La toma de decisiones en las organizaciones Las escuelas de administración por lo general enseñan a sus estudiantes a seguir modelos racionales de toma de decisiones. Aun cuando estos modelos tienen un mérito considerable, no siempre describen la manera real en que la gente toma decisiones. Aquí es donde entra a escena el CO: si hemos de mejorar el modo en que se toman decisiones en las organizaciones, necesitamos entender los errores que cometen las personas al hacerlo (además de los errores de percepción que se acaban de estudiar). En las secciones que siguen se describen dichos errores y se comenzará con un panorama breve del modelo racional de la toma de decisiones. Tipos de Modelos 1. Modelo Racional El modelo racional para la toma de decisiones es un enfoque sistemático y lógico que se basa en la premisa de que las decisiones deben tomarse de manera informada y objetiva. Este modelo sigue un proceso ordenado que implica varias etapas. A continuación, se describen las principales fases del modelo racional: Identificación del Problema: En esta etapa, se define claramente el problema o la decisión que se debe tomar. Es crucial comprender la naturaleza del problema y sus implicaciones antes de proceder. Generación de Alternativas: Una vez que se comprende el problema, se deben identificar y generar varias alternativas posibles para abordarlo. Se alienta la creatividad y la amplitud en la generación de opciones. Evaluación de Alternativas: Cada alternativa se evalúa en función de criterios específicos y objetivos. Estos criterios pueden incluir factores como costos, beneficios, riesgos, oportunidades, y otros elementos relevantes para la toma de decisiones. Toma de Decisiones: En esta fase, se selecciona la alternativa que mejor se ajusta a los objetivos y criterios establecidos. La elección se basa en una evaluación racional y lógica de las opciones disponibles. Implementación de la Decisión: La decisión seleccionada se pone en práctica. Esto implica la asignación de recursos, la comunicación de la decisión a las partes interesadas y la ejecución de las acciones necesarias para llevar a cabo la elección. Evaluación de Resultados: Después de implementar la decisión, se evalúan los resultados obtenidos. Este paso permite aprender de la experiencia y ajustar futuras decisiones. Si los resultados no cumplen con las expectativas, se pueden realizar correcciones o modificaciones. El modelo racional supone que los individuos tienen acceso a toda la información relevante, son capaces de procesarla de manera lógica y objetiva, y buscan maximizar sus objetivos de manera consistente. Sin embargo, en la práctica, este modelo puede enfrentar desafíos debido a limitaciones de tiempo, recursos y acceso a información completa. Es importante destacar que, aunque el modelo racional proporciona un marco estructurado para la toma de decisiones, en la realidad las decisiones a menudo se toman en condiciones de incertidumbre y con información incompleta. Otros modelos, como el modelo de racionalidad limitada, reconocen estas limitaciones y ofrecen enfoques más realistas para la toma de decisiones. 2. Modelo de racionalidad limitada. El modelo de racionalidad limitada es una alternativa al modelo racional clásico y reconoce las limitaciones de los individuos para procesar información de manera completa y tomar decisiones totalmente racionales. Herbert Simon, un destacado psicólogo y economista, desarrolló este concepto para explicar cómo las personas toman decisiones en la realidad, considerando restricciones cognitivas y limitaciones de tiempo. Principales características del modelo de racionalidad limitada: Búsqueda Satisfactoria en Lugar de Óptima: A diferencia del modelo racional, que busca la opción óptima, el modelo de racionalidad limitada se conforma con una opción satisfactoria. Las personas buscan soluciones que sean lo suficientemente buenas, dadas las restricciones de tiempo, información y capacidad cognitiva. Heurísticas y Reglas Prácticas: En lugar de analizar exhaustivamente todas las alternativas, las personas utilizan heurísticas y reglas prácticas para simplificar el proceso de toma de decisiones. Estas reglas permiten tomar decisiones rápidas y eficientes, pero pueden no ser siempre la opción óptima. Reducción de la Complejidad: Dada la complejidad de muchos problemas, las personas tienden a simplificar la información y centrarse en aspectos clave. Esto ayuda a reducir la carga cognitiva y facilita la toma de decisiones en situaciones complejas. Sesgos Cognitivos: Los individuos pueden verse afectados por sesgos cognitivos, como la aversión a la pérdida, la preferencia por la información reciente o la influencia de factores emocionales. Estos sesgos pueden desviar la toma de decisiones de un enfoque completamente racional. Adaptación Continua: El modelo de racionalidad limitada reconoce que las decisiones pueden necesitar ajustes a medida que se obtiene nueva información o se experimentan los resultados. La adaptación continua es fundamental para mejorar las decisiones a lo largo del tiempo. Bounded Rationality (Racionalidad Acotada): La "bounded rationality" es el concepto central del modelo. Se refiere a la idea de que la racionalidad de los individuos está acotada por la información limitada, el tiempo disponible y la capacidad cognitiva finita. En lugar de ser completamente racionales, las personas adoptan estrategias que se ajustan a estas limitaciones. En resumen, el modelo de racionalidad limitada proporciona una perspectiva más realista de cómo las personas toman decisiones en entornos complejos y con recursos limitados. Reconoce la necesidad de simplificar, utilizar atajos cognitivos y adaptarse continuamente para enfrentar la complejidad del mundo real. Este enfoque es especialmente relevante en contextos empresariales y organizativos donde las decisiones se toman en condiciones de incertidumbre y cambios constantes. 3. El modelo intuitivo. El modelo intuitivo para la toma de decisiones se basa en la idea de que las personas a veces toman decisiones de manera rápida y directa, confiando en su intuición o corazonada en lugar de seguir un proceso lógico y deliberado. A diferencia de los modelos más estructurados y analíticos, el enfoque intuitivo se caracteriza por respuestas rápidas y decisiones basadas en la experiencia, el juicio subjetivo y la percepción inmediata. Aquí hay algunas características clave del modelo intuitivo: Rapidez y Eficiencia: Las decisiones intuitivas se toman rápidamente, a menudo en situaciones donde el tiempo es limitado o la información es abrumadora. En lugar de pasar por un análisis exhaustivo, las personas confían en su instinto para tomar decisiones de manera eficiente. Experiencia y Conocimiento Acumulado: La intuición se basa en la experiencia y el conocimiento acumulado a lo largo del tiempo. Las personas que han desarrollado un nivel significativo de experiencia en un área particular pueden confiar en su intuición para tomar decisiones informadas sin necesidad de un análisis detallado. Sentimientos y Emociones: La intuición a menudo se vincula con sentimientos y emociones. Las personas pueden sentir que una decisión es correcta o incorrecta sin poder articular completamente las razones detrás de ese sentimiento. Este aspecto emocional puede desempeñar un papel crucial en la toma de decisiones intuitivas. Reconocimiento de Patrones: La intuición a menudo se basa en la capacidad de reconocer patrones y tendencias sin un análisis consciente. Las personas pueden identificar situaciones similares del pasado y aplicar rápidamente sus experiencias anteriores para tomar decisiones en el presente. Toma de Decisiones en Ambientes Inciertos: La intuición puede ser especialmente útil en situaciones donde la información es limitada o la incertidumbre es alta. En lugar de esperar a tener todos los datos, las personas pueden confiar en su intuición para tomar decisiones rápidas. Falta de Explicación Racional: A menudo, las personas que toman decisiones intuitivas pueden tener dificultades para explicar racionalmente sus elecciones. La decisión puede parecer guiada por la "corazonada" o el "presentimiento", lo que puede resultar desafiante de comunicar a otros. Es importante señalar que el modelo intuitivo no excluye por completo el razonamiento lógico y analítico. En muchos casos, las personas combinan la intuición con un análisis más detallado, dependiendo del contexto y la complejidad de la decisión. La toma de decisiones intuitiva puede ser valiosa en ciertos escenarios, pero también puede llevar a errores si no se equilibra con una evaluación más rigurosa en situaciones críticas. Sesgos Cognitivos. Los sesgos cognitivos son patrones sistemáticos de desviación de la racionalidad o la objetividad en el procesamiento de la información. Estos sesgos pueden influir en la toma de decisiones de manera inconsciente, llevando a evaluaciones y elecciones subjetivas. Aquí hay algunos sesgos cognitivos comunes que pueden afectar la toma de decisiones: Sesgo de Confirmación: La tendencia a buscar, interpretar y recordar información de manera que confirme nuestras creencias preexistentes. Este sesgo puede llevar a ignorar información que contradice nuestras opiniones y reforzar la tendencia a favorecer nuestras propias ideas. Sesgo de Disponibilidad: La propensión a dar más importancia a la información fácilmente disponible en lugar de buscar información más relevante o precisa. Esto puede deberse a la reciente exposición a ciertos datos o eventos, lo que influye en la percepción de su frecuencia o importancia. Sesgo de Anclaje: La tendencia a depender demasiado de la primera pieza de información que se recibe al tomar decisiones. Este "anclaje" inicial puede afectar la evaluación de información adicional, incluso si es objetivamente irrelevante para la decisión. Sesgo de Sobreconfianza: La creencia excesiva en la propia habilidad para tomar decisiones, a menudo subestimando los riesgos y sobreestimando la precisión de la información disponible. Este sesgo puede llevar a tomar decisiones poco fundamentadas. Sesgo de Aversión a la Pérdida: La preferencia por evitar pérdidas en lugar de buscar ganancias equivalentes. Las personas tienden a ser más cautelosas al enfrentar la pérdida que al perseguir beneficios, lo que puede influir en decisiones financieras y de inversión. Sesgo de Normalidad: La tendencia a subestimar la probabilidad de eventos inusuales o extremos y sobreestimar la probabilidad de eventos comunes. Esto puede influir en la evaluación de riesgos y en la preparación para situaciones inusuales. Efecto de Framing (Encuadre): La influencia de la forma en que se presenta la información en la toma de decisiones. La misma información puede percibirse de manera diferente según cómo se presente, lo que afecta las elecciones y evaluaciones. Sesgo de Compromiso (Compromiso Cognitivo): La tendencia a mantenerse en una decisión o creencia inicial incluso cuando se presenta nueva evidencia que sugiere que la elección original fue incorrecta. Este sesgo está relacionado con la aversión a admitir errores. Efecto Halo: La influencia de una impresión inicial positiva o negativa en la evaluación general de una persona, objeto o situación. Puede afectar la objetividad al no considerar información adicional de manera imparcial. Sesgo de Proximidad Temporal: La tendencia a dar más peso a beneficios o costos que ocurrirán en un futuro cercano en comparación con aquellos que ocurrirán más adelante. Puede afectar las decisiones financieras y de planificación a largo plazo. Es importante ser consciente de estos sesgos cognitivos para tomar decisiones más informadas y objetivas. La adopción de enfoques deliberativos, la consideración de múltiples perspectivas y la búsqueda activa de información diversa pueden ayudar a mitigar la influencia de estos sesgos en la toma de decisiones.