del Distrito Federal y Morelos, a donde asistían Rubén y su esposa Epifanía. El asesinato de la familia Jaramillo tuvo una repercusión importante en la oposición, que se acrecentaba con la represión y, por otro lado, la simpatía que generaba la Revolución Cubana alentaba un movimiento antimperialista. En 1962 Consuelo, su madre, formó parte del comité directivo del Movimiento de Liberación Nacional, en el que participó Lázaro Cárdenas como uno de los más interesados. En ese mismo año participó en el congreso constituyente de la Central Campesina Independiente (cci) con el objetivo de organizar a los campesinos fuera del control oficial.24 Además, ella [Consuelo] fue candidata del Frente Electoral de Pueblo, candidata a diputada, y hacía trabajo con los campesinos de Xochimilco. Yo ya estaba más grande, ya me daba cuenta. [Consuelo] salía a provincia, seguía haciendo trabajo político hasta el final de sus días, digamos. Por supuesto, [fue] súper solidaria con los estudiantes y con nosotros. Claro que eso ya corría a cargo nuestro. Errores y todo [risas].25 El 19 de abril de 1963 un boletín informaba los primeros avances para la creación del Frente Electoral del Pueblo (fep). El 22 de abril se dio a conocer la plataforma electoral del fep y se presentó públicamente a los integrantes de la junta nacional organizadora: Ramón Danzós Palomino, Mario Hernández, Braulio Maldonado, Manuel Terrazas y Genaro Vázquez.26 Aunque Peláez dice que “el congreso eligió un Comité Ejecutivo Nacional que incluía a tres secretarios generales: Arturo Orona, Alfonso Garzón y Ramón Danzós Palomino”.27 Nuevamente la represión arreció. En ese año de 1963 también nació la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (cned), una organización ­estudiantil que pondría un alto a la Federación Nacional de Estudiantes Jesús Vargas Valdés, Consuelo Uranga…, p.p. 130-131. Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 26 Jesús Vargas Valdés, op. cit., p. 132. 27 Gerardo Peláez, op. cit., pp. 5 y 6. 24 25 55 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución ­Técnicos (fnet) que dirigía a nivel nacional las escuelas del ipn y sus distintos campus del interior del país. Había un ambiente de efervescencia estudiantil y el surgimiento de la cned concentra muchos estudiantes con ideas democráticas; dirigen la organización algunos integrantes de la Juventud Comunista. Los estudiantes de la cned inciden en muchas instituciones del país y se enfrentan a los organismos estudiantiles oficialistas. Folleto publicado por la organización estudiantil Vanguardia Revolucionaria en el Instituto Politécnico Nacional. 56 Surge la cned Querer es poder. Para María Fernanda no había topes ni muros, sabía lo que quería, hacia dónde trabajar políticamente. Aunque coloquialmente se autollama grilla, en aquel entonces serlo tenía un alto costo, y más serlo como crítica del sistema político y de la corrupción en las instituciones más grandes del país. Lo era de los grupos porriles, que recibían apoyos cuantiosos y especiales de las organizaciones oficiales, siempre con el doble discurso: “velar por los jóvenes, el futuro de la patria, y velar por aquellos que están con el poder”. Ser estudiante crítico era un compromiso, ser comunista implicaba ser honesto, buen estudiante, ser un ejemplo: Nosotros los estudiantes éramos solidarios con los obreros, ferrocarrileros, maestros y muy pronto organizamos a los estudiantes en células en cada una de las escuelas. En la esia teníamos una célula muy grande y tuvimos que dividirla. Formamos nuestros clubes de cultura, con los que organizábamos conferencias; estos clubes tenían fuerza propia. Estaba “charrificada” la fenet, el sistema de control en los estudiantes era fuerte, sin embargo en nuestra escuela logramos tumbar al director; como éramos buenos estudiantes, en tres patadas los sacamos y ganamos la sociedad de alumnos.1 En abril de 1963 algunos estudiantes organizados de diferentes instituciones se reúnen con politécnicos y estudiantes de las unam y lanzan un convocatoria “a todos los estudiantes mexicanos [y] a las organizaciones estudiantiles democráticas del país” para llevar a cabo el Congreso Nacional de los Estudiantes 1 Entrevista a María Fernanda Campa, 13 de julio de 2017. 57 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Democráticos en la capital michoacana durante los días 15, 16 y 17 de mayo, dirigido por Raúl Álvarez Garín, Rafael Aguilar Talamantes, María Fernanda Campa y otros compañeros. Era una organización nacional que preocupó de inmediato a la derecha y al gobierno. Para la historiadora Verónica Oikión Solano la formación de la cned y de otras organizaciones sociales le permitió al pcm incidir políticamente en distintas movilizaciones durante ese convulso periodo. A la vez, la cned se convirtió, más allá de lo que hubiese deseado la dirigencia comunista, en un hito de ruptura en relación con la construcción de un modelo revolucionario buscado insistentemente por los grupos de la izquierda radical en el clímax de confrontación contra el sistema autoritario a finales de la década de 1960. En ese entramado puede situarse el origen de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (cned). También influyó de manera relevante el factor regional debido a que la Federación de Estudiantes Universitarios de Michoacán (feum), con militantes de la Juventud Comunista (jc), del Partido Popular Socialista (pps) y de la Liga Comunista Espartaco (lce), propuso poner en marcha una central estudiantil luego de la represión sufrida por el movimiento universitario de febrero y marzo de 1963 en el seno de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.2 Construir, organizar, dirigir una organización de carácter nacional era vincularse con otras instituciones, viajar por el país, hablar con los compañeros y desempeñar actividades que debían realizarse siempre con cierto sigilo. María Fernanda lo sabía perfectamente y así se involucró. Durante estas actividades conoce a Rafael Talamantes y a Raúl Álvarez Garín. Sus padres, expulsados del Partido Comunista, habían formado el Partido Obrero Campesino Mexicano (pocm)3 pero a ella le interesó participar en el Partido Comunista, entonces no existía la Juventud Comunista. Ella explica esta decisión: Verónica Oikión Solano, “La Central Nacional de Estudiantes Democráticos, una historia de militancia juvenil”, en José René Rivas Ontiveros, Ana María Sánchez Sáenz, Gloria A. Tirado Villegas (coords.), Historia y memoria de los movimientos estudiantiles. A 45 años del 68, vol. II: Los movimientos estudiantiles regionales en México, unam, dgapa, Facultad de Estudios Superiores Aragón, 2017, pp. 110-111. 3 Sobre el pocm aclara Valentín Campa que “Aunque yo me encontraba en prisión como consecuencia del charrazo al Sindicato Ferrocarrilero, me mantuve en estrecha relación con los 2 58 Surgimiento de la cned También te dice mucho mi carácter. Mis papás estaban en el Partido Obrero Campesino Mexicano y en el 57 decidí entrar al pc directamente, no había la Juventud Comunista, incluso causó problemas porque ya estaba el pocm, donde estaban mi papá, mi mamá, mi hermana. ¿Y esta que hace aquí?, seguramente se preguntaron, pero yo era muy libre y luego a las células y a hacer trabajo. Son los antecedentes y prolegómenos del 68; si no, no hubiéramos podido organizar el Consejo Nacional de Huelga. En esas condiciones nos agarraron a un grupo. Arnoldo Martínez Verdugo nos llamó: “ustedes van a ser los dirigentes de la Juventud Comunista para organizarla”. Raúl Álvarez Garín, un tal Guerrero (sigue por ahí) y yo; no recuerdo más nombres. Todo salió de la inspiración de nosotros pero de Raúl salió la idea de organizar la cned y la organizamos con Talamantes. Es importante entender que aunque la cned agrupó a diferentes federaciones y organizaciones estudiantiles la posición ideológica que dirigió el rumbo fue importante. La citada historiadora Oikión afirma que: En el documento fijaron, además, su posición antiimperialista y a favor de la Revolución Cubana, y reafirmaron la intención de [...] “construir la gran central estudiantil nacional que será la contribución de los estudiantes mexicanos a la lucha que libra nuestro pueblo por la liberación nacional de México del imperialismo yanqui”.4 María Fernanda no estaba en el país cuando se emite la Declaración de Morelia, producto de la Primera Conferencia Nacional de Estudiantes ­Democráticos, celebrada en mayo de 1963 en Morelia, Michoacán, a la cual asistieron más de compañeros militantes y sindicalistas, por lo que seguí de cerca cooperando en lo posible en la integración del pocm. En este participábamos la corriente de Acción Socialista Unificada; la de los expulsados del pcm después de 1940, entre los que estaban Carlos Sánchez Cárdenas, Alberto Lumbreras y Miguel Ángel Velasco. También se incorporaron obreros e intelectuales que no habían pertenecido al pcm, interesados en actuar en un nuevo partido”. Valentín Campa, Mi testimonio…, p. 233. 4 Verónica Oikión Solano, “La Central Nacional de Estudiantes Democráticos, una historia de militancia juvenil…, pp. 117-118. 59 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución 200 delegados que representaban en conjunto a cerca de 100 mil estudiantes mexicanos.5 Menciona que: Yo fui a la escuela de cuadros a Moscú, a estudiar filosofía, economía y política, por eso cuando se organizó la convención fundadora no estaba en Morelia. Pero nos fue a visitar allá el secretario general [Arnoldo Martínez Verdugo]. Mi estancia allá era clandestina, pero me dijo: “Raúl Álvarez Garín anda de maoísta”. A mí me extrañó porque lo conocía muy bien, no le creí. Regresé en 1965 y me reincorporé y ya habían fundado la cned. El papel de la cned fue importante, andaba Gilberto Guevara Niebla también, y se hace la huelga. En 1967 se da la solidaridad con la Escuela Hermanos Escobar, ahí conocí a Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca. Fue ahí donde todos nos fuimos conociendo, de manera que cuando viene lo del 68 ya estaban las condiciones. Cuando regresé en 1965 hablo con Raúl y era mentira que él fuera maoísta, nunca lo fue. En esa época éramos ortodoxos, no entendíamos las diferencias entre los maoístas y comunistas… lo entendí años después cuando fui a China.6 Rafael Aguilar Talamantes, dirigente bajacaliforniano de filiación comunista, quedó al frente de la cned por ser uno de los principales inspiradores y organizadores. Los estudiantes michoacanos Arturo Martínez Nateras y José Tayde Aburto formaron parte del primer Comité Ejecutivo.7 El trabajo de la cned rindió resultados de unificación de fuerzas, de comités de lucha, y en noviembre de 1965 se realizó el primer encuentro con el comité ejecutivo nacional de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (fecsm) en las instalaciones de la Escuela Normal Rural de Panotla. El documento de la Declaración de Morelia aparece completo en el libro de Raúl Álvarez Garín La estela de Tlatelolco. Una reconstrucción histórica del movimiento estudiantil del 68, Editorial Grijalbo, México, 1998, pp. 273-280. 6 Delegado por Chapingo al Consejo Nacional de Huelga en 1968. Fue detenido el 27 de septiembre de 1968 (días antes de la matanza de Tlatelolco) cuando agentes de la Dirección Federal de Seguridad allanaron la casa donde se alojaba, ubicada en las afuera del Distrito Federal. El 3 de abril La Jornada dio a conocer su fallecimiento. Datos tomados de “Murió Cervantes Cabeza de Vaca. Uno de los líderes del 68”, La Jornada, 3 de abril 2013. 7 Verónica Oikión Solano, “La Central Nacional de Estudiantes Democráticos, una historia de militancia juvenil…, p. 119. 5 60 Surgimiento de la cned En diciembre de 1967 se realizó un Congreso de Estudiantes Técnicos en Zacatenco; se formó un bloque de oposición al charrismo en el que participaron la Escuela Superior de Economía (ese), la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (esime), la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (esia), la Escuela Superior de Físico-Matemáticas (esfm), la Escuela Superior de Medicina Homeopática (esmh), las vocacionales 4, 5 y 7 y algunos tecnológicos como el de Chihuahua. Al final decidieron salirse de la fenet y con eso debilitaron la organización. Por otra parte, el gobernador de Michoacán y otras autoridades organizan actividades de respaldo al presidente Gustavo Díaz Ordaz presentando a los líderes de la cned como agitadores comunistas. Encarcelan a los principales dirigentes de la cned, entre ellos a Rafael Aguilar Talamantes, Espiridión Payán Gallardo, Everardo Castro Rojas, Guillermo Gómez Alcaraz, Alfredo García Reyes, Salvador Durán Acosta, Pablo Sandoval Ramírez y a un nutrido grupo de estudiantes de la unam y del Politécnico afiliados a la cned, quienes se habían trasladado a Morelia para apoyar a los universitarios nicolaítas. También fueron apresados militantes del pcm. A propósito de lo ocurrido en 1967 que menciona María Fernanda, es importante explicar, aunque brevemente, que se refiere al movimiento en la Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar (esahe), de Ciudad Juárez, Chih., que transcurre de mayo a julio de 1967 en una escuela internado de carácter privado. Sus estudiantes pedían que se federalizara la escuela porque el internado estaba en malas condiciones. La dirección de la esahe declaró que la huelga era un movimiento liderado por estudiantes problemáticos y holgazanes. No obstante, el movimiento tuvo apoyo en Ciudad Juárez y en El Paso, y gran apoyo de movilización y negociación en el Distrito Federal. A la Ciudad de México llegó una comisión muy numerosa de huelguistas con adiciones al pliego petitorio: la construcción de un nuevo plantel (en Chihuahua o Delicias) federalizado y administrado por la Secretaría de Agricultura y Ganadería y la Universidad Chapingo (uch); garantizar el regreso a clases sin represalias; la destitución de Rómulo Escobar como director y el cese de los maestros no calificados. Surgieron los rumores de que la esahe desaparecería y se fueron a la huelga los estudiantes de Chapingo y del Politécnico.8 La El texto de Alicia de los Ríos es muy preciso y amplio para comprender este movimiento que antecedió al de 1968 y que ella ha investigado con apoyo documental y testimonios de los par- 8 61 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución ­ istoriadora Alicia de los Ríos cita lo que escribió de la huelga precedente Gilh berto Guevara Niebla, dirigente estudiantil de Ciencias de la unam, delegado al Consejo Nacional de Huelga en 1968: Este conflicto local suscitó, inopinadamente, uno de los impresionantes movimientos de solidaridad estudiantil pues, del 8 de mayo al 15 de julio, la huelga nacional alcanzó a incorporar a 70 000 estudiantes de todo el país, incluyendo a los alumnos del Instituto Politécnico Nacional, en donde, después de 11 años de paz interior se declaró una huelga general. Junto al ipn participaron: la Escuela Nacional de Agricultura (Chapingo), las escuelas de agricultura de todo el país, las normales rurales, la Normal Superior, etc. La lucha se organizó a través de un Consejo Nacional de Huelga y Solidaridad que sería el antecedente inmediato del cnh de 1968.9 La cned cobró una fuerza impresionante y llama a organizar la Marcha Estudiantil por la Ruta de la Libertad, que se realiza del 3 al 9 de febrero de 1968. Evitar la marcha se convirtió en razón de Estado; el gobierno federal ordenó a gobernadores y alcaldes, a las autoridades educativas, hacer todo lo pertinente para reprimirlos. La Dirección Federal de Seguridad intervino de diferentes formas. Precisamente en mayo de 1968 se realiza el segundo Congreso de la cned y se forma el comité ejecutivo, del que saldrían cuadros políticos que participaron de manera importante en el movimiento estudiantil. Tuvo representantes del interior del país, como Rafael Aguilar Talamantes, presidente; Arturo Martínez Nateras, secretario general. Entre los directores estuvieron David Vega Becerra, de Acción de Solidaridad Internacional; Pablo Gómez, por el Distrito Federal y el Estado de México; Joel Arriaga, por Puebla-Tlaxcala y Veracruz.10 De cualquier forma, aún en esta nueva estructura no aparece alguna mujer en el comité directivo pese a que muchas participaban en los movimientos ticipantes. “La huelga de 1967, en la Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar…”, en revista Chihuahua Hoy, núm. 14, 2016, p. 130. 9 Alicia de los Ríos, op. cit., p. 132. 10 He omitido los nombres de algunos integrantes del comité de la cened, la lista completa aparece en José David Vega Becerra, Una voz desde la masacre, edición del autor, México-Tlaxcala, 2016, pp. 98-99. 62 Surgimiento de la cned estudiantiles en sus escuelas, tanto en las instituciones de educación superior del Distrito Federal como del interior del país. En este sentido coincido con la explicación que ofrece Verónica Oikión: los militantes excluían a las compañeras pese a que muchas de ellas ya eran líderes conocidas, incluso algunas eran cuadros formados por el pc: “era ese el tenor del orden patriarcal […] se les conceptualizaba como individuos de menor edad.”11 Si bien el estudio de Verónica se remite a los años cincuenta, estas prácticas continuaron, aunque había varias mujeres destacadas en la lucha, especialmente María Fernanda. En el interior del país había militantes formadas, una de ellas es María de la Luz Núñez Ramos, como lo refiere: Allá en Guerrero yo era dirigente de la juventud comunista con la formación que en ese entonces recibíamos los militantes del pcm. Con una ideología de izquierda muy clara, conociendo los riesgos y peligros que significaba nuestra lucha por cambiar a una patria más justa y libre de explotación del hombre por el hombre.12 Con la cned surgió una organización nacional que contrarrestó a las organizaciones oficialistas, por supuesto la fenet, pero en las universidades del interior del país daría la batalla en contra de las organizaciones oficialistas y el porrismo. Verónica Oikión Solano, “Mujeres comunistas…, op. cit., p. 2970. María de la Luz Núñez Ramos, testimonio, 7 de agosto de 2017. En 1968 María de la Luz era alumna de la unam, estudiaba la carrera de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras. 11 12 63 Amor y maternidad Se conoció con Raúl como muchas jóvenes conocían a sus parejas, en los espacios de estudio, en la lucha y en la práctica del alpinismo. Sus primeros contactos fueron en 1957, cuando ella estudiaba en la Vocacional Núm. 1. Éramos amigos, éramos compañeros de la dirección de la Juventud Comunista. Raúl tenía a su mujer y a su hijo. Yo era soltera, éramos amigos, y después en la vida nos enamoramos; treinta años vivimos juntos. Nos conocimos Raúl y yo en 1957, durante el movimiento estudiantil solidario con huelgas y paros ferrocarrileros y magisteriales. Raúl y yo vivimos juntos de 1965 a 1997. Tuve dos hijos de Raúl, ellos son Manuela Álvarez Campa, nació el 27 de noviembre de 1966, y Santiago Álvarez Campa, nació el 28 de enero de 1974, ambos en México, DF. Nos fuimos ya a vivir juntos en 1965 y cuando tuve a mi hija ya vivíamos juntos en Tlatelolco. Es en ese periodo, principios de los sesentas. Ya pa’ cuando viene el 68’ estábamos “archiamarrados”; sí. [Risas].1 La vida se mira con alegría cuando hay alguien con quien compartir anécdotas, vivencias comunes y, sobre todo, ideales; ella encontró en Raúl aquella felicidad, parecían hechos uno para el otro. Cuando le pregunté por la maternidad me dijo algo muy de esa generación: “Soy de una generación en la que a nadie se le ocurría no tener hijos. Además de chica decía: “yo quiero tener doce hijos”. Tuve a mi hija justamente a finales del 1966, en pleno ­movimiento”.2 Entrevista a María Fernanda Campa Uranga, 20 de mayo de 2016. Entrevista a María Fernanda Campa, 13 de julio de 2017. Sobre el movimiento de 1966, refiere Salvador Ruiz Villegas: “Un grupo no ajeno a la cned, conjuntamente con otros, or- 1 2 64 Amor y maternidad En efecto, la generación de los sesenta vive en esa transición, lo que se llamó la revolución sexual. La pastilla anticonceptiva puesta en el mercado décadas atrás provocó, al menos, una respuesta virulenta de la Iglesia Católica, al mismo tiempo que el anhelo de muchas mujeres de decidir por fin sobre su cuerpo sin temor a embarazarse. Pese a estas ideas que circulaban en los ambientes donde la gente leía, la mayoría se guiaba por creencias tradicionales, prueba de ello es que la mayoría de las familias seguían siendo numerosas: en 1960 la población de la Ciudad de México era de 4,871 000 personas, en veinte años la población creció cuatro veces. No era el caso de María Fernanda, ella tuvo sólo dos hijos, de una maternidad voluntaria. Dos hijos, como en la familia Campa Uranga. Entonces se hablaba de compañerismo, aún en las parejas jóvenes que deseaban compartir otro tipo de matrimonio. El compañerismo en los años sesenta asumió nuevas connotaciones, que apuntaban a la comprensión, la autenticidad y la realización de cada uno en el otro […] Más allá de las diferencias, en estas representaciones del compañerismo confluían la unión, la entrega, la comprensión en relaciones que debían ser auténticas, desinhibidas y profundas para permitir la realización y el crecimiento personal.3 Las ideas, las influencias, circulaban de distintas formas sobre lo que debía ser una familia; los años sesenta están marcados por una crítica de los jóvenes a la familia burguesa. No era este el caso preciso donde puede ubicarse la nueva unión pues a los comunistas se les exigía capacidad de comprensión para compaginar los compromisos de militancia con el desarrollo profesional. Además de la ideología los unía el alpinismo; María Fernanda dejó de practicarlo pero desde hace años hace yoga y tai chi; siempre positiva y activa, su expresión corporal es muy vivaz. Los senderos que caminaron ella y Raúl los conversa: ganiza una huelga en 1966 en la Facultad de Derecho de la unam, que tuvo como desenlace bochornoso la vejación y posterior renuncia del rector de la unam, Ignacio Chávez”. Salvador Ruiz Villegas, “Grupos y facciones estudiantiles en la unam y el ipn”, en Fernando Solana y Mariángeles Comesaña, Evocación del 68, Siglo XXI editores, 2008, p. 54. 3 Isabella Cosse. Pareja, sexualidad y familia en los años sesenta. Una revolución discreta en Buenos Aires, Siglo XXI editores, Argentina, 2010, pp. 131-132. 65 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Estando yo en la Voca conocí a Raúl, pero éramos nada más amigos y compañeros, él estaba enamorado de otra. Después ya en la vida nos juntamos, pero cuando nos juntamos yo ya era alpinista y él también, a los dos nos gustaba. Ya después tuvimos a los hijos y aquí los dejábamos y nos íbamos. Seguí siendo deportista, ahora hago yoga y tai chi pero el alpinismo fue súper impresionante cuando vi los volcanes. Cuando voy a Puebla o vengo digo ¡yo andaba por allá! Porque no fue una, fueron muchas veces ir al Popo y al Izta, a los dos. Nos quedábamos a dormir en los distintos campamentos. Son dos tipos de volcanes totalmente distintos y las subidas y la sensación siempre son muy distintas. Por ejemplo, en el Popo siempre es así (señala) y al llegar acá (chirrido) ¡Acá está la caída por donde subiste y para acá está el cráter! Estaba el cráter vivo, pero tengo entendido que desde los noventa que empezó a exhalar, ya es un riesgo, ya no dejan subir. Muchas veces fuimos al Popo, qué bonito era. Y claro, no podíamos ni comer y ahí vamos otra vez abajo. Tengo una película que yo saqué, me acuerdo cuando nos dieron una [cámara] súper ocho, ¡quién sabe dónde estará! Me acuerdo porque con la cámara de fotografía tú puedes voltearla, y yo volteé la cámara de cine porque no sabía. ¡Bueno, era la primera vez que filmaba! Entonces hay escenas todas chuecas [risas] y con amigos de los clubes de alpinismo y del Politécnico. Además de su pasión por el alpinismo María Fernanda deseaba seguirse preparando; contó con apoyos valiosos, el primero y fundamental fue el de Raúl, quien no la detuvo en su crecimiento profesional, y el segundo fue el de la nana Tolita, quien la ayudó con los niños; en ella confiaba mucho y estableció un vínculo afectivo estrecho que mantiene hasta la fecha. Además vivía su mamá. La prueba más difícil fue cuando quiso estudiar la maestría y el doctorado en ciencias de geología en la unam. La aceptaron pero para elaborar su tesis de doctorado debía trabajar con una brigada de Pemex, entonces ya no estaba en el Instituto Mexicano del Petróleo. Fueron cinco años de trabajo intenso, no era fácil realizar trabajo de campo y en el campo. Sin teléfono, sin comodidades, era la única mujer. Debía dormir en el campamento. Lo revive con las siguientes palabras: Trabajaba veinte días y descansaba diez; hablaba desde un pueblito, debía hacer cola para llamar a casa. Muchos estaban viendo si caía yo; los del sindicato trataron de hacerme un lío para ver si me echaban pero no pudieron nunca. Yo seguía haciendo mi trabajo para la tesis de doctorado, la terminé, era muy respetado mi trabajo. 66 Amor y maternidad Además dirigía una brigada de veinte hombres y no tenía un lugar especial para hospedarse; por fortuna sabía imponerse y evitar que le faltaran al respeto. Debía cuidar su espacio ganado como trabajadora y como geóloga, podía perderlo todo. Sabía que los niños estaban en buenas manos pero no dejaba de sentirse mal cuando se despedía de ellos, especialmente del pequeño Santiago, a quien lo dejaba llorando. Habla de su maternidad: Durante el lapso nació Manuela, a ella le tocó una época difícil porque tenía yo a mi papá en una cárcel y a Raúl en la otra, y yo trabajaba en el imp. Me regresé a Pemex para hacer la tesis. Luego tuve a Santiago y me fui al doctorado. En Pemex me dieron permiso, pero me exigieron: “tienes que dirigir una brigada de exploración”. Sí, cómo no, respondí, déjenme preguntarle a mi esposo. Raúl dijo que sí. Manuela creciendo y Santiago chiquito, a veces salía llorando de la casa porque Santiago lloraba. Cómo le hice, no lo sé. Se necesita juventud y ánimo.4 En otra entrevista lo refiere con otras palabras: Entonces vine y le dije, “Raúl, tengo necesidad de hacer la tesis de doctorado, quiero hacer mi trabajo”. A mí me gustaba. Yo me iba hecha pedazos dejando al chiquito y a la otra, pero a los dos días ya estaba en otro mundo. Yo regresaba y en esa época no había teléfono ni había nada. Estaba súper interesada en el conocimiento de la geología, tenía profesores franceses y unos gringos. Los hijos crecieron conmigo así. Hasta que Manuela, cuando era adolescente, me preguntó algo fuerte y yo me dije: “ella me necesita” y no me arrepiento de haber regresado y estar en Planeación, que nunca me gustó, pero ahí aprendí mucho de administración de Pemex.5 Definitivamente Raúl supo aquilatar los objetivos de María Fernanda, su aceptación era fundamental; tampoco se trataba de un hombre tradicional, por el contrario, creció en un ambiente de ciencias: por el lado materno Manuela Garín era catedrática de matemáticas en la unam. Cuando se formó como matemática, en 1937, lo hizo en una generación de cuatro estudiantes, dos mujeres y dos hombres. ¿Quién más para conocer lo que debía hacerse 4 5 Entrevista a María Fernanda Campa Uranga, 20 de mayo de 2016. Entrevista a María Fernanda Campa Uranga, 27 de julio de 2016. 67 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución para estudiar una carrera como esa? El padre, quien se llamaba Raúl Álvarez también, estudió ingeniería, más aún, al matrimonio unido por el amor lo unió también la militancia comunista. La relación de Raúl fue estrecha con sus padres pero su madre ocupó un lugar especial. Precisamente a su primera hija le pusieron Manuela, el nombre de la madre. Raúl creció en un ambiente favorable al desarrollo de la investigación, creció entre libros, con ideas libertarias, activo siempre. Por otra parte, él conocía suficientemente el carácter de María Fernanda, como lo comenta ella: La ayuda de Raúl fue valiosa, era machirrín pero era muy consciente. Como él dijo: “Si yo te hubiera dicho que no, de todas formas te hubieras ido”. Su familia, muy decente, tan fabulosa, y mi mamá, que todavía vivía; así que no tuve problema de ser mamá y de estudiar, ni con los hijos. Una vez le pregunté a mi hijo: “Santiago ¿tienes sentimiento de abandono?” “No, para nada”, me contestó. Ellos se criaron en ambiente familiar, con esa muchacha Tola que es una chica de campo, estudió su secundaria, se casó y tuvo sus hijos. Sus hijos me dicen abuela. Estos párrafos muestran algunos dilemas que María Fernanda tuvo que resolver, pero los más difíciles fueron en su relación de hija-madre y esposa. Los años en que fue a la cárcel a ver a su padre la templaron, pero luego ver a Raúl, que fue detenido y preso el 2 de octubre, cuando ya era madre de Manuela, la regresaron a la búsqueda de justicia y libertad para los dos. Nunca hubiese decidido posponer una decisión porque conocía las circunstancias políticas y el momento en que había una oportunidad para avanzar. Yo nunca quise hacer dinero ni fama, eso nunca me atrajo. Lo que sí me atrajo y me atrae son los 60 millones de mexicanos que no tienen de qué vivir, eso sí me cala. Mis hijos salieron gente decente. Conocí buenos hombres y somos amigos, ellos sufren igual que las mujeres. Igual tienen broncas, pero esa es mi experiencia. Son cosas duras, no las crees. Manuela de chiquita veía un policía y lloraba pero luego se le quitó, sola. Yo decía, “es que son las cárceles, si yo la llevaba de pequeña”. Me di cuenta cuánto me dolía esa situación. Mi papá salió antes que Raúl, cuando salió me quité una loza de encima. Pero luego salió Raúl y ya, les dije “me quitó diez años de mi vida, pasé visitando y ayudándole a mi papá”. Si tú les preguntas a mis hijos no sé qué dirán ellos, además, yo lo pienso: “sí, a mí me gustaba la geología y sigo siendo igual”. 68 Amor y maternidad Como hija María Fernanda sostuvo una relación amorosa con su madre Consuelo, quien vivía independiente, como había sido toda su vida; pero cuando enfermó decidió no dejarla ir y Consuelo vivió con ellos sus últimos años hasta que partió de esta vida el 10 de noviembre de 1977 en la casa de María Fernanda, un día después de haber cumplido los 74 años. La relación de Fernanda con su suegra Manuela se mantiene de por vida, pese a que se separó de Raúl; Manuela tiene actualmente 104 años. Manuela se jubiló en 1978 a los 74 años de edad, después de más de tres décadas de ejercer la docencia y la investigación en la unam. Fernanda supo sobrellevar la relación con mujeres y hombres, su humanismo, su lucha, su misma formación la ayudaron en muchos momentos de su vida. En ese ambiente creció Raúl, lo dotaron de otras ideas. Le pregunto, háblame de la relación con tu suegra Manuela Garín. Responde de inmediato: “está muy bonito ese libro”, (se refiere al texto escrito por Manuel Diego, Manuela Garín, Saber/Contar):6 Manuela puso una foto mía [en el libro], ella me la pidió, aunque Raúl ya estaba casado con otra. Pero Raúl y yo fuimos amigos hasta el final de sus días. Como le digo a ella, “si no hubieras sido mi suegra serías mi amiga”, lo somos hasta la fecha. Mis hijos son muy cuidadosos con la abuela, la quieren mucho. Yo con ella hasta donde puedo verla, porque ella tiene 103 años. El 26 de noviembre de 2014 se le murió su hijo preferido, y cuando se murió dijimos “no va a durar Mane”, como le decimos, pero ya sobrevivió tres años más. La relación con Manuela se estrechó aún más cuando apresaron a Raúl; compartieron esta pena, las volvió más solidarias y ambas desde sus trincheras apoyaron para exigir la salida de los presos, no sólo de Raúl. De este capítulo en la vida de María Fernanda se tratará más adelante, por lo pronto podemos cuestionar ¿por qué se insiste en poner a las suegras y nueras como si lucharan por un poder, como si fueran enemigas? Las relaciones entre mujeres pueden construirse de distinta manera cuando han vivido ciertas circunstancias, cuando hay proyectos más allá de las cuatro paredes de una casa. Esa es la fortaleza de mujeres diferentes que entienden que hay que unirse para luchar por los mismos anhelos, el antimperialismo, la paz, los derechos humanos, la libertad 6 Manuel Diego, Manuela Garín, Saber/Contar, ediciones Oro de la noche, México, 2013. 69 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución de los presos políticos. Manuela Garín se identificó con el movimiento del 68, estaba informada, fue integrante de la Coalición de Maestros de Enseñanza Media y Superior pro Libertades Democráticas. ¿Qué mejor si tenía claro lo que sucedía en el país? Daba clases en la unam y… cómo no entenderse con María Fernanda. “Estando yo en la Voca conocí a Raúl, pero éramos nada más amigos y ­compañeros... Después ya en la vida nos juntamos, cuando nos juntamos yo ya era alpinista y él también, a los dos nos gustaba. Ya después tuvimos a los hijos y aquí los dejábamos y nos íbamos”. Raúl Álvarez Garín con su hijo Santiago y Mike Breda. 70 Amor y maternidad “Nos fuimos a vivir juntos en sesenta y cinco y cuando tuve a mi hija ya vivíamos juntos en Tlatelolco. Es en ese periodo, principios de los sesentas. Ya pa’ cuando viene el 68’estábamos archiamarrados”. 71 Del inicio del movimiento al Consejo Nacional de Huelga María Fernanda es única y a la vez parte de una generación que rompe tabús de la sexualidad y de espacios masculinos; cuestiona lo tradicional, como lo hicieron su madre y su hermana. Su contexto familiar y social la ayudó a construir su perfil: a las jóvenes de su generación les tocó conocer la Revolución Cubana; era difícil escaparse de los ideales revolucionarios, de manifestarse en contra de la invasión que Estados Unidos intentó en Bahía de Cochinos. Era muy de la época llamarse “guevarista” o simplemente antimperialista. Les tocó también ver y oír la revolución o liberación sexual. También impactó en muchos jóvenes la rebelión de los hippies norteamericanos, quienes impugnaban la intervención de su propio país en Vietnam. Se agrega que ella fue a Moscú a la escuela de cuadros, a Cuba, construyó sus propias interpretaciones sobre lo que pasaba en otros lugares del mundo. Esta mezcla de ideas, de influencias, de lenguajes y formas de expresarse con libertad creó una atmósfera en esa generación. De alguna manera María Fernanda se considera hippie, porque actuaba con mucha libertad, sin prejuicios, aunque jamás fumó “mota”, como le dice a su hija. La razón de fondo por la que también participó en el movimiento de 1968 fue la liberación de los presos políticos, entre ellos su padre, y ella misma es sobreviviente del genocidio del 2 de octubre de 1968: Digo que soy hippie pero mi hija me corrige porque yo nunca le entré a la mota. Ora sí que ser hippie es connotación de mota. Yo no le entré nunca. Le tenía 72 Del inicio del movimiento al Consejo Nacional de Huelga ­ iedo a la droga, a lo mejor por cobarde. El ambiente era verdaderamente “relam jado”, en el sentido correcto de muévete, súbele, bájale.1 Por otra parte, desde 1958 el gobierno venía adquiriendo más y más armas para las fuerzas represivas, como dice Ilán Semo: Presionado [el gobierno] por las luchas obreras de 1958-1962 y las movilizaciones campesinas de los años siguientes, y alentado por la empresa privada para acrecentar las compras y las concesiones, el gobierno de López Mateos destinó –a diferencia de sus antecesores– la mayor parte del presupuesto federal a gastos en servicios públicos y administración de los aparatos de Estado.2 Entre estas disposiciones creció el número de judiciales, de espías, inspectores, soplones; la Dirección Federal de Seguridad (creada desde el gobierno de Miguel Alemán) se encargaba de seguir estrechamente a los dirigentes o militantes del Partido Comunista porque desde siempre se manejó como hipótesis la “conjura comunista”. Durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz se intensificó el número de judiciales, de granaderos y el ejército. Más aún, el ejército intervino en distintos movimientos estudiantiles del interior de la república, desde 1960 en la Universidad Autónoma de Guerrero, siendo presidente Adolfo López Mateos. Durante esa década estallan varios movimientos estudiantiles en las instituciones del interior del país. Hay que recordar que Adolfo López Mateos fue informante de la cia en los Estados Unidos de América, como los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría. Sostiene Juan Veledíaz: Winston Scott, el jefe de la estación de la cia en México que más tiempo ocupó el cargo en esa época y que se convertiría en leyenda de la “guerra secreta” desarrollada en el país, creó en 1960 una “red de agentes pagados y colaboradores dentro y en torno a la oficina presidencial”, que se volvería uno de sus más grandes éxitos profesionales. El programa se llamó Litempo 14, y se originó como “una relación productiva y efectiva entre la cia y selectos funcionarios de México… el presi- 1 2 Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. Ilán Semo, op. cit., p. 102. 73 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución dente López Mateos “no necesitaba un alias Litempo, porque ya era un agente, conocido como Litensor”.3 Apoyado en el libro de Jefferson Morley, afirma que Díaz Ordaz colaboraba como Litempo 2, que recibió dinero del jefe de la cia y así se le conoció en los cables enviados a Washington. A Fernando Gutiérrez Barrios, El pollo, se le conoció como Litempo 4, y a Luis Echeverría como Litempo 8.4 Sería equivocado reducir el estallido del movimiento estudiantil de 1968 al enfrentamiento entre los “arañas” y los “ciudadelos” aquel 22 de julio de 1968, cuando los alumnos de las vocacionales 2 y 5 del ipn atacan a estudiantes de la preparatoria particular Isaac Ochoterena, incorporada a la unam, aunque esa es la fecha que se consigna como inicio del movimiento, al fin y al cabo los cortes históricos son convencionales. Si preguntamos cuándo se incubó el movimiento también tenemos otros momentos que son resultado de un proceso. Coincidimos en que el movimiento estudiantil tuvo muchas causas y los antecedentes los encontramos desde el movimiento de 1956, con represión tras represión de parte del gobierno, y que no concluyó en 1968. En este sentido concuerdo con Sergio Aguayo cuando se refiere a la violencia de Estado, aplicada desde 1956 hasta lo ocurrido recientemente con la desaparición de los 43 estudiantes de ­Ayotzinapa. Comparativamente con muchos otros momentos históricos durante la segunda mitad del siglo xx en México, el de 1968 constituye un año axial, como señala el estudioso José René Rivas Ontiveros, quien retoma el concepto utilizado por Octavio Paz en su libro Posdata.5 Es el movimiento social más importante del siglo xx en México, protagonizado por los sujetos estudiantiles de las instituciones más grandes de educación media y superior, especialmente el ipn y la unam, y no sólo de la Ciudad de México sino de varias universidades del interior del país. Una gran protesta de los sectores medios crecientes en ascenso en la Ciudad de México. El movimiento estudiantil de 1968 debe verse en varios momentos de intensidad con la que se vivió antes de ocurrir la brutal represión en la Plaza de las Tres Culturas. Juan Veledíaz, Jinetes de Tlatelolco. Marcelino García Barragán y otros retratos del ejército mexicano, Ediciones Proceso, México, 2017, p. 122. 4 Ibíd. 5 José René Rivas Ontiveros, La izquierda estudiantil en la unam, Organizaciones, movilizaciones y liderazgos (1958-1972), México, unam. Miguel Ángel Porrúa, 2007, p. 502. 3 74 Del inicio del movimiento al Consejo Nacional de Huelga Para relacionar esta historia de vida con el movimiento de 1968 se abordarán tres momentos: 1. Del inicio del movimiento al Consejo Nacional de Huelga. 2. El 2 de octubre y el encarcelamiento de Raúl Álvarez Garín. 3. La liberación de Raúl.6 En 1968 María Fernanda trabajaba en el Instituto Mexicano del Petróleo como geóloga, vivía con Raúl Álvarez Garín desde tres años atrás. Raúl daba clases en el Instituto Politécnico Nacional, por eso empezó a participar en las reuniones; pronto destacó y fue nombrado delegado al Consejo Nacional de Huelga. María Fernanda comenta que en los primeros días del movimiento Raúl no se encontraba en la Ciudad de México: Cuando se da el bazucaso7 Raúl no estaba en México. Raúl estaba también terminando, era profesor. Él sí estaba relacionado directamente con el Politécnico. Daba clases y estaba terminando la carrera, porque él era de la Universidad y se Ramón Ramírez divide el movimiento en ocho etapas: primera, del 22 de julio al 5 de agosto; segunda, del 6 al 13 de agosto; tercera, del 14 al 27 de agosto; cuarta, del 28 de agosto al 1 de septiembre; quinta, (12 al 13 de septiembre); sexta, del 14 de septiembre al 2 de octubre; séptima, del 3 de octubre al 4 de noviembre; octava, del 5 de noviembre al 6 de diciembre. Ramón Ramírez, El movimiento estudiantil de México (julio/diciembre de 1968), t. I, editorial Era-buap, México, 2008 (2ª. edición), pp. 9 y 10. Raúl Jardón coincide en el número de etapas pero ubica los siguientes periodos con sus respectivas fechas: la 1ª. “Resistencia y ballonetas”, 2ª. “De la cólera a la organización”, 3ª. “Cuando las calles fueron jóvenes”, es el momento más brillante del movimiento, 4ª. “Y el silencio respondió al acoso” luego de la represión del 27 y 28 de agosto, la “Quincena patria”, “Octubre negro”, 7ª. “Acosados pero no vencidos” y “El último reto”, Raúl Jardón, 1968. El fuego de la esperanza, México: Siglo XXI Editores, 1998, pp. 26-28. Sergio Zermeño coincide en considerar la primera etapa entre el 22 y 30 de julio. En el seguimiento que hacemos se obviarán varios momentos para establecer correspondencias con las vivencias de María Fernanda, que se complementan con las de Raúl Álvarez Garín. 7 Esta acción se dio el 30 de julio de 1968. De la cronología de Ramón Ramírez se retoman algunos párrafos que refieren lo ocurrido ese día: En las primeras horas de hoy “soldados de línea, pertenecientes a la Primera Zona Miliar”, penetraron en los edificios de las preparatorias 1,2, 3 y 5 de la unam, y de la Vocacional 5, del ipn. / “Al mando del general José Hernández Toledo, los miembros del Ejército Nacional, procedentes del Campo Militar número uno se dirigieron al primer cuadro de la ciudad…” […] “La tropa inició su marcha a las preparatorias con bayoneta calada y encontró una leve oposición. Los estudiantes se vieron obligados a parapetarse en los planteles y la puerta de las escuelas 1 y 3 fue desbaratada de un tiro de bazooka”/ “Inmediatamente después, los integrantes del Segundo Batallón de Infantería, a las órdenes del general de división Crisóforo Mazón Pineda, entraron a los planteles universitarios y sacaron a los muchachos. Ramón Ramírez, op. cit., p. 161. 6 75 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución pasó al Politécnico. Yo ya ni me acuerdo ni por qué fue. En esa ocasión él estaba dando clases de matemáticas porque ya ves, era matemático. Participaba en un seminario en Oaxtepec [organizado por la Sociedad Matemática Mexicana]. Entonces yo agarré el coche y me fui con la niña el fin de semana y le dije: “sabes qué, regrésate porque ya está empezando una cosa seria y ya ahí dejen los cursos”. Digo, era muy importante lo que estaba pasando y nos tenían mucha confianza. De ese tamaño… Ya regresó y se incorporó al movimiento. No es que se haya metido, ya lo conocían.8 Raúl había participado desde tiempo atrás, tenía experiencia, y María Fernanda, quien venía participando en los demás movimientos sociales y estudiantiles ocurridos atrás, no quería ni podía ser ajena a lo que en pocos días se transformó en algo grande hasta llegar a la huelga en la unam y el ipn. Desde los primeros días hubo varios detenidos; la represión arreció los días 23 y 26 de julio. La incidencia en el conflicto recaía principalmente en dos personajes: Luis Echeverría Álvarez, secretario de Gobernación, y Alfonso Corona del Rosal, regente de la ciudad. La represión se dirigió a los comunistas y en general a integrantes de las fuerzas democráticas. El 1º de agosto se realiza la manifestación convocada por Javier Barros Sierra, a quien le pidieron los politécnicos que invitara personalmente al doctor Guillermo Massieu, director del ipn, a participar en la manifestación”. Raúl describe ese ambiente: Después de casi 10 días de incertidumbre y violencia, de noticias de enfrentamientos, barricadas, detenciones, heridos y muertos, después de haber sido arrastrada la ciudad entera a una vorágine de caos, la primera voz de enérgica protesta, de dignidad y de posibilidad de desarrollar una confrontación política civilizada la dio el rector Barros Sierra… El estado del ánimo de la ciudad cambió de un solo golpe.9 El día 2 de agosto el director general del Politécnico Guillermo Massieu y los 26 directores de las escuelas del ipn publicaron un desplegado en apoyo a los Entrevista a María Fernanda Campa Uranga, 20 de mayo de 2016. Raúl Álvarez Garín. La Estela de Tlatelolco. Una reconstrucción histórica del movimiento estudiantil del 68, Grijalbo, México, 1998, pp. 43-44. 8 9 76 Del inicio del movimiento al Consejo Nacional de Huelga estudiantes. Las reuniones se realizaban en las Escuela de Física y Matemáticas, en la Unidad Profesional Zacatenco. Prosigo con lo escrito por Raúl “En el politécnico teníamos una significativa experiencia: en el año anterior, en 1967, habíamos desarrollado con buenos resultados, un movimiento de huelga solidaria con los estudiantes de Agricultura de Ciudad Juárez, y para el caso habíamos construido un organismo dirigente que se llamó Comité General de Huelga”.10 Ahí se decidió convocar a otra reunión y en esta se acordó efectuar otra manifestación. El 5 de agosto se realizó la manifestación y al día siguiente se planteó realizar asambleas y estallar la huelga nacional. Esta manifestación no fue encabezada por las autoridades del ipn pero la acompañaron profesores de algunas escuelas;11 partieron de la Unidad Profesional de Zacatenco hacia la Vocacional número 7 y terminó en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. Esta manifestación incluía contingentes de alumnos y catedráticos de la unam, de la Escuela Nacional de Agricultura Chapingo y de la Normal de Maestros.12 Las primeras reuniones para formar el cnh se hicieron en el auditorio de Física y Matemáticas del ipn, ahí se formó la instancia directiva. El 8 de agosto quedó formalizado con 270 integrantes, cantidad que fue aumentando en la medida en que más escuelas se iban sumando; representantes de 57 escuelas fueron delegados al Consejo.13 En aquella reunión fundadora del Consejo Raúl fue nombrado delegado por la Escuela Superior de Física y Matemáticas. El 8 de agosto el cnh acordó emitir un pliego petitorio con seis puntos, los que apoya la Coalición de Maestros: 1. Libertad a los presos políticos. 2. Destitución de los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea, y también la del teniente coronel Armando Frías. 3. Extinción del cuerpo de granaderos, instrumento director de la represión, y no creación de cuerpos semejantes. 4. Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal (delito de disolución social), instrumentos jurídicos de la agresión. Raúl Álvarez Garín, op. cit., p. 45. Raúl Álvarez Garín, op. cit., pp. 47-48. 12 Ramón Ramírez, op. cit., p. 191. 13 José René, Rivas Ontiveros, op. cit., pp. 606-607 y 617. 10 11 77 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución 5. Indemnización a las familias de los muertos y a los heridos, víctimas de la agresión del viernes 26 de julio en adelante. 6. Deslindamiento de responsabilidades de los actos de represión y vandalismo por parte de las autoridades a través de la policía, granaderos y ejército.14 Ese mismo día se formó la Coalición de Maestros de Enseñanza Media y Superior del País Pro Libertades Políticas, que convoca a una asamblea que se celebra más tarde, a las 18.00 horas, en el Auditorio Justo Sierra de Ciudad Universitaria. El cnh se convirtió en el seno embrionario del que surgieron dos bloques de fuerzas políticas cuyas posiciones derivaban de visiones estratégicas y tácticas distintas. Por un lado estaba la concepción a la que Guevara Niebla calificaría como realista y, por otro, la doctrinaria o catastrofista. Es en el bloque realista o democrático donde se identifican como principales ideólogos Raúl Álvarez Garín y Gilberto Guevara Niebla. Ambos se habían formado en el seno del pcm, o mejor dicho, en la Juventud Comunista de México y su rama estudiantil, la cned, en la que incluso tuvieron una activa e importante participación durante la primera fase de su construcción. En la otra fuerza se encontraban Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca y José Tayde Aburto, de Chapingo, y algunos otros elementos. 15 María Fernanda y Raúl sabían de la vigilancia que había, del espionaje de la dfs, pero estaban convencidos de la lucha por las libertades democráticas, en lo que se convertiría ese gran movimiento, sabían que podían detenerlos en cualquier momento. Si alguien conocía esta inseguridad era María Fernanda, que para entonces ya era madre y debía distribuir su tiempo entre ir a trabajar, cuidar a su hija, asistir al cnh e ir a visitar a su padre. Sólo su gran capacidad de trabajo y de compromiso asimilado desde niña puede explicar el despliegue de actividades que asumía y que fue aumentando en el transcurso del movimiento. Pliego petitorio que salió el 8 de agosto, tomado de Ramón Ramírez, op. cit., p. 201. Aparece también en Raúl Álvarez Garín, op. cit., p. 52. 15 Sobre este tema explica ampliamente el ya citado estudioso José René Rivas Ontiveros, op. cit., pp. 616-617-618. 14 78 Del inicio del movimiento al Consejo Nacional de Huelga Una de las razones por las que se discutió el primer punto del pliego petitorio, el que se aprobó así, es que algunos representantes proponían libertad a los presos que habían sido detenidos desde el 22 de julio y la otra parte, entre los que se encontraba Raúl, proponía que se exigiera la libertad a todos los presos, los que estaban desde 1959, entre ellos se incluía a Valentín Campa y Demetrio Vallejo. La consigna ¡Libertad presos políticos! no era desconocida en los sectores politizados de los estudiantes. Ganó la propuesta de exigir la libertad a todos los presos políticos. Se ganó también la propuesta al pliego petitorio de la “Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal (delito de disolución social), instrumentos jurídicos de la agresión”. Este artículo fue emitido el 18 de septiembre de 1941, el que en teoría se había dictado para evitar la expansión del fascismo frente a los actos de la así llamada Acción Revolucionaria Mexicanista (llamados también los Camisas Doradas) y la Unión Nacional Sinarquista, que en los años treinta y cuarenta impulsaban revueltas, mítines reaccionarios y peleas callejeras contra trabajadores y sindicatos y contra la policía y el gobierno mexicano. Una parte del citado artículo dice: “Se aplicará prisión de seis a diez años al extranjero o nacional mexicano que, en cualquier forma, realice actos de cualquier naturaleza que preparen material o moralmente la invasión del territorio nacional, o la sumisión del país a cualquier gobierno extranjero.”16 Era evidente que esto correspondía a las acciones de los presos políticos encarcelados anteriormente. Por supuesto, ni siquiera se aceptaba que fueran o hubiera en México presos políticos. En el cnh, un organismo colegiado tan grande, no podían tomarse las decisiones rápido, les llevaba horas definir. Del binomio formado por Álvarez Garín y Guevara Niebla surgió la mayor parte de iniciativas, por eso Raúl en varias ocasiones solicitó que se hablara en concreto. Esta propuesta le valió el mote de El concretito. Tenía razón María Fernanda en que mientras ellos hacían reuniones de doce horas o más, ella con otro grupo se encargaban de organizar diversas actividades. El movimiento absorbió la atención de Raúl, no llegaba a su casa ni a comer ni a dormir. Después, y antes que lo demás, debían prever una campaña que ayudara a aclarar lo que la prensa difundía, “El Delito de Disolución Social y su uso contra el movimiento de masas”, en https://www. laizquierdadiario.mx/El-Delito-de-Disolucion-Social-y-su-uso-contra-el-movimiento-de-masas. consultado 16 de enero de 2017. 16 79 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución ese fue el papel de las brigadas. Más aún, “en una de las marchas se organizó una ´quema´ de periódicos frente al Excélsior para simbolizar el desprecio de los estudiantes por las mentiras que difundían”.17 El papel de las brigadas fue fundamental para desmentir lo que la prensa daba a conocer, debían desnudar la historia oficial que se construía y difundía en la prensa, en libelos, cuando entonces los medios de comunicación estaban totalmente manipulados. Los jóvenes creaban sus propias formas de comunicarse con el pueblo para difundir lo que realmente ocurría. Era el momento de aprovechar la opción para expresar la contracultura, organizada de manera creativa y no siempre derivada de los acuerdos del cnh, acciones por analizarse aún. Algunas estudiosas del trabajo de base han mostrado la importancia de las brigadas femeninas, las que no siempre eran autónomas porque casi siempre eran dirigidas por hombres, pero durante este proceso de constante participación activa modificaron su percepción de la realidad, eran escasas las que pertenecían algún grupo de izquierda.18 En ningún movimiento estudiantil participaron tantas mujeres como entonces. Las brigadas también hicieron acto de presencia en algunas fábricas, laboratorios y otros centros de trabajo para exhortar a los obreros a que se adhirieran al movimiento estudiantil. Equivocados están quienes piensan que el pueblo no apoyó al movimiento. Las brigadas, dice Raúl Jardón: hicieron suyas prácticamente todas las calles de la capital. Era más fácil encontrarse en el curso del día a una brigada que a un grupo de policías. Los comerciantes les daban comida en los mercados; sus botes se llenaban de monedas. Se hacían mítines hasta en los intermedios de las funciones de los cines, donde la gente aplaudía los inesperados discursos. / Había brigadas de tres personas, y hasta Raúl Álvarez Garín, op. cit., p. 55. Alma Silvia Díaz Escoto compara las diferencias en la participación de mujeres en dos huelgas, la de 1968 y la de 1999-2000, procesos distintos no sólo por la composición de las mujeres sino por la independencia con la que actuaron las estudiantes. “Las mujeres en los movimientos estudiantiles de 1968 y de 1999-2000”. Hacia la emancipación y el empoderamiento”, en Gloria A. Tirado Villegas, De la filantropía a la rebelión. Mujeres en los movimientos sociales, finales del siglo xix al siglo xxi, editado por buap, viep, Cuerpo Académico de Estudios Históricos, Puebla, 2008, pp. 117-136. 17 18 80 Del inicio del movimiento al Consejo Nacional de Huelga b­ rigadas monstruo con tanta gente que cupiera en un camión de la unam, del ipn, de Chapingo o de la Normal...19 Ese trabajo de hormiguita que debe apreciarse fue fundamental para difundir, animar, sumar al movimiento. Los jóvenes, hombres y mujeres, hicieron suyas las calles. 19 Raúl Jardón, op. cit., p. 47. 81 2 de octubre y encarcelamiento de Raúl Álvarez Garín Sólo haré una breve mención sobre la brutal acción cometida ese 2 de octubre, que hace casi cincuenta años generó la expresión ¡2 de octubre no se olvida! El Comité 68 ha exigido hasta el cansancio el esclarecimiento. Extraigo lo escrito por Ramón Ramírez en su ya referido libro: En la Plaza de las Tres Culturas se produce una masacre en la que fueron sacrificadas vidas de jóvenes, estudiantes, adultos, mujeres, ancianos y niños, heridos varios centenares de honrados ciudadanos y alrededor de dos millares de detenidos que a las pocas horas del horrendo tiroteo fueron distribuidos por las diversas prisiones de la ciudad, militares y civiles.1 Días de angustia antes y después del 2 de octubre; había jóvenes desaparecidos, otros habían sido golpeados en las distintas manifestaciones; había detenidos. Para la Universidad Nacional Autónoma de México lo más significativo fue el cerco amenazante a Ciudad Universitaria, aproximadamente entre el 6 y 8 de septiembre, que seguramente ordenó el presidente Díaz Ordaz. “En las noches se registraban importantes movimientos de tropas en diferentes partes de la ciudad”.2 Días después, el 18 de septiembre, el ejército ocupó la Ciudad Universitaria y el 23 de septiembre las instalaciones del Casco de Santo Tomás. Siguieron las instalaciones de la Unidad Profesional Zacatenco. Pese a todas las evidencias de la represión, y dicho por varios de los participantes, no imaginaron lo que ocurriría el 2 de octubre. 1 2 Ramón Ramírez, op. cit., p. 386. Raúl Álvarez Garín, La estela…, p. 71. 82 El 2 de octubre y el encarcelamiento de Raúl Álvarez Garín Como María Fernanda no era alumna ni maestra, era asesora, y solo asistía a algunas reuniones del cnh. En un testimonio que Raúl escribe años después expone uno de los motivos principales por los que participó en el movimiento de 1968: “mi participación dentro del movimiento del 68 se debió a que tenía razones personales y políticas muy poderosas. Mi suegro, Valentín Campa, estaba preso desde hacía nueve años por haber participado en el movimiento ferrocarrilero de 1959, y la libertad de los presos políticos tenía un interés personal muy grande para nuestra familia”.3 Evidentemente era la misma lucha y los motivos de María Fernanda, por eso uno de los primeros puntos del pliego petitorio fue la liberación de los presos políticos, punto en el que se insistió. El 2 de octubre María Fernanda asistió al mitin con Manuela, su niña pequeña, permaneció en la plaza de las Tres Culturas debajo del puente. No así Raúl, quien sí estuvo en el mitin pese al acuerdo de que los dirigentes del cnh no debían asistir. El movimiento tenía mucha efervescencia y no se imaginaron que los rodearían. El reporte de inteligencia militar afirma: “a.- La manifestación estudiantil en la plaza comenzó alrededor de las 17.30, con una asistencia de entre 3 y 5,000 estudiantes, además de muchos otros (incluyendo residentes curiosos) que veían desde los balcones”4. De aquel ominoso día María Fernanda recuerda: El mero 2 ya había una situación de mucha tensión, incluso quedé con él de vernos en un lugar, dependiendo de cómo nos fuera. Ya habíamos visto filas de soldados; ya habían entrado a Zacatenco y habíamos visto filas en la Avenida de Ejército. Se podía poner muy feo. Entonces dijimos “bueno, a tal hora nos vemos en tal sitio. Si no llegas, pues habrá que buscarte. Si no, quiere decir que te pepenaron o, ¿qué?, Porque yo no tengo dónde dejar a mi hija, entonces voy a ir con ella pero me quedo afuera”. Tampoco era irresponsable. Me quedé afuerita, en las inmediaciones del mitin. De manera que en cuanto empezó todo, la bengala y la balacera, agarré a mi hija, me fui para atrás y me fui rumbo a los edificios de viviendas. ¿Te acuerdas que hay una avenida que atraviesa la plaza?, esa avenida tiene abajo un paso de la Plaza de las Tres Culturas. En ese paso debajo de la Raúl Álvarez Garín, en Mario Ortega Olivares, F. de J. Galván Rodríguez (edit.), Octubre dos. Historias del movimiento estudiantil, Sierpe, 2013 (2ª. Edición), p. 114. 4 “Documentos secretos del Pentágono sobre el 68. La orden final fue reprimir”, “El 2 de octubre”, Proceso, núm. 934, 26 de septiembre de 1994. p. 8. 3 83 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución avenida tú puedes venir caminando de allá y pasarte a la zona de viviendas o a la inversa. Ahí me quedé, por eso pude salir e irme. Yo vivía en Tlatelolco. Estuve a la espera, a ver qué había pasado.5 Ella regresó a su casa y esperó, pasaron horas que se volvieron eternas y Raúl no llegó. Imaginó que lo habían detenido y llevado a algún lado, pensó en el Campo Militar número 1, a donde llevaban a la mayoría de los detenidos y luego ahí los clasificaban para soltarlos o enviarlos a prisión. Por fortuna Raúl no fue herido, aunque estuvo a punto de serlo: “A los muchachos que detuvieron en el acto del 2 de octubre se los llevaron a la cárcel de Santa Marta Acatitla. Allá los clasificaron, a unos los dejaron sueltos y a otros no. Entonces de ahí a Raúl Álvarez Garín y a otros del cnh los llevaron al Campo Militar número 1”.6 Gilberto Guevara Niebla, su gran amigo y delegado al cnh, narra aquel amanecer del 2 de octubre, gris y frío, en que se levantó para ir más tarde a la reunión que tuvieron en casa del rector Javier Barros Sierra con los representantes del presidente, Jorge de la Vega Domínguez y Andrés Caso, y las palabras que intercambiaron por parte de los estudiantes: “Nosotros sólo dialogaremos −repusimos− cuando haya cesado la represión; dialogar bajo las actuales condiciones de represión equivaldría a aceptar que prive la fuerza sobre la razón…/ Entonces –dijo De la Vega− no tiene sentido continuar hablando”.7 Se rompió la conversación. Gilberto se fue a la reunión del cnh en la esime, Zacatenco; llegaron cuando iba a la mitad e informaron de la reunión a la que habían ido a la casa del rector. Ahí: Se nombraron los oradores del mitin: hablarían David Vega, Mirtocleya, Florencio López Osuna, José González Sierra y Eduardo Valle […] Al salir de la reunión, conversé rápidamente con Raúl: acordamos no estar juntos en la concentración; en el caso de una eventual represión, no deberían de capturarnos a los dos, debíamos asegurar que uno quedara libre. Sólo yo permanecería en el mitin –aunque Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 7 Gilberto Guevara Niebla, La libertad nunca se olvida. Memoria del 68, Ediciones Cal y Arena, México 2004, p. 306. 5 6 84 El 2 de octubre y el encarcelamiento de Raúl Álvarez Garín Raúl decidió más tarde, por su lado, asomarse un momento para “percibir el ambiente del acto”.8 Gilberto estaba en el tercer piso del edificio Chihuahua, como se acordó, donde hablarían los oradores. Fue detenido ese día, golpeado brutalmente y así lo hicieron declarar. Se encontró con Raúl Álvarez después en Lecumberri, en la Crujía C. Lamentablemente en el tiroteo Raúl se tropezó al tratar de levantar a su amigo Leobardo López Arteche, delegado por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (cuec). De inmediato fue detenido y después lo trasladaron al Campo Militar No. 1. Los detalles de su detención pueden leerse en la narración que Raúl le hace a Elena Poniatowska.9 ¿Cómo vivieron esos momentos y los siguientes días los familiares? Seguramente la zozobra y preocupación los consumía. Al siguiente día María Fernanda se comunicó con su padre y él le dijo “sé que está con vida aquí” (en Santa Martha Acatitla), pero ya no supieron a dónde lo llevaron. Después de algunos días fue trasladado al Campo Militar No. 1 y luego a Lecumberri. ¿Cómo detuvieron a Raúl?, le pregunto a María Fernanda; así lo explica ella: Raúl estaba abajo, era muy ágil, en esa época estaba delgado, después se puso como un tambo; pero se cayó el representante del cuec y Raúl, que era muy solidario, no lo iba a dejar ahí; se regresó a levantarlo y ahí los detuvieron. Estaban detenidos en la bola, sin saber a quiénes tenían, pero después venían con la foto: “pues mira, es tal, tal y ya”, los identificaban. Entonces los metieron en el Campo Militar número 1. En el campo militar estaba este famoso compañero del Politécnico [se refiere a Sócrates Amado Campos Lemus], que todavía anda por ahí; abrían las celdas y él los identificaba.10 María Fernanda, como otros familiares, buscaba a Raúl. Su padre Valentín le comentó que los habían llevado a Santa Marta, él lo sabía, pero de pronto lo sacaron y lo llevaron al Campo Militar número 1 y luego a Lecumberri. Gilberto Guevara Niebla, op. cit., p. 308. Elena Poniatowska. La noche de Tlatelolco, Testimonios de historia oral, Biblioteca era, México, 1971, pp. 230-231. 10 Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 8 9 85 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución A esas alturas mi papá ya sabía que por ahí habían visto a Raúl. Porque traían todas las fotos de quienes querían detener. Entre la gente de la Dirección Federal de Seguridad y los de la cárcel supongo tenían sus conectes. Me dijo: “Está con vida”. Ah, bueno, ya era importante saberlo por lo menos. Tengo la impresión de que en la balacera pasó lo mismo que en Ayotzinapa.11 María Fernanda respiró profundo cuando supo que Raúl estaba vivo, aunque era angustiante no saber dónde se encontraba. Para Raúl era difícil lo que vivía. Raúl estaba hecho pedazos porque les dijeron que los iban a matar; fue de los últimos que apareció, lo dejaron en la cárcel casi dos semanas después. Estábamos buscándolo, “sí lo tienen”, porque sabíamos que ahí estaban [en Santa Martha]. Al día siguiente volví y mi papá me dijo “Ya no están”. Así era todo, un ensamble de represión que quizá tenía atrás a la embajada gringa, porque sabíamos que la cia estaba metida.12 La narración de su aprehensión que Raúl le hace a Elena Poniatowska es impactante: Estábamos bloqueados en la iglesia de Santiago, en el costado oriente, el Cuec, Leobardo López Arteche13 –me da mucho coraje su muerte– y yo. Ahí nos quedamos hasta las cinco de la mañana en que nos llevaron a Santa Martha Acatitla al dormitorio 4... A las seis de la tarde del 3 de octubre pasaron unos agentes a reconocer a los detenidos y a las ocho ya estábamos en el Campo Militar número 1. Allí estuvimos incomunicados trece días. A mí me aislaron totalmente, lo cual agradecí mucho porque me pone nervioso platicar. Es mejor estar solo tanto Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. Ibídem. 13 A Leobardo López Arteche le decían el Cuec porque era estudiante del Centro Universitario de Estudios de Cine (cuec); filmó El grito, icónico documental sobre el movimiento estudiantil, rescatado tiempo después. 11 12 86 El 2 de octubre y el encarcelamiento de Raúl Álvarez Garín tiempo como para que te afecte...Trece días después del Campo Militar número 1, entré a la crujía H,14 en Lecumberri.15 Los días siguientes se tornaron más difíciles, angustiantes para María Fernanda; debía ir a dos prisiones: a Santa Martha, la prisión de los sentenciados,16 a visitar a su padre, y a Lecumberri, la prisión preventiva, donde estaba Raúl Álvarez Garín, quien quedó formalmente preso el 19 de octubre de 1968. Afirma el propio Raúl en la Estela de Tlatelolco: en las acciones de julio y de septiembre las detenciones eran por centenares y el 2 de octubre deben haber sido del orden de los 3 mil detenidos [...] Interrogatorios bajo amenazas, golpizas y diversos tipos de torturas para producir dolor, angustia y miedo; declaraciones falsificadas o amañadas, ausencia de defensores, y consignaciones en función de la peligrosidad política atribuida al detenido.17 Después de un año los presos aún no sabían de qué se les acusaba, “hubo que hacer una huelga de hambre de más de cien compañeros durante 42 días con la cual se logró que se iniciaran los procesos correspondientes”.18 Aunque después Raúl fue acusado de nueve delitos: acopio de armas, ataques a las vías de comunicación, daño en propiedad ajena, despojo, homicidio, invitación a la rebelión, lesiones contra agentes de la autoridad, sedición y asociación delictuosa, robo de uso. Fue sentenciado a diecinueve años de prisión y multa de 6 000 pesos o 120 días más de prisión. Rosa Blanca Roveglia Moctezuma, a quien entrevisté años atrás, recuerda a su tía Manuela Garín de Álvarez, madre de Raúl, y cómo esta relación de parentesco involucró a toda la familia en el movimiento: Después lo trasladaron a la Crujía C. Afirma Luis González de Alba que “La administración de Lecumberri había vaciado una crujía, la C, para concentrar allí nada más detenidos durante el movimiento estudiantil. Eso incluyó también a los dirigentes del Partido Comunista Mexicano aprehendidos cuando la policía desalojó las oficinas del Partido”. Luis González de Alba, Tlatelolco aquella tarde, Ediciones Cal y Arena, México, 2016, p. 31. 15 Raúl Álvarez Garín, en Elena Poniatowska, La noche de Tlatelolco, Editorial era, México, 1971, pp. 230-231. 16 Aunque después, en 1969, entraron varias mujeres a la cárcel de Santa Martha Acatitla, entre ellas La Tita y La Nacha. 17 Raúl Álvarez Garín, La estela de…, p. 207. 18 Ibídem., p. 208. 14 87 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución En 68 jugó un papel importante, ella [Manuela] daba clases de matemáticas en Ingeniería Civil de la unam y participó como profesora de la unam en la Coalición de Profesores. Además, ella, cuando aprehenden a Raúl, subió y bajó con muchas mujeres y le pidió a mi mamá su apoyo. Mi mamá, María de los Dolores Moctezuma, no se metía en nada, era contadora en la scop y a su vez se fue involucrando y nosotras con ella, yo tenía 17 y mi hermana 14 años.19 Como ella muchas otras madres ayudaban a sus hijos; las casas particulares de varios activistas se volvieron una extensión de la lucha, de reuniones donde se fraguaban amistades muy valiosas, de apoyo. Manuela, madre de Raúl Álvarez, participaba en la Coalición de Profesores y ese día, 2 de octubre, no pudo ir al mitin en la Plaza de las Tres Culturas; se quedó cuidando a su nieto Camilo, hijo de Tania, en casa de ella, mientras Tania realizaba trámites para su inminente salida del país rumbo a Inglaterra, donde se reuniría con su marido Octavio, becado para realizar sus estudios de posgrado en Edimburgo. Cuando se enteraron de la balacera en Tlatelolco temieron lo peor, pensaron en Raúl. Por la noche recibieron una llamada anónima: “Raúl está bien, está en Santa Martha Acatitla”. A su vez ella llamó a La Chata para decirle “Raúl está en un pueblo que se llama Santa Martha Acatitla”,20 La Chata le aclaró que Santa Martha Acatitla era la cárcel donde estaba su papá. Mi papá me dice que ni tomé en cuenta que habían vaciado una crujía completa; allá metieron a todos los presos, y con fotos los vieron y a Raúl y a varios lo desaparecieron como diez días, luego los llevaron al Campo Militar. Así que cuando ya los vieron ahí (en Santa Martha) era bueno saberlo, porque estaban vivos.21 La madre y el padre de Raúl buscaron después a un prestigiado abogado penalista, quien, desde luego, no pudo hacer nada. Manuela se trasladó a Lecumberri en donde vio a su hijo Raúl, quien le explicó que había muchos presos sin quién los defendiera. Manuela tuvo que salir del país y viajar con su hija Tania, que se hallaba embarazada, pues al fin y al cabo “aunque Raúl Rosa Blanca Roveglia Álvarez, en Gloria Tirado Villegas, La otra historia del 68, Voces de mujeres del 68. Puebla, ipm, Dirección de Fomento Editorial buap, Puebla, 2004, p. 90. 20 Manuel Diego, Manuela Garín, Saber/Contar, 93, Ediciones Oro de la noche, 2013, p. 91. 21 Entrevista a María Fernanda Campa Uranga, 13 de julio de 2017. 19 88 El 2 de octubre y el encarcelamiento de Raúl Álvarez Garín estaba en la cárcel, mal que bien eran más de cien los que estaban en la crujía C y él, en cierta forma estaba protegido por todos ellos”. La Crujía C era de dos pisos y ahí alojaron a 160 muchachos; al lado había otra crujía que alojaba a presos comunes y peligrosos. En la Crujía M estaban Pepe Revueltas, Eli de Gortari, Cabeza de Vaca y otros maestros de la prepa. Fuera de la cárcel La Chata Campa estaba todo el tiempo pendiente de Raúl, haciendo frente a cualquier eventualidad que se presentara sobre su situación y ayudando a recomponer el cnh.22 La decisión de Manuela muestra la confianza en su nuera, en la sororidad de muchas estudiantes que estaban pendientes de los presos. A su regreso afrontaría con otras mujeres la defensa de su hijo. El papel de las mujeres, esposas-madres o madres-esposas fue sustancial. Arturo Martínez Nateras, quien fue aprehendido días después, el 10 de noviembre, y llevado preso a Lecumberri, menciona en La flor del tiempo el valor del apoyo de las mujeres, es quizá hasta ahora el único testimonio sobre las acciones de ellas, las más invisibilizadas: Las esposas de los presos, políticos y comunes, son las víctimas mayores y el pilar de quien logra resistir con la dignidad alta. Son ellas y ellas soportan las penurias, los caprichos y los excesos, los estados de ánimo del marido, del novio, del amante o del hijo preso. No importa si la hija tiene hambre o está enferma. La dura realidad externa debe disimularse. El macho la espera y ella cumple. Llega puntual. Compite para definir quién entra primero. Judith, la esposa de Joel Arriaga, casi siempre gana. Cruza veloz la revisión más parecida al cachondeo de alguna celadora abusiva. Los libros publican la lista de los presos políticos o las biografías de uno que otro reo célebre. Nunca nadie repara en el heroísmo de las damas. Nosotros no seríamos lo que ahora sin la existencia de María de la Luz, de Yola Gaytán, de Conchita, de Sheralyn, de Guille, de Dorita o Panchita, de Silvia, de María Elena, de La Chata Campa... Ellas llevan y traen la esperanza. Mantienen viva la rebeldía.23 En su testimonio se refiere a varias mujeres, entre ellas a María de la Luz, su esposa, a Judith García Barrera, esposa de Joel Arriaga, y a La Chata Campa o 22 23 Manuel Diego, op. cit., p. 95. Arturo Martínez Nateras, La flor del tiempo, uap, 1988, p. 9. 89 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución María Fernanda. Todas ellas mantuvieron una singular amistad de lucha y solidaridad, estaban unidas en la lucha. No siempre era posible reunirse porque sus tiempos eran distintos. María Fernanda debía trabajar y organizarse para ver qué podían hacer. Varias de ellas pasaron cosas, un radio, una cámara, comida, ropa, recuerdos, revistas, noticias, y todo aquello que ayudara a sus presos en la cárcel. Como estas hicieron muchas otras acciones, tuvieron problemas de salud, morales, nacieron o crecieron sus hijos estando ellos en la cárcel. Es justo que se hable de ellas porque muchas mujeres y hombres se involucraron en el apoyo a los presos. Los recuerdos de Félix Hernández Gamundi, delegado por la esime al cnh y quien estuvo preso también, refieren el valor de la madre de Raúl y de María Fernanda; a doña Manuela le daban sus escritos, podían ser de una hoja o varias, para evitar que se los quitaran en cualquier momento. Y a María Fernanda igual, esos testimonios que iban escribiendo se los dieron a Elena Poniatowska para La noche de Tlatelolco.24 La misma Elena insistió en describir con precisión las acciones de María ­Fernanda: Me hizo llegar testimonios de hombres y mujeres mediante los abogados Carlos Fernández del Real y Carmen Merino, que acudían todos los días a Defensores, un galerón en el que resonaban las máquinas de escribir del año de la canica. María Fernanda Campa, entonces su mujer, le pidió a Guillermo Haro guardar escondidos en un ropero los pesados tomos de los procesos de cada preso político, llenos de delitos absurdos.25 Las mujeres entraban y salían de Lecumberri; acudían a visitar a los presos políticos y organizaban colectivos para alimentarlos. Proveían a los hombres de compañía, física y de otra naturaleza, y ayudaban a que los hombres mantuvieran sus vínculos con el mundo exterior. En una entrevista que realizaron Deborah Cohen y Lessie Jo Frazier a Gilberto Guevara Niebla recordó la importancia de la solidaridad femenina: “Siempre hubo compañeras, amigas, siempre con nosotros en la cárcel. Y esto fue maravilloso.” Cuando posteriormente se le pidió que hablara un poco más sobre el papel de las personas visitantes en la cárcel, explicó: “Les puedo garantizar que durante aquellos Félix Hernández Gamundi, 29 de enero de 2018. Elena Poniatowska. “Los camarones del líder Álvarez Garín”, La Jornada, 18 de agosto de 2013, consultado el 13 de febrero de 2018. 24 25 90 El 2 de octubre y el encarcelamiento de Raúl Álvarez Garín meses que estuvimos en la cárcel —piensen en ello—, cada día, diariamente, los estudiantes me enviaron provisiones porque las que la prisión nos daba eran horribles.” Comentó que recibió una canasta diaria durante dos años. “¿Se dan cuenta del esfuerzo que esto implica?... Siempre me sentí apoyado por mis compañeros estudiantes”, concluyó.26 La Chata continuaba trabajando en el Instituto Mexicano del Petróleo; tenía una fortaleza producto de sus experiencias de vida. De cualquier forma las “mujeres” de los presos políticos recibían violencia simbólica, sabían que sus esposos estarían en contacto con asesinos; la rumorología era una forma de violencia y ellas podían ser más vulnerables que los que permanecían presos, pues ellos sabían qué hacer. Cada visita quedó registrada en los documentos de la cárcel preventiva de la ciudad, a qué dormitorio iban y a qué recluso visitaban. Tampoco era fácil pasar la revisión de las celadoras, aunque María Fernanda no habla de ello. Otras mujeres se involucraron en la visita a los presos, es el caso de Rosa Blanca Roveglia. En una entrevista que le hice para el libro La otra historia del 68, Voces de mujeres del 68. Puebla, en el 2002, Rosa, a los 18 años de edad y como prima de Raúl, iba a Lecumberri acompañando a La Chata: Mi primo Raúl estaba casado con Fernanda Campa, La Chata, hija de Valentín Campa, y cuando a él lo aprehendieron el 2 de octubre pasaron varios días para conocer su paradero, supimos que estaba en el Campo Militar número 1, luego pasó a la Crujía C de Lecumberri, donde estaban todos los presos políticos. Fernanda lo visitaba, llevaba comida y yo la acompañaba, ahí conocí a varios presos políticos y a mujeres que eran sus esposas, novias. Recuerdo a Gilberto Guevara Niebla, Martínez de la Roca, al Búho, a mis 18 años me parecían unos héroes. A mí me transformó el 68 pero Fernanda Campa más, cambié valores; ella me platicaba sobre el matrimonio, la sexualidad, el noviazgo, lo religioso. En la cárcel conocí a varias mujeres, incluso a Judith Arriaga. Para mí ese año fue muy duro, fue un impacto y a la vez fue de muchos conocimientos, leí libros clásicos como 26 Deborah Cohen y Lessie Jo Frazier, “Réplicas a México 68. Memorias sociales de género sobre la participación en un movimiento social”, p. 398, en <http://www.enah.edu.mx/ publicaciones/documentos/107.pdf>, consultado el 10 de julio de 2017. 91 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución La madre de Máximo Gorki, fue impactante. En 69 regresé a clases y entré a la Prepa 6 y ahí me involucré en el movimiento estudiantil.27 Cuando dice me involucré en el movimiento estudiantil de 1969 cabe destacar que parte de las demandas de ese movimiento fue la lucha por la libertad de los presos políticos. Fue ahí, en la cárcel, que se enamoró de quien fuera su pareja varios años, Enrique Condés Lara. Los anotados aquí son sólo algunos ejemplos de lo que hicieron varias mujeres comprometidas con el movimiento estudiantil, que para entonces tenían claro hacia dónde debían dirigir sus inquietudes. Algunas delegadas al cnh han expresado sus motivaciones y también cómo cambió su percepción del mundo el haber participado. Raúl Álvarez Garín, Gilberto Guevara Niebla, Eduardo Valle Espinosa en Lecumberri. 27 Gloria Tirado Villegas. La otra historia…, 2004, p. 109. 92 Liberación de Raúl y los siguientes días La Unión Nacional de Mujeres Mexicanas se solidarizó desde el inicio del movimiento; el 2 de septiembre envió una carta al presidente Díaz Ordaz expresándole: “Como madres, como mujeres, como ciudadanas mexicanas […] rechazamos la calumnia contra el estudiantado, patentizamos una vez más nuestra solidaridad con el movimiento y esperamos la justa solución de las demandas planteadas”.1 Como otras organizaciones, se movilizó para apoyar la libertad de los presos políticos. Las detenciones se volvieron pan de cada manifestación, pero lo ocurrido la tarde del día 2 de octubre fue terrible. Al siguiente día del 2 de octubre el presídium del Comité Central del Partido Comunista hizo un llamado para que se llevara a cabo una enérgica protesta por los sangrientos sucesos ocurridos el día anterior, de los cuales hacen responsable al gobierno. Igualmente el Movimiento Revolucionario del Magisterio manifestó su indignación por las acciones violentas. “Según las listas oficiales de distintos hospitales el número de muertos ascendió a 30… se calcula que se encuentran detenidas 1,500 personas en el Campo Militar No. 1”.2 La información que circulaba era para angustiarse: Hoy a las 16.00 horas se inició el interrogatorio de 696 personas detenidas en la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla, y de 400 en la Cárcel Preventiva. Sin embargo, el de los detenidos en el Campo Militar No. 1 no se iniciará hasta el 5 de octubre a partir de las 9 horas. / El día de hoy cientos de personas continuaron la angustiosa búsqueda de familiares y amigos en los hospitales de emergencia, en 1 2 Raúl Jardón, El fuego…, p. 66. Ramón Ramírez, “Séptima etapa, 3 de octubre / 4 de noviembre”, op. cit., p. 399. 93 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución el Servicio Médico Forense, y en las diversas cárceles donde se encuentran confinadas las personas que fueron detenidas el día 2 de ­octubre.3 Refiere María Fernanda la sigilosa labor para mantener el cnh: “Los que estábamos afuera dijimos vamos a recomponer lo que queda del Consejo Nacional de Huelga para evitar que levantaran la huelga. Fuimos de casa en casa. Lo que queda es ver quién dirige el cnh”.4 Raúl esclarece que ese día, el 2 de octubre, “por la mañana se realizó la entrevista oficial de la comisión del Consejo, y en la tarde se presentaba el joven Perelló, por decisión personal y sin conocer los acuerdos tomados en el cnh, seguramente informado por algún amigo, para hablar con los representantes presidenciales a nombre de los estudiantes”.5 Esta acción de Perelló fue cuestionada por sus compañeros porque se presentó y habló en nombre de todos. Más aún, el 3 de octubre había declarado que el ejército tiró balas de salva en Tlatelolco. El 5 de noviembre en los planteles de la unam y del ipn hubo reuniones de información donde los estudiantes manifestaron continuar la huelga. En la Facultad de Ingeniería uno de los oradores de la asamblea reiteró: No es posible dejar en prisión a los compañeros que han luchado por mantener vigente el derecho de libre expresión y de reunión… es evidente que se hacen necesarios muchos cambios en el sistema de gobierno, acabar con la corrupción de los líderes, dar verdadera representación a los obreros y a los campesinos… Las universidades deben dejar de ser fábricas de profesionales que salen con el solo interés de enriquecerse y olvidan los problemas de quienes hicieron posible su educación.6 La Comisión Pro Presos Estudiantiles del cnh había entregado al procurador varios escritos solicitando la libertad de 67 personas. Siguieron declaraciones de prensa del cnh en el tenor de la liberación. La Unión Nacional de Mujeres Mexicana planteó a la Procuraduría General de la República una petición para que fueran revisados los expedientes de Ramón Ramírez, “Séptima etapa, 3 de octubre / 4 de noviembre”, op. cit., p. 405. Entrevista a María Fernanda Campa, 13 de julio de 2017. 5 Raúl Álvarez, op. cit., p. 124. 6 Ramón Ramírez, op. cit., p. 463. 3 4 94 Liberación de Raúl y los siguientes días los procesos promovidos contra todas las mujeres que se encontraban privadas de su libertad como consecuencia del movimiento estudiantil iniciado el 23 de julio. Esta gestión la hicieron extensiva para otras mujeres encarceladas con anterioridad a esa fecha porque se les consideraba también presas políticas, entre ellas estaba la señora Ana María Rico Galán, quien había sido aprehendida desde 1966.7 Finalmente se decidió dar por terminado el movimiento y levantar las huelgas de manera unitaria el 4 de diciembre. “El documento final, redactado por Roberto Escudero y Gerardo Estrada, el notable manifiesto a la Nación 2 de Octubre, hizo un balance sucinto de las causas y logros del movimiento en un tono sobrio y dolido, pero en una perspectiva de largo plazo, plena de esperanzas”, escribió Raúl Álvarez.8 Algunas escuelas, al menos de provincia, como en Puebla, continuaron la huelga los siguientes días exigiendo la liberación de tres dirigentes estudiantiles que se encontraban detenidos por la policía: Federico López Huerta, José Luis Victoria y Joel Arriaga Navarro.9 Los dos primeros en la cárcel municipal de Puebla (salieron después de unos días) y Joel Arriaga en Lecumberri. El movimiento terminó formalmente el 4 de diciembre, aunque continuó en 1969 y los presos salieron hasta 1971. Durante el encierro vivieron muchos actos violentos. Doña Manuela, madre de Raúl, había salido al extranjero por nueve meses. Fue hasta el 1 de enero de 1971 cuando por primera vez Raúl, su esposo, acompañó a Manuela a visitar a Raúl hijo a Lecumberri: Le llevaron el tocadiscos que les había pedido, así como varios discos de música clásica y libros. “Raulito estaba muy nervioso y me dijo: ‘Mamá, váyanse ya, no quiero que estén aquí mucho rato, no vayan a detener a mi papá’. Y nos salimos como a las cinco y nos vinimos a la casa muy tranquilos”. Al día siguiente se Ramón Ramírez, op. cit., p. 466. Ana María Rico Galán fue educada bajo los ideales socialistas, por lo que se adhirió al Partido Comunista Mexicano. Asimismo, perteneció al Movimiento Revolucionario del Pueblo y en octubre de 1966 fue detenida, acusada por el gobierno del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz de ser guerrillera, lo que la convirtió en la primera presa política del país. Tomado de http://www.jornada.unam.mx/2006/08/29/index.php?section=sociedad&article=043n3soc, consultado el 16 de enero de 2018. 8 Raúl Álvarez, op. cit., p. 132. 9 “Iniciativas de universitarios para regresar a clases”, El Sol de Puebla, 2, 3, 4 y 5 de diciembre de 1968. 7 95 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución e­ nteraron que había ocurrido un ataque a los huelguistas. A la hora que finalizaba el horario de visitas, cuando muchas mujeres y familiares de los reclusos abandonaban el penal, cerraron las puertas de salida y abrieron las rejas de presos del orden común, a quienes previamente habían suministrado bebidas embriagantes y droga y armado con cuchillos y palos.10 Desde el 1 de diciembre de 1970 Luis Echeverría era presidente de la república, fue secretario de Gobernación en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz. Desde su campaña Echeverría habló de “apertura democrática”, discurso que la mayoría de los estudiantes no creyó. Siendo el Partido Revolucionario Institucional el partido oficial, mayoritario, debía salir victorioso. Echeverría obtuvo 11, 708,065 votos, ganó con el 82.90%; en tanto Efraín Gómez Morfín, candidato del Partido Acción Nacional (pan), obtuvo 1, 945,070, el 13.78%. La insistencia de los estudiantes en la liberación de los presos políticos presionó tanto que Mario Moya Palencia, secretario de Gobernación, trató el tema y se aceptó la liberación de los presos políticos siempre y cuando salieran al extranjero. Aunque Raúl y sus compañeros salieron para Perú, ahí la Interpol los envió a Chile. Después de todo, que fueran a Chile era una buena opción para su exilio porque en Chile las corrientes democráticas y socialistas habían ganado con Salvador Allende la Presidencia en 1970.11 Comenta Manuela que al principio no fue aprobada toda la lista de los veinte presos; a Federico Emery Ulloa se le eliminaba porque estaba acusado de participar en la guerrilla en Guerrero.12 Manuel Diego, op. cit., p. 104. El gobierno del presidente Salvador Allende comenzó el 4 de noviembre de 1970 y fue interrumpido por un golpe de estado el 11 de septiembre de 1973. Así terminaba el gobierno de la Unidad Popular, fue un ambicioso proceso de cambios sociales, económicos y políticos del que fue testigo Chile durante su historia. Como abanderado de la Unidad Popular, Allende no sólo se convirtió en el primer mandatario socialista en el mundo en ser elegido democráticamente, sino también el primero en intentar transitar al socialismo mediante la vía pacífica, también llamada vía chilena al socialismo. http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-31433.html, consultado el 19 de septiembre de 2017. 12 Treinta cinco años después Emery Ulloa platicó a la Crónica que pasó más de dos años de su vida entre estos muros que ahora son llamados Archivo General de la Nación, pero que durante su juventud, era “la peor” cárcel para los disidentes políticos. “Me agarraron en el mitin del 2 de octubre, fue José Luis Nazar Haro. De ahí me llevaron al Campo Militar No. 1 y, luego me trajeron aquí, a Lecumberri y me encerraron en esta Crujía, era la M”, dijo 10 11 96 Liberación de Raúl y los siguientes días Manuela fue entonces a Lecumberri, a comunicarles a los muchachos la negativa del secretario de Gobernación. Esto ocurría en la mañana del día fijado para su salida, que sería alrededor de las ocho de la noche, y con los boletos de avión ya comprados gracias a la colecta realizada por La Chata Campa y Bety Gispert13 y con la ayuda de Paz Cervantes. Finalmente aceptó Moya Palencia toda la lista y ellos salieron más tarde. “El vuelo procedente de Estados Unidos fue retenido esa noche en la Ciudad de México, argumentando que debía arreglársele algún desperfecto. A la una de la madrugada un juez se presentó en Lecumberri para darle su documento de salida a Federico Emery”.14 Nuevamente la tesonería de La Chata para ayudar a Raúl se hizo presente. En la entrevista que le hice a María Fernanda lo refirió con las siguientes palabras: ¿Sabes cómo salieron de la cárcel Raúl y los compañeros del cnh? Hubo negociaciones con nosotros y al final pudieron salir de prisión si salían del país. En esa época había un tipo muy listo que se acaba de morir y se llamaba Mario Moya Palencia, y era el secretario de Gobernación de Luis Echeverría. Raúl y sus compañeros salieron para Perú pero de ahí la Interpol los corrió a Chile. Se estaban preparando para estudiar, yo estaba acá, en México, trabajando y con mi hija. Un día, aquí en México, le preguntó la prensa a Moya Palencia: “¿Y dónde están los muchachos?” Su respuesta fue: “Se fueron a estudiar al extranjero”, y alguien más le insistió y dijo: “Es una cuestión voluntaria”. Entonces yo hice mi recorte, agarré el teléfono, me logré comunicar con Raúl en Santiago de Chile y simplemente le mientras reconocía los recovecos de esta oscura sala. —¿Qué recuerda de ese entonces? —Que aquí mismo estaban José Revueltas, Eli de Gortari y Heberto Castillo. —¿Qué cargos le imputaron? —Conspiración, incitación a la rebelión, asociación delictuosa, robo y homicidio. —¿Cómo soportaban el encierro? —Escribíamos al menos tres horas al día y otros preparaban sus exámenes finales. La unam aplicó exámenes dentro de la cárcel”. Tomado de Crónica.com. mx, 2003-11-09, consultado el 10 de septiembre 2017. 13 Elena Poniatowska menciona que ella iba a la cárcel casi todos los domingos, con Monserrat Gispert (conocida como Betty Boop), porque ella sabía en qué lista se podía uno apuntar. Menciona que visitaban más a Gilberto Guevara porque él no tenía familia en México que lo visitara, era de fuera. Además la amistad que hizo con Raúl y La Chata Campa la ha conservado como una gran amistad, igual con la madre de Raúl, Manuela. En “Los muchachos de entonces, entrevista con Elena Poniatowska”, Nexos, 1 de enero de 1988. https://www.nexos. com.mx/?p=5033, consultado el 10 de julio de 2017. 14 Manuel Diego, op. cit., pp. 115-116. 97 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución dije: “Toma una pluma y anota. Esto declaró Moya Palencia. Ustedes decidan qué hacer, pero mi opinión es que se vengan porque quiero ver al gobierno deteniéndolos. Acá nos movemos. Vamos al aeropuerto miles, de ahí a cu y vamos a ver si los detienen”. ¡Y así se regresaron! Es esa forma de enfrentarte.15 Regresaron el 3 de junio de 1971.16 Una muchedumbre los fue a recibir al aeropuerto y de ahí se los llevaron al auditorio Che Guevara de Ciudad Universitaria a festejar políticamente su libertad. El ambiente de recibimiento lo describe también David Pérez Vega, el que fuera el último orador el 2 de octubre; dice que se trasladaron al auditorio de la Facultad de Leyes: Apareció Talamantes y un abrazo fraternal con Raúl Álvarez selló su compromiso político. Gilberto emocionado interrumpe su discurso y se mantiene callado por un prolongado tiempo que respeta el público asistente, solo da las gracias y se escucha el estruendo de porras y aplausos. Nuevamente estamos juntos, sin duda una nueva etapa de lucha y de participación política, de la que me siento inmensamente orgulloso por tener de nueva cuenta con nosotros a nuestros compañeros y la dirigencia, innegable, de nuestra generación.17 Siete días después el genocidio del 10 de junio, a la manifestación de apoyo a los estudiantes de la Universidad de Nuevo León. ¿Dónde quedaba la apertura democrática de Luis Echeverría Álvarez? Fue brutal la represión, conocida como el Halconazo por el grupo paramilitar que la ejecutó. Dejemos el tema del halconazo y volvamos a esos días en la cárcel de Lecumberri y en la Crujía C. Los presos planearon muchas cosas, entre otras escribir. Algunos que eran estudiantes de la unam presentaron sus exámenes pero los del Politécnico no tuvieron la misma oportunidad que dieron las autoridades de la unam. Luis González de Alba habla de ello en su libro María Fernanda Campa Uranga, en Holzfeind Heidrun, México 68. Entrevistas con activistas del movimiento estudiantil, México: Kodoji Press, 2008, p. 154. 16 La fecha coincide con la que anota la dfs, señala que María Fernanda “el 3 de junio de 1971 recibió en el Aeropuerto Internacional a los expresos políticos que retornaron de Chile, entre ellos su esposo Raúl Álvarez Garin”. agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05516. infomex número 0495000038617. Sin firma. 17 David Pérez Vega, op. cit., pp. 163-164. 15 98 Liberación de Raúl y los siguientes días Tlatelolco, aquella tarde, es ahí donde él escribió el borrador de Los días y los años, los demás decidieron redactar sus reflexiones e impulsar la revista Punto Crítico. 99 La revista Punto Crítico Aunque se fraguó adentro de la cárcel, la primera edición se publicó en 1972. Decía “Punto Crítico, Revista mensual de información y análisis político publicada por Editorial Antares, SA, registro en trámite”. Como director general apareció Adolfo Sánchez Rebolledo; director, Roberto Escudero; jefe de redacción, Saúl Álvarez Mosqueda. En el consejo editorial estaban Raúl Álvarez Garín, Fausto Burgueño, Roberto Escudero, Gilberto Guevara Niebla, Félix Hernández Gamundi,1 Salvador Martínez Della Roca y Eduardo Valle. El proyecto fue madurando lentamente y propiciando el reagrupamiento de muchos compañeros con historias de militancia previa muy diversas: comunistas, trotskistas, guevaristas, maoístas y simples militantes surgidos del 68. María Fernanda jugó un papel importante aunque callado; no aparece en el consejo editorial de la revista en sus primeros años, después sí. Cuenta María Fernanda: Bueno. En ese periodo discutimos; ¿qué hacíamos ya que salieron ellos? Ellos salieron en 71, pero ellos, ahí mismo, en la cárcel, hacían sus reuniones... Se plantearon, y yo creo que era lo correcto, mejor dicho, nos planteamos, ¿qué hacemos? En ese momento de desesperación nacional decíamos ¿ahora para dónde? Porque hicieron pedazos todo (se refiere al gobierno). Entonces una serie de jóvenes de la Juventud Comunista, por ejemplo, se fueron a la guerrilla. Mi papá me decía: “No los pudimos convencer de que no se fueran a la guerrilla”. Nosotros ya no éramos chavos sino más bien cerca de los treintones; bueno, veintiocho y ya. Estás joven Félix Hernández Gamundi fue cofundador de la revista Punto Crítico, donde también participó en la dirección hasta 1990, año en que se dejó de publicar. 1 100 La revista Punto Crítico pero ya no tanto. Ya sabes perfectamente de qué se trata. Nosotros decidimos ir por la vía de escribir, reflexionar, ponernos a estudiar. Punto Crítico apareció públicamente en enero de 1972 y continuó su edición hasta 1989. Gerardo Necoechea Gracia con dos testimonios de sus fundadores recupera los momentos de auge y ruptura de esta revista: A través de casi veinte años, primero de fragmentación y luego de convergencia, Punto Crítico no sólo reportó y comentó las luchas de trabajadores, campesinos, estudiantes, pobladores urbanos y otros, sino que fue referencia obligada en la izquierda. En 1989, la Organización Revolucionaria Punto Crítico su sumó al nuevo partido y formalmente cesó la producción de la revista.2 Mientras trabajaban en la revista se reunían para avanzar en la publicación, a veces en casa de los Imaz y otras en la de los Álvarez Campa. Retomo partes de un testimonio citado de Necoechea: El recuerdo de Cuca captó el cruce de estas dos líneas. Cuenta ella que solía visitar la casa de Carlos Imaz, y los Imaz, al igual que la familia de Cuca, eran exilados españoles. Ahí llegaba María Fernanda Campa, “La Chata”, después de visitar a su esposo en la cárcel, Raúl Álvarez, uno de los encarcelados durante el movimiento de 1968. “La Chata” era hija de Valentín Campa, dirigente del Partido Comunista, también entonces en la cárcel debido al movimiento de los trabajadores ferrocarrileros de 1958. Su marido, Raúl Álvarez, provenía de una familia de comunistas y había pertenecido a la Juventud Comunista hasta 1968.3 ¿Qué mujeres más participaban?, le pregunté a María Fernanda: Gerardo Necoechea Gracia, “Convergencia y divergencia en la izquierda mexicana. La revista Punto Crítico, 1972-1977”, en Patricia Pensado Leglise (coord.), Experimentar en la izquierda, historias de militancia en América Latina, 1950-1990, Universidad Academia–Claso, Buenos Aires, 2013, p. 132. 3 Ibídem., p. 134. 2 101 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Asa Cristina Laurell, de manera muy destacada.4 Ella es médica, además tenía mucha formación desde entonces. Había otras que ya no andan, pero de las que andan todavía está Carolina Verduzco, ella es profesora del Politécnico, ella todavía sigue ahí en el grupo del 68 que tenemos, el Comité del 68. Diana Alarcón es una de las mujeres que llegaron, otra muy destacada, güerita que además andaba con los zapatistas… Ella y Asa Cristina Laurell yo creo que son de la gente más destacada.5 María Fernanda buscó siempre el trabajo colectivo, así aprendió a trabajar, con sus ideales y convicciones por delante. La decisión de seguir por este camino y no el radical corresponde a que estaban convencidos de las ideas democráticas y de seguir estudiando, actividad que María Fernanda no abandonó jamás porque combinaba con sus actividades académicas; siempre dio y sigue dando clases, da conferencias, participa en congresos. La revista jugó un papel importante, como escribió Alejandro Álvarez Béjar a los veinte años del 68: A lo largo de 16 años se han publicado 157 números, con tirajes que han oscilado desde 25 mil hasta 3 mil ejemplares por número. Hemos sido revista mensual, quincenal, bimensual y hasta eventual, como suele ocurrir con las publicaciones autofinanciadas por la izquierda. Pero más allá de eso la revista ha alimentado folletos, periódicos, volantes, libros, películas y carteles en sindicatos, escuelas, ejidos, barrios y cooperativas en diferentes lugares del país. Así, aunque en una escala modesta, el proyecto ha dado importantísimos frutos gracias a su permanencia.6 Al inicio, para financiar la revista recurrieron a la venta de bonos de solidaridad, una idea de la vieja tradición comunista de la I Internacional; a partir de ahí se mantuvo con los recursos que aportaron los editores, militantes y simpatizantes. Más allá de todo lo que se pudiera decir de la revista, con la opción que eligieron sus fundadores mostraron su decisión de caminar por Asa Cristina Laurell es una prestigiada investigadora, se ha dedicado a temas de la salud, ha publicado quince libros, el más reciente es El derecho universal a la salud. 5 Entrevista a María Fernanda Campa, 20 de mayo de 2016. 6 Alejandro Álvarez Béjar, “Punto Crítico en la estela del 68”, en https://www.nexos.com. mx/?p=5015, consultado el 22 de noviembre de 2017. 4 102 La revista Punto Crítico otros senderos distintos a la guerrilla. Por eso una vez más se equivocaron los agentes de la dfs al infiltrar un elemento en un grupo de Fernanda Campa: un grupo subversivo que se está desenvolviendo en la Escuela de Físico Matemáticas del ipn al que le han manifestado las operaciones que tenían pensado realizar, y como primera acción era dar a conocer al mundo entero que en México existe una lucha revolucionaria y la única forma de conseguirlo es en el campeonato de futbol que habrá. Que este grupo coordina sus actividades con Raúl Álvarez Garín, que se encuentra preso, a través de la esposa de él Fernanda Campa, quien se encarga de llevar y traer planes y consignas para las actividades revolucionarias.7 Los soplones no siempre se apegaban a la investigación encargada, con la publicación de la revista mostraron que ese grupo no iba por la vía de la radicalización. Como confirma Félix Hernández Gamundi, Punto Crítico se volvió punto de referencia para el análisis y explicación de lo que ocurría en el país, y María Fernanda jugó un papel central: A la Chata le tengo un gran respeto, de suerte que en ese trabajo político de Punto Crítico, ella hace una papel de formación política, ella es muy hábil para trasmitir experiencias y yo la recuerdo en los debates internos, en las tareas de formación de cuadros y de todo eso con una fortaleza extraordinaria, ayudando mucho a los procesos de discusión internos. Ella no aparece en el Consejo Editorial al inicio, pero al final sí. Después cuando se incorpora, el Consejo editorial era la dirección política, y ella era dual.8 Su formación y experiencia le permitía situarse en la dirección política de manera natural, no requería hacerse notar. agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05516. infomex número 0495000038617. Memorándum sin firma que dirige al Director Federal de Seguridad, 15 de abril de 1970. 8 Entrevista a Félix Hernández Gamundi, 29 de enero de 2018. 7 103 Reflexiones a la distancia Treinta años después de ocurrido el 68 la reflexión de los participantes sobre su incursión en el movimiento adquirió otra dimensión. Para María Fernanda el 68 implicaba “un estallido contra el autoritarismo, y es muy de la cultura de la época: son las primeras mujeres liberadas, siempre en rebeldía contra un sistema autoritario, tanto en la casa como en lo cultural, lo político y lo social”.1 No lo analizaba como su experiencia individual sino en lo que significó de manera general para las mujeres. Antes del 68 ya estaba luchando y destacaba la importancia de liberar a los presos políticos. El genocidio del 2 de octubre marcó la represión que se fue dando hasta hoy. Al final de esa entrevista que dio para el libro de Heidrun Holzfeind le pregunta ¿qué significó para usted el 68?: Para todos nosotros es un parteaguas y somos producto de eso. Cada quien sobrevivió como pudo. Ha sido difícil, pero en otro sentido nos hizo seguir orgullosos hasta el último día de nuestra vida. Donde quiera que vayas te encuentras a alguien que tuvo que ver con el movimiento. Fue así: espléndidamente masivo, y afectó a toda una generación, a los padres y un poco a los hijos. Después ya no. ¿Quién sabe qué pensarán los jóvenes ahora? Para ellos es historia, para nosotros es la vida.2 Es cierto, se refiere a una generación de jóvenes, sobrevivientes del 68 o sesentaiocheros, independientemente de la edad que tenían. Todos vivieron los 1 2 María Fernanda Campa Uranga, en Holzfeind…, p. 148. María Fernanda Campa Uranga, en Holzfeind…, p. 157. 104 Reflexiones a la distancia acontecimientos aunque con distinta magnitud. Es una generación, como la define Julio Aróstegui: “lo que interesa es el punto de interacción y no el de la edad, que atiende más a lo biológico, es el grupo que vive un mismo contexto”.3 Aunque Fernanda no podía ser delegada al cnh porque ya había egresado del ipn siempre estuvo pendiente en las reuniones, asesoraba la redacción de documentos, servía de enlace. Para ella fue muy complicado todo ese tiempo de intensa actividad y visitas a su padre y a Raúl. Sin embargo, y pese a la constante persecución y represión que sufrió su padre, los recuerdos que destacan en su memoria son alentadores por la cantidad de jóvenes y padres de familia que se involucraron. Hasta ese 2 de octubre el movimiento tenía un ambiente festivo pese a la represión, nunca antes se había cuestionado así al gobierno, al sistema autoritario. En ningún otro movimiento participaron tantas mujeres como en el 68. Para la mayoría de ellas, que por vez primera se involucraban en un movimiento, fue un momento de ruptura con las generaciones anteriores hasta volverse antisistema. Cuestionar todo, querer un mundo mejor, arrojarse a hablar con la gente, escribir, hacer pintas, usar el megáfono; algunas cuestionaron valores tradicionales, no era para menos. Por vez primera muchas mujeres dormían en los planteles; aunque tenían menos facilidades que los hombres decidieron hacerlo. El número de mujeres que estudiaba educación superior era mucho menor que el de hombres, lo que se refleja en la cantidad de representantes al cnh. Conviene señalar algunas cifras sobre la composición por género al interior del cnh. De aquellos primeros 270 delegados sólo 33 eran mujeres, representaban el 8.24 %, datos que corroboramos si lo vemos por institución. De la Universidad Nacional Autónoma de México había diez mujeres participantes; del ipn había trece y de la Escuela Luis Enrique Erro una sola delegada. De la Escuela Nacional de Agricultura Chapingo, de la Escuela Nacional de Maestros o de la Escuela Nacional de Antropología e Historia no había ninguna estudiante delegada. Se corrobora también que de las escuelas feminizadas había tres delegadas: Trabajo Social de la unam, Enfermería y Medicina del ipn. La información desglosada confirma que muy rara era la mujer que estudiaba ciencias duras porque no las consideraban “propias para mujeres”. Julio Aróstegui, “Generaciones y cambio histórico”, en La historia vivida. Sobre la historia del presente, Madrid, Alianza Editorial, Alianza Ensayo, 2004, p. 111. 3 105 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Que fueran pocas delegadas no quiere decir necesariamente que en el movimiento no participaran mujeres, por el contrario, en las brigadas se integraron muchas y durante el movimiento se fueron expresando diversas ideas en torno al ser mujer; se generó una toma de conciencia social. Algunas iniciaban su participación, otras ya lo habían hecho; algunas adquirieron liderazgo y otras ya lo tenían. Lo interesante es que circularon distintas ideas que se expresaron en volantes y documentos, como sugieren los testimonios que aparecen en la compilación El fuego de la esperanza de Raúl Jardón, con carteles y volantes hechos con serigrafía, linotipos o esténcil. Los mensajes los colocaban los brigadistas con pegamento en muros, autobuses y paredes. Para las jóvenes que participaban por vez primera en un movimiento, el de 1968 fue una gran enseñanza de vida. Traeré el testimonio de Marta Servín, delegada al cnh, quien describe con entusiasmo el ambiente en la Escuela Superior de Ciencias Biológicas del ipn, donde: había una estrecha relación entre los estudiantes, maestros, autoridades, trabajadores; funcionaba espectacularmente como un colectivo que buscaba o se comunicaba de forma extraordinaria buscando transformar su entorno... Es mentira si se piensa que en 68 sólo aprendimos a gritar, a maldecir o llorar, construíamos, construimos, construiremos. Como hace 25 o 30 años se empeñaban, ahora se empeñan a como dé lugar en impedirnos seguir adelante...4 Adriana Corona es otra joven participante en el cnh, de la Prepa 6, quien refiere: En el cnh hubo cuando mucho diez chavas que eran de todos los niveles. Había gente de escuelas superiores del Poli, había gente de escuelas superiores de la unam y gente de prepas, sobre todo había chavas de prepas, de vocas. Hasta donde yo sé estaba Oralia, ella estuvo en los primeros momentos y después no sé si cayó presa, pero era de la Voca 7.5 Marta Servín, en Raúl Jardón, 1968. El fuego de la esperanza, Siglo XXI Editores, México, 1998, pp. 253, 254. 5 Adriana Corona, en Raúl Jardón, op. cit., p. 254. 4 106 Reflexiones a la distancia Durante las sesiones del cnh o en las reuniones de cada escuela conocían a otras compañeras, las que no necesariamente eran del ipn sino de otras escuelas, de otras instituciones y algunas de otros estados. Más aún cuando el cnh se trasladó a Ciudad Universitaria y las largas discusiones se dieron en el Auditorio Che Guevara. Adriana Corona se emociona al referirse a las otras participantes, a algunas las conoció y trató y expresa un reconocimiento a las demás: Éramos muy pocas, pero es interesante el tipo de mujeres que éramos. Estaba La Tita, era una mujer que venía de la lucha magisterial, que venía del movimiento de los maestros; también estábamos nosotras, que éramos chavitas, María Eugenia, yo. Marcia tendría 20 o 21 años, yo tenía 18. Marcía también tenía toda una historia de lucha, yo militaba en una secta, en la Liga Comunista Espartaco, tenía una formación política muy mínima que había empezado ese año.6 Aunque los periodistas entrevistaron –y lo siguen haciendo– a los líderes históricos, el movimiento estudiantil tuvo especial significado para las mujeres, que rompieron con muchos tabús, sólo que de ellas hasta recientemente se han ocupado algunas historiadoras.7 Su participación alcanzó un gran significado. Por eso es pertinente preguntarle a María Fernanda ¿cómo calificarías el movimiento del 68 para las mujeres, qué significó para ellas? Mira, ahí sí ni caben los azotes. Las mamás y los papás estaban aterrados. Bueno, unos sí y otros no. Unos eran solidarios como mi mamá, que además de solidaria nos tenía confianza. Pero otros sí decían: “No, mijito, no te metas”. Porque el movimiento fue avanzando desde el principio. ¿Pero qué pasaba? Que estaban las Digo su voz porque este libro de Raúl Jardón recopiló las entrevistas que hizo en Radio Educación con motivo de los 25 años del movimiento estudiantil; le dedicó 20 programas con una duración total de 28 horas. Después las entrevistas fueron transcritas. Adriana Corona, en Raúl Jardón, op. cit., p. 254. 7 Me refiero a las recientes aportaciones desde el 2001 con las primeras publicaciones de Frazier Lessie y Deborah Cohen, “Género, terreno y acción en el 68: la participación femenina y la ciudadanía social en México”, en cd Memoria El 68, Nuevos enfoques. Memoria Seminario Nacional de Movimientos Estudiantiles Mexicanos en el siglo xix, unam/Instituto de Investigaciones Bibliográficas, México, 2001, y en una revisión historiográfica menciono todas las publicaciones que han visibilizado las participantes, con el título: “Tras las huellas del 68. Desde un enfoque de género”, en José René Rivas Ontiveros, Los años 60 en México: la década que quisimos tanto, dgpa-unam-fes Aragón-Gernika, México, 2018, pp. 231-263. 6 107 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución escuelas sin trabajar. Entonces la gente iba a los boteos, los volanteos; usábamos los camiones en las brigadas. Eran miles y estaba lleno de mujeres; también se quedaban a dormir porque estaban las escuelas cerradas por nosotros. Entonces estaban al cuidado de las guardias. Se quedaban a dormir ahí, cantaban; seguro que le tupían a todo lo que tú quieras. En esa época, entonces, ¡estaba lleno de mujeres! Como dice una amiga mía, “creo que la única que era de base soy yo”. Pero estaba lleno de mujeres de prepas, de escuelas superiores, de facultades, y están narrados, aunque sea de paso, como tú quieras, los casos. Sí, sí, sí. En el Comité, en el Consejo Nacional de Huelga sí había pocas mujeres, pero había... En los días siguientes la represión se agudizó y la prensa “vendida”, como se decía y lo era, manipulaba la información afirmando que eran los comunistas quienes querían vender al país; los presentaban como “vendepatrias”. Evidentemente el papel de las brigadas fue importante y creciente porque se dedicaban a deshacer aquella información oficialista y en contra de los estudiantes. En las notas periodísticas los acusaban sistemáticamente de estar al servicio del comunismo. Fue ahí donde las brigadas estudiantiles funcionaron como vasos comunicantes con la gente del pueblo. La población empezó a apoyar regalando víveres, mantas, pintura y distintos insumos para confeccionar propaganda. Se utilizaron mimeógrafos y se improvisaron lugares para trabajar. En uno de sus trabajos las historiadoras Deborah Cohen y Lessie Jo Frazier mostraron las memorias masculinizadas por las entrevistas a los presos políticos; los discursos, escritos y entrevistas que les hicieron repercutieron en las memorias de las jóvenes. Traigo aquí un párrafo de su escrito: Esta masculinización del liderazgo tanto descarta la posibilidad de que las mujeres reales puedan ser actoras políticas, como expone la generización de las personas no líderes. La participación de base provee una ventana hacia las prácticas del movimiento social, prácticas que constituyeron un espacio semiautónomo pero poroso, en el campus y en la calle, y a través de las que se reconfiguraron lógicas y prácticas socioculturales mayores.8 8 Deborah Cohen y Lessie Jo Frazier. “Réplicas a México…”, p. 391. 108 Reflexiones a la distancia Coincido en que puede ser la mayoría de jóvenes que ellas entrevistaron, como me ocurrió con las que entrevisté para La otra historia. Voces de mujeres del 68,9 pero aun en estas experiencias de las estudiantes de provincia podemos aseverar que se dio un proceso de empoderamiento. Las prácticas socioculturales mayores se reflejaron el siguiente año en la participación política y académica de las mujeres. No es el caso de María Fernanda, cuya formación en un ambiente masculinizado le permitió desde jovencita abrirse paso y hacer valer su opinión. Desde su visión, que aún refleja mucho de su militancia en la izquierda, refiere una constante participación desde el movimiento estudiantil de 1956. Lo que se advierte es una férrea decisión de avanzar académicamente sin esperar reconocimiento alguno, como también de incidir en los simpatizantes. Como característica de su personalidad de formación comunista, habla en plural sin destacar la individualidad. Tampoco pasa como una mujer invisibilizada, mucho menos para los aparatos de seguridad; los reportes de la dfs señalan cada una de las actividades en las que participaba, con todos los equívocos que los agentes tenían al identificar a los activistas; la reflejan con su liderazgo, incluso en algunas fichas o memorandos la tratan con respeto, dicen “la ingeniero Campa”. En una información yerran al afirmar que: En abril de 1970 se principió a formar un grupo de guerrillas urbanas en la esfm del ipn encabezado por Jesús Simental Banderas, siendo María Fernanda Valentina Uranga la encargada de coordinar las actividades de dicho grupo con su esposo Álvarez Garín, llevando planes y consignas para las actividades revolucionarias.10 De la cita anterior se derivan dos errores: el primero es que jamás formó parte del grupo de guerrillas urbanas, por el contrario, optaron por publicar la revista Punto Crítico y proseguir por la vía democrática y reflexiva. El segundo es que a su nombre, escrito con letras mayúsculas, le agregan el de su hermana, Valentina. Muestra también los engranes que siempre manejó el gobierno, Gloria Tirado Villegas, La otra historia. Voces de mujeres del 68, Puebla, buap-ipm, Puebla, 2004, 184 pp. 10 agn, fg, dfs. Legajo único (1959-1974). Caja 306. 2017. Versión Pública de Campa Uranga María Fernanda. dsc05516. infomex número 0495000038617. f. 200. 9 109 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución como mecanismos de control: la conspiración comunista, las guerrillas, la intervención rusa. En el homenaje a Raúl Álvarez Garín, Félix Hernández Gamundi resumió lo que fue la generación del 68: Ser revolucionario era ser transformador y luchar por la independencia y la democracia, era luchar por el cambio en todos los aspectos de la vida. Se discutía sobre la sexualidad, la familia, los medios de comunicación, la ética y la estética, las relaciones entre jefes y subalternos, entre profesores y estudiantes, entre gobernantes y gobernados. En pocas palabras, se cuestionaba las reglas de relación entre todo y entre todos.11 Lo dicho por Félix Hernández Gamundi evidencia la riqueza de lo que el movimiento estudiantil significó para los jóvenes, el intercambio y circulación de ideas, la libertad de pensar y la influencia en la siguiente generación. 11 Félix Hernández Gamundi, op. cit., p. 12. 110 El Comité del 68 En la entrevista del 17 de julio de 2017 a María Fernanda volvimos al punto del 2 de octubre. Sus recuerdos siguen nítidos aunque vistos a una distancia mayor y con más información, apoyada en las investigaciones que en los últimos años se han publicado; casi todas ratifican lo que los estudiantes vieron en el mitin esa tarde del 2 de octubre: la intervención del Batallón Olimpia y el desconcierto que se produjo entre los integrantes del ejército. El Batallón Olimpia fue formado por integrantes del Cuerpo de Guardias Presidenciales y oficiales que estaban en diferentes cursos en escuelas militares.1 María Fernanda sigue en la lucha por no borrar la memoria de su padre ni de Raúl. Sobre su padre, quien falleció el 25 de noviembre de 1999, insistió en Una de las investigaciones más recientes es la de Juan Veledíaz, Jinetes de Tlatelolco. Marcelino García Barragán y otros retratos del Ejército Mexicano, Ediciones Proceso, México, 2017. En este libro el autor describe con detalle lo que ocurrió desde la mañana del 2 de octubre. El coronel Ernesto Gutiérrez Gómez Tagle, comandante del Batallón Olimpia, salió de su cuartel en el Campo Militar Número 1 para dirigirse al cuartel de la Defensa, donde se reunió con los generales Ballesteros, Gonzalo Castillo Ferrara, jefe de la sección tercera (operaciones), Alonso Aguirre Ramos, de la sección segunda (inteligencia), y el capitán Fernando Gutiérrez Barrios, de la dfs. Y llegó García Barragán, es ahí donde García Barragán ordenó disolver el mitin, y dijo que solo restaba resolver quién capturará al Comité de Huelga, y para su especial preparación había designado al Batallón Olimpia para esta misión. “Coronel Gómez Tagle ¿cree usted poder llevar a cabo la captura del Comité de Huelga sin que haya víctimas?” −preguntó don Marcelino. –“Sí, mi general, estamos prontos y preparados para realizar esa acción, pero para ello…−le respondió Tagle…/ −¿Qué?− preguntó el general García Barragán, en tono fuerte. –Mi general, como usted sabe, ya hicimos un reconocimiento del lugar donde se hará el mitin y para asegurar el éxito sería necesario que yo infiltrara a mi gente en el edificio Chihuahua”. Tomado de las páginas 140-142. 1 111 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución que se realizara el monumento de Valentín Campa; lo esculpió Maru Santos y por fin en 2017 se trasladó a donde debía quedar, en la Estación Buenavista. “Valentín saliendo de la tierra”, le gustó así a La Chata. La escultura permaneció mucho tiempo en el patio de la casa donde se reúne el Comité del 68. Más aún, un vagón del metro que va con dirección a Tláhuac lleva el nombre de Valentín Campa Salazar. La felicidad de María Fernanda era notoria cuando me lo contó. No es para menos, al fin lograron que el monumento estuviera donde ella pensó que debía estar: la Estación de Buenavista. Esa gran estación de la que salió el primer ferrocarril el 15 de septiembre de 1869 y que inauguró el presidente Benito Juárez cuando llegó a Puebla. Esa estación contiene una memoria histórica que no debió desaparecer. Insistieron una y otra vez ante Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México. Fue difícil lograr este traslado porque parte de esa estación es actualmente propiedad privada y otra parte es pública. Por fin está ahí, en lo que fue su segunda casa. Un artículo escrito por Elena Poniatowska en La Jornada (17 de febrero de 2013) lo tituló “Porqué la estación de Buenavista debe llamarse Valentín Campa”; explica las razones con una entrevista a Valentín Campa cuando estuvo en Santa Martha Acatitla. Para un homenaje a su padre María Fernanda reeditó el texto escrito por él años atrás, con el título de Memorias de un mexicano comunista, con un amplio anexo fotográfico y de documentos, y un estupendo prólogo de Elena Poniatowska.2 También asistió a homenajes que le han hecho a su padre en Nuevo León, de donde era originario. Los días del 12 al 14 de febrero de este 2018 se presentó en el Homenaje a Valentín Campa Salazar. Luchador de la clase obrera. El libro Memorias… se presentó en varios recintos de la Universidad Autónoma de Nuevo León: el Centro Cultural Universitario, el Aula Magna y en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalupe. La Chata es persistente, valiente, y por eso tiene el apoyo de sus amigos y de los del Comité del 68. Se ha ganado la admiración y estimación de sus compañeros sin que ella se considere el centro, ella es para los demás. Sobre aquel 2 de octubre, al que siempre volvemos, rememora: Valentín Campa Salazar, Memorias de un mexicano comunista. Crónicas, testimonios y documentos, editado por María Fernanda Campa Uranga, Gerardo Fernández Noroña y Miguel Ángel Mancera Espinosa, México, 2014. 2 112 El Comité del 68 Entonces ya no era tan jovencita, pero antes todas las persecuciones eran para disolvernos y el 2 de octubre nos venimos a enterar que eran maniobras de guerra, había tantos policías, con los halcones y diversos destacamentos militares, y yo digo que se hicieron bolas. Una mortandad brutal, el otro año [2018] cumplimos 50 años del 2 de octubre.3 En agosto de 1993, a 25 años del 68, se creó el Comité Nacional 25 años de 1968. Desde esa plataforma se convocó a destacadas personalidades para formar una Comisión de la Verdad con el propósito de deslindar responsabilidades sobre la represión y la masacre y esclarecer las acusaciones contra el movimiento. Se inició así un periodo en el que fue aumentando la exigencia pública de que se abrieran los archivos gubernamentales y se iniciara un juicio contra los responsables de las acciones represivas. Sin embargo aún tendrían que pasar ocho años más para que se abrieran los primeros archivos.4 La formación del Comité 68, dirigido por Raúl Álvarez Garín y Félix Hernández Gamundi entre otros sesentaiocheros, permitió articular un tenaz combate a la impunidad de los crímenes de Estado de 68, 71 y durante la guerra sucia. Con la derrota del pri en las elecciones de 2000 la presión para juzgar a los responsables consiguió la creación de la Fiscalía Especializada para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, dependiente de la Procuraduría General de la República (pgr).5 Simultáneamente, a finales de 2001 se hicieron públicos documentos oficiales y fotografías de la pgr. Félix Hernández Gamundi refiere esa formación de la asociación civil Comité de 68, de la que existe una acta constitutiva, firmada por Raúl Álvarez, Ana Ignacia Rodríguez, Myrthokleia, Pastora, Félix, entre otros, “no más de quince firmamos el acta.”6 Raúl quedó como el presidente de la asociación civil y recientemente se tomó la decisión de que Félix Hernández Gamundi ocupara la presidencia. Por supuesto, el Comité fue generando su propio archivo para desempeñar muchas tareas y, a la vez, ir construyendo una memoria. Por ejemplo, en el 2007 la unam inauguró el Memorial del 68, un espacio museográfico dedicado al movimiento estudiantil en un edificio ubicado a Entrevista a María Fernanda Campa Uranga, 27 de julio de 2017. Argel Gómez Concheiro, “Esos necios del 68”, en <http://www.rebelion.org/noticia. php?id=174895>. Consultado el 24 de agosto de 2017. 5 Ibídem. 6 Entrevista a Félix Hernández Gamundi, 29 de enero de 2018. 3 4 113 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución un costado de la Plaza de las Tres Culturas, que fue sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores. A pesar de ser un espacio pequeño y con las limitaciones propias de los museos de este tipo se trata de un esfuerzo de divulgación amplio y comprometido que se organizó después de una exhaustiva reunión de materiales de la época. Es un espacio que la Universidad debía a las generaciones de universitarios y vecinos de Tlatelolco que han participado en la lucha por la democracia. Es aquí donde se valora la existencia del Comité del 68 como el único organismo que moralmente conserva honestidad y transparencia, por eso se ha convertido en el soporte moral de los movimientos que durante casi cincuenta años se han presentado en el país. Año con año la manifestación del 2 de octubre condensa las demandas de la ciudadanía. El Comité del 68 encabeza la manifestación. Algunos de sus integrantes han fallecido, incluido Raúl Álvarez Garín, uno, si no el que más, de los que insistió sobre el papel del Comité a los veinte años del 68. En el último capítulo de su libro La estela de Tlatelolco reconstruye cómo se mandó a hacer el monumento que se colocó en la Plaza de las Tres Culturas: se constituyó el Comité Preparatorio del Homenaje a los veinte años del Movimiento; se convocó a un concurso internacional para realizar el monumento que dejara testimonio de los compañeros caídos. El concurso lo ganó el proyecto La grieta. Se estableció el Comité y la Comisión del Monumento, que recayó en Roberto Escudero y Raúl Álvarez Garín. El texto lo redactaron con el lema “A los compañeros caídos el 2 de octubre en esta plaza” e incluye los nombres de los veinte estudiantes y vecinos que estrictamente se comprobó que están muertos. Todos los detalles los explicita en la obra citada.7 La ceremonia conmemorativa es descrita por Raúl en este mismo texto: “La develación de la Estela fue impresionante: el 2 de octubre miles de compañeros asistieron a la marcha y mitin; un enorme papel craft con la imagen de la V de la victoria y la consigna “2 de octubre no se olvida” cubría la Estela y fue rasgado por las muchachas de 68… decenas de cámaras testimoniaron el acto”.8 La exigencia de esclarecimiento de esos hechos, pedir justicia y no dejar de insistir en enviar a la cárcel a los responsables son algunas de las tareas. El Memorial del 68 también es un esfuerzo del Comité. 7 8 Raúl Álvarez Garín. La estela de…, pp. 303-308. Ibíd., p. 305. 114 El Comité del 68 A veinte años del 68 reeditaron Los procesos de México´68. Tiempo de hablar… en el marco del Programa Ciudad de Leyes, a cargo del diputado Salvador Martínez Della Rocca; contiene los alegatos de la defensa de José Revueltas, Miguel Eduardo Valle Espinoza y Raúl Álvarez Garín en los juicios penales que les siguieron a ellos y a otros doscientos estudiantes. Declararon que los acontecimientos de Tlatelolco sucedieron por un enfrentamiento entre columnas de seguridad y el Ejército. Demostraban con el mayor rigor y la contundencia posible lo ocurrido y que en ningún momento se pudo probar que alguno de los estudiantes, y menos del cnh, hubiera disparado armas de fuego. Álvarez Garín afirma: “Unas cuantas observaciones permiten asegurar que la presencia de las tropas en Tlatelolco tenía el propósito deliberado de masacrar a los participantes del acto que se realizaba”9 y expone ampliamente los argumentos de su afirmación. Sobre el movimiento del 68 existe un archivo de entrevistas resguardado en el Memorial del 68 del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la unam.10 El esfuerzo colectivo de un grupo de ex activistas y de investigadores fructifica y se debe reconocer que los “sesentaiocheros” cumplieron su propósito con el Memorial y la Estela de Tlatelolco, que inauguraron en 1988. En las 52 entrevistas en documentales aparecen unas cuantas mujeres, entre las más conocidas están Roberta Avendaño Martínez, La Tita, y Myrthokleia A. González, cuyos discursos se centran en momentos específicos del movimiento estudiantil. El comité de 68 aportó algo más, como lo precisa Félix Hernández ­Gamundi: Después de varios intentos del Poder Ejecutivo por impedir la investigación de los hechos y para proteger la impunidad de los responsables de la masacre de Tlatelolco, en 1998 la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó a la pgr admitir la Eduardo Valle Espinoza, Raúl Álvarez Garín, José Revueltas, Los procesos de México’68, Tiempo de hablar… Alegatos de defensa, Editorial Estudiantes, México, 2008, p. 79. 10 El Memorial del Movimiento Estudiantil de 1968 es un centro de información y documentación multimedia con un acervo de cine, video, fotografía y audio, además de objetos y documentos que contextualizan ampliamente el movimiento en un horizonte historiográfico: “Preámbulo y contexto político y social, nacional e internacional de los años sesenta. Cronología del Movimiento Estudiantil. Repercusiones en la vida política y social de México”. 9 115 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución denuncia penal en contra de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y más de 60 militares de alto rango por los delitos de genocidio y lesa Humanidad. 11 El trabajo de reconstruir la memoria del 68 ha proseguido; su afán es recuperar hechos que no deben olvidarse y es loable que integrantes del ipn se hayan dado a la tarea de compilar testimonios de participantes y aparezcan más y más libros. Se reeditó el libro Octubre dos. Historias del movimiento estudiantil, 2008, cuya primera edición apareció en 2008 publicada por la uam pero con una escasa circulación. Como comentó el segundo editor, Felipe Galván, “cuando se presentó se terminó o desaparecieron los libros”. Lo reeditaron con una presentación breve de Felipe Galván. Es en este libro donde más mujeres (del ipn, del 68) aparecen. También recientemente se publicó el texto de José David Vega Becerra Una voz desde la masacre. Escaramuzas del último orador en Tlatelolco 1968.12 Vega Becerra fue delegado al cnh por la Escuela Superior de Ingeniería Textil (esit) y ese 2 de octubre fue el último orador y no terminó de hablar cuando las luces de bengala indicaron que iniciara la masacre. Es importante esta labor porque hasta hace unos años el movimiento estudiantil parecía concentrarse sólo en la unam; se creía que en esta casa de estudios se iniciaron las actividades del cnh. Diversos testimonios de los politécnicos han enriquecido no sólo la participación sino el tipo de participación de los integrantes; han explicado los acuerdos que tomaron, más allá de las obras de Gilberto Guevara Niebla y de Raúl Álvarez Garín. Biografías recientes han precisado de dónde salieron recursos, como la casona que albergó al Comité 68, que atesora su historia. Sus raíces remiten a la familia Álvarez Garín-Campa. A sus 74 años Manuela Garín decidió jubilarse y un abogado la apoyó para que le pagaran lo correspondiente a su jubilación, logró que le dieran todas las diferencias que no le habían pagado. Recibió una cantidad de muchos ceros (antes de que la reforma salinista adelgazara el peso); liquidó los servicios del abogado y el resto lo ingresó al banco. Raúl había adquirido una casa en ruinas en la calle de San Luis Potosí, en la colonia Félix Hernández Gamundi, ¡La generación del 68 y el México de hoy! Homenaje a Raúl Álvarez Garín, Fundación para la Democracia-Alternativa y Debate, AC, México DF, 10 de julio de 2014, p. 19. 12 José David Vega Becerra, Una voz desde la masacre. Escaramuzas del último orador en Tlatelolco 1968, Impretlax, Tlaxcala, México, 2016. 11 116 El Comité del 68 Roma, y Manuela sumó ese capital a algunos ahorros de su marido para costear su reparación. Ese edificio es la sede del Comité.13 El desprendimiento de Manuela y de su hijo Raúl es digno de tomarse en cuenta, así como el de María Fernanda. Otra mujer hubiera preferido fincar ahí su casa, donde sus hijos crecerían. De esas historias la gente se olvida y si no se reescriben la memoria se convierte en polvo. Ni el gobierno de la Ciudad de México ni cuando el Partido de la Revolución Democrática ganó la Jefatura de Gobierno apoyaron esta causa. Ha sido la constancia de los integrantes del Comité los que han recordado cada año con acciones. ¡El 2 de Octubre no se olvida!, pese a ingratitud de la gente y de quienes aprovechan los vientos políticos. A los treinta años del 68 María Fernanda dio una entrevista que fue publicada y ahí, quizá por lo que había vivido con Raúl, reconoció la ingrata labor del Comité y de los errores humanos que suelen cruzar decisiones. Creo que, por ejemplo en el caso del Comité del 68, ha sido una labor terriblemente ingrata, como son esas labores. Raúl y yo nos separamos hace unos diez años. Yo me creía la historia de que éramos yunta y pensé que estábamos trabajando en pareja toda la vida, pero de repente empecé a oír a Raúl hablar de “yo, yo, yo”. Decidí ser una mujer libre y, entre otras cosas que descubrí después, es qué bonito es francamente andar solo. Duré treinta años con Raúl. Los viejos dirigentes nunca hablaban nada personal, cuando es parte de tu vida, parte de tus errores y parte de tus extravíos.14 Esta declaración contrasta en la práctica porque siempre mantuvo estrecha amistad con Raúl y sus hijos siempre estuvieron presentes en la vida del padre. Así, y a más distancia del 68, después de la muerte de Raúl en el 2014 ella, con el Comité, reúne recursos, esfuerzos, para erigir la estatua de Raúl. Siempre mantuvieron una buena amistad. María Fernanda no pierde de vista su papel en mantener la memoria presente, su trabajo contra viento y marea, aunque se tope con “machos alfa”, como dice sonriendo. Algo más significativo en este compromiso con la vida y la historia es que le hicieron tres homenajes en vida a Raúl: el primero el 9 de agosto de 2013 13 14 Manuela Garín. op. cit., pp. 144-145. María Fernanda Campa Uranga, en Heidrun Holzfeind, op. cit., p. 152. 117 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución en la Sala Covarrubias en la unam. En el segundo homenaje a Raúl Álvarez, en la Casa Lamm, no sólo estuvo presente María Fernanda sino participó en él, como describe Carmen Galindo, quien delinea la trayectoria política de Álvarez Garín y lo dibuja como un personaje modesto, aún en sus homenajes: De nueva cuenta, Raúl se aleja del centro y le pide a Cuauhtémoc Cárdenas y a María Fernanda Campa, quien fue su segunda esposa y madre de Santiago y Manuela, que no hablen de él, que se refieran a la contrarreforma energética, y Cuauhtémoc y la Chata Campa cumplen el deseo de Raúl. En la mesa anterior, estoy segura que por casualidad, está Rolando Cordera, que encabezó la primera escisión de Punto Crítico, y mi hermana y yo, que participamos en la segunda. 15 De pocos líderes se puede hablar así; de él fue la idea de la Marcha del Silencio; él sugirió que se aludiera a héroes nacionales, como Zapata y Villa, en las manifestaciones del 68, pero nunca lo escribió ni lo dijo, dice Félix Hernández. De esta tesitura es María Fernanda también. En 2014 el Centro Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano le entregan a Raúl Álvarez Garín el Premio Amalia Solórzano como reconocimiento a sus aportaciones a la lucha por la democracia, la justicia, la igualdad y la soberanía. En la ceremonia de entrega Félix Hernández Gamundi, su gran amigo, leyó un texto emotivo sobre Raúl y su generación, del que extraigo algunos párrafos: Algunos dijeron que fue una derrota, mientras que otros tantos más optaron por el olvido. Pero existen también todos los que recuerdan el 2 de octubre como parte de su juventud y el valor de la rebeldía, hayan o no estado aquella tarde en Tlatelolco. Pese a la fuerza y la violencia utilizada por el régimen, el 68 no es una derrota, ni de los estudiantes, ni de quienes les dieron su apoyo comprometido y emocionado, tampoco de las convicciones democráticas. 1968 no es una derrota, es un parto.16 Carmen Galindo, “Trayectoria política de Raúl Álvarez Garín, líder del 68”, 7 de octubre de 2014. en http: //www.siempre.mx/2014/10/trayectoria-politica-de-raul-alvarez-garin-lider-del-68/, consultado el 16 de junio de 2017. 15 16 Félix Hernández Gamundi, op. cit., p. 9. 118 El Comité del 68 En el mismo texto señala datos desconocidos sobre el movimiento estudiantil, estrategias fraguadas para combatir la posición del régimen: Contra éstos y la estrategia del Estado, surgió la propuesta de Raúl Álvarez para que la marcha del 13 de septiembre fuera silenciosa y así responder al gobierno y a su campaña difamatoria, que pretendía justificar la represión diciendo que los estudiantes eran saqueadores y provocadores del desorden social.17 En esa marcha participaron más de 300 mil ciudadanos, escribió Raúl Álvarez. 18 Cada escrito que se publica o cualquier declaración que hagan los líderes del 68 mueve conciencias, definitivamente fue un parteaguas. A cincuenta años del 68 el movimiento estudiantil sigue siendo el más importante del siglo xx. Ha sido estudiado y lo sigue siendo por distintos investigadores. Luis González de Alba asentó en el prólogo de su ya citado libro un párrafo que refuta su mención: “¿Y la prisa? Se debe a que el movimiento estudiantil del 68, que cumplirá ya cincuenta años a la vuelta de la esquina, y los hechos de Tlatelolco, se han llenado de expertos que no estuvieron allí ni vieron nada: el mito gana terreno”.19 Renglones más adelante cita a Carlos Monsiváis y discute, una vez más, con lo escrito por Elena Poniatowska en La noche de Tlatelolco. Quizá debieron acotarlo sólo ellos porque de cualquier forma cada vez hay más investigaciones sobre el movimiento; son los jóvenes, quienes tampoco estuvieron ahí ni lo vivieron y las siguientes generaciones tampoco, porque el 68 se ha convertido en historia del siglo xx. Sin conocerlo no pueden explicarse sucesos ocurridos en la segunda mitad del siglo y lo que va del actual. No sólo la violencia de Estado sino los grandes cambios culturales que se vivieron y con los que influenciaron los de esa generación. En un artículo publicado en 2008 con motivo de la conmemoración de los cuarenta años del 68 María Ana Sánchez Sáenz revisa la amplia producción sobre este movimiento que se encuentra en bibliotecas; señala una producción de 360 libros, más los que se publicaron en los últimos meses del 2008, desde Félix Hernández Gamundi, op. cit., p. 10. Raúl Álvarez Garín, Eduardo Valle Espinoza, José Revueltas, Los procesos de México’68..., p. 79. 19 Luis González de Alba, op. cit., p. 10. 17 18 119 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución luego faltaron las tesis.20 La historiadora actualiza la bibliografía y escribe que serán muchos más. Buena parte han sido escritos por los participantes en el movimiento estudiantil, especialmente del cnh, pero si nos asomásemos a conocer las tesis de licenciatura y de posgrado veríamos que rebasan lo ya escrito; hay un abanico de temas y enfoques. Este fenómeno les debe hacer sentir muy bien a los sesentaiocheros. Una aportación más al respecto es el Congreso Internacional sobre Movimientos estudiantiles “A 45 años del 68”, organizado por el Seminario Nacional de Movimientos Estudiantiles Mexicanos en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. En ese marco se escucharon los trabajos que han sido compilados en dos tomos, con el título Historia y memoria de los movimientos estudiantiles. A 45 años del 68, volúmenes I y II, Los movimientos estudiantiles regionales en México.21 Por un lado los jóvenes estudiosos que siguen a los del Comité del 68 y a quienes no cejaron en su demanda de castigo a los culpables. ¿Quién dio la orden de disparar? Luis Echeverría Álvarez, entonces secretario de Gobernación, primero aseguró que la orden de intervenir en la Plaza de las Tres Culturas fue del ejército, encabezado por Marcelino García Barragán. Después expresaría: “pero todo lo manejó el presidente”. El presidente Gustavo Díaz Ordaz asumió la responsabilidad histórica de los hechos pero su muerte, ocurrida en 1979, impidió que se le fincaran cargos. No obstante, los dos tribunales federales que exoneraron a Echeverría coincidieron en que las pruebas aportadas por la Procuraduría General de la República perfilaron a Díaz Ordaz como el único responsable del genocidio. Décadas después, en un intento por llevar a tribunales a los responsables de la masacre, el gobierno federal y el Poder Judicial recuperaron el caso de la matanza. En noviembre de 2001 el entonces presidente Vicente Fox ordenó la creación de la Fiscalía Especializada para Movimientos Sociales y Políticos del 20 Ana María Sánchez Sáenz. “Los libros del movimiento estudiantil de 1968”, en Gaceta unam, Órgano informativo de la unam, número especial: Memoria del Movimiento Estudiantil, México, 6 de octubre de 2008. Este Congreso fue organizado por el Seminario Nacional de Movimientos Estudiantiles Mexicanos, la buap y el icsyh en Puebla, Pue., del 21 al 25 de octubre de 2013. Los libros fueron coordinados por José René Rivas Ontiveros, Ana María Sánchez Sáenz, Gloria A. Tirado Villegas: Historia y memoria de los movimientos estudiantiles. A 45 años del 68, vols. I y II, Los movimientos estudiantiles regionales en México, unam, dgapa, Facultad de Estudios Superiores Aragón, 2017. 21 120 El Comité del 68 Pasado (Femospp) como parte de sus promesas de campaña del 2000; la fiscalía se encargaría de revisar el trabajo que debió realizar el ministerio público de la federación, de la reconstrucción histórica de los hechos y de la investigación del contexto estudiantil, así como de la masacre del 2 de octubre de 1968. En el 2014 y a doce días de la conmemoración del 48 aniversario de la masacre en Tlatelolco, integrantes del Comité del 68 exigieron una vez más la reapertura del caso contra el expresidente Luis Echeverría Álvarez, acusado de la matanza en la Plaza de las Tres Culturas. También demandaron al gobierno federal la consignación de 52 averiguaciones previas de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, extinguida en 2007.22 A continuación transcribo una carta publicada en La Jornada en este 2018; en ella el Comité 68 Pro Libertades Democráticas y la anad aclaran la situación de Luis Echeverría: En la sentencia definitiva emitida el 26 de marzo del 2009 por el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito se estableció, con efectos de cosa juzgada, que se tipificó el crimen internacional de genocidio. Asimismo, se ratificó la determinación previamente adoptada por el Tercer Tribunal Unitario en Materia Penal en el sentido de ordenar la libertad de Echeverría “Por falta de elementos para procesar y con las reservas de ley”. Es decir, su puesta en libertad no fue por razones de fondo, sino porque las pruebas acopiadas hasta ese momento no permitían tener por acreditada su presunta responsabilidad, lo que no impide a la pgr ahondar en la investigación, recabar otras evidencias y ejercitar otra vez la acción penal. Así pues, no hubo tal exoneración y por ello exigiremos a la autoridad que cumpla con su responsabilidad. Comité 68 Pro Libertades Democráticas y anad Los valiosos fondos de la Dirección Federal de Seguridad y de Movimientos Políticos y Sociales, que se encuentran en los repositorios del Archivo General de la Nación y que fueron abiertos para su consulta, han vuelto a quedar cerrados en 2016; se pueden consultar sólo las versiones públicas. La documentación que constituye el acervo de la dfs es de importancia pública, razón por la cual fue puesto a disposición de los usuarios en 2002 para la investigación histórica y la justicia por los delitos cometidos por el Estado mexicano en la 22 “Exige Comité del 68, reabrir caso contra Echeverría”, Proceso, 21 de septiembre de 2016. 121 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución segunda mitad del siglo xx. Su contenido abarca un importante abanico de temas sociales y políticos que es necesario conocer, estudiar y difundir. Pese a las peticiones públicas que se hicieron llegar a la doctora Mercedes de la Vega, directora del Archivo General de la Nación, no se logró abrirlos a la consulta, se apoya en la nueva Ley Federal de Archivos, que señala que serán abiertos cuando transcurran los 70 años. Con motivo de los cincuenta años del movimiento el Comité del 68 habrá de insistir en el castigo a los responsables. Varios, o muchos, de los que estuvieron ahí ese 2 de octubre confirmaron la presencia del Batallón Olimpia, que se encontraba en el edificio Chihuahua. Narraciones que hicieron a la prensa y que una y otra vez se fueron comprobando. Gilberto Guevara Niebla hizo referencia al Batallón Olimpia en actos desde los primeros días de septiembre, cuando diez individuos sacaron de su casa, por la fuerza, a un estudiante activista que vivía en la Unidad Nonoalco y lo desaparecieron. La noche del 20 de septiembre hubo tres actos terroristas: el primero en contra de la Preparatoria 4, de Observatorio: un grupo de embozados portando guante blanco hicieron destrozos y los escucharon decir “¡Aquí Batallón Olimpia!”. Esa misma noche El Colegio de México fue ametrallado en una acción similar a la anterior. El tercero ocurrió horas después en la Vocacional 4, los testigos afirmaron que los terroristas eran ciento cincuenta y que viajaban en cinco vehículos; secuestraron a tres alumnos, quienes identificaron a sus secuestradores como miembros de un Batallón Olimpia.23 Siempre hubo pruebas y han sido los integrantes del Comité del 68 quienes las han aportado una y otra vez exigiendo justicia. Ya se van a pasar 50 años y la vida entera cargando la loza de los sobrevivientes, pero nomás teníamos treinta y tantos [se refiere a los que aparecen en la Estela], seguro que hay muchos más. Los archivos del 68 están muy organizados, aparecieron datos nuevos. Al norte de la Plaza de las Tres Culturas estaba la Vocacional 7, la que después cerraron, y luego el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, que luego demolieron. Los edificios estaban bien. El comité del 68 ya cumplió su papel, el de Raúl era muy importante, el caso es que la arquitecta dice que cuando rascaban encontraron algunos cuerpos.24 23 24 Gilberto Guevara Niebla, op. cit., pp. 276-277. Entrevista a María Fernanda Campa, 13 de julio de 2017. 122 El Comité del 68 Si hacemos un recuento de aquellos espacios del ipn vemos que al siguiente año, en 1969, la Vocacional 7, que funcionaba frente a la Unidad Tlatelolco, fue trasladada a Iztapalapa. De esta forma se pretendió desarticular el movimiento, a los comités de lucha; ese edificio fue demolido. En el 2012 el hundimiento de medio metro y la inclinación de más de doce centímetros provocaron daños estructurales al edificio que hasta agosto de 2010 albergó al Hospital General de Zona número 27 del Instituto Mexicano del Seguro Social, que se encuentra frente a la Plaza de la Tres Culturas. Supuestamente las afectaciones venían desde el sismo de 1985.25 A cincuenta años del 68 y 40 del Comité del 68, le pregunto a Félix Hernández Gamundi, amigo cercano de Raúl y de La Chata, por la historia de esta asociación, por los retos, por lo que falta por hacer y por lo que harán este año. En su respuesta alude a lo que se ha convertido esta organización que fue creciendo: Con el tiempo el Comité fue cambiando porque dejó de ser esta entidad donde el único trabajo era las conmemoraciones del movimiento de 1968 y fueron asumiéndose otros tipos de tareas. El Comité es un punto de reunión en la solidaridad con el movimiento de todo el país. Hay mucha información que se ha ido concentrando ahí; tenemos un archivo muy importante. Se han sumado una cantidad importante de jóvenes, la generación de relevo, estudiantes de licenciatura, de la unam, muchos de las normales rurales y eso ha ido fortalecimiento y ha acrecentado las tareas y lo ha convertido en un referente político muy importante.26 Se dice satisfecho porque en la casona del Comité del 68 han logrado tener un importante acervo que es consultado por jóvenes investigadores, no sólo del país sino del extranjero; muchos son estudiantes normalistas, a quienes en algunos casos asesoran en sus tesis. Llega mucha gente del extranjero, de Canadá, de Estados Unidos, de Europa. Todo esto supera lo que habían imaginado que haría el Comité; es muy satisfactorio. El punto de reunión, además de conmemorativo, es celebratorio también, así describe Félix Hernández cómo nacieron las reuniones: 25 26 “Demolerán el hospital del imss en Tlatelolco”, La Jornada, 7 de julio de 2012. Entrevista a Félix Hernández Gamundi, 29 de enero de 2018. 123 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Hacemos un evento social una vez al año, lo propuso Raúl. En la cárcel eran famosos los chilaquiles de Raúl; en algún momento acá en el Comité me dijo Raúl hagamos algo de fin de año. Me pareció bien y le dije “tú haces los chilaquiles” y así fue. Lo hicimos una vez y todo mundo quería el desayuno de fin de año. Aquello creció tanto que dijimos chilaquiles y de traje, asisten más o menos 200 compañeros. Ha ido cambiando porque ya estamos viejos, algunos no están bien de salud, les cuesta trabajo trasladarse y muchos no viven aquí y han regresado a sus lugares de origen. En estas fechas especiales es cuando realmente viene la mayor parte, no necesariamente todos.27 Seguramente ya preparan las actividades conmemorativas del aniversario cincuenta del 68. 27 Ibíd. 124 La geología, razón de ser Cuando se tiene pasión por la carrera que se ha elegido y se considera que pueden hacerse muchas propuestas no hay nada imposible; es el caso de María Fernanda, la primera en titularse en ingeniería geológica, quien incluye en su trayectoria académica la fundación de escuelas de geología, una en la Universidad Autónoma de Guerrero y otra en la Universidad de la Ciudad de México. Sus propuestas y aportaciones las inició desde joven. En una entrevista realizada por José Rosas comentó su contribución a la empresa estatal: …recién graduada entró a trabajar en Petróleos Mexicanos (Pemex). Formó parte del Instituto Mexicano del Petróleo y fundó el Laboratorio de Geología de Yacimientos. El último periodo de sus treinta años de carrera en dicha empresa estatal fue el de una reestructuración que significó desmembrarla. “Quienes lo hicieron tenían muy claro que para poder reestructurar una gran empresa hay que deshacerse de la memoria histórica”. Integrante del grupo de ingenieros Constitución del 17, ella y otros colegas defienden el carácter público e inalienable de las riquezas del subsuelo y una reforma de la empresa alejada del esquema liberal. “El problema del petróleo en México está ligado al consumo norteamericano. Estados Unidos tiene un consumo dispendioso, consumen veinte millones de barriles diarios y producen sólo ocho. México subió su producción a tres millones de barriles diarios de crudo y de esos tres millones se consumen en México 1,2 millones, más de la mitad se envía a Estados Unidos como crudo. México necesita para su desarrollo un millón y medio de barriles, se puede entonces bajar la producción, construir tres refinerías y exportar gasolina y ya no crudo”. 125 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Lo anterior fue algo de lo que expuso María Fernanda Campa ante los diputados y senadores mexicanos en una conferencia que puede escucharse completa en Internet.1 Es común verla participar en ciclos de conferencias, una de ellas fue en el foro “Todas las Voces en contra del Nuevo Aeropuerto” y en la asamblea constitutiva de esta organización los días 10 y 11 de noviembre de 2015 en el Auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras de la unam. Acordaron la creación de este frente amplio de estructura horizontal e incluyente, con un carácter autónomo y autogestivo, cuyos objetivos principales son la defensa del territorio e impedir la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (naicm), que afectaría gravemente 30 mil hectáreas y propiciaría la muerte del Lago de Texcoco (símbolo de nuestra nación); la destrucción del patrimonio histórico, cultural, natural y la desertificación de la Cuenca del Valle de México. Proponen también detener el avance de los megaproyectos basados en la explotación humana y de los bienes de la Tierra, la degradación del medio ambiente, el cambio de uso de suelo, el desplazamiento de las colonias populares y del comercio local.2 Cincuenta y un años después de 1967, de su graduación como geóloga, han ingresado más mujeres a esta carrera, que no deja de ser difícil. Estudió Ingeniería Geológica en el ipn. Existe otra Ingeniería Geológica en la unam, adscrita al área de Ciencias Físico-Matemáticas, que entre los requisitos de ingreso establece “haber cursado en el bachillerato el área de las Ciencias Físico-Matemáticas, o acreditado las asignaturas relacionadas con estos campos de conocimiento si egresó del Colegio de Ciencias y Humanidades o de otras instituciones de educación media superior”.3 Según información no actualizada de la unam, “en el ciclo escolar 2013-2014 el total de aspirantes a ingresar a esta licenciatura fue de 464. De cada ocho estudiantes aspirantes a esta carrera ingresó uno. Del total de alumnos de primer ingreso 48% son mujeres y 52% hombres”.4 Las cifras anteriores muestran la cercana proporción entre mujeres y hombres en esta carrera, realidad distinta a la década de los sesenta. EntonJosé Rosas, “María Fernanda Campa, geología y compromiso social”, http://www1.rfi.fr/ actues/articles/106/article_9321.asp., consultado el 17 de octubre de 2017. 2 “Comunicado internacional contra el nuevo aeropuerto de la ciudad de México”, en http:// www.alasbarricadas.org/noticias/node/35728, consultado el 17 de octubre de 2017. 3 Oferta académica de la unam. http://oferta.unam.mx/carreras/17/ingenieria-geologica, consultado el 17 de octubre de 2017. 4 Ibídem. 1 126 La geología, razón de ser ces las carreras estaban segregadas; carreras de las de ciencias sociales o médico biológicas eran donde más mujeres ingresaban. Actualmente la carrera de geología se imparte en la Universidad de Baja California Sur, la Universidad Autónoma de Guerrero, la Universidad de Sonora, en la Universidad Autónoma de Nuevo León. En la Universidad Autónoma de Guerrero Fernanda fue fundadora de la carrera, así como en la de Universidad de la Ciudad de México. Félix Hernández Gamundi, quien estuvo dando clases en la Universidad Autónoma de Guerrero, conoció la obra de La Chatita, como le dice con mucho aprecio, pues valora lo que académicamente se hizo en aquel estado donde perduraba la violencia y la confrontación del gobierno con la universidad estatal. Félix precisa que en principio no fundó la licenciatura, eso fue después, primero fue el Departamento de Ciencias de la Tierra, como él lo explica: Cuando Rosalío Wences Reza es rector [en 1972]5 nos invita, como Punto Crítico, para ir a trabajar allá. Yo me fui primero y un año después invitamos a La Chata a formar el Instituto de Investigaciones de Ciencias de la Tierra. Fue otra experiencia en el terreno académico, profesional, y por supuesto una personalidad como ella era imposible que se limitara al trabajo profesional. La universidad vivía una situación sui géneris, una confrontación con el gobernador Rubén Figueroa. A finales de los 70 y 80, 81 el clima represivo se respiraba por todos los rincones del estado; en 1978 se hablaba de 570 desapariciones forzadas y trescientos y pico eran universitarios. Esa experiencia y esa convivencia con La Chata era extraordinaria, lo que ella hizo aparece mezclado. Decidimos instalar la Escuela de Ciencias de la Tierra en una antigua hacienda minera, a ella le toca todo ese rescate, que tiene una historia bien padre. El origen de la hacienda es propiedad privada pero la dueña es Macrina Barragán, se la entregan a ella, una cacique de Iguala, en algún momento vinculada al PPS y luego al PRI. Hay un momento muy difícil para la escuela, que estaba en Tuxpan, porque Figueroa ordena la desocupación de la escuela y los muchachos, que eran muy bravos toman la hacienda. La sep entrega recursos para construir un edificio, y se queda ahí la hacienda en Taxco; se hace Rosalío Wences Reza fue rector de la Universidad Autónoma de Guerrero durante tres periodos, 1972-1975, 1978-1981 y 1984-1987. 5 127 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución un trabajo muy importante de rescate y así surge la escuela y luego se amplía y se establece una unidad en Taxco.6 Desde luego que cuando María Fernanda se traslada a vivir a Guerrero lo hizo primero en Chilpancingo, donde había un hostal para los maestros. Ahí se reúne y vive con otras compañeras “que me generaban mucha simpatía”, dice Félix: Ahí vivía con Lili Ávila, la esposa del dirigente principal de la cocei de Oaxaca, le decíamos Lili cocei; con Soledad Marín, una compañera que venía de Punto Crítico, y con Cecilia Loría, que ya murió. Era este momento el inicio del feminismo, al que La Chata caracterizaba como pequeño burgués; entonces tenía toda la razón. Ellas inventan un lema que decía “¡Arriba el machismo!” y lo ponen en un cartel y a la casa la llaman la casa del “mal”, no recuerdo qué querían decir con las siglas pero eran mujeres en lucha. Era el pitorreo sobre las otras.7 Este testimonio dice mucho del carácter de María Fernanda, de su humor y de lo que ella consideraba debía ser su papel central. La labor de María Fernanda iba más allá de la academia porque había que involucrarse para comprender lo que ocurría en el estado de Guerrero. Compartía la idea de que la educación y la cultura debían ser fundamentales para la pacificación de Guerrero, dice Félix Hernández, pues era un momento de violencia excesiva por parte del Estado, pero entre las comunidades también, producto de la lucha armada derrotada, los liderazgos asesinados [se refiere a Genaro Vázquez y Lucio Cabañas], y a los que se quedaron los fue asesinando el gobierno de uno en uno. “Nos dedicamos a protegerlos, en la Universidad podían protegerse, y personajes como La Chata ayudan a ir entendiendo esos problemas”. Continúa: pusimos en marcha un programa de servicio social; lo hicimos obligatorio y que los maestros hicieran servicio social para tener derecho a gozar del año sabático. Ahí hubo un trabajo muy interesante de comunicación de la universidad con las 6 7 Entrevista a Félix Hernández Gamundi, 29 de enero de 2018. Ibíd. 128 La geología, razón de ser comunidades, y una de las tareas era la educación para las familias: educación para la salud, educación sexual, romper todo este ciclo de violencia familiar y contra la mujer, ese trabajo lo hizo La Chata y es admirable. La creación de la licenciatura en Geología no fue difícil, en la Universidad Autónoma de Guerrero estaba Carlos Imaz Jahnke como coordinador general de Educación Superior e investigación, La Chata hizo una propuesta diferente a otra que planteaba crear la Escuela de Minería. Ella le dice al rector que la minería es reaccionaria, es destructora del ambiente, y propone la licenciatura en Ciencias de la Tierra. Fernanda daba clases en la esia y estaba por salir del Instituto Mexicano del Petróleo; había realizado mucho trabajo en la zona de Morelos, Guerrero, Michoacán. Era profesora e invita a sus alumnos en el Politécnico, algunos eran maestros y otros recién egresaban y logra armar un buen grupo, todos con el propósito de aplicar las ciencias de la tierra. Se dedican a estudiar los recursos del subsuelo, no solo de minería; hacen un inventario de suelos en Guerrero y estudian la geología del estado. Guerrero es una zona sísmica, se encuentra sobre una falla geológica. Fernanda va organizando el trabajo con este grupo de exalumnos y forman la plantilla de profesores; después crean la escuela. Primero fue el grupo de investigación, así lo aborda y desarrollan un trabajo de primera línea. Pero la filosofía de la universidad ha cambiado, nosotros llegamos con la idea de que la universidad debía asegurar la educación a todos los muchachos. No había rechazados, si necesitaban entrar 700 se formaba un nuevo campus. No había recursos, la idea era obtenerlos para abrir un nuevo campus. En esos años la universidad siempre se estaba movilizando, defendiendo a los colonos de Acapulco, a los universitarios, todo eso ha cambiado.8 María Fernanda permaneció varios años viviendo en Guerrero, primero en Chilpancingo y después en Taxco. Félix regresó años antes y ella se quedó más tiempo, signo de que estaba a gusto trabajando allá. El trabajo académico y de lucha de María Fernanda ha sido incansable. Fundó la Escuela de Geología en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México de la misma manera, con pocos recursos y muchas ganas, con mucho 8 Entrevista a Félix Hernández Gamundi, 29 de enero de 2018. 129 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución entusiasmo, aunque lo considera algo distinto a lo de Guerrero porque hubo un poco más de certidumbre. Se incorporó a la universidad cuando estaba el anterior rector; luego hubo un conflicto en la universidad y llegó como rectora Esther Orozco. “Siempre hay altibajos en los presupuestos”. Como profesora investigadora sigue entregada a la labor académica; le gusta dictar conferencias y participar en coloquios. Hay varios videos con sus participaciones, en una conferencia reciente aborda la reforma energética y la defensa de Pemex9. Sus declaraciones han generado fuertes reacciones de quienes han estado al frente de la paraestatal, por supuesto, pero ha sabido contestar inteligentemente, con seguridad, entereza y honestidad. La defensa del petróleo del país es una de las causas que la han mantenido en lucha, así como su oposición a la apertura de minas donde no deben instalarse. En otra conferencia habló de las condiciones geológicas del territorio mexicano y de la distribución de la riqueza petrolera de las diferentes cuencas mexicanas. Retomo un fragmento del resumen: De acuerdo a la autora, la riqueza petrolera no ha sido explotada en su totalidad. Mencionó como “el fracturamiento hidráulico de lutitas” se basa en una metodología que se separa de la geología y se ancla en la distribución probabilística territorial de los hidrocarburos a recuperar, en una red ortogonal de perforación de pozos verticales combinada con perforación horizontal. Así mismo, mencionó cómo la minería a tajo abierto está basada en tecnología moderna, capaz de perforar cráteres gigantes debido a la enorme explotación de minerales con bajo contenido de oro, de tal manera que en 15 años se ha producido y exportado este mineral en cantidades mayores que en todo el período de la Colonia.10 Como científica conoce los problemas del suelo en la Ciudad de México y con otras geólogas han emitido dictámenes contrarios a la reconstrucción en áreas cuyos suelos y subsuelos tienen fallas irreparables; recomiendan que la población sea reubicada solidariamente por el gobierno de la Ciudad de México y de las delegaciones. El dictamen lo dirigieron al doctor Miguel Ángel Mancera y fue firmado por las investigadoras María Fernanda Campa Uranga, 9 En https://www.youtube.com/watch?v=GQvDdhKmzAg; “pemex, Las consecuencias de las Reformas 2014”, en https://www.youtube.com/watch?v=ecRpKAL567w. 10 “Geólogos petroleros”, Gaceta no. 7, 8 de marzo de 2018, Directiva 2016-2018, pp. 29-30. 130 La geología, razón de ser profesora investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México; ingeniera Dalia Ortiz Zamora, profesora de Geología de la Facultad de Ingeniería de la unam; doctora Juanita Ochoa Chi, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, y por Leticia Osorio y Jesús Rebollo, miembros de Organización Comunitaria. Este dictamen técnico está sustentado en su proyecto actual de investigación: “Grietas, fallas y socavones del suelo, subsuelo de la ciudad de México que determinan la reubicación solidaria de la zona afectada por los sismos”. De febrero a septiembre estudiarán las fallas N-S que llaman Tezonco, que se originan desde el canal nacional de Chalco, orillas de las chinampas y pantanos de inundaciones recurrentes hasta Xochimilco, a lo largo de las colonias del Mar, Cananea, La Planta, Molino, San Lorenzo, Barrio de Guadalupe, Rosario y Tezonco.11 Con toda esa labor como investigadora en geología no se desligó de su participación política. Forma parte de su vida la relación que establecen Raúl Álvarez Garín y ella con Cuauhtémoc Cárdenas desde 1987; lo revela la defensa que hiciera Punto Crítico y los movimientos que impulsaron desde su organización, como la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México, en apoyo, primero, a la candidatura única y meses después en favor de Cuauhtémoc Cárdenas. Punto Crítico se convirtió en la primera fuerza de la izquierda que apoyó la candidatura presidencial de Cárdenas rompiendo el veto de quienes la impugnaban con una visión sectaria e infundada. Raúl fue un importantísimo artífice de esa alianza que dio lugar al resultado de 1988 y posteriormente a la fundación del Partido de la Revolución Democrática.12 María Fernanda participó en la fundación del prd, aunque después se fue alejando sin dejar de ser de izquierda. Afirma contundente: “me gusta la política pero más la academia”. Su deseo de seguir actuando en ambos campos es contagioso. En síntesis, el gobierno sofocó la movilización con la represión del 2 de octubre pero ahí mismo nació una nueva generación de militantes por la libertad que durante más de 45 años ha tenido una presencia vital en todos los campos del quehacer nacional: en la academia y en la ciencia; en el periodismo; en los movimientos sociales; en la construcción de organizaciones sociales; en los Oficio con fecha 16 de febrero de 2018, firmado por las responsables del proyecto. Recibido y sellado con la misma fecha por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. 12 Félix Hernández Gamundi, op. cit., p. 15. 11 131 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución partidos políticos; en la solidaridad internacional; en la construcción de una patria nueva, soberana, justa y generosa.13 Como investigadora de geología Fernanda tiene el mérito de pertenecer al grupo fundador internacional de Terrenos Tectonoestratigráficos; es coautora, con el eminente geólogo norteamericano Peter Coney, investigador de la Universidad de Arizona, del artículo más nombrado y por más tiempo de geología de México: “Terrenos sospechosos de aloctonia y acreción del occidente y sur del continente norteamericano”. El perfil de María Fernanda es amplio, la academia y su compromiso social no pueden separarse y cada una de sus acciones forma parte de su esencia, de su formación inicial, de la que le enseñaron “los viejos militantes”, sus padres, y sobre todo Consuelo. Con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en el homenaje a Raúl Álvarez Garín, 2014. 13 Félix Hernández Gamundi, op. cit., p. 21. 132 La geología, razón de ser Traslado de la escultura de Valentín Campa Salazar a la Estación Buenavista. Escultura de Valentín Campa Salazar en la Estación Buenavista. 133 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución Homenaje a María Fernanda Campa Uranga en la Universidad Autónoma de Guerrero. El auditorio de la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra lleva su nombre. 29 de octubre de 2013. En una conferencia de análisis y crítica a la reforma energética y al proyecto de Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. 10 de abril de 2018. Crítica a la reforma energética y al nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. 134 La geología, razón de ser d de México. 10 de abril de 2018. María Fernanda con sus hijos, Manuela y Santiago Álvarez Campa, y sus dos nietos, hijos de Manuela. Trofeo por su trayectoria científica y aplicada a consecuencias en las comunidades. 135 María Fernanda Campa Uranga, Geología y revolución ¡2 de octubre, no se olvida! a 50 años de 1968. “…me gusta la política pero más la academia”. (Fotografía de Amalia Rivaud Morayta). 136 Fuentes consultadas Archivos Archivo General de la Nación. Fondo Gobernación, Dirección Federal de Seguridad, Campa Uranga, María Fernanda, versión pública, legajo único, 1959-1974, caja 306, 180 fojas. Fuentes orales Campa Uranga, María Fernanda. Entrevistas a María Fernanda Campa realizadas por Gloria A. Tirado Villegas en Naucalpan, Estado de México, 20 de mayo y 27 de julio de 2016, y en Ciudad de México el 27 de julio de 2017. Guzmán Vásquez, Arturo. Entrevista realizada por Gloria A. Tirado Villegas, 3 de junio de 2016 en la ciudad de Puebla, Pue. Hernández Gamundi, Félix. Entrevista realizada por Gloria A. Tirado Villegas, 29 de enero de 2018 en Ciudad de México. Núñez Ramos, María de la Luz. 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Tirado Villegas se terminó de imprimir en agosto de 2018 en los talleres de El Errante Editor, s.a de c.v. ubicados en Privada Emiliano Zapata 5947, col. San Baltazar Lindavista, Puebla, Pue. El tiraje consta de 1000 ejemplares.