Subido por María Fernanda Zapata

TRABAJO-PENAL

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Escuela Profesional de Derecho y Ciencias Política
INTEGRANTES
Gálvez Abarca Diego
Mejía Vásquez José Alexander
Raimundo Zapata Eder Alexander
Tovar Roque Jhosep
Zapata Macalupú María Fernanda
Docente
Dr. Isidora Concepción Zapata Periche
CURSO
Derecho Penal
PIURA - PERÚ
2023
ÍNDICCE
1.
2.
LA REALIZACIÓN DEL HECHO: LA CONSUMACIÓN. ............................................. 5
1.1.
EL INTER CRIMINIS ............................................................................................. 5
1.2.
DEFINICIÓN DE CONSUMACIÓN ........................................................................ 5
1.3.
DIFERENCIA ENTRE TENTATIVA Y CONSUMACIÓN ...................................... 7
1.4.
DEFINICIÓN DE AGOTAMIENTO DEL DELITO ................................................. 7
El concurso de delitos...................................................................................................... 7
2.1.
Requisitos................................................................................................................ 8
2.1.1. La existencia de una pluralidad de acciones ............................................................ 8
2.1.2. La existencia de una pluralidad de lesiones de la ley penal ....................................... 8
2.1.3. La existencia de una unidad de sujeto activo y la unidad o pluralidad del sujeto
positivo........................................................................................................................... 9
2.1.4. Que sea juzgado en un mismo proceso penal ........................................................... 9
3.
La Pena .......................................................................................................................... 9
3.1. Teorías de la Pena ...................................................................................................... 10
3.1.1. Teoría Absoluta ................................................................................................... 10
3.1.2. Teoría Relativa .................................................................................................... 10
3.1.3. Teoría Mixta o de la Unión ................................................................................... 11
3.2. Clases de Pena ........................................................................................................... 12
3.2.1. Penas Privativas de la libertad:............................................................................. 12
3.2.2.- Penas restrictivas de la libertad: .......................................................................... 12
3.2.3.- Penas limitativas del derecho: ............................................................................. 12
3.2.4.- Multa ................................................................................................................. 13
4. Consecuencias jurídicas del delito ..................................................................................... 13
4.1 El Hecho Punible ........................................................................................................ 13
4.1.1 Artículo 1: Definición del Hecho Punible ............................................................... 14
4.1.2 Elementos del Hecho Punible................................................................................. 14
4.1.2.1. Acción u omisión ............................................................................................... 14
4.1.2.2. Tipicidad .......................................................................................................... 14
4.1.2.2. Antijuridicidad ................................................................................................. 14
4.1.2.3. Culpabilidad ..................................................................................................... 14
4.1.3 Penas y Sanciones ................................................................................................. 14
4.1.4 El Hecho Punible contribuye a la justicia equitativa ............................................... 15
5.
DETERMINACIÓN DE LA PENA ............................................................................... 15
5.1.
Aspectos generales ................................................................................................. 15
5.2.
Determinaciones de la pena .................................................................................... 16
5.2.1.
Determinación legal de la pena ........................................................................ 16
5.2.2.
Determinación judicial de la pena.................................................................... 17
5.2.3.
La pena privativa de libertad .......................................................................... 18
5.2.4.
Determinación ejecutiva de la pena ................................................................. 19
5.3.
CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL Y DE LA PENA ................... 20
5.3.1.
5.4.
Las causas de extinción de la acción penal........................................................ 20
Las causas de extinción de la pena .......................................................................... 22
5.3.2.
La muerte del condenado ................................................................................ 22
5.3.3.
La prescripción de la pena .............................................................................. 22
5.3.4.
El cumplimiento de la pena ............................................................................. 23
5.3.5.
La amnistía y el indulto................................................................................... 23
5.3.6.
La exención de pena........................................................................................ 24
5.3.7.
El perdón del ofendido en los delitos de acción privada .................................... 26
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................... 27
INTRODUCCIÓN
El propósito de la siguiente investigación es explicar alguna de las figuras esenciales y
necesarias para el entendimiento del Derecho penal en su parte más general, se tratará de que
los lectores del presente trabajo, obtengan una mayor comprensión mediante la presentación
de ejemplos precisos en cada uno de los puntos a tratar.
Dentro de los múltiples temas contenidos en el presente trabajo encontramos la
realización del hecho o consumación y el agotamiento del delito, el concurso de leyes o también
denominado concurso aparente de leyes, el concurso de delitos o concurso real de delitos, la
pena y la punibilidad y la determinación de la pena, incluidas las causas de extinción de la
acción penal y de la pena misma
A lo largo del desarrollo de la siguiente investigación no ha existido dificultad alguna
debido a la existencia de múltiples fuentes de información, lo cual ha permitido que el
contenido de la investigación sea bien detallada y estructurada, además la presencia de la
doctrina y jurisprudencia dentro del ámbito nacional han sido de gran utilidad al momento de
complementar los diferentes puntos tratados.
Se espera que la presente investigación sea de gran utilidad para aquellos estudiantes del
derecho así como también a aquellas personas ajenas a ésta, el Derecho penal es una disciplina
que presenta una constante evolución, por ende debe adaptarse a los cambios sociales que se
presentan para seguir siendo eficaz, al comprender los diversos temas que contiene esta rama
del derecho podremos contribuir a una sociedad más justa e informada en el conocimiento de
sus derechos y el respeto de todos los miembros que conforman nuestro país.
1. LA REALIZACIÓN DEL HECHO: LA CONSUMACIÓN.
1.1.
EL INTER CRIMINIS
El inter criminis, también conocido como el camino o proceso del delito, es una
secuencia de fases por las cuales pasa el sujeto activo, o sea la persona que puede o no cometer
una conducta delictiva.
Este proceso se da en dos momentos, en una fase interna donde el individuo idea, delibera y
decide si está dispuesto o no a realizar la conducta tipificada. Siendo esta etapa no punible pues
se desarrolla en la mente de la persona y no implica una realización o materialización del delito.
Luego tenemos la fase externa que se da en tres momentos: la manifestación, la preparación y
la ejecución, siendo en la última etapa donde encontramos la tentativa y la consumación del
delito.
La realización de hecho o consumación es cuando ya se ha sobrepasado las fases del Iter
criminis, y por lo tanto el delito se encuentra ya ejecutado.
Es preciso señalar que luego del momento de la consumación sigue, posteriormente, la etapa
de agotamiento donde el sujeto logra satisfacer sus intenciones al consumar el delito.
DEFINICIÓN DE CONSUMACIÓN
1.2.
La consumación es la etapa de la fase externa del camino al delito donde el sujeto activo
luego de exteriorizar sus intenciones y realizar ciertas conductas que sirven de preparación para
la ejecución del comportamiento delictivo logra concretar el accionar tipificado en las normas.
Se entiende por consumación la completa realización de la conducta descrita en el tipo por el
legislador.
Siendo así que, la consumación es el resultado de la completa realización de los
elementos que conforman la teoría del delito, es decir se presenta la conducta delictiva tal cual
lo señalado en la norma penal correspondiente o lo tipificado según la ley.
La consumación es la producción del accionar típico y sucede en el momento exacto en el que
se daña o pone en riesgo el bien jurídico tutelado.
La consumación surge cuando se cumple totalmente los requisitos exigidos por el tipo
(Alcócer, 2018, p. 264).
Cabe resaltar que esta etapa no debe verse solamente desde un plano netamente formal,
sino también desde lo material. Siendo así que tenemos una consumación formal y la
consumación material en la que resalta la prolongación de la conducta delictiva.
En ciertos delitos, tras la consumación de la conducta, quedan todavía momentos
posteriores que pueden ser de interés. Algunos tipos admiten diferencias entre la completa
realización de la conducta (o consumación formal) y la finalización de la lesión del bien
jurídico en cuestión (consumación material o terminación).
EJEMPLOS
● Robo: La consumación del delito de robo ocurre cuando una persona se apodera de
manera ilícita de un bien mueble ajeno, sin el consentimiento de su propietario y con
ánimo de lucro. Por ejemplo, si alguien ingresa a una casa ajena, toma objetos de valor
y sale sin ser detectado, se considera que el robo se ha consumado.
● Homicidio: La consumación del delito de homicidio ocurre cuando una persona causa
la muerte de otra de forma intencional o por negligencia grave. Por ejemplo, si alguien
dispara a otra persona y esta muere a causa de las heridas, se considera que el homicidio
se ha consumado.
● Estafa: La consumación del delito de estafa se produce cuando una persona engaña a
otra para obtener un beneficio económico o patrimonial injusto. Por ejemplo, si alguien
convence a otra persona de invertir en un negocio falso y obtiene su dinero, se considera
que la estafa se ha consumado.
● Violación: La consumación del delito de violación ocurre cuando una persona realiza
actos sexuales no consentidos con otra persona mediante violencia, amenaza o coerción.
Por ejemplo, si alguien obliga a otra persona a tener relaciones sexuales sin su
consentimiento, se considera que la violación se ha consumado.
a) CONSUMACIÓN FORMAL: Se produce cuando el delito está formalmente
consumado. Generalmente, la ley indica la consumación en relación con el resultado
lesivo producido, pero, sin embargo, ella admite que la consumación surja en un
momento anterior, esto se da en los delitos de resultado cortado, en los delitos de
peligro, etc.
b) CONSUMACIÓN MATERIAL: A esta clasificación de consumación es a la que se le
conoce como “Agotamiento del delito”.
Con la consumación material el sujeto activo logra el fin último o intención por la que
se cometió el delito. El agente que comete el delito consigue satisfacer la intención que
perseguía al idear, ejecutar y consumar el hecho criminal.
1.3.
DIFERENCIA ENTRE TENTATIVA Y CONSUMACIÓN
La tentativa supone pasar de la fase interna o preparatoria a la fase de ejecución del
delito, es entonces necesaria una ejecución parcial o total de los hechos que se describen en el
tipo penal.
El agente quiere la consumación del delito, por lo que no existe un desistimiento
voluntario.
La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema en la R.N. № 3395-99, Lima estableció
las diferencias entre consumación y tentativa fundamentando: (...) la tentativa, a diferencia de
la consumación, importa de parte del agente una puesta en marcha del plan personal de
ejecución sin lograr realizar el fin representado; así, éste da cumplimiento a todos los
requisitos del tipo, tanto objetivo como subjetivo, realizándolo imperfectamente, de modo que
constituye “una interrupción del proceso de ejecución tendente a alcanzar la consumación”.
1.4.
DEFINICIÓN DE AGOTAMIENTO DEL DELITO
El agotamiento del delito es la consecución de los objetivos del delincuente tras la
consumación del delito al producirse el último elemento o requisito típico. Se denomina
agotamiento o terminación del delito. El agotamiento del delito se refiere a una figura legal
que establece que, si se ha cometido una infracción penal en varias etapas o fases, solo se
considera un delito consumado cuando se ha completado la última etapa. Esto significa que, si
alguien es arrestado en una etapa temprana de la planificación o intento de cometer un delito,
y no ha llegado a la etapa final de ejecución, el delito no se considera consumado y puede ser
tratado legalmente de manera diferente. (Definición De Agotamiento, n.d.)
EJEMPLOS
● El robo a un banco.
● Un homicidio
2. El concurso de delitos
El concurso de delitos o también denominado concurso material, es aquel en donde un
individuo realiza varias acciones punibles de las cuales derivan la comisión de ciertas
infracciones penales. Dicho de otra manera, son un conjunto de acciones o hechos realizados
de manera independiente en donde cada uno de estos hechos constituye un delito autónomo y
son realizados por un mismo individuo, todas las acciones serán consideradas al momento del
proceso penal.
Dentro del ordenamiento jurídico nacional, esta figura se encuentra regulada en el
Artículo 50 del Código Penal de la siguiente manera.
Artículo 50.- Concurso real de delitos
Cuando concurran varios hechos punibles que deban considerarse como otros tantos
delitos independientes, se sumarán las penas privativas de libertad que fije el juez para cada
uno de ellos hasta un máximo del doble de la pena del delito más grave, no pudiendo exceder
de 35 años. Si alguno de estos delitos se encuentra reprimido con cadena perpetua se aplicará
únicamente ésta.
Existe una gran diferencia entre el Concurso real y el Concurso ideal de delitos, esta
radica en que la primera se caracteriza por presentar pluralidad de acciones, por lo tanto,
constituye la contrapartida del concurso ideal. Además, presenta diferentes acciones con
distintos resultados lo que no crea ningún problema teórico importante.
2.1.
Requisitos
2.1.1. La existencia de una pluralidad de acciones
Pueden concursar acciones con acciones, omisiones con omisiones, sean dolosos o
imprudentes los cuales deben ser de carácter delictivo y punibles independientemente.
2.1.2. La existencia de una pluralidad de lesiones de la ley penal
En la pluralidad de lesiones de la ley penal, el concurso puede afectar más de una vez la
misma disposición penal o diferentes. Las acciones independientes van a representar a las
infracciones penales. Cabe destacar que las lesiones, para que se puedan configurar como tal
no es necesario que el agente llegue a realizar todas estas lo cual da pie a que algunas de estas
queden como simple tentativa.
2.1.3. La existencia de una unidad de sujeto activo y la unidad o pluralidad del sujeto
positivo
Las circunstancias en las que se haya producido el hecho delictivo, esto es si el sujeto
actuó como cómplice, autor, coautor, que haya actuado solo o con partícipes resultan
irrelevantes para la presente figura. El sujeto pasivo puede ser único o plural, es decir que varios
individuos pueden resultar afectados por la conducta delictiva realizada por el agente.
2.1.4. Que sea juzgado en un mismo proceso penal
Es menester que el agente sea juzgado en un mismo proceso penal. La vinculación
existente entre el Concurso real y el proceso penal dan como consecuencia un concurso real
procesal. Esta derivación del concurso real tiene sustento en el Artículo 50 del Código Penal
cuando se hace mención a “otros tantos delitos independientes”. Con este enunciado surge la
incógnita si estos delitos independientes se deben procesar o como procesos sumarios o
procesos ordinarios, a lo cual el Art 1 del D.L N°124 afirma que ante un Concurso de delitos
en el cual unos sean más graves que otros, el proceso adecuado será el ordinario.
3. La Pena
La “pena” tiene su origen en el latin: poena, cuyo significado es castigo, tortura,
tormento fisico, sufrimiento o padecimiento. Entonces en este sentido, se califica a la pena
como una sanción que produce la pérdida o restricción de derechos de un sujeto hallado
responsable de un delito.
Franz Von Liszt define a la pena como “El tratamiento que el Estado impone al sujeto
que ha cometido una acción antisocial o que representa peligrosidad social, pudiendo o no ser
un sujeto y teniendo como fin la defensa social”. En términos generales se puede decir que la
pena es un “mal” que debe imponerse al culpable o responsable de la comisión de un delito. La
pena es un castigo consistente en la privación de un bien jurídico por la autoridad legalmente
determinada a quien, tras un debido proceso, aparece como responsable de una infracción del
Derecho y a causa de dicha infracción.
Hablar de una pena, en el derecho Penal, es también hablar del principio del
“IusPuniendi” que no es más que la facultad otorgada únicamente al Estado para que imponga
el cumplimiento de penas, sanciones, medidas de seguridad a sujetos que atentan contra un
bien jurídico. Cabe recalcar que de manera simultánea se debe tener en cuenta el principio de
legalidad, el cual nos indica que para la aplicación de la pena a un sujeto, el hecho ilícito debe
estar previsto en la ley como delito con anterioridad a la comisión del delito.
3.1. Teorías de la Pena
3.1.1. Teoría Absoluta
Sostiene que la pena halla su justificación en sí misma, es decir no es un medio para
alcanzar un fin. Es absoluta porque es independiente de su efecto y valorización social.
● Teoría Retributiva:
Desarrollada por Kant en el aspecto que la pena “debe ser” aun cuando el estado y la
sociedad ya no existan. Así mismo por Hegel, quien aduce a una pena pública siendo
esta base para la sistematización de la Teoría del Delito. Ambos autores coinciden y
reconocen que la pena no cumple con un fin como la intimidación o mejoramiento
social.
Para el pensamiento retribucionista, el sentido de la pena radica en que la culpabilidad
del autor de un delito se compensa con la aplicación de una pena. En términos generales,
la pena viene a ser la retribución que se le da a quién comete un delito y ahí acaba su
función, dejando en segundo plano su valorización social. El mal de la pena está
justificado con el mal del delito, se concibe como un mal que debe sufrir el autor del
delito para compensar el mal causado por este último. Teniendo como antecedentes “la
ley del talión” por su conocida frase “ojo por ojo, diente por diente”.
Esto no significa que las teorías retribucionista no le asigne ninguna función a la pena,
porque de algún u otro modo, le atribuyen la función de realizar justicia.
3.1.2. Teoría Relativa
Para esta teoría, la pena será entendida como un medio para la obtención de fines
sociales, ya sea generales o individuales.
● Teoría de la prevención general:
Está dirigida y planteada al conjunto de integrantes de una sociedad y puede tener dos
aspectos, uno positivo y otro negativo.
a) Prevención General Negativa: La pena es utilizada como un mecanismo de
intimidación para la prevención de delitos. Se fundamenta en contrarrestar los
impulsos “criminales” de los sujetos, por temor a sufrirla, previniendo de este
modo que se cometan más y más delitos. Según esta teoría, la pena no puede ser
percibida como un bien, a diferencia de la teoría retributiva, puesto que la
imposición de un bien a un sujeto no los intimidaría.
b) Prevención General Positiva: Es vista como prevalecimiento o afirmación del
derecho a los ojos de la sociedad. Así se adjudica a la pena ya un fin de
conservación del orden, o de conservación del derecho, o para fortalecer la
pretensión de validez de las normas jurídicas en la conciencia de la generalidad,
o bien reforzar las costumbres sociales y la fidelidad al derecho o como
afirmación de la conciencia social de la norma.
● Teorías de la prevención Especial:
Según este punto de vista preventivo-especial, el fin de la pena es disuadir al autor de
futuros hechos punibles, es decir, evitar las reincidencias y sólo es indispensable aquella
pena que se necesite para lograrlo, se procurará readaptar al autor mediante tratamientos
de resocialización. Así, la necesidad de prevención especial es la que legitima la pena,
según Von Liszt; "sólo la pena necesaria es justa". Se habla de "relativa" porque su
finalidad está referida a la "evitación del delito".
3.1.3. Teoría Mixta o de la Unión
Para esta última clasificación, es una combinación de la teoría absoluta y relativa. La
polémica entre teorías absolutas y relativas de la pena evidencia que existe más de un fin de la
pena ya que ninguna de las mencionadas concepciones agota el fundamento para su
explicación. De allí se derivan teorías de la unión que procuran articular una síntesis entre las
doctrinas antes mencionadas. Los intentos para presentar una fundamentación coherente de la
pena, que contemple al mismo tiempo las teorías absolutas y las relativas, son variados.
Además, éstas "teorías de la unión" son dominantes en el Derecho penal actual.
3.2. Clases de Pena
Según el art 28 del Código Penal Peruano:
3.2.1. Penas Privativas de la libertad
Este tipo de pena, priva al condenado del derecho fundamental, tal cual se indica en
el nombre: la libertad. Obligándolo a permanecer encerrado en un establecimiento.
Al sujeto en cuestión, se le aplica esta pena que puede ser de carácter temporal o
perpetua. La pena temporal tendrá una duración mínima de 2 días y una máxima de 35 años.
(Art 29 del C.P.P)
3.2.2.- Penas restrictivas de la libertad
En contraste con la pena privativa, son aquellas que sin privar totalmente al
condenado de su libertad de movimiento, le imponen ciertas limitaciones. Por lo general,
son penas que restringen los derechos de libre tránsito y permanencia en el territorio
nacional de los condenados. (Art 30 del C.P.P)
Las penas privativas que regula nuestro código son: la expatriación (tratándose de
ciudadanos nacionales) y la expulsión del país (tratándose de ciudadanos extranjeros).
3.2.3.- Penas limitativas del derecho
Consideradas en los artículos 31º al 40º del Código Penal. Estas sanciones punitivas
limitan el ejercicio de determinados derechos económicos, políticos y civiles, así como el
disfrute total del tiempo libre. Son de tres clases: Prestación de servicios a la comunidad
(variante especial del trabajo correccional en libertad), limitación de días libres (el
condenado sólo debe internarse en un centro carcelario por períodos breves que tienen lugar
los días sábados, domingos o feriados) e inhabilitación (incapacidades o suspensiones que
pueden imponerse a un condenado).
3.2.4.- Multa
La pena de multa obliga al condenado a pagar al Estado una suma de dinero fijada en
días multa. El importe del día multa es equivalente al ingreso promedio diario del condenado
y se determina atendiendo a su patrimonio, renta, remuneraciones, nivel de gasto y demás
signos exteriores de riqueza.
4. Consecuencias jurídicas del delito
Dentro de la legislación peruana, la pena y las medidas de seguridad son las principales
consecuencias jurídicas del delito, aunque existe la reparación civil como tercera vía, esta es
considerada de segundo plano debido a su naturaleza.
La pena es entendida como la privación o restricción de bienes jurídicos conforme a lo
establecido en la ley dada por los órganos jurisdiccionales al responsable del delito y las
medidas de seguridad es la privación de bienes jurídicos impuesta al sujeto peligroso cuya
finalidad es evitar la comisión de delitos por parte de este procurando la seguridad de la
comunidad.
En el concurso real de delitos, las consecuencias jurídicas se pueden aplicar de tres
maneras. Por un lado, tenemos la acumulación terminal, que no es sino la acumulación
aritmética o suma de todas las penas correspondientes de los distintos delitos.
La segunda forma es la absorción que es entendida como la integración de la pena menor
sobre la más grave, con ello los delitos de menor cuantía quedan impunes.
La tercera forma es la acumulación jurídica, que considera una pena total elevando
adecuadamente la pena concreta más grave, tomando en cuenta las otras penas para dar un
sentido de gravedad a la pena total quedando como circunstancias agravantes.
4.1 El Hecho Punible
Se refiere a la acción u omisión que, según la ley, constituye un delito y es susceptible
de ser sancionado penalmente. Es el primer elemento clave que debe ser establecido para
considerar la existencia de un delito y, por ende, la aplicación de medidas punitivas.
4.1.1 Artículo 1: Definición del Hecho Punible
El artículo 1 establece la definición del Hecho Punible en el marco legal peruano.
Establece que el Hecho Punible es toda acción u omisión que, de acuerdo con la ley penal, es
calificada como delito. Esto significa que para que una conducta sea considerada como un
delito, debe cumplir con los requisitos y elementos establecidos en la legislación penal vigente.
4.1.2 Elementos del Hecho Punible
Dentro del contexto del Hecho Punible, es esencial comprender los elementos que
constituyen un Hecho Punible. Estos elementos varían dependiendo del tipo de delito en
cuestión, pero generalmente incluyen los siguientes:
4.1.2.1. Acción u omisión
El delito puede surgir tanto de una acción, es decir, un acto voluntario que infringe la
ley, como de una omisión, que implica la falta de realizar algo que la ley exige.
4.1.2.2. Tipicidad
La conducta debe estar previamente tipificada en la legislación penal. Es decir, debe
existir una descripción clara y precisa del delito en la ley.
4.1.2.2. Antijuridicidad
La acción u omisión debe ser contraria a la ley. Es decir, debe violar una norma legal
existente.
4.1.2.3. Culpabilidad
El autor del delito debe ser capaz de comprender la ilicitud de su acción u omisión y
actuar con la intención de cometer el delito.
4.1.3 Penas y Sanciones
Dentro del marco del Hecho Punible, las penas y sanciones aplicables varían según la
gravedad del delito cometido. El sistema legal peruano establece un amplio rango de penas,
que pueden incluir desde sanciones pecuniarias y restricciones de libertad hasta penas de
prisión, dependiendo de la naturaleza y gravedad del delito.
4.1.4 El Hecho Punible contribuye a la justicia equitativa
El Hecho Punible contribuye a la justicia equitativa al establecer los criterios y
parámetros necesarios para garantizar una evaluación objetiva de los hechos punibles. Al
cumplir con los elementos y requisitos establecidos en la legislación penal, se asegura que se
respeten los derechos y garantías de todas las partes involucradas, promoviendo la equidad y
el debido proceso en la aplicación de la justicia.
5. DETERMINACIÓN DE LA PENA
5.1.
Aspectos generales
Según García (2012). “El proceso de determinación de la pena asumido por nuestro
Código Penal constituye un proceso complejo que se lleva a cabo tanto en el plan o legislativo
como judicial. En primer lugar, el legislador precisa la clase de pena que el juez puede imponer
por el hecho cometido, así como el parámetro máximo o mínimo (marco penal abstracto),
dentro del que se moverá el juez penal para determinar la pena concreta. Hay que precisar, sin
embargo, que el juez no realiza de forma autónoma la individualización de la pena a partir del
marco penal abstracto. El legislador penal ofrece adicionalmente ciertos criterios generales que
concretan parcialmente el marco legal abstracto (marco abstracto-concreto). Por un lado, el
legislador prevé un conjunto de circunstancias que modifican la responsabilidad penal
aumentando o reduciendo el marco penal inicialmente previsto y, por el otro, establece las
reglas que deben seguirse para determinar el marco penal abstracto en ciertos supuestos de
concurso de delitos. Con el marco penal resultante de aplicar eventualmente las reglas
anteriores, el juez se en carga de fijar la pena concreta a imponer al autor, en función de ciertas
circunstancias específicas previstas en la ley” (Pág.823)
Una vez establecida la existencia de un hecho delictivo y estando vigente el interés del
Estado por castigar este hecho, resulta necesario determinar la consecuencia jurídico-penal que
le corresponde al delito cometido. En la doctrina penal, existen tres clases de determinación de
la
pena,
como
son: a) determinación
judicial
de
la
pena (corresponde
fijar
al
juez), b) determinación legal de la pena (establece el legislador) y c) determinación ejecutiva
de la pena (corresponde la administración al sistema penitenciario), que en otras legislaciones
es conocida como individualización judicial, legal y ejecutiva de la pena. En efecto, nuestro
ordenamiento jurídico-penal, existe un sistema mixto de regulación y aplicación de la pena
correspondiente.
En un sentido más amplio, la tarea de individualizar la pena no se agota en la tarea
judicial de determinar la clase y cantidad de pena que corresponde al caso concreto, sino que
incluye otras cuestiones, como la creación de un marco punitivo abstracto para cada hecho
punible, la determinación de pautas que el juez debe considerar, la discrecionalidad que resulte
admisible en su aplicación, la decisión sobre la viabilidad de
una condena de ejecución condicional, las modalidades de ejecución o, en fin, la
determinación de la fecha de libertad anticipada; por lo que se pasará a desarrollar las
principales diferencias entre determinación judicial, legal y ejecutiva de la pena.
Finalmente, la determinación de la pena es, en sentido estricto, aquel proceso por el que
el juez o sala penal decide la pena que merece un determinado hecho típico, antijurídico,
culpable y punible, en un autor en concreto. Asimismo, es preciso señalar que la determinación
de la pena seda a partir del análisis jurídico-penal que prevé la norma penal en los artículos 45,
45-A, 46 del Código Penal.
5.2.
5.2.1.
Determinaciones de la pena
Determinación legal de la pena
La determinación de un marco penal abstracto, por parte del legislador, no opera
arbitrariamente, sino que debe estar orientada por el conjunto de principios informadores que
limitan el ejercicio del ius puniendi. En especial, hay que mencionar al principio de legalidad
y al principio de proporcionalidad. Es preciso dar algunos alcances al respecto.
En relación al principio de legalidad y su aplicación, se obedece a lo normado en el
artículo 2 inciso 24, literal d) de la Constitución Política, a la letra dice: Nadie será procesado
ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado
en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena
no prevista en la ley. Cabe precisar, en líneas generales, que el principio de legalidad penal se
extiende en su aplicación a todas las ramas del derecho, como son: derecho procesal penal,
derecho penal, y derecho penitenciario, las mismas que están relacionadas entre sí.
La pena abstracta está constituida por el máximo y el mínimo de la pena fijada donde el
legislador fija ello para cada tipo penal que regula la Parte Especial del Código Penal, además,
regula las consecuencias accesorias y los criterios valorativos que permitan al juez disminuir o
aumentar la pena correspondiente.
En relación con el principio de proporcionalidad, siguiendo a la doctrina constitucional,
la observancia del principio proporcionalidad implica tener en cuenta los tres juicios que
abarcan el test de razonabilidad o proporcionalidad: el juicio de idoneidad, el juicio de
necesidad y el juicio de proporcionalidad strictu senso.
5.2.2.
Determinación judicial de la pena
Es llevada a cabo por el juez para determinar la pena concreta, para ello, se efectúa a
partir de la calificación llamada determinación cualitativa, la misma que pasa a
la determinación cuantitativa, para efectuar tal procedimiento se tiene que cumplir con lo
señalado en la ley penal; asimismo, conlleva a la individualización de la pena concreta a aplicar
en cada caso.
La llamada teoría de tercios se determina en la identificación de la pena básica y la
individualización de la pena, por lo que se considera atender a las circunstancias especiales
de agravación o atenuación, respectivamente. La misma en que la segunda calificación vertida
obedece al tercio inferior, tercio intermedio y tercio superior respectivamente.
Mientras en los delitos con penas únicas e indivisibles, la función individualizadora de
la pena por parte del juez se reduce a una mínima expresión, ya que una vez determinado el
tipo penal aplicable, no tiene otra opción que la de aplicar la pena indivisible que él designa.
Dicha función se amplía en los delitos con penas alternativas (donde tiene que elegir una de las
previstas) y mucho más cuando la pena es divisible, es decir cuando tiene que determinar una
magnitud entre un máximo y un mínimo.
Asimismo, en la determinación judicial de la pena, implica saber qué pena corresponde
aplicar, por ejemplo: privativa de libertad, restrictivas de libertad, limitativas de derechos o
multa, y de las posibles consecuencias accesorias a imponerse. La determinación judicial de la
pena es la más importante y la que determina la más difícil decisión y aplicación de las
consecuencias jurídicas del delito. Por lo que se trata de un procedimiento técnico y valorativo
de la pena a imponerse, sea al autor o participe de un hecho punible.
5.2.3.
La pena privativa de libertad
La pena privativa de libertad consiste en la limitación coactiva de la libertad de
movimiento mediante el internamiento en un establecimiento penitenciario. Como lo reconoce
expresamente la exposición de motivos del actual Código Penal, la pena privativa de libertad
se ha unificado, no diferenciándose diversas formas de privación de la libertad, como sí lo hizo,
por ejemplo, el Código Penal de 1924, en el que se distinguían el internamiento, la
penitenciaría, la relegación y la prisión. La diferencia se encuentra solamente en la ejecución
de la pena privativa de libertad, en donde se prevén tres regímenes distintos: El régimen
cerrado, el régimen semiabierto y el régimen abierto (artículo 97 del Código de Ejecución
Penal). En el actual Código Penal se diferencian solamente entre penas temporales y cadena
perpetua. Pese a las críticas que ha sufrido la pena privativa de libertad, sobre todo por los
defensores de la criminología crítica, en la sociedad moderna, construida sobre la base de la
libertad individual, esta pena sigue siendo la sanción penal más adecuada para reprimir la
criminalidad especialmente grave. Por esta razón, a la pena privativa de libertad no cabe
recurrir para reprimir cualquier delito, sino que debe reservarse para los hechos más
intolerables. En este sentido, parece inconveniente que el legislador prevea penas privativas de
libertad cortas para delitos no tan graves, pues el tiempo de la privación de libertad no
aconsejaría hacerla efectiva, siendo más recomendable, desde el punto de vista de la
resocialización, recurrir quizá a otras penas menos gravosas y posiblemente más eficaces (las
penas restrictivas de derechos, por ejemplo)
5.2.3.1.
Las penas restrictivas de libertad
Las penas restrictivas de libertad constituyen una ilimitación a la libertad de tránsito. En
la redacción original del Código Penal estas penas eran de dos tipos: La pena de expatriación
para el caso de nacionales y la pena de expulsión del país para el caso de extranjeros. La
legitimidad de la pena de expatriación comenzó, sin embargo, a ser cuestionada, pues se
consideraba contraria a la normativa internacional referida a derechos humanos, la cual niega
la posibilidad de expulsar del país a los nacionales. Por esta razón, mediante Ley 29460 del 27
de noviembre de 2009 se suprimió del Código Penal la pena de expatriación, alegándose
precisamente su incompatibilidad con los instrumentos internacionales en materia de derechos
humanos con rango constitucional.
5.2.3.2.
Las penas limitativas de derechos
Las penas limitativas de derechos constituyen una restricción a otros derechos
constitucionalmente reconocidos, como, por ejemplo, el derecho a la libertad de trabajo, a la
libertad personal, a los derechos políticos, etc. El Código Penal reconoce, como penas
limitativas de derechos, la pena de prestación de servicios a la comunidad, la limitación de días
libres y la in habilitación. Un sector de la doctrina penal destaca la excesiva generalidad de la
denominación utilizada para caracterizar a esta clase de pena. Pero es evidente que en este plan
o no pueden ofrecerse mayores niveles de precisión, dado el aglutinamiento que el legislador
penal ha hecho de restricciones o privación es de derechos de muy diversa índole.
5.2.3.3.
La pena de multa
La pena de multa implica la privación de una parte del patrimonio del autor de un delito.
Esta pena resulta aplicable a supuestos de escasa o mediana gravedad. La determinación de la
cuantía de la multa sigue en la actualidad el sistema de los días multa. Conforme a este sistema,
se establece, en primer lugar, un factor de referencia de la multa, el llamado día-multa, en el
que se tiene en con sideración el ingreso promedio diario del condenado, determinado con base
en su patrimonio, rentas, remuneraciones, nivel de gasto y demás signos exteriores de riqueza.
En cuanto a su imposición, la pena de multa puede aplicarse de manera exclusiva o conjunta.
Ejemplo de un caso sería el delito de calumnia previsto en el artículo 131 del CP.
5.2.4.
Determinación ejecutiva de la pena
En líneas generales, la determinación ejecutiva de la pena corresponde a las posibles
modificaciones que puede sufrir la pena concreta, es decir, que se puede variar durante su
cumplimiento la condición de punibilidad por razones que establece la propia ley. Asimismo,
es posibilitar la pena concreta a un modo más benigno, por ejemplo, una libertad condicional,
por la que correspondería al sistema penitenciario determinar la ejecución penal, previo control
jurisdiccional, administrativo, etc.
CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL Y DE LA
PENA
5.3.
5.3.1.
Las causas de extinción de la acción penal
Las casas de extinción de la acción penal que impiden el inicio o la prosecución de un
proceso penal son la muerte del imputado, la prescripción, la amnistía, el derecho de gracia, la
cosa juzgada y, en el caso de los delitos de acción privada, el desistimiento y la transacción.
5.3.1.1.
La muerte del imputado
La muerte del imputado, como causa de extinción de la acción penal, implica
necesariamente la existencia de un proceso penal iniciado, en la medida que solamente cabe
hablar de un “imputado” una vez abierto un proceso penal. Por ello, hay que entender que la
muerte del imputado extingue, en sentido estricto, la prosecución de la acción penal instaurada
a la persona cuando se encontraba viva.
5.3.1.2.
La prescripción del delito
La prescripción de la acción penal es una causa de extinción de la acción penal que se
fundamenta en la falta de necesidad de pena por la antigüedad del delito (criterio material) y
en que el transcurso del tiempo ofrece dificultades probatorias que aumenta el riesgo de un
error judicial (criterio procesal). Esta combinación de fundamentos explicaría por qué su
naturaleza no se decanta exclusivamente por un carácter sustantivo o procesal. Si fuese sólo de
naturaleza material, la prescripción se presentaría como un a causa de exclusión de la
punibilidad cuya incidencia en el proceso penal debería poder hacerse valer con un a excepción
de improcedencia de acción (por no ser penalmente justiciable), mientras que, si su naturaleza
fuese puramente procesal, la prescripción de la acción penal afectaría una condición de
procedibilidad que debería poder dar pie a una cuestión previa.
Conforme al artículo 80 del CP, la prescripción de la acción penal se produce en un
tiempo igual al máximo de la pena fijado por ley para el delito, si se trata de una pena privativa
de libertad temporal. Este plazo tiene, sin embargo, un límite de veinte años, por lo que los
delitos que contemplan una pena privativa de libertad máxima superior a los veinte años,
mantendrán como plazo de prescripción los veinte años. Si la pena privativa de libertad es de
cadena perpetua, la acción penal prescribirá a los treinta años.
5.3.1.3.
La amnistía
El artículo 102, inciso 6 de la Constitución Política establece que una de las atribuciones
del Congreso de la República es dictar leyes de amnistía. La amnistía elimina legalmente el
hecho punible a que se refiere e implica el perpetuo silencio respecto de este delito. Tal como
se desprende del sentido etimológico de amnistía, se trata de un olvido (amnesia) de la
realización de un hecho delictivo, lo que impide que se procese o se siga procesan do a los
autores del delito beneficiados por una amnistía legalmente dispuesta por el Poder Legislativo.
5.3.1.4.
El derecho de gracia
El artículo 118, inciso 21 de la Constitución Política vigente reconoce la potestad
presidencial de ejercer el derecho de gracia en beneficio de los procesados en los casos en que
la etapa de instrucción haya excedido el doble de su plazo más su ampliatoria. Al igual que la
amnistía, el Tribunal Constitucional ha señalad o que la gracia presidencial está sujeta también
a límites formales y materiales. En cuanto a los primeros, se deben seguir “los requisitos
exigidos de manera expresa en el artículo 118, inciso 21 de la Constitución, a saber 1) Que se
trate de procesados, no de condenados 2) Que la etapa de instrucción haya excedido el doble
de su plazo más su ampliatoria. 3) Aparte de los requisitos ya mencionados, cabe señalar la
necesidad de refrendo ministerial (artículo 120 de la Constitución)
5.3.1.5.
La cosa juzgada
La llamada cosa juzgada constituye un efecto procesal de la resolución judicial firme
que impide que lo que ya se ha resuelto sea nuevamente revisado en el mismo proceso o en
otro proceso. Este instituto procesal se encuentra reconocido en el artículo 139 inciso 13 de la
Constitución Política del Perú, en donde se establece “la prohibición de revivir procesos
fenecidos con resolución ejecutoriada”, así como en el artículo 90 del CP que dispone que nadie
puede ser perseguido por segunda vez en razón de un hecho punible sobre el cual se falló
definitivamente. Mediante el derecho a que se respete una resolución que ha adquirid o la
autoridad de cosa juzga da “
5.3.1.6.
El desistimiento y la transacción en los delitos de acción privada
En el caso de delitos que se persiguen por acción privada o querella, como los delitos
contra el honor, la acción penal se extingue si es que el sujeto pasivo del delito se desiste del
ejercicio de la acción penal o transa con el autor del delito mediante un acuerdo conciliatorio
(artículo 78 inciso 3 del C P). En la medida que el delito ha afectado intereses de carácter
estrictamente personal, se le da la posibilidad a la víctima de poder decidir sobre la prosecución
del proceso penal. El artículo 464 del CPP regula expresamente el desistimiento y la
transacción en los procesos especiales p o r delito de ejercicio privado de la acción penal,
precisando que si el querellante se desiste de la querella no podrá intentarla de nuevo.
5.4.
Las causas de extinción de la pena
Se presentan en aquellos casos en los que existe una sanción penal judicialmente
impuesta, pero cuyo cumplimiento se extingue por ciertas circunstancias especiales. Estas
causas están expresamente mencionadas en el artículo 85 del Código Penal (CP), teniendo cada
una de ellas sus propias particularidades que justifican un estudio diferenciado.
5.3.2. La muerte del condenado
La muerte del imputado ha sido mencionada anteriormente como causa de extinción de
la acción penal y que produce, por lo tanto, el sobreseimiento del proceso penal. Pero si la
muerte del autor del delito se produce cuando éste se encuentra cumpliendo, luego del proceso
penal, la condena judicialmente impuesta (condenado), lo que se extingue ya no puede ser
la acción penal, sino la ejecución de la pena. Por esta razón, el artículo 83 del CP contempla la
muerte del condenado como una causa de extinción de la pena.
5.3.3. La prescripción de la pena
Pena impuesta al autor por resolución firme prescribe si no se cumple en el tiempo que
fija la ley para la prescripción de la acción penal, es decir, el máximo de la pena prevista para
el delito del que se trate.
El fundamento de la figura de la prescripción de la pena reside en que el retardo en el
cumplimiento de la pena impuesta repercute en la función asignada a la pena, por lo que la
demora en su ejecución hace que se pierda la necesidad punitiva que motivó su imposición
judicial. El plazo de prescripción se cuenta desde el día en el que la sentencia condenatoria
quedó firme. Este plazo de prescripción se interrumpe por el comienzo de la ejecución de la
misma o por haber sido aprehendido el condenado a causa de la comisión de un nuevo delito
doloso.
En el caso de revocación de la condena condicional o de la reserva del fallo
condenatorio, la prescripción de la pena comienza a correr desde el día de la revocación. En
este ámbito existe también una prescripción extraordinaria igual al plazo ordinario más una
mitad.
5.3.4. El cumplimiento de la pena
El cumplimiento de la pena impuesta constituye la forma regular de extinguir la pena.
Así como el pago extingue la obligación civil, el cumplimiento de la pena produce el mismo
efecto respecto de ésta. El cumplimiento de la pena no se alcanza con la obtención de la libertad
condicional, pues mientras se mantenga dicho beneficio la pena no se habrá cumplido. Del
mismo modo, la suspensión de la ejecución de la pena y la reserva del fallo condenatorio
solamente alcanzarán la extinción de la pena cuando se haya cumplido el período de prueba sin
una revocación o ampliación.
El artículo 69 del CP establece que cuando el condenado cumple la pena impuesta o ésta
se extingue de algún otro modo, queda rehabilitado sin más trámite, siempre que haya pagado
el íntegro de la reparación civil (Decreto Legislativo N° 1453). Los efectos de la rehabilitación
son dos. Por un lado, restituye a la persona en los derechos suspendidos o restringidos por la
sentencia (lo que no comprende la reposición en los cargos, comisiones o empleo de los que
fije privado con la sentencia) y, por el otro, cancela los antecedentes penales, judiciales y
policiales.
La incorporación de las agravantes genéricas de la reincidencia y habitualidad ha llevado
a diferenciar dos formas de rehabilitación en el caso de penas privativas de libertad por la
comisión de un delito doloso: una provisional y otra definitiva. Con el cumplimiento de la pena
se da una rehabilitación provisional hasta por cinco años, luego de los cuales, sin que medie un
acto de reincidencia o habitualidad, la cancelación será definitiva.
5.3.5. La amnistía y el indulto
De la amnistía ya nos ocupamos al estudiarla como una causa de extinción de la acción
penal. Es una facultad del Poder Legislativo, cuyo ejercicio trae consigo el olvido de la
realización de un delito. La única particularidad que tiene como causa de extinción de la pena
es que la ley que dispone la amnistía entra en vigencia cuando el autor del delito amnistiado se
encuentra ya condenado. Bajo estas circunstancias, es evidente que no procede la extinción de
la acción penal, sino de la pena impuesta por resolución firme.
El indulto, por el contrario, es únicamente una causa de extinción de la pena, en la
medida que se trata de una decisión del Presidente de la República que suprime la pena
impuesta, es decir, que su procedencia requiere la existencia previa de una condena firme.
El indulto es una prerrogativa presidencial prevista en el artículo 118 inciso 21 de la
Constitución Política que debe contar con el correspondiente refrendo ministerial. Mediante la
decisión de indultar a una persona condenada por un delito, el presidente de la República priva
de eficacia a una decisión jurisdiccional de condena emitida en cumplimiento de lo dispuesto
en la ley penal. Dado que esta decisión produce una afectación a la distribución de los poderes,
la procedencia del indulto debe tener un carácter excepcional que solamente lo admita frente a
razones objetivas de peso. En este orden de ideas, el perdón de la pena que dispone el presidente
de la República por medio del indulto debe sustentarse necesariamente en argumentos de
equidad, político-criminales o humanitarios.
El Tribunal Constitucional reconoce que el indulto es una facultad presidencial que está
revestida del máximo grado de discrecionalidad, aunque esto no significa que pueda ser
ejercida sin control jurisdiccional y en la más absoluta arbitrariedad. En consecuencia, el
presidente de la República puede ejercer libremente la facultad de otorgar un indulto a un
condenado, siempre que se explicite una motivación razonable y no se afecten los valores
fundamentales previstos en la Constitución. En este sentido, el indulto presidencial requiere
observar, por un lado, ciertas condiciones de forma, como es seguir el procedimiento
administrativo establecido (D.S. N° 004-2007-JUS y sus modificaciones) y contar con una
motivación suficiente, pues discrecionalidad no es lo mismo que arbitrariedad. A las exigencias
formales se suman, por otro lado, exigencias de fondo que cumplan con explicitar la razón de
peso de su concesión, pero sobre todo que la decisión de indultar no desvirtúa valores
constitucionales, ni tampoco los compromisos internacionales en materia de protección de
derechos humanos. Debe quedar claro que no existe un derecho al indulto que pueda ser
reclamado ante la decisión de no concederlo. Por ello, el indulto puede ser otorgado sin que
haya sido solicitado previamente y ni siquiera requiere del consentimiento del beneficiario.
5.3.6. La exención de pena
La exención de pena se encuentra regulada en el artículo 68 del CP, en donde se le otorga
al juez la facultad de eximir de pena cuando la responsabilidad del agente fuese mínima en un
delito previsto en la ley con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con pena
limitativa de derechos o con multa. Dado que se trata de una facultad otorgada al juez, algunos
califican a la exención de pena como un perdón judicial.
Esta calificación no debe llevar, sin embargo, al falso entendimiento de que se está ante
un acto de gracia judicial, en el que el juez puede liberar a discreción de la pena. La exención
de pena cuenta con un fundamento objetivo que resulta necesario determinar en cada caso para
su efectivo otorgamiento.
Algunos autores consideran que la exención de pena es un mecanismo que sirve para
excluir los casos en los que no hay un merecimiento de pena por el insignificante grado de
injusto y culpabilidad. Esta opinión no parece conveniente, pues si una conducta no reúne la
suficiente entidad para constituir un delito, entonces no habrá que dispensarla de pena, sino que
desde un principio se carece de legitimidad para imponerla.
Por el contrario, mayor plausibilidad tiene el parecer que sostiene que la exención de
pena se corresponde con criterios de oportunidad, en la medida que resulta innecesaria la
imposición de la pena en atención a la nimiedad del delito y la composición del conflicto.
Si bien podría decirse que el artículo 68 del CP solamente exige la levedad del delito,
no debe desconocerse que, en la exposición de motivos, se vincula la exención de pena con el
acuerdo entre las partes.
Desde estas consideraciones, la exención de pena procede en aquellos casos en los que
se produce una composición del conflicto que permite dejar de imponer la pena por su poca
gravedad. Podría alegarse que, dada la existencia de los criterios de oportunidad en la normativa
procesal penal, cabría solucionar estos casos durante el proceso sin esperar a la sentencia, lo
que haría innecesaria la exención de pena. Sin embargo, puede ser que la composición no se
haya conseguido en un primer momento o que existan ciertas limitaciones legales que no
permiten su viabilidad a través del principio de oportunidad procesal. Nuevamente se constata
cómo una institución de carácter sustantivo puede tener una correspondencia teleológica con
una institución de orden procesal.
La levedad del delito para que proceda la exención de pena debe constatarse en un plano
abstracto y concreto. En el plano abstracto, el delito debe estar conminado con una pena
privativa de libertad que no supere los dos años, o con una pena de multa o limitativa de
derechos. En el caso concreto, la responsabilidad penal debe ser mínima, lo que significa que
el contenido del injusto concretamente cometido o la culpabilidad del autor por este injusto
deben estar sustancialmente disminuidos. Conforme a los parámetros definidos en el artículo
68 del CP, la exención de pena no hace ninguna limitación en relación con los que pueden verse
favorecidos por este supuesto de exclusión de la pena, por lo que puede proceder tanto para el
autor como para el partícipe. La exención de pena no impide un pronunciamiento respecto de
la reparación civil, lo que debe atender especialmente al acuerdo al que puedan haber arribado
las partes.
5.3.7. El perdón del ofendido en los delitos de acción privada
El afectado por un delito tiene la posibilidad de perdonar la realización del delito con
efectos en la persecución penal cuando se trate de delitos perseguibles por acción privada.
Anteriormente el perdón del ofendido tuvo incidencia también en ciertos delitos contra la
indemnidad y la libertad sexuales, pero en la actualidad se ha excluido esta causa de extinción
de la pena en dicho ámbito para evitar su uso indebido.
En consecuencia, su ámbito de aplicación se circunscribe a los delitos en los que el
ejercicio de la acción penal recae sobre el titular del bien jurídico afectado. No se incluirán, por
lo tanto, los delitos que requieren de una denuncia de parte como presupuesto de procedibilidad,
pues en dichos casos la titularidad de la acción penal se mantiene en el Ministerio Público,
requiriendo solamente la denuncia previa de los afectados por el delito.
El perdón del ofendido tiene lugar cuando existe ya una condena contra el autor del
delito que lo agravia, ante lo cual el ofendido procede a perdonarle por el delito cometido. Para
que este perdón pueda extinguir la pena debe ser expreso e incondicional. No cabe un perdón
presunto, ni tampoco someterlo a alguna condición. El ofensor no puede oponerse al perdón,
por lo que no se requiere su conformidad. Su concesión tiene un efecto material, por lo que
beneficia a todos los intervinientes en el delito perdonado. En consecuencia, el perdón no es a
un determinado autor, sino al delito cometido. En el caso de pluralidad de ofendidos por un
mismo hecho, es lógico que el perdón de uno de los ofendidos no extingue la pena mientras los
otros no hayan también perdonado.
CONCLUSIÓN
 El Hecho Punible en el Código Penal peruano es una pieza clave en la definición y
aplicación de la justicia en el país. Este concepto establece los elementos fundamentales
para considerar una conducta como delito, así como las penas y sanciones
correspondientes. Comprender y respetar el marco legal relacionado con el Hecho
Punible es esencial para mantener la armonía y el orden social en Perú.
 La pena, en sentido propio constituye una sanción por parte del Estado, quien se
encuentra legitimado para imponerla gracias al principio del Ius Puniendi con el fin de
proteger los bienes jurídicos.
 En conclusión, es importante rescatar que dentro de la determinación de la pena
encontramos principios esenciales y fundamentales como legalidad, proporcionalidad
y razonabilidad como ejes fundamentales para la correcta aplicación de la misma por
parte de los jueces.
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