Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Escuela de Derecho DERECHO CIVIL. PARTE GENERAL Y PERSONAS DR. RUPERTO PINOCHET OLAVE Talca, 2020 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. PRIMERA SECCIÓN: DERECHO CIVIL. PARTE GENERAL Introducción al Derecho Civil El ordenamiento jurídico se encuentra compuesto por un conjunto de imperativos vigentes en la comunidad, es decir, un amplio conjunto de normas. Resulta relevante comprender, desde un primer instante, la dificultad para establecer una definición única del concepto de norma. Sin perjuicio de ello, para efectos de este curso, podemos definirla como una prescripción o regulación de la conducta humana, dada con una finalidad que se juzga o estima valiosa y cuyo incumplimiento conlleva la aplicación de sanciones. Señalado ello, es menester destacar que existen diversas clasificaciones de normas, entre las que encontramos las siguientes. 1. Autónomas y heterónomas El concepto de autonomía dice relación con la sujeción al querer propio. En tal sentido, una norma será autónoma, desde el punto de vista de su origen, en tanto sea producida por el mismo sujeto que le debe obediencia o cumplimiento. De esta manera, la autoridad normativa se corresponde con el sujeto normativo. Por otro lado, una norma es también autónoma cuando, sin ser producida por el individuo, su obligatoriedad depende de que la adopción de la norma se lleve a cabo en virtud de un acto libre y consciente del propio sujeto, caso en el cual se trata de autonomía en el imperio1. A contrario sensu, el concepto de heteronomía dice relación con la sujeción al querer ajeno. En tal sentido, una norma será heterónoma, desde el punto de vista de su origen, toda vez que sea producida por un sujeto distinto de aquel que deba su acatamiento, pudiendo distinguir claramente entre autoridad normativa y sujeto normativo. 1 SQUELLA (2000), p. 50. 2 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Por otro lado, una norma será heterónoma en el imperio en tanto su cumplimiento sea independiente de un acto de aprobación o rechazo de cumplimiento por parte del sujeto imperado. 2. Unilaterales y bilaterales La unilateralidad de una norma se circunscribe en la inexistencia de un sujeto que se encuentre facultado para exigir su cumplimiento. En este sentido, es posible establecer que la norma sólo obliga. Por el contrario, la bilateralidad de una norma radica en que se ha concedido, a un sujeto distinto del obligado, la facultad de exigir el cumplimiento de la obligación contraída en virtud de ésta. En consecuencia, podemos señalar que una norma bilateral faculta y obliga. 3. Exteriores e interiores La exterioridad de una norma radica en que regula solamente las acciones efectivamente emitidas o exteriorizadas del sujeto imperado, sin inmiscuirse en el fuero interno de éste, es decir, sin comprender las motivaciones que lo lleven a actuar de una u otra manera. Por otro lado, la interioridad de una norma depende no sólo de las acciones efectivamente emitidas o exteriorizadas del sujeto imperado, sino también del fuero interno y, consecuentemente, de las motivaciones que lo inducen a actuar en uno u otro sentido. De esta manera, una norma interior podrá ser efectivamente cumplida sólo en el evento de que la conducta del sujeto se adecúe externamente a la prescripción, mostrando motivaciones que sean coincidentes con dicha conducta. 4. Coercibles e incoercibles Coercibilidad es una expresión que designa la legítima posibilidad de auxiliarse de la fuerza socialmente organizada para obtener el cumplimiento de una norma o la aplicación de la sanción que deba seguir cuando ésta haya sido infringida2. En tal sentido, una norma será coercible toda vez que exista la posibilidad recientemente aludida. Por el contrario, una norma será incoercible en tanto no sea posible recurrir a la fuerza socialmente organizada para obtener su cumplimiento o la aplicación de la sanción que ésta contemple ante su infracción. Además de las mencionadas clases de normas, podemos encontrar otra clasificación que distingue entre normas sociales, morales y jurídicas. 2 SQUELLA (2000), p. 52. 3 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. 1. Normas sociales o de trato social Corresponden a prescripciones dadas al interior de un grupo social determinado, que tienden a la realización de ciertos fines, como la urbanidad, el decoro, la cortesía y otros semejantes, en las que la observancia de los deberes impuestos se traduce en un tipo difuso de sanción, consistente en el rechazo o repudio del grupo hacia el sujeto infractor, el que, según la importancia de la norma infringida, adoptará diversas modalidades de expresión que tendrán también, según los casos, diferentes grados de intensidad3. 2. Normas morales Como una primera aproximación, es fundamental destacar la complejidad que presenta la multiplicidad de acepciones del concepto de “moral”. Sin perjuicio de ello, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española la define como “perteneciente o relativo a las acciones de las personas, desde el punto de vista de su obrar en relación con el bien o el mal y en función de su vida individual y, sobre todo, colectiva”. De esta manera, es posible distinguir los distintos ámbitos de la moral: moral personal, moral social y moral de los sistemas filosóficos o religiosos. a) Moral personal La moral personal se configura a partir de la idea de bien o de perfección moral que cada persona forja dentro de sí, y de la que derivan exigencias morales que se expresan en normas o pautas obligatorias para el respectivo sujeto4. b) Moral social La moral social se configura a partir de las ideas que acerca de lo bueno prevalecen en una comunidad determinada, expresándose en un conjunto de exigencias de orden moral que el grupo social determinado dirige a sus miembros. c) Moral de los sistemas filosóficos o religiosos Este ámbito de la moral se forma a partir del mensaje y testimonio de los fundadores de los fundadores de las grandes religiones, o del que dan y establecen determinados pensadores o filósofos, expresándose en 3 4 SQUELLA (2000), p. 53. SQUELLA (2000), p. 66. 4 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. máximas, principios y normas por las que rigen su conducta moral las personas que adhieren al credo religioso o filosófico de que se trate5. 3. Normas Jurídicas Las normas jurídicas regulan las conductas de los hombres que viven en sociedad y provienen de los actos de producción normativa que son ejecutados comúnmente por autoridades normativas a las que otras normas jurídicas del respectivo ordenamiento otorgan competencia para la ejecución de tales actos, cuyo cumplimiento, además, se encuentra garantizado por la legítima posibilidad del uso de la fuerza socialmente organizada y que, por último, apuntan a la realización de ciertas aspiraciones de orden, paz y seguridad que los hombres desarrollan en cuanto viven en sociedad6. De esta manera, resulta evidente que el presente tipo de normas es el que adquiere importancia de cara al estudio del Derecho, encontrando normas jurídicas de distinta naturaleza y jerarquía dentro de la conformación del ordenamiento jurídico vigente, dando paso, de esta manera, a distintas disciplinas y ramas del Derecho, encontrando entre ellas, al Derecho Civil. Derecho Civil: Perspectiva histórica Para los romanos, el Ius Civile constituía el derecho de los ciudadanos, en oposición al Ius Gentium o Derecho de Gentes, es decir, el conjunto de normas aplicables a los demás pueblos. Dicho sea de paso que el Derecho Civil Romano poseía una regulación que abarcaba tanto ámbitos de carácter público como privado, sin conformar un sistema eminentemente privado como ocurre actualmente. El Derecho Civil se configura, por tanto, como la proyección en nuestros días del Derecho Romano que, elaborado por pretores y jurisconsultos, se vacía finalmente en el Corpus Iuris Civiles. El proceso de configuración del Derecho Romano fue efectuado de tal manera que los pretores no fueron escritores de teoría, sino que llevaban a 5 6 SQUELLA (2000), p. 66. SQUELLA (2000), p. 71. 5 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. cabo una labor de solución de conflictos, en virtud de la cual realizaban soluciones de carácter lógico, derivando en la deducción de principios o aforismos jurídicos cuya utilidad apuntaba a la solución de distintos asuntos7. En tal sentido, se efectuaba la dictación de sentencias lógicas, derivando en la escritura de los juristas romanos y, posteriormente, en su recopilación bajo el Digesto del Corpus Iuris Civiles. Asimismo, cabe señalar la importancia de la caída del Imperio Romano de Occidente a manos de los pueblos bárbaros, durante el siglo V (año 476 d.C.) y su posterior extensión mediante el Imperio Romano de Oriente, en Constantinopla, dado que bajo dichos acontecimientos el derecho romano, como en general la obra completa imperial, será desplazada por los derechos locales de los pueblos de raíz germánica que se instalarán al interior de los antiguos territorios romanos8. Posteriormente, durante la Edad Media, los monasterios llevan a cabo una labor fundamental, logrando efectuar la recopilación de libros jurídicos romanos, accediendo a la instauración de una cultura jurídica occidental. Es así como en el siglo XI los monjes comienzan a expresar comentarios a los mencionados libros, dando origen a los glosadores, post glosadores y – posteriormente- juristas, derivando en el surgimiento de las distintas escuelas jurídicas medievales. De esta manera, se logra acceder al nacimiento del Derecho Continental Europeo, conocido como Civil Law9. En el siglo XII, los glosadores de la Escuela de Bolonia incurrirán en el estudio de los antiguos textos romanos, recogidos en la compilación de Justiniano. Serán ellos quienes aludirán a esta obra como Corpus Iuris Civilis. Ejemplos de dichos aforismos corresponden a: “Se excusa la ignorancia del hecho, mas no la del Derecho”, “la carga de la prueba corresponde al actor” y “los pactos dan fuerza de ley al contrato”. 8 Desde dicha perspectiva, es menester destacar que el derecho romano no desapareció, sino que hubo de incorporarse al derecho vulgar. 9 Por otro lado, se encuentra el sistema denominado Common Law, fundado en el caso 7 precedente y que deriva en la consideración de la Jurisprudencia como su principal fuente formal, modelo que ha de operar en países como Inglaterra y Estados Unidos. Cabe señalar que este sistema se entiende sin perjuicio de estar constituido en – aproximadamente- un setenta por ciento de Derecho Romano. 6 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Sin embargo, paulatinamente las palabras “Derecho Civil” tomaron un sentido diverso: se acostumbró a entender por tal el Derecho Privado, en oposición al Derecho Público. En efecto, si bien las compilaciones del Derecho Romano comprendían tanto al derecho privado como al derecho público, tras la caída del Imperio las normas relativas a esta última rama carecían de utilidad. En consecuencia, los juristas recurrían a las recopilaciones de Justiniano únicamente en busca de reglas de derecho privado. Así las cosas, durante el año 1670, el jurisconsulto francés Jean Domat escribe su obra “Sistema de Derecho Civil” y agrupa todo el Derecho Romano en un solo texto, lo que es volcado posteriormente en el Código Civil Napoleónico del año 1804. Bajo este último se establece una sistematización por materia que resulta sumamente influyente en el Código Civil de Andrés Bello. Características del Derecho Civil 1. Corresponde a una rama del Derecho Privado. Martínez de Aguirre aclara que el Derecho Civil es Derecho Privado, en cuanto regula fundamentalmente las relaciones entre particulares, en el desarrollo de sus actividades más habituales, en su propio interés y beneficio 10 . En igual sentido, Albaladejo -siguiendo una sentencia del Tribunal Supremo español de 5 de diciembre de 1921- entiende el Derecho Civil como el Derecho privado general que regula las relaciones más comunes de la convivencia humana11. Así, el Derecho Civil es aquella parte del derecho, no especial, que regula los aspectos generales que le ocurren a una persona ordinariamente en su vida, en sus relaciones familiares y de amistad, que no entran en el campo de lo profesional o comercial, o de otros ámbitos MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Carlos, et al (1998) Curso de Derecho Civil (I): Derecho Privado, Derecho de la Persona. Madrid: Colex, p. 3. 11 ALBALADEJO, Manuel (2002) Derecho Civil I. Introducción y Parte General, décimo quinta edición, Barcelona: José María Bosch Editor, p. 40. La sentencia aludida señaló que el Derecho Civil: “es el llamado a juzgar de todos los actos o hechos más comunes de la convivencia humana”. 10 7 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. especiales12. En tal sentido, el Derecho Civil se encarga de regular, entre otras instituciones, el nacimiento, el matrimonio, la defunción, la sucesión por causa de muerte, la familia, los contratos -en cuanto estos se mantengan en el ámbito de lo ocasional- así como lo referido a los bienes en cuanto tales relaciones se mantengan en ésta misma área- siendo posible sintetizar que el objeto de regulación de esta disciplina está constituido por todas aquellas transacciones necesarias para el ámbito privado no profesional de la persona. 2. Corresponde a un Derecho sustantivo, general y supletorio que rige todas las relaciones de las personas, su familia y sus bienes. a) Carácter sustantivo En virtud de esta calidad, el Derecho Civil corresponde a conjunto de normas que establecen derechos y obligaciones a los sujetos que están vinculados por el orden jurídico establecido por el Estado. b) Carácter general Establece que es aplicado para todos los habitantes de la República. Para Vodanovic el Derecho Civil es general “porque gobierna las relaciones jurídicas ordinarias más generales del ser humano en cuanto tal, con prescindencia de cualquier otra circunstancia (nacionalidad, profesión)” 13 explicando que su ámbito de aplicación se encuentra constituido por “las relaciones más ordinarias de los seres humanos: matrimonio, relaciones entre padres e hijos, las que se suscitan con motivo La especialidad es explicada bien entre nosotros por UBILLA al señalar: “Se dice que el derecho es especial cuando acota su propia materia, cuando autolimita la aplicación de sus normas a determinadas instituciones y relaciones jurídicas”, UBILLA GRANDI, Luis (2008) La Cláusula de Aceleración en la Obligación Cambiaria, Santiago: Ed. Lexis Nexis, p. 5. 12 VODANOVIC H., Antonio (1996) Manual de Derecho Civil. Parte Preliminar y General. Santiago: Ed. Jurídica Conosur Ltda., p. 42. En un sentido similar “El Derecho privado es una categoría sistemática permanente, construida sobre bases connaturales con la existencia humana: su contenido podrá ampliarse o reducirse a medida que nacen nuevos tipos de relaciones entre particulares o bien son éstas atraídas por la mano pública en régimen de Derecho administrativo; pero no por eso varía el concepto inicial”, LACRUZ BERDEJO, José Luis, et al (1999) Elementos de Derecho Civil I. Parte General, Madrid: Editorial Dykinson, p. 26. 13 8 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. del intercambio de bienes para satisfacer las necesidades de los hombres. Etc.”14. c) Carácter supletorio Establece que el Derecho Civil regula todo ámbito que no se encuentre regulado por una materia especial. El carácter supletorio erige al Derecho Civil en el representante de la unidad del Derecho Privado que, en su diverso fraccionamiento (derecho comercial, derecho de minas, derecho del trabajo, derecho industrial) adquiere cierta cohesión unitaria a través de aquél. La importancia del Derecho Civil también se revela en la técnica de sus principios, afinada durante siglos; ella informa o sirve de pauta a la de los derechos especiales”15, en consecuencia, la importancia del Derecho civil deriva, precisamente de su generalidad16, principio que supone que cuando no existe una norma especial que aplicar para resolver un asunto, debe recurrirse a sus principios también generales, forjados a través de la actividad judicial y doctrinaria por siglos, y si aún todo eso fuera insuficiente, deben interpretarse las leyes, según señala el artículo 24 de nuestro Código civil, del modo que más conforme parezca al espíritu general de la legislación y a la equidad natural, conceptos que como se comprenderá, nunca faltarán a la hora de la resolución de un problema jurídico. De Buen reconoce la necesidad de recurrir a las reglas del derecho común, señalando que “por muy desarrollada que esté una disciplina especial, nunca podrá colmar la totalidad de los problemas de sus sujetos, de sus actos, y de sus normas, los que necesariamente estarán subordinados en última instancia a reglas del derecho común”17. 14 VODANOVIC (1996) 49. ALESSANDRI, SOMARRIVA (2010), p. 84. En similar sentido explica Vidal, “(…) el Derecho Civil sigue siendo la piedra angular del Derecho. Porque es el Derecho Común. Es el derecho del cual se van desprendiendo ramificaciones que dan lugar a los Derechos especiales. Por eso, el Derecho Civil, como Derecho Común y troncal, tiene un rol supletorio, pues se aplica de manera supletoria para integrar los vacíos que puede presentar el ordenamiento legal, no el jurídico, pues esa es una función fundamental que cumple el Derecho Civil”. VIDAL (2014), p. 20. 17 De Buen L., L. Derecho del Trabajo. Tomo I. -10ª edición-. D.F., México: Editorial Porrúa, 1997, p. 117. 15 16 9 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Diferenciación entre Derecho Público y Derecho Privado a) Derecho Público: Es un conjunto de normas que regulan las relaciones entre los particulares, los órganos estatales y el Estado, como también las relaciones de este último para con otros Estados. Es así como el Derecho Público debe reglamentar diversas funciones que corresponden al poder, pudiendo resumirlas en cuatro categorías esenciales. i. La función constituyente, a través de la cual se realiza la organización del Estado. ii. La función legislativa, en virtud de la cual vela por la aplicación y cumplimiento de las leyes. iii. La función judicial, cuya finalidad radica en resolver los conflictos suscitados en el medio social. iv. La función administrativa, a través de la que se efectúa la formulación de políticas destinadas a asegurar la paz y la seguridad colectivas18. b) Derecho Privado: Es un conjunto de normas que se refieren a la persona, su organización familiar y su actividad patrimonial. A su vez, se subdivide en: Derecho Civil, Derecho Mercantil y Derecho Internacional Privado. De esta manera, al Derecho Privado le corresponde establecer las condiciones y requisitos con que las personas pueden actuar en el mundo jurídico; determinar al mismo tiempo qué bienes pueden participar en las actividades de intercambio y en qué condiciones, con la finalidad de mantener la igualdad de equivalencia que debe presidir sus actos de intercambio. Es así como el Derecho Privado tiene una parte orgánica que reglamenta las personas y los bienes, como también una parte dinámica que regula el juego de la voluntad en los actos jurídicos de los particulares19. Fuentes del Derecho Civil 18 19 DUCCI (2005), p. 14. DUCCI (2005), p. 11. 10 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Fuentes formales: Corresponden a aquellas formas de expresión del Derecho establecidas en el ordenamiento jurídico, constituyendo un elemento que dice relación con los procedimientos y órganos facultados para la producción, modificación y derogación normativa. Fuentes materiales: Corresponden a los factores políticos, sociales, económicos o de otra índole, que influyen sustancialmente en la producción, modificación y derogación normativa. Fuentes formales del Derecho Civil 1. Constitución Política de la República Como una primera aproximación, es fundamental comprender que el Derecho Civil Patrimonial ha de constitucionalizarse mediante el artículo 19 Nº 24, norma que otorga jerarquía constitucional al derecho de dominio, sin perjuicio de encontrarse definido desde el año 1855 por el Código Civil, a la luz de lo dispuesto por su artículo 582. Por otro lado, en el ámbito del Derecho Civil no Patrimonial, es menester destacar la protección de la familia por parte de la Constitución, determinando que ésta constituye el núcleo fundamental de la sociedad. A su vez, es preciso señalar que el Derecho de Familia se ha alejado paulatinamente del Derecho Civil, tal como ocurrió con el Derecho del Trabajo, anteriormente denominado como arrendamiento de servicios20. 2. Ley En primer lugar, es importante señalar que en el Derecho Civil, la ley es mucho más importante que la Constitución como fuente formal, sin perjuicio de que esta última posea mayor relevancia en otras materias. La ley y sus aspectos más relevantes serán estudiados posteriormente. 3. Costumbre La costumbre corresponde a la repetición constante y uniforme de un determinado comportamiento colectivo, al que se añade la convicción de que se trata de un comportamiento jurídicamente obligatorio21. Asimismo, es importante destacar que las principales reformas del Código Civil han sido efectuadas en materia de familia, debido a la evolución que ha presentado el concepto de ésta. 21 SQUELLA (2000), p. 252. 20 11 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. De esta manera, la costumbre jurídica se constituye como una manifestación de la potestad social que, sin embargo, posee un alcance subordinado en nuestro ordenamiento jurídico. En tal sentido, el artículo 2 del Código Civil señala que la costumbre no constituye derecho sino en los casos que la ley se remite a ella. 4. Jurisprudencia La jurisprudencia corresponde a aquella doctrina asentada por los tribunales superiores de justicia, léase Cortes de Apelaciones y Corte Suprema, manifestada en un conjunto de criterios repetidos en las decisiones judiciales. De esta manera, toda vez que se genera un consenso entre criterios para determinados casos, se dice que existe una línea jurisprudencial mayoritaria. Por otro lado, debido a la primacía del Common Law –en desmedro del Case Law- en nuestro ordenamiento jurídico no existe el criterio del precedente, por lo cual no posee fuerza vinculante. Es así como el inciso segundo del artículo 3 de nuestro Código Civil señala que las sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente se pronunciaren. 5. Doctrina La doctrina corresponde a un conjunto de obras, comentarios y opiniones que elaboran los autores que escriben sobre el Derecho, en relación con los textos legales y los problemas jurídicos en general. Al igual que la jurisprudencia, la doctrina carece de fuerza obligatoria en nuestro ordenamiento jurídico y sólo habrá de producir efectos según el prestigio del autor respectivo. Sin perjuicio de lo anterior, es relevante destacar que existen instituciones que derivan de una creación doctrinal y jurisprudencial, tal como es el daño moral. Esto se debe a que si bien el artículo 2331 establece un leve acercamiento, dicha norma ha sido declarada inconstitucional en más de una ocasión, por lo cual es posible aseverar que el Código Civil, en definitiva, no realiza su creación. La ley como principal fuente formal del Derecho Civil Definiciones de ley 12 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Artículo 1 Código Civil: “La ley es una declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o permite”. Santo Tomás de Aquino: “La ley es orden de la razón destinada al bien común, debidamente promulgada por el que cuida de la comunidad”. Aristóteles: “Regla social obligatoria”. Planiol: “Regla social obligatoria establecida en forma permanente por la autoridad pública y sancionada por la fuerza”. Clasificación de la ley de acuerdo al artículo primero del Código Civil a) Leyes imperativas: Corresponden a aquellas que mandan a hacer algo o imponen una acción. b) Leyes prohibitivas: Corresponden a aquellas que prohíben hacer algo de modo absoluto, sin establecer excepción alguna. c) Leyes permisivas: Corresponden a aquellas que permiten hacer algo, caracterizándose por ser muy usuales en el Derecho Civil. Cabe señalar que en un mismo artículo pueden existir normas imperativas y prohibitivas a la vez. Un ejemplo de esto corresponde a lo establecido por el artículo 402 del Código Civil, en el cual las normas referidas a bienes raíces son prohibitivas, mientras que las referidas a los bienes muebles son imperativas. Características de la ley a) Coercibilidad La ley es coercible toda vez que para exigir su cumplimiento o para aplicar la sanción prevista ante su infracción, es posible acceder legítimamente a la fuerza socialmente organizada. b) Generalidad La ley es general en tanto es aplicada a todos los habitantes de la República, lo que se entiende sin perjuicio de existir leyes particulares, tales como aquellas que conceden la nacionalidad. c) Abstracción 13 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. La ley es abstracta dado que no indica a quién va dirigida, por lo cual regirá para todas las personas que se encuentren en el supuesto de hecho previsto por ella. Diferencias de otras normas jurídicas con las normas legales Por el contrario de las características recientemente enunciadas, de acuerdo con lo prescrito por el artículo 3 inciso segundo del Código Civil, las sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente se pronunciaren. Por otro lado, los contratos no son generales ni abstractos, dado que el artículo 1545 señala que todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales. Promulgación y publicación de la ley El artículo 6 del Código Civil señala que “La ley no obliga sino una vez promulgada en conformidad a la Constitución Política del Estado y publicada de acuerdo con los preceptos que siguen”. De esta manera, es importante destacar que la promulgación es efectuada por un decreto supremo del Presidente de la República, denominado como decreto promulgatorio, en que se establece cuál es la ley, fijando el texto y contenido de la misma, debiendo ser publicado en el Diario Oficial22. La publicidad es una norma que justifica la obligatoriedad, constituyendo la forma de presumir que es conocida por todos. Sin embargo, es cabe precisar que existen excepciones a dicha regla, correspondientes a las leyes secretas o reservadas, siendo un ejemplo aquellas que dicen relación con la seguridad nacional. En consecuencia, el artículo 7 del Código Civil determina que “La publicación de la ley se hará mediante su inserción en el Diario Oficial, y desde la fecha de este se entenderá conocida de todos y será obligatoria. Cabe señalar que el Diario Oficial del Estado se encontraba disponible mediante un soporte en papel, mientras que actualmente constituye un medio electrónico. 22 14 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Para los efectos legales, la fecha de la ley será la de su publicación en el Diario Oficial. Sin embargo, en cualquiera ley podrán establecerse reglas diferentes sobre su publicación y sobre la fecha o fechas en que haya de entrar en vigencia”. De acuerdo al citado artículo, la regla general radica en que la obligatoriedad y entrada en vigencia será el mismo día de la publicación. No obstante, existe una excepción, correspondiente a la vacancia legal, esto es, un plazo otorgado por el legislador con la finalidad de que la ley se adecúe en la sociedad y sea estudiada por las personas. En estrecha vinculación con la disposición anterior, el artículo 8 del Código Civil señala que “nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que ésta haya entrado en vigencia”, consagrando una presunción de derecho, por lo cual no admite prueba en contrario. Irretroactividad de la ley El artículo 9 del Código Civil señala: “La ley puede sólo disponer para lo futuro, y no tendrá jamás efecto retroactivo. Sin embargo, las leyes que se limiten a declarar el sentido de otras leyes, se entenderán incorporadas en éstas; pero no afectarán en manera alguna los efectos de las sentencias judiciales ejecutoriadas en el tiempo intermedio”. De esta manera, nuestro Código establece el efecto irretroactivo y la existencia de leyes interpretativas, las que se entienden incorporadas a las leyes que han de interpretar. Sin embargo, éstas no afectarán los efectos de las sentencias judiciales ejecutoriadas en el tiempo intermedio entre la primera y la última ley23. Ámbitos de vigencia de la ley - Ámbito de vigencia temporal: ¿Desde y hasta cuándo se aplica? - Ámbito de vigencia territorial: ¿En qué territorio o espacio rige? - Ámbito de vigencia personal: ¿A qué personas obliga? Cabe señalar que las leyes penales pueden tener efecto retroactivo de acuerdo con el principio pro reo, esto es, en favorecimiento de los imputados. 23 15 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Cabe señalar que estas preguntas no sólo son aplicables para la ley, sino para todas las normas del ordenamiento jurídico, léase: Constitución Política de la República, potestad reglamentaria, potestad jurisdiccional (jurisprudencia), potestad social (costumbre) y potestad normativa de los particulares (actos jurídicos). a) Ámbito de vigencia temporal La regla de la vigencia temporal parte de la base del establecimiento de la ley en el Diario Oficial, sin perjuicio de lo cual existen dos excepciones: la retroactividad de la ley y la vacancia legal. Asimismo, resulta fundamental mencionar que la vigencia de la ley termina con su derogación, institución que cumple una función de renovación o cambio regular del ordenamiento jurídico y tiene el efecto de limitar en el tiempo la aplicación de las normas derogadas 24. Es así como los artículos 52 y 53 del Código Civil establecen las normas sobre derogación de las leyes. Clases de derogación De acuerdo con lo dispuesto por el artículo 52 del Código Civil. 1. Derogación expresa: La derogación es expresa cuando la nueva ley dice expresamente que deroga la antigua. 2. Derogación tácita: La derogación es tácita cuando la ley contiene disposiciones que no pueden conciliarse con las de la ley anterior. Es así como este tipo de derogación encuentra su fundamento en el principio de temporalidad, en virtud del cual siempre tendrá preferencia la ley nueva sobre la anterior. Asimismo, el artículo 53 agrega que la derogación tácita deja vigente en las leyes anteriores, aunque versen sobre la misma materia, todo aquello que no pugna con las disposiciones de la nueva ley. Bajo el mismo parámetro, la Doctrina ha agregado una nueva clase de derogación: la derogación orgánica, esto es, aquella situación en que una nueva ley regula íntegramente aquellas materias que se encontraban reguladas por una o más leyes anteriores, las que se entienden derogadas aunque no exista incompatibilidad entre sus normas y las de la nueva ley25. 24 25 SQUELLA (2000), p. 237. SQUELLA (2000), p. 259. 16 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Cabe señalar que en relación con esto existe una excepción, correspondiente a la ultra actividad o supervivencia de la ley. Dicha institución debe proyectarse desde la perspectiva de los contratos, entendiéndose incorporadas a estos todas las leyes existentes en su momento, es decir, una ley determinada sobrevive como ley del contrato. Asimismo, el inciso final del artículo 52 señala que la derogación puede ser: 1. Derogación total: Es aquella que produce la íntegra eliminación de la ley anterior. 2. Derogación parcial: Es aquella que produce la eliminación de parte de la ley anterior, dejándola vigente en lo demás. b) Ámbito de vigencia personal El efecto de la ley en cuanto a las personas se consagra a partir del artículo 14 del Código Civil, determinando que la ley es obligatoria para todos los habitantes de la República, inclusos los extranjeros. Respecto de lo anterior resulta fundamental destacar las normas sobre el domicilio político –consagrado en el artículo 60- y lo prescrito por los artículos 56 y 57, siendo este último el que determina un principio de igualdad entre derechos entre chilenos y extranjeros, lo que, sin embargo, no implica una igualdad absoluta. En tal sentido, existen excepciones, tales como lo establecido por el artículo 1012 del Código Civil, determinando que no podrán ser testigos los extranjeros no domiciliados en Chile. Por el contrario de lo dispuesto para las leyes, es menester que las sentencias judiciales producen efectos sólo para las partes, expresión del principio res inter alios acta. Sin embargo, dicha regla también posee excepciones, correspondientes a las sentencias que declaran el estado civil y el derecho de dominio de las personas, resoluciones que producen efectos erga omnes. c) Ámbito de vigencia territorial En el marco de este efecto de la ley rige el principio de territorialidad, siendo consagrado por los artículos 14 y 16 del Código Civil, siendo este último el que lo determina con mayor precisión. 17 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. En tal sentido, el artículo 16 dispone que “Los bienes situados en Chile están sujetos a las leyes chilenas, aunque sus dueños sean extranjeros y no residan en Chile. Esta disposición se entenderá sin perjuicio de las estipulaciones contenidas en los contratos otorgados válidamente en país extraño. Pero los efectos de los contratos otorgados en país extraño para cumplirse en Chile, se arreglarán a las leyes chilenas”. En lo relativo a los actos que tengan efectos en Chile, cabe señalar, a modo de ejemplo, que en caso de celebrar un contrato un menor de edad en el extranjero, éste no tendrá efectos en nuestro país, puesto que se considerará como incapaz al sujeto que hubo de celebrarlo. De acuerdo a lo establecido por el inciso tercero, se consagra un caso de la aplicación de la ley extranjera en Chile, determinando que la forma de los contratos otorgados en países extraños se regula por el país de origen, mientras que los efectos son regulados por la ley chilena26. Sin perjuicio de lo expuesto anteriormente, nuestro Código establece una excepción al efecto en cuanto al territorio, denominada como extraterritorialidad de la ley, determinando en su artículo 15 que “a las leyes patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles, permanecerán sujetos los chilenos, no obstante su residencia o domicilio en país extranjero. 1°. En lo relativo a las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos actos, que hayan de tener efecto en Chile; 2°. En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero sólo respecto de sus cónyuges y parientes chilenos”. Reglas de interpretación de la ley En primer lugar, es importante destacar que en nuestro país se utiliza el sistema subjetivo de interpretación de la ley, que también ha de aplicarse a la interpretación de los contratos y testamentos 27. A su vez, esto significa que en caso de no encontrarse claras las palabras, se puede investigar cuál fue la voluntad real del legislador, sin olvidar que la primera Cabe señalar que actualmente dicha norma no posee mayor relevancia en la práctica, debido a la existencia de tratados internacionales. 27 El fundamento del sistema subjetivo se encuentra en lo dispuesto tanto por el artículo 19 como 1560 del Código Civil. 26 18 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. interpretación se realiza apegada a lo dicho de forma literal por el texto normativo. Por el contrario, en países como Alemania, se utiliza un sistema objetivo de interpretación, conforme al cual se valen netamente de las palabras para poder interpretar el enunciado normativo. De esta manera, las palabras constituyen la voluntad real, genuina y verdadera. De esta manera, se establecen mediante los artículos 19 a 24 del Código Civil las reglas aplicables a la interpretación de la ley, mientras que mediante los artículos 1560 a 1566 las reglas sobre interpretación de los contratos. Elementos de la interpretación a) Elemento gramatical El artículo 19 inciso primero del Código Civil establece: “Cuando el sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal, a pretexto de consultar su espíritu”. Conforme a dicha norma, se entiende que el tenor de la ley prevalece por sobre cualquier otra consideración, sólo en el evento de que su sentido sea claro, esto es, según conclusión de la Doctrina, toda vez que el alcance de la disposición legal se entiende por su sola lectura, sea porque considerada aisladamente de las demás leyes no origina dudas, sea porque relacionada con ellas no denota discordancias. Asimismo, el artículo 20 prescribe: “Las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido expresamente para ciertas materias, se les dará en éstas su significado legal”. Los tribunales de justicia han declarado que el sentido general de las palabras se encuentra determinado por el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Por otro lado, la expresión “cuando el legislador las haya definido expresamente” hace referencia a palabras tales como contrato, caución, adulto, ley, presunción, entre otras. Esto se encuentra dado por el principio de especialidad, ya que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua 19 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. puede definir una determinada palabra, de un modo diferente a la definición otorgada por la ley, siendo esta última la que prevalece. En consecuencia, encontramos que lo especial predomina al constituir la medida realizada a un caso específico, tal como dispuesto por los artículos 4 y 13 del Código Civil. Por su parte, el artículo 21 del Código señala: “Las palabras técnicas de toda ciencia o arte se tomarán en el sentido que le den los que profesan la misma ciencia o arte; a menos que aparezca que se han tomado en sentido diverso”. Un ejemplo de dichas palabras corresponde al término “demente” que, para la psiquiatría, constituye un tipo de enfermedad determinada. Por el contrario, nuestro Código la utiliza haciendo referencia a una enfermedad mental genérica, prevaleciendo este uso al tomarse en un sentido diverso. b) Elemento histórico El artículo 19 inciso segundo determina: “Pero bien se puede, para interpretar una expresión obscura de la ley, recurrir a su intención o espíritu, claramente manifestados en ella misma, o en la historia fidedigna de su establecimiento”. La investigación a que hace referencia la norma radica en circunstancias coetáneas, a la tramitación de la ley, atendiendo tanto a las circunstancias extrajurídicas (fuentes materiales) como a los trámites constitucionales necesarios para su aprobación y promulgación, de todo lo cual queda constancia en las actas respectivas. c) Elemento lógico Tanto el artículo 19 inciso segundo como el artículo 22 inciso primero consagran el elemento lógico de la interpretación, mientras que éste último señala: “El contexto de la ley servirá para ilustrar el sentido de cada una de sus partes, de manera que haya entre todas ellas la debida correspondencia y armonía”. De esta manera, se hace referencia a la afinidad que debe existir tanto en la forma como en el fondo de toda ley, interpretando a ésta como un conjunto de disposiciones correlativas entre sí. d) Elemento sistemático 20 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. El artículo 22 inciso segundo del Código Civil dispone: “Los pasajes obscuros de una ley pueden ser ilustrados por medio de otras leyes, particularmente si versan sobre el mismo asunto”. Por otro lado, el artículo 24 señala: “En los casos a que no pudieran aplicarse las reglas de interpretación precedentes, se interpretarán los pasajes obscuros o contradictorios del modo que más conforme parezca al espíritu general de la legislación y a la equidad natural”. A la luz de lo dispuesto por el elemento sistemático, se desprende que un pasaje obscuro ya no se interpreta en virtud de lo dispuesto por una ley en su conjunto, sino a través de otras leyes que versen sobre el mismo asunto, como también a través del espíritu general de la legislación y la equidad natural, esto es, una interpretación realizada en virtud de todo el ordenamiento jurídico. El espíritu general de la legislación se desprende a partir de un sinnúmero de máximas denominadas como principios generales del derecho, en los cuales descansa todo el ordenamiento jurídico. Si bien muchos de estos principios son difíciles de determinar, es posible lograr su deducción de ciertas reglas del Derecho Romano y, particularmente, del Corpus Iuris Civiles. Ejemplos de estos corresponden a la autonomía de la voluntad, la buena fe y el enriquecimiento ilícito. Por otro lado, la equidad natural posee su matriz en la obra “Ética a Nicómaco” de Aristóteles, señalando que ésta corresponde a la justicia aplicada a un caso concreto. Dicho sea de paso que la justicia consiste en dar a cada cual lo suyo, es decir, el acto de entrega de lo debido, sin determinar qué se debe dar. En tal sentido, es posible aseverar que lo justo no es lo teórico, sino lo práctico. En estrecha vinculación con lo anterior, encontramos otro elemento como es la seguridad jurídica, entendida como la estabilidad y continuidad del orden jurídico y previsibilidad de las consecuencias jurídicas de determinada conducta, correspondiente a un elemento indispensable para la conformación de un Estado que pretenda ser Estado de Derecho28. 28 MARINONI (2012), p. 250. 21 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. De esta manera, la seguridad jurídica se constituye como un valor auxiliar a la justicia, aplicándose toda vez que esta última no es posible de lograr, con la finalidad de mantener la estabilidad del orden jurídico. Análisis del Código Civil Chileno Bien es sabido que la independencia de Chile manifestaba la necesidad de establecer una legislación propia, dado que hasta dicho momento aún imperaban las leyes españolas, bien fueran dispuestas para Chile en particular o para las Indias en general, siendo estas últimas aplicadas toda vez que se carecía de una ley especial. De esta manera, surge la necesidad de una codificación de la ley civil, dando paso al nombramiento, por parte de los distintos gobiernos posteriores a la independencia, de una serie de comisiones destinadas a la revisión de los proyectos legislativos que se presentaren al efecto. Es así como durante el año 1852 Andrés Bello concluye la redacción de un proyecto de Código, siendo revisado por una comisión que sesionó en más de trescientas oportunidades y que culminó su labor en el año 1855. Acto seguido, se procedió a enviarlo al Congreso Nacional, el que lo aprobó sin modificaciones en una ley de un artículo único que fijaba la vigencia del nuevo Código a partir del 1° de enero de 185729. Asimismo, dicha ley ordenaba que se hiciera una edición oficial, correcta y esmerada, a partir de la que Bello introdujo algunas modificaciones al proyecto enviado al Congreso30. Fuentes del Código Civil Si bien se considera que el Código chileno siguió únicamente el modelo adoptado por el Código Napoleónico, es menester destacar que sólo ha de seguirlo en materia de obligaciones, dado que en el resto de las materias hubo de consultarse los principios del Derecho Romano, la opinión de los jurisconsultos más ilustres, los principios del derecho inglés y Es así como el Código Civil fue promulgado con fecha 14 de Diciembre de 1855, entrando en vigor el 1° de Enero de 1857, teniendo un periodo de vacancia legal de un año y medio mes. De esta manera, dicha disposición fue plasmada en el artículo final del cuerpo legal, señalando en su inciso primero: “El presente Código comenzará a regir desde el 1° de enero de 1857, y en esa fecha quedarán derogadas, aun en la parte que no fueran contrarias a él, las leyes preexistentes sobre todas las materias que en él se tratan”. 30 DUCCI (2005), p. 18. 29 22 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. las codificaciones o proyectos más recientes que existían en la época, entre los cuales destacan el Código de Baviera de 1756, el Código Austríaco de 1812, el Código de la Luisiana de 1822, el Código Sardo de 1838, el de los Países Bajos del mismo año y el Código de las Dos Silicias. Se inspiró también en la antigua legislación española, especialmente en las Partidas, y tuvo muy presente el Proyecto de Código Civil español de García Goyena31. Entre los grandes jurisconsultos, Andrés Bello estudió principalmente a Pothier, Domat y Savigny, como también a los primeros grandes comentaristas del Código Napoleónico, tales como Delvincourt, Duranton, Troplong y Mercadé. Estructura del Código Civil Andrés Bello dispuso una estructura muy similar a la del Código Napoleónico, dividiéndolo en un título preliminar, cuatro libros y un título final. El título preliminar se encuentra compuesto por seis párrafos que versan sobre la ley, la promulgación de la ley, los efectos de la ley, la interpretación de la ley, la definición de varias palabras de uso frecuente en las leyes y la derogación de las leyes. El libro I trata de las Personas, reglamentando tanto las personas naturales como jurídicas, el matrimonio, la familia, los alimentos legales, el estado civil y las tutelas y curadurías. El libro II trata de los Bienes, su dominio, posesión, uso y goce, en que sigue la tradición romanística y las opiniones del jurisconsulto Pothier, apartándose del Código Napoleónico. El libro III trata de la Sucesión por causa de muerte, y de las donaciones entre vivos, las que el Código francés trata juntamente con los contratos y otras materias. El libro IV trata de las Obligaciones en general y de los contratos, en que sigue, como se señaló anteriormente, lo dispuesto por el Código de Napoleón. 31 DUCCI (2005), p. 19. 23 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Por último, el título final se encuentra constituido por un artículo único, correspondiente al artículo final del Código, que se refiere a la observancia de éste, estableciendo su entrada en vigor y la derogación de las demás leyes que versen sobre las materias que él regula. Principios que inspiran el Código Civil Como se señaló en reiteradas ocasiones, nuestro Derecho Civil y, consiguientemente, nuestro Código, se encuentran basados en gran medida en el Derecho Romano, sus principios e instituciones, logrando identificarlas a lo largo de toda la extensión de la obra de Bello. Por otro lado, bien es sabido que la época del liberalismo comienza con los postulados del teórico Adam Smith, entre otros autores, estableciendo una serie de principios orientados hacia la producción de riquezas, que derivan en la revolución industrial y, consecuentemente, en una generación de excesos y una promoción del progreso. Estos postulados resultan de gran influencia en nuestro Código Civil, expresándose, principalmente, en el plano del Derecho Civil patrimonial. Es así como nuestro Derecho Civil se encuentra conformado por una serie de principios que informan desde instituciones hasta soluciones específicas de casos puntuales. Sin perjuicio de ello, existen ciertos principios que no se encuentran consagrados expresamente, deduciéndolos a partir de un raciocinio implícito de diversas normas, proceso que muchos autores han denominado como determinación32. De esta manera, existen ciertos principios de vital importancia en nuestro Código Civil y de los cuales se desprenden diversos sub principios. Para efectos de este módulo, trataremos sólo siete de ellos. i. Autonomía de la voluntad El principio de autonomía de la voluntad corresponde a una máxima casi filosófica, propia de la corriente liberal. Encuentra su fundamento en la libertad de la persona para obligarse jurídicamente, por medio del amplio catálogo de actos jurídicos concedidos por el ordenamiento. 32 DUCCI (2005), p. 23. 24 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. De esta manera, se reconoce la autonomía de los sujetos para desarrollarse libremente, sin embargo, bajo el establecimiento de algunos límites, tales como los derechos de las personas, la ley y las buenas costumbres. Existen diversas normas a través de las cuales se desprende la autonomía de la voluntad, tales como el artículo 12 en relación con la renunciabilidad de los derechos; el artículo 1445 en virtud del consentimiento de una persona para obligarse por un acto o declaración de voluntad; el artículo 1444 en torno a la facultad de las partes de modificar las cosas de la naturaleza de un contrato; entre otros. Es menester destacar que la principal expresión de la autonomía de la voluntad se remite al principio de libertad contractual, que establece un poder generador de norma por parte de los particulares, deduciéndose tres subprincipios de éste, que derivan en la libertad de constitución de las relaciones contractuales, es decir: 1) Decidir si contratar o no 2) Decidir con quién contratar 3) Decidir sobre qué contratar Al efecto, el artículo 1545 señala: “Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales”. La enunciación “contrato legalmente celebrado” enfatiza en que corresponde a una norma jurídica que establece un vínculo y efectos jurídicos, es decir, derechos y obligaciones recíprocas. Por otro lado, la expresión “es una ley para los contratantes” apunta a la posesión de obligatoriedad por parte del contrato celebrado entre las partes; de dicho enunciado se desprende el principio de obligatoriedad de los contratos. Por último, “consentimiento mutuo o por causas legales” se refiere a la prohibición de poner fin al contrato unilateralmente. 25 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Una excepción a la última enunciación corresponde a los contratos de confianza, tales como el mandato y el matrimonio, a los cuales se puede poner término unilateralmente por la pérdida de confianza en la otra parte. Por otro lado, existen contratos que se transforman en indefinidos, es decir, la ley no obliga a que el contrato sea mantenido por siempre, pudiendo ponerse término unilateralmente. Ejemplos de estos corresponden a los contratos de arriendo y los contratos de trabajo. Es pertinente destacar que del principio de libertad contractual se desprenden otros principios, tales como los que se nombrarán a continuación: a) Principio de protección de la buena fe contractual Si bien la buena fe constituye uno de los principios que estudiaremos a continuación, es pertinente destacar que posee una aplicación en el ámbito contractual, desprendiéndose de lo dispuesto por el artículo 1546 del Código Civil. b) Principio de protección de los más débiles Establece una protección de las personas que carecen de capacidad legal, tomando medidas por los derechos de dichos individuos en atención a parámetros de edad y salud mental. c) Principio de protección de la propiedad individual Establece una garantía del derecho de dominio, realizando una promoción de la inversión que, a su vez, promueve la productividad y consecuentemente, el crecimiento. Sin perjuicio de ello, cabe señalar que el derecho de dominio no posee un carácter absoluto, pudiendo ceder ante causas de utilidad y salubridad pública e interés y seguridad nacional. ii. Protección de la buena fe Un segundo principio fundamental de nuestro Derecho Civil corresponde a la protección de la buena fe y, consiguientemente, la sanción de la mala fe. Es así como encontramos su expresión a partir de su instauración en el Derecho Romano. He ahí su origen etimológico, proveniente del latín bona fides. 26 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Al tratar este principio, comenzamos de la base de que no existe un único concepto de buena fe, sin embargo, para efectos de este módulo, podemos definirla de un modo somero, como la conciencia de actuar correctamente. Clasificación de la buena fe a) Buena fe subjetiva A grandes rasgos, se condice con la definición general de buena fe, es decir, corresponde a la conciencia de actuar correctamente. Sin embargo, otros autores definen a la buena fe subjetiva como una actitud mental que consiste en ignorar que se perjudica un interés ajeno o no tener conciencia de obrar contra derecho, de tener un comportamiento contrario a él33. b) Buena fe objetiva En un primer alcance, la buena fe objetiva corresponde a la comparación de la conducta de un individuo con el comportamiento normal de las demás personas. No obstante, y al igual que en el caso anterior, otros autores de la doctrina definen a la buena fe objetiva de una forma y perspectiva diferente, determinándola como la fidelidad de a un acuerdo concluido o, dentro del círculo obligatorio, observar la conducta necesaria para que se cumpla en la forma comprometida la expectativa ajena34. La buena fe en el Código Civil Si bien no existe una reglamentación general de la buena fe, ésta se desprende de distintos pasajes de nuestro Código, encontrando dos manifestaciones de gran importancia, la primera de ellas en el libro II y la segunda en el libro IV. 1. Buena fe en materia posesoria Como se señaló anteriormente, en el libro II se encuentra una regulación de la buena fe, particularmente en materia posesoria. Al efecto, el artículo 706 dispone: “La buena fe es la conciencia de haberse 33 34 DUCCI (2005), p. 29. DUCCI (2005), p. 29. 27 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. adquirido la cosa por medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio. Así, en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato. Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe. Pero un error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en contrario”. Asimismo, el artículo 707 de nuestro Código consagra una norma de carácter general, estableciendo la presunción general de la buena fe, al disponer: “La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la presunción contraria. En todos los otros la mala fe deberá probarse”. 2. Buena fe en materia contractual La segunda manifestación de gran importancia mencionada anteriormente, corresponde a la buena fe en materia contractual, desprendiéndose del libro IV de nuestro Código. De esta manera, el artículo 1546 señala: “Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella”. Como una primera aproximación, es importante destacar que dicho artículo requiere de una interpretación extensiva, dado que en el ámbito contractual la buena fe se materializa como la conciencia de negociar, contratar y ejecutar los contratos de una manera correcta. iii. Principio de libre circulación de los bienes Propio de la ideología liberal, el principio de libre circulación de los bienes ocupa un lugar de suma importancia en el Derecho Civil. Si bien no posee una regulación específica en nuestro Código, se desprende de diversos pasajes de éste. 28 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Este principio parte de la base del derecho de toda persona para ser titular del derecho de dominio, que en virtud del artículo 582 del Código Civil, se define como “el derecho real en una cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o contra derecho ajeno”. Además, el artículo 583 señala que “sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el usufructuario tiene la propiedad de su derecho de usufructo”. De esta manera, es posible establecer un vínculo fundamental entre el derecho de dominio y el principio de libre circulación, dado que en virtud de éste, las personas tienen la facultad de disponer libremente de sus bienes. Así es como el Bello hace referencia en distintas disposiciones de su obra a este principio, comenzando por el mensaje y desarrollándolo en artículos tales como el 745 que establece la prohibición de constituir dos o más fideicomisos sucesivos, mientras que el artículo 769 realiza la misma prohibición respecto de dos o más usufructos sucesivos o alternativos. iv. Abuso del derecho El abuso del derecho corresponde a un principio cuyo origen se encuentra discutido por la doctrina, dado que para algunos hunde sus raíces en el Derecho Romano, mientras que para otros, su nacimiento se produce en la edad media. Ahora bien, a diferencia de otros Códigos Civiles, tales como ocurre en España, Suiza y Alemania, nuestro cuerpo legal no regula expresamente el principio del abuso del derecho. Sin perjuicio de ello, el abuso del derecho encuentra su fundamento en una teoría según la cual el ejercicio de un derecho en forma abusiva no estaría autorizado por la ley. Asimismo, recibe un trato distinto por parte de la doctrina, puesto que algunos lo consideran como un límite al ejercicio de un derecho subjetivo, mientras que otros lo identifican como una fuente de las obligaciones. v. Enriquecimiento ilícito 29 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Al igual que el abuso del derecho, el enriquecimiento ilícito genera una amplia discusión en la doctrina, dado que algunos autores lo consideran como un principio, mientras que otros han de establecer que corresponde a una fuente de las obligaciones no contemplada por la ley. En lo que respecta a su consideración como principio, el enriquecimiento injustificado o enriquecimiento sin causa encuentra su fundamento en que el derecho repudia el enriquecimiento a expensas de otro sin una justificación determinada. Asimismo, no se encuentra expresamente consagrado por la obra de Bello, haciendo posible su reconocimiento a partir de la deducción de diversas normas. Ejemplo de esto corresponde a lo establecido por el párrafo segundo del título XXXIV del libro IV, que se refiere a la institución del pago de lo no debido, a través del artículo 2295 y siguientes. vi. Responsabilidad La responsabilidad corresponde a un principio que se extiende por todo nuestro ordenamiento jurídico, relacionado con el deber de cuidado que debe tener toda persona en su vida en sociedad. De ese modo si un sujeto por descuido o intencionalmente ocasiona daño en la persona o bienes ajenos, deberá pagar en dinero el daño causado en toda su extensión. Tal principio se encuentra consagrado en los artículos 2314 y 2329 del Código civil. En tal sentido, en el ámbito del Derecho Público se halla la responsabilidad del Estado, responsabilidad de los funcionarios políticos o administrativos, responsabilidad de los jueces, entre otras. En relación con los particulares se encuentra la responsabilidad penal o civil35. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la palabra responsabilidad significa la obligación de reparar o de satisfacer, por sí o por otro a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal. Es así como se puede definir la responsabilidad como una sanción que impone el derecho a un sujeto determinado, que consiste en el deber de reparar de un daño o de cumplir de una pena en virtud de la comisión de un delito o cuasidelito. 35 DUCCI (2005), p. 23. 30 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Clasificación de la responsabilidad civil Para efectos de este módulo, la responsabilidad que nos interesa corresponde a aquella de carácter civil, es así como ésta se divide en responsabilidad contractual y responsabilidad extracontractual. a) Responsabilidad civil contractual La responsabilidad civil contractual es aquella que emana del incumplimiento culpable de la obligación derivada de un contrato. De esta manera, el inciso primero del artículo 1556 del Código Civil señala: “La indemnización de perjuicios comprende el daño emergente y lucro cesante, ya provengan de no haberse cumplido la obligación, o de haberse cumplido imperfectamente, o de haberse retardado el cumplimiento”. Debemos aclarar que el incumplimiento de un contrato hace presumir la culpa –artículo 1547 inc. Final-, a diferencia de lo que sucede en la responsabilidad civil extracontractual en que la culpa debe ser probada. b) Responsabilidad civil extracontractual La responsabilidad civil es aquella que emana de la comisión, bien sea dolosa o culpable, de un hecho ilícito que causa daños a terceros. Es así como el artículo 2314 de nuestro Código señala: “El que ha cometido un delito o cuasidelito civil que ha inferido daño a otro, es obligado a la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el delito o cuasidelito”. Este artículo responde a un desarrollo de varios siglos dado que su origen se encuentra en la lex aquilia del siglo III a.C., siendo posteriormente plasmada en el Digesto y en el Corpus Iuris Civilis. vii. Principio de protección de la persona En este punto no se debe perder la perspectiva considerándose a la persona como el eje central del Derecho Civil, advirtiendo el peligro de la pérdida de claridad acerca de la función que justifica nuestra disciplina, al haber desarrollado en demasía otras finalidades que -a pesar de también 31 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. ser abordadas por el Derecho Privado General- no constituyen su razón de ser central. En 1952, el jurista español Federico De Castro y Bravo sostuvo que: "[c]olocada la persona en el primer lugar del sistema del Derecho privado, se logrará impedir sea reducida a elemento o parte de cualquier comunidad o a circunstancia de una figura jurídica y se recordará que hominum causa omne ius institutum sit”36. Continúa el autor citado: “La concepción individualista reduce a la persona a una sombra abstracta, insignificante en el juego de las fuerzas económicas; las tendencias del absolutismo estatal eliminan al Derecho Civil y todo lo reducen a un funcionarismo mecanizado. En una u otra dirección, el valor del Derecho Civil tenía que disminuir y no faltaban signos para predecir su desaparición”37. Alessandri refiriéndose al Código civil señala que “atendida la época en que se dictó y la ideología que entonces prevalecía, era natural que el Código se inspirara en un criterio individualista. Respeta, en consecuencia, la libertad humana en las diferentes actividades de la vida civil, reconoce y ampara la propiedad privada y la autonomía de la voluntad, suprime todas aquellas instituciones que, como los mayorazgos y vinculaciones perpetuos y los usufructos y fideicomisos sucesivos, pueden entrabar la libre circulación de los bienes, funda la responsabilidad exclusivamente en la culpa o dolo del agente, etc.”38. Volviendo al trabajo de Fueyo, éste junto con realzar la idea de persona como eje del Derecho Civil, contribuye con algunas distinciones originales respecto al artículo 2339. En tal labor, el autor deslinda diversos usos de la palabra persona, afirmando que habría un concepto biológico que alude DE CASTRO (1952) 17-18. DE CASTRO (1952) 375. 38 ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo (2010): “El Código Civil Chilenos y sus Reformas”. En Tavolari, Raúl (director): Doctrinas esenciales. Derecho civil. Instituciones Generales. Santiago: Editorial Jurídica de Chile, p. 3. 39 El tema lo retomaría brevemente en la década de los noventa, donde señala que persona "[e]s el ser visible y racional que nace, se desarrolla y vive permanentemente en sociedad. Es al propio tiempo el titular de derechos, atributos, expectativas, obligaciones, deberes y responsabilidades. No en vano el Derecho centra su interés en la persona y hace que todo gire en torno a ella". FUEYO LANERI, Fernando (1990) Instituciones de Derecho Civil Moderno. Santiago: Ed, Jurídica de Chile, p. 23. 36 37 32 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. al hombre en tanto miembro de la especie humana; otro filosófico, referido a un sujeto racional capaz de colocarse fines y realizarlos; y, finalmente, uno jurídico que daría cuenta de los sujetos de derechos. Después de este análisis, el autor llama la atención sobre la dependencia de la comprensión que se tiene de la personalidad respecto de la comprensión o noción que se tenga, a su vez, del Derecho. Suscribe una tesis que denomina tridimensional, conforme a la cual el Derecho es tanto norma, como conducta humana y valor. Sin embargo, respecto a las consecuencias que se seguirían de la idea de persona, no es claro; se limita a describir la existencia de una postura ecléctica que la define como la conjunción de la personalidad (aspecto normativo) y el hombre (aspecto existencial)40. En el aspecto moral, Fueyo valora positivamente tanto el aspecto igualitario del estatuto de la personalidad, la incorporación de su dimensión extrapatrimonial, como la centralidad que habría alcanzado la consideración de la persona en el Derecho Civil41. Finalmente, a Fueyo le asiste la convicción que el Derecho Civil va por buen camino al polarizar e institucionalizar a la persona. La creciente expansión de organizaciones colectivas como el Estado, los sindicatos y las entidades económicas y financieras, harían poner en riesgo la posición de la persona. El Derecho Civil habría hecho bien, al recuperar el rol central que le compete, y nuevamente comenzar a pensar su objeto desde ella. De igual forma, el Derecho reaccionaría del modo adecuado, al traducir este reposicionamiento en instituciones jurídicas y, en general, en un Derecho de la Persona42. A pesar de la reticencia que tendría el Derecho para reconocer tales valores extrapatrimoniales, dos de ellos serían evidentemente protegidos: el derecho de integridad física y el derecho de integridad moral 43. De este FUEYO LANERI, Fernando (1966). “Derecho de la Persona: evolución, institucionalización y polarización”. Anales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile: Cuarta Época (Nº 5), pp. 14-16. 41 FUEYO (1966) 16-17. 42 FUEYO (1966) 21-22. 43 STITCHKIN, David (1961). “Los bienes extrapatrimoniales”. Revista de Derecho de la Universidad de Concepción, Nº 115, pp. 3-29, p. 64. 40 33 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. modo, la lectura adecuada del artículo 55 sugeriría entender a la persona no solamente como un centro de imputación de derechos y obligaciones susceptibles de avaluación pecuniaria, sino que también como reducto de espiritualidad. Los estudios de los profesores Fernando Fueyo y David Stitchkin resultan fundamentales para entender el desarrollo que ha tenido la aproximación al concepto de persona en los últimos 30 años. Si bien, Barros Errázuriz lo había anunciado en la década de los treinta, no es sino hasta estos autores que comienza a articularse un argumento para defender la dimensión moral de la personalidad y negar su exclusiva consideración como un simple agente de mercado. Díez-Picazo y Gullón, en una línea similar expresaban en España que “La crisis del derecho civil codificado tiene otras causas. Es de anotar su carácter excesivamente patrimonial que hace que la persona se contemple y regule en función de sujetos de una relación jurídica de aquella naturaleza y no por sí misma: sus valores, sus bienes y atributos como tal persona pasan por completo desapercibidos y abandonados al campo de las declaraciones constitucionales sonoras y espectaculares. Al derecho civil se le priva así de lo más sustancial que tenía, pues su función y su finalidad no es otra que la defensa de la persona y de sus fines”44. Entre nosotros, Fueyo, al explicar el contenido del Derecho Civil señala: “Si empezamos por reconocer que el Derecho civil se ocupa fundamentalmente de cuatro superinstituciones y que éstas son la persona, la familia, el patrimonio y la asociación, y todas ellas tienen por centro de gravedad y de interés la persona humana, de inmediato deduciremos que todo el Derecho civil es persona y que ésta representa el mayor valor jurídico del sistema. De lo anterior se desprende que todo en cuanto concierne al ser humano ha de centrarse preferentemente en el Código de la persona, o dicho con otras palabras, en el Código Civil”45. EL DERECHO ES Y EXISTE SÓLO EN RAZÓN DEL HOMBRE EN SOCIEDAD. 44 45 DÍEZ-PICAZO / GULLÓN (1998) 312 pp., p. 53. FUEYO (1990) 17. 34 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Principios consagrados en el título preliminar El título preliminar de nuestro Código establece los principios del Derecho Internacional Privado, instaurando una serie de normas que consagran distintas instituciones que se aplican de gran manera en nuestro Derecho Civil. Asimismo, establece algunos principios de carácter general que guardan relación no sólo con el Derecho Privado, sino respecto de todo el ordenamiento jurídico. a) Principio de jerarquía Se encuentra establecido por medio del artículo 1, señalando que la ley se encuentra sujeta a la Constitución, dado que debe ser efectuada por los órganos y procedimientos determinados por ésta. b) Principio de especialidad Se encuentra regulado por medio de dos normas que señalan un mejor ajuste en la normativa legal, en virtud las distintas materias por regular. En este sentido, el artículo 4 dispone: “Las disposiciones contenidas en los Códigos de Comercio, de Minería, del Ejército y la Armada, y demás especiales, se aplicarán con preferencia a las de este Código”. Por otro lado, el artículo 13 prescribe: “Las disposiciones de una ley, relativas a cosas o negocios particulares, prevalecerán sobre las disposiciones generales de la misma ley, cuando entre las unas y las otras hubiere oposición”. c) Principio de temporalidad Se encuentra recogido a través de los artículos 52 y 53 de nuestro Código Civil, estableciendo los criterios de derogación de normas y los tipos de derogación, estudiados previamente. d) Principio dispositivo Si bien la enunciación aludida dice relación con un carácter mayormente procesal, es posible identificar al principio dispositivo en nuestro Código Civil a través de la renunciabilidad de los derechos establecida por el artículo 12, que señala: “Se podrán renunciar los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al interés individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia”. 35 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Instituciones consagradas en el título preliminar Parentesco El parentesco corresponde a una relación de familia existente entre dos o más personas. Es así como esta institución se encuentra consagrada por el título preliminar de nuestro Código Civil, estableciendo específicamente el parentesco por consanguineidad, sus líneas y grados. En tal sentido, el artículo 41 dispone: “Los hermanos pueden serlo por parte de padre y de madre, y se llaman entonces hermanos carnales; o sólo por parte de padre, y se llaman entonces hermanos paternos; o sólo por parte de madre, y se llaman entonces hermanos maternos”. De esta manera, el parentesco por consanguineidad corresponde a los vínculos naturales que existen entre los descendientes y ascendientes de un progenitor común, dividiéndose en dos líneas a partir de un tronco principal: línea recta y línea colateral. La línea recta corresponde aquella que asciende o desciende de un tronco común, es decir, a través del padre, su hijo y su nieto. Por otro lado, la línea colateral es aquella que se traza horizontalmente, es decir, a través del tronco común y relacionando con otros parientes sin que necesariamente se ascienda o descienda de ellos. Por ejemplo, se establece una relación entre un nieto y otro, en calidad de primos. 1) Abuelo 2)Hijo 2) Hijo 2) Hijo 3) Nieto 3) Nieto 3) Nieto De esta manera, los grados del parentesco por consanguineidad se cuentan ascendiendo por el tronco común y llegando hasta el punto más alto (línea recta) o, una vez ascendido, se desciende por las ramas adyacentes a éste, sumando los tramos recorridos hasta alcanzar el punto de comparación pretendido (línea colateral). Por ejemplo, un nieto con su 36 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. abuelo corresponden a parientes en segundo grado, mientras que un nieto con otro corresponden a parientes en cuarto grado. Sin embargo, es pertinente aclarar que no sólo existe el parentesco por consanguineidad, sino también el parentesco por afinidad o también llamado parentesco político. Éste corresponde a un vínculo establecido a través de un acto legal, por ejemplo el matrimonio, refiriéndose a la relación de familia que cada cónyuge contrae con los parientes consanguíneos del otro, léase: suegros, yernos y nueras, cuñados, entre otros. Clases de culpa o descuido El artículo 44 de nuestro Código Civil realiza la distinción de tres especies de culpa o descuido, basándose en el cumplimiento, por parte de una persona, del nivel de cuidado en su relación con la sociedad. De esta manera, dicho precepto determina: “La ley distingue tres especies de culpa o descuido. Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel cuidado que aun las personas negligentes y de poca prudencia suelen emplear en sus negocios propios. Esta culpa en materias civiles equivale al dolo. Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra calificación, significa culpa o descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o cuidado ordinario o mediano. El que debe administrar un negocio como buen padre de familia es responsable de esta especie de culpa. Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes. Esta especie de culpa se opone a la suma diligencia o cuidado. El dolo consiste en la intención positiva de inferir injuria a la persona o propiedad de otro”. Las especies de culpa guardan estrecha relación con la institución de la responsabilidad extracontractual, dado que, como se señaló 37 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. anteriormente, la comisión dolosa o culpable de un ilícito civil deriva en el deber de resarcimiento de los perjuicios causados. De esta manera, para que haya lugar a la indemnización respectiva, debe darse la concurrencia de tres factores: 1) Conducta culpable o dolosa. 2) Daño o perjuicio ocasionado. 3) Relación de causalidad entre la conducta culpable y el daño causado. En lo que atañe a la prueba de la culpa, es menester destacar que actualmente existen ciertos estándares de conducta que son dependientes de los distintos parámetros correspondientes al caso, es decir, a través de los distintos actos negligentes realizados por parte del individuo en cuestión. Cauciones El artículo 46 de nuestro Código Civil establece: “Caución significa generalmente cualquiera obligación que se contrae para la seguridad de otra obligación propia o ajena. Son especies de caución la fianza, la hipoteca y la prenda”. De esta manera, resulta necesario destacar que una clasificación de los actos jurídicos dice relación con los actos principales y accesorios. Los primeros de ellos corresponden a aquellos de carácter independiente, por lo que pueden subsistir por sí mismos. Por otro lado, los segundos corresponden a aquellos que requieren de una obligación principal para su subsistencia, carácter a que responden las cauciones. Ejemplos de cauciones según el artículo 46 a) Fianza La fianza corresponde a un contrato en que se obliga el patrimonio de una persona para asegurar el cumplimiento de una obligación ajena. Es así como el artículo 2335 de nuestro Código dispone: “La fianza es una obligación accesoria, en virtud de la cual una o más personas responden de una obligación ajena, comprometiéndose para con el acreedor a cumplirla en todo o parte, si el deudor principal no la cumple. La fianza puede constituirse, no sólo a favor del deudor principal, sino de otro fiador”. 38 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. b) Prenda El artículo 2384 dispone: “Por el contrato de empeño o prenda se entrega una cosa mueble a un acreedor para la seguridad de su crédito. La cosa entregada se llama prenda. El acreedor que la tiene se llama acreedor prendario”. El contrato de prenda encuentra su origen en el Derecho Romano, dado que los soldados del imperio incurrían en la práctica de dejar su espada en manos de una persona con quien habían contraído una deuda46. c) Hipoteca El artículo 2407 establece: “La hipoteca es un derecho de prenda, constituido sobre inmuebles que no dejan por eso de permanecer en poder del deudor”. Presunciones El artículo 47 de nuestro Código dispone: “Se dice presumirse el hecho que se deduce de ciertos antecedentes o circunstancias conocidas. Si estos antecedentes o circunstancias que dan motivo a la presunción son determinados por la ley, la presunción se llama legal. Se permitirá probar la no existencia del hecho que legalmente se presume, aunque sean ciertos los antecedentes o circunstancias de que lo infiere la ley; a menos que la ley misma rechace expresamente esta prueba, supuestos los antecedentes o circunstancias. Si una cosa, según la expresión de la ley, se presume de derecho, se entiende que es inadmisible la prueba contraria, supuestos los antecedentes o circunstancias”. De esta manera, cuando una presunción es realizada por la ley, se denomina presunción legal, cuya particularidad consiste en que admite prueba en contrario. Un ejemplo de ellas corresponde a lo dispuesto por el artículo 59, señalando que el domicilio corresponde a la residencia acompañada real o presuntivamente del ánimo de permanecer en ella. Cabe señalar que en la actualidad ha lugar a la prenda sin desplazamiento, contrato en virtud del cual el bien mueble, sin perjuicio de asegurar una obligación principal, se mantiene en poder del deudor. 46 39 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Por otro lado, cuando la ley determine una presunción de derecho, ésta no admitirá prueba en contrario, siendo un ejemplo lo prescrito por el artículo 76 de nuestro Código, señalando en su inciso segundo: “Se presume de derecho que la concepción ha precedido al nacimiento no menos de ciento ochenta días cabales, y no más de trescientos, contados hacia atrás, desde la medianoche en que principie el día del nacimiento”. Por otro lado, cabe señalar que el artículo 47 guarda relación con lo dispuesto por el artículo 1698 del Código Civil, precepto que establece, en primer lugar, la regla de la carga de la prueba u onus probandi y, en segundo, los medios de prueba que rigen en sede civil. De esta manera, el mencionado artículo dispone: “Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas o ésta. Las pruebas consisten en instrumentos públicos o privados, testigos, presunciones, confesión de parte, juramento deferido, e inspección personal del juez”. En torno a dicha disposición, es menester realizar una primera precisión, dado que se hace referencia a otro tipo de presunciones, correspondientes a aquellas de tipo judicial. De esta manera, las presunciones judiciales constituyen una actividad intelectual del juez en virtud de la cual llegan a una deducción lógica que influye en la dictación de la sentencia en el caso concreto. Una segunda precisión radica en que no sólo el Código Civil regula los medios de prueba, dado que también lo realiza el Código de Procedimiento Civil en su artículo 341. Es así como, en primer lugar, el juramento deferido corresponde a un medio probatorio que ha perdido vigencia y, consecuentemente, carece de regulación por la legislación procesal civil. Por otro lado, una segunda diferencia radica en que la obra de Bello no regula el dictamen de peritos como un medio de prueba de que puede hacerse uso en juicio. 40 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. SEGUNDA SECCIÓN: DERECHO CIVIL. PERSONAS El Libro I del Código Civil recibe el nombre De las Personas, extendiéndose desde el artículo 54 a 564, regulando distintas instituciones que versan desde el nacimiento hasta la forma en que las personas pueden actuar en la vida jurídica. En efecto, el artículo 54 abre el Libro I, estableciendo: “Las personas son naturales o jurídicas. De la personalidad jurídica y de las reglas especiales relativas a ella se trata en el título final de este Libro”. De esta manera, nuestro Código señala quiénes son los sujetos que reciben tutela por parte del ordenamiento jurídico, también denominados como sujetos de Derecho, dividiéndolos en personas naturales y personas jurídicas. PRIMERA PARTE: PERSONAS NATURALES Como una primera aproximación, podemos establecer que las personas naturales corresponden a los seres humanos, a lo que responde el artículo 55 del Código Civil, disponiendo: “Son personas todos los individuos de la especie humana, cualquiera sea su edad, sexo, estirpe o condición”. Cabe señalar que dicho precepto constituía una novedad en el contexto histórico de la promulgación del Código Civil, dado que era posible encontrar la presencia de la esclavitud en la mayoría de los países del mundo, en virtud de la cual existía una serie de individuos de la especie humana que eran tratados como objetos de derecho, es decir, como meros bienes y no así como personas. Es así como el artículo 55 establece el principio de igualdad ontológica del hombre47, siendo ratificado posteriormente por la norma del artículo 57, señalando: “La ley no reconoce diferencias entre el chileno y el extranjero en cuanto a la adquisición y goce de los derechos civiles que regla este Código”. Existencia de las personas Dicho sea de paso que la ontología corresponde a aquella rama de la filosofía que se ocupa del estudio del ser, desarrollada principal y fundamentalmente por Aristóteles. 47 41 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. El inicio de la vida natural se produce con el nacimiento, conforme a lo que el artículo 74 de nuestro Código determina: “La existencia legal de toda persona principia al nacer, esto es, al separarse completamente de su madre. La criatura que muere en el vientre materno, o que perece antes de estar completamente separada de su madre, o que no haya sobrevivido un momento siquiera, se reputará no haber existido jamás”. Cabe de esta manera realizar una precisión, dado que el inciso segundo del artículo mencionado establece un primer requisito fundamental para que el nacimiento constituya un principio de existencia, correspondiente a la separación completa del cuerpo de su madre, condición que en la práctica se cumple mediante el corte del cordón umbilical. Un segundo requisito establecido por el artículo 74 radica en que la criatura sobreviva un momento siquiera. Este es un punto que en casos de duda requiere de comprobación médica, siendo efectuada mediante un examen llamado Docimasia pulmonar, consistente en la determinación de la existencia de aire en los pulmones de un recién nacido muerto, para decidir si ha respirado y, por consiguiente, vivido fuera del claustro materno48. Protección de la vida Otro aspecto relevante en torno a la personalidad natural radica en lo dispuesto por el artículo 75, el que dispone: “La ley protege la vida del que está por nacer. El juez, en consecuencia, tomará, a petición de cualquiera persona o de oficio, todas las providencias que le parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea que de algún modo peligra. Todo castigo de la madre, por el cual pudiera peligrar la vida o la salud de la criatura que tiene en su seno, deberá diferirse hasta después del nacimiento”. Es así como nuestro Código establece un mandato en virtud de una criatura que, si bien no ha nacido, constituye una realidad que requiere 48 Los pulmones del feto que ha respirado pierden densidad por lo que flotan en el agua. 42 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. amparo por parte del derecho 49 . De esta manera, la Constitución establece en su artículo 19 N°1 que encomienda a la legislación la protección de la vida del que está por nacer. Sin perjuicio de ello, cabe señalar que se suscitó en la doctrina nacional, a nivel constitucional, el cuestionamiento sobre el momento a partir del cual se brinda protección a dicha vida, surgiendo tres posturas al respecto. En primer lugar, se encuentra la teoría de la concepción, que defiende la existencia del ser humano desde la fusión de los gametos masculino y femenino, momento en el cual se determina la individualidad genética de la vida humana, es decir, el óvulo fecundado adquiere un ADN completamente distinto al de su madre. En segundo lugar, se encuentra la teoría de la anidación o implantación, que reconoce la existencia del ser humano desde que el óvulo fertilizado se fija en el útero, proceso que ocurre entre los siete y catorce días post concepción. En contra de esta teoría, se sostiene que nada cualitativo se agrega al embrión entre el estado pre y post implantacional. Por último, se encuentra la teoría de la implementación del sistema nervioso u organogénesis, que exige, para reconocer a un ser humano, el desarrollo rudimentario del sistema nervioso central, es decir, que se presenten en el feto algunas características exclusivamente humanas que se produce. El sistema nervioso central comienza a formarse entre el decimoquinto y cuadragésimo día de desarrollo embrionario. En conclusión, el Tribunal Constitucional determinó que la ley protege la vida del que está por nacer desde el momento de la concepción, efectuando una norma adscrita a lo dispuesto por el artículo 19 N°1. De esta manera, es menester destacar que si bien nuestro Código hace referencia sólo a la existencia legal, encontramos otro tipo de existencia, una de carácter natural. En consecuencia, la existencia natural se prolonga desde el momento de la concepción hasta, en primer lugar, del nacimiento o, en segundo, del aborto, bien sea natural o artificial. Concepción 49 DUCCI (2005), p. 112. 43 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. El artículo 76 dispone: “De la época del nacimiento se colige la de la concepción, según la regla siguiente: Se presume de derecho que la concepción ha precedido al nacimiento no menos de ciento ochenta días cabales, y no más de trescientos, contados hacia atrás, desde la medianoche en que principie el día del nacimiento”. Del análisis de la regla anterior resulta una evidente descontextualización, dado que con el avance de la medicina y las nuevas tecnologías se ha vuelto efectiva la determinación del momento de la concepción. Los derechos del que está por nacer Como se señaló anteriormente, el derecho no ha podido ignorar la necesidad de protección por parte del nasciturus, por lo que el artículo 77 establece: “Los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre materno, si hubiese nacido y viviese, estarán suspensos hasta que el nacimiento se efectúe. Y si el nacimiento constituye un principio de existencia, entrará el recién nacido en el goce de dichos derechos, como si hubiere existido al tiempo en que se defirieron”. Es así como los derechos civiles del que está por nacer se consideran suspendidos hasta el momento en que se efectúe su nacimiento, a partir del cual adquirirá todos los derechos y obligaciones que le corresponden en virtud de su calidad de persona. Muerte natural Tal como el nacimiento determina el comienzo de la persona natural, la muerte implica el fin de la existencia de la misma. Al efecto, el artículo 78 del Código Civil establece: “La persona termina en la muerte natural”. Dicho sea de paso que la muerte se entiende como la cesación irreversible de los fenómenos biológicos o como la terminación de las funciones vitales del individuo. Sin perjuicio de lo anterior, cabe señalar que en la actualidad se ha aceptado otro tipo de muerte por nuestra legislación, correspondiente a la muerte clínica. Se entiende por tal un estado en que se conservan algunas 44 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. funciones vitales, especialmente vegetativas, que se mantienen, por lo general, en forma artificial, pero, no obstante, el individuo ha perdido toda conciencia o proceso intelectual50. Es asimismo de gran importancia la constatación de la muerte de una persona, dado que al ser un hecho jurídico, produce efectos jurídicos. De esta manera, la fecha de la muerte será la que indique la inscripción respectiva en el Registro de Defunciones del Registro Civil, la que constituye un requisito esencial de la inscripción según el artículo 50 de la ley N° 4808 sobre Registro Civil51. Se prohíbe inscribir en el Registro Civil las defunciones si no se justifican previamente las causas del fallecimiento mediante un certificado del médico que lo asistió en la última enfermedad. (Art. 141 Código sanitario) A falta de certificación médica, la verificación del fallecimiento se establecerá mediante la declaración de dos o más testigos, rendida ante el Oficial del Registro Civil o ante cualquiera autoridad judicial del lugar en que haya ocurrido la muerte. Esta declaración deberá ser hecha de preferencia por las personas que hubieren estado presentes en los momentos antes del deceso, de todo lo cual se dejará expresa constancia. (Art. 142 Código sanitario) El Reglamento de la Ley de transplantes52 señala que la certificación de la muerte sólo podrá extenderse cuando se haya comprobado la abolición, total o irreversible, de todas las funciones encefálicas, la que se acreditará mediante las siguientes evidencias: 1) 2) Certificado médico en el que conste la certeza diagnóstica de la causa del mal, fundada en antecedentes clínicos y de laboratorio cuando corresponda, sin que sean necesarios otros estudios anatomopatológicos. Comprobación de la muerte cerebral, basada en los siguientes hechos clínicos: a) ausencia total de respuesta cerebral a estímulos externos; b) ausencia de respiración espontánea; DUCCI (2005), p. 113. El artículo 45 de la misma ley determina que al requerirse la inscripción debe presentarse un certificado médico de fallecimiento. 52 Decreto con Fuerza de Ley 725, del MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA 50 51 45 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. c) ausencia de reflejos encefálicos de pares craneanos y pupilas midriáticas o en posición intermedia, aún a estímulos fóticos intensos. 3) Dos registros electroencefologíaficos silenciosos o isoeléctricos, el primero tomado después de los signos clínicos señalados precedentemente y el segundo, con un intervalo no menor de 6 horas. Regla de los comurientes Nuestro Código regula un caso específico de muerte natural, que consiste en el fallecimiento de un grupo de personas en que no se puede determinar el orden en que ocurrió cada uno de ellos. Al efecto, el artículo 79 determina: “Si por haber perecido dos o más personas en un mismo acontecimiento, como en un naufragio, incendio, ruina o batalla, o por otra causa cualquiera, no pudiere saberse el orden en que han ocurrido sus fallecimientos, se procederá en todos casos como si dichas personas hubiesen perecido en un mismo momento, y ninguna de ellas hubiese sobrevivido a las otras”. Muerte presunta El párrafo tercero del título II del Libro de las Personas versa sobre la presunción de muerte por desaparecimiento. De esta manera, el artículo 80 determina: “Se presume muerto el individuo que ha desaparecido, ignorándose si vive, y verificándose las condiciones que van a expresarse”. Entre aquellas condiciones, debe justificarse previamente que se ignora el paradero del desaparecido, que se han hecho las diligencias para averiguarlo, y que desde la fecha de las últimas noticias que se tuvieron de su existencia, han transcurrido a lo menos cinco años. (Art. 81) Entre estas pruebas será obligatoria la citación del desaparecido; que deberá haberse repetido hasta por tres veces en el diario oficial, corriendo más de dos meses entre cada dos citaciones. La presunción de muerte debe declararse por el juez del último domicilio que el desaparecido haya tenido en Chile. De esta manera, es posible establecer que se presume la muerte de la persona que ha desaparecido y de quien no se tienen noticias, si se 46 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. cumplen los demás requisitos que señala la ley. En tal sentido, es el juez quien debe declarar la presunción de muerte por desaparecimiento, por medio de una sentencia judicial ejecutoriada 53, es decir, que goce de autoridad de cosa juzgada. En la actualidad esta institución no es muy usada en la práctica, porque toda la información sobre las personas está automatizada. Cuando se presenta una solicitud de muerte presunta ante el juez civil, en la primera resolución pide que informen varios organismos: Registro civil, Registro electoral, Carabineros, PDI, etc. En los informes aparece toda la información pública de una persona; su domicilio, cuando votó, cuando renovó su cédula de identidad o pasaporte, si salió del país, la fecha y el paso, entre mucha otra información. Atributos de la personalidad natural Los atributos de la personalidad corresponden a cualidades inherentes a la persona humana, que sirven para identificarlas y actuar en la vida jurídica, adquiriendo derechos y contrayendo obligaciones. Resulta relevante aclarar que estos atributos no constituyen solamente derechos, dado que también se encuentran integrados por un conjunto de deberes, obligaciones y cargas que se imponen al sujeto que adquiere la personalidad, que se encuentra, desde dicho momento, imposibilitado para renunciar o despojarse de ellos. Este conjunto de atributos corresponde a los siguientes: nombre; capacidad; nacionalidad; domicilio; estado civil; y patrimonio. i. Nombre Se ha definido el nombre ampliamente como la designación que sirve para individualizar a una persona en su vida social y jurídica. Es así como el nombre, considerado como un bien extrapatrimonial, es indivisible, irrenunciable, imprescriptible, incomerciable, intransferible e intransmisible (salvo el derecho de los hijos de usar el nombre patronímico de sus padres), inembargable e inmutable54. 53 54 DUCCI (2005), p. 115. DUCCI (2005), p. 120. 47 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Asimismo, el nombre se encuentra constituido por dos elementos: a) Nombre de pila, pronombre o nombre propiamente tal Corresponde a aquel elegido por los padres, que tiene por finalidad identificar a una persona en su grupo familiar. b) Nombre patronímico o apellido Corresponde a aquel heredado por la propia familia, cuya finalidad radica en individualizar a una persona en la sociedad. Cabe señalar que, a diferencia de otros países, en el nuestro no existe la posibilidad de alterar el orden de los apellidos, por lo que en todo caso el apellido paterno ocupará el primer lugar. Si bien el Código Civil no reglamenta el nombre del mismo modo que otros atributos -tales como la capacidad y la nacionalidad- existen diversas disposiciones en su texto que hacen referencia a él, como también disposiciones de leyes que se pueden encontrar en el apéndice de nuestro Código. Es así como el artículo 1° de la Ley N° 17.344 que autoriza el cambio de nombres y apellidos dispone en su inciso primero: “Toda persona tiene derecho a usar los nombres y apellidos con que haya sido individualizada en su respectiva inscripción de nacimiento”. Asimismo, el artículo 31 de la Ley N° 4.808 sobre Registro Civil determina en su numeral 3° El nombre y apellido del nacido, que indique la persona que requiere la inscripción. No podrá imponerse al nacido, según el artículo 31, un nombre extravagante, ridículo, impropio de personas, equívoco respecto del sexo o contrario al buen lenguaje. Si el Oficial del Registro Civil, en cumplimiento de lo que dispone el inciso anterior, se opusiere a la inscripción de un nombre y el que lo solicite insistiere en ello, enviará de inmediato los antecedentes al Juez, quien resolverá en el menor plazo posible, sin forma de juicio, pero con audiencia de las partes, si el nombre propuesto está comprendido o no en la prohibición. Cambio de nombre 48 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Resulta evidente de la lectura de los párrafos anteriores la existencia de una ley que autoriza el cambio de nombres y apellidos, correspondiente a la Ley N° 17.344. En efecto, el señalado artículo 1° menciona: “Cualquiera persona podrá solicitar, por una sola vez, que se la autorice para cambiar sus nombres o apellidos, o ambos a la vez en los casos siguientes: a) Cuando unos u otros sean ridículos, risibles o la menoscaben moral o materialmente; b) Cuando el solicitante haya sido conocido durante más de cinco años, por motivos plausibles, con nombres o apellidos, o ambos, diferentes de los propios; c) En los casos de filiación no matrimonial o en que no se encuentre determinada la filiación, para agregar un apellido cuando la persona hubiera sido inscrita con uno solo de los que se hubiesen impuesto al nacido, cuando fueren iguales”. De esta manera, el cambio de nombre constituye un ejemplo de acto no contencioso, dado que si bien no existe una controversia entre partes, se requiere la intervención de los tribunales de justicia para atender la necesidad por parte de los justiciables. En este sentido, el artículo 2° de la misma ley determina: “Será juez competente para conocer de las gestiones a que se refiere la presente ley, el Juez de Letras de Mayor o Menor Cuantía en lo Civil del domicilio del peticionario”. Tipos de nombre Si bien nuestro Código no hace distinciones, la doctrina ha establecido distintos tipos nombre, por lo que resulta pertinente estudiar de qué trata cada uno de ellos. a) Nombre civil Corresponde al nombre estudiado anteriormente, como la designación que sirve para individualizar a una persona en su vida social y jurídica, que se encuentra compuesto por el nombre de pila y el nombre patronímico. b) Sobrenombre o apodo Corresponde a un nombre ficticio otorgado por una persona a un tercero, careciendo de todo valor jurídico por no formar parte de la designación legal de la persona. Sin perjuicio de ello, existen normas en el 49 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Código Procesal Penal que hacen referencia a la identificación de delincuentes por su sobrenombre o apodo. c) Pseudónimo Corresponde a un nombre imaginario que voluntariamente adopta una persona para esconder o caracterizar su verdadera personalidad en una actividad determinada. Corrientemente el pseudónimo es utilizado en las obras literarias55. Si bien el Código Civil no se refiere a este tipo de nombre, sí lo hace la Ley N° 17.336 sobre Propiedad Intelectual, la que en su artículo 5 e) denomina obra seudónima “a aquella en que el autor se oculta bajo un seudónimo que no lo identifica”. De esta manera, el pseudónimo se establece a efectos de identificación de una obra con motivos de publicidad. ii. Nacionalidad En esta materia estamos a lo que se explica largamente en Derecho constitucional, por lo que únicamente se reproduce información básica. El título I del Libro de las Personas lleva por nombre De las Personas en cuanto a su nacionalidad y domicilio. Desde luego, la nacionalidad se define como el vínculo jurídico que une a una persona con un Estado determinado, creando derechos y deberes recíprocos entre ambos. Los deberes de una persona para con el Estado dicen relación con la defensa, la prestación de servicios y el respeto del ordenamiento jurídico. Es así como la carta fundamental impone los deberes constitucionales, señalando en su artículo 22 el deber de los sujetos de respetar a Chile y sus emblemas nacionales; de honrar a la patria, de defender su soberanía y de contribuir a preservar la seguridad nacional y los valores esenciales de la tradición chilena y cumplir con el servicio militar por parte de aquellos que se hallen en estado de cargar armas. Por otro lado, los derechos de las personas que deben ser garantizados por el Estado dicen relación con los derechos fundamentales, comprendiendo derechos de distinta generación establecidos a lo largo 55 DUCCI (2005), p. 121. 50 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. del artículo 19 de la Constitución Política de la República, comprendiendo entre ellos el derecho a la vida, a la integridad física y psíquica, a la libertad personal, entre muchos otros. Determinación de la nacionalidad La Constitución Política establece en su artículo 10 cuatro formas de adquirir la nacionalidad chilena: por nacer en territorio chileno (ius solis), por ser hijo de padre o madre chilenos (ius sanguinis), por carta de nacionalización conforme a la ley y por especial gracia de nacionalización. Por otro lado, tal como puede adquirirse, la nacionalidad puede perderse, tal como lo establece el artículo 11 de la Constitución. De esta manera, determina cuatro causales por las cuales puede suceder: por renuncia voluntaria, por un decreto supremo que determine la prestación de servicios a país enemigo durante una guerra exterior, por cancelación de la carta de nacionalización y por ley que revoque la nacionalización concedida por gracia. La nacionalidad en el Código Civil La obra de Bello comienza realizando una distinción a partir del artículo 55, señalando que las personas se dividen en chilenos y extranjeros. Acto seguido, el artículo 56 establece un complemento a dicha norma, determinando: “Son chilenos los que la Constitución del Estado declara tales. Los demás son extranjeros”. Por otro lado, y como se señaló en algunos tópicos anteriores, el artículo 57 consagra el principio de igualdad ontológica del hombre, señalando: “La ley no reconoce diferencias entre el chileno y el extranjero en cuanto a la adquisición y goce de los derechos civiles que regla este Código”. No obstante, cabe señalar que existen aparentes excepciones a dicho principio, tales como lo dispuesto por el artículo 611, que sólo permite pescar en el mar territorial a chilenos y extranjeros domiciliados, como también el artículo 1012 N°10, estableciendo que extranjeros no domiciliados no pueden ser testigos de un testamento. Decimos aparentes excepciones porque los extranjeros no pueden realizar dichos actos, no por ser extranjeros, sino porque no están domiciliados en Chile. Por tanto, 51 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. un extranjero domiciliado en Chile tiene los mismos derechos civiles que un chileno, principio muy de avanzada en la época de entrada en vigor del Código civil en 1857. iii. Capacidad En Derecho la capacidad se define como “la aptitud legal para adquirir derechos y ejercitarlos”. Es así como la capacidad es de dos clases: de goce o capacidad jurídica y capacidad de ejercicio o de obrar. Capacidad de goce La capacidad de goce o jurídica corresponde a la aptitud legal para adquirir derechos y obligaciones. En el Derecho moderno, la capacidad de goce pertenece, en principio, a todos los individuos. De esta manera, toda persona, cualquiera que sea su edad, sexo, estado, y aun su nacionalidad, tiene el goce de los derechos civiles. Es tanto que se acostumbra a definir el sujeto de derecho en torno a la capacidad de goce, señalándose que sujeto es todo ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones. Debido a lo anterior también se ha afirmado que la capacidad más que ser un atributo de la personalidad, integra la noción central del sujeto de derecho. Es así como las incapacidades de goce son, pues, excepcionales. Ejemplos de incapacidad de goce Cabe destacar desde un primer instante que si bien la incapacidad de goce general no existe, nuestro Código consagra una serie de incapacidades de goce relativas a un derecho determinado, que son más bien prohibiciones impuestas por la ley en atención a diversas razones. Así, los artículos 963 a 965 establecen algunas incapacidades para suceder, para adquirir derechos hereditarios. Capacidad de ejercicio Capacidad de ejercicio, llamada también capacidad de obrar, de acuerdo al inciso segundo del artículo 1445, consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el ministerio o la autorización de otra persona. 52 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Sin embargo, dado que dicha norma hace alusión solamente a las obligaciones, podemos definirla como la aptitud legal de una persona para ejercer por sí misma los derechos que le competen, sin el ministerio o la autorización de otra persona56. De esta manera, cabe señalar que la capacidad es la regla general y la incapacidad la excepción. Así dispone el artículo 1446 que: “toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces”. De tal precepto se deduce también que si lo que se presume es la capacidad, la incapacidad debe probarla el que la alega. Las incapacidades sólo existen cuando así lo declara expresamente la ley. De ahí que no sea necesario estudiar quiénes son capaces –dado que ésta constituye la regla- sino quiénes son incapaces. Los preceptos que regulan la incapacidad son de orden público porque interesan a toda la sociedad ya que, la mayoría de ellas, son protectoras de los sujetos más débiles de la sociedad: los incapaces. Por la misma razón, tales prescripciones son irrenunciables en los términos del artículo 12. Clases de incapacidad de ejercicio La incapacidad puede ser absoluta o relativa. La primera impide ejecutar acto jurídico alguno, mientras que la segunda permite la celebración de actos jurídicos bajo ciertas circunstancias. Incapacidad absoluta El inciso primero del artículo 1447 establece: “Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes y los sordos o sordomudos que no pueden darse a entender claramente. Sus actos no producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten caución57”. Esto porque entre los derechos que le competen, se incluye la facultad para contraer obligaciones. 57El artículo 1470 dispone: “Las obligaciones son civiles o meramente naturales. Civiles son aquellas que dan derecho para exigir su cumplimiento. Naturales son las que no confieren derecho para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas, autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas”. 56 53 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Por otro lado, el inciso segundo del artículo 1682 establece: “Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas absolutamente incapaces”. Sin embargo, en estricto Derecho, tales actos son inexistentes por falta de voluntad, que es una de las condiciones de existencia de todo acto jurídico. Incapacidad relativa El inciso tercero del artículo 1447 establece: “Son también incapaces los menores adultos y los disipadores que se hallan bajo interdicción de administrar lo suyo. Pero la incapacidad de las personas a que se refiere este inciso no es absoluta, y sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos, determinados por las leyes”. a) Menores adultos De acuerdo con el artículo 26, es menor adulto el hombre mayor de catorce años y la mujer mayor de doce que no han cumplido los dieciocho años. b) Disipadores que se hallan bajo interdicción de administrar lo suyo Es disipador o pródigo el que gasta desproporcionadamente su patrimonio, sin una finalidad lógica. Para el Código Civil -art. 445-, pródigo o disipador es el sujeto que efectúa repetidos hechos de dilapidación, demostrativos de una falta total de prudencia en el empleo de sus bienes patrimoniales: juego habitual en que se arriesgan sumas considerables de dinero, gastos ruinosos, donaciones cuantiosas sin causa adecuada. Hoy en día hay otros trastornos de la personalidad que pueden llevar a considerar disipador a un sujeto, como por ejemplo los compradores compulsivos. Para que el disipador se considere incapaz es necesario que sea declarado en interdicción por resolución judicial. Decretada la interdicción, se da al disipador un curador para que le administre sus bienes y le sirva de representante legal. Incapacidades especiales Las incapacidades especiales no dicen relación con la adquisición y ejercicio de derechos, sino que corresponden a la prohibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar determinados actos. Ejemplos de estas incapacidades corresponden a los casos siguientes: 54 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. El artículo 1796 señala: “Es nulo el contrato de compraventa entre cónyuges no separados judicialmente, y entre el padre o madre y el hijo sujeto a patria potestad”. El artículo 1797 determina: “Se prohíbe a los administradores de establecimientos públicos vender parte alguna de los bienes que administran, y cuya enajenación no está comprendida en sus facultades administrativas ordinarias; salvo el caso de expresa autorización de la autoridad competente”. El artículo 1798 establece: “Al empleado público se le prohíbe comprar los bienes públicos o particulares que se vendan por su ministerio; y a los jueces, abogados, procuradores o escribanos los bienes en cuyo litigio han intervenido, y que se vendan a consecuencia del litigio; aunque la venta se haga en pública subasta”. Por último, el artículo 1799 dispone: “No es lícito a los tutores y curadores comprar parte alguna de los bienes de sus pupilos, sino con arreglo a lo prevenido en el título De la administración de tutores y curadores”. Actuación de los incapaces en la vida jurídica Dado que los incapaces se encuentran imposibilitados para actuar de manera independiente en la vida jurídica, el Código Civil establece las personas que poseen el rol de representarlos. De esta manera, el artículo 43 dispone: “Son representantes legales de una persona el padre o la madre, el adoptante y su tutor o curador”. La diferencia entre el tutor y el curador radica en que el primero de estos se preocupa de los aspectos personales del pupilo, mientras que el segundo se avoca solamente a la administración de sus bienes. Sin perjuicio de ello, ambas funciones pueden ser desarrolladas por la misma persona. De esta manera, resulta fundamental destacar que los incapaces relativos pueden actuar representados o autorizados, mientras que los incapaces absolutos pueden sólo pueden hacerlo representados. Incapacidad de responsabilidad El artículo 2319 de nuestro Código dispone: “No son capaces de delito o cuasidelito los menores de siete años ni los dementes; pero serán 55 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. responsables de los daños causados por ellos las personas a cuyo cargo estén, si pudiere imputárseles negligencia. Queda a la prudencia del juez determinar si el menor de dieciséis años ha cometido el delito o cuasidelito sin discernimiento; y en este caso se seguirá la regla del inciso anterior”. iv. Estado Civil El Código Civil define la capacidad a través del artículo 304, señalando: “El estado civil es la calidad de un individuo en cuanto le habilita para ejercer ciertos derechos o contraer ciertas obligaciones civiles”. Resulta evidente, de la sola lectura del precepto, que adolece de un carácter de ambigüedad, dando paso a la confusión de estado civil con capacidad. Por tanto, definiremos el estado civil como el estado más o menos permanente que ocupa un individuo en la sociedad, derivado de sus relaciones de familia. Es menester destacar que una persona puede tener más de un estado civil, pudiendo emanar de distintas fuentes, es así como un hombre puede ser padre, hijo y esposo a la vez. De esta manera, se cuestiona la permanencia como un carácter absoluto, dado que el estado civil está sujeto a variaciones, tales como el divorcio que declara la disolución del matrimonio. Por otro lado, el estado civil corresponde a un atributo imprescriptible, indivisible, irrenunciable, inembargable e incomerciable. Fuentes del estado civil 1. Hechos jurídicos: Corresponden a hechos en virtud de los cuales nacen derechos y obligaciones, tales como el nacimiento y la muerte. 2. Actos jurídicos 58 : Corresponden a determinados actos mediante los cuales se adquieren derechos y se contraen obligaciones, tales como el matrimonio y el reconocimiento de los hijos. El acto jurídico se define como un hecho voluntario y lícito del hombre, destinado a producir efectos jurídicos queridos por su autor y protegidos por el ordenamiento jurídico. 58 56 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. 3. Sentencias judiciales: Corresponden a normas jurídicas dictadas por los tribunales de justicia, que establecen derechos y obligaciones para las partes. Ejemplos de estas corresponden a aquellas que declaran la nulidad de matrimonio y la que declara verdadera o falsa la filiación matrimonial de un hijo. La importancia de estas fuentes radica en que conforman la institución de la familia. Si bien resulta complejo establecer un concepto unívoco, se ha definido a la familia como un conjunto de personas unidas por un lazo de parentesco y matrimonio. Sin embargo, resulta necesario destacar que dicha definición ha sufrido variaciones en el tiempo, debido a la ampliación de la institución en virtud de distintas situaciones contemporáneas, tales como la permisión establecida por la ley de acuerdo de unión civil entre parejas homosexuales. En consecuencia, hemos de redefinir el concepto de familia: “Conjunto de personas que- independiente de un lazo de matrimonio o parentescocomparten un proyecto de vida en común, caracterizado por la estabilidad y permanencia en el tiempo”. Una segunda vertiente del estado civil radica en la institución del parentesco, la que –como señalamos anteriormente- corresponde a una relación de familia existente entre dos o más personas, la que puede ser por consanguinidad o por afinidad. Un efecto del parentesco radica en la limitación del matrimonio entre las personas. En consecuencia, no es posible contraer matrimonio entre hermanos, como tampoco entre padres e hijos. Es así como los artículos 5 y 6 de la Ley de Matrimonio Civil establece las personas que están imposibilitadas de contraer matrimonio, determinando en este último la regla en torno a ascendientes y descendientes. Otro aspecto importante del parentesco es que determina el deber de alimentos. Al efecto, el artículo 321 del Código Civil dispone: “Se deben alimentos: 1º Al cónyuge; 2º A los descendientes; 3º A los ascendientes; 4º A los hermanos, y 5º Al que hizo una donación cuantiosa, si no hubiere sido rescindida o revocada. La acción del donante se dirigirá contra el donatario. 57 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. No se deben alimentos a las personas aquí designadas, en los casos en que una ley expresa se los niegue”. Pruebas del estado civil Si bien nuestro Código establece normas relativas a la prueba de las obligaciones, éstas no obtienen aplicación en lo que atañe al estado civil, dado que el Título XVII del Libro de las Personas establece normas al respecto. La forma principal de la prueba del estado civil corresponde a las partidas o certificados emitidos por el Registro Civil, los que permiten acreditar los hechos constitutivos del estado civil, tales como el nacimiento, la muerte, matrimonio y el acuerdo de unión civil. El artículo 24 de la Ley N° 4808 sobre Registro Civil determina: “Los certificados o copias de inscripciones o subinscripciones que expidan el Conservador o los Oficiales del Registro Civil, tendrán el carácter de instrumentos públicos. Solamente los certificados o copias a que se refiere el inciso anterior, surtirán los efectos de las partidas de que hablan los artículos 305, 306, 307 y 308 del Código Civil”. Es así como el artículo 1699 del Código dispone: “Instrumento público o auténtico es el autorizado con las solemnidades legales por el competente funcionario. Otorgado ante escribano e incorporado en un protocolo o registro público, se llama escritura pública”. Por otro lado, el inciso segundo del artículo 17 señala: “La forma se refiere a las solemnidades externas, y la autenticidad al hecho de haber sido realmente otorgados y autorizados por las personas y de la manera que en los tales instrumentos se exprese”. En concordancia con esta norma, el artículo 306 dispone: “Se presumirán la autenticidad y pureza de los documentos antedichos, estando en la forma debida”. a) Rechazo de los documentos El artículo 307 señala: “Podrán rechazarse los antedichos documentos, aun cuando conste su autenticidad y pureza, probando la no identidad 58 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. personal, esto es, el hecho de no ser una misma persona a que el documento se refiere y la persona a quien se pretenda aplicar”. b) Los aspectos que atestiguan los documentos y su impugnación El artículo 308 dispone: “Los antedichos documentos atestiguan la declaración hecha por los contrayentes de matrimonio, por los padres, padrinos u otras personas en los respectivos casos, pero no garantizan la veracidad de esta declaración en ninguna de sus partes. Podrán, pues, impugnarse, haciendo constar que fue falsa la declaración en el punto de que se trata”. Esta disposición guarda concordancia con lo dispuesto por el inciso primero del artículo 1700 de nuestro Código, el que determina el valor probatorio de los instrumentos públicos, disponiendo: “El instrumento público hace plena fe en cuanto al hecho de haberse otorgado y su fecha, pero no en cuanto a la verdad de las declaraciones que en él hayan hecho los interesados. En esta parte no hace fe sino contra los declarantes”. Cabe señalar, de esta manera, que la autenticidad del instrumento público está garantizada por la fe pública que el Estado deposita en el funcionario que lo autoriza59. Otorgamiento de los documentos mediante firma electrónica avanzada No obstante la posibilidad de obtener los certificados en papel, el progreso de las tecnologías ha permitido la obtención de dichos documentos por vía electrónica, siendo certificados a través de la firma electrónica avanzada. Dicho sea de paso que el artículo 2° letra f de la Ley 19.799 sobre documentos electrónicos, firma electrónica y servicios de certificación de dicha firma, establece: “Para efectos de esta ley se entenderá por firma electrónica: Cualquier sonido, símbolo o proceso electrónico, que permite al receptor de un documento electrónico identificar al menos formalmente a su autor". 59 DUCCI (2005), p. 137. 59 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Esta definición, de carácter amplio, no necesariamente cumple con los requerimientos de autenticidad, integridad, no repudio y, eventualmente, la confidencialidad60. Por otro lado, el artículo 2° letra g) de la ley mencionada anteriormente, establece que la firma electrónica avanzada corresponde a "aquella certificada por un prestador acreditado, que ha sido creada usando medios que el titular mantiene bajo su exclusivo control, de manera que se vincule únicamente al mismo y a los datos a los que se refiere, permitiendo la detección posterior de cualquier modificación, verificando la identidad del titular e impidiendo que desconozca la integridad del documento y su autoría". Los elementos que pueden extraerse de la definición de firma electrónica avanzada en nuestra legislación son a saber: i) Que dicha firma se halle certificada por un P.S.C. acreditado conforme a las normas establecidas en los arts. 17 y subsiguientes de la Ley 19.799 y su Reglamento. ii) Que dicha firma haya sido creada usando medios que el titular mantiene bajo su exclusivo control, vinculando la identidad del usuario con la firma. iii) Que permita la detección posterior de cualquier modificación. iv) Que impida el repudio de la integridad y autoría del documento61. Por último, debe garantizar la confidencialidad, de manera de que se pueda enviar un documento de manera que solamente el destinatario pueda conocer de éste. De esta manera, podemos establecer que la firma electrónica avanzada constituye el sustituto tecnológico de la firma manuscrita, de manera que –retomando el eje principal- en el futuro las partidas del Registro Civil podrán obtenerse sólo de manera electrónica. Presentación de los documentos en juicio El Código de Procedimiento Civil establece en su artículo 342 N°6: “Serán considerados como instrumentos públicos en juicio, siempre que en su 60 61 Fernández (2004), p. 147. Fernández (2004), p. 148. 60 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. otorgamiento se hayan cumplido las disposiciones legales que dan este carácter: 6° Los documentos electrónicos suscritos mediante firma electrónica avanzada”. Por otro lado, inciso primero del artículo 348 bis establece una audiencia de percepción documental a efectos de la práctica en relación con los documentos electrónicos, señalando en su inciso primero: “Presentado un documento electrónico, el Tribunal citará para el 6° día a todas las partes a una audiencia de percepción documental. En caso de no contar con los medios técnicos electrónicos necesarios para su adecuada percepción, apercibirá a la parte que presentó el documento con tenerlo por no presentado de no concurrir a la audiencia con dichos medios”. Pruebas supletorias del estado civil Ante la falta de certificados, el estado civil puede probarse por otros medios, valiendo decir que sólo proceden de manera supletoria. De esta manera, el inciso primero del artículo 309 dispone: “La falta de partida de matrimonio podrá suplirse por otros documentos auténticos, por declaraciones de testigos que hayan presenciado la celebración del matrimonio y, en defecto de estas pruebas, por la notoria posesión de ese estado civil”. a) Otros documentos auténticos Si bien suele utilizarse de manera indistinta los términos público y auténtico, en doctrina se distingue entre ambos, aludiendo a que el último de estos establece un carácter más amplio, de manera que pueden servir algunos instrumentos privados cuya autenticidad esté establecida, tales como el testamento solemne otorgado ante cinco testigos, como lo dispone el artículo 1014 del Código Civil. b) Declaración de testigos El requisito sine qua non de este medio probatorio consiste en testigos presenciales de los hechos constitutivos del estado civil, por ejemplo, el médico que asistió el parto para acreditar el nacimiento. c) Posesión notoria Como un primer alcance, es pertinente señalar que el significado que se otorga al término posesión no corresponde al mismo dispuesto en 61 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. materia de bienes62, sino que en este caso, se circunscribe como un hecho social que sirve para acreditar un estado63. El artículo 310 establece en qué consiste la posesión notoria del nacimiento, disponiendo: “La posesión notoria del estado de matrimonio consiste principalmente en haberse tratado los supuestos cónyuges como marido y mujer en sus relaciones domésticas y sociales; y en haber sido la mujer recibida en ese carácter por los deudos y amigos de su marido, y por el vecindario de su domicilio en general”. Acto seguido, el artículo 312 establece un requisito para que la posesión notoria valga como medio de prueba, señalando: “Para que la posesión notoria del estado de matrimonio se reciba como prueba del estado civil, deberá haber durado diez años continuos, por lo menos”. Por último, el artículo 313 determina: “Se probará por un conjunto de testimonios fidedignos, que lo establezcan de un modo irrefragable; particularmente en el caso de no explicarse y probarse satisfactoriamente la falta de la respectiva partida, o la pérdida o extravío del libro o registro, en que debiera encontrarse”. Acuerdo de unión civil, Ley N° 20.830 del 21 Abril del 2015 La celebración de la unión civil se realiza ante el oficial de Registro Civil, pudiendo celebrarse en la oficina del Registro Civil o fuera de ella, de igual manera que en el matrimonio, ceremonia en la cual no se requerirán testigos. El otorgamiento de la libreta de familia debe ser determinado por el registro civil. No se exigirá acreditar convivencia previa a la celebración. Antiguamente, el matrimonio que ejercía primacía correspondía al de la religión, por lo cual el matrimonio civil ha obtenido importancia, ya que no es necesario casarse por la iglesia. La contracción del acuerdo de unión civil cambia el estado civil de los contrayentes, adquiriendo el estado civil de “conviviente civil”. Por otro lado, una vez terminada la unión civil, la persona recupera su estado civil El artículo 700 del Código Civil dispone: “La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño”. 63 DUCCI (2005), p. 139. 62 62 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. previo a la celebración, salvo por la causal de matrimonio entre los convivientes, en que estos adquieren el estado civil de casados. La unión civil será aplicable tanto a parejas del mismo sexo como de distinto sexo, de modo que será una institución transversal. Contribuirá de esta manera al término de la discriminación de las parejas del mismo sexo, constituyéndose como un estatuto integrador y protector. ¿Qué derechos y deberes tienen los convivientes civiles? 1.- Se deben ayuda mutua. 2.- Están obligados a solventar los gastos generados por su vida en común, según sus facultades económicas y el régimen patrimonial que exista entre ellos. 3.- Los contrayentes conservaran la propiedad, goce y administración de los bienes adquiridos antes de la celebración del contrato y de los que adquieran durante la vigencia de este, salvo que pacten expresamente otra modalidad de repartir sus bienes en el mismo acuerdo. Derechos patrimoniales que corresponden a los contrayentes 1. El régimen general de bienes entre las personas que contraen la unión civil será la separación total de bienes. Sin embargo, se establece la opción para los contrayentes de adoptar un régimen de comunidad de bienes al momento de celebrar la unión civil. Además durante la vigencia de la unión civil, los convivientes podrán, por una única vez, pactar la separación total de bienes. De esta manera, se establece para los convivientes la posibilidad de optar a un régimen de comunidad, esto es, que el trabajo mancomunado de ambos convivientes sirve de apoyo y sustento económico de la familia. 2. Derechos laborales del conviviente civil en caso de muerte de uno o una de los convivientes Los derechos del conviviente civil sobreviviente, para efectos laborales, son los mismos que del cónyuge: a. Permisos al conviviente en caso de fallecimiento del otro miembro de la pareja civil. b. Derecho a recibir la última remuneración del conviviente fallecido. c. Derecho a recibir el desahucio del conviviente fallecido. 63 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. 3. Conviviente civil ser beneficiario o beneficiaria de la posesión de sobrevivencia El o la conviviente civil será beneficiario y beneficiaria de la posesión de sobrevivencia. 4. Compensación económica si el o la conviviente no pudo desarrollar una actividad remunerada o lucrativa Se establece el derecho a demandar compensación económica en caso de que uno de los convivientes no pudo desarrollar una actividad remunerada o lucrativa durante la vigencia de la Unión Civil. 5. Derechos hereditarios o sucesorios para el o la conviviente sobreviviente. Cada conviviente civil será heredero y legitimario del otro y gozará de los mismos derechos que corresponden al cónyuge. Fin de la unión civil Entre otras causales se podrá poner término: -De común acuerdo a través de un acta ante el Registro Civil o escritura pública que se suscribe en éste. -Unilateralmente, es decir, basta con uno de los integrantes de la pareja que desee disolver el vínculo. Se realiza a través de una escritura pública o acta en el registro civil (se debe inscribir en el mismo registro) y notificando al otro conviviente. No se exige plazo mínimo para la terminación unilateral. -Otras causas son: la muerte de uno de los convivientes, la comprobación judicial de la muerte de uno de ellos, el matrimonio celebrado entre los mismos convivientes y la declaración judicial de nulidad de la unión civil. Por regla general, serán los Tribunales de Familia los competentes para conocer y resolver las controversias derivadas de la unión civil. Se establece relación de parentesco entre uno de los convivientes y los parientes del otro. En lo que atañe a niños, se debe tener siempre presente el interés superior del niño o niña, quien contrae la unión civil podrá ser considerado por el juez de familia para otorgarle el cuidado personal del hijo o hija de su conviviente civil, en caso de inhabilidad física o moral de este último. Para estos efectos, el o la conviviente civil y el cónyuge no padre, tendrán, al igual que los ascendientes, preferencia para que se le confiera dicho cuidado. 64 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Se reconoce al conviviente civil como carga para efectos del sistema de salud. v. Domicilio Se ha definido el domicilio como el asiento jurídico de una persona para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones. Sin perjuicio de ello, el artículo 59 del Código Civil lo define, disponiendo: “El domicilio consiste en la residencia, acompañada, real o presuntivamente, del ánimo de permanecer en ella. Divídese en político y civil”. Conceptos relacionados con el domicilio a) Habitación o morada: Corresponde a la relación de hecho de una persona con un lugar donde permanece y generalmente pernocta, pero puede ser accidental, ocasional o transitoria. Por ejemplo, el cuarto de un hotel. b) Residencia: Corresponde a un lugar en que se permanece físicamente en forma aparente o habitual, sin implicar que la persona siempre se encuentre en él. Por ejemplo, los estudiantes que habitan Talca con fines académicos, cuyo ánimo reside en habitar la casa de sus padres. Sin perjuicio de lo anterior, nuestro Código regula una hipótesis en que la residencia posee vital importancia, disponiendo en el artículo 68: “La mera residencia hará las veces de domicilio civil respecto de las personas que no tuvieren domicilio civil en otra parte”. Clasificaciones de domicilio según el Código Civil a) Domicilio político El artículo 60 dispone: “El domicilio político es relativo al territorio del Estado en general. El que lo tiene o adquiere es o se hace miembro de la sociedad chilena, aunque conserve la calidad de extranjero. La constitución y efectos del domicilio político pertenecen al Derecho Internacional”. 65 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. De esta manera, la importancia del domicilio político radica en que establece un vínculo entre la persona y el país en que se encuentra, de modo que forma parte de su sociedad. b) Domicilio civil El artículo 61 determina: “El domicilio civil es relativo a una parte determinada del territorio del Estado”. Resulta evidente, desde un primer alcance, que el domicilio civil constituye una determinación del domicilio político, dado que quien posee domicilio civil en Chile, necesariamente tiene domicilio político en el país. Por otra parte, el artículo 62 dispone: “El lugar donde un individuo esta de asiento, o donde ejerce habitualmente su profesión u oficio, determina su domicilio civil o vecindad”. Cabe de esta manera destacar que el artículo 59 de nuestro Código hace referencia a este tipo de domicilio, estableciendo que se compone de un elemento físico: la residencia y un elemento psicológico: el ánimo real o presuntivo de permanecer en ella. Ánimo de permanencia - Real: Declarado o establecido claramente por parte de la persona. - Presuntivo: La ley, de acuerdo a distintos parámetros, deduce que dicho lugar constituye el domicilio de la persona en cuestión. Presunciones de domicilio Existen hipótesis reguladas por nuestro Código, bien sea en sentido positivo o negativo, a partir de las cuales se deduce la posesión del ánimo de permanecer y, en consecuencia, del domicilio de una persona. a) Presunciones negativas En primer lugar, el artículo 63 de la obra de Bello dispone: “No se presume el ánimo de permanecer, ni se adquiere, consiguientemente, el domicilio civil en un lugar, por el solo hecho de habitar un individuo por algún tiempo casa propia o ajena en él, si tiene en otra parte su hogar doméstico o por otras circunstancias aparece que la residencia es 66 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. accidental, como la del viajero, o la del que ejerce una comisión temporal, o la del que se ocupa en algún tráfico ambulante”. Acto seguido, el artículo 65 establece: “El domicilio civil no se muda por el hecho de residir el individuo largo tiempo en otra parte, voluntaria o forzadamente, conservando su familia y el asiento principal de sus negocios en el domicilio civil anterior”. b) Presunciones positivas El artículo 64 establece tres hipótesis en que se presume positivamente el domicilio, señalando: “Al contrario, se presume desde luego el ánimo de permanecer y avecindarse en un lugar, por el hecho de abrir en él tienda, botica, fábrica, taller, posada, escuela u otro establecimiento durable, para administrarlo en persona; por el hecho de aceptar en dicho lugar un cargo concejil, o un empleo fijo de los que normalmente se confieren por largo tiempo; y por otras circunstancias análogas”. Domicilio desde el punto de vista de su origen a) Domicilio convencional El artículo 69 de nuestro Código determina: “Se podrá en un contrato establecer de común acuerdo un domicilio civil especial para los actos judiciales o extrajudiciales a que diere lugar el mismo contrato”. De esta manera, resulta fundamental comprender que, debido a los principios de obligatoriedad y efecto relativo de los contratos, dicho domicilio no puede ser modificado unilateralmente, dado que ha pasado a ser contenido del contrato. b) Domicilio legal Nuestro Código establece en algunas disposiciones que ciertas personas siguen el domicilio de otras en virtud de su estado civil o condición, de esta manera, se distinguen las normas enunciadas a continuación. 67 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. En primer lugar, el artículo 72 del Código Civil determina: “El que vive bajo patria potestad sigue el domicilio paterno o materno, según el caso, y el que se halla bajo tutela o curaduría, el de su tutor y curador”64. Además, el artículo 73 señala: “El domicilio de una persona será también el de sus criados y dependientes que residan en la misma casa que ella; sin perjuicio de lo dispuesto en los dos artículos precedentes”. c) Domicilio real El domicilio real, de hecho o voluntario, corresponde a lo establecido por la norma general a través del artículo 59, constituido por un elemento físico y otro psicológico, aplicándose toda vez que no haya de aplicarse otra norma especial contemplada por el Código Civil. Asimismo, la importancia de este tipo de domicilio radica en que puede modificarse, lo que deriva en la prueba del domicilio, pudiendo utilizar al efecto todos los medios probatorios que contempla nuestra legislación civil. Pluralidad de domicilio El artículo 67 de nuestro Código dispone: “Cuando concurran en varias secciones territoriales, con respecto a un mismo individuo, circunstancias constitutivas de domicilio civil, se entenderá que en todas ellas lo tiene; pero si se trata de cosas que dicen relación especial a una de dichas secciones exclusivamente, ella sola será para tales casos el domicilio civil del individuo”. La pluralidad de domicilios puede tener gran relevancia en aquello que dice relación con las personas jurídicas, mientras que, en la práctica, también puede serlo en cuanto a personas naturales, en tanto aquellas establezcan, por ejemplo, un domicilio familiar y otro profesional. Utilidad del domicilio El artículo 243 de nuestro Código dispone: “La patria potestad es el conjunto de derechos y deberes que corresponden al padre o a la madre sobre los bienes de sus hijos no emancipados. La patria potestad se ejercerá también sobre los derechos eventuales del hijo que está por nacer”. 64 68 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Para efectos de este módulo, el domicilio guarda importancia en determinadas situaciones, que mencionaremos a continuación. En primer lugar, de la sola definición de domicilio se desprende su primera labor de importancia, dado que constituye el lugar en que las personas habitualmente ejercen sus derechos y cumplen sus obligaciones, es así como, por ejemplo, el domicilio del deudor constituye el lugar del pago. En segundo lugar, desde el punto de vista procesal, el domicilio posee importancia en cuanto determina la competencia del tribunal respectivo, es así como también a dicho lugar deben efectuarse las notificaciones pertinentes de los determinados procesos judiciales. Por último, la no posesión de domicilio por parte de personas extranjeras deriva en la limitación de la ley para que estos puedan actuar en determinadas circunstancias. vi. Patrimonio El patrimonio se define como un conjunto de derechos, deberes, obligaciones y cargas susceptibles de apreciación pecunia. Al igual que otros, el atributo del patrimonio no se encuentra regulado expresa y sistemáticamente en nuestro Código Civil, sin embargo, puede desprenderse de la deducción de distintas normas. Por otro lado, el patrimonio carece de un concepto unívoco, por lo cual existen distintas maneras y, consecuentemente, doctrinas para entender el patrimonio, las que estudiaremos a continuación. Elaborada por los juristas franceses Aubry y Rau, la doctrina clásica entiende al patrimonio como un atributo de la personalidad con carácter independiente, completamente distinguible del atributo de la capacidad. De esta manera, el patrimonio se convierte en un atributo único, inalienable, imprescriptible, inembargable e intransmisible. Elaborada por el jurista alemán Zachaire, la concepción objetiva o finalista establece que el patrimonio no se encuentra ligado a la personalidad, sino que sólo corresponde a un conjunto de derechos y obligaciones que están afectos a un fin determinado. 69 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Desde otros puntos de vista el patrimonio se identifica con las siguientes características: a) Corresponde a una universalidad jurídica, dado que está compuesto no por cosas u obligaciones determinadas, sino por la totalidad de los bienes y obligaciones de que la persona es titular. b) Es independiente, distinto de los derechos y obligaciones que lo comprometen. c) Posee un activo y un pasivo, al estar integrado por derechos y obligaciones. d) No necesita un saldo positivo para su existencia, dado que es independiente de los bienes que lo componen, por ser un atributo de la personalidad. e) Al ser una universalidad jurídica, posee su origen en la ley, puesto que la voluntad de los particulares no puede crear universalidades jurídicas. El patrimonio en el Código Civil Como se señaló anteriormente, sin perjuicio de que la obra de Bello no regule expresamente el atributo del patrimonio, existen determinadas normas que hacen alusión a él y establecen ciertas hipótesis que resultan relevantes para el correcto aprendizaje de este módulo, las que nombraremos a continuación. En primer lugar, el artículo 549 de la obra de Bello hace alusión al patrimonio de una corporación, al disponer: “Lo que pertenece a una corporación, no pertenece ni en todo ni en parte a ninguno de los individuos que la componen; y recíprocamente las deudas de una corporación, no dan a nadie derecho para demandarlas, en todo o parte, a ninguno de los individuos que componen la corporación, ni dan acción sobre los bienes propios de ellos, sino sobre los bienes de la corporación”. Es así como al encontrarse constituida una corporación, ésta adquiere personalidad jurídica y, consecuentemente, un patrimonio propio, por lo que sus actos no afectan el patrimonio personal de las personas que la componen. No obstante, cabe señalar que las personas jurídicas poseen un régimen jurídico especial, el que será estudiado posteriormente. Por otro lado, el patrimonio es aquel que hace posible la responsabilidad de las personas y, particularmente, del deudor por sus obligaciones civiles. 70 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. De esta manera, el Código Civil establece el denominado derecho de prenda general del acreedor, a través del artículo 2465, en el que dispone: “Toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, exceptuándose solamente los no embargables, designados en el artículo 1618”65. Dicho sea de paso que los bienes con que responde el deudor corresponden a aquellos que existan en su patrimonio al tiempo de exigirse el pago de la obligación, dado que de lo contrario –obligándose los bienes al tiempo de contraerse la obligación- el deudor carecería de libertad para actuar en la vida jurídica, imposibilitándolo de celebrar nuevos actos jurídicos y así obligarse con otras personas. Características del patrimonio - - - vii. Como se señaló anteriormente, el patrimonio corresponde a una universalidad jurídica, toda vez que aquellas sólo pueden ser establecidas por la ley66. De la característica anterior se desprende el carácter de intransferible, el que, sin perjuicio de estar establecido expresamente por el Código, se deduce de diversas disposiciones, tales como el artículo 2056, que prohíbe toda sociedad a título universal. El patrimonio reviste también el carácter de inembargable, dado que se encuentra fuera del comercio humano. De lo anterior se concluye la imprescriptibilidad, dado que no puede adquirirse ni perderse por prescripción. Por último, el patrimonio adquiere el carácter de unitario, toda vez que al ser un atributo de la personalidad, cada persona es y debe ser titular de un patrimonio único e indivisible, denominado patrimonio personal u originario67. Derechos de la personalidad El artículo 1618 dispone: “La cesión comprenderá todos los bienes, derechos y acciones del deudor, excepto los no embargables”. Acto seguido, establece diez numerales en que designa los bienes que revisten dicho carácter, destacando el lecho del deudor y su familia y los libros relativos a su profesión. 66 Por el contrario, las universalidades de hecho pueden derivar de la voluntad de los particulares. 67 DUCCI (2005), p. 151. 65 71 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Los derechos de la personalidad consisten en un conjunto de derechos inherentes a la calidad humana, por lo que le corresponden por el sólo hecho de ser tal, adquiriéndolos todas las personas en igual manera y medida. Es importante destacar que estos derechos no poseen un interés pecuniario, por lo que se les ha denominado como derechos extrapatrimoniales, lo que no significa que no puedan llegar a tener una valorización económica, puesto que en caso contrario no podrían tener una tutela jurídica68. Si bien en doctrina aún no existe un consenso sobre la determinación y categorización de los derechos de la personalidad, es posible agruparlos en tres conjuntos. - Derechos referidos a la individualidad de una persona: Derechos a la integridad física y libertad personal. - Derechos protectores de la personalidad civil. - Derechos protectores de la personalidad moral. 1. Derechos referidos a la individualidad de una persona a) Derecho a la integridad física El derecho a la integridad física comprende tanto la protección de la vida como la integridad corporal. Así, la Constitución Política de la República dispone en su artículo 19 N°1 que garantiza a todas las personas “el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica”, mientras que sus infracciones constituyen delitos tipificados en el Código Penal. Por otro lado, aquellos actos que carezcan de intencionalidad, darán lugar a culpa, determinando la existencia de un ilícito civil y dando paso a la indemnización pertinente69. b) Derecho a la libertad personal Al igual que el derecho a la integridad física, la libertad personal encuentra su protección a través de la Constitución Política de la República, designando distintos preceptos en que se establece su tutela. De esta manera, la manifestación palmaria de este derecho se encuentra en el artículo 19 N°7, disponiendo que garantiza a todas las personas la libertad personal y la seguridad individual. Cabe señalar que, al igual que en el caso anterior, las infracciones a estos derechos constituyen ilícitos penales tipificados por el Código respectivo. 68 69 DUCCI (2005), p. 152. DUCCI (2005), p. 152. 72 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Además, es posible incluir en esta categoría los siguientes derechos: - Libertad de conciencia, creencia y culto, artículo 19 N°6. - Libertad de desplazamiento, artículo 19 N°7. - Libertad de reunión, artículo 19 N°13. - Libertad de asociación, artículo 19 N°15. - Libertad de trabajo, artículo 19 N°16. 2. Derechos protectores de la personalidad civil Los derechos a la personalidad civil se dividen en tres tópicos a saber: derecho al nombre, a la propia imagen y al estado civil. a) Nombre El nombre como derecho de la personalidad corresponde al derecho subjetivo de tener, usar y oponerse a la usurpación o uso indebido del mismo por parte de terceros, siendo estas últimas hipótesis las que dan lugar a ilícitos penales en caso de ser infringidas, tales como lo dispuesto por el artículo 214 del Código Penal, que castiga al que usurpare el nombre de otro, agregando que esto se entiende “sin perjuicio de la pena que pudiere corresponderle a consecuencia del daño que en su fama o intereses ocasionare a la persona cuyo nombre se ha usurpado”. Es así como nuestra legislación consolida la norma general que dispone la responsabilidad civil no obstante la contracción de responsabilidad penal70. b) Derecho a la propia imagen El derecho a la propia imagen corresponde al derecho subjetivo de una persona para tener, usar y oponerse a la reproducción por parte de terceros de sus rasgos personales, cuya infracción constituye una conducta culpable que deriva en un ilícito civil y el deber de resarcimiento del daño causado. Dicho sea de paso que la imagen es otorgada por los rasgos biométricos, esto es, todos los signos medibles de la persona. Entre ellos se encuentran las facciones del rostro; los parámetros corporales, léase estatura y contextura; voz; huella digital y retina ocular, entre otros. No obstante, cabe destacar la posibilidad de una persona para ceder derechos sobre su imagen, siendo ejemplo de esto aquellos deportistas que protagonizan campañas de publicidad para determinadas marcas registradas. Por otro lado, existen campos en que la propia imagen cede, tal como ocurre en lugares públicos, dado que es posible fotografiar a un conglomerado de 70 DUCCI (2005), p. 154. 73 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. sujetos, mas no la imagen personal de una persona en específico sin su consentimiento71. c) Derecho al estado civil Al igual que en los casos anteriores, el derecho al estado civil constituye un derecho subjetivo que dice relación con tener, usar y oponerse a la usurpación del mismo por parte de terceros. Es así como existen diversas acciones protectoras del derecho al estado civil, entre las que destacan: - Acciones de reclamación de estado, destinadas a determinar un estado que se tiene, pero que parece no tenerse. - Acciones de contestación de estado, tales como la acción de impugnación de reconocimiento de un hijo natural. Por último, existen al respecto sentencias constitutivas de estado, cuyo fin es la constitución o atribución de un nuevo estado civil, tal como es aquella que acoge una adopción legitimaria72. 3. Derechos protectores de la personalidad moral Los derechos a la personalidad moral se dividen en: derecho a la honra o reputación, derecho al honor y derecho a los sentimientos de afección. A efectos de una explicación sistemática, estudiaremos estos tres derechos de manera conjunta, siguiendo para ello un mismo hilo conductor. La Constitución Política de la República consagra en su artículo 19 N°4 “el respeto y la protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y de su familia”. A raíz de esta disposición, surgió una discusión a nivel del derecho constitucional sobre la inclusión del derecho al honor en la garantía constitucional de la protección de la honra. De esta manera, se concluyó que el último de estos conceptos posee un alcance más amplio, dado que el Tribunal Constitucional ha sostenido que la honra alude a la reputación, al prestigio o el “buen nombre” de todas las personas. Por el contrario, se ha definido el honor como el aprecio que cada persona tiene por sí misma, considerándose como la honra en sentido subjetivo. Éste Es así como el Tribunal Constitucional avanzó en la materia desde la década de 1990, a partir de tres casos específicos en que consolidó progresivamente el derecho a la propia imagen, que decían relación con la fotografía de menores de edad en traje de baño por parte del Diario La Cuarta. 72 DUCCI (2005), p. 155. 71 74 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. adquiere carácter personal que entronca con la sensación de actuar correctamente en la vida en sociedad. Sin embargo, Código Civil en su artículo 2331 dispone: “Las imputaciones injuriosas contra el honor o el crédito de una persona no dan derecho para demandar una indemnización pecuniaria, a menos de probarse daño emergente o lucro cesante, que pueda apreciarse en dinero”. No obstante, el Tribunal Constitucional reiteradamente ha declarado la inaplicabilidad de dicho precepto, en lo relativo a negar la indemnización del daño moral en caso de lesión al derecho a la honra. El fundamento de esta declaración es que, si bien el legislador puede regular los derechos fundamentales, entre ellos el derecho al honor, no los puede afectar en su esencia conforme al artículo 19, número 26, de la Constitución. Tal grado de afectación se configura porque el artículo 2331 del Código Civil impide en forma absoluta la indemnización del daño a quienes han visto menoscabada su honra. Por último, la protección de los sentimientos de afección constituye, dentro de la responsabilidad civil, el vasto campo de lo que se ha denominado indemnización del daño moral. Nuestra jurisprudencia ha definido a este último como aquel que proviene de toda acción u omisión que pueda estimarse lesiva a las facultades espirituales, a los efectos o a las condiciones sociales o morales inherentes a la personalidad humana73. Sin perjuicio de que el daño moral no se encuentre regulado por el Código Civil, nuestra jurisprudencia dio lugar a éste, comenzando a regir por responsabilidad extracontractual en el año 1920 y, por responsabilidad contractual durante la década de 1970. Es así como ambos derechos se encuentran protegidos por la acción de indemnización de perjuicios, destinada por nuestro legislador para resarcir los daños causados a otro, bien sea por el incumplimiento de un vínculo contractual o por la comisión de un ilícito civil. Reparación integral del daño La protección de estos derechos encuentra su matriz en la función social del Derecho Civil, dado que ésta consagra una máxima fundamental en cuanto al resarcimiento que impone el derecho de daños, esto es, el principio de reparación integral. 73 DUCCI (2005), p. 157. 75 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. De esta manera, el principio de reparación integral del daño puede definirse como aquel principio del derecho de daños que importa reparar todo el perjuicio causado la víctima, con el objeto de dejarlo en las condiciones más similares posibles a las anteriores a la ocurrencia del hecho lesivo74. Dicho principio debe comprender el perjuicio patrimonial: el daño emergente y el lucro cesante, agregando que se aplica el artículo 1556 del Código Civil, aunque este pensado para la responsabilidad contractual y además incorpora los perjuicios no patrimoniales, entre los que caben el dolor psíquico, el daño corporal o biológico, la lesión de derechos de la personalidad75. SEGUNDA PARTE: PERSONAS JURÍDICAS Bien es sabido que como sujetos de derecho existen no sólo las personas naturales, sino también las personas jurídicas, tal como lo dispone el artículo 54 de nuestro Código. Sin embargo, dicho precepto establece que estos sujetos reciben un régimen jurídico distinto de las personas naturales, rigiéndose por el título final del Libro de las Personas. En tal sentido, el artículo 545 de la obra de Bello señala: “Se llama persona jurídica una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representadas judicial y extrajudicialmente. Las personas jurídicas son de dos especies: corporaciones y fundaciones de beneficencia pública. Las corporaciones de derecho privado se llaman también asociaciones. Una asociación se forma por una reunión de personas en torno a objetivos de interés común a los asociados. Una fundación, mediante la afectación de bienes a un fin determinado de interés general. Hay personas jurídicas que participan de uno y otro carácter”. Clasificación de las personas jurídicas En virtud de su función, las personas jurídicas pueden clasificarse en personas jurídicas de derecho público y personas jurídicas de derecho privado. a) Personas jurídicas de derecho público PINOCHET (2013), p. 590. Ruperto Pinochet Olave “El principio de reparación integral del daño y su relación con la función social del Derecho Civil”, citando al Profesor Hernán Corral Talciani. 74 75 76 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. El inciso segundo del artículo 547 del Código Civil determina que el título por el que se regula la personalidad jurídica carece de aplicación para este tipo de sujetos de derecho, al disponer: “Tampoco se extienden las disposiciones de este título a las corporaciones o fundaciones de derecho público, como la nación, el fisco, las municipalidades, las iglesias, las comunidades religiosas, y los establecimientos que se costean con fondos del erario: estas corporaciones y fundaciones se rigen por leyes y reglamentos especiales”. b) Personas jurídicas de derecho privado Las personas jurídicas de derecho privado se dividen, a su vez, en personas jurídicas con fines de lucro y personas jurídicas sin fines de lucro. i. Personas jurídicas con fines de lucro Este tipo de sujetos de derecho adquiere la denominación de sociedades, las que, al igual que las personas jurídicas de derecho público, no se encuentran comprendidas en la regulación del título final del Libro I. En tal sentido, el inciso primero del artículo 547 del Código establece: “Las sociedades industriales no están comprendidas en las disposiciones de este título, sus derechos y obligaciones son reglados, según su naturaleza, por otros títulos de este Código y por el Código de Comercio”. De esta manera, se desprende las personas jurídicas con fines de lucro, o sociedades, pueden ser civiles o comerciales. Serán comerciales cuando estén destinadas a realizar actos de comercio, siendo reguladas fundamentalmente por el Código de dicha materia, en aplicación del artículo 4 de la obra de Bello. Por otro lado, nuestro Código regula las sociedades civiles al referirse al contrato de sociedad en el título XXVIII del Libro IV, expresando el artículo 2053: “La sociedad o compañía es un contrato en que dos o más personas estipulan poner algo en común con la mira de repartir entre sí los beneficios que de ello provengan. La sociedad forma una persona jurídica, distinta de los socios individuamente considerados”. A su vez, las sociedades pueden ser colectivas, en comandita, o anónimas, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 2061 del Código Civil. 77 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Así, las sociedades colectivas y en comandita pueden ser civiles o comerciales si se forman para negocios que la ley califica de actos de comercio. Por otro lado, la sociedad anónima siempre es mercantil, aunque se forme para la realización de negocios de carácter civil. A) Sociedades colectivas: Son aquellas en que todos los socios administran por sí o por un mandatario elegido de común acuerdo. En esta persona jurídica, los socios responden personalmente de las obligaciones sociales cuando el patrimonio social es insuficiente para solventarlas. Este aspecto hizo que posteriormente se creara por ley una clase especial de sociedades colectivas, llamadas de responsabilidad limitada, en que la responsabilidad personal de sus socios queda limitada al monto de sus aportes76. B) Sociedades en comandita: Este tipo de sociedades se encuentra constituida por dos clases de socios: los socios comanditarios, que efectúan un aporte a la sociedad y sólo son responsables hasta la concurrencia de su aporte, y los socios gestores, que administran la sociedad y son responsables de todas las obligaciones y pérdidas de ella77. C) Sociedades anónimas: La sociedad anónima es una persona jurídica formada por la reunión de un fondo común, suministrado por accionistas responsables sólo hasta el monto de sus respectivos aportes, y administrada por un directorio integrado por miembros especialmente revocables78. ii. Personas jurídicas sin fines de lucro Las personas jurídicas de derecho privado sin fines de lucro pueden ser corporaciones o fundaciones. Corporaciones Las corporaciones corresponden a personas jurídicas formadas por un cierto número de individuos asociados para la realización de un fin común DUCCI (2005), p. 160. DUCCI (2005), p. 160. 78 DUCCI (2005), p. 160. 76 77 78 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. que no tenga carácter lucrativo. De esta manera, la reunión de es la que determina la corporación; si estas desaparecen o exiguas para la consecución de los fines y los estatutos no prevenido el modo de renovarlas y la autoridad no las desaparece la corporación79. personas son muy hubieren renueva, Constitución de las Corporaciones Resulta fundamental destacar, desde un primer instante, que la constitución de las personas jurídicas sufrió un importante cambio a partir del año 2011, puesto que El 17 de febrero de 2012 entró a regir, después de un año de vacatio legis, la ley Nº 20.500, de 16 de febrero de 2011, que contiene la mayor reforma que haya sufrido la regulación de las personas jurídicas sin fines de lucro contemplada en el Código Civil. Hay muchos aspectos que podrían comentarse de ella, pero la principal a nuestro juicio es la flexibilización de la forma de constitución de las corporaciones o fundaciones80. Dicha flexibilización dice relación con que el antiguo procedimiento de constitución se efectuaba por ley o a través de la aprobación del Presidente de la República. En este último caso, la constitución debía regirse por el antiguo Reglamento sobre Concesión de Personalidad Jurídica, N° 110 de 1979. El primer paso para ello era la formulación de una solicitud que debía constar en escritura pública y, posteriormente, ser aprobada por medio de un decreto supremo del Presidente de la República81. Al efecto, mediante la reforma del año 2011 se reemplazó el antiguo artículo 548 del Código Civil por el artículo 3 de la ley N° 20.500, disponiendo lo siguiente: “El acto por el cual se constituyan las asociaciones o fundaciones constará en escritura pública o privada suscrita ante notario, oficial del Registro Civil o funcionario municipal autorizado por el alcalde. Copia del acto constitutivo, autorizada por el ministro de fe o funcionario ante el cual fue otorgado, deberá depositarse en la secretaría municipal DUCCI (2005), p. 161. CORRAL (2012): “Nueva forma de constituir personas jurídicas sin fines de lucro”, en: El blog de Hernán Corral. Disponible en: https://corralttalciani.wordpress.com/2012/02/20/ nueva-forma-de-constituir-persona-jurídicas-sin-fines-de-lucro [visitado el 10/01/2017] 81 DUCCI (2005), p. 2005. 79 80 79 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. del domicilio de la persona jurídica en formación, dentro del plazo de treinta días contado desde su otorgamiento. Este plazo no regirá para las fundaciones que se constituyan conforme a disposiciones testamentarias. Dentro de los treinta días siguientes a la fecha del depósito, el secretario municipal podrá objetar fundadamente la constitución de la asociación o fundación, si no se hubiere cumplido los requisitos que la ley o el reglamento señalen. No se podrán objetar las cláusulas de los estatutos que reproduzcan los modelos aprobados por el Ministerio de Justicia. La objeción se notificará al solicitante por carta certificada. Si al vencimiento de este plazo el secretario municipal no hubiere notificado observación alguna, se entenderá por el solo ministerio de la ley que no objeta la constitución de la organización, y se procederá de conformidad al inciso quinto. Sin perjuicio de las reclamaciones administrativas y judiciales procedentes, la persona jurídica en formación deberá subsanar las observaciones formuladas, dentro del plazo de treinta días, contado desde su notificación. Los nuevos antecedentes se depositarán en la secretaría municipal, procediéndose conforme al inciso anterior. El órgano directivo de la persona jurídica en formación se entenderá facultado para introducir en los estatutos las modificaciones que se requieran para estos efectos. Si el secretario municipal no tuviere objeciones a la constitución, o vencido el plazo para formularlas, de oficio y dentro de quinto día, el secretario municipal archivará copia de los antecedentes de la persona jurídica y los remitirá al Servicio de Registro Civil e Identificación para su inscripción en el Registro Nacional de Personas Jurídicas sin Fines de Lucro, a menos que el interesado solicitare formalmente hacer la inscripción de manera directa. La asociación o fundación gozará de personalidad jurídica a partir de esta inscripción”. Estatutos de las Corporaciones El artículo 548-1 del Código Civil dispone: “En el acto constitutivo, además de individualizarse a quienes comparezcan otorgándolo, se expresará la voluntad de constituir una persona jurídica, se aprobarán sus estatutos y se designarán las autoridades inicialmente encargadas de dirigirla”. Acto seguido, el artículo 548-2 determina: “Los estatutos de las personas jurídicas a que se refiere este Título deberán contener: 80 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. a) b) c) d) El nombre y domicilio de la persona jurídica; La duración, cuando no se la constituya por tiempo indefinido; La indicación de los fines a que esté destinada; Los bienes que forman su patrimonio inicial, si los hubiere, y la forma en que se aporten; e) Las disposiciones que establezcan sus órganos de administración, cómo serán integrados y las atribuciones que les correspondan, y f) Las disposiciones relativas a la reforma de estatutos y a la extinción de la persona jurídica, indicándose la institución sin fines de lucro a la cual pasarán sus bienes en este último evento. Los estatutos de toda asociación deberán determinar los derechos y las obligaciones de los asociados, las condiciones de incorporación y la forma y motivos de exclusión”. Por último, el artículo 553 determina: “Los estatutos de una corporación tienen fuerza obligatoria sobre toda ella, y sus miembros están obligados a obedecerlos bajo las sanciones que los mismos estatutos impongan”. La voluntad de la corporación El artículo 550 de nuestro Código se refiere a la asamblea de la corporación, señalando al respecto: “La mayoría de los miembros de una corporación, que tengan según sus estatutos voto deliberativo, será considerada como una asamblea o reunión legal de la corporación entera. La asamblea se reunirá ordinariamente una vez al año, y extraordinariamente cuando lo exijan las necesidades de la asociación. La voluntad de la mayoría de la asamblea es la voluntad de la corporación. Todo lo cual se entiende sin perjuicio de las modificaciones que los estatutos de la corporación prescriben a este respecto”. El artículo 551 regula la dirección y administración de una asociación, señalando que ésta recaerá en un directorio de al menos tres miembros, cuyo mandato podrá extenderse hasta por cinco años. Acto seguido, establece que no podrán integrar el directorio personas que hayan sido condenadas a pena aflictiva. Disolución de una corporación 81 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. El artículo 559 del Código Civil establece las causales de disolución de una corporación o asociación, al señalar: “Las asociaciones se disolverán: a) Por el vencimiento del plazo de su duración, si lo hubiera; b) Por el acuerdo de la asamblea general extraordinaria, cumpliendo los requisitos formales establecidos en el artículo 558; c) Por sentencia judicial ejecutoriada, en caso de: 1) Estar prohibida por la Constitución o la ley o infringir gravemente sus estatutos, o 2) Haberse realizado íntegramente su fin o hacerse imposible su realización, y d) Por las demás causas previstas en los estatutos y en las leyes”. Por último, el artículo 561 dispone: “Disuelta una corporación, se dispondrá de sus propiedades en la forma que para este caso hubieren prescrito sus estatutos; y si en ellos no se hubiere previsto este caso, pertenecerán dichas propiedades al Estado, con la obligación de emplearlas en objetos análogos a los de la institución. Tocará al Presidente de la República señalarlos”. Fundaciones Las fundaciones corresponden a personas jurídicas de derecho privado sin fines de lucro, constituidas por un conjunto de bienes destinados a un fin de interés general. De esta manera, el elemento imprescindible de una fundación corresponde a la existencia de bienes. Así el artículo 564 del Código Civil dispone: “Las fundaciones perecen por la destrucción de los bienes destinados a su manutención”. De la misma forma, cabe establecer que las fundaciones sólo pueden tener un fin ideal en interés de personas indeterminadas. Asimismo, a diferencia de lo que ocurre con las corporaciones, en las fundaciones las personas no adquieren un carácter indispensable para la constitución, sino sólo para la administración del patrimonio82. Constitución de las fundaciones El artículo 563 del Código Civil determina: “Lo que en los artículos 549 hasta 561 se dispone acerca de las corporaciones y de los miembros que 82 DUCCI (2005), p. 161. 82 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. las componen, se aplicará a las fundaciones de beneficencia y a los individuos que las administran”. Sin embargo, el artículo 562 hace visible una distinción fundamental, al disponer: “Las fundaciones de beneficencia que hayan de administrarse por una colección de individuos, se regirán por los estatutos que el fundador les hubiere dictado; y si el fundador no hubiere manifestado su voluntad a este respecto, o sólo la hubiere manifestado incompletamente, se procederá en la forma indicada en el inciso segundo del artículo 558”. Asimismo, el inciso final del artículo 548-2 establece: “Los estatutos de toda fundación deberán precisar, además, los bienes o derechos que aporte el fundador a su patrimonio, así como las reglas básicas para la aplicación de los recursos al cumplimiento de los fines fundacionales y para la determinación de los beneficiarios”. De esta manera, se destaca la labor fundamental llevada a cabo por el fundador, destinando una cantidad de bienes para crear una fundación, con un objetivo determinado. Por ejemplo, la fundación creada por Arturo López Pérez con el fin de ayudar a personas con cáncer. Sin perjuicio de formarse para llegar a un fin no lucrativo, no existe un impedimento para lograr utilidades, más aún, las fundaciones se encuentran obligadas a generarlas para utilizarlas posteriormente en la reinversión. Bajo el ejemplo mencionado anteriormente, el dinero obtenido por utilidades podría ser destinado a la compra de máquinas con un mayor avance tecnológico, orientadas al combate del cáncer. Asimismo, cabe señalar que el carácter no lucrativo no significa el no pago de sueldos a sus trabajadores, dado que bajo dicha perspectiva las fundaciones se encuentran sometidas a las mismas normativas que las demás instituciones. LOS ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS O MORALES GENERALIDADES: Las personas jurídicas tienen, al igual que las personas naturales, una serie de propiedades, elementos, o signos jurídicos que son inherentes a ellas. Gozan de estos elementos por el simple hecho de tener personalidad jurídica. 83 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Ahora bien, se ha sostenido que las personas morales no tienen todos los atributos de la personalidad de las personas naturales, ni el contenido de ellos es igual en ambos “tipos” de personas. En tal sentido Ducci sostiene que “[l]os atributos de la personalidad que corresponden a las personas naturales no podemos asignarlos en igual forma ni en su totalidad a las personas jurídicas. Por de pronto carecerán de estado civil y el concepto de patrimonio tendrá un alcance diverso. Reglas especiales gobernarán su nombre, su nacionalidad, su capacidad y domicilio”83. Lyon, a propósito del parentesco, considera que es perfectamente posible considerar, en algunos casos (no indica cuales), a una persona jurídica como pariente o cónyuge de una persona natural84 I. EL PATRIMONIO Esta universalidad jurídica, este conjunto de derechos y obligaciones susceptibles de apreciación pecuniaria, también es posible encontrarlo en la personalidad jurídica de las personas morales. Así, su patrimonio estará compuesto tanto por un activo como por un pasivo. Su activo será equivalente a los aportes de sus miembros, a las utilidades, y eventualmente a las donaciones que reciba. En relación al pasivo, estará conformado por las deudas contraídas, sea con terceros, o con sus propios socios. 1. El principio de separación: El patrimonio de las personas jurídicas permite entonces fraguar el principio de separación. El principio aludido supone dos cuestiones, dos caras de una misma moneda: i) Lo que pertenece a una persona jurídica, no pertenece ni en todo ni en parte a ninguno de los individuos que la componen (artículos 549 y 563 del Código Civil, en adelante CC.). Por consiguiente, los bienes de la persona jurídica son de su propiedad exclusiva, y no de todos sus miembros en conjunto o de cada uno de ellos cuotativamente. ii) Recíprocamente, las deudas de una persona jurídica, no dan a nadie derecho para demandarlas, en todo o parte, a ninguno de los individuos que la componen, ni dan acción sobre los bienes propios de ellos, sino sobre los bienes de la persona jurídica. 83 84 DUCCI (2005), p. 164. LYON (2003), P. 59 84 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. A pesar de lo indicado supra, Lyon Puelma sostiene una cuestión interesante; no puede sostenerse con seriedad que el fin de la personalidad jurídica sea lograr una simple separación de patrimonios entre la entidad y sus miembro85. A juicio de este autor el objetivo de la personalidad jurídica no es lograr únicamente una separación de patrimonio entre la persona jurídica y sus miembros, con miras a evitar que estos últimos respondan de sus deudas personales con los bienes aportados al patrimonio de la persona moral. Ello se manifiesta, por ejemplo, en las sociedades colectivas. Si bien estos entes tienen personalidad jurídica, sus socios responden conjunta o solidariamente de las deudas sociales (art. 2094 del CC., y art. 370 del Código de comercio, en adelante Cco.). 2. La importancia del activo en el patrimonio de las personas jurídicas: Ahora bien, es necesario establecer una importante diferencia, en este punto, entre las personas naturales y jurídicas. En la noción de patrimonio de las personas jurídicas cobra especial relevancia el contenido del mismo, no aparece – como en el caso de las personas naturales- como una noción un tanto desvinculada del mismo, y centrada exclusivamente en la idea de continente. En otras palabras, en las personas jurídicas el patrimonio con un valor positivo, puede ser indispensable para la subsistencia de la personalidad, ello por lo menos se colige de los artículos 564, 2100 del CC., y art. 407 del Cco. El artículo 564 del Código civil, establece: "Las fundaciones perecen por la destrucción de los bienes destinados a su manutención". Por otra parte, el artículo 2100 reza "La sociedad se disuelve asimismo por su insolvencia, y por la extinción de la cosa o cosas que forman su objeto total". El Código de Comercio en el art. 407 dispone que "la sociedad colectiva se disuelve por los modos que determina el Código Civil". Tenemos entonces que, en todos estos casos, un patrimonio que tenga un signo positivo de una magnitud determinada es indispensable para la subsistencia de la personalidad jurídica. 3. Responsabilidad solidaria de los miembros: Tratándose de 85 LYON (2003), PG. 39. 85 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. corporaciones y fundaciones (personas jurídicas de Derecho privado sin fines de lucro), los miembros pueden, expresándolo, obligarse en particular, al mismo tiempo que la corporación se obliga colectivamente; y la responsabilidad de los miembros será entonces solidaria, si se estipula expresamente la solidaridad (artículo 549, inciso 2º del CC.). Los miembros de la corporación pueden obligarse junto con ésta no sólo como deudores comunes, sino también como fiadores. En esta última situación se aplican las reglas de la fianza (artículos 2335 a 2383 del CC.). Respecto de otras personas morales, por ejemplo las sociedades de responsabilidad limitada (personas jurídicas de Derecho privado con fines de lucro, pluripersonales) o empresas individuales de responsabilidad limitada (personas jurídicas de Derecho privado con fines de lucro, unipersonales), no tiene sentido referirse a la responsabilidad solidaria, pues lo que persiguen sus miembros precisamente es lo contrario; limitar sus responsabilidad al monto de sus aportes (art. 2 de la ley n° 3.918). II. LA CAPACIDAD Como es sabido, las personas jurídicas –por regla general- son capaces de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representadas judicial y extrajudicialmente (art. 545 del CC.). Con la personalidad jurídica, entonces, las personas jurídicas adquieren una capacidad general de obrar. Así, en la actualidad86, las personas jurídicas gozan de amplia capacidad, por ejemplo, para adquirir bienes. El Código civil declara expresamente que las corporaciones y fundaciones pueden adquirir bienes de todas clases a cualquier título (artículos 556 y 563). Limitaciones a la capacidad general de las personas jurídicas: Las 87 limitaciones de esta capacidad están determinadas por la no vinculación familiar de las personas jurídicas, y por su existencia ficticia, no corporal. Así, las En nuestro Código civil existieron las apuntadas limitaciones relativas a la conservación y enajenación de los bienes raíces; pero fueron abolidas por las leyes Nº 5.020, de 30 de diciembre de 1931, y Nº 7.612, de 21 de octubre de 1943. 87 En el caso de las sociedades, los límites a sus actuaciones se encuentran establecidos tanto en las leyes, como convencionalmente. Convencionalmente pues en los estatutos sociales se dirá que personas pueden obligar y representar a la sociedad, y las actividades que esta puede desarrollar. VÁSQUEZ (2013), p. 278. 86 86 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. personas jurídicas no serán capaces de ejercer derechos y contraer obligaciones vinculados con las relaciones de familia. No se concibe que las personas jurídicas contraigan matrimonio, otorguen testamento, tengan relaciones de parentesco, exijan alimentos88. Pero aun dentro de los derechos patrimoniales pareciera que algunos de ellos, los personalísimos, no podrán ser ejercidos por los sujetos en cuestión. Por ejemplo aquellos derechos cuyo ejercicio es enteramente personal, como el de uso y habitación (art. 1618 n° 9 del CC.). Ahora bien, Lyon (siguiendo a Claro Solar), sostiene que las personas jurídicas si puede ser titulares del derecho de uso y habitación89. Una persona jurídica, pese a no tener existencia corpórea, puede ser destinataria, se le puede proporcionar una parte de los frutos de una cosa, como puede también dársele la totalidad de ellos. En cuanto al derecho de habitación, la persona jurídica puede ejercitarlo teniendo, en el lugar respectivo, sus oficinas o el centro de reunión de sus miembros. 1. Capacidad de las personas jurídicas para desempeñar ciertos cargos: Por otra parte, ciertos cargos sólo pueden ser desempeñados por personas naturales, por ejemplo, la tutela de niños, niñas y adolescentes. Así los artículos 338 y siguientes del Código civil (en especial arts. 497, 500, 514 del CC.) giran en torno a las personas naturales. Empero, la Ley General de Bancos autoriza, en su artículo 48 N° 4, a los bancos para desempeñar ciertas guardas; pero tales tutelas y curadurías se extienden sólo a la administración de los bienes de pupilo, debiendo quedar encomendado el cuidado personal de éste a otro curador o representante legal. 2. El principio de especialidad: El principio de la especialidad en la legislación chilena, y con relación a las corporaciones y fundaciones de que trata el Código Civil, ha de entenderse de la siguiente manera: Los derechos y obligaciones que adquieran, y las operaciones jurídicas que realicen, han de tener en mira el fin determinado en razón del cual se les reconoció u otorgó la personalidad jurídica. Sería absurdo que un cuerpo de 88 89 ALESSANDRI, SOMARRIVA (2011), p. 592. LYON (2003), p. 60 87 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. bomberos voluntarios contra incendios que obtuvo su personalidad jurídica aprovechara ésta para negociar, por ejemplo, en el ramo de los anticonceptivos. i) Lo anterior no significa que una persona jurídica no pueda realizar alguna operación jurídica ajena a su fin; puede hacerlo, siempre que ella, en último término, sirva para lograr mejor o más fácilmente dicho cometido. Así, por ejemplo, nada se opondría a que un club deportivo aceptara la donación de un edificio de departamentos con la carga de dedicarlo al arrendamiento a fin de que con las rentas sufragara parte de los gastos que implica el mantenimiento y funcionamiento de la institución90. Sin embargo, a juicio de Lyon, nuestro ordenamiento jurídico no contempla el principio o la teoría de la especialidad91. En Chile, según este autor, el fin es el motor interno que encauza y, por lo tanto, limita la actividad de las personas jurídicas; pero de ninguna manera, es la medida de su personalidad. Una cosa es la actividad de las personas jurídicas, y otra muy distinta su capacidad de goce. III. EL NOMBRE DE LAS PERSONAS JURIDICAS Según Agustín Remella de todos los signos, el más sencillo, el más natural y eficaz para identificar a una persona, su establecimiento y productos que de él proceden, es el nombre. Ningún sello es más característico, ninguna designación más directa, ni más personal que el nombre.92 Massaguer, afirma que es el signo o medio para la individualización de una persona en el ejercicio de su actividad empresarial93 Sandoval nos dice, a propósito de las sociedades anonimias, que por ser 90 ALESSANDRI, SOMARRIVA (2011), p. 600. 91 LYON (2003), p. 41 REMELLA Agustín, Tratado de la Propiedad Industrial, Madrid, Hijos de Reus, Editores, 1913, Tomo Segundo: Marcas, Nombres, Competencia Desleal y Uniones Industriales, p. 197. 92 MASSAGUER FUENTES José, “Marca”, en Enciclopedia Jurídica Básica, Madrid, Civitas, 1995, p. 4170. 93 88 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. igual que las otras, personas jurídicas distintas de los socios que las componen, “el nombre constituye un atributo de este ente moral, que no puede faltar y, al mismo tiempo, es esta denominación la que permite distinguir a la sociedad de otras, como asimismo, entrar en relaciones jurídicas con terceros”.94 Luego, el mismo autor nos dice a propósito de las sociedades colectivas comerciales, que la razón o firma social es “la manera de distinguir a la sociedad de otros socios y de otras sociedades”. El autor concluye que “es una consecuencia de la personalidad jurídica de la sociedad” y agrega que “de acuerdo con esto, es una mención esencial en la escritura pública de sociedad”. Podemos concluir que, la necesidad del nombre en las personas jurídicas encuentra el mismo fundamento que en las personas naturales: el imperativo de distinguir las individualidades, de modo breve y formal. I. EL NOMBRE DE LAS PERSONAS JURÍDICAS DE DERECHO PRIVADO SIN FINES DE LUCRO: 1. CORPORACIONES Y FUNDACIONES: La denominación de la persona jurídica se la dan los asociados o el fundador. Se indica en el acto constitutivo o fundacional y en los estatutos, y a él se refiere la ley o el decreto del Presidente de la República que autoriza la existencia legal del ente. Generalmente corresponde al objeto que persigue la corporación o fundación.95 Nuestro código civil se hace cargo del nombre de las corporaciones y fundaciones toda vez que señala cuáles son las menciones generales o comunes que deben contener los estatutos de ambas personas jurídicas, siendo algunas de estas y conforme al artículo 548-2 del mencionado código: el nombre y el domicilio. Luego dispone el artículo 548-3 cuales son las exigencias que 94 SANDOVAL, RICARDO (1999), p. 169. 95 ALESSANDRI, SOMARRIVA (1998), p. 572. 89 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. debe cumplir el nombre de estas personas jurídicas: “el nombre deberá hacer referencia a la naturaleza, objeto o finalidad de la persona jurídica”. La misma norma agrega otra exigencia al nombre de estas personas jurídicas: “no podrá coincidir o tener similitud susceptible de provocar confusión con ninguna otra persona jurídica u organización vigente, sea pública o privada, ni con personas naturales, salvo con el consentimiento expreso del interesado o sus sucesores, o salvo si hubieren transcurrido veinte años desde su muerte”. El Reglamento sobre Concesión de Personalidad Jurídica a Corporaciones y Fundaciones (Decreto Supremo de justicia N° 110 de 1979) dispone en su artículo 42 que: "Los estatutos de toda corporación deberán contener: 1) La indicación precisa del nombre y domicilio de la entidad". A su vez, el artículo 31 dice: "Los estatutos de toda fundación deberán contener: a) El nombre, domicilio y duración de la entidad". Es importante destacar que el nombre de una persona jurídica debe ser distinto del nombre de otras personas jurídicas, para evitar confusiones; de lo contrario, el Presidente de la República o el legislador, según el caso, podrían exigir el cambio de la denominación antes de conceder la personalidad jurídica. En este sentido, el artículo quinto del reglamento recién citado establece que: “No se concederá personalidad jurídica a corporaciones o fundaciones que lleven el nombre de una persona natural o su seudónimo, a menos que ésta o sus herederos consientan en ello expresamente mediante instrumento privado autorizado por un notario o hubieren transcurrido 20 años después de su muerte. Tampoco se otorgará el referido beneficio a aquellas cuyo nombre sea igual o similar al de otra existente en la misma provincia. Esta disposición no rige para los Cuerpos de Bomberos, Clubes de Leones y Rotarios que se organicen en el país.” 90 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. II. EL NOMBRE DE LAS PERSONAS JURÍDICAS DE DERECHO PRIVADO CON FINES DE LUCRO: 1. Sociedades civiles: el Código Civil no tiene normas directas, pero da por sentado que debe existir una firma o razón social (art. 2062 del CC.). 2. Sociedades comerciales: Antecedentes: Desde hace mucho tiempo se tiene constancia de que los comerciantes ejercen su profesión bajo nombres especiales, distintos del patronímico propio. Nombres con los que llevan a cabo actos en el ámbito jurídico—y por tanto generalmente de manera escrita— relacionados con sus negocios, por lo que la firma será la modalidad de uso típica de estos nombres. No obstante, también se utilizaban dichos nombres exteriorizándolos en los establecimientos físicos, tiendas, almacenes, etc. Normalmente los comerciantes individuales comparecían en el tráfico jurídico mercantil bajo sus nombres civiles. Los comerciantes asociados fueron los primeros en sentir la necesidad de utilizar un nombre especial distinto de sus nombres propios al explotar un negocio en común.96 Concepto: un nombre comercial es entendido como cualquier signo que resulte útil para identificar a una persona física o jurídica en el ejercicio de su actividad empresarial para distinguirse de actividades idénticas o similares97 2.1. Sociedades comerciales colectivas: El art. 365 del Código de Comercio, señala que la razón social es la fórmula enunciativa de los nombres de todos los socios o de alguno de ellos con la agregación de las palabras “Compañía o Cía”. HAM JUÁREZ, JESÚS; Tesis doctoral: “Nombre Comercial: coordinación normativa y registral con la denominación social. su tránsito hacia la marca de servicio”, Universidad de Barcelona, 2014, p.34. 97 VILALTA NICUESA Aura Esther; MÉNDEZ TOMÁS Rosa M., Acciones para la protección de marcas, nombres comerciales y rótulos de establecimiento, Barcelona, Bosch, 2000, p. 10. 96 91 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. 2.2. Las sociedades en comandita: según el artículo 476 del Código de Comercio, la razón social de la sociedad en comandita, debe comprender necesariamente el nombre del socio gestor si fuere uno solo, o el nombre de uno o más de los gestores si fueren muchos. El nombre de un socio comanditario no puede ser incluido en la razón social. Las palabras y compañía agregadas al nombre de un socio gestor, no implican la inclusión del nombre del comanditario en la razón social, ni imponen a éste responsabilidades diversas de las que tiene en su carácter de tal. 2.3. Sociedades de responsabilidad limitada: el artículo 4 de la Ley 3.918 establece que la razón o firma social podrá contener el nombre de uno o más socios, o una referencia al objeto de la sociedad debiendo, en todo caso, terminar con la palabra “limitada”. De lo contrario, los socios responderán solidariamente con su patrimonio de las deudas de la sociedad. 2.4. Sociedades anónimas: Antiguamente, bajo la vigencia del código de comercio, se exigía que la sociedad anónima tomara el nombre del objeto social. Hoy, la Ley de Sociedades Anónimas (Ley N° 18.046), en su artículo 8 concede amplia libertad: “El nombre de la sociedad deberá incluir las palabras "Sociedad Anónima" o la abreviatura "S.A.". Si el nombre de una sociedad fuere idéntico o semejante al de otra ya existente, esta última tendrá derecho a demandar su modificación en juicio sumario. 2.5. Empresas individuales de responsabilidad limitada: (las cuales si bien no son sociedades, si son personas jurídicas de derecho privado con fines de lucro, unipersonales): su nombre debe contener –al menos- el nombre y apellido del constituyente, pudiendo tener también un nombre de fantasía, sumado al de las actividades económicas que constituirán el objeto o el giro de la empresa y deberá concluir con las palabras “empresa individual de responsabilidad limitada” o la abreviatura “E.I.R.L” (Art. 4 de la ley N° 19.857). 92 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Cuadro resumen:98 PERSONA JURIDICA Sociedad comercial colectiva Sociedad Limitada de Responsabilidad Sociedad en comandita Sociedad anónima Empresa individual responsabilidad limitada de COMPOSICIÓN DEL NOMBRE O RAZÓN SOCIAL (nombre de uno o más de los socios) + (Compañía o Cía.) Dos opciones: 1) (Nombre de uno o más de los socios) + (Cía. Ltda). 2) (Nombre de fantasía) + (objeto principal) + (Ltda.). Nombre de los gestores (Nombre social) + (Sociedad Anónima o S.A.) (nombre y apellido del constituyente o nombre de fantasía) + (objeto o giro de la empresa) + (E.I.R.L) V. EL DOMICILIO Como es sabido, el domicilio consiste en la residencia, acompañada, real o presuntivamente, del ánimo de permanecer en ella (art. 59 del CC.). Sobre el domicilio de las personas jurídicas podemos distinguir dos doctrinas99. 1. Doctrina Negativa. Afirma que las personas jurídicas no tienen domicilio, porque no viven, no reside en parte alguna y son incapaces de la intención necesaria para establecerse en un lugar. Pero luego los partidarios de esta opinión concluyen que la sede de establecimiento hace las veces de domicilio. 2. Doctrina Positiva. La teoría de la realidad de las personas jurídicas reconoce a éstas un domicilio, pues tienen un centro de operaciones, de su actividad social; ocupan un lugar en el espacio, Cuadro resumen de la composición del nombre de las principales sociedades comerciales. 99 ALESSANDRI, SOMARRIVA (2011), p. 391. 98 93 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. donde se las considera ubicadas para todos los efectos jurídicos. . Legislación chilena: Como ya vimos, los arts. 4° y 31 del Reglamento sobre Concesión de Personalidad Jurídica dice que los estatutos deben indicar el domicilio de la corporación o fundación. Por su parte, el artículo 142 del Código Orgánico de Tribunales dispone: “Cuando el demandado fuere una persona jurídica, se reputará por domicilio, para el objeto de fijar la competencia del juez, el lugar donde tenga su asiento la respectiva corporación o fundación. Y si la persona jurídica demandada tuviere establecimientos, comisiones u oficinas que la representen en diversos lugares, como sucede con las sociedades comerciales, deberá ser demandada ante el juez del lugar donde exista el establecimiento, comisión u oficina que celebró el contrato o que intervino en el hecho que da origen al juicio”. Lugar del Domicilio Los artículos 59 al 73 del Código de Bello, resultan útiles también para determinar el domicilio de las personas jurídicas. Empero es menester señalar que la sede estatutaria de la persona jurídica normalmente se fija en su acto constitutivo (art. 352 n° 11 del Cco.), y en frente al silencio de la partes la ley (art. 355 del Cco.) establece que se entenderá domiciliada en el lugar de otorgamiento de la escritura pública100, o bien el del lugar donde se halle la sede principal de los negocios o intereses101. El Código orgánico de Tribunales, particularmente su artículo 142, da algunas luces en esta materia. En esta disposición el legislador establece una presunción “espacial geográfica”, para determinar el domicilio de la persona jurídica y consecuentemente la competencia del juez. VÁSQUEZ (2013), p. 280. Huelga señalar que la sociedad, por ejemplo, puede tener más de un domicilio. 101 ALESSANDRI, SOMARRIVA (2011), p. 579. 100 94 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. Art. 142. “Cuando el demandado fuere una persona jurídica, se reputará por domicilio, para el objeto de fijar la competencia del juez, el lugar donde tenga su asiento la respectiva corporación o fundación. Y si la persona jurídica demandada tuviere establecimientos, comisiones u oficinas que la representen en diversos lugares, como sucede con las sociedades comerciales, deberá ser demandada ante el juez del lugar donde exista el establecimiento, comisión u oficina que celebró el contrato o que intervino en el hecho que da origen al juicio”. V. LA NACIONALIDAD La nacionalidad 102 conforma la identidad política del individuo, establece el vínculo entre una persona y un Estado determinado. Afirmar que una persona jurídica es nacional de un Estado no es más que un modo de identificar qué ley la regirá en lo referente a su capacidad, constitución, representación, funcionamiento, disolución y extinción. La nacionalidad, en otras palabras determina el Derecho aplicable a la respectiva persona jurídica103. En la doctrina se discute si las personas jurídicas tienen nacionalidad, podemos distinguir104 1. Doctrina Positiva. Muchos autores no ven inconveniente en atribuir una nacionalidad a las personas morales. Michoud, por ejemplo, sostiene que la idea de nacionalidad aplicada a estos entes, es la misma que se aplica a las personas físicas, adaptada, como es lógico, a la propia naturaleza de las personas jurídicas. Es la idea de dependencia respecto de la autoridad que gobierna determinado país; en derecho el concepto de nacionalidad de las personas físicas no es otra cosa. La diferencia sólo estriba en la manera cómo la nacionalidad es determinada: hay reglas que no pueden ser aplicadas a las personas “Nuestro ordenamiento jurídico acepta y ha aceptado directamente la caracterización de una persona jurídica como nacional o extranjera, con lo cual reconoce la posibilidad de que puedan ostentar una nacionalidad. En efecto, los artículos 121 y siguientes de la Ley 18.046, sobre sociedades anónimas, consagran la distinción entre compañías chilenas y extranjera”. LYON (2003), p. 52. 103 VÁSQUEZ (2013), p. 279 104 ALESSANDRI, SOMARRIVA (2011), p. 581 102 95 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. jurídicas porque emanan de hechos inherentes a la vida física, como el nacimiento en un territorio (jus soli) o la filiación (jus sanguinis). Pero la nacionalidad, una vez determinada, concluye Michoud, producirá para los entes morales los mismos efectos que para las personas físicas, en tanto que estos efectos sean compatibles con su naturaleza peculiar. Se ha refutado la explicación de Michoud en tanto que si se procura la nacionalidad de las personas morales para señalarles un domicilio legal y jurídico de sumisión, la nacionalidad está de más, porque ese domicilio se encuentra ya determinado por la radicación que el mismo domicilio indica. 2. Doctrina negativa. Entre los argumentos para considerar inaplicable el concepto de nacionalidad a las personas jurídicas encontramos: - La nacionalidad supone sentimientos y afectos (como los que nacen del patriotismo) de que sólo son capaces los individuos físicos, y una persona jurídica, dice Pepy, no siente ni ama. El vínculo que liga una persona a un Estado determinado, o sea, la nacionalidad, surge de la filiación (jus sanguinis), o del nacimiento (jus soli) o de la voluntad (naturalización) y genera relaciones de derecho público o político, derechos y deberes particulares (desempeño de ciertos cargos reservados sólo a los nacionales, prestación del servicio militar, etc.). Situaciones que sólo se observarían en las personas naturales (filiación, nacimiento y voluntad, aunque esta última es bastante discutible). Niboyet sostiene que las personas jurídicas sólo tienen un estatuto jurídico que es el otorgado por las leyes del país donde se han constituido y funcionan válidamente. Dicho estatuto no es una nacionalidad, por la misma razón de que tampoco lo es la ley aplicable a un contrato o a una sucesión. Importancia de la nacionalidad de una persona jurídica y evolución de los distintos criterios:105 La nacionalidad de una persona jurídica puede tener importancia cuando 105 DUCCI (2005), p. 165 96 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. ella actúa en otro país y puede plantearse internacionalmente el problema del derecho aplicable en caso de controversia. Al respecto, tradicionalmente en Europa existían criterios distintos: 1. El criterio de la sede social: una sociedad tiene la nacionalidad del país en que tiene ubicada su sede social (criterio de los países de Europa continental). 2. El criterio de la autorización: la nacionalidad de la sociedad era la del Estado que la autorizó a funcionar como tal (criterio de los países del common law). Las grandes guerras mundiales crearon problemas nuevos; en especial cual es la vinculación de una sociedad a un Estado que autorice a ésta para otorgarle protección diplomática y se establece: una analogía entre las reglas que rigen la nacionalidad de las sociedades y las que rigen para los individuos. Posteriormente surgen problemas relacionados con la protección diplomática de intereses nacionales que formaban parte de una sociedad extranjera a la que se inferían daños en cualquier país. También se presenta el caso de ciudadanos de un país que constituían una sociedad en un país distinto para que tuviera la nacionalidad de este. Así podían realizar actos que en su calidad de extranjeros les eran prohibidos o ilícitos personalmente. Surge así un cuarto criterio: 4. Teoría del control: la nacionalidad de una sociedad está determinada por la nacionalidad de las personas que controlan sus decisiones. A nivel internacional, la última decisión jurisdiccional sobre la materia fue dada a conocer por la Corte Internacional de Justicia el 5 de febrero de 1970, que descartó el criterio del control y siguió considerando válidos para determinar la nacionalidad de las personas jurídicas, a efectos de la protección diplomática, los criterios de la sede social y el de la autorización. Por lo tanto, existen a nivel teórico, distintos criterios106: 106 Ibídem, p. 582. 97 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. i. Subjetivo- individual: Según el cual la nacionalidad de las personas jurídicas de Derecho privado derivaría de la nacionalidad de sus miembros. ii. Subjetivo- orgánico: La nacionalidad estaría determinada por la sede social principal o la de los intereses de la persona jurídica. Correspondería con el criterio de la sede social usado tradicionalmente en los países de Europa continental. iii. Objetivo: Desde esta perspectiva, la nacionalidad dependería del territorio en que se encuentren los bienes. iv. Constitutivo: La nacionalidad dependería del Estado que autoriza o reconoce la persona jurídica, o en el que se celebra el acto constitutivo. Correspondería al criterio de la autorización utilizado en los países del common law. En nuestro país, no existe una solución clara y expresa al respecto. Sin embargo, puede extraerse del artículo 14 de Código civil que son chilenas las personas jurídicas que se hayan constituido en Chile de acuerdo a la ley chilena, las demás son extranjeras107. Se seguiría así el último criterio apuntado, esto es, el criterio constitutivo108. En igual sentido el Código de Bustamante en su artículo 16 indica “La nacionalidad de origen de las Corporaciones y de las Fundaciones se determinará por la ley del Estado que las autorice o apruebe”. VÁSQUEZ (2013), p. 279. Ello sin perjuicio de que determinadas personas jurídicas extranjeras, como por ejemplo las sociedades, sean reconocidas en Chile. Para mayor profundidad véase ALESSANDRI, SOMARRIVA (2011), p. 587 y ss. 107 Para mayor profundidad sobre el tratamiento de las personas jurídicas constituidas en el extranjero que tratan de establecer relaciones jurídicas en Chile, véase LYON (2003), pp. 52- 56. 108 98 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. BIBLIOGRAFÍA ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo, SOMARRIVA UNDURRAGA, Manuel (2011): Tratado de Derecho civil. Parte preliminar y general. Tomo primero (Santiago, Editorial jurídica de Chile), pp. 578- 601. DUCCI CLARO, Carlos (2005): Derecho civil. Parte general (Santiago, Editorial jurídica de Chile), pp. 164- 171. HAM JUÁREZ, JESÚS; Tesis doctoral: “Nombre Comercial: coordinación normativa y registral con la denominación social. Su tránsito hacia la marca de servicio”, Universidad de Barcelona, 2014, p.34. LYON PUELMA, Alberto (2003): Personas jurídicas Ediciones Universidad Católica de Chile), pp. 37- 62. (Santiago, MASSAGUER FUENTES José, “Marca”, en Enciclopedia Jurídica Básica, Madrid, Civitas, 1995. REMELLA Agustín, Tratado de la Propiedad Industrial, Madrid, Hijos de Reus, Editores, 1913, Tomo Segundo: Marcas, Nombres, Competencia Desleal y Uniones Industriales, p. 197. SANDOVAL LOPEZ, Ricardo (1999): Sociedades de personas y de capital. Tomo I. Volumen II (Santiago, Editorial jurídica de Chile). VÁSQUEZ PALMA, María Fernanda (2013): Legal Publishing), pp. 277- 283. Sociedades (Santiago, VILALTA NICUESA Aura Esther; MÉNDEZ TOMÁS Rosa M., Acciones para la protección de marcas, nombres comerciales y rótulos de establecimiento, Barcelona, Bosch, 2000, p. 10. 99 Dr. Ruperto Pinochet Olave Derecho Civil. Parte general y Personas. 100