FILOSOFAR ES DEJAR DE VIVIR INTELECTO El filósofo no habita su cuerpo: El cuerpo es una prisión para el alma. Un ser común como nosotros habita en su cuerpo, cosa que no sucede con un filósofo, pues este solo lo usa como un aparato para transportar su alma(mente/cabeza) y sus sentidos llegan a una especie de “macroconcentración” que su función no es percibir el mundo sensible, si no algo más allá de él. Las personas comunes están vivas, ven la realidad aparente y su cuerpo está sujeto al materialismo y el tiempo, pues cree que los años de vida son suficientes tanto que incluso no sabe qué hará en su vejes mientras espera la muerte, además si no le falta dinero y cosas materiales estará satisfecho en consecuencia, es “feliz” y ama su cuerpo, pero el filósofo considera el cuerpo un limitante, una cárcel o una prisión para el alma, por ello lo desprecia. Por ejemplo: en algún momento hemos llegado a sentir que somos capaces de lograr todo; donde nos proponemos tener 3 carreras, tener 2 Lamborghini, ser presidentes, incluso poner al Perú como potencia y que estados unidos le pida préstamo, de pronto comienzan los peros: no tengo dinero, la política es de amigos, para estudiar otra carrera tendría que trabajar, transformar un país demora muchos años, además y con suerte llego a los 70 y llegas a la conclusión que a lo mejor si no necesitaras todas esas cosas y tuvieses unas 7 vidas lo harías. Lo mismo es para el filosofo las limitaciones de su cuerpo, no le permiten llegar a la verdad que busca su alma Entonces considerando la vida como un cuerpo atado al tiempo y lo material, Filosofar es dejar de vivir.