Carta de George Williams a Leopoldo II

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SOCIOLOGÃ A
COMENTARIO DE TEXTO: CARTA DE GEORGE W. WILLIAMS A LEOPOLDO II
El texto es una carta dirigida al rey belga Leopoldo II y hace referencia a los abusos e injusticias a los que se
ven sometidos los nativos congoleños, soldados y trabajadores blancos que están allÃ− destinados, por
parte del gobierno belga. Escrita por el historiador estadounidense G. W. Williams, que se dedica a investigar
las negligencias cometidas por las autoridades belgas. Trata temas como la falta de recursos disponibles
(hospitales, alimentos, agua), la explotación a la que se ven sometidas las poblaciones autóctonas (robos,
tráfico de esclavos, quema de poblados). Critica la moral militar, la falta de poder económico del gobierno
belga para hacer frente a las necesidades de un territorio tan extenso como el Congo y la mala organización
militar. Le hace responsable de no cumplir los contratos de los trabajadores a su cargo, le acusa de poner
impuestos a las compañÃ−as comerciales extranjeras que trabajan en su territorio mientras que exime a las
suyas de éstos.
Las ideas principales del texto son las explicaciones de las atrocidades cometidas por el gobierno belga en el
Congo. G. W. Williams hace doce acusaciones concretas a la administración de Leopoldo II, aparte de las
apreciaciones que hace al comienzo del texto que son de un carácter más general y sin profundizar. Estas
acusaciones, en orden, son:
• Falta de moral militar y solidez financiera. Denuncia que el gobierno belga es incapaz de controlar
un territorio tan grande como el del Congo. Apenas hay colonos que hablen la lengua de los nativos,
lo que hace imposible la comunicación productiva con las poblaciones locales y provoca que las
leyes que tratan de imponer en el lugar fracasen. A pesar de que los nativos practican crueldades tales
como el canibalismo y la tortura, la administración no parece tener ningún interés en parar estas
acciones. Se envÃ−an expediciones en busca de esclavos que se dedican a arrasar a las poblaciones
locales. En todo el Estado sólo hay 2.300, cantidad insuficiente para gobernarlo eficazmente.
• Mala organización de las fuerzas militares. En los casi cincuenta puestos militares controlados por
el gobierno belga únicamente se encuentran mercenarios-esclavos sin supervisión de ningún
hombre blanco. Estos puestos extorsionan a los nativos para abastecerse de alimentos, debido a que
no reciben recursos por parte del gobierno belga que asÃ− evita el coste de estos productos.
• Incumplimiento de contratos de trabajadores del Estado. Sin importar que sean ciudadanos de
otros paÃ−ses.
• Imparcialidad y crueldad del sistema judicial. En el Congo no se cumplen las leyes europeas en
defensa de los derechos del hombre negro. Se cometen injusticias contra los negros sin que las
instituciones gubernamentales actúen, e incluso las fomentan.
• Falta de humanidad con los prisioneros. Los prisioneros, se ven sometidos a torturas inhumanas e
innecesarias que les llevan a la muerte.
• Comercio de esclavas con fines inmorales. Se obliga a mujeres nativas a servir a funcionarios
militares y civiles. Si de las violaciones que estas mujeres sufren, nacen niños, éstos son
apartados de su madre `legalmente' debido a que se considera que, si la madre es propiedad del
hombre, su hijo también lo es. Y esto sucede con total impunidad.
• Competencia comercial desleal. Impone cargas fiscales a las compañÃ−as comerciales privadas
de todos los paÃ−ses, mientras exime a sus productos de pagar cualquier tipo de impuesto por
exportación. El ejército impide a los nativos comerciar con cualquiera que no sea un representante
del estado, y cuando éstos se niegan a colaborar, se encarga de hacerse con todos sus bienes por la
fuerza y arrasar poblados enteros.
• Violación del Acta General de la Conferencia de BerlÃ−n. Ya que aplica métodos violentos y
crueles contra población civil nativa para beneficiarse: tráfico de esclavos, restringir el comercio…
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• Provocación de guerras injustas contra la población nativa. à stas se provocan con el único
objetivo de conseguir esclavos y mujeres para los funcionarios del Estado. En el transcurso de estas
guerras se llevan a cabo las mayores atrocidades por parte de los soldados.
• Tráfico de esclavos. El gobierno de Leopoldo II utiliza a esclavos para servir de mercenarios y
como mano de obra.
• Negociaciones ilegales con un gobernador árabe. Por las que se le permite al Gobierno Belga la
creación de puestos militares a lo largo de un territorio sobre el que no posee ningún derecho, a
cambio de lo cual se le entregaba a este gobernador árabe armas, pólvora y 20.000 libras esterlinas.
• Distorsión del Congo como paÃ−s. Se ha transformado en un territorio improductivo, ya que solo
se han cometido abusos contra él, en lugar de civilizar a las poblaciones nativas.
También es importante la referencia que hace Williams de la falsedad de la declaración de intenciones
inicial por parte del Gobierno Belga de llevar la cultura, la paz y el bienestar al pueblo del Congo. No se
construye ni un solo hospital. Los médicos al servicio del Gobierno Belga no tienen medios para atender a
los enfermos y escasean los alimentos.
Más secundario, es la descripción que hace de la serie de engaños de todo tipo que sufren los nativos
congoleños. La historia de cómo el doctor Stanley, mediante trucos hace creer a habitantes congoleños
que el hombre blanco es mucho más fuerte que el negro y que es un espÃ−ritu inmortal. La crÃ−tica al
sistema laboral existente, que califica de todo lo contrario a práctico, ya que los trabajadores del Gobierno en
la capital, Boma, son traÃ−dos en condiciones precarias desde otros puntos de à frica (ZanzÃ−bar, Sierra
Leona, Accra), en vez de ser habitantes de la zona, y además son tratados de manera cruel e injusta.
CONCLUSIÃ N
El objetivo principal de esta carta es intentar mejorar la situación que habÃ−a en el Congo a finales del siglo
XIX, provocada por la explotación a la que se vio sometida toda à frica por parte de las potencias europeas,
en este caso concreto, el Gobierno Belga, que causó una gran inestabilidad social y polÃ−tica dando lugar a
guerras entre los paÃ−ses colonizadores y las gentes de los territorios colonizados, y entre las propias tribus
nativas. Hace especial mención del incumplimiento de promesas como las de asegurar el bienestar de la
población autóctona, llevar la paz a à frica, la creación de una confederación de todas las tribus
africanas, que denotan la profunda decepción y desilusión del autor de la carta.
Resulta también interesante que un oficial militar estadounidense tuviera el valor de enviar un mensaje
asÃ− a un monarca europeo, y tuviera también ese deseo de que la sociedad africana fuera justa e
igualitaria.
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