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El Sol national geographic

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El Sol: qué es, cómo afecta a la Tierra y cuándo se apagará
Sol es un poderoso centro de atención: su luz da vida, calor y mantiene unido el sistema solar. El
Sol es una estrella enorme. Con un diámetro de 1,4 millones de kilómetros podría albergar a 109
planetas en su superficie.
Por Redacción National Geographic
Ciclo solar Mínimo Solar
El generador de imágenes ultravioleta solar a bordo del GOES-East capturó esta imagen del Sol en
un período de mínimo solar el 15 de diciembre de 2019.
Fotografía de Noaa
Este artículo fue publicado en 2009 y ha sido actualizado el 31 de enero de 2023.
Comparado con las mil millones de estrellas del universo, el Sol pasa desapercibido. Sin embargo,
para la Tierra y otros planetas de alrededor, el Sol es un poderoso centro de atención: su luz da
vida, calor y mantiene unido el sistema solar. A pesar de bañar de luz y calor el planeta Tierra y, por
tanto, ser nuestra fuente de vida, el Sol aún oculta grandes misterios que aún no hemos logrado
comprender.
El Sol es una estrella enorme. Con un diámetro de 1,4 millones de kilómetros podría albergar a 109
planetas en su superficie. Si fuera hueco, más de un millón de Tierras podrían vivir en su interior,
pero no lo es. Está relleno de gases calientes que representan más del 99,8 por ciento de la masa
total del sistema solar. ¿A qué llamamos caliente? La temperatura alcanza los 5500 grados
centígrados en la superficie y más de 15,5 millones de grados centígrados en el núcleo.
En el núcleo del Sol, se producen reacciones de fusión en las que el hidrógeno se transforma en
helio, que genera la energía. Unas pequeñas partículas de luz llamadas fotones transportan esta
energía a través de la zona radiante hasta la capa superior del interior del Sol, la zona convectiva.
Ahí, el movimiento de los gases hirviendo (como en una lámpara de lava) lleva la energía a la
superficie. Este viaje dura más de un millón de años.
Sistema solar 101
¿Cuántos planetas hay en el sistema solar? ¿Cómo se formó en la Vía Láctea? Descubre los datos
sobre el génesis del sistema solar, de sus planetas, sus lunas y sus asteroides.
La superficie del Sol, o atmósfera, está dividida en tres regiones: la fotosfera, la cromosfera y la
corona solar. La fotosfera es la superficie visible del Sol y la capa más baja de la atmósfera. Por
encima de la fotosfera se encuentran la cromosfera y la corona, que también emiten luz visible
pero solamente se pueden ver durante eclipses solares, cuando la luna pasa entre la Tierra y el Sol.
Los ciclos del Sol
A pesar de que aún queda mucho por estudiar al respecto, la ciencia sabe que el campo magnético
del sol aumenta y disminuye por períodos, es decir, aumenta hasta un máximo y luego se debilita
de nuevo hasta alcanzar un mínimo en su actividad.
(Relacionado: Una peligrosa tormenta solar azota la Tierra cada 25 años)
Cuando el nivel de magnetismo se acerca a su máximo, se traduce en una gran cantidad de
erupciones solares, eyecciones y manchas en su superficie. Tras este máximo, esa actividad
decrece durante otro periodo hasta que vuelve a aumentar, y así sucesivamente.
Hasta ahora, sabíamos que la actividad magnética del Sol se manifiesta oscilando entre sus
mínimos y máximos a lo largo de un ciclo de 11 años. Sin embargo, incluso esos ciclos podrían
estar cambiando sus patrones o superponiéndose y la comunidad científica no encuentra consenso
al respecto.
Hasta ahora, se sabía que el Sol alterna entre períodos tormentosos y más calmados cada 11 años
aproximadamente. Estos ciclos están relacionados con su actividad magnética y desde la Tierra los
estudiamos a través de las manchas y las erupciones solares.
Galería relacionada: Las tormentas del sistema solar
Júpiter
ver galería
Desde hace más de una década, los científicos hablaban de un cambio en la actividad solar que
podía significar que el gran astro se acercaba al letargo, un período de baja actividad llamado
mínimo solar. Este período ha sido comparado con el mínimo solar más marcado de la historia, que
se produjo entre 1645 y 1715 y se conoce como Mínimo de Maunder. Estos 70 años fueron
bautizados como la pequeña Edad de Hielo en Europa, la etapa más fría que se ha conocido.
(Relacionado: ¿Cómo afectarán a la Tierra los cambios en la actividad del Sol?)
El hecho de que el ciclo solar pueda estar variando ofrece a la ciencia una oportunidad sin igual de
desentrañar los misterios del Sol. Sin embargo, los científicos vigilan constantemente la actividad
del Sol porque sus erupciones pueden causar estragos en nuestras redes eléctricas y sistemas de
comunicación, la tecnología en la que se basa nuestra civilización moderna.
Viento y erupción solares
Además de luz, el Sol irradia calor y corriente constante de partículas cargadas conocidas como
viento solar. El viento sopla a unos 450 kilómetros por segundo a través del sistema solar. De vez
en cuanto, algunas partículas pueden explotar en una erupción solar, que puede cortar las
comunicaciones por satélite y la energía de la Tierra.
Las erupciones provienen normalmente de la actividad de las manchas solares, regiones frías de la
fotosfera relacionadas con el campo magnético del interior del Sol. Al igual que muchas otras
fuentes de energía, el Sol no es eterno. Ya tiene 4,5 mil millones de años y ha utilizado casi la mitad
del hidrógeno de su núcleo, por lo que se agotará en unos cinco mil millones de años, pasando el
helio a ser su combustible principal.
El Sol se hará más grande, alcanzando casi 100 veces su tamaño actual, tras absorber a la Tierra y
otros planetas. Arderá como una gigante roja durante otros mil millones de años y luego estallará
en una enana blanca del tamaño del planeta Tierra.
Eclipses solares: Cuando el sol desaparece
Los seres humanos han registrado los eclipses solares durante milenios, y se pueden encontrar
referencias a ellos en algunos de los primeros textos de la humanidad, como los antiguos
documentos académicos chinos. Incluso se ha debatido un verso de la Odisea de Homero ("El sol
ha sido borrado del cielo") y si puede relacionarse con un eclipse histórico.
A lo largo de la historia, el súbito oscurecimiento del sol se ha considerado una señal del
descontento de los dioses o un presagio de malos augurios. Pero una vez que los astrónomos
descubrieron cómo funcionaban los eclipses solares, se convirtieron en acontecimientos que había
que estudiar y celebrar.
(Relacionado: Consejos para fotografiar un eclipse solar)
Los eclipses solares sólo se producen durante la luna nueva, cuando el orbe lunar se mueve entre
la Tierra y el sol. Sin embargo, como la Luna orbita la Tierra con un ligero ángulo, los tres cuerpos
sólo se alinean periódicamente en el mismo plano para crear un eclipse solar.
Eclipse Solar 101
Una vez cada dos años algún lugar del mundo vive un eclipse de sol total. ¿Qué es un eclipse?
Conoce más sobre cómo ocurren los eclipses solares y cómo observarlos de manera segura si te
cruzas en su camino a la totalidad.
Los eclipses totales de sol sólo son visibles en la Tierra por una afortunada coincidencia: el
diámetro de la Luna y su distancia a la Tierra hacen que su tamaño relativo sea lo suficientemente
grande como para cubrir el disco solar. Si la luna fuera más pequeña o estuviera más lejos, sólo
veríamos eclipses parciales. De hecho, las mediciones de la distancia entre la Tierra y la Luna
muestran que nuestra compañera cósmica se aleja lentamente de nosotros en forma de espiral y,
dentro de unos 1000 millones de años, la Luna se habrá alejado tanto de la Tierra que ya no se
producirán eclipses solares totales.
Los eclipses solares totales se producen cada uno o dos años, por término medio, y los eclipses
parciales y anulares son sólo un poco más frecuentes. Dado que los eclipses solares son visibles
desde un área tan pequeña de la Tierra cada vez, la posibilidad de observar uno desde cualquier
punto es menor que una vez en la vida.
Aurora magnética
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Otros datos curiosos del Sol
La energía solar
La energía solar es alabada como una fuente de combustible inagotable que no contamina ni hace
ruido. La tecnología también es versátil. Por ejemplo, las células solares generan energía para
lugares lejanos, como satélites en órbita terrestre y cabañas en lo profundo de las Montañas
Rocosas, con la misma facilidad con la que pueden suministrar energía a edificios en el centro de la
ciudad y coches futuristas.
La energía solar no funciona por la noche sin un dispositivo de almacenamiento como una batería,
y el tiempo nublado puede entorpecer la viabilidad de la tecnología durante el día. Además, las
tecnologías solares son muy caras y requieren mucha superficie para recoger la energía del sol a
unas tasas útiles para mucha gente.
¿De qué color es el Sol?
Pese a lo que pueda parecer desde la Tierra y con los ojos de una persona, el sol no es naranja. Ni
rojo. Ni siquiera blanco. Realmente el sol es verde. Un reflejo de ello es el color de las plantas, que
reflejan la el color real del sol. A nosotros no nos parece verde porque, aunque la mayoría de luz
que emite nuestra estrella en está en una longitud de onda azul verdoso, pero también emite en
otras longitudes de ondas de otros colores, que son los que captamos.
No, el Sol no es ni amarillo ni rojo
Pese a lo que se pueda llega a pensar nuestro sol no es de color amarillo, ni siquiera blanco y
vemos reflejos de su color real a diario. Imágenes de la serie 'Nuestro Planera: One Strange Rock'.
¿A qué velocidad se mueve el Sol?
El Sol aún oculta grandes misterios que nuestra ciencia no ha logrado comprender. El Sol es una de
las aproximadamente 200 000 millones de estrellas que forman nuestra galaxia, la Vía Láctea, y
tarda 250 millones de años en dar una vuelta a la galaxia, así que, desde su nacimiento, habrá
hecho este recorrido unas 20 veces, según datos del Instituto de Astrofísica de Canarias.
En un estudio publicado en la revista Nature Astronomy, los investigadores, dirigidos por el
investigador asociado Chris S. Hanson, detallan cómo las ondas retrógradas de alta frecuencia
(HFR) se mueven a una velocidad tres veces superior a la establecida por la teoría actual.
Sobre la velocidad del propio astro, un estudio de la NASA descubrió que el Sol se mueve por la Vía
Láctea más despacio de lo que se creía, según el trabajo publicado en la revista Science en 2012. El
Explorador de la Frontera Interestelar (IBEX, por sus siglas en inglés) midió la velocidad de las
partículas interestelares que entran en los límites de nuestro sistema solar, a 14,5 mil millones de
kilómetros del Sol.
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