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El cabildo de Nicoya y la participación de la familia Briceño Viales
1820-1848
Arnaldo Rodríguez Espinoza*
Introducción
Es importante destacar que el linaje Briceño Viales ocuparía los
principales puestos del ayuntamiento de Nicoya desde 1813 a 1848
aproximadamente, lo que los convertiría en la élite social más representativa en
esa región.
Por su parte, interesa que en la periferia no se desarrollaron varias
familias como élites de poder, lo que sí ocurrió en la zona urbana. Un ejemplo
evidente es Cartago, donde el entramado era mucho más complejo, con varias
familias, tales como los Bonilla, Alvarado, Peralta, Carazo, Prieto, Madriz, entre
otros, queriendo asumir los principales cargos políticos1.
En Nicoya, prácticamente sólo la red familiar de los Briceño Viales
asumió los principales puestos políticos, es decir, una élite reducida y
específica controló la región de Nicoya (Ver Figura 4). Además, esta familia era
la más poderosa y representativa en el aspecto político, como se expondrá
ulteriormente, ya que asumieron los principales puestos del cabildo de 1813 a
1848 aproximadamente, lo que le permitiría desarrollar una red de poder
política así como una amplia red familiar. Esto se demostrará posteriormente.
Así, la decisión de anexarse a Costa Rica pudo recaer en una familia
poderosa de Nicoya y no en otros linajes de Santa Cruz y Villa del Guanacaste.
Por eso, este trabajo se enfoca específicamente en Nicoya y la familia que tuvo
un papel protagónico en el proceso.
Un aspecto importante es que Nicoya rechazó la invitación hecha por las
autoridades de Costa Rica mediante el acta del 4 de julio de 1824. Sin
embargo, dicha postura cambió y el 25 de julio aceptaron la propuesta de
anexarse. Es interesante cómo la opinión de los dirigentes del partido de
Nicoya cambió prácticamente en veinte días. Esto no se debió a lealtades
nacionalistas ni a un sentimiento patriótico, ya que no se habían creado aún los
estados nacionales2, por lo que privaron los intereses de las élites regionales.
Así, las élites locales conformarían redes de poder con la clara intención
de velar por sus intereses económicos por medio del aparato políticoadministrativo, como lo fue el cabildo. En Nicoya, destacaría la red de poder
familiar representada por el abolengo Briceño Viales.
*Máster en Historia, actualmente es el asesor de Educación Cívica de la Regional de Educación de
Desamparados.
1
Eduardo Madrigal Muñoz, “Poder y redes sociales en los ayuntamientos costarricenses de las
postrimerías del período colonial (1821-1823): de la Colonia a la Independencia.”, 28-29. Material inédito
pronto a publicarse.
2
VER: Soili Buska Harju, “Marimba por ti me muero” Region and nation in Costa Rica, 1824 1939 (Thesis
for the degree Doctor of Philosophy in the Departament of History Indiana University, March 2006), 43.
Relevancia del cabildo
Para estudiar la funcionalidad y la estructuración política, jurídica y
colonial de la América española hay que remitirse, en primera instancia, al
cabildo, que desde el siglo XVI sería la primera y máxima autoridad del poder
local. Así entonces, “(…) el establecimiento del cabildo era el acto primigenio
por medio del cual se fundaba la ciudad”3. Tanto así, que “(…) el cabildo era la
base jurídica de la ciudad, sin la cual no podía ella existir” 4.
En efecto, el historiador Stephen Webre, señala que el cabildo fue “la
más elemental de las instituciones políticas hispánicas y como tal el lugar más
natural para iniciar una organización política, en lugares donde no habían
antes”5. El cabildo era la forma en que los españoles ponían en orden el caos
generado por la conquista. Tenía importancia social y política, ya que el
surgimiento de esta entidad significó el auge de localidades que permitirían,
luego, el establecimiento de otras instancias del gobierno colonial.
En palabras del historiador Eduardo Madrigal:
En consecuencia, como cuerpo social, el cabildo urbano
ejercía el derecho de representación de toda “la república”
que le circundaba, la cual era concebida como el cuerpo
político colectivo, la reunión de toda la sociedad organizada
en corporaciones. La ciudad era, pues, considerada como
“un cuerpo político”, una “República Urbana local”, pero un
cuerpo que a su vez era gobernado por otro cuerpo: el
cabildo. Con ello, el ayuntamiento constituía, en una
palabra, “la voz del público”, un estamento corporado que
se arrogaba el derecho de representar a todos los demás6.
Sin embargo, desde sus inicios en el siglo XVI hasta las Cortes de Cádiz
en 1812, el acceso a los puestos del cabildo fue muy poco democrático, en
contradicción con lo que establecía la “Constitución de Cádiz”7. En la práctica,
estos puestos estaban destinados a una élite local.
3
Eduardo Madrigal Muñoz, Cartago República Urbana. Elites y poderes en la Costa Rica Colonial 15541718. (Tesis Universidad de Costa Rica, Université Toulouse II-Le Mirail, Sistemas de Estudios de
Posgrado, 2006), 4.
4
Madrigal, “Cartago República Urbana”, 7.
5
Stephen Webre, Socio-economical basic of cabildo membership in Guatemala, XVII century (Tulane
University, Tesis doctoral, 1980), 18. Madrigal, “Cartago República Urbana”, 7.
6
Madrigal, “Cartago República Urbana”, 9. VER: Annik Lempériere. Entre dieu et le roi, la république
(Paris: Les Belles Lettres, 2004), 28 y77.
7
Lo anterior, debido a que según el artículo 18: eran considerados ciudadanos, aquellos españoles que
por ambas líneas traen su origen de los dominios españoles de ambos hemisferios, y están avecindados
en cualquier pueblo de los mismos dominios. Clotilde Obregón Quesada, Costa Rica la constitución de la
Provincia, los textos constitucionales y los proyectos 1812-1823. (San José, CR.: Editorial UCR, 2007),
38.
Jean Paul Zúñiga describe que:
El cabildo, a pesar de sus orígenes democráticos, era una
delegación del poder real… Éste se encontraba reafirmado
en la necesidad de una confirmación real (o de sus
representantes directos) para toda la nominación a un
puesto en la municipalidad8.
Si bien, esta definición del cabildo corresponde al siglo XVII, para el siglo
XVIII y mediados del XIX, seguiría cumpliendo la misma funcionalidad, ya que
continuaba desempeñando un objetivo básico para la corona dentro de la
región, el cual sería ejercer un control administrativo que le garantizara un
dominio político y económico.
Esta institución estaba dividida en dos secciones: la “justicia” y el
“regimiento”. La primera estaba constituida por los jueces de primera instancia
que se nombraban año a año. Estos jueces eran los alcaldes ordinarios. La
segunda estaba constituida por los regidores, que tenían a su cargo la
responsabilidad de reunirse periódicamente para tratar asuntos de
administración urbana9.
En palabras del historiador Eduardo Madrigal:
De hecho, ser regidor de un cabildo hispanoamericano era
no solo un signo de poder sino, ante todo, una distinción
social que señalaba al individuo que la poseyese como un
miembro del estamento privilegiado que el derecho
consagraba como el único llamado por Dios y por el rey
para regir sobre sus congéneres.10
Por todo ello, el cabildo, como institución, era percibido en la época
como el representante legal natural de todos los habitantes de su jurisdicción y
los regidores eran, por tanto, encarnación viva de toda la población.11
El cabildo de Nicoya se fundó en el siglo XVI y era un “cabildo de indios”
que, posteriormente, se convertiría en una institución política de gran
relevancia para la región ya que, tres siglos después12, fue a través de él que
se declaró la anexión. Además, era la principal institución política donde la élite
se veía representada a través del ejercicio de poder.
8
Jean-Paul Zúñiga, “Cabildo colonial et formation de l’élite: le cas de Santiago du Chili (1665-1675)” En,
Recherche sur l’histoire de l’État dans le monde ibérique. (Presses de l’École normale supérieure, Paris,
1993), 3. (tp)
9
VER: Madrigal, “Cartago República Urbana”, 41.
10
Madrigal, “Cartago República Urbana”, 69.
11
Madrigal, “Cartago República Urbana”, 52.
12
Primer cuarto del siglo XIX.
Pero, ¿cómo se dio el paso de un cabildo de indios a uno español?
Todavía durante prácticamente el siglo XVIII, en Nicoya funcionó “el
cabildo de indios”, ya que este territorio seguía siendo corregimiento y/o
alcaldía mayor13, razón por la cual no tenía relevancia el funcionamiento de un
cabildo español, ya que era una jurisdicción basada en una población indígena.
Sin embargo, la realidad distaba del origen de su creación y
funcionamiento como corregimiento y/o alcaldía mayor en el siglo XVI, debido a
la hecatombe demográfica suscitada por el encuentro con las huestes
conquistadoras. Aun así, para el siglo XVIII este territorio podía haber sido aún
un pueblo de indios o mulatos, pero no de españoles, dada la escasa población
europea.14
Las Cortes de Cádiz vendrían a cambiar drásticamente esta estructura
indígena, que ya de por si nunca había tenido validez como entidad política
para la corona española, porque había nacido como un mecanismo de control y
aprovechamiento de la población indígena, que había sido ubicada o distribuida
en los llamados “pueblos de indios”15.
Desde luego, las Cortes de Cádiz permitirían la inserción de mucha
gente nueva al crearse ciudades y cabildos que antes no existían, lo que abriría
nuevos espacios de poder para el surgimiento de nuevas élites.
Tal como lo señala el historiador Eduardo Madrigal:
el resultado más sobresaliente de las Cortes de Cádiz, en
lo que respecta al escenario político interno de Costa Rica,
fue que se dio el título de ciudades a las tres villas nuevas
fundadas en el Valle Central en el siglo XVIII, las cuales
pasaron a tener ayuntamiento propio. Estos nuevos
municipios
–los
conocidos
“ayuntamientos
constitucionales”- habrían de tener un papel capital al
momento de la Independencia. También los pueblos de
indios y otras poblaciones menores -como Esparza, Cañas
y Bagaces- obtuvieron la posibilidad de tener
ayuntamientos constitucionales, así como de nombrar
13
Demarcación político-administrativo, integrada exclusivamente por pueblos de indios y bajo autoridad de
un alcalde mayor o corregidor. Carmela Velásquez Bonilla, Diccionario de términos coloniales, (San José,
C.R.: Editorial de la Universidad de Costa Rica: Asociación Pro-Historia centroamericana, 2005), 6.
14
Thiel estima que en Nicoya, de una población total de 1499 habitantes en 1700, un total de 833 (55,6
porciento) eran mulatos o zambos y 647 (43,2 por ciento) eran indios. Solamente 10 se clasificaban como
mestizos, y apenas 9 eran españoles. VER: Marc Edelman. La lógica del latifundio. Las grandes
propiedades del noroeste de Costa Rica desde fines del siglo XIX (San José, C.R.: Editorial de la
Universidad de Costa Rica: Stanford University Press, 1998), 56.
También, el ingeniero Luis Diez Navarro visitó en 1744 la región de Nicoya y apunta lo siguiente: “Es
dicho pueblo de Nicoya donde asiste el Alcalde Mayor y el cura de dicha jurisdicción: es de indios y
mulatos y no hay español alguno (…) VER: Víctor Manuel Cabrera Navarro, Guanacaste: libro
conmemorativo del Centenario de incorporación del Partido de Nicoya. (San José. Imprenta María v. de
Lines, 1924), 344-346.
15
El pueblo de indios es un asentamiento de indígenas reducidos y encomendados. Velázquez,
“Diccionario de términos coloniales”, 103.
electores de parroquia y de partido, para escoger diputados
a Cortes y a la Diputación Provincial local16.
En junio de 1813 nace el ayuntamiento español en Nicoya, acatando así
las disposiciones establecidas en la constitución de Cádiz de 181217:
A virtud de lo dispuesto por nuestras savias constituciones
en orden a exigir Ayuntamiento con fecha 10 de Mayo
pasado, tomó posecion ante cuerpo de sus respectivos
empleos y por Acta de este día se acordó se pase oficio de
política a los cavildos vecinos dando cuenta de su
instalación lo que poniendo en ejecución ofrece este
ayuntamiento sus personas y empleos para que le ordenen
lo que fuese de su agrado satisfechos de que será liveral
en ejecutar cuando se le ordene y servirá de la mayor
complacencia18.
Es por ello que sólo a partir 1813 se encuentran datos del ayuntamiento
de Nicoya, debido a que fue en ese año que inició su conformación y control
por parte de los ciudadanos españoles, algunos de los cuales también tendrían
una participación destacada en la anexión en 1824.
Lo anterior, debido a que los signatarios del 19 de junio de 1813 serían:
Juan Felipe Gutiérrez (quién fue firmante del acta de anexión), Blas María
Viales (quién fue elector del ayuntamiento en 1820 y 1821), Juan José Viales
(quién fue elector del ayuntamiento en 1820, 1821, 1823 y procurador síndico
en 1823 y, finalmente firmante del acta de anexión en 1824), Pedro Sobenes
(quién había sido delegado y subdelegado de Nicoya; su hijo Manuel Sobenes
tendría una participación destacada en el ayuntamiento como procurador
síndico en 1821 y 1822, además de ser uno de los firmantes del acta de
anexión) y finalmente Cayetano Morales, quién era esposo de doña María Blas
Viales.19
Así entonces, en las siguientes páginas se tratará de exponer la
participación de la prosapia Briceño Viales en el ayuntamiento de Nicoya.
16
Madrigal, “Poder y redes sociales en los ayuntamientos costarricenses”, 9.
Los artículos 309 y 310 de la constitución de Cádiz son enfáticos al señalar que: Art 309 “Para el
gobierno interior de los pueblos habrá ayuntamientos compuestos por el alcalde o alcaldes, los regidores
y el procurador síndico, y presididos por el jefe político donde lo hubiere, y en su defecto por el alcalde o
primer nombrado entre estos, si hubiere dos” Art 310 “Se pondrá ayuntamiento en los pueblos que no le
tengan y en que convenga le haya, no pudiendo dejar de haberle en los que por sí o con su comarca
lleguen a mil almas, y también se les señalará término correspondiente. VER: Obregón “Costa Rica la
Constitución”, 74.
18
ANCR, Exp Municipal 439, f 108, junio 19, 1813.
19
ANCR, Exp Protocolos de Guanacaste, 226, f10, 26 de marzo, 1818, Exp Municipal 62 (1820-1821), 141
(1821-1822) y 82 (1823-1824).
17
El cabildo de Nicoya 1820-1848
La influencia de la familia Briceño Viales en el proceso de anexión del
partido de Nicoya pudo haber sido significativa, ya que es posible que su
participación en el ámbito económico, social, religioso y político 20 le permitiera
tomar esta decisión tan significativa para la región.
En tal sentido, sus trayectorias políticas y su injerencia económica en la
región permiten inferir que este proceso de anexión fue decidido por una red de
poder familiar, representada por la estirpe Briceño Viales, en función de sus
intereses económicos-políticos, procurando la protección y estabilidad política
que le garantizara, por lo tanto, seguridad económica y su consolidación como
grupo dominante en la región.
Desde la creación del corregimiento, la alcaldía mayor, y, finalmente, el
partido de Nicoya, el pueblo nicoyano como tal adquirirá relevancia política por
ser el centro político más importante del partido y, más que eso, por una
tradición política originada con la llegada de los españoles al golfo de Nicoya
en 1519.
Resulta oportuno destacar que, a partir del 11 de septiembre de 1820,
una vez que se reinstala la constitución de Cádiz, se inicia el establecimiento
del nuevo ayuntamiento tal y como lo establece el acta municipal al señalar que
“(…) y para darle su devido cumplimiento se publicaze y juntaze de nuebo: en
consecuencia se estableció el Noble Ayuntamiento con los mismos términos
que estava en los años de 1813 y 1814”21.
A partir de 1820 entra en función nuevamente el cabildo de Nicoya y se
realizan las elecciones para así elegir a los electores y posteriormente a los
miembros del cabildo, tal y como se muestra a continuación en la figura Nº 1:
20
Para profundizar más sobre estas temáticas Ver: Arnaldo Rodríguez Espinoza, Una mirada
microanalítica sobre la participación de la familia Briceño Viales en el proceso de anexión del Partido de
Nicoya a Costa Rica. (1786-1824). Trabajo Final de Graduación para optar el grado de Maestría
profesional en Historia, UCR, 2012.
21
ANCR, Fondo Municipal. Exp 62 f 1, 11 de septiembre, 1820.
Figura N° 122
Fuente: ANCR, Fondo Municipal, Exp 62.
Para las elecciones de 1820 es probable que su influencia y prestigio
familiar les permitiera asumir el poder o bien decidir quién debía ocuparlo.
Entre los electores de la prosapia Briceño Viales se encontraban Juan José
Viales, su hermano Blas Viales, sus primos Cupertino Briceño y Pablo Briceño
y los restantes miembros electores: Manuel Sobenes, Guillermo Gutiérrez,
Desiderio Dinarte, Agatón Gutiérrez y Felipe Medina. (Figura 1)
De los nueve electores, cuatro pertenecían a la familia Briceño Viales.
Los elegidos fueron: Antonio Briceño como alcalde, quien era hermano de
Cupertino y primo de Manuel Briceño, y los regidores Roque Rosales, Felipe
Santiago Medina, Vicente Vargas, Cupertino Briceño y Manuel Briceño como
procurador síndico23.
Así, de los seis miembros electos, cuatro pertenecían al mismo núcleo
familiar y, aunque no era el único linaje que residía en la región de Nicoya, al
menos, conformaba una red familiar cuyo poderío económico, social y militar,
probablemente les permitió construir una élite política y así gobernar o decidir
quién podría asumir estos cargos en función de sus propios intereses.
Posteriormente, para las elecciones de 1821, una vez más, de los nueve
electores, cuatro pertenecían a la familia Briceño Viales, con lo que prevaleció
la injerencia y la participación activa de esta familia en el ámbito político tal y
como lo evidencia la figura Nº 2.
22
23
En color turquesa están representados los miembros de la familia Briceño Viales.
ANCR, Fondo Municipal, Exp 62, f3v y f4 31 dic 1820.
Figura N° 2
Fuente: ANCR, Fondo Municipal Exp 62.
La figura Nº 2 permite determinar la participación de esta familia. Sin
embargo, aunque esta red de poder tal vez no pretendió asumir los más altos
puestos políticos, es posible que decidiera quién debería ocuparlos. Por
ejemplo, fueron elegidos como representantes de la familia Briceño Viales,
Juan Francisco —que era primo de Rafael y Juan José— Saturnino Gutiérrez
—quien estaba casado con Mercedes Briceño, hija de Luis Briceño y Roque
Rosales —quien estaba casado con María Leona Briceño, hermana de
Mercedes Briceño24.
Seguidamente, en las elecciones de 1822, se realizaría la escogencia
de los nueve electores del ayuntamiento, entre los cuales se eligió a cuatro
miembros de la familia Briceño Viales, tal y como lo muestra la figura Nº 3. De
igual manera fue elegido Rafael Briceño como alcalde, quien era sobrino de
Mercedes Briceño, esposa de Saturnino Gutiérrez y primo de Juan Francisco
Viales, hijo de Timoteo Viales25.
24
25
ANCR, Fondo Municipal Exp 62 f 21v-22 Dic, 9 1821.
ANCR, Fondo Municipal Exp 141, f 4-5, feb, 17 1822.
Figura N° 3
Fuente: ANCR, Fondo Municipal Exp 141
En las elecciones de 1823 nuevamente se registra una participación de
esta red de poder, tal y como se muestra en la figura Nº4.
Figura N° 4
Fuente: ANCR, Fondo Municipal Exp141.
En la figura Nº 4 nota que de los nueve electores, cinco pertenecían a la
familia Briceño Viales. Fueron elegidos como regidores Juan Francisco Viales y
Saturnino Gutiérrez, mientras que Juan José Viales fue el procurador síndico 26.
Lo anterior evidencia una continuidad hegemónica de los Briceño Viales en los
puestos de poder, consolidando a su vez su dinámica en cuanto al predominio
en los principales puestos políticos en la región de Nicoya.
26
ANCR, Fondo Municipal Exp 141, f12-12v, dic, 8 1822.
Finalmente, para las elecciones de 1824, año de la anexión, los Briceño
Viales seguirían manteniendo un vínculo inquebrantable con el ayuntamiento.
De la escogencia de los nueve electores, cinco pertenecían a los Briceño
Viales y entre los electos figura don Manuel Briceño como máximo jerarca,
quien era primo de Toribio Viales, el cual quedaría electo como regidor, así
como Javier Gutiérrez, hijo de Juan Felipe Gutiérrez, casado con María Leona
Briceño27, según lo demuestra la figura Nº 5.
Figura Nº 5
Fuente: ANCR, Fondo Municipal Exp 82
Ahora bien, según los fondos municipales, expedientes 62, 82 y 141, de
los cuales se obtuvieron los datos de las elecciones del ayuntamiento de
Nicoya de 1820 a 1824, (Ver figuras, 1 a la 5), queda establecido que el poder
ejercido por esta familia pudo haber respondido a una dinámica de control
económico de sus intereses por medio del aparato político, posiblemente al
poder decidir si estarían en él o quiénes iban a representarlos.
Así entonces, esta red de poder pudo haberse encargado de controlar y
mantener su hegemonía gracias a sus vinculaciones en los ámbitos familiar,
económico, social, religioso y político. Lo anterior, debido a su condición social
respaldada por su participación en las milicias, lo cual es posible que sirviera
para fomentar su estatus social, así como la obtención de los principales
puestos políticos, tanto como alcaldes y regidores en el municipio, las
herencias que legaron a sus descendientes, sus proyecciones a la comunidad
por medio de las cofradías y capellanías, como también en lo económico por
medio de sus haciendas ganaderas que les permitían vincularse con otras
élites.
27
ANCR, Fondo Municipal Exp 82, f 23v y 24, dic 8, 1823.
El papel de Santa Cruz en la anexión
En la época de la anexión, hubo más de un cabildo en el partido de
Nicoya, no obstante existía un distanciamiento significativo con Villa del
Guanacaste, ya que era una región donde prevalecía un vínculo con familias
rivenses. Pero, Santa Cruz fue siempre el gran aliado de Nicoya debido a su
cercanía y a que algunas de las haciendas de los nicoyanos estaban en las
planicies santacruceñas, lo que permitía una interacción cordial entre los
individuos de estos dos pueblos que también pudieron estar emparentados por
medio de lazos familiares. Empero, estas relaciones de cordialidad comenzaron
a distanciarse ante la negativa de Nicoya de crear el ayuntamiento de Santa
Cruz, debido a que le restaría importancia política a Nicoya. Lo anterior debido
a que una vez establecido cualquier decisión o consulta había que enviarla a
Santa Cruz para que deliberasen, lo que complicaría el panorama del municipio
nicoyano, debido a que sería posible que las decisiones ahora fueran
negociadas con las élites de otra localidad.
Aunque la constitución de la monarquía española28, en el artículo 310,
establecía que para la creación de un ayuntamiento era necesario tener al
menos mil almas y Santa Cruz las sobrepasaba con creces, puesto que
albergaba 2502 personas29, Nicoya había negado en varias ocasiones la
petitoria de los santacruceños para crear dicho ayuntamiento y, ante el temor
de que este pueblo tuviera alguna relación cercana con Villa del Guanacaste
que pudiese ocasionar una situación desfavorable hacia el ayuntamiento de
Nicoya, se decidió crearlo el 19 de abril de 1824.
Resulta oportuno mencionar que, una vez que llegara el acta de
invitación a anexarse al estado de Costa Rica, esta tenía que enviarse a Santa
Cruz para que sus pobladores decidieran si aceptaban o no, pero la respuesta
de ese pueblo fue muy particular:
En vista de la acta que antecede y oficio con que la
acompaña el jefe vitalicio subalterno de Nicoya, de que se
manifiesta que el vecindario de aquella comarca en unión
del ayuntamiento, y cuerpo militar y de acuerdo con la
población de Santa Cruz segun oficio incierto de su
municipalidad, por un acto libre y espontáneo se declara
agregados al Estado de Costarrica30.
De la cita anterior se infiere que realmente la decisión de anexarse a
Costa Rica no fue un aspecto debatido en Santa Cruz, sino que se aceptó lo
que decidiese el ayuntamiento de Nicoya, donde privaban los intereses
económicos de un grupo de poder que, si bien no sería el único en la región,
consiguió asumir puestos de relevancia y tomar decisiones trascendentales,
entre las cuales destaca la de aceptar o no la invitación de anexión a Costa
28
Conocida comúnmente como la Constitución de Cádiz.
Sibaja Chacón, Luis Fernando y Zelaya Goodman, Chester. La anexión de Nicoya (San José, CR:
Imprenta Nacional, 1974), 66.
30
ANCR, Provincial Independiente. Exp 1016 f 1, 1824.
29
Rica, por lo que Nicoya asumiría el rol de capital provincial como hizo Cartago
en el Valle Central.
Además, la familia Briceño pudo haber tenido una injerencia
preponderante ya que de los 25 firmantes, 10 pertenecían a una red familiar,
esto dado a su participación como élite gobernante desde 1820 a 1824, tanto
como miembros electores u electos del ayuntamiento como por su relevancia
económica y social en la región.
Los firmantes del Acta de anexión y los Briceño Viales
¿Qué pasó con los demás firmantes del Acta de anexión? ¿Quiénes
eran? ¿Qué importancia tenían dentro de la sociedad nicoyana? Al menos 15
ciudadanos firmantes del Acta de anexión que no pertenecieron a la familia
Briceño Viales representaron un 60% del total de los signatarios.
La información sobre ellos en el Archivo Nacional es casi nula, lo cual
viene a ser una limitante en la presente investigación. Sin embargo, entre los
firmantes del Acta de anexión y la familia Briceño Viales pudo haber existido
una vinculación económica, social y política que permitió la decisión de
anexarse a Costa Rica con base en los datos recopilados.
De manera que de los 25 firmantes, 10 pertenecían a los Briceño Viales,
otros 3 de los tenían rango militar, 3 más fueron “pedáneos”31, los cuales tenían
una vinculación política-judicial relevante dentro del cabildo; 6 participaron
como electores y/o elegidos del ayuntamiento de 1820 a 1824, y 3 sólo
registraron sus nombres y firmas el día de la anexión. El siguiente cuadro
muestra un resumen de esto:
31
Conocido comúnmente como alcalde pedáneo. Eran jueces de un distrito incluido en la jurisdicción
mayor de un ayuntamiento.
Cuadro Nº 6
Firmantes del Acta de anexión del partido de Nicoya (1824)
Familia Briceño Viales
Sargento Antonio Briceño.
Cabo 1º Agustín Briceño.
Sargento 1º Manuel Briceño.
Mayordomo José Felipe Gutiérrez.
Juan Felipe Gutiérrez.
Cabo Blas Félix Rodríguez.
Saturnino Gutiérrez.
Toribio Viales.
Coronel Juan José Viales.
Sargento 2º Roque Rosales.
Milicias (Rango Militar)
Cabo Timoteo Acosta.
Cabo 1º Laureano Montes.
Sargento 2º José María Jaén.
Pedáneos
Sevastián Gomes.
Casimiro Ortega.
Gabriel Mojón.
Fungieron como electores y/o electos
en el cabildo de Nicoya de 1820 a 1824
Otros Firmantes
Felipe Medina. (Elector del
ayuntamiento en 1820)
Desiderio Dinarte.(Elector del
ayuntamiento en 1820)
Manuel Sobenes. (Procurador Síndico
en 1821-1822)
Manuel García. (Elector y Regidor en
1824)
Ubaldo Martínez. (Regidor en 1824)
Presbítero José de la Encarnación
Fernández (Elector en 1824)
José Ana Cleto Zúniga
Toribio Toruño
Bivencio García
Fuente: ANCR, Archivo de Gobernación Exp 8445, F11v-12, 24 de julio, 1824.
Al no encontrarse datos en el Archivo Nacional se podría inferir, según
lo expresado en el cuadro Nº 5 y el planteamiento de Juan Marchena32 acerca
del papel de las milicias en América, que los otros firmantes del Acta
participaron del proceso gracias a que pudieron ser parte de un grupo social
privilegiado.
Hubo una élite colonial conformada por varias familias, en donde los
estratos sociales también pudieron jugar un papel destacado en algunas
localidades, principalmente en la periferia, ya que la complejidad socio-política
no era tan marcada como en las zonas urbanas.
Así, es posible que la prosapia Briceño Viales tuviese un vínculo
importante con los firmantes del acta de anexión. Por consiguiente, si se unen
los 10 firmantes de la familia Briceño Viales, con los otros 3 miembros de las
milicias33, más los 6 que participaron como electores y/o elegidos del cabildo de
Nicoya de 1820 a 1824 y los tres alcaldes pedáneos, es posible que la red de
solidaridad ampliada que desarrolló la familia, en cifras, sumaría 22 firmantes
de 25. Así, 12 signatarios del Acta de anexión tendrían alguna, probablemente
estrecha con los 10 miembros de la familia Briceño Viales que firmarían el acta
el 25 de julio de 1824. Por lo que es probable que un 88% de los firmantes
tuviesen algún vínculo con el linaje Briceño Viales.
En consecuencia, la importancia de la familia Briceño Viales dentro de la
región de Nicoya gracias a las milicias pudo ser muy significativa, ya que
entonces no es de extrañar que esta familia pudiera desarrollar toda una red
familiar, de sociabilidad y ampliada en la región, logrando el acceso a los
principales puestos políticos en el cabildo de Nicoya.
Puestos políticos y la familia Briceño Viales 1820-1848
La obtención de los puestos políticos en el partido de Nicoya caracterizó
a los Briceño Viales, tal y como se determinó anteriormente sobre el proceso
de los electores y elegidos en el ayuntamiento de 1820 a1824, así como los
firmantes del Acta de anexión donde se destaca su incidencia y el papel
desempeñado en el ámbito político del partido. Según datos estadísticos, la
participación de los Briceño Viales como electores en el cabildo de Nicoya de
1820 a 1824 corresponde a un 48% y resultaron electos un 60% en dicho
ayuntamiento durante ese mismo periodo.
Estas redes de poder pretendían no sólo un dominio económico, sino
también político para resguardar sus intereses y evitar que se pudiesen tomar
decisiones que menoscabaran su preponderancia sobre la región. Es decir, es
posible inferir que la idea primordial del linaje Briceño Viales era llegar al poder
y continuar gozando de los beneficios de sus conexiones políticas, las cuales
les permitían establecer contactos directos de su interés económico con élites
32
Juan Marchena Fernández, Ejército y milicias en el mundo colonial americano.
Madrid, España, Editorial MAPFRE, 1992.
33
Las milicias convirtieron a sus integrantes en una agrupación social privilegiada. Así entonces, su
pertenencia les daba un estatus social privilegiado dentro de la región.
de otras regiones, tanto en Centroamérica como Panamá, debido al comercio
desarrollado por medio de la ganadería que se había convertido en la principal
actividad lucrativa de la época34.
El siguiente cuadro muestra el predominio político del Cabildo de Nicoya
por parte de la familia Briceño Viales de 1820 a1824:
Cuadro Nº 7
Familia Briceño Viales y su participación en el ayuntamiento de Nicoya 1820-1824.
Elecciones
1820
1821
1822
1823
1824
Electores
9 electores de los
cuales
4 pertenecían a los
Briceño Viales.
9 electores de los
cuales 4 pertenecían
a la familia Briceño
Viales
9 electores de los
cuales 6 pertenecían
a la familia Briceño
Viales
9 electores de los
cuales 4 pertenecían
a los Briceño Viales
9 electores de los
cuales 6 pertenecían
a los Briceño Viales
Promedio
Anexión
1824
25 Firmantes de la
anexión de los
cuales 10
pertenecían a los
Briceño Viales
Familia Briceño-Viales
Participación
de la familia
Elegidos
Briceño-Viales
6 elegidos de los
44%
cuales 4 pertenecían a
la familia Briceño
Viales
6 elegidos de los
44%
cuales 4 pertenecían a
la familia Briceño
Viales
4 elegidos de los
66%
cuales 3 pertenecían a
la familia Briceño
Viales
44%
6 elegidos de los
cuales 3 pertenecían a
los Briceño Viales
66%
7 elegidos de los
cuales 3 pertenecían a
los Briceño Viales
53%
Participación
de la familia
Briceño-Viales
66%
67%
75%
50%
42%
60%
40%
Fuente: ANCR, Fondo Municipal: Exp 62, 141 y 82.
Las cifras que registra el cuadro Nº 7 muestran el grado de participación
de los Briceño Viales. A su vez, de los 25 firmantes del Acta de anexión, 10
pertenecían directamente a este grupo familiar, lo que representaba un 40%,
con lo que se constata su posible participación sobre las decisiones políticas de
gran relevancia para la región.
No obstante, ese poderío no era algo novedoso en el linaje de los
Briceño, ya que al menos en el caso de Venezuela, de donde son originarios
34
Wilder Sequeira, Ruiz, “Las estructuras agrarias regionales: el caso de los pequeños y medianos
productores agrícolas-ganaderos de la Península de Nicoya 1850-1930”. En, Guanacaste: Historia de la
(Re) Construcción de una región, 1850-2007. Rodolfo Núñez y Juan José Marín (Comp). (Editorial Alma
Mater, San José Costa Rica, 2009), 67. Héctor Pérez Brignoli, Breve historia de Centroamérica (Madrid,
Alianza América, 1989), 59. Sibaja y Zelaya, “La anexión de Nicoya”, 39.
según la historiadora Mailyn Lira, “[e]l dominio de las instituciones locales,
especialmente del cabildo, fue uno de los aspectos más destacados de los
Briceño en las distintas ciudades donde ejercieron influencia, llegando a
convertirse en una verdadera oligarquía política local”35. En definitiva, lo
anterior no fue un hecho exclusivo de los Briceño de Venezuela, pues los de
Nicoya, de 1820 a 1824, ocuparon los principales puestos políticos, situación
que se mantuvo en años posteriores, como lo refleja el cuadro Nº 8.
Cuadro N° 8
Los Briceño Viales y los puestos políticos en el ayuntamiento de Nicoya de 1825 a
1848.
Año
1825
1826
Puesto
Alcalde
Alcaldes Constitucionales
1827
1828
1829
1830
1831
1832
1833
1834
Alcalde Constitucional
Alcalde
Alcalde
Alcalde
Alcalde
Alcalde
Alcalde n°2
Alcalde
1835
1836
1837
1838
1839
1840
1841
1842
Alcalde
Alcalde n°2
Alcalde
Alcalde
Alcalde
Alcalde Constitucional por
ministerio de ley
Alcalde
Alcalde
Alcalde
Alcalde
Alcalde n° 2
Alcalde
1843
1844
1845
1846
1847
1848
Nombre
Cupertino Briceño
Manuel Sobenes-Roque
36
Rosales
José Vidal
Antonio Briceño
Rafael Briceño
Felipe Medina
Manuel Briceño
37
Rafael Rosales
Cupertino Briceño
Manuel Aguilar
José Viales (alcalde n°2)
Julián Mendoza
Cupertino Briceño
Andrés Briceño
Cupertino Briceño
38
Leandro Vega
Pablo Briceño
39
José María Gutiérrez
Salvador Flores
José Carmona
Andrés Briceño
Valentín Briceño
40
Saturnino Gutiérrez
Nota: los años en negrita indican que en ellos los Briceño Viales ocuparon puestos políticos como
alcaldes.
Fuente: ANCR, Fondo Municipal Exp: 62, 82 y 141
Índice de los protocolos de Guanacaste 1756-1850. San José Costa Rica. Tipografía Nacional,
1909.
35
Mailyn Lira Sequera, La familia Briceño: Un linaje protagónico del siglo XVIII merideño. Presente y
Pasado. En, Revista de Historia. ISSN: 1316-1369. Año 13. Nº 26. Julio-Diciembre, (2008) pp. 275-292,
281.
36
Roque Rosales estaba casado con Ángela Briceño Viales.
37
Era hijo de Roque Rosales y Ángela Briceño Viales.
38
Se casó con Ramona Viales Jaén, hija de Juan José Viales.
39
Hijo de Juan Felipe Gutiérrez y María Leona Briceño Viales.
40
Se casó con Mercedes Briceño, hija de Luis Briceño.
En el cuadro anterior destaca la hegemonía de los Briceño Viales
posterior a la anexión en 1824, ya que, como élite política consagrada pudieron
seguir gozando del privilegio de asumir y ocupar los principales puestos
políticos en la región de Nicoya.
La familia Briceño Viales, siguió gozando de un poder importante, al
seguir ocupando puestos destacados como los de alcalde hasta 1848
aproximadamente. Así entonces, la obtención de los puestos políticos siguió
estando vinculado a una estirpe representativa en la región de Nicoya. Por
consiguiente, es evidente como el abolengo Briceño Viales vería reflejado su
poder por medio de la institución política-administrativa más relevante de la
región: el cabildo.
Conclusión
Desde 1813 a 1848 la familia Briceño Viales ocuparía los principales
puestos políticos en el ayuntamiento de Nicoya. Esto evidencia la supremacía y
poder de esta familia aún después de la anexión, así, como que sus redes de
poder pudieron proporcionarles el acceso a la política tal y como lo habían
hecho con suma regularidad en la región de Nicoya, desde principios del siglo
XVIII.
Los puestos del cabildo serían ocupados por una élite social, y en el
caso de Nicoya, la prosapia Briceño Viales mantuvo una hegemonía desde la
fundación del ayuntamiento en 1813 hasta 1848, período en que se enmarca
este estudio.
Entonces, el cabildo sería el espacio donde la élite vería reflejado su
poderío, al estar más cerca de los servicios del rey, situación de la cuál, el resto
de la población, vería limitada esa posibilidad. No obstante, posterior a 1821
con la independencia, esta institución seguiría cumpliendo el objetivo de la
administración y control de las localidades, “de manera que las familias más
importantes solían colocar a no pocos de sus miembros en este servicio”41.
Finalmente, es probable que la familia Briceño Viales, que se convirtiera
en la élite social más importante en la región de Nicoya y Santa Cruz hasta
mediados del siglo XIX, ya que, aunque no era la única familia poderosa, su
acceso a los puestos del cabildo desde 1813, le permitió convertirse en el
abolengo más representativo en el ayuntamiento nicoyano.
41
Lira, “La familia Briceño”, 281.
1. FUENTES PRIMARIAS
ANCR
Fondo Municipal
Exp 62(1820-1821)
Exp 82 (1823-1824)
Exp 141(1821-1822)
ANCR
Archivo complementario Colonial
Exp 2452 (1813)
Exp 2454 (1813)
2. BIBLIOGRAFÍA
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