En la década de 1960, México experimentó una notable transformación social en sintonía con cambios similares a nivel mundial. Este período estuvo marcado por un crecimiento económico constante, un aumento demográfico significativo y un rápido desarrollo urbano. Estos factores contribuyeron a la diversificación de la estructura social y estimularon innovaciones en los ámbitos intelectual, estético y político. En la década de 1960 en México, el aumento de las llamadas "clases medias" generó una creciente demanda de educación superior. Entre 1950 y 1970, la matrícula universitaria y tecnológica experimentó un notable crecimiento, pasando de 32,143 estudiantes en 1950 a 208,944 al final de la década. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se destacó como la institución pública de educación superior más importante del país, con la inauguración de Ciudad Universitaria en 1951. La búsqueda de estatus llevó a una migración selectiva de jóvenes de sectores medios urbanos hacia la educación superior en instituciones como la UNAM. La Ciudad de México se convirtió en un atractivo polo para aquellos que buscaban escapar de los valores tradicionales y encontrar instituciones culturales, cines, teatros, editoriales y otros espacios culturales. La década de 1960 también presenció cambios significativos en la identificación de los estudiantes, ya que la expansión de la matrícula estudiantil transformó las identidades colectivas tradicionales, especialmente en instituciones como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la UNAM. Antes del movimiento estudiantil de 1968, la adscripción institucional marcaba las identidades, como ser "puma" de la UNAM o "burro blanco" del Politécnico. El movimiento estudiantil de 1968 en México surgió como respuesta a la insatisfacción y la demanda de cambios políticos y sociales en un contexto de un régimen autoritario. Este movimiento representó la convergencia de tradiciones de cultura política específicas, compartidas con otros movimientos estudiantiles a nivel mundial durante ese año. En América Latina, la Revolución Cubana influyó en el surgimiento de movimientos juveniles, y en México, el evento inicial de la década fue el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. El movimiento estudiantil de 1968 se caracterizó por una rápida evolución, pasando de un conflicto entre dos escuelas secundarias a convertirse en un movimiento social nacional en solo seis días. La imposibilidad del gobierno de manejar políticamente el conflicto llevó a una respuesta constante de violencia física por parte de las fuerzas policiales y militares. Este movimiento transformó a los estudiantes de educación media y superior en portavoces de los sectores medios y de la sociedad mexicana en general. La rapidez con la que se desarrollaron los eventos evidenció la transformación de las conductas individuales y colectivas en una nueva generación que representaba el cambio social y político. En un periodo de 68 días, del 26 de julio al 2 de octubre, el conflicto culminó con la masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, marcando el final de la década de 1960 y exponiendo la incapacidad del régimen para manejar las demandas de cambio social. Este movimiento mostró el agotamiento de los recursos políticos, ideológicos y simbólicos del régimen autoritario, culminando en un desfase entre el gobierno y el cambio social, lo que llevó al uso de la violencia como único recurso gubernamental. La movilización de miles de jóvenes fue impulsada por la negativa del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz de cumplir con un pliego petitorio que incluía la liberación de presos políticos y estudiantes detenidos en protestas previas. En un intento por encontrar una solución pacífica, se formó un grupo nacional de estudiantes, y el 8 de agosto de 1968 comenzó una huelga respaldada por instituciones como la UNAM, el IPN, la Escuela Nacional de Maestros y la Normal Superior Escuela Nacional. Sin embargo, el 2 de octubre, los manifestantes en la Plaza de las Tres Culturas fueron sorprendidos por un cerco militar organizado por el gobierno, que incluía al grupo paramilitar Batallón Olimpia y otras fuerzas armadas. Esa tarde y noche se llevó a cabo la represión, resultando en un genocidio de jóvenes. El Movimiento Estudiantil de 1968 no solo tuvo importancia para los estudiantes, sino que también atrajo a diversos sectores sociales, como profesores, obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales de todo México. La voz de los estudiantes resonó a nivel internacional y eclipsó incluso las actividades preparatorias para los primeros Juegos Olímpicos en un país latinoamericano, que se llevaron a cabo del 12 al 27 de octubre. La matanza en Tlatelolco dejó una marca indeleble en la historia mexicana y representó un punto de quiebre en la relación entre el gobierno y la sociedad. https://www.redalyc.org/journal/421/42159667007/html/ https://mexico.as.com/actualidad/matanza-de-tlatelolco-2023-causas-cuantas-personasmurieron-y-quien-dio-la-orden-n/