EN LO PRINCIPAL: Contesta demanda de divorcio

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EN LO PRINCIPAL: Contesta Demanda de Divorcio;
PRIMER OTROSI: Demanda Reconvencional de Compensación Económica;
SEGUNDO OTROSI: Patrocinio y Poder.
S. J. L. de Familia Rancagua
ADRIANA YOCASTA SANCHEZ MARTÍNEZ, demandada en causa
sobre Divorcio Unilateral, RIT C-2352-2009, caratulada “ESPINOZA CON
SANCHEZ” a US., respetuosamente digo:
Que vengo en contestar demanda de Divorcio Unilateral interpuesta en
mi contra por mi cónyuge, don FRANCISCO JAVIER ESPINOZA MUÑOZ, ya
individualizado
en
estos
autos,
allanándome
a
la
misma,
dado
que
efectivamente nos encontramos separados de hecho hace mas de tres años,
cumpliéndose a cabalidad los plazos y requisitos dispuesto por la Ley para que
opere el divorcio vincular de este matrimonio.
POR TANTO,
RUEGO A US. en mérito de lo expuesto y lo dispuesto en los artículos 254 y
siguientes, 53, 55 y siguientes de la ley 19.947, y artículo 58 del Código de
Procedimiento Civil, se sirva tener por contestada la demanda de divorcio
unilateral interpuesta en estos autos, y tener por allanada a esta parte a la
misma por los fundamentos expuestos.
PRIMER OTROSI: ADRIANA YOCASTA SANCHEZ MARTÍNEZ, Chilena,
Dueña de casa, con domicilio en Camino Público La Palma, Lote 1, Predio La
Cuadra,
comuna
de
Coltauco,
vengo
en
este
acto
en
demandar
reconvencionalmente a mi cónyuge don FRANCISCO JAVIER ESPINOZA
MUÑOZ, Run: 8.373.879-0, Chileno, empleado, domiciliado en Las Arenas
S/Nº, Rinconada de Idahue, de la Comuna de Coltauco, solicitando se decrete
a mi favor una Compensación Económica de conformidad con lo previsto en
el artículo 61 y siguientes de la Ley de Matrimonio Civil, de acuerdo a los
fundamentos de hecho y derecho que paso a exponer:
I. LOS HECHOS:
El demandado reconvencional de autos interpuso demanda de divorcio sin
pronunciarse
siquiera
acerca
de
la
procedencia
o
improcedencia
de
compensaciones económicas a favor de esta parte, conforme lo regula el
artículo 61 y sgtes. de la Ley de Matrimonio Civil.
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En efecto, los Art. 61 y siguientes de la Ley 19.947, son enfáticos en
señalar que “si como consecuencia de haberse dedicado al cuidado de
los hijos o las labores propias del hogar común, uno de los cónyuges
no pudo desarrollar una actividad remunerada o lucrativa durante el
matrimonio, o lo hizo en menor medida de lo que podía y quería,
tendrá derecho a que, cuando se produzca el divorcio o se declare la
nulidad del matrimonio, se le compense el menoscabo económico
sufrido por esa causa”.
En la especie se dan todos y cada uno de estos presupuestos para
regular una compensación económica a Mi favor, por cuanto como acreditaré
en la audiencia de juicio, desde la fecha en que contraje matrimonio nunca
desarrollé actividad remunerada alguna, única y exclusivamente a que el
demandado reconvencional y yo acordamos que sería yo quien me quedase en
el hogar común, al cuidado de los hijos ya que el me convenció de que el sería
el sostenedor de la familia, como rol de padre y esposo, y que a mi me
correspondía quedarme en casa. En efecto SS, durante todo el matrimonio yo
me quedé al cuidado de los hijos y de el hogar común, por una acuerdo de vida
entre mi cónyuge y yo, sin pensar que esa opción me traería a futuro nefastas
consecuencias ya que a raíz del divorcio quedaré en un pié económico muy
desmejorado.
Desde la fecha en que mi cónyuge hizo abandono del hogar común, he
debido solventar mis gastos solo con trabajos esporádicos, y mal remunerados,
ya que no cuento con preparación alguna como para enfrentar un trabajo que
requiera mas calificación, hoy he perdido toda posibilidad de insertarme
laboralmente, tanto por mi edad como por mi falta de currículum y
especialidad alguna, y debo enfrentar perder mi vinculo matrimonial con el
consecuente perjuicio económico y provisional que eso podría acarrear, por
cuanto perdería la titularidad para percibir alimentos por parte de mi
cónyuge.
Así entonces, es claro que la circunstancia de haberme dedicado a
la crianza, protección y amparo permanente de mis hijos y labores propias del
hogar durante los mas de 10 años de matrimonio, constituyeron un real
menoscabo económico para mi, que no pude desarrollar una actividad
remunerada o lucrativa tal y como lo dispone el articulo referido de la Ley
19.947 he quedado habilitada para demandar compensación.
Por lo expuesto y analizando la dedicación al hogar, los años de
duración del matrimonio,
y mi expectativa de vida, he realizado un calculo
conservador que me lleva a la conclusión que he perdido al menos la suma
de $100.000 mensuales (menos de un sueldo mínimo) al no poder
realizar un trabajo remunerado y que ello no hubiera sido así de no haber
existido esta postergación producto del matrimonio, si ellos es multiplicado por
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la cantidad de años de duración del matrimonio, da la suma de $15.000.000., que constituye el perjuicio real y directo derivado de mi postergación
laboral al haberme privado de desempeñar algún trabajo remunerado
por dedicación exclusiva al cuidado de los hijos de ambos y las labores
propias
del
hogar
común, suma a
regular
como compensación
económica necesaria para lograr el equilibrio que consagra nuestro
legislador.
Cabe destacar que luego de producido el divorcio seré yo misma
quien deberé costear de algún modo mi sustento, mas un lugar donde vivir,
junto con un sistema de salud y cotizaré lo que pueda para luego obtener una
jubilación que a duras penas me alcanzará para algo.
II.- EN DERECHO:
Podemos
conceptualizar
la
compensación
como
el
conjunto
de
prestaciones que tiene derecho a percibir el cónyuge más débil; a propósito del
divorcio o nulidad del matrimonio, con el objeto de proporcionarle una
asistencia o resarcimiento pecuniario por motivo de haberse dedicado a las
labores del hogar o crianza, sea en instancia judicial o mutuo acuerdo, la que
debe constar por escritura pública o acta de avenimiento.
Esta, es ciertamente una obligación que nace por imperativo de la ley
cuando se dan los presupuestos de hecho que la ley establece, esto es “un
menoscabo económico producto de haberse dedicado al cuidado de la
familia o de los hijos”. El fundamento último de la ley será, “la búsqueda del
benéfico a favor del cónyuge más débil”, siendo un principio inspirador
para el legislador este último punto. Cuestión que queda refrendada por lo
dispuesto en el artículo 3ro de la ley de Matrimonio Civil:
“Las Materias de familia reguladas por esta ley deberán ser
resueltas cuidando de proteger siempre el interés superior de los hijos
y del cónyuge más débil”.
El concepto de debilidad, denota claramente la idea de menoscabo,
inferioridad, que de todos modos puede asociarse a mi persona. Por lo demás
el contexto en que se enmarca la debilidad (además del principio del articulo
3ro), en los artículos 61 y 62, apunta a factores personales y económicos, y
por ello es que alcanzo a situarme en los ideales del legislador, ya sea en su
proyecto de ley o en la ley misma.
Dos son los fines de la compensación, uno mira al pasado y otro al
futuro, tales fines deben ser mirados necesariamente como copulativos al
momento de dictar sentencia al respecto, es decir, se busca no sólo compensar
pecuniariamente al cónyuge que ha sufrido un desmedro por haberse dedicado
al cuidado de los hijos o las labores propias del hogar común, impidiéndole
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desarrollar una actividad remunerada o lucrativa durante el matrimonio, o sólo
permitiéndole ejercerla en menor medida, sino que además subyace la idea de
dejar en un pie, sino de igualdad, al menos lo suficientemente sólido en lo
económico para que el cónyuge más débil pueda rehacer su vida mirando al
futuro.
Estos dos fines comprenderá S.S., se dan en el caso sub lite, por los
antecedentes expuestos en los hechos de esta demanda de compensación. Se
desprende que respecto de lo primero, que no desarrollé una carrera
profesional, pues dejé de hacerlo en pos del cuidado de mis hijos, lo que me
causó un gran perjuicio a nivel emocional, personal, económico y previsional.
Respecto del segundo fin, objetivamente, he quedado en peor pie
económico que mi cónyuge, toda vez que él además de que hoy el trabaja y
percibe ingresos fijos, mañana estará jubilado y gozará de una pensión que le
permitirá vivir dignamente, además ha adquirido propiedades y vehículos
que ha tenido el cuidado de inscribir a nombres de terceros de su
exclusiva confianza, mermando con ello también el patrimonio de
nuestra sociedad conyugal, toda vez que el producto de sus ingresos ha
sido invertido en bienes regalados a extraños, como probaré en juicio.
Requisitos de la Compensación económica.
Para acceder a la solicitud y poder precisar la medida, el tribunal deberá
considerar especialmente entre otros requisitos, los artículos, 61 Y 62
los
siguientes:
1.- La existencia de un matrimonio: Requisito del
todo necesario. La
misma ley llega a decir que dicha compensación se regula habida consideración
a la duración del matrimonio y de la vida común de los cónyuges. En el caso
sub- lite, la convivencia efectiva se prolongó durante 13 años.
2.- Que exista una declaración de nulidad o de divorcio: Tal será el caso
si SS. acoge el divorcio demandado por el demandante.
3.- Ausencia o reducción de la actividad remunerada del cónyuge
beneficiario: La ley exige una relación causal entre este evento y la
dedicación del cónyuge al cuidado de los hijos o bien a las labores propias del
hogar común. En el caso de autos, ausencia absoluta de trabajo remunerado,
por dedicación exclusiva al hogar y el cuidado de 2 hijos, por causa de los
vicios del cónyuge que hoy demanda el divorcio.
4.- Dedicación a los hijos o labores propias del hogar común: El
resultado explicado en el requisito anterior, es debido a que el cónyuge se
dedicó al cuidado de los hijos o bien a las labores propias del hogar común.
5.- Menoscabo económico: El menoscabo económico apunta al resultado que
provoca el cese o imposibilidad de acceder a una actividad remunerada.
Entendiéndose por actividad remunerada, desde la que ejerce una profesional
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a tiempo completo, a la artesana que vende sus productos, por ello es
entonces una contraprestación en dinero actual o futura. En el presente caso,
nunca podré hacerlo en la medida de lo que necesitaría para vivir dignamente,
ya que no ostento profesión u oficio alguno, más que el de Dueña de casa y
madre abnegada.
POR TANTO, de acuerdo con lo expuesto y a lo dispuesto en el artículo 58 y
siguientes de la Ley 19.968 y 61 de la Ley 19.947,
PIDO A US.: Tener por deducida demanda reconvencional de compensación
económica en contra de FRANCISCO JAVIER ESPINOZA MUÑOZ,, ya
individualizado, acogerla a tramitación y en definitiva obligarlo a pagar
compensación
económica
en
los
términos
expuestos
por la
suma
de
$15.000.000.- o la suma que US. determine, conforme a las reglas de la sana
crítica. Compensación que estamos dispuestos, sea pagada con la
cesión de la mitad del derecho en propiedad sobre el inmueble donde
actualmente vivo con mis hijos, más una la cesión de parte del terreno
en el que se encuentra la propiedad.
SEGUNDO OTROSÍ: Ruego a SS. Sírvase S.S. tener presente que designo
abogado patrocinante a doña ANDREA PAULINA BELLO LEIVA, a quien
confiero poder AMPLIO, con patente municipal de Rancagua y domiciliada en
Edificio 381, Oficina 31, Plaza de los Héroes, Rancagua, solicitando notificación
al correo electrónico [email protected], y de acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 23 inciso final de la Ley Nº 19.968 y la incorporación al SITFA
a fin de consultar los estados diarios,
resoluciones y demás actuaciones
recaídas en estos autos.
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