1 MEMORIA DE PRÁCTICAS I. PSICOLOGÍA Tutora profesional: M.ª Ángeles Parra Sánchez Institución Penitenciaria de Córdoba. Departamento de Psicología. Tutora académica: Mencía Ruiz Gutiérrez Colosia 3º Psicología y Criminología. Curso 2022-2023. m 2 Índice 1. Descripción del centro, unidades y servicios .............................................................. 4 Tipo ................................................................................................................................ 4 Unidades y servicios ..................................................................................................... 4 Objetivos, prestaciones y servicios .............................................................................. 5 Organigrama, recursos profesionales ......................................................................... 6 Características del servicio donde se han realizado las prácticas ............................ 7 Características de la población atendida tipo de problemática; edad; perfil socioeconómico-cultural; régimen de asistencia ........................................................ 8 2. Rol del psicólogo/a en el centro penitenciario ............................................................ 9 Ámbitos de actuación ................................................................................................... 9 Instrumentos de evaluación ....................................................................................... 10 3. Descripción de las actividades desarrolladas por el estudiante durante el período de prácticas ............................................................................................................................. 10 Entrevistas ................................................................................................................... 11 Informes psicológicos .................................................................................................. 12 Protocolo de Prevención de Suicidio (PPS) ............................................................... 12 Programa de Intervención para Agresores (PRIA) ................................................... 13 Programa de Entrenamiento Personal y Competencial para el Empleo (EPYCO).. 13 Programa de Intervención Psicoeducativa en Seguridad Vial (PROSEVAL).......... 14 Programa de Intervención para Agresores de Violencia de Género en Medidas Alternativas (PRIA-MA) ............................................................................................. 14 Asistencia a reuniones de equipo y Juntas de Tratamiento....................................... 15 Planificación y elaboración de actividades ................................................................ 15 4. Resultados y aprendizajes obtenidos ........................................................................ 16 Técnicas aprendidas, competencias desarrolladas..................................................... 16 3 El período de prácticas ha sido de 120 horas. Durante aquel y mediante las técnicas aprendidas, la alumna ha desarrollado competencias, tanto personales como en relación con el ámbito penitenciario y población reclusa. ........................................... 16 Resultados globales a destacar.................................................................................... 17 Dudas o dificultades que han existido ........................................................................ 17 5. Comentarios y sugerencias de mejora ...................................................................... 18 6. Referencias .................................................................................................................. 18 Anexos ..................................................................................................................................... 20 Anexo 1. Modelo de informe psicológico ................................................................... 20 Anexo 2. Actividad ....................................................................................................... 22 4 1. Descripción del centro, unidades y servicios Tipo Las prácticas han sido realizadas en el Centro Penitenciario de Córdoba, España. Este centro, situado a nueve kilómetros del casco urbano de Córdoba. Fue inaugurado el 13 de julio de 2000 por el ministro del interior Jaime Mayor Oreja en respuesta al Plan de Amortización y Creación de Centros Penitenciarios aprobado en 1991. El objetivo de este plan consistía en convertir las prisiones en lugares más dignos y ajustados a la legalidad (Rodríguez, 2000). El sociólogo Goffman define la prisión como un “lugar de residencia y trabajo donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de la sociedad por un período apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina diaria administrada formalmente” (Yela y Chiclana, 2008). Unidades y servicios Este centro cuenta con 15 módulos, entre los que se encuentran los módulos de ingreso, respeto, conflictivos, aislamiento, de comunidad terapéutica y enfermería. En primer lugar, encontramos el módulo 1, ingresos. Este módulo es el encargado de recibir y acoger al interno durante los primeros días, hasta que se le asigna un módulo. En segundo lugar, estarían los módulos de respeto. Estos módulos son de régimen ordinario, lo que implica que los internos tienen la posibilidad de salir al patio e ir al gimnasio o a las diferentes actividades que dispone el centro y, además, contar con tiempo para asuntos personales. No obstante, deben seguir las normas horarias que establece el centro. Asimismo están organizados atendiendo a tres niveles. El primer nivel está regulado por normas muy básicas. Dentro del mismo se encuentran los módulos 5, 9 y 10. El segundo nivel presenta una exigencia moderada y, además, cuenta con comisiones. El tercer nivel es el más estricto y cuenta con diferentes comisiones, tales como de acogida, jurídica, actividades, conflictos y limpieza. Dentro de este nivel se engloban los módulos 3, jóvenes de primer ingreso; 4, personas que llevan un tiempo considerable en prisión; 7, exclusivo de mujeres; y 8, de destinos. Las comisiones están formadas por internos, que se encargan de gestionar y velar por el cumplimiento de las normas en función del ámbito que le corresponda. Por ejemplo, la comisión de conflictos es la encargada de controlar las posibles disputas y desencuentros que se produzcan entre los compañeros de un mismo módulo. Asimismo, una vez a la semana, la psicóloga encargada del módulo acude al mismo para que los responsables de cada comisión compartan el transcurso de la semana, y poder resolver cualquier problema. En tercer lugar, se sitúan los módulos 5 conflictivos 14 y 15. Siendo el módulo 15 el de aislamiento y de régimen cerrado, donde residen los internos de primer grado; los que han tenido algún problema con algún interno y/o funcionario; o los que proceden de otra prisión por algún problema con algún funcionario y/o interno. Por último, cabe destacar los módulos 2, orientado a la comunidad terapéutica, y 11, de enfermería. De manera complementaria, cabe destacar la estancia de prácticas de dos semanas en el Centro de Inserción Social Carlos García Valdés (CIS) de Córdoba. El CIS es un organismo dependiente del centro penitenciario de régimen abierto. Según la Instrucción 6/2020, de 17 de diciembre de 2020, de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, en el CIS residen las personas a las que se les ha concedido un tercer grado o cuando la pena y/o medida de seguridad son leves, es decir, menor de 5 años. Además, también se tienen en cuenta circunstancias como la primariedad delictiva o la presentación voluntaria. El CIS no se distribuye en módulos, sino que cuenta con alrededor de 40 celdas para todos los internos. Todos ellos pueden, dentro del horario permitido, acudir a la biblioteca, al patio o a las diferentes estancias que conforman el CIS. Asimismo, si el equipo aprueba las salidas o permisos, los internos pueden acudir a sus domicilios el fin de semana. No obstante, deben volver a última hora del domingo a pernoctar en el centro, o a primera hora del lunes, dependiendo del caso. Objetivos, prestaciones y servicios Objetivos De acuerdo con el artículo 25.2 de la Constitución Española, “Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social…”. Por tanto, los objetivos de la prisión y del CIS consistirían en reeducar y reinsertar a los reos que cumplen dichas penas y medidas, evitando la desocialización que conlleva ingresar en una régimen, ya sea abierto o cerrado. Siguiendo este artículo, estas en ningún caso podrán consistir en trabajos forzados y, además, deben respetar los derechos fundamentales. Prestaciones y servicios Tanto el centro penitenciario como el CIS cuentan con prestaciones para garantizar las condiciones mínimas de vida y respeto de los derechos humanos, así como para promover la reeducación, rehabilitación y reinserción social de los reclusos. 6 Por un lado, el centro penitenciario de Córdoba posee una capacidad para acoger a 1.008 internos, distribuidos en 15 módulos en función del grado penitenciario en el que se encuentren. Además, existen más plazas distribuidas entre los módulos de ingresos y enfermería. A excepción del módulo 15, el módulo de aislamiento, todos tienen 72 celdas con una superficie de 10 metros cuadrados (Rodríguez, 2000). Para añadir, las celdas son habitadas por dos reos, salvo excepciones. El objetivo de compartir celda responde, no sólo a cuestiones de espacio, sino también a trabajar la convivencia. No obstante, el CIS cuenta con un espacio más reducido, ya que no se alojan más de 50 personas. Al igual que en el centro penitenciario, las celdas son compartidas por dos personas, salvo excepciones. Por otro lado, tanto el CIS como el centro penitenciario, ofrecen una alimentación adecuada y equilibrada; y atención médica. A diferencia del CIS, el centro penitenciario cuenta con un módulo destinado a enfermería. Asimismo, también se garantizan unas condiciones mínimas de higiene, ya que se tiene acceso a duchas, inodoros y lavabos. Adicionalmente, cabe mencionar las actividades recreativas que ofrece el centro penitenciario. Tales como, deportes, biblioteca, talleres y programas orientados a la reeducación y reinserción social, e incluso posibilidad de formación y/o continuación académica (ESO o Bachillerato). Si bien es cierto que aunque el CIS ofrece biblioteca y ciertos talleres, el rango es más limitado. Por último, tanto el CIS como el centro penitenciario posibilita a los internos recibir visitas. Incluso pueden hacer uso de llamadas telefónicas. Organigrama, recursos profesionales La figura 1 refleja la estructura que presenta las instituciones penitenciarias en España, incluyéndose el CIS como organismo dependiente. Figura 1. Organigrama de las Instituciones Penitenciarias Director/a del centro Subdirección de Tratamiento (Equipo Técnico) Juristas Subdirección de Régimen Psicólogas Subdirección de Seguridad Educadores CIS Subdirección Médica Trabajadores sociales Administrador 7 Fuente. Elaboración propia En la parte central superior se encuentra la dirección del centro penitenciario, presidida por Yolanda González. La dirección del centro se encarga principalmente de autorizar los acuerdos que se han acordado entre los distintos departamentos, así como las visitas y el reparto de los internos entre los distintos módulos. A continuación, se sitúan cinco subdirecciones: tratamiento, de régimen, de seguridad, médica y administrador. Cada una con sus respectivos subdirectores. Por un lado, la subdirección de tratamiento, conformada por el jurista; psicólogo; educador; y trabajador social, es la encargada de supervisar a los miembros que la forman. En primer lugar, la labor del jurista consiste, principalmente, informar a los internos acerca de su situación procesal, penal y penitenciaria. En segundo lugar, el educador es la figura que se encarga de conocer de manera más profunda al interno, con el objetivo de conocer su progreso. En tercer lugar, el trabajador social pretende solucionar los problemas sociales, familiares y laborales que pudiese presentar el interno tras su ingreso en prisión. Por último, la labor del psicólogo se detalla en el segundo apartado. Por otro lado, la subdirección de régimen controla el historial de todos los internos. La subdirección de seguridad supervisa la seguridad, tanto del centro como de los internos. La subdirección médica se encarga de coordinar la asistencia médica que presta el centro. El administrador se ocupa de las funciones económicas del centro. Asimismo, cabe destacar el papel de los funcionarios, que están en contacto directo con los internos y son los primeros en actuar en caso de algún incidente. Paralelamente, encontraríamos al CIS, como organismo dependiente del centro penitenciario. Este organismo, al ser dependiente, también está dirigido por la dirección del centro penitenciario. Su estructura es similar a la que conforma al equipo técnico de la prisión: subdirectora, jurista, psicólogo, educador y trabajador. Características del servicio donde se han realizado las prácticas Atendiendo a lo dispuesto en el primer apartado del artículo 59 de la Ley Orgánica General Penitenciaria de 1979, “el tratamiento penitenciario consiste en el conjunto de actividades orientadas a la consecución de la reeducación y reinserción social de los penados”. Asimismo, el segundo apartado de este mismo artículo establece que “el tratamiento pretende hacer del interno una persona con la intención y la capacidad de vivir respetando la Ley Penal, así como de subvenir a sus necesidades. A tal fin, se procurará, en la medida de lo posible, 8 desarrollar en ellos una actitud de respeto a sí mismos y de responsabilidad individual y social con respecto a su familia, al prójimo y a la sociedad en general”. El departamento de psicología se encuentra formado por 4 psicólogas que se coordinan con el resto de los miembros que conforman el equipo técnico (jurista, trabajador social y educador), con el objetivo de asistir, evaluar y tratar correcta e integralmente a los internos. Es un servicio regulado por el Ministerio del Interior, por lo que es de carácter público. Asimismo, cuenta con una gran carga de trabajo, ya que son, aproximadamente, mil internos lo que requieren este servicio. Características de la población atendida tipo de problemática; edad; perfil socioeconómico-cultural; régimen de asistencia La población penitenciaria comprende a los reos que han sido condenados y cumplen con pena privativa de libertad. La mayoría de la población reclusa es atendida por el servicio de psicología para la revisión de grado y/o permisos; problemas familiares y personales; así como para solicitar participar en los distintos programas y tratamientos que ofrece el centro. Asimismo, el tipo delictivo más frecuente es el relacionado con los delitos contra el patrimonio, contra la salud pública, violencia de género, contra la libertad sexual, homicidio, y lesiones. Respecto al rango de edad, este oscila entre los 18 y los 60 años, salvo excepciones. Adicionalmente, y teniendo en cuenta que 13 módulos son destinados a hombres y 1 a mujeres, la mayoría de la población reclusa es masculina. Cabe destacar que, la mayoría de los internos presentan un perfil socioeconómico-cultural similar, siendo éste renta baja; procedentes de barrios marginales; con baja formación académica; y de cultura mayoritaria o musulmana. El régimen de asistencia se regula mediante las solicitudes o instancias que realizan los internos con el objetivo de recibir las prestaciones de este servicio. Cuando las psicólogas reciben las instancias, acuden al módulo que corresponda para atender las necesidades que presentan. Cabe resaltar que la frecuencia y el tiempo de duración de la sesión varía en función de la demanda del interno. Generalmente, la frecuencia suele ser de 1 vez cada 15 días, con una duración de 15-20 minutos, aproximadamente. No obstante, si estamos ante una situación de riesgo de suicidio, se aplicará el “Protocolo de Prevención de Suicidios”, que implica una visita de 1 o 2 veces por semana, dependiendo de la gravedad que presente el sujeto. Asimismo, la asistencia es a nivel individual. Exclusivamente se lleva a cabo a nivel grupal cuando se trata de los programas que imparte el centro, donde el número de sujetos varía en función de las limitaciones de logística y personal. Sn embargo, el número suele oscilar entre 25-30 internos. 9 2. Rol del psicólogo/a en el centro penitenciario El rol desempeñado por el psicólogo/a en el centro penitenciario aparece dispuesto en el Reglamento Penitenciario. Las funciones que se establecen son las siguientes: - Evaluación y diagnóstico de los internos a través de instrumentos como entrevistas o pruebas psicométricas. A partir de las interpretaciones de los resultados, se pretende llevar a cabo un informe psicológico, cuando se solicite, que recoja tanto las actitudes y aptitudes, como los rasgos de personalidad más importantes. Asimismo, esta información se combina con la historia previa del sujeto (antecedentes toxicológicos, penales y familiares). - Diseño del Programa Individualizado de Tratamiento (PIT), junto con la Junta de Tratamiento. Este programa va a depender del tipo de delito; trayectoria; voluntariedad a cumplir condena; estabilidad persona; apoyo social; capacidad intelectual, etc. - Intervención psicoterapéutica, tanto a nivel individual como colectivo. A nivel de grupo, la figura del psicólogo es la encargada de dirigir y diseñar los programas que se imparten. Este diseño incluiría los criterios de selección de los internos, objetivos, contenidos, recursos, metodología, sistema de evaluación, etc. - Participación en la Junta de Tratamiento. Esta Junta es un órgano colegiado que tiene como objetivo establecer programas de tratamiento; formular propuestas de clasificación; informar sobre permisos; supervisar actividades; elevar propuestas, etc. - Asesoramiento a los órganos jurídicos y administrativos. - Formación del personal de Instituciones Penitenciarias, mediante la impartición de cursos relativos a habilidades sociales, resolución de conflictos, programas de tratamiento, etc. - Investigación, sobre la eficacia de los programas impartidos, nuevos métodos para evaluar y tratar, etc. (Yela y Chiclana, 2008). Ámbitos de actuación Las Instituciones Penitenciarias delimitan tres ámbitos de actuación del psicólogo de prisiones: pericial, tratamiento y otros. En primer lugar, el ámbito pericial engloba el diagnóstico; la clasificación penitenciaria; evaluación de los internos y elaboración de informes, para permisos o indultos. En segundo lugar, el ámbito de tratamiento se refiere a la ejecución y revisión de los programas de tratamiento, así como la realización de propuestas de intervención. 10 Por último, también ejercen competencias en cuanto a planificar y programar los trabajos de equipo; organizar las actividades culturales y deportivas, talleres, cursos, etc. (Pérez-Fernández et al, 2011). Instrumentos de evaluación Los métodos de evaluación empleados en el ámbito penitenciario son similares a los que se usan en las áreas social y clínica. No obstante, es necesario tener en cuenta las peculiaridades y diferencias de este ámbito en relación con el resto de las ramas de la psicología. El instrumento de evaluación principal es la entrevista, estructuradas o semiestructuradas. Asimismo, también se emplean técnicas de observación conductual e informes de los diferentes profesionales del centro; autoinformes, pruebas psicométricas, como el cuestionario de Rossemberg para evaluar la autoestima; los datos obtenidos del protocolo y expediente del interno; así como la información que proporcionan tanto los miembros de su entorno social, como profesionales ajenos a la Institución Penitenciaria (Yela y Chiclana, 2008). 3. Descripción de las actividades desarrolladas por el estudiante durante el período de prácticas Durante el período de prácticas, se han desarrollado diversas actividades, en función de si se trata del propio centro penitenciario o del CIS. Estas actividades han sido supervisadas en todo momento por las psicólogas, tanto de centro penitenciario como del CIS. En ambos se han llevado a cabo entrevistas; elaboración de informes psicológicos; y participación en sesiones de programas de tratamiento. No obstante, los programas difieren. Por un lado, en el centro penitenciario se imparte el PRIA (Programa de Intervención para Agresores); el EPYCO (Programa de Entrenamiento Personal y Competencial para el Empleo); y Programas de deshabituación de tóxicos. Por otro lado, en el CIS se han impartido programas como el PROSEVAL (Programa de Intervención Psicoeducativa en Seguridad Vial) y el PRIA-MA (Programa de Intervención para Agresores de Violencia de Género en medidas alternativas). Asimismo, la alumna tuvo la oportunidad de asistir a reuniones de equipo y de la Junta de Tratamiento, tanto en el CIS como en el centro penitenciario. Adicionalmente, en el CIS se ha llevado a cabo la planificación de sesiones terapéuticas relacionadas con la autoestima y con el manejo de la ira en materia de violencia de género, así como la elaboración de materiales para dichas sesiones. 11 Finalmente, cabe resaltar programas como el PIDECO (Programa de Intervención en Delitos Económicos), y el PICOVI (Programa de Intervención en Conductas Violentas). Aunque la alumna no haya asistido a ninguna de sus sesiones por cuestión de tiempo, las psicólogas del centro han resaltado su importancia. Entrevistas Las entrevistas, como ya se ha mencionado anteriormente, son un instrumento de evaluación fundamental en este ámbito. Estas tienen lugar cuando los internos las solicitan para consultas o por motivos personales; bien cuando se pretende realizar una clasificación inicial y/o de grado o concesión de un permiso; o bien cuando se ha protagonizado desencuentros graves con funcionarios y/o internos. Salvo casos excepcionales, se emplean entrevistas semiestructuradas, que varían en su estructura en función del objetivo. Se opta por un estilo formal, pero creando un buen “rapport”. Por ello, los encuentros se realizan en salas luminosas que permitan establecer contacto visual, así como una distancia adecuada, y empleando papel y boli. El objetivo es que el interno se abra emocionalmente y no perciba al entrevistador, en este caso la psicóloga, como un enemigo, sino como una figura de apoyo y ayuda. No obstante, debido a la alta demanda y a la escasez de personal para satisfacerla, la duración de es limitada. Generalmente, y de forma aproximada, suelen durar entre 20-25 minutos, siempre con flexibilidad y adaptándose a las necesidades del interno. En primer lugar, cuando lo que se pretende es realizar una clasificación inicial y/o de grado o la concesión de un permiso, éstas se centran en recoger información para conocer al interno. Esta información engloba el área intelectual y cognitiva; personalidad; actitudes; historia toxicofílica; y antecedentes personales y familiares significativos. A partir de los datos recabados, se llevará a cabo el informe psicológico. En segundo lugar, si la entrevista es realizada por un altercado, se orientará a conocer el problema y las motivaciones del sujeto para haber llevado a cabo esa conducta. Asimismo, se pretenderá potenciar la asunción de la responsabilidad y toma de conciencia de los hechos que, en la mayoría de los casos, suele ser deficiente. Por último, otra de las razones por las que realiza una entrevista es por petición del interno, que suele ser por motivos personales o para consultar su situación penitenciaria. En ambos casos, el contenido de la entrevista se orientará a las cuestiones planteadas por el sujeto. Cabe destacar que, con independencia del objetivo de la entrevista, los resultados obtenidos son complementados con la información recabada por el resto de los miembros que conforman el Equipo Técnico. Esto cobra especial importancia en los casos de revisión y/o clasificación de 12 grado y concesión de permisos, donde la decisión será tomada en la Junta, y por todos los componentes. Tras la observación previa y activa de las realizadas por las psicólogas, la alumna de prácticas realizó un total de 15 entrevistas. La mayoría de ellas se realizaron en el CIS, ya que es un entorno menos rígido que el centro penitenciario, y con el objetivo de realizar clasificaciones iniciales. Las realizadas en el centro penitenciario fueron supervisadas en todo momento, a diferencia del CIS, donde se contó con mayor independencia. Informes psicológicos En relación con lo mencionado anteriormente, la entrevista es el medio por el que se recaba la información para realizar un informe psicológico. este Los motivos más frecuentes para su elaboración son la clasificación inicial, revisión de grado y, en algunos casos, la concesión de permisos. El objetivo es recopilar de forma detallada la máxima información posible sobre sus actitudes, aptitudes, antecedentes, rasgos de personalidad e historia toxicofílica. Por ello, se cuenta con un modelo estándar cumplimentado de forma electrónica, tal y como puede observarse en el Anexo 1. Finalmente, y una vez recabada toda la información pretendida, se realiza una conclusión diagnóstica que trata de integrar todos los aspectos recogidos para responder al motivo del informe. La alumna en prácticas realizó en el CIS, a partir de entrevistas, 8 informes psicológicos. En el centro penitenciario se realizaron 1 o 2 con la supervisión de la tutora, ya que se trata de cuestiones más serias, como son la concesión de permisos y salidas. Por tanto, la mayoría fueron realizadas por las psicólogas. No obstante, la alumna realizó una observación activa y aplicó los conocimientos adquiridos en los informes realizados, posteriormente, en el CIS. Protocolo de Prevención de Suicidio (PPS) De acuerdo con la Instrucción 5/2014, la Institución Penitenciaria cuenta con un programa marco de prevención de suicidios. Este programa responde al deber de la Administración Penitenciaria de velar por la vida, integridad y salud de los internos. Es por ello por lo que, cuando existe riesgo o intento de suicidio, el personal debe responder de manera inmediata activando este protocolo. El interno será valorado lo antes posible por el Psicólogo y por el Médico. A continuación, se procede a aplicar medidas preventivas, provisionales y programadas. Tales como asignarle un interno de apoyo, con el objetivo de que este acompañado y vigilado o visitas semanales por parte del psicólogo para realizar un seguimiento 13 del interno. Estas medidas estarán vigentes un mínimo de 15 días. Tras este período, se volverá a valorar el riesgo de suicidio para mantener o abandonar el protocolo. La alumna en prácticas tuvo la oportunidad de conocer a varios internos en PPS, así como el protocolo en cada caso, en el centro penitenciario. Por cuestiones obvias, se limitó a observar la actuación de la psicóloga. Por su parte, en el CIS no se contempló ningún caso de PPS. Programa de Intervención para Agresores (PRIA) El PRIA es el programa para intervenir con agresores en materia de violencia de género. Este programa integra aspectos clínicos con los de tipo educativo-motivacional bajo la perspectiva de género. El objetivo principal es la extinción de cualquier tipo de conducta violenta hacia la pareja, así como la modificación de actitudes y creencias sexistas. El programa consta de cuatro fases: 1) evaluación pretratamiento con las entrevistas incluidas en el manual o similares y los instrumentos que se determinen; 2) intervención terapéutica; 3) evaluación postratamiento, en la que se aplicarán los mismos instrumentos que en la fase de pretratamiento; y 4) seguimiento. Asimismo consta de 11 unidades que se distribuyen en dos partes. En la primera parte (unidades 1-5) se trabajan variables clínicas. En la segunda parte (unidades 6-11) se abordan las diferentes manifestaciones de la violencia de género. Esta última parte finaliza con una unidad de aspectos educativos relacionados con las diferencias de género y con una unidad de prevención de recaídas. Respecto a la duración del programa, generalmente se estima que dure entre 6 meses y un año, dependiendo de los usuarios y circunstancias. Se realiza una sesión por semana con dos horas y media de duración aproximadamente. Cabe resaltar que, el programa puede realizarse a nivel individual o grupal, según estime conveniente el terapeuta (Ministerio del Interior, 2010). La alumna en prácticas asistió a una sesión del PRIA impartido por una psicóloga del centro. La sesión consistió en que los internos identificasen los errores de atribución más frecuentes en esta tipología delictiva. Para ello, la psicóloga planteo situaciones hipotéticas a las que los sujetos debían de responder atendiendo a los errores de atribución más frecuentes, que se encontraban escritos en la pizarra. Posteriormente, se explicaba la base del error de esas atribuciones con el fin de que se tome conciencia de ellos y, por ende, conseguir su reducción. Programa de Entrenamiento Personal y Competencial para el Empleo (EPYCO) Este proyecto tiene como objetivo potenciar las competencias laborales de las personas que se encuentran cumpliendo condena, ayudando al desarrollo personal, tanto para el mercado 14 laboral como para su vida en libertad. Asimismo, facilita encontrar un trabajo tras salir de prisión. Este programa está destinado a aquellos internos que han cumplido dos tercios de la condena. La alumna en prácticas asistió a una sesión del EPYCO. Esta sesión fue la inicial, y fue impartida por profesional externo al centro y por la psicóloga. Por tanto, consistió en una toma de contacto con el fin de conocer a los internos, así como sus motivaciones; aspiraciones; experiencia laboral; actitudes; y aptitudes. Asimismo, se finalizó con un vídeo educativo que pretendía dar cuenta de la importancia de construir el camino de la vida. Programa de Intervención Psicoeducativa en Seguridad Vial (PROSEVAL) El PROSEVAL es un programa de intervención psicoeducativo que se dirige a las personas condenadas por delitos contra la seguridad vial. Consta de dos fases: 1) educativa y 2) terapéutica. El programa tiene una duración aproximada de ocho meses. Los dos primeros meses los participantes asisten a la fase educativa, con una sesión a la semana de cuatro horas. Los seis meses siguientes asistirán a la fase terapéutica, con una sesión por semana de dos horas. Por un lado, la primera fase se lleva a cabo mediante el taller TASEVAL. El objetivo es sensibilizar y concienciar acerca de la importancia de los accidentes de tráfico, así como la promoción de la conducta prosocial en el tráfico. Por otro lado, la segunda fase pretende trabajar conductas desadaptadas aprendidas, con el objetivo de erradicar, en cierta medida, comportamientos que se han convertido en habituales (Ministerio del Interior, sf.). La alumna en prácticas asistió a una de las sesiones del taller TASEVAL en el CIS, impartido por el psicólogo Pablo. Asimismo, intervino realizando pequeñas aclaraciones referidas a los pensamientos que aparecen al volante, tras un momento de tensión. Tanto es así que, trató de explicar la bidireccionalidad que existe entre pensamiento-conducta-emoción, y las consecuencias negativas de no realizar una buena gestión de las emociones en un momento tan susceptible, como es ir conduciendo. Cabe resaltar que, la participación de los usuarios fue moderada, pero no activa. Percibían los riesgos de forma graciosa. Esto podría explicarse, ya que nos encontramos en la primera fase. Es probable que aún no esté asumida la responsabilidad de los hechos, la cual será trabajada a lo largo de las sesiones. Programa de Intervención para Agresores de Violencia de Género en Medidas Alternativas (PRIA-MA) Este programa presenta contenidos muy similares al PRIA. La principal diferencia es que el PRIA-MA está orientado a los hombres condenados por delitos de violencia de género 15 que tienen que cumplir una medida penal alternativa. Por tanto, lo cumplimentan en el CIS, el centro de régimen medio-abierto (Ministerio del Interior, 2020). La alumna en prácticas tuvo la oportunidad de asistir a varias sesiones del PRIA-MA en el CIS. Estas sesiones estuvieron orientadas a trabajar los estereotipos asociados a la mujer. Además, se visualizó un vídeo que trataba de expresar la idea de una relación sana y los pasos para alcanzarla. Acudieron, aproximadamente, diez hombres. Teniendo en cuenta que se trataba de las primeras sesiones del programa, es esperable que la participación de los usuarios en estas sesiones fuese, especialmente, baja. No obstante, algún sujeto participó de manera activa, reconociendo sus errores y con intención de mejorar. Asistencia a reuniones de equipo y Juntas de Tratamiento Las reuniones de equipo se llevan a cabo un día antes de que se celebre la Junta de Tratamiento. Se reúnen los miembros del equipo técnico (psicólogo, jurista, educador y trabajador social), con el objetivo de poner en común y contrastar los datos obtenidos de manera independiente de cada interno. A partir de la puesta en común, el equipo toma una decisión con respecto a la cuestión planteada (permiso, revisión de grado, etc.). Esta decisión es la que será propuesta en la Junta de Tratamiento para que se apruebe. La Junta de Tratamiento es un órgano colegiado, presidido por la directora del centro. Está formado por el jefe de Servicios, los Subdirectores médicos, los juristas, los educadores, los trabajadores sociales y los psicólogos. Se reúnen una vez a la semana para supervisar las actividades ejecutadas, informar sobre permisos, establecer programas de tratamiento, etc. (Yela y Chiclana, 2008). La alumna en prácticas se limitó, como es obvio, a observar y escuchar activamente las explicaciones y justificaciones por cada propuesta que planteaba cada profesional. Cabe resaltar que, en la mayoría de los casos, existía un gran acuerdo por parte de todos los miembros. Asimismo, es una gran fuente de aprendizaje, ya que integra información de distintos ámbitos. Planificación y elaboración de actividades En el CIS, la alumna en prácticas, junto con su compañera Esther, contó con la oportunidad de poder elaborar talleres con los usuarios. Por un lado, el primer taller consistió, primeramente, en un pequeño análisis en grupo del nivel de autoestima de cada uno. Para ello, sentados en círculo, se lanzaron preguntas al aire, tales como “¿Cuáles crees que son los aspectos más destacables de ti” ?, o “¿Qué consideras qué deberías mejora?”. Seguidamente, y atendiendo a las respuestas, se empezó a pensar de manera conjunta posibles vías para mejorar aquellos aspectos que consideran objeto 16 de mejora. El objetivo era establecer un ambiente cálido y participativo, por lo que no se plantearon cuestiones más potentes. Asimismo, se tuvo en cuenta el nivel educativo y cultural de cada interno para adaptar el contenido. Cabe resaltar que, participaron activamente todos los usuarios. Por otro lado, el segundo taller se realizó en respuesta al día 8 de marzo, el Día Internacional De la Mujer. Este taller tenía como objetivo trabajar el círculo pensamientoconducta-emoción en el plano de la violencia de género. Para ello, se realizó una pequeña presentación con tres situaciones hipotéticas diferentes. Los usuarios debían escoger una y anotar: qué piensan, qué sienten, cómo actuarían, y por qué. Posteriormente, sería compartido con todos, con el fin de construir una respuesta ajustada y adaptativa. Si bien es cierto que pudo ser un tema controvertido y generó debate, los internos mostraron mucho interés, participando de forma activa. Para más detalle de la presentación consultar el Anexo 2. 4. Resultados y aprendizajes obtenidos Técnicas aprendidas, competencias desarrolladas El período de prácticas ha sido de 120 horas. Durante aquel y mediante las técnicas aprendidas, la alumna ha desarrollado competencias, tanto personales como en relación con el ámbito penitenciario y población reclusa. Si bien es cierto, la mayoría de las técnicas empleadas eran conocidas gracias a los conocimientos impartidos en el grado de Psicología. Estas técnicas son la entrevista, pruebas psicométricas, técnicas de observación conductual, etc. No obstante, las prácticas han permitido poner a prueba dichos conocimientos en un ámbito tan real y dificultoso como es la prisión y el CIS. De este modo, se han desarrollado competencias profesionales como la evaluación psicológica, ya que a partir de entrevistas se ha recopilado la información pertinente para ello; tratamiento individual, con el objetivo de abordar las conductas delictivas y los problemas de salud mental y ajuste emocional asociados a ellas; tratamiento grupal, a partir de las sesiones terapéuticas; evaluación del riesgo, valorando el riesgo de reincidencia a la hora de conceder los permisos y/o clasificación de grado; y trabajo en equipo, ya que, al fin y al cabo, las decisiones de toman por todo el equipo y, posteriormente, en la Junta de Tratamiento. Paralelamente, cabe destacar las competencias personales también adquiridas. Tales como flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades, tanto del entorno como del centro 17 penitenciario/CIS; habilidades comunicativas, ya que, para realizar entrevistas es necesario contar con contacto visual, escucha activa, empatía, realizar preguntas abiertas, profundizar en temas personales de forma progresiva, etc.; autogestión, al tener que combinar prácticas y clases, así como planificar actividades y materiales para las sesiones, dentro y fuera del centro penitenciario/CIS; trabajo en equipo, ya que, la mayoría de actividades realizadas en las prácticas han sido en compañía de Esther, mi compañera de prácticas; y potenciación de valores sociales. Resultados globales a destacar De manera global, cabe destacar la ausencia de correspondencia entre los estigmas y prejuicios asociados a la población reclusa y la realidad. Es necesario tener en cuenta que, los internos cuentan con orígenes similares: barrios marginales, niveles socioeconómicos bajos y bajo nivel educativo. Asimismo, las dificultades a las que se enfrentan los reclusos también son muy similares, siendo estas incertidumbre ante la situación penitenciaria y el malestar asociado; desmotivación; rabia; soledad; abandono físico y psíquico, etc. En relación con lo anterior, a nivel social, se cataloga a los reclusos como “delincuentes” o “criminales”, despersonalizándolos por completo. Las prácticas han ayudado a la alumna a ampliar su visión y tomar conciencia de que son personas que, por circunstancias, están cumpliendo condena. Tanto es así que, durante las entrevistas, algunos internos mostraban profundo arrepentimiento y verbalizaban “Es lo único que podía hacer para salir adelante en esos momentos. No tenía ni dinero ni familia. Quiero cambiar y salir de aquí”. No obstante, en algunos casos, los niveles de reincidencia siguen siendo altos. Es por ello por lo que, la labor del psicólogo, descrita anteriormente, es crucial. Junto con la del resto de los miembros del equipo técnico. Dudas o dificultades que han existido Las dudas o dificultades existieron, sobre todo, al principio de las prácticas. El personal del centro penitenciario y del CIS empleaban tecnicismos y siglas entre ellos que, al no haber estado en contacto antes con este ámbito, resultaron de complejo entendimiento. No obstante, con el paso de los días, se entró en la dinámica y se llegó al entendimiento de la mayoría de la información. Asimismo, también existieron dificultades la primera vez que se llevaron a cabo informes o entrevistas. Sin embargo, las alumnas en prácticas estuvieron supervisadas en todo momento, y ante cualquier duda, las psicólogas mostraban su ayuda. 18 5. Comentarios y sugerencias de mejora En general, el período de prácticas ha sido muy nutritivo, ya que ha permitido conocer y practicar, en la medida de lo posible, el rol del psicólogo en este ámbito. Asimismo, se ha contado en todo momento con la supervisión y ayuda de las tutoras del centro. No obstante, como sugerencia de mejora planteo la incorporación de más psicólogos, ya que en el centro penitenciario únicamente existen 4 para 15 módulos; y en el CIS, solamente hay una psicóloga, que ejerce el rol de subdirectora, por lo que no aplica puramente las funciones. En cierto modo, considero que este aspecto limita el contenido que podría impartirse durante las prácticas, así como la calidad de este. 6. Referencias Constitución Española. Boletín Oficial del Estado, 29 de diciembre de 1978. Instituciones Penitenciarias, Ministerio del Interior. Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. (2010). Programa de Intervención para Agresores (PRIA). Recuperado de Documentos Penitenciarios 7 (interior.gob.es) Instituciones penitenciarias, Ministerio del Interior. Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Subdirección General de Gestión de Penas y Medidas Alternativas (s.f). Programa de Intervención Psicoeducativa en Seguridad Vial. Recuperado de Programa de intervención psicoeducativa en seguridad vial : PROSEVAL. Manual para el profesional (interior.gob.es) Instrucción 5/2014, de 13 de marzo. Por la que se establece el Programa Marco de Prevención de Suicidios. Recuperado de Administración General del Estado Instrucción 5/2014 S.G.II.PP. Programa marco de prevención de suicidios. | CSIF Instrucción 6/2020, de 17 de diciembre. Protocolo de Ingreso Directo en Medio Abierto. Recuperado de I 13/2006 (derechopenitenciario.com) Pérez-Fernández, F., Bueno Guerra, N. y Mampaso Desbrow, J. (2011). El Psicólogo de Prisiones en España. Psychologia Latina. doi: 10.5209/rev_PSLA. 2011.v2.n2.37437 Real Decreto 190/1996, 9 de febrero. Por el cual se aprueba el Reglamento Penitenciario. Disposición transitoria tercera. Servicios, unidades y puestos de trabajo de los 19 centros penitenciarios. Recuperado de https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOEA-1996- 3307 Rodríguez, J.L. (14 de julio de 2000). Inaugurada en Córdoba una nueva cárcel con capacidad para 1008 reclusos. EL PAÍS. Recuperado de Inaugurada en Córdoba una nueva cárcel con capacidad para 1.008 reclusos | Andalucía | España | EL PAÍS (elpais.com) Yela, M., y Chiclana, S. (2008). El psicólogo en instituciones penitenciarias: teoría y práctica. Formación Continuada a Distancia. Recuperado de 008-FOCAD-01libre.pdf (d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net) 20 Anexos Anexo 1. Modelo de informe psicológico 21 Fuente. Instituciones Penitenciarias 22 Anexo 2. Actividad Fuente. Elaboración propia