Proceso humano y gracia de Dios. Ver la experiencia del reconocimiento del amor que Dios nos va dando, desde aquí se puede ver el proceso humano de la gracia divina. Un giro en la vida: Tauler Cuando se entra en lo profundo de la existencia, y se considera ese estar, es aquí donde podemos decir que estamos dentro de nosotros mismos. El hágase es una forma que nos revela la cercanía de identidad que buscamos o pretendemos llevar hacia Dios. No se alcanza el fondo del alma por el esfuerzo propio, solo se puede llagar ahí, con la ayuda de Dios, porque es Él quien va acompañando. Durante años de entrega de vida religiosa, algunos caen en una crisis espiritual entres los cuarenta y cincuenta años. Dios se propone algo con las crisis que pasamos ÉL asi lo considera bien. Cuando el hombre llega a esa casa y allí busca a Dios, la casa está revuelta y luego Dios le busca a él y revuelve la casa como el que busca, tira una cosa aquí, otra allí, hasta que encuentra lo que busca. La huida. No siempre es pensar salirse de la congregación, y en estos momentos tensos y dudosos, no es fácil llegar a tomar una decisión que nos lleve a lo más oportuno. El ser humano puede huir ante las crisis de la mitad de la vida de tres maneras: puede ir de la crisis mediante la negación a dirigir su mirada al interior de si mismo: no quiere entrar en si mismo, no quiere profundizar y conocerse. Cuando esto no pasa, no es capaz de situar adentro las cosas que le pasan. Con esto, visualiza afuera lo que le pasa y de esta manera tiende a huir. La segunda consiste en aferrarse a ejercicios religiosos externos. La tercera forma de huida está en que la desazón interior por lo externo les coloca en una incesante instalación en nuevas formas de vida. Las crisis son buenas, pero no provocadas por nosotros mismos. Inhibición: en el ámbito religioso se manifiesta al detenerse, por un endurecimiento y reafirmación de los ejercicios de piedad hasta entonces vigentes. ¿Qué te enseño el huerto, Jesús? Uno de los procesos más comunes que tenemos como seres humanos sensibles, emocionales y cambiantes, son las cuestiones que surgen cuando nos encontramos frente a situaciones de miedo, tristeza, desesperación. Son cosas tan nuestras, somos los únicos seres capaces de reflexionar y sentir las emociones que estás circunstancias nos provocan.