La Segunda Guerra Mundial, desencadenada por la ascensión de Adolf Hitler y la expansión de los regímenes totalitarios, La crisis económica en Alemania proporcionó el terreno fértil para la llegada de Hitler al poder en 1933, cuyo nacionalismo y xenofobia resonaron con la población. La remilitarización de la Renania en 1936 y la anexión de Austria en 1938 marcaron el inicio de la agresión alemana. La invasión de Polonia en 1939, con la estrategia Blitzkrieg, llevó al despliegue formal de los Aliados y las Potencias del Eje, dando inicio a una conflagración global. La sorprendente caída de Francia en 1940, después de la invasión de los Países Bajos y Bélgica, destacó la efectividad de la Blitzkrieg y llevó a la evacuación masiva de Dunkerque, un momento crítico en la guerra. La expansión global de la guerra se materializó con la entrada de Italia fascista, liderada por Benito Mussolini, y la agresión japonesa en Asia, que incluyó el ataque a Pearl Harbor en 1941. Alemania, con casi toda Europa bajo su control, lanzó la operación Barbarroja contra la Unión Soviética en 1941. A pesar de los éxitos iniciales, la ofensiva alemana se detuvo en 1942 debido a la resistencia soviética, el duro invierno y la batalla de Stalingrado, un punto de inflexión que marcó el declive alemán en el Frente Oriental. La entrada de Estados Unidos en la guerra después del ataque a Pearl Harbor en 1941 cambió significativamente el equilibrio de poder. La guerra se desarrolló con batallas cruciales, como el desembarco de Normandía en 1944, la liberación de Francia y la victoria en el Pacífico tras las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Las atrocidades cometidas durante el Holocausto también se revelaron, arrojando luz sobre la dimensión más sombría del conflicto. El final de la guerra en 1945 dejó un mundo devastado. La reconfiguración de Europa, la división de Alemania, el surgimiento de las superpotencias y la Guerra Fría delinearon el nuevo orden mundial. La creación de la ONU y la necesidad de reconstrucción definieron el período postbélico, mientras que las cicatrices de la guerra perduraron en la memoria colectiva. paradigmático que moldeó el siglo XX y dejó un legado duradero en la historia moderna.