UN PEQUEÑO ESFUERZO Érase una vez en un lejano pueblo, donde los adultos trabajaban largas horas en el campo para mantener a sus familias. En este pueblo, los niños también eran enviados a trabajar desde temprana edad, sin tiempo para jugar ni ir a la escuela. Un día, un niño llamado Juanito tuvo la valentía de cuestionar por qué los niños tenían que trabajar tanto. Juanito decidió hablar con el sabio del pueblo, un anciano que siempre tenía historias y enseñanzas para compartir. El sabio le contó a Juanito la historia de "Los pajaritos libres". En esta historia, los pajaritos eran criaturas libres que volaban por los cielos, cantaban en los árboles y jugaban juntos. Sin embargo, un día, algunos pajaritos fueron capturados y obligados a trabajar en jaulas para entretener a los humanos. El sabio explicó que los niños son como esos pajaritos libres: nacidos para explorar, aprender y jugar. Les dijo que el trabajo no debería robarles su libertad y su infancia. Juanito comprendió que los niños merecían una vida llena de oportunidades y alegría, no una vida de trabajo agotador. Con el apoyo del sabio y otros miembros de la comunidad, Juanito inició una campaña para concienciar a los adultos sobre la importancia de permitir que los niños sean libres y disfruten de su infancia. Poco a poco, la comunidad comenzó a comprender que era necesario proteger a los niños y garantizarles un futuro brillante. Y así, gracias al coraje de Juanito y la solidaridad de su comunidad, se logró erradicar la sobreexplotación infantil en el pueblo. Los niños volvieron a ser libres como pajaritos en el cielo, disfrutando de juegos, risas y aprendizaje. Moraleja: Los niños merecen ser libres como pajaritos, disfrutar de su infancia y tener acceso a educación y oportunidades. La sociedad debe protegerlos y garantizarles un futuro lleno de esperanza.