UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Escuela Profesional de Derecho y Ciencias Política INTEGRANTES Gálvez Abarca Diego Mejía Vásquez José Alexander Raimundo Zapata Eder Alexander Tovar Roque Jhosep Zapata Macalupú María Fernanda Docente Dr. Isidora Concepción Zapata Periche CURSO Derecho Penal PIURA - PERÚ 2023 ÍNDICCE 1. 2. LA REALIZACIÓN DEL HECHO: LA CONSUMACIÓN. ............................................. 5 1.1. EL INTER CRIMINIS ............................................................................................. 5 1.2. DEFINICIÓN DE CONSUMACIÓN ........................................................................ 5 1.3. DIFERENCIA ENTRE TENTATIVA Y CONSUMACIÓN ...................................... 7 1.4. DEFINICIÓN DE AGOTAMIENTO DEL DELITO ................................................. 7 El concurso de delitos...................................................................................................... 7 2.1. Requisitos................................................................................................................ 8 2.1.1. La existencia de una pluralidad de acciones ............................................................ 8 2.1.2. La existencia de una pluralidad de lesiones de la ley penal ....................................... 8 2.1.3. La existencia de una unidad de sujeto activo y la unidad o pluralidad del sujeto positivo........................................................................................................................... 9 2.1.4. Que sea juzgado en un mismo proceso penal ........................................................... 9 3. La Pena .......................................................................................................................... 9 3.1. Teorías de la Pena ...................................................................................................... 10 3.1.1. Teoría Absoluta ................................................................................................... 10 3.1.2. Teoría Relativa .................................................................................................... 10 3.1.3. Teoría Mixta o de la Unión ................................................................................... 11 3.2. Clases de Pena ........................................................................................................... 12 3.2.1. Penas Privativas de la libertad:............................................................................. 12 3.2.2.- Penas restrictivas de la libertad: .......................................................................... 12 3.2.3.- Penas limitativas del derecho: ............................................................................. 12 3.2.4.- Multa ................................................................................................................. 13 4. Consecuencias jurídicas del delito ..................................................................................... 13 4.1 El Hecho Punible ........................................................................................................ 13 4.1.1 Artículo 1: Definición del Hecho Punible ............................................................... 14 4.1.2 Elementos del Hecho Punible................................................................................. 14 4.1.2.1. Acción u omisión ............................................................................................... 14 4.1.2.2. Tipicidad .......................................................................................................... 14 4.1.2.2. Antijuridicidad ................................................................................................. 14 4.1.2.3. Culpabilidad ..................................................................................................... 14 4.1.3 Penas y Sanciones ................................................................................................. 14 4.1.4 El Hecho Punible contribuye a la justicia equitativa ............................................... 15 5. DETERMINACIÓN DE LA PENA ............................................................................... 15 5.1. Aspectos generales ................................................................................................. 15 5.2. Determinaciones de la pena .................................................................................... 16 5.2.1. Determinación legal de la pena ........................................................................ 16 5.2.2. Determinación judicial de la pena.................................................................... 17 5.2.3. La pena privativa de libertad .......................................................................... 18 5.2.4. Determinación ejecutiva de la pena ................................................................. 19 5.3. CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL Y DE LA PENA ................... 20 5.3.1. 5.4. Las causas de extinción de la acción penal........................................................ 20 Las causas de extinción de la pena .......................................................................... 22 5.3.2. La muerte del condenado ................................................................................ 22 5.3.3. La prescripción de la pena .............................................................................. 22 5.3.4. El cumplimiento de la pena ............................................................................. 23 5.3.5. La amnistía y el indulto................................................................................... 23 5.3.6. La exención de pena........................................................................................ 24 5.3.7. El perdón del ofendido en los delitos de acción privada .................................... 26 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................... 27 INTRODUCCIÓN El propósito de la siguiente investigación es explicar alguna de las figuras esenciales y necesarias para el entendimiento del Derecho penal en su parte más general, se tratará de que los lectores del presente trabajo, obtengan una mayor comprensión mediante la presentación de ejemplos precisos en cada uno de los puntos a tratar. Dentro de los múltiples temas contenidos en el presente trabajo encontramos la realización del hecho o consumación y el agotamiento del delito, el concurso de leyes o también denominado concurso aparente de leyes, el concurso de delitos o concurso real de delitos, la pena y la punibilidad y la determinación de la pena, incluidas las causas de extinción de la acción penal y de la pena misma A lo largo del desarrollo de la siguiente investigación no ha existido dificultad alguna debido a la existencia de múltiples fuentes de información, lo cual ha permitido que el contenido de la investigación sea bien detallada y estructurada, además la presencia de la doctrina y jurisprudencia dentro del ámbito nacional han sido de gran utilidad al momento de complementar los diferentes puntos tratados. Se espera que la presente investigación sea de gran utilidad para aquellos estudiantes del derecho así como también a aquellas personas ajenas a ésta, el Derecho penal es una disciplina que presenta una constante evolución, por ende debe adaptarse a los cambios sociales que se presentan para seguir siendo eficaz, al comprender los diversos temas que contiene esta rama del derecho podremos contribuir a una sociedad más justa e informada en el conocimiento de sus derechos y el respeto de todos los miembros que conforman nuestro país. 1. LA REALIZACIÓN DEL HECHO: LA CONSUMACIÓN. 1.1. EL INTER CRIMINIS El inter criminis, también conocido como el camino o proceso del delito, es una secuencia de fases por las cuales pasa el sujeto activo, o sea la persona que puede o no cometer una conducta delictiva. Este proceso se da en dos momentos, en una fase interna donde el individuo idea, delibera y decide si está dispuesto o no a realizar la conducta tipificada. Siendo esta etapa no punible pues se desarrolla en la mente de la persona y no implica una realización o materialización del delito. Luego tenemos la fase externa que se da en tres momentos: la manifestación, la preparación y la ejecución, siendo en la última etapa donde encontramos la tentativa y la consumación del delito. La realización de hecho o consumación es cuando ya se ha sobrepasado las fases del Iter criminis, y por lo tanto el delito se encuentra ya ejecutado. Es preciso señalar que luego del momento de la consumación sigue, posteriormente, la etapa de agotamiento donde el sujeto logra satisfacer sus intenciones al consumar el delito. DEFINICIÓN DE CONSUMACIÓN 1.2. La consumación es la etapa de la fase externa del camino al delito donde el sujeto activo luego de exteriorizar sus intenciones y realizar ciertas conductas que sirven de preparación para la ejecución del comportamiento delictivo logra concretar el accionar tipificado en las normas. Se entiende por consumación la completa realización de la conducta descrita en el tipo por el legislador. Siendo así que, la consumación es el resultado de la completa realización de los elementos que conforman la teoría del delito, es decir se presenta la conducta delictiva tal cual lo señalado en la norma penal correspondiente o lo tipificado según la ley. La consumación es la producción del accionar típico y sucede en el momento exacto en el que se daña o pone en riesgo el bien jurídico tutelado. La consumación surge cuando se cumple totalmente los requisitos exigidos por el tipo (Alcócer, 2018, p. 264). Cabe resaltar que esta etapa no debe verse solamente desde un plano netamente formal, sino también desde lo material. Siendo así que tenemos una consumación formal y la consumación material en la que resalta la prolongación de la conducta delictiva. En ciertos delitos, tras la consumación de la conducta, quedan todavía momentos posteriores que pueden ser de interés. Algunos tipos admiten diferencias entre la completa realización de la conducta (o consumación formal) y la finalización de la lesión del bien jurídico en cuestión (consumación material o terminación). EJEMPLOS ● Robo: La consumación del delito de robo ocurre cuando una persona se apodera de manera ilícita de un bien mueble ajeno, sin el consentimiento de su propietario y con ánimo de lucro. Por ejemplo, si alguien ingresa a una casa ajena, toma objetos de valor y sale sin ser detectado, se considera que el robo se ha consumado. ● Homicidio: La consumación del delito de homicidio ocurre cuando una persona causa la muerte de otra de forma intencional o por negligencia grave. Por ejemplo, si alguien dispara a otra persona y esta muere a causa de las heridas, se considera que el homicidio se ha consumado. ● Estafa: La consumación del delito de estafa se produce cuando una persona engaña a otra para obtener un beneficio económico o patrimonial injusto. Por ejemplo, si alguien convence a otra persona de invertir en un negocio falso y obtiene su dinero, se considera que la estafa se ha consumado. ● Violación: La consumación del delito de violación ocurre cuando una persona realiza actos sexuales no consentidos con otra persona mediante violencia, amenaza o coerción. Por ejemplo, si alguien obliga a otra persona a tener relaciones sexuales sin su consentimiento, se considera que la violación se ha consumado. a) CONSUMACIÓN FORMAL: Se produce cuando el delito está formalmente consumado. Generalmente, la ley indica la consumación en relación con el resultado lesivo producido, pero, sin embargo, ella admite que la consumación surja en un momento anterior, esto se da en los delitos de resultado cortado, en los delitos de peligro, etc. b) CONSUMACIÓN MATERIAL: A esta clasificación de consumación es a la que se le conoce como “Agotamiento del delito”. Con la consumación material el sujeto activo logra el fin último o intención por la que se cometió el delito. El agente que comete el delito consigue satisfacer la intención que perseguía al idear, ejecutar y consumar el hecho criminal. 1.3. DIFERENCIA ENTRE TENTATIVA Y CONSUMACIÓN La tentativa supone pasar de la fase interna o preparatoria a la fase de ejecución del delito, es entonces necesaria una ejecución parcial o total de los hechos que se describen en el tipo penal. El agente quiere la consumación del delito, por lo que no existe un desistimiento voluntario. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema en la R.N. № 3395-99, Lima estableció las diferencias entre consumación y tentativa fundamentando: (...) la tentativa, a diferencia de la consumación, importa de parte del agente una puesta en marcha del plan personal de ejecución sin lograr realizar el fin representado; así, éste da cumplimiento a todos los requisitos del tipo, tanto objetivo como subjetivo, realizándolo imperfectamente, de modo que constituye “una interrupción del proceso de ejecución tendente a alcanzar la consumación”. 1.4. DEFINICIÓN DE AGOTAMIENTO DEL DELITO El agotamiento del delito es la consecución de los objetivos del delincuente tras la consumación del delito al producirse el último elemento o requisito típico. Se denomina agotamiento o terminación del delito. El agotamiento del delito se refiere a una figura legal que establece que, si se ha cometido una infracción penal en varias etapas o fases, solo se considera un delito consumado cuando se ha completado la última etapa. Esto significa que, si alguien es arrestado en una etapa temprana de la planificación o intento de cometer un delito, y no ha llegado a la etapa final de ejecución, el delito no se considera consumado y puede ser tratado legalmente de manera diferente. (Definición De Agotamiento, n.d.) EJEMPLOS ● El robo a un banco. ● Un homicidio 2. El concurso de delitos El concurso de delitos o también denominado concurso material, es aquel en donde un individuo realiza varias acciones punibles de las cuales derivan la comisión de ciertas infracciones penales. Dicho de otra manera, son un conjunto de acciones o hechos realizados de manera independiente en donde cada uno de estos hechos constituye un delito autónomo y son realizados por un mismo individuo, todas las acciones serán consideradas al momento del proceso penal. Dentro del ordenamiento jurídico nacional, esta figura se encuentra regulada en el Artículo 50 del Código Penal de la siguiente manera. Artículo 50.- Concurso real de delitos Cuando concurran varios hechos punibles que deban considerarse como otros tantos delitos independientes, se sumarán las penas privativas de libertad que fije el juez para cada uno de ellos hasta un máximo del doble de la pena del delito más grave, no pudiendo exceder de 35 años. Si alguno de estos delitos se encuentra reprimido con cadena perpetua se aplicará únicamente ésta. Existe una gran diferencia entre el Concurso real y el Concurso ideal de delitos, esta radica en que la primera se caracteriza por presentar pluralidad de acciones, por lo tanto, constituye la contrapartida del concurso ideal. Además, presenta diferentes acciones con distintos resultados lo que no crea ningún problema teórico importante. 2.1. Requisitos 2.1.1. La existencia de una pluralidad de acciones Pueden concursar acciones con acciones, omisiones con omisiones, sean dolosos o imprudentes los cuales deben ser de carácter delictivo y punibles independientemente. 2.1.2. La existencia de una pluralidad de lesiones de la ley penal En la pluralidad de lesiones de la ley penal, el concurso puede afectar más de una vez la misma disposición penal o diferentes. Las acciones independientes van a representar a las infracciones penales. Cabe destacar que las lesiones, para que se puedan configurar como tal no es necesario que el agente llegue a realizar todas estas lo cual da pie a que algunas de estas queden como simple tentativa. 2.1.3. La existencia de una unidad de sujeto activo y la unidad o pluralidad del sujeto positivo Las circunstancias en las que se haya producido el hecho delictivo, esto es si el sujeto actuó como cómplice, autor, coautor, que haya actuado solo o con partícipes resultan irrelevantes para la presente figura. El sujeto pasivo puede ser único o plural, es decir que varios individuos pueden resultar afectados por la conducta delictiva realizada por el agente. 2.1.4. Que sea juzgado en un mismo proceso penal Es menester que el agente sea juzgado en un mismo proceso penal. La vinculación existente entre el Concurso real y el proceso penal dan como consecuencia un concurso real procesal. Esta derivación del concurso real tiene sustento en el Artículo 50 del Código Penal cuando se hace mención a “otros tantos delitos independientes”. Con este enunciado surge la incógnita si estos delitos independientes se deben procesar o como procesos sumarios o procesos ordinarios, a lo cual el Art 1 del D.L N°124 afirma que ante un Concurso de delitos en el cual unos sean más graves que otros, el proceso adecuado será el ordinario. 3. La Pena La “pena” tiene su origen en el latin: poena, cuyo significado es castigo, tortura, tormento fisico, sufrimiento o padecimiento. Entonces en este sentido, se califica a la pena como una sanción que produce la pérdida o restricción de derechos de un sujeto hallado responsable de un delito. Franz Von Liszt define a la pena como “El tratamiento que el Estado impone al sujeto que ha cometido una acción antisocial o que representa peligrosidad social, pudiendo o no ser un sujeto y teniendo como fin la defensa social”. En términos generales se puede decir que la pena es un “mal” que debe imponerse al culpable o responsable de la comisión de un delito. La pena es un castigo consistente en la privación de un bien jurídico por la autoridad legalmente determinada a quien, tras un debido proceso, aparece como responsable de una infracción del Derecho y a causa de dicha infracción. Hablar de una pena, en el derecho Penal, es también hablar del principio del “IusPuniendi” que no es más que la facultad otorgada únicamente al Estado para que imponga el cumplimiento de penas, sanciones, medidas de seguridad a sujetos que atentan contra un bien jurídico. Cabe recalcar que de manera simultánea se debe tener en cuenta el principio de legalidad, el cual nos indica que para la aplicación de la pena a un sujeto, el hecho ilícito debe estar previsto en la ley como delito con anterioridad a la comisión del delito. 3.1. Teorías de la Pena 3.1.1. Teoría Absoluta Sostiene que la pena halla su justificación en sí misma, es decir no es un medio para alcanzar un fin. Es absoluta porque es independiente de su efecto y valorización social. ● Teoría Retributiva: Desarrollada por Kant en el aspecto que la pena “debe ser” aun cuando el estado y la sociedad ya no existan. Así mismo por Hegel, quien aduce a una pena pública siendo esta base para la sistematización de la Teoría del Delito. Ambos autores coinciden y reconocen que la pena no cumple con un fin como la intimidación o mejoramiento social. Para el pensamiento retribucionista, el sentido de la pena radica en que la culpabilidad del autor de un delito se compensa con la aplicación de una pena. En términos generales, la pena viene a ser la retribución que se le da a quién comete un delito y ahí acaba su función, dejando en segundo plano su valorización social. El mal de la pena está justificado con el mal del delito, se concibe como un mal que debe sufrir el autor del delito para compensar el mal causado por este último. Teniendo como antecedentes “la ley del talión” por su conocida frase “ojo por ojo, diente por diente”. Esto no significa que las teorías retribucionista no le asigne ninguna función a la pena, porque de algún u otro modo, le atribuyen la función de realizar justicia. 3.1.2. Teoría Relativa Para esta teoría, la pena será entendida como un medio para la obtención de fines sociales, ya sea generales o individuales. ● Teoría de la prevención general: Está dirigida y planteada al conjunto de integrantes de una sociedad y puede tener dos aspectos, uno positivo y otro negativo. a) Prevención General Negativa: La pena es utilizada como un mecanismo de intimidación para la prevención de delitos. Se fundamenta en contrarrestar los impulsos “criminales” de los sujetos, por temor a sufrirla, previniendo de este modo que se cometan más y más delitos. Según esta teoría, la pena no puede ser percibida como un bien, a diferencia de la teoría retributiva, puesto que la imposición de un bien a un sujeto no los intimidaría. b) Prevención General Positiva: Es vista como prevalecimiento o afirmación del derecho a los ojos de la sociedad. Así se adjudica a la pena ya un fin de conservación del orden, o de conservación del derecho, o para fortalecer la pretensión de validez de las normas jurídicas en la conciencia de la generalidad, o bien reforzar las costumbres sociales y la fidelidad al derecho o como afirmación de la conciencia social de la norma. ● Teorías de la prevención Especial: Según este punto de vista preventivo-especial, el fin de la pena es disuadir al autor de futuros hechos punibles, es decir, evitar las reincidencias y sólo es indispensable aquella pena que se necesite para lograrlo, se procurará readaptar al autor mediante tratamientos de resocialización. Así, la necesidad de prevención especial es la que legitima la pena, según Von Liszt; "sólo la pena necesaria es justa". Se habla de "relativa" porque su finalidad está referida a la "evitación del delito". 3.1.3. Teoría Mixta o de la Unión Para esta última clasificación, es una combinación de la teoría absoluta y relativa. La polémica entre teorías absolutas y relativas de la pena evidencia que existe más de un fin de la pena ya que ninguna de las mencionadas concepciones agota el fundamento para su explicación. De allí se derivan teorías de la unión que procuran articular una síntesis entre las doctrinas antes mencionadas. Los intentos para presentar una fundamentación coherente de la pena, que contemple al mismo tiempo las teorías absolutas y las relativas, son variados. Además, éstas "teorías de la unión" son dominantes en el Derecho penal actual. 3.2. Clases de Pena Según el art 28 del Código Penal Peruano: 3.2.1. Penas Privativas de la libertad Este tipo de pena, priva al condenado del derecho fundamental, tal cual se indica en el nombre: la libertad. Obligándolo a permanecer encerrado en un establecimiento. Al sujeto en cuestión, se le aplica esta pena que puede ser de carácter temporal o perpetua. La pena temporal tendrá una duración mínima de 2 días y una máxima de 35 años. (Art 29 del C.P.P) 3.2.2.- Penas restrictivas de la libertad En contraste con la pena privativa, son aquellas que sin privar totalmente al condenado de su libertad de movimiento, le imponen ciertas limitaciones. Por lo general, son penas que restringen los derechos de libre tránsito y permanencia en el territorio nacional de los condenados. (Art 30 del C.P.P) Las penas privativas que regula nuestro código son: la expatriación (tratándose de ciudadanos nacionales) y la expulsión del país (tratándose de ciudadanos extranjeros). 3.2.3.- Penas limitativas del derecho Consideradas en los artículos 31º al 40º del Código Penal. Estas sanciones punitivas limitan el ejercicio de determinados derechos económicos, políticos y civiles, así como el disfrute total del tiempo libre. Son de tres clases: Prestación de servicios a la comunidad (variante especial del trabajo correccional en libertad), limitación de días libres (el condenado sólo debe internarse en un centro carcelario por períodos breves que tienen lugar los días sábados, domingos o feriados) e inhabilitación (incapacidades o suspensiones que pueden imponerse a un condenado). 3.2.4.- Multa La pena de multa obliga al condenado a pagar al Estado una suma de dinero fijada en días multa. El importe del día multa es equivalente al ingreso promedio diario del condenado y se determina atendiendo a su patrimonio, renta, remuneraciones, nivel de gasto y demás signos exteriores de riqueza. 4. Consecuencias jurídicas del delito Dentro de la legislación peruana, la pena y las medidas de seguridad son las principales consecuencias jurídicas del delito, aunque existe la reparación civil como tercera vía, esta es considerada de segundo plano debido a su naturaleza. La pena es entendida como la privación o restricción de bienes jurídicos conforme a lo establecido en la ley dada por los órganos jurisdiccionales al responsable del delito y las medidas de seguridad es la privación de bienes jurídicos impuesta al sujeto peligroso cuya finalidad es evitar la comisión de delitos por parte de este procurando la seguridad de la comunidad. En el concurso real de delitos, las consecuencias jurídicas se pueden aplicar de tres maneras. Por un lado, tenemos la acumulación terminal, que no es sino la acumulación aritmética o suma de todas las penas correspondientes de los distintos delitos. La segunda forma es la absorción que es entendida como la integración de la pena menor sobre la más grave, con ello los delitos de menor cuantía quedan impunes. La tercera forma es la acumulación jurídica, que considera una pena total elevando adecuadamente la pena concreta más grave, tomando en cuenta las otras penas para dar un sentido de gravedad a la pena total quedando como circunstancias agravantes. 4.1 El Hecho Punible Se refiere a la acción u omisión que, según la ley, constituye un delito y es susceptible de ser sancionado penalmente. Es el primer elemento clave que debe ser establecido para considerar la existencia de un delito y, por ende, la aplicación de medidas punitivas. 4.1.1 Artículo 1: Definición del Hecho Punible El artículo 1 establece la definición del Hecho Punible en el marco legal peruano. Establece que el Hecho Punible es toda acción u omisión que, de acuerdo con la ley penal, es calificada como delito. Esto significa que para que una conducta sea considerada como un delito, debe cumplir con los requisitos y elementos establecidos en la legislación penal vigente. 4.1.2 Elementos del Hecho Punible Dentro del contexto del Hecho Punible, es esencial comprender los elementos que constituyen un Hecho Punible. Estos elementos varían dependiendo del tipo de delito en cuestión, pero generalmente incluyen los siguientes: 4.1.2.1. Acción u omisión El delito puede surgir tanto de una acción, es decir, un acto voluntario que infringe la ley, como de una omisión, que implica la falta de realizar algo que la ley exige. 4.1.2.2. Tipicidad La conducta debe estar previamente tipificada en la legislación penal. Es decir, debe existir una descripción clara y precisa del delito en la ley. 4.1.2.2. Antijuridicidad La acción u omisión debe ser contraria a la ley. Es decir, debe violar una norma legal existente. 4.1.2.3. Culpabilidad El autor del delito debe ser capaz de comprender la ilicitud de su acción u omisión y actuar con la intención de cometer el delito. 4.1.3 Penas y Sanciones Dentro del marco del Hecho Punible, las penas y sanciones aplicables varían según la gravedad del delito cometido. El sistema legal peruano establece un amplio rango de penas, que pueden incluir desde sanciones pecuniarias y restricciones de libertad hasta penas de prisión, dependiendo de la naturaleza y gravedad del delito. 4.1.4 El Hecho Punible contribuye a la justicia equitativa El Hecho Punible contribuye a la justicia equitativa al establecer los criterios y parámetros necesarios para garantizar una evaluación objetiva de los hechos punibles. Al cumplir con los elementos y requisitos establecidos en la legislación penal, se asegura que se respeten los derechos y garantías de todas las partes involucradas, promoviendo la equidad y el debido proceso en la aplicación de la justicia. 5. DETERMINACIÓN DE LA PENA 5.1. Aspectos generales Según García (2012). “El proceso de determinación de la pena asumido por nuestro Código Penal constituye un proceso complejo que se lleva a cabo tanto en el plan o legislativo como judicial. En primer lugar, el legislador precisa la clase de pena que el juez puede imponer por el hecho cometido, así como el parámetro máximo o mínimo (marco penal abstracto), dentro del que se moverá el juez penal para determinar la pena concreta. Hay que precisar, sin embargo, que el juez no realiza de forma autónoma la individualización de la pena a partir del marco penal abstracto. El legislador penal ofrece adicionalmente ciertos criterios generales que concretan parcialmente el marco legal abstracto (marco abstracto-concreto). Por un lado, el legislador prevé un conjunto de circunstancias que modifican la responsabilidad penal aumentando o reduciendo el marco penal inicialmente previsto y, por el otro, establece las reglas que deben seguirse para determinar el marco penal abstracto en ciertos supuestos de concurso de delitos. Con el marco penal resultante de aplicar eventualmente las reglas anteriores, el juez se en carga de fijar la pena concreta a imponer al autor, en función de ciertas circunstancias específicas previstas en la ley” (Pág.823) Una vez establecida la existencia de un hecho delictivo y estando vigente el interés del Estado por castigar este hecho, resulta necesario determinar la consecuencia jurídico-penal que le corresponde al delito cometido. En la doctrina penal, existen tres clases de determinación de la pena, como son: a) determinación judicial de la pena (corresponde fijar al juez), b) determinación legal de la pena (establece el legislador) y c) determinación ejecutiva de la pena (corresponde la administración al sistema penitenciario), que en otras legislaciones es conocida como individualización judicial, legal y ejecutiva de la pena. En efecto, nuestro ordenamiento jurídico-penal, existe un sistema mixto de regulación y aplicación de la pena correspondiente. En un sentido más amplio, la tarea de individualizar la pena no se agota en la tarea judicial de determinar la clase y cantidad de pena que corresponde al caso concreto, sino que incluye otras cuestiones, como la creación de un marco punitivo abstracto para cada hecho punible, la determinación de pautas que el juez debe considerar, la discrecionalidad que resulte admisible en su aplicación, la decisión sobre la viabilidad de una condena de ejecución condicional, las modalidades de ejecución o, en fin, la determinación de la fecha de libertad anticipada; por lo que se pasará a desarrollar las principales diferencias entre determinación judicial, legal y ejecutiva de la pena. Finalmente, la determinación de la pena es, en sentido estricto, aquel proceso por el que el juez o sala penal decide la pena que merece un determinado hecho típico, antijurídico, culpable y punible, en un autor en concreto. Asimismo, es preciso señalar que la determinación de la pena seda a partir del análisis jurídico-penal que prevé la norma penal en los artículos 45, 45-A, 46 del Código Penal. 5.2. 5.2.1. Determinaciones de la pena Determinación legal de la pena La determinación de un marco penal abstracto, por parte del legislador, no opera arbitrariamente, sino que debe estar orientada por el conjunto de principios informadores que limitan el ejercicio del ius puniendi. En especial, hay que mencionar al principio de legalidad y al principio de proporcionalidad. Es preciso dar algunos alcances al respecto. En relación al principio de legalidad y su aplicación, se obedece a lo normado en el artículo 2 inciso 24, literal d) de la Constitución Política, a la letra dice: Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley. Cabe precisar, en líneas generales, que el principio de legalidad penal se extiende en su aplicación a todas las ramas del derecho, como son: derecho procesal penal, derecho penal, y derecho penitenciario, las mismas que están relacionadas entre sí. La pena abstracta está constituida por el máximo y el mínimo de la pena fijada donde el legislador fija ello para cada tipo penal que regula la Parte Especial del Código Penal, además, regula las consecuencias accesorias y los criterios valorativos que permitan al juez disminuir o aumentar la pena correspondiente. En relación con el principio de proporcionalidad, siguiendo a la doctrina constitucional, la observancia del principio proporcionalidad implica tener en cuenta los tres juicios que abarcan el test de razonabilidad o proporcionalidad: el juicio de idoneidad, el juicio de necesidad y el juicio de proporcionalidad strictu senso. 5.2.2. Determinación judicial de la pena Es llevada a cabo por el juez para determinar la pena concreta, para ello, se efectúa a partir de la calificación llamada determinación cualitativa, la misma que pasa a la determinación cuantitativa, para efectuar tal procedimiento se tiene que cumplir con lo señalado en la ley penal; asimismo, conlleva a la individualización de la pena concreta a aplicar en cada caso. La llamada teoría de tercios se determina en la identificación de la pena básica y la individualización de la pena, por lo que se considera atender a las circunstancias especiales de agravación o atenuación, respectivamente. La misma en que la segunda calificación vertida obedece al tercio inferior, tercio intermedio y tercio superior respectivamente. Mientras en los delitos con penas únicas e indivisibles, la función individualizadora de la pena por parte del juez se reduce a una mínima expresión, ya que una vez determinado el tipo penal aplicable, no tiene otra opción que la de aplicar la pena indivisible que él designa. Dicha función se amplía en los delitos con penas alternativas (donde tiene que elegir una de las previstas) y mucho más cuando la pena es divisible, es decir cuando tiene que determinar una magnitud entre un máximo y un mínimo. Asimismo, en la determinación judicial de la pena, implica saber qué pena corresponde aplicar, por ejemplo: privativa de libertad, restrictivas de libertad, limitativas de derechos o multa, y de las posibles consecuencias accesorias a imponerse. La determinación judicial de la pena es la más importante y la que determina la más difícil decisión y aplicación de las consecuencias jurídicas del delito. Por lo que se trata de un procedimiento técnico y valorativo de la pena a imponerse, sea al autor o participe de un hecho punible. 5.2.3. La pena privativa de libertad La pena privativa de libertad consiste en la limitación coactiva de la libertad de movimiento mediante el internamiento en un establecimiento penitenciario. Como lo reconoce expresamente la exposición de motivos del actual Código Penal, la pena privativa de libertad se ha unificado, no diferenciándose diversas formas de privación de la libertad, como sí lo hizo, por ejemplo, el Código Penal de 1924, en el que se distinguían el internamiento, la penitenciaría, la relegación y la prisión. La diferencia se encuentra solamente en la ejecución de la pena privativa de libertad, en donde se prevén tres regímenes distintos: El régimen cerrado, el régimen semiabierto y el régimen abierto (artículo 97 del Código de Ejecución Penal). En el actual Código Penal se diferencian solamente entre penas temporales y cadena perpetua. Pese a las críticas que ha sufrido la pena privativa de libertad, sobre todo por los defensores de la criminología crítica, en la sociedad moderna, construida sobre la base de la libertad individual, esta pena sigue siendo la sanción penal más adecuada para reprimir la criminalidad especialmente grave. Por esta razón, a la pena privativa de libertad no cabe recurrir para reprimir cualquier delito, sino que debe reservarse para los hechos más intolerables. En este sentido, parece inconveniente que el legislador prevea penas privativas de libertad cortas para delitos no tan graves, pues el tiempo de la privación de libertad no aconsejaría hacerla efectiva, siendo más recomendable, desde el punto de vista de la resocialización, recurrir quizá a otras penas menos gravosas y posiblemente más eficaces (las penas restrictivas de derechos, por ejemplo) 5.2.3.1. Las penas restrictivas de libertad Las penas restrictivas de libertad constituyen una ilimitación a la libertad de tránsito. En la redacción original del Código Penal estas penas eran de dos tipos: La pena de expatriación para el caso de nacionales y la pena de expulsión del país para el caso de extranjeros. La legitimidad de la pena de expatriación comenzó, sin embargo, a ser cuestionada, pues se consideraba contraria a la normativa internacional referida a derechos humanos, la cual niega la posibilidad de expulsar del país a los nacionales. Por esta razón, mediante Ley 29460 del 27 de noviembre de 2009 se suprimió del Código Penal la pena de expatriación, alegándose precisamente su incompatibilidad con los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos con rango constitucional. 5.2.3.2. Las penas limitativas de derechos Las penas limitativas de derechos constituyen una restricción a otros derechos constitucionalmente reconocidos, como, por ejemplo, el derecho a la libertad de trabajo, a la libertad personal, a los derechos políticos, etc. El Código Penal reconoce, como penas limitativas de derechos, la pena de prestación de servicios a la comunidad, la limitación de días libres y la in habilitación. Un sector de la doctrina penal destaca la excesiva generalidad de la denominación utilizada para caracterizar a esta clase de pena. Pero es evidente que en este plan o no pueden ofrecerse mayores niveles de precisión, dado el aglutinamiento que el legislador penal ha hecho de restricciones o privación es de derechos de muy diversa índole. 5.2.3.3. La pena de multa La pena de multa implica la privación de una parte del patrimonio del autor de un delito. Esta pena resulta aplicable a supuestos de escasa o mediana gravedad. La determinación de la cuantía de la multa sigue en la actualidad el sistema de los días multa. Conforme a este sistema, se establece, en primer lugar, un factor de referencia de la multa, el llamado día-multa, en el que se tiene en con sideración el ingreso promedio diario del condenado, determinado con base en su patrimonio, rentas, remuneraciones, nivel de gasto y demás signos exteriores de riqueza. En cuanto a su imposición, la pena de multa puede aplicarse de manera exclusiva o conjunta. Ejemplo de un caso sería el delito de calumnia previsto en el artículo 131 del CP. 5.2.4. Determinación ejecutiva de la pena En líneas generales, la determinación ejecutiva de la pena corresponde a las posibles modificaciones que puede sufrir la pena concreta, es decir, que se puede variar durante su cumplimiento la condición de punibilidad por razones que establece la propia ley. Asimismo, es posibilitar la pena concreta a un modo más benigno, por ejemplo, una libertad condicional, por la que correspondería al sistema penitenciario determinar la ejecución penal, previo control jurisdiccional, administrativo, etc. CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL Y DE LA PENA 5.3. 5.3.1. Las causas de extinción de la acción penal Las casas de extinción de la acción penal que impiden el inicio o la prosecución de un proceso penal son la muerte del imputado, la prescripción, la amnistía, el derecho de gracia, la cosa juzgada y, en el caso de los delitos de acción privada, el desistimiento y la transacción. 5.3.1.1. La muerte del imputado La muerte del imputado, como causa de extinción de la acción penal, implica necesariamente la existencia de un proceso penal iniciado, en la medida que solamente cabe hablar de un “imputado” una vez abierto un proceso penal. Por ello, hay que entender que la muerte del imputado extingue, en sentido estricto, la prosecución de la acción penal instaurada a la persona cuando se encontraba viva. 5.3.1.2. La prescripción del delito La prescripción de la acción penal es una causa de extinción de la acción penal que se fundamenta en la falta de necesidad de pena por la antigüedad del delito (criterio material) y en que el transcurso del tiempo ofrece dificultades probatorias que aumenta el riesgo de un error judicial (criterio procesal). Esta combinación de fundamentos explicaría por qué su naturaleza no se decanta exclusivamente por un carácter sustantivo o procesal. Si fuese sólo de naturaleza material, la prescripción se presentaría como un a causa de exclusión de la punibilidad cuya incidencia en el proceso penal debería poder hacerse valer con un a excepción de improcedencia de acción (por no ser penalmente justiciable), mientras que, si su naturaleza fuese puramente procesal, la prescripción de la acción penal afectaría una condición de procedibilidad que debería poder dar pie a una cuestión previa. Conforme al artículo 80 del CP, la prescripción de la acción penal se produce en un tiempo igual al máximo de la pena fijado por ley para el delito, si se trata de una pena privativa de libertad temporal. Este plazo tiene, sin embargo, un límite de veinte años, por lo que los delitos que contemplan una pena privativa de libertad máxima superior a los veinte años, mantendrán como plazo de prescripción los veinte años. Si la pena privativa de libertad es de cadena perpetua, la acción penal prescribirá a los treinta años. 5.3.1.3. La amnistía El artículo 102, inciso 6 de la Constitución Política establece que una de las atribuciones del Congreso de la República es dictar leyes de amnistía. La amnistía elimina legalmente el hecho punible a que se refiere e implica el perpetuo silencio respecto de este delito. Tal como se desprende del sentido etimológico de amnistía, se trata de un olvido (amnesia) de la realización de un hecho delictivo, lo que impide que se procese o se siga procesan do a los autores del delito beneficiados por una amnistía legalmente dispuesta por el Poder Legislativo. 5.3.1.4. El derecho de gracia El artículo 118, inciso 21 de la Constitución Política vigente reconoce la potestad presidencial de ejercer el derecho de gracia en beneficio de los procesados en los casos en que la etapa de instrucción haya excedido el doble de su plazo más su ampliatoria. Al igual que la amnistía, el Tribunal Constitucional ha señalad o que la gracia presidencial está sujeta también a límites formales y materiales. En cuanto a los primeros, se deben seguir “los requisitos exigidos de manera expresa en el artículo 118, inciso 21 de la Constitución, a saber 1) Que se trate de procesados, no de condenados 2) Que la etapa de instrucción haya excedido el doble de su plazo más su ampliatoria. 3) Aparte de los requisitos ya mencionados, cabe señalar la necesidad de refrendo ministerial (artículo 120 de la Constitución) 5.3.1.5. La cosa juzgada La llamada cosa juzgada constituye un efecto procesal de la resolución judicial firme que impide que lo que ya se ha resuelto sea nuevamente revisado en el mismo proceso o en otro proceso. Este instituto procesal se encuentra reconocido en el artículo 139 inciso 13 de la Constitución Política del Perú, en donde se establece “la prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada”, así como en el artículo 90 del CP que dispone que nadie puede ser perseguido por segunda vez en razón de un hecho punible sobre el cual se falló definitivamente. Mediante el derecho a que se respete una resolución que ha adquirid o la autoridad de cosa juzga da “ 5.3.1.6. El desistimiento y la transacción en los delitos de acción privada En el caso de delitos que se persiguen por acción privada o querella, como los delitos contra el honor, la acción penal se extingue si es que el sujeto pasivo del delito se desiste del ejercicio de la acción penal o transa con el autor del delito mediante un acuerdo conciliatorio (artículo 78 inciso 3 del C P). En la medida que el delito ha afectado intereses de carácter estrictamente personal, se le da la posibilidad a la víctima de poder decidir sobre la prosecución del proceso penal. El artículo 464 del CPP regula expresamente el desistimiento y la transacción en los procesos especiales p o r delito de ejercicio privado de la acción penal, precisando que si el querellante se desiste de la querella no podrá intentarla de nuevo. 5.4. Las causas de extinción de la pena Se presentan en aquellos casos en los que existe una sanción penal judicialmente impuesta, pero cuyo cumplimiento se extingue por ciertas circunstancias especiales. Estas causas están expresamente mencionadas en el artículo 85 del Código Penal (CP), teniendo cada una de ellas sus propias particularidades que justifican un estudio diferenciado. 5.3.2. La muerte del condenado La muerte del imputado ha sido mencionada anteriormente como causa de extinción de la acción penal y que produce, por lo tanto, el sobreseimiento del proceso penal. Pero si la muerte del autor del delito se produce cuando éste se encuentra cumpliendo, luego del proceso penal, la condena judicialmente impuesta (condenado), lo que se extingue ya no puede ser la acción penal, sino la ejecución de la pena. Por esta razón, el artículo 83 del CP contempla la muerte del condenado como una causa de extinción de la pena. 5.3.3. La prescripción de la pena Pena impuesta al autor por resolución firme prescribe si no se cumple en el tiempo que fija la ley para la prescripción de la acción penal, es decir, el máximo de la pena prevista para el delito del que se trate. El fundamento de la figura de la prescripción de la pena reside en que el retardo en el cumplimiento de la pena impuesta repercute en la función asignada a la pena, por lo que la demora en su ejecución hace que se pierda la necesidad punitiva que motivó su imposición judicial. El plazo de prescripción se cuenta desde el día en el que la sentencia condenatoria quedó firme. Este plazo de prescripción se interrumpe por el comienzo de la ejecución de la misma o por haber sido aprehendido el condenado a causa de la comisión de un nuevo delito doloso. En el caso de revocación de la condena condicional o de la reserva del fallo condenatorio, la prescripción de la pena comienza a correr desde el día de la revocación. En este ámbito existe también una prescripción extraordinaria igual al plazo ordinario más una mitad. 5.3.4. El cumplimiento de la pena El cumplimiento de la pena impuesta constituye la forma regular de extinguir la pena. Así como el pago extingue la obligación civil, el cumplimiento de la pena produce el mismo efecto respecto de ésta. El cumplimiento de la pena no se alcanza con la obtención de la libertad condicional, pues mientras se mantenga dicho beneficio la pena no se habrá cumplido. Del mismo modo, la suspensión de la ejecución de la pena y la reserva del fallo condenatorio solamente alcanzarán la extinción de la pena cuando se haya cumplido el período de prueba sin una revocación o ampliación. El artículo 69 del CP establece que cuando el condenado cumple la pena impuesta o ésta se extingue de algún otro modo, queda rehabilitado sin más trámite, siempre que haya pagado el íntegro de la reparación civil (Decreto Legislativo N° 1453). Los efectos de la rehabilitación son dos. Por un lado, restituye a la persona en los derechos suspendidos o restringidos por la sentencia (lo que no comprende la reposición en los cargos, comisiones o empleo de los que fije privado con la sentencia) y, por el otro, cancela los antecedentes penales, judiciales y policiales. La incorporación de las agravantes genéricas de la reincidencia y habitualidad ha llevado a diferenciar dos formas de rehabilitación en el caso de penas privativas de libertad por la comisión de un delito doloso: una provisional y otra definitiva. Con el cumplimiento de la pena se da una rehabilitación provisional hasta por cinco años, luego de los cuales, sin que medie un acto de reincidencia o habitualidad, la cancelación será definitiva. 5.3.5. La amnistía y el indulto De la amnistía ya nos ocupamos al estudiarla como una causa de extinción de la acción penal. Es una facultad del Poder Legislativo, cuyo ejercicio trae consigo el olvido de la realización de un delito. La única particularidad que tiene como causa de extinción de la pena es que la ley que dispone la amnistía entra en vigencia cuando el autor del delito amnistiado se encuentra ya condenado. Bajo estas circunstancias, es evidente que no procede la extinción de la acción penal, sino de la pena impuesta por resolución firme. El indulto, por el contrario, es únicamente una causa de extinción de la pena, en la medida que se trata de una decisión del Presidente de la República que suprime la pena impuesta, es decir, que su procedencia requiere la existencia previa de una condena firme. El indulto es una prerrogativa presidencial prevista en el artículo 118 inciso 21 de la Constitución Política que debe contar con el correspondiente refrendo ministerial. Mediante la decisión de indultar a una persona condenada por un delito, el presidente de la República priva de eficacia a una decisión jurisdiccional de condena emitida en cumplimiento de lo dispuesto en la ley penal. Dado que esta decisión produce una afectación a la distribución de los poderes, la procedencia del indulto debe tener un carácter excepcional que solamente lo admita frente a razones objetivas de peso. En este orden de ideas, el perdón de la pena que dispone el presidente de la República por medio del indulto debe sustentarse necesariamente en argumentos de equidad, político-criminales o humanitarios. El Tribunal Constitucional reconoce que el indulto es una facultad presidencial que está revestida del máximo grado de discrecionalidad, aunque esto no significa que pueda ser ejercida sin control jurisdiccional y en la más absoluta arbitrariedad. En consecuencia, el presidente de la República puede ejercer libremente la facultad de otorgar un indulto a un condenado, siempre que se explicite una motivación razonable y no se afecten los valores fundamentales previstos en la Constitución. En este sentido, el indulto presidencial requiere observar, por un lado, ciertas condiciones de forma, como es seguir el procedimiento administrativo establecido (D.S. N° 004-2007-JUS y sus modificaciones) y contar con una motivación suficiente, pues discrecionalidad no es lo mismo que arbitrariedad. A las exigencias formales se suman, por otro lado, exigencias de fondo que cumplan con explicitar la razón de peso de su concesión, pero sobre todo que la decisión de indultar no desvirtúa valores constitucionales, ni tampoco los compromisos internacionales en materia de protección de derechos humanos. Debe quedar claro que no existe un derecho al indulto que pueda ser reclamado ante la decisión de no concederlo. Por ello, el indulto puede ser otorgado sin que haya sido solicitado previamente y ni siquiera requiere del consentimiento del beneficiario. 5.3.6. La exención de pena La exención de pena se encuentra regulada en el artículo 68 del CP, en donde se le otorga al juez la facultad de eximir de pena cuando la responsabilidad del agente fuese mínima en un delito previsto en la ley con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con pena limitativa de derechos o con multa. Dado que se trata de una facultad otorgada al juez, algunos califican a la exención de pena como un perdón judicial. Esta calificación no debe llevar, sin embargo, al falso entendimiento de que se está ante un acto de gracia judicial, en el que el juez puede liberar a discreción de la pena. La exención de pena cuenta con un fundamento objetivo que resulta necesario determinar en cada caso para su efectivo otorgamiento. Algunos autores consideran que la exención de pena es un mecanismo que sirve para excluir los casos en los que no hay un merecimiento de pena por el insignificante grado de injusto y culpabilidad. Esta opinión no parece conveniente, pues si una conducta no reúne la suficiente entidad para constituir un delito, entonces no habrá que dispensarla de pena, sino que desde un principio se carece de legitimidad para imponerla. Por el contrario, mayor plausibilidad tiene el parecer que sostiene que la exención de pena se corresponde con criterios de oportunidad, en la medida que resulta innecesaria la imposición de la pena en atención a la nimiedad del delito y la composición del conflicto. Si bien podría decirse que el artículo 68 del CP solamente exige la levedad del delito, no debe desconocerse que, en la exposición de motivos, se vincula la exención de pena con el acuerdo entre las partes. Desde estas consideraciones, la exención de pena procede en aquellos casos en los que se produce una composición del conflicto que permite dejar de imponer la pena por su poca gravedad. Podría alegarse que, dada la existencia de los criterios de oportunidad en la normativa procesal penal, cabría solucionar estos casos durante el proceso sin esperar a la sentencia, lo que haría innecesaria la exención de pena. Sin embargo, puede ser que la composición no se haya conseguido en un primer momento o que existan ciertas limitaciones legales que no permiten su viabilidad a través del principio de oportunidad procesal. Nuevamente se constata cómo una institución de carácter sustantivo puede tener una correspondencia teleológica con una institución de orden procesal. La levedad del delito para que proceda la exención de pena debe constatarse en un plano abstracto y concreto. En el plano abstracto, el delito debe estar conminado con una pena privativa de libertad que no supere los dos años, o con una pena de multa o limitativa de derechos. En el caso concreto, la responsabilidad penal debe ser mínima, lo que significa que el contenido del injusto concretamente cometido o la culpabilidad del autor por este injusto deben estar sustancialmente disminuidos. Conforme a los parámetros definidos en el artículo 68 del CP, la exención de pena no hace ninguna limitación en relación con los que pueden verse favorecidos por este supuesto de exclusión de la pena, por lo que puede proceder tanto para el autor como para el partícipe. La exención de pena no impide un pronunciamiento respecto de la reparación civil, lo que debe atender especialmente al acuerdo al que puedan haber arribado las partes. 5.3.7. El perdón del ofendido en los delitos de acción privada El afectado por un delito tiene la posibilidad de perdonar la realización del delito con efectos en la persecución penal cuando se trate de delitos perseguibles por acción privada. Anteriormente el perdón del ofendido tuvo incidencia también en ciertos delitos contra la indemnidad y la libertad sexuales, pero en la actualidad se ha excluido esta causa de extinción de la pena en dicho ámbito para evitar su uso indebido. En consecuencia, su ámbito de aplicación se circunscribe a los delitos en los que el ejercicio de la acción penal recae sobre el titular del bien jurídico afectado. No se incluirán, por lo tanto, los delitos que requieren de una denuncia de parte como presupuesto de procedibilidad, pues en dichos casos la titularidad de la acción penal se mantiene en el Ministerio Público, requiriendo solamente la denuncia previa de los afectados por el delito. El perdón del ofendido tiene lugar cuando existe ya una condena contra el autor del delito que lo agravia, ante lo cual el ofendido procede a perdonarle por el delito cometido. Para que este perdón pueda extinguir la pena debe ser expreso e incondicional. No cabe un perdón presunto, ni tampoco someterlo a alguna condición. El ofensor no puede oponerse al perdón, por lo que no se requiere su conformidad. Su concesión tiene un efecto material, por lo que beneficia a todos los intervinientes en el delito perdonado. En consecuencia, el perdón no es a un determinado autor, sino al delito cometido. En el caso de pluralidad de ofendidos por un mismo hecho, es lógico que el perdón de uno de los ofendidos no extingue la pena mientras los otros no hayan también perdonado. CONCLUSIÓN El Hecho Punible en el Código Penal peruano es una pieza clave en la definición y aplicación de la justicia en el país. Este concepto establece los elementos fundamentales para considerar una conducta como delito, así como las penas y sanciones correspondientes. Comprender y respetar el marco legal relacionado con el Hecho Punible es esencial para mantener la armonía y el orden social en Perú. La pena, en sentido propio constituye una sanción por parte del Estado, quien se encuentra legitimado para imponerla gracias al principio del Ius Puniendi con el fin de proteger los bienes jurídicos. En conclusión, es importante rescatar que dentro de la determinación de la pena encontramos principios esenciales y fundamentales como legalidad, proporcionalidad y razonabilidad como ejes fundamentales para la correcta aplicación de la misma por parte de los jueces. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ALCÓCER POVIS, Eduardo. Introducción al Derecho Penal – Parte General, Jurista Editores Lima, 2018 BRAMONT-ARIAS TORRES. Luis Miguel, Derecho Penal – Parte General, Eddili, Lima, 2006 Definición de agotamiento. (n.d.). Diccionario panhispánico del español jurídico. Retrieved July 17, 2023, from https://dpej.rae.es/lema/agotamiento MAURACH, Reinhart. Tratado de derecho penal, traducido por Juan CÓRDOVA RODA, T.II, Ediciones Ariel, Barcelona, 1962 MORENO TORRES, María Rosa. 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