Subido por J. Joaquin Varela-Restrepo

Varela Restrepo (2008) La Zoología en la Biblioteca del Museo Martorell de Barcelona desde su inicio en 1882 hasta 1915

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LA ZOOLOGÍA EN LA BIBLIOTECA DEL MUSEO MARTORELL DE
BARCELONA, DESDE SU INICIO EN 1882 HASTA 1915.
Treball De Recerca presentado por
J. JOAQUIN VARELA-RESTREPO
Alumno de Master en Historia de la Ciencia, Cultura y Sociedad
Centre d’Estudis en Historia de la Ciencia – CEHIC
Universitat Autònoma de Barcelona
Tutor
ALFONS ZARZOSO ORELLANA
Museu d’Història de la Medicina de Catalunya – MHMC
2008
RESUMEN
El Museo Martorell se inauguró en 1882 gracias a la donación del patrimonio científico
y cultural hecha por Francesc Martorell y Peña y al interés que puso en la idea el
Ayuntamiento Constitucional de Barcelona. Este museo, ecléctico en sus orígenes,
pronto se desmarcó de la tradición generalista de los gabinetes, para adquirir un carácter
marcadamente científico, con una llamativa tendencia hacia el estudio de la
malacología. Paralelamente a las colecciones, en la Biblioteca del Museo también se
lleva a cabo un proceso de especialización en temas de historia natural y principalmente
en malacología. Este trabajo reconstruye y explica parte de la historia de esa biblioteca.
ABSTRACT
The Museo Martorell was opened in 1882 with the patrimonial donation made by
Francesc Martorell y Peña and the attention gived at the idea by the Ayuntamiento
Constitucional de Barcelona. This museum, eclectic in its origins, early abandoned the
generalistic tradition of Cabinets to get his own scientific character, with a strongly
tendence for the study of malacology. At the same time, in the library of the museum
also occurred one process of specialization in natural history and mainly in malacology.
This work rebuilds and explains part of the history of that library.
KEY WORDS:
Museo, Gabinete, Naturalista, Historia Natural, Zoología, Malacología, Biblioteca,
Catalanismo, Evolución.
Museum, Cabinet, Naturalist, Natural History, Zoology, Malacology, Library,
Catalanism, Evolution.
1. INTRODUCCIÓN
El 25 de septiembre de 1882 se inauguró en la ciudad de Barcelona el Museo
Martorell gracias al patrimonio que Francesc Martorell y Peña [1822-1878] legó a la
ciudad. 1 Francesc Martorell trabajó como Corredor Real de Cambios, título otorgado
por la corona a los comerciantes de la época y paralelamente desarrolló una actividad
académica en diversas áreas del saber, entre ellas se destacaba su gran interés por las
ciencias, reflejado su colección de piezas relativas a la historia natural. La colección
Martorell, que pasaría conocerse como donativo Martorell, era una colección de tipo
ecléctico y se encontraba compuesta por una gran variedad de objetos que se
encontraban ya al momento de su muerte debidamente listados. Conforman dicho
donativo la colección malacológica (conchas), la colección paleontológica (fósiles), La
colección numismática (monedas) y su biblioteca personal entre otras piezas de valor
artístico y/o arqueológico.
Las tendencias literarias y científicas cambiaron a lo largo de la vida de Francesc
Martorell. El inventario de la biblioteca de Martorell permite conocer la amplitud de sus
intereses literarios y científicos así como los cambios que mostraron éstos intereses en
relación a su propia vida. Encontramos pues obras de historia, arqueología, geología,
geografía, arquitectura, numismática, medicina, historia natural,
zoología y
particularmente de malacología.
En el Museo Martorell confluyen por primera vez en Barcelona una iniciativa
privada, como se manifiesta en el Testamento de Francesc Martorell y una pública por
parte del Ayuntamiento Constitucional de Barcelona, para la creación y puesta en
marcha del primer espacio destinado a la exposición permanente de las ciencias
naturales en la ciudad.
A partir de 1882, con la inauguración del Museo, la Biblioteca que fuera de
Francesc Martorell se transformó en la “Biblioteca auxiliar del Museo” y gracias a la
intervención de los diferentes directores del Museo, como fueron su hermano Manuel
Martorell y Artur Bofill i Poch [1844-1929], y a los donativos recibidos y adquisiciones
hechas por parte del Museo y del Ayuntamiento de Barcelona, la biblioteca continuó
creciendo en lo que a volúmenes se refiere. Paralelamente, también mostró un aumento
en cuanto a su especialización, evidente en lo que a obras de historia natural se refiere,
entendiendo por Historia Natural el estudio de la paleontología, la botánica, la zoología
1
Según consta en la copia notarial del testamento que data de 1883 y del que el Museo de Ciencias de
Barcelona guarda copia en su archivo histórico.
y las ciencias de la tierra. Durante este período, que podríamos llamar como “etapa de
transición” 2 es cuando más evidente se hace que la biblioteca presenta un marcado
interés por la malacología.
El presente trabajo se desarrolló gracias a los datos obtenidos del Archivo
Histórico del Museo Martorell, ordenados y conservados por el Museo de Ciencias de
Barcelona. El objetivo consiste en reconstruir la historia de la biblioteca auxiliar del
museo, adentrarse en la historia del funcionamiento dicha institución y discutir acerca
de los medios de divulgación y el establecimiento de escuelas de pensamiento en la
Barcelona decimonónica.
2. EL MUSEO MARTORELL Y BARCELONA
En cuanto a su creación y evolución, el Museo Martorell presenta coincidencias
con el modelo seguido por otros museos, como el Muséum National d’Historie
Naturelle de París, que se constituyó con las colecciones del Jardín de Plantas del Rey,
El British Museum en Londres se erigió en gran parte con la donación del gabinete del
médico y botánico Hans Sloane [1660-1753], y posteriormente ocurrió lo mismo para el
Natural History Museum, construido con el donativo de la familia Rothschild. En
España, el Museo de Ciencias Naturales de Madrid surgió de la donación de la
colección mineralógica y la biblioteca del naturalista español nacido en Guayaquil,
Pedro F. Dávila [1711-1786]. Todos estos museos surgen de la cesión de una colección
privada de tipo ecléctico para transformarse posteriormente en colecciones públicas de
tipo específico.
A diferencia de los casos anteriores, que tratan museos de historia natural en
capitales europeas, Barcelona era una ciudad periférica con una marcada tendencia
industrial dentro de la España de la restauración borbónica. Tal característica hace que
el caso de Barcelona se asemeje más a los casos de ciencia colonial que a los casos de
los grandes centros del poder y el conocimiento. En las colonias españolas, el
conocimiento científico jugó un papel crucial y a través de los años se ha hecho una
lectura heroicista, machista y agresiva del papel de dicho conocimiento en la expansión
del imperio, relacionando su evolución con las antiguas tradiciones de poder europeas,
establecidas desde la edad media. (Cañizares-Ezguerra, 2005).
2
Haciendo referencia a la transición entre el nivel privado y el público, entre la colección ecléctica y la
colección científica.
El Imperio español usó desde 1500 hasta 1800 la ciencia como instrumento de
representación Ibérica en las Colonias, así la ciencia y sus prácticas fueron otra
herramienta más de los españoles para demarcar sus territorios y ostentar el poder que
les otorgaba el conocimiento sobre los pueblos colonizados (Pimentel, 2000). Las
antiguas colonias de la América hispánica, cuando tuvieron su independencia,
ofrecieron ejemplos prácticos del uso de este tipo de ideas bajo las cuales habían vivido,
construyendo museos de ciencia o de historia natural que mostraran su identidad
nacional a los ciudadanos en las capitales de los nuevos países libres. En Buenos Aires
se creó el museo en 1812; en Río de Janeiro en 1818, en Santiago de Chile en 1822, en
Bogotá en 1823, en México en 1825, en Lima en 1826 y en Montevideo en 1837. Los
nuevos países empiezan una competición para demostrar quienes son los que mejor
preservan, exhiben e investigan su propio patrimonio natural, generándose de esta
manera identidad nacional a través del uso de la información científica.
De manera similar y un poco tardía con respecto a los casos iberoamericanos,
Barcelona aprovechó la oportunidad de construir un museo especializado en ciencia que
serviría para fomentar y sustentar las posturas catalanistas de la época, las cuales
ayudarían a la consolidación de la idea de Barcelona entendida como una metrópolis
desligada de la capital del Estado y de Catalunya entendida como un territorio
autónomo e independiente dentro España. Era la primera vez que Barcelona disponía de
una colección científica abierta a todos los públicos, y las ciencias naturales se
presentaban no solo como una acumulación de piezas y conocimientos locales y
globales sinó también para respaldar los proyectos de creación de una identidad
nacional cada vez más desligada de la España Monárquica y erigida bajo ideas políticas
de corte federalista.
Los museos de historia natural juegan un papel en el proceso de invención de los
nacionalismos, llegándose a generar rivalidad y competencia entre los museos, no solo
en la configuración de las exposiciones y la presentación de sus piezas a un nivel
artístico o estético, sino también en el proceso de identificar y describir
sistemáticamente los ejemplares hasta el nivel de especies (Lopes & Podgorny, 2000).
La construcción de espacios museísticos a finales del siglo XIX estaba regida
por parámetros estilísticos concretos, en donde predominaban las formas de corte
neoclásico y los grandes volúmenes, semejando templos destinados la dignidad y la
permanencia, construidos no solo para maravillar y asombrar sinó para generar una
sensación de pequeñez humana frente a lo inmenso y sublime de la naturaleza. La
conformación de los Museos de Ciencias Naturales de finales del siglo XIX e inicios del
siglo XX seguía unos patrones determinados que se repiten y se pueden apreciar, por
ejemplo, en los museos coloniales en las ciudades de Melbourne (Australia),
Christchurch (Nueva Zelanda), Montreal (Canadá), Buenos Aires y La Plata (Argentina
y Canadá), siendo todos los anteriores casos los de museos construidos en la periferia de
los imperios inglés, francés o español y presentan convergencias no tan solo en la
arquitectura de estos espacios, llamados Cathedrals of Science, sinó también en la
manera en la que fueron regidos por parte de administradores y conservadores, en los
problemas a corto o largo plazo, en su trabajo educativo y en sus visitantes (SheetsPyenson, 1987).
La construcción del Museo Martorell fue aprobada el 17 de diciembre de 1878.
Fueron el arquitecto modernista Antoni Rovira y Trías [1816-1889] junto al maestro
Josep Fontserè y Mestres [1829-1897] quienes se encargaron de construir este primer
“espacio de ciencia” de carácter público en el Parque de la Ciutadella de Barcelona,
bajo planos que había diseñado previamente J. Fontserè. Posteriormente fueron
emplazadas en la fachada del edificio dos esculturas hechas por Eduard B. Alentorn
[1855-1920] entre 1882 y 1887 y que fueron el detalle final del proyecto del Museo. Las
esculturas corresponden a Jaume Salvador, botánico catalán heredero de una tradición
familiar de naturalistas y a Félix de Azara, zoólogo y uno de los primeros naturalistas
encargado de viajar a las colonias americanas. Los tres artistas (A. Rovira, J. Fontserè y
E. Alentorn) fueron los encargados de darle a la ciudad de su primera “catedral de
Ciencia” (ver figura 1).
El Archivo Histórico de Urbanismo, Arquitectura y Diseño del Colegio Oficial
de Arquitectos de Cataluña cuenta con información acerca del proyecto (Copia del
Plano general), así como una ficha confeccionada por Josep Sánchez Ferré en 1979 que
adscribe el edificio del Museo Martorell dentro del inventario de protección del
patrimonio cultural europeo (IPCE). 3
Sobre el plano original del museo (figura 2) hemos añadido colores para
diferenciar mejor los espacios. En la planta baja se encontraba un amplio vestíbulo y un
cuarto destinado al vigilante del museo. A cada costado encontramos una sala de
exposición. A partir de unas escalas dispuestas en el fondo del vestíbulo se podía
3
Arxiu Històric d’Urbanisme, Arquitectura i Disseny del Col·legi Oficial d’Arquitectes de Catalunya
(AHCOAC, en adelante), Fons Exposició Universal de 1888, Barcelona, C 319 / 7. 7.1 Planta E 1: 100.
Còpia. H 101F / 4 / 770 : Planta E 1:100. Tinta sobre paper tela 32 x 120 cm.
acceder al segundo nivel del cuerpo central del edificio, en donde estaba el despacho del
Director y a la Biblioteca auxiliar del Museo. La sala de exposición del lado izquierdo,
orientada hacia el mar, exponía las colecciones mineralógica, botánica y paleontológica
mientras que la del lado derecho, orientada hacia la montaña, era donde se exhibía la
colección zoológica. No está claro el lugar que ocupaban las piezas arqueológicas y
etnográficas, que se repartían entre la sala de la izquierda y el segundo piso del edificio.
Fig. 1. Fachada del Museo Martorell en la actualidad. Foto de JJVR.
Fig. 2. Plano del Museo Martorell según consta en el Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de
Catalunya.
Algunos trabajos recientes estudian la historia del Museo Martorell, como son
los realizados por Alicia Masriera para conmemorar el centenario del Museo en 1978 y
otro en 2000 para revisar la aportación del museo a la geología catalana; también el
trabajo de Julio Gómez-Alba de 1990 donde narra la historia del museo desde su
fundación hasta el surgimiento de la Junta de Ciencias en 1905 4 . Sin embargo, faltan
estudios precisos de la historia del Museo que pongan en contexto su trabajo en el
campo y en los laboratorios, la historia y el origen de las colecciones y de las
donaciones y, en general, la manera de trabajar y hacer ciencia de quienes formaron
parte de este proyecto museológico en sus primeros años.
En un trabajo anterior hemos señalado la necesidad de continuar con el análisis
del ingreso de libros a la Biblioteca auxiliar del Museo Martorell, ya que éste aportará
datos acerca del tipo de material bibliográfico así como de las redes de comunicación y
distribución para este tipo de documentación con carácter científico en Barcelona a
finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. 5
3. LA ZOOLOGÍA EN LA BIBLIOTECA AUXILIAR DEL MUSEO
MARTORELL
Como ya se mencionó, las colecciones de Francesc Martorell fueron donadas a
la ciudad para que con ellas se construyera y preservase un museo en territorios de la
ciudad. En el momento de la inauguración estas colecciones aún permanecían en
inventario y solo pasarían a formar parte del Museo una vez que se finalizara su
inventario, registrado en la notaría en 1883. Según Pickstone (2000), el grado de
especialización alcanzado por las ciencias naturales en la transición entre los siglos
XIX y XX está relacionado con la transformación de los gabinetes en museos, dado que
también cambió la actitud del coleccionista, que se desligó del coleccionismo
meramente descriptivo y ornamental arraigado en razones estéticas para tratar de buscar
aproximaciones analíticas y pragmáticas que le ayudaran a comprender su materia de
estudio. A continuación se exponen razones por las cuales el Museo Martorell encaja en
dicho modelo decimonónico.
4
En estas investigaciones los autores concentraron su atención en su área de estudio, puesto que ambos
trabajaron como conservadores de la colección geológica en el Museo de Ciencias de Barcelona.
5
Varela-Restrepo, J. Joaquin. (2008)
3.1. EL DONATIVO DE FRANCESC MARTORELL Y PEÑA
En el inventario con la descripción de todos los libros y demás publicaciones del
donativo de Francisco Martorell y Peña se halla que la biblioteca estaba compuesta por
342 títulos y organizada según las materias de las que tratan dichos libros. 6 ().
Dichas materias se listan a continuación: Arqueología (84 obras), Agricultura (2
obras), Astronomía (2 obras), Arquitectura (7 obras), Bellas Artes (8 obras), Comercio
(4 obras), Geografía (4 obras), Geología (11 obras), Historia (36 obras), Historia Natural
(71 obras), Legislación (8 obras), Literatura (47 obras), Medicina (9 obras),
Numismática (29 obras), Paleontología (4 obras), Religión (3 obras) y Viajes (13 obras).
MASTOZOOLOGÍA
ICTIOLOGÍA
ENTOMOLOGÍA
ZOOLOGÍA GENERAL
MALACOLOGÍA
0
10
20
30
40
50
60
Grafico 1. Libros de Historia Natural en la Biblioteca de Francesc Martorell y Peña divididos
según las materias propias de la zoología.
La historia natural sobresale en la colección bibliográfica de Martorell y, en este
apartado, tal y como muestra el gráfico 1, destaca de manera especial de la malacología,
representada por 52 ejemplares (un 15,2% del total de la colección). También se puede
observar que las generalidades zoológicas superan ampliamente las obras presentes en
los temas mastozoológico, ictiológico y entomológico, mostrándose un bajo interés por
los vertebrados superiores dada la ausencia de libros ornitológicos o herpetológicos, y a
la presencia de solo una obra acerca de mamíferos. Cabe señalar que el 53,8% de las
obras malacológicas está escrito en francés seguido por el 17,3% en inglés.
Por otra parte, hallamos títulos y autores representativos de la ciencia en el siglo
XIX en la biblioteca de la colección Martorell, en donde sobresalen el Manuel de
geologie elementaire, ou changements ancienes de la terre et de ses habitants tels qu’ils
sont representes par les monuments geologiques de Lyell [1797-1875] editado en París
6
Véase la copia del acta notarial del 30 de noviembre de 1883 ante Jaime Burguerol, Notario público del
Colegio del Territorio de la Audiencia de Barcelona, Archivo histórico Museo de Ciencias de Barcelona.
en 1856, y la Histoire naturelle des animaux sans vertebres, de Lamarck [1744-1829],
editado en París en 1835.
También aparecen autores como Alcide d’Orbigny [1802-1857], médico y
malacólogo francés que viajó América enviado por el Museo de Historia Natural de
París; Jules Rene Bourguignat [1829-1892], fundador de una nueva escuela
malacológica francesa basada en los postulados neo-Lamarckianos y que también
realizó estudios de tipo arqueológico. El autor más frecuente entre las obras de
malacología de Francesc Martorell es el médico y malacólogo Joaquín GonzálezHidalgo Rodríguez [1839-1923], catedrático de malacología en la Universidad de
Madrid, miembro fundador de la Real Sociedad Española de Historia Natural en 1871.
Otras obras que destacan en esta biblioteca son las de divulgación científica.
Entre éstas, destaca La pluralité des mondes habites, escrito por el astrónomo y
espiritista Camille Flamarion [1842-1925] y editado en París en 1873, y La terre avant
le deluge escrito por el médico y fisiólogo Louis Figuier [1819-1894] editado en Paris
en 1864. Las obras de este tipo, generalmente dirigidas a la juventud, gozaron de gran
aceptación entre el público de su época, ya que al igual que ocurrió con los gabinetes en
el siglo XVII, su objetivo era entretener y sorprender, todo a partir de una estructura
narrativa de tipo científico-literario, que a la vez que se valía de las ideas científicas de
la actualidad, también hacía uso de los mitos originados en el imaginario colectivo,
altamente influenciado por los bestiarios, las fantasías bíblicas, las crónicas de viajes y
exploración y la tradición popular literaria. 7
La mayoría de libros de la Biblioteca Martorell fueron editados en la segunda
mitad del siglo XIX y en diversos lugares del mundo, de lo cual se puede inferir que era
una biblioteca con carácter actual y cosmopolita en la que primaban las obras recientes.
Al analizar los idiomas que la componían encontramos que la mayor parte de las obras
están escritas en castellano (aproximadamente un 55,4% del total), seguidas por el
francés (32,7 % aprox.), el italiano (6,7% aprox.) y el inglés (3,2% aprox.), aunque se
encuentran en menor proporción obras escritas en catalán, alemán, portugués y latín.
7
Nieto-Galan (2006)
Fig. 3. Francesc Martorell y Peña
A partir del análisis de las fechas de edición de los libros, podríamos
organizarlas en tres grandes grupos, de lo cual se desprende que los intereses
literarios/científicos de Francesc Martorell fueron cambiando a lo largo de su vida. Se
encuentra, en un principio, un notable interés por las obras de historia, arqueología,
geología y geografía. En estas materias casi la totalidad de las obras está editada cerca
de la década de 1840. Sucede a este interés el que comprende la arquitectura, la
numismática y la medicina con obras editadas alrededor de 1850. Finalmente se advierte
un marcado interés por la historia natural, la zoología y en particular la malacología, con
obras editadas alrededor de la década de 1860.
3.2. EL DONATIVO DE MANUEL MARTORELL Y PEÑA
En sus inicios, el museo continuó la línea ecléctica de la colección heredada de
Francesc Martorell. Desde el inicio, en los libros de ingresos del museo se registraron
objetos de diversa índole: piezas arqueológicas y etnográficas, relativas a la historia más
reciente de la ciudad, como placas con el nombre de calles, arte religioso o carruajes
antiguos. Estas piezas provenían de donaciones, adquisiciones o traslados de material
por parte del Ayuntamiento a este museo de la ciudad. Incluso se encuentran registros
del ingreso de cinco cráneos de orates que evidencian la práctica de la frenología en la
ciudad. 8
8
Estos cráneos, que ingresaron en 1884 por donación de Juan Sanllehy, estaban acompañados del nombre
del paciente al cual pertenecían. (Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona)
El primer director del Museo Martorell fue Manuel Martorell y Peña, hermano
menor de Francesc y dirigió el museo desde 1882 hasta 1890, año en que murió.
Regidor en el Ayuntamiento de Barcelona, Manuel también era presidente de la
Comisión
de Monumentos del Concejo Provincial de Agricultura, Industria y
Comercio. Su principal obra, publicada en 1876 es el Catálogo metódico y Razonado de
los Coleópteros observados en Cataluña, obra que escribe junto a Miguel Cuní y
Martorell y que en su momento recibió elogios a nivel internacional. 9
Manuel Martorell donó al museo entre los años 1882 y 1887 un total de 590
libros. El 92,3% de dichas obras escrito en francés, con un 6,1% de obras en latín y
solo un 1,5% en castellano. La gran mayoría de estos libros se dedica a la economía, la
política y las diferentes ramas del derecho (canónico, civil, militar). Las donaciones de
Manuel Martorell continuaron la línea ecléctica de la biblioteca, y entre ellas solo se
encuentran siete obras relacionadas con la historia natural. Al comparar los dos
donativos bibliográficos de los hermanos Martorell, podemos advertir en Manuel un
interés menos marcado que el de su hermano por el tema de la historia natural. Pero
Manuel coleccionó y estudió insectos de manera sistemática 10 y es el autor de 6 obras
de la donación (el 0,8%). Cuatro de sus obras dedican atención a los insectos (Dos obras
de generalidades entomológicas y dos monografías específicas de coleópteros) Las otras
dos obras, aunque guardan relación con la historia natural, presentan una tendencia
enfocada al aprovechamiento de la crianza de animales domésticos, en este caso el
conejo y otra acerca de las variedades de la vid en Cataluña. En la Tabla 1 se han
plasmado las materias y el número de ejemplares de este donativo, y a su lado el
porcentaje que corresponde a cada materia.
MATERIA
Economía y Política
Derecho
Religión
Historia
Entomología
Literatura
Mastozoología
Magia
Enciclopedia
Botánica
9
CANTIDAD DE OBRAS
545
25
5
5
4
2
1
1
1
1
PORCENTAJE EN EL
DONATIVO (%)
92,3
4,2
0,8
0,8
0,7
0,3
0,2
0,2
0,2
0,2
La Ilustración Española y Americana, Nº. XXXVIII. 13 de Octubre de 1877.
Ejemplares que ingresaron en 1901 a la colección de referencia del Museo Martorell por donación de su
esposa Teresa Poch. (Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona)
10
TOTAL
590
99,9
Tabla 1. Relación de las obras donadas a la Biblioteca Martorell por Manuel Martorell.
En la revisión de los libros de registro del museo, encontramos frecuentemente a
Manuel Martorell como donante y/o colector de múltiples piezas geológicas,
paleontológicas, zoológicas y botánicas. Muchas de estas piezas, las desplazó
paulatinamente desde su colección personal hacia la colección del Museo Martorell
mientras tuvo a su cargo la dirección. 11
3.3. EL MUSEO MARTORELL Y ARTUR BOFILL.
Completando la plantilla del Museo Martorell en su inauguración se encontraban
Enric Grau i d’Arnau, en calidad de conservador de las colecciones, y Eusebio Palomera
como conserje durante el día y vigilante nocturno. También estuvieron con ellos Magí
Soler i Benaprés como secretario honorífico y Francesc Darder, conocido taxidermista
de la ciudad quien trabajó para el Museo en encargos concretos durante estos primeros
años. 12
Enric Grau cesó, por motivos de salud sus labores de conservador en diciembre
de 1887, y Manuel Martorell propuso para sustituirle en el cargo vacante a Artur Bofill i
Poch, aduciendo que era una persona “peritísima” (Gómez-Alba, 1990). Bofill era un
gran aficionado a los viajes, a la ópera y a la ciencia. Fue miembro fundador de la
Associació Catalana d’Excursions Científiques y desde 1883 era miembro de la Sección
de Naturales de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. No hay mayor
evidencia de su trabajo como abogado pero sí de sus viajes por Cataluña y el extranjero
colectando muestras y escribiendo crónicas etnográficas y de viaje. 13
Artur Bofill cursó sus estudios de segunda enseñanza en el Colegio de San Luis
(1860-1862) y en el Colegio del Señor Rodríguez (1862-1864), y recibió el título de
11
Gómez Alba, 1990.
Francesc Darder tenía una tienda de ciencias naturales que abastecía de animales disecados, modelos
anatómicos, etc. a las escuelas e institutos. Era un hombre polifacético, y sus intereses abarcaban muchos
campos, pero siempre en relación con la historia natural. Francesc Darder fue el primer director del
Parque Zoológico de Barcelona, pero también se interesaba por la cría de animales domésticos y por la
piscicultura. A su labor como taxidermista Darder sumaba su trabajo como editor de revistas de historia
natural e, incluso, pintó algún cuadro con dibujos de fauna. http://www.banyolescultura.net/mdhnesp.htm
13
En el Museo se conservan algunas de sus libretas de apuntes, facturas de sus gastos de viaje así como
diversas fotografías y muestras traídas en sus viajes por Europa y África (Archivo histórico del Museo de
Ciencias de Barcelona)
12
Bachiller en Artes en 1865 y el de Bachiller en Derecho Civil y Canónico en 1870,
ambos títulos otorgados por la Universidad de Barcelona. 14
Fig. 4. Artur Bofill i Poch. Archivo Museo Martorell, carpeta 74,1
Su labor al frente del Museo Martorell fue notable. Se encargó de ubicar
importantes colecciones naturales y de anexarlas a la colecciones del museo, ya fuera en
calidad de donaciones, como fue el caso de la colección de rocas salinas de Cardona de
la Duquesa de Medinaceli o bien por adquisiciones como la colección numismática y
etnográfica de Santiago Ángel Saura o la famosa Colección de Pere Antiga i Sunyer,
principalmente compuesta por piezas zoológicas aunque también comprendía algunas
rocas y fósiles 15 . La adquisición de estas colecciones fue financiada durante la etapa
inicial por el Ayuntamiento de Barcelona y a partir de 1906 la Junta de Ciencias se
encargó de solventar estos gastos. Bofill logró establecer una red de comunicación con
los principales museos, institutos e investigadores para realizar intercambios de material
y estar al tanto del trabajo en otros lugares del mundo.
Bofill i Poch es sin duda el mayor responsable de la especialización temática de
la biblioteca del Museo Martorell. A partir de 1893 abandonó su cargo como
conservador para asumir la dirección del museo hasta 1920. Mostró gran interés por el
estudio de las ciencias naturales, la geología, la paleontología, y sobre todo por la
14
Expediente Académico de Artur Bofill i Poch - Archivo histórico Universitat de Barcelona.
Dicha colección fue adquirida en 1888 y costó al Museo 7.930 pesetas, que pagó el Ayuntamiento.
(Gómez-Alba, 1990)
15
malacología, prestando especial atención al caso catalán. Bofill ocupó el cargo de
secretario perpetuo de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. 16 Trabajó
junto a otros científicos y naturalistas locales, como Jaume Almera-Comas [1845-1919],
Norbert Font i Sagué 17 , Juan Bautista Aguilar-Amat [1882-1936] o Lluís Marià Vidal i
Carreras [1842-1922] 18 .
Almera recibió su título de bachiller en artes en 1867 y en ciencias en 1869 por
la Universidad de Barcelona, luego se licenció en la sección de Físicas y en la sección
de Naturales en 1871 en la misma Universidad de Barcelona y posteriormente realizó en
la Universidad de Madrid los estudios que le hicieron recibir el título de Doctor en la
sección de Naturales en 1874. 19 La actividad científica de Almera abarcó la botánica, el
dibujo y la física, y su aportación al estudio de la geología y paleontología catalana va
ligada al trabajo como director del Museo de Geognosia y Paleontología del Seminario
Conciliar de Barcelona, labor que desempeñó desde 1874 hasta su muerte. 20
Entre los años 1879 y 1892, Artur Bofill i Poch publicó trabajos de diversa
índole científica tanto por separado como en autoría conjunta con Jaume Almera en la
revista anual Crónica Científica, dirigida por Rafael Roig-Torres [1855-1931]. 21
En 1879, Bofill publicó en esta revista Catálogo de los moluscos testáceos
terrestres del llano de Barcelona, en 1880 Plantas insectívoras en Cataluña, en 1884
Moluscos del valle de Ribas, en 1887 Contribuciones a la fauna malacológica de
Cataluña y Catálogo de los moluscos testáceos terrestres del llano de Barcelona, en
1890 Moluscos marinos de Llansá y en 1891 Fauna malacológica de Cataluña y
Presencia en Cataluña de tres cisnes del norte de Europa 22 .
Bofill era un científico activo con interés por divulgar sus hallazgos. En los
libros de registro del Museo Martorell está registrado, como donativo de Artur Bofill y
sin incluir los detalles de las publicaciones, el ingreso de otras 16 monografías o
separatas escritas por Bofill aparte de las publicadas por Crónica Científica. Estos
trabajos reflejan las excursiones e investigaciones que realizaba en busca de novedades
16
Nieto-Galán, A.; Roca-Rosell, A (2000)
Geólogo, espeleólogo y naturalista. Introductor de la espeleología en Catalunya y responsable de la
colocación de la escultura del mamut en el Parque de la Ciutadella de Barcelona en 1907 como parte de
un proyecto inconcluso para reproducir la fauna extinta de la localidad.
18
Gómez-Alba (1992)
19
Expediente Académico de Jaume Almera - Archivo histórico Universitat de Barcelona
20
Valls Juliá, Juan (1982) – Aragonés, Enric (2004)
21
Rafael Roig Torres fue un ingeniero, agente publicitario y enólogo. Administró la Companyia General
d'Electricitat de Barcelona y dirigió y editó entre los años 1878 y 1892 la revista anual “Crónica
Científica”
22
Crónica científica. Vols. 2 (1879), 3 (1880), 7 (1884), 10 (1887), 13 (1890) y 14 (1891).
17
malacológicas y en ocasiones estableciendo relaciones entre la malacología y
paleontología o la geología 23 . Almera y Bofill estaban en la vanguardia de las ciencias
naturales en Barcelona y dirigían los dos museos científicos más importantes de
Catalunya a finales del siglo XIX. En geología llevaron a cabo la parte inicial del
proyecto del Mapa Geológico de la Provincia de Barcelona 24 (1885-1915), realizando
entretanto diversas investigaciones y publicaciones en torno a la paleontología, la
botánica y los moluscos de Cataluña.
Fig. 5.Jaume Almera Comas. Archivo Museo Martorell, carpeta 107,1
Como equipo, Bofill y Almera publicaron juntos en Crónica Científica, entre
1887 y 1892, siete trabajos que se listan a continuación: Descubrimiento de grandes
mamíferos en Cataluña, Una hora en el laboratorio zoológico de Banyuls-sur-Mer,
Datos geológicos sobre los pirineos orientales, Descubrimientos paleontológicos en
Cataluña, Descubrimiento del Jurásico en la costa de Garraf, Pasado y presente de las
costas de Garraf y Moluscos pliocenos de Cataluña 25 . Fuera de la anterior publicación
también escribieron, entre 1890 y 1901, cuatro trabajos en co-autoría: Mollusca fossilia
stratuum tertiorum supernorum Cataluniae, Fauna salobre tortoniense de Villanueva y
Geltrú, Moluscos fósiles de los terrenos terciarios superiores de Cataluña: Estrómbidos
y Moluscos fósiles de los terrenos terciarios superiores de Cataluña: Murícidos 26 .
23
Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona. Carpetas 10,1 y 16,2.
Aragonés, Enric (2006)
25
Crónica científica. Vols. 10 (1887), 11 (1888), 12 (1889), 14 (1891) y 15 (1892).
26
Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona. Carpetas 10,1 y 16,2.
24
Hasta 1915 Bofill había publicado 27 trabajos científicos en solitario y 11 más
en compañía con Almera. En total 38 documentos, de los cuales el 92% trata la
malacología (principalmente catalana) y sus relaciones con la paleontología o la
geología.
Entre los años de 1890 y 1915, Artur Bofill donó a la Biblioteca del Museo
Martorell 72 libros, casi todos ellos de ciencias naturales. Malacología, entomología y
paleontología son las materias dominantes en esta donación y representan el 28,2%, el
19,4% y el 15,27% tal como se aprecia en el gráfico 3. La lengua predominante en estos
libros es el castellano, un 61,1% del total. A éste le siguen el francés (20,8%) y el
catalán (15,1%). Bofill es autor (o coautor junto a Almera) en 30 trabajos de este
donativo, lo cual representa el 41,7% de esta donación y es evidencia del trabajo ingente
de estos dos autores por la divulgación del trabajo científico catalán, principalmente el
malacológico.
Actualmente, Artur Bofill es considerado junto con el malacólogo alemán Fritz
Haas (ver figura 6), como uno de los creadores de la escuela malacológica catalana.
Haas era un exiliado de la primera guerra mundial en Francia, de donde tuvo que huir
cruzando el Pirineo, y fue bien recibido en el equipo de trabajo del Museo Martorell.
Trabajó con Bofill y Aguilar-Amat durante cinco años consecutivos haciendo la
revisión de las descripciones malacológicas correspondientes a las especies de moluscos
terrestres y de agua dulce de Cataluña (Nos, 1991)
Fig. 6. Fritz Haas Archivo del Museo Martorell, carpeta 107,1
MASTOZOOLOGÍA
H. NATURAL GRA.
ANTROPOLOGÍA
ICTIOLOGÍA
NECROLÓGICO
ORNITOLOGÍA
EXP. Y VIAJES
BOTÁNICA
GEOLOGÍA
PALEONTOLOGÍA
ENTOMOLOGÍA
MALACOLOGÍA
0
5
10
15
20
25
Grafico 3. Libros donados por Artur Bofill i Poch divididos según las materias que tratan.
Bofill mantuvo correspondencia, entre otros, con el personal científico del
British Museum (Londres, Inglaterra), el Museo de Gottemburgo (Suecia), el Museo
Paulista (Sao Paulo, Brasil), el Museo de Praga (Imperio Austro-Húngaro) y el Museo
Nacional de México (México). Intercambió cartas y material bibliográfico con la
Bibliotecas pública de Buffalo, y las Bibliotecas públicas Newberry y John Crerar de
Chicago (EEUU), la Biblioteca Universitaria de Christianía (Oslo-Noruega), y las
Bibliotecas Nacionales de Paris (Francia) y Roma (Italia). Mantuvo comunicación con
miembros de las Academias de Ciencias de Copenhague (Dinamarca) y Lisboa
(Portugal) así como con la American Philosophical Society de Philadelphia (EEUU).
Los orígenes y destinos de su correspondencia son tan diversos: Oran (Argelia), Bogotá
(Colombia), Madras (India), Honolulu (EEUU), Kyoto (Japón) y Wanganui (Nueva
Zelanda), lo cual demuestra que Bofill se encargó de dar a conocer la actividad del
Museo Martorell no solo en el continente europeo sinó allende los mares, aprovechando
muchas ocasiones para proponer intercambios de material malacológico con sus
corresponsales. 27
27
Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona. Correspondencia de A. Bofill. Carpetas 107,1;
107,2; 108,1; 108,2; 109,1 y 109,2.
3.4. INVENTARIOS DE LA BIBLIOTECA DEL MUSEO MARTORELL
Para el año de 1890 la Biblioteca auxiliar del Museo contaba con 1.077
ejemplares, según el inventario que se inició el 7 de agosto y se terminó el 18 de
noviembre del mismo año (véase Tabla 2). 28
MATERIA
NÚMERO DE EJEMPLARES
Antropología y ProtoHistoria
98
Arqueología y Numismática
140
Astronomía
6
Bellas Artes
42
Física y Química
19
Geografía y Viajes
174
Historia Natural y Agricultura
314
Historia
91
Literatura
25
Matemáticas
2
Meteorología y Física del Globo
9
Obras didácticas de Literatura
38
Varias (Enciclopedia, Medicina, Religión, Jurisprudencia)
119
1.077
TOTAL
Tabla 2. Inventario de la Biblioteca auxiliar del Museo Martorell efectuado entre los meses de agosto y
noviembre de 1890.
Los ingresos de material en la biblioteca fueron anotados puntualmente en los
diferentes libros de registro del museo, encontrándose en algunos casos la información
por duplicado o triplicado. Por una parte estaba el registro de donaciones y los
inventarios de la Biblioteca efectuados por el museo, y por otra parte el registro de la
correspondencia entre la Dirección del Museo y el Ayuntamiento Constitucional, la
Junta de Ciencias 29 , las solicitudes de adquisición de material bibliográfico por parte de
los miembros de la Junta de Ciencias y las facturas de compra a algunos libreros de la
ciudad.
En el inventario preliminar que realizamos teniendo en cuenta la información
recopilada del archivo, se estableció que para el año 1901 habían ingresado 1.173
ejemplares a la Biblioteca auxiliar. 30 De éstos, 275 obras, el 23,44% del total, trataba de
Zoología, y la mayoría de ellos de malacología, mientras que una minoría hace
referencia a la mastozoología, la entomología y la ornitología. En la Tabla 3 también
vemos como durante los años de 1886, 1892, 1895, 1898 y 1900 no ingresó ningún
ejemplar en la biblioteca. O al menos no constan ingresos en los libros de registro.
28
Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona. Carpeta 11,1.
La Junta fue creada por el ayuntamiento el 22 de marzo de 1906. Tuvo a su cargo el Museo de Ciencias
Naturales, el Zoológico, la rotulación de plantas y todo cuanto se relaciona con el carácter científico de
las plantaciones de los jardines de Barcelona.
30
Varela-Restrepo (2008)
29
Igualmente para el período comprendido entre 1902 y 1905, en donde no se tiene
constancia de ningún ingreso.
En el inventario de la Biblioteca auxiliar del Museo Martorell desde 1882 hasta
1915 (ver tabla 3), vemos que la colección bibliográfica contaba con 1.536 obras, y que
de éstas 484 eran referentes a la zoología, esto es el 31,51% del total de la biblioteca
dedicado específicamente al estudio de los animales. De estos libros, 146 son de
malacología, que conforman el 9,5% de la colección total y son el 30,16% de la parte
zoológica de dicha biblioteca.
CANTIDAD TOTAL
DE LIBROS
OBRAS DE
ZOOLOGÍA
1882
1883
1884
1885
1886
1887
1888
1889
1890
1891
1892
1893
1894
1895
1896
1897
1898
1899
1900
1901
1902
1903
1904
1905
1906
1907
1908
1909
1910
1911
1912
1913
1914
1915
9
341
63
105
4
71
60
105
46
3
550
17
17
1
3
1
11
7
3
2
2
TOTAL
AÑOS
1
4
3
2
2
9
6
2
71
12
38
13
32
106
22
48
20
36
3
20
6
12
64
8
28
10
1.536
484
Tabla 3. Elaboración propia a partir del ingreso de ejemplares por año, haciendo referencia al total y a
obras de tipo zoológico en la Biblioteca auxiliar del Museo Martorel (Varela-Restrepo, 2008).
En la tabla 4 se ha organizado a los donantes particulares de la Biblioteca
Martorell, responsables de la presencia de 1.026 ejemplares. Estos 25 donantes han sido
organizados según la fecha de su primera donación. Las donaciones particulares
representan el 31,12% del total de la biblioteca, y la gran mayoría de éstos donativos
pertenece a la materia zoológica.
DONANTE
CANTIDAD
DE OBRAS
PERÍODO DE
LA DONACIÓN
Martorell i Peña, Manuel
Zuzarte, Cayetano
342
1
1878
1882
Martorell y Peña, Manuel
Brunet i Bellet, José
Hidalgo, J.G.
Roig Torres, Rafael
Masferrer, Mariano
Castellá, Ramón
590
3
3
2
2
1
1882-1889
1885-1891
1888
1889
1889
1889
MATERIAS
Arqueología, Malacología, Literatura,
Historia, Numismática.
Arte
Economía, Política, Derecho,
Religión, Entomología, Literatura, etc
Arqueología - Historia - Lúdica
Malacología
Botánica - Zootecnia
Botánica –Medicina
Religión
Malacología, Entomología,
Paleontología, Geología, Botánica...
Herpetología
Derecho
Geología
Entomología
Geología – Zoología
Taxidermia
Carcinología
Entomología – Agricultura
Malacología - Botánica – Geología
Malacología
Geología
Mastozoología – Malacología
Geología
Ornitología – Mastozoología
Botánica – Entomología
Entomología
Bofill i Poch, Artur
72
1890-1915
López Seoane, Víctor
1
1891
de Casademunt, Madero
1
1893
Vidal i Careta, Francisco
1
1894
Ferrer, Eugenio
1
1907
Font i Sague, Norbert
5
1908-1909
Soler i Pujol, Luis
1
1908
Faura, Mariano
1
1909
Bofill i Pichot, Jose María
2
1909
Llenas, Manuel
3
1910
de Samá, Antonio
1
1910
Tomás, Lorenzo
1
1910
Aguilar-Amat, J.B.
1
1911-1915
Heriksen, M.G.
1
1911
Tarre, Emilio
6
1913-1915
Janet, Charles
3
1913-1914
de Sagarra, Ignasi
5
1915
Tabla 4. Donantes particulares en la Biblioteca Martorell desde 1882 hasta 1815 comprendiendo la
cantidad de obras donadas,e l período de la donación y las materias sobre las de que tratan dichas
obras.
En cuanto a las donaciones institucionales, cabe señalar que entre los años 1883
y 1885 el Ayuntamiento constitucional de Barcelona es responsable de la adquisición de
175 libros para la Biblioteca, pero no consta el valor que se invierte en dicho material,
que representa el 11,39% del total de la biblioteca. Con la entrada del siglo XX el
museo inició procesos de suscripción a diferentes boletines entomológicos y
malacológicos editados en Alemania y Francia principalmente y que formaban parte de
grandes proyectos para publicar por fascículos enciclopedias zoológicas. Desde 1907 y
hasta 1914 la Junta de Ciencias es responsable de 122 adquisiciones, algunas de ellas
realizadas por intermedio de los libreros Álvaro Verdaguer o Francisco Puig Alfonso.
Una buena parte de estos ingresos consisten en fascículos de obras seriadas que se
publicaban en Alemania, como Opuscula Ichneumologica, de Schmiedeknecht, el
Coleopterum catalogus de W. Junk 31 o el Lepidopterum catalogus de E. Strand. Las
adquisiciones de la Junta representan el 7,94% del total de la biblioteca en el período de
estudio. No hay constancia documental de todo el dinero invertido por la Junta en la
biblioteca, pero hay algunas facturas, cartas con presupuestos y órdenes de compra de
buena parte de las adquisiciones que se le atribuyen (ver tabla 5).
PESETAS
FRANCOS
MARCOS
LIRAS
347,25
121,50
406,30
100
Tabla 5. Cantidades invertidas por la Junta de Ciencias entre 1907 y 1914 en la adquisición de material
bibliográfico para la Biblioteca Auxiliar del Museo Martorell
El Museo Martorell recibió desde diferentes instituciones, en su gran mayoría
museos iberoamericanos, publicaciones que fueron casi siempre de tipo serial, como
Boletines, Anales, Reportes, etc. que evidencian la existencia de canales comunicativos
para la divulgación de los resultados de las investigaciones científicas llevadas a cabo
en la propia ciudad de Barcelona o en la periferia. De esta manera, el museo Martorell
tiene registrados al menos otros 25 donantes de tipo institucional que son los
responsables del ingreso de 100 obras entre los años 1893 y 1915 (ver tabla 6). Estas
donaciones corresponden al 6,51% del total de la biblioteca.
DONANTE
Museo de Buenos Aires
Museo de Montevideo
Oficina de depósito, reparto y canje Internacional de
publicaciones – Uruguay
Museo Nacional de México
Institución Catalana de Historia Natural
Instituto Geológico de México
Editores Sucesores de Juan Gili (Barcelona)
Decanato del Cuerpo Médico de Barcelona
Museo de El Salvador
Museo Nacional de los Estados Unidos
Biblioteca John Crerar de Chicago, Illinois, EEUU.
Sociedad de Fomento a la Sericultura Española
Musee Oceanographique du Monaco
Tipografía Nacional de Guatemala
31
CANTIDAD
DE OBRAS
PERÍODO
5
2
1
1893-1907
1901
1901
8
1
12
1
1
2
5
9
5
1
3
1906-1914
1907
1907-1913
1907
1907
1907-1911
1907-1915
1907-1915
1909
1909
1909
El Museo establece contacto con W. Junk para adquirir los fascículos atrasados de la colección
Coleopterum catalogus y continuar adquiriendo los demás. Archivo histórico Museo de Ciencias de
Barcelona.
Museo de Arqueología, Historia y Etnografía de México
7
1911-1914
Museo Nacional de Chile
1
1911
Instituto Smithsonian
3
1911-1913
Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América
9
1911-1915
Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona
7
1912-1915
Sociedad protectora de los Animales y las Plantas de Cataluña
6
1912
Aquario Vasco da Gama
5
1912
Museo de Ciencias Naturales de Madrid
1
1913
Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires
2
1914
Museos Nacionales de Venezuela
1
1915
Junta para la Ampliación de Estudios de Madrid
2
1915
Tabla 6. Donantes Institucionales en la Biblioteca Martorell desde 1882 hasta 1815 comprendiendo la
cantidad de obras donadas y el período de la donación
Aproximadamente el 7% de la biblioteca, conformado por 113 volúmenes, no
tiene un origen claro, debido a que hubo donativos anónimos o a que el museo
compraba libros con presupuestos propios sin pasar por el conducto regular de formular
solicitudes y recibir aprobaciones bien fuera del Ayuntamiento de Barcelona o de la
Junta de Ciencias (Figura 5).
7%
7%
8%
11%
67%
Origen desconocido
Donantes particulares
Junta de Ciencias
Donantes Institucionales
Ayuntamiento
Gráfico 4. Libros de la Biblioteca del Museo Martorell presentados según su origen, en porcentajes.
4. LAS CIENCIAS NATURALES EN LA RENAIXENÇA
La renaixença fue un movimiento cultural catalán surgido desde la burguesía
durante el primer tercio del siglo XIX con el objetivo de generar un renacer para el
catalán como lengua literaria y científica luego de que ésta hubiese vivido un período de
decadencia respecto al castellano. Se asemejaba al romanticismo europeo y en su estilo
predominan los sentimientos, el espíritu patriótico y el estudio de la historia. Junto con
la renaixença, surge el modernismo, que aprovecha el espíritu renovador de esta
actividad literaria y cultural para llevar a cabo demostraciones artísticas y
arquitectónicas de la cultura moderna y nacionalista que se empezaba a vivir en
Catalunya. Posterior a la renaixença, y como consecuencia de esta, surgió un
movimiento generalizado nacionalista, que agrupó las letras, las artes, las ciencias y la
política. El catalanismo, que se ramificó a su vez creando diferentes líneas para una
misma corriente: Catalanismo cultural, catalanismo científico, catalanismo político. Es
así como surgieron diversas asociaciones profesionales no sólo catalanas sino también
catalanistas. Un ejemplo de agrupaciones de este tipo es la Acadèmia i laboratori de
Ciències Mediques, iniciada en 1878 con el propósito de usar el catalán como lengua
científica moderna en la práctica y en las publicaciones. 32
Las ciencias naturales en este período empiezan a ser estudiadas con fruición, y
es cuando comienzan a aparecer trabajos de historia de la ciencia en Catalunya 33 ,
investigadores en las diferentes ramas de la ciencia natural 34 e instituciones, como el
Museo Martorell, encargadas de preservar dicho material científico y llevar a cabo una
rigurosa investigación científica a partir del mismo.
4.1. VALENTÍ ALMIRALL Y LO CATALANISME
En el primer congreso Catalanista, realizado en Barcelona entre octubre y
noviembre de 1880 y bajo la coordinación de Valentí Almirall [1841 - 1904], se
concretan y plantean muchas de las demandas que los catalanistas pretendían presentar
ante la monarquía, restaurada en 1875. Almirall contaba con un pasado como activista
catalanista, ya que en 1879 había fundado el Diari Català, primer diario en lengua
catalana. La obra en donde se postula el discurso catalanista dejando sentadas sus bases
y además recoge buena parte del espíritu ideológico de la época fue escrita por Almirall
en 1889 y llevaba por título Lo Catalanisme.
Las fuentes doctrinales de Almirall eran variadas: Montesquieu y su trias
política, o separación de los poderes; Alexander Hamilton, creador del Partido
Federalista de los Estados Unidos y coautor de la constitución de dicho país; además de
32
Pardo-Tomás, J.; Martínez-Vidal, A.; Perdiguero, E. (2006)
Norbert Font i Sague escribió en 1908 una historia de la ciencia en Cataluña entre los siglos IX y
XVIII,
34
Hacer un listado de los autores más relevantes de las ciencias naturales en Catalunya no es objetivo de
este trabajo, sin embargo para el período estudiado podemos considerar como los autores más relevantes
al oceanógrafo y biólogo Odón de Buen, a los Botánico Pius Font Quer y Josep Quatrecases, al
divulgador zoológico Emili Tarré, al entomólogo Ignasi de Sagarra y Castellarnau, al geólogo Lluís
Mariano Vidal, etc.
33
diversos autores de la corriente liberal decimonónica, como lo fueron Benjamin
Constant, Alexis de Tocqueville, John Stuart Mill, Lord Acton y Herbert Spencer, cuya
influencia en el trabajo de Almirall es manifiesta. La tesis de éste en la que habla de la
evolución de una unidad simple hacia una variedad compleja es el reflejo de las
transformaciones de lo homogéneo en heterogéneo.
Las influencias lamarckianas están presentes tanto en la obra de Spencer como
en la del mismo Almirall, y algunas citas extraídas de Lo Catalanisme son evidencias de
la fuerte tendencia al pensamiento evolucionista relacionado con el catalanismo: “Cada
agrupación de hombres tiene su personalidad propia, que por herencia se transmite de
generación en generación, y que las circunstancias de lugar y tiempo que las rodean
tienen en ellas influencias incontrastables”; en donde defiende el derecho de los
catalanes a ser diferentes, a hablar en su idioma tradicional y se justifica en sus propias
circunstancias.
Haciendo uso de los postulados evolucionistas lamarckianos que imperaban en
el siglo XIX y a la vez de la nueva teoría evolutiva de Charles Darwin, Almirall escribe
en su obra Lo Catalanisme: “La mejora no es hija sino de la lucha, lo que no encuentre
oposición para vender no llega a desarrollarse, En el instante en que se acabase la
lucha cesaría la vida”; en donde reivindica el derecho de manifestarse y demandar
mejoras y cambios en el sistema social y político como vehículo que conduce hacia un
mejor estado de bienestar para los pueblos.
Consciente de las semejanzas entre el ritmo de la evolución y el de la propia
historia, Almirall dice que “Un pueblo no puede permanecer estacionado: no puede
cambiar tampoco su modo de ser en un momento dado. La revolución es tan ilógica y
contraproducente como el estacionamiento o la reacción. La evolución es la ley que
debe regular la marcha de la humanidad”, y de esta manera deja plasmado el interés
que no solo él, sino la sociedad entera empezaba a prestar al debate evolucionista 35
4.2. LAS IDEAS EVOLUCIONISTAS EN BARCELONA
En 1859, 23 años antes de la fundación del Museo Martorell en Barcelona, el
naturalista y fisiólogo inglés Charles Darwin [1809-1882] escribió On the Origin of
Species by means of Natural Selection or the preservation of favoured races in the
struggle for life (El Origen de las especies por medio de la selección natural o la
35
Trías Vejarano, Juan J. (1975)
conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida). Esta publicación marcó
un antes y un después en el pensamiento evolucionista, que comenzaba a abandonar
posturas filosóficas antropocentristas para explicar, con argumentos y pruebas de tipo
científico, la evolución de las especies a partir de procesos como la selección natural en
la lucha por la supervivencia, dejando de lado cualquier consideración teológica o
creacionista.
En 1868 comenzó la difusión de las ideas de Darwin en España y este proceso se
inicia en Barcelona. Se inicia el debate evolucionista en España nueve años después de
la publicación de Darwin. Los republicanos, los librepensadores de izquierdas e incluso
los anarquistas son quienes más valoran las aportaciones de Darwin para explicar la
evolución y se valen de tales aportaciones para postular a su vez teorías sociales y
políticas con las cuales explicaban la lucha contra el medio y por la existencia desde un
punto de vista antropológico. En contraposición a éstos, otro sector de la población,
conformado por políticos de la derecha, catedráticos universitarios, o apologistas
católicos muestran su desaprobación frente las ideas de Darwin y se mantienen en
posiciones mucho más lamarckianas ya que éstas no entran en conflicto con el orden
establecido.
También hubo quienes prefirieron mantenerse al margen de dicho debate
asumiendo posiciones de corte conciliador entre el Génesis bíblico y la teoría de la
evolución de Darwin. Así, surgió un antidarwinismo moderado que se evidencia en
posiciones como la de Josep Joaquim Landerer i Climent [1841-1922], que aceptó la
posibilidad de transformación de las especies “dentro de ciertos límites”, y dichos
límites eran los que planteaba la fe cristiana, por supuesto. 36 Landerer era autodidacta,
desde su juventud se sintió apasionado por el estudio de la astronomía y la geología, y
mantuvo contacto con grandes científicos del continente europeo. Inspiró a una
generación de hombres de ciencia en Catalunya, y es considerado mentor de Jaume
Almera en el campo geológico y junto a él escribió su obra Principios de Geología y
Paleontología. También se le señala como mentor del médico Jaume Ferran y el
químico Innocent Paulí i Galcerán en los experimentos de física que éstos realizaron en
Tortosa al margen de la academia universitaria española y siguiendo métodos de las
publicaciones científicas internacionales. 37
36
37
Camós, A; Català, J.; Glick, T.F. (en prensa)
Tió i Sauleda, Salvador. (2007)Ferran i Paulí: La Instantaneidad en Fotografía.
Una prueba de las posturas intransigentes adoptadas desde los círculos
intelectuales y académicos de Barcelona y a favor de la iglesia, es el discurso ofrecido
por el catedrático de literatura Joaquim Rubio i Ors en la inauguración del curso
académico 1860-1861 donde postula como gran principio de su cátedra la necesidad de
ser “católicos antes que filósofos”. Esta opinión, surgida desde una parte de la clase
burguesa y la opinión del clero coincidían plenamente: deseaban una ciencia “en
completa conformidad y armonía con la divina revelación”, como le manifestó a
Almera el rector del seminario en la circular enviada con motivo de la fundación de su
Museo Geológico. 38
4.3. RELIGIÓN Y CIENCIA NATURAL EN EL MUSEO MARTORELL
Las evidencias señalan que el Museo Martorell permaneció al margen de la
polémica evolucionista, o al menos se ve reflejada ninguna posición a este respecto en
el trabajo de Artur Bofill así como en ninguno de los libros que ingresaron a la
biblioteca hasta 1915. Bofill era creyente y mantenía excelentes relaciones con la
iglesia, prueba de ello son sus investigaciones con Almera y Font i Sagué, ambos
sacerdotes o su correspondencia científica y personal con abates y demás miembros de
congregaciones religiosas en el extranjero para intercambiar especímenes y bibliografía
y para solicitar información biogeográfica. 39
Es difícil de encontrar una explicación precisa de las razones por las cuales el
Museo Martorell no participó en el debate darwinista, como lo hicieron las Universidad
de Barcelona o el Museo del Seminario. Y más complicado aun es descifrar por qué en
1915 aun no se registraba el ingreso de ningún ejemplar de El Origen de las Especies en
la Biblioteca auxiliar, una biblioteca en donde abundaban los libros acerca de las edades
geológicas y de especies fósiles y extintas y que contaba con obras de gran actualidad
científica. Hay autores que se aventuran a proponer a Almera y a Bofill como
introductores de la técnica paleontológica evolucionista 40 , en contraposición de los
tradicionales científicos católicos madrileños, pero la concepción de la evolución para
Bofill y Almera no iba más allá de una evolución lamarckiana en la que las especies
inferiores habían evolucionado hacia formas de vida superiores pero siempre dejando al
38
Camós, A. (Comunicación personal)
Correspondencia de A. Bofill. Archivo histórico del Museo Ciencias de Barcelona. Carpetas 107,1;
107,2; 108,1; 108,2; 109,1 y 109,2.
40
Sala-Catalá, José. (1988)
39
hombre aparte de todo debate, pues éste había sido creado a imagen y semejanza de
dios.
Aparentemente el ingreso de material darwinista al Museo Martorell inicia en
1935, con una obra que no plantea grandes cuestionamientos, ya que no ofrece mayores
postulados evolucionistas y se trata más vale de un libro de exploración y viajes. Se
trataba de “Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo en el navío de S.M.
Beagle” 41 traducido al español por Juan Mateos. Las demás obras de Charles Darwin
presentes en la Biblioteca del Museo de Ciencias de Barcelona, como el Origen del
Hombre o el famoso Origen de las Especies tienen como fecha de edición 1972 o años
posteriores.
Revisando el listado de los libros ingresados entre 1882 y 1915 al Museo
Martorell encontramos obras en las que ciencias naturales y religión van de la mano,
como La cosmogonía de Moisés comparada con los hechos geológicos de Marcel des
Serres, La terre avant le Deluge, de Louis Figuier o El diluvi biblich segons la geologia
de Norbert Font i Sague. En estas obras, la mención de hechos no probados
científicamente, como el diluvio universal, dejan claramente establecido el tipo de
ciencia que ofrecían sus autores. Una en la que se acomodaran conjuntamente las ideas
teológicas irrefutables provenientes de la Biblia con pruebas científicas que novedosas
que validaban las sagradas escrituras añadiéndoles un valor científico.
5. CONCLUSIONES
La ruptura de paradigmas en la ciencia del siglo XIX trae consigo cambios que
se experimentan en diferentes niveles de la actividad científica. El coleccionismo
ecléctico de tendencias universalistas y enciclopedistas tiende a convertirse en un
coleccionismo reduccionista pero pragmático, ya que se adquiere conciencia de la
importancia económica de las aplicaciones y beneficios a los que se puede aspirar
haciendo uso de la ciencia.
En el Museo Martorell encontramos un ejemplo claro de este cambio de
paradigmas. La idea del museo tiene su origen en una colección privada que se
convierte en pública y se pone a disposición de la ciudad entera. El ayuntamiento pone a
disposición un terreno en el cual se construye un espacio de ciencia en el que se
preservarán piezas y materiales y se estudiará y dará a conocer información científica.
41
«Journal of researches into the Natural History and Geology of the countries visited during the voyage
round the world of H.M.S. "Beagle"»
El espacio, creado siguiendo el mismo modelo de otros museos en diferentes lugares del
mundo, se convierte en el lugar de interacción de estos intereses privados y públicos, se
convierte en la primera “catedral de ciencias” de Barcelona. Este proyecto cuenta con el
apoyo de diferentes sectores de la sociedad, y vemos como actores principales durante
los primeros años al Estado, la clase burguesa y al clero. Posteriormente, y a medida
que el Estado pierde ingerencia, empiezan a aparecer nuevos actores en el proceso de
cambio paradigmático, con una amplia variedad de motivaciones, intereses científicos y
orígenes étnicos o sociales.
Al reconstruir los primeros años de la colección bibliográfica del Museo
Martorell vemos como esta biblioteca pasó de la generalidad alrededor de diferentes
temas a la especialización en biblioteca de ciencias en la que la malacología, la
paleontología y la geología eran los temas centrales.
La mayoría de libros de la Biblioteca del Museo Martorell llegaron gracias a las
donaciones particulares e institucionales que se fueron recibiendo desde el segundo año
de funcionamiento y hasta 1915 de manera más o menos continua, presentándose tres
grandes donantes particulares en esta fase inicial de su historia: Francesc Martorell y
Peña, Manuel Martorell y Peña y Artur Bofill i Poch. En lo que a los hermanos
Martorell respecta, sus donaciones fueron del tipo ecléctico y universalista, mientras
que el donativo de Bofill es casi científico en su totalidad.
Artur Bofill es sin duda el autor más repetido entre los libros de la Biblioteca del
Museo Martorell hasta 1915. Puede que algunas colecciones de obras de otros autores
como la Historia Natural de Buffon lo aventajaran en número de ejemplares, pero hizo
un gran trabajo como científico y divulgador de sus propias investigaciones personales.
Prueba de ello son las 30 entradas de escritos suyos en la biblioteca.
La mezcla de intereses científicos que encontramos en el trabajo de Bofill nos
lleva a pensar que además de ser uno de los introductores de la malacología en
Catalunya, campo en el que ganó su prestigio a un nivel que podríamos decir mundial,
también fue una especie de arqueo-ecólogo o paleo-ecólogo, dado que al estar
interesado en entender y describir fauna extinta también trabajó en el proceso de
composición ideal de sus respectivos medios.
Es de remarcar que durante el período en que Bofill llevó la dirección del Museo
Martorell, se encargó de darlo a conocer a nivel mundial a través del intercambio de
material científico, recibiendo a su vez donaciones de material con el quehacer de la
ciencia en otros lugares de producción y divulgación del conocimiento, construyendo
relaciones de intercambio con diferentes museos, principalmente iberoamericanos.
La presencia permanente de Bofill en el Museo Martorell desde 1893 y hasta
1920, y su dedicación frente a la colección malacológica del museo, hicieron que esta
colección fuera una de las más importantes colecciones de referencia de la costa
mediterránea. Su trabajo conjunto con otros coleccionistas y otros autores de la
malacología llevan a la construcción de la escuela malacológica lo convierten en el
padre de la disciplina en tierras catalanas.
El Museo Martorell trató de permanecer imparcial frente al debate evolutivo.
Personas como Artur Bofill o Jaume Almera podían representar a una clase social
favorecida o a la iglesia, y ya eran conocidas las posturas de estos dos grupos sociales
frente a este tema. Al parecer, prefirieron concentrarse en sus investigaciones, que no se
verían afectadas de ninguna manera por el resultado del debate dejando que fueran otros
los que tomaran adoptaran posiciones favorables o adversas en tal controversia.
6. BIBLIOGRAFÍA
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7. FUENTES PRIMARIAS
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Bofill i Poch, Artur; Almera-Comas, Jaume. Descubrimientos paleontológicos en
Cataluña. Crónica Científica. 1889; 12: 1.
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Coleópteros de Cataluña. La Ilustración Española y Americana. 13 de Octubre de 1877
(XXXVIII): 246
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Del sigle IX al sigle XVIII. Facsímil de l’edició del any 1908. Altafulla editores; 1978.
p. 177-252.
8. ARCHIVOS
Archivo Histórico del Museo Martorell
Archivo Histórico de la Universidad de Barcelona
Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Catalunya
9. ÍNDICE
0.
RESUMEN
1
1.
INTRODUCCIÓN
2
2.
EL MUSEO MARTORELL Y BARCELONA
3
3.
LA ZOOLOGÍA EN LA BIBLIOTECA AUXILIAR DEL MUSEO MARTORELL
7
3.1. EL DONATIVO DE FRANCESC MARTORELL Y PEÑA
3.2. EL DONATIVO DE MANUEL MARTORELL Y PEÑA
8
10
3.3. EL MUSEO MARTORELL Y ARTUR BOFILL
12
3.4. INVENTARIOS DE LA BIBLIOTECA DEL MUSEO MARTORELL
18
4.
LAS CIENCIAS NATURALES EN LA RENAIXENÇA
22
4.1. VALENTÍ ALMIRALL Y LO CATALANISME
23
4.2. LAS IDEAS EVOLUCIONISTAS EN BARCELONA
24
4.3. RELIGION Y CIENCIA NATURAL EN EL MUSEO MARTORELL
26
5.
CONCLUSIONES
27
6.
BIBLIOGRAFÍA
30
7.
FUENTES PRIMARIAS
31
8.
ARCHIVOS
32
9.
INDICE
32
10.
AGRADECIMIENTOS
33
10. AGRADECIMIENTOS
Sandra Valentín Monte - Museu de Ciències Naturals de Barcelona
Alfons Zarzoso - Museu d’Història de la Medicina
Sebastian Calzada -Museu Geològic del Seminari de Barcelona
Xavier Roque - Servei d’Arxius de Ciència – CEHIC – UAB
José Pardo Tomás – Consejo Superior de Investigaciones Científicas
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