1. Consejos para escribir prosa “No me digas que la luna está brillando, muéstrame el destello de la luz en los vidrios rotos — Antón Chéjov El lenguaje que empleamos para contar una historia es tan importante como la trama. Tus palabras son las que transportarán al lector a la experiencia que quieras mostrarle. El lenguaje es el otro gran protagonista de todas tus historias, y usarlo debidamente te llevará al éxito o al fracaso. Posiblemente este sea el punto más difícil de enseñar a escribir, pues es uno cuyas lecciones varían mucho entre autores. Además que se tardan literalmente años en aprender a escribir una buena prosa. Escribir es un oficio, y por ello lleva tiempo aprenderlo. El lenguaje es uno de los aspectos claves de la propia historia. Cómo lo expresas le da otro tono y sensación a las historias. ¿Es un lenguaje de frases cortas y rápidas? ¿O es un lenguaje pausado y de frases enrevesadas? Cada historia necesita un tipo de lenguaje acorde a lo que quieres contar. Conecta siempre tu historia con la prosa que empleas. Hay toda clase de estilos de escritura. No hay leyes escritas en piedra que deban cumplirse a rajatabla para tener que escribir una buena historia. Pero si que hay algunos principios importantes que la mayoría de escritores están de acuerdo en su aplicación y que ayudan enormemente a mejorar la manera de expresarnos en este medio. ·Muestra, no cuentes: El mantra del escritor por excelencia con infinidad de aplicaciones y ramificaciones. No escribas que un personaje tenía hambre, di que abrió el frigorífico y devoró todo lo que encontró. No escribas que un personaje tenía miedo, escribe que sus piernas le fallaron y se derrumbó en el suelo. El lector se siente más inmerso si lo muestras de esta manera en vez de explicarles todo el rato lo que pasa. Otra manera de verlo sería: no lo expliques, descríbelo. Por supuesto que de vez en cuando es bueno y acertado señalar una emoción o un pensamiento concreto, pero en general es más inmersivo si te centras en la descripción y la evocación. No subestimes a tus lectores, ellos saben interpretar lo que están leyendo. ·Céntrate en el verbo, no en el adjetivo: Los escritores primerizos se suelen obsesionar en describir con constantes adjetivos y de adverbios. Pero el mayor peso debería caer en el verbo, pues es el que lleva la acción de la frase y por tanto la importancia. No es lo mismo decir “Rubén hizo un agujero profundo” que “Rubén cavó en las profundidades”. Si hay verbos que expresen mejor la acción tienes que utilizarlos. Intenta no abusar de los adjetivos y de los adverbios, esos son especias a la prosa, pero no es la materia principal. De la misma manera, una acción describe mejor cómo es un personaje que un adjetivo. Da igual que digas que “Sergio era valiente” si luego al luchar sale huyendo o emplea tácticas sucias. Tienes que mostrar a través de sus acciones cómo es y que el lector ya saque sus conclusiones. ·Atribución: Combina gestos, acción y expresión en tus diálogos. Es muy fácil querer decir una frase larga sin pausas, pero eso cansa muchas veces y pierdes una gran oportunidad de expresar más. No es lo mismo: “No me gusta que me toquen los lapiceros. Ni siquiera desde pequeña en el colegio. Me ponía de los nervios y me sigue molestando” que “No me gusta que me toquen los lapiceros” dijo Sara alejando su estuche. “Ni siquiera desde pequeña en el colegio. Me ponía de los nervios y me sigue molestando” dijo mientras cerraba los ojos y la cremallera al mismo tiempo.” Esas atribuciones dan pausas (los “dijo”) que cortan la frase y luego la continúan, creando fluctuaciones de ritmo que a su vez causan un pico de atención. Y si lo sigues con gestos que muestren algún tipo de emoción o “subtexto” (lo que no se dice con palabras, lo que está escondido por debajo) entonces mejor que mejor. Y no estéis complicando las atribuciones con “expresó”, “gritó”, “vociferó” y demás variaciones. Crees que queda bien pero su uso excesivo acaba molestando al lector. ·Escribir es evocar: la buena escritura es la que nos evoca imágenes nuevas a través de metáforas o expresiones inesperadas. Esto tiene que ver también con lo de “muestralo, no lo cuentes.” No es lo mismo escribir que un personaje “estaba feliz” a que “su cabeza era un globo lleno del aroma de la primavera.” No es lo mismo decir que un personaje se siente débil y enfermo que escribir que su cuerpo estaba hecho de gelatina de hospital caducada. Una excelente manera de aprender a evocar es leyendo mucha poesía. Todos los escritores de ficción deberían tener una vena de poesía, pues eso enriquece grandiosamente la manera de expresar la prosa. Para evocar haz uso de las expresiones que sólo tú eres capaz de crear. Crea metáforas, aprende de la poesía y usa un detalle memorable para cada escena/frase (los cinco sentidos). Tienes una manera única e irrepetible de expresarte. No ocultes tu voz. ·Haz que cada descripción sea memorable: Si quieres que la gente se quede con tus descripciones escoge un detalle sensorial o un elemento emocional (tanto personal para ti como para los personajes). Esta técnica ayuda enormemente a que el lector se quede mejor con lo que acaba de leer, ya que las descripciones “en seco” pueden llegar a pasarse por encima sin darles importancia. Por eso hay que hacer que cada descripción se sienta única. Por ejemplo, si en un párrafo estás mostrando un parque, evoca la experiencia sensorial del olor de la hierba recién cortada o de la humedad en verano. O puedes ir por la ruta emocional, diciendo que el protagonista recordaba la vez en que rompió con su primera novia en el puesto de helados, o que ver los árboles talados le transmite la sensación de haber sido amputado. No aburras al lector, tienes pocas palabras y el lector tiene déficit de atención. Utilizalas como un arma de fuego. Que cada frase sea un disparo. Que cada palabra sea un fuego artificial y que tus lectores esperen con expectación la siguiente frase. Que los fuegos artificiales se conviertan en explosiones en el cielo. EJERCICIO PRÁCTICO: Fíjate en tu segundo borrador y analiza frase por frase si podría mejorar en uno de los siguientes elementos de prosa; muestra, no cuentes; evoca; céntrate en el verbo; atribución; expresa la trama en el lenguaje más adecuado al tipo de historia. Enseguida verás cosas que pueden mejorar utilizando estos principios. Toma una frase de cada que ejemplifique cada uno de estos consejos y realiza los cambios que veas convenientes. Luego compara lo anterior con lo posterior. Sin duda verás que ha habido mejora. En mi web publico y comparto todos estos consejos y muchos otros sobre cómo escribir mejor, espero que también os sean de mucha ayuda en vuestro camino como escritor. Es difícil pero cuando escribáis esa frase que os ponga los pelos de punta os aseguro que valdrá la pena. Recomendaciones de lectura y referencias mencionadas: ·”Consider this” de Chuck Palahniuk: Para mi, este es el mejor libro sobre escritura que he leído en mi vida. Palahniuk es un autor mordaz que no se corta la lengua ni en sus historias ni en sus consejos prácticos. Aquí he aprendido técnicas y conceptos que nunca antes había oído y que desearía haber escuchado al principio de mi trayectoria. Una absoluta bestia que recomiendo leer encarecidamente. Y si os interesa escuchar más a Palahniuk, os recomiendo este podcast con James Altucher ·”How to write great dialogue”: Un gran video sobre cómo escribir buenos diálogos, algo que también está muy relacionado con la prosa. No he hablado mucho sobre el diálogo de forma directa durante el curso y me parece importante mencionarlo. Este video es un gran punto de partida con ideas claves para su aplicación. ·”How to write descriptively - Nalo Hopkinson”: Un buen resumen de la idea esencial de evocar a través de las palabras y de no limitarse simplemente a la descripción visual cuando escribimos.