# Acto I ## Escena 1 (La acción transcurre en una oficina de una empresa de desarrollo web. Hay tres escritorios con ordenadores, uno de ellos vacío. En los otros dos, trabajan GABRIEL y HUGO, vestidos con ropa informal. GABRIEL es el programador de backend y HUGO es el programador frontend. Ambos tienen unos 30 años y se llevan bien, aunque a veces discuten por cuestiones técnicas. Entran en escena hablando por teléfono con un cliente.) GABRIEL: Sí, señor, entendemos sus requerimientos. Estamos trabajando en ello. Le aseguro que tendrá su página web lista para la fecha acordada. (Pausa) No, no hay ningún problema. Todo está bajo control. (Pausa) Bueno, sí, hay un pequeño detalle que estamos solucionando. (Pausa) No, no es nada grave. Es solo que... (Mira a HUGO con gesto de reproche) HUGO: (Interrumpiendo) Es que el frontend está hecho un desastre. El diseño es horrible, la interfaz es poco intuitiva, los colores no combinan, las fuentes son ilegibles, las imágenes están pixeladas, los botones no funcionan, el menú es un caos, la navegación es lenta, la página no se adapta a los diferentes dispositivos, y la accesibilidad es nula. (Sonríe con ironía) Por lo demás, todo está perfecto. GABRIEL: (Furioso) ¡Hugo, cállate! ¡No le digas eso al cliente! (Al teléfono) Disculpe, señor, es que mi compañero es un poco... exagerado. El frontend está muy bien. Solo necesita algunos retoques. (Pausa) ¿Qué? ¿Cómo que quiere verlo? ¿Ahora mismo? (Pausa) Bueno, bueno, no se preocupe. Le mandamos un enlace para que pueda ver el avance de la página. (Pausa) Sí, sí, enseguida. Gracias por su confianza. Adiós. (Cuelga el teléfono y se vuelve hacia HUGO) ¡Estás loco! ¿Cómo se te ocurre decirle eso al cliente? ¡Le has asustado! ¡Ahora va a pensar que somos unos incompetentes! HUGO: (Indiferente) ¿Y qué quieres que le diga? ¿La verdad o una mentira? El frontend está hecho un desastre, y tú lo sabes. Si no fuera por mí, esta página sería un despropósito. GABRIEL: (Indignado) ¿Por ti? ¿Por ti? ¡Pero si tú eres el culpable de que el frontend esté así! ¡Tú eres el que se encarga de la parte visual, no yo! Yo me ocupo del backend, que es lo que realmente importa. Lo que hace que la página funcione, que se conecte con la base de datos, que procese la información, que garantice la seguridad, que optimice el rendimiento, que implemente la lógica, que... HUGO: (Burlón) Que aburra al usuario con una página plana, gris, monótona, sin vida, sin personalidad, sin creatividad, sin... GABRIEL: (Interrumpiendo) ¡Basta! ¡No sigas! ¡No tienes ni idea de lo que es la programación! ¡Tú solo sabes poner colores, dibujitos y animaciones! ¡Eso no es programar, eso es jugar! HUGO: (Ofendido) ¿Jugar? ¿Jugar? ¡Te voy a enseñar yo lo que es jugar! (Se levanta y se dirige hacia el escritorio de GABRIEL) GABRIEL: (También se levanta y se interpone en su camino) ¡No te atrevas a tocar mi ordenador! ¡No sabes lo que haces! HUGO: (Intenta apartar a GABRIEL) ¡Quítate de en medio! ¡Voy a arreglar ese frontend de una vez por todas! GABRIEL: (Resiste el empujón de HUGO) ¡Ni se te ocurra! ¡Vas a estropearlo todo! HUGO: (Forcejea con GABRIEL) ¡Suéltame! ¡Déjame pasar! GABRIEL: (Forcejea con HUGO) ¡No! ¡No! ¡No! (Se enzarzan en una pelea, tirándose del pelo, de la ropa, de los brazos, etc. Mientras tanto, se oye la voz en off de MARÍA, la diseñadora gráfica, que llama por teléfono desde fuera.) MARÍA: (Voz en off) Hola, soy María, la diseñadora gráfica. He venido a entregarles el logo y la paleta de colores que me pidieron para la página web. ¿Me pueden abrir la puerta, por favor? GABRIEL y HUGO: (Al unísono, sin dejar de pelear) ¡No podemos! ¡Estamos ocupados! MARÍA: (Voz en off) ¿Ocupados? ¿Qué están haciendo? GABRIEL y HUGO: (Al unísono, sin dejar de pelear) ¡Programando! (Telón)
