Subido por absel ditta

EL DINERO Macro

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EL DINERO, EL BANCO DE LA REPÚBLICA Y EL SISTEMA FINANCIERO
COLOMBIANO
2.1- HISTORIA DEL DINERO, DEFINICIÓN Y FUNCIONES.
HISTORIA DEL DINERO
El dinero no existió siempre: las comunidades primitivas no lo conocían, ni lo
necesitaban, pues administraban sus bienes de forma común y tribal. Esto cambió
durante la llamada Revolución Neolítica, en la que el sedentarismo y
la agricultura cambiaron los modos de vida del hombre, dando así origen a
la propiedad privada y a la necesidad del intercambio, ya que la producción agrícola
suministraba un conjunto poco variable de bienes comestibles. De esa manera
surgió el trueque, primer sistema de intercambio de mercancía, que consistía en
cambiar directamente unos bienes por otros: el pescador ofrecía su excedente en
pescados al agricultor y éste a cambio le ofrecía su excedente en frutos.
Pero este sistema, que funciona relativamente bien en comunidades pequeñas de
pocas necesidades, presentaba muchos inconvenientes a mayor escala: el trueque
no tenía una escala única de valor, dependía siempre de aquello que a los demás
les gustara o necesitaran, y no permitía el ahorro.
Por ejemplo: ¿Qué hacía el pescador si el agricultor no quería ya más pescado?
¿Cuántos pescados equivalen a cuántas manzanas? ¿Qué hacer con los pescados
que nadie quiere y que mañana estarán podridos?
Para resolver estos inconvenientes, ciertos bienes comenzaron a emplearse como
medio de pago, ya que tenían una demanda constante y eran más duraderos. Así,
las sociedades que conocieron la Edad de los Metales, como los reinos antiguos
de Mesopotamia (alrededor del año 2.500 a. C.), emplearon diversos minerales
preciosos: oro, plata, etc., que podían guardarse y que eran universalmente
aceptados.
Pero surgió entonces, por ejemplo, el inconveniente de que las pepitas de oro no
siempre tenían la misma concentración del metal, o a veces no eran oro sino algún
otro mineral similar pero menos valioso. Para evitarlo, en la antigua China alrededor
del año 1000 a. C., se forjaban pequeñas espadas o herramientas con el metal y se
las empleaba como moneda de intercambio en lugar del mineral en estado crudo.
Pero un mejor sistema surgió alrededor del siglo VI o V a. C., con la acuñación de
las primeras monedas: un proceso que consistía en trabajar el metal precioso de
manera tal que la autoridad del rey certificara su valía verdadera (su contenido de
oro, plata o lo que fuera), imprimiéndole generalmente el rostro del monarca y
alguna inscripción o glifo oficial.
Así nació la primera forma de dinero, simultáneamente en China, India y
Lidia (Anatolia). Desde entonces, el dinero no ha parado de cambiar de forma. Cada
imperio emitía su propia moneda y algunas eran tan codiciadas que eran asumidas
como propias por sus reinos vecinos. Los primeros billetes se emitieron en China,
alrededor del siglo IX, como una forma de movilizar grandes cantidades de monedas
que no era práctico llevar consigo en la calle.
Los primeros billetes europeos surgieron en Suecia en 1661, de la mano del
surgimiento de los bancos y del crédito: el Banco de Estocolmo, dirigido por el
holandés Johan Palmstruch (1611-1671), entregaba a quienes depositaban en él
sus metales preciosos un recibo que podía guardarse o negociarse, y que funcionó
como el primer vale de la historia.
Hasta 1970, las distintas monedas del mundo estaban respaldadas en el patrón oro,
es decir, que el dinero en circulación en un país era reflejo de la cantidad de oro que
hubiera en su banco central. De modo que, al menos en principio, uno podía tomar
un billete y acudir al banco para retirar su valor en oro.
En la actualidad esto último ya no es necesario, dado que el complejo sistema
económico asigna valor a unas monedas por encima de otras dependiendo de
su demanda: mientras mayor confianza haya en el valor de una moneda, más se la
codiciará por encima de las demás, y esto es lo que distingue a las monedas
“fuertes” de las “débiles”.
DEFINICIÓN DE DINERO:
Es todo activo o bien que es generalmente aceptado como medio de pago por los
agentes económicos para sus intercambios. Surge en la historia para suplir la
escasa eficiencia del trueque, que empezó a utilizarse en el neolítico con los
primeros asentamientos humanos.
FUNCIONES DEL DINERO:
El dinero, a grandes rasgos, cumple con las siguientes tres funciones:
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Sirve como medio de intercambio. Facilitando así las transacciones
comerciales y evitando las dificultades para asignar un valor común, propias
del trueque. Además, es aceptado por toda la comunidad sin distinción, y es un
bien liviano, fácil de transportar y de acumular.
Sirve como unidad de cuenta. Esto es, como una unidad de medida para
expresar el valor de bienes y servicios, y así poder establecer una escala
respecto a qué cosa es barata y qué cosa es costosa. Además, permite expresar
en términos comunes el ahorro, las deudas, etc.
-
Sirve para preservar el valor. Ya que normalmente no se deteriora de un día
para otro, ni es perecedero a corto y mediano plazo, de modo que el dinero
recibido en las ventas de hoy puede ser usado la semana que viene para
comprar otros bienes o servicios. Esto permite el ahorro, la inversión, el
préstamo, etc.
2.2- CLASES DE DINERO.
Existen diversas formas de dinero, dependiendo de su presentación y del sistema
empleado para sostener su valor. Así, podemos distinguir entre:
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Dinero mercancía o “real”. Se conoce así al dinero que consiste en bienes o
mercancías de valor propio, intercambiables por otras y también utilizables en sí
mismas. Es el caso de los granos de cacao con que comerciaban ciertas culturas
precolombinas.
Dinero representativo. El dinero cuyo valor no es propio, sino de intercambio,
es decir, que representa un valor respaldado en algún activo “real”: petróleo, oro,
plata o incluso otras monedas de mayor valor, como el dólar empleado para las
reservas internacionales de los países.
Dinero “fíat” o por decreto. Carente de valor intrínseco, este dinero es
decretado por el Estado y obtiene su valor de la confianza en la solidez
económica del Estado. Es el caso del dólar, el yen, el euro y muchas de las
monedas más fuertes del mundo.
Dinero fiduciario. Su nombre proviene de la voz latina fiducia, traducible como
“confianza”, ya que justamente su valor proviene de la confianza que la
comunidad deposita en él. De modo que no está respaldado en ningún bien de
valor intrínseco, sino en una promesa de pago por parte del ente emisor. Visto
así, funciona de modo similar al dinero fíat, y es el modelo predominante de
moneda de reserva en el mundo entero.
Dinero electrónico o e-money. En este caso se trata de dinero que no posee
una forma tangible de presentación, sino que existe dentro de sistemas
informáticos y se emite de manera electrónica. Este es el caso del dinero
movilizado en transferencias bancarias de dinero, y también de divisas
electrónicas como el bitcoin.
2.3- LA DEMANDA Y OFERTA DE DINERO.
La demanda es la cantidad de bienes que se comprarán por un precio razonable
en un determinado periodo de tiempo. La demanda está influida por muchos
factores, entre los que destaca el precio. Existe una relación inversa entre el precio
y la demanda: un aumento del precio provoca una disminución de la demanda, y
viceversa. Esta relación inversa entre el precio y la demanda se denomina ley de la
demanda. Además del precio, los factores no relacionados con el precio tienen un
impacto significativo en la demanda. Entre los factores ajenos al precio se
encuentran los gustos de los consumidores (por ejemplo, la demanda de productos
de moda aumenta considerablemente), el número de compradores (un aumento del
número de compradores provocará un aumento de la demanda), la renta de los
compradores (para la mayoría de los bienes, excepto los de baja calidad, la
demanda aumenta con la renta), las expectativas (por ejemplo, la demanda de un
bien disminuye si se sabe que pronto estará a la venta) los precios de los bienes
relacionados (por ejemplo, un aumento del precio del café aumenta la demanda de
té).
La oferta es la cantidad de bienes vendidos por un productor en el mercado. Cuanto
más alto sea el precio, más productos querrán poner los productores en el mercado,
y viceversa. La relación directa entre el precio y la cantidad del producto ofrecido se
denomina ley de la oferta. Los principales factores que afectan a la oferta, al igual
que a la demanda, son los precios y los factores no relacionados con los precios.
Los factores no relacionados con el precio son: el precio de los recursos (su
reducción reducirá los costes de producción y aumentará la oferta, y viceversa), la
tecnología (su mejora reducirá el precio de los recursos), los impuestos y las
subvenciones (los impuestos más altos aumentan los costes de producción y
reducen la oferta), el precio de otros bienes (los productores pueden reducir la
producción de bienes si aumenta la demanda de sus bienes sustitutivos).
La demanda y la oferta en una economía ideal (de equilibrio) deberían ser iguales,
en una real deberían ser comparables, y la convergencia regulada de estos
parámetros puede ser realizada (regulada) por instrumentos de política monetaria.
Dichos instrumentos son: tasa de refinanciación, préstamos liquidativos, depósitos
hasta una semana, swap de moneda, depósitos a dos semanas, etc. Para regular
la circulación de mercancías, se debe conocer la cantidad necesaria de dinero. El
punto de partida para calcular la cantidad de dinero necesaria es la suma de los
precios de los bienes que se van a vender en un período determinado, por ejemplo,
un año. Por tanto, cuantos más bienes, más unidades monetarias se requieren para
su venta.
2.4- EL BANCO DE LA REPÚBLICA.
ANTECEDENTES
Después de varios intentos, en junio de 1880 el Gobierno creó el Banco Nacional,
para que actuara como su banquero y promoviera el crédito público. La función de
banquero consistía en prestar al Gobierno los servicios de consignación de los
fondos públicos o de Tesorería, crédito, colaboración en la contratación
de préstamos internos y externos y la administración de los títulos de deuda pública.
También había sido encargado de la emisión de billetes. Pero en 1894 debió ser
liquidado por el Congreso, debido a excesos registrados en la capacidad de emisión.
Años más tarde fue creado el Banco Central de Colombia, el cual funcionó de 1905
a 1909, y luego fue liquidado por idénticas razones que el anterior.
La primera Guerra Mundial trajo a Colombia graves dificultades económicas y
financieras que no mejoraron con el advenimiento de la paz. Las perspectivas de
las entidades bancarias durante las dos primeras décadas del siglo XX no eran
halagüeñas por el desorden monetario existente: se emitía dinero sin control y las
reservas de los bancos estaban dispersas. Además, se carecía de un sistema formal
de garantías y respaldo gubernamental para los bancos.
La anterior situación precipitó la crisis de los años 1922 y 1923 que evidenció la
escasez de medio circulante. Se hacía apremiante la necesidad de dar solidez y
estabilidad a la moneda y al crédito mediante un banco central sólido y consistente.
La Misión Kemmerer
En marzo de 1923, el presidente Pedro Nel Ospina contrató un grupo de expertos
presidido por el profesor Edwin Walter Kemmerer, que más tarde se llamó la Misión
Kemmerer. La primera actividad de esta misión fue el estudio de nuestra realidad
económica mediante el contacto y discusión con cámaras de comercio, sociedades
de agricultores y agentes oficiosos regionales. Luego, sin que se tratara de un
trasplante de normas y organización vigentes en otras economías ni de innovación
total, la misión condujo al ordenamiento de lo aprovechable en las leyes dictadas el
año anterior, como base para la elaboración del estatuto orgánico de la entidad que
iba a nacer.
CREACIÓN DEL BANCO DE LA REPÚBLICA
Mediante la Ley 25 de 1923 se creó el Banco de la República, como banco central
colombiano. Se organizó como sociedad anónima con un capital original de $10
millones oro, de los cuales un 50% lo aportó el Gobierno y la diferencia los bancos
comerciales nacionales, extranjeros y algunos particulares. A esta entidad se le
confió, en forma exclusiva, la facultad de emitir la moneda legal colombiana, se le
autorizó para actuar como prestamista de última instancia, administrar las reservas
internacionales del país, y actuar como banquero del Gobierno. La Junta Directiva
del Banco, conformada por 10 miembros, representantes del sector privado y del
Gobierno, fue encargada por la misma Ley, de ejercer las funciones de regulación
y control monetario bajo estrictos parámetros de ortodoxia financiera. Se le
encomendó, además, fijar la tasa de descuento y la intervención para controlar las
tasas de interés. La creación del Banco de la República constituye un elemento
fundamental en la organización económica e institucional del país. Con el paso de
los años, esta institución ha experimentado cambios importantes que han buscado
adecuarla a una economía en permanente proceso de crecimiento y actualización.
2.5- EL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO.
El sistema financiero colombiano está conformado por los establecimientos de
crédito (EC), las entidades de servicios financieros (ESF) y otras entidades
financieras, las cuales, en su mayoría, se han agrupado mediante la figura de los
conglomerados financieros, haciendo presencia tanto en el ámbito interno como
externo. Luego de la crisis financiera de finales de la década de los noventa, este
sector se ha venido fortaleciendo gracias, entre otras cosas, a la regulación del
gobierno nacional y de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), lo que
se ha reflejado en buenos indicadores de rentabilidad, riesgo y solvencia. La
presente nota contiene cinco secciones adicionales a esta introducción. En la
primera se analiza la estructura del sistema financiero colombiano. En la segunda
sección se profundiza en los conglomerados financieros, dada la relevancia que han
adquirido en los años recientes. Luego, se describe el funcionamiento de la red de
seguridad del sistema financiero. En la cuarta, se estudian los principales
indicadores financieros con el fin de ofrecer una visión general del comportamiento
del sistema.
ESTRUCTURA DEL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO
El sector financiero colombiano está conformado por las instituciones financieras y
sus fondos administrados. Bajo la vigilancia de la Superintendencia Financiera se
encuentran las siguientes clases de instituciones: i) los establecimientos de crédito
(EC); ii) las sociedades de servicios financieros (SSF) y, iii) otras instituciones
financieras. La principal función de los establecimientos de crédito es la de canalizar
recursos de los agentes superavitarios de la economía hacia los deficitarios,
mediante la captación de fondos del público en moneda legal, para su posterior
colocación por medio de préstamos y otras operaciones activas. Después de la
crisis de finales de los años noventa, y dadas las liquidaciones y fusiones de varios
EC, su número se ha reducido (de 105 entidades en 1998 a 56 en diciembre de
2012) y su concentración ha venido aumentando, en tanto que el valor total de sus
activos como proporción del producto interno bruto (PIB) se ha mantenido alrededor
del 56%. Además de los EC, el sistema financiero está conformado por las
sociedades de servicios financieros (SSF), las cuales son consideradas
instituciones financieras, que, si bien prestan todo tipo de servicios de tal naturaleza,
no cumplen con la labor tradicional de intermediación de recursos. En particular, el
papel de este grupo de entidades es el de prestar asesoría financiera especializada
en la administración de recursos. Desde el punto de vista normativo a este grupo
pertenecen instituciones como las sociedades fiduciarias, los almacenes generales
de depósito, las sociedades administradoras de fondos de pensiones y cesantías, y
las sociedades de intermediación cambiaria y de servicios financieros especiales ;
sin embargo, para efectos de agrupar aquellas entidades que administran no solo
recursos propios, sino también de terceros, se pueden adicionar las sociedades
comisionistas de bolsa (SCB) y las sociedades administradoras de inversión (SAI).
Los riesgos que se generan en la actividad de las SSF difieren de los que se originan
en la labor de intermediación de los EC, ya que en las primeras su labor es de medio
y no de resultado. Riesgos como el operacional, el legal y el de reputación se hacen
críticos en la segunda clase de entidades, ya que la mayoría se orienta a administrar
recursos.
FUNCIONAMIENTO DE LAS INSTITUCIONES FINANCIERAS
los conglomerados financieros en su forma de funcionamiento el sistema financiero
colombiano ha venido evolucionando de un esquema de banca especializada hacia
uno más cercano a la multibanca. En efecto, a partir de la Ley 45 de 1990 se
introdujo en el país el modelo de matrices y filiales, con el objetivo de eliminar
desventajas de una banca especializada y al tiempo contar con algunos beneficios
de la banca universal, de tal manera que se tuviera control sobre aspectos como: i)
la regulación y supervisión de los conflictos de interés que se pudieran generar; ii)
la posible existencia de piramidación de capital, y iii) la presencia del riesgo de
contagio. Por otra parte, y para efectos de consolidar la información, mediante la
Ley 222 de 1995 se realizaron importantes modificaciones al Código de Comercio,
lo cual afectó el modelo de organización del sistema financiero. En tal sentido, se
definió el concepto de “grupo empresarial”, respondiendo no solo al criterio de
subordinación, sino también al de unidad de propósito y dirección. Ello llevó a
institucionalizar la figura de holding para sociedades financieras y no financieras
bajo la denominación de grupo, antes señalada.
RED DE SEGURIDAD DEL SISTEMA FINANCIERO COLOMBIANO (RSF)
Esta red es un conjunto de normas, procedimientos, mecanismos e instituciones
que tienen el propósito de preservar la estabilidad del sistema financiero. La RSF
se establece con el fin de facilitar la coordinación entre las entidades responsables
del buen funcionamiento del sistema financiero, buscando reducir la probabilidad de
quiebra de las entidades financieras y, en caso de que esto ocurra, evitar el contagio
a las demás (BID, 2010). Estas labores son fundamentales, ya que en un evento de
crisis cada institución debe tener claras sus funciones y debe haber un buen manejo
de la información con el fin de aumentar la rapidez en las intervenciones, procurando
reducir al máximo los efectos sobre los demás agentes económicos. Los
participantes de la RSF son: el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), la
SFC, el Autorregulador del Mercado de Valores (AMV), los fondos de garantías
(Fogafin y Fogacoop) y el Banco de la República. Cabe anotar que la Ley 795 de
2003, la cual se encuentra reglamentada por el Decreto 1044 de 2003, creó el
Comité de Coordinación para el Seguimiento al Sistema Financiero (CCSSF), el cual
está integrado por representantes de algunas de las entidades mencionadas (no
incluye al representante del AMV ni al de Fogacoop) y actúa como instrumento de
enlace y coordinación. Dicho Comité tiene asignadas actividades tales como:
divulgar información relevante para el ejercicio de las funciones de las entidades
que lo componen; promover de manera oportuna y coordinada las actuaciones
definidas en el comité para cada entidad; solicitar a las entidades del Estado la
información que considere necesaria para cumplir con sus objetivos; realizar
estudios técnicos y jurídicos que fundamenten la expedición de normas de
regulación o supervisión de las entidades, entre otras.
INDICADORES RECIENTES DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE CRÉDITO
El sistema financiero colombiano ha exhibido una expansión en la última década,
sustentada tanto en la creciente intermediación tradicional realizada por los EC,
como en la oferta de otros servicios financieros (e. g.: avales y garantías, leasing y
factoring), los cuales cada vez cobran mayor relevancia. En este proceso el
gobierno nacional y la SFC han desempeñado un papel crucial en el fortalecimiento
de los estándares de solvencia12, en las normas que han facilitado consolidar los
conglomerados financieros y en las medidas que han aumentado la confianza de
los ahorradores. De la misma manera, ha sido de gran importancia la entrada de
nuevos agentes al mercado (especialmente extranjeros) y los procesos de fusiones
y adquisiciones. El Gráfico 2 muestra que la expansión del activo ha estado
acompañada por una mayor capitalización de los EC, lo cual se ha reflejado en
mayores niveles de patrimonio. A partir de 2004 se observa una expansión en este
último, el cual pasó de representar el 11,6% del activo total en marzo de ese año, a
tener un valor equivalente de 14,6% al finalizar el cuarto trimestre de 2012. Lo
anterior significa que el crecimiento de los activos no ha generado un incremento en
la razón de apalancamiento (activos totales/patrimonio).
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