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ACONITUM NAPELLUS CLASE

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ACONITUM NAPELLUS
• Si una palabra define la acción y la naturaleza del
medicamento homeopático Aconitum esta es INTENSIDAD.
Aconitum es un medicamento de situaciones intensas, tanto
en lo agudo como en lo crónico. En Aconitum nada es
templado, ligero, leve. En los cuadros agudos que podremos
tratar con él hemos de esperar siempre síntomas brutales,
violentos y…
• Aconitum es un medicamento de situaciones intensas,
tanto en lo agudo como en lo crónico. En Aconitum nada es
templado, ligero, leve. En los cuadros agudos que podremos
tratar con él hemos de esperar siempre síntomas brutales,
violentos y cargados frecuentemente de un estado
emocional de ansiedad y miedo muy marcados.
• Aconitum es un medicamento de situaciones extremas que
puede ayudarnos tanto en un golpe de calor o
deshidratación como en las consecuencias de una
exposición brutal a un frío intenso. El otro día en la consulta
me acorde del medicamento. Unos pacientes recibieron una
llamada de su veterinario para decirles que su perro
acababa de morir de un golpe de calor. Se lo habían dejado a
unos amigos el fin de semana, un fin de semana
extremadamente caluroso, y en el monte se insoló y esa
tarde empezó a convulsionar y lo demás ya lo conocéis. Es
muy posible que unas dosis de Aconitum esa misma tarde
hubiera hecho posible otro desenlace.
• En mi botiquín de viaje y montaña Aconitum es un fijo
porque son muy frecuentes las situaciones en las que este
medicamento homeopático puede ser útil y, sobre todo,
porque serán la mayoría de ellas situaciones que la persona
podrá llegar a vivir con gran angustia, incluso con miedo a
morir por la intensidad y la violencia de los síntomas.
1
•
Tratamiento del miedo con Aconitum
•
El Dr J. T. Kent decía que “la razón por la que Aconitum es tan a menudo remedio de niños es porque a menudo están
enfermos de miedo”.
•
El acónito es la planta más peligrosa y mortífera con una acción brutal y violenta. Encarna el concepto de muerte y, más
en concreto, el sentimiento de miedo a la muerte. Por eso mismo Aconitum será uno de los medicamentos más útiles en
todas esas situaciones en las que la persona sienta una sensación de alerta extrema, acompañada de una gran angustia y
agitación en los cuadros agudos o de una tensión emocional y ansiedad intensas en las situaciones más crónicas.
•
Aconitum nos ayudará en las crisis de pánico bruscas e intensas, como si la vida de la persona llegara a estar en peligro.
Hay gran agitación física, angustia emocional y pueden aparecer síntomas de somatización como taquicardias, dolor en el
pecho, contracturas musculares o neuralgias diversas.
•
Pero Aconitum también es un gran medicamento de estrés, en el sentido más real del término, que genera en la persona
una sensación de tensión crónica intensa que puede manifestarse en un estado de permanente angustia, preocupación y
alerta vital con momentos de agitación intensa y crisis de pánico.
•
En Aconitum hay un miedo extremo que lo domina todo y a partir de ahí se genera un estado basal de tensión nerviosa y
alerta constante con una marcada hipersensibilidad emocional e, incluso, sensorial. Cualquier emoción intensa, noticia o
enfermedad pueden despertar en la persona esa angustia como de muerte inminente que lo domina.
•
Este estado de miedo que se instala en la persona puede estar ocasionado por cualquier circunstancia en su vida que le
haya podido hacer sentir una “experiencia de muerte inminente” como un gran susto, un accidente, una operación o una
enfermedad grave.
•
Estas experiencias pueden sensibilizar a la persona y generar, a partir de ese momento, un estado emocional alterado, a la
manera que hemos comentado, pero además estas experiencias violentamente traumáticas pueden también ser el origen
de trastornos físicos. Así, Aconitum será un gran medicamento de diarreas, insomnio, pérdida de la regla, dolores
neurálgicos intensos o subidas de la tensión arterial, por poner algunos ejemplos, tras sufrir un gran miedo.
•
Quiénes son las personas más sensibles a Aconitum?
•
Hay que tener en cuenta algo muy importante a la hora de pensar en este medicamento homeopático y es que, aunque
la persona no haya pasado ninguna experiencia cercana a la muerte, por entendernos, puede vivir y sentirse con un grado
de tensión y de angustia como si lo hubiera vivido.
•
Es decir, va a haber personas que ante las situaciones más o menos normales de la vida, por su propia estructura de
carácter, van a tender a experimentar una respuesta emocional totalmente sobredimensionada, como si les fuese la vida
en ello.
2
•
Este tipo de personas suelen tener unos rasgos que las definen y que nos pueden hacer pensar que Aconitum podría
ayudarlas en las distintas circunstancias y enfermedades de su vida:
•
Suelen ser personas vigorosas, calurosas y congestivas.
•
Personas nerviosas que parecen querer prevenirlo y anticiparse a todo.
•
Con prisa y preocupación permanente.
•
En alerta constante como para hacer frente a cualquier eventualidad inminente.
•
Hiperactividad y agitación constante, siempre estresados.
•
Precipitados, impacientes, impetuosos.
•
Muy excitables, se sobresaltan por los ruidos o el más pequeño susto.
•
Muy sensibles tanto a nivel sensorial (ruido, música, luces, dolor) como emocional, con cóleras violentas por pequeñeces
o si se les contradice.
•
Pueden tener muchos miedos y fobias: a la muerte, a hacerse daño, a los accidentes, al futuro, a las desgracias, a los
ruidos, a los desconocidos, a las multitudes, a la oscuridad…
•
Tendencia a procesos agudos de aparición brusca y de gran intensidad, acompañados en muchos casos de ansiedad y
agitación.
•
Tendencia a fenómenos congestivos y cardiovasculares de tipo funcional (taquicardias, sofocos, crisis hipertensivas…)
•
Tendencia a contracturas musculares y dolores sobreagudos sobre todo de tipo neurálgico.
•
Con todo esto es fácil entender que, a veces, pueden resultar personas un poco contradictorias, paradójicas, con
reacciones valerosas y audaces por momentos a pesar del miedo profundo que gobierna sus vidas. Hay que recordar
siempre que las personas sensibles a Aconitum serán personas con un nivel de energía muy alto, muy reactivas y
poderosas en cuanto a recursos físiológicos.
•
Indicaciones clínicas. ¿Cuándo usaremos Aconitum?
•
Las enfermedades que vamos a tratar con Aconitum van a ser siempre procesos que se manifiesten con intensidad,
incluso con violencia. Nunca serán cuadros que aparezcan lentamente en el tiempo ni que se manifiesten de forma suave.
En ocasiones el origen de estos cuadros podrá estar relacionado con alguna experiencia emocional muy traumática para la
persona o también con alguna situación física extrema como una exposición brutal al frío o al calor.
•
Algunas de las situaciones más habitualmente atendidas con Aconitum:
•
Enfermedades agudas de garganta, nariz y respiratorias. Laringitis, resfriados, síndromes gripales y catarrales, otitis,
amigdalitis, sinusitis agudas, bronconeumonías.
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• En las ocasiones en las que aparezca fiebre ésta será también de aparición brusca, elevada y con
el paciente congestionado y seco, sin sudoración. Es habitual que esté muy sediento y ansioso.
• Gastroenteritis agudas con diarrea y fuertes dolores cólicos, frecuentemente tras una exposición
a frío intenso (bañarse en un río de montaña) o tras comer alimentos muy fríos.
• Golpes de calor, insolaciones, con el paciente muy congestionado y sin que haya podido romper
a sudar.
• Neuralgías con dolores extremos que suelen acompañarse de sensación de hormigueos y
entumecimiento en la zona.
• Crisis cardivasculares del tipo, angina de pecho, taquicardias o crisis hipertensivas que se
manifiesten de forma sobreaguda, intensa y acompañado de miedo, agitación y ansiedad.
• Insomnio con despertares a media noche con la persona ansiosa, agitada. Es frecuente que
también pueda acompañarse de sofocos y sensaciones congestivas. Al despertar a menudo la
persona puede recordar algún mal sueño.
• Recuerdo el caso de un niño que vino a consulta por cambios en el comportamiento, pero, sobre
todo, para tratarse de un insomnio instalado tras ser mordido por un perro. La mordedura no fue
grave pero el susto que se instaló en el niño lo tenía muy alterado. Aconitum lo resolvió.
• Pérdida de la regla repentina tras la exposición a un frío intenso o tras un susto. Las cistitis
violentas tras frío intenso también podrán responder a Aconitum.
• Crisis de pánico y situaciones de estrés crónico intenso.
• Tras partos difíciles vividos con miedo intenso y ansiedad. Gran medicamento homeopático para
los recién nacidos con sufrimiento fetal severo.
• En muchas de estas situaciones Aconitum será suficiente para superar la dolencia en cuestión,
pero en otras, como en algunas infecciones o en crisis cardiovasculares, tendremos que pensar
en otros medicamentos e, incluso, en acudir a urgencias lo más rápido posible dada la intensidad
de algunos de estos cuadros.
• En estos casos en los que vayamos a necesitar el apoyo de otras medidas médicas de
tratamiento, usaremos el Aconitum mientras éstas llegan, pudiendo esto condicionar en gran
medida el pronóstico del paciente. Pienso en el perrillo de mis pacientes si hubiera podido
tomar Aconitum desde el primer momento de su golpe de calor.
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• Resumen sobre Aconitum
• Aconitum es un medicamento homeopático conectado con
la experiencia de la muerte y con el miedo que puede
despertar en cualquiera de nosotros.
• Aconitum es un medicamento de situaciones intensas,
extremas, sobreagudas en personas habitualmente
vigorosas y congestivas, capaces de movilizar toda su
energía de forma rápida e intensa como si quisieran escapar
de la muerte.
• Pensaremos en Aconitum siempre que el origen de estas
dolencias sobreagudas se relacione con una experiencia
vital traumática o un estímulo físico brutal.
• El miedo a Aconitum le activa, le moviliza para huir o
enfrentarse a él, aun estando sumido en la angustia y la
agitación. Otros medicamentos de miedo, como Opium o
Gelsemium, ayudarán más a las personas a las que el miedo
tienda a paralizarlas.
• Aconitum es un gran complementario de Sulfur en sus
dolencias físicas agudas y de Causticum cuando sus miedos
se disparan.
• Para la Dra López Vallespir, “[…] Aconitum es un remedio de
sujeto confuso que no vive en la realidad, sino en un
presente imaginario hecho de amenazas, de peligros
inmediatos, de ahí su miedo a la muerte inminente y sus
crisis de pánico”.
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•
Síntomas característicos
•
1. Inquietud: ansiosa, con angustia, por dolor, revolviéndose en la cama, antes de dormir, impulsándolo de
aquí para allá, interna, por miedo, alternando con estupor o con inconciencia, durante el escalofrío y el calor
febril y la transpiración, durante la metrorragia, antes y durante la menstruación, durante el embarazo y el
parto, en niños (durante la dentición), con molestias en los dientes, al anochecer, de noche, antes de
medianoche.
•
“La inquietud se encuentra en todos los casos que requieren este remedio y el paciente no podrá mantenerse
quieto, sino que estará moviendo continuamente un brazo o una pierna, retorciéndose y dando vueltas en la
cama, o estrechando las ropas de la cama de tal manera que le queden completamente pegadas al cuerpo”
(Pierce).
•
Nash dice que los tres medicamentos más inquietos de la materia médica son: Aconitum, Arsenicum y Rhus
toxicodendron, lo que él llama el “trío de la agitación”, y que “la agitación de Aconitum se encuentra, más a
menudo, durante las temperaturas elevadas de fiebres continuas o inflamatorias”.
•
2. Temor a la muerte: predice la fecha o el momento de su muerte, de muerte inminente, de que morirá
pronto, con locuacidad, después de dormirse, durante el embarazo y el parto, en el aborto, antes y durante y
después de la menstruación, durante la hemorragia uterina, con prolapso de útero, durante síntomas cardiacos,
durante una angina de pecho, durante la hemoptisis, durante las convulsiones, la fiebre, la transpiración.
•
Tiene pensamientos de muerte, presentimientos de muerte (predice el momento de su muerte), sensación de
muerte, sensación como si se estuviera muriendo, y otros temores relacionados con la muerte como: a la
sofocación o asfixia, en un lugar estrecho (claustrofobia), de túneles, en una multitud, a los espacios abiertos
(agorafobia), de que algo sucederá, de accidentes, de caer, cruzar la calle, de la oscuridad, de la gente, de estar
solo, de la cama, de una enfermedad inminente, de una enfermedad del corazón, de desmayarse.
•
“El miedo se dibuja sobre su semblante y tiene una abrumadora obsesión hasta el punto de pensar
principalmente que debe morir; esto debe significar muerte que él teme. El enfermo dice: «Doctor, todo es
inútil, voy a morir». Muchas veces predice, en realidad, el momento o la hora de su muerte. Si hay un reloj en
la habitación dirá que cuando el horario alcance determinado punto, será cadáver. Cuando vemos este temor
intenso, esta terrible ansiedad, gran inquietud, la violencia y la brusquedad de estos ataques, tenemos tal vez
un caso de Aconitum” (Kent).
•
“Una característica dominante de este remedio, porque se halla casi siempre presente cuando Aconitum está
claramente indicado, es el miedo, especialmente el miedo a la muerte, pero también miedo a cruzar la calle,
miedo de ir a reuniones, miedo de que ocurra algo, miedo siempre presente, indefinible, irrazonable. Ningún
otro remedio lo tiene en tal grado. Este miedo es, tanto como el dolor, lo que provoca en el paciente esa
intensa y angustiosa agitación” (Nash).
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• 3. Agravación en tiempo: frío seco, frío húmedo, ventoso y tormentoso, y por cambio de tiempo de
caliente a frío. Agrava por el frío, por el aire frío, por el viento frío, por el viento frío y seco, en los
días calientes con noches frías, después de enfriarse, al enfriarse durante la transpiración, con
tendencia a resfriarse después de coger frío.
• “Ningún otro remedio tiene en forma tan marcada inflamaciones agudas provocadas por el aire frío
y seco. De veinte casos de crup provocados por una exposición al aire frío y seco, diecinueve serán
curados por Aconitum. Vivo en un lugar donde abunda el crup y he tenido frecuentes oportunidades
para verificar esto. Esta exposición al aire frío y seco también puede dar lugar a pleuresía, neumonía
o procesos reumáticos y estas afecciones, como es de esperar, están casi invariablemente
acompañadas de la alta fiebre, la angustia, la agitación y el miedo tan característico de este
remedio” (Nash).
• 4. Manifestación súbita de los síntomas. En el repertorio se encuentran los siguientes síntomas
súbitos de Aconitum: miedo, cólera, desmayo, debilidad, escalofrío, congestión de la sangre,
coloración roja de la cara, pérdida de la visión, dolor, dolor en miembros inferiores, urgencia de
orinar e inflamación de los pulmones.
• “Semeja en su acción a una gran tormenta, llega, destruye y desaparece. Recordaremos que los
individuos vigorosos y pletóricos cuando se resfrían se enferman con gran violencia, mientras que los
débiles, enclenques y enfermizos se enferman y restablecen lentamente de los casos agudos. Por
esto y por el examen de los efectos repentinos de Aconitum, será muy fácil ver que las personas que
sufren las enfermedades de esta sustancia son individuos vigorosos y pletóricos. Aconitum no tiene
en su naturaleza ninguno de los resultados que usualmente siguen a la inflamación. La tormenta
desaparece tan rápidamente que parece que se ajusta principalmente a las condiciones o estados
primeros o más tempranos. El paciente parece estar amenazado de muerte violenta y repentina,
pero el restablecimiento es rápido. Es apropiado o conveniente a los padecimientos que vienen
repentinamente por el tiempo muy frío de la mitad del invierno y por el calor muy intenso de la
mitad del verano. Tiene los padecimientos del pulmón y del cerebro propios de la mitad del invierno
y las inflamaciones del intestino y desordenes gástricos de la mitad del verano. Podemos encontrar
pruebas de su brusquedad y violencia en cada órgano del cuerpo: cerebro, pulmones, hígado,
riñones, sangre, etc.” (Kent)
7
•
5. Inflamaciones: agudas, febriles, en su primera etapa. Inflamación interna, externa, de las articulaciones,
huesos, membranas serosas, membranas mucosas, nervios, de vasos sanguíneos, ganglios. Inflamaciones en
todos los órganos del cuerpo: meninges, cerebro, ojo, oído, nariz, cara, boca, garganta, amígdalas, estómago,
abdomen, vejiga, riñones, pene, testículos, vagina, ovarios, útero, mamas, laringe, bronquios, pulmones, pleura,
corazón (endocardio y pericardio) y piel. Inflamación después de una operación y de heridas.
•
“La costumbre que tanto prevalece de alternar Aconitum con Belladona en el tratamiento de las afecciones
inflamatorias, es insensata. Detengámonos por un momento para señalar algunas de las diferencias de
importancia diagnóstica entre estos dos remedios. Ambos tienen gran calor de la piel, pero Aconitum presenta
característicamente piel caliente y seca, sin nada de sudor; Belladonna tiene mayor calor aún en la superficie
cutánea, pero presenta transpiración en las partes cubiertas. Aconitum se mueve de un lado a otro con angustia y
gran miedo a la muerte; Belladonna con frecuencia tiene semiestupor, sacudidas y contracciones espasmódicas
durante el sueño. Aconitum experimenta una gran molestia en el corazón y en el pecho; en Belladonna todo
parece concentrarse en la cabeza. Aconitum teme a la muerte sin mucho delirio; Belladonna tiene miedo de cosas
imaginarias, con delirio. De esta manera podríamos seguir dando elementos de diferenciación. Cualquiera que
comprenda el arte homeopático de curar no alternará jamás estos dos remedios” (Nash).
•
6. Dolor: intolerable, está fuera de sí, con inquietud, excitación nerviosa, angustia, miedo, gritos, irritabilidad,
rabia, confusión mental, insania, desmayo, adormecimiento (o entumecimiento) y trastornos de la circulación de
la sangre. Aparece súbitamente, agudo, y principalmente de tipo punzante, dolorido, como por un golpe, presivo
(como por una carga), ardiente, desgarrador, como raspado, rasgante, cortante, como un relámpago. Dolor en
músculos, huesos, cartílagos, articulaciones, ganglios, neurálgico, en cualquier parte del cuerpo, en afecciones
cancerosas, después de amputación.
•
“Si tuviéramos que nombrar los tres remedios principales del dolor, ellos serían Aconitum, Chamomilla y Coffea.
Los dolores de Aconitum van siempre acompañados de la extrema agitación, ansiedad y miedo de este remedio.
El paciente se mueve, angustiado, de un lado a otro, no puede soportar el dolor, ni soportar que lo toquen, o que
lo destapen. Los dolores son intolerables y generalmente empeoran en la primera parte de la noche o durante
toda la noche. Además, en Aconitum encontramos a menudo, alternando con los dolores o a veces también
concomitantemente con ellos: adormecimiento de la piel, pinchazos y hormigueos” (Nash).
•
“Gritos por dolor. Esto se encuentra en todo el remedio. Los dolores son cortantes, punzantes, como una
puñalada. La intensidad de los sufrimientos de Aconitum es notable, de manera que si se presenta una neuralgia
esta es intensa… Otro síntoma que se encuentra en todo el remedio es ardor, que será descriptivo de todo dolor.
Ardor en la cabeza, ardor en el trayecto de los nervios, ardor en la espina dorsal, ardor en las fiebres, algunas
veces ardor como si estuviera cubierto con pimienta” (Kent).
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•
7. Fiebre: intensa, ardiente, con escalofrío acompañado o seguido de calor febril, y calor seco, transpiración
ausente, interna o externa, con deseo de desvestirse, de un lado: con una mejilla roja y caliente, la otra pálida y
fría, remitente, recidivante, continua eruptiva, inflamatoria, catarral, eruptiva (escarlatina, sarampión, después
de la viruela), gástrica, biliosa, por dolor, por gusanos, reumática, en niños infantes, durante la dentición,
durante la menstruación, puerperal, al anochecer, por la noche, durmiendo. Con ansiedad, miedo (de la
muerte), inquietud, excitación, sobresaltos por el sueño, quejidos durmiendo, gritos, malhumorado, delirio,
desmayo, inconciencia, debilidad, temblor, pulso frecuente, y dolor en músculos.
•
“El acceso generalmente es violento y está caracterizado por un marcado escalofrío, o alternando escalofrío y
fiebre, siendo notable especialmente el primero al moverse, o cuando la ropa se separa del cuerpo, lo cual
produce escalofrío que sube y baja en la espalda. Siguiendo al escalofrío tenemos fiebre con frecuencia alta y
esténica en tipo, acción del corazón acelerada, cara encendida, piel caliente y seca, y sed… Cuando la piel está
húmeda o el paciente ha empezado a sudar, el uso de Aconitum ha pasado, a pesar de que la temperatura
permanezca muy alta” (Pierce).
•
“Lo encontramos indicado en las fiebres genuinamente inflamatorias del tipo llamado sinocal o esténico
(términos se aplican a las fiebres que no tienen carácter debilitante o asténico), tal como las que provienen de
la exposición a los vientos fríos y secos, después de un calor excesivo; por enfriarse repentinamente cuando se
está caliente y sudando, etc. Los síntomas de las fiebres que reclaman el uso de Aconitum son los siguientes:
piel generalmente caliente y seca; pulso duro, lleno y rebotante; la fiebre va siempre acompañada de ansiedad.
El sudor que sigue a la fiebre es generalmente crítico y produce mejoría de todos los síntomas; es abundante,
tibio y aun caliente. El tipo de la fiebre que produce Aconitum es continua y no intermitente o remitente; no
tiene ningún síntoma en su patogenesia que lo indique en estos casos. Comienza con estremecimiento o
escalofrío, produce luego calor seco y continúa hasta el sudor que trae mejoría; cuando ha terminado la fiebre,
ha terminado también el terreno de acción de Aconitum. Este no reproduce la repetición típica de los accesos
febriles. De aquí que no pueda prescribirse Aconitum en la fiebre intermitente. Está demostrado que Aconitum
no produce ninguna alteración en la calidad de la sangre; de aquí que no se pueda esperar que esté indicado
en cualquier tipo de fiebre en que hay toxinas en la sangre, alterando este fluido, modificando los glóbulos
rojos o en cualquier forma cambiando su calidad. Aconitum no tiene relación de ninguna especie con la fiebre
tifoidea” (Farrington).
•
8. Sequedad de la piel y de las mucosas. Piel seca: ardiente, durante la fiebre, de partes aisladas, incapacidad
para transpirar. Sequedad de las mucosas: sequedad de partes internas usualmente húmedas, del ojo, nariz,
labios, boca (con o sin sed), lengua, paladar, garganta, esófago, laringe, tráquea y vagina.
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•
9. Congestión de sangre, súbita, extendiéndose hacia arriba, de partes aisladas. Congestión en: cabeza, cara, nariz,
abdomen, riñones, próstata, ovarios, útero, pecho (corazón, pulmones, mamas) y columna. Congestión en la cabeza:
con ansiedad, con calor y rubor en la cara, con epistaxis, con dolor en los dientes, durante el escalofrío y la fiebre, por
menstruación suprimidas, antes y durante la menstruación, durante la rabia, durante la tos, por exposición al sol.
•
“En la meningitis o en la congestión cerebral, que sobreviene por haber sido expuesta la cabeza a los rayos directos
del sol, especialmente durante el sueño, Aconitum será el remedio, siendo en esto superior a Glonoinum y
Belladonna, debiendo preferírseles en cambio, en la insolación en condiciones ordinarias. También Aconitum puede
ser usado cuando la congestión cerebral es el resultado de un ataque de cólera” (Farrington).
•
“Crisis hipertensivas a menudo sobreviniendo por un susto o sin razón evidente, con pulso lleno, duro y rápido; con
agravación o aparición a medianoche; acompañadas de palpitaciones o precordialgias, sensación de plenitud cefálica
o de algo que hirviera en la cabeza, que está caliente; con gran agitación o inquietud, ansiedad y miedo a morir”
(Vijnovsky).
•
Síntomas importantes
•
1. Trastornos por susto, como: ansiedad, sobresaltos, timidez, cólera, catalepsia, convulsiones, corea, desmayo,
temblor, escalofrío, insomnio, vértigo, dolor de cabeza, dolor de estómago (ardiente), diarrea, perdida de la voz, tos,
palpitaciones, retención de orina, aborto, loquias suprimidas, menstruación suprimida, dismenorrea, metrorragia;
trastorno por susto antiguo, al ver un accidente, con temor permanente.
•
“Aconitum es un remedio para los trastornos inmediatos o alejados causados por un susto. El paciente ha recibido un
susto mientras estaba en la oscuridad y desde entonces siempre siente miedo de ella. Como consecuencia del susto
sobrevienen vértigos o desvanecimiento, temblor, amenaza de aborto o supresión de los periodos menstruales. De
igual modo puede producirse ictericia y convertirse en crónica” (Nash).
•
2. Parálisis: histérica, indolora, después de apoplejía, reumática, paraplejia, de un lado, de órganos. Se presenta en:
ojo (de los párpados, músculos oculares, nervio óptico), nervio auditivo, cara, lengua, garganta, recto (esfínter del
ano), vejiga, laringe, pulmón por congestión, y extremidades.
•
“Aconitum produce parálisis, que puede fácilmente ser recordada porque va acompañada de frialdad,
adormecimiento y hormigueo. A menos que haya hormigueo en la parte afectada, raras veces se encontrará indicado
Aconitum; la paraplejía puede ceder al uso de Aconitum, si hay esta frialdad característica de los miembros y el
hormigueo. Podemos hacer uso de Aconitum en las diversas formas de parálisis local, como la parálisis facial, cuando
va asociada a los síntomas antes mencionados, y cuando se atribuye a la exposición a los vientos fríos y secos. Pero
esta parálisis nunca es de origen orgánico” (Farrington).
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•
3. Dolor de cabeza: enloquecedor, como si perdiera los sentidos o se volviera loco, como si le tiraran del pelo,
como por congestión, ardiente, punzante, pulsante, presivo, después de susto, después de excitación emocional,
al hablar, por corriente de aire, por viento frío, después de coger un resfriado, por exposición al sol, calentándose,
al envolverse la cabeza, por contacto, durante la coriza, por coriza suprimida, durante la dentición, antes de la
menstruación, mejora al cerrar los ojos.
•
“Los dolores de cabeza con dificultad pueden describirse, tal es la violencia con que se presentan. Ardor
desgarrante en el cerebro, en la piel del cráneo, acompañado de temor, fiebre y angustia; dolor de cabeza por
resfriarse, por supresión de un catarro nasal. En los individuos pletóricos el catarro se retiene repentinamente,
por resfriarse, por pasear en el viento frío y seco, tal como se encuentra en los climas del norte en mitad del
invierno” (Kent).
•
4. Dolor en la cara: por viento frío y seco, pulsante, punzante, reumático, neurálgico, neuralgia del trigémino.
Calor: en las mejillas, un lado frío y el otro caliente, durante la ansiedad, la cefalea y la fiebre. Hinchazón,
inflamación, sensación como si la cara estuviera agrandada, hormigueo, parálisis. Coloración roja: alternando con
palidez, circunscrita durante la fiebre, erisipelatosa, durante la fiebre, con dolor de dientes. Expresión: ansiosa,
aterrorizada, sufriente, demacrada.
•
“La neuralgia (prosopalgia o neuralgia del trigémino) en que Aconitum está indicado es producida por la
exposición a los vientos fríos y secos; será de mayor utilidad cuando hay violenta congestión de la parte afectada,
que generalmente es la cara; ésta se enrojecerá e hinchará; los dolores llevan al paciente casi hasta la
desesperación; hay generalmente hormigueo en la región afectada” (Farrington).
•
5. Inflamación de los ojos: aguda, por viento frío y seco, catarral (por frío), por cuerpos extraños, en bebes. Dolor
en los ojos: ardiente, dolorimiento, como por arena, como por cuerpo extraño, punzante por movimiento, durante
el escalofrío, reumático. Sensación de agrandamiento, hiperemia, coloración roja (después de traumatismos),
catarro, es difícil abrir los párpados, fotofobia, trastornos conjuntivales, ulceración de la córnea, después de una
operación.
•
“Aconitum sufre de una inflamación tan repentina de los ojos, que se asombra uno de que tal estado haya venido
en tan corto tiempo. Los ojos están hinchados sin secreción ninguna, o solo moco muy acuoso. Las inflamaciones
repentinas que producen secreción espesa nunca indicarán Aconitum” (Kent).
•
“Presta servicios en las conjuntivitis consecutivas a las operaciones quirúrgicas o que son resultado de la
presencia de un cuerpo extraño en el ojo. También está indicado en las afecciones inflamatorias de los ojos que
provienen de la exposición a los vientos fríos y secos. Hay sensación de calor, resequedad y ardor. Los ojos se
sienten como si estuvieran llenos de arena y excesivamente sensibles; los dolores son tan intensos que el paciente
desea morir, declara que no puede resistirlos; este dolor se agrava cuando la parte afectada se mueve o es tocada.
La fotofobia es intensa, las pupilas están contraídas y hay un círculo azul alrededor de la córnea. Aún el glaucoma
puede exigir el uso de Aconitum, cuando en adición a los síntomas mencionados, hay dolores que bajan
irradiando a la cara como en el tic doloroso, especialmente después de exponerse a un frío intenso o a los vientos
fríos, en pacientes reumáticos” (Farrington).
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• 6. Molestias de los oídos: Inflamación del meato, del tímpano y del oído medio. Dolor:
desgarrador, punzante, durante la transpiración, por la noche, por la música, por el ruido. Oído
caliente, con coloración roja en oídos externos, meato y tímpano. Secreciones de cerumen y
supuración del oído medio. Ruidos en el oído de: campanilleo, zumbidos, torrente y rugidos.
• “Se presenta repentinamente inflamaciones en los oídos. Dolores pulsátiles, intensos y cortantes
en los oídos. Un niño permanece en el viento frío del norte sin suficiente abrigo y cuando vuelve
a casa se le presentan dolores que le hacen gritar y llevarse las manos a las orejas. El ataque
viene al principio de la noche, después de estar fuera durante el día. Fiebre y ansiedad; el niño
necesita ser paseado; el sufrimiento es intenso; el ruido intolerable. La música hiere todos los
miembros, tan intensa es la sensibilidad auditiva. En todas partes del cuerpo se encontrará esa
misma sensibilidad de los nervios” (Kent).
• 7. Dolor en los dientes: desgarrador, neurálgico, pulsante, acompañado de calor y de congestión
de la cabeza, en la derecha extendiéndose a la izquierda, en dientes sanos, en pacientes
nerviosos, por excitación emocional, por viento frío y seco, por aire frío, en invierno, al aire libre,
después de coger un resfriado, después de ir a la cama, durante el embarazo, por vino.
• “¡Que remedio más consolador es para las odontalgias! Ha sido tan útil es este sufrimiento que
todo el mundo sabe lo bastante para poner una gota de Aconitum en un pedazo de algodón y
colocarlo en el diente cariado. Muy a menudo aliviará. Una dosis de Aconitum obra mucho
mejor, pero habrá que tener en cuenta la violencia del dolor, la exposición en el viento frío y
seco, la constitución pletórica, con dolores intensos, cortantes y tirantes. Algunas veces estos
dolores se presentan en los dientes sanos y afectan toda la fila de dientes” (Kent).
• 8. Coriza: por viento frío y seco, enfriándose, después de coger un resfriado, con sensación de
frío, con fiebre, con o sin secreción nasal, con epistaxis, con crup, con inflamación de la laringe,
con tos, durante la menstruación. Durante la coriza puede presentar además: excitación
nerviosa, lagrimeo, ruido en el oído de rugido, ronquera y dolor en: cabeza, nariz, pecho,
abdominal y extremidades. Por coriza suprimida manifiesta: dolor de cabeza e inflamación de los
pulmones.
• “En el coriza aguda, se encontrará indicado Aconitum cuando la mucosa nasal está seca y
caliente, y cuando hay una violenta cefalalgia pulsátil, que mejora por el aire; o el coriza puede
ser fluente y caliente con frecuentes estornudos. Todos los músculos del cuerpo se sienten
doloridos de manera que el estornudo obliga al enfermo a detenerse el pecho. Hay calentura,
inquietud y los síntomas concomitantes. Todo esto es provocado, no por el tiempo húmedo; no
por cualquier estado atmosférico capaz de producir un enfriamiento o catarro, sino por el aire
frío, por los vientos fríos y secos o por una transpiración interrumpida” (Farrington).
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• 9. En garganta: Inflamación: flemonosa, durante la transpiración, acompañada de tos,
nasofaringe aguda, úvula, faringe aguda y amígdalas (aguda). Dolor: ardiente, punzante,
aguijoneante, extendiéndose el dolor ardiente a esófago y estómago. Coloración roja: en
amígdalas, faringe y úvula. Calor, aspereza, exudando sangre, constricción en faringe, ahogo,
tragar difícil, impide tragar, anestesia.
• “¿Qué hay en la garganta que represente realmente al paciente? Desde luego todo dolor de
garganta hace difícil la deglución. De aquí que infiera que no hay nada en el dolor de garganta
que le indique al médico el enfermo de Aconitum. Si ese individuo enfermo fuera pletórico,
hubiera estado una buena parte del día paseando en el viento frío y seco, y hubiera despertado
en la noche con un violento y ardoroso dolor de garganta, con deglución difícil, fiebre alta, sed
por agua fría e insaciable y con ansiedad, entonces sí tendremos a un paciente para recetar”
(Kent).
• 10. Crup: amenazante, espasmódico, membranoso, con coriza, con ronquera, acompañado de
respiración difícil, después de exponerse al aire frío y seco, al anochecer, antes de medianoche.
Tos: crupal, ladrante o perruna, corta, seca, suelta, dura, dolorosa, por aire o viento frío y seco,
por cosquilleo en la garganta, durante la fiebre, por la noche, que lo despierta. Expectoración:
mucosa blanca o sanguinolenta, espumosa, blanca, amarilla, sanguinolenta (rojo brillante, con
rayas).
• “Es siempre el remedio, cuando comienza el crup, cuando es espasmódico o membranoso. El
niño se despierta súbitamente, deseando aire. Hay un semblante de angustia y ansiedad, piel
caliente, intranquilo e inquieto. La tos es de tipo seco, fuerte, como ladrido, sin expectoración.
Sin embargo, si el remedio se continua un poco, mientras una pequeña expectoración aparece,
con esto se mejora. Crup que aparece por exposición al aire frío y seco, es de Aconitum”
(Dewey).
• 11. Inflamación de los pulmones: en el primer estadío, izquierdo (lóbulo superior), congestiva,
cruposa, debe acostarse de espaldas, en niños (en infantes), en viejos, por coriza suprimida.
Inflamación de la pleura: aguda, enfriado cuando está acalorado, reumática. Respiración:
ansiosa (durante la fiebre), acelerada, dificultosa (durante la fiebre), dolorosa, impedida por
puntadas en el pecho, ataques de sofocación, con aliento caliente.
• “Es el remedio en la primera etapa de la neumonía, porque corresponde más cercanamente a
los síntomas usualmente encontrados en esta etapa. Los síntomas son estos: fiebre alta
precedida de un escalofrío; el pulso es lleno, fuerte, tenso; hay una tos dolorosa, dura, seca,
molesta; puede haber alguna expectoración, y si hay es acuosa, serosa y espumosa, puede estar
pintada de sangre, pero no espesa. La expectoración espesa indica que la exudación comienza, y
Aconitum ya no será el remedio. Con estos síntomas hay gran inquietud, agitación, ansiedad y
quizá temor de morir” (Dewey).
13
•
2. Trastornos del corazón: acompañado de adormecimiento del miembro superior izquierdo, después de reumatismo.
En el corazón o región del corazón: ansiedad (durante la fiebre), opresión, congestión, plenitud, calor, frialdad,
sensación de aleteo, hipertrofia (con adormecimiento y comezón del brazo izquierdo y dedos), inflamación del
endocardio y pericardio. Dolor: punzante, agrava a la inspiración profunda, durante las palpitaciones, extendiéndose
a la mano izquierda o al miembro superior izquierdo. Palpitaciones: con ansiedad, después de susto, después de
excitación, en paroxismos, acompañada de relajación, de día, por enfriarse, durante la fiebre, después de comer, por
menstruación suprimida, agrava al caminar y por movimiento de los brazos.
•
“Aconitum es un medicamento muy importante en el tratamiento de las afecciones cardiacas, ya que Aconitum
perturba la circulación de la sangre ejerciendo una acción especial sobre el corazón y sus nervios. Hay congestión a la
vez del corazón y los pulmones; palpitaciones con ansiedad, opresión cardiaca, pudiendo llegar hasta el síncope. La
palpitación empeora por caminar; dolores punzantes y lancinantes sobrevienen impidiendo al enfermo asumir una
postura recta o hacer una inspiración profunda. Los accesos de dolor intenso irradian del corazón al brazo izquierdo y
van acompañados de adormecimiento y hormigueo en los dedos. En la hipertrofia cardiaca, Aconitum está indicado
cuando está presente este adormecimiento y hormigueo de los dedos. Se trata solamente de una hipertrofia cardiaca
sin complicaciones; en la hipertrofia por lesiones valvulares, Aconitum puede causar grave daño” (Farrington).
•
13. Sed: extrema, inextinguible, ardiente o vehemente, de agua fría a cortos intervalos, de grandes cantidades (y a
menudo), después del dolor, por la noche, al despertar, durante el escalofrío, la fiebre y la transpiración. Deseo de:
bebida o agua fría (durante la fiebre), de comida fría durante la fiebre, cerveza, bebidas ácidas, comida ácida.
Aversión al: vino, café, comida. Agrava con: la comida ácida, el vinagre, el agua helada.
•
14. Trastornos del estómago: Inflamación por cualquier cosa fría, pulsación, sensación de una piedra fría (después de
vomitar). Dolor: violento, después de bebidas frías, ardiente después de un susto, agrava al vomitar. Eructos: amargos,
biliosos. Nauseas: incorporándose en la cama, después de beber agua, ayunando. Vómitos: después de beber,
incorporándose en la cama, por gusanos.
•
“Aconitum es de uso frecuente en las enfermedades abdominales, especialmente de origen inflamatorio. Puede
usarse en la gastritis o catarro gástrico, cuando ha sido causada por un enfriamiento y también por el
entorpecimiento de erupciones agudas o por un repentino enfriamiento del estómago, causado por tomar agua
helada. Hay pesantez en el estómago como si se tuviera una piedra fría, persistiendo aun después del vómito
repetido. También puede hacerse uso de Aconitum en el cólico inflamatorio, cuando los dolores obligan al paciente a
encogerse, sin obtener mejoría por esto, ni por ninguna otra posición” (Farrington).
•
15. Dolor en el abdomen: ardiente, cortante, dolorido, calambroide (durante la flatulencia, mejora al eliminar flatos y
al doblarse hacia adelante), irradiante, extendiéndose al pecho durante la defecación, en hígado. En abdomen:
inflamación (hígado, hipocondrios, peritoneo), calor febril (hígado, ombligo), congestión, pulsación, sensible,
distensión (dolorosa), borborigmos, flatulencia después de coger un resfriado. Hernia inguinal: dolorosa, inflamación
(con vómito), protrusión, estrangulada.
•
“Es necesario también recordar a Aconitum en la hernia estrangulada, cuando la inflamación se desarrolla en el
intestino comprimido, con dolor quemante en la parte afectada; hay también vómitos biliosos, gran ansiedad y sudor
frío” (Farrington).
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• 16. Diarrea: por excitación, con miedo, en niños (infantes), aguda, biliosa, durante la dentición,
durante la fiebre, por una corriente de aire, después de exposición al viento frío, después de bebidas
frías, después de mojarse, en tiempo cálido o cambio de tiempo, durante la transpiración, por
transpiración suprimida, con dolor en el recto (tenesmo). Heces: acuosas, espumosas, mucosas
(sanguinolentas, verdes), entrecortadas (espinacas), grises, sanguinolentas, verdes (como hierba
cortada). Cólera: infantil, asiático. Disentería: con gran sed, en otoño, con dolor en el recto
(tenesmo).
• “La diarrea de Aconitum es de origen inflamatorio. Las evacuaciones son acuosas, mucosas y
sanguinolentas. Aparecen ordinariamente en el verano, como resultado del abuso de bebidas frías o
por interrumpir la transpiración. El cólera infantil exige el uso de Aconitum cuando las evacuaciones
tienen el aspecto de espinacas despedazadas y existen los síntomas inflamatorios ya mencionados.
Aconitum puede ser usado en la disentería que especialmente tiene lugar en el otoño, cuando los
días calurosos son seguidos de noches frías; las evacuaciones son escasas, sanguinolentas y viscosas,
con mucho tenesmo. En este padecimiento, Aconitum es seguido muy bien por Mercurius”
(Farrington).
• 17. Inflamación de los riñones: aguda, por frío o humedad, parenquimatosa. Calor en la región de los
riñones. Dolor en los riñones: ardiente, punzante, durante la micción. Supresión de orina:
acompañada de dolores calambroides en el abdomen, con transpiración. En vejiga: inflamación,
calor, dolor presivo, tensión. Micción: involuntaria con sed y temor, retardada debe esperar para
comenzar a orinar, urgencia de orinar (ansiosa, dolorosa, en niños agarran sus genitales y gritan,
ineficaz en niños), disuria. Orina: copiosa (con transpiración), turbia, sanguinolenta, conteniendo
bilis, color oscuro, marrón, rojo. Retención de orina: inmediatamente después del parto, en recién
nacidos, cada vez que el niño toma frío, en tiempo frío húmedo.
• “Es útil en perturbaciones urinarias, de la vejiga y de los riñones. Inflamación con orina
sanguinolenta. Orina escasa, suprimida o retenida. Retención por traumatismo, y esto lo hace uno
de nuestros mejores remedios para la retención en los recién nacidos. El infante recién nacido ha
sufrido un terrible traumatismo. En su próxima visita la enfermera dirá: «el niño no ha orinado». Las
funciones de este pequeño no están todavía establecidas, debido al traumatismo por el que ha
pasado. Inflamación de la vejiga con dolores cortantes, desgarradores. Dolores ardorosos con orina
ardorosa. La orina es caliente, oscura, coloreada de rojo; roja y clara, o sanguinolenta. Retención por
el frío, especialmente en niños, con gritos e inquietud. Con inflamación de la vejiga, tanto en adultos
como en infantes, existirá todo el cuadro mental que representa al paciente de Aconitum” (Kent).
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• 18. Dolor en el útero: punzante, presivo, afilado, durante la menstruación (le obliga a gritar),
mejora doblarse en dos. Menstruación dolorosa: por susto, después de enfriarse. Menstruación
suprimida por: susto, baño frío, mojarse, enfriarse, en mujeres pletóricas. Metrorragia: activa, en
mujeres pletóricas. Inflamación de los ovarios: por súbita supresión del flujo menstrual,
acompañada de trastornos del peritoneo. Trastornos durante y después del embarazo. Aborto (por
enojo, por susto), feto en posición anormal, trastornos durante el parto (con inquietud), loquios
suprimidos (agrava enfriándose, con fiebre), entuertos prolongados.
• “Durante el trabajo del parto, se puede administrar cuando los dolores son desproporcionalmente
violentos y frecuentes; la enferma se queja de no poder respirar, de no poder soportar sus dolores;
está agitada ansiosa y el cuerpo se cubre de un sudor caliente. En la fiebre de leche, se debe dar
Aconitum cuando los senos están calientes e inflamados y la piel está caliente y seca; estos
síntomas van acompañados de agitación y ansiedad. La supresión de los loquios es una indicación
para Aconitum cuando es causada por una emoción violenta y va acompañada de fiebre elevada,
sed y ansiedad; los senos están laxos y el abdomen distendido y sensible al tacto. Aconitum no está
indicado con frecuencia en las fiebres puerperales, porque generalmente son de origen séptico;
pero para otra forma, es el único remedio capaz de yugular en unas cuantas horas todas las
molestias; puede ser por descuido de la enfermera, por enfriamiento de la enferma después de un
trabajo molesto, por asearla con agua demasiado fría o por el cambio de ropas sin las precauciones
necesarias” (Farrington).
• 19. Dolor en las extremidades: desgarrador, dolorido, punzante, neurálgico, reumático agudo, en
las articulaciones (gotoso, reumático), acompañado de coriza, durante la gripe, durante el
escalofrío y la fiebre, durante la defecación. En extremidades, además: Inflamación de las
articulaciones (sinovitis), frialdad (pies, dedos del pie), calor (hombros, muñecas, palmas de las
manos), hormigueo (en miembros superiores, manos, dedos de las manos), adormecimiento de
miembros superiores, temblor en las manos y parálisis (por susto, histérica).
• “Temblor de las manos y dolores de hormigueo en los dedos relacionados con estos ataques
inflamatorios agudos. “Pies fríos como hielo, palmas calientes». Las manos calientes y los pies fríos
se encuentran algunas veces presentes. Enfermedades reumáticas de las articulaciones; aquellas
que se presentan como un primer ataque. Ellas se acompañan también con fiebre, con inquietud
ansiosa, con un estado mental crítico descrito tan a menudo” (Kent).
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