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MALA PRAXIS MEDICA (1) (1)

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NOMBRES DE AUTORES
LA MALA PRAXIS MEDICA DENTRO DEL MARCO NORMATIVO EN EL
ESTADO DE HONDURAS
UNIVERSIDAD XXXXXXXX
FACULTAD DE DERECHO
HONDURAS
2022
NOMBRES DE AUTORES
LA MALA PRAXIS MEDICA DENTRO DEL MARCO NORMATIVO EN EL
ESTADO DE HONDURAS
Trabajo de investigación jurídica
UNIVERSIDAD XXXXXXXX
FACULTAD DE DERECHO
HONDURAS
2022
Contenido
1.
LA MALA PRAXIS MEDICA DENTRO DEL MARCO NORMATIVO EN EL
ESTADO DE HONDURAS .............................................................................................................. 4
1.1. Introducción............................................................................................................................ 4
1.2. Justificación ............................................................................................................................ 5
1.3. Objetivos ................................................................................................................................. 6
1.3.1. Objetivo general ................................................................................................................ 6
1.3.2. Objetivos específicos......................................................................................................... 6
1.4. Planteamiento del problema ..................................................................................................... 7
2.
APARTADOS CONCEPTUALES QUE DESARROLLAN LA RESPONSABILIDAD
MEDICA Y LA MALA PRAXIS DE LA MEDICINA.................................................................. 8
2.1.
Derechos de los pacientes en el ámbito medico .................................................................. 9
2.1.1.
2.2.
Apartados constitucionales que dirigen el resguardo a los derechos de los pacientes
10
El consentimiento informado del paciente ........................................................................ 12
2.2.1.
Excepciones en las que se puede actuar sin consentimiento informado por parte del
paciente. 13
2.3.
3.
El acto medico ................................................................................................................... 16
RESPONSABILIDAD MEDICA ........................................................................................... 16
3.1.
Naturaleza de la responsabilidad médica, contractual o extracontractual. ........................ 18
3.2.
Elementos de la Responsabilidad Médica ......................................................................... 20
3.3.
Lex Artis............................................................................................................................ 22
3.4.
Responsabilidad del médico por los hechos de sus colaboradores.................................... 23
3.5.
Responsabilidad de los establecimientos de asistencia médica. ........................................ 24
3.6.
Responsabilidad médica por el uso de las cosas ............................................................... 24
3.7.
Responsabilidad media por falta de consentimiento. ................................................... 25
4. Conclusiones ................................................................................................................................. 33
5. Bibliografía ................................................................................................................................... 34
1. LA MALA PRAXIS MEDICA DENTRO DEL MARCO NORMATIVO EN
EL ESTADO DE HONDURAS
1.1. Introducción
Las ciencias médicas y de la salud, se direccionan a cumplir con uno de los propósitos
pilares que la estructuran, que es mantener, resguardar la salud y el bienestar en general de
las personas, y en general a resguardar la vida de quienes requieren los servicios profesionales
por malestar en la salud o en la integridad personal en general. Las ciencias de la salud
enmarcan dentro de su desarrollo en general la investigación y estudio del cuerpo humano,
las funciones propias orgánicas, la prevención de enfermedades y patologías, el
mejoramiento de la salud y el desarrollo de tratamientos que promuevan el bienestar, es así
que es una de las ciencias por excelencia indispensable en la sociedad mundial (AAU, 2022).
Es así que se han creado diversas organizaciones globales que se encargan de
promover las ciencias de la salud, una de las más relevantes a nivel mundial es la OMS,
organización que se encamina a resguardar el derecho humano a la salud y a la vida por
medio de los servicios de calidad en salud y bienestar.
Para la materialización y efectivización de este derecho en la sociedad, están
dispuestos los profesionales de la salud, quienes desarrollan estudios en los diferentes campos
como lo son la medicina, fisiología, enfermería, farmacología, etc. Quienes desarrollan esta
profesión, se rigen bajo los criterios de la formación integral, los valores éticos y morales,
conocimiento y habilidades de destreza que ponen a disposición de los pacientes. En general,
los profesionales de la medicina se guían por el conjunto de directrices normativas, que
ayudan a asegurar que los resultados de la practica medica sean basados en la confianza y
que los partícipes estén protegidos, ya que los resultados pueden afectar directamente en la
salud y vida de una persona, es así que las buenas practicas medicas tienen unas directrices
de diseño, vigilancia, revisión, registro y análisis, esto en aras a que los resultados sean
factibles para los pacientes (NIH, 2010).
Como toda práctica profesional, y todo desarrollo científico, se puede generar la
frecuente comisión de errores, los cuales se generan durante la prestación de la atención
médica, allí caben dos situaciones que han sido conceptualizadas a partir de la ocurrencia de
las situaciones, las cuales se marcan por la posible improcedencia o equivocación donde
puede existir el dolo o la culpa. La doctrina medica ha llegado a establecer que los errores
médicos, a los cuales son atribuibles factores de dolo o un grado de culpa alto, se configuraría
con ello una indebida procedencia y así una negligencia o franco delito (Rhodes P., 1986).
1.2. Justificación
Al hacer hincapié en la humana posibilidad de cometer errores en las practicas
medicas es indispensable tener presentes los diferentes conceptos de error, sus características
y la magnitud de este, junto a la incidencia y consecuencias que se lleguen a causar, y la
necesidad imperante de llevar todos los procedimientos bajo su control, y la diligente práctica
médica.
Es así que el Estado debe propender por establecer un marco normativo que desarrolle
todas las situaciones que lleguen a causarse por los errores humanos, y poder contar con las
herramientas jurídicas necesarias para determinar la magnitud del problema, las
consecuencias y la responsabilidad que puede nacer de un procedimiento, vigilando así los
diferentes sistemas de seguimiento y análisis de datos, buscando las raíces del
problema, y estableciendo medidas correctivas fundamentadas a causa de las acciones
médicas.
Según lo expuesto, nace la imperante necesidad de hacer un análisis desde la
academia respecto a los apartados normativos que se han desarrollado en Honduras sobre la
responsabilidad de los médicos cuando se comete una mala praxis en el actuar de la profesión,
para con ello llegar a determinar las circunstancias propias del dolo, la culpa, los grados de
responsabilidad, y con ello no solo hacer una vigilancia sobre la profesión médica, sino con
ello establecer si es el caso una sanción al profesional que desarrolle su actividad profesional
fuera de los principios éticos, morales, académicos y profesionales que empapan y cimentan
la profesión (Luza, P., 2001).
1.3. Objetivos
1.3.1. Objetivo general
Con la finalidad de cumplir con las estimaciones metodológicas, conceptuales y
procedimentales que componen el trabajo investigativo, se tienen como objetivo general;
Establecer los criterios normativos que existen en el ordenamiento jurídico, respecto a la
responsabilidad medica por la mala praxis en el Estado de Honduras.
1.3.2. Objetivos específicos
Para lograr el desarrollo del objetivo general, es necesario estructurar los objetivos
específicos que componen y complementan la investigación, que serán:
1. Identificar los apartados conceptuales y constitucionales que cimentan y componen
la responsabilidad médica y la mala praxis médica.
2. Determinar los conceptos jurídicos que integran la responsabilidad civil
extracontractual y la responsabilidad medica en el ordenamiento jurídico hondureño.
3. Catalogar los apartados normativos que se han integrado en el ordenamiento
jurídico hondureño respecto a la responsabilidad medica deviniente de la mala praxis medica.
1.4. Planteamiento del problema
Es por ello, que se ha postulado una pregunta problema a desarrollar en la presente
investigación jurídica, la cual se estructura así ¿Cuáles son los postulados normativos que se
rigen la responsabilidad médica por mala praxis en el Estado de Honduras?
Para darle respuesta a dicha pregunta se establecerán unos criterios metodológicos
que estructurarán la investigación desde el marco de la lógica jurídica, el análisis normativo
y la recopilación conceptual y teórica. Es por ello que; tiene una estructura teórico
descriptiva, toda vez que se pretende resolver el problema jurídico a partir de las
apropiaciones teóricas, conceptuales y normativas vigentes que existen en el Estado de
Honduras, junto a ello, se tiene que es una investigación descriptiva, toda vez que busca
analizar situaciones fácticas y las apropiaciones normativas que se han desarrollado a partir
de ellas, y se desarrolla bajo los postulados de una investigación de tipo cualitativo, ya que
el factor principal de la monografía es la descripción teórica, conceptual y normativa que se
ha dado respecto al tema central que es la mala praxis médica, sin tener una dependencia
estadística o porcentual para el desarrollo y conclusión de la misma.
Para lograr dicho cometido metodológico, la investigación se desarrollará en tres
capítulos, los cuales dentro de su integridad se desarrollarán así; primero, un marco
conceptual que dispone de los criterios base de la investigación, donde se llegaran a definir
los derechos fundamentales a la salud, la vida, el derecho médico, los derechos de los
pacientes, el consentimiento del paciente, la relación paciente y médico; un segundo capítulo
que desarrolla los criterios de responsabilidad que devienen de la práctica médica y ahí se
conceptualizara sobre la mala práctica de la profesión, el dolo y culpa deviniente de un
procedimiento mal ejecutado, y un tercer capítulo que enmarca la responsabilidad médica y
el marco normativo que se ha desarrollado en sí.
Al tenor de lo expuesto, se tiene en el primer capítulo la necesidad de un marco
conceptual, y teórico de principios y bases que apoyen y sostengan la investigación jurídica
que se realizará a continuación.
2. APARTADOS CONCEPTUALES QUE DESARROLLAN LA
RESPONSABILIDAD MEDICA Y LA MALA PRAXIS DE LA MEDICINA
En este primer capítulo se dispondrán de herramientas conceptuales necesarias para
la interpretación tanto del derecho médico, como de la responsabilidad medica naciente de la
práctica profesional, es así que, en primer lugar, es necesario conceptualizar el derecho
humano que se busca proteger con la práctica médica y este es el derecho a la salud, el cual
la doctrina a lo largo de los años, lo ha catalogado como un derecho inherente al ser humano,
y es el derecho a la salud, el cual diferentes organizaciones y entidades internacionales lo
definen como el disfrute máximo del bienestar físico, mental y social, el cual asegura el
ejercicio pleno de las capacidades del ser humano y así permite que se desarrolle una calidad
de vida en el marco de la dignidad propia del ser (Cfr, 2015).
El derecho fundamental a la salud, el cual se consagra en el texto superior,
específicamente en el Artículo 145, busca establecer que en el Estado se debe propender por
resguardar la protección de la salud, que es una obligación y deber de todos participar en la
promoción de este derecho, no solo como un derecho individual, sino como un derecho
colectivo.
2.1. Derechos de los pacientes en el ámbito medico
De forma concatenada a este derecho se desarrollan una serie de derechos propios del
derecho médico, como lo son los derechos de los pacientes, quienes son los sujetos de
especial protección, por quienes hay una obligación imperante de resguardo en medio de la
práctica de los servicios médicos. Es así que el paciente, como sujeto beneficiario del
servicio médico es titular de una serie de prerrogativas y derechos que son dados y
reconocidos por utilizar los servicios médicos y junto a ello, por disposición normativa.
Esta serie de derechos se desprende de los reconocimientos internacionales sobre los
derechos propios del hombre, es así que la Declaración Americana de Derechos y Deberes
del Hombre ha dispuesto que cualquier persona, en cualquier territorio, tiene derecho al
especial resguardo de la salud, el cual será resguardado por medio de medidas sanitarias y
sociales que gesten el bienestar a cada una de las personas, siempre en el marco de la dignidad
humana.
Es por ello, que otras organizaciones, como lo es la Asociación Medica Mundial
enumera los derechos de los pacientes que buscan el servicio en el sistema de salud en los
siguientes términos:
1. Los enfermos, que requieren un servicio de salud, tiene derecho a ser cuidados
por un médico que tenga criterios éticos en el desarrollo de sus funciones propias
de la profesión, quien tenga la libertad de tomar decisiones.
2. Tiene derecho a ser informado sobre el tratamiento que se le realizara y de forma
libre a aceptarlo o rechazarlo.
3. De igual forma, tiene derecho a morir con dignidad según las instancias médicas
y de su condición de salud.
4. Tiene derecho a tener una historia clínica y una reserva en los datos propios de su
situación, los cuales son confidenciales según la voluntad del paciente.
Estos y otros derechos son los que los pacientes adquieren al momento de recibir un
tratamiento médico, adquieren por el simple hecho de ser pacientes, al mimso tenor, dichos
derechos se desprenden de lo establecido en el Artículo 49 al 85 del compendio de leyes y
reglamentos del código medico de honduras, texto que, a su vez, se basa en el texto
constitucional de la republica de 1982.
2.1.1. Apartados constitucionales que dirigen el resguardo a los derechos de los pacientes
Es así que todo el despliegue normativo, las apreciaciones y conceptualizaciones que
se han tenido dentro del Estado de Honduras respecto a la protección para con los pacientes
por parte de los médicos, tienen como base constitucional lo dicho en primera instancia el
Artículo 59 constitucional el cual establece:
Artículo 59 La persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado. Todos tienen
la obligación de respetarla y protegerla, la dignidad del ser humano es inviolable. Para el
médico constituye un deber de atención para con el paciente al establecer una relación con la
intención de diagnosticar y proponerle un tratamiento determinado para superar sus
problemas de salud (Constitución de la Republica, 1982).
De dicho apartado normativo podemos comprender que, los deberes de atención para
con las personas, debe enmarcarse en la dignidad humana, sin desconocer la regulación
normativa, los principios éticos de su profesión, y la necesidad de actuar con diligencia,
siempre en aras a resguardar la dignidad humana. Junto a ello, el mismo texto constitucional
establece más adelante en su Artículo 145 lo siguiente:
Artículo 145 Se reconoce el derecho a la protección de la salud. Es deber de todos participar
en la promoción y preservación de la saud personal y de la comunidad. El estado coordinará
todas las actividades públicas de los organismos centralizados y descentralizados de dicho
sector, mediante un plan Nacional de Salud, en el cual se dará prioridad a los grupos más
necesitados.
Respecto a lo dicho, podemos llegar a concluir que; e la salud como bien tutelado
interesa y compromete al orden público, es decir que es de observancia y cumplimiento
obligatorio, por ésta la intervención estatal ya sea en el ejercicio privado de la profesión como
en instituciones públicas.
2.2.El consentimiento informado del paciente
En el presente apartado, se llega a evidenciar una necesidad ética de exigir un criterio
consensual para la intervención médica por parte de un profesional, exigencia ética y derecho
de los pacientes que se ha entendido como una nueva forma de entender la relación del
médico con el paciente ha surgido como consecuencia de profundas transformaciones en la
medicina y la sociedad occidental. Por todo ello constituye un valor que los profesionales de
la medicina ya no pueden dejar de tener en cuenta.
Es así que; conceptualmente se entiende que el consentimiento informado es la
aceptación de que pueda llegar se a realizar una intervención médica sobre un paciente, esta
aceptación para que se comprenda como voluntaria y libre, debe en primer lugar el médico,
informar sobre la naturaleza de la intervención, que se busca lograr con ello, las
consecuencias y las posibles complicaciones, esto en aras a que se pueda intervenir bajo su
riesgo y beneficio.
Para asumir este consentimiento el paciente debe reunir ciertas condiciones:
1. Disponer de una información suficiente.
2. Comprender la información adecuadamente.
3. Encontrarse libre para decidir de acuerdo a sus propios valores.
4. Ser competente para tomar la decisión en cuestión.
Este consentimiento, la jurisprudencia internacional la ha catalogado como un
derecho a tomar la decisión informada, para que no parezca que el paciente, por "consentir",
está concediendo algo a los intereses particulares del médico, habría que denominarlo más
bien el "derecho a la petición y al rechazo informado de tratamientos" (Lazo, 2022).
El Consentimiento Informado es un derecho del enfermo. Pero no es un derecho
ilimitado, y no significa que los pacientes puedan imponer al médico cualquier cosa que
deseen.
Las normas de buena práctica médica también imponen ciertas restricciones. Las
consideraciones puramente técnicas corresponden exclusivamente al médico. Y una vez que
el paciente acepta una intervención, la "lex artis" establece cómo tendrá que realizarse ésta.
La sociedad puede además establecer límites a la capacidad de elección de los pacientes, por
razones de justicia distributiva. Así, por ejemplo, puede limitar el libre acceso a determinadas
alternativas terapéuticas que sean excesivamente costosas, aun cuando estuvieran
médicamente indicadas.
En general, el consentimiento será tanto más necesario cuanto menos urgente y más
experimental sea el tratamiento.
2.2.1. Excepciones en las que se puede actuar sin consentimiento informado por parte del
paciente.
Ya se definió la debida forma en la que se debe obtener en consentimiento por parte
de una persona, cuando esta se encuentra en búsqueda de los servicios médicos, esto con la
intención de garantizar los derechos constitucionales propios de cada uno de los pacientes,
pero hay situaciones en las que no se puede llegar a obtener el consentimiento de primera
mano, esto es cuando se tiene que resguardar con primacía y ponderación otros derechos,
como puede ser la salud y la vida.
Urgencia: Causa por la cual, se obliga a actuar al sistema de salud de forma atenta y
primordial, donde por causas propias de la urgencia, o por presura en el resguardo de la salud,
no se solicita el consentimiento.
Privilegio terapéutico del médico: Momentos en los que, a juicio del profesional de la salud,
puede considerar que el hecho de informar a la persona sobre el tratamiento, procedimiento
o situación médica, puede llegar a afectarlo en su salud aún más. En el momento presente ese
privilegio no debe ser utilizado sistemáticamente y sólo puede ser invocado en cada caso con
una justificación particular.
Pacientes incompetentes o sin capacidad para decidir: Los cuales, por definición, no
pueden otorgar un consentimiento válido.
Sin embargo, es importante señalar que la competencia para decidir admite grados.
Un mismo paciente puede ser competente para decidir ciertas cosas y no serlo para decidir
otras. De modo que, cuanto más trascendente o delicada sea una decisión, mayor debe ser el
nivel de competencia exigible.
Renuncia expresa del paciente: El paciente puede, si quiere, renunciar información y dejar
voluntariamente que otros decidan por él. En este caso debe existir algún familiar o sustituto
legal dispuesto a asumir la responsabilidad de las decisiones. El paciente también podría
designar para ello el propio médico.
Tratamientos exigidos por la ley: En los casos que presentan un peligro para la salud
pública. Así se justifica la obligatoriedad de ciertas pruebas diagnósticas, vacunaciones y
tratamientos forzosos.
Posibilidad de corregir una alteración inesperada en el seno de otra intervención
programada: Como, por ejemplo, un tumor o una malformación que se encuentra en el curso
de la laparotomía que había sido indicada por otras razones.
Teniendo ello en cuenta, viendo que es el consentimiento, y los momentos propios
donde puede este no ser necesario, teniendo en cuenta que es un derecho, y un deber el dar
información se tiene que; el consentimiento tiene un objetivo, el cual se desprende del mismo
derecho que se invoca para obtener la información y autorizar los procedimientos, es así que
su finalidad primordialmente se basa en:
1) Promover la autonomía de los individuos,
2) Fomentar la racionalidad en la toma de decisiones médicas.
3) Proteger a los enfermos y a los sujetos de experimentación.
4) Evitar el fraude y la coacción,
5) Alentar la auto evaluación y el auto examen en los profesionales de la medicina,
6) Disminuir recelos y aliviar temores,
7) Introducir en la medicina una mentalidad más probabilista y más capaz de hacer frente a
la incertidumbre.
2.3.El acto medico
Se comprende este como a relación personal establecida entre un médico y un paciente, de la
que nace un vínculo patrimonial, vínculo que justifica esa remuneración económica como
compensación sanitaria del médico.
"El acto médico, en el cual se concreta la relación médico-paciente, es una forma
especial de relación entre personas, por lo general una de ellas, (el enfermo), acude motivada
por una dificultad en su salud, u otra, ( él médico), quien está en capacidad de orientar y
sanar, de acuerdo a su preparación y al tipo de enfermedad que el primero presente".
Las principales características que distinguen el acto médico son:
1. La profesionalidad
2. La ejecución típica
3. El tener por objetivo la curación o rehabilitación del enfermo.
4. Licitud
3. RESPONSABILIDAD MEDICA
Los profesionales de la medicina cada día se enfrentan a nuevos paradigmas en el
ejercicio de su profesión, pues, la medicina como ciencia cada día avanza a pasos agigantados
con la implementación de nuevas técnicas, tratamientos y medicamentos trayendo consigo
una medicina más activa que implica la toma de decisiones para la pronta intervención o la
prevención de posibles patologías o enfermedades, tal situación implica que los médicos de
una u otra manera deben estar a la vanguardia en lo que concierne a la práctica de su
profesión.
Paradójicamente la ciencia se convierte en una ventaja para la práctica de la medicina,
pero a su vez en una dificultad para el profesional de la salud cuando se enfrenta ante tantos
criterios científicos. Por ello cuando se habla de responsabilidad medica se parte de un
criterio fundamental para que esta recaiga sobre el profesional de la salud y es que la practica
de la medicina no conlleva obligaciones de resultado, esta diferencia ha sido tratada por la
doctrina francesa como de la siguiente manera:
Según esta doctrina, la contraposición entre las dos categorías tendría relevancia
sobre todo en relación con la responsabilidad. Precisamente, en las obligaciones de
medios se aplicaría la regla de la responsabilidad por culpa (el deudor no es
responsable si su conducta ha sido diligente); al contrario, en las obligaciones de
resultado se aplicaría la regla de la responsabilidad objetiva: la diligencia observada
por el deudor no tiene ninguna relevancia, porque la única cosa debida es el resultado
(Rozo, P., s.f.).
Así las cosas, es evidente que el acelerado avance científico y la cantidad de
información respecto de las ciencias médicas conllevan a que hoy por hoy las relaciones entre
médicos y pacientes impliquen una mayor complejidad convirtiéndose en la fuente de
reclamaciones en sede judicial. La información que se suministra tanto a pacientes como a
quienes lo rodean juega un papel fundamental en la resolución del proceso de responsabilidad
medica convirtiéndose en el meollo del asunto toda vez que, se requiere conocer se dio el
resultado muerte en medio de una intervención, que protocolos se siguieron, o como un
tratamiento sin mayor complejidad medica termina por causar secuelas graves etc.
Aunado a lo anterior, es fundamental conocer la dogmática jurídica respecto a este
tema toda vez que día a día la exigencia que recae sobre los médicos por parte de quienes se
benefician de sus servicios como del aparato jurisdiccional, puede desembocar en un
retroceso del ejercicio de la medicina toda vez que con aras a evitar consecuencias que
impliquen responsabilidad disciplinaria, civil, penal etc. Los profesionales tenderían a
abstenerse de tomar iniciativas para el tratamiento y cura de sus pacientes.
Por ende, es menester comprender la configuración de la responsabilidad médica, sus
implicaciones jurídicas, sus elementos y demás. Por tanto, en primer lugar, es necesario
realizar una aproximación al concepto de responsabilidad médica, al respecto Castro, D. y
Dickerman, A., (1995), señalan que esta consiste en «La obligación que tiene el medico de
reponer y satisfacer las consecuencias de actos, omisiones y errores voluntarios de ciertos
límites y cometidos en el ejercicio de su profesión».
La responsabilidad del médico debe ser circunscrita a los casos en los cuales, por
negligencia o ineptitud graves, no se tengan en cuenta los métodos de diagnosis y cura
entrados a hacer parte del uso común porque aplicados en la investigación científica y en la
práctica no en relación con el resultado final de la terapia, sino más bien con la utilización de
los medios dirigidos a curar al paciente, en cuanto el objeto de la relación jurídica que se
instaura entre médico y paciente es una obligación de medios y no de resultados (Rozo, P.,
s.f.).
3.1.Naturaleza de la responsabilidad médica, contractual o extracontractual.
En un primer lugar es válido afirmar que la responsabilidad del médico es de carácter
civil, no obstante, habrá escenarios que son configurativos de responsabilidad penal. La
responsabilidad civil desde la doctrina se clasifica en dos grandes estadios, en contractual y
extracontractual en razón a la obligación de reparar ya sea por la violación a la pactado en la
cláusula de un contrato propiamente dicho o por la regla de neminen leadere es decir, no
causar daño a nadie por tanto, es una exigencia que por acción u omisión se debe evitar causar
daño a terceros. Al respecto el ordenamiento jurídico hodureño en su legislación civil señala
que «Las obligaciones nacen de la ley, de los contratos y casi contratos y de los actos y
omisiones ilícitos o en que intervengan cualquier género de culpa o negligencia» (Co.C.,
1906).
En ambos casos de responsabilidad, si se presenta el hecho muerte los herederos están
legitimados por activa para promover acción indemnizatoria por los daños y perjuicios
causados toda vez que esta es transmitida por el causante y es de carácter contractual o
extracontractual de acuerdo a la relación entre médico-causante, mientras que, quien no es
heredero o no se encuentra legitimado por la Ley para ello y considera que ha sido
perjudicado por el deceso, tiene única y exclusivamente la opción ejercer la acción de
responsabilidad extracontractual.
En lo que al ejercicio de la medicina se refiere, podemos señalar que la regla general
es que se aplique la responsabilidad civil contractual, ya que lo más normal es que la
prestación de un servicio médico particular esté precedido de la celebración de un contrato.
Sin embargo, se dan otras hipótesis frecuentes en que, no existiendo vínculo obligacional, se
lleve a cabo la prestación de estos servicios, ya sea que se trate de un paciente inconsciente,
ya sea que el médico intervenga unilateralmente, o cuando el contrato adolece de algún vicio
jurídico que afecte su validez. Igualmente, aun existiendo contrato, puede ejercerse la acción
personal extra-contractual por parte de los herederos cuando el paciente fallece (Yepes,
S.,1994)
3.2.Elementos de la Responsabilidad Médica
Ahora bien, para el presente documento es relevante comprender los elementos que
estructuran la responsabilidad médica, de ahí que para que haya lugar a ello deberán concurrir
los siguientes elementos:
1. Obligación preexistente
2. Falta medica
3. Daño
4. Nexo de causalidad
El primero de los elementos anteriormente referenciados consiste en el compromiso
que asume el galeno o profesional de la salud para la prestación de sus servicios bien sea por
la existencia de un contrato o por una disposición Legal.
De otra parte, en lo que respecta a la falta medica es válido afirmar que esta debe ser
estrictamente profesional y suelen clasificarse en Leves entendidas como las que puede
cometer cualquier médico, graves son originadas por la imprudencia e impericia y las faltas
gravísimas gravísimas comprendidas como errores graves por desconocimientos
fundamentales o ineptitud del profesional convirtiéndose en un hecho inexcusable.
Al respecto Gisbert, J., s.f., citado por Castro, D. y Dickerman, A., (1995) clasifica
las faltas en «leves (son las que puede cometer cualquier médico que pone en su actuación
idéntica diligencia y atención que en sus cosas particulares, ósea que con un cuidado superior
al habitual, el daño tal vez no se habría producido); graves (son causada por imprudencia e
impericia y por inobservancia de las reglas fundamentales del arte medico), y gravísimas (por
las faltas groseras) o graves errores por carecer de conocimientos fundamentales, o sea el
error de hecho inexcusable»
Frente a este punto es válido afirmar que no cualquier falta da lugar a responsabilidad
del médico, para ello se debe atender al criterio de antijuridicidad o más aun a lo que en
materia penal se define como deber objetivo de cuidado que tienen los médicos frente a sus
pacientes, por ello debe proceder dando plena observancia a lineamientos y protocolos
determinados por la ciencia médica para su ejercicio.
En lo que al daño concierne basta que, con ocasión a la falta o violación al deber
objetivo de cuidado por parte del médico, se obtenga como resultado la generación de un
daño en la integridad o salud del paciente, y en caso de muertes a sus herederos.
Nexo causal. Este exige una estricta correlación entre el acto médica y el daño
ocasionado. Este elemento propio de la responsabilidad entendido como aquel vincule entre
la conducta médica o hecho generador y el daño, este elemento es de vital importancia.
En temas de responsabilidad galénica, el contacto físico entre un profesional y un
paciente que experimenta daños, no permite indefectiblemente imputar estos daños al
susodicho profesional, pues las pruebas aportadas al proceso, con suma frecuencia, suscitan
dudas acerca de si el obrar médico fue en verdad el que ocasionó los perjuicios (Bueres, A.,
1994).
Enunciados los elementos propios para la configuración de la responsabilidad
galénica es pertinente para el presente trabajo hacer mención de un criterio importante para
declarar la existencia de responsabilidad por parte de un profesional de la salud en el ejercicio
de su oficio, toda vez que frente a este girara el debate probatorio de todo proceso de
responsabilidad médica. Tal criterio es conocido en la doctrina como la Lex artis.
3.3.Lex Artis
Para el entendimiento de este criterio bastará con que el lector comprenta que la lex
artis es el correcto ejercicio de la medicina y esta suele entenderse de la siguiente manera:
Suele entender por lex artis la observancia de las reglas propias de la profesión y,
cuando se emplea la expresión lex artis ad hoc, se completa dicho sentido —añadiéndosele
(ad hoc)—, de observancia de un comportamiento profesional con arreglo a las circunstancias
específicas del caso.15 La doctrina y la jurisprudencia cuando invocan la lex artis lo hacen
entendiendo un “saber útil”, que comprende los conocimientos que se supone deben regir las
actuaciones de los profesionales con un título;16 no en vano las profesiones “tituladas” dotan
a quien las ejerce de una presunción de conocimientos frente a la sociedad, que tiene como
correlato la libertad de ejercicio y decisión, pero también la consecuente responsabilidad
(Gimenez, T., s.f.).
Véase que el anterior criterio no comprende la valoración de como habría actuado
otro profesional en las mismas condiciones recurriendo a la teoría del hombre medio,
tampoco pretende cuestionar si el acto medico es aceptado o acogido por la mayoría de los
profesionales o escuelas, no. Dicho concepto se ha nutrido más de criterios éticos
propiamente dichos donde la relación médico-paciente tiene un prístino carácter más allá de
los aspectos meramente técnicos, es decir; puede presentarse la situación fáctica que un
galeno realice un diagnóstico oportuno, realiza una intervención o procedimiento quirúrgico
de acuerdo con todos los estándares y protocolos contemplados para ello, pero pasa por alta
informar al paciente respecto de las ventajas, riesgos, secuelas etc. Es decir, omitió el
consentimiento informado, lo anterior es a todas luces una conducta contraria a la lex artis.
En el mismo sentido de lo anterior, es importante realizar una aproximación al
concepto de malpraxis toda vez que este es objeto de estudio de la presente investigación y
esta a diferencia del concepto anteriormente explicado, se entiende como la omisión por parte
del Médico de prestar apropiadamente los servicios a que está obligado en su relación
profesional con su paciente, omisión que da por resultado cierto perjuicio a éste (Lazo,
A.,2004)
La malpraxis se enmarca en dos situaciones particularmente, Primero; cuando el
galeno se aparta de su deber y segundo; que resultado de lo anterior se genere un daño.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, es decir, teniendo un acercamiento
conceptual a los elementos de la responsabilidad médica y los conceptos de lex artis y
malpraxis, es pertinente para el presente trabajo investigativo distinguir diversos escenarios
o regímenes de responsabilidad medica como veremos a continuación.
3.4.Responsabilidad del médico por los hechos de sus colaboradores.
Los médicos en su día a día deben buscar el apoyo de otros profesionales de la salud
para brindar un efectivo servicio a los usuarios del sistema de salud, ejemplo, sus auxiliares,
instrumentadores, enfermeros entre otros, por ende, la responsabilidad medica puede
extenderse hasta los hechos de los colaboradores, atendiendo a la responsabilidad indirecta
que emana de los contratos. Es decir, la responsabilidad del galeno por hecho de sus
colaboradores esta implícita en el contrato, ahora, la falta del colaborador puede causarse en
razón a un error en las instrucciones del galeno como ordenar aplicar o suspender un
medicamento.
3.5.Responsabilidad de los establecimientos de asistencia médica.
Las instituciones prestadoras de servicios de salud en virtud del Contrato con sus
usuarios tienen la obligación de brindar la asistencia médica idónea a través de todos sus
funcionarios en especial, sus profesionales de la salud, siendo responsable la Entidad por los
daños que estos causaren, es decir, sus galenos, en razón de una imprudencia o negligencia.
Los elementos para la configuración de la responsabilidad medica dentro de este régimen
son:
El contrato de asistencia médica y la responsabilidad de los establecimientos de tal
naturaleza entraran los elementos siguientes: Obligación preexistente, falta médica, daño,
determinismo causal e imputabilidad del médico interviniente cualquiera que sea la relación
de éste y la institución, o sea que la responsabilidad de la entidad prestablece al servicio
médico correspondiente al incumplimiento de una obligación contractual, ya se trate de
establecimientos públicos o privados, gratuitos o pagos (Castro, D. y Dickerman, A, 1995)
3.6.Responsabilidad médica por el uso de las cosas
En el ejercicio profesional de los galenos es común el uso de instrumentos, aparatos
y medicamentos para la prestación del servicio de salud, no obstante, el uso o la prescripción
de estos puede generar daños sobre los pacientes.
En ese orden de ideas, surge el cuestionamiento de qué tipo de responsabilidad
encausar para pretender una indemnización, para ello se recurre a los presupuestos propios
de la responsabilidad extracontractual, dicha responsabilidad se configura en razón a la
intervención o participación del profesional de la salud bien sea por imprudencia o
negligencia que se traducirá en el daño provocado por la cosa o el hecho de esta, pero este
régimen de responsabilidad extracontractual por el hecho de las cosas no puede ser entendido
como un supuesto de la responsabilidad medica en estricto sentido por ende, la relación que
se hace obedece a las reglas de la responsabilidad extracontractual en cuanto a la relación
que tiene el dueño o guardián con la cosa.
3.7.Responsabilidad media por falta de consentimiento.
Como ya se ha enunciado en líneas anteriores el consentimiento informado es un
elemento esencial en la relación jurídica entre médico – paciente, por ello, adelantar
procedimientos, tratamientos e intervenciones cuando no se está frente a un caso de urgencia,
omitiendo el consentimiento informado, puede ser fuente de responsabilidad medica toda vez
que hay un incumplimiento d ellos deberes y obligaciones propias del contrato de asistencia
médica. Ahora, entre los elementos de la responsabilidad encontramos el daño, pero ¿Qué
sucede si la intervención sin consentimiento informado es beneficiosa y no dañina para el
paciente? O en caso contrario ¿Qué sucede si es la intervención sin consentimiento informado
es dañosa para el paciente? Al respecto:
La circunstancia de que dicha conducta no ocasione un daño y si un beneficio como
podrá jugar como una suerte de atenuante, pero hará perder al profesional el derecho de
percibir honorarios; si la intervención ha significado un periodo de inactividad laboral ello
será indemnizable, asi como la reparación del agravio moral
Sin el tratamiento resulta dañoso por culpa del médico o sin ella, pero anticipado,
talvez un desenlace fatal se estaría en zona límite entre la responsabilidad contractual
y extracontractual. (Castro, D. y Dickerman, A, 1995)
De otra parte, un factor subjetivo que requiere especial atención dentro del presente
trabajo investigativo es el concepto de culpa dado que como ya se ha dicho, de conformidad
con el artículo 1346 del Código Civil, La responsabilidad civil es una obligación que nace de
la ley, de los contratos y cuasi contratos, y de los actos y omisiones ilícitos o en los que
intervenga cualquier género de culpa o negligencia. Es decir que para hablar de
responsabilidad médica si o si, es necesario hablar del concepto culpa y sus distintos grados.
La culpa suele ser entendida como esa situación intermedia entre el dolo y el caso
fortuito, es decir, en el primero hay un conocimiento pleno respecto de que una conducta
puede ocasionar un daño y aun así el autor decide realizarla, quiere y conoce el resultado de
su actuar mientras que en el segundo obedece a causas extrañas al hombre y versa sobre la
imprevisibilidad y la irresistibilidad, es así como la culpa propiamente dicha, no se quiere el
resultado dañino como si lo es el dolo pero si hay un actuar, negligente, de impericia, falta
de diligencia y cuidado o imprudencia que conllevan a la realización de un daño y por ende,
a imputar responsabilidad respecto de quien cause dicho daño.
Ella, la culpa, es una reprochable actitud consciente de la voluntad que genera la
articulación del injusto típico por violar u omitir el deber objetivo de cuidado exigible a tono
con las condiciones personales y circunstancias actuales. De allí se infiere que la culpa posee
elementos subjetivos, objetivos y normativos que conllevan la exigencia axiológica y
deontológica del existente en devenir (Reyes, E 1982).
Actualmente desde la doctrina y la jurisprudencia son aceptadas cuatro tipologías de
culpa medica como se discriminan a continuación:

Impericia

Imprudencia

Negligencia

Violación de reglamentos
Es necesario hacer un acercamiento conceptual respecto de cada una de ellas y así
comprender las principales diferencias entre una y otra tipología apoyándonos en la literatura
médica de Sergio Yepes Restrepo quien indica que:
Impericia. Se define como la falta de pericia o habilidad en una ciencia o arte. Aplicado al
campo de los servicios de salud, consiste en la falta de conocimiento o capacidad profesional
para realizar un acto médico. Imprudencia. Consiste en la falta de templanza, cautela,
prudencia y buen juicio.
Juicio. Existe cuando se somete a un paciente a un riesgo injustificado que no corresponda a
sus condiciones clínico - patológicos.
Negligencia. Es un descuido, o falta de cuidado, o una omisión, como cuando no se emplean
medios conocidos y disponibles en la prestación de un servicio de salud. Si el profesional, no
acatando medidas de cui-dado, higiene o seguridad que tiene a su disposición, atenta contra
la salud del paciente, estaría actuando de manera negligente; igualmente, si el profesional no
revisa la historia clíni-ca, las instrucciones de un equipo, las indicaciones de otro colega ...
Violación de reglamentos. Está constituido por la infracción de los principios científicos y
las normas legales. Además de ella, en el campo médico, se daría cuando el profesional se
aparta de la lexartis, en la realización de una técnica o un procedimiento. Abarcaría además
la violación de normas legales que consagran reglas precisas y de obligatorio cumplimiento,
así como normas de ética médica, estudios profesionales y escuelas científicas (Yepes,
R.,2004)
De otra parte, Luis Guillermo Serrano Escobar hace una define las anteriores
tipologías con un mayor acercamiento a la labor medica al indicar que:
Imprudencia médica. La imprudencia médica se da cuando el galeno adopta una
actitud profesional injustificadamente apresurada, o carente del juicio previo y necesario que
se requieren para prever los resultados del acto médico.
Negligencia médica. Es la actitud profesional mediante la cual, el médico no hace lo
que debe hacer pudiéndole hacer. Se configura cuando el profesional de la medicina que
conociendo sus deberes y sabiendo cómo debe realizar el acto médico, y encontrándose en la
posibilidad de hacerlo, pues nada le impide cumplir con su deber, no lo hace.
Impericia médica. Se da cuando el médico realiza su actuación profesional sin el
conocimiento, la habilidad o la capacidad profesional requerida para realizar un tratamiento
o intervención adecuada.
Violación de los reglamentos. Teniendo en cuenta que la medicina es una profesión
estrictamente reglada, como quiera que su objeto es la salud humana, el médico incurre en
falta cuando por acción o por omisión viola las disposiciones legales que regulan su
profesión, y que le exigen comportarse de determinada forma, es decir que en este caso la
falta deviene de la violación de la obligación exigida al médico, tanto en la ley, como en los
reglamentos (Serrano, L., 2000)
Teniendo en cuenta lo dicho por los dos anteriores referentes dentro de la literatura
referente a la responsabilidad médica, a manera de resumen lo dicho ut supra se simplica de
la siguiente manera:
Negligencia = no hacer lo que se espera que se debe hacer
Imprudencia = hacer lo que no se debería haber hecho
Impericia = hacer mal lo que debe hacer bien
Violación del reglamento= inobservancia de las regulaciones de la profesión
Entonces, atendiendo a lo anteriormente expuesto, la culpa medica es entendida como el
resultado de una conducta que carece de la intención de dañar adelantada por un profesional
de la salud pero la misma es objeto de reproche y fuente de responsabilidad porque el daño
causado al paciente o usuario del servicio, obedece a lo señalado anteriormente, es decir, no
hacer lo que se espera que se debe hacer, hacer lo que no se debería haber hecho, hacer mal
lo que se debe hacer bien e inobservar la reglas propias del ejercicio de la profesión.
Ahora bien, en contraposición es menester para el presente trabajo investigativo traer
a colación las situaciones que eximen de responsabilidad y que de una u otra manera rompen
el nexo de causalidad entre el actuar del profesional de la salud y el resultado dañino. Por
ello, el medico deberá orientar su defensa argumentando causa extraña, alegando las
siguientes categorías dogmáticas que si bien es cierto no son objeto de profundización del
presente trabajo investigativo, considero pertinente hacer alusión de ellas:

Error excusable

Caso fortuito y fuerza mayor

Conducta del enfermo

Fracaso del tratamiento

Estado de necesidad
Finalmente, es válido decir que gran parte del contenido y desarrollo que se ha venido
dando a la responsabilidad médica en nuestro ordenamiento jurídico, ha sido en razón a la
interpretación jurídica del código civil, la cual se has plasmado en la jurisprudencia y la
resolución de casos concretos. Es así que remitiremos a los principales artículos contenidos
en la ley civil y que son el primer paso para comprender las implicaciones jurídicas de la
responsabilidad.
Definición
Articulo
Las obligaciones nacen de la ley, de los contratos
y casi contratos y de los actos y omisiones ilícitos
1346
o en que intervengan cualquier género de culpa
o negligencia.
Las obligaciones que nacen de los contratos
1348
tienen fuerza de ley entre las partes contratantes,
y deben cumplirse al tenor de los mismos.
Las obligaciones civiles que nazcan de los
1349
delitos o faltas, se regirán por las disposiciones
del Código Penal.
Las que se deriven de actos u omisiones en que
intervengan culpa o negligencia, no penadas por
1350
la ley, quedarán sometidas a las disposiciones del
Capítulo II del Título XIV de este Libro.
Toda obligación de no hacer una cosa se resuelve
en la de indemnizar los perjuicios, si el deudor
contraviene y no puede deshacerse lo hecho.
Pudiendo destruirse la cosa hecha, y siendo su
destrucción necesaria para el objeto que se tuvo
en mira al tiempo de celebrar el contrato, será el
1359
deudor obligado a ella, o autorizado el acreedor
para que la lleve a efecto a expensas del deudor.
Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente
por otros medios, en este caso será fijo el deudor
que se allane a prestarlos.
El acreedor quedará de todos modos indemne.
La culpa o negligencia del deudor consiste en la
omisión de aquella diligencia que exija la
naturaleza de la obligación y corresponda a las
circunstancias de las personas, del tiempo y del
lugar. Puede ser lata, leve o levísima.
La culpa lata se opone a la diligencia y cuidado
que aun las personas de poca prudencia suelen
1362
emplear en sus propios negocios
La culpa leve se opone a la diligencia y cuidado
de un buen padre de familia.
La culpa levísima se opone a la esmerada
diligencia que un hombre juicioso emplea en la
administración de sus negocios importantes.
Los daños y perjuicios de que responde el deudor
de buena fe son los previstos o que se hayan
1366
podido prever al tiempo de constituirse la
obligación, y que sean consecuencia necesaria de
su falta de cumplimiento.
En caso de dolo responderá el deudor de todos
los que conocidamente se deriven de la falta de
cumplimiento de la obligación.
4. Conclusiones
A manera de colofón, y en aras a dar respuesta a la pregunta problema planteada en la
presente investigación tenemos que, la responsabilidad civil de los médicos por gestar una
mala praxis parte en primera instancia de Las fallas en la responsabilidad profesional podrían
estar estrechamente ligadas al déficit de competencias y habilidades adecuadas de estudiantes
y médicos durante el acto médico.
Las fallas en la responsabilidad profesional podrían estar estrechamente ligadas al déficit de
competencias y habilidades adecuadas de estudiantes y médicos durante el acto médico.
La mala praxis es un término que se utiliza para indicar la responsabilidad profesional por
actos realizados con negligencia y puede ocurrir en más áreas ajenas a lo médico, por ejemplo
una mala praxis en abogacía.
En Honduras las denuncias por responsabilidad profesional son recibidas por las Fiscalías y
trasladadas a la Dirección de Medicina Forense para su análisis pericial, y al igual a lo que
ocurre en otros países, no hay legislación especial que regule la responsabilidad profesional
médica, por lo que los juicios suelen encasillarse dentro de las figuras de delito culposo,
siendo este el resultado de imprudencia, impericia, negligencia o cuando es producto de la
inobservancia de una ley, de un reglamento o de órdenes.
Si bien la mala praxis no aparece como tal en el Código Procesal Penal de Honduras sí se
contempla dentro de los delitos de lesiones, el C.P.P. refiere en su artículo 13 que un delito
puede ser realizado por acción o por omisión y necesariamente debe ser doloso o culposo.
El delito es doloso cuando resulta de la intención que se tuvo al ejecutarlo o cuando el autor
sabe, o está obligado a saber, que como consecuencia de la acción u omisión existe la
posibilidad de un dañoso.
En cambio, el delito es culposo cuando es resultado de imprudencia, impericia o negligencia
o cuando es producto de la inobservancia de una ley, de un reglamento o de órdenes,
resoluciones o deberes.
En los casos de responsabilidad profesional medica no solo se asume responsabilidad penal,
sino también responsabilidad civil, la cual implica la obligación jurídica de la reparación
económica del daño causado por responsabilidad profesional médica. (Art. 2236 Código
Civil de Honduras). Otro tipo distinto de responsabilidad deviniente de la gestión medica se
encuentra en el ámbito contencioso- administrativo en el que no se pone en tela de juicio la
actuación concreta del médico, sino de la administración sanitaria.
5. Bibliografía
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salud y qué función tienen? Artículo actualizado 31 de marzo de 2022, extraído de
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Edición. Biblioteca
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