UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE LINGÜÍSTICA 2019 MODIFICACIONES QUE SUFREN LOS SONIDOS EN LA CADENA HABLADA. Hiram Vivanco Torres Universidad de Chile 1. Tipos de modificaciones. Por lo general, podemos decir que los segmentos pueden sufrir los siguientes tipos de modificaciones: elisión, adición, sustitución y metátesis (transposición). 1.1. Elisión. Por elisión entendemos la no-pronunciación de un sonido, consonante o vocal. Este fenómeno se da en distintas posiciones, siendo más frecuente en el caso de algunas consonantes finales. Por ejemplo, en 'tengo sed', es frecuente omitir la /d/ final. Al nombrar a nuestra Universidad, la /d/ final suele perderse, quedando *’Universida de Chile’. Este mismo sonido se elide con frecuencia en las terminaciones de participio pasado: 'estoy cansado’ queda muchas veces como ‘cansao’. Más aún, en lenguaje familiar puede desaparecer, además, la primera sílaba completa de esta secuencia, quedando: ‘toy cansao’. Lo mismo acontece con la segunda sílaba de 'nada' o de 'para', en expresiones como ‘na’ que ver’ o ‘pa’ qué’. También le sucede a ‘cada’, como en ‘ca’a uno’. Este fenómeno, llamado “desgaste” por Oroz (1966), se da también en ‘doña’ > ‘ña’, ‘pues’ > ‘po’ / ’pu’, ‘hasta luego’ > ‘ta luego’, ‘buenas tardes’ > ‘nas tardes’, ‘muchas gracias’ > ‘chas gracias’, ‘¿Cómo te va?’ > ‘¿Co te va?’. La presencia de dos sonidos iguales contiguos lleva, con bastante frecuencia, a la pérdida de uno de ellos, como ocurre con la consonante final /s/ en 'mes' y la /s/ inicial de 'siguiente' en 'el mes siguiente', quedando una sola /s/. Nótese que en esta expresión puede elidirse, además, la /i/ entre /g/ y /e/. Entre las vocales se da el mismo fenómeno. Así, quedará una sola /a/ en la secuencia 'una abeja'. También suele suceder cuando las dos vocales no son idénticas, como en el caso de 'la escuela', en que puede elidirse la /a/, quedando /lehkwela/. Este fenómeno puede ocasionar problemas de ambigüedad. Por ejemplo, al perderse una de las /s/’s contiguas en 'las salas', su pronunciación quedaría igual que la de 'las alas' o de 'la salas'. (Nota: Para mayores antecedentes, ver la sección sobre 'juntura' y los artículos allí citados: Vivanco C. y H.Vivanco 1993, 1994 y 1996). Cuando ocurren dos o más consonantes juntas, el hablante tiende a omitir una de ellas para facilitar la pronunciación. Por ejemplo, 'extra' o 'explicar' pueden perder la /k/ o la /s/. Suele ocurrir que al emplear una palabra extranjera cuya pronunciación no se ajusta a la estructura fonética del español, generalmente por presentar aglomeraciones consonánticas, el hispanohablante suprima algunos sonidos. Así, 'club' se reduce a /klu/, 'fax' /faks/ a /fak/, ‘compact disc’ a /kompak dik/, etcétera. Cuando la pérdida de un sonido ocurre al inicio de una palabra, se suele hablar de aféresis. Más arriba dimos un ejemplo, cuando señalamos que la palabra 'estoy' puede perder la primera sílaba. Igual cosa ocurre con 'está bueno' > /ta βweno/ y con la interjección coloquial /tahkeasef io/. 1.2. Adición. Este tipo de modificación es menos frecuente que el presentado recién. Se distinguen dos tipos de adición, según el lugar donde se ubica el sonido nuevo. a) Paragoge. Si la adición ocurre al final de la palabra, se habla de paragoge. Es frecuente en el habla rural la adición de /e/ a palabras terminadas en vibrante simple, tales como 'sur' > *’sure’, especialmente cuando se trata de infinitivos, como 'salir' / *’salire'. Otros ejemplos frecuentes son *‘nadien’, *‘vinistes’. b) Epéntesis. Adición de un sonido en posición inicial o intermedia. En posición inicial encontramos *‘emprestar’, *‘asujetar’, *‘dentrar’, *‘endenantes’, *‘atocar’, *‘asosegarse’, *‘arrecostarse’. En algunos casos la forma modificada pasa a ser de uso habitual, a tal punto que muchos hablantes no sospechan que existe otra que le dio origen. Tal cosa sucede con ‘chalina' > *’charlina', 'grapa' > *’grampa', ‘mejunje’ > ‘menjunje’. Suele oírse, también, una vocal /e/ entre dos consonantes, especialmente entre una líquida y una oclusiva, especialmente al enunciar muy deliberadamente y decir *’teres’ en lugar de ‘tres’, o *’calaro’ por ‘claro’. Es común que se inserte un sonido como resultado de una ultracorrección o hipercorrección, como en *’Bilbado’ por ‘Bilbao’ o *’toballa’ por ‘toalla’, tema que desarrollamos más adelante (Ver 2. en estos apuntes y, para mayores detalles, Oroz 1966: 86 y sig. y Vivanco 1978: 47). 1.3. Sustitución. La mayor parte de los casos de sustitución de un sonido por otro se debe al fenómeno fonético conocido como asimilación, esto es, la modificación de un sonido por influencia de otro. Por ejemplo, la /n/ suele asimilarse por influencia del punto de articulación de la consonante siguiente, y en 'en París' se transforma en [m], en 'en Canadá', en [ŋ], etc. La /s/ que se encuentra antes de /f/ en 'fósforo', pasa fácilmente a [f], pronunciándose las dos primeras sílabas de esta palabra [foffo]. (Nota: Esta modificación es sólo una alternativa, pues también podría haberse elidido la [f], quedando las dos primeras sílabas reducidas a [fofo]. En este caso, el resultado no habría sido producto de una asimilación, sino que una simple elisión). En el caso de la palabra 'técnico', la /k/ suele sonorizarse, por influencia de la consonante sonora [n] que la sigue, quedando [g] no liberada o fricativa. Este fenómeno también se da entre las vocales. De este modo, la /o/ inacentuada seguida de /e/ acentuada suele ser reemplazada por [w], como en 'no está (aquí)' [noehta] > [nwehta]. Hemos podido apreciar que algunos hablantes jóvenes sustituyen la [k] de la palabra 'loco', usada como vocativo, por la fricativa velar sonora. En el habla culta informal (y con mayor razón en el habla inculta) puede oírse la sustitución de [b] (cuando va seguida de [w] por [g] o la fricativa velar sonora, como en 'bueno' o en 'abuelo'. En el habla inculta suelen ocurrir numerosas sustituciones (ver Oroz 1966: 160 y sig.), tales como las siguientes: [b] por [g] en 'vómito', 'revólver'; [b] por [m] en 'Valparaíso', 'vagabundo'; [d] por la fricativa velar sonora en 'comadre', 'madrina'; [f] por [x] en 'fuerza', 'afuera', 'fútbol' (pronunciado ‘jurgol’). Generalizada es, también, la alternancia de las líquidas alveolares sonoras: lateral por vibrante simple y viceversa. Ejemplos: 'espalda', 'alcayota', 'bolsa'; 'vai a seguir', 'calor', 'arvejado' (Nota: en este último caso, además de la alternancia de las líquidas, hay una inserción de la vibrante simple antes de [x] (*alverjado)). Hay otros casos de sustitución que ocurren al encontrarse dos o más consonantes juntas, situación incómoda para un hispanohablante. Podría tratarse de ultracorrecciones (tema que desarrollamos más adelante: ver 2. en estos apuntes y, para mayores detalles, Oroz 1966: 86 y sig. y Vivanco 1978: 47), por cuanto el hablante, consciente de la presencia de una aglomeración consonántica, se esmera en pronunciar cuidadosamente. De hecho, pronuncia una aglomeración consonántica, pero sustituye una consonante del grupo por otra, como en los casos siguientes: [b] > [k] en 'absoluto', observar'; [p] > [k] 'Concepción', 'concepto'; [t] > [k] en 'etcétera'; [k] > [p] en 'cóctel'; [t] > [p] en 'Datsun'. 1.4. Metátesis y transposición. En algunas oportunidades algunos sonidos son intercambiados, fenómeno que es más común en los niños y en los adultos cuando se encuentran en situación de nerviosismo. Si el intercambio se produce dentro de la palabra se habla de metátesis. Si ocurre más allá de los límites de la palabra, se le denomina transposición. Algunos ejemplos de metátesis son: ‘frazada’ > ‘zafrada’; ‘estatua’ > *’estuata’; ‘murciélago’ > *’‘murciégalo’; ‘carabela’ >*’calabera’; ‘mariposa’ > *’marisopa’; También suele oírse *‘naiden’, en que encontramos metátesis y paragoge. Los siguientes son algunos casos de transposición: ‘cabizbajo y pensativo’ > *’cabiztivo y pensibajo’; ‘las Cataratas del Niágara’ > *’las Niagaratas del Cágara’; ‘que no cunda el pánico’ > *’que no panda el cúnico’; ‘se me traba la lengua’ > *’se me lengua la traba’. Este fenómeno fonético es usado deliberadamente, como recurso poético, por Vicente Huidobro en Altazor cuando dice, por ejemplo: 'Empiece ya La farandolina en la lejantaña de la montanía El horimento bajo el firmazonte'. .... 2.0. La ultracorrección (o hipercorrección). La preocupación por 'hablar mejor', producto de críticas recibidas de adultos o del medio en general, da origen a las ultracorrecciones. La persona a quien se le ha hecho notar que "no hay que decir [kansao] sino que [kansaδo] puede, por extensión, ultracorregir [βilβao] y decir [βilβaδo]. Las ultracorrecciones pueden realizarse agregando, sustituyendo e incluso omitiendo sonidos. 2.1. La ultracorrección mediante adición. En el caso de [βilβaδo], lo que ha hecho ha sido insertar una [δ] entre las vocales [ao] como se le había corregido. Este tipo de ejemplo corresponde al tipo de modificación que hemos explicado más arriba, en 1.2. Otros ejemplos de inserción de /d/ [δ], de ocurrencia frecuente, son las pronunciaciones ultracorregidas de ‘platea’ > *’plateda’; ‘poeta’ > *’podeta’; ‘zanahoria’ > *’zanadoria’; ‘oblea’ > *’obleda’; ‘mío’ > *’mido’; ‘judío’ > *’judido’; ‘gansúa’ > *’gansuda’. También suelen insertarse otras consonantes, como en los ejemplos que siguen: ‘sandía’ > *’sandilla’; ‘púa’ > *’pulla’; ‘chueco’ > *’chulleco’; ‘moho’ > *’mogo’; ‘canoa’ > *’canoga’; ‘Figueroa’ > *’Figueroga’; ‘farmacéutico’ > *’farmacéptico’; ‘garúa’ > *’garuga’ (Nótese que para mucha gente esta última forma es la considerada 'normal', lo que demuestra que ‘garúa’ es considerada por ellos como 'errada' y que, por lo tanto, debe ser 'corregida'). 2.2. La ultracorrección mediante sustitución. A quien se le ha corregido su pronunciación *’maire’ (y *paire o *laire) en lugar de ‘madre’ (y ‘padre’ o ‘ladre’), extenderá esta 'corrección' a la pronunciación de 'aire', diciendo ‘adre’. Estos ejemplos corresponden al tipo de modificación llamado sustitución y que hemos descrito en 4.1.3. Por otra parte, a quien se le ha hecho notar que no debe decir *’pior’ ni *’tiatro’, ni *’lión’, sino que ‘peor’, ‘teatro’ y ‘león’, puede extender esta corrección a 'piano', pronunciando [peano] en lugar de [pjano]. Señalamos en 1.1. que al encontrarse dos o más consonantes ('extra', 'explicar') era posible la pérdida de una de ellas. Si al hablante se le ha hecho notar esta situación, reprochándole su "descuido", podrá tornarse en extremadamente cuidadoso de su pronunciación e intente pronunciarlas todas, sin omitir ninguna. Esta exagerada preocupación lo hará confundir algunas de ellas, sustituyéndolas. Pronunciará ‘absurdo' [abs…] o [aps…] como *[aks…], cambiando [b] o [p] por [k], lo mismo que en 'absoluto', observar'; y pronunciará 'Pepsi' como [peksi], lo mismo que sucederá en 'Concepción' y 'concepto'. También se cambiará [t] por [k] en 'etcétera', [t] por [k] o [p] 'Maritza', [k] por [p] en 'cóctel' y [t] por [p] en 'Datsun'. REFERENCIAS Oroz, R. 1966. La Lengua Castellana en Chile. Santiago: Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile. Vivanco C. y H. Vivanco. 1993. Algunas consideraciones acerca de la juntura fonética. (En colaboración con Clotilde Vivanco). Taller de Letras 21. (133-147) Vivanco C. y H. Vivanco. 1994. Acerca de la percepción de límites de palabras en español. (En colaboración con Clotilde Vivanco). Actas del 9º Encuentro Nacional de Profesores de Lenguas Extranjeras en la Enseñanza Superior. Santiago: SONAPLES y Universidad de La Serena. (345-352) 1996. Acerca de la percepción de límites de palabras en español por parte de usuarios de una lengua extranjera. (En colaboración con Clotilde Vivanco). Actas del 10º Encuentro Nacional de Profesores de Lenguas Extranjera en la Enseñanza Superior. Santiago: SONAPLES y Universidad Arturo Prat. (359-369)