´ñ mopk vo54q1256Universidad de San Carlos de Guatemala Escuela de Historia Área de Antropología Curso: Antropología General Lic. Jaime A. Chicas Z. Primer Ciclo, marzo de 2023 I EXAMEN PARCIAL Nombre de los Integrantes del Grupo No. De Carne Carrera Andrés Enrique Jiménez González Carne:202400131 Historia Sofía Esther Domingo Yarrow Carne:202401980 Antropología Herbert Marcos Emmanuel Paz Ruíz Carne:201501665 Historia Fernando Román Morales Soto Carne:202210947 Arqueología Ángel Francisco Morales Santos Carne:202407585 Historia Ana Paola Mejía Espaderos Carne:202407586 Historia Desarrolle los siguientes requerimientos a partir de los contenidos en clase, sus lecturas y desde su postura crítica y reflexiva. 1. Desarrolle un concepto de “antropología” y su objeto de estudio (5pts). El concepto de antropología es amplio y difícil de explicar. La respuesta general o más fácil es: “El estudio del hombre en general” (Augé & Colleyn, 2019); pero está definición trae más interrogantes a superficie: ¿El hombre del presente, pasado o futuro…? ¿El hombre cómo individuo o colectivo? ¿El hombre anatómicamente o su aspecto cultural…? La verdad es que incluye todo lo mencionado anteriormente, porque la antropología busca entender en su totalidad al ser humano, tanto su aspecto físico como su aspecto social y cultural. El objetivo de la antropología es intentar comprender al ser humano en toda su complejidad. Estudia estructurales sociales, el lenguaje, la diversidad de las sociedades humanas, creencias, la evolución humana, anatomía, variación genética y mucho más. Esta disciplina aporta al conocimiento y comprensión de la diversidad humana. 2. Relate cinco puntos mínimos del contexto en que se desarrolló la antropología y cuál era su objetivo principal en el momento histórico en el que surge. (5pts). Objetivo de la Antropología durante el contexto histórico en el que surgió: El objetivo fundamental de la Antropología en la época histórica en la que surgió fue la de ser una herramienta de dominación y control de las potencias imperialistas y colonialistas que empezaron a surgir a mediados del siglo XVIII y principalmente durante todo el siglo XIX, ya que se empieza a instrumentalizar como una estrategia de dominación cultural diferente a los medios militares convencionales para subyugar a otros pueblos principalmente a aquellos que ya eran colonias o que potencialmente lo serian, pudiéndose diseñar gracias a los estudios antropológicos planes de apropiación cultural, de manipulación religiosa y de violencia simbólica. La antropología, pues, surge como el estudio de la exterioridad desde la perspectiva occidental ya que existen dentro de la mentalidad europea de la época profundos sesgos racistas cargados de un desprecio claro al mestizaje racial y cultural presente en Europa del sur, en los pueblos árabes, asiáticos, etc., constituyéndose en una visión propia de ingleses, franceses, alemanes, rusos y en última instancia estadounidenses, enfocándose primordialmente en el estudio de la llamada otredad no blanca. En este sentido, la antropología le fue bastante útil a las naciones europeas más jóvenes y recién conformadas como una herramienta para intentar crear y reafirmar su propia identidad nacional estableciendo y remarcando el contraste que había entre ellos y los pueblos supuestamente primitivos o subdesarrollados financiándose además estudios e investigaciones que procuraran ratificar la excepcionalidad, y superioridad europea de sus respectivos países. Cinco Puntos Mínimos del Contexto Histórico del Mundo Occidental durante el surgimiento de la Antropología: • Mediados del Siglo XVIII y durante todo el Siglo XIX: 1) Consolidación de los Estados Nación Europeos: (Francia) Durante este periodo en específico, se desarrollaría el fenómeno de la consolidación de los Estados Nación Europeos, tendencia que se iniciaría con la propia Revolución Francesa ,la cual conmovería los cimientos de su país de origen a tal punto que Francia tardaría mucho tiempo en lograr la estabilidad política, económica y social de tal manera que la consolidación del Estado Francés, sería un proceso doloroso y tumultuoso caracterizado por los cambios vertiginosos y sucesivos de formas de gobierno e ideología en el que Francia seria primero un Reino absolutista del antiguo régimen, luego una Monarquía constitucional, luego por primera vez sería una República, después el Imperio Napoleónico, luego se daría la Restauración borbónica de carácter monárquico, después ocurrirían las Revoluciones de 1830 (Caída del Rey Carlos X) y de 1848 (Caída del Rey Luis Felipe I) que provocarían otra vez el desgaste y el derrocamiento de los borbones del trono de Francia y la proclamación de la Segunda República, la cual terminaría a su vez con la proclamación del Segundo Imperio por parte del primer Presidente de Francia y sobrino de Napoleón, Carlos Luis Napoleón quien adoptaría el nombre de Napoleón III. No obstante, lo anterior, la situación de Francia daría un giro total tras la desastrosa batalla de Sedan contra los prusianos y demás aliados de los estados alemanes entonces fragmentados lo que provocaría la caída del segundo Imperio y la proclamación de la tercera Republica que duraría hasta bien entrado el siglo XX. (Gran Bretaña) Inglaterra se convertiría en la mayor potencia colonial en suelo europeo y dentro de su sociedad se daría un gran debate sobre la idea nacional imperialista entre 1882 y 1902, y en general todo esto sucedería durante el reinado de Victoria I de Winterhalter (1819-1801) denominándosele por lo mismo a este periodo “era victoriana”, época en la cual Inglaterra se convertiría en la primera potencia mundial gracias a su desarrollo económico encaminado hacia el liberalismo y a sus colonias. El primer ministro conservador Disraeli (18041881) acentuó con su política la concepción imperial. El conocido escritor Rudyard Kipling (1865-1936), el ministro de Colonias Joseph Chamberlain (18361914) o el colonizador de amplias áreas del Sur de África Cecil Rhodes (1853-1902) se referían a la expansión británica como un destino nacional inexcusable, una ley del desarrollo histórico, un reflejo de los designios de la Providencia para con un pueblo y una raza destinados a ser gobernantes. Las guerras ocasionadas por las expansiones coloniales se consideraban beneficiosas; venían a ser algo así como un "Tónico Social" que mantenía a la nación en forma. Formas de pensar tan raras y, en general, la teoría y práctica británicas del imperialismo sufrirían un duro golpe con los reveses de la contienda anglo-bóer (1898-1902). (Unificación de Alemania) Alemania en este periodo se encontraba fragmentada desde 1806 en 39 Estados de entre los que Austria y Prusia se disputaban el control e influencia. Sin embargo, al final fue Prusia la que trato de impulsar enérgicamente el nacionalismo para unificar a todos los Estados alemanes en uno solo desplazando a Austria por medio del triunfo en una guerra por los ducados daneses de Schleswig y Holstein en 1866. En este tiempo, el nacionalismo alemán se empezó a basar fundamentalmente en el romanticismo alemán lo que le daría un marcado sesgo conservador, en el ámbito económico por otro lado la unificación era promocionada por la burguesía industrial de la zona del Ruhr junto con la aristocracia terrateniente de mentalidad capitalista de Prusia llamados Junkers, sin embargo sería al final de cuentas el Primer Ministro de Prusia y futuro Canciller de la Alemania unificada Otto Von Bismarck (18151898) el principal articulador de la política de unificación alemana. El paso definitivo en la unificación se daría con la guerra franco prusiana de 1870, surgida por la oposición de los franceses a que un príncipe alemán de la casa de Hohenzollern ocupara el trono español, vacante tras la desastrosa caída de la Reina Isabel II. Las tropas del Emperador Napoleón III (quien terminaría capturado por los prusianos) serían derrotadas por las prusianas dirigidas por el mariscal Moltke, logrando con esto los germanos destruir a su gran rival continental y alcanzar así la tan esperada unidad nacional, proclamando en el Palacio de Versalles a su monarca Guillermo I (17971888) Emperador de Alemania. (Unificación de Italia) La unificación de Italia se parecería un poco a la de Alemania, en cuanto a que la unidad se hizo en base a un reino, en este caso el de Piamonte Cerdeña, donde se encontraba el mayor potencial económico y cuyo Rey, Víctor Manuel II (1820-1878) se convertiría en el primer monarca italiano (1870). En lo sucesivo serían la burguesía piamontesa y el proletariado industrial las principales fuerzas sociales impulsoras de la unificación contra los dominadores extranjeros, los Estados temporales del Papado y la aristocracia campesina de los reinos del Sur. El proceso integrador, contó con el liderazgo de un político de gran habilidad, Camilo Benso conde de Cavour (1810-1861). Italia no tenía el potencial alemán y tuvo que ir aprovechando su participación en algunos conflictos europeos como la guerra de Crimea (1854), guerra austroprusiana de 1866 para irle quitando poco a poco territorios a sus dominadores. Los italianos también tendrían en su momento el apoyo de Napoleón Ill (18081873), quien sería su principal aliado internacional. Pero la unificación planteó, dos graves problemas: el primero de ellos fue la marginación que sufrieron las fuerzas populares participantes en la lucha nacional después de alcanzar la unificación; la burguesía italiana, al actuar así, pretendía prevenir los peligros de la clase trabajadora. La segunda cuestión fue la actitud intransigente y hostil del Papa, quien, una vez conquistados sus dominios y ocupada Roma en 1870, se consideró prisionero en el Vaticano, lo que motivó que los sectores católicos europeos apoyaran moralmente al pontífice y bloquearan las relaciones con el nuevo Estado italiano. (Formación del Imperio Austrohúngaro y las independencias de Bélgica y Grecia) En 1867 Austria y Hungría trataron de resolver sus problemas nacionales e interétnicos con el compromiso constitucional, que los convertía en un Imperio con un sistema dual bajo la denominación de Austrohúngaro para satisfacer principalmente las aspiraciones húngaras, pero esto a la larga no funcionó ya que también existían demandas internas de autonomía en Austria y en Hungría. En el caso de Austria, la reivindicación más radical era la planteada por Bohemia; para Hungría, la de Croacia, y ambas empezaron a exigir la conversión del sistema dual en trial. El Estado imperial en fechas posteriores no supo resolver el complicado laberinto de las cuestiones nacionales; se limitó a mantener la unidad en la Corona y a conceder autonomías, al tiempo que, a organizar un ejército nacional único, a declarar el alemán como lengua oficial y a no ampliar el esquema dual de 1867. Desde que, en 1815, el Congreso de Viena acordó la unión de Bélgica y Holanda en el Reino de los Países Bajos, las diferencias entre ambos países habían alimentado un movimiento de rechazo, entre los belgas, que se sentían discriminados por el Gobierno, que siempre anteponía los intereses holandeses. El 25 de agosto estallaron los primeros disturbios independentistas en Bruselas lo que provoco el envío de tropas para reprimir a los revolucionarios por parte del Rey Guillermo l lo cual hizo caldear más los ánimos haciendo que los belgas iniciaran una auténtica guerra civil por su independencia la que se ganaría en un mes con la expulsión de las fuerzas holandesas y el triunfo de los independentistas cuyos dirigentes formaron un gobierno provisional, y el 4 de octubre proclamaron la independencia nacional y se convocó a elecciones para la celebración de un congreso constituyente. La nueva nación, después de establecer la monarquía como forma de gobierno, comenzó su vida independiente elaborando una Constitución, cuya marcada inspiración liberal. El 4 de junio de 1831, el congreso belga elegía como titular de la corona a Leopoldo de Sajonia-Coburgo. En 1821, la voluntad independentista del pueblo griego, influenciada por la actitud de la iglesia ortodoxa, dio lugar a un levantamiento general contra la dominación turca. Todo esto daría lugar a una sangrienta guerra por la independencia emprendida por los griegos con el apoyo de las potencias mundiales del momento, Francia, Gran Bretaña y Rusia quienes se involucrarían militarmente en el conflicto obligando al Sultán del Imperio Otomano Mahmut ll a la firma del tratado de Adrianópolis en septiembre de 1829, cuyas cláusulas suponían el reconocimiento de la independencia griega. Más tarde, en la conferencia de Lonares, las grandes potencias aprobaron el nacimiento del Reino de Grecia dotándola de una monarquía constitucional dirigida por un príncipe de la casa de Baviera: Otón l. 2) Reacomodo de fuerzas económicas y políticas: Tal y como se pudo observar con anterioridad, el profundo cambio del esquema de poder en Europa, principalmente en el ámbito, político económico y social estaría marcado por la formación de nuevas potencias como fue el caso del Imperio Alemán bajo el liderazgo de Bismarck, el Reino de Italia, las recién independizadas Grecia y Bélgica y la decadencia de otras viejas potencias coloniales que perdían sus imperios en América bajo la expansión de los movimientos independentistas, como España y Portugal así como una debilitada y traumatizada Francia que resurgía como una República tras el desastre de Sedan. 3) Surgimiento del nuevo paradigma imperialista del Liberalismo: El afianzamiento de una nueva cosmovisión, a medida que la clase social burguesa iba reforzando su protagonismo social en Europa, supuso el triunfo de una nueva ideología: el liberalismo, que, resumidamente, venía a justificar unos intereses políticos y económicos concretos. En el plano de las relaciones materiales, los nuevos burgueses ricos se mostraban conformes con los postulados de Adam Smith (Ensayo sobre la riqueza de las naciones, 1776), padre del liberalismo económico y fundador de una corriente de pensamiento, posteriormente continuada por Malthus (1776-1836), Ricardo (1772-1824), Stuart Mill (1806-1873), Say (1767-1833) y Bastiat (1801-1850). Según estos autores, la libertad, entendida en su total extensión, debe ser el principio que regule las relaciones económicas entre hombres y pueblos. Para la burguesía, el Estado, una vez eliminados los obstáculos que impedían el libre mercado: privilegios estamentales, proteccionismo aduanero, gremios, monopolios, asociaciones patronales y obreras debía limitar sus funciones a asegurar el libre desarrollo de la “ley de oro” de la economía: “la ley de la oferta y la demanda”; por eso, el mejor régimen sería el que menos interfiriera en el desarrollo natural de las relaciones económicas. Ante la creciente miseria de las masas populares las conciencias de los burgueses pronto quedaron a salvo por el carácter inevitable y coyuntural que le atribuyeron los teóricos de la escuela liberal. Para éstos, el enriquecimiento progresivo de unos pocos habría de contribuir, algún día, a mejorar las condiciones de vida de toda la sociedad, incluida la clase obrera, a quien se le recomendaba mientras tanto, el ahorro, el celibato y la beneficencia pública. El liberalismo político partía de un principio básico: el carácter sagrado de la libertad individual, cuya protección es la auténtica razón de ser de toda organización política. En consecuencia, la felicidad se identificaba con el disfrute de la libertad, y esto sólo era posible en un sistema de gobierno representativo, donde el ejercicio del poder no se concentrará en una persona que pudiera limitar la libertad del individuo de manera arbitraria. Rechazado por irracional el principio de "soberanía absoluta del monarca", el liberalismo empleaba el concepto de "soberanía nacional" como el postulado sobre el que se apoyaba el nuevo sistema de gobierno. Un gobierno constitucional y parlamentario donde, establecida la división de poderes, ejecutivo (rey o presidente-gabinete), legislativo (parlamento) y judicial (tribunales), el eje principal de la vida pública radicaba en los órganos legislativos, por ser la emanación directa de la voluntad popular y por corresponderle la función de fijar leyes y normas de validez general dentro de un territorio. No obstante a lo anterior es importante recordar que la visión del Liberalismo exportada por los ingleses principalmente, es la que fue despojada del contenido social que tenía al principio ya que si se retrocede unos años atrás, se puede comprobar que por ejemplo los principales ideólogos de la Revolución Francesa proponían una visión liberal con una fuerte influencia de la idea del bienestar y asistencia social y eminentemente republicano y antimonárquico como es el caso de Maximilien Robespierre o Saint-Just, en el caso del primero, este elaboro una mejor y más completa Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que la que aprobó finalmente la Convención Nacional Francesa, en ella se establecía por ejemplo que: los principales derechos del hombre son el de proveer a la conservación de su existencia y el de la libertad (...) El derecho de propiedad está limitado, como todos los demás, por la obligación de respetar los derechos del prójimo. (...) No puede perjudicar ni la seguridad, ni la libertad, ni la existencia, ni la propiedad de nuestros semejantes. (...) Toda posesión, todo tráfico que viole este principio es ilícito e inmoral. (...) La sociedad está obligada a proveer la subsistencia de todos sus miembros, sea procurándoles trabajo, sea asegurando los medios di existencia a aquellos que se encuentran incapacitados para trabajar. (...) Las ayudas indispensables a quien carece de lo necesario son una deuda del que posee lo superfluo: corresponde a la ley determinar la forma en que esta deuda debe ser saldada. (Bosc et al., 2005, pp. 199-200) En el caso de Saint-Just, fue de los primeros en proponer los esbozos del derecho laboral afirmando en su Ensayo de Constitución para la República Francesa que “Los ciudadanos son inviolables y sagrados entre sí (...) La ley no reconoce amos entre los ciudadanos y no reconoce domésticos. Reconoce un compromiso igual y sagrado de cuidados entre el hombre que trabaja y aquel que le paga” (Valmaseda, 2006, pp. 85-87). De hecho ya en pleno Segundo Imperio Francés todavía se seguía conservando parte de esa parte “social” o que hoy se podría denominar como de “izquierda” que tenía el liberalismo francés en la disposición que establecía que el Emperador era responsable ante el pueblo de Francia y que en cualquier momento podía convocarlo si así lo consideraba necesario, asimismo se establecía el compromiso de preservar los principios proclamados en 1789 como base de las leyes francesas (Coronel y Ortiz y Abad de Aparicio, 1863, pp. 8889). • América, finales del Siglo XVII y principios del XIX 4) Introducción, expansión y debate del nuevo paradigma del Liberalismo Clásico en América: La introducción y expansión del liberalismo clásico en América en sus vertientes, económica y política se vio impulsado por el contexto de los movimientos independentistas que se daban en el continente americano durante el siglo XIX, doctrina en la que creían muchos de los caudillos independentistas latinoamericanos como Simón Bolívar, José de San Martin, Antonio José Francisco de Sucre, Bernardo O'Higgins, Manuel Belgrano, etc. y que obviamente querían aplicar en los nuevos Estados que estaban tratando de formar y liberar del dominio español. No obstante, a esto en América se trataron de divulgar y adoptar estas ideas, pero con matices propios de la realidad local por lo menos en las primeras etapas de la vida independiente de las Repúblicas Hispanoamericanas. En América, las ideas del Liberalismo en esencia se interpretaron como una lucha frontal contra el despotismo de los reyes y la construcción de una sociedad justa y democrática, en consecuencia por extraño que parezca tanto religiosos como laicos estudiaron esta ideología y decidieron propagarla al calor de las luchas independentistas o por lo menos ya casi en las vísperas de las mismas, tal es el caso de las Instrucciones que el Ayuntamiento de la ciudad y provincia de Guatemala dio a su diputado a las Cortes generales y extraordinarias que se reunieron en Cádiz el 24 de septiembre de 1810 el Doctor y Canónigo Antonio Larrazábal y Arrivillaga elaboradas por el Doctor y Regidor José María Peinado con otros miembros de dicho Ayuntamiento, las cuales entre otras cosas establecían que: Una Constitución, pues, que prevenga el despotismo del jefe de la nación: que señale los límites de su autoridad: que haga del Rey un padre y un ciudadano: que forme del magistrado un simple ejecutor de la ley: que establezca unas leyes consultadas con el derecho natural, que contiene en si todas las reglas de lo equitativo y de lo justo, y que se hallen revestidas de todos los caracteres de bondad absoluta, y de bondad relativa a los objetos primarios de la sociedad: que enseñen a los pueblos sus deberes: que circunscriban sus obligaciones; y que a éstas, y a sus derechos señalen límites fijos e inalterables: que establezcan una administración clara, sencilla y cimentada en los principios de propiedad, libertad y seguridad; Este es el único medio (...) que debe adoptarse para lo futuro si se ha de establecer la felicidad nacional. (Ministerio de Educación Pública de Guatemala, 1953, pp. 8-9) Esta tendencia se vería también en el caso de México en donde destacaría el sacerdote Francisco Severo Maldonado (1775-1832) con sus cuatro proposiciones para la elaboración de las leyes contenidas en su Contrato de Asociación para República de los Estados Unidos del Anáhuac La señal más cierta y evidente de la conveniencia de las leyes positivas con las naturales, será la de su conformidad con las cuatro proposiciones siguientes. Primera. Todo hombre por derecho de la naturaleza tiene la más amplia y expedita libertad de hacer todo aquello que no choque, ofenda o vulnere directa o indirectamente los derechos naturales de sus demás consocios. Segunda. Todo hombre por derecho de la naturaleza está libre y exento de todo género de violencia, sin que ningún individuo más fuerte, o algún agente de la autoridad, tengan justicia jamás para inferirle fuerza sobre sus bienes y persona. Tercera. Todo hombre por derecho de la naturaleza es enteramente dueño de hacer de su persona y sus bienes adquiridos con su talento, trabajo e industria, el uso que mejor le parezca, sin que ninguna autoridad pueda jamás decirle con justicia, distribuye tus bienes de este modo o del otro, empléalos o no los emplees en éste o en otro ramo de negociación o de industria. Cuarta. La ley es una misma para todos los ciudadanos, ya mandé, ya vedé, ya premié, ya castigué. (Severo Maldonado, 1823, pp. 9-10) En Guatemala y Centroamérica la idea de plasmar los principios del liberalismo en la estructura de sus sociedades políticas se convirtió en una prioridad casi automáticamente después de darse por terminada la anexión al Imperio Mexicano, concretándose esto en las bases de la Constitución Federal de Centroamérica: “La Constitución se dirige a asegurar la felicidad del Pueblo, sosteniéndole en el mayor goce posible de sus facultades: establece la independencia y soberanía nacional: determina con exactitud la división de los tres poderes; y afianza los derechos del hombre y del ciudadano, sobre los principios eternos de libertad, igualdad, seguridad y propiedad”(Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América,1823, p. 4). En los primeros años de la Federación Centroamericana y en los cercanos a su disolución hubo varios entusiastas del Liberalismo que trataron de divulgar sus ideas por medios escritos, específicamente a través de periódicos al principio para aportar a la causa centroamericanita y ya de ultimo para intentar en vano salvar la unidad del istmo, este fue el caso de Juan Francisco Barrundia (17871854), presidente de la Federación Centroamericana entre 1829 y 1830. En 1833 Barrundia empezó a editar un periódico llamado “El centroamericano”, semanario político y de variedades donde defendía la soberanía popular, la unidad nacional y el federalismo igual que la obra de Alexander Hamilton “El Federalista” más o menos, Nación soberana. He aquí el gran principio de la libertad general, y la esencial de la organización de las Repúblicas. Por él se ha establecido el pacto de sociedad sobre su verdadera base: se ha alejado del mundo culto el derecho de la fuerza, el de la legitimidad monárquica, el de conquista, el de la pretendida investidura divina. A los errores orgánicos del despotismo se sustituyó así la voluntad del pueblo. Las Repúblicas de América se han construido sobre su fundamento. La independencia lo proclamo por ley del nuevo mundo: (...) ¿Quién fue el mortal que revelo a los pueblos esta verdad tan bella como simple (...) tan pura y eficaz contra la tiranía? (...) Fueron Las Casas y Rousseau. (...) El libro del contrato social y el de la destrucción de las indias, han vindicado a la humanidad, han proclamado la soberanía del pueblo. (Barrundia y Cepeda, 1833, pp. 6-7) 5) Procesos y Movimientos Independentistas: Ya a partir de la segunda mitad del siglo XVIII se habían producido actos de rebelión contra España, aunque casi siempre por motivos sociales y fiscales. Habría de ser, pues, la guerra de Independencia española la que provocaría el proceso secesionista en América. En efecto, al invadir España Napoleón Bonaparte, quienes no aceptaron la legitimidad de José I (1808-1813) hermano de Napoleón, y dado que el monarca Fernando VII (1784-1833) estaba secuestrado por el Emperador Francés, constituyeron Juntas populares en las distintas ciudades, pues, según la doctrina política tradicional española, si el Rey no podía tener la soberanía, esta regresaba al pueblo, que era su legítimo depositario. Este último fenómeno es importantísimo para explicar la independencia de Hispanoamérica, ya que las colonias organizaron Juntas similares. Esas Juntas americanas serían las bases de los gobiernos de las futuras naciones independientes. La prolongación de la guerra en España y la conciencia independentista surgida como consecuencia de los factores que hemos contado condujeron a que, de 1810 a 1813, una buena parte de los territorios de América se declararan desligados de España. En el caso de Centroamérica la Independencia se daría de forma bastante pacífica y ocho años más tarde, el famoso 15 de septiembre de 1821 declarándose la independencia de España pero además la anexión al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide, es por esto que se tendría que esperar todavía dos años más para que se declara la de independencia absoluta de España y de cualquier otro país del viejo o del nuevo mundo el 1 de julio de 1823 por la Asamblea Nacional Constituyente reunida en la Ciudad de Guatemala. Los procesos independentistas generaron la posibilidad de expansión colonial de otras potencias a la región de Hispanoamérica. A que se refiere el texto ¿Qué es la Antropología? En el aparatado sobre “la confusión de términos” (antropología, etnología, etnografía) (5pts). ANTROPOLOGIA Podemos ver que existe una confusión de términos sobre la etnografía, etnología y antropología tantos medios de divulgación pueden llegar a crear esta confusión y desorientar a las personas interesadas en este tema. Con esto podemos daremos una explicación a cada una de estas. etnografía está en sus principios dice que era la descripción de los usos y costumbres de los llamados pueblos originarios, la etnología son conocimientos enciclopédicos que pueden ser obtenidos de ellos, esta nace como la rama de la sociología arraigada al estudio de las sociedades primitivas de aquella época. Y la palabra antropólogo se reservaba a los aspectos somáticos y biológicos. En la década de 1950, Claude Levi Strauss en Francia utilizo el termino antropología como el estudio de los seres humanos en todos sus aspectos, a cambio en los estados unidos que este no terminaba de destronar al de la etnología. Este teniendo éxito por su método de estructuralismo y su relación con la filosofía y la sociología, con esto a la actualidad cuando nos referimos a la palabra este se refiere a la diversidad contemporánea de las culturas humanas. ETNOLOGIA Este llegaba a aparecer como una rama de la sociología, consagrada a estudiar los las sociedades primitivas que eran consideradas en aquella época. Basándose en sus conocimientos enciclopédicos y estudiando las causas y las razones del porqué de las costumbres y tradiciones de cada pueblo. Esta estudia total o parcialmente los aspectos de los grupos humanos, pero siendo una subcategoría de la antropología cultural. La civilización occidental ha logrado rehabilitar el término de la etnología, la renuncia de la división primitivista ha justificado a veces su ampliación. ETNOGRAFIA La antropología se entregaba a explorar pequeñas sociedades desconocidas, para conocer más de ellas como su entorno sociocultural, entendiendo su entorno más directo. Que esto lo hace más la etnografía la cual se encarga de priorizar el estado de las sociedades que pueden desaparecer por la civilización europea. Junto a la independencia económica y política desarrollada hoy en día podemos ver lis mensajes y la movilización que este desarrollando ha causado en diversas partes del mundo la cual es muy notable en diversas culturas y entornos sociales. En la actualidad la antropología ha pasado del estudio de pueblos al estudio de los temas. Esto sería un arroz, pero considerando el movimiento que se dio radicalmente desde Durkheim y marse más quienes no trazan alguna división entre los dominios exóticos. Los cuales no buscaban ver más allá de los detalles y estudiarlos más ahondó como los temas de la magia, la religión el don, el sacrificio y la división del trabajo. Que en ese entonces se daba la etnografía se encargaba de ver más a detalle a los pueblos y dar a conocer con detalles sus culturas entre otras cosas. Bibliografía Marc Augé, J.-P. C. (2005). Que es la antropologia. Asamblea Nacional Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América. (1823). Bases de Constitución Federal. Imprenta Zebadua. Barrundia y Cepeda, J. (1833, 22 de mayo). Nación Soberana. El Centroamericano, 5-6. Bosc, Y., Gauthier, F., Wahnich, S. (Ed.). (2005). Por la Felicidad y por la Libertad. Ediciones de Intervención Cultural/El Viejo Topo. Coronel y Ortiz, R., Abad de Aparicio, H. (Ed.). (1863). Constituciones Vigentes de los Principales Estados de Europa y América. Imprenta de J. Antonio García. Gutiérrez Contreras, F. (1980). Nación, Nacionalidad, Nacionalismo. Salvat Editores S. A. Ministerio de Educación Pública de Guatemala. (1953). Instrucciones para la Constitución Fundamental de la Monarquía Española y su Gobierno. Editorial del Ministerio de Educación Pública. Severo Maldonado, F. (1823). Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos del Anáhuac (2. a. ed.). Imprenta de la viuda de D. José Fruto Romero. Vidal, J. A., Arregui, A., Gárriz, J., Pérez, J., Sort, R., Villalba, M. (Ed.). (2001). Historia Universal. Grupo Editorial Oceano. Valmaseda, C. (Ed.). (2006). La Libertad paso como una Tormenta. Ediciones de Intervención Cultural/El Viejo Topo.