¿Sanidad es la voluntad de Dios? 1 pedro 2:24 Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. Por sus heridas habéis sido sanados. Juan 14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Alguien me dijo una vez que solo porque le pidas algo a Dios, eso no significa que Él te lo va a dar. Citando 1Juan 5:14-15, él dijo que primero debemos pedir conforme Su voluntad antes de que Él nos escuche y nos dé lo que le estamos pidiendo. Por supuesto, no pedimos cosas que estén en contra de la voluntad o la Palabra de Dios. Pero lo que normalmente se implica en la declaración anterior es que no siempre sabemos cuál será la voluntad de Dios para nosotros, decimos: "lo que será, será". ¿Pero acaso Jesús no dijo: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9)? Esto significa que si quieres saber cuál es la voluntad, la mente, el corazón o la actitud del Padre hacia ti y tu familia, solo debes mirar a Jesús en las historias de los Evangelios. Entonces, si tu hijo está enfermo, ¿es la voluntad de Dios sanarlo? Bueno, mira a Jesús y ve cómo ministró a los niños enfermos: la hija de la sirofenicia que estaba poseída por un demonio (Marcos 7:24–30), la hija de Jairo que estaba muerta (Marcos 5:22–24, 35–43), y el único hijo de la viuda de Naín que había muerto y estaba a punto de ser enterrado (Lucas 7:12–15). Jesús echó fuera al demonio. Él resucitó a los muertos. ¡Él los sanó a todos! Amado, no digas: "Nunca podemos saber cuál es la voluntad de Dios. A veces Él sana, a veces no lo hace. Él puede bendecirnos, pero también puede quitarnos nuestras bendiciones”. El Jesús de la Biblia nunca enfermó a nadie. Él nunca hizo a nadie pobre. Hizo que lo poco se convirtiera en mucho con 12 canastas llenas de sobras (Mateo 14:20). Dio a los pescadores una carga de peces que rompía su red y hundía la embarcación (Lucas 5:6–7). Amigo mío, el Jesús de la Biblia, ama sanar, liberar, prosperar y salvar a la gente. Este Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre (Hebreos 13:8). Y Él te dice hoy: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto". Entonces, puedes conocer la voluntad de Dios para ti. Puedes ver lo que Él hará por ti cuando conozcas al Jesús de la Biblia y lo que él hizo.