Nombre: Dayrene Labrada Díaz. En ese entramado, la Ley Helms-Burton tiene el propósito de asfixiar a la economía cubana e “incrementar las carencias de la población”, buscando perpetuar el clima de hostilidad entre Cuba y los Estados Unidos. Esta normativa, creada en 1996 y firmada por el entonces presidente de los Estados Unidos, William Clinton, refuerza el bloqueo impuesto por los gobiernos estadounidenses desde 1962. La oficialmente denominada Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubanas “impone sanciones a directivos de empresas extranjeras que realicen transacciones con propiedades estadounidenses nacionalizadas en Cuba y la posibilidad de demandas en tribunales de EE.UU”, así lo refleja el informe sobre las afectaciones del Bloqueo a Cuba del año 2019, publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Bajo este precepto, el Gobierno estadounidense cree tener las facultades para “restablecer las instituciones democráticas en Cuba por medio de la presión de un embargo económico general y proteger las reclamaciones de nacionales de los Estados Unidos que tenían propiedades confiscadas indebidamente por el Gobierno cubano”. Mientras que el Título IV de la Ley Helms Burton prohíbe la entrada a territorio estadounidense de las personas demandadas en virtud del Título III.