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Zeig Jeffrey K - Terapia Cortada A La Medida

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Terapia cortada a la medida
Un seminario ericksoniano con Jeffrey K. Zeig
Instituto Milton H.
de la ciudad de México
Editorial México. 1991
Introduccion en el Instituto Milton H. de la ciudad de México
Trabajamos con hipnosis natural, durante la cual la persona permanece despierta y participando activamente en su
propio proceso.
Partimos de que todos los seres humanos tendemos a crecer y a estar bien, pero a lo largo de nuestras vidas, las
circunstancias que nos toca vivir, van propiciando atorones en el crecimiento. Pensamos que las dificultades son
parte de la vida. Están ahí para ayudarnos a desarrollar habilidades y se convierten en problemas cuando nos
encontramos atorados en el crecimiento o no tenemos a la mano los recursos para resolverlas y seguir creciendo con
ellas.
Proponemos que la psicoterapia es un proceso que se da entre dos seres humanos para crecer aprendiendo a bien
usar cualidades, defectos, cosas resueltas y cosas por resolver. Estos dos seres humanos son dos expertos que se
encuentran para realizar un trabajo en común. Está el experto en sí mismo, que es la persona que consulta, y el
experto en las técnicas, el terapeuta, colaborando para ayudar al primero a cambiar desde adentro, en su estilo y a su
ritmo, lo que quiere cambiar, para crecer y lograr sus objetivos, aprendiendo a disfrutar la vida, saludablemente. En
este proceso, el terapeuta acompaña y cuida a la persona en terapia para que llegue a sus metas, aprovechando sus
recursos y todo aquello que surge en el camino como herramientas para facilitar el cambio.
Trabajamos con este enfoque ayudando a manejar problemas emocionales y de salud física y promoviendo el
crecimiento personal, a través de sesiones individuales, de pareja, de familia y en grupos.
Ofrecemos talleres de entrenamiento para profesionales de la salud y de autohipnosis para el público en general.
Conocí a Jeffrey K. Zeig durante el Cuarto Congreso Ericksoniano realizado en la ciudad de San Francisco en
diciembre de 1988. Jorge Abia y yo habíamos editado el video de mi operación de vesícula sin anestesia. Lo llevé a
San Francisco, se lo presenté al Dr. Joseph Barber, especialista en control de dolor, y él organizó que lo mostrara a
un pequeño grupo fuera de programa. Por otro lado, los latinoamericanos que asistíamos al Congreso nos reunimos
para salir e intercambiar ideas. Entre ellos estaba Mirta Ghiorzy Volek, argentina radicada en Phoenix, que en ese
momento era terapeuta de la Clínica de la Fundación. Ella nos presentó, a Marta Fernández, Rosemary Eustace y a
mí, que íbamos de México, con el Dr. Jeffrey K. Zeig, Presidente de la Fundación Miltón H. Erickson, y con
Michael Liebmann, director de la Clínica. Hablamos de mi operación de vesícula y de las dificultades que los
terapeutas americanos tenían para trabajar con las familias mexicanas radicadas en Arizona, porque muchas veces
era difícil entender sus valores, sus costumbres, e incluso su relación con el sistema de salud formal. Al terminar el
Congreso, nos invitaron a que fuéramos Marta, Jorge y yo, a visitar la Clínica en Phoenix e impartir varios talleres
sobre psicoterapia transcultural, junto con Mirta y Guillermo Argueta Bernal, salvadoreño que dirige el Programa de
Psiquiatría Externa y la Clínica de Medicina Conductual del Medical College of Ohio, gran amigo desde entonces.
Esto sucedió en mayo siguiente. Presentamos los talleres, tuvimos la oportunidad de revisar los archivos de videos
de la Fundación y de ver trabajar a los terapeutas de la Clínica, intercambiar ideas y experiencias con ellos y con
Jeff.
Durante esa visita a Phoenix tomamos la decisión de abrir un instituto ericksoniano en la Ciudad de México.
Siguieron trámites, la aprobación formal, varias visitas de Jorge y mías a Phoenix, numerosos contactos con Jeff a
través de cartas y durante sus viajes a Guadalajara para impartir seminarios, y mucho trabajo de organización para
formalizar lo que ya veníamos haciendo. Este Taller constituye la primera visita formal de Jeffrey K. Zeig a nuestro
Instituto. Su autorización para transcribirlo y publicarlo es una muestra, entre muchas otras, de su apoyo, su
confianza y calor humano. Para mí, es un honor haber realizado este trabajo.
Al hacerlo, respeté la secuencia del seminario. El capitulaje es un intento de ofrecer al lector una guía, aunque el
estilo de exposición consiste en ir introduciendo temas que se amplían más adelante. IMS lectores descubrirán cómo
el Dr. Zeig va avanzando en forma de espiral, completando y enriqueciendo más y más los temas que antes se
iniciaron. Realicé mi mejor esfuerzo para redactar este trabajo en un español tan fluido y fresco como su inglés.
Desafortunadamente, no es posible plasmar en el papel las inflexiones y el tono de la voz, así como lo que transmite
mediante el movimiento y la postura de su cuerpo porque, como él dice de Erickson, al estar enseñando está al
mismo tiempo hipnotizando y haciendo terapia, envolviendo para regalo las ideas que transmite. Quienes asistimos
al seminario podemos dar testimonio de que recibimos una comunicación que nos hizo sentir diferentes.
Aunque su estilo es distinto al de Miltón Erickson, Jeffrey Zeig es más orientado al interior mientras que su maestro
era más bien externo, tiene incorporadas sus posiciones (ver capítulo 4). Jeff demuestra en su vida cotidiana que la
terapia empieza en casa, pero en la casa del terapeuta, no sólo envolviendo para regalo las ideas que nos transmite
sino cortando a la medida sus interacciones. Respecto a esto último, quisiera contarles una anécdota. La segunda vez
que Jorge y yo visitamos Phoenix, en noviembre de 1989, llegamos al estacionamiento de la Fundación cuando Jeff
estaba bajando de su coche con el saco y el portafolio en la mano. Al verlo, corrí con los brazos abiertos y gritándole
con mucho gusto: "¡Hola Jeff, ya estamos aquí!". Lo abracé y lo besé en la mejilla antes de que él pudiera
reaccionar. Jorge me regañó diciéndome que mi estilo Latino, o muy personal, estaba fuera de lugar con el
Presidente de la Fundación que era un hombre serio, sobrio, callado. Cuando fui a recogerlo al aeropuerto, siete
meses después, apenas me vio, se acercó a mi con los brazos abiertos diciendo en un tono de voz más bien alto:
"¡Hola Teresa, ya llegué, hagan conmigo lo que quieran!".
En el capítulo 4 Jeff nos habla de la posición humanista de Erickson y de cómo cobraba muy poco por sus
enseñanzas. Cuando terminó el seminario y le pagué sus honorarios, me preguntó si habíamos tenido ingresos
suficientes para cubrir todos los gastos. Le respondí que no y me devolvió la cantidad que nos faltaba para que el
Instituto no perdiera. Esta anécdota es sólo una muestra de los muchos momentos en que hemos recibido su apoyo
de distintas maneras.
Yo tenía planeado realizar una entrevista sobre su vida personal para presentarlo en esta introducción. Supe que
venía a pasar vacaciones a Puerto Vallarla con su hija y, en un primer momento, se me ocurrió que era la ocasión de
tomar el avión eirá entrevistarlo. Sin embargo, recordé su llegada al aeropuerto de la Ciudad de México, a mi estilo,
y decidí devolver la cortesía. En lugar de tomar el avión, de acuerdo con lo que me dictaría mi estilo intrusivo, le
llamé por teléfono para decirle que me gustaría una entrevista con él para la introducción y me respondió que
podríamos utilizar la que le había hecho Michael Yapko, editor del Newsletter de la Fundación, para este periódico.
Y así fue. Le agradezco al Dr. Yapko el permitirnos reproducirla en este libro.
Una entrevista con el Dr. Jeffrey K. Zeig
Jeffrey K. Zeig es un psicólogo clínico en su práctica privada. Ha coordinado talleres sobre técnicas ericksonianas
en cuatro continentes. Editó Un seminario didáctico con Milton H. Erickson. (Publicado en español por Amorrortu)
en donde también escribió un comentario. Editó además Ericksonian Approaches to Hypnosis and Psychotherapy y
Ericksonian Psycholherapy (dos volúmenes). Es autor de Experiencing Erickson. El Dr. Zeig ha organizado
cuatro Congresos Internacionales sobre el enfoque ericksoniano y dos Conferencias de La evolución de la
Psicoterapia, una en 1985 y otra en 1990.
Michael Yapko Quisiera comenzar esta entrevista pidiéndote alguna información biográfica anterior al día en que
conociste a Erickson. Después iremos desde ese momento, como un punto de transición, hacia cualquier cosa que
hayas realizado hasta ahora.
Jeffrey K. Zeig Crecí en la ciudad de Nueva York, en el Bronx. Mi familia se mudó después a Hicksville, Nueva
York, un suburbio del condado de Nassau. De ahí, me fui a la Universidad del Estado de Michigan. Después, trabajé
un año en un hospital psiquiátrico en Lansing. En 1970 me mudé a Palo Alto, California, en donde hice trabajos de
organización política en el Instituto para el estudio de la no violencia, organizado por Joan Baez e Ira Sandperl. Era
la época de la guerra de Vietnam y básicamente organizábamos una especie de resistencia contra la guerra, pero
también contra la violencia institucional, por ejemplo, contra la medicina institucional. Lentamente fui pasando de la
organización política a la psicología. En 1973 obtuve en San Francisco una maestría en Psicología Clínica. Esto fue
poco tiempo después de haber ido a Phoenix por primera vez y conocer al Dr. Erickson.
M.Y. Me parece que te saltaste tu infancia. Vamos hacia atrás y haznos algunos comentarios sobre el pequeño Jeff
Zeig.
J.Z. Honestamente, tengo una amnesia bastante grande sobre mi infancia. En este momento, no tengo en mente
muchos recuerdos. Soy el mayor de tres hermanos. Tengo dos hermanas. Una es tres años y medio más chica que yo
y la otra nueve y medio años menor. Mi padre era empleado postal y teníamos un departamento de una sola
recámara en el Bronx, en el cuarto piso de un edificio de techos altos. Mi hermana y yo dormíamos en la recamara,
mis padres en un sofá cama en la sala. Cuando nació mi hermana más chica y yo tenía diez años, nos mudamos a
Long Island a una casa. Para entonces, mi padre se había superado dedicándose a ventas.
M.Y. ¿Qué nos puedes compartir sobre tus intereses o lo que acostumbrabas hacer cuando eras niño? O algo que
recuerdes con mucho afecto de tu juventud.
J.Z. ¿Cosas instrumentales que hayan marcado (afilado, grabado) mi vida...?
M.Y. Incluso cosas que no sean necesariamente instrumentales pero que nos permitan conocer qué clase de niño
eras.
J.Z. Creo que una de las cosas que marcó mi vida fue que yo era muy chiquito físicamente. Esta era una
característica que me distinguía mucho. Ingresé a la pubertad muy tarde en mi vida y siempre, en todos lados, era el
más chico. Probablemente fui el hombre más bajito en mi grupo al graduarme de high school. Tal vez sea una
exageración, pero casi era así. No fue sino hasta los dieciocho años que entré realmente a la pubertad. Tuve un
desarrollo muy, muy tardío, pero aún así siempre fui activo y organizador.
En high school fui presidente del Key Club que era algo así como una organización de servicio de los estudiantes.
Salíamos a hacer obras buenas en la comunidad. Antes de esto, fui voluntario en un centro para niños con carencias
emocionales. Era altruista. Siempre pensaba en hacer cosas altruistas, dar algún tipo de servicio. No recuerdo que mi
familia me haya orientado especialmente en este sentido, sin embargo, tenía como valor hacer obras buenas.
Crear la Fundación Erickson fue una extensión de esta orientación al servicio. Erickson fue mi maestro durante seis
años y medio, entre mi primera visita a Phoenix en 1973, y cuando murió en 1980. Fue altruista en su manera de
enseñarme. Yo no tenía dinero y me dio entrenamiento gratuito. De manera similar, durante más de siete años
encabecé la Fundación Erickson sin ninguna remuneración. Sólo durante los últimos dos años he recibido como
pago un salario equivalente al que recibe una secretaria en la Fundación.
M. Y. Es toda una vuelta pasar del activismo político a estudiar con Erickson. ¿Cómo hiciste esa transición?
J.Z. Organización y altruismo han sido siempre un eje central en mi vida. Ahora, más que hacer organización
política, organizo eventos relacionados con la psicología. Yo organizaba cosas en el College. Fui muy activo en las
organizaciones estudiantiles. Era parte de un grupo que estableció uno de los primeros centros de intervención en
crisis, "El oído que escucha", que todavía existe. En este lugar conocí a Stephen Lankton que también era muy
activo. Mi entrenamiento en ese momento era rogeriano, un entrenamiento que desarrolla la habilidad para escuchar.
Eso reforzó mi interés en la psicología.
Cuando fui a ver a Erickson en 1973, estaba saliendo de mi período de protesta. Tenía el cabello muy largo; si lo
restiraba hacia abajo, llegaba a la mitad de mi espalda. Usaba camisas flojas fuera del pantalón, que era de mezclilla,
y huaraches. Así fui a visitar a Erickson por primera vez. Probablemente traía puesta una camiseta larga, como
vestido. Cuando regresé a verlo por segunda vez, me corté el pelo como lo traigo ahora y cambié mi forma de vestir.
Recuerdo que fue una transición abrupta.
Cuando visité a Erickson en 1973 estaba estudiando análisis transaccional con Bob y Mary Goulding. Resulta que
una semana hice análisis transaccional, con su modelo de Redecisión, y la semana siguiente, terapia ericksoniana,
justo cuando visité a Erickson.
En 1974, presenté uno de los primeros trabajos que hice sobre Erickson en el Instituto occidental para la terapia
familiar y grupal que dirigían Bob y Mary Goulding. Parte del entrenamiento como analista transaccional consistía
en hacer presentaciones a los compañeros de grupo. En esa época, todavía no tenía claro si me iba a mover hacia el
enfoque ericksoniano o si iba a permanecer en el análisis transaccional. El trabajo de Bob y Mary me había
impresionado muy favorablemente y había aprendido muchas cosas valiosas de ellos.
M.Y. Dices que no estabas seguro si te ibas a quedar con Erickson o con los Goulding. ¿Cuándo tomaste la decisión
de enfocarte al trabajo de Erickson y qué fue exactamente lo que hiciste o dijiste que lo convenció de tomarte
seriamente como su estudiante?
J.Z. En el libro de Experimentando a Erickson (Experiencing Erickson, publicado por Brunner Mazel), describo
cómo lo conocí. No vas a querer que lo repita aquí, ¿verdad?
M.Y. Sí, si quiero.
J.Z. Déjame agregar algunos detalles que no he contado antes. Estaba estudiando para obtener mi grado de maestría;
era un programa muy bueno en la Universidad Estatal de San Francisco. Durante el primer año, pasabas cuatro días
en clases y uno realizando trabajo de campo; durante el segundo año, pasabas cuatro días en trabajo de campo y uno
en clases. Mi lugar de trabajo de campo estaba en el Hospital Sequoia en Redwood City, dentro de la unidad de
internamiento psiquiátrico. Yo ya había trabajado con pacientes psiquiátricos internados y quería continuar
haciéndolo. Estaba ahi medio tiempo y el otro medio tiempo en la "Casa" de Redwood que era parte del Sistema de
Salud Mental del Condado de San Mateo. Ahí pasaba dos días a la semana haciendo terapia con pacientes externos.
El supervisor de los pacientes internos en Sequoia era un psiquiatra, Charles O'Connor, que también era jefe de la
unidad. Sabía algo de hipnosis. Yo quería aprender hipnosis, porque no sabía nada. Le pregunté si me podía enseñar
como parte de nuestra supervisión. Me invitó a su oficina y me hizo una inducción hipnótica que me asustó
muchísimo. Yo tenía miedo de la hipnosis. Empezó haciéndome fijar la mirada y tuve visión de túnel. Esto me puso
en alerta inmediatamente porque nunca creí que la visión de túnel fuera algo que me pudiera ocurrir. No sabía qué
hacer con mi visión que se iba poniendo negra. Nunca antes había tenido visión de túnel; fue un poco traumático
para mi.
El era un buen practicante de la hipnosis. Recuerdo que estaba moviendo mis dedos con impaciencia. El fue el
primero en introducirme, en forma experiencial, a la idea de utilización. Me dijo que a medida que movía los dedos,
empezaría a ver su movimiento... a poner atención a su ritmo... que el ritmo cambiaría... primero incrementándose y
después disminuyendo... y que entonces entraría en un estado de trance. Me sorprendió la forma en que utilizó mi
comportamiento.
Como quería aprender más de hipnosis, le pregunté qué podía leer. Me dijo que leyera el único libro que se había
escrito sobre Erickson hasta ese momento, el compendio de Haley: Técnicas avanzadas de hipnosis y terapia
(Advanced Techniques of HvpnosisandTherapy). Conseguí una copia y me puse a leer los diferentes artículos. ¡Me
pareció increíble! Empecé a comparar entre lo que Erickson hacía y lo que yo había estado aprendiendo sobre las
técnicas rogerianas y los enfoques psicoanalíticos. Me quedé mesmerizado por lo que Erickson estaba haciendo. Se
encontraba años luz de todo lo que me era familiar o había conceptualizado.
Rápidamente escribí una carta a una prima que estudiaba enfermería en Tucson. Le dije: "Ellen, empecé a estudiar
hipnosis. Si vas a Phoenix, Arizona, por favor visita a Miltón Erickson. Ese hombre es un genio. Acabo de empezar
a estudiar su trabajo". Mi prima Ellen me contestó la carta diciéndome: "¿Recuerdas a mi antigua compañera de
cuarto, Roxanna Erickson?" Ellen había vivido con Roxanna, una de las hijas de Erickson. Habían estado estudiando
Antropología en México. Se conocieron, se cayeron bien y se fueron a vivir juntas a San Francisco. Le escribí una
carta a Roxanna y otra a Erickson, junto con la copia de un artículo que había enviado al "American Journal of
Clinical Hypnosis" sobre el uso de una técnica ericksoniana naturalista para curar alucinaciones auditivas en
esquizofrénicos. Este fue mi segundo artículo. Antes, había publicado otro sobre análisis transaccional junto con
Ellyn Bader, pero fue mi primer artículo sobre hipnosis. Le pregunté a Erickson si podía ir a verlo y convertirme en
su estudiante. El me escribió diciéndome que en ese momento no estaba tomando estudiantes. Fue una carta muy
linda, que inspiraba mucho. La publiqué en Experiencing Erickson. Le respondí: "Entiendo que no está tomando
nuevos estudiantes a su cargo, pero ¿puedo ir a visitarlo?". En noviembre de 1973 asistí a una reunión de la
Sociedad de Hipnosis Clínica y Experimental para obtener algún entrenamiento y de ahí manejé del Sur de
California a Phoenix para encontrarme con Erickson. Pasé con él tres días, como huésped en su casa. Llegué sin
tener idea de lo que iba a hablar con este hombre; estaba intimidado, pensaba que tenía visión de rayos X y que iba a
ver mis "neurosis" inmediatamente. Esa era mi fantasía en ese momento. Ni siquiera sabía qué le iba a decir, pero
dentro de mi sentía que era importante ir a Phoenix a conocer a Miltón Erickson.
Esta forma de actuar no era caracteríslica mía, yo no era tan asertivo, era más bien tímido. Fui a Phoenix y pasé esos
tres dias con Erickson. Los narro en Experiencing Erickson. Pienso que en alguna forma le caí bien porque cuando
regresé a casa recibí una invilación para la boda de Kristi. Esto me impactó mucho porque apenas había pasado unos
días en Phoenix y me estaba invitando a la boda de su hija. ¡Y fui! En ese momento era más bien incompetente, no
sabía mucho de psicolerapia. Erickson debió ver en mi algo que le gustó, porque me integró a su vida invitándome a
un acontecimiento familiar. Después de esto, viajé a Phoenix tres o cuatro veces al año, aprovechando cualquier
oportunidad de pasar más tiempo aprendiendo de él.
Al principio, sólo estábamos él y yo, ya que en ese momento todavía no era tan popular; estaba retirado y no había
tanta gente que viniera a visitarlo. Por esa época se publicó el libro de Haley Uncommon Therapy (Terapia no
convencional, en Amorrortu, Eds.) y con él creció la popularidad de Erickson. Después salieron los libros de
Bandler y Grinder, y tuvo más popularidad. Pero en un principio éramos solamente Erickson y yo.
En marzo de 1979 le escribí una carta proponiéndole organizar al año siguiente el Primer Congreso Internacional
sobre el enfoque ericksoniano en hipnosis y psicoterapia. En esa época la palabra "ericksoniano" no se oía mucho.
Tal vez la primera vez que apareció impresa fue en el título de ese Congreso. Erickson estuvo dando vueltas a la
idea desde marzo hasta junio. Yo, regularmente le preguntaba: "¿Quieres tener ese Congreso?". En junio me dijo
"Sí". Empecé a organizarlo.
Sherron, que era mi esposa en ese tiempo, escribió a máquina la carta de propuesta para Erickson. Era el regalo de
cumpleaños que yo quería darle por tantos años que me había dado entrenamiento gratuito. En realidad había hecho
conmigo una terapia de autodesarrollo, porque al mismo tiempo que me daba entrenamiento, estaba haciendo terapia
conmigo. Yo quería agradecerle con un regalo, que era la organización de este Congreso que iba a coincidir con el
momento en que cumpliera setenta y nueve años. El congreso se convertía así en una oportunidad para que viera a
sus amigos y para que sus amigos lo vieran. También quería que Erickson se diera cuenta del impacto de su trabajo.
Erickson murió nueve meses antes de la reunión, pero para ese momento ya teníamos 750 personas inscritas. Nunca
en la historia se habían inscrito 750 personas en un evento sobre hipnosis. Así que al menos recibió parte de su
regalo de cumpleaños.
M. Y. ¿Qué hubiera pasado si tú no hubieras hecho todo eso? ¿Qué crees que habría pasado con el trabajo de
Erickson, con su memoria, con su familia, si tú no hubieras tenido ese gran empuje organizador? Es una pregunta
hipotética...
J.Z. Yo creo que Erickson era bueno criando hijos. Tenía práctica en esto, porque tuvo ocho. Todos sus hijos son
individuos únicos que siguen cada uno su propio camino. Los ayudó a desarrollar su propia individualidad y, de la
misma manera, tenía colegas como Bob Pearson, Kay Thompson, Ernie Rossi, Herb Lustig, Joe Barber, Stephen
Gilligan y Stephen Lankton a los que ayudó a desarro r llar su individualidad. Tenía a Ernie Rossi, por ejemplo, que
es extraordinario para tomar la esencia del conocimiento de Erickson y ponerlo en papel. Me tenía a mi que pude
organizar y estructurar la Fundación. Otros fueron grandes maestros y grandes clínicos. Cada uno de nosotros tiene
una área propia en la que es experto. Si yo no hubiera estado, no creo que habría una gran diferencia. No existiría la
Fundación Erickson, pero habría muchos expertos enseñando los métodos ericksonianos.
Otros grandes maestros contemporáneos de Erickson no tuvieron la capacidad de promover y hacer surgir las
características individuales de sus estudiantes. Incluso creo que algunos de sus métodos terapéuticos podrían
olvidarse, perderse, por la falta de este talento.
M. Y.Tu respuesta es muy interesante. Es una manera de entender tu papel. Desde afuera, una de las críticas más
frecuentes a los "ericksonianos", a la gente que abiertamente se identifica y se alinea con Erickson, es que no son
individuos únicos, sino que, por el
contrario, son todos iguales. Se les conoce colectivamente como la "Plaga Púrpura", se les ve como fanáticos, como
una bola de gente folklórica de la costa oeste que cabalga de un lado a otro en sillas de ruedas moradas imitando a
Erickson, actuando en forma extraña, y que realmente no están haciendo muchas contribuciones. ¿Qué es lo que
pasa con esas gentes, qué les falta que deberían saber?
J.Z. Por supuesto he oído esa crítica, pero yo no lo puedo ver como un culto. Algunas personas si copian realmente a
Erickson; copian aspectos de su estilo comunicacional.
Erickson era muy claro con respecto a su individualidad. La maximizaba. Maximizaba su individualidad por la
forma en que se vestía, la manera en que hablaba, y en que daba terapia. También animaba a sus hijos, a sus
estudiantes y sus pacientes, a sacar adelante su individualidad. Siempre enviaba, con mucha fuerza, el mensaje de
desarrollar esa característica que es la esencia particular de cada quien.
Ahora bien, desde Freud, todo gran movimiento en psicoterapia ha tenido una figura paterna o materna fuerte. Así
que, me imagino, podrías decir que hay un culto freudiano o un culto jungiano, pero creo que esta es una perspectiva
muy estrecha. Podrías derogar (echar por tierra) una cantidad enorme de cosas poniendo a estos movimientos la
etiqueta de cultos. Y yo creo que hay muchas cosas buenas que derivan del hecho de tener una figura fuerte que abre
brecha y construye el camino para una nueva perspectiva.
Erickson era una figura fuerte que tenía un mensaje importante y, por supuesto, hay grupos que se rebelan contra él
y señalan cualquier incorrección o inadecuación. Es importante oír estas críticas porque hay cosas que se pueden
tomar de ellas; representan una fuerza que puede equilibrar y evitar sesgos.
M.Y. Esto es verdad cuando las críticas tienden a ser racionales. Ahora, permíteme hacer dos o tres muy específicas
y quiero que me respondas en forma concreta: Herbert y David Speigel en un taller al que asistí, voy a citarlos
textualmente, dijeron: "Si quieres ser ericksoniano tienes que vestir un turbante y ponerte una perla en la frente". Tu
comentario.
J.Z. Spiegel tiene un enfoque estandarizado que es muy fácil de aplicar y de usar en investigación. Usa su método
con un estilo dramático; es casi como ver a un gran shakespeariano actuar Hamlet. Aunque lo haga en forma
repetida, parece fresco y vibrante como si fuera la primera vez. Si vas con Spiegel para dejar de fumar, hará contigo
la "técnica de Spiegel" que aplica a todo mundo. Erickson comparaba este tipo de enfoques con un ginecólogo que
recibiera a todos los bebés con fórceps.
M.Y. Ernest Hilgard hizo el comentario de que a Erickson le faltaba objetividad científica. André Weitzenhoffcr
decía que la gente se sentía atraída por el trabajo de Erickson porque ellos no tenían que hacer nada, era sólo "dejar
que el inconsciente hiciera el trabajo". William Kroger dijo que el trabajo de Erickson había sido analizado tan
detalladamente y distorsionado que quedaba irreconocible; agregó que había estado revisando a Erickson durante
años y años y nunca lo vio hacer el montón de cosas que los ericksonianos escribieron sobre él. Todo esto te pone a
ti, Jeff, en una posición de líder de un campo rebelde. ¿Cómo ves tu papel como fuerza que configura la hipnosis
moderna?
J.Z. Bueno, yo no veo esto como un campo rebelde. El movimiento ericksoniano es mucho más amplio y goza de
más renombre que los enfoques de los críticos que tú has mencionado. En este momento, tenemos en la lista de
correo de la Fundación 14 000 profesionales que reciben nuestro periódico en forma regular. Las más grandes
sociedades de hipnosis tienen unos cientos de miembros. Las personas que se interesan en la terapia ericksoniana
son un grupo muy variado. Entre ellas hay trabajadores sociales, psicólogos, consejeros, psiquiatras y gente de
campos muy diferentes, no sólo de la hipnosis. El trabajo de Erickson se ha extendido a la terapia familiar, la terapia
estratégica, el enfoque interaccional del Mental Research Institute, la programación neurolinguística, etc. De modo
que me interesa escuchar estas críticas pero no siento que tenga que defender a Erickson de ellas. Les puedo poner
un poco de atención, son interesantes, aunque no pienso gastar mucho de mi tiempo defendiéndolo contra ellas. Yo
creo que Erickson hizo
contribuciones muy importantes y me gustaría que la gente las viera y las evaluara por sí misma. Por esta razón,
continuamos organizando reuniones. En ellas mostramos lo que hizo Erickson, mostramos como utilizamos y hemos
desarrollado sus métodos extraordinarios. Tenemos un mensaje que transmitir y salimos a enseñarlo. Por supuesto
que habrá gente que nos tire rocas y uno puede evaluar su éxito por el tamaño de los proyectiles que le tiran. Hay
críticas legítimas que deben ser respondidas, no obstante, críticas como "es un culto" o "tienes que usar un turbante
para ser terapeuta ericksoniano" son el tipo de cosas que no tiene caso comentar o responder. Son cuestiones
irrelevantes que se quedan a un lado.
El trabajo de Erickson es un cuerpo importante de conocimiento. Algunas de las cosas que hizo no se le habían
ocurrido antes a ninguna otra persona. Erickson exploró nuevos lentes para entender las respuestas humanas y
métodos para desarrollar la capacidad humana de responder, que antes ni siquiera habían sido soñados. Este
conocimiento debe ser preservado, entendido y desarrollado, y es lo que trata de hacer la Fundación Erickson.
M.Y. ¿Cuáles crees tú que sean el mayor o los más grandes malentendidos sobre Miltón Erickson?
J.Z. Uno es sobre su investigación. Yo pienso que Erickson era más un antropólogo que un científico acorde con la
tradición de la química y la física. La investigación en psicología y psicoterapia como disciplinas en las ciencias
exactas, ha sido clásica y empírica. Erickson era como un antropólogo que va al campo y después reporta los
resultados. Esta era una forma maravillosa de aprender sobre las interacciones humanas. El arte de hacer
experimentos de campo se dio por descontado, porque su trabajo no era del tipo que podía someterse a una prueba T.
Recientemente, gente como Bill Matthews está haciendo este tipo de investigación, con experimentos de campo en
comunicación. Yo pienso que Erickson sabía lo que estaba haciendo. Pero no estaba haciendo investigación
empírica para definir, por ejemplo, la naturaleza de la hipnosis como un evento que ocurre adentro del individuo,
como hicieron Theodore Barber, André Weitzenhofer o Martin Orne. La investigación que
Erickson hacía era desde una perspectiva diferente. Haley puso esto en claro cuando dijo: "Hiciera lo que hiciera la
psiquiatría tradicional, Erickson estaba haciendo lo contrario". Fue un hombre que tuvo una visión singular. El iba a
seguir su visión, a desarrollar a Miltón Erickson. La gente podía aceptarlo o no, pero él se mantenía seguro de su
visión. Tenía una forma extraordinaria de confiar en sus propios juicios y en sus propias habilidades. En la mayoría
de las cosas, yo creo que estaba en lo cierto. Hoy en día, muchas de las perspectivas que él promovió y que en su
momento parecían muy revolucionarias han pasado a ser parte de la corriente principal de la psiquiatría.
M.Y. En forma sucinta, ¿crees que la gente está equivocada al considerar que no era investigador cuando en realidad
sí lo era?
J.Z. Sí, es un mal entendido. En sus primeros años fue más conocido como investigador que como clínico.
M.Y. Yo recuerdo que hace varios años me dijiste que el movimiento ericksoniano había llegado a la cumbre.
J.Z. Te dije que llegaría a su climax en diez años, pero estaba equivocado. Nuestras reuniones se llenan. Esto es
fuera de lo normal en psicoterapia. Las reuniones generalmente no se llenan. La Conferencia sobre la Evolución de
la Psicoterapia en 1985 se llenó. La Conferencia para celebrar los Diez Años de la Fundación estuvo totalmente
vendida desde dos meses antes. Originalmente la habíamos pensado sólo para unos cientos de asistentes. Se trataba
de tener un pequeño seminario que tendría lugar fuera de la programación de nuestros congresos, pero también se
vendió. Registramos 450 gentes y teníamos una lista de espera de 50 más. Esto muestra realmente el interés que hay
por aprender los métodos ericksonianos. Pienso que la Fundación debe continuar ayudando a la gente a aprender
más sobre Erickson.
Hay muchos proyectos que pueden realizarse a través de la Fundación. Por ejemplo, tenemos las cartas de Erickson.
El escribió algunas cartas extraordinarias. Era un corresponsal muy prolífico e incluso tal vez escribió con la idea de
que sus cartas serían algún día documentos históricos.
Tenemos correspondencia histórica con Margaret Mead, con Jfegory Bateson y con otras figuras como André
Weitzenhoffer así jmo con algunos analistas renombrados, como Lawrence Kubie. lusto ahora, mi colega Brent
Geary y yo estamos editando algunas
¡ estas cartas. Se van a leer como una historia de la hipnosis del f siglo XX. Queremos que esa información salga a la
luz.
Yo he grabado muchas entrevistas para hacer una biografía de Erickson e ilustrar algo de su vida profesional.
Tenemos otros proyectos de publicaciones que son más eclécticos. Otro colega, Michael Munion y yo coeditamos
un libro que se llama What is Psychotherapy? (¿Qué es la psicoterapia?, publicado por JosseyBass). Le pedimos a
diferentes expertos que definieran la psicoterapia desde su punto de vista personal, único. Queremos ramificarnos,
extendernos, en el espíritu de la Conferencia próxima sobre la Evolución de la Psicoterapia e integrar los métodos
ericksonianos a la corriente principal de la psicoterapia. Erickson nunca fue partidario de tener una escuela
específica de psicoterapia ericksoniana. Creía que las escuelas eran limitantes. Hay muchos proyectos de
publicaciones que van a salir de la Fundación.
Tenemos un archivo de cientos de horas de cintas de video y de audio, de Erickson. Quisiéramos difundir más
algunas de ellas para que la gente conozca mejor las contribuciones de este gran hombre. Queremos tener un centro
de entrenamiento en Phoenix adonde la gente pueda acudir y aprender realmente los métodos ericksonianos y no
solamente tener una muestra, como en los congresos, sino tener un lugar en donde puedan pasarse un tiempo.
Esperamos desarrollar este centro en el futuro. Como verás la cantidad de proyectos que tenemos que realizar para
continuar transmitiendo este mensaje es enorme. Seguiremos haciendo congresos y seminarios. Muchas
organizaciones pierden dinero en sus reuniones anuales y obtienen sus ingresos de sus cuotas de membresía.
Nosotros no somos una organización de membresía. Nuestros ingresos provienen de los congresos y seminarios.
Utilizamos estos fondos para impulsar nuestro trabajo, incluyendo publicaciones y otros proyectos.
M.Y. ¿Nos podrías compartir un poco de tu vida personal?
J.Z. Soy una persona muy privada y en este sentido, mantengo mi vida profesional y mi vida privada separadas. Yo
no creo que Erickson fuera diferente en esto, también era un individuo privado. Incluso gente como Haley que lo
conoció muy bien, no sabía mucho de su vida personal.
M.Y. Gracias por la entrevista, Jeff.
INTRODUCCIÓN AL SEMINARIO.
Estoy muy contento de estar aquí y de haber sido invitado por Jorge, Teresa y los demás miembros del Instituto
Miltón H. Erickson de la Ciudad de México. Me parece que están realizando un trabajo muy importante para
difundir las técnicas de hipnosis moderna más recientes entre los profesionales de la salud, en México. Me da mucho
gusto que ustedes apoyen su trabajo. De esta manera, podrán traer a otros expertos y difundir más en México la
práctica de las técnicas creadas por Milton Erickson. Los miembros de la American Psychological Association
buscan más entrenamienlo en estas técnicas que en otros tipos de terapias. Las lécnicas ericksonianas son
actualmente, con las de terapia familiar, las más populares en los Estados Unidos y su popularidad está creciendo en
lodo el mundo.
Durante este Seminario espero hacer algo muy sencillo con ustedes. Quisiera infeclarlos con las técnicas
ericksonianas como si fueran un virus viral, pasarles este virus e infeclarlos con algo del entusiasmo que yo siento
por Miltón Erickson, por el Irabajo que él inició y que han continuado algunos de sus seguidores. Les presentaré un
enfoque general de psicoterapia. Vamos a definir lo que distingue a las técnicas ericksonianas de otros lipos de
terapia y trataré de ofrecerles una visión general que les permita integrarlas a su propia práctica profesional.
Jcffrey K. Zeig.
1. TERAPIA CORTADA A LA MEDIDA Y ENVUELTA PARA REGALO
Hace poco fui entrevistado por una reportera que estaba preparando un artículo para un periódico local sobre los
propósitos de Año Nuevo. Por alguna razón pensó que la hipnosis estaba relacionada con ellos, y me preguntó por
qué la gente no sigue sus propias sugestiones. Por qué si promete, por ejemplo, dejar de fumar, bajar de peso, hacer
cambios en sus relaciones importantes, no cumple sus propósitos. Por qué no escucha los buenos consejos que se
está dando. La hipnosis es una manera de que la gente escuche sus propios consejos. La reportera me preguntó: "Dr.
Zeig, ¿qué es la hipnosis?" y yo le contesté que, estructuralmente, quizá no esencialmente, la hipnosis es una manera
de envolver ideas como si fueran regalos. Es una forma de tomar las ideas, envolverlas como regalo y presentarlas al
paciente en forma muy atractiva, como algo muy valioso, para ayudarlo a hacer surgir las potencialidades que tiene
escondidas. Todas las personas tienen fuerzas y recursos que desconocen y el trabajo del terapeuta consiste en
presentar al paciente ideas que le ayuden a llegar a algunas de esas potencialidades, por sí mismo.
Yo estudié hipnosis porque es un modelo de comunicación, un modelo de cómo presentar ideas con un máximo
valor terapéutico sin necesidad de usar un trance formal. Y como sólo es un estilo de comunicar ideas, no creo que
ninguno de ustedes necesite aprenderlo formalmente, sino tomarla como algo que hará que su terapia sea mas
efectiva y más divertida.
Así que les voy a dar un modelo de terapia, no de hipnosis. Un ejemplo de cómo pueden aplicar elementos de
hipnosis en cualquier psicoterapia. Los médicos, por ejemplo, pueden usar estas técnicas de comunicación para
hacer sus prescripciones más efectivas.
En un estudio que se realizó en los Estados Unidos se pidió a un médico que en un período de diez minutos
prescribiera tres veces los medicamentos. Cuando los pacientes salían del consultorio, un entrevistador les
preguntaba: "¿Cómo te dijo el doctor que tomaras tus medicinas?" El 50% no pudo contestar lo que le había dicho el
médico.
Con la hipnosis, nosotros podemos aprender a lograr que nuestra comunicación sea más eficiente que el 50%.
Ahora, permítanme ofrecerles una panorámica general.
Tener una meta
Envolver como regalo
Cortar a la medida
Establecer un proceso
Utilización
Esto es lo que yo llamo el diamante de Erickson. En sus cuatro aristas y el cruce de sus dos ejes podemos ubicar los
cinco principios que constituyen la base de este seminario.
El primer principio se refiere a tener una meta, de modo que sepamos hacia donde dirigir la terapia. La meta
también permite saber al terapeuta que si logró tal cosa, tuvo éxito. Parece muy sencillo pero a menudo puede ser
muy complicado.
Una vez que el terapeuta tiene una meta, necesita una forma de envolver como regalo las sugestiones. Puede hacerlo
usando una metáfora, una anécdota, hipnosis, la prescripción de un síntoma, un símbolo, una intervención no verbal,
la ilusión de alternativas, entre otras muchas técnicas.
Es muy bonito tener una meta y envolverla, pero esto no es suficiente para obtener éxito. Si ustedes quieren agregar
poder a la terapia es necesario cortar a la medida del paciente la meta para que encaje dentro de su estilo particular.
Es muy agradable recibir un regalo, y más aún si está bien envuelto, pero si el regalo está pensado en forma
individual, es decir, si el que regala ofrece algo que tiene un valor único para el que recibe, ese regalo es mucho más
significativo.
Ya tienen una meta cortada a la medida, ya la envolvieron, pero también queremos establecer un proceso en el
tiempo de manera que el regalo, bien cortado como está, bien envuelto como está, no sea simplemente entregado a la
persona, sino que se le presente con cierta ceremonia para que tenga más sentido.
Ahora bien, el punto central en el trabajo de Erickson es el concepto de utilización. Utilización significa que sea lo
que sea lo que el paciente traiga, lo usen: si el paciente trae un estilo de vestir, úsenlo; si trae una orientación
religiosa, úsenla; si trae un problema, úsenlo; si trae resistencia, también úsenla. Cualquier cosa que el paciente
traiga, puede ser usada. La utilización es como la fuente de la juventud para los terapeutas. Es quizá mejor para el
terapeuta que para el paciente porque lo mantiene vivo, dentro de lo que está sucediendo en cada instante.
Yo sé que para ustedes éstas son meras palabras, pero espero poder darles oportunidad de experimentarlas.
Personalmente creo tener una buena comprensión vivencial de los primeros cuatro conceptos, aunque tal vez en
menor medida de la utilización, que Erickson tenía tan integrada a su vida. Aun cuando la conozca y la comprenda,
no la siento tan integrada a mí.
Para ver con más claridad este modelo, permítanme contarles brevemente el caso de una paciente limítrofe muy
perturbada, Clara, que me fue derivada a través de un hospital. Había sido internada y dada de alta varias veces.
Mantenía con la institución una relación hostil y dependiente. Cuando estaba internada, no participaba en los
programas, no se curaba ni se sentía mejor por todo lo que le daba el hospital. Cuando estaba fuera, se cortaba las
venas para ser readmitida. Me llamaron un martes, ella había salido el viernes y temían que intentara suicidarse de
nuevo. El hospital
estaba harto de las readmisiones. Me buscaron como experto en terapia breve y me preguntaron si tomaría a esta
paciente difícil.
Hice una cita para que la familia la trajera. Aunque era una persona adulta vivía con su padre y con su madre.
Vinieron a una sesión de emergencia el miércoles en la noche.
Mi meta era que Clara se comprometiera a entrar a terapia conmigo. Por supuesto, no vino contenta a mi
consultorio, quería que se la llevaran al hospital de donde la habían corrido el viernes. Clara se portó hostil, solemne,
y cuando entró en el consultorio se veía muy agresiva. Hablé con toda la familia unos minutos nada más mientras
tenía en mente la pregunta ¿qué valoraba Clara? Necesitaba saber qué era valioso para ella para así cortar a la
medida la forma de alcanzar la meta de involucrarla en la terapia. Sabía que ella valoraba los objetos punzantes
puesto que le gustaba cortarse las muñecas; bueno, no sé si le gustaba, pero lo había hecho varias veces. En su
mentalidad, estaba bien cortarse las venas, así que era algo que ella valoraba. Después hablé con su padre cinco
minutos y descubrí que era militar, que recientemente había tenido una afección coronaria triple y, a pesar de esto,
fumaba. Ya sabía también lo que valoraba él. A continuación vi a Clara sola y supe que ella quería a su padre y
odiaba a su madre, vivía una disociación a través de la cual "papá era bueno y mamá era mala". Descubrí que Clara
valoraba su palabra. Si prometía algo, lo cumplía. Además, era una trabajadora muy responsable. Pasé también cinco
minutos a solas con su madre, nada más como cortesía, porque en ese momento no iba a interactuar mucho con ella
dentro del sistema familiar para alcanzar la meta que me había fijado. Pedí a la señora que saliera para hablar con
Clara y su padre. Le dije a ella: "Tú siéntate calladita en el sofá y no digas nada". A Clara le gustó lo que le dije,
porque no quería decirme nada ni estar en el consultorio. Entonces me dirigí con dureza a su padre. Le dije "Vamos
a hablar de hombre a hombre". Como era militar, sabía lo que era hablar de hombre a hombre. Hablar de hombre a
hombre era cortar el diálogo a su medida y utilizar. Continue: "¿Cómo se atreve a ser tan hipócrita? ¿Cómo quiere
usted que le dé terapia a su hija para que no siga cortándose las venas si usted tuvo hace poco una enfermedad
coronaria y sigue fumando? ¿Cómo se atreve a ser tan hipócrita?" Clara empezó a moverse en su asiento. No le
gustaba que le hablara así a su papá. Ya había llamado su atención. Le dije: "Bueno, estoy de acuerdo en tomar a su
hija como paciente con una condición. La condición es que usted me prometa en este momento, de hombre a
hombre, que dejará de fumar definitivamente. Por supuesto que si su hija vuelve a cortarse las venas usted quedará
en libertad para volver a fumar". Clara me miró y llorando me dijo: "Yo no puedo hacer esa promesa. En el hospital
han tratado de que deje de cortarme las venas y yo no puedo hacer esa promesa". Le respondí: "Clara, no te estoy
hablando a ti, estoy haciendo un trato con tu padre". Ya había hecho un trato con el padre, así que hice otro con ella.
Clara pagaría la terapia. Pero como no tenía dinero, pagaría con trabajo. Ella sabía hacer muy bien costuras de
medio punto, que a mi me gustan. En uno de sus mejores empleos le pagaron diez dólares por hora. Yo cobro
sesenta dólares la hora, así que ella tendría que pagarme con seis horas de trabajo cada hora mía. Era muy
responsable y llevaba un registro de tiempos en un cuaderno. Empecé a verla dos o tres horas por semana, me debía
muchas horas, tenía que pasar mucho tiempo con un objeto punzante, lo cual le gustaba. Pero con este objeto
punzante estaba haciendo algo para mi en lugar de cortarse las venas. Si ustedes visitan la Fundación Miltón H.
Erickson en Phoenix, verán cuatrocientas horas de costura. La Fundación está decorada con el trabajo de Clara. Esto
no era su curación, por el momento habíamos alcanzado la meta de que continuara en terapia conmigo. Mucha gente
le había estado diciendo que se dejara de cortar las venas. Yo le presenté la idea de que podía hacerlo, correctamente
envuelta para regalo y cortada a su medida, dentro de un proceso dramático que hizo que esa idea fuera mucho más
valorada y así se lograra la meta.
La psicoterapia debe ser un "Acto Emocionalmente Significativo". Debe tener drama, como las telenovelas. Y con el
drama le damos poder a las ideas. Miltón Erickson era uno de los terapeutas con mayor poder dramálico que he
conocido. Tomaba ideas muy simples, las envolvía y las cortaba a la medida para crear procesos dramálicos en los
que el paciente podía cambiar.
Quiero compartir con ustedes otro caso que tiene que ver con el fumar. Algunas personas, tal vez varias de las que
eslán aquí, son fumadores, juegan con la idea de dejar de fumar y se han dicho muchas veces a sí mismos "deja de
fumar", mientras sacan el cigarro de la cajetilla y se lo llevan a la boca.
Yo era fumador. Fumaba pipa que iba bien con mi imagen de psicólogo joven. En una de mis visitas a Miltón
Erickson, en 1975 ó 1976, estaba sentado en el patio de su casa, fumando mi pipa, cuando la Sra. Erickson pasó por
ahí, empujándolo en su silla de ruedas y el me vio.
El Dr. Erickson estuvo confinado a una silla de ruedas, debido a secuelas de polio, durante los últimos trece años de
su vida. El inició la sesión con una historia, la historia de un amigo suyo que era fumador de pipa, y la historia
trataba de cómo su amigo era torpe fumando su pipa. Captó mi atención, hablando de fumar. Su amigo era torpe
porque no sabía en qué lugar de su boca poner la pipa, ¿debía ponerse la pipa en el centro de la boca?, ¿a un
centímetro del centro hacia la derecha?, ¿a un centímetro del centro hacia la izquierda?, ¿debía poner la pipa en la
comisura de la boca? Era torpe. Era torpe porque no sabía cómo sostener la pipa, ¿debía sostener la pipa arriba?,
¿debía sostenerla abajo?, ¿debía sostenerla a un lado? Era torpe, pero era torpe porque no sabía echar el humo,
¿debía echarlo hacia la derecha?, ¿debía echarlo hacia abajo?, ¿debía echarlo hacia arriba? Era torpe. Y era torpe
porque no sabía en dónde dejar la pipa, ¿debía dejar la pipa sobre la mesa?, ¿debía sostener la pipa en su mano?,
¿debía dejar la pipa sobre el escritorio? Era torpe porque no sabía manejar el tabaco, ¿cómo tenía que meter el
tabaco en la pipa?, ¿cómo tenía que vaciarlo?, ¿debía usar un instrumento?, ¿debía hacerlo con un lápiz? Era torpe.
Les juro que esta historia duró una hora con frases similares. Nunca pensé que hubiera tantas formas de ser torpe al
fumar una pipa. Por fin, la historia terminó y Erickson pasó a otro tema, mientras me quedé pensando: "Yo no soy
torpe... he estado fumando pipa durante años... ¿por qué me contó esta historia?"
De regreso a mi casa en California, al pasar por la ciudad de Bakcrslicld, me dije con seriedad: "Ya no voy a fumar
pipa, ya no quiero fumar pipa, nunca más", y me prometí a mí mismo: "No lo haré". Nunca me eché para atrás
porque conscientemente quería hacerlo e inconscientemente también. Se acabó en ese momento. Y no dejé de fumar
porque Miltón Erickson me dijo que lo hiciera, ni
lo hice por mi salud, sino porque quería dejar de fumar y es mi mérito. Yo lo hice. Miltón Erickson no lo hizo, él no
me hipnotizó.
Yo lo hice. Lo que él hizo fue tomar una idea muy simple y encontrar la forma de envolverla dentro de una historia
cortadita a mi medida.
En ese momento de mi vida yo era muy fácil de impresionar y si había una persona ante quien no quería parecer
torpe era Miltón Erickson y él asoció: Pipatorpe, pipatorpe, pipatorpe y se divirtió muchísimo haciéndolo. Y no fue
su mérito. El no ganó. Gané yo. El mérito es mío.
¿En dónde entra y queda situada la hipnosis dentro de este esquema de terapia? Pues bien, la hipnosis es sólo una
forma de envolver una idea. Al terminar este seminario, quiero que ustedes tengan veinte formas distinlas de
envolver ideas, técnicas que podemos aprender de la hipnosis. También quiero que aprendan a cortar a la medida
una terapia y algunas ideas sobre el proceso. Vamos a hacer eslo a Ira vés de mi exposición, pero también con
ejercicios vivenciales para que aprendan estos conceptos practicándolos más que oyéndolos y después vamos a ver a
Miltón Erickson haciendo terapia (capítulo 6). Esto, al mismo liempo que es muy interesante, es deprimente, porque
ustedes van a ver la forma tan elegante en que él podía hacer las cosas, cómo establecía el proceso.
Tengan en cuenta que se trataba de un hombre muy enfermo haciendo terapia. Erickson tenía muchos impedimentos
por sus problemas de salud. Cuando lo vi en 1973 ya estaba confinado a una silla de ruedas, con un dolor constante,
por las secuelas de su polio; su visión era doble, su oído fallaba, sus labios estaban en parte paralizados, su forma de
respirar era difícil porque sólo respiraba a través de unos cuantos músculos intercoslales y medio diafragma. Y él
que llegó a desarrollar el habla en forma magistral, como un actor, tuvo que volver a aprender a hablar. Sus
músculos llegaron a un deterioro tal que no podía utilizar dientes postizos y también tuvo que reaprender a
pronunciar con claridad. Y, a pesar de que estaba enfrentando tantos problemas físicos, Erickson era lo que llamaría
una llama iluminadora, afirmante.
Hace dos semanas estuve en Viena con Víctor Frankl, el creador de la logoterapia y terapeuta existencial. Al igual
que Erickson, Víctor Frankl tomó las experiencias que vivió en el campo de concentración e hizo alquimia, es decir,
las transmutó en la misma forma en que la alquimia convierte un metal base en oro. Erickson también transformó la
experiencia de la polio en oro puro. Para Miltón Erickson y para Víctor Frankl, la utilización de las experiencias
negativas no es sólo una técnica terapéutica, sino un estilo de vida. Erickson decía desde el fondo de su alma que la
psicoterapia empieza en casa, en la casa del terapeuta. Era un hombre que realmente inspiraba y no hablaba con
hipótesis ni con hipocresías. Cuando hablaba de disfrutar la vida a pesar de las limitaciones, él lo estaba haciendo
frente a tus propios ojos. Cuando hablaba de superar el dolor, lo estaba haciendo frente a ti. No hablaba de dientes
para afuera, sino con su propia experiencia. Y era muy agradable estar cerca de él, inspiraba tantas cosas sentir cómo
podía disfrutar la vida en medio de sus incomodidades y dolores. Yo creo que esa fue su mayor genialidad, la forma
en que vivió su propia vida. La imagen de un hombre sumamente enfermo, puede ser muy distinta a la imagen
mental que tal vez ustedes tengan de este gran genio. Si leen los libros que hablan sobre él: Terapia no convencional
de Jay Haley y Un seminario didáctico con Milton Erickson que yo publiqué, y que se encuentran en español,
quedarán muy impresionados por su técnica, pero su poder surgía de su propia persona, más que de su técnica.
Erickson tenía cuatro áreas geniales. En primer lugar está la hipnosis. No es exagerado decir que él inventó la
hipnosis moderna. Inventó la levitación de la mano, la técnica de entremezclado, la de confusión, la amnesia
estructural. Tenía una mente muy fértil y se dedicaba en serio a la hipnosis. Fue famoso como investigador y como
clínico.
Su segunda área genial fue su terapia estratégica. En 1973 Jay Haley publico Terapia no convencional, una
introducción a la terapia estralégica de Erickson. Haley escribió: "La psicoterapia es un problema, no es una
solución". El problema es que el paciente eslé en terapia. Ese es el problema. La solución es sacar al paciente de la
lerapia lo más proiilo posible para que viva su vida en forma independióme. Haley escribió acerca de técnicas
derivadas de la hipnosis que pueden aplicarse sin necesidad de un trance formal. Haley no utiliza trances formales.
La tercera área de la genialidad de Erickson fue su forma de enseñar. Enseñaba contando historias, proponiendo
tareas, utilizando vínculos terapéuticos y símbolos. De hecho, si nos ponemos a observar, podremos darnos cuenta
de que la hipnosis ericksoniana, la terapia estratégica y su forma de enseñar son muy semejantes. Al mirarlo, es
difícil decir ahora está enseñando, ahora está hipnotizando, ahora está haciendo terapia, porque en las tres áreas
Erickson tenía el mismo propósito: hacer surgir recursos y potencialidades que estaban dormidos. Erickson no
enseñó contenidos. No enseñó nada, ni siquiera de esta complejidad. Hablaba para estimular a la gente. Y yo, con
una disculpa, les digo que básicamente les voy a enseñar contenidos. Aún cuando fui alumno de él durante más de
seis años, nunca me enseñó a hipnotizar. Es como si hubiera asumido que yo ya lo sabía y lo único que él tenía que
hacer era ayudarme a acceder a eso que yo ya sabía. Esta es una filosofía muy poderosa.
Implica, por ejemplo, asumir que todo paciente esquizofrénico puede hablar en forma directa, que todo paciente
esquizofrénico puede hacer cosas semejantes a las que hacen otras personas. La esquizofrenia es un asunto de
diferencias. Los esquizofrénicos son verdaderos artistas para establecer diferencias. Algunas personas hacen cosas
semejantes. Si les dices: "Tengo un hermano", empiezan a hablar de su hermano. Otras, hacen cosas diferentes. Si
les dices "rojo", contestan "negro, verde". Si uno dice "blanco", responden "negro". Los esquizofrénicos son
personas que hacen cosas diferentes. Parpadean diferente, se visten diferente, comen diferente, se mueven diferente,
respiran diferente. Simplemente hacen cosas de manera diferente. Sin embargo, cada esquizofrénico sabe cómo
actuar igual y como actuar diferente. Dentro de este modelo, la meta de la terapia no es enseñar al esquizofrénico a
comportarse de manera "sana" sino establecer situaciones en las que pueda hacer surgir los recursos que tiene
dormidos: el saber actuar de manera similar. Del mismo modo, cada fumador sabe cómo estar cómodo sin el cigarro.
Tiene años de experiencia en este sentido. Y todo paciente deprimido tiene años de experiencia estando contento,
activo, y cambiando del mal al buen humor. La meta terapéutica es establecer una situación en la cual el paciente
descubra sus recursos internos por sí mismo.
Para lograr esto, a menudo Erickson envolvía las ideas utilizando métodos indirectos 1 y por esta razón el estilo
ericksoniano se ha relacionado con lo indirecto. No obstante, Miltón Erickson era un hombre muy directo. Decía las
cosas en forma brutalmente directa, cuando correspondía, y en tales situaciones ese estilo funcionaba.
Si viene a verlos una persona que quiere dejar de fumar, ustedes lo miran y le dicen: "Deja de fumar", y si lo hace,
no necesitan hacer ninguna otra terapia. Pero ¿qué sucede cuando dan una sugestión directa y no funciona? Se
vuelven más indirectos en su abordaje utilizando, por ejemplo, asociaciones, ilusiones, y otras técnicas que les
presentaré.
Ahora, permítanme hablarles, un poco en broma, de diferentes tipos de terapia.
Una mañana, me desperté temprano y me dirigí al Mac Donalds en Phoenix, Arizona. Entré al restaurant en mi auto.
Cuando llegué al micrófono en dónde se hace el pedido, el dependiente me dijo: "Su orden, por favor". Yo le
contesté: "¿Sabe? acabo de descubrir el secreto de la vida". A las siete de la mañana, este hombre no estaba muy
interesado en descubrir cuál era el secreto de la vida y me dijo de nuevo: "Su orden, por favor". Le respondí: "Acabo
de descubrir el secreto de la vida y quiero un jugo de naranja". Contestó: "79 centavos, por favor". Cuando llegué a
la ventanilla para recogerlo, el dependiente me miraba ya en forma sospechosa: "Aquí está su jugo de naranja". "Si,
gracias, pero descubrí el secreto de la vida". Finalmente me vio y me dijo: "Bueno, ¿cuál es?". Contesté: "Se puede
hacer psicoterapia sin metacomentar". Mi descubrimiento no lo impresionó demasiado.
Se puede hacer psicoterapia sin metacomentar. ¿Qué quiere decir esto? La mayoría de las psicoterapias ocurren a
través de un proceso de metacomunicación en donde el terapeuta hace metacomentarios sobre los sentimientos del
paciente, su actitud, sus patrones de interacción. La terapia ha sido un proceso de exploración, confrontación e
interpretación. Los terapeutas explican, confrontan e interpretan algunos aspectos del paciente o del sistema al que
pertenece y eso es lo que consideramos terapia. Sin embargo yo pienso que los terapeutas hacen metacomentarios
cuando ponen su cerebro en neutral y dejan de "utilizar". Metacomunicación es lo opuesto de utilización. Esta es una
idea original, nunca antes lo había expresado así. Metacomunicación es lo opuesto de utilización. Después de veinte
años de hacer terapia, puedo hacer metacomentarios hasta dormido.
Lo que me había impresionado antes de ir al Mac Donalds esa mañana, era que había estado observando un video de
Erickson que tenemos en los archivos de la Fundación en donde durante una hora no hizo ningún metacomentario
directo sobre el paciente. Erickson hacía terapia sin hacer metacomentarios directos, ¡ni uno solo durante una hora!
Al darme cuenta me dije: "¡Qué fabuloso!, voy a tratar de hacer lo mismo; con el primer paciente que vea después
del jugo de naranja no voy a metacomunicar durante una hora". Lo intenté y sólo duré cinco minutos. Me parecía
imposible hacer psicoterapia de esta manera porque estaba muy inoculado por mis años de entrenamiento. Cuando
no metacomunicamos hacemos una terapia vivencial y esto es la psicoterapia ericksoniana. Es la psicoterapia de la
experiencia. Está enfocada a crear experiencias para que el paciente perciba sus recursos internos. En la actualidad,
mi desafío frente a mí mismo es, en cada sesión, crear una experiencia. Mi limitación es que no puedo pasar toda
una hora de terapia creando experiencias.
La terapia es mejor cuando se vuelve la psicoterapia de la experiencia porque cambia su enfoque a cómo, cómo ser
diferente; las experiencias tienen como imperativo ser diferente. El imperativo de las metacomunicaciones es
porqué, por qué estás como estás. El imperativo de la metacomunicación es entender. El terapeuta y el paciente se
encuentran ahí para comprender. El imperativo de la psicoterapia de la experiencia es "tú y yo estamos aquí para que
seas diferente, a través de estas vivencias".2 Me parece que ésta es una verdadera revolución en la orientación de la
psicoterapia, muy difícil de lograr.
Si ustedes observan videos de Erickson, podrán ver horas de terapia sin metacomentarios directos. Por supuesto que
sí hay metaperspectivas. La metaperspectiva es el objetivo que quiere lograr el terapeuta y lo puede comunicar en
forma indirecta.
Ahora, vamos a jugar un poco mentalmente con distintos estilos de psicoterapia. Imaginen un paciente que entra en
un consultorio y dice algo. Por tradición, el papel del terapeuta es hacer un metacomentado de acuerdo con sus
propios lentes, de acuerdo con la orientación teórica que le ha sido implantada a través de su formación, como con
una cirugía. Pongamos por caso que los lentes del terapeuta son el psicoanálisis. Si el paciente entra y dice: "Es un
día precioso", el psicoanalista se pone a pensar: "¿Qué quiere decir realmente?". El paciente entró y dijo: "Es un día
precioso" y el psicoanalista dice: "¡Aja! me pregunto ¿por qué me está hablando en una forma tan familiar? Tal vez
me esté confundiendo con una figura significativa de su infancia, tal vez me esté confundiendo con su padre". Los
lentes del psicoanálisis llevan a examinar la transferencia. Quien los trae puestos mira la comunicación, encuentra la
distorsión transferencial y hace un metacomentario para corregirla.
Si ese paciente va a ver a un analista transaccional, los lentes son distintos. El paciente entra y dice: "Es un día
precioso". El analista transaccional responde: "Hablemos de adulto a adulto". Y piensa o dice: "Me estás viendo
desde mi estado de padre; yo sé cuál es tu pauta de interacción, que viene del pasado; nos encontramos en una
transacción cruzada que conecta con el patrón de tus sentimientos negativos, de cómo te sientes lastimado. Podemos
decir que te encuentras dentro de un juego en el que pides: patéame y que es parte del libreto de tu vida, en el que
eres un perdedor. Así que hablemos derecho". La lente del análisis transaccional es el análisis estructural y éste se
transforma en la meta de la terapia.
Si el paciente va con un terapeuta gestáltico, entra y dice: "Es un día precioso". El terapeuta piensa: "¡Aja! esta es
una gestalt incompleta" y le dice: "Sé el día", "pon el día sobre la silla", "ámate a ti mismo", "sé tú mismo", "habíale
al día". En este caso la meta es traer a la conciencia gestalts incompletas para cerrarlas.
El terapeuta escucha lo que dice el paciente y, de acuerdo con los lentes que trae puestos, extrae "lo que está detrás"
y después metacomunica. Alguien que trabaje con terapia racional emotiva fijará su atención en las falsas creencias;
un terapeuta familiar verá reglas o secretos familiares y después hará metacomentarios sobre estos.
Erickson afirmaba que si el paciente es capaz de decir una sola cosa con tantos significados, el terapeuta debe ser tan
ingenioso y listo como él y poderle responder con una sola cosa que también tenga muchos significados. Así, en
lugar de seleccionar una parte de la comunicación, el terapeuta utiliza la comunicación en múltiples niveles, puesto
que siempre nos comunicamos de esta manera. Y entonces, la terapia se convierte en una especie de cortesía: el
paciente habla en muchos niveles, el terapeuta habla en muchos niveles.
A la gente por lo general no le gusta que le hagan metacomentarios sobre sus procesos y su comportamiento, aunque
sean positivos. Se siente mal, agredida.
Erickson nunca los hacía en forma directa, en forma indirecta tal vez, pero directamente no. Cuando uno se mueve
de un nivel a otro y metacomunica en forma indirecta, se va creando una experiencia y el paciente necesita llenarse
de energía para procesarla. Es una forma diferente de ver las cosas. La terapia se convierte en una manera de utilizar
lo que el paciente hace. Si éste se comunica en múltiples niveles para ser ineficiente, el terapeuta le responde en
múltiples niveles para ser eficiente. Cuando hablemos de cómo envolver para regalo, veremos técnicas de
comunicación múltiple que nos enseñan cómo encontrarnos con el paciente en su propio nivel de experiencia para
unirnos a él más que para enfrentarlo, interpretarlo y explicarle.
Notas
1 La comunicación indirecta es la cuarta área genial de Erickson. N. de Teresa Robles.
2 "Diferente" respecto a como es él mismo en el momento actual, que él considera problemático. No diferente a los
demás en el sentido de la esquizofrenia. N. de Teresa Robles.
2. COMO TOMAR LAS MEDIDAS: PRIMERA PARTE.
CATEGORÍAS DIAGNOSTICAS DE ZEIG
Un diagnóstico es, por lo general, una descripción psiquiátrica que nos dice lo que esa persona es, pero no nos indica
qué hacer con ella.
El diagnóstico debe ser un plan de tratamiento, un plan de acción. Una vez que lo tenemos, funciona como los
señalamientos en la carretera: nos dice cómo viajar. El diagnóstico es como un señalamiento en la carretera.
En la psiquiatría tradicional podemos diagnosticar a alguien con 395.6 de esquizofrenia paranoide. Esto nos dice qué
es. Pero si le ponemos esa etiqueta médica, ¿qué podemos hacer? Lo único que nos queda es darle antipsicóticos,
porque estamos dando por hecho que se trata de un problema físico (médico). Si ustedes hacen un diagnóstico de
depresión, éste no les muestra qué hacer. Simplemente recetan antidepresivos porque hay una enfermedad dentro de
ese paciente. El diagnóstico en términos tradicionales es un diagnóstico médico.
Por el contrario, si ustedes dicen que un esquizofrénico es una persona muy bien entrenada en hacer cosas
diferentes, la meta de la terapia puede ser que el paciente haga surgir de su interior estrategias para hacer cosas
similares, que concuerden unas con otras, e incluso también estrategias para hacer cosas discordantes. Cuando
hacemos diagnósticos más de acuerdo con el sentido común, sabemos qué tenemos que hacer. Por lo tanto, vamos a
crear una estructura de diagnóstico que nos ayude: 1) como un señalamiento de carretera, que nos diga cómo
conducir la terapia; 2) como un recurso, porque con esta mentalidad de utilización cualquier cosa que el paciente
traiga es un recurso. De hecho, el paciente se nos presenta con un "regalo". Nos trae un problema que nosotros
podemos aceptar como regalo. Nos trae su síntoma que también podemos aceptar como regalo. El diagnóstico debe
ser un recurso que podemos utilizar; y 3) también puede ser una manera de motivarlo.
Vamos a utilizar nuestro diagnóstico para cortar a la medida la terapia. Si sabemos, por ejemplo, que este paciente
hace cosas diferentes y este otro, cosas que no corresponden y aquél hace lo que corresponde, nuestras
intervenciones con cada uno de ellos tienen que ser distintas porque tienen estilos psicológicos y de relaciones
interpersonales diferentes. Así, usamos el diagnóstico en tres formas: 1) como un señalamiento en la carretera, 2)
como un recurso y 3) como una motivación. Poco a poco les iré explicando cada una de ellas.
Por el momento les propongo un ejercicio que pueden hacer en grupos de dos para empezar a pensar en el
diagnóstico desde este punto de vista. Elijan a un compañero. Es mejor si no lo conocen. Uno de ustedes va a
representar el papel de terapeuta y el otro el de paciente. El trabajo que va a realizar el terapeuta es escuchar para
hacer un diagnóstico. No es intervenir. El trabajo del paciente va a ser contar una historia, una historia verdadera,
una historia agradable, sobre su propia infancia. Una historia que puede tratar de las fiestas de Navidad, de cuando
iba a la escuela, de cuando visitaba a algunos parientes, una historia placentera de cinco minutos. Esto es parecido a
lo que sucede en la terapia: el paciente llega y nos cuenta una historia sobre su pasado. Nuestro papel como
terapeutas es diagnosticar su estructura actual, los patrones que existen ahora en el paciente. Y el terapeuta puede
escucharlo teniendo en mente estas preguntas: ¿Qué cosas valora?, ¿qué posiciones toma?
Ahora bien, vamos a emplear una serie de categorías para determinar cuáles son los valores del paciente. Estas
categorías pueden ser, por ejemplo: frío o cálido. El terapeuta tiene que diagnosticar si esa persona tiende más a ser
cálida o a ser fría. Les pido a los que van a desempeñar el papel de terapeutas que traten de diagnosticar si la otra
persona tiende a ser alguien cálido o alguien frío. Para hacer el ejercicio un poquito más interesante, no voy a decir a
los terapeutas con qué otras categorías van a diagnosticar, hasta que hayan terminado. Lo único que tienen que hacer
es escuchar, podrían hacer preguntas pero no vale la pena porque no van a saber qué preguntar ya que no van a
conocer las categorías hasta que terminen de escuchar. Es importante que no conozcan a la otra persona a fin de que
no tengan ideas preconcebidas. Siéntense espalda contra espalda de modo que los terapeutas no puedan ver a los
pacientes y tengan sólo información auditiva. Este es un ejercicio para desarrollar las habilidades del terapeuta,
quien deberá escuchar con mucha atención. Como estará privado de su visión, podrá utilizar mejor su oído para
aprender los patrones del paciente. Vamos a hacer el ejercicio sólo una vez, sin cambiar papeles. Todo lo que tienen
que hacer es: mover sus sillas, encontrar a alguien con quien trabajar, sentarse espalda contra espalda y luego el
paciente cuenta una historia placentera de cinco minutos sobre su infancia y el terapeuta solamente lo escucha.
Pueden tomar notas. Yo les aviso dentro de cinco minutos.
Después de los cinco minutos.
Ahora vamos a revisar las categorías diagnósticas y luego, cada uno, el terapeuta y el paciente, escriban lo que
consideren verdadero del paciente de acuerdo con ellas.
Para comenzar, tenemos categorías intrapsíquicas. Las primeras son perceptuales. Tienen que ver con la forma en
que cada persona percibe el mundo inmediata e inconcientemente. Tienen que ver con su estilo de atención. La
manera en que una persona dirige su atención puede ser diagnosticada en dos formas: ¿Este paciente es más interno
o más externo en lo que se refiere a estilo de atención? Una persona externa pone toda su atención en el medio
ambiente. Está muy interesada por todo lo que sucede alrededor. Está pendiente del afuera con su vista, su oído y su
tacto. Una persona interna está más pendiente de sucesos internos: fantasías, sueños, sentimientos, lo interno. La
persona externa parece un gato observando. La persona interna parece una tortuga, está adentro. Y, por supuesto, si
se casan una con otra esto va a causar algunas dificultades.
Ustedes juzguen en qué lugar dentro de este continum está el paciente. Algunas personas son extremadamente
internas. Yo tuve
un supervisor junguiano que es la persona más interna que he conocido. Estaba interesado en mirar su psique y
aprender acerca de todos los pequeños detalles y rincones en su mente. Si le preguntaran de qué color tenía los ojos
su esposa, probablemente no hubiera sabido, porque era información externa y él estaba interesado en el mundo
interior. Por otro lado, Erickson era la persona más orientada al exterior que he conocido. Dirigía toda su vivacidad
hacia el mundo, hacia afuera. Esta es una estupenda estrategia para lograr ciertas cosas. Por ejemplo, si tienen dolor,
¿cuál estrategia de atención es mejor?, ¿ser interno? No, ser externo. Pero si quieren pensar cosas creativas es muy
bueno poder ser interno. Por lo tanto, lo importante no es estar balanceado ni encontrarse en el centro, sino tener
flexibilidad para moverse de un lado a otro de acuerdo con los requerimientos de la tarea que se tenga en ese
momento. Sin embargo, la mayoría de la gente tiende a estar un poquito más hacia un lado o un poquito más hacia el
otro.
Vamos a diagnosticar a Zeig. Piensen ustedes si mi estilo de atención tiende a ser más interno o más externo. ¿Quién
vota que tiendo a ser más interno y quién que tiendo a ser más externo? ¿Cuál es su impresión sobre mí? La
impresión que Zeig tiene sobre Zeig es que es interno. Ustedes pueden observarme como externo porque cuando
estoy enseñando me muevo hacia el extremo externo. Me están observando en un escenario en el que me muevo más
hacia afuera. A mí me cuesta trabajo hacer esto, siento que me tengo que presionar. Cuando hay un receso en la
acción y les pido que hagan un ejercicio me meto en mi mismo y me divierto con mis pensamientos y mis fantasías.
Tiendo a ser más interno.
Cuando fui a visitar a Miltón Erickson en 1973, yo era muy interno. Y creo que Erickson me contó muchas historias
y me hizo realizar muchas tareas que me orientaron a estar más atento al exterior. Casi como si fuera un
señalamiento de carretera. Su psicoterapia iba a empezar en donde yo estaba, en el extremo interno y se iba a mover
hacia lo externo, así que la hipnosis y las tareas, las directivas, los desafíos, las metáforas que utilizó conmigo, iban
dirigidas hacia lo externo, como un señalamiento en la carretera. Me estoy adelantando un poco en lo que voy a
presentar. Por ahora, lo único que me interesa es que hagan un diagnóstico, con base en esta poca información.
¿Cómo ven ustedes a esta persona? ¿Muy interna? ¿Un poco interna? ¿Un poco externa? ¿Muy externa?
La segunda categoría también tiene que ver con la atención y se refiere a si la persona tiene un estilo de atención
focalizado o difuso. Una persona focalizada sólo mira una cosa a la vez, focaliza una sola cosa, muy intensamente,
como un rayo láser. El láser focaliza todo. Una persona difusa mira alrededor, recorre con la mirada, toma unas
cosas de aquí, otras de allá, de más acá, un poco de todos lados. Tiene una orientación difusa. Desde el punto de
vista de Zeig, Zeig tiende a ser un poquito difuso en su orientación. Erickson, por el contrario, era una persona
extraordinariamente focalizada. Se sintonizaba intensamente en un punto. Cuando se encuentran con distintas
personas, pueden darse cuenta de que algunas tienen la atención muy enfocada en ustedes y otras parecen más
distraídas. Yo tiendo a ser difuso en mi estilo de atención. Me parece que es útil para los terapeutas conocer cómo
son de acuerdo con estos criterios, qué posición ocupan dentro de estos continums, pero creo que a los pacientes no
les sirve saberlo. Yo no metacomunico estas categorías. No digo a los pacientes: "Usted es externo, usted es un
sujeto focalizado". Eso es metacomunicación. Yo utilizo esas categorías para orientar mi terapia. Y, además de
usarlas como señalamientos en la carretera, como recursos y para motivar, las utilizo para describir cómo la persona
fabrica el problema. Esta es una cuarta forma de utilizar el diagnóstico. Las categorías nos van a proporcionar
información explícita acerca de cómo esa persona fabrica el problema. Sobre este punto vamos a regresar más
adelante.
La siguiente categoría perceptual se refiere al sistema sensorial que el paciente emplea con mayor frecuencia. ¿Con
cuál de sus sentidos prefiere esta persona obtener información acerca del mundo? Este paciente se informa,
fundamentalmente ¿de manera visual, auditiva o con el tacto? Hay quienes reciben información sobre el exterior a
través de sus ojos. Ese es su sentido fundamental. Otras personas prefieren usar sus oídos para obtener información
sobre el mundo. Otras prefieren usar su cuerpo. Podemos preguntarnos ¿qué es lo que prefiere esta persona?, ¿con
cuál de sus sentidos obtiene más información sobre el mundo?, ¿qué escucharon ustedes durante el ejercicio?, ¿qué
cosas de lo que escucharon los hacen pensar que esa persona es visual?, ¿qué cosas escucharon que los hacen pensar
que ese paciente es más bien táctil? Tienen que usar sus oídos, ¿qué escucharon que les permite decir que esa
persona es interna?, ¿qué escucharon para afirmar que es focalizada?
Después de las categorías perceptuales tenemos dos categorías sobre el proceso de elaboración. La elaboración es un
poco más consciente. La percepción es un poco más inconsciente. La elaboración es, una vez que ya percibimos
algo, ¿qué hacemos con esa percepción?, ¿cómo la modificamos? La elaboración puede ser lineal o en mosaico. Una
persona lineal procesa las cosas secuencialmente. Una persona en mosaico procesa las cosas un poquito por aquí,
otro poquito por allá. ¿Cómo es Zeig en este sentido? ¿Es más bien una persona lineal o una persona en mosaico?
Zeig es más bien lineal, porque Zeig dice: "Hay cinco criterios diagnósticos: tres sobre la atención, dos sobre el
proceso de elaboración". Se mueve y presenta las cosas en una forma muy lineal. Erickson, por el contrario, era una
persona muy en mosaico. Erickson no organizaba conferencias y congresos, no escribía libros. Erickson hacía un
poquito por aquí, otro poquito por acá, otro poquito más allá. En esta categoría tenemos lineal versus en mosaico.
La otra categoría es amplificador versus reductor. Un amplificador mira un ratón y ve un elefante. Un amplificador,
amplifica todo lo que percibe. Si, por ejemplo, se escucha un chirridito del gis en el pizarrón, los amplificadores que
hay en el cuarto exclaman: "¡Agh!", porque amplifican la sensación. Un reductor mira un elefante y ve un ratón. Y
estas gentes se casan uno con otro, especialmente si se casan jóvenes. Y eso, que al iniciar la relación parecía a cada
uno tan atractivo del otro, tan encantador, se convierte en la causa de una enorme cantidad de problemas. Cada uno
desarrolla una alergia terrible al estilo del otro al grado de que ya no se pueden soportar. Pero aquí tampoco hago
metacomentarios. No les digo: "Es que usted es un amplificador y usted un reductor", sino que utilizo esta
información de diferentes modos.
Voy a decirles brevemente cómo usar estas categorías, pero antes, quiero que terminen el ejercicio haciendo su
diagnóstico. Los
pacientes diagnostican lo que creen ser verdadero de sí mismos en estas cinco categorías. Los terapeutas,
diagnostican lo que creen que es verdad de sus pacientes. Ahora bien, lo que el paciente cree no es necesariamente
cierto porque nosotros no somos los mejores jueces de nuestro propio carácter.
Así que, terapeutas, quiero que digan a sus pacientes qué escucharon. ¿Qué escucharon que los llevó a pensar que
esa persona era interna o amplificadora o lineal? Y luego comenten entre ustedes retroalimentándose. Y
diagnostiquen una cosa más: cuál de las cinco categorías está más desbalanceada. Esto es importante porque no
podemos poner atención a las cinco cuando estamos haciendo terapia. Es demasiado. Pero sí podemos trabajar con
una o dos. Escojan la que ustedes crean que está más desbalanceada. Pueden decir, por ejemplo: "Esta persona es un
poco externa, un poco focalizada, pero muy visual". Eso es lo que más resalta y háblenlo con el paciente para ver si
están de acuerdo. Así que tienen ustedes seis puntos de información para hacer el diagnóstico, pero sólo uno que es
realmente importante: el que está más desbalanceado. Tomen unos cuantos minutos con su pareja, hagan el
diagnóstico, coméntenlo mostrando qué fue lo que escucharon que los llevó a esa conclusión. Después de este
ejercicio, voy a darles información sobre la forma en que pueden usar estas categorías como: un señalamiento en la
carretera, un recurso, una motivación y una manera de describir la forma en que el paciente construye el problema.
3. COMO CORTAR LA TERAPIA A LA MEDIDA CON LAS CATEGORÍAS
Pongamos, por ejemplo, que descubrieron que una persona tiene una orientación hacia el interior. ¿Cómo van a usar
esta información? Lo más fácil es acercarse al paciente desde su propio marco de referencia. Esta es una ley
fundamental de la terapia ericksoniana: acercarse a cada individuo desde su propio marco de referencia. Por lo tanto,
pueden iniciar la terapia en el polo interno y poco a poco empezar a moverse hacia el externo.
Retrocedamos un momento. Supongamos que tienen un paciente que sufre de depresión. Si sufre de depresión y así
fue diagnosticado, ¿qué pueden hacer? Darle medicamentos, puesto que tiene una enfermedad. Pero si ustedes
parten de que ese paciente está muy orientado hacia el interior, el sentido común les dice que lo que tienen que hacer
es ayudarlo a ser más externo. Y es muy difícil permanecer deprimido si estás orientado al exterior. El objetivo de
esa terapia será que la hipnosis, las historias, las tareas, los símbolos, las metáforas, estén encaminados a ayudar al
paciente a ser más externo.
Ya sabemos cuál es nuestra meta: ayudar al paciente a ser más externo. Ahora tenemos que encontrar cómo lograr
esta meta. Tenemos que pensar qué forma de comunicación vamos a utilizar. Por ejemplo, me puedo decir a mí
mismo: "Voy a usar una sugestión poshipnótica compleja". Me dirijo al paciente y le digo: "En algún momento
durante la semana... tal vez cuando te subas al coche...tú sabes cómo... cuando te subes al coche... te sientes
cómodo... agradable..., como si estuvieras en un capullo... y te sientes tan a gusto de estar en un lugar tan familiar...
en tu coche... y estás metido ahí adentro". ¿Qué estoy haciendo? Me estoy acercando al paciente en su marco de
referencia, lo interno. Continúo: "En algún momento cuando estés adentro de tu coche esta semana... tal vez habrá
algo que hagas con la llave... como ponerla en el contacto para encender el motor... o tal vez... cuando toques el
volante y agarres la palanca frente a ti... entonces... de repente... mirarás afuera y verás las nubes... Y tú sabes cómo
sentías cuando eras niño y acostumbrabas tirarte en el pasto a mirar las nubes... y veías caras y animales en las
nubes... y lo lindo que era... bueno... cuéntame cuando suceda esto en algún momento de la semana". De esta manera
estoy orientándolo de lo interno a lo externo. Esta sola intervención no va a curar a un paciente deprimido. Sin
embargo, se va a establecer un momento, un proceso que empieza a moverse en esa dirección de manera
constructiva. Porque nosotros sabemos que todo paciente deprimido tiene un montón de experiencias sobre cómo
estar atento al exterior y lo único que tenemos que hacer es poner las condiciones para que el paciente haga surgir
esos recursos. Así que empezamos en el punto en que el paciente se encuentra y nos movemos en la dirección
opuesta.
Pongamos por caso que tienen ahora un paciente muy orientado hacia el exterior. ¿En qué categoría psiquiátrica
estaría ubicado un paciente muy orientado al exterior? Los pacientes sociópatas son muy externos en su
orientación. Los paranoicos también. Estas son las dos categorías principales. Los pacientes obsesivos pueden ser
externos a veces, al igual que los fóbicos y algunos histéricos. Pero los paranoicos y los sociópatas, con sus
actuaciones, están muy orientados al exterior. Por el contrario, los pacientes deprimidos, psicosomáticos y que
sufren de dolor, están muy orientados al interior.
Si ustedes saben que el paciente es externo, pueden hacer un poco de hipnosis. Si logran que un paranoico cierre sus
ojos, se meta dentro de sí mismo y ahí viva sensaciones placenteras, están haciendo una muy buena terapia. Pero
esto es muy difícil, porque en gran parte la defensa de la paranoia es ser externo, de modo que tienen que moverse
muy lentamente: llevar al paciente poco a poco a aprender algo sobre la comodidad interior, a meterse dentro de sí
mismo y sentirse bien. Hemos visto que las categorías diagnósticas son como señalamientos en la carretera. Les
muestran hacia donde orientar la terapia, cómo cortarla a la medida.
Ahora veamos cómo usar estas categorías a manera de recursos. Ustedes pueden, por ejemplo, felicitar al paciente
por estar tan atento al mundo exterior. Pueden también pensar en todas las posibilidades que tiene de usar esa
capacidad y así connotarla positivamente. De este modo lo transforman en un recurso.
Supongamos que quieren utilizar estas categorías para producir una motivación. ¿Cómo pueden usar la posición que
el paciente toma para motivarlo? Bueno, si es externo, las cosas externas son motivadores para él. Si es interno, las
cosas internas lo motivan. Esto tiene que ver con la palabra porque. Porque es una de las palabras más importantes
en el lenguaje de la influencia. Permitan, me distraerme un momento para hablarles de la importancia de la palabra
porque.
Les voy a contar sobre un experimento de psicología social que se basaba en el engaño. Había una máquina
fotocopiadora y una cola de estudiantes esperando su turno para sacar fotocopias. El experimentador, un estudiante
ya recibido, llegaba y preguntaba: "¿Me permiten pasar hasta delante para sacar estas copias?" Un porcentaje de las
veces, tal vez el 40%, le permitían pasar hasta adelante. El tomó este porcentaje como medida basal y repitió el
experimento cambiando su enfoque. Decía: "¿Puedo pasar hasta adelante porque mi maestro necesita las copias
inmediatamente?" El 85 % de las veces lo dejaban pasar. Probó una tercera vez, con este nuevo punto de referencia.
Ahora el estudiante decía: "¿Puedo pasar adelante para sacar unas copias porque la luna está en Escorpión y mi
ascendente es Leo?" El 85% de las veces le permitieron saltarse la fila y sacar las copias. Era casi como si la palabra
porque fuera mágica. No importaba lo que se dijera después de porque. En la medida en que las personas sentían
que había una razón, aceptaban, pero si sentían que no había una razón, no aceptaban. Yo no creo que se trate
exactamente de hacer eso, pero si ustedes cortan a la medida la motivación tienen más probabilidades de que la
persona acepte sus sugestiones. Y si ustedes saben qué posición toma esa persona, pueden usarla como motivación.
Imaginemos que ustedes quieren que un paciente venga a terapia familiar. Si es una persona interna le pueden decir:
"Quiero que la próxima vez traigas a tu familia porque realmente te vas a sentir muy bien de saber que puedes
hacerlo". A la persona externa le pueden decir: "Quiero que traigas a tu familia a terapia porque todos lo van a ver
muy bien". La motivación que están dando encaja perfectamente en la posición que el paciente toma y por lo tanto
está cortada a la medida de su estilo individual.
Ya aprendimos a usar las categorías diagnósticas como un señalamiento en la carretera, como recurso y como
motivación para cortar a la medida el tratamiento. Un poco después les daré el cuarto punto, que es una forma de
dividir el problema en pequeñas unidades que puedan trabajarse con facilidad.
Algunas personas tienden a ser muy focalizadas. Erickson tendía a ser una persona muy focalizada. Pongamos, por
ejemplo, que ustedes tienen a una persona que es sociópata, un sociópata que realiza actuaciones. Una persona que
es sociópata puede usar la estrategia de ser externa y difusa. Llega a un lugar y recorre todo con la mirada, está
viendo qué sucede ahí. Una persona histérica puede usar la estrategia de ser externa y focalizada. Es un patrón
un poquito diferente. Un deprimido puede ser interno y focalizado y una persona esquizoide podría ser interna
y difusa. Ser esquizoide es una buena estrategia para ser interno y difuso. Pero si ustedes dicen: "Esquizoide", esto
no les indica qué hacer, en cambio, si dicen: "Esta persona es interna y difusa", la meta puede ser que sea externa y
focalizada. Y una vez que han diagnosticado qué posición toma el paciente, saben cómo orientar la terapia.
Vamos a suspender un momento porque estoy un poco cansado. Más tarde seguiremos con otras categorías. Ya
vimos las intrapsíquicas; después de almorzar haremos otro ejercicio con categorías interpersonales y sociales y así
tendremos un diagnóstico más completo. Veremos también como podemos usarlas como recursos, señalamientos de
carretera, motivaciones y para dividir el problema en pequeños segmentos y así resolverlo.
Después de almorzar. Vamos a hablar del sistema sensorial que cada persona prefiere.
Esto es especialmente importante en programación neurolinguística, ya que muchas de sus estrategias están basadas
en usar y manipular aspectos del sistema sensorial más relevante. Cuando están escuchando a un paciente ¿cómo
pueden saber si enfatiza lo visual? Poniendo atención a los predicados de su patrón de lenguaje. La gente visual se
expresará con frases como: "La forma en que yo veo esto... mi punto de vista... mi perspectiva es..." Quienes son
más auditivos dirán: "Esto me suena a... la forma en que yo escucho esto es..." Las personas que son más táctiles:
"Yo siento como si... mi sentimiento es... yo tomo las cosas de esta manera". Y son más físicas. También pueden
echar una mirada al lugar en donde están y obtener información acerca de si la gente es más visual, más táctil o más
auditiva, por la forma en que se sientan y se orientan hacia lo que está sucediendo. En un desentendimiento clásico
entre un terapeuta que es táctil y un paciente que es visual, el paciente diría: "Bueno, este es mi punto de vista" y el
terapeuta respondería: "Bien, ¿y cómo lo sientes?" Van en diferentes direcciones. Erickson, que era visual por
naturaleza, cambiaba sus patrones para acoplarse al estilo de la persona con quien estaba trabajando. Esto es bueno
para la hipnosis. También es bueno para la terapia.
Regresando al modo en que se procesa la información, éste puede ser en forma lineal o en mosaico. Erickson
contaba que él tenía la costumbre de esconder los huevos de Pascua para sus hijos y la Sra. Erickson también. Su
hijo mayor, Bert, encontraba todos los huevos de su papá. Y el segundo, Lance, encontraba todos los de la mamá.
Erickson decía que él pensaba: un poquito por allá, otro poquito por acá y que, en cambio, la Sra. Erickson pensaba:
uno, dos, tres, cuatro, secuencialmente. Ella era más lineal y él más tipo mozaico. Y un día cuando el mayor, Bert,
tenía como 8 años, empezó a encontrar todos los huevos que escondía su mamá. Erickson le preguntó: "¿Cómo
haces Bert?" y él contestó: "Es muy fácil, papá, sólo pienso: ¿Dónde los escondería mamá?". De modo que si
estamos trabajando con alguien que es muy lineal, le damos una comprensión lineal. Pongamos que ustedes quieren
hacer hipnosis, que esa es su meta y que están trabajando con una personal lineal. ¿Cómo lo pueden motivar? Le
dicen: "Vamos a hacer hipnosis, por tres razones: una... dos... tres..." Si están haciendo una inducción a una persona
lineal, tal vez le pueden sugerir: "Relaja tu cabeza... relaja tu cuello... relaja tus hombros... relaja tu pecho..."
linealmente. Y después, en forma gradual, comienzan a desplazarse a un estilo más mosaico: "Y a medida que te
relajas, no tienes que poner atención a los sonidos de este cuarto... a cómo se siente tener los pies apoyados sobre el
piso... a la posición de tu cuello... a las sensaciones de comfort que permanecen... a las imágenes de tu mente..." y
así, gradualmente, se van volviendo más tipo mosaico en su forma de inducir. Este fue sólo un ejemplo, pero en
realidad la transición debe ser más suave. Empezar a trabajar en el lado lineal y muy lentamente, poco a poquito, ir
pasando al estilo mosaico. O viceversa, empezar con el estilo más en mosaico e ir desplazándose muy, muy
lentamente, hacia lo lineal.
Veamos ahora amplificador y reductor. ¿Cuál es la diferencia entre un amplificador y un reductor? A groso modo la
diferencia es que un amplificador crece en Italia y un reductor en Suecia. Es también una diferencia de estilo.
Digamos, por ejemplo, que quieren presentarle la hipnosis a un amplificador ¿Cómo lo hacen? Le dicen: "¡Vamos a
hacer hipnosis! ¡Va a ser la experiencia más fantástica y maravillosa que hayas tenido en tu vida!". Pero si están
presentando la hipnosis a un reductor: "Mira, vamos a hacer hipnosis, probablemente habrá dos o tres cosas que
quizás te interesarán un poquito... y alguna vez en el futuro... bajo ciertas circunstancias..." Se acoplan al estilo del
individuo. Esto funciona muy bien en terapia de pareja, porque modelo frente a ellos y le hablo al amplificador con
calificativos amplificadores: muy, enorme, lo máximo, y con grandes gestos y ademanes. Luego le hablo al reductor
y utilizo calificativos reductores: de alguna manera, un poquito, más o menos, al mismo tiempo que hago ademanes
y gestos pequeños. De esta manera, están hablando a la persona en su propio lenguaje experiencial; estas categorías
nos permiten hablar con el paciente en su lenguaje experiencial. Esto es crucial, muy importante. Es la quinta razón
para utilizar estas categorías diagnósticas: como recursos, señalamientos, motivación, para saber cómo dividir el
problema y para ayudarles a hablar el lenguaje experiencial del paciente. Esto es muy importante. Si ustedes quieren
llamar mi atención, pueden hablarme de psicología. Ese
tema atrae mi atención porque es mi lenguaje experiencial, yo hago eso todos los días. Pero si ustedes quieren en
verdad captar mi atención, me pueden hablar de volar, de ser piloto de ala delta, porque esa es mi afición, y así
atraerían con seguridad mi atención. Pero si platican conmigo sobre la escuela oficial en donde estudié en Nueva
York, y me hablan concretamente de los patios o de la ciudad, captarían mi atención todavía más porque estarían
hablándome en el lenguaje de mi juventud, que en realidad es el lenguaje de mi propia experiencia.
Lo que tratamos de hacer como terapeutas es investigar lo más pronto posible el lenguaje experiencial del paciente y
hablarlo.
Volviendo al tema anterior, pueden preguntarse qué fue lo que escucharon que les permitió saber que esa persona
era reductora; qué escucharon que les permitió saber que era amplificadora; qué escucharon que les permitió saber
que era visual. Y pueden comenzar a utilizar rápidamente esas distinciones. No necesitan tener mucha información
sobre el comportamiento de alguien, sólo una pequeña plática con él para darse cuenta de sus características. Y esas
características son estructurales. De esta manera ustedes se enfrentan a estructuras que pertenecen al momento actual
y no a lo que éstas significan en términos de la dinámica del pasado del paciente. De una historia sobre el pasado,
extraen y definen las estructuras que existen actualmente, estructuras que pueden utilizar. No podemos cambiar el
pasado pero sí podemos utilizar lo que existe en este momento para abrir la puerta y construir un futuro positivo.
Nuestro diagnóstico se basa en el ahora. ¿Cuáles son las estructuras que existen ahora! ¿Cómo pueden ser utilizadas
para asegurar que el futuro sea efectivo y adaptado?
Bueno, ¿cómo les fue en el ejercicio de adivinar las diferentes características del paciente? Espero que les haya
resultado fácil. Vamos a hacer un segundo ejercicio para practicar nuevas categorías que, en este caso, van a ser
categorías sociales e interpersonales, relaciónales. Este diagnóstico toma en consideración tanto las fuerzas
intrapsíquicas como las interpersonales.
Nuevamente les voy a pedir que trabajen en diadas en donde una persona es el paciente y la otra el terapeuta. La
tarea del paciente es contar una historia, una historia real de su propia infancia, una historia placentera, una historia
que tenga que ver con crecer, o una historia que trate de la época de Navidad, o una historia sobre visitas a
familiares. La tarea del terapeuta va a ser escuchar la comunicación del paciente con atención y determinar una
nueva serie de categorías diagnósticas. Pero para hacer este trabajo más interesante, voy a agregarle algunas
complicaciones. En primer lugar, quiero que busquen a alguien que no conozcan y que no haya trabajado con
ustedes en el ejercicio anterior. En esta ocasión se van a sentar cara a cara, la vez pasada se sentaron de espaldas.
Siéntense uno frente a otro, decidan quién va a ser el terapeuta y quién el paciente. No importa si les toca ser las dos
veces el paciente o las dos veces el terapeuta, porque van a trabajar con algo nuevo. Así que muevan sus sillas,
siéntense frente a frente, determinen sus papeles: quién es paciente, quién es terapeuta, y esperen a la siguiente
instrucción.
Un momento después, cuando ya todos tomaron su lugar.
Para hacer las cosas más interesantes, quiero que el paciente cuente su historia al terapeuta de una manera casi
imperceptible, susurrando. El paciente va a contar su historia en susurros, sin permitir que salga ni una sola palabra
de su boca. Van a contar la historia así: (susurra) ¿De acuerdo? Esto es muy importante porque a medida que ustedes
practican técnicas como la hipnosis, como contar historias, es necesario aprender a hablar y a observar al mismo
tiempo.
Vamos a utilizar nuestros ojos para obtener toda la información necesaria, de modo que nuestro diagnóstico va estar
basado sólo en información visual. Lo más interesante es que todo lo que ustedes tendrán será información visual.
Cuando su compañero cuente la historia, obsérvenlo detenidamente para que obtengan toda la información visual.
En este ejercicio se trata de desarrollar la visión, así es que exíjanse observar con todo detalle para obtener pequeñas
claves, pequeños comportamientos que nos proporcionan información valiosa acerca de los patrones redundantes de
esa persona.
Bueno, el paciente cuenta una historia placentera de cinco minutos. Los terapeutas pueden hacer preguntas si
quieren, aunque no sé sobre qué podrían preguntar; así que solamente pongan atención. Los pacientes cuentan su
historia, observan, terminan, y aplicamos una nueva serie de categorías diagnósticas. Pueden empezar.
Cinco minutos después.
Lamento tener que interrumpir historias interesantes, pero vamos a continuar. Vamos a trabajar con categorías
perceptuales, de procesamiento y de relación.
Lo primero que tienen que diagnosticar ahora es cuál es la estructura familiar de este paciente. ¿Es hijo mayor o hijo
único, es de los hijos intermedios o el menor? Tres categorías: mayor o único, intermedio o menor. (Risas
nerviosas). Los terapeutas escriban lo que creen sobre el paciente y los pacientes lo que saben de ellos mismos.
La segunda es: ¿Creció en un ambiente rural o urbano? ¿Pasó sus primeros años, los de formación, en la ciudad, en
un suburbio, en el campo o en un pueblo pequeño?
Estas dos categorías provienen directamente de Erickson. Cuando llegaba un paciente a su consultorio, le pedía:
escriba su nombre, dirección, teléfono, ocupación, educación, estado civil, número de hijos, nombres y edades,
número de hermanos y hermanas, nombres y edades, y si crecieron en un ambiente rural o urbano. Erickson pensaba
que era muy importante que el terapeuta conociera esta información, después veremos por qué.
La siguiente categoría se refiere otra vez a una polaridad, como en el caso de las anteriores. Escriban si esta persona
es intrapunitiva o extrapunitiva.
Una persona intrapunitiva, "mea culpa", dice: "Es mi culpa". Una persona extrapunitiva dice: "Es tu culpa". Si una
persona intrapunitiva se queda dormida más de la cuenta se dice: "¿Cómo pude ser tan estúpido?" Pero si la persona
extrapunitiva se queda dormida les dice: "¿Por qué no me despertaste? ¡Cómo es posible que esta compañía de
relojes no sea capaz de fabricar un buen despertador!" y nuevamente, sucede que dos personas así se casan... Una
persona intrapunitiva sale del seminario y dice: "No, yo no puedo hacer esto, hay demasiadas cosas en qué poner
atención, yo no soy tan inteligente". Una extrapunitiva, sale del seminario y dice: "Es lo mismo que dijo Freud en
1937, es como el análisis transaccional". Es extrapunitiva.
La cuarta categoría tiene que ver con absorber o emitir. Las personas pueden ser absorbedoras, tomadoras, o
emisoras, dadoras. Algunas gentes absorben energía en las relaciones interpersonales, son como la luna. Otras, son
como el sol, dan energía, son dadoras. Están orientadas a dar, a transmitir energía, mientras que otras toman,
absorben energía.
La quinta categoría es buscador, explorador, versus retractor, es decir que se mantiene a distancia. Un buscador se
mueve hacia; si hay algo nuevo, tiende a moverse hacia eso. Una persona retractora tiende a retirarse, a hacerse
hacia atrás, a evitar encuentros sociales.
La sexta categoría es uno arriba versus uno abajo. La persona uno arriba controla y define la relación. La persona
uno abajo simplemente responde a las demandas del otro. La persona uno arriba dice: "Yo voy a ser el terapeuta"; la
que es uno abajo, responde. La persona uno arriba dice: "Tú vas a ser el terapeuta"; la persona uno abajo, responde.
El uno arriba controla y define la relación; el uno abajo, responde.
Quiero que diagnostiquen una séptima categoría que no tiene nada que ver con éstas que son relaciónales y sociales.
Es la misma que usamos en el ejercicio anterior. Determinen si esa persona es auditiva, visual o táctil, pero esta vez
van a hacer su diagnóstico a partir de información visual. Con sólo mirar pueden determinar si es más visual, más
auditiva o más táctil.
La octava es: ¿Cuál de todas las categorías está más desbalanceada? De la categoría tres a la seis, ¿cuál está más
desbalanceada? Esta persona, ¿es más intrapunitiva, o más absorbedora, o más emisora, o más buscadora, o más uno
abajo?
Ahora les voy a hacer una pregunta tramposa. Cuando hicimos el ejercicio, ¿quién tuvo más información visual, el
paciente o el
terapeuta? Tuvieron la misma. El paciente no tiene por qué tener menos que el terapeuta. Cuando pedí a los
pacientes que contaran una historia, les dije que observaran a la persona a la que estaban hablando, así que quiero
que el paciente también diagnostique al terapeuta porque tuvo la misma cantidad de información visual.
Tenemos dos columnas, en una se diagnostican a ustedes mismos y en la otra, diagnostican a su compañero de
ejercicio. Tomen algo de tiempo para comparar sus diagnósticos. El paciente no necesariamente sabe la verdad
acerca de sí mismo. Tiene una creencia sobre cómo es, pero ustedes lo van a retroalimentar. Le van a mostrar qué
fue lo que vieron que les hizo pensar que era intrapunitivo, o qué vieron que les hizo creer que era el hijo menor de
su familia. Después les voy a dar más información sobre cómo podemos utilizar estas categorías a manera de
recursos, señalamientos, motivadores, para dividir el problema en pedacitos y para hablar con el paciente en forma
experiencial. Tienen diez minutos y después regresamos.
Pasados los diez minutos.
Muy bien, vamos a repasar estas categorías y veremos cómo emplearlas en el proceso terapéutico.
En primer lugar, la estructura familiar. ¿Cuántas personas de las presentes son hijos únicos o mayores? Levanten la
mano. En este caso, es un porcentaje bajo comparado con el que generalmente espero en un grupo de terapeutas
exitosos, donde la mayor parte son hijos únicos o mayores. Los hijos mayores o únicos son los que mandan, están
acostumbrados a hacerse cargo, a cuidar. Aprenden a cuidar a los otros, a los hermanos menores, y a veces incluso a
cuidar a los padres. Por eso no es raro que elijan una profesión en donde continúan con el papel de ser cuidadores.
Los hijos mayores o únicos tienden a ser más intelectuales, más tímidos, más cuidadores de los demás. Los hijos
intermedios tienden a ser más rebeldes, más amistosos, más gregarios, más artísticos. Por lo tanto, en un grupo de
artistas exitosos podemos esperar más hijos intermedios. Los hijos menores tienden a ser más conciliadores, a
dividir las diferencias, a ser más complacientes. Obviamente estos son promedios estadísticos y no reglas. Una vez
escuché hablar a Paul Watzlawick en la Asociación Psicológica Occidental sobre estadísticas e investigadores. Y en
su encantador acento provinciano austríaco, dijo: "¿Saben? Las estadísticas son como los bikinis, lo que enseñan es
revelador, pero lo que ocultan es crucial". Así que lo que acabo de decirles no es una verdad absoluta. Si hay más de
cinco años de distancia, si hay diferencias culturales entre las familias, las gentes se comportan de manera distinta;
pero en términos generales pueden esperar que si una persona fue el hijo mayor, tienda a comportarse como alguien
que cuida. A esta persona pueden presentarle una tarea diciéndole: "Hay algo que quiero que tú cuides". Si están
hablando con un hijo intermedio, le pueden decir: "Quiero que te deprimas esta semana y que trates de encontrar una
forma artística de deprimirte" Ahí se están basando en la rebeldía del hijo intermedio, creando la paradoja que lo
saca del problema. A los hijos menores les pueden decir: "Quiero que estés deprimido esta semana y que lo hagas
exactamente el jueves, de las seis a las nueve de la noche". Y ellos van a seguir su prescripción porque son de
naturaleza complaciente y al hacerlo, toman el control sobre su depresión. Así que ustedes van a modificar su terapia
de acuerdo con los antecedentes de cada persona. Lo mismo sucede con las gentes de áreas rurales o urbanas. Si van
a hacer una inducción de hipnosis para mí, y empiezan a hablarme de imágenes del campo, eso no me dice nada. No
están hablando mi lenguaje experiencial. Pero si me hablan promoviendo imágenes sobre columpios en un parque
concreto, me van a llegar porque tengo antecedentes urbanos. Estarán hablando mi lenguaje experiencial.
¿Cual es la diferencia entre una persona rural y una persona urbana? ¿Cómo pueden ustedes saber que yo crecí en
una ciudad? Si ponen atención a mi lenguaje, se darán cuenta de que no escuchan metáforas rurales, no uso
expresiones del campo; si ven mi forma de vestir, no es un estilo rural; si miran mis manos sabrán que estas manos
nunca han trabajado duro y si escuchan mi acento y son norteamericanos, podrán notar un acento citadino en mi
forma de hablar.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre una persona rural y una urbana? La gente del campo, tiende a estar orientada
al futuro. La
gente de ciudad, tiende a estar orientada al ahora. Si una persona urbana quiere un jitomate, sale de su casa y lo
compra. Una persona de campo prepara la tierra, planta las semillas, lo hace en el momento adecuado, en la
estación. Erickson era de origen rural y por eso comprendía cómo las cosas se desarrollan a través del tiempo. Una
vez, estábamos comentando un video y a mitad de la discusión, me dijo: "Jeff, quiero que me saques una foto con
Laura, mi nueva nieta". Los veintiséis nietos de Erickson nacieron un poco antes de que él muriera. Tuvo cuatro
hijos y cuatro hijas. Trece nietos y trece nietas. Esto fue una de las pocas cosas que Erickson hizo balanceadas. Se
acomodaron para la foto. El con Laura en sus brazos y la Sra. Erickson y Roxana su hija, paradas a su lado. Erickson
no quiso que le tomara la foto hasta que la Sra. Erickson le trajera una escultura de madera que fue el regalo que le
dio a Laura en su primer cumpleaños. Era la escultura de un tecolote, un tecolotito. Entonces Erickson tomó a la
bebé y a la escultura de madera y yo pude tomar la foto. Erickson me dijo: "Jeff, piensa que dentro de dieciséis años,
cuando yo ya haya muerto y Laura vea esta fotografía, mirará a la bebita y mirará al tecolotito de madera mucho
más chico proporcionalmente y esto se va a mezclar con sus sentimientos de ser ya grande, de ir a la preparatoria".
Así, ese tecolotito de madera añadía una gran cantidad de ingredientes muy humanos a esa fotografía. ¿Se dan
cuenta cómo estaba asociando todos estos recuerdos a través del tiempo? En este caso, Erickson estaba siendo un
buen granjero, haciendo una intervención ahora que no daría frutos sino hasta dieciséis años después, en el futuro. A
esto me refiero cuando hablo de orientación rural.
Una vez, una mujer vino a pedirme terapia. Su problema era que se caía. No era un problema médico, sólo se caía.
Hacía muchos años había estado en terapia con Erickson por el mismo problema, se caía. Le pregunté qué había
hecho Erickson en la terapia. Hizo que ella y su marido asistieran juntos y después de unas dos sesiones les dijo:
"Divorcíense, no se pertenecen uno a otro; sus estilos son muy diferentes". Ellos se negaron a divorciarse por
motivos religiosos y Erickson les dijo: "Ustedes se niegan a divorciarse por motivos religiosos, entonces... ¿han
pensado en tener una familia?" Dedicaron un tiempo a discutir planes sobre este punto. La señora sacó a relucir su
problema de las caídas. Le pregunté si había algo más que fuera importante que me contara sobre la terapia. Y ella
respondió: "Sí, en la última sesión Erickson me dijo: 'Usted ya no necesita terapia ahora, pero en algún momento en
el futuro, cuando ande por los cuarentas, necesitará. Pero ahora ya no necesita más terapia". Cuando llegó a esta
edad, se comunicó con la Sra. Erickson, que me llamó a mí y vi a esta paciente. ¿Cómo pudo Erickson predecir que
ella necesitaría más terapia en esa edad? Sus hijos ya habían salido de casa y esta mujer ya no aguantaba más estar
bajo la presión del marido tan rígido. Fue una buena predicción de Erickson; estaba orientado al futuro, haciendo
una intervención que podía ser útil en los momentos difíciles del ciclo familiar. Me parece que es muy bueno para
los terapeutas urbanos poder pensar con esta orientación rural.
Intrapunitivo y extrapunitivo. La gente intrapunitiva se culpa a sí misma. Si tienen en terapia a alguien así pueden
decirle: "Tu mente consciente puede observar todos los errores que cometes, pero tu mente inconciente no se
equivoca en desarrollar posibilidades interesantes". De esta manera, circunscriben el problema en este caso ser
intrapunitivo a la mente conciente. ¿Qué sucede si se encuentran en una situación extrapunitiva? ¿Tenemos
estudiantes en el grupo? ¿Qué pasa si tienen que redactar su tesis y no la pueden terminar bien? ¿Cuál es el papel
que tienen que desarrollar los revisores de la tesis y luego el jurado? Ser extrapunitivos. Los revisores y el jurado no
van a decir: "Pobre estudiante, no le enseñamos bien, debimos haber sido mejores maestros". Su papel es ser
extrapunitivos. Si ustedes presentan su tesis con todos los errores gramaticales posibles: errores de sintaxis, de
estructura, de gramática, los revisores se van a sentir muy bien, porque ellos tienen que encontrar errores. La peor
cosa que pueden hacer es entregar una tesis gramaticalmente perfecta, porque entonces los revisores tendrían que ser
extrapunitivos respecto al contenido o la estructura del diseño experimental. Y como ustedes no quieren que
critiquen eso, deben ofrecerles algo qué criticar. A un paciente extrapunitivo, que va a encontrar errores y, por lo
tanto le va a ser difícil tomar decisiones, le puedo dar una tarea y decirle: "El sábado en la mañana, vas a tener que
tomar una decisión muy difícil. Quiero que vayas de paseo al Squaw Peak —que es un pequeño cerro de Phoenix, de
unos 500 metros de alto y cuya subida implica una caminata de aproximadamente un kilómetro y medio—" Y le
digo: "Vas a escalar el Squaw Peak el sábado en la mañana. Llévate una lata de Coca cola, una de Orange, las dos
medianas, no muy grandes, no muy chicas, un tarro de yogur y una cuchara de plástico. Vas a tardarte una hora en
subir y luego te vas a quedar 30 minutos en la cima. Durante ese tiempo, tu mente inconsciente va a tomar una
decisión. Te tomas una hora para bajar y mientras lo haces, tu mente inconsciente va a consolidar la decisión que
hizo". Y el típico paciente extrapunitivo llega a la siguiente sesión y dice: "No subí a esa maldita montaña, no
pensaba llevar comida, no me gusta el yogur, nunca bebo Coca cola y no iba a pasar tres horas haciendo una tarea
tan estúpida y lo que yo decidí fue..."
Si el paciente es extrapunitivo, tienen que darle algo respecto a lo que pueda ser extrapunitivo. Tienen que satisfacer
esa parte de su personalidad.
Absorbedor o emisor, dador. Pongamos por caso que van a hacer hipnosis o terapia familiar con un absorbedor. Le
dicen a esa persona: "Vamos a hacer terapia familiar, ¡es maravilloso! verás como es muy interesante para ti. No
tienes que hacer nada. Sólo te sientas y tu familia va a hacer todo el trabajo". Si están haciendo terapia con un dador,
le dicen: "Vamos a hacer hipnosis, no sé mucho sobre eso, sólo fui al seminario de Zeig, tratemos de hacer hipnosis
y tú me vas a ayudar a ayudarte". Saben que la orientación de estos pacientes es a dar, a generar energía.
Buscador, explorador, o retractor, tomador de distancia. Es la misma idea: "Quiero que realmente te muevas hacia
esta terapia" o "Quiero que simplemente te sientes ahí y dejes que las cosas sucedan".
Uno arriba y uno abajo. Esta es la categoría más importante. Voy a volver a ella dentro de unos minutos.
Auditivo, visual y táctil. Cuando estamos sentados en un cuarto, algunas gentes se sientan como si estuvieran
sintiendo lo que ocurre ahí. Otras se sientan como si estuvieran deteniendo un teléfono, como escuchando. Otras
más, como si estuvieran mirando; obtienen más información visual. Con el sólo hecho de observar a una persona,
ustedes ya se hacen una idea acerca de cuál es el sistema que más utiliza para obtener información.
En programación neurolinguística hay todo un esquema sobre los movimientos de los ojos para obtener esta
información. Si mueven los ojos hacia arriba en una dirección son visuales y están construyendo, hacia arriba en la
otra dirección, visuales eidéticos, y táctiles o auditivos, según para donde muevan los ojos.
Quiero citarles a un filósofo, Santillana, quien dijo: "Alguien llega con una buena idea, alguien más tiene la certeza
de que puede ampliarla". Es una buena idea poner atención a los movimientos de los ojos, pero no hay que basar
toda la terapia en la forma en que está trabajando el cerebro de una persona de acuerdo con la dirección en que los
mueve. Vamos a volver a la categoría uno arriba y uno abajo, después de diez minutos de descanso.
Después del descanso.
La persona que está uno arriba controla y define la relación. La persona que está uno abajo, responde a las demandas
del que está uno arriba. Quién está arriba y quién abajo es algo que se define desde los primeros segundos de la
relación. Pero no se define verbalmente. No es como si una persona dijera: "Te elijo a ti y luego me coloco arriba o
abajo". Es mucho más rápido que eso. Es como si la persona uno arriba mirara a su alrededor, buscando,
seleccionando, y entonces la persona uno abajo queda definida inmediatamente. Las posiciones uno arriba y uno
abajo se determinan en los primeros segundos de la interacción. Pensemos en esto a partir del primer ejercicio.
¿Ustedes saben si son zurdos o diestros y pueden probarlo? Esta es una técnica que Erickson usaba en su
consultorio. Tómense las manos entrecruzando los dedos ¿Cuál pulgar está arriba? Ahora, recorran los dedos de esa
mano un dedo hacia abajo, ¿Cómo sienten? Extraño, ¿verdad? Algunas gentes son zurdas y otras gentes son diestras
de la misma manera que algunas personas son diestros de mano, diestros de hombro, diestros de rodilla, diestros de
ojo, etc. El comportamiento de la gente está muy lateralizado. Algunas personas, cuando les digo vuelvan la cabeza,
lo hacen hacia la izquierda o hacia la derecha. En el primer ejercicio que hicieron estaban de espaldas y si una
persona vuelve la cabeza hacia la derecha y la otra hacia la izquierda, no hay problema. Pero pongamos que una
persona se vuelve a la derecha y la otra hace lo mismo, una de las dos tiene que acomodarse, ponerse uno abajo. Ahí
queda claro quién está uno arriba y quién está uno abajo. Estas posiciones se determinan muy rápidamente en una
relación. Gregory Bateson llamaba a esta posición complementariedad. La relación complementaria es aquella en la
que una persona está uno arriba y la otra uno abajo. Es una situación estable y no hay ningún problema. El otro tipo
de relación es la simétrica. Una relación simétrica es una relación entre iguales y es inestable.
Les voy a dar un ejemplo de una relación simétrica. Dos gentes, dos psicoanalistas, están hablando de relaciones
objétales. Uno dice: "Yo he estado estudiando relaciones objétales", el otro responde: "Bueno, yo he estado
estudiando psicología del yo", entonces, "yo he estado estudiando el trabajo de Margaret Mahler", "pues yo he
estado estudiando el trabajo de Otto Kernberg", "bueno, Margaret Mahler ha escrito los trabajos más importantes
sobre identificación proyectiva", "pues las más recientes revisiones del concepto de identificación proyectiva que ha
hecho Kernberg son mucho más importantes", "Mahler mostró que la identificación proyectiva ocurre a los cinco
años", "Kernberg, en su artículo de 1950 demostró que la identificación proyectiva tiene lugar a los tres años" ... tan,
tan, tan, tan... Es una relación simétrica entre iguales. Una relación simétrica puede terminar de diferentes maneras.
Puede explotar: "Tú no sabes nada de psicología del yo", dice uno y se va. Puede ser bastante volátil, agresiva, y a
medida que las personas suben a más altos niveles de pleito, llegar incluso a ser peligrosa. Una relación simétrica
puede también terminar convirtiéndose en complementaria. Uno de los dos se pone uno abajo: "¿Qué dijo Mahler de
la identificación proyectiva?" Se pone uno abajo. Dos personas fuertes que se encuentran en una relación simétrica
pueden tener un control, como cuando en un carro se pone un control que impide que se acelere demasiado.
Imaginen que los dos están discutiendo y uno de ellos se empieza a mover para encender un cigarro y eso es como
una clave. En ese momento dejan de discutir y empiezan a hablar sobre otra cosa, por ejemplo, sobre el campeonato
mundial de fútbol: "Yo creo que Argentina va a ganar", "pues no, va a ganar Italia", "Argentina tiene a Maradona" y
así siguen discutiendo hasta que uno de los dos toma un cigarro y se detienen. Tomar un cigarro es como una clave
que indica que ya hay demasiada tensión. Algunas veces, cuando uno está haciendo terapia de pareja, le da a la
pareja una clave. Les dice: "Cuando él (el marido) se rasque la cabeza, cambien de tema. Esta es una clave que
tienen que respetar". Y así ustedes se ponen uno arriba y evitan que la simetría termine en una escalada. ¿Qué pasa
si hacen un metacomentario? ¿Qué pasa si ven a la pareja y le dicen: discúlpenme, pero ustedes están haciendo una
escalada simétrica? La pareja los mira de vuelta y les dice "¿Escalada simétrica?", "ella está en una escalada
simétrica", "yo no" y así continúan con su problema con el pretexto que ustedes les dieron. El metacomentario no
ayuda para nada. Aquí pueden usar tareas. Esto nos lleva a la Primera Ley de Zeig en Psicoterapia. La Primera Ley
de Zeig es: conduce la terapia hasta el nivel de experiencia en donde se genera el problema. Si el problema se
produce en niveles no verbales, utiliza tareas. Si el problema tiene que ver con un desbalance en el manejo del poder
en la relación y este desbalance del poder se genera en niveles no verbales, usa directivas. Si el problema se produce
en niveles verbales, habla sobre él, pero lleva la terapia al nivel de experiencia en donde se genera el problema. Yo
creo que esta ley es segura. El tema de los conflictos de jerarquía en una relación ha sido muy bien desarrollado por
Jay Haley y Cloe Madanes. Ellos han escrito sobre la forma de corregir los problemas cruzados de jerarquías. Yo
revisaría sus publicaciones más recientes para conocer cómo manejan estos puntos.
Algunas gentes necesitan estar uno arriba, les gusta estar en esta posición. Recuerdo a un profesor en Francia que
tenía que estar uno arriba. Nos sentábamos en su biblioteca, tomando café, bebiendo brandy bajo una fotografía que
le había autografiado Charles De Gaulle y se ponía a corregir mi inglés, incorrectamente, pero lo corregía. El era el
profesor y estaba uno arriba. Erickson estaba uno arriba. Siempre estaba uno arriba. Era como un gurú siempre
atento, observando, siempre uno arriba. Casi nunca vi a Erickson uno abajo.
Algunas gentes tienen que ser iguales. Esa es una relación simétrica. El diálogo en estas parejas suena más o menos
así: "Vamos a salir a cenar esta noche. A ver, la última vez tú decidiste sobre la cena y yo decidí a qué cine" o si no,
"bueno, yo decidí sobre la cena y el cine, ahora te toca a ti". Cuando escuchan a las personas simétricas, su
comunicación es: "me toca", "te toca" y la relación tiene que ser igual.
A algunas gentes les gusta estar uno abajo. Tienen que estar uno abajo. Invoquemos ahora al espíritu de mi querida
abuela que ya murió: "Abuela, ¿cómo estás?", "oh, no muy bien", " pero abuela, ¿qué pasa de malo?", "estoy muy
sola", "pero abuela ¡hay mucha gente alrededor! ¿por qué no sales al parque y disfrutas estar con la gente?", "oooh,
queda tan lejos, hay que caminar y ya mis pies no están tan bien como antes", "bueno, abuela, de acuerdo, pero ¿por
qué no invitas a la gente para que venga a visitarte a tu casa?", "esta casa no está tan limpia y ya no tengo fuerzas
para estar limpiando", "bueno, abuela, pues simplemente ponte a hablar por teléfono, llama a tus amigos", "ay hijito,
tú sabes que ya no oigo tan bien como antes". Mi abuela estaba uno abajo pero siempre estaba controlando y
definiendo la relación. Bateson llamó a esta posición metacomplementariedad. Te pones uno abajo para estar
realmente uno arriba. Una posición metacomplementaria es ponerse uno abajo para estar realmente uno arriba.
Ahora bien, todo síntoma es un vínculo metacomplementario. Todo síntoma es un ejemplo de una persona que logra
estar uno arriba, estando uno abajo. Si una paciente tiene una fobia, no puede ir a la tienda y entonces su esposo
tiene que hacer todas las compras. Por lo tanto, está uno arriba. Pero si ustedes ven al paciente y le dicen: "Disculpe,
pero usted está teniendo ganancias secundarias", el paciente nos dice: "¿Ganancias secundarias? A mi no me
interesan las ganancias secundarias. Por favor, lo único que quiero es quitarme la fobia". Otra vez, metacomentar no
ayuda para nada. Así que mejor utilizan tareas o directivas para ayudar a la persona a cambiar el desbalance del
poder.
Cuando hacemos psicoterapia ericksoniana, queremos estar uno arriba y como la gente uno arriba controla y define
la relación, también inducimos papeles. La persona uno arriba induce papeles en la que está uno abajo ya sea en
forma constructiva o destructiva.
La persona uno arriba puede inducirnos que podemos ser inteligentes, creativos, amistosos, juguetones, cercanos.
Pero también la persona uno arriba puede inducir papeles diciendo eres estúpido, poco creativo, vas a ser infeliz. Así
que en toda interacción hay alguien que está induciendo papeles y si queremos ser terapeutas efectivos, tenemos que
inducir los papeles más constructivos posibles en los pacientes; por eso necesitamos estar uno arriba. Erickson
estaba muy atento en los primeros instantes de una interacción y en ese momento tomaba la relación a su cargo y
empezaba a inducir papeles constructivos.
Me preguntan sobre mi primera entrevista con Erickson. La primera vez que lo vi fue en 1973. Le escribí una carta a
mi prima que estudiaba enfermería en Tucson. Tucson queda aproximadamente a dos horas de carretera al sur de
Phoenix. Le dije a mi prima: "Elena, acabo de empezar a estudiar hipnosis y a leer sobre los trabajos de Miltón
Erickson; este hombre es un genio. Si vas a Phoenix, visítalo". Cuando contestó mi carta me dijo: "Querido Jeff,
¿recuerdas a mi antigua compañera de cuarto, Roxana Erickson?" Mi prima y Roxana vivieron juntas en México
estudiando antropología en un programa de intercambio, y yo había conocido a Roxana cuando vivieron juntas en
San Francisco. Así que le escribí una carta a Erickson y otra a Roxana diciéndole: "Preséntame con tu papá y
pregúntale si puedo ir a visitarlos y estudiar con él". Erickson me contestó y me dijo que no, que era demasiado
viejo y estaba demasiado enfermo como para tomar estudiantes a su cargo, que le gustaría que lo visitara pero que
no podía garantizarme que estuviera con suficiente salud como para recibirme, aunque hubiera ido. Y al final de la
carta puso una frase muy linda. Dijo: "Cuando leas lo que escribo, no pongas atención a la técnica, ni al método, ni a
las palabras exactas o a las sugestiones. Lo que en verdad es importante es la motivación y el hecho de que ningún
ser humano conoce realmente todas sus capacidades". Me impresionó que este hombre me escribiera una carta
personalizada a mi, un estudiante que lo admiraba. Le escribí otra carta de regreso: "Yo entiendo que usted está
enfermo y viejo, por favor ¿puedo visitarlo?" Y Erickson dijo: "Sí". ¿Cuándo me tomó como estudiante? Hasta que
mostré lo más importante: motivación. Este era el estilo de Erickson. Algunas veces lo llamaban gentes que querían
dejar de fumar. Y él oía algo en su voz y con una voz especial les decía: "Suban al Squaw Peak y después vengan a
verme". La motivación era muy importante. Es casi un axioma decir que la primera intervención que Erickson hacía
era lograr la motivación. Así que manejé a Phoenix. Llegué tarde en la noche. Fui huésped en la casa de los
Erickson. Entré y ahí estaba él, sentado justo a mi izquierda, vestido de morado. Era daltónico y le gustaba la ropa
morada. Y Roxana dijo: "Este es mi padre, el Dr. Erickson". Erickson hizo esto (mímica: mueve la cabeza de un
lado a otro y de arriba hacia abajo). Roxana me tomó del brazo y me llevó al cuarto de junto explicándome que su
padre era muy bromista. Pero eso no era broma, era una inducción hipnótica completa, no verbal, pero completa.
Erickson me estaba confundiendo, rompiendo mis patrones, probablemente estaba acompañando mi parpadeo con el
suyo, probablemente también mi respiración. Miró al centro y hacia abajo en mi cuerpo, sugiriendo: "Ve hacia
abajo, adentro". Aunque pude observar el trabajo de Erickson durante seis años, nunca lo vi volver a hacer lo
mismo. Pero invariablemente lo vi estar muy atento en los primeros segundos de la relación, haciendo cosas no
habituales para estar en el papel de uno arriba, induciendo papeles constructivos. Normalmente era único, original,
en su primera interacción para establecer el patrón, para sacar a la persona de sus roles habituales a fin de asegurar
que pudiera generar nuevos comportamientos. La forma en que lo hacía era una técnica muy efectiva.
Así que nosotros queremos estar en esa posición uno arriba como terapeutas. Esto no es en términos humanistas, es
simplemente un hecho que algunas personas tienen que tener este papel. Cuando el paciente está uno arriba, la
terapia es ineficiente. Si el paciente se pone uno arriba, no puede haber ninguna terapia, porque él va a inducir los
papeles. El terapeuta tiene que estar uno arriba para inducir papeles constructivos.
Veamos ahora cómo utilizar las categorías diagnósticas para dividir y conquistar. Esto tiene que ver con una
pregunta muy importante que me hago a mi mismo cuando llega un nuevo paciente. Me pregunto ¿qué valora el
paciente? También me pregunto ¿cómo hace el paciente el problema?
Cuando el paciente llega, pídanle una descripción detallada del problema. El les dice, por ejemplo: "Estoy
deprimido". Pídanle entonces una descripción lo más detallada posible de la depresión. Muy detallada. "Deprimido,
¿cómo?, ¿siente la depresión en sus hombros?, ¿en el estómago?, ¿cómo es esta depresión comparada con la
depresión de otras personas?, compare esta depresión con el dolor, ¿cómo es la depresión en la mañana?, ¿cómo es
en la tarde?, ¿cómo es los jueves?" Hagan preguntas casi voyeristas sobre los detalles de la depresión. La razón para
hacer esto es el famoso Principio Farah Fawcet. ¿Todos ustedes conocen el famoso Principio Farah Fawcet?
¿Conocen a la artista norteamericana Farah Fawcet? Un día estábamos almorzando en el hospital en donde yo
trabajaba, hace muchos años. Y había una foto de Farah Fawcet en traje de baño en la portada de una revista. Es una
artista muy bonita. Una de las personas que trabajaban ahí se la quedó viendo y dijo: "Sus muslos son muy gordos".
Alguien más comentó: "Sus pantorrillas no tienen exactamente el contorno que va con sus muslos y su cintura es
demasiado chica", y su cuello era muy largo, su sonrisa era demasiado grande, y su cara demasiado redonda. Para
cuando terminamos de describirla, ya no era nada atractiva. Así que el famoso Principio Farah Fawcet es: si
examinan algo muy de cerca, suficientemente de cerca, pierde su integridad. Así que si fuerzan al paciente a que
examine su problema con muchísimos detalles, pierde su integridad. Es como si le preguntaran a un cienpies cómo
mueve su pie número veintidós. Se tropieza. Si le piden al paciente que describa su problema con muchísimos
detalles, sucede eso.
Un día, mi secretaria y yo estábamos almorzando en el Hotel Hyatt de Phoenix. En la mesa de junto estaba el actor
americano John Travolta. Es un hombre muy guapo y a mi secretaria le estaba dando tortícolis, porque su cuello se
giraba para verlo. Le conté del famoso Principio de Farah Fawcet y me contestó con certeza: "No va a funcionar con
John Travolta".
No siempre resulta que si examinan algo de cerca pierde su integridad, pero a menudo es una buena idea. La
segunda pregunta es ¿cómo la persona fabrica el problema? Si el problema es X ¿cómo produce X? Casi como si
ustedes pensaran que esa persona es muy creativa y tiene un papel. Miran al paciente y le dicen: "¡Esto es fabuloso!
¡Depresión! ¿Cómo haces la depresión?". La razón para hacer esto es que los pacientes convierten sus problemas en
nominalizaciones. Los convierten en cosas. Cuando llegan a verlos, les dicen: "Aquí está mi depresión". Es como si
les estuvieran enseñando una cosa: "Aquí está mi fobia", "aquí está mi problema de relación". Ahora bien, las cosas
son muy difíciles de cambiar. Por esta razón, mi segundo pensamiento es convertir el problema en un proceso,
porque los procesos pueden cambiar y las cosas no cambian. Esto es así incluso con los problemas médicos. Si
piensan en el cáncer como una cosa, es difícil de cambiar, pero si piensan en él como un proceso es mucho más fácil
cambiarlo. Así que transformen el problema en un proceso. Si se preguntan cómo está el paciente haciendo el
problema, encontrarán los pasos a través de los cuáles éste se construye.
Pensemos ahora en términos de las categorías diagnósticas. Tomemos el problema de la depresión. ¿Cómo se fabrica
la depresión? Si eres interno, si tiendes a enfocar, si eres intrapunitivo, si estás uno abajo en forma
metacomplementaria para estar uno arriba, si amplificas lo negativo y tomas distancia ¿puedes fabricar una
depresión? Es muy probable que sí. Esta es una estrategia sobre cómo producir depresión. Así que si ustedes
empiezan a juntar las categorías diagnósticas, tendrán la formula de cómo el paciente construye la depresión. Si ya
saben cómo el paciente hace el problema, podemos pasar a la tercera pregunta: ¿cómo cualquier persona construye
la solución?, ¿cómo cualquier persona hace No-X? Entonces pienso, ¿qué es lo opuesto a la depresión? Lo opuesto a
la depresión es estar contento y me pregunto, ¿cómo hago yo "estar contento"?, ¿cómo mis amigos logran "estar
contentos"? ¿cómo este paciente hace "estar contento"? Veamos. Si eres externo, y amplificas lo positivo y te
mueves hacia y eres normalmente punitivo y tiendes a ser más uno arriba, puedes estar contento. Entonces, ya sé
cómo orientar mi terapia y es muy probable que en las sesiones uno y dos, esté trabajando y haciendo tareas para
ayudar al paciente a ser más externo. En la sesión tres, haciendo terapia para estar uno arriba, en las sesiones cuatro
y cinco, aprendiendo a amplificar lo positivo, en la sesión seis, a moverse hacia más que a retirarse, y por ahí de la
sesión siete, ya no se necesita más terapia.
Pero no tengo que decirle al paciente qué hacer. Yo sólo divido la solución en una serie de pasos que se convierten
en mis metas. Y así tengo siete sesiones para hacer esto e incluso puede ser que me tome diez sesiones, o una sola
sesión. Trabajan con su paciente en transformar el problema en un proceso y dividir la solución. Y esto se convierte
en metas que ustedes usan para crear un proceso dramático al mismo tiempo que cortan la terapia a la medida del
estilo único de ese individuo. Esta es una visión general de cómo usar estas categorías como recursos, señalamientos
de carretera, motivadores, hablando el lenguaje experiencial del paciente, y ayudándolo a convertir el problema en
un proceso más que en una cosa. Si usan estos dos principios: divide y vencerás, transforman el problema en un
proceso, aplican el Principio de Farah Fawcet e inician el período de diagnóstico disminuyendo fuerza al problema.
Lo que sucede es que las personas se quedan atrapadas en una posición. Si quienes tienen dolor se vuelven internas y
permanecen internas tratando de encontrar la solución al problema, sienten más dolor y no tienen acceso a una
estrategia para ser más externas. Pero, por ejemplo, cuando manejan su carro, tienen acceso a estrategias con las que
son externas. Del mismo modo, probablemente cuando juegan un juego pueden ser externas. Pero de alguna manera
se olvidan de usar esas estrategias, por lo que las ayudamos a tener acceso a ellas. El escritor y filósofo
norteamericano Mark Twain resumió esto en forma muy linda. Mark Twain dijo: "Si el único instrumento que tienes
es un martillo, un montón de cosas van a parecer clavos". Yo pienso que esta cita es muy importante porque estas
categorías quedan encerradas en algún lugar y entonces, para la persona interna todo parece interno, o para la
persona distante todo parece lejano. Estas categorías se vuelven estilos perceptuales, maneras de percibir el mundo.
Y así el mundo se ve chiquito o se vive como amenazante. Y se convierten en lentes con los que es muy difícil
trabajar. No fuercen a la persona a ver inmediatamente. Más bien vayan con ella y permítanle descubrir nuevas
posibilidades por su propio mérito. Yo no creo que sea importante para los pacientes conocer sus propias categorías
diagnósticas, pero sí considero que es valioso para los terapeutas. Porque si el terapeuta es muy interno, el paciente
va a parecer muy externo. Si el terapeuta es muy intrapunitivo, va a ver a los demás como extrapunitivos. De modo
que es muy importante que los terapeutas conozcan su propia postura. Por eso estamos haciendo estos ejercicios.
Bueno ¿cuál es el verdadero secreto de la vida? Si pasan por Mac Donalds y tienen que descubrir el secreto de la
vida, el secreto es: amplifica lo positivo, reduce lo negativo. Y si viven de acuerdo con estos principios, nunca van a
estar en terapia. Es una regla. Si quieren estar en terapia, tienen que reducir lo positivo y amplificar lo negativo. Si
quieren estar seguros de no tener que ir a terapia, amplifiquen lo positivo y reduzcan lo negativo. Esta era la
estrategia de Erickson. El era muy bueno amplificando lo positivo y reduciendo lo negativo.
Revisemos algunas de estas categorías. Si ustedes están ya pensando en términos de solución, están apelando a la
historia constructiva dentro del paciente. Sabemos que toda persona tiene una solución adentro. Toda persona fóbica
sabe como relajarse. La solución existe adentro del paciente y lo que hacen con su diagnóstico es ayudarlo a
encontrar esta historia constructiva. De modo que cuando piensan ¿cómo puede cualquier gente hacer lo opuesto del
problema? están pensando también en el paciente. Se trata de encontrar excepciones. El paciente entra y dice: "Yo
nunca estoy feliz". Y ustedes le dicen: "Ve a casa y durante esta semana registra todos los momentos en que no estés
deprimido, y haz una lista". Esta es una terapia muy buena. Este tipo de intervención viene del trabajo de Steven De
Shazer, otro terapeuta estratégico. Steven De Shazer ha escrito muchos libros sobre este tipo de técnicas, que son
muy positivas. No hablen del problema, hablen de las soluciones. La terapia debe estar enfocada a las soluciones,
más que orientada a los problemas.
Busquen ejemplos paralelos de solución. Si el paciente es fumador, le podemos preguntar ¿cómo dejó de ser
alcohólico?, ¿cómo dejó de morderse las uñas? Busquen ejemplos de soluciones paralelas, situaciones en las que el
problema está mejor. En la parte interaccional, descubran cuál es la función del problema dentro del sistema, ¿qué
hace el problema para apoyar el funcionamiento del sistema en que se encuentra, ya sea del sistema médico o del
sistema familiar? Pregúntense: ¿Con qué quiere este paciente que lo alimenten?, ¿a qué siente que tiene derecho?,
¿este paciente necesita que lo entiendan?, ¿este paciente necesita empatia?, ¿este paciente necesita confrontación?,
¿este paciente necesita creatividad?, ¿este paciente necesita apoyo? Los llamados pacientes limítrofes (borderline)
son pacientes que sienten tener derecho a todo. Se creen con derecho a obtener más tiempo de ustedes, con derecho
a ser sus amigos, con derecho a llamarlos en horas fuera de trabajo, siempre se sienten con derecho a tener más
cosas y no agradecen lo que se les da. Esa es una definición de un paciente limítrofe. Se sienten con derecho a
mucho y no agradecen lo que se les da. Observen con qué quiere ser alimentado ese paciente. Esa es una
información muy valiosa.
El siguiente punto es buscar analogías. ¿A qué se parece el problema?, ¿a qué se parece la persona?, ¿a qué se
parece el sistema?, ¿a qué se parece la solución? Una vez que comienzo a pensar en una analogía, puedo crear una
historia alrededor de ella.
Resumiendo, estos son los seis puntos que yo empleo para recolectar datos: la descripción del problema, ¿cómo se
produce el problema?; la solución, ¿cómo puedo lograr lo opuesto al problema?; el funcionamiento interaccional del
problema; analogías; anzuelos, que son los valores del paciente, y cómo utilizar todo esto para crear la terapia.
Si hago estas seis cosas puedo entender, creando al mismo tiempo este tipo de diagnóstico que me permite
inmediatamente generar metas para la terapia. Yo empleo estas categorías diagnósticas y las llamo Categorías
Diagnósticas de Zeig. No es por mi narcisismo. Bueno, puede ser que un poquito sí, porque las denomino Categorías
Diagnósticas de Zeig. Pero lo que quiero expresarles es que éstas son mis maneras de dividir el mundo. A mí me son
útiles para hacer terapia e hipnosis. Yo espero que ustedes tengan otras categorías que vayan con su forma de ver el
mundo. Quiero que sepan que no son todas las que existen, ni la última palabra, son sólo las mías. Una pregunta
todavía mejor que ¿cuáles son las categorías diagnósticas? es: ¿Cuál es la posición que toma este paciente?, ¿qué
valora este paciente? Las categorías diagnósticas son un subgrupo de la pregunta: ¿Qué valora este paciente?
Si tenemos tiempo mañana, vamos a empezar con un ejercicio para determinar la posición que toma el paciente.
Vamos a cxpander estas categorías ya que no son el punto final de nuestro diagnóstico. Si recuerdan el diamante que
vimos en un principio (p. 28) con las metas u objetivos, el proceso y el cómo envolver para regalo, estamos en este
momento en el punto cortar a la medida la terapia y queremos conocer qué valora el paciente, qué posición toma, y
tenemos además la serie de categorías diagnósticas. Mañana continuaremos sobre este tema, porque lo que
realmente vimos hoy fue sólo una pieza y tenemos que enfatizar las diferentes formas de envolver regalos. El día de
hoy trabajamos más sobre los valores y las metas, sobre cómo determinar la posición que toma el paciente y la
forma en que esto nos lleva a establecer las metas para la terapia. Mañana vamos a terminar el cortar a la medida y
empezaremos a aprender a envolver para regalo. Hay miles de técnicas diferentes que podemos usar para lograr
nuestras metas en el paciente. Después pasaremos a hablar del proceso en la psicoterapia ericksoniana,
especialmente al comentar el trabajo de Erickson. Esto es todo lo que quería presentarles hoy. ¿Cuánto tiempo nos
queda?, ¿unos minutos?, ¿preguntas? Tienen una tarea para hoy en la noche. La tarea es que si salen a cenar a un
restauran! o si cenan con su esposo, esposa o hijos, inmediatamente observen la posición que ellos toman, los
diagnostiquen y hagan una intervención que vaya con ese diagnóstico. Toman la posición que asume esa persona:
ser seria, o ser ansiosa, o ser amistosa, o ser intrapunitiva, y hacen alguna intervención que utilice ese estilo. Pueden,
por ejemplo, decir: "¿Por favor me pasas la sal porque realmente se siente muy bien internamente hacer algo por otra
persona?" Tienen que entregarme su tarea escrita mañana. Teresa, Jorge y yo vamos a tener un trabajo enorme
corrigiéndolas.... estoy bromeando.
Jorge Abia comenta: cuando nosotros hacemos hipnosis utilizamos las mismas palabras del paciente para usar su
lenguaje experiencial.
Yo también lo hago. Cuando mis pacientes llegan por primera vez, escribo todo lo que dicen. Yo soy
preponderantemente auditivo. Para mí, toda la información auditiva es muy valiosa. Aprendo la estructura del
lenguaje del paciente y creo inducciones hipnóticas utilizando dicha estructura. Esta técnica proviene de Erickson.
El paciente, por ejemplo, un esquizofrénico, entra y habla una ensalada de palabras. Erickson empleaba una
secretaria para que transcribiera esta ensalada de palabras. Se la aprendía y la utilizaba en forma constructiva. Es una
técnica muy buena, tanto en hipnosis como en psicoterapia, para ayudarse a hablar el lenguaje experiencial del
paciente. El problema es que no se han hecho estudios para probar la efectividad de estas técnicas. De hecho, no se
ha publicado esto que estoy enseñándoles. Aún estoy escribiendo el libro. Espero que cuando salga, la gente se
interese más en estos temas y se realicen estudios para probar que la terapia es más efectiva cuando se emplea el
lenguaje experiencial del paciente. Permítanme darles otro ejemplo relacionado con la idea de predecir. Una mujer
vino a ver a Erickson y empezó a escribir las respuestas de las preguntas que él siempre hacía: su nombre, dirección
y teléfono. No le dirigió a él ninguna palabra. Erickson la miró y le dijo: "Tú creciste en Europa". Ella no se
asombró mucho del comentario porque su caligrafía era estilo europeo, pensó que simplemente Erickson estaba
leyendo de cabeza lo que ella escribía. El continuó: "Tú creciste en el sur de Europa, tal vez en Italia o en Grecia".
Tampoco le llamó la atención demasiado este señalamiento porque sus rasgos y su color podían indicar que había
crecido en el sur de Europa. Entonces Erickson metió primera, aceleró, y le dijo: "Y tú eras gorda de niña". Este
comentario sí la impactó porque era muy, muy delgada en ese momento y le preguntó: "¿Cómo lo supiste?" "Bueno,
respondió él, tienes la postura que los gordos tienen". Otra mujer entró y le contó su problema y Erickson le dijo:
"Tú no eras la hija favorita de tu mamá". Ella respondió: "No". El continuó: "Eras la favorita de tu abuela, tal vez de
tu abuela materna". La paciente confirmó: "Sí". Cuando ustedes hacen esta clase de predicciones y aciertan, ganan
toda la autoridad del mundo para cualquier cosa que digan en el futuro. La gente empieza a pensar que ustedes saben
lo que hacen. Erickson estudiaba a la gente. Era como Sherlock Holmes, pero su habilidad era adquirida. Virginia
Salir decía que cuando veía a una familia, podía ver tres generaciones atrás.
Cuando Erickson era residente, el paciente llegaba, él le hablaba al paciente y después hacía su historia social.
Luego la comparaba con la verdadera historia que había hecho la trabajadora social. Lo hacía al revés. Primero
obtenía una historia, después hacía mentalmente un examen estadístico y veía qué tan preciso había podido ser. Se
forzaba a pensar sistemáticamente, para pensar en términos de predicción. Era impresionante escucharlo discutir su
trabajo, porque lo hacía en función del futuro. Cuando discutíamos uno de sus videos, lo apagaba y decía: "Yo hice
esto, ella hará tal cosa; yo digo esto, ella dirá aquello". Su terapia estaba siempre orientada al futuro. Todos los otros
supervisores que tuve me decían qué había sucedido en el pasado: "Si el paciente dijo esto, significa que tuvo tal
tipo de infancia". Era una psicoterapia orientada hacia el pasado y no podíamos saber si lo que él decía era cierto o
no. La terapia de Erickson estaba siempre orientada hacia el futuro. La vida se vive en el presente y se orienta hacia
el futuro; la terapia se vive en el presente y se orienta hacia el futuro.
Bueno, paramos aquí y nos vemos mañana a las nueve.
COMO TOMAR LAS MEDIDAS: SEGUNDA PARTE.
LOS ANZUELOS
Buenos días. Esta mañana vamos a comenzar con el tema de los valores. Es la segunda parte del esquema de
diagnóstico para determinar cómo cortar la terapia a la medida. Para hacerlo, vamos a considerar, en primer lugar,
las categorías diagnósticas y en segundo, los "anzuelos". Buscaremos descubrir qué anzuelo se ha tragado esa
persona, es decir, ¿qué es lo que valora? Otra forma de averiguarlo es preguntarse ¿qué posición toma? Tratamos de
pensar en el sistema de valores, en los patrones redundantes, o sea las cosas que suceden una y otra vez. Es casi
como si el paciente fuera adicto a un estilo particular. Por ejemplo, la persona que tiene dolor y trata de evitarlo
siendo interna y aplica siempre el mismo patrón; o la pareja que intenta resolver sus problemas de relación
discutiendo una y otra vez en una escalada que nunca termina. Podemos decir que esa es la posición que toma el
paciente o la posición que toma la pareja o la posición que toma el sistema. Los terapeutas son buenos en la medida
en que llegan a percibir patrones. Necesitamos ser capaces de determinar patrones muy rápidamente. Determinar el
anzuelo que ha mordido el paciente o la posición que toma, a partir de la observación de una sola muestra de
comportamiento. Y esto, no sólo observando lo que se ve, porque algunas veces es necesario observar lo que no se
ve. Tenemos que desconfiar de las ausencias, de lo que falta en términos de pensamiento, sentimiento o conducta,
casi como si el paciente fuera adicto a un patrón de evitar algo. Por ejemplo, puede evitar la rabia o el conflicto en
las relaciones. De modo que cuando observamos la posición que toma, tenemos que examinar lo que está y lo que no
está.
Es importante recordar que estos patrones son patrones de percepción. El paciente percibe el mundo a través de
ellos. Así, una persona interna empieza a percibir el mundo como si fuera más bien chiquito y lo ve a través de sus
lentes internos. De nuevo, la cita de Mark Twain: "Si el único instrumento que tienes es un martillo, un montón de
cosas van a parecer clavos". Los patrones del paciente se vuelven formas de percibir el mundo y formas de limitar
sus opciones. Sin embargo, hay procesos lógicos que lo llevan a expander sus patrones limitantes. Erickson tenía
una serie de temas al respecto y uno de los principales era la flexibilidad. Tener maneras más flexibles de enfrentar
los problemas; romper los viejos patrones y encontrar formas más flexibles. Cuando yo le preguntaba algo que se
podía responder sí o no, a veces, más que contestar sí o no, me contaba una historia. Era una historia que significaba
sí, o una historia que significaba no. Era casi como si él quisiera mantenerse fresco, creativo, generativo,
encontrando nuevas formas de decir sí o no. En 1976, con ocasión del 75 cumpleaños de Erickson, Margaret Mead,
que también tenía 75 años, le rindió un tributo diciendo que uno de los sellos de Erickson era que consistentemente
encontraba nuevas formas de resolver problemas. Destacaba su flexibilidad. Otra característica de Erickson era su
diligencia. Un poco al margen, voy a decirles que estoy escribiendo un libro sobre su correspondencia. Estoy
revisando sus archivos y entresacando sus cartas. Encontré una que data de 1936, de una página y media, en donde
se notaba que había sido tipografiada por quien la enviaba y no por una secretaria, y que contenía muchos
señalamientos a mano sobre el texto a máquina. Empezaba: Abraham Maslow me hizo favor de darme sus datos y
me dijo que Ud. sabe algo de hipnosis. Mi colega Jane Belo y yo estamos estudiando estados de trance en Bali.
¿Podría por favor mandarme información sobre hipnosis? Firma: Margaret Mead. Erickson respondió con una carta
de catorce páginas con dos copias perfectas al carbón, una para Jane Belo y otra para su archivo. Margaret Mead le
envió una carta de agradecimiento de media página. Erickson le mandó de regreso diecisiete páginas elaborando
cosas que no había incluido en la primera carta. Al año siguiente, Margaret Mead vino a Michigan, visitó a Erickson,
y establecieron una amistad que duró toda la vida.
Así que la flexibilidad y la diligencia eran aspectos muy importantes del carácter de Erickson. Si fuéramos a
evaluarlo preguntaríamos ¿cuál era su posición? una de sus posiciones era la flexibilidad, otra posición, la diligencia,
otra posición más, su humanismo. No era una persona orientada al dinero. Era como un médico rural. Algunas de las
personas aquí presentes visitaron a Erickson, pasaron tres días con él. Cuando le preguntaban cuánto cobraba por su
tiempo, él respondía 60 dólares. Entonces, todo mundo sacaba 60 dólares para pagar y él les decía: "60 dólares en
total, cada uno de ustedes va a pagar una parte". La mentalidad de Erickson estaba orientada hacia la gente.
Ya conocemos las posiciones que él adoptaba; pero la gente no es sólo adicta a las posiciones positivas, también
puede ser adicta a las posiciones negativas. Por ejemplo, hay gente adicta a quejarse. Tal paciente sabe que tiene
derecho a quejarse, lo encontramos muchas veces quejándose y es la posición que toma en la vida, quejarse. Otras
gentes son negativas y esa es la posición que asumen en el mundo. Así que lo que queremos hacer, lo más pronto
posible y en forma relativamente libre de prejuicios ya que todavía no queremos ligar estas posiciones con valores es
mirar a la persona y conocer qué posiciones toma.
Ahora bien, las categorías diagnósticas son en realidad una subclase de la posición que toma el paciente. Son formas
de dividir este territorio. Porque ser interno o externo, focalizado o difuso, son posiciones que toma el paciente. De
hecho, no tienen que estar pensando en las categorías diagnósticas, son simplemente algo que les puede ser útil. La
pregunta más importante es ¿cuál es la posición que toma el paciente?
Si ustedes piensan en la posición que toma el paciente, ya no tienen que pensar en las categorías diagnósticas, puesto
que sólo son una parte de ella.
Para aprender más sobre este punto, haremos un ejercicio vivencial. En este pequeño ejercicio, vamos a trabajar de
nuevo en parejas. Una persona va a ser el terapeuta y la otra va a ser el paciente. En realidad son dos ejercicios y en
cada uno vamos a programar al paciente. Los terapeutas van a salir del cuarto un minuto, mientras doy a los
pacientes una serie de posiciones que deberán asumir. Les voy a decir, por ejemplo, representa a un paciente que se
queja mucho. Su trabajo como terapeutas es hacer una entrevista inicial, como harían en su consultorio. Hablen con
el paciente no más de diez minutos. Durante esta entrevista de diez minutos, sus patrones van a surgir. No van a
hacer nada con esos patrones. No los van a utilizar, ni a confrontar, ni a interpretar de ninguna manera, sólo van a
notar cuál es la posición que toma el paciente. Se van a estar preguntando mentalmente a sí mismos ¿cuál es la
posición que toma esta persona? A cada paciente se le dará una serie de posiciones qué tomar. Y después de la
entrevista, al terminar los diez minutos, vamos a jugar a poner etiquetas. Vamos a decir a los terapeutas: etiqueten a
los pacientes con los patrones que notaron que representaban. Dedicaremos un ratito a comentarlo y después
haremos un segundo ejercicio en el que se invertirán los papeles. Todo esto es un ejercicio de dramatización. Nadie
va a hablar de situaciones personales, reales. Van a reproducir problemas de pacientes. Me gustaría que elijan
trabajar con alguien que no conozcan. No es necesario, pero es agradable elegir a alguien que uno no conoce, para
hacer este ejercicio, esta dramatización. Probablemente les cause menos confusión así. Decidan quién va a ser el
terapeuta la primera vez y les pido a los terapeutas que salgan durante tres minutos. ¿De acuerdo?
Cuando ya salieron.
¿Todos los que están aquí son pacientes? Muy bien. Cada paciente va a representar una situación. Repito que no
deben ser situaciones personales sino dramatizaciones. Esta situación va a implicar tres valores. Número uno: van a
representar a un paciente vago, difuso. Si le preguntan: "¿Cuál es el problema?", responde: "No me siento bien",
"bueno, dígame cómo es", "es como un sentimiento negro", "pero ¿dónde lo sientes?", "humm, adentro de mi",
"¿dónde, adentro de ti?", "en mi cuerpo". Quiero que representen el papel de alguien que es vago, de una persona a
la que es difícil sacarle algo, es como querer rascar en el agua, es como si este paciente tuviera una regla interna que
dice: "No seas específico". No exageren hasta el ridículo, pero en la medida de lo posible, no sean específicos, sean
vagos. Pueden ser unos pacientes tan difíciles como quieran ser, porque sus compañeros van a tener la oportunidad
de vengarse. Ustedes saben... El segundo punto. Me gustaría que tuvieran un patrón de lenguaje redundante, un
patrón de lenguaje repetitivo. Quiero que escojan una frase y que la usen diez o quince veces durante la entrevista.
La frase puede ser algo tan simple como "me gustaría que supiera", "me gustaría que supiera", "me gustaría que
supiera". Sólo repitan esta frase una y otra vez. ¿Cuál sería una frase repetitiva típica para un paciente vago? "no sé"
"no sé", "no sé", "es chistoso, pero..." es chistoso, pero...no sé". Así que pueden utilizar estas frases repetitivas
muchas veces. Y, por último, otro patrón, un patrón que tiene que ver con el uso del tiempo... Y tenemos cuatro
posibilidades. Una es estaren el pasado. Otra más es estar en el futuro. Si representan el papel de mantenerse en el
pasado, el 75 % de su relato tiene que estar en el pasado. Si el terapeuta les dice: "Cuénteme sobre su problema",
ustedes le responden: "No me estoy sintiendo bien, es como cuando era niño y caminaba dando vueltas en el patio
sin saber a qué salón dé clases entrar... y no sé, pero es algo como eso", "¿puede hablarme de sus relaciones?" "sí,
como no, tengo muy buena relación con mi hijo, pero ¿sabe? mi padre y yo no teníamos tan buena relación porque
algunas veces él decía que iba a hacer cosas conmigo, pero la mayor parte de las veces no hacíamos muchas cosas
juntos". De modo que tan pronto como puedan, se van al pasado. También pueden actuar el patrón de estar en el
futuro, pero de eso hablaremos más tarde. Por el momento, su tarea es estar en el pasado trayendo a la mente esos
recuerdos vagos, manteniendo ese patrón. Sean un poco difíciles como pacientes, pero no demasiado, no va a ser tan
fácil para ellos descubrir estos patrones. El primero tal vez sea muy fácil para los terapeutas, pero los otros dos van
a ser más difíciles. Escojan cualquier problema: depresión, infelicidad, dolor, confusión, cualquier problema que
quieran representar. Actúen como pacientes en una entrevista de diez minutos y pongan mucha atención a qué es lo
que hace ese terapeuta que les obstaculiza representar su papel. Porque ellos pueden hacer algunas intervenciones
que les dificulten representar su papel. Y esta información va a servir como una retroalimentación muy valiosa.
Después les van a decir qué fue lo que hicieron que les hizo más difícil su actuación. Ustedes quédense pegados a su
papel, no se curen, permanezcan tenazmente vagos, repitiendo un patrón de lenguaje y en el pasado. ¿De acuerdo?
Vamos a hacerlos entrar.
Cuando entran los terapeutas.
Muevan sus sillas con libertad dentro del cuarto. Tienen diez minutos y cuando transcurran, les voy a pedir que se
detengan. La tarea de los terapeutas es determinar cuál es la posición que toma el paciente. Terapeutas: los pacientes
van a tomar tres posiciones. Ustedes van a descubrir cuáles son y a listarlas con dos o tres palabras cada una. No se
tomen mucho tiempo, no escriban demasiado sobre cuál es el patrón de los pacientes, sólo un par de palabras. A
cada paciente se le dieron tres patrones. Ustedes tienen que meterse en esa comunicación, mirarla, y observar las
cosas que se repiten, patrones redundantes, ausencias obvias, derechos, tienen que descubrir a qué se siente con
derecho este paciente, así como su posición. Escriban las tres posiciones que toma el paciente. Las instrucciones
fueron que, durante la entrevista, él representara tres patrones redundantes y la tarea del terapeuta será descubrir
estos patrones y listarlos en una, dos, o tres palabras.
Después del ejercicio.
Vamos a ver, terapeutas, pensemos: ¿Qué patrones observaron en sus pacientes? Muy bien, hay un grupo de
patrones que tienen que ver con ser tímido. ¿Qué patrón representó el paciente? ¿Negativo? ¿Ser negativo?
¿Personalidad negativa? Este es un patrón que pudo haber representado el paciente, negativo respecto a sí mismo.
¿Inconsistente? En general, ser inconsistente es un patrón al que el paciente pudo ser adicto. ¿Ser difuso, inseguro,
confuso? Uno de los patrones que se dio a este paciente fue ser intencionalmente vago: "¿Cuál es su problema?",
"estoy perdido", "pero, ¿cómo está perdido?", "estoy perdido en mi vida", "¿cómo le va en el trabajo?", "también ahí
estoy perdido", "¿y en sus relaciones?", "no puedo encontrar mi lugar en una relación". Este patrón es ser vago. Es
difícil "llegarle" a un paciente como éste (rascarle). A cada paciente se le pidió que representara el papel de ser
intencionalmente vago. Además hay otros dos patrones. ¿Quejarse? Pudo ser un patrón. Pero estos dos fueron un
poco diferentes. Tienen que ver con otras dos categorías. El primero, se relaciona con la categoría estilo de
personalidad. Y el estilo de personalidad que este paciente representó fue ser vago. También se le dio la oportunidad
de tener un patrón de lenguaje redundante. Como Jorge comentó ayer, los pacientes emplean patrones verbales y,
como terapeutas que hacemos hipnosis, podemos utilizar constructivamente estos patrones de lenguaje con que ellos
se limitan a sí mismos. El tercer patrón tenía que ver con el uso del tiempo. Se instruyó al paciente para que usara el
tiempo en una forma constrictiva. Estos fueron los tres patrones. Ya conocen el primero, el estilo de personalidad.
¿Cuál fue el patrón de lenguaje repetitivo y cuál la forma en que el paciente utilizó el tiempo? Intercambien
información dentro de sus diadas y, pacientes, retroalimenten a sus terapeutas, díganles qué fue lo que hicieron que
les dificultó representar estos patrones. Cinco minutos de retroalimentación y les diré algo más sobre estas
categorías.
Cinco minutos después.
Estábamos viendo los anzuelos, los valores que tienen los pacientes. Damos por hecho que los pacientes tienen
valores relacionados con su estilo de personalidad, como ser inteligentes, o ser quejumbrosos, o ser honestos, o ser
deshonestos. Son estilos de personalidad, así como papeles sociales. Es útil para ustedes pensar en "ser vago" como
un papel social y no como una cosa que existe dentro del paciente. El papel existe "entre" las gentes, y las vuelve
predecibles.
Tenemos también los patrones de lenguaje redundantes. Por ejemplo, Ronald Reagan, el expresidente de los Estados
Unidos, tenía un patrón de lenguaje repetitivo. Usaba y repetía la palabra "bueno". Cada vez que alguien le hacía una
pregunta, comenzaba diciendo: "Bueno..." y luego daba la respuesta. Mi padre también tenía un patrón repetitivo
que era: "Quiero decirte algo..." y despues ya seguía. Ayer yo utilicé con ustedes un patrón repetitivo, les dije todo el
tiempo: "para hacer las cosas más interesantes..." y continuaba, por ejemplo, "así que vamos a buscar los patrones
repetitivos de los miembros de una pareja". Si realmente quieren hacer llegar un mensaje al paciente, usen un patrón
repetitivo: "Voy a decirles algo..." porque esto atrae la atención de la persona, sin que ésta sepa necesariamente por
qué; o le dicen al paciente: "Bueno... lo que yo quisiera que usted sepa es..." Empiezan a comunicarse en las
estructuras conscientes, moviéndose a través de los patrones de lenguaje. En hipnosis, tomamos los patrones y los
reenmarcamos dándoles un nuevo significado. Si por ejemplo, el paciente utiliza un concepto como "poco común" y
dice: "Tengo un sentimiento poco común", le podemos reponder: "¿Así que tú eres una persona poco común?". Esta
frase tiene para él una connotación negativa pero la forma en que yo la empleo tiene una connotación positiva.
Muchas veces con individuos y con parejas, tomamos uno de sus patrones repetitivos y lo usamos para reenmarcar
las situaciones de una manera diferente. Si estoy trabajando en hipnosis con un paciente con dolor, le pido una
descripción del dolor. El paciente me dice que es agudo y penetrante. Estas son las palabras que él emplea. En la
siguiente sesión, creo una inducción que reenmarca esas palabras: "Tu mente inconciente puede desarrollar algunas
ideas agudas y penetrantes que son valiosas para ti, que realmente empiezan a perforar y a penetrar algunas de las
cosas que no entiendes a nivel consciente, algunas de tus limitaciones". Tomo las mismas palabras que el paciente
usa para describir el síntoma y las utilizo en una inducción para promover el bienestar. Así que hay muchas maneras
de utilizar los patrones repetitivos: para subrayar un mensaje, para captar la atención del paciente, para reenmarcar
en diferentes formas. Cuando vean a un paciente, anoten su estilo de personalidad, su papel social, su patrón de
lenguaje repetitivo y la forma en que utiliza el tiempo. Voy a trazar una línea en el pizarrón, que es como una línea
de tiempo. El paciente está aquí, en el centro. Si se va al pasado, extremo izquierdo de la línea, y trae el pasado al
presente, o sea al centro, ¿qué va a sufrir el paciente? Si ustedes traen al presente un pasado que no puede cambiar,
¿qué van a sufrir? Depresión. Traer al presente un pasado que no se puede cambiar es una estrategia para sufrir
depresión. ¿Qué sucede si toman un futuro incierto, extremo derecho de la línea, y lo traen al presente? ¿Qué pueden
sufrir haciendo esto? Ansiedad. Esta es una buena estrategia para tener ansiedad. El paciente ansioso dice: "Si..." Va
al futuro y trae ese futuro incierto al presente. Es una estrategia para crear ansiedad. El paciente deprimido se va a un
pasado imposible de cambiar, lo trae al presente y dice: "¡Dios mío!, ¿por qué las cosas no fueron diferentes?" Estar
en el pasado es una estrategia para estar deprimido, no es todo, pero sí una estrategia. Estar en el futuro es una
estrategia para estar ansioso, no es todo, pero es una estrategia. ¿Qué sucede si están en su tiempo, el presente? Si
están en su tiempo, tienen problemas. Es una estrategia para tener desórdenes de carácter. Si sólo están aquí, ahora,
sin una referencia del pasado y sin anticipar el futuro, están en problemas. Las cuatro posiciones en relación con el
tiempo son: estar en el pasado, estar en el futuro, estar aquí en este momento y estar a través del tiempo. Si ustedes
viven a través del tiempo, con una referencia del pasado, anticipando el futuro, pero en el presente, están bien,
dentro de un proceso. Es una mejor estrategia, pero la gente se vuelve adicta a estar en el pasado, aunque no
necesariamente esté deprimida. Tengo una tía que vive en el pasado y le encanta contar historias del pasado, que son
muy interesantes... la primera vez. Pero ella no está deprimida, porque le encanta contar historias. A mí me deprime
escucharla, pero ella no está deprimida, sólo vive instalada en el pasado. Tiene como ochenta años, de modo que es
comprensible que sea así. Por lo tanto, el hecho de estar en el pasado no lleva necesariamente a estar deprimido,
pero es una parte de la estrategia. Lo que estoy tratando de decirles es ¿cuál es la posición que toma el paciente?
Esta posición es un todo completo que estamos tratando de dividir en categorías más manejables. De modo que
cuando entra el paciente, ustedes observan su estilo de personalidad, sus patrones de lenguaje redundantes, la forma
en que emplea el tiempo. Algunos pacientes son rápidos y otros lentos en su forma de usar el tiempo. Hay muchas
posibilidades diferentes. Ustedes tienen que ver cómo emplea el tiempo esa persona. Y saber utilizar esta
información. Más tarde veremos cómo utilizarla (capítulo 6: El proceso de la psicoterapia Ericksoniana).
Vamos a cambiar un poco el tema y a hacer un segundo ejercicio, que va a ser un poquito más complicado, porque
voy a pedir a los pacientes que representen patrones más difíciles, así que voy a tardar como cinco minutos en darles
las instrucciones. Vamos a invertir los papeles y les voy a pedir a los nuevos terapeutas que salgan. No vamos a usar
estas tres posiciones (vago, patrón de lenguaje repetitivo y estar en el pasado) sino otras nuevas.
Salen los terapeutas, llama a uno de los asistentes al taller, se le acerca más y más y le dice tartamudeando:
"Quiero contarte mi problema, me gustaría mucho entender algunas de las cosas que me molestan, y yo creo,
sinceramente, que tú eres una persona que me puedes ayudar. Déjame que te cuente ahora sobre eso ¿de acuerdo?"
Ante la cara de asombro de la otra persona, se ríe y continúa:
Bueno, un patrón que quiero que representen es ser intrusivos. Este es un patrón que tienen que representar en forma
no verbal. Lo actúan como yo hice con José. Yo estaba sentado aquí, José llegó y él se puso a la distancia que era
cómoda para él. En un principio, no me moví, permití que él fijara la distancia, pero apenas lo hizo empecé a
moverme, a acercarme, y José empezó a echarse hacia atrás, ya era demasiado. Pero también o de manera alternada,
pueden ser intrusivos en formas no verbales y visuales, fijando la atención en el pelo del terapeuta, por ejemplo, o en
sus zapatos, o revisándolo de arriba a abajo. Así pueden ser intrusivos de manera no verbal. Este es un patrón
analógico. Hay muchos patrones no verbales, estamos eligiendo éste. Pueden ser visual o físicamente intrusivos.
El segundo patrón es tener una ausencia obvia. Tal vez podamos también hacerlo en forma no verbal. ¿Qué tal, por
ejemplo, si eligen no mover su brazo? Durante toda la entrevista mantienen su brazo derecho paralizado, sin
moverlo. Es una posibilidad, otra es manifestar una ausencia obvia de un sentimiento. Por ejemplo, suceda lo que
suceda, no expresan rabia. Ese sentimiento está ausente. Pueden elegir cualquier sentimiento: culpa, miedo, dolor y
no admitir tenerlo, hacerlo ausente en forma obvia. Ustedes eligen si eliminar algo no verbal o establecer un patrón
de un sentimiento ausente. La tercera cosa que van a hacer es una petición interaccional. Van a requerir, a demandar
algo en la relación. Esto va a poner a prueba su habilidad como actores. Se trata de pedir al terapeuta que haga algo,
por ejemplo, le van a pedir que los mire antes de que ustedes empiecen a hablar; o le van a pedir que hable en voz
baja; o le van a pedir que hable más lentamente; o le van a pedir que sea más empatico y les haga ver que entiende lo
que ustedes sienten. Yo no sé lo que ustedes van a escoger pero le van a pedir a ese terapeuta que haga algo: o hablar
despacio, o ser empatico, o mirarlos. Le piden algo. Esto es fácil. La cuarta cosa que quiero que hagan es que los
actúen en una secuencia, porque si pensamos en estos patrones como estáticos, nos estamos limitando a nosotros
mismos, pero si pensamos en ellos como una secuencia que se da a lo largo del tiempo, tenemos la posibilidad de
intervenir en ellos. Esta es la secuencia que quiero que ustedes consideren: Uno, en forma sutil, pedir un consejo.
Dos, felicitar al terapeuta por el consejo maravilloso. Tres, encontrar un defecto en el consejo y, cuatro, culparse a
ustedes mismos y mostrar desesperanza. Vamos a cambiar este último, es mejor culpar a otros que culparse a sí
mismos. Culpar a otros y mostrarse sin ninguna esperanza, puede ser mucho más interesante. Por ejemplo, como
pacientes le dicen al terapeuta: "Tengo muchos problemas para lograr que mi hija asista a la escuela" y piden un
consejo, realmente lo piden y el terapeuta se los da: "¿Ya habló con su maestra?", "¡hablar con la maestra qué idea
más fabulosa!, es una idea maravillosa nunca se me hubiera ocurrido", y un poquitito después, agregan: "Espere un
momento, mi horario en el trabajo acaba de cambiar y realmente no tengo tiempo para ir a la escuela y hablar con la
maestra... ¡Esta situación es ridicula!, no sé qué se puede hacer, no se puede hacer nada". Lo que quiero que traten es
de representar esta secuencia dos o tres veces durante la entrevista. No tiene que ser tan rápido como yo lo hice.
Hacen el paso uno, hablan de otra cosa, paso dos, hablan de otra cosa, paso tres, hablan de otra cosa y paso cuatro.
Lo único que no pueden hacer con este patrón es usar la palabra "pero". Está prohibido. No usen esa palabra porque
los terapeutas están muy atentos a la palabra "pero" y podrían descubrir el patrón demasiado rápido. No usen esa
palabra, especialmente cuando encuentren el defecto. Esta secuencia, es una secuencia que en realidad trajo un
paciente mió. Les repito que cuando toman un problema y lo transforman en proceso, tienen más oportunidades para
intervenir. De modo que van a actuar cuatro nuevas categorías, categorías no verbales, ausencias obvias, peticiones
interaccionales y una secuencia. Esta vez les voy a dar un poco más de tiempo para actuar su papel de pacientes.
Representen cualquier problema, de los niños en la escuela, o su esposa está siempre triste y ustedes no la entienden,
o sus padres han sido injustos con ustedes, cualquier problema. Ustedes eligen el problema. Bueno, que la pasen
bien haciendo el ejercicio.
Alguien pregunta sobre la ausencia obvia.
Pongamos por ejemplo que tú muestras una ausencia obvia de compasión. Que te niegas a entender los sentimientos
de otras personas. A veces sucede así. Pueden representar ese patrón: el rechazo a entender los sentimientos de otras
personas. O el rechazo a ser feliz, que es la ausencia obvia del pensamiento, del sentimiento y del patrón de
conducta. Debería estar ahí, pero no está. Esto es muy difícil de detectar, y es muy importante como terapeutas ser
suficientemente objetivos para mirar lo que está faltando y debería estar ahí, así como para ver lo que sí está y no
funciona bien. ¿Otras preguntas? Respecto a la falla o el defecto del consejo: "No puedo lograr que mi jefe sea
razonable", "¿ya fue a la oficina de personal?", "¡La oficina de personal qué gran idea! espere un momento, la gente
de personal está siempre del lado del patrón, no están realmente de mi parte. ¡Esta es una situación ridicula! No voy
a llegar a nada". Cada paciente tiene que representar los cuatro patrones, no es cosa de escoger uno. Pueden cambiar
de problema, manteniendo la secuencia. Una persona que sigue esa secuencia, la usa siempre con diferentes
contenidos. ¿Por qué se preocupan por la dificultad? Ustedes son los pacientes y esto es problema de los terapeutas.
¡Buena suerte!
Entran los terapeutas.
Los terapeutas tienen la misma tarea que en el ejercicio anterior. Los pacientes han sido instruidos para representar
una serie de patrones.
Después de realizar el ejercicio.
En este caso, para que sea más fácil para los terapeutas, les diré que pedí a los pacientes que representaran cuatro
patrones y, entre ellos, hay uno que específicamente es no verbal. Tienen que ponerle nombre a ese patrón no verbal.
Otro patrón que tuvo que actuar el paciente fue el de hacer una petición interaccional. Los pacientes tenían que hacer
una demanda muy clara a los terapeutas. Todos hacemos peticiones interaccionales. Pedimos una cierta
comprensión, o pedimos inteligencia, o pedimos creatividad. Tenemos cosas que requerimos de los demás. Todos
hacemos peticiones interaccionales. Actuamos estas peticiones todos los días en nuestras relaciones significativas,
por lo tanto, también las hacemos a los terapeutas. Los pacientes piden a los terapeutas que hagan cosas. Estos
pacientes del ejercicio tenían que hacer peticiones interaccionales específicas a sus terapeutas.
Otro patrón que el paciente tenía que representar era una ausencia obvia. Algo que faltara en su pensamiento, o en su
sentimiento o en su conducta y que fuera obvio. Finalmente, se le dio al paciente una secuencia que tenía que actuar.
Y esta secuencia era vaga. Vago no es sólo un estilo de personalidad, es una secuencia. Se tiene que seguir una serie
de pasos: paso uno, dos, tres, cuatro, para ser vago. También para ser creativo hay que seguir una serie de pasos:
uno, dos, tres, cuatro; así que les pedimos a los pacientes que representaran una secuencia de cuatro pasos. A cada
paciente se le pidió que actuara estas cuatro posiciones. Estos son cuatro puntos que los terapeutas pueden utilizar
para determinar qué valora un paciente, cuáles son los anzuelos que se ha tragado, cuál es la posición que toma. En
este caso, ¿cuál era el patrón no verbal? Era ser intrusivo. Groucho Marx tiene una frase para describir este tipo de
personas: "Si te acercas un poco más a mi, vas a estar detrás de mi". Este es el patrón de una persona intrusiva. El
patrón no verbal se podía representar físicamente, tocando, o visualmente. Petición interaccional. Como dije antes,
los pacientes limítrofes son los que hacen más peticiones interaccionales a los terapeutas. Piden tiempo extra, o
piden empatia extra, o piden que los terapeutas se porten de alguna manera particular y, sea lo que sea, nunca
parecen satisfechos con lo que hace el terapeuta. En este caso, los pacientes tenían que hacer a los terapeutas una
petición interaccional: que fueran empáticos, o que hablaran despacio, o que hablaran más fuerte, o que los miraran
antes de que ellos hablaran. Les dimos varias opciones entre las cuales tendrían que elegir. Ausencia obvia. Podía
ser no verbal, por ejemplo, que el paciente no moviera un miembro. Erickson les decía a sus estudiantes: "Cuando
entre un paciente, cuando entre una familia, mírenlos, mírenlos de los pies a la cabeza. Cuando entre un paciente,
asegúrense de que tiene dos orejas funcionando, dos ojos funcionando, una boca funcionando, diez dedos en las
manos, dos brazos funcionando, dos piernas funcionando, diez dedos de los pies funcionando. Asegúrense de que
todo opera bien. Asegúrense de que no hay una ausencia física obvia. Pero también emocionalmente, también
conductualmente, y también en su pensamiento". El sistema perceptual humano es un detector de desigualdades. El
sistema perceptual humano nota lo que está equivocado o lo que destaca en cualquier campo. Por lo tanto, si hay un
campo estable y pasa un avión o un pájaro volando, tienen que notarlo, porque destaca. De la misma manera, en un
campo en movimiento, destaca lo que está estable. Si van en un avión dejan de escuchar el ruido porque se vuelve
redundante. De la misma manera, si un paciente tiene un patrón redundante, deja de percibirlo. Es difícil notar los
patrones porque el sistema de percepción humana está diseñado para percibir la diversidad y no para notar los
patrones. El sistema de percepción humana está diseñado para ignorar los patrones. Y es especialmente difícil
encontrar ausencias. Por esto, me parece que esta categoría es muy importante y muy valiosa.
La secuencia, para aquellos que estudiaron análisis transaccional, se llamaría "el juego de sí, pero". Si ustedes se
ponen a pensar, "el juego de sí, pero" es como un papel que se representa. "Si, pero", no es una cosa. De la misma
manera que estrechar la mano no es una cosa, es una secuencia de comportamiento. Si piensan en este patrón como
en una secuencia, tienen la oportunidad de intervenir en ella. Si transforman un problema en una secuencia, pueden
intervenir. Pongamos el caso de una niña anoréxica. La anorexia no es una cosa, es una secuencia. Descubran cómo
esa persona "hace" la anorexia, y después introduzcan un pequeño cambio en la secuencia. Este pequeño cambio
podría ser, que antes de que ella vaya al baño y se incline en una forma particular, tenga que poner su mano dentro
del bolsillo. Es ridículo, pero algunas veces, si hacen un cambio pequeño y ridículo en una secuencia, esto es una
intervención sistémica y el patrón cambia. No siempre, porque tiene que ser sistémicamente significativo. Tal vez
ustedes tienen una moneda especial que le pueden dar a la paciente para que siempre la lleve consigo y tenga que
tocarla antes de realizar cualquier acto de bulimia (vómito). De modo que si encuentran una secuencia, tal vez
puedan hacer una pequeña intervención que evite que el patrón continúe en la forma inconsciente de antes. Con
cualquier problema, es muy valioso determinar una secuencia. Fumar no es una cosa, es una secuencia, encuentren
la secuencia. Agreguen algo, quiten algo, modifiquen la secuencia.
Ahora tenemos estas categorías (tres del primer ejercicio y cuatro del segundo). Cuando entre el paciente,
pregúntense a ustedes mismos: ¿Qué valora este paciente? Puedo tomar cualquier paciente, cualquier pareja,
cualquier sistema y hacer estas siete preguntas. Y si puedo encontrarles respuesta, me ayudarán para intervenir. De
modo que cuando entra una pareja, pregúntense estos puntos y respóndanlos para cada una de las personas y para la
pareja, para el sistema. No tienen que pensar en las categorías diagnósticas porque van a estar incluidas dentro de
esta información.
¿Qué tipo de paciente prefieren tener en su consultorio? ¿El paciente número 1 (del primer ejercicio) que actuó tres
papeles o el paciente número 2 (del segundo ejercicio) que representó los otros cuatro? Algunas gentes preferirán
uno y otras otro. Esto depende del estilo y las características del terapeuta, pero también tiene que ver con que hay
una diferencia entre los dos pacientes. El del primer ejercicio era distinto al del segundo. ¿Cuál era la diferencia
entre ellos? El primer paciente estaba uno abajo, el segundo, estaba uno arriba. ¿Cómo se fabrica uno abajo? Si
ustedes actúan los papeles que actuó el primer paciente, pueden estar uno abajo. Si representan los otros papeles,
pueden estar uno arriba. Es otra forma de demostrar que uno arriba y uno abajo no son cosas sino procesos. Y
ustedes tienen que saber cómo, cómo el paciente hace uno arriba y cómo hace uno abajo. Esto completa la sección
de cortar a la medida que comprende tanto las categorías diagnósticas como los anzuelos. Si se contestan estas
preguntas, van a disponer de una información muy valiosa sobre cómo cortar a la medida la terapia y establecer
metas. Hemos estado trabajando sobre el lado izquierdo del diamante. A continuación vamos a centrarnos en cómo
envolver para regalo y llevar a cabo el proceso de la terapia.
5. COMO ENVOLVER LA SUGESTIÓN PARA REGALO
Esta es una parte muy difícil porque abarca muchos puntos. El paciente entra y dice: "Mi problema es la depresión".
Después le preguntamos, o mejor aún nos preguntamos a nosotros mismos, sin que sea necesario decirle a él, ¿cómo
construye el problema? Si fuera una persona muy especial o tal vez un psicólogo, le podríamos decir: "¿Cómo
construyes el problema?", pero en general, si estamos trabajando con alguien menos sofisticado, simplemente
pensamos: "¿Cómo fabrica él el problema?" Y encontramos que el paciente construye la depresión siendo
intrapunitivo, interno, inactivo, permaneciendo en el pasado, negativo, enfocado. Nos respondemos que el paciente
fabrica así la depresión. Ahora queremos pensar cómo la gente, incluido este paciente, construye la felicidad.
Construye la felicidad siendo positiva, externa, activa, manteniéndose a través del tiempo. Y estas cuatro cosas son
cuatro metas que definimos al entender cómo el paciente fabrica el problema. Vamos a añadir que otra manera de
fabricar depresión es ser rígido en mantener el mismo estado de ánimo creyendo que éste no puede cambiar. El
paciente deprimido cree: "No puedo ser feliz". Si le demuestran que puede controlar su estado de ánimo, es difícil
que se deprima. Digamos que llega el paciente que sufre depresión. Ustedes se imaginan cómo fabrica la depresión y
piensan en las metas que pueden generar. Luego toman una de las metas, por ejemplo, ser flexible en el estado de
ánimo, y le proponen que lo cambie. El paciente deprimido llega, se sienta frente a ustedes, que le dicen:
"¡Alégrate!, mira qué bonito día hace en la Ciudad de México, ¡Sé feliz!" Los pacientes deprimidos se molestan
mucho de pagar 80 dólares la hora para que el terapeuta les aconseje: "¡Alégrate!", aunque es un buen consejo. Pero
si una sugestión directa no funciona, ¿qué hacen? Una posibilidad es tratar de hacer más sugestiones directas, de
modo que la próxima vez que llegue el paciente, le dicen: "¡Esta semana, realmente alégrate!" Y si no funciona, le
pueden seguir dando más sugestiones directas: "De veras, en serio, ¡alégrate mucho!" Esto se parece un poco al
modelo médico. El paciente entra, se siente ansioso y le dan un tranquilizante. Si sigue ansioso, le dan más
tranquilizantes. Más ansioso, más tranquilizantes, hasta que por fin deja de estar ansioso. Si están trabajando con
sistemas físicos, las sugestiones directas y más sugestiones directas, funcionan. Si están trabajando con sistemas
humanos, las sugestiones directas y más sugestiones directas, no funcionan. Hay una cita de Gregory Bateson que
puede aplicarse a esto: "Si pateas una piedra, puedes calcular su trayectoria, su momento, su aceleración, pero si
pateas a un perro, es una historia totalmente diferente". No queremos evitar las sugestiones directas que puedan ser
necesarias, pero vamos a ver cómo utilizarlas, para que sean lo más poderosas posibles. Podemos aumentar su fuerza
cortándolas a la medida. Así que pensamos en las diferentes categorías para saber cómo cortarlas a la medida.
Pongamos que tenemos un paciente que es muy interno, modificamos nuestra sugestión para que satisfaga los
valores y el estilo de esa persona. Decimos al paciente interno, deprimido: "Ve adentro de ti, y alégrate". A la
persona externa, le decimos: "Mira afuera de ti, para ver cómo las otras gentes se dan cuenta cuando tú te alegras",
"mira hacia afuera y busca ejemplos de cómo puedes alegrarte". Modificamos la sugestión directa para que vaya con
el estilo de cada individuo. Si sabemos que esa persona es un explorador, "explora maneras de alegrarte". Si
sabemos que es alguien que se retrae, que toma distancia, "retírate adentro de ti mismo y busca en tu interior
distintas maneras de alegrarte". Cortamos a la medida las sugestiones a partir.de las categorías diagnósticas y los
valores de ese individuo. Si la persona tiene una frase repetitiva, úsenla: "No sé cómo puedes hacerlo... (frase
repetitiva), pero esta semana quiero que te alegres". Modifican la sugestión directa. Si modifican la sugestión directa
y la cortan a la medida, Zeig les garantiza que aumentan la eficacia de sus intervenciones y les devuelve el doble de
su dinero si no es así. Cortar a la medida incrementa en forma significativa la eficacia de sus intervenciones.
Digamos que ustedes son muy listos y elaboran una sugestión directa cortada a la medida, que no funciona. ¿Qué
hacen? Tal vez prueban con hipnosis y sugestiones directas. Ponen a la persona en trance y le dicen: "Ahora, quiero
que realmente te alegres". Si primero le hacen hipnosis y después las sugestiones directas, el poder de la hipnosis
incrementa el poder de las sugestiones directas en aproximadamente un 25%. Las sugestiones directas en trance son
25 % más eficientes que estas sugestiones solas. Ponen a la gente en trance, hacen que levite su mano o que alucine
una flor en la pared, para demostrarle que está en un estado diferente y ahí, en ese momento, le hacen la sugestión
directa: "¡Alégrate!" Si quieren aumentar su eficacia todavía más, utilicen hipnosis y sugestión directa cortada a la
medida de los diferentes estilos de ese individuo. Para una persona intrapunitiva: "Realmente va a ser muy difícil
para ti, pero..."; para alguien que es extrapunitivo: "Va a ser muy difícil para todas las gentes a tu alrededor, pero
¡alégrate!". Cortan a la medida la sugestión, una sugestión directa, y la emplean con hipnosis.
Prueban una sugestión directa cortada a la medida y no funciona. Y después prueban sugestión directa con hipnosis
y tampoco funciona. ¿Qué harían entonces? Sugestión indirecta. Y es en este punto en donde el enfoque
ericksoniano puede ser más valioso. Si están bloqueados en un punto, las siguientes técnicas estarán enfocadas a
incrementar lo indirecto. Esta es la Segunda Ley de Zeig, que nunca será famoso. Esta ley establece que la cantidad
de indirección que tiene que emplearse es directamente proporcional a la resistencia percibida. Hay toda una lista
de intervenciones que aprendemos de la hipnosis y que son maneras de envolver las ideas como regalo. Le puedo
decir al paciente: "¡Alégrate!" usando sólo sugestión directa, hipnosis y sugestión directa, reenmarcando, usando
directivas, prescripción de síntomas, desplazamientos, orientación hacia el futuro. Puedo usar cualquiera de estas
técnicas para envolver como regalo la idea de "Alégrate".
Lo primero que yo haría sería usar una sugestión indirecta simple, por ejemplo, una forma de lenguaje llamada
"presuposición". Debe haber diez o tal vez quince formas distintas de sugestión indirecta, la presuposición es sólo
una de ellas. En este taller, sólo quiero que sepan que hay muchas formas. Si quieren conocerlas, consulten el libro
de Erickson y Rossi: Hypnotic Realities (Realidades Hipnóticas) en donde se enlistan diferentes sugestiones
indirectas. Pueden consultar también a Bandler y Grinder en: Patterns (Patrones).
Respondiendo a una pregunta:
Watzlawick discute la prescripción del síntoma y cómo se reenmarca. Es una muy buena fuente para estudiar la
prescripción del síntoma y la técnica de reenmarque, pero para las formas indirectas de sugestión, vean Erickson y
Rossi, el primer libro de Patterns (Patrones) de Bandler y Grinder y el libro de los Lankton, Steven y Carol Lankton,
The Answer Whithin (La respuesta interior).
Podemos utilizar presuposiciones respecto al tiempo, al lugar o al proceso. No quiero extenderme demasiado en este
punto, ya que podríamos pasar medio día o un día completo aprendiendo las formas de sugestión indirecta y
practicándolas y no es el objetivo de este taller, sino ofrecerles una visión general.
Vamos a ver ahora presuposiciones de tiempo, lugar o proceso. Se vuelven hacia el paciente y le dicen: "Yo no sé
cuándo te vas a alegrar". Esto presupone que se va a alegrar, es sólo cuestión de tiempo. "Yo no sé cuándo te vas a
alegrar", "tú no sabes cuándo te vas a alegrar", "tu mente consciente no sabe cuándo te vas a alegrar, sólo tu mente
inconsciente lo sabe". Todas estas son presuposiciones de tiempo. También pueden hacer presuposiciones de lugar:
"Tú no sabes dónde te vas a alegrar", "yo no sé dónde te vas a alegrar", "no podemos predecir todos los lugares en
los que vas a descubrirte a ti mismo feliz". Esto presupone que la persona puede cambiar su estado de ánimo, es sólo
una cuestión de lugar. Proceso: "Yo no sé cómo te vas a alegrar", "no puedes predecir todas las maneras en que te
vas a alegrar", presuponen. Y otra vez, si toman la sugestión indirecta y la cortan a la medida de ese individuo,
aumentan su efectividad todavía más. De modo que no es sólo envolver como regalo. Lo que estamos haciendo es
envolver como regalo nuestra meta y cortarla a la medida. Podemos tomar cada una de nuestras metas y envolverlas
en muchas formas diferentes. ¿Ustedes creen que una simple sugestión indirecta es ya una terapia adecuada? No,
muy pocas veces es suficiente, aunque esté bien cortada a la medida y bien envuelta. Pero a veces puede ser que sí
hagan terapia con una sola sugestión indirecta. Hay un caso de Erickson que podemos juzgar si fue exitoso o no.
Estaba dictando una conferencia a una audiencia de médicos. Uno de ellos, llevó a un jovencito que tenía un
problema caracterológico y estaba realizando actuaciones (actings ouf), para que fuera sujeto de una demostración
de terapia. El muchacho estaba creando problemas a su comunidad con su mala conducta. Se sentó en el escenario
junto a Erickson. Erickson dictaba su conferencia a la audiencia de médicos mientras el muchacho estaba sentado de
cara frente a ellos. En ningún momento Erickson hizo ningún tipo de terapia con él. No hizo hipnosis, no hizo
ninguna demostración. Sólo dictó su conferencia a la audiencia. Al final de la exposición, justo cuando Erickson ya
se iba, miró al muchacho y le dijo: "Realmente yo no sé cómo vas a cambiar tu comportamiento; realmente no sé
cómo". La historia termina en que el joven creció y se convirtió en un abogado. No sabemos si fue un caso exitoso o
no (se ríe). Por lo tanto, es posible hacer terapia con una sola sugestión indirecta. Pero para mí la sugestión indirecta
es como escalar una montaña. Cambiar el estado de ánimo de un paciente deprimido se vive como escalar una
montaña. La sugestión indirecta es como dar el primer paso y todas estas técnicas son maneras de dar pasos. Para
transmitir la idea "sé flexible en tu estado de ánimo" puedo necesitar sugestión directa, hipnosis, sugestión indirecta,
prescripción del síntoma, anécdotas, etc. Después hacen lo mismo con ser positivo, y lo mismo con vivir a través del
tiempo, y lo mismo con ser más activo y lo mismo con ser externo. Encuentran diferentes maneras de envolverlas,
hasta que el paciente las toma.
Otra forma de envolver ideas es ofrecer directivas. Si quieren aprender sobre cómo dar directivas en terapia,
consulten la obra de Jay Haley y Cloe Madanes que hacen un trabajo excelente con directivas estratégicas. Se trata
de dar al paciente tareas. Por ejemplo, "esta semana salga de su casa, vaya a un parque y observe a los niños". Con
esta tarea, el paciente va a estar rodeado de gente que es flexible, positiva, externa, activa. Lo ponen en una situación
en que va a empezar a entender estos comportamientos que son las metas que queremos lograr en él. Una vez más,
cortan la tarea a la medida para que vaya con ese individuo. Si no funciona, pueden probar la prescripción del
síntoma. Para prescribir el síntoma, le dicen al paciente: "Yo no quiero que estés feliz esta semana". Es una
prescripción del síntoma con sugestión indirecta. Implica que la semana siguiente va a ser diferente. "No quiero que
estés feliz en la casa". Es una prescripción del síntoma con sugestión indirecta de lugar. "No quiero que descubras
formas en que puedes ser feliz", presupone que hay maneras de ser feliz. Son prescripciones del síntoma y al mismo
tiempo sugestiones indirectas. La prescripción del síntoma funciona muy bien con pacientes complacientes; con
ellos, utilicen la prescripción para obtener control, porque van a obedecer exactamente lo que ustedes les digan. Con
pacientes desafiantes, utilicen la prescripción del síntoma para hacerlos salir del problema metiéndolos en una
paradoja. El paciente desafiante se rebela contra la tarea y así se cura.
Supongamos que emplean la prescripción del síntoma cortada a la medida y tampoco funciona. Pueden entonces
tratar con un reenmarque. Y pueden tal vez combinar un reenmarque con prescripción del síntoma y sugestión
indirecta. Le dicen al paciente: "Yo no quiero que seas feliz todavía, no quiero que cambies tu estado de ánimo
todavía porque tu esposo no puede enfrentar su depresión, y mientras tú permanezcas deprimida, él no tiene que
enfrentarse con su propia depresión. Y todavía no está suficientemente fuerte como para hacerlo. Así que tienes que
permanecer deprimida hasta que logremos que él se fortalezca". De este modo, la depresión queda reenmarcada. Ya
no es una enfermedad sino que sirve al funcionamiento del sistema pareja. Ustedes siguen la trama del diagnóstico,
determinan cuál es la función que tiene un problema en el sistema y lo prescriben. Si la depresión es una forma de
cuidar a otros miembros de la familia, prescriben la función sistémica de ese problema, la reenmarcan. El
reenmarque opera en el nivel de las actitudes. Cambian la actitud de la gente frente a un problema. Lo que antes era
negativo, se vuelve positivo. Paul Watzlawick es una fuente importante para aprender sobre la técnica de
reenmarque. Pueden consultar su libro Cambio, que está en español (Editorial Herder) y que contiene un excelente
capítulo sobre esta técnica y otro capítulo, también excelente, que trata la prescripción del síntoma. En la literatura
reciente sobre programación neurolinguística, hay un libro titulado así: Reframing (Reenmarque) de Bandler y
Grinder. Steven y Connie Andreas también tienen publicaciones sobre este tema.
Otra técnica sería el desplazamiento. Pueden mover la depresión. La pueden desplazar del resto del cuerpo hasta los
pies. Hipnotizan a la persona y le dicen que la depresión se está moviendo hacia los pies. Suena loco pensar en
desplazar un problema, pero no es tan ilógico porque de hecho el paciente ya está desplazando el problema. Está,
por ejemplo, tomando la ansiedad de la familia y transformándola en depresión dentro de su cuerpo. El paciente está
tomando una preocupación y la está desplazando a un dolor de cabeza. Si el paciente desplaza en forma negativa,
ustedes pueden desplazar en forma positiva.
Orientación al futuro.
Ustedes pueden hacer que un paciente se imagine a sí mismo en el futuro y les describa cómo solucionó el problema.
Lo hipnotizan haciendo una progresión en el tiempo, para que pueda mirar hacia atrás cómo solucionó el problema.
También pueden hacer un ensayo en la fantasía. Hipnotizan a la persona y la hacen ensayar en trance cómo superar
esa dificultad de relación, cómo superar esa fobia.
La técnica de confusión es otro método para presentar una sugestión. Tienen una meta y crean una confusión,
escuchen esto: "Tu mente consciente tiene formas de entender las cosas y tu mente inconsciente tiene formas de
entender las cosas, pero el tipo de entendimiento consciente que tu mente inconsciente puede entender, es diferente
del tipo de entendimiento inconsciente que tu mente consciente puede entender, pero de vez en cuando hay
malentendidos y puedes inconscientemente entender tus malentendidos conscientes mejor de lo que conscientemente
puedes entender tus malentendidos inconscientes, pero la clase de los malentendidos inconscientes que no puedes
entender conscientemente, son diferentes de la clase de malentendidos inconscientes que puedes conscientemente
entender pero tú no puedes realmente entender hasta que... te alegras esta semana". Ya para ese momento, están
confundidos, no deprimidos. Si lo hacen demasiado largo, deprimen al paciente. La técnica de confusión es una de
las contribuciones más originales de Erickson. Está descrita en un artículo de 1964: "The Confusión Technique in
Hypnosis" ("La técnica de confusión en hipnosis"). Es un artículo muy valioso. El segundo artículo importante sobre
está técnica fue escrito por Steven Gilligan y está incluido en su último libro: Therapeutic Trances (Trances
terapéuticos). Gilligan es una de las personas que la practican en forma más elegante.
Espero que recuerden en este momento el concepto de utilización. ¿Qué establece el concepto de utilización? La
utilización establece que cualquier técnica que use el paciente para ser paciente, puede usarla el terapeuta para ser
terapeuta. Esta es la Tercera Ley de Zeig: cualquier técnica que el paciente utilice para ser paciente, puede usarla el
terapeuta para ser terapeuta. Si el paciente usa confusión para ser paciente, ustedes pueden usar confusión para ser
terapeutas. Si el paciente usa desplazamiento para ser paciente, ustedes pueden usar desplazamiento para ser
terapeutas. Si el paciente tartamudea para ser paciente, ustedes pueden tartamudear para ser terapeutas. Esto elimina
la necesidad de memorizar una lista de técnicas. No tienen que aprendérselas de memoria, sólo observen al paciente.
Sea cual sea la técnica que él utilice para ser paciente, ustedes utilicen la misma técnica para ser terapeutas.
Envuelvan como regalo utilizando el estilo del paciente.
Tenemos también las metáforas. Tal vez le cuenten al paciente una fantasía, una historia de un venadito que estaba
deprimido y cómo el venadito salió de la depresión. O tal vez utilicen la técnica de símbolos y le den al paciente una
roca negra diciéndole: "Carga esta roca negra y llévala a todos lados". La roca negra simboliza la depresión. "Y
luego haz algo con ella, escóndela, destruyela". El uso de símbolos en psicoterapia es una técnica muy instructiva.
Las técnicas de metáforas y símbolos son importantes instrumentos en la psicoterapia ericksoniana.
Ordalías (castigos). Jay Haley tiene un libro sobre Terapia de Ordalia (publicado en español por Amorrortu) en
donde desarrolla esta técnica que consiste en ofrecer al paciente alternativas peores que el síntoma. Se le da una
tarea que para él es mucho más difícil que continuar teniendo el problema. El caso clásico es el de un hombre que
tenía insomnio. Erickson lo entrevistó y se dio cuenta de que odiaba encerar el piso de madera de su casa. Le dijo:
"Quiero que renuncies a ocho horas de sueño". El hombre respondió: "Eso no me cuesta ningún trabajo porque sólo
duermo dos horas". Erickson continuó: "Muy bien, te pones la pijama a las diez de la noche y enceras el piso toda la
noche. Eso implica que pierdes dos horas de sueño. La segunda noche haces lo mismo, y así ya perdiste cuatro horas
de sueño. La tercera y la cuarta noche lo mismo, lo cual quiere decir que ya perdiste ocho horas de sueño". El
hombre cumplió la prescripción. Enceró los pisos durante tres noches completas en pijama, pero la cuarta noche se
dijo: "Creo que voy a descansar un ratito antes de continuar encerando el piso" y durmió ocho horas seguidas. De
ahí en adelante, tenía una lata de cera para el piso en la sala con la consigna de que si no podía dormir, tenía que
levantarse a encerar. El comentario de Erickson sobre este caso era que ese hombre haría cualquier cosa para no
tener que encerar el piso durante toda la noche y por eso dormía. Este es un ejemplo de cómo dar una alternativa
peor. Si quieren más información, consulten a Haley.
Anécdotas. Se trataría de contar series de historias sobre alegrarse. Esta es una técnica muy compleja y una de las
favoritas de Erickson. ¿Cómo usar anécdotas para envolver como regalo las sugestiones? Es muy complicado para
verlo en este momento, sólo
quiero mencionarlo.
La técnica de entremezclado fue otra contribución brillante de Erickson. Se trata de hablar en un nivel sobre algo
que es común, cotidiano, mientras que en otro nivel están entremezclando sugestiones. El caso más famoso de
Erickson con esta técnica es el de Joe y la planta de tomate que se encuentra descrito en el libro Uncomon Therapy
(Terapia no convencional). Joe era un hombre que estaba muriendo de cáncer. Erickson entró al cuarto en donde se
encontraba y empezó a hablar con él, que era florista, sobre las plantas de tomate. Le dijo: "Joe, querría hablar con
usted. Sé que es florista, que cultiva flores; de niño viví en una granja en Wisconsin y me gustaba cultivarlas.
Todavía lo hago. Así pues, querría que se sentara en ese sillón mientras le hablo: le diré muchas cosas, pero no le
hablaré de flores porque usted sabe más que yo sobre ellas. No es eso lo que usted necesita. Ahora bien, mientras
hablo —y puedo hacerlo cómodamente— querría que me escuchara con comodidad. Le hablaré de una planta de
tomate, raro tema de conversación que despierta la curiosidad. ¿ Por qué hablar de una planta de tomate ? Uno
siembra una semilla de tomate, y puede tener esperanza de que crecerá hasta convertirse en una planta de tomate
que nos traerá satisfácción con su fruto. La semilla absorbe agua, lo cual no es muy difícil debido a las lluvias que
traen paz, bienestar y la alegría de crecer a flores y tomates. Esa semillita, Joe, se hincha lentamente y emite una
raicilla con cilia. Tal vez no sepa qué son las cilias: son cosas que actúan para ayudarle a crecer a la semilla de
tomate, a emerger de la tierra en retoño; y usted puede escucharme, Joe, así que seguiré hablando y usted puede
seguir escuchando, preguntándose, preguntándose simplemente qué puede aprender en realidad; aquí tiene su lápiz
y su anotador, pero, hablando de la planta de tomate, crece tan lentamente... Usted no puede verla crecer, no puede
oiría crecer, pero crece: las primeras hojuelas en el tallo, los pelillos diminutos en el pedúnculo. También hay
pelillos en las hojas, como las cilias en las raíces: deben hacer que la planta de tomate se sienta muy bien, muy
cómoda (si puede concebir a una planta dotada de sensaciones); usted no puede verla crecer, no puede sentirla
crecer, pero en el pequeño tallo aparece otra hoja, y luego otra. Quizás, hablando en lenguaje infantil, la planta de
tomate se sienta realmente cómoda y tranquila mientras crece. Crece, crece y crece cada día. Es tan reconfortante,
Joe, observar el crecimiento de una planta sin verlo ni sentirlo, sabiendo simplemente que todo mejora para esa
plantita que suma hoja tras hoja, y luego una rama, y crece cómodamente en todas direcciones...y pronto la planta de
tomate tendrá un botón; no importa en qué rama se forma porque pronto habrá diminutos capullos en todas las
ramas, en toda la planta. Me pregunto si la planta de tomate puede, Joe, sentir una especie de bienestar, pero
sentirlo realmente. Sabe, Joe, una planta es algo maravilloso; es tan lindo, tan agradable poder imaginarla como si
fuera un hombre. Una planta así, ¿experimentaría sentimientos agradables, una sensación de bienestar, a medida
que comienzan a formarse los pequeños tomates, tan diminutos y sin embargo tan llenos de promesas que despiertan
el apetito, las ganas de comer un tomate exquisito, madurado al sol? Es tan agradable no tener el estómago vacío;
esa sensación maravillosa del niño sediento que puede querer beber, Joe, ¿es así como se siente la planta de tomate
cuando cae la lluvia lavándolo todo, de modo que todos se sienten bien ? Usted sabe, Joe, una planta de tomate sólo
da una flor por día, sólo un día por vez. Me gusta pensar que la planta de tomate puede conocer la plenitud del
bienestar cada día; sabe usted, Joe, apenas un día por vez para esta planta. Así sucede con todas las plantas de
tomate".2
En un nivel Erickson hablaba de las plantas de tomate y en otro nivel entremezclaba sugestiones indirectas. Es difícil
llegar a manejar bien el entremezclado, que es una técnica muy poderosa. Tiene que ver con cortar a la medida del
paciente y envolver las sugestiones
para regalo.
Ya tienen los valores del paciente, ya tienen las diferentes técnicas para envolver como regalo. Yo les aconsejo que
comiencen a practicarlas. Elijan un problema actual, como dejar de fumar. Divídanlo en un número de pasos para
determinar cómo se construye, establezcan las metas para cada etapa. Imagínense cómo cualquier persona hace lo
contrario del problema. Después, elijan varias envolturas, córtenlas a la medida y escriban todo. Así, si en algún
momento se atoran con ese paciente, pueden revisar lo que escribieron y encontrar ideas muy valiosas para
desatorarse.
Pensemos que llega a su consultorio un paciente con una fobia y deciden utilizar como intervención principal el
desplazamiento. Van a mover la fobia desde el cuerpo del paciente hasta la silla de al lado. Dicen al paciente ya
hipnotizado: "...ahora, su fobia se desliza hacia afuera de su cuerpo, hasta la silla de al lado". ¿Qué posibilidades hay
de que funcione? Ninguna. Parece un contrasentido, porque eligieron una intervención adecuada y la cortaron a la
medida del paciente. Pero no funciona porque este modelo es mucho más que sólo envolver y cortar a la medida.
Este modelo requiere entender el proceso, que es lo que vamos a ver a continuación.
Notas
1. Para entender cómo cualquier intervención tiene que estar precedida de un trabajo y continuado por un seguimiento,
ver el capítulo 6: El proceso de la psicoterapia ericksoniana, y el Apéndice 1: "Envoltura de regalos y procesamiento".
2. Para dar una idea de este ejemplo con más amplitud de lo que pudo hacerse en el taller, se cita el texto de la inducción
de Joe tomado de: Haley, Jay: Terapia no convencional. Amorrortu, Eds., Buenos Aires, 1980, pp.272-277. En él pueden
además observarse
otras formas de envolver ideas para regalo.
6. EL PROCESO DE LA PSICOTERAPIA ERICKSONIANA
El proceso de la psicoterapia ericksoniana tiene básicamente tres pasos que son: establecer (set up), intervenir y
continuar a través del proceso, hacer un seguimiento. Entre establecer e intervenir, se mueven ustedes con pasos
pequeños y después continúan. Son tres etapas. En la primera, establecemos, ponemos las bases. En la segunda,
hacemos la intervención principal que consiste en hacer surgir los recursos. En la tercera, tenemos el seguimiento.
Voy a hacerles una pregunta tramposa: ¿En cuál de estas tres etapas tiene el terapeuta que hacer más operaciones?
En la primera, a la hora de establecer. Cuando leí por primera vez Terapia no convencional (de Jay Haley, publicada
en Amorrortu) subrayé todas las intervenciones principales porque lo que leía era algo tan nuevo para mí, que me
sacudía. Subrayé todas las intervenciones: ordalías, prescripción de síntomas, etc. Pero cuando estudié a Erickson,
estudié cómo establecer el proceso, aprendí cómo Erickson ponía las bases para una intervención y cuánto tiempo
invertía en eso, y luego, cómo hacía el seguimiento. Era un verdadero genio en seguir el proceso: establecer, luego
intervenir y continuar con el seguimiento. Es un poco como jugar tenis. El diagnóstico de los valores corresponde a
pensar en la pelota que se dirige a su cancha. ¿Cómo viene?, ¿en qué dirección y con qué efecto? Este es el patrón
que están detectando. Luego está su técnica, hacia dónde van a enviar la pelota en la otra cancha. Si juegan tenis
caminando de un lado a otro, no van a llegar a ninguna parte. El poder proviene de cómo establecen, cómo
intervienen y cómo llevan a cabo el seguimiento. Ese era el verdadero poder y la genialidad de Erickson. Dentro de
un momento vamos a verlo trabajando, vamos a ver cómo emplea un tiempo muy largo en establecer el proceso y no
realiza ninguna intervención principal hasta que no hace todas estas cosas de que hemos hablado. Erickson va a ser
muy amable y va a seguir todos los principios que Zeig enumeró aquí antes de hacer la intervención principal. Y
después va a hacer una gran cantidad de cosas más, el seguimiento.
En forma muy general, este es el proceso. Podemos ver el proceso terapéutico a lo largo de una línea de tiempo en la
cual nos movemos (Ver Apéndice 1 "Envoltura de regalos y procesamiento", p. 143). Empezamos en un extremo y
la intervención principal está más adelante. Antes de llegar a ella, logramos la motivación, empalizamos con el
problema, sembramos la intervención principal. En otras palabras, si sabemos lo que vamos a hacer como
intervención principal, tenemos que hacer una serie de cosas antes, para prepararla. Pueden, por ejemplo, presentar
muy al principio una analogía de la intervención principal. Después se mueven dando pequeños pasos hasta llegar a
su intervención, preparándola. Hacen estos pequeños pasos, intervienen y continúan con un seguimiento. Es como
una línea de la terapia. Esto crea un evento emocionalmente significativo, un drama alrededor del cual se da el
cambio.
Lo que hemos visto hasta este momento cubre dos terceras partes del modelo que quiero mostrarles. Ya hablamos
acerca de cómo se fijan las metas, cómo cortar a la medida, cómo envolver para regalo y estamos empezando a ver
el proceso, es decir, cómo realizar las cosas para tener los máximos efectos terapéuticos.
Ahora van a ver algunas de las técnicas que estuvimos discutiendo, así como el proceso de la terapia ericksoniana y
van a aprender más sobre las técnicas indirectas. Observarán a Erickson haciendo psicoterapia de la experiencia. No
hará metacomentarios directos sobre el proceso del paciente ni sobre su psicología. Más bien va a crear series de
experiencias inyuctivas. ¿Qué quiero decir con experiencias inyuctivas? Series de experiencias que tienen mensajes
implícitos. El mensaje implícito es: "Viviendo estas experiencias vas a ser diferente". Vamos a entender un poco
más acerca de esta comunicación inyuctiva.
Gregory Bateson afirmó en los años cincuentas que toda comunicación tiene un contenido y un mandato, que tiene
tanto denotación como connotación. Es decir, que la comunicación ofrece información y al mismo tiempo transmite
un mensaje acerca de cómo utilizar esta información. Nos dice: "¡Haz algo!" En el nivel del mandato se dice: "¡Haz
algo!" Por ejemplo, al mismo tiempo que yo estoy dándoles información en este momento, el mandato es:
"¡Aprendan!" Si les cuento un chiste, el mandato es: "¡Diviértanse!" Otros mandatos pueden ser: "¡Sé serio!" o "¡Sé
cercano, íntimo!" o cualquiera de un gran número de connotaciones posibles. Bateson estudió el comportamiento
animal. Al observar el juego de dos perros se dio cuenta de que había un mensaje en la trama de sus comunicaciones
que decía "¡Esto es juego!" o "¡Esto es serio!". Bateson no pudo comprender suficientemente el comportamiento
animal como para saber de cuál de estos mensajes se trataba, pero sí pudo observar que había un mandato. Les voy a
dar otro ejemplo muy general. En psicoanálisis nos comunicamos y el mandato es: "¡Entiende, comprende!" En la
psicoterapia ericksoniana, nos comunicamos y el mandato es: "¡Sé diferente!" La comunicación tiene este mensaje
subyacente. Varios años después de Bateson, el analista transaccional Erick Berne propuso que toda comunicación
tiene al mismo tiempo un nivel social y un nivel psicológico. Berne afirmó que la salida (outcomé) de una
comunicación está determinada en el nivel psicológico. Con esto se refería a las transacciones ulteriores. Berne
llamó ulteriores a las transacciones que estaban fuera de la conciencia. Cuando dos personas están hablando, hay un
mensaje que se transmite de adulto a adulto. Es el mensaje abierto. Pero al mismo tiempo, hay un mensaje secreto
que Berne llamó transacción ulterior que se está dando en una relación de niño a niño. Uno es el nivel social, otro es
el nivel psicológico. Berne propuso que la comunicación está determinada por el nivel psicológico, más que por el
nivel social. El ejemplo más fácil de entender son los dobles sentidos. Si un muchacho le dice a una muchacha:
"Vamos a un lugar adonde podamos estar más cómodos", ustedes saben a qué se refiere. En cada cultura hay una
manera de hacer una alusión de este tipo. En Italia se dice: "Ven a ver mi colección de timbres japoneses". Sabemos
que el mensaje que se transmite de adulto a adulto tiene muy poco que ver con lo que está realmente sucediendo en
el nivel psicológico. Pero esto no se da solamente en los dobles sentidos. En toda comunicación hay un nivel
psicológico, y muchos de los problemas que aparecen en terapia familiar surgen porque es muy difícil para el
terapeuta entender los mensajes de este nivel. El marido puede decirle a la mujer: "Vamos a cenar" y ella sentirse
terriblemente mal porque el significado, en el nivel psicológico, de "vamos a cenar", en esta familia, puede tener una
connotación especial y es difícil que el terapeuta entienda el código con que se comunica tal pareja o familia en ese
nivel.
Otra manera de ver las cosas respecto a esto es la de Noam Chomsky, el gran lingüista. Chomsky propuso que toda
comunicación tiene una estructura superficial y una estructura profunda y habló acerca de cómo cuando una
estructura superficial se transforma en distintas versiones, todas ellas conducen a la misma estructura profunda. Por
ejemplo, si ustedes dicen: "Yo voy a la tienda"o "a la tienda he ido", se supone que la estructura profunda es la
misma aunque la estructura superficial haya cambiado. Es una forma un poco diferente de entender las cosas, pero
no es tan importante.
Paul Watzlawick tiene términos que yo prefiero. El usa las denominaciones "indicativo" e "inyuctivo". Afirma que
toda comunicación tiene tanto indicaciones como inyucciones. Las inyucciones son mensajes imperativos que dicen:
"¡Haz algo!"
En términos muy generales, podemos definir la terapia ericksoniana como la tecnología de la comunicación
inyuctiva. Podemos definir a la hipnosis como la ciencia de la comunicación inyuctiva porque en hipnosis
aprendemos a oscurecer el nivel indicativo y a enfatizar el inyuctivo. Permítanme darles un ejemplo general. Si
ustedes dicen a un paciente hipnotizado: "Levanta tu brazo" y el paciente levanta el brazo, tal vez esté hipnotizado,
tal vez no. Lo único que hicieron fue darle una indicación sobre qué hacer y el respondió, pero no sabemos si lo hizo
de manera automática o no. Pero si lo que queremos es una respuesta automática, cambiamos un poquito de niveles
y hacemos que la indicación sea menos obvia y la inyucción más prominente, usando una forma indirecta de
comunicación. Podemos decir al paciente hipnotizado: "Me gustaría que entendieras que tú puedes levantar la
mano". Esto provoca confusión porque hay una indicación obvia: quiero que entiendas que puedes levantar la mano.
Es una obviedad, un hecho, y hay una inducción: ¡Levanta la mano! Se vuelve un poco confuso y el paciente tiene
que destinar energía a responder o a no responder a la inducción. Y pueden hacer la inducción todavía más indirecta.
Pueden decir al paciente, usando juegos de palabras, con entremezclados, que es difícil traducir: "Yo quisiera que te
des cuenta (en inglés realices, que percibas) de una manera habilidosa (del inglés handy, de hand, mano) que hay
una sensación que se eleva que puedes descubrir de una manera derecha (de right, correcto y derecha, haciendo
alusión a la mano derecha). El paciente levanta la mano derecha por asociación con estas sugestiones indirectas.
Pero si quieren ser todavía más inyuctivos, pueden contar series de historias. Una, por ejemplo, sobre un niñito que
quería alcanzar esas galletas allá arriba, en la alacena. Otra más sobre alguien que levanta la mano para preguntar
algo en clase. Otra más sobre un nadador. Y de repente, el paciente comienza a levantar su brazo como respuesta a
las inyucciones. Esto es hipnosis.1 En el proceso de inducir el trance estamos oscureciendo las indicaciones y cada
vez vamos presentando más y más inducciones indirectas para despertar respuestas, para incrementar la capacidad
de responder. Yo considero que la comunicación inyuctiva es la llave de la puerta que nos conduce a un inconsciente
constructivo. Cuando un paciente está respondiendo a las inyucciones, le está diciendo al terapeuta: "Estoy abierto a
ti, puedes influirme, estoy listo para ser influenciado". Y cuando el paciente ya está respondiendo a las inyucciones,
el terapeuta presenta las sugestiones, porque el paciente le ha mostrado que quiere responder. Al hacer inducciones
de hipnosis, Erickson empezaba diciendo, por ejemplo: "Quiero recordarte algo que pasó hace mucho, mucho
tiempo" y continuaba, "la primera vez que aprendiste a escribir las letras del alfabeto fue algo muy difícil... ¿le
pusiste un punto a la T y cruzaste la I? ¿cuántas jorobitas hay en una N y en una M? ¿de qué lado del palito pusiste
la bolita en la D, en la B, en la P? ... y mientras he estado hablando contigo, tu pulso ha cambiado, tu presión arterial
ha cambiado, tu tono muscular ha cambiado". Esta es una inducción hipnótica completa. La primera vez que vi a
Erickson hacer esto, pensé que se había equivocado, que no sabía lo que estaba haciendo, que no era hipnosis. Yo
creía que hipnosis era cuando le decías a alguien: "Fija tu mirada en este..reloj, tus ojos se están sientiendo con
sueño, más y más profundo". Y ahí estaba Erickson contando una historia sobre el aprender a escribir las letras del
alfabeto. Gradualmente fui comprendiendo el verdadero sentido de esa comunicación. Veamos las inyucciones que
hay en ella. La primera fue: "¡Entra en trance!" Nunca se dijo la palabra hipnosis. Nunca se dijo "¡Entra en trance!",
pero Erickson, sentado en su silla, te hablaba y miraba al piso y cambiaba el ritmo de su voz y decía: "Quiero
recordarte algo que paso hace mucho, mucho tiempo", y el mensaje en el nivel inyuctivo era: "¡Es momento de
entrar en trance!", y esto era comunicado indirectamente por el cambio en su tono de voz, por el cambio en la
dirección a la que hablaba. La segunda inyucción fue: "¡Recuerda!", pero la palabra recuerda nunca fue dicha, sólo
en términos generales. Erickson decía: "Quiero recordarte algo", pero la inyucción para el paciente era: "¡Recuerda!"
La tercera inyucción fue: "¡La hipnosis es fácil!", y fue dicha a través de una comunicación paralela. Erickson dijo:
"Aprender a escribir las letras fue una tarea difícil", pero a nosotros no nos importan las letras porque estamos
interesados en el proceso hipnótico y el mensaje es "lo que alguna vez fue difícil, ahora es fácil". De manera similar,
la hipnosis que puede parecer difícil, de hecho es fácil. La cuarta inyucción fue:" ¡ Confúndete!" Erickson preguntó:
"¿Pusiste un punto en la T y cruzaste la I?" Este era un mensaje para confundirse un poquito. La confusión es una
técnica muy poderosa para romper el estado consciente y ayudar a que surja el estado de trance. La quinta inyucción
fue la más elegante. La quinta inyucción fue: "¡Métete, absórbete en tus recuerdos!" ¿Y cómo se hizo esta
inyucción? Erickson dijo: "Quiero recordarte algo que pasó....fue una tarea muy difícil, ¿Pusiste un punto sobre la
T...?", y después continuó: "¿Cuántas jorobitas hay en una N y en una M?" Cuando se deslizó del pasado al presente
cambió la inyucción desde "¡Recuerda!" hasta "¡Métete, absórbete en tus recuerdos!", simplemente cambiando del
presente al pasado y al presente otra vez. La última inyucción: "Tu presión arterial está cambiando, el ritmo de tu
pulso está cambiando, tu tono muscular está cambiando". La inyucción fue: "¡Estás respondiendo, mostrando que
estás hipnotizado, mostrando una cantidad adecuada de conductas que aparecen en la persona hipnotizada!"
1
Habrán notado que las inyucciones están presentadas entre exclamaciones. Cuando los pacientes llegan con
nosotros, nos hablan con exclamaciones. El paciente le dice al terapeuta: "¡Este es mi problema, soy una víctima!".
La inyucción que el paciente hace al terapeuta es: "¡Soy víctima!", y el terapeuta tradicionalmente responde al
paciente con interrogaciones: "¿Cómo llegaste a ser una víctima?". Ahora bien, si ustedes enfrentan las
exclamaciones a las interrogaciones, las exclamaciones casi siempre salen ganando. Las exclamaciones son más
poderosas que las interrogaciones. De modo que si el paciente nos está comunicando en el nivel inyuctivo "¡soy
víctima!", lo que tenemos que comunicarle en el mismo nivel es "¡eres victorioso!, ¡eres victorioso!, ¡tú puedes
lograr esto!" El paciente se dice víctima y que no puede dejar de estar deprimido, le respondemos "¡eres victorioso,
puedes hacerlo!" El paciente se dice víctima y que no puede tener buenas relaciones, le respondemos "¡eres
victorioso, puedes lograrlo!" Nuestras comunicaciones con él son a través de inyucciones y no a través de
inducciones que son mucho menos poderosas. Algo importante que quiero decirles es que el valor de la
comunicación no está dado por su complejidad o por su inteligencia sino por la respuesta que provoca. De modo que
las inyucciones nos resultan interesantes sólo en la medida en que el paciente responde a este nivel de comunicación.
Si ustedes observan videos de Erickson, lo que él hace podría llamarse hipnosis, pero también podríamos decir que
está entrenando a los pacientes para responder al nivel inyuctivo de su comunicación. Y lo hace en una forma
realmente poética.
Durante el taller, el Dr. Zeig mostró un video de Erickson que no vamos a transcribir aquí debido a la
confidencialidad del material.
Vamos a revisar el proceso de la terapia a través de un texto tomado de Un Seminario Didáctico con Miltón
Erickson, que también fue analizado por el Dr. Zeig en esa ocasión.
Cuando veamos a Erickson trabajando, dentro de unos momentos, podrán darse cuenta cómo tiene ya hecho el
diagnóstico desde el inicio. Es muy distinto a la forma en que yo aprendí en la escuela.
A mi me enseñaron que primero tenía que obtener información diagnóstica y hacer muchas cosas antes de continuar.
Erickson hacía terapia de una manera muy diferente. En vez de decir: "¡Preparen, apunten, fuego!", decía: "¡Listo,
fuego!" y después apuntaba. Y esta idea de "listo, fuego y apunten", proviene de Thomas Peters que escribió acerca
de las compañías norteamericanas que eran muy exitosas. Las compañías más exitosas usan el "preparen, fuego y
apunten". Cambian su enfoque de acuerdo con la respuesta que tienen. Erickson no recolectaba mucha información
diagnóstica porque pensaba que lo importante era trabajar lo más pronto posible. El diagnóstico se iba creando en el
proceso, por eso no tenían que empezar haciendo un diagnóstico largo, tardado.
Si el paciente llega en reversa y ustedes quieren que meta primera, tienen antes que pasar por neutral. La inducción
hipnótica corresponde a pasar a neutral y meter primera se refiere a buscar recursos. El propósito de la intervención
principal es hacer surgir recursos. Una vez que han logrado esto ¿qué van a hacer? Todavía no se ha terminado la
terapia. Establecieron el escenario y realizaron la intervención principal. Falta el seguimiento. En el seguimiento es
necesario dar instrucciones de proceso. Las instrucciones de proceso son una historia, un símbolo o una tarea que le
dice al paciente cómo utilizar el recurso que surgió con la intervención principal. Y todo esto, mediante ideas
sencillas. Pero cuando Erickson comienza a trabajar en un punto, lo hace tan metódica y dramáticamente que una
simple idea cobra vida. Cuando toma estas ideas sencillas, las transforma en inyucciones y desarrolla un proceso,
adquieren mucho más fuerza. Yo no creo que se necesiten ideas demasiado profundas. Yo creo que la terapia es una
cuestión de sentido común. Pero como terapeutas podemos tener un sentido profundo del proceso, saber cómo
establecer el proceso para que las ideas sencillas cobren vida. Para decirles esto vine desde Phoenix hasta la Ciudad
de México. Esta es la esencia del taller. Tomen ideas sencillas y establezcan un proceso para que, de manera
inyuctiva, cobren vida. Además, yo creo que la van a pasar muy bien haciéndolo.
Todo debe ir ubicado dentro de un proceso, aunque no parezca (ver Apéndice 1).
A este respecto, les voy a contar una anécdota. Conocí a Cari Whitaker, el gran terapeuta familiar, cuando me
encontraba organizando el primer Congreso Ericksoniano. Lo organicé como un regalo para Erickson, pero él murió
siete meses antes, así que se hizo en memoria suya. Cuando Erickson murió ya había 750 personas inscritas, de
modo que recibió parte del regalo. Gregory Bateson, que era otro de mis oradores principales, también murió, cuatro
meses antes de la reunión. Mis dos oradores principales murieron. Llamé a Cari Whitaker y le dije: "Cari, Bateson
murió, Erickson murió, ¿quieres ser mi orador principal?", y aunque me respondió "estás loco", accedió a venir
porque él amaba a Bateson tanto como yo a Erickson. Le di una copia del Seminario Didáctico que acababa de ser
publicado y lo visité antes de la reunión, me dijo: "Ese Erickson tenía algo de hemisferio izquierdo, 2 ¿sabes?, yo ya
leí ese libro dos veces y nunca se supo que yo leyera un libro dos veces. Ese Erickson tenía su parte de hemisferio
izquierdo". Yo le respondí: "Es imposible, él era una persona radicalmente de hemisferio derecho, muy intuitivo,
miraba un poquito esto y luego un poquito lo otro". Whitaker repitió: "¡Tenía hemisferio izquierdo!", y Whitaker
tenía razón, Erickson tenía un poquito de hemisferio izquierdo y eso le permitía sembrar ideas, preparar todo antes
de la intervención principal, todo lo que hacía antes era porque ya sabía que más adelante iba a contar un relato que
evocaría las ideas que antes sembró. Es muy deprimente que haya un mortal que pueda ser tan preciso y tan intuitivo
a la vez.
Otro punto muy importante que tienen que recordar es utilizar todo lo que el paciente traiga. Si alguien llega con
angustia flotante, pueden transformarla en una sensación de flotar. Si le preguntan a otro qué le interesa y responde
que nada, pueden referirse a la maravillosa sensación de "nadez".
Mañana terminaremos de discutir el proceso y podremos supervisar algunos de sus casos difíciles. Creo que fue
suficiente por hoy. Hasta mañana.
Al día siguiente.
El día de hoy voy a iniciar mi plática con una cita que dice así: "Yo sé que tú crees que entiendes lo que tú crees que
dije, pero no estoy seguro de que te des cuenta que lo que escuchaste no es lo que quiero decir" (la repite). Este es un
ejemplo de una inducción confusional que fue hecha por el presidente de los Estados Unidos Richard Nixon.
Ahora vamos a leer y comentar una parte del Seminario Didáctico para entender el proceso de la terapia. Es el caso
de Monday, reportado el día lunes de este seminario. Nos iremos deteniendo para analizar el material. Después de
leer la primera parte, haremos un breve diagnóstico de la paciente, ¿qué es lo que valora? y después observaremos
las diferentes intervenciones que Erickson utiliza. Permítanme decirles desde ahora que la intervención principal es
un desplazamiento. Erickson va a mover la fobia de esta mujer de su cuerpo a la silla de al lado pero antes, para
establecer el proceso, va a hacer una serie de intervenciones que se encuentran listadas en la columna central del
Apéndice 1 "Envoltura de regalos y procesamiento" (p. 143) Quiero que primero pongan atención al diagnóstico y al
iniciar la terapia observaremos las distintas intervenciones que constituyen el proceso para establecer, intervenir con
el desplazamiento, y continuar el seguimiento. Cada una de las técnicas de la columna central pueden ser utilizadas
ya sea como intervención principal o para establecer el proceso y prepararla. De vez en cuando nos detendremos
para hacer comentarios.
"Y bien, en 1972 una mujer de 35 años, casada, muy bonita, tocó el timbre, entró y me expuso su caso así: 'Doctor
Erickson, tengo fobia a los aviones. Y esta mañana mi jefe me dijo: el jueves debe viajar a Dallas, Texas, y volver el
sábado. Y agregó el jefe: o hace el viaje de ida y vuelta, o pierde su empleo. Yo soy programadora de computación
—continuó la mujer—, he programado computadoras en todo Estados Unidos. En 1962, hace diez años, el avión en
que volaba se estrelló, aunque no sufrió grave daño el aparato ni las personas que íbamos en él. Y en los cinco años
siguientes viajé en avión, de Phoenix a Bostón, Nueva York, Nueva Orleans, Dallas, a todas partes. Cada vez que
estaba en un avión volando por el aire sentía más y más temor. Hasta que mi temor llegó a ser tan grande que me
temblaba todo el cuerpo. (Lo muestra con su cuerpo). Cerraba los ojos, ni siquiera oía lo que me decía mi marido.
Mi fobia era tan fuerte que al llegar a mi lugar de trabajo hasta mi vestido estaba empapado de transpiración. Era tan
terrible que debía meterme en cama y dormir ocho horas antes de ir a trabajar. Fue así que empecé a trasladarme en
tren, en ómnibus, en automóvil. Mi fobia a los aviones es muy peculiar. Al entrar al aparato camino lo más bien, no
pasa nada mientras el avión corre por la pista, pero tan pronto alza vuelo empiezo a temblar y me invade el terror.
Sin embargo, si hay una escala intermedia, en el mismo momento en que toca tierra me siento muy cómoda. No pasa
nada en el recorrido por la pista hasta el aeropuerto ni cuando vuelve a partir.
De modo que empecé a recurrir a automóviles, omnibuses y trenes. Hasta que al final mi jefe se cansó de que yo
empleara todos mis días de vacaciones, de enfermedad y de ausencias justificadas para hacer esos viajes en tren,
automóvil u ómnibus. Esta mañana me dijo: o viaja a Dallas en avión o pierde el empleo. No quiero perder mi
empleo, estoy contenta con él"*.
¿Qué sabemos de esta mujer en términos de diagnóstico?, ¿es visual, auditiva o táctil en su descripción? Táctil, no
hace una descripción visual. ¿Es amplificadora o reductora? Probablemente amplificadora en su descripción y
también, aunque todavía no lo hemos visto, es uno abajo. Ya sabemos suficiente por el momento. Ahora tenemos la
primera intervención:
"Le dije, pues: 'Y bien, ¿cómo quiere que tratemos su fobia?'*' ¿Qué tipo de intervención es esta?, ¿de qué es esto un
ejemplo? "¿Cómo quiere que tratemos su fobia?" Es una sugestión indirecta simple, una presuposición. Presupone
que la fobia va a ser tratada. Es una presuposición de proceso.
"'Mediante hipnosis', me contestó. 'No sé si usted será un buen sujeto hipnótico', acoté. Ella dijo: 'Estuve en la
universidad', 'eso fue hace mucho tiempo', añadí yo. '¿Cómo será ahora?' 'Soy sumamente buena para eso', dijo.
'Tendré que probar', señalé".
Este es un ejemplo de otro tipo de intervención. Comunicación paralela para probar su motivación. "¿Cómo quiere
que tratemos su fobia?", "con hipnosis", "no sé si usted es un buen sujeto hipnótico", "estuve en la universidad",
"¡Tendrá que probarlo!" Está desafiándola para que muestre su motivación a través de una comunicación paralela,
no le está preguntando: "¿Está usted motivada para resolver su problema?, ¿está realmente motivada?" Le está
diciendo: "¿Está motivada para trabajar con hipnosis?" y ella le demuestra que está realmente motivada para trabajar
con hipnosis y al hacerlo, por implicación, le demuestra que está motivada para la terapia. Una de las primeras
intervenciones que hay que hacer es redefínir o reenmarcar el problema y proporcionar espectativas claras al
paciente de que ese problema va a ser tratado. Una vez que ya estén seguros de que esa persona tiene espectativas
positivas, hacen surgir la motivación. ¿Recuerdan que ayer vimos la línea del tiempo de la terapia? Conforme nos
vamos moviendo a través de ella, una de las primeras cosas que hay que hacer es comunicar espectativas positivas.
Cuando Erickson le pedía a un paciente que levitara su mano, él esperaba que el paciente lo hiciera, realmente creía
que podía hacerlo. Si le pedía que tuviera una alucinación, esperaba, creía, que el paciente podía hacerlo. Si le pedía
que mostrara control fisiológico sobre su presión arterial, esperaba, creía, que podía hacerlo. Sus espectativas eran
100% a favor de la salud y el bienestar del paciente. No sé cómo transmitirles y enfatizar lo importante que es crear
al paciente espectativas positivas. La gente realmente responde. Después de crear espectativas positivas, se evoca la
motivación. Recuerden que la motivación es lo más importante. Esto es un patrón común en el trabajo de Erickson:
crea espectativas y promueve motivación al mismo tiempo que muestra empatia y acompaña, sigue las experiencias
de los pacientes, desde los primeros momentos de la terapia.
"Era un buen sujeto hipnótico. La desperté y le dije: 'Usted es un buen sujeto hipnótico. Como no sé de qué manera
usted se conduce cuando está en un avión, quiero ponerla en trance hipnótico y que alucine estar en un jet (en inglés
suena igual que yet, todavía. Erickson aquí está haciendo un entremezclado. Nota de T. Robles) a diez mil metros'.
Fue horrible para mi ver cómo se sacudía hacia arriba y hacia abajo temblando por completo. Y la hice alucinar que
el avión aterrizaba".
¿Qué tipo de intervención es ésta? Prescripción del síntoma, ella está viviendo el síntoma en el consultorio. Es una
prescripción hipnótica del síntoma. La prescripción se hace en estado de trance. Al producir el síntoma en el
consultorio, ella demuestra que tiene control sobre él. Si puede tener control en una dirección, puede tenerlo en otra.
Les voy a dar una definición de psicoterapia: la psicoterapia tiene lugar cuando se produce un cambio en un patrón
habitual de comportamiento. De modo que si logran que el problema empeore un poquito, están haciendo terapia, ya
que eso implica que lo pueden mejorar. Si logran que el problema suceda aquí, están haciendo terapia, porque ya
hicieron un pequeño cambio en un patrón habitual. El problema estaba apareciendo allá pero si lo hacen aparecer
acá, están haciendo terapia. Se hace terapia siempre que se da un cambio en un patrón habitual de comportamiento.
¿Qué hizo Erickson? Eficazmente, de manera inyuctiva, desplazó el problema del avión al consultorio. Se está
moviendo con pequeños pasos, haciendo intervenciones significativas, cambios estratégicos mínimos del problema.
De hecho son dos cambios: 1) está demostrando que ella tiene algún tipo de control, ya que puede reproducir el
síntoma en el consultorio bajo la dirección de Erickson, y 2) ella desplazó el síntoma del avión al consultorio, lo que
implica que si pudo moverlo una vez, puede moverlo dos veces.
Esta intervención es una siembra. Está sembrando la idea de movimiento. Si está sembrando movimiento aquí, en
este punto, podemos estar seguros de que más tarde la intervención principal tendrá algo que ver con mover el
problema. Se inicia aquí un flujo a lo largo del proceso y habrá otras series de pasos que conduzcan hasta el punto en
que la intervención principal sea presentada. Todo esto es parte del establecimiento. Después tendremos el
seguimiento.
"Luego agregué: 'Antes de ayudarla, quiero que entienda algo. Usted es una mujer hermosa, treintañera, y yo soy un
hombre. Cierto es que estoy en silla de ruedas, pero usted no sabe hasta dónde llega mi invalidez. Ahora bien, quiero
que me prometa que hará cualquier cosa que yo le pida, buena o mala. Y recuerde que usted es una mujer atractiva y
yo un hombre cuya invalidez usted desconoce. Quiero su promesa absoluta de que hará todo lo que yo le sugiera,
bueno o malo, cualquier cosa que sea'".
¿Qué intervención es esta? Consulten la lista (Apéndice 1, p. 143). Podemos llamarla Ordalía o presentar una
alternativa peor.
Pero en otro nivel, hay una prescripción emocional del síntoma. Ella viene a verlo porque está asustada y Erickson
hace una insinuación sexual. Sus primeras intervenciones no están enfocadas a disminuir su tensión, por el contrario,
le demuestra que puede aumentarla. La implicación es que si puede aumentar la tensión, puede disminuirla. Esta
intervención es al mismo tiempo lo que yo llamaría un reenmarque: "Antes de que hagamos terapia, quiero que
entienda algo". Parece como si esta maniobra no fuera terapéutica, sino un entendimiento al margen. Pero la
importancia intrínseca de esta intervención es que la presenta como un reenmarque: "Antes de hacer terapia tienes
que entender esto". Y después le pide que le prometa que hará lo que le pida, cualquier cosa, buena o mala. Creo que
es más fácil hacer una intervención así con una mujer atractiva si eres un hombre de 75 años y estás en una silla de
ruedas. Yo no la haría en mi consultorio. Además el contexto ha cambiado desde entonces y yo creo que una
intervención como ésta difícilmente sería aceptada por la ética profesional moderna. Ahora es una época diferente y
yo soy una persona distinta. Yo hice una vez una intervención similar con un paciente hombre, pero en general
considero que hay que ser muy cuidadoso con este tipo de intervenciones y les recomiendo que lo sean si prueban
algo de este estilo.
"Ella lo pensó durante unos cinco minutos y luego manifestó: 'Nada que usted pueda pedirme o hacerme sería peor
que mi fobia a los aviones'. Yo le dije: 'Ahora que me ha prometido eso, voy a ponerla en un trance y pedirle una
promesa semejante'. En trance, me lo prometió de inmediato. La desperté y le recalqué: 'Me lo ha prometido
despierta y en trance... me hizo una promesa absoluta'".
Esta es una parte muy linda que muestra la actitud mental que Erickson buscaba. Le tomó cinco minutos hacer su
promesa en estado consciente, lo que quiere decir que su mente consciente no estaba segura. Entonces él le dijo:
"Quiero que me lo prometa en estado de trance". En estado de trance, lo prometió inmediatamente. Esto implica que
su mente conciente debía estar un poco desconfiada, pero su mente inconciente decía "sí" inmediatamente. Este
pasito extra de no sólo obtener la promesa en estado consciente sino también en estado de trance, agrega mucho
poder. Así que ya para este momento, ella estuvo de acuerdo de entrar en trance, mostró un estado de trance, mostró
su problema, hizo una promesa, hizo una promesa en trance. Erickson ha establecido situaciones en que ella le ha
respondido "sí, sí, sí, sí". Ahora puede presentarle la intervención principal. Pero lo hace sólo hasta después de haber
logrado estas situaciones en que responde "sí". En hipnosis llamamos a esta forma de sugestión indirecta la "serie de
síes". Creamos en la persona la tendencia a responder "sí" y así continúa, respondiendo sí. Por ejemplo: "Estás
interesado en la hipnosis", "sí", "te interesa la terapia ericksoniana", "sí", "te interesan otras formas de terapia", "sí",
" y puedes actualizar eso que te interesa asistiendo a la Conferencia La Evolución en Psicoterapia en Annaheim el
próximo mes de diciembre", "sí". (Risas). Crean esa tendencia y se mueven con ella.
Pasemos a la intervención principal.
"Le dije entonces: 'Ahora ya puedo tratarla por su fobia a los aviones. Entre en trance y alucine estar a diez mil
metros de altura, en un vuelo horizontal a una velocidad de mil kilómetros por hora'. Temblaba como una hoja,
inclinándose y tocándose las rodillas con la frente. 'Y ahora quiero que haga descender el avión, y cuando toque
tierra todos sus temores y fobias, su angustia y su tortura endemoniadas se deslizarán fuera de su cuerpo hasta el
asiento junto a usted'. Ella alucinó el aterrizaje, despertó del trance y de repente saltó de la silla dando un grito y se
fue corriendo hasta la otra punta del cuarto, mientras exclamaba: '¡Están allí, están allí!' (Señala el sillón verde)".
En este momento parece que la terapia terminó. Ya se hicieron el establecimiento y la intervención principal. Pero
sabemos que la terapia no puede acabar hasta que no se haga un seguimiento adecuado. Ahora vamos a observar el
seguimiento, una parte muy importante del proceso. Probablemente Erickson estaba utilizando las palabras de ella:
angustia y tortura endemoniadas. Y además de utilizar sus palabras estaba utilizando su proceso, porque cuando el
avión aterrizaba, ella se sentía bien. El utilizó ambas cosas: su lenguaje y su proceso y a través de ellas sugirió que la
fobia se deslizara de su cuerpo a la silla. De modo que ella sale del trance y dice: "¡Están ahí, están ahí!" Es
importante recordar el contexto en que Erickson estaba contando esta historia. La está narrando a un grupo de
terapeutas que han venido de todo el mundo para asistir a un seminario. Estas personas se van a sentar en la silla
verde, que era en la que Erickson hacía sus demostraciones de hipnosis. De modo que él no está solamente contando
una historia interesante sobre un caso de terapia, sino que también está preparando el trabajo de esa semana. Si
ustedes fueran los terapeutas que estaban en ese cuarto, pensarían en esa silla. Erickson está hablando de los temores
que hay en la silla y como consecuencia el pensamiento que comparten los asistentes al seminario es: "Es estúpido,
es ridículo, no hay miedos en esa silla". Esta es una asociación muy constructiva porque a medida que vaya
transcurriendo la semana Erickson va a pedir a diferentes gentes que se sienten en la silla y hará demostraciones de
hipnosis. De acuerdo con su estilo, Erickson estaba trabajando simultáneamente en distintos niveles. Narraba este
caso para sembrar el trabajo futuro con ese grupo, para mostrar un ejemplo interesante de terapia y también tenía
alguna relevancia para la persona que, en ese seminario, había sido paciente un poco antes (ver las páginas
anteriores en ese libro). Erickson había hecho una demostración de terapia y después contó algunas historias para
ayudar a la mujer con la que había hecho la demostración. Es un trabajo en niveles múltiples.
"Llamé a mi esposa y le dije: 'Betty, siéntate en esa silla"(señala el mismo sitio), ante lo cual la paciente le advirtió:
'Por favor, señora Erickson, no se siente allí'. Mi esposa siguió encaminándose a la silla, y la paciente se abalanzó y
le impidió que se sentase. Entonces le dije a Betty que saliera".
¿Por qué traer a la señora Erickson? Es una intervención posthipnótica. Después del trance lo primero que hace es
ratificar los cambios. Con la entrada de la señora Erickson la paciente demuestra que la fobia se desplazó. Lo está
demostrando en un escenario social nuevo. Es una verdadera prueba. No sólo se está demostrando a sí misma que su
fobia se desplazó, no lo está demostrando nada más al Dr. Erickson, ahora se lo está demostrando también a un
extraño. En un nuevo escenario social ratifica que el miedo está ahí.
"...Me volví hacia la paciente y le dije: 'Su terapia ha terminado. Que tenga un buen vuelo a Dallas y de vuelta a
Phoenix. Llámeme desde el aeropuerto y cuénteme cómo disfrutó los viajes'".
Una sugestión posthipnótica después de la intervención de reenmarque. Primero Erickson dijo: "Antes de que la
ayude quiero que entienda algo", después desplazó la fobia y dijo: "Su terapia ha terminado". El reenmarque ha
terminado. Pero después de terminar el reenmarque, Erickson se vuelve hacia ella y le dice: "Disfrute su viaje a
Dallas y de regreso a Phoenix y llámeme del aeropuerto y dígame cómo disfrutó los vuelos". ¿Qué tiene que hacer
ella para poder llamarle? Disfrutar los vuelos. Esta es una forma distinta de presuposición en una sugestión
posthipnótica. ¿En qué estuvo ella de acuerdo? La paciente prometió hacer todo, cualquier cosa que Erickson le
pidiera y lo prometió de manera consciente y de manera inconsciente. Así que después de hacer el reenmarque, se
vuelve a ella suavemente y le dice : "¡Disfrútelo!"
"Cuando se fue, llamé a mi hija y le pedí que sacara tres fotografías de esa silla (la señala): una sobreexpuesta, una
subexpuesta y una con la exposición correcta. Las puse en tres sobres separados, y a la sobreexpuesta le agregué la
siguiente leyenda: 'El lugar de descanso eterno de sus fobias, temores, angustias y torturas endemoniadas, tal como
se hunde lentamente en el más negro olvido'. A la subexpuesta le agregué: 'El lugar de descanso eterno de sus
temores tal como se esfuma por completo en el espacio exterior'. Y a la que tenía la exposipción correcta le escribí:
'El lugar de descanso eterno de sus fobias, temores y angustias'".
¿Qué es esto? El uso posthipnótico de símbolos para representar el problema y para representar la solución. El que
se haya tomado tanto tiempo y energía para enviarle estos símbolos muestra la finura y la bondad de este hombre.
¿Se pueden imaginar lo que significa para la paciente que él se tome tanto tiempo extra para hacer esto?
Actualmente estoy revisando los archivos de Erickson para extraer su correspondencia a fin de incluirla en el libro
que voy a editar. En el archivo de sus pacientes hay un registro de todos sus casos: nombre, dirección, teléfono,
ocupación, educación, estado civil, número de hijos, problema. Busqué este caso, fobia, y lo único que había en este
archivo eran tres fotos de la silla verde, una sobreexpuesta, una subexpuesta y una adecuadamente expuesta.
Erickson guardó duplicados de estas fotos en su archivo.
"Le envié las fotografías por correo. Las recibió el miércoles por la mañana, y el sábado me telefoneó excitada desde
el aeropuerto. '¡Fue magnífico!', exclamó. 'Fue maravilloso, la más hermosa experiencia de mi vida'".
Como ven, era un poquito amplificadora.
"Le pregunté: '¿No le molestaría narrarla frente a unos alumnos míos a quienes estoy preparando para sus exámenes
de doctorado? "No tengo inconvenientes', respondió. Le pedí que viniera a las ocho.
"A esa hora ella y su marido entraron en la casa. Ella rodeó el sillón y fue a sentarse lo más lejos posible de él. Mis
alumnos llegaron unos cinco minutos más tarde; uno de ellos hizo el ademán de sentarse allí, a lo cual ella vociferó:'
¡Por favor, por favor, no se siente en ese sillón!'. El alumno respondió: 'Ya me he sentado otras veces allí; es un
sillón cómodo y volveré a hacerlo'. La paciente agregó: '¡Por favor, por favor no lo haga!' Mi alumno replicó:
'Bueno, ya me senté otras veces en el piso; así lo haré ahora, si eso la satisface'. Ella le agradeció mucho y pasó a
relatarles la historia, incluso mi envío de las fotografías. 'Las llevé conmigo, más o menos como se lleva una pata de
conejo o una medalla de San Cristóbal, como un amuleto de buena suerte. Formaron parte de mi equipaje. La
primera escala era en El Paso; hasta ahí yo estaba lo más bien, preguntándome en qué momento comenzaría el
disturbio aéreo. La parada allí era de veinte minutos. Desembarqué, busqué un lugar tranquilo del aeropuerto y allí
entré en trance y me dije: 'El doctor Erickson te ha dicho que lo disfrutes. Debes hacer lo que el doctor Erickson te
ha dicho'.
Ni siquiera fue necesario que ella estuviera consciente de la promesa. Lo hizo. Eso estuvo muy bien.
"Volví al avión y el tramo de El Paso a Dallas fue maravilloso. Al volver de Dallas, volando muy alto, todo lo que se
veía abajo era un banco de nubes con espacios vacíos aquí y allá. A través de esos agujeros se divisaba la tierra a lo
lejos. Fue un viaje fantástico".
Esto prueba que ya superó su problema. Porque esta es la primera referencia visual que hace. Dentro de un momento
veremos cómo
es una prueba.
"Le dije: 'Bien, quisiera que entrara en trance ahora mismo, aquí'. Así lo hizo y añadí: 'Ahora quiero que en trance
vaya al aeropuerto de Phoenix, compre un pasaje a San Francisco y goce del panorama durante el viaje allá, en
especial el paisaje de las montañas'".
Esta técnica se llama Ensayo en la fantasía. Vamos al futuro y ensayamos cómo es estar ya sin el problema. Cuando
Erickson menciona las montañas, está sembrando. Trae la idea de las montañas para orientarla hacia la altura. El
tema al que se va a referir ahora es la altura. Fíjense qué importante es en la terapia ericksoniana sembrar. El sabía
que iba a trabajar con la altura y menciona las montañas. Acabo de escribir un artículo sobre la técnica de sembrar,
porque no había nada sobre ella. Se va a publicar en un libro que se llama Terapia Breve. Mitos. Métodos y
Metáforas, que estará a la venta a fines de este mes. La editorial es Brunner Mazel.
El sembrar es muy importante, podríamos pasar mucho tiempo hablando sobre esta técnica. Por el momento, se las
menciono y más tarde podrán consultar el artículo.
"Cuando llegue a San Francisco, baje del avión, tome un auto de alquiler y vaya hasta el puente Golden Gate.
Estacione el auto, camine hasta la mitad del puente y mire para abajo".
Probablemente, aunque Erickson no lo dice, esta mujer empezó a temblar, a estar nuevamente asustada. Y Erickson,
tal vez se equivocó y no lo señaló en el texto pero está claro por el resto de la historia que cuando él le dijo esto, ella
se asustó. Y cuando ella se asustó, Erickson hizo otra intervención: contarle una anécdota que es una metáfora y que,
nuevamente, incluye múltiples niveles, unos dentro de otros. Una historia se incluye dentro de otra historia. La
técnica está muy bien descrita por Steven y Carol Lankton en su libro The Anser Within (La respuesta interior).
"Le contaré algo sobre la historia de ese puente. Los pilones que lo sostienen tienen doscientos cincuenta metros de
alto. Cuando se terminó el puente, uno de los obreros que lo estaban pintando apresó gaviotas con una red de pescar
atada al extremo de una larga vara y les pintó la cabeza de rojo. Un día, un cronista emprendedor publicó una nota
sobre una nueva especie de gaviotas de cabeza roja. Se llamaba Jake. Todo esto son datos empíricos.
"Luego seguí diciéndole a Betty, observe las olas debajo suyo, la espuma que se forma sobre ellas, y las gaviotas. Se
interpondrá entonces una niebla y no podrá ver nada más. Vuelva a su automóvil, regrese al aeropuerto y tome el
avión a Phoenix, y desde el aeropuerto véngase directamente aquí'.
"Muy pronto despertó del trance y dijo a mis alumnos: 'Tengo que contarles sobre mi viaje a San Francisco y sobre
ese estúpido de Jake'. Su marido acotó: 'Sabía que eso no iba a gustarle'. Betty era una fanática de la ecología (Se
ríe)".
Aquí hay algo mal traducido en la versión de español, porque Betty es la señora Erickson. Y esto no tiene nada que
ver con ella, está hablando la paciente.
"Y cuando terminó de contar la historia, dijo: 'Y me vine directamente desde el aeropuerto. ¡Oh, santo Dios!, hice
todo eso en trance. No fui realmente a San Francisco. Estaba en trance, y pensé que había estado allí'.
"Le formulé entonces una pregunta importante: '¿Qué otro problema superó usted en su viaje a Dallas?' Respondió:
'Ningún otro problema, sólo mi fobia a los aviones'. Insistí: 'Sí, usted tenía otro problema, un problema muy
molesto. No sé durante cuánto tiempo lo ha tenido; ahora lo superó. Pero cuéntele a los estudiantes cuál era ese otro
problema'. Ella contestó con franqueza: 'No tenía ningún otro problema. No tengo ningún otro problema'. Le dije:
'Ya sé que ahora no tiene ningún otro problema, pero, ¿cuál fue el otro problema que solucionó en Dallas?' 'Tendrá
que decírmelo usted', aseveró. 'No', repliqué, 'sólo le haré una pregunta, y usted sabrá cuál era ese problema".
A continuación Erickson pregunta a los asistentes al seminario cuál era su problema. Les dice que tenía tres
problemas graves y los desafía a que intuyan cuáles eran. Eran, implica que ya se resolvieron.
Esto se convierte en un ejercicio para los estudiantes, una tarea directiva. Está desafiándolos, en ese cuarto, en el
Seminario Didáctico, a que piensen flexiblemente. ¿Por qué Erickson sospechó que esta mujer no tenía nada más
una fobia a los aviones? ¿Por qué sospechó que el problema era más general y que tenía tres aspectos? Utilizó una
técnica para pensar que es muy instructiva. Cuando el paciente entra y dice: "Tengo un problema", pongan atención,
piensen ¿de qué es este problema un ejemplo? Esto es parte del diagnóstico que vimos ayer. El problema puede ser
un ejemplo, un caso, de una clase más amplia. De modo que tenemos que pensar en dos direcciones distintas. Una es
desmenuzar, tomar el problema y dividirlo en pedacitos. La otra es juntar, pensar en el problema y verlo como un
ejemplo de algo más. Erickson estaba pensando en esta dirección y se dio cuenta, comprendió que este problema era
un ejemplo de algo más. Sabía que había otros aspectos, por eso la hizo hacer ese viaje en la fantasía. Está
realizando un seguimiento precioso. En lugar de tomar el problema aislado se está dirigiendo a la clase a la cual
pertenece el problema. De esta manera asegura que su seguimiento sea completo. ¿Qué creen ustedes que es? (varias
respuestas). Temor al éxito no es... Exactamente, es algo que tiene que ver con el avión y con el puente. Así que
piensen qué puede ser o significar. Tal vez es algo simbólico sobre llegar a lugares, o hacer transiciones, tener éxito,
puede ser algo más. Sólo podremos saberlo si la entendemos, si entendemos a la paciente.
"... (Erickson) (mueve la cabeza en señal negativa, y añade:): Le dije: 'Usted tenía otro problema que logró corregir.
¿Cuál era? Le haré una pregunta sencilla: ¿Qué fue lo primero que usted hizo en Dallas?' Ella contestó: '¡Oh, eso!
Fui a ese edificio de cuarenta pisos y subí en el ascensor desde la planta baja hasta arriba de todo'. Volví a preguntar:
'¿Cómo solía usted subir en ascensor?' Contestó: 'Subía hasta el segundo piso, me bajaba y tomaba otro ascensor
hasta el tercero, me bajaba y tomaba otro hasta el quinto; así todo el tiempo, de uno o dos pisos por vez. Estoy tan
acostumbrada que nunca lo consideré un problema'... (alguien pregunta) '¿Temor a las alturas?'. (Erickson mueve la
cabeza en señal negativa). Ella dijo: 'Puedo subirme al avión y sentirme lo más bien mientras corre por la pista, pero
tan pronto alza vuelo empiezo con mi temblor fóbico'. Ella tenía miedo de los espacios cerrados que no tienen un
apoyo visible. Un avión es un espacio cerrado sin un apoyo visible, lo mismo un ascensor.
"Le dije: 'Ahora bien, ¿cuál era su otro problema?'Respondió: 'No sé de ningún otro problema, pero si usted lo dice
debo tenerlo'. Insistí: 'Por cierto que tiene otro problema que ahora se solucionó. Cuando usted no viajaba en avión,
lo hacía en automóvil, ómnibus y ferrocarril. En los trenes no tenía perturbaciones. ¿Qué pasaba cuando iba en auto
o en ómnibus y tenían que atravesar un largo puente colgante?' '¡Oh, eso!', dijo ella. 'Solía tenderme en el piso,
cerraba los ojos y temblaba. Tenía que preguntar a algún extraño: '¿Ya cruzó el puente?' Mis alumnos sabían que yo
estaba enterado de eso porque le hice hacer ese viaje hipnótico a San Francisco y que caminara por el puente.
"Y ahora mi paciente vive a bordo de aviones. Ella y su marido se van de vacaciones a Australia y vuelan por todo el
territorio. Viaja regularmente a Roma, a Londres, a París. Y no le gusta quedarse en los hoteles; prefiere dormir y
comer a bordo de un avión. Y todavía conserva esas tres fotografías, y sigue teniendo miedo de ese sillón. (Señala el
sillón y se ríe)".3
Una de las cosas que Erickson hizo con esta paciente fue una desensibilización sistemática. En la terapia de
desensibilización que realizan los conductistas, se aparean tensión y relajación, más tensión, más relajación, tensión,
relajación, hasta que el problema se extingue con la relajación. Lo que hizo Erickson fue utilizar emociones
diferentes en lugar de la relajación, para extinguir la fobia. La puso tensa. Le contó esa historia sobre las gaviotas
con la cabeza pintada de rojo y la hizo enojarse. La rabia bloqueó el miedo. Así que más que usar relajación, utilizó
lo que ella valoraba. Como valoraba la ecología, le contó una historia sobre alguien que estaba dañando la ecología.
Se enojó y bloqueó la fobia. Erickson pensaba que lo único que se tenía que hacer con una persona con este
problema era ponerla en una situación fóbica y luego demostrarle que podía vivirla sin sentimientos negativos.
Después de eso, ya no necesitan hacer más terapia. Hay una parte más sobre este caso en el mismo seminario.
Erickson vuelve a él el miércoles: ...la paciente con la fobia a los aviones... Yo no tengo por qué creer todo lo que
alguien me cuenta; no lo creo hasta que comprendo sus palabras... Cuando me refirió su fobia y me dijo que podía
caminar dentro del aparato y que no sentía molestias hasta que despegaba, pero tan pronto lo hacía le venía la fobia,
pude comprender que lo que ella tenía no era fobia a los aviones. Tenía una fobia a los espacios cerrados en que otra
persona era la responsable de su vida, una persona extraña... el piloto. Tuve que esperar hasta comprender sus
palabras. Le hice prometer que haría cualquier cosa, buena o mala, que yo le pidiera. Puse mucho cuidado en
obtener esa promesa porque así ella volvía a poner su vida en manos de un piloto extraño. Le dije entonces: 'Disfrute
su viaje a Dallas. Disfrute su viaje de retorno, y luego cuénteme cuánto lo disfrutó'. Ella no sabía que estaba
cumpliendo su promesa, pero así era. Yo sabía cuál era la intención que perseguía al pedirle esa promesa, pero ella
no. Y le dije con toda amabilidad: 'Disfrute el viaje de ida y vuelta allí'. Ella me había prometido hacer cualquier
cosa que le pidiera. No se dio cuenta de que yo le había pedido eso. (Sonríe)". 4
Tenía miedo a los espacios cerrados en donde no tuviera una referencia visual, así que cuando pudo mirar hacia
abajo y ver la nubes, eso constituyó una prueba de que el problema estaba solucionado, porque se encontraba en un
espacio cerrado, con un piloto extraño y pudo mirar hacia abajo.
Esto es todo lo que es la psicoterapia ericksoniana. Es muy sencillo. Durante estos días les he destilado en forma
resumida lo que he aprendido durante veinte años de estudiar el trabajo de Erickson. Y creo que es un buen resumen.
El problema es que entender estos principios es algo muy diferente a ser capaces de utilizarlos. Para mí, aunque los
entiendo, entiendo, por ejemplo, qué es la utilización, buscar una referencia experiencial, dividir el problema,
encontrar a qué clase de problemas pertenece, desarrollar lo que el paciente trae, no los puedo usar tan bien como los
explico, pero espero que con otros diecisiete años de práctica habré desarrollado una mayor elegancia en mis
habilidaades para utilizarlos.
¿Hay alguna pregunta? Bien, ahora vamos a dedicar un tiempo para supervisar algunos casos.
Notas
Es hipnosis ericksoniana (Nota de T. Robles).
El hemisferio izquierdo es el de la razón, la conciencia y la lógica (Nota de T.
Robles).
Tomado de: Jeffrey K. Zeig, Un seminario didáctico con Miltón H. Erickson.
Amorrortu Eds., Buenos Aires, 1985, pp. 7580.
Cf. p.146.
Durante las últimas horas del Seminario, el Dr. Zeig supervisó cinco casos para ilustrar cómo podían trabajarse con
el enfoque ericksoniano. A continuación transcribo tres de ellos ya que dos se eliminaron por razones de
confidencialidad. Primero presento cada uno de los problemas, y después el diálogo de los terapeutas con el Dr.
Zeig.
7. SUPERVISIÓN DE CASOS.
Caso número 1
Terapeuta 1. Se trata de una mujer casada, de cuarenta y cinco años, que llega a consulta y me dice que desde hace
veinte sufre depresiones y diferentes fobias: al agua, a las alturas, a la gente, a los gatos y claustrofobia. Tiene,
además, muy mala relación con una hija con conductas esquizoides. Su otro hijo presenta problemas escolares. Ella
es la octava de una familia de diez. Está confundida. Su memoria es muy mala, tanto para los hechos recientes como
para los lejanos. No puede seguir una línea de pensamiento. Brinca de un tema a otro. Su afectividad es aplanada,
aunque a veces se muestra irritable, sobre todo cuando habla de sus suegros y de su hija. Llega vestida con
elegancia, bien arreglada, comentando que se maquilla más cuando se siente más mal. A lo largo de las distintas
sesiones hay varios temas que se repiten: 1) proviene de una familia muy grande donde los papas son muy distantes,
2) sus suegros son absorbentes y no le dan a su esposo su lugar porque la suegra prefiere al segundo de sus hijos y 3)
la actitud de su hija es la causa de todos los problemas en la familia. Comenta cosas que sucedieron en el pasado
como si acabaran de ocurrir, particularmente cuando se refiere a hechos con los suegros. Por ejemplo, me cuenta que
éstos molestan constantemente a su marido hablandole por teléfono; sin embargo, yo sé que desde hace tres semanas
no están en la ciudad. Cuando regresaron, hace dos días, llamaron a su hijo sólo una vez. No obstante, ella había
como si lo estuvieran haciendo todo el tiempo. Su tarjeta de presentación es: "Mi marido y yo nos llevamos muy
bien, no tenemos ningún probletna". Pero en una entrevista con los dos juntos me doy cuenta de que no pueden
ponerse de acuerdo en nada. Después de una sesión con toda la familia y una sesión de pareja en la cual les
propongo terapia familiar, ella me habla por teléfono para decirme que lo que quiere es terapia individual. Con
frecuencia me habla al consultorio para preguntarme cualquier cosa, por ejemplo, que si puede ir a un viaje, o para
decirme que se siente muy mal.
Sobre su familia de origen puedo decir que el padre era una persona muy relacionada con la política. Cuando era
niña, tuvieron que cambiar de casa varias veces para que no localizaran al padre. Era una familia adinerada, con
muchos sirvientes y nanas, y la mamá no atendía a los hijos personalmente. Ella dice que no recuerda si alguna vez
su papá o su mamá le hicieron algún cariño. Tiene amnesia de su vida anterior a los dieciocho años. No puede
recordar nada antes de esta edad.
Dr. Zeig Yo quisiera pedirte que hagas algo muy difícil: que definas una meta, sea la que sea. Puede ser incluso que
la definas primero y después la rechaces, pero de no hacerlo, te vas a encontrar representando el papel de su madre
buena, sólo apoyándola, sin hacer terapia. Tal vez está tan mal que sí necesita a alguien de afuera que le haga de
padre-madre por un tiempo pero es indispensable que mientras tanto ella crezca y cambie.
Una meta que yo me pondría sería trabajar con la función parental que vivió en forma tan deficiente. En ese sistema
(personal y familiar) no hay un buen parentaje. Estaba pensando qué era lo que faltaba ahí. Lo que faltó fue un buen
parentaje. Ella está haciendo un esfuerzo desesperado por atraer a la terapeuta para que le haga de padre y madre. Es
un caso muy difícil porque tienes que cumplir esta función en forma permisiva y protectora, pero al mismo tiempo
potente, para que no te conviertas en una especie de pila que se conecta al sistema y que tarde o temprano acaba por
descargarse. Necesitas ayudarla a desarrollar su propio alternador. En los coches hay un alternador que recarga la
batería. Al escucharte me puse a pensar: ¿A qué se parece el problema? Se parece a un coche sin alternador. La
energía se gasta y no regresa al sistema para ser utilizada de nuevo. Otra manera de verlo es que esta persona se
hubiera quedado congelada en el tiempo. La gente que ha sufrido abuso sexual, muy a menudo queda congelada en
el tiempo. Se queda en un nivel regresivo y no madura. Ella está funcionando un poco como una niña, no está
madurando. Esto nos lleva de nuevo a la necesidad de realizar con ella la función de parentaje. ¿Cómo puede llegar
a ser su propia madre? ¿Cómo puedes animarla a adquirir la capacidad de ser su propia madre, su propio padre?
¿Cómo puedes construir situaciones en las que pueda funcionar como una madre poderosa, permisiva y protectora,
para que de esta manera internalice el papel de madre de ella misma?
De otra manera te conviertes en una pila que sólo puede darle energía durante un tiempo, sin que ella aprenda a ser
su propia madre. Tal vez, si es complaciente, yo usaría directivas y le pediría que hiciera cosas lindas para ella, para
otras personas o para causas humanistas. Esto la haría aprender el papel de madre. Si es más bien desafiante, le
puedes prohibir que haga tareas maternales en una semana. Puedes decirle que ya hizo bastante durante su vida para
ella misma y para los demás y que esta semana se tome unas vacaciones. La meta sería construir una madre interna
que funcione de manera natural, espontánea. Yo pienso que este caso requerirá terapia por un buen tiempo. ¿Piensas
que esta meta es apropiada para ella?
Terapeuta 1. Creo que sí. ¿Usted piensa que sería conveniente hacer una regresión y que en algún momento
temprano de su infancia apareciera ella como su propia madre buena, firme y cariñosa? ¿Usted considera que esta
persona soportaría una regresión o es muy enferma para aguantarla?
Dr. Zeig. Creo que puedes hacer la regresión en dos formas diferentes. Una, a partir de la presuposición de que esta
mujer fue traumatizada, abusada, tal vez incluso víctima de abuso sexual. Si así fuera, en el momento en que ocurrió
el trauma se habría instalado una represión que produjo amnesia de ese período. Las personas que presentan este tipo
de amnesia y olvidos, frecuentemente han sufrido traumas en el pasado. Sin embargo, algunas veces el olvido
aparece por ansiedad que impide tener acceso a la información. Podría ser cualquiera de las dos opciones. Si se debe
a un trauma, puedes hacer la regresión y tratar el trauma como si fuera una infección. La terapia tendría como meta
romper la represión y producir la catarsis y elaboración de ese trauma pasado para liberar ese viejo dolor. Esta es
una técnica directa de hipnosis clásica: regresar a la persona hasta el momento en que se produjo el dolor, por
ejemplo, a través de la amnesia. Le dicen al paciente: "¿Cómo se siente olvidar?" Y la persona contesta: "Es verde".
Es una asociación loca, pero no importa. Entonces continúan: "Mira tu vida como una línea enfrente de ti y fíjate en
los lugares en que está ese color verde... y me gustaría que empezaras a ir hacia atrás en el tiempo y te detuvieras en
algunos de esos lugares verdes y me digas cómo son... y después, puedes continuar hacia atrás y mirar si hay ahí
alguna situación traumática que fue reprimida y en dónde apareció la amnesia". Si esa persona continúa repitiendo
ese patrón de amnesia es porque tal vez le ocurrió algo cuando era niña, lo borró, y así se convirtió en una repetición
compulsiva: cada vez que está tensionada, olvida.
Otra posibilidad para hacer una regresión es utilizar una técnica como la que Erickson usó en "El hombre de
febrero". ¿Conocen este caso? Es uno de los más famosos e incluso hay un libro dedicado a él. 1 Esta técnica está
descrita en Terapia no convencional de Jay Haley (publicada en español por Amorrortu). Se trata de una recreación,
con hipnosis, de la infancia de esa persona en la que Erickson se transformó en el hombre de febrero. Regresó a la
paciente a diferentes momentos de su infancia en donde el hombre de febrero entraba y realizaba con ella la función
de padre. De esta manera, reconstruyó su historia. En programación neurolinguística trabajan transformando la
historia personal. Esta sería la segunda opción para hacer una regresión con ella. Incluso, tal vez puedes hacer todo
al mismo tiempo: le das directivas que la lleven a internalizar una madre-padre fuerte; regresiones dirigidas también
a desarrollar una madrepadre interna, fuerte; y otra regresión para descubrir el trauma. Esto último hay que hacerlo
con cuidado, puede ser muy confusionante. Yo prefiero no usarlo excepto cuando es inevitable. Una vez tuve que
hacer una regresión así en un paciente con personalidad múltiple, para romper la barrera de amnesia que tenía.
Terapeuta 1. ¿Piensas que las fobias están también conectadas con situaciones traumáticas olvidadas?
Dr. Zeig. Bueno, ella está produciendo una gran cantidad de ansiedad ligada a distintos objetos. Tal vez pueda
necesitar una intervención médica para ayudarla a disminuir su ansiedad. ¿Está tomando actualmente algún
medicamento?
Terapeuta 1. Sí, toma antidepresivos y ansiolíticos. Además tiene la presión arterial baja, el azúcar desnivelada y
necesita cafeína en pastillas por la mañana para poder despertar.
Dr. Zeig. No está cuidándose bien, se está presionando de muchas maneras, no es una madre que se nutra a sí
misma. Podrías utilizar la ansiedad que acompaña a las fobias como puerta de entrada para trabajar con ellas y al
mismo tiempo hacer algo de hipnosis para disminuir el exceso de ansiedad. Esto, ya sea en forma directa o indirecta,
utilizando símbolos o cualquiera de las otras técnicas de que hablamos. Puede ser un buen punto de partida. Por otra
parte, un poco de ansiedad es buena. Es el motor que hace funcionar la terapia. Si no hay un mínimo de ansiedad, no
se puede hacer terapia. Es muy difícil trabajar con pacientes narcisistas o que toman drogas porque no tienen un
monto de ansiedad suficiente para querer
cambiar.
Otra intervención podría ser establecer una escala de cien puntos y pedirle que la utilice para monitorear su nivel de
ansiedad. Después de un rato de hacerlo, puedes pedirle disminuir la ansiedad cinco puntos. Dile que no se trata de
curar la ansiedad sino sólo hacerla disminuir cinco puntos. La meta es hacer nada más un pequeño cambio en el
nivel de ansiedad.
Caso número 2
Terapeuta'.
2. Se trata de una pareja que pide terapia. El que llama es el marido, dice que es urgente y llegan los dos. Ella tiene
35 años, él 39. El es contador público y ella se dedica al hogar. Tienen una buena apariencia. Se presentan en forma
muy desenvuelta, sobre todo el esposo. Después de preguntarles cuál es su problema, él contesta con una gran
sonrisa que su mujer lo engaña desde hace cinco años; que él se enteró hace apenas seis meses y quisiera tratar de
salvar el matrimonio. Cuando les pregunto cómo se llevan, ambos responden que muy bien, que tienen un
matrimonio muy bien avenido: se llevan bien con los hijos y no tienen ningún problema. A mi me extraña mucho,
me llama la atención, la actitud de él que hace un poco de alarde de la situación. Me dice que le gustaría que su
esposa le contara toda su aventura pero que ella es muy reservada y no quiere decirle nada. El conoce el nombre y
todos los datos del amante, porque eran amigos, salian juntos como parejas. Agrega que está ansioso de que ella le
pida perdón, pero como es muy reservada, tampoco quiere hacerlo.
Me dan la impresión de ser una pareja evitadora de conflictos y que él es muy controlador. El comenta que su esposa
es muy guapa y le agrada que llame la atención de los hombres. Ella mantiene más bien una actitud de reserva pero
no parece sentirse culpable. No hay ansiedad, no hay culpa, no sé cómo abordarlos.
Dr. Zeig. Mi primera idea fue mandarlos a pasear en coche aproximadamente durante una hora. En la primera parte
del paseo, el esposo deberá manejar el carro y la esposa sentarse junto a él, adelante. Cuando lleguen a un tercio del
camino que van a recorrer, cambian de asiento. Los siguientes veinte minutos la esposa se sentará adelante y
manejará y el marido se sentará en el asiento de atrás y le hará toda clase de preguntas, que ella no va a contestar.
Ella va a manejar este tramo en forma un poco atravancada, sin que llegue a ser peligroso, pero sí cometiendo
algunas ilegalidades. Por ejemplo, no hacer caso de algunos señalamientos de tránsito. El, mientras tanto, le va a
preguntar sobre su aventura pero ella no va a contestarle. Veinte minutos más tarde, se van a detener para decidir
quién maneja durante el último tramo. Después, vendrán a sesión y te contarán qué es lo que decidieron. Esta es una
forma de simbolizar el problema. Se trata de definir quién está controlando la relación, puesto que no lo han
decidido. Si ella está actuando mal, no está siendo confrontada. Si quieren una pareja abierta en donde cada uno
tenga relaciones con otros, no hay problema. Tal vez de acuerdo con tus valores creas que están equivocados y que
la mujer no debería hacer esto, pero yo los dejaría tomar sus propias decisiones éticas, sobre qué está bien y qué está
mal para ellos, sin imponerles mis creencias. Yo no tengo experiencia con parejas abiertas pero me imagino que es
posible que funcionen, si deciden que está bien. Estoy un poco confundido sin saber bien cuál es el problema. ¿El
problema es que ella no habla y no le cuenta los detalles? Tal vez haya alguna otra historia en esta pareja. Quizás él
haya salido también con otra persona y no puede decirlo, porque si lo hace se genera un conflicto y él ya no se va a
sentir con derecho a confrontar a su esposa por su mal comportamiento anterior. Pero sea lo que sea, ella se
encuentra ahora en el asiento del conductor, por eso les daría esta tarea simbólica y dejaría que regresaran con su
solución simbólica. Si tú piensas que él se ha portado mal en los últimos tiempos, puedes pedirle también que en sus
veinte minutos cometa algunas irregularidades. Que tal vez maneje muy, muy lentamente o lo que tú puedas
simbolizar como su participación en la relación.
Terapeuta 2. Yo he pensado que en el fondo hay un problema de control, de definir quién controla la relación, y por
otro lado quizás haya un problema de falta de potencia sexual de él, no abierto.
Dr. Zeig. La tarea simbólica que te estoy sugiriendo cubre las dos posibilidades. La tarea se usa como capote de
torero. El torero hace un pase y observa en qué dirección se mueve el toro. Si tú les das esa tarea simbólica como un
pase taurino, podrás ver en qué dirección se mueven y estarás lista para continuar. Pero yo no los dejaría hablar de la
tarea ni analizarla, se los prohibiría. Les diría que vinieran la siguiente sesión para que cada uno me diera su propia
visión sobre ella.
Caso número 3
Terapeuta 3. Se trata de un ejecutivo de cuarenta y un años que tiene un puesto muy importante en una compañía y
el motivo de
consulta es impotencia selectiva. Está en su segundo matrimonio. El primero fracasó por la misma razón. No puede
tener relaciones sexuales con su esposa, pero las tiene en aventuras casuales. La meta es que pueda tener una vida
sexual sana.
Dr. Zeig. Este hombre probablemente no tiene ningún problema físico ya que puede tener estas aventuras, de modo
que una posibilidad es reenmarcar su problema. Decirle que su deseo por su esposa es tan grande que lo paraliza y
que sólo poco a poco podrá ser capaz de sobreponerse a la parálisis que le causa este deseo y disminuirlo hasta que
le permita funcionar correctamente. Después podríamos jugar con el efecto ideomotor. Este consiste en estimular el
pensamiento, construir una realidad adentro, que eventualmente se extenderá a un comportamiento adecuado,
positivo. Tal vez, si estuviéramos en Italia, sabría yo como hacerlo. ¿Sabes que Italia está llena de obeliscos que los
romanos trajeron de Egipto? Yo mandaría al paciente a dar una vuelta y observar algunos de los obeliscos y le diría
que saliera a verlos y a observarlos desde diferentes ángulos y se preguntara ¿cómo fueron construidos? ¿cómo esta
gente de la antigüedad pudo construir algo tan recto, alto y que se ha mantenido parado tanto tiempo? Podrías hacer
lo mismo mandándolo a observar postes de teléfono o pirámides.
También es importante trabajar la función simbólica del problema. ¿Qué logra el problema en el sistema? Tal vez
evitar que él y su mujer se acerquen demasiado o quizás haya algún temor respecto al embarazo. No sé, pero me
interesaría conocer el punto de vista tanto de él como de la mujer acerca de esta función.
Por otra parte, existen técnicas de terapia sexual muy directivas aplicables a problemas como éste y el índice de
éxito que tienen con ellas tanto Master y Johnsons como Helen Singer Kaplan, es muy alto. Puedes consultar la
literatura sobre prescripción del síntoma y, por ejemplo, durante una semana, prohibirles tener todo tipo de actividad
sexual. La siguiente semana les prescribes que se toquen, que se acaricien todo el cuerpo excepto los genitales. La
tercera semana, les pides que se acaricien también los genitales pero sin realizar el coito. Les prohibes consumar la
relación sexual aunque él tenga erección.
Terapeuta 3. El problema es que él no permite que ella lo toque.
No se puede hacer ningún tipo de juegos porque en cuanto ella se acerca o lo toca, él se siente electrocutado por una
corriente eléctrica muy fuerte, que lo paraliza.
Dr. Zeig. Otra manera de pensar simbólicamente es mandarlo a que sea incompetente. Mandarlo a hacer cosas
malhechas. Por ejemplo, si no sabe nada de música, le puedes decir que tome clases de música y sea incompetente.
Si no sabe nada de fútbol, lo puedes mandar a jugar fútbol y que lo haga mal. Se trata de construir situaciones en que
pueda ser incompetente y aún así mantenerse equilibrado. Luego le puedes hablar de cuando fue a clases de música
y lo hizo mal, pero de todas maneras se detuvo parado, firme, y de cuando salió y pateó la bola de manera pésima,
pero se mantuvo parado. Si la angustia anticipatoria es importante, puedes hacer este tipo de prescripciones o incluso
una intervención paradójica directa, por ejemplo, que se imagine teniendo relaciones sexuales con su esposa y
haciéndolo pésimo, teniendo la peor relación sexual posible. Que se imagine tirando todo alrededor, que cuando se
quita la ropa, se cae al piso y se tuerce el brazo, que tiene la eyaculación más precoz posible y que hace todo en
forma realmente desastrosa. De esta manera, estás usando el sentido del humor para romper la ansiedad
anticipatoria. Esta sería una intervención paradójica "a la Víctor Frankl" en donde continúas prescribiendo la
incompetencia sexual hasta que logres que él se ría y entonces utilizas el humor como técnica para cortar la ansiedad
anticipatoria.
Antes de terminar quisiera contarles dos casos que Erickson me supervisó. El primero era un hombre que vino a
verme con fobia de contaminarse. Creía que si había polvo blanco sobre cualquier cosa, era para envenenarlo. Una
vez aterrorizó a su familia porque vio polvo blanco sobre la televisión y nunca más la volvió a tocar. Desarrolló una
fobia hacia cualquier cosa en donde hubiera visto polvo blanco. Por ejemplo, nunca se acercaría a un pizarrón o a un
borrador, porque sabía que estaba contaminado con veneno. Obtuve una historia concreta y detallada de este caso, la
escribí y se la llevé a Erickson quien me lo había referido. Le describí al paciente, le dije todo lo que estaba pasando
con él, con mucho detalle, y luego esperé la maravillosa supervisión de Erickson. El me dijo: "Mándalo a Canadá,
mejor aún, mándalo al norte de Canadá". Yo estaba impactado, pensé que iba a tener una supervisión muy
importante. Erickson agregó que ese hombre era potencialmente peligroso porque podía ponerse violento si creía
que alguien estaba poniendo el polvo blanco intencionalmente, para matarlo. Y éste fue el único consejo que
Erickson me dio. Tuve que decidir por mi mismo lo que iba a hacer. Le di terapia en hipnosis y le dije que su
problema estaba consolidado y que tendría que seguir la terapia religiosamente. Le dije que él tendría que traspasar
su problema y que se daría cuenta de que lo estaba haciendo, de que lo habría logrado, cuando de repente se
encontrara caminando alrededor de un objeto de los que antes creía que estaba contaminado y que tal vez incluso ya
había tocado. Entonces sabría que la terapia estaba funcionando.
Tuve otro caso que supervisé con Erickson, un hombre esquizofrénico. De nuevo le llevé todo su historial, lleno de
detalles y le pedí que me supervisara. El me preguntó: "¿Este hombre sabe tocar música?" Contesté: "Sí, toca el
piano". "Bueno, si toca piano, yo le diría que se aprendiera una canción que tuviera un tono mal. Si la canción
empieza en Sí, que la toque en La. Que toque la canción desplazándose una nota". Esa fue toda la supervisión que
me dio para este caso. Aprender a tocar la canción en la misma clave pero con una nota desplazada. Yo he meditado
mucho sobre estos casos. Parten de un principio muy lindo. Si ustedes tienen a alguien portándose locamente, lo
enseñan a tocar la canción desplazando una nota, porque para hacerlo, por implicación, tiene que aprenderla antes
correctamente. Respecto a enviar al hombre con fobia de polvo blanco a Canadá. Como yo vivo en un desierto, ni
siquiera le encontré el humor a esta intervención. ¿Qué hay en Canadá? Pues nieve, nieve blanca. Yo estaba tan
impactado por la intervención de Erickson que ni siquiera entendí lo que me había querido decir. Si este hombre se
fuera al norte de Canadá, quedaría inmediatamente insensibilizado al problema porque estar rodeado de nieve blanca
lo llevaría a sentirse confortable rodeado de polvo blanco. Rodeado de nieve, el hombre empezaría a darse cuenta de
lo ridículo de su problema.
Bueno, hemos terminado. Quiero agradecer a Tere a Jorge, a Cintia, Gerardo, Ethel y todos los otros integrantes del
Instituto que hicieron posible que viniera a compartir con ustedes y a infectarlos un poquito con el espíritu de la
psicoterapia ericksoniana. Quiero pedirles que cuando pasen frente a un restaurant Mac Donalds no piensen en la
idea de la terapia de la experiencia, eviten lo más posible pensar en no metacomunicar sino en crear experiencias.
Aplausos.
Teresa Robles. Yo quiero darte las gracias, Jeff, por estar aquí con nosotros, por todo lo que nos has compartido.
Este es un momento importante para el Instituto, es como estar naciendo. Vamos a presentarles formalmente nuestro
logotipo.
"El logotipo del Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad de México representa una flor prehispánica.
"Alón es la madre de todo lo creado, que va por el aliento y el pensamiento, según el Popol Vuh, libro maya de la
creación.
"En Alom se resume la esencia de todo lo que concibe, aquello con la capacidad de recibir. Es flor que recibe en su
seno el polen. Es madre tierra que acoge en su interior la dorada semilla del tnaiz y la nutre en sus entrañas como la
madre al hijo. Es la mente que recibe las vibraciones del universo que la rodea y las traduce en imágenes concretas,
recibe la inspiración para gestar la idea.2
"Nosotros pensamos que la hipnosis es una lluvia fresca que riega la tierra y hace surgir de su interior las riquezas
que esperaban
germinar.
"El Instituto Milton H. Erickson de la Ciudad de México tiene como finalidad colaborar para alcanzar el bienestar y
desarrollo de los seres humanos, a través de la hipnosis, esa lluvia que permite traer a la realidad exterior lo que
podrían ser considerados sueños".3
Ratificar cambios Promover amnesia Instrucciones de proceso:
Cómo utilizar los recursos elicitados Probar la terapia
En el consultorio
Simbólicamente
Ensayo en fantasía Tareas para consolidar y practicar los aprendizajes
Tú, Jeff, trajiste mucha lluvia fresca que regó la tierra en todos nosotros. Quiero agradecerte el apoyo que has dado
al Instituto y nos sigues dando, ya que continúan surgiendo proyectos y más proyectos. Nos dio muchísimo gusto
estar aquí contigo, estamos seguros de que te vamos a traer nuevamente. Los próximos meses tenemos que trabajar
en poner bases sólidas para el Instituto, la Clínica, la Editorial, pero seguramente el año próximo te tendremos por
acá. Muchísimas gracias de nuevo Jeff, a ti y a todos los asistentes.
Notas
1. ERICKSON, Miltón H. y Erncst L. ROSSI, The Februarv Man. Evolving Consciousness and Idenliiy in Hvpnotherapv.
Brunner Mazel Inc., New York, 1989.
2. El Logotipo fue diseñado por Susana Uribe y Gloriana Velez. La descripción de Alóm está tomada de: CALDERÓN,
Héctor M., La Ciencia Matemática de los Mayas. Orion, México, 1966 pp.9798.
3. El texto completo aparece en la solapa de los libros de esta Editorial.
APÉNDICE 1 ENVOLTURA DE REGALOS Y PROCESAMIENTO
Copyright 1990, Jeffrey K. Zeig, Ph.D.
(Rev. 06/14/90)
P.I.S. La solución puede aparecer en forma recurrente en cualquiera de las tres etapas.
Etapa II
Intervención central (para crear recursos)
Sugestión directa Hipnosis
Sugestión indirecta Directivas
Prescripción de síntomas Reenmarque Desplazamiento Orientación al futuro Ensayo en fantasía Confusión
Metáforas Símbolos Ordalías Anécdotas
Técnica del entremezclado
Etapa I (preparación)
Etapa III (Seguimiento)
Igualar
Establecer rapport
Felicitar a la persona por su posición
Utilize confusión para alterar los sets habituales
Elicite motivación
Elicite expectación
Siembre los blancos futuros
Enmarque la intervención
Muévase en pasos estratégicos mínimos
Cree drama (SEE)
Use hipnosis para accesar respuestas cooperativas a claves mínimas
Establezca un símbolo del problema
Historia de empatia.
DESARROLLO DE LA PSICOTERAPIA
Sembrar-Pequeños pasos-Intervención principal Seguimiento
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