La Comunión con Dios en la Adoración El Mandato Supremo del Padre Universal y el deber principal de todas sus criaturas …Del Padre Universal que habita la eternidad ha salido el mandato supremo: «Sed perfectos como yo soy perfecto». (21.3) 1:0.3 Este magnífico mandato universal de esforzarse por alcanzar la perfección de la divinidad es el primer deber, y debería ser la más alta ambición, de todas las criaturas que luchan en la creación del Dios de perfección. Esta posibilidad de alcanzar la perfección divina es el destino cierto y final de todo el eterno progreso espiritual del hombre. (22.1) 1:0.4 La oración es indudablemente una parte de la experiencia religiosa, pero ha sido acentuada erróneamente por las religiones modernas, que han olvidado en gran parte la comunión de adoración, más esencial. Los poderes reflexivos de la mente se encuentran profundizados y ampliados por la adoración. La oración podrá enriquecer la vida, pero la adoración ilumina el destino. 102:4.5 (1123.5) La adoración: el primer deber de todas las inteligencias creadas La adoración es el privilegio más elevado y el primer deber de todas las inteligencias creadas. La adoración es el acto consciente y gozoso de reconocer y de admitir la verdad y el hecho de las relaciones íntimas y personales entre los Creadores y sus criaturas. La calidad de la adoración está determinada por la profundidad de la percepción de la criatura; y a medida que progresa el conocimiento del carácter infinito de los Dioses, el acto de adorar se vuelve cada vez más global hasta que alcanza finalmente la gloria de la delicia experiencial más elevada y del placer más exquisito que conocen los seres creados. (303.5) 27:7.1 La Oración y la Adoración La oración, y la adoración que la acompaña, es una técnica para apartarse de la rutina diaria de la vida, de los agobios monótonos de la existencia material. Es una vía para acercarse a la autorrealización espiritualizada y para conseguir la individualidad intelectual y religiosa. (1621.4) 144:4.5 Al igual que la oración se puede asemejar a la recarga de las baterías espirituales del alma, la adoración se puede comparar al acto de sintonizar el alma para captar las emisiones universales del espíritu infinito del Padre Universal. (1621.7) 144:4.8 Adoración sincera La adoración sincera implica la movilización de todos los poderes de la personalidad humana bajo la dominación del alma evolutiva, sujetos a la dirección divina del Ajustador del Pensamiento residente. La mente humana limitada no puede estar muy consciente del significado real de la verdadera adoración. (66.3) 5:3.7 Jesús enseñó que la oración debe ser: • Altruista — no solamente para sí mismo. • Creyente — conforme a la fe. • Sincera — honrada de corazón. • Inteligente — conforme a la luz. • Confiada — sometida a la voluntad infinitamente sabia del Padre. (1620.16) 144:3.18, 19, 20, 21, 22 • La capacidad espiritual de receptividad del alma determina la cantidad de bendiciones celestiales que uno puede apropiarse personalmente, y comprender conscientemente, como respuesta a la oración. (1621.3) 144:4.4 1- Receptividad silenciosa Jesús enseñó a sus seguidores que, después de haber hecho sus oraciones al Padre, deberían permanecer algún tiempo en un estado de receptividad silenciosa para proporcionar al espíritu interior las mejores posibilidades de hablarle al alma atenta. El espíritu del Padre le habla mejor al hombre cuando la mente humana se encuentra en una actitud de verdadera adoración. Adoramos a Dios con la ayuda del espíritu interior del Padre y mediante la iluminación de la mente humana a través del ministerio de la verdad. Jesús enseñó que la adoración hace al adorador cada vez más semejante al ser a quien está adorando. La adoración es una experiencia transformadora por medio de la cual el finito se acerca gradualmente a la presencia del Infinito, y finalmente la alcanza. (1641.1) 146:2.17 16. La técnica de la verdadera adoración consiste en: La técnica de la verdadera adoración consiste en: 2- Olvido de uno mismo – suprapensamiento • La oración es recordarse a sí mismo — un pensamiento sublime; la adoración es olvidarse de sí mismo — suprapensamiento. (1616.9) 143:7.7 3- Atención centrada sin esfuerzo en la presencia de Dios en nuestra supraconciencia • La adoración es una atención sin esfuerzo, el verdadero descanso ideal del alma, una forma de ejercicio espiritual sosegado. 4- Reposo, relajación. La técnica de la verdadera adoración consiste en: • El esfuerzo por vivir — la tensión de la personalidad en el tiempo — debería ser mitigado con el reposo de la adoración. (1616.5). • La relajación determina la capacidad para la receptividad espiritual. (1777.2) 5- No pedir ni esperar recibir nada. • La verdadera adoración no contiene en absoluto ninguna petición para sí mismo ni ningún otro elemento de interés personal; adoramos simplemente a Dios por lo que comprendemos que él es. (65.5) 5:3.3 • La adoración no pide nada ni espera nada para el adorador. No adoramos al Padre porque podamos obtener algo de esa veneración; le rendimos esa devoción y nos dedicamos a esa adoración como reacción espontánea y natural al reconocimiento de la personalidad incomparable del Padre y a causa de su naturaleza encantadora y de sus atributos adorables. La técnica de la verdadera adoración consiste en: 6 - El yo interno debe estar absorto en Dios: «Hemos aprendido a conseguir la fe con el deseo ardiente de nuestro corazón. Hemos alcanzado la sabiduría refrenando nuestros sentidos, y por medio de la sabiduría, hemos experimentado la paz en el Supremo. El que está lleno de fe adora verdaderamente cuando su yo interno está absorto en Dios. (1448.4) 131:4.5 El ámbito espiritual de la realidad de la experiencia religiosa: La adoración es: El ámbito espiritual de la realidad de la experiencia religiosa, la comprensión personal de la confraternidad divina, el reconocimiento de los valores espirituales, la seguridad de la supervivencia eterna, la ascensión desde el estado de servidores de Dios hasta la alegría y la libertad de los hijos de Dios. Es la perspicacia más elevada de la mente cósmica, la forma reverencial y adoradora del discernimiento cósmico. (192.4) 16:6.8 3. Reflexión: La Clave del Crecimiento Espiritual La adoración, habiendo renacido del espíritu, es la clave de nuestro crecimiento espiritual. Cuando adoramos al Padre, Él transforma nuestra mente y alma, dándonos una conciencia de Dios creciente y progresiva. Adorar a Dios es religión de primera mano, pues así contactamos directamente a Dios dentro de nosotros. La religión revelada es un asunto de experiencia personal interior con Dios; por esa razón El Libro de Urantia enfatiza tanto la verdadera adoración. Cuando adoramos a Dios, lo contactamos a través de nuestra alma en el nivel supraconsciente de nuestra mente. Ahí es donde el Ajustador y el alma se encuentran. Muchas gracias por su atención. Que el Padre Celestial les bendiga y guíe cada día de su vida.