Subido por Barbara Perez Jaime

Ardoino, Complejidad

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sentimientos, sería justo agregar que no se hace mejor pedagogía solamente· con la
literatura.
Complejidad
(In Dictionnaire critique de la communication, PUF, Paris, 1993, T.l, pp. 196-197)
{Diccionario crítico de la comunicación]
Efecto de moda o (y) de conveniencia más perenne en los campos en los cuales Se quisiera
aplicarla, el ténnino complejidad pertenece en adelante al vocabulario usual de las ciencias
del hombre y de la sociedad. No se trata, sin embargo, propiamente hablando, de
~a
noción científica. Su empleo, cada vez más frecuente, bien ilustrado entre otros por los
escritos de Edgar Morin, en particular en el marco de la biología o de la antropología
modernas, resulta ante todo desarrollo de los modelos funcionalistas y de las teorlas de la
acción. Ya la concepción del "campo" (field-theory) de K Levvin. en psicología social,
derivada de la psicología de la forma (gestalt) preludiaba 'el auge contemporáneo de
aproximaciones sistémicas mismas, ampliamente inspiradas en la cibernética.
Así,
paradójicamente la noción de complejidad vendría de la ingenieria, para h'berarse de ella
casi en seguida. Quizá por eno, a pesar de o, a causa de una polisemia notable sobre' la
cual insistiremos, sigue siendo útil y probablemente fecunda hoy, tanto en el plano de la
teorización de las prácticas sociales como en el de la investigación.
Etimológicamente, complejo (más frecuentemente complexión) y complejidad, apareci"des
en lengua francesa a partir de 1795, vienen del latín temprano: comp/exus, derivado de
cum y de plecti, p/ex:i, p/ectere, p/exum que significa dar vueha o enredar sus cabellos,
frisar, entrelazar, entretejer, luego en Js 73T, abarcar y contener (:y no plegar, como lo
escribe de manera errónea el Littré). Complexión designará más bien el ensamblaje, la
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.
'~aturaleza",
el temperamento en la acepCIón
biológica~
"
más ampliamente, el conjunto de
los elementos constitutivos del cuerpo humano considerado en relación con su equilibrio
general.
En francés moderno, el sentido predominante parece' ser: lo que contiene, abarca (quizá,
lo veremos más adelante, hasta lo que embaraza), lo que reúne varios elementos distintos,
incluso heterogéneos.
En lógica, complejo especifica el término acompañado de una
explicación o de una determinación.
Lo mismo en gramática, el sujeto o el atnouto
complejos son los que están a la vez ·determinados por varios complementos. Por su
palte, el número complejo se encuentra compuesto de elementos que dependen de series
distintas, cada vez relatÍVos a unidades especiales. El número imaginario es un número
complejo. La forma sustantiva de la palabra complejo tiene en psicología dos acepciones:
a) con la psicología de la forma, particularmente en el nivel del estudio de la percepción,
es el conjuúto aprehendido globalmente sin descomposición en sus partes; b) en
psicoanálisis, es el conjunto de los rasgos personales, a la vez heredados y constituidos o
adquiridos en la infancia, dotado de una potencia afectÍVa y generalmente inconsciente en
el individuo, por ejemplo: el complejo de Edipo. Este último sentido coincide con el que
ya se había encontrado en fisiología: asociación patológica que concurre a un JIDsmo
efecto global (complejos gangliopulmonares o ventriculares).
A través de todos estos diferentes usos,
ob5erv~os
que el término se opone siempre a
simplicidad. Pero, tan pronto lo que prevalece en su definición es el carácter "molar",
''holistico'',
globa~
')¡o-lineal" de la fOfDll de, inteligIoilidad que requiere; tan pronto es el
Qarácter patológico, prolijo,enredado, rebelde al orden normal del conocimiento el que
parece predominar.
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Hay que ver en esto, sin duda, el origen de una confusión, de una distinción frecuente en
el uso y prácticamente señalada como abusiva por todos los diccionarios, entre
complicado (etimología plicare.:. plegar) y complejo. Complicado se opone igualmente a
simple. Pero el estatuto de 10 que se considera como complicado es siempre provisional,
en espera de ser desenmarañado de alguna forma como los hilos enredados de una madeja,
mientras que el estatuto de la complejidad, en su acepción moderna, es el de una
no-simplicidad de naturaleza, irremediable.
Lo que prácticamente probJ.'be toda
descomposiéión por análisis, toda reducción posterior en elementos más simples o más
puros. En este
.
sen~ido, definiremos 10' que presenta un carácter ¡~~~en términos ~
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de ~~~~~~~~~ysiempre rehomogeneizable, por el número y la intensidad d~ sus
variables, por ejemplo el análisis multifactorial, mientras que seremos llevados, un poco
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más adelante a hablar de\multirrefe~~~cia~para especificar lo que es del orden de la
~. c.omplejidadl Para ilustrar nuestro propósito con un primer ejemplo, el jefe de un pequeño
..
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establecimiento escolar que fuera promovido a la cabeza de un establecimiento más
importante tendría,' por este hecho, una tarea evidentemente más complicada, pero en
nada necesariamente más compleja.
De hecho, no solamente metodologías diferentes se encontrarán aplicadas en el análisis de
problemas reconocidos como complicados. o en el análisis de procesos realmente
complejos, sino posiciones epistemológicas heterogéneas e irreducibles una a otra. El
estatuto del análisi,s cambia, en efecto, considerablemente en función del paradigma según
el cual se ordena. En el primer caso, y de conformidad con su etimología, el análisis es
herramienta de descomposición, de desconstrucción, de un todo en sus partes elementales.
Es la regla cartesiana: dividir 10 dificultado en varias parcelas... Así se efectúa el trabajo
del químico o del anatomista.
En el segundo caso, el análisis ya no apunta a
descomponer, a desmontar o a desconstruir en vista de una aproximación de síntesis y de
ex-plicación posterior, sino que acompaña al proceso que se trata, esta vez, mu~ho más de
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comprender que de explicar.
Las aproximaciones antropológicas,
etnológicas,
etnográficas, etnometodológicas, históricas, psicoterapéuticas, educativas, requieren más
bien este último tipo de análisis para sus objetos respectivos, sin excluir totalmente la otra
forma de análisis para tal o tal aspecto de su aproximación. Tan pronto el análisis remite
entonces al objeto, con sus particularidades supuestas, sus componentes, sus lineas de
fuerza, sus articulaciones naturales que se trata ante todo de observar y de descnoir, luego
de hacer inteligloles por medio de un trabajo mental de simplificación y de depuración.
Tan pronto ;el análisis se pretende aprehensión más global de la Ei~ partir
una aproximación
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d~
acompañamiento y de,familiarización; en este sentido la escucha
ir· \\
clínica se opone a la óptica experimentada. Esta postula siempre, al menos a término, la
transparencia encontrada del objeto así explicado.
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L~c~~de
principio no es
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retroactivamente más que un estadio provisional, en espera de simplificación. Aqu~lla
reconoce la opacidad, que caracteriza al objeto, el material de datos, como fundamental,
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. relativamente irremediable, pero que da, no obstante, materia para explicc.ción o
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elucidación (otras diferentes a la explicación); al mismo tiemp o que se recrea y se renueva
por el hecho de la dinámica intersubjetiva, de las particularidades de la intimidad, de la
indexicalidad y de la negatricidad que caracteriza a los sujetos de las relaciones sociales.
Esta forma de análisis se pretende entonces hermenéutica, es decir supone el recurso a una
interpretación de los datos para poder producir conocimiento, ya que en adelante no se
supone que el objeto contenga en él mismo todas las condiciones de su intelig:¡.oilidad,
incluso al precio de manipulaciones apropiadas.
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.
.
.
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.
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•Observemos bien entonces que por su construcción misma el término complejidad nos
inducía a error. En efecto, nos sugiere enérgicamente que se trata del estado propio o de
.
.
.la cualidad iDherente al objeto, de 10 que es complejo. Se entendería entonces esta noción
como la propiedad de esta cosa, que depende de su textura misma ya que la mirada no
hace sino reconocer esta cualidad. Pensamos que, por el contrario, hay qu~ situar la
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complejidad en la relación que une al objeto a propósito del cual uno se cuestiona con el
sujeto que quiere en este caso producir conocimiento. Desde esta perspectiva, son
substitutos mentales del objeto inicial, representaciones que constituyen literalmente esta
complejidad a la cual nos vamos a referir en seguida para aplicarle los modelos de
inteligibilidad que se esforzarán por dar cuenta de ello. En este caso todo sucede como si,
en un primer momento, la aproximación de conocimiento, la empresa de teorización de las
prácticas debiera transfonnar lo real, o mejor dicho las representaciones que uno se dDba
de ello, hasta elaborar una nueva representación de estas representaciones,
precisamente para permitir hacer un llamado, en un segundo momento, a las formas de
análisis que intentarán dar cuenta de ella. Encontramos aqlÚ, en el nivel de la teorización
y a través de los procesos de elaboración de las representaciones que la constituyen, un
proceso análogo al que los fenomenólogos y los etnometodólogos que se inspiraron de
ello llamaban reflexividad. La aproximación misma crea el proceso, el cual a su vez se
. com'Íerte en el objeto representándolo.
La idea de complejidad se añade entonces muy fácilmente, en primer lugar, a las
representaciones sistémicas de los objetos sociales y de las particularidades de sus
funcionamientos. Después del interaccionismo y la dinámica de grupos restringidos, en
psicología social la lógica de Palo-Alto de la comunicación, la sociología de las
organizaciones se inspiran, desde luego, en' tales modelos.
El determinismo ya no se
concibe como lineal, a partir de un pensamiento disyuntivo de tipo aristotélico, sino como
"molar", "holístico". En el "campo"
microso~ial,
por ejemplo, cada punto del campo se
convierte simultáneamente en causa yefeeto en relación con los demás puntos del campo,.
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por otra parte, un holograma se encontrara fragmentado artificialmente, cada parte
contendría efectivamente la imagen del todo. Estos modelos parecen efectivamente más
aptos para permitir la inteligloilidad de las prácticas sociales, introduciendo nociones de
home'Ostasis, de regulación, de retroacción, etc... Se pasa así, sobre todo, .de un rol
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normativo y que satRiona, de tipo jurídico, a un control cibernético más operacional.
Pero, a pesar de esta revolución "gaWeana" (K. Le\vin) o "copémica" (W.-J.-H. Sprott)
del pensamiento y de la flexibilidad conquistada en el nivel de una praxeología, la teoría de
los sistemas sigue siendo un "constructivismo".
La temporalidad-historicidad queda
excluida de esto porque el tiempo no se encuentra en ella más que bajo forma de
parámetros, de factores siempre más o menos homogéneos en el conjunto privilegiado.
Nos encontramo todavía en el marco de una dinámica de los efectos de fuerza, incluso si
éstos se encuentran en adelante representados de manera mucho más sutil, en función
particularmente del carácter neguentrópico de la información.
La complejidad, en la
medida en que interesa ante todo a lo vivo: lo biológico, lo socia~ lo psíquico, etc... -ha
sido concebida para este uso- es finalmente tanto inteligencia de la temporalidad y de la
historia como intelección del espacio. En consecuencia, la aheración se convierte aquí en
la ley de la evolución, del cambio, lo que renueva radicalmente a la problemática de la
identidad.
Por otra parte, la necesidad de tomar en cuenta el carácter finalizado de la
acción humana, de las metas, de los proyectos, muy lejos de las estrategias y de los
objetivos, a través de la implicación, la intersubjetividad, la reflexividad, etc. '" hace
intervenir el juego específico de los efectos de sentido en los modelos de inteligibilidad.
Éstos deben entonces aceptar, asumir, de buena o mala gana, la heterogeneidad
fundamental de los datos que quieren organizar. En este sentido, la aproximación de la
complejidad es siempre multirreferencial
1
(y no solamente multidimensional).
La
. realidad, la situación, el fenómeno complejos serán objervados, mirados, escuchados,
entendidos, descritos en función de enfoques y de sistemas de referencias diferentes,
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aceptados como definitivamente irreducibles uno'S a otros, y necesariamente traducidos
por lenguajes distintos, que suponen entonces que se requiere para tal trabajo la capacidad
de ser poliglota. Por el hecho de tal estatut~ práctico y teórico de la heterogeneidad, la
e
intelección de la complejidad siempre es un poco paradójica
2
(1
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tootg.-tiemp-e eomo no se
refiera explícitamente a una dialéctica para la cual la contradicción se convi;erte en la
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materia misma de lo real. Encontramos de pasO por el cuestionamiento moderno sobre el
sistema, el debate filosófico clásico de lo finito·y lo infinito. En el orden del conocimiento
científico, la comprensión (diríamos además hoy la implicación 3) más que la
explicación (en los sentidos que daba a estos términos Dilthey en el siglo pasado)
constituye el paradigma sobre el cual se apoya la' complejidad.· Más profundamente
todavía,
este paradigma remite a una visión del mundo propiamente cultural. En ello
radica el que la complejidad sea una noción antropológica.
Notas
1) 1. Ardoino, "El análisis'multirreferencial de las situaciones sociales" in Psychologie clinique,
Paris-\'ll, 1990-3. [psicología clínica]
2) Y. Earel, Le Paradoxe el le sysleme, Presses Universitaires de Grenoble, nueva edición, 1989. [La
paradoja y el sistema]
3) 1. .-\rdoillo, "Polisemia de la implicación" in Pour na 88, marzo-abri1 1983, Privat, Paris.
Copyright editores y 1. Ardomo, prohibida su reproducción.
Traducido por la Direción de Extensión y Difusión Universitarias
Ulliversidad Iberoamericana - México D.F., julio de 1998.
(Trad. Sy1via Ávila Hernández)
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