Proyecto de Vida. La llegada de un hijo/a es uno de los hitos más importantes si no el más importante en la construcción del proyecto de vida de toda persona, esto conlleva tiempo, paciencia, sacrificios y tolerancia, en conjunto con una inmensa entrega y amor, esta hermosa tarea está marcada por la capacidad de transmitir valores y creencias, así como principios fundamentales en el ejercicio de la socialización, enmarcado en la certeza que el decirles a nuestros hijos Te Amo están importante como decirles que No. En la construcción del proyecto de vida de nuestros niños nos encontramos con ciertos indicadores que nos permiten detectar los primeros indicios de la necesidad de autonomía por parte de nuestros hijos, detalles como el cuestionamiento por parte de los hacia nuestras propias acciones, o el paso del pensamiento concreto a uno más abstracto que da paso al cuestionamiento cas existencial, son claves para asegurar que estos ya comenzaron la hermosa tarea de construir su proyecto de vida en torno a los valores y normas de socialización que fueron fundados en el hogar y en el colegio. Como padres y educadores nuestra tarea es de crucial importancia, tanto como en el acompañamiento de este nuevo descubrir, así como en la orientación psicoeducativa que debemos brindarles a los niños a la base del reconocimiento activo de sus propios gustos, aficiones, alegrías tristezas y sueños solo por mencionar algunos. Este reconocimiento de emociones ayudara a los niños a reconocer y reconocerse dentro de un contexto dinámico, como seres individuales y perfectibles capaces de diferenciar y diferenciarse en torno a su propia individualidad. Todo lo anteriormente expuesto les ayudara a pensar y repensarse que quieren ser y hacer de sus vidas; profesores, bomberos, futbolistas, doctores u otros. Constituyen una realidad en constante construcción dentro del viaje de la vida, estas primeras aproximaciones ayudaran al niño a develar sus intereses, los cuales deben ser respetados por los adultos ya que es aquí donde se fundan los cimientos de un ser autónomo desde un Yo Soy activo y respetado. Como educadores y padres nuestra labor es permitir que estos se descubran a sí mismo, a la base del descubrimiento valórico social de sus capacidades en libertad, tanto en el colegio como en el hogar, en la calle, por la televisión y @. En este sentido los profesores y la familia se transforman en los personajes más importantes para los niños en términos afectivos y vinculantes, por ende son los encargados de modelar por medio del ejemplo activo él y los comportamientos de los niños. Una vez introyectado estos valores el encogimiento de hombros desaparece al asomarse la pregunta sobre el futuro, ya que los valores, normas y autonomía se apoderan de la incertidumbre inicial siendo estos los encargados de convertirse en la pauta y/o guía que marcaran las directrices coherentes y fundadas del niño, en torno a su propia infancia así como de su futuro inmediato y extenso. En este sentido no podemos perder de vista la importancia del refuerzo pósito en torno al comportamiento y actitudes de los niños, ya que debemos reconocer en estos el error como parte fundamental del desarrollo, validando y entendiendo su comportamiento desde un contexto que valore el ciclo etario de cada niño, por sobre el comportamiento deseado por nosotros y por la presión social. En definitiva si pensamos en la construcción del Proyecto de Vida en niños, no podemos perder de vista que este se comienza a construir a la base del reconocimiento de su entorno familiar más cercano, así como también por medio del descubrimiento de sus propias emociones y por sobre todo del rol que cumple este en la sociedad, como sujeto activo capaz de relacionarse con los otros, aprendiendo en este viaje a reconocer la diversidad y la empatía como eje fundante de la aceptación de mis propias capacidades. Una vez incorporada en el niño la capacidad de reconocer y reconocerse entre los otros, el niño podrá esbozar su proyecto de vida, el cual puede divagar entre ser futbolista, profesor, médico o simplemente de una manera mágica querer ser igual a su padre o a su madre cuando crezca. Eso sí, lo que elija se debe validar de forma absoluta respetando su parecer y sus deseos, ya que el escrutinio valórico solo vendría a afectar el desarrollo de su autonomía y por ende de su Proyecto de Vida futuro.