Subido por Patricia Bernal

Resumenes documentales Historia de la Moda

DOCUMENTALES
SOBRE HISTORIA
DE LA MODA
04/12/2020
ÍNDICE
Renacimiento y Barroco: pelucas y encajes....................2
La Revolución (s. XIX)............................................................5
RENACIMIENTO Y BARROCO: PELUCAS Y ENCAJES
Cuando se descubrió América, hacía menos de un siglo que el traje masculino se había diferenciado
del femenino.
La caballería vive sus últimas horas ante la incorporación de las armas de fuego aunque varios siglos
de guerra dejan huella el renacimiento y no impide que los nobles quieran mantener un aspecto de
guerreros del estilo viril de la corte de Francisco I a los corsés las pelucas y los encajes de Versalles
durante tres siglos las tendencias crearán unos estilos tan restrictivos. Los caballeros llevan
superposiciones de tejidos: el lino tafetán terciopelo dicta nuevas modas con sus opulentos trajes.
Solían tener cortes de manera que apareciese en otros vestidos bajo esas aberturas. esos contrastes
que son fastuosos cuya apariencia es típica del siglo XVI. Se remendaban sus uniformes con trozos de
tela arrancados a los vencidos saliendo una tendencia del campo de batalla por primera vez y no en un
palacio.
En el siglo XVI, en la sociedad el guerrero tiene un papel destacado. Los hombres del pueblo se
someten a contorsiones y movimientos varios y no prestan atención a la simetría. En cambio, en la
nobleza de la corte se controla la simetría del cuerpo y los movimientos lo que superioridad. En la
evolución de la moda nunca se habían adaptado los símbolos de los combatientes a la vestimenta civil.
El vestuario masculino era muy vistoso. A veces, la bragueta podría evidenciarse de manera excesiva. En
Modela por ejemplo, como indica un cronista había un sastre que realizaba braguitas del tamaño de
medio brazo muy desmesuradas hasta que un día la gente indignada le destrozó su taller.
La sofisticación alcanza nuevas aberturas que dejan ver una seda de color crudo e hilos de oro
bordado sobre terciopelo negro. Francisco I ama el oro y mientras los reyes se reparten el mundo
envueltos en tisú de oro, las mujeres de los soldados remiendan toda la ropa porque es muy costosa.
Progresivamente con las diferentes alianzas políticas, el negro, se usará cada vez más en el siglo XVI
Carlos I de España y V de Alemania, adoptará el traje negro español como símbolo de elegancia para
su corte pero es adoptada por los adeptos a la reforma que la convierten en emblema del rigor
protestante. Las confrontaciones teológicas entre católicos y protestantes causarán conflictos. En las
góndolas, son las mujeres las que crean tendencias. Las mujeres venecianas son independientes en
comparación con las del resto de Europa y usan el blanco, el oro o los damascos. En vez de los cuellos
cerrados de las españolas y los rígidos corpiños de hierro prefieren los escotes que muestran
generosamente el pecho.
El cabello es signo de prestigio y se llevaba el rubio veneciano. Se aclaran el cabello de un rojo
Tiziano aplicándose en el pelo y la orina de un joven virgen para obtienen unas mechas doradas.
Llevaban chapines de hasta 50 centímetros de alto cuyo objetivo estar por encima de las clases bajas e
ir acompañadas por servidores les ayudaban a mantener el equilibrio. Pintada por Veronese, La Bella
Nani, con su vestido de terciopelo muestra la elegancia de los tejidos venecianos.
En el palazzo hay una dinastía de tejedores que se remonta al siglo XVI. En ese momento el
terciopelo brocado aún no se puede reproducir industrialmente con esta calidad y se conseguirá
alcanzar una gran calidad con un número elevado de hilos por centímetro.
A finales del siglo XVI el hombre veneciano se alejará de los trajes masculinos de esa época y el
pantalón se convertirá poco a poco en una de las bases del atuendo masculino de hoy. Los vestidos
controlan y dan forma geométrica a la silueta natural del cuerpo.
Una de las características del vestuario de finales del siglo XVI, son las grandes colas de encajes que
son un fenómeno bastante extraordinario ya que para qué sirven esas enormes colas que llevan
hombres y mujeres Este trozo de muselina adornada con encajes va a alcanzar proporciones
asombrosas gracias a sus pliegues, onduladas, enormes y redondas en la corte de Enrique III.
Los grandes principios del vestido femenino fueron importados por catalina de Medicci. En primer
lugar está el guardainfante, ahora es mucho más amplio que va a reestructurar el cuerpo con unos
anillos laterales y con una estructura de mimbre de hierro o de ballena. Con los cuerpos enballenados
y los guarda infantes, la moda tiende a desnaturalizar totalmente la silueta femenina pero su apariencia
altiva no impide a estos caballeros hacerles corteses
2 insinuaciones.
Los hombres no tienen la costumbre del baño y solo se lavan con agua la cara y las manos así que
ponerse ropa limpia era una forma de lavado en seco. El hecho de que su ropa sea blanca muestra de
que su piel está limpia El blanco llevado como una segunda piel pronto se impone en todos los
guardarropas. Los cambios en la forma de los cuellos elegirá su campo el de la golilla que lleva su rey y
Luis XIII. Este nuevo cuello blanco revela un cambio de moda radical el estilo de capa y espada.
Los mosqueteros usan unos nuevos trajes denominados de estilo francés que son más deportivos,
Compuesta por un Jubón de talle redondo con hombreras, cuello plano, pantalones venecianos y
grandes botas esta moda seduce a gran parte del sector masculino europeo pero los duelos no son
sólo cosa de hombres, algunas mujeres liberadas de los guardas infantes y los corsés de ballena llevan
unas largas faldas plisadas con un sencillo corsé de encaje y también suelen usar las botas pero en
secreto. A cambio, si son desarmadas, deben dedicarse a hacer encaje de bolillos que se difunden por
medio de catálogos por toda Europa. Será símbolo de distinción social y deberán llevarse desde muy
pequeños a cualquier precio.
Los encajes blancos acabaron siendo confinados al cuello para destacar el rostro,tratando de
destacar los ojos.
Con la llegada al poder de Luis XIV, Francia descubre el absolutismo en la moda. Las trabajadoras
auténticas virtuosas de los bolillos crearán el punto de Francia que poco a poco impondrá su
monopolio, sin embargo, su coste es elevado. Para dar prestigio a los caballeros, los trajes franceses se
cubrirán con un exceso de bordados de inspiración naturalista.
Debido a la envidia de Luis XIV, al conocer los jardines Vaux-le-Vicomte ordenará encarcelar al
jardinero y fue entonces cuando mandó construir Versalles, los cuales, se convertirán en una fuente de
inspiración para los bordadores hecho que coincide con la aparición del pantalón vestir de gran
amplitud no dejan intuir la separación de las piernas es el último grito dando un nuevo giro a nuestra
idea de la virilidad. Los Rhinegrave son una especie de minifalda que se lleva sobre un calzón blanco del
cual se ve la parte baja con un conjunto de cintas que caían como si fuera un mandil, los encajes que se
encuentran en los puños y también bajo las rodillas.
El jubón se ha transformado en una especie de bolero que deja surgir los volantes de la camisa.
La moda de llevar peluca fue lanzada involuntariamente en 1633 por Luis XIV que había perdido
sus cabellos tras una enfermedad, luego nace un ceremonial muy particular, el empolvado.
En el siglo XVII había sido el de los hombres mostrando el aparato masculino con toda la
exuberancia y en el XVIII iba a ser el de las mujeres brillantes como la marquesa de Pompadour. A
finales de la primavera de 1768, algunas se pasean con una máscara para mantener la palidez de su
piel aprovechando el calor de un tímido sol. Está de moda de vestir colores vivos en contraste con su
piel. Estas damas se vuelven locas por las telas de algodón ligeras y coloridas que vienen de la india con
colores muy brillantes.
Cada clase social tiene su modo de vestir, cuanto más descendemos en la escala social más
modesta es la vestimenta. En cuadros en los que aparecen pobres nos muestran con vestidos de
colores entre el beige y el gris, también utilizaban a veces un rojo muy oscuro a menudo los vestidos
estaban tan desgastados que habían perdido todo rastro de color. Vestir con colores a mediados del
siglo XVIII es para gente rica.
Las parisinas deben sufrir los corpiños emballenados y ver sus caderas ensanchadas por
voluminosos miriñaques. En esta época también se impone el arte de levantar el pecho afinando la
cintura al máximo. Dos siglos más tarde el corsé seguirá estando de actualidad. El corpiño emballenado
aplasta el pecho y lo levanta pero no deja adivinar la forma mientras que el corsé levantara y acentuará
la forma, éste será más redondeado o estará más elevado más colocado hacia adelante o hacia los
lados según se desplace la cintura que será más alta o más baja según la época. Actualmente, los
corsés son los que deben adaptarse a la morfología del busto y no al contrario. Las mujeres empezaban
a utilizarlos a la edad de 10 o 12 años o incluso antes.
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Las mujeres de la época destrozaban su piel con el carbonato y un rubor muy marcado. y se
colocaban postizo de papel o de tela negra en ciertos lugares creando un código ya que cada posición
tenía un significado. Se maquillaban para ocultar sus rostros cansados por el trasnoche y el libertinaje.
La era del derroche de encajes y bordados acabará pronto pero la de la noche libertina acaba de
empezar.
El comerciante de moda pone en marcha todo el aspecto de la seducción y los vestidos y para ello
añade algo más que son los complementos, los numerosos adornos de los que dispone, los volantes los
perifollos, los millones pero. también se encarga de los zapatos y de los peinados puesto que el
comerciante de moda se encarga del cuerpo y de la cabeza. Tiene una doble función así que el aspecto
global de la persona está bajo la batuta de estos grandes directores del buen gusto que son los
comerciantes de moda del siglo SXVIII.
En 1783 María Antonieta posará con ese vestido relajado, lo que provocó un escándalo ya que en
esa época parecía que estuviese en ropa interior.
En la actualidad, diseñadores como Christian Lacroix también tiene el privilegio de crear peinados y
vestidos cuyos bordados seguramente habrían maravillado en esa época. El diseñador conjuga con
pasión la sofisticación de la silueta con la delicadeza del ser adapta la elegancia admirablemente
encorsetada a los deseos de la mujer de hoy.
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HISTORIA DE LA MODA: LA REVOLUCIÓN (S. XIX)
Los elementos de moda del siglo XVIII quedaron obsoletos debido a la modernidad británica y la
revolución.
Los hombres se preocupan por su imagen y las mujeres quieren usar pantalones.
Los ingleses llevaban unos ropajes más holgados y menos rígidos que los del estilo francés mostrando
así la situación política de cada país.
En Versalles los nobles usan pelucas empolvadas y encajes. Sin embargo, los aristócratas de una
monarquía constitucional de la cámara de los comunes de Londres muestran un porte relajado.
Además, el francés venía de la corte mientras que el inglés nace en el campo y las caballerizas.
Son dos estilos de vida opuestos. En 1789 inician las revueltas los sans-culottes (sin calzones) que
querían acabar con los privilegios de aquellos que vestían calzones y leotardos de seda.
Además de su famoso pantalón a rayas vestían un chaleco o una chaqueta la carmagnola y un gorro
frigio que ya llevaban las esclavas liberadas en tiempos de la antigua Roma.
En las cárceles durante el reinado del terror son muchos los que esperan ser ejecutados. Más tarde, a
pesar de la pesadilla que habían vivido, las aristócratas deciden llevar el pelo corto por primera vez en la
historia convirtiéndose en moda.
Después de la revolución, se desarrolla el deseo de una nueva belleza inspirada en la antigua
Roma.
Las mujeres se aseaban con agua de frutas de flores de tomillo y comienzan a desmaquillarse y usan
cosméticos más suaves.
A comienzos del siglo XIX, los franceses se interesaron en el estilo inglés que se está instalando e
incluso afecta en su lenguaje que parece que pretendan imitarles. visten inmensas corbatas y calzones
que dan la impresión de tener las piernas torcidas para evitar ser reclutados por los ejércitos contra la
monarquía.
Los vestidos sutilmente entallados bajo el pecho inspirados por la estética de la antigua roma que
hace crecer a la mujer. Son de gasa o crespón vaporosos, sencillos y ligeros por lo que se dará
importancia al chal. Después de la coronación del emperador las vestiduras serán más ostentosas y
será mucho.
Cuando en 1807 el mariscal daba alto dignatario del imperio recibe en su palacio embajadores y ha
sido prohibida la importación de chales y la nueva nobleza del imperio debe adquirir ropas de
terciopelo o cubiertas de bordados fabricados en talleres franceses. En este periodo de bloqueo con
Inglaterra hay que dar paso a las alianzas.
La moda masculina tiene una apariencia más se desmarca de la elegancia inglesa que ya no se
considera distinguida. Desde la instauración del imperio el uniforme militar influenciar a el traje civil
hasta la caída del imperio. El atuendo es mucho más estricto está más pegado al cuerpo y como hay
que tener un aspecto gallardo se refuerzan los hombros se adopta la utilización del llamado sombrero
de estilo francés él bicornio y se cambia los zapatos con hebilla por las botas.
Por el momento lo único que importa es ampliar el imperio. Nunca una guerra había movilizado a
tantos hombres ni los uniformes militares habían sido tan sofisticados.
Existen talleres con más de 50 años de tradición y conservan una colección única de bordados.
Actualmente el atelier Lesage colabora con Christian Lacroix o John Galliano y sus creaciones arte. Por
ello Karl Lagerfeld, no concebía la moda sin bordados y sin Lesage.
Los bordados se caracterizan por la atemporalidad. Mientras Napoleón entabla su última batalla
contra las tropas inglesas no imagina que con ella se acabarán los tiempos en los que las guerras eran
auténticos desfiles de moda a escala europea el gran ejército es como un desfile de moda que sirve
para hacer la guerra además en aquella época un código de colores en los campos de batalla ya que
cada país vestía de un color. Napoleón quería cambiar de azul a blanco por cuestiones económicas
Pieles, cuero lana y metal componen los uniformes que los reclutas adquieren ellos mismos y suelen
modificar según sus gustos poseían una leve protección. Waterloo también significa la victoria del estilo
británico que reinará sobre la elegancia masculina.5
La evolución hacia el traje de tres piezas por unos combatientes con la caída del imperio en 1815
el gentleman inglés impone definitivamente su estilo por toda Europa.
Después de dos décadas de conflictos bélicos, Europa se encuentra en paz y la burguesía
prosperaba y adoptaron una silueta vertical y gallarda que mostraba seguridad. Por otro lado, el vientre,
se mostraba como objeto de orgullo Burgués. a partir de 1830 está de moda el romanticismo.
Las jóvenes peinadas al estilo de la belle ferronnière como en la época medieval, juegan con
diferentes tipos de manga que impiden movimientos libres y vuelve el corsé o los tejidos semirrígidos
volviendo a la mujer hierática. Durante 1830 se acabó con la ligereza la sencillez y la sensualidad de la
moda del primer imperio.
La condesa defendía el aspecto masculino de Georgetown practicando equitación ya que era era
la única excepción a las reglas de etiqueta de Napoleón. Algunas mujeres sueñan con los pantalones y
los jóvenes trabajaban el ideal dandy: la correcta colocación de una cinta de muselina.
El nudo de la corbata ha sido inspirado por un inglés que ha elevado la elegancia a la categoría de
arte. Llevan trajes de muy buenos materiales pero sin aparentar que son nuevos. Varias personalidades
conservaron el espíritu dandy hasta finales del siglo XIX cuya capital de la elegancia era Londres se
convirtió de alguna manera en la capital mundial de la elegancia masculina fue gracias a sus sastres. En
1804 aquí se desarrolla la idea del traje completo sin cambios pero ganando en ligereza sin perder en
rigor y manteniendo tonos oscuros.
Henry Poole es una marca única para aparecer elegante y serio a la vez sin perder el sentido del
humor. A mediados del siglo XIX, la creación textil entra en una nueva era especialmente gracias a la
aparición progresiva del telar de jacquard. La idea consiste en utilizar tarjetas perforadas para
programar un trabajo complejo y repetitivo. la distribución de las perforaciones provoca un movimiento
en el lugar preciso que permite separar el hilo y tirar de la lanzadera para tejer. Con esta idea de
programación binaria se reduce el tiempo de producción pero elimina puestos de trabajo, provocando
revueltas obreras.
La confección vuelve a sufrir un nuevo progreso con la aparición de la máquina de coser y con la
multiplicación de los primeros grandes almacenes parisinos. Estos refugios de placer van creciendo al
mismo tiempo en Inglaterra y EE.UU y cambiaron las costumbres del vestir y de comprar ya que se
tendrá al alcance mayor variedad de vestidos que en un taller .Charles Frederick Worth, creador del
vestuario de la emperatriz, tiene una idea revolucionaria, hacer que unas mujeres parecidas a ella lleven
directamente sus nuevos modelos para imaginarse con ello puesto. Tiene un particular interés por la
idea de la silueta completa y odiaba la crinolina aunque no llegó a conseguir que se dejase de usar. Al
precio de la confección añade el de la exclusividad de sus tejidos pasando de ser artesano a creador de
su marca y de alta costura.
El volumen de estas estructuras en forma de jaula con aros de las faldas alcanzará su apogeo
llegando a alcanzar los tres metros y medio de diámetro y luego disminuye para facilitar los
movimientos. Las crinolinas serán reemplazadas por estilos menos voluminosos pero complejos de
llevar y de confeccionar. En 1885 ya sea en la bahía de sol o en el resto de Europa el ritmo del espíritu
de estos tiempos viene marcado por la máquina de vapor uniendo núcleos urbanos y el campo gracias
a la locomotora. La moda muestra la fragmentación de las clases sociales. Se ve claramente en la
calidad de los tintes. La elegancia masculina cada vez adquiere tonalidades más oscuras y empieza a
eliminar los cortes entallados.
El hombre se interesa por los chaqués. Estas dos prendas que son las precursoras de la actual
americana masculina tienen un punto en común, conjugan un corte recto en el que concentran toda la
atención en remarcar los hombros, esta mutación marca una evolución en la concepción del traje de
hombre. Aunque los trajes masculinos dan plenos poderes a la libertad de movimiento las mujeres
seguían encorsetadas y con silueta en ”S”.
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A partir de la década de 1890 la silueta, se hace cada vez más recta hasta que literalmente se
convierte en una “Y”. A finales de siglo el corsé se sigue imponiendo una postura arqueada, la falda lisa
en la cintura se abre en corola hacia el suelo. Se desplazan en calesa pero el éxito de la bicicleta iniciará
el paso para liberar a las mujeres. de las ropas inútiles y el uso de las faldas pantalón se multiplicaron
en el siglo XX.
A principios del siglo XXI, John Galliano siempre sabe sacar lo mejor de la elegancia del siglo XIX,
quiso transformar el traje de tres piezas mediante cortes desestructurados. El siglo XIX también era una
fuente de inspiración para Karl Lagerfeld en Chanel garantiza la elegancia con detalles masculinos y sin
volver a la silueta “S”, él era partidario de mostrar las curvas sin caer en la incomodidad. Todo tiene que
evolucionar pero manteniendo el espíritu de mujeres elegantes e inteligentes. A principios del siglo XX el
traje de tres piezas se convierte en el arquetipo del vestuario masculino mientras que el guardarropa
femenino sufrirá cambios más relevantes obteniendo libertad. Todos los códigos de etiqueta que
estuvieron en vigor durante siglos, destrozarán la alta costura y después el prêt à porter cambiará el
mundo de la moda.
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