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PROPUESTA AL CPF DE IU DE 8 DE SEPTIEMBRE
CONSTRUIR EL BLOQUE POLITICO Y SOCIAL,
CONSTRUIR LA SYRIZA ESPAÑOLA
España vive una situación de emergencia social y política y optimizar la
respuesta de IU a esta situación es, como se explica más adelante, el mayor reto
al que se enfrenta la X Asamblea Federal
Emergencia social porque nos encontramos ante una situación de excepcional
sufrimiento de amplísimas capas de la población que ven dificultado su acceso a
derechos sociales básicos (trabajo, salud, educación, vivienda…), ven seriamente
mermado su poder adquisitivo y perciben, con razón, que esta situación no es algo
pasajero sino que tiende a permanecer largamente en el tiempo
Emergencia política porque la ofensiva neoliberal no es una simple receta para
responder a la crisis : es un intento de desregularizar la economía, minimizar el control
político, empobrecer la democracia y acabar para siempre con derechos sociales y
laborales elementales.
El Partido de la Izquierda Europea, en unas jornadas celebradas el mes de marzo, lo
expresó de la siguiente manera:
- No sólo estamos ante una situación de crisis: estamos ante una situación de ruptura
que amenaza los modelos sociales y la democracia europea tal como lo conocemos
- No habrá vuelta atrás a la situación anterior. La Europa que saldrá de la crisis ya
nunca será la Europa que entró en ella; tanto si se cumplen los objetivos de las
políticas neoliberales como si las fuerzas del progreso dan pie a un nuevo modelo de
desarrollo social y democrático
Y el PIE sacó también una conclusión muy clara: para que este segundo escenario
sea posible, es necesario unir al máximo los esfuerzos de la izquierda política y
social.
Cuando más arriba se habla de emergencia social, no se trata de un ejercicio retórico:
en el Estado español y en otros países de la UE, el sufrimiento social derivado del
paro y de los recortes en el gasto social ha alcanzado límites que bordean lo
intolerable y que están generando una nueva situación desde el punto de vista de la
movilización social y el comportamiento electoral.
En España, concretamente, este sufrimiento social irá, desgraciadamente, a más. La
UE, con lentitud y de manera contradictoria, está intentando arbitrar medidas para
darle balones de oxígeno al euro y a la UE, pero ninguna medida está seriamente
destinada a darle oxígeno a las personas
España está intervenida porque el gobierno actúa al dictado de las directrices llegadas
de Europa y las medidas aplicadas y por aplicar suponen un golpe terrible desde el
punto de vista social.
Si, como pronostica la OCDE y admite el propio gobierno, en los próximos años se
mantienen índices de paro similares a los actuales, la situación social del país,
esquilmados los ahorros, agotadas las prestaciones por desempleo y con menores
mecanismos de protección social y familiar, puede llegar a ser sencillamente
catastrófica.
En estas circunstancias, realizar el máximo esfuerzo unitario para conseguir otro
modelo de salida de la crisis, tal y como propone el PIE, es no sólo una
exigencia política sino también una exigencia cívica, democrática e incluso
moral
Responder con audacia y eficazmente a esta exigencia es el reto más importante
al que se enfrenta la X Asamblea Federal. No hay otro objetivo mayor, no hay
otra validación más solvente de la necesidad de nuestra propia existencia ni
nada que nos pueda permitir aspirar a un mayor apoyo social
Esta respuesta, este esfuerzo unitario al que el documento denomina "Bloque Político
y Social", se denomina también aquí, sin que suponga ningún tipo de contradicción
con la denominación anterior, "Syriza española".
No se hace ociosamente, ni por generar confusión, ni como propuesta de marca
electoral ni, por supuesto, como propuesta de traslación mecánica de una experiencia
política concreta. Lo que se pretende es incorporar a nuestro lenguaje un término que
ya está instalado en el debate político de nuestro país, que ha sido utilizado con éxito
por Esquerra Unida i Alternativa y que se abre paso con facilidad y con una
connotación positiva en la sociedad porque simboliza muy claramente lo que, en estos
momentos, más necesita la ciudadanía: esperanza. La fuerza de Syriza es que no
representa una esperanza vaga o lejana en el tiempo, sino una esperanza
concreta y realizable: la esperanza de conseguir que las cosas cambien de
verdad, de conseguir que la expresión política del descontento político y del
anhelo de cambio sea una alternativa ganadora.
Llegados a este punto, conviene realizar algunas precisiones importantes sobre la
manera de llegar a este objetivo.
Frecuentemente se identifica este instrumento político unitario con una entidad
orgánica y se supone que el objetivo fundamental es que IU llegue a acuerdos con el
mayor número posible de organizaciones estatales o de ámbitos territoriales
específicos. Es un grave error: siendo los acuerdos unitarios extraordinariamente
importantes, la Syriza española no surgirá mecánicamente del acuerdo entre IU y un
conjunto de siglas más o menos relevantes en el terreno de la representación política.
Del mismo modo, conseguir el acuerdo o la alianza formal con organizaciones
sociales de diverso tipo es un elemento importante pero que no determinará el éxito en
la consecución de este proyecto unitario y ganador que se persigue.
Un programa elaborado de forma participativa, que se centre en los ejes principales
del conflicto político y social, que represente un cambio de real, que sea comprensible
y claro. que sume y que no reste, es también un elemento esencial pero tampoco es
suficiente.
La presencia en la movilización social, la búsqueda de la coincidencia objetiva con los
sectores más organizados y movilizados de la sociedad es igualmente necesaria pero
tampoco suficiente
Todo cuanto antecede es necesario pero construir una opción ganadora, una
Syriza, una opción con la que se sienta representada una mayoría del tejido
social, exige algo más: exige credibilidad; exige generar confianza; exige un
discurso político dirigido hacia fuera y hacia la mayoría; exige un lenguaje
comprensible por la mayoría; exige aparecer como una fuerza política alejada de
la esgrima partidista y absolutamente centrada en los problemas de la
ciudadanía; exige no cometer errores; exige olvidar querellas y miserias tanto
internas como externas; exige generosidad, inteligencia y convicción.
Por primera vez en sus 26 años de historia, IU tiene la posibilidad de jugar un papel
realmente determinante en una situación también determinante para el futuro del país.
Es necesario que todos y todas, individual y colectivamente, saquemos lo mejor
de nosotros mismos y sepamos adaptarnos a esta nueva realidad
Eberhard Grosske Fiol
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