II. OBJETIVOS Objetivos generales y específicos • Toda investigación se compone de un objetivo general y varios específicos. • El primero deriva directamente de la pregunta de investigación y se construye tomando cómo base a esta, es el fin de la investigación (a menudo determina también el título del ensayo). • Los segundos son las medios o metas necesarios por los que hay que pasar para lograr el anterior y actuan cómo una suerte de guía para el que investiga. • Por tanto es recomendable que se siga para su formulación un modelo deductivo tal como se indica arriba. • Sin embargo es también posible seguir un modelo inductivo planteando primero los específicos y luego sintetizándolos en el general. • Debido a que se va a juzgar el cumplimiento de todos y cada uno de los mismos no es recomendable plantear nunca más de tres objetivos específicos (tampoco menos). S.M.A.R.T. • Debido a que los objetivos deben ser siempre claros y concretos a la hora de de su formulación se recomienda utilizar una metodología conocida con el acrónimo inglés S.M.A.R.T. (inteligente). • “Speficic” (Específico), como su nombre indica deben de evitarse objetivos poco precisos, para ello se deben tener en cuenta las preguntas “qué”, “por qué”, “quién” “dónde”, “cómo”, “cuándo” y “para qué”. • “Mesurable” (cuantificable), todo objetivo tiene que poder identificarse y justificarse su cumplimiento. • “Attinable” (alcanzable), todo objetivo tiene que responder a unas espectativas realistas, si existe el riesgo de no poder cumplirse debe rechazarse o comprometería negativamente nuestra investigación. • “Relevant” (relevante), cómo se decía anteriormente, nuestras investigaciones deben tener un interés más allá de lo personal, y buscarse una relevancia social o científica • “Time bound” (ajustado al tiempo), la consecución de nuestro objetivo tiene que responder a un cronograma sensato y realizable, también es necesario aqui tener en cuenta el aspecto de la factibilidad y los recursos (aunque no lo parezca este es uno de los puntos más complicados) Redacción de los objetivos • La reacción de los objetivos debe ser sencilla y correcta, usando un lenguaje concreto y ciéntifico, libre de ambiguedades. • Siempre estarán redactados con verbo en infinitivo al principio, evitándose su repetición e irán siempre acompañados del objeto de estudio, el método (“cómo”) y si se trata del general la justificación (“para qué”). • La elección de los verbos no es casual puesto que se corresponden con un área específica cognitiva (Taxonomía de Bloom) tal como se desarolla en la sección siguiente y se debe evitar verbos subjetivos y no evaluables como “conocer” y “saber” (ver S.M.A.R.T.) • Las diferentes áreas a trabajar parten de la seleccionada en primer lugar en el objetivo general, y nunca debe de ser jerárquicamente superiores a las de éste. Áreas cognitiva • Conocimiento: memorización y conceptualización de datos y procesos específicos “definir”, “describir”, “mencionar”y “identificar”. • Comprensión: entendimiento de las causas, consecuencias y sentido de un objeto u hecho “explicar”, “interpretar”, “reconocer”, “comparar” • Aplicación: instrumentalización del conocimiento adquirido a situaciones diversas con un fin práctico “aplicar”, “resolver”, “desarollar”, “demostrar”, “elaborar”, “utilizar”, “realizar”, “preparar”. • Análisis: división de un problema en sus partes para el estudio pormenorizado de las mismas “elaborar”, “diseñar”, “construir”, “crear”, “organizar”. • Evaluación: valoración de los resultados obtenidos para un determinado fin “juzgar” “criticar”, “cuestionar”, “valorar”, “defender”, “estimar”