Análisis de Paulo Freire y la historia que me llevo a una carrera de educación. Como se ha visto a lo largo del libro, escribir no es un simple acto mecánico, por eso el presente análisis va a plasmar mi reflexión de lo leído, relacionado con mi historia. Todo comienza no desde que me di cuenta de que quería ser profesora de artes plásticas, si no desde que tuve el primer contacto con el arte, desde los 3 años siempre me ha gustado todos los procesos manuales, pero en especial la pintura. Cada día que mi mamá llegaba a la casa me encontraba al frente de la televisión viendo canal trece, donde un pintor costarricense daba clases mientras pintaba, y ahí estaba yo, no tenía idea de lo que hacía, pero intentaba hacer lo mismo que el en una hoja, entonces se dieron cuenta de mi gusto por el arte. No existen muchos colegios artísticos en el país, pero mis papás encontraron el Conservatorio de Castella, para el cual necesitaba hacer una prueba para ingresar, entonces tuve mi primera profesora de artes, la cual me preparo y me demostró lo comprometida que estaba al ser docente. No era una escuela barata, mis papas tuvieron que hacer muchos sacrificios para que yo estudiara ahí, pero lo que comenzó como una niña que no tenía idea que lo que hacía, se convirtió en 11 años de mi formación como artista. Cuando empecé en mi etapa de madurez, cada vez me comprometía más con el arte, todos esos años de formación artística empezaron a dar frutos y ya no solo recibía clases, si no que empecé a dar las mías. Ahí fue cuando varias personas me decían que yo iba a terminar siendo profesora, pero a mí solo me gustaba transmitir y enseñar lo que sabia. Nunca imaginé que esa fuera a ser mi profesión, yo no quería ser profesora, porque siempre vi todo lo que conlleva ser una, no solo estar preparada científicamente, sino la preparación física, emocional y afectiva que significa dar clases, el compromiso y la seriedad que lleva la educación, no era una simple profesión, es la encargada de formar constantemente a las nuevas generaciones, pero las personas pensaban que mi única responsabilidad era enseñar a pintar. Normalmente se cree que los profesores son unos vagos y que no hacen nada en el trabajo, pero las mismas personas que piensan así nunca han estado en un aula. Me decían que la carrera iba a ser sencilla que yo ya la mayoría de los conocimientos los sabía, que solo iba a tener que dar una clase e irme para mi casa, pero todos estos comentarios solo hablan desde la ignorancia. Yo siempre he visto la tarea que conlleva ser un docente y ese miedo no me dejaba ver que era para lo que yo servía. Rechace por completo el hecho de terminar siendo una educadora he intente convencerme de llevar otra carrera, una en la que me pagaran los mejor posible, para tener estabilidad económica, pero cuando lo intente no entre en la carrera, pase la prueba de habilidad, pero lo puntos no me ayudaron, porque mi fuerte no eran las matemáticas. Y yo intentaba calzar en una destreza que no era la mía, resignada porque no logre entrar en una Universidad Publica en la carrera que pensaba que era la ideal para mí, ya no sabía que hacer, que estudiar, si mejor no estudiar y solo trabajar o hacer algo que no llevara un título universitario. Lamentablemente Costa Rica no es un país en donde aprecien el arte como se debe y yo no podía vivir como artista. Entonces dejando de lado todos los estereotipos sobre lo que hace un profesor o lo que consiste en ser uno. Decidí buscar una Universidad que diera esa carrera y no educación en español, preescolar, ni primero y segundo ciclo, si no de artes plásticas lo que he hecho llevado durante toda mi vida. Siendo así matriculé y decidí comprometerme al 100 % con la carrera, porque si iba a ser profesora de artes plásticas, iba a intentar ser lo mejor posible en mi labor y no dejando que me minimicen por ello, también soy tía, pero esa no es mi profesión, mi profesión va a ser docente de artes plásticas para mis alumnos, pero tía solo para mis sobrinos. Tengo en claro que, al querer ser profesora de artes plásticas, tengo más responsabilidades además de impartir lo contenidos relacionados con mi materia. Entiendo el significado critico de enseñar y aprender como se ve en la primera carta. Mi gran responsabilidad al tener que capacitarme constantemente y estudiarme a mí misma y a mi metodología, porque me voy a volver en un ejemplo para los educandos y no solo voy a aportar conocimientos sobre el arte, sino sobre la vida y su formación como personas. No sé en qué escuela o colegio voy a terminar dando clases, pero tengo como propósito hacer que amen el arte o que lo aprecien correctamente, al haber estudiado toda mi vida en un colegio artístico, soy consciente de lo importante que es para nuestra vida y como nos ayuda a desarrollarnos como ciudadanos plenos, experimentando y conociendo todas nuestras destrezas. Pero como todo, lleva su proceso y así como las artes son indispensables para la vida, primero necesito que dominen la lectura y la escritura, para que se vuelvan jóvenes críticos, listos para incorporarse a la lectura del mundo, pero en el arte. Como se ve en la segunda carta yo también tuve que superar ese miedo a la dificultad, al miedo de ser profesora y llevar un peso tan grande en mis hombros. Pero no lo supere ignorándolo, si no aceptándolo, no dejando que me paralice y ahora que voy a la mitad de la carrera, aunque las notas no definan a una persona, se ve reflejado mi compromiso, quizás no tenía las mejoras calificaciones en algunas materias del colegio ya que no eran mi fuerte, pero ahora en la carrera de educación se nota que estoy estudiando lo que era para mí. Todos me lo decían, que iba a terminar como docente, pero solo faltaba que yo lo aceptará y me diera cuenta, quizás el hecho de que no entrara en la carrera de la Universidad pública estaba destinado para que yo abriera lo ojos y no intentara ser alguien que no soy, así como se presentó ese obstáculo, sé que se me van a presentar más durante mi profesión, pero no voy a dejar que ese sentimiento de inseguridad me detenga, para eso me estoy preparando y nunca voy a dejar de hacerlo. También tengo claro que no estoy estudiando esto porque no tenía otra opción como el título en la tercera carta, eso sería lo peor para un futuro docente, uno sin vocación, motivación o sin amor por lo que hace. No estaría estudiando algo que no me hace feliz y ese nunca fue un inconveniente para mí, amo transmitir lo que se a más personas, solo tenía miedo a todo lo que conlleva eso. Ahorita la educación no necesita más profesores que acepten el título de tía, se necesitan docentes comprometidos, porque se sufren muchas desigualdades e injusticias en esta labor y es necesario que luchemos, no solo por un mejor salario, si no para ser más respetados. No estoy dispuesta a volver a aceptar comentarios sobre que los profesores no hacen nada o sobre que su día a día es algo sencillo, que solo generan inseguridades y minimización a los docentes. La educación es fundamental para la vida y sin ella el ser humano no habría llegado hasta donde estamos, si existen profesiones con un mayor significado, pero todas ellas pasaron por la educación general primero y sin ella esas personas no hubieran logrado ser profesionales, con el simple hecho de no saber leer eso no hubiera sido posible, ya que lectura es algo que nos sirve en todo y para toda la vida, por eso es algo que se menciona constantemente en el libro. Esta lectura no está diseñada para que abandonemos la carrera, está diseñada para ponernos a prueba. Los profesores nunca nos han dicho que sea algo fácil, pero existen personas que no son conscientes y piensan que va a ser algo sencillo. Y hasta el hecho de amar no es suficiente, hay que saber amar y así es con todas las cosas, no basta con solo querer o hacer algo. Entre todas las cualidades de un profesor progresista que se vieron en la cuarta carta, debemos reflexionar en cuales, si tenemos y las que no, corregirlas para una mejor vocación docente. Cada una va a ser necesaria para la lucha, no son unas simple cualidades, todas con necesarias para dentro y fuera del aula, aun mas para luchar contra los retrógrados y no caer en una acomodación fatalista como lo hacen algunos docentes que llevan mucho tiempo enseñando. En la quinta y sexta carta, se comentan aspectos muy importantes por los que pasan los educadores primerizos, algo por lo que pasan todos los docentes y por lo que voy a pasar yo ya que por el momento no laboro. Y me sirven no para estar preparada, porque para esas situaciones nunca se puede estar listo, pero sirven para saber las cosas que no hay que hacer. Esos conocimientos los vamos a obtener durante la experiencia porque solo hasta que estemos dentro del contexto educativo, vamos a entender estas situaciones. Pero algo que es de suma importancia es la relación entre lo que decimos y lo que hacemos, no solo como profesores, también como personas, si mediante nuestras acciones nos contradecimos con lo que decimos no vamos a generar confianza y las relaciones sociales entre las personas no se van a dar, esa falta de credibilidad nos puede afectar gravemente. La mayoría durante el proceso de formación en la escuela o colegio, tuvo un profesor como el de Freire, lleno de inseguridad que no creía en sí mismo y ningún profesor quiere acabar así, al menos yo no, no quiero ser una figura autoritaria, quiero ser una figura de confianza, aunque no vaya a pasar el mismo tiempo que otras profesoras guía con los alumnos, quiero conocer su contexto, porque no pienso enseñar solo contenidos, quiero ser coherente con mi discurso y enseñar a través de mi práctica, respetando a cada uno y comprendiendo su forma de pensar para adaptarme a ellos. Como mencionaba anteriormente quiero conocer a mis alumnos y a su contexto, esto lo podemos ver en la séptima y octava carta, la mayoría de ellas las he visto como consejos para los futuros docentes, consejos de alguien que ya tuvo mucha experiencia, pero también fue un profesor primerizo y tuvo que pasar por cada situación nombrada para entender el entorno educativo. Cada uno va a tener sus propias experiencias, pero existen muchas cosas que no podemos olvidar. Como lo importante de no caer en el autoritarismo, pero tampoco en el espontaneísmo. Poner límites para no perder el control en el aula, escuchando a los estudiantes y a sus necesidades es lo que debemos hacer, logrando un ambiente libre y acogedor, donde exista el respeto mutuo, intentando esa escuela democrática porque la que muchos sueñan, con la formación de ciudadanos críticos y capaces para el mundo. A través de la práctica política en la educación, hacemos un trabajo formativo, en donde no solo los estudiantes aprenden de nosotros, si no también donde ellos nos enseñan cosas nuevas todos los días, esos conocimientos que traen de su propio contexto y que quizás no lo habíamos visto en el nuestro. Gracias a la capacidad de leer, logramos realizar esta lectura, pero no basta solo con esa habilidad, es necesario la compresión, pero hay que comprometerse con ella. En cada carta estamos viendo el contexto teórico y concreto de la práctica docente, al tomar distancia del objeto sirve para analizar que cada situación, es beneficiosa no solo para las personas que todavía no trabajan, también es de provecho para las docentes que ya están pasando por todos estos retos. Conociendo la realidad concreta de tener esta profesión, se comprende aún más lo importante que son los fundamentos científicos de lo que hacemos y nuestra constaste preparación, para dar esas clases llenas de experiencias significativas, leyendo de manera critica el mundo. Mas que llenarnos de miedos por todo lo que leímos, hay que hacer conciencia sobre nuestra profesión. Lo importante de la disciplina y el respeto para la lucha, una lucha que vamos a tener día a día y nos vamos a estar comprometidos con ella, si no somos personas criticas que aman su trabajo, que aman enseñar, y no solo haciéndolo, sino aprendiendo a como hacerlo. Todavía recuerdo cuando estaba en el colegio y no aceptaba que esta carrera era para mí, quizás todavía no tenía la madurez suficiente para entender estas cosas, ahora lo tengo aun mas claro, no es fácil y me faltan muchas cosas por aprender, por vivir. Pero todo lo leído, cada carta, cada historia o experiencia, la voy a tener en mi mente como mis conocimientos previos, listos para ser adaptados a los nuevos que voy a obtener, reaprendido todo lo que ya se. Apenas voy a la mitad de la carrera y ya he aprendido tantas cosas sobre la docencia y me motiva porque quiero ser esa profesora que deja una marca en sus alumnos y no recuerdos malos, quiero dejar experiencias que les sirvan para siempre. No se si toda mi vida vaya a ser profesora, porque también tengo otras metas, pero todo el tiempo que lo sea, voy a intentar ser lo mejor posible, leyendo a mis estudiantes y dejando que ellos me lean a mí.