JOHN H. GERSTNER, Ph.D.: "Un estudio completo y legible del Dispensacionalismo ligeramente cambiante pero constante. Estos talentosos autores, habiendo conocido el Dispensacionalismo desde dentro como estudiantes y adherentes desde hace mucho tiempo, ofrecen una crítica exegética inquisitiva, justa, afectuosa pero devastadora. Muestran el carácter profundamente anti-bíblico de los detalles del Dispensacionalismo en medio de su adherencia general a la ortodoxia cristiana". FRANCIS NIGEL LEE, Ph. D., Th. D.: "Dispensationalism Today de Crenshaw & Gunn es un libro muy fácil de leer, especialmente adecuado para el laico. La reimpresión de la crítica de Warfield de 1918 a Chafer es ciertamente oportuna. ¡Recomiendo mucho el libro!" CONTENIDO •¿Cuántos Nuevos Pactos existen y cuántos tienen los dispensacionalistas? •Dispensacionalismo histórico y dispensacionalismo revisado sobre la salvación del Antiguo Testamento. •Sionismo Cristiano •B.B. Warfield mira uno de los libros de L.S. Chafer •¿Son Israel y la iglesia complementarios o contradictorios? •¡Y mucho, mucho más! Grover E. Gunn tiene una Maestría en Divinidades del Seminario Teológico Reformado y actualmente es pastor de una iglesia presbiteriana. Curtis I. Crenshaw recibió el grado de Maestría en Teología en el Seminario Teológico de Dallas en 1976. Actualmente es pastor en una Iglesia Episcopal Reformada en Memphis, TN. DISPENSACIONALISMO HOY, AYER Y MAÑANA Por Grover E. Gunn, III y Curtis I. Creenshaw Las citas bíblicas de esta traducción corresponden a la versión española RVR 1960, salvo que se indique lo contrario. Traducida y adaptada al español por un equipo de traductores desde la versión en inglés “Dispensationalism Today, Yesterday and Tomorrow” 1985. Es importante aclarar que hay una edición de 1994 de la cual se tomaron sólo fragmentos. Diseño de cubierta por Alfredo Santillán Esta traducción en su formato digital es de reproducción libre y gratuita. Se prohíbe su comercialización y/o cualquier fin de lucro a partir de la misma. El Editor Editado por Arlington Vaca 2020 Agradecimientos del Editor Primeramente, a Dios, de quien depende todas las cosas, agradezco por haberme permitido lograr esta traducción con la ayuda de varias personas. Agradezco a aquellos hermanos que sacaron tiempo en sus vidas para lograr este proyecto traduciendo. A Carlos Alarcón Quinteros, a Karla Castrejón, a Tony Tejada, a Jhonny Romero Ravelo, a Daniel Mendoza, a Denis Cobar, a Ramiro Araujo a Leandro Peguero, muchas gracias por la traducción de los capítulos que les correspondió, el Señor les multiplique. También agradezco a Alfredo Santillán por hacer la portada y contraportada, también el Señor le pague. A los hermanos del grupo de Facebook: Escatología Reformada agradezco por su apoyo y ánimo también. SOLI DEO GLORIA ii Contenido Agradecimientos del Editor......................................................................ii Contenido................................................................................................iii Prefacio a la Primera Edición Digital en Español....................................iv Capítulo 1 – Definiendo el Sistema Básico...............................................1 Capítulo 2 – Israel y la Iglesia.................................................................17 Capítulo 3 – La Teoría del Paréntesis y la Iglesia en la Profecía.............36 Capítulo 4 – El Nuevo Pacto, Parte 1......................................................56 Capítulo 5 – El Nuevo Pacto, Parte 2......................................................70 Capítulo 6 – Cómo argumentan su Caso................................................81 Capítulo 7 – Literalismo Consistente.....................................................94 Capítulo 8 – Interpretando a los Profetas.............................................106 Capítulo 9 – Dividiendo Bien la Palabra..............................................125 Capítulo 10 – Sionismo Cristiano.........................................................149 Capítulo 11 – Venga tu Reino...............................................................170 Capítulo 12 – Salvación en el Antiguo Testamento..............................188 Capítulo 13 – Tratando con el Sistema Dispensacional en el Mundo Real ..............................................................................................................229 Conclusión ...........................................................................................239 Apéndice Uno: La Doctrina del Rapto Pre-Tribulacional.....................241 Apéndice Dos: Pactos Condicionales e Incondicionales......................246 Apéndice Tres: Crítica de Warfield a Chafer........................................252 Bibliografía Consultada .......................................................................260 iii Prefacio a la Primera Edición Digital en Español Han pasado 35 años desde que este libro fue escrito en inglés, y hasta ahora no había sido traducido en español. Es de gran alegría para mí poderles presentar esta primera edición digital para el público de habla hispana. El dispensacionalismo, por supuesto, ha sufrido cambios desde entonces. Pero el dispensacionalismo desde sus inicios con John Nelson Darby, Scofield o Chafer ha tenido fuerte resistencia en muchas ramas de la Iglesia. Ante este dispensacionalismo que podemos llamar clásico, algunos teólogos Reformados como Warfield, Allis, Pink, Hendriksen o José Gráu han escrito y refutado. Es debido a las objeciones y ataques contra el dispensacionalismo clásico, que en la década de los 60tas del siglo pasado el dispensacionalismo requirió una revisión, algo que llevaron a cabo teólogos como Pentecost, Walvoord, Ryrie o McClain. Es contra este tipo de dispensacionalismo que este libro se enfoca, y en su tiempo constituyó en un fuerte ataque contra el dispensacionalismo existente. Pero es sabido que, en la década de los 80tas, y debido nuevamente a los fuertes ataques y objeciones contra este sistema, que el dispensacionalismo se volvió a revisar, buscando una cercanía todavía mayor con la teología Reformada. A este dispensacionalismo se le conoce como dispensacionalismo progresivo cuyos principales representantes son Bock, Vlach o Blaising. Actualmente, en los principales seminarios dispensacionalistas, se maneja tanto el dispensacionalismo revisado, con modificaciones, como en el seminario Masters y John Macarthur, o el dispensacionalismo progresivo. Este último ha tenido buen rechazo por muchos dispensacionalistas, al no considerarlo como dispensacionalismo, mientras que la teología Reformada lo sigue considerando una forma de dispensacionalismo. Aunque hoy en día los paradigmas dispensacionales han sido modificados, el contenido de este libro sigue siendo muy relevante, especialmente para América Latina; territorio en el que el dispensacionalismo ha prevalecido de forma mayoritaria, ya que las iv formas de dispensacionalismo que popularmente circulan, son las principales formas que se objetan en el libro. En Latinoamérica el dispensacionalismo clásico tiene todavía raíces fuertes en muchas iglesias, y contra esta forma de dispensacionalismo ya contamos en español con buenos libros como los de Pink o Gráu, entre otros. Pero este libro viene a llenar ese vacío contra el dispensacionalismo revisado, en habla hispana, ya que no hay en esta lengua otro libro similar hasta ahora. En cuanto al dispensacionalismo progresivo, esta rama sigue siendo aún una rareza en estos lugares, y si bien, merece un buen libro que lo analice y refute; este libro proporciona un ataque contra las bases en las que el dispensacionalismo progresivo se afianza, ya que desde el principio, las características fundamentales del dispensacionalismo se han mantenido, pese a las correcciones y revisiones, y esas características siguen siendo objetables desde la teología Reformada, que es la teología con la cual se identifican los autores del libro. La traducción está basada en la versión de 1985. Los capítulos 1 al 13 fueron escritos por Grover Gunn, juntamente con los apéndices 1 y 2; mientras que la conclusión y el apéndice 3 fueron escritos por Curtis Creenshaw y corresponden a una edición posterior de 1994. La traducción de los capítulos 1,4,5,11, la conclusión y el apéndice 3 fueron realizados por Carlos Alarcón Quinteros. El capítulo 2 fue traducido por Karla Castrejón. El capítulo 3 fue traducido por Tony Tejada. Los capítulos 6 y 13 fueron traducidos por Jhonny Romero Ravelo. El capítulo 7 fue traducido por Daniel Mendoza. Los capítulos 8 y 10 fueron traducidos por Denis Cobar. El apéndice 2 fue traducido por Leandro Peguero. Finalmente, los capítulos 12 y el apéndice 1 fueron traducidos por mí. De manera que podemos dar gracias a Dios por la colaboración de varias personas para poder llevar a cabo este proyecto. Sólo resta dar gracias a Dios por haber podido culminar este proyecto, y ruego a Dios que use este libro para su gloria, para que sea luz para muchos, para que mis hermanos dispensacionalistas puedan ver con mayor claridad la verdad bíblica y avance la Reforma de la Iglesia en estos temas en el pueblo de habla hispana. Bogotá, Colombia. Septiembre de 2020 Arlington Vaca v Capítulo 1 Definiendo el Sistema Básico Parte del viejo sistema de aire acondicionado de nuestra iglesia es una torre de agua que utiliza un mecanismo de flotación para regular el nivel del agua. Desgraciadamente, este flotador expuesto presenta una diversión atractiva para los niños que pasan. Algunos de los hombres de la iglesia han comentado periódicamente durante varios años que necesitamos instalar una pantalla protectora sobre el flotador, pero todavía nadie ha podido hacerlo. Este año alguien rompió por completo el flotador y tuve que ir a la ferretería para comprar uno nuevo. Allí, junto a los suministros de plomería, estaba Rommy, un buen amigo cristiano y líder de un influyente estudio bíblico comunitario. Unos años antes, Rommy y su familia habían dejado una iglesia teológicamente liberal y se habían unido a una nueva iglesia bíblica dispensacional. Había tenido la oportunidad de explicarle a Rommy por qué había estado en desacuerdo con el dispensacionalismo, pero había tenido poco éxito. Recuerdo bien la vez que Rommy me miró directamente a los ojos y me dijo con seriedad deliberada: "Grover, soy un dispensacionalista". Saludé a Rommy y él buscó de las partes del grifo. Inmediatamente me agradeció la copia de mi pequeño libro autoeditado sobre dispensacionalismo que le había enviado por correo. Y luego Rommy hizo otra declaración que se quemó indeleblemente sobre mi conciencia: "Grover, quiero que sepas que después de leer tu libro, nunca más me llamaré dispensacionalista". El Señor había establecido el trabajo de mi mano de una manera mucho más allá de mis expectativas, y estaba agradecido. Me pregunté exactamente qué había sido usado por Dios para ayudar a efectuar esta inversión dramática en el pequeño libro. ¿Fue la exégesis de algún verso? ¿Fue la fuerza lógica de alguna argumentación teológica? Rommy pronto respondió mi pregunta. Fue la lista de las siete enseñanzas dispensacionales lo que considero más objetable. Allí, en la -2- Capítulo 1 ferretería, Rommy me dijo repetidamente que no se aferraba a ninguna de esas enseñanzas. No creo que la situación de Rommy sea tan inusual. Hoy en día hay muchos cristianos creyentes en la Biblia que, hasta cierto punto, han sido influenciados en su comprensión de la profecía y la iglesia por el dispensacionalismo. Y, sin embargo, muchos, si no la mayoría de estos no tienen una comprensión clara del dispensacionalismo, ya que ha sido definido de manera clásica por escritores como el Dr. C.I. Scofield y el Dr. Lewis Sperry Chafer. No han pensado sistemáticamente en el dispensacionalismo como un sistema ni se han familiarizado con sus presuposiciones de control. No conocen en gran medida muchas de las conclusiones teológicas y exegéticas a las que conduce este sistema de forma natural y lógica. Mi propia convicción es que muchas personas que ahora están dispuestas favorablemente hacia el dispensacionalismo no lo estarían si estuvieran mejor expuestas al sistema teológico dispensacional. El sistema teológico de una persona es su comprensión básica de cuáles son las enseñanzas generales de las Escrituras y cómo se interrelacionan. Un verso de la Escritura tomado estrictamente aislado a menudo puede tener más de un significado. Una característica importante del significado correcto de cualquier versículo es que el significado correcto debe armonizar con la enseñanza general de las Escrituras, que se resume en el sistema teológico. El trabajo del intérprete es, por un lado, interpretar las Escrituras con la ayuda de su sistema teológico y, por otro lado, evaluar y ajustar constantemente su sistema a la luz de las Escrituras. El intérprete siempre debe tratar de asegurarse de que su sistema teológico sea efectivamente consistente con todas las enseñanzas de las Escrituras y también lógicamente consistente dentro de sí mismo. Este es un proceso de por vida para el intérprete. Realmente es un proceso de toda la vida ya que el intérprete siempre se basa en el trabajo de intérpretes anteriores pues el trabajo nunca está completamente terminado. El primer paso para argumentar en contra del sistema dispensacional es definir y documentar lo que quiero decir con el sistema -3- Capítulo 1 dispensacional. El dispensacionalismo es hoy el sistema reinante en muchos círculos cristianos, y la tarea de proclamar que el rey está desnudo nunca es agradable ni popular. Antes de asumir esta impopular tarea, quiero tratar de asegurarme de que la gente entienda de lo que estoy hablando cuando me refiero al dispensacionalismo. En este capítulo discutiré el desarrollo reciente de la teología dispensacional, la enseñanza cristiana fundamental que el dispensacionalismo contradice, y las tres presuposiciones fundacionales del dispensacionalismo. Los mismos dispensacionalistas han dicho que su sistema, que comenzó a enseñarse a principios del siglo XIX, es un redescubrimiento de verdades perdidas desde los primeros días del cristianismo. Cuando era estudiante en el Dallas Theological Seminary, Alan Boyd, un estudiante excepcionalmente talentoso, estudió en griego original los escritos de la iglesia primitiva hasta la muerte de Justino Mártir para reunir evidencia de que el dispensacionalismo era realmente el sistema del cristianismo primitivo. Específicamente, él estaba evaluando históricamente en una tesis de maestría la afirmación del Dr. Charles C. Ryrie: ‘El premilenialismo es la fe histórica de la Iglesia’.1 La conclusión de Alan fue que la declaración del Dr. Ryrie era inválida, 2 y declaró ‘basado en el aula y discusión privada,’ que el Dr. Ryrie había ‘aclarado su posición sobre estos asuntos’.3 Alan encontró que las ‘creencias proféticas del período estudiado’ eran ‘generalmente enemigas de las del sistema moderno’.4 Concluyó que no hay evidencia de que varios de los padres de la iglesia que los dispensacionalistas reclaman habitualmente como compañeros premilenialistas lo fueran realmente, que los premilenialistas en la iglesia primitiva ‘eran un número bastante limitado’.5 Concluyó que los padres de la iglesia que eran premilenialistas, como Papías y Justino Mártir, tenía poco en común con 1 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith (Neptune, N.J.: Loizeaux Brothers, 1953), pág. 17, compárese con pág. 33. 2 Alan Patrick Boyd, "A Dispensational Premillennial Analysis of the Eschatology of the Post-Apostolic Fathers (until the Death of Justin Martyr)" (Th.M. thesis, Dallas Theological Seminary, 1977), pág. 89. 3 Ibid., Prefacio sin numerar. 4 Ibid., págs. 90-91. 5 Ibid., pág. 92, nota al pie 1. -4- Capítulo 1 los dispensacionalistas modernos.6 Alan, como dispensacionalista, explicó sus hallazgos como un ejemplo de la rápida pérdida de la verdad del Nuevo Testamento en la iglesia primitiva. 7 En otras palabras, no existe evidencia concreta existente de que el dispensacionalismo o algo similar se haya enseñado en la iglesia en algún momento hasta el siglo XIX.8 A los dispensacionalistas les gusta contrastarse con los teólogos del pacto porque pueden afirmar que la teología del pacto es una innovación teológica casi tan reciente como el dispensacionalismo. 9 A lo que parecen referirse es a la teología del pacto como un sistema altamente estructurado que involucra la doctrina del pacto y que explica los tratos de Dios con Adán en el jardín del Edén en términos de pacto. La teología del pacto así definida es, como el dispensacionalismo, un desarrollo reciente en la historia de la doctrina, 10 pero personalmente no creo que sea una comparación válida. El dispensacionalismo es un sistema fundamental que ofrece un paradigma nuevo y diferente para comprender la iglesia y la profecía. El pacto de obras es una doctrina relativamente menor que se basa en una base doctrinal previamente aceptada y que no es universalmente aceptada entre los opositores del dispensacionalismo. Mi propósito es contrastar el dispensacionalismo, no con el pacto de obras o con una teología del pacto altamente estructurada, sino con la enseñanza general de que Dios ha tenido un plan básico de salvación a través de los tiempos que ha resultado en un pueblo de Dios salvíficamente unido a través de los siglos. Esta enseñanza de que en medio de los cambios dispensacionales de la administración del pacto a lo largo de la historia redentora, siempre ha habido un plan básico de salvación y un pueblo de Dios en general ha sido la posición histórica de 6 Ibid., pág. 89. Ibid., pág. 91, nota al pie 2. 8 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 14. 9 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), págs. 178-183. 10 "Es difícil descubrir la genealogía de la doctrina del Pacto de Obras que apareció en forma completamente desarrollada en la última década del siglo XVI". John Murray, Collected Writings of John Murray: Volume Four: Studies in Theology, Reviews (The Banner of Truth Trust, 1982), pág. 219. 7 -5- Capítulo 1 la iglesia y es específicamente la posición que se encuentra en la teología Reformada. El plan de salvación de Dios administrado a través de los siglos ha encontrado su unidad en Cristo, el único Mediador entre Dios y el hombre y el que es el mismo ayer, hoy y siempre. El pacto eterno de gracia de Dios desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura siempre se ha basado en la obra histórica del Cristo encarnado, ya sea que ese trabajo haya sido históricamente futuro o pasado. Y el pacto de gracia de Dios siempre se ha administrado a través de la fe en Cristo, ya sea que Cristo haya venido o sea el que ha de venir. Esta posición encuentra expresión elocuente en las palabras del gran reformador Juan Calvino: ... dado que Dios no puede sin el Mediador ser propicio hacia la raza humana, bajo la ley, Cristo siempre fue puesto ante los santos padres como el fin al cual deben dirigir su fe.11 ... fuera de Cristo, el conocimiento salvador de Dios no se mantiene. Desde el comienzo del mundo, por consiguiente, había sido puesto ante todos los elegidos para que lo miraran y confiaran en él.12 ... todos los hombres adoptados por Dios en la compañía de su pueblo desde el comienzo del mundo fueron convenidos con él por la misma ley y por el vínculo de la misma doctrina que se obtiene entre nosotros. ... [los patriarcas] participaron en la misma herencia y esperaban una salvación común con nosotros por la gracia del mismo Mediador. ... El pueblo de Dios nunca ha tenido ninguna otra regla de reverencia y piedad.13 11 John T. McNeill, editor and Ford Lewis Battles, translator, The Library of Christian Classics, Volume XX: Calvin: Institutes of the Christian Religion (Philadelphia: The Westminster Press, 1960), págs. 344-345 (II.VI.2.). 12 Ibid., pág. 347 (II.VI.4.). 13 Ibid., págs. 428-429 (II.X.1.). -6- Capítulo 1 El pacto hecho con todos los patriarcas es tan parecido al nuestro en sustancia y realidad que los dos son en realidad uno y el mismo. Sin embargo, difieren en el modo de dispensación. 14 El Señor mantuvo este plan ordenado al administrar el pacto de su misericordia: a medida que el día de la revelación completa se acercaba con el paso del tiempo, más aumentaba cada día el brillo de su manifestación. En consecuencia, al principio, cuando se le dio a Adán la primera promesa de salvación, brilló como una débil chispa. Luego, a medida que se agregaba, la luz creció en plenitud, brotando cada vez más y arrojando su resplandor más ampliamente. Finalmente, cuando todas las nubes se dispersaron, Cristo, el Sol de Justicia, iluminó completamente toda la tierra. 15 La fe Reformada sostiene que la Biblia contiene una progresión unificada de revelación en la que Dios tiene una persona básica que forma la iglesia universal. Si bien reconoce que el propósito final de Dios en cada detalle de la historia es su propia gloria, la fe Reformada enseña que el plan de Dios para salvar a un pueblo a través de la muerte de Cristo es el propósito unificador que funciona como un hilo escarlata a lo largo de la historia redentora desde el Génesis hasta el Apocalipsis y lo une todo. Hay una unidad esencial para el pueblo de Dios a lo largo de los siglos y una continuidad básica en el programa de Dios a través de los siglos. Esta enseñanza sobre la unidad del pueblo de Dios y la continuidad del programa de Dios es la enseñanza fundamental con la que los dispensacionalistas no están de acuerdo. Los dispensacionalistas sostienen que la revelación bíblica es una progresión interrumpida en la que Dios tiene dos pueblos básicos: la simiente terrenal, Israel, y la simiente celestial, la iglesia. Los dispensacionalistas tienden, en varios grados, a negar que la redención a través de Cristo es el propósito unificador básico en las Escrituras y a negar la continuidad básica del plan de salvación de Dios en el Antiguo y Nuevo Testamento. Esta visión de dos pueblos de la historia redentora también puede conducir a fuertes 14 15 Ibid., pág. 429 (II.X.2.). Ibid., pág. 446 (II.X.20.). -7- Capítulo 1 dicotomías teorizadas entre la ley y la gracia, entre los pactos condicionales e incondicionales, entre los propósitos terrenales y celestiales, y entre los eventos proféticos de los tiempos del fin judíos y cristianos. Como explica el dispensacionalista Dr. John F. Walvoord, el dispensacionalismo "mantiene claramente las distinciones entre la ley y la gracia, entre Israel y la iglesia, entre lo terrenal y lo celestial, y entre las profecías cumplidas y las que se cumplirán en el milenio".16 Cuando uno examina con más detalle los conceptos básicos del sistema dispensacional, encuentra tres conceptos básicos. El primero de ellos es una comprensión literal y judía de la profecía del Antiguo Testamento y el reino mesiánico, de modo que requieren un cumplimiento futuro en términos de un orden resucitado del Antiguo Testamento con ciertas mejoras y variaciones. El dispensacionalista argumenta que la naturaleza del reino anunciada por Juan el Bautista y ofrecida por Jesucristo debe entenderse en términos de la comprensión popular judía del reino en ese momento, y que los judíos en ese momento esperaban una restauración literal de la ley política Davídica.17 De manera similar, el dispensacionalista ve el reino mesiánico como una extensión glorificada de la ley ceremonial mosaica 18 y el reino político Davídico. En realidad, no hay evidencia contundente de una visión judía unificada del reino en la era de Cristo. La comprensión judía del Mesías y el reino venidero fue variada. 19 Lo que sí sabemos es que, entre las diversas interpretaciones del reino mesiánico en la era de Cristo, había una esperanza nacional y política que esperaba la restauración terrenal de un reino Davídico idealizado con liberación de sus enemigos y la exaltación del Israel nacional. Los discípulos a veces dieron evidencia de 16 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), pág. 224. 17 J. Dwight Pentecost, Things to Come, A Study in Biblical Eschatology (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), págs. 446-447; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 213; Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy (Rockville, Maryland: Assurance Publishers, 1974), págs. 300-301. 18 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 15. 19 Ibid., Página 16. -8- Capítulo 1 ser influenciados por tal visión del reino (Mateo 20:21; Hechos 1:6). El dispensacionalista asume que esta comprensión nacional y judía del reino era la opinión correcta. El dispensacionalista defiende su visión del reino mesiánico con una interpretación literal de la profecía del Antiguo Testamento. Una manera fácil de explicar el sistema de interpretación dispensacional (es decir, hermenéutico) es ilustrarlo con una descripción general de la situación milenaria esperada por las autoridades dispensacionales respetadas con base en su interpretación general de la profecía. Los dispensacionalistas esperan cambios topográficos literales y cataclísmicos en la tierra de Palestina. El Monte de los Olivos se dividirá en dos para formar un nuevo valle que corre de este a oeste. El monte Sion se elevará sobre todas las colinas circundantes y el resto de Palestina se transformará de un terreno montañoso a una gran llanura fértil. 20 Habrá una Jerusalén terrenal desde la cual Jesús ejercerá su dominio Davídico terrenal y una Jerusalén celestial flotando sobre Palestina desde la cual Cristo co-reinará con la iglesia. La ciudad celestial tendrá una base de 1.500 millas cuadradas (o 2.414 km2) y será un cubo o una pirámide de 1.500 millas de alto. 21 La tierra en general y el área del templo se ampliarán. La tierra se redistribuirá a las doce tribus judías, y se construirá el templo descrito en la visión del templo de Ezequiel. Las órdenes sacerdotales y levíticas del Antiguo Testamento se restablecerán bajo los hijos de Sadoc, y se restablecerá la ofrenda de sacrificios sangrientos. Desde el templo, saldrá un pequeño flujo de agua cuyo volumen aumentará progresivamente con la distancia desde el templo, convirtiéndose en un poderoso río a poco más de una milla del templo. El río fluirá hacia el sur a través de Jerusalén y se dividirá para fluir hacia el oeste hacia el Mar Mediterráneo y hacia el este hacia el Mar Muerto, que se transformará en un cuerpo de agua dulce lleno de peces y rodeado 20 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, págs. 320-321; J. Dwight Pentecost, Things to Come, págs. 509-510; Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, págs. 147-148. 21 J. Dwight Pentecost, Things to Come, págs. 578,580; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, págs. 327-328, 334. -9- Capítulo 1 vegetación.22 de Jerusalén será el centro de un sistema de gobierno mundial, Israel nacional será exaltado, y las naciones gentiles serán subordinadas como sirvientes de Israel. 23 Esta es la situación milenaria básica descrita por el Dr. John F. Walvoord y el Dr. J. Dwight Pentecost, que son autoridades dispensacionales influyentes y respetadas. La interpretación de la profecía con el grado de literalismo necesario para producir la visión anterior del reino mesiánico es la primera piedra fundamental del dispensacionalismo. La segunda piedra fundamental es la teoría del paréntesis. Según esta teoría, la era de la iglesia es un paréntesis o interposición imprevista en el programa judío profetizado por los profetas del Antiguo Testamento. Si los judíos no hubieran rechazado a Jesús, la era del reino judío habría comenzado en la primera venida de Cristo, según esta teoría. Pero como los judíos rechazaron a Cristo, el programa profético supuestamente fue interrumpido, y la era de la iglesia, totalmente imprevista por los profetas del Antiguo Testamento, fue interrumpida. El programa del reino es reanudar donde lo dejó en el futuro en la tribulación dispensacional y el milenio después de la era de la iglesia. Según el dispensacionalismo, ninguna profecía del Antiguo Testamento puede referirse directamente a la era de la iglesia que corresponde a este paréntesis. Estas profecías deben cumplirse literalmente en el contexto de una economía judía del Antiguo Testamento. Esta teoría de paréntesis es la implicación lógica de la dispensación literal hermenéutica. Si la interpretación dispensacional de los profetas del Antiguo Testamento es correcta, entonces estas profecías no apuntan a la era de la iglesia y debe haber una futura era judía si estas profecías se van a cumplir. Esta doctrina del paréntesis es afirmada dogmáticamente por el Dr. Lewis Sperry Chafer, fundador y primer presidente del Dallas Theological Seminary, en la siguiente declaración sobre el comienzo de la era de la iglesia: 22 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, págs. 309-315, 320; J. Dwight Pentecost, Things to Come, págs. 509-511. 23 J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 495-507; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, págs. 299-304. -10- Capítulo 1 Hasta ese momento, el judaísmo no solo había ocupado el campo, sino que había sido engendrado, promovido y bendecido por Dios. Era la voluntad de Dios para su pueblo en el mundo. Los beneficiarios del judaísmo estaban tan arraigados en su posición y convicciones religiosas y tan sostenidos por las sanciones divinas como los creyentes más ortodoxos de la actualidad. El nuevo programa divino había sido revelado intencionalmente antes de su inauguración. Vino, por lo tanto, no solo con gran rapidez, sino totalmente sin revelación del Antiguo Testamento. El caso sería casi paralelo si un proyecto nuevo e imprevisto fuera forzado en este momento a reemplazar el cristianismo. El prejuicio inflexible y la resistencia violenta que surgieron en la mente judía estaba en relación directa con la sinceridad con la que el judío individual apreciaba sus privilegios de toda la época. Sumado a todo esto y calculado para hacer que la nueva empresa divina sea mucho más difícil fue su audaz anuncio de que los gentiles despreciados serían colocados en igualdad con los judíos ... ... De hecho, el nuevo propósito de Dios hasta ahora no revelado en la vocación de un pueblo celestial de los judíos y gentiles es tan divergente con respecto al propósito divino hacia Israel, cuyo propósito lo precedió y aún lo seguirá, que el término en paréntesis, comúnmente empleado para describir el nuevo propósito de la era, es inexacto. Una porción en paréntesis mantiene alguna relación directa o indirecta con lo que precede o con lo que sigue; pero la era actual no está así relacionada y, por lo tanto, se llama más precisamente una intercalación. La idoneidad de esta palabra se verá en el hecho de que, como se forma una interpolación insertando una palabra o frase en un contexto, se forma una intercalación al introducir un día o un período de tiempo en el calendario. La era actual de la Iglesia es una intercalación en el calendario o programa revelado de Dios -11- Capítulo 1 tal como fue previsto por los profetas de la antigüedad. Tal es, de hecho, el carácter preciso de la era actual. 24 El Dr. Charles C. Ryrie, un dispensacionalista más reciente, ha dicho: La Iglesia no está cumpliendo en ningún sentido las promesas a Israel. ... La era de la iglesia no se ve en el programa de Dios para Israel. Es una intercalación. ... La Iglesia es un misterio en el sentido de que no se reveló por completo en el Antiguo Testamento y ahora se revela en el Nuevo Testamento.25 Esta visión en paréntesis también se puede ver vívidamente en la interpretación dispensacional de la profecía de las setenta semanas de Daniel. Según los dispensacionalistas, la era de la iglesia es un paréntesis proféticamente imprevisto entre la sexagésima novena y la septuagésima semana de las setenta semanas de Daniel (Daniel 9:20-27). La septuagésima semana se identifica con un futuro período de tribulación de siete años que precede al milenio y durante el cual se reanudará el programa de Dios para Israel. La tercera piedra angular del sistema dispensacional es la dicotomía entre el Israel del Antiguo Testamento y la iglesia del Nuevo Testamento. Según el dispensacionalismo, los santos del Antiguo Testamento no están en la iglesia universal, que es el Cuerpo de Cristo y la Novia de Cristo. La iglesia del Nuevo Testamento es el pueblo celestial de Dios, mientras que el Antiguo Testamento y el milenario Israel son el pueblo terrenal de Dios. De acuerdo con el Dr. C.I. Scofield y el Dr. Lewis Sperry Chafer, líderes dispensacionalistas de una generación anterior, la semilla terrenal de Israel es pasar la eternidad en la tierra nueva, y la semilla celestial, la iglesia, es pasar la eternidad en el cielo. En otras palabras, la dicotomía entre Israel y la iglesia incluso dura toda la eternidad. Los dispensacionalistas más recientes han reunido a los santos de todas las edades en la tierra nueva en la eternidad, pero 24 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 4:40-41. 25 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, pág. 136. -12- Capítulo 1 mantienen su dicotomía durante toda la eternidad al excluir eternamente a los santos del Antiguo Testamento, los santos de la tribulación y los santos milenarios del Cuerpo y la Novia de Cristo. Esta enseñanza dispensacional sobre la dicotomía entre Israel y la iglesia se encuentra en las siguientes citas: La distinción, la gloria y el destino de Israel siempre serán terrenales. También serán un pueblo espiritual, posesión de Jehová. Sin embargo, no hay división entre el judío y el gentil salvado de esta dispensación, ambos en la Iglesia. Pero después de que la Iglesia esté completa, al final de esta dispensación, necesariamente habrá una división. La "santa Jerusalén" de Apocalipsis 21 es la "novia, la esposa del Cordero", para quien es el "cielo nuevo", mientras que la "tierra nueva" será para Israel, el tabernáculo de Dios debe estar con ellos, y "Dios mismo estará con ellos y será su Dios". Las distintivas bendiciones espirituales y celestiales del Nuevo Testamento son para la Iglesia; esas bendiciones de y sobre la tierra, para Israel. 26 El judaísmo no es el brote que ha florecido en el cristianismo. Estos sistemas tienen características que son comunes a ambos: Dios, la santidad, Satanás, el hombre, el pecado, la redención, la responsabilidad humana y los problemas de la eternidad, pero introducen diferencias tan vastas que no pueden fusionarse. Cada uno establece su base de relación entre Dios y el hombre: el judío por nacimiento físico, el cristiano por nacimiento espiritual; cada uno proporciona sus instrucciones sobre la vida de sus adherentes: la ley para Israel, las enseñanzas de la gracia para la Iglesia; cada uno tiene su esfera de existencia: Israel en la tierra para todas las edades, la Iglesia en el cielo. Con el fin de que la Iglesia pueda ser llamada tanto por judíos como por gentiles, se ha introducido una era peculiar y no relacionada en la única y constante del programa divino para la tierra. Es en este sentido que el judaísmo, que es la porción permanente de la nación de Israel, ha cesado. Con la 26 C.I. Scofield with Ella E. Pohle, compiler, Dr. C.I. Scofield's Question Box (Chicago: Moody Press, 1917), pág. 70. -13- Capítulo 1 finalización y la partida de la Iglesia de la tierra, el judaísmo volverá a ser la encarnación de todo el propósito divino en el mundo.27 El hecho de que la revelación concerniente tanto a Israel como a la Iglesia incluye la verdad sobre Dios, la santidad, el pecado y la redención por sangre, no elimina un cuerpo de verdad mucho mayor en el que se revela que los israelitas se vuelven así por nacimiento natural, mientras que los cristianos se vuelven así por un nacimiento espiritual; que los israelitas fueron designados para vivir y servir bajo un sistema meritorio y legal, mientras que los cristianos viven y sirven bajo un sistema de gracia; que los israelitas, como nación, tienen su ciudadanía ahora y su destino futuro centrado solo en la tierra, llegando a la nueva tierra que aún debe ser, mientras que los cristianos tienen su ciudadanía y destino futuro centrados solo en el cielo, extendiéndose hacia el nuevos cielos que aún están por ser. … 28 Que Dios continúa Su obra de redención al llamar a un pueblo por Su nombre en la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, afirmamos con gusto, pero también insistimos en que este Cuerpo de Cristo es distinto de cualquier cuerpo anterior de personas redimidas en su naturaleza, características, tiempo y promesas. 29 ... la Iglesia en un sentido técnico está estrictamente limitada a aquellos que han aceptado a Cristo en esta época. Por lo tanto, la Iglesia es un cuerpo distinto de santos en esta era.30 Las bodas del Cordero es un evento que evidentemente involucra solo a Cristo y la iglesia. ... Si bien sería imposible eliminar [los santos del Antiguo Testamento y los santos de la tribulación] del 27 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:248-249 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:30. 29 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, pág. 144. 30 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, pág. 138. J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 227. 28 -14- Capítulo 1 lugar de los observadores, no pueden estar en la posición de los participantes en el evento en sí. 31 La teología Reformada no está de acuerdo con estos tres fundamentos dispensacionales. De acuerdo con la teología Reformada, el pueblo de Dios de todas las edades juntos serán miembros del Cuerpo y la Novia de Cristo y disfrutarán de la eternidad juntos en la tierra nueva. El Israel del Antiguo Testamento es visto como orgánicamente relacionado con la iglesia del Nuevo Testamento, como la infancia está relacionada con la edad adulta en la vida de un hombre (Gálatas 4:1-7). Muchas de las profecías del Antiguo Testamento sobre Israel, incluso las profecías del Antiguo Testamento que se refieren a la ley ceremonial, las tribus, los antiguos enemigos de Israel, etc., se consideran cumplidas en y a través de la iglesia en esta época. Obviamente, hay un contraste claro e incluso dramático entre la comprensión Reformada y dispensacional de la iglesia y la profecía. La tesis de este libro es que la comprensión Reformada de la profecía y la iglesia es bíblicamente sólida y la comprensión dispensacional es una imposición artificial sobre las Escrituras. Notas al Pie de Página Extensas 8 "... hasta que se destacó a través de los escritos y la predicación y la enseñanza de un distinguido ex clérigo, el Sr. J. N. Darby, en la primera parte del siglo pasado, apenas se puede encontrar en un solo libro o sermón a través de un período de mil seiscientos años! Si alguno duda esta afirmación, permítales buscar, como lo ha hecho el escritor en alguna medida, los comentarios de los llamados Padres, tanto pre como post Nicea; los tratados teológicos de los teólogos escolásticos; escritores católico – romanos de todos los matices de pensamiento; la literatura de la Reforma; los sermones y las exposiciones de los puritanos; las obras teológicas generales de la época". 31 " De estas Escrituras la evidencia es concluyente de que la Iglesia es la Novia de Cristo y que Israel tendrá su lugar de honor en el reino como compañeras de la Novia." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:133. -15- Capítulo 1 Harry A. Ironside, The Mysteries of God (New York: Loizeaux Brothers, 1908), págs. 50-51. Citado en Daniel Payton Fuller, "The Hermeneutics of Dispensationalism" (dissertation, Northern Baptist Theological Seminary, 1957), pág. 29. 18 El Dr. J. Dwight Pentecost se opone a la asociación del milenio dispensacional con el sistema Mosaico: "La expectativa del reino se basa en el pacto abrahámico, el pacto Davídico y el pacto palestino, pero de ninguna manera se basa en el pacto mosaico. Se insiste en que los pactos se cumplirán en la era del reino. Sin embargo, esto no vincula necesariamente el pacto mosaico con el reino. Por lo tanto, es falaz razonar que debido a que uno cree en el cumplimiento de los pactos determinantes, también debe creer en la restauración del orden mosaico, que era un pacto condicional, no determinante y no escatológico en su intención, sino dado más bien para gobernar la vida de las personas en su relación con Dios en la vieja economía. Un gran obstáculo que dificulta la aceptación de los sacrificios literales en el milenio se elimina al observar que, aunque hay muchas similitudes entre En los sistemas Aarónicos y milenarios, también hay muchas diferencias entre ellos que hacen imposible que se los pueda equiparar". El Dr. Pentecost, sin embargo, continúa argumentando: "Por lo tanto, se puede ver que la forma de adoración en el milenio tendrá una fuerte similitud con el antiguo orden Aarónico". "El hecho mismo de que Dios haya instituido una orden extrañamente como la antigua orden Aarónica es uno de los mejores argumentos de que el milenio no se está cumpliendo en la iglesia, compuesta de gentiles y judíos, en la era actual". J. Dwight Pentecost, Things to Come, págs. 518-519. -16- Capítulo 1 19 "En cuanto a los contenidos de la expectativa futura así indicada, había una gran diversidad de concepciones. Para conocer lo que realmente se creía en algunos círculos antes y en el momento del nacimiento de Cristo, los escritos pseudoepigráficos y apócrifos del período son especialmente importantes. Pero están lejos de ser unánimes en su perspectiva escatológica. En consecuencia, es muy difícil establecer con precisión cuál era la perspectiva futura de los judíos al comienzo de la era cristiana. Además de las declaraciones que parten de las profecías de la restauración del pueblo de Israel y de la casa de David, otros escritos ponen más énfasis en el carácter sobrenatural-trascendente del gran tiempo de salvación". Herman Ridderbos, The Coming of the Kingdom (Philadelphia: The Presbyterian and Reformed Publishing Company, 1962), pág. 10. Capítulo 2 Israel y la iglesia El dispensacionalista consistente es un teólogo sujetado a una idea – la idea de que hay una fuerte dicotomía entre Israel y la iglesia. Esta idea es una teoría relativamente moderna en la historia de la doctrina, la cual fue inicialmente desarrollada y popularizada por J. N. Darby (18001882), el padre del pensamiento dispensacional. Durante un periodo de convalecencia en 1827, Darby meditó sobre el hecho de que el verdadero cristiano, a través de la obra bautismal del Espíritu, está en unión con Cristo y por lo tanto está sentado con Cristo en lugares celestiales (Efesios 2:4-7). Con esto en su mente Darby leyó en Isaías 32:15-20 sobre un derramamiento profetizado del Espíritu sobre Israel que traería bendiciones terrenales sobre el pueblo de Dios. Darby tomó este dato bíblico y concluyo que implica un fuerte contraste entre las bendiciones terrenales profetizadas para Israel y las bendiciones celestiales prometidas al cristianismo en el Nuevo Testamento. A partir de esto Darby desarrollo su teoría de que Dios tiene dos pueblos, un pueblo terrenal y un pueblo celestial.1 En 1840, Darby dio el siguiente resumen de sus nuevas ideas sobre profecía: La profecía se aplica propiamente a la tierra; su objeto no es el cielo. Se trataba de cosas que habrían acontecer en la tierra; y el no ver esto ha confundido a la iglesia. Hemos pensado que nosotros mismos teníamos dentro de nosotros los logros de estas bendiciones terrenales, mientras que somos llamados para las bendiciones celestiales. El privilegio de la iglesia es tener su porción en los lugares celestiales; y después las bendiciones se derramarán sobre la gente terrenal. La iglesia es algo completamente aparte – un tipo de economía celestial durante el 1 Daniel Payton Fuller, "The Hermeneutics of Dispensationalism" (disertación, Northern Baptist Theological Seminary, 1957), paginas 38-41. -18- Capítulo 2 rechazo de las personas terrenales, quienes son dejados de lado por causa de sus pecados, y expulsados de entre las naciones, de entre las cuales Dios elige a un pueblo para el gozo de la gloria celestial con Jesús mismo. El Señor habiendo sido rechazado por el pueblo judío, se convirtió totalmente en una persona celestial. Esta es la doctrina que encontramos peculiarmente en el apóstol Pablo. Ya no es más el Mesías para los Judíos, sino un Cristo exaltado, glorificado; y es por falta de aferrarse a esta regocijante verdad, que la iglesia se ha vuelto muy débil. 2 Esta resumida declaración demuestra que Darby había llegado a interpretar las escrituras en términos de la dicotomía dispensacional y las teorías de paréntesis. Él había llegado a ver a los Judíos como el pueblo terrenal de Dios con un propósito terrenal, destino y esperanza, los Cristianos como pueblo celestial de Dios con un propósito celestial, destino y esperanza y la era de la iglesia como el paréntesis celestial en el programa terrenal. La teología Reformada, por supuesto, difiere fuertemente con esta dicotomía radical entre Israel y la iglesia. Los teólogos Reformados reconocen distinciones Bíblicas entre el Israel del Antiguo Testamento y la iglesia del Nuevo Testamento, pero no una fuerte dicotomía. Las distinciones Bíblicas entre el Israel del Antiguo Testamento y la iglesia del Nuevo Testamento implican una progresión orgánica análoga al desarrollo de un niño en un adulto (Gálatas 4:3-4). El desarrollo orgánico provocado durante el tiempo del Nuevo Testamento, incluye la revelación clara sin precedente a través de la Palabra Encarnada y Sus apóstoles, el logro histórico de la expiación Mesiánica profetizada, el derramamiento del Espíritu en una plenitud sin precedentes, el cese de las pesadas leyes ceremoniales Mosaicas, y la universalización del reino previamente limitado a la nación Judía. En medio de estos cambios del desarrollo, hubo también una fuerte continuidad con el programa del Antiguo Testamento. Aunque Dios a menudo trato con el Israel del Antiguo Testamento en términos de instituciones y promesas terrenales, estas fueron imágenes de las mismas realidades celestiales de las que 2 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 33. -19- Capítulo 2 luego se habló en el Nuevo Testamento, habiendo existido una dimensión espiritual genuina en las vidas de los santos del Antiguo Testamento. Y aunque el Nuevo Testamento a menudo habla en términos de realidades celestiales y espirituales, el Cristiano está todavía en el mundo y le ha sido dada la tarea de ser la luz del mundo, la sal de la tierra y el discipulador de las naciones. Aquí hay dos sistemas antitéticamente opuestos con respecto a la relación entre Israel y la iglesia. Para determinar cuál sistema es correcto, debemos ir a la Escritura. Un pasaje del Nuevo Testamento que habla de este asunto es Efesios 2:12-21, un pasaje en el cual el Apóstol Pablo contrasta el estado del pacto de los Gentiles en general bajo el antiguo pacto con el de los Cristianos Gentiles bajo el nuevo pacto. En este pasaje, Pablo primero les recuerda a los Efesios Cristianos su anterior pobreza espiritual antes de que vinieran a la fe en Cristo en la era del nuevo pacto. Como “Gentiles según la carne”, ellos estaban incircuncisos y por eso estaban sin lo que había sido en anteriores tiempos la señal y el sello del pacto de Dios (versículo 11). Pablo luego en el versículo 12 resume la condición en la que una vez habían estado estos Efesios en el pacto de los Gentiles: … En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Como los incircuncisos, habían sido “alejados de la ciudadanía de Israel” (versículo 12). Estar fuera de la membresía en la comunidad del pacto de Dios, no garantiza membresía interna y salvación, pero es importante. La membresía externa en el Israel del Antiguo Testamento no había estado exenta de ventajas, por decir lo menos: ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios. Romanos 3:1-2 -20- Capítulo 2 … Israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. Romanos 9:4-5 … la salvación viene de los Judíos. Juan 4:22 Los “Gentiles según la carne” bajo el viejo pacto habían estado sin estas ventajas debido a su aislamiento de Israel. La palabra aquí traducida “siendo alejados” es un término fuerte usado a veces hablar de distanciamiento de Dios debido a las abominaciones morales (Ezequiel 14:5,7-8 LXX, Oseas 9:10 LXX). Después de la formación de las naciones en la torre de Babel, Dios había escogido un hombre, Abraham, como padre de una nación, Israel, a través de la cual Él administraría exclusivamente Sus pactos hasta que el universalismo de la era del nuevo pacto cuando Su pueblo seria formado de toda tribu, nación y lengua. Durante ese periodo de particularismo Judío, Dios había “dejado que todas las naciones caminaran en sus propios caminos” (Hechos 14:16), permitiéndoles que permanecieran en su esclavitud del paganismo demoniaco y por ello en un estado de alejamiento de Dios y Su pueblo. Como “alejados de la ciudadanía de Israel”, los “Gentiles según la carne” habían estado, mas significativamente, “sin Cristo”. Bajo el antiguo pacto, los Judíos, por supuesto, no habían conocido la manifestación histórica de Jesús de Nazaret, pero habían conocido al Mesías por venir a través de los “pactos de la promesa” (versículo 12). Pablo en un sermón dirigido a Judíos manifestó que: … la promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; otra vez; … Hechos 13-32b-33a La relación del Gentil incircunciso hacia estas promesas había sido la del “extraño”, un término general para el foráneo o extranjero -21- Capítulo 2 quien estaba sin los derechos asociados con la ciudadanía en el pacto comunitario. Pablo luego contrasta esta posición anterior de pobreza espiritual con el estado del pacto en esta era de los Gentiles que creen en Cristo. Contrariamente a su estado antiguo, ellos ahora “ya no son más extraños y foráneos, sino conciudadanos con los santos, y de la familia de Dios” (versículo 19). Cada palabra mayor en esta declaración es digna de un examen minucioso. De acuerdo al verso 12, los “Gentiles según la carne” habían sido “ajenos a los pactos de la promesa”, pero ahora los Gentiles en Cristo “ya no son más extraños y advenedizos”, (versículo 19). La palabra Griega aquí traducida advenedizos es usada en la traducción Griega del Antiguo Testamento para referirse a los residentes extranjeros que vivieron en Israel y tuvieron ciertos derechos legales pero que no eran ciudadanos de Israel y no podían tomar parte de la Pascua (Éxodo 12:45 LXX). Esta palabra literalmente significa “el que está al lado de la casa” y Pablo manifiesta que para ya no ser advenedizos se debe ser “de la familia de Dios” una expresión simbólica para la membresía en el pueblo de Dios bajo ambos antiguo y nuevo pactos. (Números 12:7; 1 Timoteo 3:15; Hebreos 3:5-6). Los Gentiles en Cristo también son ahora “conciudadanos con los santos”. En el Griego, la palabra traducida conciudadano en el versículo 19 está relacionada estrechamente a la palabra que en el versículo 12 esta traducida como ciudadanía en la Versión King James. En la Nueva Versión Internacional, esta palabra del versículo 12 esta traducida como nacionalidad, una traducción la cual muestra mejor la afinidad cercana de esta palabra traducida como conciudadano. El Gentil según la carne ha sido alejado “de la ciudadanía de Israel”, pero el Cristiano Gentil es ahora un “ciudadano con los santos”. Los “santos” son el pueblo santo de Dios, el pueblo del pacto. El Cristiano es un ciudadano de la Jerusalén celestial (Gálatas 4:26; Filipenses 3:20; Apocalipsis 3:12) y por lo tanto un conciudadano con los santos de todos los tiempos (Hebreos 12:22-23). Los versículos 13 y 17 también se relacionan con nuestra discusión. En el versículo 13, los Cristianos Gentiles de Éfeso son mencionados como “ustedes que en algún tiempo estaban lejos”. Luego en el versículo 17, el apóstol dice: -22- Capítulo 2 Y (Cristo) vino y predicó la paz a ustedes que estaban lejos y los que estaban cerca. Como hemos visto desde el versículo 13, aquellos quienes son mencionados como “estaban lejos” son los Gentiles paganos quienes habían vivido como “alejados de la ciudadanía de Israel”. ¿Quiénes son entonces aquellos que se mencionan como “los que estaban cerca”? Muchos creen que este término se refiere aquí a los Judíos en Éfeso quienes habían escuchado el mensaje del evangelio.3 Pedro usó alguna terminología similar en su sermón de Pentecostés para los Judíos en Jerusalén: Porque la promesa es para ustedes, y para sus hijos, y para todos los que están lejos, incluso para muchos a los que el Señor nuestro Dios ha de llamar. El Judío como miembro del pueblo del pacto de Dios ya estaba provisionalmente cercano, ya que el Evangelio era el cumplimiento de los pactos de la promesa que habían sido hechos con el Israel del Antiguo Testamento. Por supuesto, si el Judío persistió en rechazar al Mesías, él fue cortado del verdadero pueblo del pacto, pero el Evangelio fue ofrecido primero al Judío y después al Gentil (Romanos 1:16). En el versículo 13 de Efesios 2, Pablo dice: Pero ahora en Cristo Jesús ustedes que en algún tiempo estaban lejos, son hechos cercanos por la sangre de Cristo. Supongamos que los términos “cerca” y “lejos” se refieren a la relación respectiva del Judío y el Gentil pagano para con los pactos de la promesa del Antiguo Testamento al tiempo de la transición entre el antiguo y nuevo pactos cuando el Evangelio del nuevo pacto fue ofrecido por primera vez. Luego Pablo en el versículo 13 está enseñando que el Gentil pagano que creía en Cristo había sido heredero de la plenitud del nuevo pacto de aquellos pactos de promesa del Antiguo Testamento que 3 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 34. -23- Capítulo 2 anteriormente pertenecían exclusivamente al Israel del Antiguo Testamento, los cuales anteriormente habían pertenecido exclusivamente al Israel del Antiguo Testamento. Este pasaje no está enseñando que el Cristiano Gentil se ha convertido en un miembro del Israel del Antiguo Testamento. Efesios 2 enseña que el creyente Gentil se ha convertido en un miembro de la iglesia de la plenitud Mesiánica, la cual Pablo llama “el nuevo hombre” (versículo 15) y de la cual Pablo habla como un edificio construido sobre el fundamento de los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento (versículo 20). La importancia de este pasaje es que enfatiza tanto la novedad de la iglesia como la continuidad de la iglesia con el anterior programa del pacto de Dios. La respuesta al alejamiento del Gentil de Israel y sus pactos es la membresía en el nuevo hombre, lo cual lo hace un ciudadano con el pueblo del pacto de Dios y miembro de la casa de Dios. Estos términos tienen raíces en el Antiguo Testamento, y este pasaje encaja bien con la enseñanza Reformada de que la iglesia del Nuevo Testamento es el Israel del Antiguo Testamento viniendo a la madurez del Nuevo Pacto. La interpretación dispensacional de este pasaje de Efesios pone todo su énfasis sobre la enseñanza en este pasaje de que la iglesia del Nuevo Testamento es un “nuevo hombre” 4 Cierto, hay una novedad significativa en la iglesia del Nuevo Testamento, pero ese hecho no anula la enseñanza igualmente valida en Efesios 2 que la iglesia del Nuevo Testamento tiene una fuerte relación de continuidad orgánica con el Israel del Antiguo Testamento. ¿Es la novedad de la iglesia del nuevo pacto la novedad de madurez que ocurre en un contexto de continuidad orgánica con el pasado?, o ¿es la novedad de la iglesia del nuevo pacto, mejor explicada por la rígida dicotomía dispensacional y las teorías de paréntesis? Para el dispensacionalista, asumir automática y dogmáticamente que el “nuevo hombre” no tiene una continuidad orgánica con el pueblo del pacto del Antiguo Testamento, es cometer la falacia lógica de petición de principio. 4 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), página 165. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:248. -24- Capítulo 2 Bajo el pacto Mosaico, sólo los Judíos practicantes eran miembros del pueblo del pacto de Dios. En esta era del nuevo pacto, de igual forma, creyentes Judíos y Gentiles son juntos miembros plenos del pueblo santo de Dios (Gálatas 3:28; Efesios 2:14) y los no creyentes Judíos y Gentiles están juntos fuera del campamento de las bendiciones del pacto. Hay dos maneras en que esta igualación de la condición espiritual, entre el Judío y el Gentil, podría haber sido efectuada. En línea con la dicotomía dispensacional y las teorías del paréntesis, los pactos del Antiguo Testamento podrían haberse convertido en paréntesis inoperantes. De acuerdo al Dr. Lewis Sperry Chafer “… el Judío ha sido removido del lugar de especial privilegio el cual era suyo en el tiempo pasado y nivelado a la misma posición del Gentil…”.5 De acuerdo con el Dr. John F. Walvoord, “en la era presente, Israel ha sido dejado a un lado, sus promesas se sostuvieron en suspenso temporal, sin progreso en la culminación de su programa.”6 Y los nuevos y distintos privilegios de la iglesia podrían haber sido introducidos por creyentes tanto judíos como Gentiles. O en línea con la enseñanza Reformada de que la era de la iglesia es una continuación exaltada del programa del pacto del Antiguo Testamento, los creyentes Gentiles podrían haber sido elevados a la posición privilegiada del Israel espiritual por ser hechos herederos completos de los pactos del Antiguo Testamento en la plenitud del nuevo pacto. Los Judíos creyentes habrían permanecido en el Israel espiritual durante la transición entre el antiguo y nuevo pacto, y los judíos no creyentes habrían sido cortados del pueblo del pacto en juicio (Romanos 11:20). Ser separado de la iglesia en juicio, era ser reducido a los ojos del pueblo del pacto, al estado religioso de un pagano (Mateo 18:17). Efesios 2 apoya esta segunda sugerencia a través de su enseñanza que los Gentiles creyentes de hoy participan en los pactos de la promesa que anteriormente habían sido limitados a la comunidad de Israel. Otro pasaje relevante es Romanos 11, en el cual Pablo discute el estado de los Judíos en la era de la iglesia. El árbol de olivo de Romanos 5 "El Gentil no fue elevado al nivel del privilegio Judío; pero el Judío fue rebajado al nivel del Gentil sin esperanza, posición desde la cual, ya sea Judío o Gentil, podrían ser salvos sólo por gracia en una posición celestial y gloriosa." Ibid., 4:75. 6 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 34. -25- Capítulo 2 11 representa la posición privilegiada de bendición que pertenecía al Israel del Antiguo Testamento (compare Jeremías 11:16; Oseas 14:6). Es un olivo cuyas raíces están firmemente establecidas en los pactos del Antiguo Testamento hechos con los patriarcas Judíos. Antes de observar el uso de Pablo de la figura, examinemos como deberíamos esperar que Pablo use la figura si el realmente fuera un dispensacionalista. Dado que, según el dispensacionalismo, todos los Judíos en esta era entre paréntesis están cortados de sus privilegios del Antiguo Testamento, deberíamos esperar que Pablo enseñe que todas las ramas del olivo de Israel fueran rotas al comienzo de la era de la iglesia. Como el reloj del programa profético Judío que supuestamente se detuvo al comienzo de la era de la iglesia, el antiguo olivo Judío tendría que permanecer inactivo durante la era de la iglesia hasta aquel periodo de tribulación futura y milenio cuando Dios reanuda el programa profético Judío. Sería como el tren Judío que está esperando en la vía lateral hasta que el tren de la iglesia pase por la vía de la historia, para usar otra ilustración popular con los dispensacionalistas. Además, ya que según al dispensacionalismo, el programa de Dios para la iglesia es totalmente distinto del programa de Dios para Israel, deberíamos esperar que, Pablo enseñe que, al comienzo de la era de la iglesia, un nuevo olivo representando la iglesia, fue planeado divinamente. Y todos los Judíos creyentes quienes fueron separados del olivo del Israel inactivo y todos los Gentiles creyentes que estuvieron anteriormente en el olivo silvestre del paganismo están en esta era injertados en el olivo de las bendiciones de la iglesia. Pero esto, por supuesto, no es lo que Pablo enseña. Pablo en cambio enseña que solo los Judíos incrédulos fueron separados del olivo de Israel. Los Judíos que aceptaron a Cristo permanecieron donde siempre han estado – en el olivo de Israel. Y los Gentiles creyentes fueron injertados en el olivo de Israel. Esta explicación de Romanos 11 del estado de los Judíos en la era de la iglesia, implica fuertemente que la iglesia es el Israel espiritual en esta era del nuevo pacto. Otro pasaje que muestra la fuerte continuidad entre Israel y la iglesia es Hebreos 3:5-6. Este pasaje se refiere a ambos, el Israel del Antiguo Testamento y la iglesia del Nuevo Testamento, como la casa de Dios, lo cual demuestra su unidad como el único pueblo de Dios. Este pasaje se basa en Números 12:7, donde el termino casa de Dios -26- Capítulo 2 definitivamente se refiere a Israel. 7 Este pasaje también demuestra la progresión orgánica entre los testamentos con su mensaje que el Cristo de la era del nuevo pacto, quien es un Hijo sobre la casa de Dios, es superior a Moisés de la era del antiguo pacto, quien fue un sirviente en la casa de Dios. Otro pasaje que habla sobre el tema de la relación bíblica entre el Israel del Antiguo Testamento y la iglesia del Nuevo Testamento es Apocalipsis 21. Apocalipsis 21 revela que la Nueva Jerusalén es simbólica para los santos de todos los tiempos. Los doce cimientos de la ciudad, que tienen los nombres de los doce apóstoles escritos sobre ellos, representan a los santos del Nuevo Testamento. Y las doce puertas de la ciudad, que tienen los nombres de las doce tribus de Israel escritas en ellas, representan los santos del Antiguo Testamento (Apocalipsis 21:12,14). La Nueva Jerusalén, una ciudad cuya ciudadanía incluye los santos de todos los tiempos, es llamada en este pasaje la Novia de Cristo (Apocalipsis 21:2,9-10). La Novia de Cristo es definida en otra parte como la iglesia universal, el Cuerpo de Cristo (Efesios 5:22-33). Esto significa que ambos, el Israel del Antiguo Testamento como la iglesia del Nuevo Testamento, están juntos en el Cuerpo de Cristo. La conclusión de que los santos del Antiguo Testamento están incluidos en la Nueva Jerusalén está confirmada más aun por Hebreos 11 y 12. Hebreos 11 presenta ejemplos de fe en las vidas de los santos del Antiguo Testamento y termina con el siguiente comentario sobre el estado salvífico de los santos del Antiguo Testamento: Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Después de esto, en Hebreos 12:22-24, los habitantes de la Nueva Jerusalén son descritos de la siguiente manera: 7 Compare Éxodo 16:31; 2 Samuel 1:12; Jeremías 31:31; Mateo 10:6; 15:24; Hechos 2:36 -27- Capítulo 2 Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Una comparación de los versículos anteriores puede dejar poca duda que los santos tanto del Antiguo Testamento y del Nuevo testamento son ciudadanos de la ciudad celestial. Hebreos 12:22-23 enseña que “los espíritus de los justos hechos perfectos”, están incluidos entre los habitantes de la Nueva Jerusalén, y Hebreos 11:39-40 da evidencia de que ésta designación es inclusiva de los santos del Antiguo Testamento. El Dr. J. Dwight Pentecost intenta explicar las implicaciones de la referencia anterior a la Nueva Jerusalén como la Novia de Cristo argumentando que, aunque la Nueva Jerusalén contiene a todos los santos de todos los tiempos, la ciudad toma su “caracterización principal” de la iglesia del Nuevo Testamento, la cual sola es la Novia de Cristo. 8 El Dr. C. I. Scofield tiene una explicación diferente: La “Esposa del Cordero” aquí (Apocalipsis 19:7) es la “novia” (Ap. 21.9), la iglesia, identificada con la “Jerusalén celestial” (Heb. 12.22,23), y se distingue de Israel, la cuál es la adultera y repudiada “esposa” de Jehová, aun por ser restaurada (Isa. 54.110; Os. 2.1-17), quien es identificada con la tierra (Os. 2.23). Una esposa perdonada y restaurada no podría ser llamada tampoco virgen (2 Cor. 11.2,3), o una novia.9 8 J. Dwight Pentecost, Things to Come (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), página 576; compare página 227. 9 C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible (New York: Oxford University Press, 1909), página 1348 (nota en Apocalipsis 19:7). -28- Capítulo 2 El Dr. Lewis Sperry Chafer sugiere lo siguiente: Lleva el nombre de la Novia de Cristo y probablemente porque ella tiene algún derecho superior para ello; aun otros pueblos y seres entran por sus puertas. 10 Y el Dr. John F. Walvoord dice lo siguiente: A la Nueva Jerusalén le es dada revelación detallada, y es descrita en general “como una novia adornada para su esposo” (Apocalipsis 21:2). La figura del matrimonio es usada para la iglesia, para Israel, y aquí para la ciudad en la cual los santos de todos los tiempos morarán. El hecho de que la figura del matrimonio es usada para más de una entidad en la Escritura no debe ser considerado confuso, ni la ciudad debe ser identificada específicamente con la iglesia. Es más bien que la Nueva Jerusalén tiene toda la belleza y frescura de una novia adornada para su esposo.11 Otro pasaje significativo que habla directamente sobre este tema es Mateo 21:43, una declaración que Cristo hizo a los líderes Judíos cerca del final de su ministerio terrenal: “Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a una nación que produzca los frutos de él.” La pregunta que esta declaración levanta es, ¿Cuál es la nación a la que fue dado el reino de Dios? La respuesta obvia es la iglesia, que en otro lugar es designada como una nación (1 Pedro 2:9). Si a la iglesia le fue dado el programa del reino que Dios hubo administrado primero a través del Israel del Antiguo Testamento y estuvo previamente enraizado en los pactos del Antiguo Testamento, entonces hay una fuerte continuidad entre Israel y la iglesia. Si la iglesia asume que el programa 10 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 5:367. Dr. John F. Walvoord, The Church in Prophecy (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1964), página 161. 11 -29- Capítulo 2 del reino del Antiguo Testamento comenzó con el Israel del Antiguo Testamento, entonces la iglesia verdaderamente es el Israel del nuevo pacto. Una respuesta dispensacional común a la pregunta anterior es que el reino será dado “a la nación de Israel cuando se haya vuelto al Señor y sea salvada antes de entrar el reino milenial”12 Esto significa que ¡toda la era de la iglesia debe intervenir entre la primera cláusula del versículo en la que el reino es quitado del Israel físico y la segunda cláusula en la que el reino es dado a otra nación! Algunos dispensacionalistas admiten que este versículo está enseñando que el reino en algún sentido ha sido transferido en esta era desde el Israel del Antiguo testamento a la Iglesia del Nuevo Testamento o a los Gentiles creyentes de esta era. 13 Quienes hacen esta admisión, deben definir a través de calificaciones la importancia y significado de esta transferencia si ellos quieren mantener su dicotomía entre Israel y la iglesia con sus dos programas separados y distintos. Cuando los dispensacionalistas admiten que el reino está relacionado con la iglesia, generalmente lo interpretan como ambos: el reino en forma misteriosa de Mateo 13 o como el dominio no teocrático providencial de Dios. Se puede encontrar información adicional sobre la transición del reino del Israel del Antiguo Testamento a la iglesia del Nuevo Testamento en la enseñanza Bíblica sobre el Buen Pastor Mesiánico. El Buen Pastor Mesiánico debía tanto despojar a los “malos pastores” líderes de Israel, como juzgar entre los miembros del rebaño de Israel (Ezequiel 34:7-31). Jesucristo les quito el reino a los líderes de Israel quienes se habían opuesto a Él, y entregó el reino a los “pobres del rebaño” (Zacarías 11:7,11), el remanente justo dentro de la nación quienes fueron Sus discípulos. En Lucas 12:32, Jesús dijo a Sus discípulos: “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Sus discípulos eran las verdaderas ovejas en Israel, porque las verdaderas ovejas dentro de la manada de Israel eran aquellas que reconocieron al Pastor Mesiánico, escuchando Sus 12 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, página 71. Charles Caldwell Ryrie, Ryrie Study Bible: The New Testament, nota en Mateo 21:43; J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 465-466. 13 -30- Capítulo 2 enseñanzas, y Lo siguieron obedientemente (Juan 10:14,27). Aquellos Judíos que rechazaron a Cristo, no creyeron porque no eran verdaderas ovejas (Juan 10:26). Jesús también enseñó que Él tenía ovejas fuera del redil de Sus discípulos Judíos (Juan 10:16). Jesús aquí estaba hablando de los Gentiles quienes después creerían y serían incorporados dentro de Su iglesia. Aunque estos aún no habían creído, Cristo habló de ellos como aquellos escogidos y predestinados para ser Suyos desde antes de la fundación del mundo. Esta declaración es paralela al mandamiento visionario posterior del Señor que instruyó a Pablo a continuar predicando en Corinto porque “Tengo mucha gente en esta ciudad” (Hechos 18:10). En Juan 10:16, Cristo dijo que estas ovejas Gentiles estaban en ese tiempo fuera de Su presente redil de discípulos, y que Él las conduciría hacia Su único rebaño.14 La palabra traducida redil en Juan 10:16 literalmente se refiere a un patio amurallado (compare Juan 10:1), y trae a la mente una imagen del Israel amurallado de las naciones Gentiles por sus leyes ceremoniales. Jesús estaba por dirigir estas ovejas Gentiles hacia Su único rebaño, “porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación” (Efesios 2:14). El pueblo de Dios del nuevo pacto es un rebaño sin distinción entre Judío y Gentil. El uso de la metáfora del rebaño en Juan 10, demuestra la relación de continuidad entre el antiguo pacto de Israel y el nuevo pacto de la iglesia. Tanto el antiguo pacto de Israel como el nuevo pacto de la iglesia son mencionados como el rebaño de Dios.15 Las ovejas de Cristo son aquellas por quienes Él murió salvíficamente (Juan 10:11) y a quienes Él ha dado vida eterna (Juan 10:28). Como la salvación se encuentra sólo en Cristo, las verdaderas ovejas de Dios son los santos de todas las edades. 14 Esta distinción entre el rebaño y el redil en Juan 10:16 no se aclara en la Versión King James donde ambas palabras Griegas son traducidas como redil. 15 Israel: Salmo 74:1; 78:52; 79:13; 95:7; 100:3; Isaías 40:11; 63:11; Jeremías 13:17; 23:1; 50:6; Ezequiel 34:31; Miqueas 7:14; Zacarías 10:3; 13:7; Mateo 10:6; 15:24. Iglesia: Hechos 20:28-29; 1 Pedro 2:25; 5:2-3. -31- Capítulo 2 Tomados juntos, esta información sobre el Buen Pastor enseña que Jesús les quitó el reino a los líderes y miembros del Israel del antiguo pacto quienes lo rechazaron, les dio este reino al remanente de los justos dentro de la nación que lo recibieron en la fe, y luego agrego a éste rebaño los Gentiles creyentes. Este mensaje dado bajo la figura de un solo rebaño es similar al mensaje que Pablo enseña en Romanos 11 bajo la figura de un solo olivo. Tanto Juan 10 como Romanos 11 enseñan la unidad esencial del pueblo de Dios a través de las edades como un rebaño y un olivo, e ilustra la progresión orgánica y la continuidad del desarrollo en la transición entre el antiguo y el nuevo pacto. Otro grupo de pasajes que son relevantes para nuestra discusión de la cuestión de la continuidad, consiste en pasajes que dan a la iglesia un nombre Judío. El más discutido comúnmente es Gálatas 6:16, donde Pablo se refiere a la iglesia como el Israel de Dios. Los dispensacionalistas argumentan que Pablo aquí se estaba refiriendo exclusivamente a los Judíos de la iglesia primitiva y no a la iglesia en conjunto.16 Pero uno debe recordar que uno de los temas principales de Pablo en Gálatas es la enseñanza que los Judíos no tienen privilegios especiales sobre los Gentiles en esta era (Gálatas 3:28). Cristo ha derribado el muro religioso divisorio entre Judío y gentil en la iglesia Cristiana (Efesios 2:14). Si Pablo luego les da a los Judíos en la iglesia un estatus especial o reconocimiento al referirse a ellos exclusivamente como el Israel de Dios, entonces Pablo habría destruido su propio argumento. Él habría dado ventaja a los judaizantes al darles una razón válida para argumentar que los Cristianos Gentiles podrían mejorar su estado del pacto al convertirse en prosélitos Judíos además de Cristianos. De acuerdo a los dispensacionalistas, los creyentes Judíos y Gentiles en la iglesia son juntos herederos de las promesas espirituales, pero los Judíos, creyentes y no creyentes, son herederos exclusivos de promesas nacionales.17 Como Pablo enseñó que no hay Judío o Gentil en Cristo (Gálatas 3:28), él tiene que haber estado refiriéndose a toda la iglesia cuando habló del Israel de Dios en Gálatas 6:16. Si esta interpretación es correcta, entonces este versículo sería mejor traducido “Paz y 16 17 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 34. John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, página 169. -32- Capítulo 2 misericordia a todo el que sigue esta regla, incluso al Israel de Dios” como en la Nueva Versión Internacional inglesa; y el verdadero Israel de Dios en esta edad, sería definido como todos aquellos que caminan por la regla de no jactarse excepto en la cruz de Cristo. En otros lugares la iglesia es llamada la diáspora, un término técnico para los Judíos que viven en naciones Gentiles (1 Pedro 1:1; Santiago 1:1); las doce tribus (Santiago 1:1; Ap. 7:4; Lucas 22:30); una raza escogida, un real sacerdocio, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios (1 Pedro 2:9-10; Ap. 1:6; Tito 2:14; compare Éxodo 19:6; Deut. 7:6); Judíos que son Judíos en lo interior (Rom. 2:28-29); los circuncidados (Filipenses 3:3; compare Colosenses 2:11, Romanos 2:29); los que vienen al Monte de Sion (Hebreos 12:22); ciudadanos de la Jerusalén celestial (Gálatas 4:26); hijos de la promesa como Isaac (Gálatas 4:28); linaje y herederos de Abraham de acuerdo a la promesa de Abraham (Gálatas 3:29). Generalmente, los dispensacionalistas argumentan que estos nombres Judíos dados a la iglesia se refieren solamente a los Judíos creyentes en la iglesia. Hay algunos casos donde el Nuevo Testamento hace una referencia limitada a los Judíos creyentes, como en Romanos 9:6: “Porque no todos los de Israel son de Israel”. Ese versículo está contrastando Judíos creyentes y no creyentes. Sin embargo, hay muchos otros casos en los que Pablo claramente se está refiriendo a la iglesia completa cuando usa un título Judío. Por ejemplo, Pablo definió la circuncisión como aquellos “quienes adoran a Dios en espíritu, y se glorían en Cristo Jesús, y no tienen confianza en la carne” (Filipenses 3:3). La circuncisión es un título para Israel (Efesios 2:11), y esta descripción de la verdadera circuncisión en esta era es inclusiva de todos los verdaderos creyentes, tanto Judío como Gentil. Todos los Cristianos están circuncidados espiritualmente (Colosenses 2:11-12), y “es un Judío, el que lo es en el interior; y la circuncisión es la del corazón” (Romanos 2:29). Es también relevante que Jesús en Apocalipsis 2:9 y 3:9 llamó a los Judíos que entonces estaban persiguiendo a las iglesias de Esmirna y Filadelfia, aquellos “quienes dicen ser Judíos, y no lo son” y “la sinagoga -33- Capítulo 2 de Satanás”. Estos versículos claramente enseñan que aquellos Judíos étnicos que rechazaron a Cristo no eran ya más considerados una parte del verdadero Israel. Pablo dijo en Romanos 2:28: “no es Judío, el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión, la que se hace exterior en la carne” (Romanos 2:28). La relación entre el Israel del Antiguo Testamento y la iglesia del Nuevo Testamento no es de una fuerte dicotomía sino de una continuidad orgánica y de desarrollo. Si la Biblia presenta algún grupo estando en una relación dicotómica con el Israel espiritual, no es la iglesia del Nuevo Testamento sino el fariseísmo del Nuevo Testamento, el cual se desarrolló en lo que hoy es llamado judaísmo normativo. La era del Nuevo Testamento se diferencia del periodo del Antiguo Testamento en sus rituales no-sangrientos y en su mayor plenitud espiritual, pero los santos de ambas edades constituyen un pueblo de Dios que reunidos son el Cuerpo y la Novia de Cristo. Notas al Pie de Página Extensas 2 Daniel Payton Fuller, "The Hermeneutics of Dispensationalism" (disertación, Northern Baptist Theological Seminary, 1957), página 45; citando de J.N. Darby, "The Hopes of the Church of God," Collected Writings (William Kelly, editor; volúmen 35; segunda edición; London: G. Morrish, n.d.), 2:571-572. "En Ef. 2:13 los Cristianos Gentiles recuerdan el don de Dios de que aquellos que una vez estuvieron lejos de Dios, ..., han sido acercados a Él por Cristo y se convirtieron en Sus hijos. En Ef. 2:17, que establece a Is. 57:19 en el contexto de la historia de salvación ..., a los Gentiles se les dijo, que estaban lejos de Dios ..., Cristo trajo paz y salvación no menos que a los Judíos, tanto para el distante como al cercano, Cristianos Gentiles y Judíos, experimentan el gran misterio de Dios a través de Cristo su unión en el nuevo pueblo de Dios." -34- Capítulo 2 3 Gerhard Kittel, editor; Geoffrey W. Bromily, editor y traductor, Theological Dictionary of the New Testament (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1967), 4:374. Ver también Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 4:74; John Eadie, Commentary on the Epistle to the Ephesians (reimpresión: Minneapolis: James and Klock Christian Publishing Co., 1977; original: Edinburgh: T. and T. Clark, 1883), páginas 169-170; William Hendriksen, New Testament Commentary: Exposition on Ephesians (Grand Rapids: Baker Book House, 1967), paginas 213-214; T.K. Abbott, The International Critical Commentary: A Critical and Exegetical Commentary on the Epistles to the Ephesians and to the Colossians (Edinburgh: T. & T. Clerk, 1897), página 60. 6 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, página 136. Aún en la página 165, Dr. Walvoord argumenta que "Israel no está reducido a la bancarrota de los Gentiles—al convertirse en `ajenos de la promesa del pacto' ..." el punto del Dr. Walvoord puede ser que, aunque los Judíos individuales no creyentes no son herederos de las bendiciones espirituales, todos los Judíos, creyentes y no creyentes, siguen siendo herederos de las promesas nacionales, en la teoría dispensacional (página 169). En la página 136, él dice, "Las promesas pueden ser retrasadas en su cumplimiento, pero no canceladas." 16 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, páginas 139-140. De acuerdo con Dr. J. Dwight Pentecost, no hay un Israel espiritual en esta edad: "Hay una diferencia entre la verdadera iglesia y el Israel verdadero o espiritual. Antes de Pentecostés hubo individuos salvos, pero no había iglesia, y ellos eran parte del Israel espiritual, no de la iglesia. Después del día de Pentecostés y hasta el rapto encontramos su iglesia la cual es Su cuerpo, pero no el Israel espiritual. Después del rapto no encontramos una iglesia, sino a un Israel verdadero o espiritual otra vez. Estas distinciones deben mantenerse claramente en mente." -35- Capítulo 2 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 199. El Dr. Pentecost define a los Cristianos Judíos como aquellos "quienes serían una parte del Israel espiritual" (Ibid, página 89). Asumo que quiere decir con esto que los Cristianos Judíos son aquellos Judíos que, debido a su fe, serían parte del Israel espiritual, si ésta no fuera la edad del paréntesis de la iglesia. Capítulo 3 La Teoría del Paréntesis y la Iglesia en la Profecía El desacuerdo más básico entre el dispensacionalismo y la teología Reformada se centra en la relación entre la iglesia del Nuevo Testamento y el Israel del Antiguo Testamento. Según el dispensacionalismo, la era de la iglesia es un paréntesis en el programa del reino judío profetizado en el Antiguo Testamento. Enseñan que la iglesia del Nuevo Testamento en Pentecostés era una entidad absolutamente nueva, un misterio al que ninguna profecía del Antiguo Testamento se había referido directamente. Enseñan que todas las profecías del reino judío se referían a un reino milenario judío que fue pospuesto hasta después de la edad inesperada de la iglesia debido al rechazo judío de Jesús. Por supuesto, la teología Reformada no está de acuerdo con esta enseñanza. La teología Reformada reconoce tanto que la iglesia en Pentecostés era algo nuevo en un sentido relativo como que la iglesia está construida sobre y continúa el reino del Antiguo Testamento. El hecho de que la mariposa (el pueblo celestial) que emerge del capullo sea nueva en la escena no significa que no tenga una relación directa con la oruga (el pueblo terrenal) que construyó el capullo. Además, el programa del reino al ser tomado del liderazgo judío porque rechazaron a Jesús, no significa que el programa del reino en sí fue pospuesto. De acuerdo con la teología Reformada, la iglesia es el Israel espiritual que llega a la madurez dispensacional, y es el cumplimiento de muchas profecías hechas sobre Israel en el Antiguo Testamento. ¿Cuál de estos dos puntos de vista opuestos sobre la relación entre Israel y la iglesia es correcto? Por la naturaleza de la pregunta, uno debería esperar encontrar algunas pistas para la respuesta correcta al estudiar el uso que hace el Nuevo Testamento de la profecía del Antiguo Testamento. Si el Nuevo Testamento alguna vez cita alguna profecía del Antiguo Testamento como una referencia directa a la iglesia del Nuevo -37- Capítulo 3 Testamento, entonces un elemento básico del sistema dispensacional queda desacreditado. Desafortunadamente para los dispensacionalistas, existen tales citas en el Nuevo Testamento. Probablemente la profecía del Antiguo Testamento más conocida es Joel 2:28. Ahora tome nota: esta profecía proviene del Antiguo Testamento judío. Según los dispensacionalistas, los profetas del Antiguo Testamento ignoraban absoluta y completamente la próxima era de la iglesia. Supuestamente, Dios los había llevado a creer que la llegada del Mesías sería seguida por el milenio judío dispensacional, no por la era de la iglesia. Además, la profecía de Joel se dirigió a Israel y a los hijos de Sion (Joel 2:23,27), no a la iglesia. Como Israel significa Israel, y dado que iglesia significa iglesia, una profecía sobre Israel no puede tener una relación directa con la iglesia, según los dispensacionalistas. Ahora viene la prueba: ¿Qué tiene que decir el Nuevo Testamento sobre el cumplimiento de Joel 2:28? ¡Encontramos a Joel 2:28 citado por Simón Pedro en Hechos 2:16-17 en Pentecostés, el nacimiento de la iglesia del Nuevo Testamento! El Espíritu Santo fue derramado sobre la iglesia en una plenitud sin precedentes, y Pedro explicó este fenómeno diciendo: "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel," luego citando a Joel 2:28-32. Si las palabras deben tomarse en su sentido normal y literal, es difícil imaginar cómo se podría comunicar más claramente que un evento fue un cumplimiento de la profecía que con las palabras esto es lo dicho. La Biblia también indica que Joel 2 continúa cumpliéndose a lo largo de esta era. En su sermón de Pentecostés, Pedro indicó que el Espíritu derramado como un don prometido en la profecía también era para "todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare" (Hechos 2:39), una referencia a los paganos gentiles quienes creerían. Las bendiciones del derramamiento de Pentecostés se extendieron a los gentiles incircuncisos creyentes en Hechos 10. Ahora que las bendiciones del nuevo pacto se han introducido y extendido a todas las naciones, el Espíritu Santo se derrama en cumplimiento de Joel 2 cada vez que una persona es regenerada (Tito 3:5-6). -38- Capítulo 3 Los dispensacionalistas consistentes, debido a su presupuesto sistema teológico, tienen dificultades con tal comprensión de Joel 2. Ni siquiera pueden admitir que, en Pentecostés, donde Pedro dijo "esto es lo dicho" fue un derramamiento del Espíritu previsto por el profeta Joel. Los dispensacionalistas creen que el derramamiento profetizado de Joel ocurrirá en un futuro período de tribulación judío y en el milenio, en una era en la que no hay una obra de bautismo del Espíritu Santo. 1 El derramamiento de Pentecostés se identifica como el bautismo del Espíritu Santo (Hechos 1:5; 10:44-48; 11:15-18), esa obra divina que lo pone a uno en el Cuerpo de Cristo, la iglesia universal (1 Corintios 12:13). Sin embargo, los dispensacionalistas dicen que el verdadero derramamiento, el genuinamente previsto por el profeta, ocurrirá en una época en la que no hay una obra bautismal del Espíritu Santo, porque los dispensacionalistas no tienen lugar ni para la iglesia ni para el bautismo del Espíritu Santo en su programa milenario terrenal. ¿Cómo tratan los dispensacionalistas con las palabras de Pedro en Pentecostés? La siguiente cita de Merrill F. Unger es típica de la comprensión de muchos dispensacionalistas de este pasaje: La fraseología de Pedro "esto es lo dicho" no significa nada más que "esto es [una ilustración de eso] que fue dicho por el profeta Joel" (Hechos 2:16). En la referencia no hay la menor pista de un cumplimiento continuo durante la era de la iglesia o un próximo cumplimiento hacia el final de la era de la iglesia. La referencia es únicamente en sentido ilustrativo para los oyentes judíos en Pentecostés. El cumplimiento de la profecía de Joel aún es futuro y espera la segunda venida de Cristo en gloria y un copioso derramamiento espiritual que anuncia la bendición del reino (cf. Zacarías 12:10-13:1; Hechos 1: 6,7). 2 1 J. Dwight Pentecost, Things to Come (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), páginas 271, 486; Charles Caldwell Ryrie, The Ryrie Study Bible: The New Testament (Chicago: Moody Press, 1976), páginas 208-209 (nota sobre Hechos 2:1621); John B. Graber, "Ultra-Dispensationalism" (disertación, Dallas Theological Seminary, 1949), páginas 88-89. 2 Merrill F. Unger, New Testament Teaching on Tongues (Grand Rapids: Kregel Publications, 1971), página 26. -39- Capítulo 3 Según otro escritor dispensacional: ¡Pedro dice que los eventos de Hechos 2 son de lo que Joel habló, pero no necesariamente el cumplimiento de lo que Joel habló! 3 El escritor continúa hablando del evento de pentecostés que contiene "un gran avance" y "una muestra" de la era del reino profetizado por Joel. Los dispensacionalistas se sienten libres de interpretar las palabras de Pedro "esto es lo dicho" de una manera menos que literal para que puedan interpretar la profecía de Joel con una literalidad estrictamente dispensacional. Curiosamente, los ultra-dispensacionalistas creen que la profecía de Joel tuvo un cumplimiento directo en Pentecostés.4 Según los ultradispensacionalistas, hay tres pueblos de Dios: el Israel del Antiguo Testamento, la primera iglesia petrina judía, y el posterior "Cuerpo de Cristo" paulino," la Iglesia cristiana. Dado que los ultradispensacionalistas asocian Pentecostés exclusivamente con la iglesia judía primitiva, y no con la iglesia cristiana; pueden permitir el cumplimiento de la profecía judía en Hechos, y aún mantener constantemente la dicotomía dispensacional entre Israel y la iglesia cristiana. Así como los dispensacionalistas creen que el Sermón del Monte es una verdad judía no directamente relacionada con la iglesia, algunos ultra-dispensacionalistas creen que el libro de los Hechos y todas las epístolas del Nuevo Testamento escritas durante ese período de tiempo son verdades judías no directamente relacionadas con la Iglesia cristiana. Los dispensacionalistas defienden su visión futurista de la profecía de Joel a partir de la mención de la profecía de eventos 3 Joseph Dillow, Speaking in Tongues: Seven Crucial Questions (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1975), página 105. Véase también Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy (Rockville, Maryland: Assurance Publishers, 1974), páginas 183-185. 4 John B. Graber, "Ultra-Dispensationalism," página 85. -40- Capítulo 3 cataclísmicos en los cielos. Preguntan cuándo en la era de la iglesia el sol se convirtió en oscuridad y cuándo la luna se convirtió en sangre. En el Antiguo Testamento, sin embargo, se utilizó un lenguaje similar para describir los desastres nacionales profetizados para Babilonia (Isaías 13:10), Egipto (Ezequiel 32:7-8), y Edom y las naciones gentiles en general (Isaías 34:4-5). Los relatos históricos de la caída de los antiguos imperios políticos pueden ser aburridos para nosotros, pero no había nada aburrido en las profecías de tales eventos para los antiguos judíos. La caída profetizada de estos poderosos y antagónicos poderes paganos fueron eventos poéticamente comparables a la caída de las estrellas y al oscurecimiento del sol. Para las personas antiguas que estuvieron expuestas al esplendor y la gloria de, por ejemplo, la antigua Babilonia, la caída de esa ciudad habría parecido tan probable como la caída de los cuerpos celestes que gobernaban el cielo. La Biblia habla del sol y la luna como gobernantes sobre el reino celestial (Génesis 1:16) cuya regla continua es una metáfora para la permanencia (Jeremías 31:35-36). Esta es mi comprensión de este lenguaje. Otros ven ese lenguaje como una descripción literal de la segunda venida de Cristo y creen que los profetas hablaron de estos juicios nacionales antiguos en términos del juicio final o en conjunción con una descripción del juicio final. Lo cierto es que el lenguaje profético bíblico a veces asocia eventos cataclísmicos en los cielos con la caída de sistemas políticos supuestamente infalibles y eternos. La Judea del primer siglo no era un poder político poderoso, pero era la nación elegida de Dios y considerada por los judíos del primer siglo como bajo la protección de Dios. Su caída y destrucción era impensable. Creo que Joel usó este lenguaje asociado con juicios cataclísmicos nacionales para referirse al principio general de que Dios derrama Su ira sobre Sus enemigos, así como Su Espíritu sobre Su pueblo. El Mesías conquistador a lo largo de la era del nuevo pacto dirige a los jinetes del Apocalipsis en juicio contra aquellas naciones que lo rechazan (Apocalipsis 6). Este principio general sobre el derramamiento de la ira de Dios tuvo una aplicación especial en el juicio de Dios sobre la nación judía apóstata en el año 70 DC (compárese con 1 Tesalonicenses 2:1416). En el momento de la crucifixión de Jesús, había señales y maravillas literales en el cielo y en la tierra: el oscurecimiento del sol, el terremoto, el desgarro de las rocas, la apertura de tumbas (Mateo 27:45-54). Algunos -41- Capítulo 3 que observaron estos eventos extraordinarios se llenaron de miedo y se golpearon los pechos (Mateo 27:54; Lucas 23:48), lo que indica que algunos pudieron haber reconocido estos eventos como advertencias de un juicio divino venidero. Pedro en su sermón de Pentecostés exhortó a sus oyentes judíos diciendo: "Sed salvos de esta perversa generación" (Hechos 2:40). Esta exhortación tenía referencia a la salvación de este juicio nacional venidero que Jesús había profetizado, y la historia testifica que la iglesia judía fue liberada de esa catástrofe. Además, cuando Jesús profetizó este juicio nacional, usó un lenguaje apocalíptico similar al que se encuentra en Joel 2 (Mateo 24:29; Lucas 21:11,25). Esta interpretación de Joel 2 encuentra apoyo adicional en la declaración de Juan el Bautista de que el Mesías bautizaría no solo con el Espíritu Santo, sino también con el fuego del juicio (Mateo 3:10-12; compárese con Malaquías 3:1-2; 4:5-6). La profecía en Joel, según lo citado por Pedro, también hablaba de "daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo" (Hechos 2:19). En la literatura judía, las señales y prodigios de las frases casi siempre están asociadas con Moisés y la liberación de Israel de Egipto a través de poderosos actos de Dios.5 Las últimas palabras de los Cinco Libros de Moisés son: Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara; nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel. Deuteronomio 34:10-12 (Compare Hechos 7:36). La mención de Joel de "sangre, y fuego, y columnas de humo" señalaba que el Nilo se había convertido en sangre y la plaga de granizo y fuego derramado y el fuego y humo en el Monte Sinaí. Además, su mención del sol oscuro sugirió otra de las diez plagas sobre Egipto. La 5 Gerhard Friedrich, editor; Geoffrey W. Bromiley, editor, Theological Dictionary of the New Testament, 10 vols. (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1971), 7: 216, 221. -42- Capítulo 3 era del Mesías debía incluir nuevas maravillas como las asociadas con el éxodo de Egipto (Miqueas 7:15). Pedro proclamó que Jesús era "varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales" (Hechos 2:22). De hecho, Jesús fue el profeta mesiánico profetizado por Moisés (Deuteronomio 18:18; Hechos 3:22). Los apóstoles (así como aquellos sobrenaturalmente dotados por los apóstoles mediante la imposición de manos) continuaron realizando señales y maravillas mesiánicas (Hechos 2:43; 4:30; 5:12; 6:8; 8:13; 14:3; 15:12) como signos de su verdadero apostolado (2 Corintios 12:12). La mención de señales y maravillas en la profecía de Joel no es una base para enseñar que todavía tiene que encontrar un cumplimiento directo. Por último, los dispensacionalistas a veces argumentan que solo su sistema puede explicar adecuadamente el cese del don de profecía después de la era de los apóstoles. Los dispensacionalistas argumentan que si el período del reino profetizado en Joel 2 es la era de la iglesia, entonces esta era debería ser una era de profecías y milagros continuos en la vida cotidiana de los creyentes.6 Aquí hay una nota de ironía histórica. Los dispensacionalistas argumentan que solo su sistema puede contrarrestar adecuadamente las afirmaciones carismáticas de que los dones reveladores de lenguas y profecías deberían ser experiencias normativas a lo largo de la era de la iglesia. Y, sin embargo, muchos pentecostales que fueron expuestos al sistema dispensacional a través del movimiento Keswick aceptaron fácilmente el sistema dispensacional como compatible con el suyo. 7 Joel profetizó la era mesiánica del Espíritu en la que todo el pueblo de Dios recibiría el Espíritu y los dones espirituales en la plenitud del nuevo pacto. En el Antiguo Testamento, el don de profecía estaba asociado con la venida del Espíritu en poder sobre una persona (Números 11:25,29; 1 Samuel 10:10; 19:20). La profecía de Joel describía la era del 6 Joseph Dillow, Speaking in Tongues: Seven Crucial Questions, página 101. "El dispensacionalismo, que encaja muy bien con las ideas pentecostales y de santidad de la 'Era del Espíritu', fácilmente ganó aceptación en el nuevo movimiento pentecostal, a pesar de que los dispensacionalistas de tipo Scofield sostenían que las lenguas cesaron con los apóstoles." 7 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 54. -43- Capítulo 3 nuevo pacto de plenitud espiritual en términos de profetizar, soñar sueños y ver visiones, todo lo cual el Antiguo Testamento asociaba con el oficio profético (Números 12:6). El mensaje de Joel fue que llegaría una era en la que todo el pueblo de Dios recibiría el Espíritu con una plenitud y poder que luego se asociaría con el oficio profético. Y, de hecho, en esta época, los menores en el Reino son más grandes que los más grandes de los profetas del antiguo pacto (Lucas 7:28). No veo la necesidad de interpretar la profecía de Joel en el sentido de que toda la era del nuevo pacto se caracterizará por sueños, visiones y profecías literales. Fue en el pasado cuando Dios habló de estas maneras diversas a través de los profetas (Hebreos 1:1). Joel, ministrando "en el pasado," simplemente habló del futuro entonces desconocido en términos de la obra del Espíritu en esa época. Hubo, sin duda, un cumplimiento más literal de la profecía de Joel durante los días de los apóstoles y los profetas del Nuevo Testamento. Este fue el período durante el cual el canon del Nuevo Testamento no estaba completo, los apóstoles todavía realizaban señales y maravillas como pruebas del apostolado, los extraordinarios dones reveladores del Espíritu eran comunes entre el pueblo de Dios, la era judía aún no había terminado con finalidad, sino hasta la destrucción del templo, y la iglesia se estaba ajustando a las diferencias entre el antiguo y el nuevo pacto. Este período apostólico fue fundamental y no normativo para la era del nuevo pacto (Efesios 2:20). A través del compromiso inspirado de las revelaciones apostólicas a la Escritura y la finalización del canon del Nuevo Testamento, la fe fue entregada de una vez por todas a los santos (Judas 3). Ahora, a través de esta revelación completa y suficiente, todo el pueblo de Dios tiene acceso a una revelación profética mayor que la que jamás se haya otorgado a ningún profeta de la antigüedad. Con la Palabra escrita y la obra iluminadora del Espíritu, el pueblo de Dios ya no depende de la élite profética para la enseñanza divina (1 Juan 2:27). Esta es la época en que todo el pueblo de Dios conoce al Señor desde el más pequeño hasta el más grande de ellos (Jeremías 31:34).8 La perfecta 8 C.F. Keil y F. Delitzsch, Commentary on the Old Testament in Ten Volumes: Volume VIII: Jeremiah, Lamentations (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1973), 2:40. -44- Capítulo 3 revelación de Dios a través de Jesucristo se ha comprometido a la Escritura. Muchos profetas y hombres justos anhelaban ver lo que ahora vemos a través de la Biblia completa, pero no lo vieron. Veo un paralelo entre las dificultades que el dispensacionalista moderno tiene para aceptar el cumplimiento directo de Joel 2 entre los cristianos en la era de la iglesia y las dificultades que algunos cristianos judíos tempranos tuvieron para aceptar el cumplimiento de Joel 2 entre los gentiles incircuncisos. Para preparar a Pedro el judío para este evento, Dios le dio una visión instructiva especial (Hechos 10:9-16). Y en Hechos 10:44-45, leemos de la sorpresa total experimentada por algunos de los estudiantes judíos de profecía en la iglesia primitiva cuando Joel 2 encontró su primer cumplimiento entre los gentiles incircuncisos creyentes en la casa de Cornelio: Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. El Espíritu Santo fue derramado sobre los gentiles incircuncisos creyentes, así como había sido derramado sobre los judíos creyentes en Pentecostés (Hechos 10:47; 11:15). Joel 2 había profetizado específicamente que el Espíritu se derramaría sobre "toda carne," pero estos primeros cristianos judíos aparentemente habían asumido que este término universal se refería estrictamente a la entrega del Espíritu sin referencia al sexo, la edad o el estado económico dentro de Israel. El derramamiento de este nuevo pacto sobre gentiles incircuncisos, no se ajustaba a su comprensión preconcebida del mensaje del profeta. La cuestión de la igualdad espiritual de los creyentes gentiles incircuncisos dentro del nuevo pacto de Israel continuó plagando a la iglesia primitiva y no se resolvió oficialmente hasta el concilio de Jerusalén de Hechos 15. En el concilio de Jerusalén, hubo una revelación adicional del Nuevo Testamento sobre el cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento. Esta profecía del Antiguo Testamento se cita en Hechos 15:13-17 en el discurso de Jacobo en el concilio de Jerusalén: -45- Capítulo 3 Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para Su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado Mi nombre. El tema antes del concilio era el estado de los cristianos gentiles en la era de la iglesia. Algunos cristianos judíos sostenían que era necesario que todos los cristianos gentiles fueran circuncidados y que se les exigiera observar todas las leyes ceremoniales del Antiguo Testamento. En otras palabras, algunos cristianos judíos querían que todos los conversos gentiles se convirtieran en prosélitos judíos, en miembros del Israel en el sentido del Antiguo Testamento. En el concilio de Jerusalén, Pedro argumentó que en la era de la iglesia, ni los judíos ni los gentiles tenían que soportar el yugo de observar la ley ceremonial para recibir el estatus de pacto completo de un verdadero judío. Pedro señaló que Dios había dado el Espíritu Santo en la casa de Cornelio tan libremente a los creyentes gentiles incircuncisos como lo había dado a los creyentes judíos. Pablo y Bernabé luego relataron "cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles." Luego, Jacobo pronunció su discurso culminante en el que señaló que las palabras de los profetas estaban de acuerdo con lo que Pedro había dicho acerca de que Dios había de "tomar de ellos (los gentiles) pueblo para Su nombre" por primera vez en la casa de Cornelio. Aquí tenemos las palabras de los profetas judíos, que supuestamente ignoraban la era de la iglesia, concordando y confirmando un evento en la era de la iglesia. Luego, Jacobo parafraseó a Amós 9:11-12, una profecía que, en el contexto de Amós, prometió que en algún momento después de la destrucción del norte de Israel por Asiria, Dios volvería nuevamente a Israel en una visita de bendición para reconstruir y restaurar el reino davídico tal que " todos los gentiles, sobre los cuales es invocado el nombre (de Dios)," "puedan buscar al Señor." Jacobo vio esta profecía del Antiguo Testamento sobre la inclusión de los gentiles en el programa del pacto como cumplida por -46- Capítulo 3 la inclusión de creyentes gentiles incircuncisos en la iglesia del Nuevo Testamento. Los dispensacionalistas tienen su propia interpretación del uso de Jacobo de Amós 9 en el concilio de Jerusalén. Creo que la siguiente paráfrasis representa justamente la interpretación dispensacional de Hechos 15:15-17 que se encuentra en la Biblia de Referencia Scofield:9 Después de que Dios haya sacado a un pueblo para Su nombre de entre los gentiles para formar la iglesia (que según Simón ocurriría primero antes del segundo advenimiento), ocurrirá el segundo advenimiento de Cristo y Cristo restablecerá el gobierno davídico sobre Israel para que los israelitas pueden buscar al Señor y también para que todos los gentiles milenarios puedan hacer lo mismo. Los dispensacionalistas enfatizan las palabras después y primero en el discurso de Jacobo. Enseñan que Jacobo abordó el tema de la igualdad de los gentiles en la iglesia señalando que el período recién inaugurado y entre paréntesis de la bendición gentil debe venir primero y el período profetizado de la bendición judía debe venir subsecuentemente. Los dispensacionalistas interpretan esto como evidencia profética de que habría un tiempo de bendición gentil y que el programa milenario especial de Dios para Israel no había sido abandonado.10 Hay varias inexactitudes en lo anterior que hacen que la exégesis sea inaceptable. 11 Primero, la frase "después de esto" en Amós no se refiere a "después de que Dios haya sacado a un pueblo para Su nombre de entre los gentiles para formar la iglesia," una interpretación que pone 9 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 55. John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 205-206; Charles Caldwell Ryrie, The Ryrie Study Bible: The New Testament, página 236 (nota sobre Hechos 15:15-17). 11 Véase también William Everett Bell, Jr., "A Critical Evaluation of the Pre-tribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology" (disertación, Escuela de Educación de la Universidad de Nueva York, 1967), páginas 197-203. 10 -47- Capítulo 3 la referencia de tiempo después de toda la era de la iglesia en un milenio judío. "Después de esto" no se relaciona cronológicamente con la declaración anterior de Jacobo sobre el testimonio de Pedro concerniente al llamamiento del gentil Cornelio (Hechos 15:14). "Después de esto" debe relacionarse cronológicamente con el contexto en Amós. La profecía de Amós se dirigió principalmente contra el reino del norte de Israel, y el contexto de Amós 9 se refiere a la dispersión profetizada del reino del norte de Israel, que fue cumplida por los asirios bajo Sargón en 722 A.C. (Amós 9:9-10). Por lo tanto, la frase "después de esto," que es la paráfrasis de Jacobo de la frase de Amós "en aquel día" (compárese con Joel 2:28 y Hechos 2:17), se refería al tiempo del establecimiento de la iglesia del Nuevo Testamento, que fue la renovación espiritual profetizada en Israel después de la dispersión profetizada. Si los dispensacionalistas interpretan que "después de esto" significa después de la era de la iglesia, entonces esa interpretación contradice la teoría del paréntesis dispensacional. Según la teoría del paréntesis, la edad de la iglesia no estaba prevista en ninguna profecía del Antiguo Testamento. Si Amós sabía acerca de la era de la iglesia como un período de oportunidad gentil antes del milenio judío, entonces la teoría del paréntesis está equivocada. Si Amós no sabía acerca de la era de la iglesia venidera, entonces "después de esto" no podría significar después de la era de la iglesia. El Dr. John F. Walvoord parece interpretar "después de esto" como significando después de los tiempos de los gentiles. Los tiempos de los gentiles, en interpretación dispensacional, es ese período desde el cautiverio de Babilonia hasta el final de las setenta semanas de Daniel durante las cuales Jerusalén está bajo el gobierno político gentil. La era de la iglesia es una interrupción entre paréntesis en los tiempos dispensacionales de los gentiles, que ahora se cumplen, excepto por el futuro período de tribulación de siete años, que es la septuagésima de las setenta semanas de Daniel.12 El Dr. Walvoord identifica el "esto" de "después de esto" con "el período de oportunidad gentil" y "el período 12 J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 314-316; C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible, página 1345 (nota sobre Apocalipsis 16:19). -48- Capítulo 3 gentil." El Dr. Walvoord luego argumenta que Jacobo estaba citando la declaración de Amós de que la restauración del reino davídico ocurriría después del período gentil como evidencia de que la visitación divina sobre los gentiles, que comenzó en la casa de Cornelio en Hechos 10, debía ocurrir primero antes del período milenial de bendición judía. 13 En otro libro, el Dr. Walvoord dice lo siguiente: Fue difícil para los judíos entender que, por el momento, los gentiles deberían tener un lugar de igualdad con Israel, en vista de las muchas profecías en el Antiguo Testamento que anticipaban la preeminencia y la gloria de Israel ... ... parece que "después de estas cosas volveré" se refiere al regreso de Cristo después del período de prominencia gentil que comenzó en 606 A.C. y está destinado a continuar hasta la segunda venida. Es después de estas cosas, es decir, el juicio sobre Israel, su dispersión y disciplina, que Cristo regresará y construirá nuevamente el tabernáculo o la tienda de David ... ... Por lo tanto, el orden divino es el juicio sobre Israel y la bendición sobre los gentiles, seguido de un juicio sobre los gentiles y la bendición sobre Israel. Este no es solo el orden del Antiguo Testamento, sino el orden de esta porción en Hechos ...14 Si el Dr. Walvoord dice que "después de esto" significa "después de los tiempos de los gentiles," entonces esa interpretación no contradice la teoría del paréntesis dispensacional. Sin embargo, esa interpretación elimina cualquier relevancia que el pasaje de Amós hubiera tenido para la controversia sobre la igualdad espiritual de los gentiles en la era de la iglesia. Todo lo que el pasaje habría dicho es que después del tiempo del gobierno político gentil sobre Jerusalén, la superioridad política gentil sobre Israel terminará y el reino político davídico será restaurado. La profecía de Amós no habría dicho nada sobre la era de la iglesia y nada sobre la igualdad espiritual para los gentiles. De acuerdo con la teoría 13 14 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, página 205. John F. Walvoord, Israel in Prophecy, páginas 91-93. -49- Capítulo 3 dispensacional, no hay igualdad espiritual para los gentiles durante los "tiempos de los gentiles," excepto durante la era de la iglesia entre paréntesis y no revelada, de la cual Amós habría estado totalmente inconsciente. ¿Está diciendo el Dr. Walvoord que el argumento de Jacobo era que, así como no habrá superioridad política judía hasta después de los tiempos de los gentiles, por analogía el judío no tendrá superioridad espiritual sobre los gentiles hasta después de los tiempos de los gentiles? Esto, sin embargo, no sería un argumento válido. Los judíos tendrán superioridad espiritual sobre los gentiles en los últimos siete años de los tiempos de los gentiles, según el dispensacionalismo. Durante el futuro período de tribulación de siete años, que es posterior a la era de la iglesia entre paréntesis y es la última de las setenta semanas de Daniel, se restaurará la economía del Antiguo Testamento. Segundo, la palabra primera en la oración "Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para Su nombre," no significa primero en secuencia antes de un milenio judío. Jacobo se refiere al testimonio de Pedro acerca de la introducción del Evangelio en la casa de Cornelio (Hechos 15:7-9; Hechos 10), donde el Evangelio fue presentado a los gentiles incircuncisos por primera vez y, por lo tanto, secuencialmente primero antes de que ocurrieran los milagros entre los gentiles a través de Pablo y Bernabé. Tercero, la cláusula "Volveré" no se refiere al segundo advenimiento. Esta cláusula no se encuentra en el pasaje de Amós, y algunos comentaristas sugieren que puede estar basada en Jeremías 12:15 donde el retorno es un retorno del favor y una visita divina de bendición. El hebreo de Jeremías 12:15 literalmente dice "Volveré y tendré compasión," y la Nueva Versión Internacional traduce esto como "Volveré a tener compasión." La misma palabra griega traducida volveré en Hechos 15 se encuentra en la traducción LXX de Génesis 18:10 y 14. Allí, el Ángel del Señor prometió regresar a Abraham y bendecirlo con un hijo a través de Sara. Esto se cumplió mediante una visita de bendición registrada en Génesis 21:1-2, no a través de un retorno corporal literal. El -50- Capítulo 3 concepto de una visita de bendición no es infrecuente en el Antiguo Testamento.15 Cuarto, la frase "el resto de los hombres" no se refiere a Israel. No hay referencia a Israel en esta cita de Amós 9, sin embargo, la Biblia de Referencia Scofield identifica específicamente la frase "el resto de los hombres" con "israelitas." Esta frase es la traducción de la Septuaginta del hebreo original "el remanente de Edom." Uno puede ver esto como una paráfrasis que interpretativamente ve a Edom como simbólico para todos los enemigos gentiles de Israel (compárese con Isaías 34:1-5). O la explicación puede ser que el texto hebreo temprano no tenía los puntos vocálicos, y las palabras hebreas para Edom y la humanidad (es decir, Adán), sin el apunte vocal, son casi idénticas. Independientemente de la explicación correcta de la paráfrasis, este pasaje establece específicamente que la casa de David se restablecería para que los gentiles pudieran buscar al Señor. El pasaje de Amós apunta a la era mesiánica como un tiempo de bendiciones espirituales especiales para los gentiles, y Jacobo usó esta enseñanza como argumento para reconocer y aceptar las bendiciones espirituales de Dios sobre los gentiles en la era de la iglesia. La posición dispensacional, es que la era mesiánica de la que se habla en Amós no es la era de la iglesia, sino un milenio judío futuro; y que Jacobo citó a Amós para demostrar que el tiempo de la bendición judía especial sigue al tiempo de la bendición gentil. Sin embargo, el pasaje de Amós presenta la era mesiánica como un período de bendiciones espirituales gentiles, no como una era de bendición judía después de una era de bendición gentil. Quinto, la interpretación dispensacional no ve la conexión obvia entre "los gentiles, sobre los cuales es invocado Mi nombre" en Amós 9:12 (Hechos 15:17) y la casa de Cornelio donde "Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para Su nombre" (Hechos 15:14). En la interpretación dispensacional, la primera frase se refiere a 15 paqad: Génesis 21:1; 50:24-25; Éxodo 13:19; Rut 1:6; Salmo 65:9; Jeremías 15:15; 29:10; 32:5; shub: Génesis 18:10,14; 2 Crónicas 30:6; Salmo 6:4; 80:14; 90:13; Isaías 63:17; Jeremías 12:15; Zacarías 1:3; Malaquías 3:7. -51- Capítulo 3 los gentiles milenarios y la segunda frase se refiere a los gentiles de la era de la iglesia. Sexto, la interpretación dispensacional de este pasaje no se relaciona bien con el tema de la igualdad espiritual de judíos y gentiles en la iglesia, el tema ante el concilio de Jerusalén. El dispensacionalista Charles L. Feinberg aparentemente está de acuerdo conmigo en que Jacobo citó una profecía sobre los gentiles en la era mesiánica como un argumento para la igualdad religiosa de judíos y gentiles en la era de la iglesia: Se dejó a Jacobo hacer las observaciones finales. Señaló el testimonio de Pedro, que mostró de manera concluyente que Dios estaba visitando a los gentiles "para tomar de ellos pueblo para Su nombre." Luego siguió su declaración en cuanto a la armonización de eso con el regreso del Señor y la creación del reino davídico con la conversión de aquellos en Israel y los gentiles también.16 Veo la era de la iglesia como el cumplimiento de Amós 9 y el Dr. Feinberg no está de acuerdo con la teoría del paréntesis. En cambio, ve a Amós 9 como una referencia al milenio dispensacional y lo relaciona con la era de la iglesia como una "armonización." Pero, ¿qué es armonioso entre el milenio dispensacional y la igualdad espiritual de la era de la iglesia de los judíos creyentes y los gentiles? Según el dispensacionalista Dr. J. Dwight Pentecost, Israel en el milenio "será exaltado por encima de los gentiles," "los gentiles serán los sirvientes de Israel," y "la distinción de Israel de los gentiles se reanudará nuevamente." 17 De acuerdo al Dr. Feinberg, "Las naciones en el reino reconocerán la condición favorecida de Israel ..." e "... Israel también gobernará sobre las naciones bajo el mando directo del Rey." 18 Según el Dr. John F. 16 Charles L. Feinberg, Millennialism: The Two Major Views, Third and Enlarged Edition (Chicago: Moody Press, 1936), página 154. Véase también Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy, páginas 128-130. 17 J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 507, 508, 519-520. 18 Charles L. Feinberg, Millennialism: The Two Major Views, página 186. -52- Capítulo 3 Walvoord: "En contraste con la era actual de la iglesia en la que judíos y gentiles se encuentran en el mismo plano de privilegio, el milenio es claramente un período de tiempo en el que Israel está en prominencia y bendición." 19 Si la interpretación dispensacional de la situación milenaria es correcta, entonces la parte de la circuncisión que quería que los gentiles fueran admitidos en la iglesia como habían sido admitidos en la sinagoga (es decir, como prosélitos circuncidados) podría haber hecho un mejor uso de este pasaje que Jacobo.20 Podrían haber argumentado que el estado inferior profetizado de los gentiles milenarios espiritualmente bendecidos es evidencia de un estado igualmente inferior para los gentiles de la era de la iglesia. Scofield, en sus notas bíblicas de referencia, describió este pasaje en Hechos 15 como "dispensacionalmente ... el pasaje más importante del Nuevo Testamento." 21 Tal vez tenía razón, pero no en el sentido que pretendía. La interpretación correcta de este pasaje demuestra que, contrariamente a las afirmaciones dispensacionales, aquí se declara que una profecía sobre Israel y el pacto judío davídico se cumple en la iglesia cristiana y a través de ella en la era de la iglesia. Me gustaría discutir el uso que hace el Nuevo Testamento de una última profecía del Antiguo Testamento. Leemos en Hechos 13 que Pablo habló a la sinagoga de Antioquía de Pisidia sobre Jesús de Nazaret como el cumplimiento de la profecía mesiánica. Hechos 13:44-48 registra lo que sucedió en el siguiente sábado: El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios. Pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando. Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase 19 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 302-303. Daniel Payton Fuller, "The Hermeneutics of Dispensationalism" (disertación, Seminario Teológico Bautista del Norte, 1957), página 347, nota al pie 18. 21 C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible, página 1169 (nota en Hechos 15:13). 20 -53- Capítulo 3 primero la Palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la Palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. Aquí tenemos a Pablo citando a Isaías 49:6, una de las muchas profecías del Antiguo Testamento acerca de las bendiciones espirituales que vendrían sobre los gentiles en la era del Mesías. 22 Si el dispensacionalista va a mantener su teoría del paréntesis con estricta consistencia, él relacionaría directamente estas profecías sobre las naciones con los gentiles milenarios, y relacionaría estas profecías con la era de la iglesia solo indirectamente. Según la teoría del paréntesis, los profetas del Antiguo Testamento ignoraban por completo la era de la iglesia que se aproximaba y no hablaban palabras proféticas sobre la era de la iglesia. Además, algunas de estas profecías hablaban sobre las bendiciones espirituales que vendrían sobre los gentiles en términos del sistema de adoración del Antiguo Testamento. Por ejemplo, Malaquías 1:11 dice: Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande Mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a Mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es Mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos. Para el dispensacionalista consistente, estas profecías no tienen referencia directa a la era de la iglesia. Por lo tanto, el Dr. J. Dwight Pentecost solo es coherente cuando usa Isaías 49:6 como texto de prueba para la declaración: "el hecho de la participación de los gentiles en el 22 Salmos 22:27-30; 68:29-31; 72:8-11,17; Isaías 2:2-5; 11:9-10; 19:24-30; 42:1-4; 45:14; 49:6-7, 22-23; 52:10; 54:1-3; 60:3 ss.; 65:1; 66:19; Jeremías 16:19; Amós 9:1112; Zacarías 2:3-13; 8:20-24; Malaquías 1:11. -54- Capítulo 3 milenio se promete en las Escrituras proféticas." 23 Sin embargo, Pablo creía que él era un agente para el cumplimiento real de esta profecía. Los profetas del Antiguo Testamento hablaron sobre el día venidero cuando Israel ensancharía su tienda para incluir a los gentiles (Isaías 54:2). Las tres profecías del Antiguo Testamento que hemos examinado en este capítulo se relacionan con este tema del día en que la bendición del pacto de Dios estaría sobre toda carne y no solo sobre el Israel físico. En los tres casos, hemos visto que los dispensacionalistas refieren estas profecías a un futuro milenio judío y el Nuevo Testamento refiere estas profecías a la era actual de la iglesia. El uso del Nuevo Testamento de la profecía del Antiguo Testamento contradice la teoría del paréntesis dispensacional. Notas al Pie de Página Extensas 7 George M. Marsden, Fundamentalism and American Culture: The Shaping of Twentieth-Century Evangelicalism: 18701925 (New York / Oxford: Oxford University Press, 1980), página 94. "El movimiento de Keswick, como veremos, fue absolutamente crucial para el desarrollo del pentecostalismo ... esa ala del movimiento pentecostal que tenía conexiones anteriores con el wesleyanismo se convirtió en pentecostal al aceptar las enseñanzas de Keswick (es decir, calvinistas) sobre el dispensacionalismo, el premilenialismo y el Bautismo del Espíritu Santo." Robert Mapes Anderson, Vision of the Disinherited: The Making of American Pentecostalism (Nueva York / Oxford: Oxford University Press, 1979), página 43. "La comprensión correcta de las palabras resulta de una percepción correcta del contraste involucrado, a saber, que bajo el antiguo pacto el conocimiento del Señor estaba conectado con la mediación de sacerdotes y profetas." 23 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 508. -55- Capítulo 3 9 C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible (Nueva York: Oxford University Press, 1909), páginas 1169-1170 (nota sobre Hechos 15:13); ver también Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith (Neptune, N.J .: Loizeaux Brothers, 1953), páginas 102-103; J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 133; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), páginas 204-207; John F. Walvoord, Israel in Prophecy (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1962), páginas 91-93; Charles Caldwell Ryrie, The Ryrie Study Bible: The New Testament, página 236 (nota sobre Hechos 15:15-17). Capítulo 4 El Nuevo Pacto, Parte Uno Antes de discutir el nuevo pacto, me gustaría revisar la distinción básica entre dispensacionalismo y teología Reformada. Esta distinción básica gira en torno a los conceptos de unidad en referencia al pueblo de Dios y continuidad en referencia al programa de Dios. Primero, según la teología Reformada, el pueblo de Dios en todas las edades está en unión con Cristo y, por lo tanto, están unidos en la iglesia universal, que es el Cuerpo y la Novia de Cristo. Según el dispensacionalismo, sólo aquellos que se salvan entre el día de Pentecostés de Hechos 2 y el rapto del fin de los tiempos están en la iglesia universal. En otras palabras, María, la madre de Jesús, estará en la Novia de Cristo, pero José, su esposo que murió antes de Pentecostés, sólo será un invitado en la boda del Cordero. Además, Juan el Apóstol estará en el Cuerpo de Cristo en la eternidad, pero no Juan el Bautista. Según el dispensacionalismo, los santos del Antiguo Testamento que murieron antes de Hechos 2 no deben perfeccionarse junto con los santos del Nuevo Testamento (compárese con Hebreos 11:39-40), sino que deben permanecer espiritualmente como inferiores durante toda la eternidad, nunca estar en el Cuerpo y novia de Cristo. Segundo, según la teología Reformada, la iglesia del Nuevo Testamento es una continuación del programa del Antiguo Testamento y está directamente enraizada en los pactos del Antiguo Testamento. Según el dispensacionalismo, la iglesia del Nuevo Testamento es un paréntesis en el programa iniciado en el Antiguo Testamento, no una continuación del programa. Continúan el programa del Antiguo Testamento en un futuro milenio judío que es una extensión glorificada del reino nacional davídico y las leyes ceremoniales mosaicas. Pasemos ahora a nuestro examen de la teoría dispensacional mirando la enseñanza dispensacional sobre el nuevo pacto. Dado que los veintisiete libros de las Escrituras que se escribieron después de la vida de Jesús se llaman Nuevo Testamento o pacto, uno esperaría que todos -57- Capítulo 4 los cristianos reconocieran sin compromiso la naturaleza cristiana del nuevo pacto. Tal reconocimiento, sin embargo, no es fácil o simple para el dispensacionalista consistente. Como resultado, cuando el dispensacionalista intenta forzar la Escritura para que se ajuste a su sistema, los datos bíblicos sobre el nuevo pacto se encuentran entre los más obstinadamente inflexibles y poco cooperativos. El Dr. Charles C. Ryrie dice lo siguiente sobre la interpretación dispensacional del nuevo pacto: Aunque el nuevo pacto es uno de los principales pactos de la Escritura, se necesita una declaración clara de su significado y de su relación con el sistema premilenial [dispensacional]. Incluso entre los premilenialistas [dispensacionales] parece haber una falta de conocimiento sobre este pacto. 1 Los premilenialistas [dispensacionales] se dividen en tres grupos en lo que respecta a su interpretación del nuevo pacto. Esto no muestra debilidad, ya que ninguna de las opiniones contradice el sistema.2 El pasaje clásico sobre el nuevo pacto es Jeremías 31. Tenga en cuenta: el libro de Jeremías es una profecía del Antiguo Testamento, y los dispensacionalistas enseñan que ninguna profecía del Antiguo Testamento puede referirse directamente a la iglesia del Nuevo Testamento. Los dispensacionalistas interpretan que Jeremías 30 y 31 se refieren a su período de tribulación futurista, que ocurrirá después del rapto de la iglesia y a su milenio judaista. 3 El "tiempo de la angustia de Jacob" (Jeremías 30:7) se identifica con los siete años período de tribulación, y el nuevo pacto de Jeremías 31 es visto como una bendición milenaria sobre Israel. 1 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith (Neptune, N.J.: Loizeaux Brothers, 1953), pág. 105. 2 Ibid., páginas 106-107. 3 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 68. -58- Capítulo 4 Según el Dr. J. Dwight Pentecost: Este pacto debe seguir al regreso de Cristo en el segundo advenimiento.4 Este pacto se realizará en la era milenaria.5 Independientemente de la relación de la iglesia con el nuevo pacto como se explica en estos tres puntos de vista, hay un punto general de acuerdo: el nuevo pacto de Jeremías 31:31-34 debe y puede ser cumplido sólo por la nación de Israel y no por el Iglesia.6 Según el Dr. John F. Walvoord: ... la posición premilenial [dispensacional] es que el nuevo pacto y el cumplimiento en el reino milenial después de la segunda venida de Cristo es con Israel.7 El punto de vista premilenial [dispensacional], aunque varía en detalles, insiste en que el nuevo pacto, como se revela en el Antiguo Testamento, concierne a Israel y requiere cumplimiento en el reino milenial.8 Según el Dr. Charles C. Ryrie: ... se puede demostrar que el período del nuevo pacto es milenario.9 4 Pentecost, Things to Come, pág. 120. Ibid., pág. 121. 6 Ibid., pág. 124. 7 Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 209. 8 Ibid., pág. 210. 9 Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, pág. 111. 5 -59- Capítulo 4 Además, la profecía del nuevo pacto de Jeremías debe hacerse "con la casa de Israel y con la casa de Judá" (Jeremías 31:31), y los dispensacionalistas enseñan su fuerte dicotomía entre Israel y la iglesia. En otras palabras, ¿qué tiene que ver una profecía para Israel con la iglesia del Nuevo Testamento en un sentido directo y primario? Nada, dice el consistente dispensacionalista. Entonces, para el dispensacionalista consistente, el nuevo pacto de Jeremías 31 debe ser para el milenio judío y no para la era de la iglesia. Para que el nuevo pacto se cumpla en y por la iglesia sería abrogar el nuevo pacto con Israel y alterar su significado e intención más esenciales.10 El significado de este punto se puede ver en la siguiente cita del Dr. J. Dwight Pentecost: Si la iglesia cumple este pacto, también puede cumplir los otros pactos hechos con Israel y no hay necesidad de un milenio terrenal.11 Según el Dr. Ryrie: Si la iglesia está cumpliendo las promesas de Israel contenidas en el nuevo pacto o en alguna parte de las Escrituras, entonces el premilenialismo [dispensacional] está condenado.12 Hemos visto que los dispensacionalistas interpretan la información del Antiguo Testamento sobre el nuevo pacto como refiriéndose únicamente a la nación de Israel en un milenio futuro. Cuando uno llega a la información del Nuevo Testamento sobre el nuevo pacto, esta teoría dispensacional encuentra algunas complicaciones críticas. Por ejemplo, en Hebreos 8:6-13, el escritor inspirado llama a Cristo "el mediador de un mejor pacto, que se estableció con mejores promesas" y luego cita ampliamente la profecía del nuevo pacto de Jeremías. En Hebreos 10:14-18, el escritor inspirado cita la profecía del nuevo pacto de Jeremías en un argumento por la interrupción de los sacrificios de animales en la era de la iglesia. De hecho, esto es irónico, 10 Ibid., páginas 105-106. Pentecost, Things to Come, página 116. 12 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 68. 11 -60- Capítulo 4 ya que el dispensacionalista refiere esta profecía del nuevo pacto de Jeremías a un milenio judío en el que se renuevan los sacrificios de animales. En Hebreos 12:22-24, varios conceptos del Antiguo Testamento, como el Monte Sion, Jerusalén, la sangre de Abel y el nuevo pacto, se aplican directamente al cristiano. En 2 Corintios 3, Pablo se llamó a sí mismo y a Timoteo "ministros del nuevo pacto". Como para eliminar cualquier duda sobre el nuevo pacto al que se refería, Pablo en el versículo 3 menciona el concepto del nuevo pacto de Jeremías de escribir en corazones humanos (Jeremías 31:33). Cuando Cristo inauguró la Cena del Señor, dijo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros" (Lucas 22:20). ¿Qué asociaron los discípulos judíos con esta declaración? Indudablemente lo relacionaron con Jeremías 31. ¿De qué otro nuevo testamento (es decir, pacto) estaban al tanto? Seguramente ahora puede ver que el dispensacionalista consecuente tiene un problema con el nuevo pacto. Según una aplicación coherente de los supuestos dispensacionales básicos y la hermenéutica dispensacional, el nuevo pacto de Jeremías 31 es para Israel en un milenio judío, no para la iglesia del Nuevo Testamento en la era de la iglesia. Los dispensacionalistas se dividen entre tres soluciones sugeridas para este grave problema en su sistema. Comencemos por examinar la teoría más consistente con los supuestos dispensacionales, la teoría de los Dres. Lewis Sperry Chafer y John F. Walvoord, los dos primeros presidentes del Dallas Theological Seminary. Esta teoría afirma que hay dos nuevos pactos en las Escrituras, uno para Israel y otro para la iglesia. Si un pasaje del nuevo pacto se relaciona con Israel, entonces el pasaje se refiere al nuevo pacto judío del milenio judío. Si un pasaje del nuevo pacto se relaciona con la iglesia del Nuevo Testamento, entonces el pasaje se refiere al nuevo pacto cristiano de la era de la iglesia. Las siguientes citas de los Dres. Chafer, Walvoord y Pentecost respectivamente explican más detalladamente la visión de los dos pactos: Queda por reconocer un pacto celestial para el pueblo celestial, que también tiene el estilo del anterior para Israel, un "nuevo -61- Capítulo 4 pacto". Está hecho en la sangre de Cristo (cf. Marcos 14:24) y continúa en vigencia a lo largo de esta era, donde el nuevo pacto hecho con Israel pasa a ser futuro en su aplicación. Suponer que estos dos pactos, uno para Israel y otro para la Iglesia, son lo mismo es asumir que existe una latitud de interés común entre el propósito de Dios para Israel y su propósito para la Iglesia.13 Los premilenaristas [dispensacionales] están de acuerdo en que el nuevo pacto con Israel espera su cumplimiento completo en el reino milenario. Sin embargo, existe alguna diferencia de opinión sobre cómo se relaciona el nuevo pacto con la era actual entre eventos. ... El punto de vista que tiene dos pactos en la era actual tiene ciertas ventajas. Proporciona una razón sensata para establecer la cena del Señor para los creyentes en esta era en conmemoración de la sangre del pacto. El lenguaje de 1 Corintios 11:25 parece requerirlo: " Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. ". No parece razonable esperar que los cristianos distingan entre la copa y el nuevo pacto cuando parecen identificarse en este pasaje. En 2 Corintios 3:5-6, Pablo hablando de sí mismo y afirma: "Nuestra competencia proviene de Dios: el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto". Sería difícil ajustar el ministerio de Pablo como ministro del nuevo pacto si, de hecho, no hay un nuevo pacto para la era actual. 14 Este punto de vista sostiene que hay dos nuevos pactos presentados en el Nuevo Testamento; el primero con Israel en reafirmación del pacto prometido en Jeremías 31 y el segundo hecho con la iglesia en esta era. Esta visión, esencialmente, dividiría las referencias al nuevo pacto en el Nuevo Testamento en dos grupos. Las referencias en los evangelios y en Hebreos 8:6; 13 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 volumes (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 7:98. 14 Walvoord, The Millennial Kingdom, págs. 218-219. -62- Capítulo 4 9:15; 10:29; y 13:20 se referirían al nuevo pacto con la iglesia, Hebreos 8:7-13 y 10:16 se referirían al nuevo pacto con Israel, y Hebreos 12:24 se referiría, quizás, a ambos, enfatizando el hecho de La mediación cumplida y el programa del pacto establecido sin designar a los destinatarios. 15 Esta teoría es una aplicación prístina y pura de la dicotomía dispensacional entre Israel y la iglesia, pero requiere una exégesis increíblemente tensa para conciliarla con los datos de las Escrituras. Un examen más detallado de los pasajes del Nuevo Testamento sobre el nuevo pacto, naturalmente, mostrará la naturaleza artificial de esta teoría de los dos pactos. Alguna información del Nuevo Testamento sobre el nuevo pacto no solo relaciona un nuevo pacto con la iglesia, sino que también claramente relacionan el nuevo pacto judío Jeremías 31 con la iglesia. Uno de esos pasajes es Hebreos 8:6-13: 6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. 7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. 8 Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; 13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer. Según la interpretación de los dos pactos, el "mejor pacto" del versículo 6 es el nuevo pacto de la iglesia, pero el "nuevo pacto" de los versículos 7-13 es el nuevo pacto judío para el milenio. Los defensores de este punto de vista señalan que el texto nunca iguala específicamente el "mejor pacto" con el "nuevo pacto" de los versículos 7-13. Se supone que este es un fuerte argumento del silencio. Argumentan que el escritor 15 Pentecost, Things to Come, pág. 124. También, comparar con Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 214. -63- Capítulo 4 de Hebreos citó el pasaje del nuevo pacto de Jeremías para demostrar que el pacto mosaico era temporal, pero que no tenía la intención de dejar la impresión de que el "mejor pacto" del versículo 6 es el nuevo pacto mencionado en la cita de Jeremías. 16 De acuerdo con la comprensión dispensacional de la profecía, la era de la iglesia es un paréntesis imprevisto en el programa profético entre las semanas 69 y 70 de las 70 semanas de Daniel 9. Por lo tanto, a Jeremías le habría sido imposible haber previsto el nuevo pacto de la iglesia. El nuevo pacto profetizado por Jeremías debe entrar en vigencia en el milenio después de la septuagésima semana futura (es decir, la tribulación), no en la era de la iglesia imprevista entre las semanas 69 y 70. Los dispensacionalistas de la teoría de los dos pactos tienen razón en que el autor de Hebreos no habría enseñado el cumplimiento de la iglesia para la profecía del nuevo pacto de Jeremías si hubiera sido un dispensacionalista consistente. Sin embargo, si el autor de Hebreos se hubiera aferrado a la teoría de los dos pactos, podría haber evitado cualquier confusión llamando al pacto Mosaico el primer pacto, el nuevo pacto de la iglesia el segundo pacto y el nuevo pacto milenario judío el tercer pacto. En cambio, el autor de Hebreos en Hebreos 8:7 llamó al pacto mosaico el primer pacto y al nuevo pacto judío el segundo pacto. Asumiendo que el autor de Hebreos era un dispensacionalista de la teoría de los dos pactos, podríamos especular que no contó el nuevo pacto de la iglesia en sus cálculos, a pesar de que lo había mencionado como el "mejor pacto" del versículo 6, debido a su naturaleza entre paréntesis. El nuevo pacto de Jeremías 31 también se cita en Hebreos 10:1418: 14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. 15 Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: 16 Walvoord, The Millennial Kingdom, págs 216-217. -64- Capítulo 4 16 Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, 17 añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. 18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. Aquí, el autor de Hebreos está citando la profecía del nuevo pacto de Jeremías 31 como el clímax de su argumento para la interrupción de los sacrificios levíticos en la era de la iglesia y como un testigo divino para nosotros (es decir, para los cristianos, no para los judíos milenarios). Curiosamente, los dispensacionalistas de la teoría de los dos pactos relacionan el pasaje anterior no con el nuevo pacto de la iglesia, sino con el nuevo pacto milenario judío que entrará en vigencia cuando, según muchos dispensacionalistas, el sistema de sacrificio levítico se restablezca. El Dr. Walvoord explica que "el nuevo pacto con Israel no solo anticipó la abrogación de la ley sino también el fin de los sacrificios mosaicos como base para el perdón".17 ¿Está diciendo que los sacrificios levíticos del Antiguo Testamento fueron una base para el perdón, pero que los sacrificios levíticos milenarios no lo serán? Entonces, ¿en qué sentido fueron los sacrificios del Antiguo Testamento una base para el perdón? La sangre de toros y cabras nunca quitó los pecados (Hebreos 10:4). El propio Dr. Walvoord, al defender los sacrificios milenarios, continúa diciendo: "Los sacrificios milenarios no son más expiatorios que los sacrificios mosaicos que precedieron a la cruz".18 Otro pasaje interesante y relevante está en Hebreos 12:22-24: 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 17 18 Ibid., pág. 217. Ibid., pág. 312. -65- Capítulo 4 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Este pasaje está lleno de referencias al Antiguo Testamento: el Monte Sion, la sangre rociada del sacrificio, la sangre de Abel y el nuevo pacto. ¿Debemos decir que, en este contexto, el autor de Hebreos no se refería al nuevo pacto mencionado en el Antiguo Testamento? Sin embargo, estos versículos también están dirigidos al cristiano y aplican este nuevo pacto al cristiano. El Dr. Walvoord enfatiza que la palabra traducida nuevo en este pasaje es nea, una palabra griega que significa reciente. Por lo tanto, dice: "Al parecer, la referencia es al pacto con la iglesia y no al nuevo pacto de Israel". 19 El Dr. Walvoord tiene razón al argumentar que el nuevo pacto de Hebreos 12:24 se aplica al cristiano, pero está equivocado al argumentar que esto No es el mismo nuevo pacto del que se habla en Jeremías 31. Bernard Ramm ha dicho que la interpretación del libro de Hebreos no aplica el nuevo pacto a la iglesia, sino que lo aplica a un futuro judaista, es una "rareza en la historia de la exégesis de este libro". 20 En otros lugares él ha dicho: El Nuevo Pacto es uno de varios elementos discutidos en Hebreos, todos los cuales se realizan en la Iglesia y en la era actual. Que Cristo es nuestro Moisés, nuestro Aarón, nuestro sacrificio, los literalistas estrictos admiten fácilmente. Aislar el Nuevo Pacto y reenviarlo al milenio es interrumpir toda la estructura de Hebreos.21 19 Ibid., pág. 218. Bernard Ramm, "Christ and Aaron," Eternity, 13:18, May 1962. Citado en Bell, "A Critical Evaluation of the Pretribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology," pág. 182. 21 Bernard Ramm, Protestant Biblical Interpretation: A Textbook of Hermeneutics (Grand Rapids: Baker Book House, 1970), pág. 264. 20 -66- Capítulo 4 Hay pasajes del Nuevo Testamento fuera del libro de Hebreos que también muestran el error de la teoría de los dos pactos. Por ejemplo, en 2 Corintios 3:6, el apóstol Pablo se llamó a sí mismo y a Timoteo "ministros del nuevo testamento [es decir, del pacto]". En este pasaje, Pablo hace referencia al concepto de Jeremías 31 de escribir en corazones humanos (Jeremías 31:33) En 2 Corintios 3:3, Pablo habló de los cristianos corintios como cartas humanas, "escritas no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón". Luego, Pablo comparó su ministerio del nuevo pacto con la antigua ministración mosaica que estaba "escrita y grabada en piedras" (versículo 7). Esta es una aplicación no solo de un nuevo pacto sino del nuevo pacto de Jeremías 31 para la iglesia y la era de la iglesia. Cristo también mencionó un nuevo pacto cuando instituyó la Cena del Señor: "Esta es mi sangre del nuevo testamento [es decir, el pacto], que es derramado por muchos" (Marcos 14:24). Moisés también había hablado de la "sangre del pacto" en la inauguración del antiguo pacto (Éxodo 24:8). Seguramente los discípulos habrían reconocido que Cristo estaba instituyendo un segundo pacto para reemplazar el pacto mosaico, cuyos muchos tipos estaba cumpliendo. El Dr. J. Dwight Pentecost ha señalado lo siguiente: En su entorno histórico, los discípulos que escucharon al Señor referirse al nuevo pacto en el aposento alto la noche antes de su muerte ciertamente habrían entendido que se refería al nuevo pacto de Jeremías 31... ya que los discípulos ciertamente habrían entendido cualquier referencia al nuevo pacto en esa ocasión como una referencia al pacto de Israel anticipado de Jeremías, parece que el Señor debe haber estado afirmando que ese mismo pacto se estaba instituyendo con su muerte... 22 Esta estrecha asociación de la Cena del Señor del nuevo pacto de Jeremías con Israel puede explicar por qué E.W. Bullinger, el padre del 22 Pentecost, Things to Come, pág. 126 -67- Capítulo 4 ultradispensacionalismo, enseñó que la Cena del Señor es una ordenanza judía que no tiene lugar en la iglesia cristiana. 23 La teoría de los dos pactos, la teoría más consistente dispensacionalmente, es la más difícil de defender en las Escrituras. Por lo tanto, no ha recibido una aceptación generalizada entre los dispensacionalistas. Por ejemplo, el popular escritor dispensacional Harry Ironside ha dicho: Era una locura hablar de un nuevo pacto con la Iglesia, cuando no se ha hecho ningún pacto anterior con nosotros. En el caso de Israel y Judá es diferente. Entraron en el pacto de obras en el Sinaí.24 John F. McGahey en la disertación de su doctorado en el Dallas Theological Seminary llegó a la siguiente conclusión: En consecuencia, se ha establecido que no hay una justificación en la Escritura para mantener que hay dos nuevos pactos. De este estudio se ha hecho evidente que la teoría de los dos nuevos pactos nació de la controversia más que de una fuerte exégesis. Parece que fue fabricado para evitar la conclusión asumida de que relacionar a la iglesia con el nuevo pacto de Israel requería que la iglesia cumpliera las promesas dadas a Israel bajo ese pacto.25 23 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 68. Ironside, Notes on the Prophecy and Lamentations of Jeremiah "The Weeping Prophet," pág. 163. 25 John F. McGahey, "An Exposition of the New Covenant" (disertación, Dallas Theological Seminary, 1957), pág. 262. Citado en Bell, "A Critical Evaluation of the Pretribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology," pág. 189. 24 -68- Capítulo 4 Notas al Pie de Página Extensas 3 H.A. Ironside, Notes on the Prophecy and Lamentations of Jeremiah "The Weeping Prophet" (Neptune, N.J.: Loizeaux Brothers, 1906), págs. 146-166; Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, págs. 108-114; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), págs. 481, 183-184, 210-211, 258-259; J. Dwight Pentecost, Things to Come (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), págs. 120-121. 12 Charles Caldwell Ryrie, "The Relationship of the New Covenant to Premillennialism" (unpublished Master's thesis, Dallas Theological Seminary, 1947), pág. 31. Citado en William Everett Bell, Jr., "A Critical Evaluation of the Pretribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology" (dissertation, School of Education of New York University, 1967), págs. 178-179. En el libro del Dr. Ryrie The Basis of the Premillennial Faith, la palabra condenado es cambiada por debilitado. 23 John B. Graber, "Ultra-Dispensationalism" (disertación, Dallas Theological Seminary, 1949), págs. 36-37. El Sr. Graber define a un ultradispensacionalista como "cualquier estudiante de las Escrituras que coloca dos dispensaciones entre Pentecostés y el final de la era de la iglesia" (pág. 6). Estas dos dispensaciones involucran "la iglesia apostólica de pentecostés del libro de los Hechos y la misteriosa iglesia paulina de las epístolas mientras estaba en prisión" (página 6). Según el Sr. Graber, los dispensacionalistas y ultradispensacionalistas usan la misma hermenéutica, pero difieren solo en la interpretación de ciertos pasajes. Por ejemplo, los ultradispensacionalistas creen que Joel 2:28-32 se cumplió en Pentecostés y los dispensacionalistas no. Dado que Joel 2 es una profecía sobre Israel y que Joel 2 se cumplió en Pentecostés, el ultradispensacionalista no cree que la era de la iglesia comenzó en Pentecostés debido a la dicotomía dispensacional entre Israel y la iglesia (páginas 88-89). En su forma extrema, el ultradispensacionalismo enseña que la iglesia no se formó hasta después de Hechos 28. Esto significa que -69- Capítulo 4 la única Escritura directamente relevante para la iglesia son esas epístolas paulinas escritas después de Hechos 28 (página 32). El Sr. Graber hace las siguientes declaraciones: "... tanto los premilenialistas como los amilenialistas admiten que la raíz de su diferencia radica en el método de interpretación bíblica. Sin embargo, tal no es el caso en los sistemas de dispensacionalismo y ultradispensacionalismo. En el análisis final, la validez del ultradispensacionalismo debe examinarse sobre la base de su exégesis de varios pasajes de la Escritura sobre los cuales el sistema afirma descansar "(pág. 1). "La distinción entre dispensacionalismo y ultradispensacionalismo no es de tipo sino de grado" (pág. 7). Capítulo 5 El Nuevo Pacto, Parte Dos Uno de los mayores desafíos ante cualquier persona que se llame a sí mismo dispensacionalista es explicar cómo el nuevo pacto que Jeremías dijo que se haría con Israel y Judá está relacionado con la iglesia cristiana de hoy. En el capítulo anterior, examinamos la respuesta dispensacional a este desafío que es más coherente con el sistema dispensacional y la encontramos deficiente. En este capítulo, examinaremos los otros dos intentos dispensacionales para enfrentar este desafío. Una segunda teoría dispensacional sobre la relación del nuevo pacto con el cristiano es la teoría presentada por John Nelson Darby, el padre del pensamiento dispensacional. Según la teoría de Darby, el cristiano no está directamente relacionado con ningún nuevo pacto, sino que solo está relacionado con la sangre del nuevo pacto. Esta teoría enfatiza que la sangre de Cristo no es solo la base de gracia para el nuevo pacto que se hará con Israel, sino también la fuente de todos los beneficios y bendiciones espirituales, tanto celestiales como terrenales. 1 Como no hay un nuevo pacto cristiano, cada mención de un nuevo pacto tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento siempre debe ser una referencia a un pacto milenario judío con el que la iglesia no está directamente relacionada. El cristiano está directamente relacionado con "las circunstancias anexas del pacto",2 con "los privilegios esenciales del 1 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), págs 210,218; J. Dwight Pentecost, Things to Come (Grand Rapids: Zondervan Publishing Company, 1958), págs. 121-122. 2 J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 122. -71- Capítulo 5 pacto",3 nuevo con el "beneficio" del pacto y con "el Mediador del 4 pacto", pero no al pacto mismo. Darby expresó su teoría de la siguiente manera: Este pacto de la letra se hace con Israel, no con nosotros; pero obtenemos el beneficio de ello. 5 El evangelio no es un pacto, sino la revelación de la salvación de Dios. Proclama la gran salvación. De hecho, disfrutamos de todos los privilegios esenciales del nuevo pacto, ya que su fundamento se estableció por parte de Dios en la sangre de Cristo, pero lo hacemos en espíritu, no de acuerdo con la letra. El nuevo pacto se establecerá formalmente con Israel en el milenio.6 Esta teoría es definida y defendida en mayor detalle por los dispensacionalistas Harry Ironside y E. Schuyler English: Es importante tener en cuenta que, si bien las bendiciones del nuevo pacto son nuestras, sin embargo, nunca se dice que se hacen con la Iglesia. ... El Mediador de ese pacto es el Señor Jesucristo. La sangre del nuevo pacto es la que derramó por nuestros pecados. Por lo tanto, los creyentes ahora se regocijan en las bendiciones 3 William Everett Bell, Jr., "A Critical Evaluation of the Pre- tribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology" (dissertation, School of Education of New York University, 1967), pág. 210; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 210; J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 122. 4 J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 121. 5 Ibid., pág. 121. 6 William Everett Bell, Jr., "A Critical Evaluation of the Pre- tribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology" (dissertation, School of Education of New York University, 1967), pág. 210; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 210; J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 122. -72- Capítulo 5 distintivas que asegura; pero es con la gente terrenal, no con la celestial, con lo que se debe hacer el pacto. 7 ... seguramente la gracia de Dios ha abrazado a la Iglesia dentro de los beneficios del nuevo pacto. Cuando nuestro Señor tomó la copa, en la noche en que fue traicionado, dijo: "Esta es mi copa del nuevo testamento (pacto) en mi sangre" (1 Cor. 11:25). Él tomó la copa para sí mismo a través de la fe: Su iglesia, Su cuerpo, Su novia. Sin embargo, fundamentalmente los gentiles no son un pueblo del pacto, ni la Iglesia está hecha de un pueblo del pacto. ... La Iglesia, entonces, no está bajo el nuevo pacto; Sin embargo, la Iglesia es beneficiaria del nuevo pacto en su operación celestial, espiritual y eterna. La Iglesia, ahora en la tierra, al mismo tiempo está sentada "en los cielos en Cristo Jesús" (Ef. 2:6) debido a la sangre del nuevo pacto, derramada por el Mediador del nuevo pacto, por nosotros. Pero ahora, dado que es Israel el pueblo del pacto de Dios ... debemos descubrir los hechos y funciones primarios del nuevo pacto establecido para ellos.8 Pensemos en la obra de Cristo en términos de la teoría de Darby sobre el nuevo pacto. Jesucristo en su primera venida llegó a ser el mediador de un nuevo pacto terrenal, nacionalista y judío que no tiene ninguna relación con el cristianismo de la era de la iglesia. Ofreció a Israel un reino político teocrático basado en este nuevo pacto judío, y derramó Su sangre para establecer este nuevo pacto judío. Cuando la nación judía rechazó al Cristo, la oferta fue retirada y el reino teocrático fue pospuesto. En esta era de aplazamiento entre paréntesis, Dios comenzó una obra completamente nueva y sin profetizar en el llamado 7 H.A. Ironside, Notes on the Prophecy and Lamentations of Jeremiah "The Weeping Prophet" (Neptune, N.J.: Loizeaux Brothers, 1906), pág. 163. 8 E. Schuyler English, Studies in the Epistle to the Hebrews (Travelers Rest, S.C.: Southern Bible House, 1955), págs. 226- 227. -73- Capítulo 5 de un pueblo celestial, la iglesia cristiana. Aunque la sangre de Cristo fue derramada para el establecimiento del nuevo pacto nacional del pueblo terrenal, hubo suficiente eficacia en el sacrificio mesiánico para que también sea la base para la salvación individual y las bendiciones celestiales en la era de la iglesia. Cristo había asumido el cargo de mediador para mediar en el pacto judío, pero en esta era entre paréntesis, su cargo de mediador está disponible para el beneficio espiritual de los cristianos a pesar de que no tienen ninguna relación con el pacto del cual Él es mediador. La teoría de Darby hace que todo el programa de Dios para la iglesia parezca incidental y secundario al programa de Dios para Israel, pero al mismo tiempo limita enormemente la herencia eterna de Israel. Esto es cierto para el dispensacionalismo en general, pero es especialmente cierto para la teoría de Darby sobre el nuevo pacto. Esta teoría enseña que la salvación cristiana en la era de la iglesia es un beneficio no profetizado de la obra expiatoria de Cristo. El propósito profetizado de la expiación era el establecimiento del nuevo pacto y reino judío, con los cuales el cristiano no está relacionado. Y, sin embargo, aquellos santos que están bajo este nuevo pacto y que heredan este reino serán, por toda la eternidad, inferiores en estatus a los santos de la iglesia del Cuerpo de Cristo. El cristiano permanecerá por toda la eternidad como un extraño para el nuevo pacto y, sin embargo, su posición espiritual estará por encima de la de Israel como los cielos están por encima de la tierra. Además, el Nuevo Testamento no respalda la sugerencia de Darby de que el cristiano está relacionado con la base y los beneficios del nuevo pacto, pero no con el nuevo pacto en sí. Según Darby, el cristiano, aunque está relacionado con los concomitantes del nuevo pacto, sigue siendo un extraño para el nuevo pacto mismo. En contraste, Pablo enseñó que los cristianos antes de la conversión del paganismo eran "ajenos a los pactos de la promesa", pero "Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo." y "no somos más extranjeros" (Efesios 2:12-13,19). Que la sangre del pacto nos acerque es ya no ser un extraño para el pacto. Además, Pablo se consideraba un ministro no solo de la sangre del pacto, -74- Capítulo 5 sino también del nuevo pacto de Jeremías 31 (2 Corintios 3:6). Y la declaración sacramental de Cristo: "Esta copa es el nuevo testamento (es decir, el pacto) en Mi sangre" (1 Corintios 11:25) tiene poco sentido si el nuevo pacto en sí no está directamente relacionado con la iglesia en esta era. El escritor de Hebreos enseñó que Cristo es hoy "el mediador de un mejor pacto" (Hebreos 8: 6). ¿Está el cristiano relacionado con el mediador de este mejor pacto, pero no con el mejor pacto mismo? Bernard Ramm ha notado apropiadamente: Decir que estamos bajo los beneficios del Pacto sin estar realmente bajo el pacto es admitir clandestinamente lo que se niega audazmente.9 Muchos dispensacionalistas han reconocido la validez de estas críticas y han rechazado la explicación de Darby de la relación de la iglesia con el nuevo pacto. Por ejemplo, el Dr. John F. Walvoord ha dicho: La mayoría de los premilenaristas [dispensacionales] (con excepción de Darby) estarían de acuerdo en que se ha provisto un nuevo pacto para la iglesia, pero no el nuevo pacto para Israel.10 La tercera teoría dispensacional sobre la relación de la iglesia con el nuevo pacto de Jeremías 31 es la teoría presentada por el Dr. C.I. Scofield en la Scofield Reference Bible (Biblia de referencia Scofield). Según el Dr. Charles C. Ryrie, esta es la teoría más ampliamente aceptada entre los dispensacionalistas.11 En sus notas bíblicas de referencia, Scofield simplemente aplica el nuevo pacto tanto a la iglesia como a Israel sin ninguna explicación sobre cómo se logra esto, como lo demuestran las siguientes citas: 9 Bernard Ramm, Protestant Biblical Interpretation: A Textbook of Hermeneutics (Grand Rapids: Baker Book House, 1970), pág. 264. 10 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 214. 11 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith (Neptune, N.J.: Loizeaux Brothers, 1953), pág. 107. -75- Capítulo 5 El Nuevo Pacto ... asegura la perpetuidad, la conversión futura y la bendición de Israel ...12 El Nuevo Pacto descansa sobre el sacrificio de Cristo, y asegura la bendición eterna, bajo el Pacto Abrahámico (Gálatas 3:13-29), de todos los que creen.13 Los dispensacionalistas posteriores han elaborado la teoría de Scofield. El Dr. J. Dwight Pentecost ha dicho lo siguiente: ... según este punto de vista, hay un nuevo pacto con una aplicación doble; uno para Israel en el futuro y otro para la iglesia ahora.14 Este punto de vista coloca a la iglesia bajo el nuevo pacto y ve la relación como un cumplimiento parcial del pacto.15 Scofield está totalmente de acuerdo con Darby en que el pacto fue principalmente para Israel y será cumplido por ellos. Cualquier aplicación de este a la iglesia, como sostiene la posición de Scofield, no anula la aplicación principal a Israel. 16 El Dr. Pentecost en su escrito sobre la teoría del nuevo pacto de Scofield cita a otro escritor que dice que el nuevo pacto no se hace con el cristiano, sino que se ministra al cristiano. El Dr. John F. Walvoord tiene los siguientes comentarios sobre la teoría de Scofield: La visión premilenial [dispensacional] popularizada por la Biblia de Referencia Scofield considera que el nuevo pacto tiene una 12 C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible (New York: Oxford University Press, 1909), pág. 1297, nota 1 sobre Hebreos 8:8. 13 Ibid., pág. 1298, nota 2 sobre Hebreos 8:8. 14 J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 123. 15 Ibid., pág. 124. 16 Ibid., pág. 124. -76- Capítulo 5 doble aplicación, primero en Israel cumplida en el milenio y, segundo, en la iglesia en la era actual. 17 ... Scofield ... considera que el nuevo pacto con Israel tiene una referencia oblicua a los creyentes de esta época, aunque se ocupa principalmente de Israel.18 El Dr. Charles C. Ryrie describe la teoría de Scofield de la siguiente manera: Esta interpretación sostiene que el nuevo pacto tiene dos aspectos, uno que se aplica a Israel y otro que se aplica a la iglesia. Estos han sido llamados los aspectos realistas y espirituales del pacto, pero ambos aspectos comprenden esencialmente un pacto basado en el sacrificio del Señor Jesucristo.19 W.H. Griffith Thomas ha expuesto esta teoría dispensacional de la siguiente manera: Se observará que se dice que el pacto se hizo "con la casa de Israel y con la casa de Judá", es decir, con toda la nación judía. No hay duda de que esta es la designación principal y el propósito del pacto. La promesa de la restauración de Israel es clara, junto con la especificación de los beneficios. Las palabras de Jeremías son: "Aquí vienen los días", y es bien sabido que el antitipo del Nuevo Testamento de los tipos del Antiguo Testamento no es la Iglesia Cristiana sino el Reino que todavía es futuro. ... Pero nosotros los cristianos tenemos la realidad espiritual de este pacto, que, si bien se hace con Israel, también es para nuestro beneficio, a través de la gracia, por lo que distinguimos entre la interpretación primaria para Israel y la aplicación secundaria (espiritual) para el Iglesia hoy. Ahora disfrutamos en el poder del Espíritu Santo de todas las bendiciones del nuevo pacto y, sin embargo, habrá aún más 17 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 210. Ibid., pág. 218. 19 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, pág. 210. 18 -77- Capítulo 5 manifestaciones en el futuro para Israel, de acuerdo con la promesa de Dios (Rom. 11:25-32).20 El problema con la teoría de Scofield es que viola tanto la dicotomía dispensacional entre Israel y la iglesia como la hermenéutica literal dispensacional (es decir, la teoría de la interpretación). La teoría de Scofield viola la dicotomía dispensacional en que le permite a la iglesia cumplir parcialmente una profecía hecha para Israel y estar parcialmente bajo un pacto que pertenece a Israel. Si la iglesia puede cumplir esta profecía judía y estar bajo este pacto judío, entonces ¿por qué no otros? En efecto, esta teoría dice que la iglesia puede identificarse parcialmente con Israel. Los dispensacionalistas han reconocido esta debilidad en la teoría de Scofield. Por ejemplo, el Dr. J. Dwight Pentecost en su discusión de la teoría de Scofield señala: "Sin embargo, la iglesia no puede ser puesta bajo el pacto de Israel".21 El Dr. Charles C. Ryrie ha hecho la siguiente crítica de la teoría de Scofield: Si la Iglesia está cumpliendo las promesas de Israel contenidas en el nuevo pacto o en cualquier otro lugar de la Escritura, entonces el premilenialismo [dispensacional] se debilita. Uno podría preguntarse por qué no hay dos aspectos en un nuevo pacto. Este puede ser el caso, y es la posición que ocupan muchos premilenialistas [dispensacionales], pero estamos de acuerdo en que el amilenialista tiene todo el derecho de decir de esta opinión que es "una admisión práctica de que el nuevo pacto se cumple en y para la Iglesia"22 El Dr. Ryrie en otros lugares tiene la siguiente crítica al nodispensacionalismo: ... la hermenéutica del amilenialista le permite desdibujar completamente los significados de las dos palabras [Israel y la 20 W.H. Griffith Thomas, Hebrews: A Devotional Study (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1961), págs. 106-107. 21 J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 124. 22 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, pág. 118. -78- Capítulo 5 Iglesia] en el Nuevo Testamento para que la Iglesia se haga cargo del cumplimiento de las promesas a Israel. Desde ese punto de vista, el verdadero Israel es la Iglesia. El pacto premilenialista va a mitad de camino. La Iglesia e Israel están algo mezclados, aunque no amalgamados. El dispensacionalista estudia las palabras en el Nuevo Testamento, encuentra que se mantienen distintas y, por lo tanto, concluye que cuando se introdujo la Iglesia, Dios no anuló Sus promesas a Israel ni las enredó en la Iglesia. Es por eso por lo que el dispensacionalista reconoce dos propósitos de Dios e insiste en mantener la distinción entre Israel y la Iglesia.23 Estas críticas dispensacionales contra el pacto premilenialista podrían haberse aplicado a la teoría de Scofield sobre el nuevo pacto. La teoría de Scofield combina a Israel y la iglesia y enreda las promesas hechas a Israel en la iglesia. La teoría de Scofield también contradice la hermenéutica dispensacional. La regla cardinal de la hermenéutica dispensacional es nunca espiritualizar o alegorizar. El Dr. Walvoord da la siguiente explicación de espiritualización: Espiritualización de la ... palabra Israel implicaría en la definición de Webster de espiritualización: "tomar en un sentido espiritual, opuesto a literalizar". En otras palabras, si Israel quisiera significar algo más que Israel, por ejemplo, la iglesia en el Nuevo Testamento compuesta principalmente de gentiles, esto sería espiritualización.24 El Dr. J. Dwight Pentecost cita la siguiente definición del método alegórico: 23 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), págs. 95-96. 24 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 64. -79- Capítulo 5 El alegorismo es el método de interpretación de un texto literario que considera el sentido literal como el vehículo para un sentido secundario, más espiritual y profundo. 25 En la teoría de Scofield, el nuevo pacto para Israel tiene una referencia primaria a Israel y una referencia oblicua a la iglesia. El nuevo pacto tiene un aspecto realista y espiritual, una aplicación terrenal y celestial, una interpretación primaria y una interpretación espiritual secundaria. En esta teoría, el nuevo pacto con Israel puede significar algo más que el nuevo pacto con el Israel literal, nacional y terrenal. La misma crítica de "espiritualizar" y "alegorizar" que los dispensacionalistas arrojan tan libremente a los teólogos Reformados también puede arrojarse a esta teoría dispensacional popular. Los dispensacionalistas que se aferran a esta teoría deberían abstenerse de lanzar estas piedras porque no están sin "pecado" en sí mismos. Este estudio de las tres teorías dispensacionales sobre el nuevo pacto muestra que los dispensacionalistas están sorprendentemente divididos sobre cómo conciliar los datos del Nuevo Testamento sobre el nuevo pacto con los presupuestos dispensacionales. El Dr. William Everett Bell, Jr. ha descrito bien esta división entre dispensacionalistas sobre el nuevo pacto y su significado sintomático: Dado que la visión de los dos pactos, aunque es un dispensacionalismo consistente, no ha encontrado una amplia aceptación entre los dispensacionalistas debido a sus obvias fallas exegéticas, se encuentra que los líderes dispensacionalistas están seriamente en desacuerdo con el problema. Todos están de acuerdo en que la iglesia no debe cumplir ninguna de las promesas de Israel, pero el método de preservar la dicotomía con respecto al nuevo pacto es difícil de alcanzar. Por un lado, algunos reconocen la casuística exegética involucrada en tratar de retener las bendiciones del pacto aparte de cualquier relación vital con el pacto y, por lo tanto, postulan 25 J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 4. -80- Capítulo 5 un segundo pacto. Por otro lado, otros reconocen la imposibilidad exegética de un segundo pacto y prefieren ignorar la casuística. En cualquier caso, la posición es básicamente insostenible y señala de manera bastante dramática el dilema hermenéutico del dispensacionalismo al intentar conciliar las escrituras con un presupuesto básico.26 La información del Nuevo Testamento sobre el nuevo pacto encaja bien con la teología Reformada. No es necesario forzar; no se requiere exégesis artificial; no se necesitan distinciones extremadamente finas. Dado que la iglesia del Nuevo Testamento es la continuación del programa del reino del Antiguo Testamento y es el Israel espiritual en esta era y es el cumplimiento de muchas profecías del Antiguo Testamento, no hay ningún problema en relacionar directamente el nuevo pacto de Jeremías 31 con la iglesia en esta era y fue hecho mediante los escritores del Nuevo Testamento. El nuevo pacto se relaciona directamente con el Israel físico solo en la medida en que los judíos aceptan a Cristo y se vuelven a injertar en el olivo del Israel espiritual, que es la iglesia (Romanos 11: 26-27).27 La Información bíblica sobre el nuevo pacto son para los constructores dispensacionales una piedra que encaja mal en su estructura teológica. No pueden acordar la mejor manera de cementarlo en su sistema de manera adecuada. En contraste, para el teólogo Reformado, esta piedra se ha convertido en una piedra angular en su sistema de interpretación. 26 William Everett Bell, Jr., "A Critical Evaluation of the Pre-tribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology," pág. 190. 27 Iain H. Murray, The Puritan Hope: A Study in Revival and the Interpretation of Prophecy (Carlisle, Penn.: The Banner of Truth Trust, 1971), págs. 72-74; John Murray, The Epistle to the Romans (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1968), 2:91-103. Capítulo 6 Cómo Argumentan su Caso En los pocos capítulos anteriores, hemos examinado varios pasajes cuyas enseñanzas, en el lado positivo, dan un fuerte testimonio de la precisión de la teología Reformada y, en el lado negativo, contradicen en gran medida los supuestos dispensacionales básicos. Estos argumentos bíblicos son los que me di cuenta hace solo unos años cuando abandonaba dolorosamente el sistema dispensacional mientras estudiaba en el Seminario Teológico de Dallas, la Meca del pensamiento dispensacional. Dallas era entonces el hogar de conocidos escritores dispensacionales como los Dres. Charles C. Ryrie, J. Dwight Pentecost y John F. Walvoord. Su legado del pasado incluye a los Dres. Lewis Sperry Chafer y Merrill F. Unger. Uno de sus graduados es el conocido Hal Lindsey, el gran divulgador del dispensacionalismo en esta generación. Entonces, no solo he estado expuesto a los argumentos de la teología Reformada, sino que también he estado al corriente de los argumentos bíblicos del dispensacionalismo como los explican algunos de sus principales defensores. Ahora que he estado en ambos lados de la cerca, he encontrado que el césped teológico es mucho más verde en el lado Reformado. Sin embargo, todavía recuerdo que en algún momento mi pensamiento estuvo dominado y controlado por los argumentos dispensacionales, y puedo comprender con simpatía cómo un cristiano sincero puede ser desviado hacia el sistema dispensacional. En este capítulo examinaremos algunos de los principales argumentos utilizados por los dispensacionalistas para defender su dicotomía teórica entre Israel y la iglesia del Nuevo Testamento. Al analizar mi antigua devoción al sistema dispensacional, creo que el argumento dispensacional que más me atrajo fue el basado en el bautismo del Espíritu Santo. 1 El argumento es el siguiente: Es el bautismo del Espíritu Santo el que coloca a uno en el Cuerpo de Cristo, 1 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 91. -82- Capítulo 6 que es la iglesia universal (1 Corintios 12:13); no hubo bautismo del Espíritu Santo antes de Hechos 2 (Mateo 3:11; Hechos 1:5; 11:15-16); por lo tanto, ninguno del pueblo de Dios que murió antes de Hechos 2 puede estar en la iglesia universal; por lo tanto, hay una dicotomía absoluta entre el Israel del Antiguo Testamento y la iglesia. Este es un argumento sutil que puede parecer, en la superficie, una deducción lógica revestida de hierro de los datos de las Escrituras. La fuerza aparente de este alegato, sin embargo, es ilusoria. Su contundencia se desvanece en la nada cuando uno examina supuestos ocultos y no declarados que se encuentran en el núcleo de este argumento. Examinaremos estos supuestos no revelados a la luz penetrante de las Escrituras. Primero, este argumento dispensacional supone que en la glorificación; los santos del Antiguo Testamento no serían hecho perfectos junto con los santos del Nuevo Testamento. Se supone que esos avances en los beneficios espirituales que se realizaron históricamente en la inauguración de la era del Nuevo Testamento no pueden ser aplicados en la glorificación a aquellos que murieron antes de que la era del Nuevo Testamento comenzara en plenitud en Hechos 2. Esta suposición contradice la enseñanza de las Escrituras. La salvación de nadie, ya sea un santo del Antiguo Testamento o un santo del Nuevo Testamento, se hace perfecta o completa durante esta vida. Esta finalización de la aplicación de la salvación ocurre en la glorificación al regreso de Cristo. Las Escrituras claramente enseñan en Hebreos 11: 39-40 que los santos del Antiguo Testamento serán perfeccionados junto con, no aparte de, los santos del Nuevo Testamento porque Dios ha provisto mejores beneficios para los santos en esta era de plenitud espiritual. Tanto los santos del Antiguo Testamento como los santos del Nuevo Testamento, todos recibirán los completos beneficios de la obra salvífica de la Trinidad en la glorificación, y eso incluye el bautismo del Espíritu posterior a Pentecostés para Los santos del Antiguo Testamento. Esta conclusión es verificada por la enseñanza de Apocalipsis 21 de que los santos del Antiguo Testamento serán incluidos en la Novia de Cristo, que es la iglesia universal. Segundo, este argumento dispensacional asume que el bautismo del Espíritu en Pentecostés fue totalmente diferente en naturaleza del -83- Capítulo 6 ministerio de salvación del Antiguo Testamento del Espíritu. El ministerio del nuevo pacto del Espíritu puede ser a la vez significativamente superior y continuo con su ministerio del antiguo pacto. ¿No estaba el Espíritu renovando, sustentando, iluminando y dotando al pueblo de Dios antes de Pentecostés? ¿No fue esta labor en ambas edades basada en la persona, obra y el liderazgo del pacto de Cristo? Antes de Pentecostés, la obra salvadora del Espíritu se basaba en las promesas mesiánicas, y después de Pentecostés, la obra salvadora del Espíritu se basaba en los logros mesiánicos realizados históricamente. El ministerio actual del Espíritu es superior a su ministerio del antiguo pacto porque ya no se relaciona con el Cristo por venir sino con el Cristo que ha venido y ha sido glorificado y que ahora reina en poder (Juan 7:39). El hecho de que el Espíritu se derrame en una plenitud sin precedentes en y después del Pentecostés de Hechos 2 no significa que el Espíritu no haya estado poniendo previamente al pueblo de Dios en una alianza de pacto con el Cristo que aún estaba por venir. Tercero, este argumento dispensacional asume que la salvación era posible en el Antiguo Testamento aparte de la unión con Cristo efectuada por el Espíritu. Esto significaría que la salvación del Antiguo Testamento no podría haber incluido esos beneficios espirituales basados en ser colocados en Cristo por el Espíritu. ¡Esto incluiría incluso la regeneración (2 Corintios 5:17; Efesios 2:5,10), 2 justificación o libertad de la condenación divina (Romanos 8:1), santificación o libertad del dominio del pecado (Romanos 6:1-4), y un lugar en la resurrección de los justos bajo el liderazgo del pacto de Cristo (1 Corintios 15:22)! La unión con Cristo hasta cierto punto a través de la obra del Espíritu debe haber sido posible en el Antiguo Testamento, o no pudo haber habido salvación del Antiguo Testamento. Por supuesto, un santo del Antiguo Testamento no vivió en la era de la plenitud espiritual iniciada por la obra redentora histórica del Hijo, ¡pero tampoco fue el Antiguo Testamento una época en la que todos los efectos principales de la obra del Hijo estuvieron absolutamente ausentes! Dios aplicó la obra del Hijo a los creyentes del Antiguo Testamento hasta cierto punto, incluso antes de que esa obra se realizara históricamente. Hubo una diferencia relativa de grado en la 2 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 92. -84- Capítulo 6 espiritualidad del Antiguo Testamento, no una diferencia de tipo absoluta. Podría mencionar que algunos escritores dispensacionales aceptan consistentemente que su sistema implica que la salvación del Antiguo Testamento debe haberse logrado de alguna manera aparte de la unión con Cristo. Por ejemplo, el Dr. Charles C. Ryrie ha dicho que "los que murieron antes del primer advenimiento de Cristo" no están entre los "muertos en Cristo".3 El Dr. Lewis Sperry Chafer ha declarado que los santos del Antiguo Testamento no estaban "en la nueva jefatura federal del Cristo resucitado", que sus vidas no estaban "escondidas con Cristo en Dios",4 que "los santos del Antiguo Testamento no eran parte de la Nueva Creación en Cristo”, 5 que aparte de que Cristo necesita ser resucitado de los muertos para sentarse en el trono de David, “la nación de Israel no mantiene ninguna relación con la resurrección de Cristo", 6 y que "no hay ningún tipo de posición en Cristo en cualquier enseñanza de la ley o del reino."7 Cuarto, este argumento dispensacional no reconoce la estrecha relación entre el bautismo espiritual y la circuncisión espiritual (Colosenses 2:11-12). Definitivamente hubo circuncisión espiritual en el Antiguo Testamento. Este era un ministerio del Espíritu del Antiguo Testamento que probablemente difería del bautismo espiritual del Nuevo Testamento solo en grado. Quinto, el Nuevo Testamento habla de la salvación en Cristo como una participación en los pactos de la promesa del Antiguo Testamento (Efesios 2:12-13). Esto sería realmente irónico si la salvación del Antiguo Testamento hubiera sido lograda aparte de la unión con Cristo. 3 Ibid. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:181. 5 Ibid., 4:63. 6 Ibid., 1:xvi-xvii. 7 Ibid., 4:98. 4 -85- Capítulo 6 Hay otro argumento dispensacional similar al anterior. Este alegato se basa en la referencia del Nuevo Testamento a la era de la iglesia como un misterio.8 En las Escrituras, un misterio es un secreto previamente desconocido que Dios ha revelado recientemente. Los dispensacionalistas argumentan que la era de la iglesia era un misterio en los tiempos del Antiguo Testamento en un sentido absoluto. Como la edad de la iglesia era absolutamente desconocida en el Antiguo Testamento, entonces ninguna profecía del Antiguo Testamento podría referirse al tiempo de la iglesia. Esto significa que todas las profecías del Antiguo Testamento acerca de la era venidera tenían que referirse al milenio judío dispensacional, no a la era de la iglesia. Entonces la era de la iglesia es realmente un paréntesis imprevisto en el programa de Dios para Israel. La respuesta reformada a este argumento es que la iglesia era un misterio en un sentido relativo. Esta respuesta se basa en Efesios 3:36: "... El misterio..., Que en otras épocas no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora se revela a los santos apóstoles y profetas (de Dios) por el Espíritu." El “como” aquí es comparativo, indica que la edad de la iglesia era relativamente desconocida en el Antiguo Testamento, pero no absolutamente. Ciertas características de la era de la iglesia a las que se hacen referencia aquí como un misterio (Efesios 3:6) se muestran en otra parte como predichas en la profecía del Antiguo Testamento (Romanos 15:7-13), lo que demuestra que el misterio es relativo, no absoluto. Otro argumento dispensacional se basa en la declaración de Cristo: "Edificaré mi iglesia" (Mateo 16:18). Los dispensacionalistas argumentan que, si la iglesia fuera algo que se estaba construyendo, entonces no pudo haber existido en los tiempos del Antiguo Testamento. El Dr. Lewis Sperry Chafer ha argumentado esto de la siguiente manera: Cuando el énfasis recae en la palabra edificaré, se introduce el aspecto profético y se recuerda al lector que la Iglesia no existía en el momento en que Cristo estaba hablando, sino que debía realizarse en el futuro. Este es un aspecto difícil de la verdad para aquellos que sostienen que la Iglesia ha existido durante todo el 8 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 93. -86- Capítulo 6 período cubierto por el Antiguo Testamento, o cualquier parte de él.9 La respuesta a este argumento es simple. La iglesia del Nuevo Testamento en el tiempo del ministerio terrenal de Cristo era antigua y nueva. Era antigua porque el concepto de que Dios tenía una iglesia o un pueblo llamado estaba arraigado en el Antiguo Testamento. La iglesia del Nuevo Testamento es nueva porque el pueblo de Dios alcanzó una nueva madurez dispensacional en ese momento debido a la obra histórica del Hijo. La iglesia del Antiguo Testamento estaba en la infancia de sombras ceremoniales y un reino limitado a nivel nacional mientras la iglesia del Nuevo Testamento estaba en la madurez de las realidades espirituales y un reino universalizado. En el Antiguo Testamento, Moisés sirvió a la iglesia como siervo; en el Nuevo Testamento, Cristo fue fiel sobre la iglesia como un Hijo (Hebreos 3:5-8). La novedad en Mateo 16 no es un invento absolutamente nuevo como si Dios no hubiera tenido antes una iglesia o llamado personas. La novedad consiste en que el pueblo de Dios pertenece a Cristo de una manera distinta e íntima. Cristo se refería a la iglesia madura de las realidades mesiánicas en oposición a la iglesia inmadura de las prefiguraciones mesiánicas. Cristo estaba diciendo que Él edificaría su iglesia del nuevo pacto no desde cero sino con el material de la antigua iglesia del pacto, reemplazando las sombras tipológicas con sustancia espiritual, excluyendo a los judíos que no lo aceptarían, y expandiría la tienda judía para incluir a los gentiles (Isaías 54:1-3). Por otro lado, cuando la palabra griega traducida iglesia se aplica al Israel del Antiguo Testamento en las Escrituras (Hechos 7:38), los dispensacionalistas dicen que la palabra se usa en un sentido no teológico, como se usa en Hechos 19:32 para referirse a una asamblea. 10 Cuando la palabra Israel se usa para referirse a la iglesia del Nuevo Testamento 9 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 4:43. 10 Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, page 137; C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible (New York: Oxford University Press, 1909), página 1021 (Nota sobre Mateo 16:18). -87- Capítulo 6 (Gálatas 6:16), los dispensacionalistas dicen que se refiere estrictamente a los judíos físicos en la iglesia. Un argumento similar a este basado en Mateo 16:18 se utiliza en Efesios 2:20, donde se dice que los apóstoles y profetas son el fundamento de la iglesia. Si la iglesia se describe como un templo fundado en los apóstoles del Nuevo Testamento y en Cristo, argumenta el dispensacionalista, entonces no puede tener un fundamento en el Antiguo Testamento. He escuchado que algunos intérpretes reformados intentan responder a este argumento señalando que Efesios 2:20 también enseña que la iglesia está fundada en los profetas del Antiguo Testamento y los apóstoles del Nuevo Testamento, pero considero que es un argumento inadecuado. Los profetas en Efesios 2:20 son profetas del Nuevo Testamento (compárese con Efesios 3:5, especialmente la palabra ahora; Efesios 4:11). Uno debería reconocer que Efesios 2:20 se refiere a la iglesia en su manifestación del Nuevo Testamento, a la iglesia en su madurez mesiánica, y no a la iglesia en su sentido más amplio. El pasaje que habla de la iglesia en su sentido más amplio con el uso de una figura arquitectónica es Apocalipsis 21:9-14. La palabra iglesia como se usa en el Nuevo Testamento puede referirse ampliamente a los elegidos de todas las edades o puede referirse estrechamente a la asamblea de Israel del Antiguo Testamento, a la comunidad del pacto en sus manifestaciones del Nuevo Testamento, o a una congregación local del Nuevo Testamento. En Efesios 2:20, la palabra iglesia ni siquiera se usa directamente. La referencia es al "hombre nuevo" (Efesios 2:15), que se refiere a la iglesia en su forma del Nuevo Testamento. Si uno examina a la iglesia como la comunidad con la promesa de salvación de Dios, su fundamento se remonta en última instancia al pacto trinitario de redención en el pasado de la eternidad y se remonta históricamente a la promesa del Redentor de la descendencia dada a Adán y Eva después de la caída. Si uno examina a la iglesia como una comunidad de pacto con un sistema de administración sacramental, su base se remonta a los pactos abrahámico y mosaico. Si uno examina a la iglesia como la comunidad del pacto de plenitud mesiánica, entonces su cimiento es la obra histórica de Cristo y los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento. Efesios 2:20 es ciertamente un argumento de la iglesia estrictamente en su forma del Nuevo Testamento, pero Efesios 2:12-19 también enfatiza la fuerte -88- Capítulo 6 continuidad de la iglesia del Nuevo Testamento con el Israel del Antiguo Testamento y con los pactos del Antiguo Testamento. El teólogo Reformado reconoce tanto la novedad de la iglesia del Nuevo Testamento como su continuidad con la comunidad del pacto del Antiguo Testamento. El dispensacionalista radicaliza lo primero y niega lo segundo. Además, el teólogo Reformado reconoce que la palabra iglesia a veces se refiere a los elegidos de todas las edades (Efesios 5:25) y a la asamblea de Israel del Antiguo Testamento (Hechos 7:38), usos que los dispensacionalistas tienen que negar. Me ocuparé de un último argumento que usan los dispensacionalistas. Ellos afirman que, dado que el Nuevo Testamento continúa distinguiendo entre israelitas físicos, gentiles físicos y la iglesia cristiana (1 Corintios 10:32), entonces uno no puede identificar a Israel con la iglesia. Después de todo, Israel y la iglesia se mantienen separados en las Escrituras.11 Esta tesis se basa en una comprensión demasiado restringida del término Israel. Aunque el judío físico puede tener un sentido de identidad racial, la membresía en Israel nunca ha sido un asunto estrictamente racial, sino más bien una cuestión de relación de pacto. Israel era el nombre de la comunidad del pacto del Antiguo Testamento que se distinguía de las naciones por el pacto de la circuncisión. Se enfatizó la descendencia física y las líneas de sangre porque el Mesías iba a ser un descendiente literal de Abraham y David, pero los gentiles podían unirse a Israel a través de las leyes de prosélitos. En la genealogía de David, encontramos a Tamar, la cananea; Rahab la ramera de Jericó y Rut la moabita. Todos los siervos de Abraham fueron circuncidados conforme al pacto establecido para Israel en Génesis 17. Cuando Abraham libró a Lot, sus sirvientes domésticos incluían 318 hombres entrenados para la guerra (Génesis 14:14). El número total de sirvientes y sus familias fue indudablemente un gran número, y todos los machos fueron circuncidados. Cuando Jacob viajó a Egipto, sus descendientes físicos eran setenta, pero su hogar era tan grande que se les dio toda la tierra de 11 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, page 164; J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 88; Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 138. -89- Capítulo 6 Gosén para vivir. Una multitud mezclada salió de Egipto con los descendientes físicos de Abraham (Éxodo 12:38). Muchos de los hombres poderosos del ejército de David eran de origen extranjero (1 Crónicas 11:26-47), el mejor de ellos conocido; Urías el heteo. Los gentiles de todo el mundo antiguo se convirtieron en judíos en los días de la reina Ester. (Ester 8:17). Durante la era intertestamentaria de los macabeos, muchos edomitas, descendientes de Esaú, se convirtieron en judíos.12 En el siglo VIII d. C., mucho después del gran divorcio entre el cristianismo y Judaísmo, los Jázaros gentiles de Europa del Este se convirtieron al judaísmo. Y miles de cristianos profesantes se están convirtiendo al judaísmo cada año en nuestros días. Ser judío es ser ingresado en el pueblo judío por circuncisión, así como ser cristiano es ser aceptado en el pueblo cristiano por el bautismo. Además, los miembros de Israel bajo el antiguo pacto podrían ser excomulgados de la comunidad del pacto por ciertos pecados de manos altas (pecados de presunción). Uno podría ser miembro de Israel por descendencia racial sin ser miembro de Israel como ciudadano o miembro de la iglesia. Además, cuando gran parte de Israel cayó en la idolatría, los profetas hablaron del remanente dentro de la nación que eran judíos internamente y también externamente. Este concepto de ser un verdadero judío interior fue enfatizado por Juan el Bautista (Mateo 3:9), Jesús (Juan 8:37,39) y Pablo (Romanos 2:28-29; 9:6). Uno podría ser un miembro de Israel físicamente, a nivel nacional, cultural y religioso sin ser miembro de Israel espiritualmente. En esta era del nuevo pacto, el judío físico debe seguir el ejemplo de Zaqueo y creer en Cristo para ser un verdadero hijo de Abraham (Lucas 19: 9). En esta era, hacer un pacto con el Israel étnico por circuncisión es hacer un pacto con un pueblo que rechaza a Jesús de Nazaret. En esta época, muchos gentiles han seguido el ejemplo del centurión romano de gran fe y han venido de oriente y occidente a sentarse con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos (Mateo 8:11). En el nuevo Testamento, uno puede ser un judío físico y no ser un judío espiritual (Apocalipsis 2: 9; 3: 9), y uno podría ser un gentil físico 12 Josefo, Antiquities of the Jews, XIII,ix,1. -90- Capítulo 6 y ser una simiente espiritual de Abraham (Gálatas 3:29; Romanos 4:11). Todos los cristianos son judíos internos, y Pablo enseña que "él es un judío, ya que lo es interiormente" (Romanos 2:29). Aunque tanto el cristianismo como el judaísmo tienen raíces en la religión del Antiguo Testamento, solo el cristianismo es la semilla según la promesa como Isaac (Gálatas 4:21-31) y el verdadero heredero de los pactos del Antiguo Testamento. Pablo compara la ética incrédula de Israel con Ismael, el que era un descendiente físico de Abraham, pero que fue expulsado de la comunidad del pacto. Mientras el Israel étnico permanezca en la dureza espiritual y la ceguera a través de su rechazo del Mesías de Dios, el permanece aislado del Israel espiritual y de la savia de la gracia salvadora de Dios (Romanos 11:23; compárese con Mateo 8:12) y es un enemigo de Dios con respecto al evangelio (Romanos 11:28). Durante una temporada en los días de transición entre el antiguo y nuevo pacto, se honró el estado de los judíos incrédulos como miembros de la comunidad del pacto con un interés especial en las promesas de Dios (Hechos 2:39; 3:25), pero aquellos que, endurecidos en su rechazo, finalmente fueron podados del árbol del verdadero Israel (Romanos 11:20). El uso de la palabra Israel en referencia a judíos físicos o al Israel étnico o a los herederos religiosos de los fariseos, no implica que la iglesia no sea el Israel espiritual, el verdadero Israel de Dios (Gálatas 6:16) y el verdadero heredero de los pactos del Antiguo Testamento. Pero, pregunta el dispensacionalista, ¿Qué pasa con Romanos 11:29: "Porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables"? Todo este versículo está enseñando que hay un sentido en el que el Israel étnico sigue siendo amado por Dios debido al papel especial de sus padres en la historia redentora y debido a su elección nacional bajo el antiguo pacto (Romanos 9:1-5). Esto no quiere decir que el Israel étnico tenga su propio futuro profético aparte de la iglesia cristiana, esto quiere decir que debido al respeto de Dios por la antigua participación de la etnia israelí en las promesas del pacto, la apostasía de la etnia israelí del Israel espiritual nunca será plena o definitiva. Muchos judíos han sido cortados del olivo del Israel espiritual, pero siempre habrá un remanente electo dentro de la -91- Capítulo 6 etnia israelí que sean judíos tanto interna como externamente y miembros del verdadero Israel de Dios, que es la iglesia cristiana (Romanos 11:17). Y el Israel étnico algún día experimentará una plenitud espiritual que estará en contraste directo con la dureza, ceguera y tropiezo de su rechazo nacional de Jesús (Romanos 11:12,15,26-29). Dios continúa teniendo un lugar para el Israel étnico en sus planes proféticos a pesar de su tropiezo nacional, pero ese futuro no está divorciado de la iglesia cristiana. Y ese futuro se realizará en y a través de la iglesia cristiana cuando las ramas naturales desechadas se vuelvan a injertar en el olivo a través de la fe en Cristo (Romanos 11:23). En ese punto, todo Israel se salvará y experimentará las bendiciones del nuevo pacto (Romanos 11: 26-27).13 En resumen, vemos que el dispensacionalismo enfatiza las diferencias de tipo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento hasta el punto de descuidar su relación orgánica de continuidad del desarrollo. El Israel del Antiguo Pacto era la iglesia en la infancia; Hechos 2 fue el Bar Mitzvah de la iglesia; en el Nuevo Pacto la iglesia es Israel venido a la madurez. La iglesia del Nuevo Testamento está orgánicamente relacionada con el Israel del Antiguo Testamento, como la edad adulta de un hombre está orgánicamente relacionada con la infancia de ese mismo hombre (Gálatas 4:1-7). En tal relación, hay tanto novedad como continuidad. Notas al Pie de Página Extensas 1 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), páginas 136-137. El discurso de Jesús con Nicodemo en Juan 3 es un pasaje clásico sobre la regeneración. Desde esa porción bíblica se habló bajo la dispensación del antiguo pacto, los dispensacionalistas tienden a reconocer que hubo regeneración bajo la economía del Antiguo Pacto. El Dr. John F. Walvoord dice, en la misma página, que las personas pudieron haber nacido de nuevo bajo el Antiguo Pacto y que los santos del Antiguo Testamento no estaban en Cristo. La 13 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 93. -92- Capítulo 6 dificultad con esta enseñanza es que el Nuevo Testamento asocia la regeneración con la unión con Cristo. 2 John F. Walvoord, The Holy Spirit at Work Today (Chicago: Moody Press, 1973), página 21; compárese J. Dwight Pentecost, Things to Come (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), página 271; contraste con Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 4:16. Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 136; comparar John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), página 280. 3 Darby, William Kelly, A.C. Gaebelein, C.I. Scofield y otros han sostenido que los "muertos en Cristo" de 1 Tesalonicenses 4:16 incluyen a los santos del Antiguo Testamento. La dificultad más obvia con esta posición es el problema de poner a los santos del Antiguo Testamento "en Cristo" como Pablo usó ese término y mantenerlos fuera del Cuerpo de Cristo. Muchos dispensacionalistas de hoy limitan a los "muertos en Cristo" a los santos de la iglesia, y William Everett Bell, Jr. explica la historia de esta evolución doctrinal: En 1937, en su The Approaching Advent of Christ, Alexander Reese lanzó un ataque vitriólico contra el Pretribulacionismo. La idea central de su argumento radica en la identificación de la resurrección de los justos muertos con el tiempo de la segunda venida de Cristo. Luego demostró de manera concluyente desde las Escrituras que la resurrección de los santos del Antiguo Testamento debía seguir el período de la tribulación; por lo tanto, la segunda venida de Cristo debe seguir a la época de la tribulación también. La fuerza de su argumento fue sentida profundamente por los pretribulacionistas, pero se ideó una solución ingeniosa para solucionar el problema. Los pretribulacionistas simplemente admitieron el punto de Reese de que los santos del Antiguo Testamento resucitarían después de la tribulación, pero sostuvieron que los santos de la iglesia del Nuevo Testamento serían resucitados en el rapto antes de la tribulación. "William Everett Bell, Jr., "A Critical Evaluation of -93- Capítulo 6 the Pre-tribulation Rapture Doctrine Ainntes Christian Eschatology" (disertación, Escuela de Educación de la Universidad de Nueva York, 1967), páginas 15-16. 8 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 232-237; Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 134, nota al pie Nº 4. En la página 201 del libro Dispensationalism Today, Dr. Ryrie cita a un escritor dispensacional, quien comenta sobre el texto de Efesios 3:5 de la siguiente forma: "El ‘como ahora es revelado’ de hecho, puede sugerir que este misterio se había insinuado en el Antiguo Testamento, pero bajo formas o tipos velados, y solo ahora se reveló abiertamente”. En la página 134, nota al pie Nº 4, el Dr. Ryrie expresa la interpretación dispensacional corriente sobre este punto cuando él niega que: ". . . El 'como' del verso Efesios 3:5 pudiera implicar una revelación parcial en el Antiguo Testamento. . ." En otra parte, el Dr. Ryrie dice: "La Iglesia es un misterio en el sentido de que no se reveló en absoluto en el Antiguo Testamento y ahora se revela en el Nuevo Testamento". Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith (Neptune, N.J.: Loizeaux Brothers, 1953), página 136. 13 Para una defensa de este punto de vista de "todo Israel será salvo", ver Iain H. Murray, The Puritan Hope: A Study in Revival and the Interpretation of Prophecy (Carlisle, Penn.: The Banner of Truth Trust, 1971) , páginas 72-74; John Murray, The Epistle to the Romans (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1968), 2:91103. Para una defensa de la opinión de que "todo Israel" se refiere al remanente creyente dentro del Israel étnico a lo largo de los siglos, ver William Hendriksen, Israel in Prophecy (Israel en la Profecía) (Grand Rapids: Baker Book House, 1968), páginas 35-52. Capítulo 7 Literalismo Consistente Creo que si le pidieras a un dispensacionalista experto, que especificara el elemento más básico y fundamental de su sistema, probablemente diría literalismo consistente o alguna expresión equivalente. El dispensacionalista cree que el literalismo consistente es la clave básica para la correcta interpretación de las Escrituras y la única protección segura contra el liberalismo. La crítica principal del dispensacionalista acerca del teólogo Reformado es que este “espiritualiza” o “alegoriza”, con lo cual quiere decir que él no es consistentemente literal, en el sentido dispensacionalista de esta expresión. Esta crítica dispensacionalista se refiere con mayor frecuencia a la aplicación directa que hace el teólogo Reformado a la iglesia del Nuevo Testamento de profecías del Antiguo Testamento que hablan de Israel y de la era Mesiánica. Además, muchos dispensacionalistas ven al teólogo Reformado como un liberal incipiente, pues creen que es sólo la inconsistencia y el fracaso del teólogo Reformado en aplicar su hermenéutica no literal (o sea, sistema de interpretación) a lo largo de todo su sistema teológico lo que lo salva del liberalismo. 1 Después de todo, la “espiritualización” del teólogo Reformado al aplicar profecías Judías directamente a la iglesia difiere solo en grado de la espiritualización liberal del relato de la creación o del nacimiento virginal al decir que estos son solo mitos, razona el dispensacionalista. El dispensacionalista está emocionalmente comprometido con su hermenéutica literal y cree que solo él tiene el coraje y la integridad morales necesarias para aceptar lo que las Escrituras enseñan literalmente. A continuación, el Dr. Charles C. Ryrie explica el énfasis dispensacionalista en la interpretación consistentemente literal: 1 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 105. -95- Capítulo 7 La distinción entre Israel y la Iglesia nace de un sistema de hermenéutica que es llamado usualmente interpretación literal… La palabra “literal” tal vez no sea tan adecuada como la palabra “normal” o “simple”, pero en todo caso se refiere a interpretación que no espiritualiza o alegoriza, como hace la interpretación no dispensacional… Consistentemente literal o interpretación simple indica una aproximación dispensacional a la interpretación de las Escrituras. Y es esta misma consistencia — la fortaleza de la interpretación dispensacional— lo que irrita al no dispensacionalista y lo que se convierte en el objeto de sus burlas. 2 Si la interpretación simple o normal es el único principio hermenéutico valido, y si es consistentemente aplicado, esto hará que uno sea un dispensacionalista. Tanto como alguien crea que la interpretación normal es fundamental, en esa medida se verá en la necesidad de convertirse en dispensacionalista. 3 El Dr. Walvoord captura el espíritu dispensacionalista en sus dramáticas declaraciones: del literalismo Historia es historia, no alegoría. Los hechos son hechos. Los eventos futuros profetizados serán exactamente como son profetizados. Israel significa Israel, tierra significa tierra, cielo significa cielo.4 Una promesa literal espiritualizada es un fraude exegético.5 La importancia del literalismo consistente para el dispensacionalista no puede exagerarse. A los dispensacionalistas les gusta argumentar que el literalismo consistente es su principio número uno, y que las teorías de la dicotomía y el paréntesis son un desarrollo lógico de la aplicación 2 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), páginas 45-46. 3 Ibíd., página 21. 4 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 129-130. 5 Ibíd., página 200. -96- Capítulo 7 de este principio al estudio de las Escrituras. Yo creo que la realidad es la opuesta: la interpretación dispensacionalista usa el grado necesario de literalismo para interpretar la profecía en términos de la dicotomía dispensacional y las presuposiciones relativas al paréntesis. Más aun, se pueden encontrar diferentes grados de literalidad y lenguaje figurado en las interpretaciones dispensacionales. Ciertos pasajes demuestran dramáticamente la dificultad de tratar de interpretar profecía con el, así llamado, literalismo consistente. Un grupo de estos pasajes comprende aquellos que los dispensacionalistas aplican a su milenio Judío y que se refieren a algunos antiguos enemigos del Israel del Antiguo Testamento que hace mucho tiempo dejaron de existir, como los Amonitas (Isaías 11:14; Daniel 11:41), los Asirios (Miqueas 5:5; Isaías 19:23-25), los Edomitas (Isaías 11:14; 63:1-6; Joel 3:19; Amós 9:11-12; Daniel 11:41), los Egipcios (Zacarías 14:16-19; Isaías 19:23-25), y los Moabitas (Isaías 11:14; Daniel 11:41). 6 El Dr. William Everett Bell ha hecho las siguientes observaciones al respecto: Uno se pregunta, si “Israel significa Israel”, por qué Asiria no significa Asiria ni Egipto significa Egipto. La respuesta, obviamente, es que el simple sentido común milita contra cualquier interpretación que considere necesario el resurgimiento de antiguos pueblos ya desaparecidos hace miles de años de la escena de la historia. Ningún cristiano negaría que Dios podría una vez más reunir un imperio Asirio o una nación Filistea si Él escogiera hacerlo, pero muy pocos expositores, dispensacionalistas incluidos, sostienen tal ocurrencia. 7 Otro problema aun para la teoría del literalismo consistente son aquellos pasajes en los que los dispensacionalistas se refieren a una futura dispensación Judía y que mencionan específicamente relaciones 6 Compare John F. Walvoord, The Nations in Prophecy (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1967), páginas 160-169. 7 William Everett Bell, Jr., “A Critical Evaluation of the Pre-tribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology” (disertación, Escuela de Educación de la Universidad de Nueva York, 1967), páginas 85-86. -97- Capítulo 7 familiares y tribales de Antiguo Testamento. Los dispensacionalistas argumentan que aquí se habla de futuras generaciones de Judíos que cumplirán las profecías del Antiguo Testamento acerca de la edad Mesiánica, pero algunas de estas profecías mencionan específicamente la existencia de antiguas relaciones familiares y tribales. Por ejemplo, Zacarías capítulos 9-12 es usualmente considerado por los dispensacionalistas como un pasaje que apoya de forma especial su sistema. No obstante, Zacarías 12:11-14 habla de la existencia separada y distinta de las familias de David, Natán, Leví y Simei. Otros pasajes acerca de la edad Mesiánica hablan de la existencia distintiva de la tribu de Leví (Isaías 66:21; Malaquías 3:3), y otros hablan aun de la existencia continuada de los hijos de Sadoc dentro de la tribu de Leví (Ezequiel 44:15; 48:11). Otros pasajes proféticos nos hablan de todas las doce tribus de Israel por separado y distintivamente (Ezequiel 48; Apocalipsis 7). Estas relaciones familiares y tribales, sin embargo, hace tiempo que se han perdido. Dios no ha considerado necesario preservar estas distinciones genealógicas en el tiempo del Nuevo Testamento. Estas relaciones tribales y familiares están perdidas y no pueden ser restauradas, excepto que fueran resucitadas las cabezas de la familias y la tribus y empezaran de nuevo. A causa de estas consideraciones, Patrick Fairbairn ha dicho lo siguiente: Tanto como algunas profecías dependían para su cumplimiento en la existencia separada de tribus y familias en Israel, la distinción entre estas fue preservada; así también lo fueron los registros genealógicos, que eran necesarios para atestiguar dicho cumplimiento. Estas profecías finalizaron en el Hijo de María, el Renuevo de la casa de David, el León de la tribu de Judá; pero con Él estas, y todas las otras cosas viejas, cesaron; una nueva edad, independiente de tales diferencias formales y externas, comenzó. Por tanto, encontramos que el apóstol está eximiendo a todos de prestar atención a genealogías interminables, ya que no tienen ningún valor en la iglesia de Dios; y la providencia de Dios poco después selló la palabra, dispersando sus genealogías a los vientos y fusionó en una masa indistinguible e inextricable los remanentes sobrevivientes de la familia judía. Ahora bien, la profecía no es verificable por mitades; o es completamente cierta, -98- Capítulo 7 en el sentido en que debe ser entendida, o es un fracaso. Y dado que la providencia de Dios ha hecho que el cumplimiento de los aspectos mencionados sea manifiestamente imposible en el principio literal de interpretación, se proporciona evidencia concluyente de que a través de este principio dichas profecías son mal interpretadas. En aquello que ellas llaman a los hombres a creer, se hace violencia a su razón; y la Palabra de Dios queda comprometida con expectativas que nunca podrán ser realizadas debidamente.8 El pasaje más comúnmente mencionado en discusiones acerca de la dificultad presentada por el literalismo dispensacionalista es la visión del templo de Ezequiel (Ezequiel 40-48). De acuerdo con la descripción encontrada en este pasaje, los dispensacionalistas están esperando un restablecimiento de los sacrificios animales con derramamiento de sangre en un templo construido en el milenio. 9 Los dispensacionalistas son cuidadosos en especificar que esos sacrificios son simplemente memoriales de la muerte de Cristo y serán los equivalentes en el milenio de la Cena del Señor. El problema con esto es que en la visión de Ezequiel se habla de estos sacrificios como haciendo expiación literalmente (Ezequiel 45: 15, 17, 20; Hebreo: kapar, expiar). Por supuesto, un dispensacionalista puede ir al libro de Hebreos para probar que los sacrificios de animales en el Antiguo Testamento nunca hicieron expiación por el pecado literalmente. Sin embargo, cuando el teólogo Reformado acude a Hebreos para probar que los sacrificios de animales fueron eliminados perpetuamente por la ofrenda de Cristo hecha una vez para siempre (Hebreos 10:10-18), entonces incurre en “interpretación teológica” y en “trasladar el mensaje del Nuevo Testamento al Antiguo Testamento”, dos practicas criticadas repetidamente por los dispensacionalistas. 8 Patrick Fairbairn, Prophecy Viewed in Respect to Its Distinct Nature, Its Special Function, and Proper Interpretation (s.l.: T. & T. Clark, 1865; reimpresión, Grand Rapids: Baker Book House, 1967), páginas 276-277. 9 J. Dwight Pentecost, Things to Come, A Study in Biblical Eschatology (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), página 519. -99- Capítulo 7 Otra área donde el literalismo estricto se dificulta es la de aquellas profecías que los dispensacionalistas interpretan como eventos del fin de los tiempos, en los cuales se hace referencia a antiguos sistemas de armamento. Por ejemplo, Ezequiel 38-39 es un pasaje que los dispensacionalistas interpretan como una referencia a una invasión a Israel perpetrada por el ejército Ruso en el fin de los tiempos. Sin embargo la profecía nos dice que este ejército esta equipado con armas primitivas: “escudos, paveses, arcos y saetas, dardos de mano y lanzas” (Ezequiel 39:9). Estas armas están fabricadas mayormente de madera, como queda evidenciado por el hecho de que arden como leña. El Dr. John F. Walvoord sugiere la siguiente explicación: La guerra moderna de misiles se habrá desarrollado a tal punto para ese día que los misiles buscaran cualquier cantidad considerable de metal. Bajo esas circunstancias, será necesario abandonar el uso extendido de armas de metal y usar madera como sustituto, como se utilizaba en el armamento primitivo. Cualquiera que sea la explicación, la interpretación más sensata es que el pasaje se refiere al armamento real cuyo uso se impondrá por las circunstancias particulares de aquel día. 10 Para continuar con este argumento, vamos a asumir que el dispensacionalista está en lo correcto al referirse a esta profecía como a un evento específico futurista del fin de los tiempos, en oposición a una interpretación pretérita o evidente. Aceptado este supuesto, enseñar que el profeta estaba simplemente hablando acerca de la guerra en términos familiares para el antiguo Israel sería arriesgar la hermenéutica literal dispensacionalista. Si el profeta pudo haber profetizado una guerra con armas modernas pero hablando de armas primitivas con las que el Israel antiguo estaba familiarizado, entonces el profeta también pudo haber profetizado la era de la iglesia en términos del sistema religioso del Antiguo Testamento con los cuales el Israel antiguo estaba familiarizado. Si el dispensacionalista no interpreta literalmente las armas de madera de Ezequiel 39, entonces tiene una base muy estrecha para sus reclamos de 10 John F. Walvoord, The Nations in Prophecy, pagina 116. Citado en Paul Lee Tan, The interpretation of Prophecy, página 224. -100- Capítulo 7 “espiritualización” cuando el intérprete Reformado interpreta la visión de Ezequiel acerca del templo en los capítulos que siguen inmediatamente a continuación como una profecía de la era de la iglesia en términos del sistema religioso del Antiguo Testamento. No todos los interpretes dispensacionalistas guardan la hermenéutica literal tan cuidadosamente como lo hace el Dr. Walvoord. Hal Lindsey, El popular escritor dispensacionalista, graduado del seminario donde el Dr. Walvoord es el presidente, comparte su enfoque hermenéutico del libro de Apocalipsis: Algunos escritores han escogido interpretar cada símbolo de manera bastante literal. Por ejemplo, una langosta con el rostro de hombre, los dientes de un león, una coraza de hierro, una cola que puede picar y alas que hacen el sonido de muchos carros, habría de ser creada especialmente por Dios para que luciera exactamente como en la descripción. Personalmente estoy inclinado a pensar que Dios podría utilizar para sus juicios ciertos dispositivos modernos, ¡para los cuales el Apóstol Juan carecía de palabras adecuadas para describirlos hace diecinueve siglos! En el caso que acaba de ser mencionado, las langostas podrían un modelo avanzado de helicóptero.11 El señor Lindsey sugiere mas tarde que las langostas híbridas de Apocalipsis podrían ser helicópteros Cobra rociando gas nervioso desde sus colas.12 ¡Aun así, interpretes como el señor Lindsey también arguyen que los interpretes Reformados cometen un error serio y fundamental al enseñar que los profetas del Antiguo Testamento a veces hablaron de la era venidera de la iglesia en términos de la economía religiosa del Antiguo Testamento con la cual el pueblo de Dios estaba familiarizado! 11 Hal Lindsey, There’s a New World Coming: "A Prophetic Odyssey” ((Irvine, California: Harvest House Publishers, 1973), página 16. 12 Ibíd., páginas 138-139. -101- Capítulo 7 Otro pasaje en donde los dispensacionalistas insisten por lo general en una estricta literalidad es la descripción de la Nueva Jerusalén en Apocalipsis 21. Esta visión, si se interpreta con literalidad estricta, envuelve la venida a la tierra de una ciudad cuya longitud, anchura y altura sería cada una de doce mil estadios (o sea, cerca de 2.400 kilómetros). Detente por un momento y trata de visualizar una ciudad de 2.400 kilómetros de largo, ancho y alto descansando sobre la superficie del planeta tierra. ¡Una masa metropolitana como esa haría que la órbita del planeta definitivamente se tambaleara! Por supuesto, Dios podría hacer un prodigio y superar tales dificultades, pero ¿No es más probable que estas dimensiones escandalosas se hayan usado intencionalmente para evitar una interpretación excesivamente literal? Además, el uso de un número extremadamente simbólico, el 12.000, parecería suficiente para indicar que esta ciudad, que en otro lugar literalmente se dice que es la Novia de Cristo (Apocalipsis 21:9-10), es un símbolo de la plenitud del número del pueblo de Dios de todas las edades. El número doce está asociado con las doce tribus de Israel y con los doce apóstoles (Apocalipsis 21:12, 14) y por lo tanto con el pueblo del Pacto de ambas edades. Los números diez y mil son asociados con llenura o plenitud. ¿Por qué insistir en una ciudad literal con tales dimensiones escandalosas y desproporcionadas con relación al planeta tierra? El Dr. Paul Lee Tan, un dispensacionalista, explica que el dispensacionalismo cree la profecía Bíblica debe ser interpretada literalmente allí donde esto sea posible o plausible. Como un ejemplo de lo que quiere decir con esto, menciona las perlas que servirán de puertas en la ciudad extraordinariamente grande que se describe en Apocalipsis 21.13 Por supuesto, es posible para Dios crear dichas perlas extraordinarias. Y es posible para el Dios omnipotente crear nuevamente muchos de los elementos del mundo del Antiguo Testamento y reorganizar como un cataclismo la topografía de la tierra para permitir un cumplimiento estrictamente literal de las profecías mesiánicas. De todas formas, la pregunta no es si dichos cumplimientos son posibles o no, por alguna flexibilidad de la imaginación. La cuestión es que fue lo que Dios 13 Paul Lee Tan, The interpretation of Prophecy, páginas 157-160. -102- Capítulo 7 tenía la intención de comunicar mediante el lenguaje utilizado en la profecía Bíblica. Algunas veces los dispensacionalistas ponen a un lado esta insistencia en literalidad si es posible y usan un poco la imaginación en la interpretación profética. Por ejemplo, en Salmos 22, Se profetizó que el Mesías sería rodeado por “toros de Basán”. La mayoría de los intérpretes toman esta profecía como una referencia a aquellas personas que persiguieron a nuestro Señor en Su pasión. Como sea, uno debe admitir que esta no es una interpretación “literal si es posible” de el pasaje. Hasta ahora, no tengo conocimiento de ningún dispensacionalista que insista, en el nombre del literalismo, en que nuestro Señor en Su segunda venida debe sufrir otra vez bajo la amenaza de toros literales de un Basán literal para dar un completo cumplimiento literal a la profecía. Aun así, estos mismos intérpretes arguyen que Cristo no iniciará Su reino Mesiánico profetizado hasta que esté gobernando desde un monte Sión literal en una Palestina literal (Salmos 2:6) aunque el Nuevo Testamento enseña tanto que Cristo obtuvo Su trono Mesiánico en Su ascensión al cielo (Apocalipsis 12:5; 2:26-27; comparar con Salmos 2:9) como que el Monte Sión y Jerusalén son realidades celestiales en esta era (Hebreos 12:22). Los editores de la Nueva Biblia de Referencia Scofield han hecho una admisión significativa acerca del literalismo y la interpretación de la profecía del Antiguo Testamento. Ellos han reconocido que los sacrificios de animales en la visión de Ezequiel del templo no necesitan ser interpretados literalmente sino que podrían ser considerados con validez como profecías generales acerca de la adoración futura en términos de la economía del Antiguo Testamento con la cual los receptores originales de la profecía estaban familiarizados. 14 Si este principio puede ser aplicado aquí, ¿Por qué no entonces en otras partes de otras profecías acerca de la era Mesiánica? Si este principio aplica para los sacrificios en la visión de Ezequiel del templo, entonces ¿Por qué no también en todo el templo? Una vez que este principio es reconocido en relación con un elemento de la adoración del Antiguo Testamento en una 14 C.I. Scofield, editor, The New Scofield Reference Bible (New York: Oxford University Press, 1967), página 888. -103- Capítulo 7 profecía Mesiánica, resulta arbitrario negarlo en relación con otros elementos de la adoración del Antiguo Testamento y otras profecías Mesiánicas. Entre más se aplique este principio en la interpretación dispensacionalista de la profecía, el milenio dispensacionalista será menos Judaico y la interpretación dispensacional estará más cercana a la interpretación profética Reformada tradicional. Abrí este capitulo con algunas críticas que hacen los dispensacionalistas acerca de la hermenéutica Reformada. Permítanme cerrarlo contestando estas críticas. Primero, el literalismo consistente no es la clave final para la interpretación Bíblica apropiada. Este es demasiado subjetivo y racionalista. Lo que para un hombre es consistencia para otro es un absurdo. Literalismo consistente significa que el intérprete debe apelar en últimas a su propio sentido de usanza literaria para determinar el grado de literalidad o de lenguaje figurado en la profecía. La hermenéutica apropiada implica un estudio de cómo la Escritura interpreta la Escritura para guiarnos a conocer cual es el lenguaje normal de la Escritura. Si la interpretación de la profecía en Mateo parece anormal para nosotros, entonces debemos ajustar nuestra comprensión de que es lenguaje normal. La hermenéutica apropiada implica una disposición para interpretar los pasajes difíciles de la Escritura a la luz de la enseñanza de los pasajes claros de ella, y una sensibilidad a la hora de examinar el género literario. Uno no debería construir un sistema teológico sobre posibles interpretaciones de pasajes poéticos o apocalípticos cuando esas interpretaciones requieren que se retuerza el significado claro de pasajes didácticos sencillos. Por ejemplo, la enseñanza clara del Nuevo Testamento acerca del sacrificio terminado de Cristo debe guiarnos al interpretar los sacrificios de animales en la visión de Ezequiel. La hermenéutica apropiada implica una dependencia devota del Espíritu Santo, quien santifica en la Verdad. El intérprete no debe ser un racionalista que pone su máxima confianza en su propia percepción personal del idioma. La propia percepción personal del intérprete acerca -104- Capítulo 7 del idioma es de fiar solo en la medida en que ésta haya sido santificada por el Espíritu en la verdad. El intérprete debe reconocer humildemente que su máxima dependencia esta en la iluminación del Espíritu para tener discernimiento espiritual para ser librado de su ceguera y de sus prejuicios pecaminosos. La interpretación de las Escrituras es un esfuerzo moral tanto como un esfuerzo intelectual. Somos dependientes del Espíritu para recibir ayuda para interpretar la Escritura como Dios quiso que fuera entendida. En segundo lugar, el literalismo estricto no es la protección definitiva contra el liberalismo. Tanto los liberales como los miembros de las sectas defienden sus teologías distorsionadas usando las Escrituras tanto literal como alegóricamente. Por ejemplo, el Armstrongismo interpreta literalmente el trono eterno en el pacto Davídico e insiste en un cumplimiento que incluye un trono literal, físico. La protección verdadera contra las distorsiones doctrinales no es la literalidad estricta. La verdadera protección consiste en un sometimiento real a la iluminación del Espíritu Santo y a las enseñanzas de la Escritura. Solo aquí, en esta doble combinación de la Palabra y el Espíritu, puede uno encontrar verdadera protección segura contra el error. ¿Cuál es la interpretación verdaderamente objetiva? La objetividad suprema se encuentra en la subjetividad divina como está expresada en el “así dice el Señor” de la Palabra escrita. Y para que nosotros podamos tener un acceso confiable a esta suprema objetividad, dependemos en última instancia de la obra del Espíritu dándonos la habilidad subjetiva para entender la Palabra de Dios. En un último análisis, la verdad y la comprensión son dones de Dios. Pero por la gracia de Dios, también yo podría estar ciego a la revelación clara de Dios y estar esclavizado por algún error sectario. Como es verdad con muchos otros asuntos, al final llegamos a la aparente antinomia entre la responsabilidad humana y la soberanía divina. Soy moralmente responsable por seguir y obedecer el mensaje claro de la Escritura. Separado de Cristo, nada puedo hacer y estoy espiritualmente ciego y muerto. Cuando comprendo y obedezco el mensaje de Dios, lo hago como un regalo inmerecido de Él. Y aun así, mi inhabilidad natural y mi total dependencia de Dios no me eximen de mi responsabilidad de usar -105- Capítulo 7 todas mis capacidades dadas por Dios en esforzarme por entender Su Palabra. Y si estoy en lo correcto y mis amigos dispensacionalistas están equivocados en la comprensión de las profecías, no tengo de que jactarme. Porque ¿qué tengo que no haya recibido? Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto. Notas al Pie de Página Extensas 1 “El método amilenario de interpretar la Escritura es correctamente definido como el método de espiritualización. Sin embargo, es claro que los amilenaristas más conservadores limitan el uso de este método, y de hecho adoptan el método literal de interpretación para la mayoría de las Escrituras… “El erudito liberal moderno, quien también es un amilenarista, se siente libre de usar el método de espiritualización con bastante libertad en otra áreas aparte de la profecía cuando le es conveniente, y al no estar atado por ninguna ley de la infalibilidad de la inspiración, no tiene ninguna necesidad de preocuparse si el resultado no es consistente. El método de espiritualización, una vez admitido, no es fácil de regular y tiende a destruir el método literal. Si bien el uso amilenarista del método literal es general entre los conservadores, entre los grupos liberales goza de menos prestigio y uso”. John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), páginas 62-63. Ver también Paul Lee Tan, The interpretation of Prophecy (Rockville, Maryland: Assurance Publishers, 1974), páginas 275-277. Capítulo 8 Interpretando a los Profetas Interpretar la profecía bíblica no es exactamente como leer el periódico de la mañana. Leer la profecía bíblica es encontrar declaraciones sobre "fuertes toros de Basán", extrañas bestias compuestas, ejércitos de langostas y eventos cataclísmicos en los cielos y en la tierra. Uno no suele encontrar un lenguaje así incluso en los tabloides más extravagantes. Interpretar este tipo de lenguaje es un desafío, especialmente en vista de que no estamos rodeados por el contexto cultural y lingüístico en el que la profecía bíblica fue dada originalmente. Sin embargo, interpretar la profecía es un desafío que todo cristiano debería aceptar. Toda la Escritura es útil para la doctrina y la instrucción, y no solo las porciones más fáciles de las mismas. El intérprete dispensacionalista y el Reformado tienen desacuerdos básicos sobre cómo debe ser interpretado el lenguaje de la profecía. Sería poco práctico ir por todas las profecías de la Escritura en este capítulo para explicar las diferencias entre los enfoques interpretativos dispensacionalista y Reformado. Un enfoque más práctico sería examinar algunos de las cuestiones generales en la interpretación de la profecía, porque éstas se relacionan con las diferencias básicas en la interpretación profética dispensacionalista y Reformada. Una crítica principal que los dispensacionalistas hacen sobre la interpretación Reformada de la profecía es que el intérprete Reformado trata la profecía con una hermenéutica diferente (es decir, un sistema de interpretación) de la que él usa con el resto de las Escrituras. Según el Dr. Walvoord, el intérprete no dispensacional "utiliza dos métodos de interpretación, el método de espiritualización para la profecía y el método literal para las otras Escrituras." 1 Según el Dr. Charles C. Ryrie: 1 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), página 63. -107- Capítulo 8 ¿Cuál es, entonces, la diferencia entre el uso dispensacionalista de este principio hermenéutico[el literalismo] y el de los no dispensacionalistas? La diferencia radica en el hecho de que el dispensacionalista afirma usar el principio normal de interpretación de manera consistente en todo su estudio de la Biblia. Afirma además que el no dispensacionalista no usa el principio en todas partes. Admite que el no dispensacionalista es literalista en gran parte de su interpretación de las Escrituras, pero lo acusa de alegorizar o espiritualizar cuando se trata de interpretación de la profecía.2 En otras palabras, la posición no dispensacionalista es simplemente que el principio literal es suficiente excepto para la interpretación de la profecía. En esta área, el principio de espiritualización debe ser introducido. 3 La cuestión básica aquí es la simple pregunta de cuál era el lenguaje "normal" cuando Dios habló sobre el entonces futuro lejano. ¿Deberíamos esperar que Dios haya hablado a través de los profetas sobre el entonces distante futuro con el mismo lenguaje básico que usó cuando relató la historia del pueblo del pacto? ¿O deberíamos esperar una diferencia literaria básica entre Génesis y Zacarías, entre 1 Samuel y Daniel, entre los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis de Juan? ¿La única diferencia literaria entre historia y profecía predictiva es que uno mira el pasado y el otro al futuro? ¿Deberíamos interpretar la profecía predictiva como si fuera historia pre escrita o como si se tratara de reportes futuristas de periódico? Según los intérpretes Reformados, existe una diferencia literaria básica entre crónicas históricas y visiones proféticas. Muchas profecías del Antiguo Testamento se dieron en sueños, visiones y dichos oscuros (Números 12: 6-8) en los que uno debería esperar encontrar más lenguaje figurativo que en relatos históricos o en literatura didáctica. Uno no debe interpretar los profetas como si su mensaje estuviera escrito en la forma literaria simple de la historia pre escrita. 2 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), página 89. 3 Ibid., página 91. -108- Capítulo 8 Uno de los mayores contrastes entre la comprensión Reformada y la dispensacional sobre lo que se considera lenguaje "normal" en los profetas gira en torno a la pregunta de si los profetas alguna vez hablaron del futuro en términos del pasado. La posición Reformada es que Dios a través de los profetas del Antiguo Testamento reveló verdades seleccionadas sobre la Era de la Iglesia que se avecinaba sin revelar todo sobre dicha era. Había ciertos misterios sobre la era de la iglesia que no se revelaron hasta los tiempos del Nuevo Testamento, como que los gentiles creyentes se volvieran miembros plenos del pueblo de Dios bajo el nuevo pacto sin someterse a las leyes ceremoniales mosaicas como prosélitos judíos. En los profetas del Antiguo Testamento, Dios reveló estas verdades seleccionadas sobre la Era de la Iglesia en el contexto descriptivo de la economía religiosa y política básica del Antiguo Testamento con la cual los profetas y sus oyentes estaban familiarizados. Dios proféticamente habló del futuro desconocido en términos de las realidades entonces conocidas y entendidas. Dios en los profetas, predijo ciertos elementos esenciales de la Era de la Iglesia con detalles concretos del mundo del Antiguo Testamento a pesar de que algunos de estos detalles ya no estarían vigentes en la edad futura. Por ejemplo, Dios, en los profetas, reveló que en la Era mesiánica, muchos gentiles adorarían y servirían al Dios de Abraham junto con Israel, pero, como se mencionó anteriormente, sin ninguna pista de que el muro ceremonial divisorio entre Judíos y Gentiles sería derribado. De acuerdo con el intérprete Reformado, esta era la forma normal de Dios de revelar verdades seleccionadas sobre un futuro distante. Según el dispensacionalista, esto habría sido una forma engañosa para que Dios hubiera hablado sobre el futuro lejano: Nueva revelación no puede significar revelación contradictoria. La revelación posterior sobre un tema no hace que la revelación anterior signifique algo diferente. Puede agregarle o incluso reemplazarle, pero no contradecirle. Una palabra o concepto no puede significar una cosa en el Antiguo Testamento y tomar el sentido opuesto en el Nuevo Testamento. Si esto fuera así, entonces la Biblia estaría llena de contradicciones, y Dios tendría que ser concebido como engañando a los profetas del Antiguo Testamento cuando les revelaba un reino nacionalista, ya que -109- Capítulo 8 habría sabido todo el tiempo que Él revertiría completamente el concepto en una revelación posterior. 4 Es casi uniforme entre los detractores del método literal explicar la profecía en términos de "coloración judía", "atuendo histórico y contemporáneo", "forma israelita" y "cubierta exterior antiguo testamentaria". Por estos lemas, los intérpretes quieren decir que las palabras o formas de la profecía están coloreadas e influidas por los antecedentes contemporáneos del profeta, y por lo tanto no deben ser interpretados literalmente. ... Dios supuestamente manipula las cosas ante los profetas para que ideas espirituales y celestiales aparezcan con un atuendo terrenal y comprensible.5 Es increíble que Dios vistiera con palabras los asuntos más importantes, afectando los intereses y la felicidad del hombre y casi poniendo en duda su propia veracidad, palabras , que, si no son ciertas en su sentido obvio y común, engañarían a los piadosos y temerosos de Dios de muchas edades. 6 El resultado práctico de esta comprensión del lenguaje "normal" en la profecía, es la postura dispensacional de que ninguna profecía del Antiguo Testamento puede referirse directamente a la Era de la Iglesia. Por ejemplo, en vista de que las profecías con respecto a la adoración de los gentiles al Dios de Abraham en la era mesiánica son generalmente dadas en el contexto descriptivo de la economía religiosa y política básica del Antiguo Testamento, estas profecías deben cumplirse en la próxima era judía, cuando este contexto religioso y político básico será literalmente restablecido. Que estas profecías se cumplan en la Era de la Iglesia, aparte de un reino judío nacionalista sería un engaño divino, según los dispensacionalistas. La Edad de la Iglesia, por lo tanto, debe verse como un paréntesis totalmente no revelado en el programa judío 4 Ibid., páginas 94-95. Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy (Rockville, Maryland: Assurance Publishers,1974), páginas 217, 218. 6 George N.H. Peters, The Theocratic Kingdom (3 vols.; Grand Rapids: Kregal Press, 1952),1.315; citado en Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy, página 222. 5 -110- Capítulo 8 profetizado en los profetas. Es instructivo contrastar esta visión de la Era de la Iglesia y los profetas del Antiguo Testamento con la del apóstol Pablo: Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles. Hechos 26:22-23 En el capítulo anterior, citamos Malaquías 1:11 donde Dios profetizó una Era venidera en la que el nombre de Dios sería grande entre las naciones gentiles. El profeta habló del día venidero cuando el Dios de Abraham sería adorado universalmente en términos de ofrenda universal de incienso y de ofrendas puras. El intérprete Reformado ve un cumplimiento directo de esta profecía en la Era de la Iglesia en la que cristianos de muchas naciones en todo el mundo adoran al Dios de Israel. De acuerdo a esta interpretación, Malaquías habló sobre la Era de la Iglesia en términos del sistema de adoración del Antiguo Testamento. Para el intérprete Reformado, tal uso del lenguaje en la profecía es normal y no engañoso. El dispensacionalista insiste en que esta profecía puede cumplirse directamente solo en una Era Judía venidera en la cual la adoración a Dios a través de incienso literal y de ofrendas será re-instituida. El Dr. John F. Walvoord da a continuación un ejemplo de la mentalidad interpretativa dispensacional: La idea de que los gentiles deberían estar exactamente en el mismo plano que los israelitas y, además, en relación íntima como miembros del mismo cuerpo, es absolutamente ajena al Viejo Testamento. Según Isaías 61:5,6, los Gentiles son representados como los sirvientes e Israel como los sacerdotes de Dios. Si bien es cierto que a los Gentiles se les prometieron bendiciones en el futuro reino milenario, nunca se les da igualdad con los Judíos en el Antiguo Testamento. Lo que era nuevo e imprevisto en lo que respecta al Antiguo Testamento, aquí forma el contenido de la -111- Capítulo 8 revelación especial dada a Pablo sobre la iglesia, el Cuerpo de Cristo. Un Judío o un Gentil que a través de la fe en Cristo se convierte en miembro del cuerpo de Cristo, por tanto se separa de su situación anterior, y su programa profético se convierte en el de la iglesia en lugar del de Judíos o Gentiles como tales. Solamente cuando distinguimos el programa profético de la iglesia como el cuerpo de Cristo del programa de Israel o del de los Gentiles es que la confusión se puede evitar en la interpretación de la profecía incumplida. 7 El Dr. Walvoord comenta sobre Isaías 61:5-6: "Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores. Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes." Él está diciendo que esta profecía solo puede cumplirse en la Era milenial Judía, donde habrá status literal de siervo Gentil ante al Israel nacional y donde habrá un resurgimiento literal del Sacerdocio del Antiguo Testamento. Después de todo, siervo ¿no significa, siervo?, y sacerdote ¿no significa, sacerdote? ¿No es esto el significado normal del idioma tal como lo entendieron los destinatarios originales? ¿No es este el cumplimiento que muchos judíos estaban esperando en el tiempo de Cristo? Así razona el dispensacionalista. Él ve este pasaje como la profecía de una época que está en contraste con la iglesia cristiana donde el Judío y el Gentil, creyentes, son espiritualmente iguales. El intérprete Reformado entiende la profecía anterior, no en contraste con, sino a la luz de la verdad del Nuevo Testamento de que los judíos y gentiles creyentes son espiritualmente iguales en esta era. La profecía no está enseñando que habrá sacerdotes literales del Antiguo Testamento y que habrá sumisión Gentil literal ante un Israel nacional en el momento de su cumplimiento. La profecía no está enseñando una 7 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 124. -112- Capítulo 8 dicotomía absoluta funcional y religiosa entre Judíos y Gentiles en la Era mesiánica. La profecía está simplemente contrastando la Era venidera con la Era del Antiguo Testamento durante la cual los gentiles rechazaron al Dios de Israel y en general fueron hostiles hacia Israel. En la Era mesiánica, los Gentiles, paganos anteriormente, servirán al Dios de Israel como su Dios. Los Judíos ejercerán un ministerio sacerdotal en el sentido de que esa salvación vendrá de los judíos (Juan 4:22) a través del Mesías. Y los Gentiles creyentes traerán, a través de su servicio y finanzas, una nueva fuerza externa para el pueblo de Dios. En su exhortación en Romanos 15:27 a los cristianos en Roma para ayudar a los "pobres santos que están en Jerusalén", da Pablo un ejemplo de cumplimiento de esta profecía en el Nuevo Testamento: ...porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales. Para otro ejemplo del contraste en la interpretación dispensacional y Reformada de la profecía, permítanos mirar la profecía encontrada en Zacarías 2:4-5: "y le dijo: Corre, habla a este joven, diciendo: Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella. Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella." ¿Es el cumplimiento final de esta profecía dependiente de la ciudad terrenal literal de Jerusalén? Hubo un cumplimiento parcial de esta profecía bajo el antiguo pacto en la protección divina de la ciudad durante los días vulnerables cuando sus paredes estaban siendo reconstruidas bajo el liderazgo de Nehemías y en el futuro crecimiento de la población de la ciudad. Hay, sin embargo, un cumplimiento más significativo en esta era y en la era venidera. En esta era del Mesías, las fuerzas del infierno son las que necesitan muros defensivos (Mateo 16:18). Hoy el señor Jesucristo tiene toda la autoridad en el cielo y en la tierra, y el impío no puede tocar a su pueblo (1 Juan 5:18), porque mayor es el que está en ellos que el que está en el mundo (1 Juan 4:4). La iglesia ya no está a la defensiva sino que está en la ofensiva de la Gran Comisión. La iglesia ya no está aislada de las naciones paganas por un muro de la ley ceremonial sino que está bajo las órdenes de ir y discipular a los naciones paganas. Cristo ha atado a -113- Capítulo 8 Satanás, el hombre fuerte (Mateo 12:29), y la iglesia ahora está saqueando los tesoros de Satanás, transladando hombres del reino de las tinieblas al reino del amado Hijo de Dios. En la era del Nuevo Testamento, el reino de Dios se ha expandido desde los muros de contención de Jerusalén judía para incluir personas, junto con sus posesiones, de los confines de la tierra. En el Nuevo Testamento, la Jerusalén física fue juzgada por Dios como una desolación (Lucas 21:20) y dejó de tener significado para el pueblo de Dios (Juan 4:21; Gálatas 4:25; Hebreos 13:14). En la era del nuevo pacto, el pueblo de Dios es ciudadano de la Jerusalén celestial antitípica. (Hebreos 12:22; Gálatas 4:26; compárese con Hebreos 11:10,16; Apocalipsis 21:2). Cada ciudadano de la ciudad celestial también es una piedra viva en el templo y está lleno de la gloria de Dios a través del Espíritu que lo habita. Y las bendiciones de esta época no son más que un anticipo de las bendiciones de la eternidad cuando la ciudad celestial descenderá a la nueva tierra y la gloria del Señor será su luz. Estos nuevos cumplimientos de pacto de esta profecía no dependen de la existencia de un ciudad judía literal, terrenal. Una profecía hablada en términos de la Jerusalén física del Antiguo Testamento puede ser cumplida en términos de la antitípica Jerusalén celestial, de la cual todos los elegidos se convierten en miembros en la salvación. No hay necesidad de una futura Era Judía en la cual la Jerusalén del Antiguo Testamento se reconstruye en aras de un cumplimiento "literal" de la profecía. Mencionaré rápidamente la última profecía de Zacarías. Lo siguiente está tomado de la profecía mesiánica asociada con la coronación real del sacerdote Josué: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová: Él edificará el templo de Jehová; ... Y los que están lejos vendrán y ayudarán a edificar el templo de Jehová... Zacarías 6:12b-13a, 15a Note la sorprendente similitud entre esta profecía y el mensaje de Pablo en Efesios capítulo 2: -114- Capítulo 8 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo… Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor. Efesios 2:13,20-21 ¿Se cumple directamente la profecía citada arriba, de Zacarías, mediante la construcción operada por Jesucristo del templo espiritual de su iglesia con piedras vivas Gentiles? ¿O tendrá Jesús que construir un templo judío literal, de piedras literales en una era futura para cumplir esta profecía? ¿Cuál de estos crees que habría considerado el Apóstol Pablo la interpretación "normal" del capítulo seis de Zacarías? Otra área útil para examinar es la interpretación "normal" de los tipos proféticos. Si un comentarista deportivo dijera que un equipo de fútbol ha reclutado a un Goliat para su línea defensiva, entonces ¿cuál sería la comprensión "normal" de esta declaración? ¿Deberíamos esperar que el defensa recién contratado sea un filisteo literal? ¿Deberíamos esperar verlo en el campo de juego con una armadura antigua y con una lanza cuyo eje es como el rayo de un tejedor? ¿Deberíamos esperar que el novato sea el original Goliat resucitado con su cabeza cosida (pues David lo había decapitado)? ¿O deberíamos entender este comentario solo para significar que el nuevo defensa es un oponente inusualmente grande, poderoso e intimidante en el campo de fútbol y posiblemente también, dependiendo del contexto más amplio de la declaración, jactancioso, irrespetuoso, desafiante y llamativo? ¿Cuál sería la interpretación "normal" de la declaración del comentarista deportivo? Esta figura retórica básica utilizada en nuestro hipotético comentarista deportivo se llama tipo profético cuando se usa en profecía bíblica. Al usar un tipo profético, uno toma un evento, una persona o una institución del pasado y lo usa para hablar del presente o del futuro. El evento, persona o institución elegida tiene tanto una forma como una sustancia. La sustancia de Goliat incluye que sea un enemigo grande, fuerte y formidable. La forma de Goliat incluye cosas como ser un filisteo -115- Capítulo 8 y un antiguo guerrero. La sustancia es la característica general sobresaliente y la esencia real del asunto, y la forma involucra a todos los detalles pero son incidentales. Cuando se usa un tipo profético para predecir divinamente el futuro distante, no es normal esperar una reproducción exacta de todos los detalles incidentales o una reaparición del original literal. Un ejemplo de un tipo profético se encuentra en la profecía en Amós 9:11-12 sobre la resurrección del tabernáculo caído de David. En un capítulo anterior, notamos el uso de esta profecía en Hechos 15 y la controversia sobre si se refiere a la era de la iglesia o al milenio judío dispensacional. También hay controversia sobre qué se entiende por el nombre David en la profecía. Teólogos Reformados creen que esta profecía que menciona al Rey David se cumplirá a través de su antitipo, el rey Jesús. Algunos importantes intérpretes dispensacionales que realmente se esfuerzan por ser consistentemente literales creen que ésta y otras profecías similares que mencionan a David en el contexto de la era mesiánica8 debe cumplirse a través del David literal y resucitado del Antiguo Testamento quien recibirá un virreinato milenario. Por ejemplo, el Dr. John F. Walvoord dice lo siguiente: Uno de los aspectos interesantes del gobierno milenario es el hecho de que David resucitado aparentemente será un príncipe bajo Cristo en la administración del reino milenario en lo que se refiere a Israel. Según Ezequiel, David actuará como pastor sobre el pueblo de Israel. ... Algunos han interpretado esta mención de David como una referencia a Cristo. Sin embargo, no hay ninguna buena razón para no tomarlo en su sentido ordinario en la medida en que David ciertamente será levantado de los muertos y estará en la escena. ¿Qué sería más natural que asignarle un lugar de responsabilidad en el gobierno de Cristo en relación con el pueblo de Israel? 9 8 Isaías 55:3-4; Jeremías 30:9; 33:15-17; Ezequiel 34:23-24; 37:24-25; Oseas 3:5. John F. Walvoord, Israel in Prophecy (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1962), página 121; ver también John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 300-301. 9 -116- Capítulo 8 Y el Dr. J. Dwight Pentecost hace los siguientes comentarios: Newell representa esta opinión cuando dice: Nunca debemos confundir en nuestras mentes esta situación. Debemos creer las palabras claras de Dios. David no es el hijo de David. Cristo, como Hijo de David, será Rey; y David, su padre según la carne, será príncipe, durante el milenio. Hay varias consideraciones que respaldan esta interpretación. (1) Es más consistente con el principio literal de interpretación. (2) Solamente podría sentarse como regente en el milenio sin violar las profecías sobre el reinado de David. ... Se concluiría que en el gobierno del milenio, David será nombrado regente sobre Palestina y gobernará sobre la tierra como príncipe, ministrando bajo la autoridad de Jesucristo, el Rey. El príncipe así podría conducir la adoración, ofrecer sacrificios conmemorativos, dividir la tierra que le fue asignada entre su simiente fiel sin violar su posición por resurrección. 10 Literalmente hablando, así como Israel no es la iglesia, David (tampoco) es Jesús. Si el profeta se hubiera referido a Jesús, ¿Por qué no dijo "Hijo de David"? Y si la interpretación tipológica como ésta es válida en Amós, entonces, ¿por qué no en otro lado de la Escritura? Admitir su validez aquí, es realmente permitir que “la nariz del camello Reformado”, entre en la tienda hermenéutica de uno. Otro buen ejemplo es la profecía encontrada en los dos últimos versículos del Antiguo Testamento (Malaquías 4:5-6) de que Elías precedería a la venida de Cristo: He aquí, te enviaré a Elías el profeta antes de la llegada del gran y terrible día del Señor: Y él volverá el corazón de los padres a 10 J. Dwight Pentecost, Things to Come, A Study in Biblical Eschatology (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), páginas 500-501; cita de William R. Newell, The Revelation, página 323. -117- Capítulo 8 los hijos, y el corazón de los hijos a sus padres, para que no venga y hiera la tierra con maldición. ¿Se cumpliría esta profecía a través de la reaparición literal del Elías del Antiguo Testamento, o a través de un profeta que vendría en el espíritu y el poder de Elías? Leemos en Lucas 1:17 que un ángel le dijo a Zacarías lo siguiente acerca de su hijo aún por nacer, Juan el Bautista: E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. Este pasaje indica que Juan el Bautista fue el cumplimiento tanto de la profecía de Elías de Malaquías 4:5-6 como de la profecía del mensajero preparatorio de Malaquías 3:1 e Isaías 40:3. Más tarde, Jesucristo dijo lo siguiente sobre Juan el Bautista y Elías después de que Juan envió su mensaje desde la prisión y después de que los tres discípulos vieran literalmente a Elías en el monte de la transfiguración: Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. Mateo 11:13-14 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero? Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista. Mateo 17:10-13 (compárese con Marcos 9:13) Al igual que Elías, Juan el Bautista fue un predicador poderoso de arrepentimiento y juicio, que a veces vivió en regiones desérticas. El único argumento exegético posible en contra de que Juan sea el cumplimiento de Malaquías 4:5-6 es que en Juan 1:19-21, cuando algunos sacerdotes y levitas de Jerusalén le preguntaron a Juan si él era -118- Capítulo 8 el Cristo o Elías o el Profeta, Juan respondió que no. Como Juan Calvino explica en su comentario sobre estos versículos, Juan el Bautista estaba respondiendo a la pregunta de los judíos en el espíritu en que fue preguntado. Los judíos esperaban la reaparición literal del Elías del Antiguo Testamento, antes de la venida del Mesías; Juan el Bautista entendió que los judíos estaban preguntando si él era el Elías literal del Antiguo Testamento, y Juan el Bautista sabía que él no era el Elías literal del Antiguo Testamento. Juan el Bautista cumplió la profecía de Malaquías acerca de la venida de Elías, pero no en el sentido literal esperado por los judíos. Hay dispensacionalistas que reconocen que Juan el Bautista cumplió directamente Malaquías 4:5-6,11 pero algunos no. Como lo demuestra la siguiente cita, algunos dispensacionalistas, en nombre del literalismo, están buscando que el Elías literal del Antiguo Testamento aparezca y cumpla esta profecía antes de la segunda venida de Cristo: Afirmamos que la venida de Juan no cumple literalmente la profecía de Malaquías, sino que tipifica y presagia la venida futura de Elías Tisbita. ... Juan no cumplió con la profecía de Malaquías sobre la venida de Elías Tisbita; Es un tipo y una prefiguración del futuro Elías ... Juan el Bautista habría sido el personal, literal Elías, si los judíos hubieran aceptado a Cristo y su oferta del reino.12 Como he dicho, no todos los dispensacionalistas aceptan esta interpretación. Aunque esta interpretación es la más literal y la más consistente con la comprensión judía popular del reino, esta interpretación, al igual que la visión de dos pactos del nuevo pacto, es difícil de conciliar con el testimonio del Nuevo Testamento. El 11 Charles Caldwell Ryrie, The Ryrie Study Bible: The New Testament (Chicago: Moody Press, 1976), página 25, nota sobre Mateo 11:14; J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 309-311. 12 Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy, páginas 185-187; compárese con C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible (New York: Oxford University Press, 1909), página 1023, nota sobre Mateo 17:10; J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 311- 312. -119- Capítulo 8 dispensacionalista, Dr. J. Dwight Pentecost, por ejemplo, ha dicho lo siguiente: ... la profecía es interpretada por el Señor como cumplida, no en Elías literal, sino en alguien que viene en el espíritu y el poder de Elías. Si el Elías literal hubiera aparecido, Cristo no habría podido hacer una oferta de bona fide (buena fe) del reino, en la medida en que el Elías literal tenía que venir y Juan no pudo haber cumplido ese requisito.13 Que algunos dispensacionalistas defiendan la interpretación literal de Elías a pesar del testimonio del Nuevo Testamento sobre Juan el Bautista revela algo sobre los efectos generales de los principios interpretativos dispensacionales en interpretación profética. Literalmente hablando, así como Elías ya no es Juan el Bautista tampoco Israel es la iglesia. Si el profeta hubiera querido decir "alguien en el espíritu y el poder de Elías "entonces, ¿por qué no lo dijo literalmente? Si una interpretación "espiritualizada" como esta es válida en Malaquías, entonces, ¿por qué no en otro lado? Consideraciones como estas y el deseo de coherencia explican por qué algunos dispensacionalistas se sienten atraídos por la teoría del Elías literal. Otra área de estudio interesante es el uso que hace el Nuevo Testamento de la profecía del Antiguo Testamento. Los dispensacionalistas rutinariamente afirman que cada cumplimiento de profecía en el Nuevo Testamento es un cumplimiento estrictamente literal. 14 Esa afirmación simplemente no es cierta. Mira los cumplimientos de la profecía en Mateo 2:13-18. En Oseas 11:1 se habla del éxodo de Israel desde Egipto, y Mateo vio a Cristo regresando a Palestina desde Egipto como cumplimiento de Oseas 11:1. En Jeremías 31:15 el profeta habló del llanto de Raquel metafórico, la madre de Benjamin, cuando los 13 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 312. J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 10, 61; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, página 131; Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 88; Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith (Neptune, N.J.: Loizeaux Brothers, 1953), página 44. 14 -120- Capítulo 8 cautivos judíos fueron deportados a Babilonia desde Ramá, una ciudad en el territorio de Benjamín. Mateo vio la matanza de Herodes de los bebés en Belén (el lugar de la tumba de Raquel) como cumplimiento de Jeremías 31:15. Mateo no deja dudas de que está identificando el cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento: …y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta,… Mateo 2:15 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías,... Mateo 2:17 ¿Aquellos eran cumplimientos literales de la profecía? No, fueron cumplimientos tipológicos en los que el Israel nacional fue un tipo de Cristo, la Simiente última de Abraham. 15 La acción protectora de Dios a la nación de Israel en Egipto en la infancia de la nación durante una peligrosa hambruna y luego llamando a la nación a salir de Egipto para Canaán fue tipológicamente profético de la huida de Cristo a Egipto cuando era un niño hasta la muerte de Herodes. Además, el dolor en Ramá, donde los babilonios reunieron a la última banda de cautivos judíos, fue tipológicamente profético del intento de Herodes de destruir la semilla mesiánica de Abraham. No todos los cumplimientos de profecía mencionados en el Nuevo Testamento son cumplimientos estrictamente literales. Cada vez que el cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento no es lo suficientemente literal para el dispensacionalista, él simplemente argumenta que el cumplimiento realmente no fue un cumplimiento. Dichos logros se clasifican como ilustraciones, presagios, avances del reino, prefiguraciones, tipos, etc. Se dice que no son cumplimientos directos ni el evento que el profeta en realidad predijo. Solo clasificando los cumplimientos de esta manera es el dispensacionalista capaz de argumentar que todos los cumplimientos 15 Ver Patrick Fairbairn The Typology of Scripture Viewed in Connection with the Whole Series of the Divine Dispensations (Grand Rapids: Baker Book House, 1900, 1975), 1.380-382. -121- Capítulo 8 del Antiguo Testamento encontrados en el Nuevo Testamento son cumplimientos literales. Una última área a examinar es el énfasis relativo colocado en dejar que las Escrituras interpreten a las Escrituras, en los dos sistemas. El dispensacionalista, el Dr. Charles C. Ryrie hace la siguiente acusación con respecto al uso que los teólogos del pacto le dan a este principio: ... como resultado de la idea del pacto de gracia, la teología del pacto se ha visto obligada a colocar como su principio más básico de interpretación el principio de interpretar el Antiguo Testamento por el Nuevo... Por supuesto, es totalmente correcto en dejar que el Nuevo Testamento nos guíe en nuestro comprensión del Antiguo Testamento, pero es totalmente incorrecto imponer el Nuevo Testamento al Viejo. Y esto es exactamente lo que hace el teólogo del pacto bajo la apariencia de un principio hermenéutico básico que solo se permite si se usa correctamente. El teólogo del pacto en su celo por mostrar que Cristo es el centro de las Escrituras es culpable de superponerlo arbitrariamente en el Antiguo Testamento. Él hace lo mismo con la doctrina de la Iglesia y con el concepto de salvación a través de la fe en Cristo. 16 Es cierto que la interpretación profética Reformada pone un gran énfasis en permitir que las Escrituras interpreten a las Escrituras. Si Pedro indicó que la profecía de Joel sobre el derramamiento del Espíritu se cumplió en Pentecostés, eso debería influir en la interpretación de la profecía de Joel. Si Pablo dijo que la verdadera Simiente de Abraham es Cristo y aquellos que están en unión de pacto con Cristo (Gálatas 3:16,29), entonces ese hecho debería influir en la interpretación que uno hace del pacto abrahámico. Si el autor de Hebreos asocia la Jerusalén celestial con la promesa abrahámica de la tierra (Hebreos 11:8-16) y si Pablo asocia la promesa abrahámica de la tierra con el mundo entero (Romanos 4:13), entonces eso debería influir en la comprensión que uno 16 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 187. -122- Capítulo 8 tiene de la promesa abrahámica de la tierra. La suposición aquí es que el único intérprete infalible de la Escritura es la Escritura misma, y el intérprete humano falible debería estudiar esta interpretación infalible e inspirada de la profecía como guía para toda interpretación profética. El dispensacionalista, sin embargo, rechaza esto como leer el Nuevo Testamento en el Antiguo Testamento. 17 El intérprete Reformado considera el Nuevo Testamento como la fuente de una mayor claridad y plenitud en la comprensión del Antiguo Testamento que no estaba disponible para el santo del Antiguo Testamento. Esta posición es consistente con la enseñanza bíblica de que la verdad de Dios se revela con mayor claridad en el Nuevo Testamento. Se decía que Moisés era superior a los otros profetas del Antiguo Testamento en que Dios le habló claramente y no con frases oscuras (Números 12:6-8). Ningún otro profeta como Moisés, "a quien el Señor conocía cara a cara" (Deuteronomio 34:10), se levantó hasta el Cristo, quien fue contado digno de más gloria que Moisés (Hebreos 3:3) y quien fue el profeta profetizado como Moisés (Deuteronomio 18:15,18; Hechos 3:22). En el Antiguo Testamento, Dios habló a través de los profetas "en varias ocasiones y de diversas maneras, " pero Él "nos ha hablado en estos últimos días por Su Hijo ", quien es "la imagen expresa de su persona" (Hebreos 1:1-3), quien ha visto al Padre (Juan 6:46), quien ha explicado a Dios (Juan 1:18), y quien descendió del cielo para dar testimonio de lo que ha visto (Juan 3:11-13). A través de la inspiración del Espíritu derramado, este punto más alto de la revelación continuó con los apóstoles (Juan 14:26; 16:13-14). El Nuevo Testamento es la final, la completa y más clara revelación de Dios. El Antiguo Testamento es el fundamento y el trasfondo del Nuevo Testamento y es indispensable para la comprensión adecuada del Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento es la revelación infalible del 17 “Los intérpretes no dispensacionales (los de la escuela de la teología del pacto) han sido culpables de leer de nuevo (y algunas veces forzar a regresar) la enseñanza del Nuevo Testamento en el Antiguo, especialmente para tratar de substanciar su doctrina de la salvación en el Antiguo Testamento." Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 34. -123- Capítulo 8 desarrollo divino del programa del Antiguo Testamento en la plenitud de los tiempos y es indispensable para entender el Antiguo Testamento con nueva claridad pactal. El Nuevo Testamento nos habla sobre el Antiguo Testamento, como un árbol de roble nos habla acerca de una bellota. El hombre que ha visto el roble completamente crecido puede comprender mejor el significado y el sentido de la bellota. Para usar otra ilustración, el Nuevo Testamento auxilia en el entendimiento del Antiguo Testamento así como observar un espécimen bajo el lente magnificador de un microscopio auxilia en el entendimiento de eso que es visto. Digamos que dos hombres están observando un espécimen magnificado veinte veces pero que uno de ellos también ha visto el mismo espécimen magnificado cien veces. Ese hombre que ha visto la magnificación mayor tendrá mayor conciencia de los detalles que el otro hombre no puede ni siquiera ver, y entenderá más exactamente e interpretará aquellos aspectos que ambos hombres pueden ver con menor magnificación. De acuerdo con la interpretación Reformada, nosotros ahora, con el auxilio del Nuevo Testamento, podemos entender mucho mejor las implicaciones y el significado del Antiguo Testamento de lo que pudieron los recipientes originales de la revelación porque hemos tenido el privilegio de observar el mismo espécimen (es decir, la Verdad de Dios) bajo mayor magnificación (compárese con 1 Pedro 1:10-12). Muchos profetas desearon ver aquellas cosas que hemos visto pero no las vieron (Lucas 10:24) He intentado contrastar las diferencias básicas entre el entendimiento Reformado y el Dispensacional de la profecía del Antiguo Testamento. Estas dos escuelas no concuerdan en interpretación profética, y las implicaciones de este desacuerdo son grandes. Si los principios Reformados están correctos, entonces la era de la iglesia es un cumplimiento continuo de muchas profecías antiguo testamentarias acerca de la era mesiánica y la profecía del Antiguo Testamento aplica directamente al cristiano. Si los principios dispensacionalistas están correctos entonces la era de la iglesia deviene en un paréntesis no revelado en el programa mesiánico y la profecía del Antiguo Testamento aplica directamente solo a la tribulación, el Milenio, y la eternidad. Cuáles principios de interpretación profética son los correctos es un asunto importante que tiene repercusiones teológicas y exegéticas significativas. -124- Capítulo 8 Notas al Pie de Página Extensas 7 John F. Walvoord, The Church in Prophecy (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1964), páginas 46-47. "Que los Gentiles iban a ser coherederos y miembros del mismo cuerpo no es algo reconocido en la predicción del Antiguo Testamento, es decir, que durante la venida del reino glorioso de Israel los Gentiles serían elevados a una participación subordinada en aquellas bendiciones pactales (Isaías 60:12). Esas predicciones eran de un llamamiento terrenal, y, estando reveladas en mucha de la profecía antiguo testamentaria, no podían ser parte de un llamamiento celestial -- el misterio ... escondido en Dios. Este misterio es de una unidad presente de Judíos y Gentiles en un Cuerpo-- un nuevo propósito divino, y, por lo tanto, en ningún sentido la perpetuación de algo que existiera previamente." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 4:76-77. Note en la cita siguiente la larga lista de profecías del Antiguo Testamento acerca de los Gentiles, de las cuales se dice que serán cumplidas en el milenio como opuestas a la edad de la iglesia: “Los aspectos universales del Pacto Abrahamico, el cual prometió bendición universal, se cumplirá en esa Era [la del Milenio]. Los Gentiles tendrán compañerismo con el Rey. (1) El hecho de la participación de los Gentiles en el Milenio es prometido en Escrituras proféticas (Is 2:4; 11:12; 16:1-5; 18:1-7; 19:16-25; 23:18; 42:1; 45:14; 49:6; 22; 59:16-18; 60:1-14; 61:8-9; 62:2; 66:18-19; Jer 3:17: 16:19-21; 49:6; 49:39; Ez 38:23; Amós 9:12; Miq 7:16-17; Sof 2:11; Zac 8:20-22; 9:10; 10:11-12; 14:16-19)." J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 507-508. Capítulo 9 Dividiendo Bien La Palabra Puedo recordar claramente el tiempo durante mis días de universidad cuando un Cristiano a quien Dios usó en mi vida me dio una breve introducción al dispensacionalismo. Él citó 2 Timoteo 2:15 de la versión King James y señaló la importancia de "dividir correctamente la palabra de verdad". Luego me mostró las siete dispensaciones de la Biblia de referencia Scofield: 1. Desde la creación hasta la caída, Inocencia; 2. Desde la caída al diluvio, Conciencia; 3. Desde el diluvio hasta el pacto Abrahámico, Gobierno Humano; 4. Desde el Pacto Abrahámico al pacto Mosaico, Promesa; 5. Desde del Pacto Mosaico a la cruz, Ley; 6. Desde la cruz hasta el rapto, Gracia; y 7. Desde el segundo advenimiento de Cristo hasta a la eternidad, Reino. 1 Ahora que he rechazado el dispensacionalismo, sigo considerando este conjunto de divisiones, aparte de cualquier significado oculto que puedan tener los nombres de las diversas dispensaciones, como una forma razonable de dividir las dispensaciones, excepto que ya no soy un premilenialista o un pre-tribulacionista rapturista. Tampoco creo que 2 Timoteo se refiera directamente a dividir la historia bíblica en diferentes economías divinas. La Versión American Standard traduce este versículo: "manejando correctamente la palabra de verdad", que creo que transmite mejor la intención del versículo. Sin embargo, independientemente de cómo se interprete ese versículo, los cristianos han reconocido desde los primeros tiempos que Dios ha trabajado a través de diferentes economías espirituales en diferentes épocas. Dividir la 1 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody press, 1965), página 84; C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible (New York: Oxford University Press, 1909), página 5 nota 4 sobre Génesis 1:28. -126- Capítulo 9 historia bíblica en diferentes períodos dispensacionales no es distintivo del dispensacionalismo. Decir que todos los cristianos que hoy no ofrecen sacrificios de animales y que no adoran en el día sábado hoy en día, son al menos dispensacionalistas en progreso es extremadamente simplista. 2 El número particular y la elección de puntos de división históricos presentados por Scofield tampoco definen el dispensacionalismo. Los verdaderos distintivos se encuentran en un nivel más sutil. Creo que uno puede comenzar a ver al menos un distintivo real del dispensacionalismo que "divide correctamente la Palabra" al examinar la definición de Scofield de una dispensación: "Una dispensación es un período de tiempo durante el cual se prueba al hombre con respecto a la obediencia a alguna revelación específica de la voluntad de Dios"3 Ahora es cierto que, en cada economía divina, Dios dio más revelaciones de sí mismo y de su voluntad, y el hombre fue responsable de responder a esa revelación en obediencia. También es cierto, como lo señalaron los dispensacionalistas, que el hombre, aparte de la gracia salvadora de Dios, siempre fallará en la prueba de obediencia debido a la naturaleza depravada del hombre. El juicio de Dios sobre la desobediencia del hombre se ve en la expulsión del jardín, en el diluvio, en la confusión de lenguas en la torre de Babel, en el cautiverio babilónico, en la destrucción romana de Jerusalén, y en el juicio sobre la rebelión final (Apocalipsis 20:7-10). Sin embargo, aunque hay verdad en la definición y el esquema de Scofield, también hay error. Los dispensacionalistas y los teólogos Reformados no están de acuerdo sobre la relación que la revelación dada a las dispensaciones pasadas tiene con la dispensación actual. Los dispensacionalistas enseñan que tal revelación pasada no es vinculante hoy, excepto en la medida en que se reafirme en la revelación dada específicamente para esta dispensación actual. Se dice que la revelación pasada que se reafirma para el presente tiene una aplicación secundaria e indirecta hoy debido a la presencia de principios atemporales. Por el contrario, los teólogos Reformados enseñan que la revelación pasada continúa siendo vinculante hoy, excepto en la medida en que estuvo sujeta al tiempo o la situación 2 3 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 142. C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible, página 5 nota 4. -127- Capítulo 9 específica en su aplicación original o en la medida en que ha sido modificada por las revelaciones bíblicas más recientes debido al desarrollo en el programa de Dios para todas las épocas. Un ejemplo de tal modificación sería la enseñanza del Nuevo Testamento de que el pueblo de Dios en esta era ya no debe administrar externamente las leyes ceremoniales del Antiguo Testamento, aunque la importancia espiritual y el mensaje de estas leyes continúan siendo válidos. Al igual que Cristo, el teólogo Reformado enfatiza la relevancia continua de las revelaciones anteriores de Dios (Mateo 5:17-19), mientras que el dispensacionalista pone el énfasis en la naturaleza no vinculante de la revelación pasada que no se reafirma específicamente para hoy. Esta diferencia de énfasis está implícita en la declaración de Scofield de que cada dispensación está relacionada con "alguna revelación específica", como si cada dispensación se limitara a la revelación específicamente dirigida a esa dispensación. Para apreciar mejor los rasgos distintivos del dispensacionalismo que "divide correctamente la palabra", uno necesita pensar a través de la explicación dispensacional de la historia bíblica. Un buen lugar para comenzar es el Pacto Abrahámico y la dispensación de la promesa. Aquí Dios proporcionó una salvación administrada por fe y administrada sin condiciones morales. 4 Todo salió bien para el pueblo de Dios hasta el Monte Sinaí, donde cometieron un error precipitado y trágico. Allí, el pueblo de Dios abandonó precipitadamente su posición de pacto incondicional por fe y, en cambio, aceptó trágicamente el Pacto Mosaico condicional y legalista. Los doctores Scofield y Chafer dan las siguientes explicaciones del Monte Sinaí: La dispensación de la promesa terminó cuando Israel aceptó precipitadamente la ley (Ex. 19:8). La gracia había preparado un libertador (Moisés), proporcionó un sacrificio por los culpables, 4 "Este pacto [Abrahámico], al no tener condición humana, simplemente declara el propósito inmutable de Jehová. Se logrará en pura gracia, aparte de todo factor humano, y sus cumplimientos son eternos. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 4:235. -128- Capítulo 9 y por poder divino los sacó de la esclavitud (Ex. 19:4); pero en el Sinaí intercambiaron gracia por ley.5 Cuando fue propuesta la Ley, los hijos de Israel abandonaron deliberadamente su posición bajo la gracia de Dios, que había sido su relación con Dios hasta ese día, y se colocaron bajo la Ley. ... Si bien es cierto que Jehová sabía la elección que tomaría la gente, es igualmente cierto que su elección no era requerida por él. ... La renuncia de las bendiciones de la gracia debería haber sido permitida por estas personas sin condición alguna. Si hubieran dicho al escuchar la ley imposible de guardar: "Ninguna de estas cosas podemos hacer. Anhelamos permanecer en esa infinita misericordia de Dios, que nos ha amado y buscado, y nos ha salvado de todos nuestros enemigos, y quien nos traerá hacia sí mismo", es evidente que tal súplica habría llegado al corazón de Dios. La gloria desbordante de su gracia se les habría extendido sin límites; porque la gracia, por encima de todo, es el deleite del corazón de Dios. En lugar de las alas de las águilas por las cuales fueron llevados a Dios, escogieron con confianza un pacto de obras cuando dijeron: "Todo lo que el Señor ha dicho haremos". Fueron llamados a enfrentar una elección concreta entre la misericordia de Dios que los había seguido, y un nuevo y desesperado pacto de obras. Cayeron de la gracia. ... Tras la decidida elección de la ley, el monte donde se reveló a Dios se convirtió en un espectáculo terrible del carácter inaccesible y santo de Dios. ... El que los había traído a Sí mismo bajo las bendiciones incondicionales de la gracia, ahora debe advertirles para que no entren en la presencia del Señor y perezcan. ... 5 C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible, página 20 nota 1 sobre Génesis 12:1. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:162-164. Ver también Charles L. Feinberg, Millennialism: The Two Major Views, Third and Enlarged Edition (Chicago: Moody Press, 1936), página 217. -129- Capítulo 9 Los hijos de Israel definitivamente eligieron el pacto de obras, que es la ley, como su relación con Dios. 6 Es instructivo contrastar esta evaluación dispensacional tradicional del Monte Sinaí con la evaluación Bíblica del Monte Sinaí: Llamó Moisés a todo Israel y les dijo,… Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb… Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego… Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos... Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos. Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho. Deuteronomio 5:1,2,4,23,27-28 Según las autoridades dispensacionales como el Dr. Chafer, la salvación por fe basada en una justicia imputada fue abandonada en el Monte Sinaí y no se reanudó hasta después del Monte Calvario.7 Durante este período de la ley, Dios no dio capacidad al hombre sino que el pueblo de Dios obedeció la ley en el poder de la carne. 8 Muchos, si no la mayoría, de los dispensacionalistas enseñan que no hubo una morada universal del Espíritu Santo entre los santos del Antiguo Testamento, 9 y algunos también enseñan que no hubo regeneración bajo el antiguo pacto. 10 Si los santos del Antiguo Testamento no tenían el Espíritu Santo interno o una 6 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 143. Ibid. 8 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 144. 9 Dr. John F. Walvoord, The Holy Spirit (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1954,1958), páginas 71,73,75; Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 120; C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible, página 982; J. Dwight Pentecost, Things to Come, A Study in Biblical Eschatology (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), página 271. 10 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 145. 7 -130- Capítulo 9 nueva naturaleza, entonces estaban limitados al poder de la carne pecaminosa al obedecer la ley de Dios. Si uno considera el período desde el Pacto Abrahámico hasta el tiempo final del rapto de la iglesia, el Pacto Mosaico fue un paréntesis legalista en una administración de gracia por fe que comenzó en la dispensación de la promesa y se reanudó en la dispensación de la gracia. 11 Si uno considera el periodo desde el Pacto Mosaico hasta el final del milenio, la era de la iglesia es un paréntesis de la gracia en una administración meritoria de la ley, ya que la tribulación posterior al rapto es una continuación de la dispensación de la ley, y por ende el milenio será un período de ley del reino que es similar a la ley mosaica. 12 Es justo mencionar que algunos dispensacionalistas recientes han modificado, en varios grados, esta dicotomía excesivamente rígida entre la ley y la gracia en sus explicaciones de la historia redentora y han comenzado a derivar hacia las enseñanzas sobre la ley y la gracia más tradicionalmente sostenida por los teólogos Reformados. El próximo desarrollo importante en la explicación dispensacional de la Biblia es la interpretación de los Evangelios y los primeros capítulos de los Hechos. Según el dispensacionalismo, Juan el Bautista estaba anunciando y Jesús estaba ofreciendo un reino político Judaista. Aunque este era el tipo de reino que los dispensacionalistas dicen que los judíos esperaban y deseaban, Israel como nación rechazó a Cristo y su oferta. Al juzgar la incredulidad de Israel, Cristo pospuso el reino judío e inauguró la era de la iglesia “entre paréntesis” y previamente no revelada. Debido a este análisis del ministerio de Cristo, los dispensacionalistas ven los Evangelios como una combinación compleja de verdad relacionada directamente con tres dispensaciones diferentes: la ley, la gracia y el reino. 13 La predicación de Juan el Bautista 14 y el Sermón del Monte de Cristo fueron discursos legales relacionados con la verdad 11 Ibid., Página 146. Ibid., Página 147. 13 Ibid. 14 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:214-215. Ibid., 5:112-113; compárese con 4:216f. 12 -131- Capítulo 9 del reino judío y no directamente destinado a la era de la iglesia. Por ejemplo, el Dr. Chafer en su Teología Sistemática hace el siguiente análisis dispensacional del Sermón del Monte predicado por Jesús: En el Sermón del Monte hay un reconocimiento del Padre y del Mesías-Hijo, pero no se encontrará ninguna referencia al Espíritu Santo cuyo ministerio permanente e ilimitado es un factor tan importante en esta era de la Iglesia. No hay referencia a la muerte de Cristo con sus valores de redención, reconciliación y propiciación. No hay regeneración ni mención del principio de fe como un camino hacia la gracia salvadora de Dios. Hay una referencia a la fe como principio de vida (Mateo 6:25-34), pero esto no está relacionado de ninguna manera con la salvación del pecado. La gran verdad de una Nueva Creación obtenida y asegurada a través de la resurrección de Cristo es totalmente faltante en este discurso. La frase en Cristo con su significado infinito relativo a las posiciones y posesiones no está presente, ni siquiera una de esas posiciones o posesiones se insinúa en sus más de cien versículos. No se insinúa ningún poder habilitador por el cual estas grandes demandas, tanto en carácter como en conducta. Se representa únicamente una gran responsabilidad humana. La gran palabra justificación no podría ser presentada ni esa justicia imputada sobre la cual se funda la justificación. ¡Cuán lejos está una mera justicia forjada por el hombre que excede la justicia de los escribas y fariseos (Mateo 5:20) del “don de justicia” otorgado a aquellos que reciben “abundancia de gracia” (Rom. 5:17)! ¡Y cuán grande es la diferencia entre los que tienen hambre y sed de justicia (Mt. 5:6) y los que son "hechos justicia de Dios en él" (2 Cor. 5:21)! Así, también, es grande la diferencia entre aquellos que están en peligro de fuego del infierno (Mateo 5:22,29-30) y aquellos que están justificados en un principio de justicia divina perfecta que no han hecho más que creer en Jesús: - Incluso los impíos (Rom. 3:26; 4:5). Por lo tanto, nuevamente, se debe tener en cuenta la divergencia entre aquellos que obtienen misericordia al ser misericordiosos (Mateo 5:7) y aquellos que han encontrado misericordia eterna incluso cuando están muertos en pecados (Efesios 2:4-5), del mismo modo entre aquellos que esperan ser -132- Capítulo 9 perdonados por el perdón de otros (Mateo 6:12-15) y aquellos que por el amor de Cristo han sido perdonados (Efesios 4:32; Col. 3:13). Y, una vez más, se debe considerar una distinción entre aquellos que siguen un camino - estrecho y angosto - con el objetivo de que puedan encontrar la vida al final de ese camino (Mateo 7:14) y aquellos a quien se le ha dado la vida eterna como posesión presente (Juan 3:36; Rom. 6:23; 1 Juan 5:11-12). Finalmente, lejos está una situación en la que algunos escuchan al Señor decir: "Nunca te conocí: apártate de mí, vosotros hacedores de maldad" (Mateo 7:23) y la seguridad de que uno que confía en Cristo "nunca perecerá" (Juan 10:28; Rom. 8:1). 15 El Dr. Scofield dijo: ... la oración del Señor es, dispensacionalmente, sobre terreno legal, no eclesiástico; no es una oración en el nombre de Cristo ...; y hace que el perdón humano, requerido bajo el cumplimiento de la ley, sea la condición del perdón divino; un orden que la gracia revierte totalmente …16 El Dr. Charles C. Ryrie dijo: Por lo general, se acusa que los dispensacionalistas enseñan que el Sermón del Monte es todo ley y no evangelio. Para aquellos que se oponen a esta afirmación, simplemente preguntamos: ¿Dónde se puede encontrar una declaración del evangelio en el Sermón?17 15 "Triste, de hecho, es el espectáculo cuando los cristianos suponen que el Sermón del Monte representa el alto llamamiento de la Iglesia e intentan modificar el carácter de la gracia soberana hasta el final para que pueda conformarse a un sistema de méritos." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 5.109. 16 C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible, página 1089-1090 nota 1 sobre Lucas 11:1; ver también página 1002 nota 1 sobre Mat. 6:12. Comparar con Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:221-222. 17 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 108. -133- Capítulo 9 Los dispensacionalistas consideran el Sermón del Monte como el manifiesto del reino del Mesías que habría establecido si Israel lo hubiera aceptado. Israel, sin embargo, no lo aceptó, y Jesús comenzó a apartar la mirada de la era mesiánica profetizada y del pueblo terrenal (los judíos) hacia la era de la iglesia “entre paréntesis” y no revelada y al pueblo celestial (la iglesia). Las parábolas de Mateo 13, que obviamente se refieren a la era de la iglesia, son interpretados por los dispensacionalistas como una explicación inicial de algunos de los misterios inesperados de la era venidera debido al aplazamiento del milenio judío y la introducción no revelada de la era de la iglesia. Según el Dr. J. Dwight Pentecost: Este capítulo 13 tiene un lugar único en el desarrollo del Evangelio. ... Cristo muestra que tanto Él como su precursor han sido rechazados (11:1-9), y este rechazo resultará en juicio (11:20-24). ... En el capítulo 12, el rechazo llega a su punto culminante. ... A medida que se cierra el capítulo (12:46-50), el Señor indica que está dejando de lado todas las relaciones naturales, como Israel sostenido a Él y las promesas del pacto por un nacimiento físico, y establece una nueva relación, basada en la fe. … Dado que este reino fue objeto de un pacto irrevocable, era impensable que pudiera ser abandonado. El capítulo presenta los eventos en el desarrollo del programa del reino desde el momento de su rechazo hasta que se recibe cuando la nación le da la bienvenida al Rey en su segundo advenimiento. 18 La forma misteriosa del reino, entonces, hace referencia a la era entre los dos advenimientos de Cristo. Los misterios del reino de los cielos describen las condiciones que prevalecen en la tierra mientras tanto el rey está ausente. Estos misterios relacionan así esta era actual con los propósitos eternos de Dios con respecto a su reino.19 El Dr. Pentecost da su interpretación dispensacional de estas parábolas del reino en forma de misterio. La parábola del trigo y la cizaña 18 19 J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 140-142. Ibíd., Página 143. -134- Capítulo 9 "tiene una referencia primaria a Israel durante el período de tribulación". La parábola de la semilla de mostaza enseña que la era de la iglesia "se caracteriza por un crecimiento externo anormal". "Lo que iba a ser una hierba se ha convertido en un árbol, se ha convertido en una monstruosidad" y se ha convertido en el lugar de descanso de las aves metafóricas que representan a los enemigos del programa de Dios. La parábola de la levadura revela "que surgirá un sistema religioso que introducirá un elemento corruptor en la doctrina de la persona de Cristo". La parábola del tesoro escondido representa "la relación de Israel con esta era actual" y la parábola de la perla de gran precio se relaciona con la iglesia de Cristo que, "como una perla, solo puede convertirse en su adorno al ser sacado del lugar en el que se formó [es decir, el rapto]." 20 Después de enseñar las parábolas del reino en forma de misterio, Cristo comenzó a hablar tanto de la era de la iglesia “entre paréntesis” como de la futura tribulación judía y el milenio cuando se reanudaría el programa del reino profetizado pero pospuesto. Mateo 16:18 es donde Cristo reveló abiertamente sus planes para establecer la iglesia. 21 Como señalamos en un capítulo anterior, los dispensacionalistas argumentan que la declaración de Cristo "Construiré mi iglesia" es un fuerte argumento de que la iglesia era entonces absolutamente una nueva entidad espiritual. Mateo 18:17 es donde Cristo enseña sobre la verdadera disciplina en la iglesia. El discurso del Monte de los Olivos (Mateo 24) es una profecía detallada del período de tribulación judío de siete años, después del rapto de la iglesia. El discurso del Aposento Alto (Juan 1416) que ocurrió unos días después es verdad de la iglesia. Los apóstoles en Hechos 1:6 representaron al remanente judío cuando le preguntaron al Cristo resucitado si Él iba a restaurar el reino a Israel. En Hechos 2 en Pentecostés, los discípulos predicaron la verdad de la iglesia. Según algunos dispensacionalistas, los apóstoles en Hechos 3:12-26 nuevamente ofrecieron el reino judaista a la nación judía por última vez. 22 Si los judíos hubieran aceptado esta nueva oferta, el rapto de la iglesia 20 Ibíd., Páginas 146-149. Ibíd., Página 201. 22 C.I. Scofield, editor, The Scofield Reference Bible, página 1153 nota 1 sobre Hechos 3:20; J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 469. 21 -135- Capítulo 9 habría ocurrido y el período de tribulación judía de siete años habría comenzado después de una edad de la iglesia extremadamente corta. Después de Pentecostés, Pablo, el apóstol de los gentiles, fue llamado y el énfasis se alejó progresivamente de Israel hacia la formación de la iglesia mayormente gentil. El resto del libro de los Hechos es visto por los dispensacionalistas como definitivamente la verdad de la iglesia. Un problema para el dispensacionalista es la referencia frecuente al reino tanto en Hechos como en las epístolas escritas durante ese período. Los dispensacionalistas explican que el reino allí mencionado no es el reino teocrático mesiánico de la profecía del Antiguo Testamento, sino que es el gobierno soberano no teocrático de la providencia de Dios o es "el reino en forma misteriosa" de Mateo 13, que los dispensacionalistas interpretan como un nombre aplicable a la edad de la iglesia fuera del reino. El dispensacionalista Dr. Paul Lee Tan explica la relevancia actual del reino de la siguiente manera: Es cierto que el reino prometido por los profetas fue pospuesto cuando el Mesías en la persona de Jesucristo fue rechazado. Sin embargo, durante la era actual entre los advenimientos, el reino está presente anticipadamente y tiene su manifestación actual. 23 Explicaciones como estas no satisfacen a los ultradispensacionalistas que ven los Hechos y las epístolas de ese período como la verdad judía y no como la verdad para la iglesia posterior del Cuerpo Gentil Paulino y la Novia de Cristo. La mayoría de los dispensacionalistas creen que la era de la iglesia “entre paréntesis” terminará con un rapto secreto antes del comienzo de un período de tribulación judía de siete años que se identifica como la septuagésima de las setenta semanas de Daniel 9. Los santos que están vivos en ese momento serán transformados en cuerpos de resurrección y luego serán arrebatados para encontrarse con el Señor en el aire (1 Tesalonicenses 4:16-17) Los dispensacionalistas definen a los "muertos en 23 Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy (Rockville, Maryland: Assurance Publishers, 1974), página 311. -136- Capítulo 9 Cristo" que resucitan justo antes del rapto como los santos fallecidos que fueron salvos después del Pentecostés de Hechos 2. Según el Dr. John F. Walvoord: La expresión "los muertos en Cristo resucitarán primero" (1 Tes. 4:16) parece incluir sólo a la iglesia. Los santos del Antiguo Testamento nunca se describen con la frase "en Cristo."24 Después de la tribulación, Cristo regresará y resucitará a los salvados de todas las edades, excepto, por supuesto, los santos "en Cristo" que resucitaron o fueron raptados siete años antes. La tierra estará poblada por los creyentes que sobrevivieron al período de tribulación, y todos los santos resucitados de todas las edades irán a morar en la Jerusalén celestial que descenderá sobre Palestina durante el milenio. 25 Cristo atará a Satanás, establecerá un reino nacional judío y reinará tanto en la tierra como desde la ciudad celestial por 1000 años. La muerte será rara o incluso inexistente, excepto como medida de castigo penal al pecado contumaz.26 Los espíritus de los malvados que viven durante el milenio, luego de morir irán al infierno a esperar el juicio final, y he escuchado la opinión de que los santos que mueren durante el milenio serán resucitados inmediatamente y entrarán en la ciudad celestial como santos resucitados. Al final del milenio, Satanás será desatado e inspirará una revuelta militar que Cristo sofocará rápidamente. Los santos milenarios terrenales serán juzgados y transformados a cuerpos resucitados y al estado eterno. 27 Entonces los muertos no salvos de todas las edades serán resucitados y condenados con Satanás al lago de fuego 24 John F. Walvoord, The Rapture Question (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1957), página 154; comparar con John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Editorial, 1959), página 280. 25 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 291,302,317,324-326; J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 411,414-415,542,546; Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, páginas 146-147. 26 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 277; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 317-318. 27 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 277,328. -137- Capítulo 9 en el juicio del Gran Trono Blanco. La tierra será purgada con fuego, los nuevos cielos y la nueva tierra se formarán, la ciudad celestial descenderá a la tierra y comenzará la eternidad. Esta es la explicación dispensacional básica de la historia redentora. Una diferencia significativa entre esta visión de la historia redentora y la visión Reformada de la historia redentora es el tema unificador. En la interpretación Reformada, el tema unificador que es la clave para comprender el desarrollo de la historia redentora es la obra salvadora de Jesucristo. Dios creó a Adán y le dio la tierra para gobernar y dominar. Debido a la caída de Adán en el pecado, la tierra fue maldecida y el hombre se convirtió en un siervo del pecado y de Satanás. Dios inmediatamente prometió una Simiente venida de mujer que vencería a Satanás y revertiría los efectos de la caída. El resto de la historia redentora es la historia en desarrollo de la restauración de la herencia y autoridad terrenales del hombre caído a través del trabajo de La Simiente Redentora a favor de su pueblo. La teocracia del Israel del Antiguo Testamento encaja en este drama redentor como una promesa localizada y una prefiguración del imperio venidero del reino perfecto y la herencia terrenal eterna que el Cristo establecerá para su pueblo y como el medio nacional a través del cual Cristo fue traído al mundo. A través de la obra histórica de Jesucristo, Satanás fue derrotado y Jesús de Nazaret, que es completamente hombre y completamente Dios, fue exaltado al lugar de toda autoridad en el cielo y en la tierra. En esta era, Cristo está ejerciendo su autoridad, las naciones están siendo discipuladas, y el gobierno universal de Cristo sobre los hombres se está extendiendo a las partes más remotas de la tierra. El drama de la redención encontrará su cumplimiento final en la nueva tierra glorificada de Apocalipsis 21 después de que Cristo regrese. El dispensacionalista rechaza este concepto de unidad cristológico-soteriológica con la historia redentora y también afirma ser el único que tiene un concepto adecuado de revelación progresiva. El Dr. John F. Walvoord hace las siguientes observaciones: La teología del pacto es la opinión de que todas las dispensaciones desde Adán hasta el final de la historia humana son aspectos del -138- Capítulo 9 programa soteriológico de Dios. En otras palabras, las dispensaciones son diferentes presentaciones del camino de salvación en una progresión que se desarrolla gradualmente. La tendencia de este punto de vista es considerar el propósito general de Dios esencialmente como salvar a los elegidos, mezclar las diversas revelaciones bíblicas sobre Israel, los gentiles y la iglesia en una sola corriente, y minimizar las diferencias entre las diversas dispensaciones. En contraste, la teología dispensacional, aunque no discute la visión de la unidad del plan de salvación de Dios, encuentra en los diversos períodos de administración de dispensaciones que no están directamente relacionados con la salvación. En una palabra, el dispensacionalista no considera el programa de Dios para la salvación como el único propósito de Dios, y de hecho niega que algunas de las dispensaciones sean básicamente soteriológicas.28 Según el Dr. Charles C. Ryrie: El teólogo del pacto en su celo por ver a Cristo presente a lo largo de la historia de la redención, es culpable de superponerlo arbitrariamente en el Antiguo Testamento. Él hace lo mismo con la doctrina de la Iglesia y con el concepto de salvación a través de la fe en Cristo.29 La camisa de fuerza hermenéutica que la teología del pacto impone a las Escrituras da como resultado la interpretación del Nuevo Testamento a la luz del Antiguo Testamento y una interpretación tipológica artificial. 30 Sólo el dispensacionalismo hace justicia al concepto apropiado del progreso de la revelación. ... La teología del pacto ... debido a la rigidez de su principio unificador del pacto de la gracia nunca puede mostrar dentro de su sistema el progreso adecuado de la 28 Ibid., páginas 79-80. Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 187. 30 Ibíd., página 190. 29 -139- Capítulo 9 revelación. ... Solo el dispensacionalismo puede hacer que los sucesos históricos y las sucesiones se vean bajo su propia luz y no se reflejen en la luz artificial de un pacto general. 31 Por un lado, sólo el dispensacionalismo tiene un principio unificador lo suficientemente amplio como para hacer justicia a la unidad del progreso de la revelación, por otro lado, hace justicia al carácter distintivo de las diversas etapas en ese progreso. La teología del pacto solo puede enfatizar la unidad y, al hacerlo, la enfatiza demasiado hasta que se convierta en la única categoría de interpretación gobernante. 32 A pesar de las audaces afirmaciones del Dr. Ryrie, el dispensacionalismo proporciona una base inadecuada para demostrar la unidad de la Palabra de Dios. ¿Cuál es el tema unificador que mantiene unida la explicación dispensacional de la historia redentora? Yo creo que es el reino teocrático. El Dr. Lewis Sperry Chafer rastrea el reino teocrático desde el tiempo de los jueces hasta la eternidad 33 y el Dr. J. Dwight Pentecost lo rastrea desde el Edén hasta la eternidad. 34 La era de la iglesia encaja en esta explicación de la historia redentora como un paréntesis en la progresión. Incluso sería hipotéticamente posible omitir por completo la era de la iglesia. El Dr. Lewis Sperry Chafer ha dicho lo siguiente sobre la naturaleza “entre paréntesis” de la era de la iglesia: Pero para la intercalación de la Iglesia, que fue totalmente imprevista y no está relacionada con ningún propósito divino que la precede o la sigue, se esperaría que Israel pasara directamente de la crucifixión a su reino; porque no fue la muerte de Cristo y su resurrección lo que exigió el aplazamiento, sino más bien una era imprevista. No debería requerir un gran esfuerzo notar que el 31 Ibid., páginas 19-20. Ibíd., página 35. 33 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 5:333-358. 34 J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 433-494. 32 -140- Capítulo 9 reconocimiento de esta época, totalmente imprevisto, totalmente ajeno y en sí mismo una estricta intercalación, es la clave para la comprensión de todo el programa de Dios en las edades, y sin esa clave solamente resulta confusión.35 Mi opinión es que un tema unificador que lógicamente puede omitir una etapa de desarrollo importante y significativa no es un tema unificador adecuado. El Dr. Charles C. Ryrie enseña que la gloria de Dios es el tema unificador en la historia redentora: Ningún dispensacionalista minimiza la importancia del propósito salvador de Dios en el mundo. Pero que esto sea el plan general de Dios o incluso su propósito principal, está abierto a cuestionamiento. El dispensacionalista ve un propósito más amplio en el programa de Dios para el mundo que la salvación, y ese propósito es su propia gloria. Para el dispensacionalista, la gloria de Dios es el principio rector y el propósito general, y el programa soteriológico es uno de los principales medios empleados para llevar a cabo la mayor demostración de su propia gloria. La salvación es parte integrante del programa de Dios, pero no puede equipararse con el propósito en sí mismo. ... el principio unificador de la teología del pacto es en la práctica, soteriológico. El principio unificador del dispensacionalismo es doxológico, o la gloria de Dios cuando Él manifiesta su carácter en las diferentes mayordomías otorgadas al hombre. 36 Los teólogos Reformados creen que la gloria de Dios es el propósito final de todo lo que sucede, pero no el tema unificador que une el drama de la historia redentora. Como la gloria de Dios es el propósito final de todo lo que sucede, cada segmento de la historia redentora está relacionado con la gloria de Dios. Pero encontrar un factor común en esos 35 36 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 5:348-349. Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, páginas 102-103. -141- Capítulo 9 segmentos no es lo mismo que demostrar que cierto tema se desarrolla y revela progresivamente en esos segmentos. El Dr. Ryrie enumera cinco propósitos a través de los cuales la gloria de Dios se manifiesta en la historia redentora: "el programa de redención, el programa de Israel, el castigo de los impíos, el plan para los ángeles y la gloria de Dios a través de la naturaleza". 37 El examen revelará que estos no son cinco propósitos independientes cuyo único vínculo común es la gloria de Dios. "El castigo de los impíos, el plan para los ángeles y la gloria de Dios a través de la naturaleza" están relacionados progresiva y evolutivamente con "el programa de redención". En la historia redentora, los ángeles funcionan como "espíritus ministradores, enviados para ministrar a los que serán herederos de la salvación" (Hebreos 1:14), como agentes del castigo de los impíos y como miembros de la corte divina. El "plan para los ángeles" en la historia de la redención es principalmente un sub-propósito bajo "el programa de redención" y "el castigo de los impíos". Incluso cuando los ángeles aparecen en la historia de la redención como miembros de la corte divina, son parte de una visión de Dios que es una parte reveladora del "programa de redención". "El castigo de los impíos" no es más que la otra cara de la moneda del "programa de redención". Y "la gloria de Dios a través de la naturaleza" es una base de juicio para los impíos (Romanos 1:20) y una base de alabanza para los redimidos (Salmo 19). También está relacionado con "el programa de redención" en el sentido de que la nueva tierra glorificada será la herencia eterna de los santos. Cuando uno llega al núcleo real de este tema unificador doxológico con sus cinco propósitos secundarios, uno encuentra un programa del reino teocrático para Israel y un programa soteriológico con cuatro propósitos secundarios. El programa del reino teocrático para Israel es inadecuado como un tema unificador de la historia redentora, y los dispensacionalistas rechazan el programa soteriológico como un tema unificador. Aceptar el programa soteriológico como tema unificador resultaría lógicamente en un pueblo de Dios soteriológicamente unido, lo que destruiría el dispensacionalismo. 37 Ibíd., páginas 211-212. -142- Capítulo 9 Dividir la historia bíblica en una progresión de dispensaciones no es exclusivo de los dispensacionalistas. Todos los teólogos hacen eso. Lo que es característico del dispensacionalista consistente es que sufre un caso agudo de "endurecimiento de categorías". Habiendo rechazado en la práctica la unión tipológica y orgánica de los dos Testamentos que manifiestan a Cristo y su obra salvadora, el dispensacionalista consecuente ha adoptado una visión de la historia bíblica de dos programas y dos personas en la que la era de la iglesia es un paréntesis lógicamente innecesario en el programa divino y, desde la perspectiva de los profetas del Antiguo Testamento, una idea divina de último momento y de ajuste. Mi propia opinión, para usar un juego de palabras, es que interpretar consistentemente las Escrituras a través de la rígida red de suposiciones dispensacionales, tiene el potencial de convertir el pan bíblico en trigo teológico triturado. Afortunadamente, muchos dispensacionalistas de hoy en día son dispensacionalistas moderados que no son tan rígidos cuando se trata de interpretación dispensacional y teología y que han tenido poca exposición real a los trabajos dispensacionales clásicos y definitivos de hombres como Chafer y Scofield, donde estas dicotomías dispensacionales son presiones muy rígidas. Notas al Pie de Página Extensas 2 "(1) Cualquier persona es un dispensacionalista si confía en la sangre de Cristo en lugar de traer un sacrificio animal. (2) Cualquier persona es un dispensacionalista si renuncia a cualquier derecho o título sobre la tierra que Dios pactó a Israel por una herencia eterna. Y (3) cualquier persona es un dispensacionalista si observa el primer día de la semana en lugar del séptimo. A todo esto se respondería que cada cristiano hace estas cosas, lo cual es obviamente cierto; y es igualmente cierto que, en un grado muy considerable, todos los cristianos son dispensacionalistas. Sin embargo, no todos los cristianos, aunque sinceros, están tan bien instruidos en el contenido espiritual de las Escrituras como otros, ni han visto la necesidad de reconocer otras -143- Capítulo 9 distinciones más profundas que confrontan al cuidadoso estudiante de la Palabra de Dios." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism (Dallas: Dallas Seminary Press, 1936), página 9. 6 Podría mencionar que la evaluación de la Biblia del Monte Sinaí y la respuesta de Israel a la ley está en marcado contraste con la evaluación del Dr. Chafer (Deuteronomio 5: 27-28). "Los hombres eran justos y justificados en relación con la Ley Mosaica, pero a ninguno se les había imputado la justicia de Dios sobre la base de la fe, excepto Abraham, el que evidentemente era escogido y elevado por Dios para anticipar e ilustrar (cf. Romanos y Gálatas) la doctrina del Nuevo Testamento de la justicia imputada; así que sólo de Abraham Cristo dijo: 'Abraham se regocijó al ver mi día: y lo vio, y se alegró' (Juan 8:56)." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 6:74. "Debe observarse una distinción aquí entre hombres justos del Antiguo Testamento y aquellos justificados según el Nuevo Testamento. Según el Antiguo Testamento, los hombres eran simplemente justos porque ellos eran sinceros y fieles en guardar la Ley Mosaica. ... Por lo tanto, los hombres eran justos por sus propias obras para Dios, mientras que la justificación del Nuevo Testamento es la obra de Dios para el hombre en respuesta a la fe (Rom. 5:1)." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 7:219. 7 El Dr. Chafer ha cometido el mismo error de interpretación que era común en el judaísmo: "Dios espera que aquellos que están dentro del pacto, y que sobre esta base han sido declarados en una relación correcta con él, vivan como hijos del justo Señor ... Donde se pudo cometer un error, y de hecho se cometió en el judaísmo posterior, era pensar que la declaración de justicia de Dios dependía del cumplimiento meticuloso de un judío individual de las leyes dentro del pacto hecho con Moisés en el Monte Sinaí. En realidad, la justicia como una calidad ética de la inocencia vino como resultado de la declaración de Dios de se llamado justo delante de él dentro de su -144- Capítulo 9 pacto de gracia, y no al revés. El fariseo en Lucas 18 representa la forma en que toda la búsqueda de la justicia puede salir mal. Él dejó de mirar al Señor como el dador de justicia y se concentró en buscar lograr la justicia para mostrar al Señor al final de su vida." Peter Toon, Justification and sanctification (Westchester, Illinois: Crossway Books, 1983), página 18. "La ley, al ser un pacto de obras y no proporcionar habilidad, se dirigió a las limitaciones del hombre natural. No se esperaba ni se garantizaba a cambio de sus órdenes lo que el hombre natural en su entorno podía producir. Los requisitos de la ley están, por lo tanto, en el plano de la capacidad limitada de la carne. Por otro lado, la gracia, siendo un pacto de fe y proporcionando la habilidad ilimitada del poder del Espíritu interior, se dirige a los recursos ilimitados del hombre sobrenatural." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:247. " El sistema de la ley no proveyó poder para cumplirla." Ibid., 4:51. "... pero una de estas tres economías divinas [es decir, la ley, la gracia, el reino] proporciona la habilidad divina directa y deliberadamente para cada requisito que impone al individuo; es decir, no se hace mención en dos de estas economías de una disposición de habilidad divina para su cumplimiento. Sin embargo, en la economía actual, ambos estándares sobrenaturales de acción son anunciados y el Espíritu proporciona una capacidad completa para su cumplimiento." Ibid., 4:156. "La Ley de Moisés presenta un pacto de obras para ser forjado en el poder de la carne; las enseñanzas de la gracia presentan un pacto de fe para ser forjado en el poder del Espíritu." Ibid., 4:211; compárese con Ibid., 4:234. 8 "Esta misma morada del Espíritu Santo se convierte, también, en una caracterización de la edad. Esta es una dispensación del Espíritu, un período de tiempo en el que el Espíritu Santo es el Recurso suficiente del creyente tanto para poder como para guía. En esta época, el cristiano -145- Capítulo 9 es designado para vivir según un nuevo principio de vida (cf. Rom. 6:4). La realización de la presencia, el poder y la guía del Espíritu constituye un método completamente nuevo de la vida diaria y contrasta con el dominio y la autoridad que la ley mosaica ejerció sobre Israel en la era pasada." Ibíd., 6.122-123. "El fundamento de la Ley es un pacto de obras; el de la gracia es un pacto de gracia. El mérito humano es la piedra angular de la Ley; el mérito de Cristo es el fundamento de la gracia ... Un pacto de obras se basa en lo que la carne puede hacer; un pacto de gracia se basa en la fe en lo que Dios ha hecho y está dispuesto a hacer." Charles L. Feinberg, Millennialism: The Two Major Views, páginas 216-217. El dispensacionalista Dr. Charles C. Ryrie reconoce el error de lo anterior: "Los dispensacionalistas a menudo se han imaginado la Ley como un período en que la habilidad era completamente carente. Es cierto que hubo un fuerte contraste entre la habilidad bajo la ley y la obra del Espíritu Santo (Juan 14:17), pero no es exacto decir que hubo inhabilidad bajo la ley." Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), página 120. 10 "En este punto, podría preguntarse qué constituía la relación correcta de un judío con Dios dentro del alcance y el propósito del judaísmo. Es el teólogo del Pacto quien avanza en este punto la suposición de que los santos del antiguo orden fueron regenerados y sobre la misma base de relación con Jehová que se les da a los santos del Nuevo Testamento. Tal suposición es necesaria si su teoría ha de sostenerse." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 6:104-105; compárese con 3:215 y 6:111. "Dado que el pacto de gracia que se basa en la fe humana se estableció en la promesa hecha a Abraham, el pacto de la ley, hecho -146- Capítulo 9 cuatrocientos años después, y agregado solo con un propósito temporal, no puede anularlo. El reino de la ley, con su pacto de obras cesó con la muerte de Cristo. Su propósito se había cumplido y su tiempo había expirado. Por lo tanto, el principio de fe que se anunció en el pacto abrahámico vuelve a entrar en vigor, a través de la muerte de Cristo." Ibid., 4:229. 11 "El ejemplo de Abraham que creyó a Jehová y que (su fe) le fue contada por justicia (Génesis 15:6) fue siempre anterior a Israel, y David ha descrito la bendición del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras (Romanos 4:6); sin embargo, Israel tropezó con la piedra de tropiezo del mérito humano ... Su problema [de Israel] era la ignorancia. No sabían la verdad de que la fe en Dios, como lo atestiguaron Abraham, David y los profetas, provocaría, por gracia divina, un ajuste que satisface a Dios, incluso una justicia tan perfecta como Él mismo." Ibid., 3:79. "Debe ser reiterado que Abraham es el modelo de un cristiano bajo la gracia y no de un judío bajo la ley." Ibid., 3:84. "La Ley de Moisés, sin duda, era un trato provisional que se aplicaba sólo hasta que Cristo viniera. Por el momento le dio al pecado el carácter de transgresión (Rom. 5:13; Gál. 3:19). fue precedido (Ex. 19:4) y seguido (Juan 1:17) por gracia." Ibid., 7:225-226. "La naturaleza de un pacto que se basa en las obras humanas es obvia. Todo lo que Dios promete bajo tal pacto, está condicionado a la fidelidad del hombre. Toda bendición bajo la Ley de Moisés estaba así condicionada, y cada bendición en la relación del reino se encontrará así ordenada. Volviendo a las enseñanzas del reino de Cristo en las que se abordan las cuestiones de conducta personal y obligación en el reino, se verá que todas las promesas del reino para el individuo se basan en el mérito humano ... Es un pacto de obras solamente y la palabra enfática es hacer. "Haz esto y vivirás" es la más alta promesa de la ley ... "Volviendo a la Ley de Moisés, descubrimos que ésta no presenta otra relación con Dios que este mismo pacto de obras:. ... -147- Capítulo 9 "Por estas referencias a la Ley de Moisés y la ley del reino, se puede ver que ambos sistemas se basan totalmente en un pacto de obras." Ibid., 4:211-212. 12 "... Las enseñanzas del reino, como la Ley de Moisés, se basan en un pacto de obras. Las enseñanzas de la gracia, por otro lado, se basan en un pacto de fe. En un caso, se exige justicia; en el otro es provisto, tanto imputado como impartido, o forjado. Uno es una bendición que se debe otorgar debido a una vida perfecta, el otro de una vida que se debe vivir debido a una bendición perfecta ya recibida." Ibid., 4: 215-216. "El período de tribulación, también, parece volver a las condiciones del Antiguo Testamento de varias maneras; y en el período del Antiguo Testamento, los santos nunca fueron habitados permanentemente, excepto en casos aislados, aunque se encuentran varios casos de la llenura del Espíritu y el ser empoderados para el servicio. Teniendo en cuenta todos los factores, no hay evidencia para la habitación del Espíritu Santo en creyentes en la tribulación”. Dr. John F. Walvoord, The Holy Spirit, página 230. "Los Evangelios son complejos casi más allá de cualquier otra porción de la Escritura, ya que son una combinación de las enseñanzas de Moisés, de la gracia y del reino." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:172. 13 "Los Evangelios Sinópticos, aunque en la superficie presentan una narración simple, son, sin embargo, un campo para el estudio cuidadoso y discriminatorio por parte del verdadero expositor. En estos Evangelios, Cristo es visto como quien reivindica y es leal a la Ley Mosaica bajo la cual Él vivió; también anticipa la era del reino en relación con la oferta de sí mismo como el rey de Israel; y, cuando se indica su rechazo, anuncia su muerte y resurrección y la expectativa con respecto a un pueblo celestial (Mateo 16:18) por quien se entregó en amor redentor (Ef. 5:25-27)." Ibid., 4:12. -148- Capítulo 9 "Si los eruditos críticos asumen que es posible reclamar dos Isaías sobre la evidencia ofrecida en la diferencia de estilo y materia que las dos partes de la escritura de Isaías exponen, habría una prueba mucho más concluyente de al menos tres Cristos. Parece que no ocurre a un cierto grupo de teólogos que estos discursos no solo introducen principios que, desde un punto de vista doctrinal, son irreconciliables, sino que también están dirigidos a clases que están relacionadas de manera diferente con Dios y con Cristo ". Ibid., 5:96. Capítulo 10 Sionismo Cristiano El sistema dispensacional promueve el Sionismo entre los Cristianos, es decir, la convicción de que los Judíos físicos hoy tienen un derecho bíblico de poseer la tierra de Palestina. El punto a discutir en este capítulo no es el Sionismo como un asunto político sino el Sionismo como asunto teológico basado en la Biblia. El dispensacionalista típico tiene un compromiso apasionado por el Sionismo teológico y un respeto religioso por los eventos épicos Sionistas de 1948 y 1967: el establecimiento moderno del Estado Judío de Israel y la conquista israelí de Jerusalén. Estos dos eventos son vistos como dos cumplimientos dramáticos de la profecía desde la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C., y como señales que anticipan un inminente cumplimiento Sionista de la profecía: la reconstrucción del Templo en Jerusalén. 1 La siguiente declaración del Dr. John F. Walvoord es típica: Una de las más dramáticas evidencias de que el fin de la edad se acerca es el hecho de que Israel ha reestablecido su posición como nación en su antigua tierra. Israel hoy está en un lugar próspero para entrar en el pacto anticipado en Daniel 9:27 el cual dará inicio al periodo de siete años que conduce a la segunda venida de Cristo. Aún la ciudad moderna de Jerusalén construida por Israel ocupa el área precisa predicha en Jeremías 31:38-40 y constituye el cumplimiento de esta profecía dada 25 siglos atrás y nunca antes cumplida. Jeremías establece que cuando Jerusalén se construya en el área descrita , tal como ha ocurrido en nuestra generación, será una señal del capítulo final en la historia de Jerusalén, en preparación del Reino Milenial de nuestro Señor.2 1 2 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 168. Ibid., Página 169. -150- Capítulo 10 Hal Lindsey ha ido aun más lejos tanto como para acomodar cautelosamente en alguna fecha profética un escenario basado en el evento de 1948 en su libro record de ventas The Late Great planet Earth, con derechos de autor en 1970: Cuando las señales recién dadas comiencen a multiplicarse y a incrementar en alcance será similar a la certeza de que a la higuera le van a salir las hojas. Pero la señal más importante en Mateo tiene que ser la restauración de los Judíos a la tierra en el renacimiento de Israel. Inclusive la figura literaria "la higuera" ha sido un símbolo histórico de la nación de Israel. Cuando los Judíos, después de cerca de 2 mil años de exilio, bajo incesante persecución, volvieron a ser nación otra vez el 14 de Mayo de 1948 "la higuera" sacó sus primeras hojas. Jesús dijo que esto indicaría que Él estaba "a la puerta", listo para regresar. Luego, Él dijo, "De cierto les digo que no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan" (Mateo 24:34 NASB). ¿Cuál generación? Obviamente, en el contexto, la generación que vería las señales-- la principal entre ellos el renacimiento de Israel. Una generación en la Biblia es algo así como 40 años. Si esto es correcto, entonces dentro de 40 años o algo parecido desde 1948, todas estas cosas ocurrirán. Muchos eruditos que han estudiado la profecía bíblica toda su vida creen que esto es así. 3 El Sr. Lindsey dice que el establecimiento del estado de Israel en 1948 le ha dado razones para anticipar que los eventos del período de tribulación judía de siete años que culminan en la segunda venida de Cristo podría ocurrir en 1988. Dado que el Sr. Lindsey, como la mayoría de los dispensacionalistas, coloca el rapto de la iglesia siete años antes de la segunda venida, entonces él habría esperado el rapto en 1981 si hubiera esperado que la segunda ocurriera para 1988. 3 Ibid. -151- Capítulo 10 Por supuesto, el dispensacionalista realmente cuidadoso no establece fechas ni considera que 1948 y 1967 sean directos cumplimientos de la profecía. Según la teoría dispensacional, ninguna profecía judía puede referirse directamente a la era de la iglesia la cual es un paréntesis no revelado previamente. Además, los dispensacionalistas defienden su rapto pretribulacional al insistir en que "la perspectiva de ser llevado al cielo en la venida de Cristo no está calificado por la descripción de ningún signo o evento como prerrequisito".4 Estos eventos sionistas se consideran como preparativos dramáticos para el cumplimiento judío de la profecía que comenzará a ocurrir después del rapto de la Iglesia. Para el dispensacionalista, la supuesta preparación de la etapa del tiempo del fin en esta generación es un fuerte indicativo de que el drama de los últimos tiempos es ahora inminente. El sionismo dispensacional se basa en la interpretación dispensacional del pacto abrahámico. Los dispensacionalistas argumentan que el pacto abrahámico es judío, incondicional e incumplido. Ya que el pacto es incondicional, debe cumplirse en algún momento de la historia. Como no ha sido cumplido en el pasado, entonces debe cumplirse en el futuro. Y como es judío, debe cumplirse en una futura dispensación judía. Por lo tanto, el pacto abrahámico ordena una era judía venidera, la del milenio, para el cumplimiento de la profecía judía. Examinaremos en este capítulo la comprensión dispensacional del pacto abrahámico como judío e incumplido. Comenzaremos con la enseñanza de que el pacto abrahámico es judío. Usando su hermenéutica "literal", los dispensacionalistas interpretan la simiente asociada con el pacto abrahámico como los Judíos físicos. Una dificultad con esta interpretación es que en Gálatas 3, versículos 7 y 29, se dice que el cristiano, independientemente de su raza, es la simiente de Abraham y el heredero de la promesa hecha a Abraham. La respuesta dispensacional a esto es que el cristiano individual es una simiente espiritual de Abraham y heredero de los aspectos espirituales universales del pacto abrahámico, pero no de la simiente física a la que se hicieron 4 John F. Walvoord, The Rapture Question (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1957), páginas 78-79. -152- Capítulo 10 las promesas nacionales. Esta solución dispensacional es típica en que enfatiza una dicotomía rígida entre lo terrenal y lo espiritual, lo judío y lo gentil, lo aspectos nacionales e individuales del pacto abrahámico. Según el Dr. Charles C. Ryrie: Es bastante obvio que los cristianos son llamados la simiente espiritual de Abraham, pero el Nuevo Testamento en ninguna parte dice que son los herederos de las promesas nacionales hechas a los descendientes físicos. . . . El término Israel no es el apelativo dado a la simiente espiritual de Abraham. Es correcto llamar a algunas de las simientes espirituales de Abraham Israel espiritual, pero no a todas. . . . Solamente cuando un creyente pertenece a la raza de Israel, puede él en todo sentido ser llamado un israelita espiritual.5 La fe y la justificación son asuntos personales e individuales, y pertenecer a la simiente espiritual de Abraham también es un asunto personal e individual no relacionado con la raza. La simiente espiritual de Abraham no quiere decir Israel, porque Abraham está relacionado con Israel como padre nacional, y él está relacionado con individuos creyentes de todas las naciones (incluidos los judíos) que creen, como un padre espiritual. Pero los creyentes como grupo no son llamados Israel espiritual. 6 Según el Dr. John F. Walvoord: Hay, entonces, tres sentidos diferentes en los cuales uno puede ser hijo de Abraham. Primero, está el linaje natural, o simiente natural. Esto se limita en gran medida a los descendientes de Jacob en los doce tribus. A ellos, Dios promete ser su Dios. A ellos se les dio la ley. A ellos les fue dada la tierra de Israel en el Antiguo Testamento. Con ellos Dios trató de una manera especial. 5 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, Chicago: Moody Press, 1965), página 149. 6 Ibid., páginas 149-150. -153- Capítulo 10 En segundo lugar, hay el linaje espiritual dentro de lo natural. Estos son los israelitas que creyeron en Dios, que guardaron la ley, y quienes reunieron las condiciones para el disfrute presente de las bendiciones del pacto. Aquellos que finalmente posean la tierra en el futuro milenio también serán del Israel espiritual. Tercero, está la simiente espiritual de Abraham que no son israelitas naturales. Aquí es donde la Promesa a "todas las familias de la tierra" entra. . . los hijos de Abraham (espiritualmente) que provienen de los "paganos" o los Gentiles cumplen ese aspecto del pacto abrahámico que trató con los Gentiles en primer lugar, no con las promesas pertenecientes a Israel. . . . Mientras que los premilenaristas pueden estar de acuerdo con los amilenaristas con respecto al hecho de una simiente espiritual para Abraham, que incluye a los gentiles, ellos niegan que esto cumpla las promesas dadas a las simientes naturales o que las promesas dadas a la "simiente de Abraham" sean cumplidas por los creyentes Gentiles. Hacer las bendiciones prometidas a todas las naciones lo mismo que las bendiciones prometidas a la simiente de Abraham es una conclusión injustificada.7 Esta explicación dispensacional de las simientes espirituales y físicas de Abraham no integra adecuadamente todos los datos bíblicos sobre la simiente de Abraham. Incluso tan pronto como el pacto de la circuncisión en Génesis 17, había disposiciones para incluir a los Gentiles y excluir a la simiente física de Abraham de la comunidad del pacto (Génesis 17:12-14).8 Prosélitos gentiles como Rahab la ramera y Rut la moabita, antepasados del rey David (Mateo 1:5), heredaron las promesas nacionales de Pacto abrahámico en el Antiguo Testamento. Descendientes físicos de Abraham como Ismael y Esaú no las heredaron. Ismael recibió su propia promesa nacional debido a su descendencia física de Abraham, 7 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), páginas 145-146. 8 La respuesta del Dr. Walvoord es "La circuncisión es más amplia en su aplicación que el término simiente, en cuanto al uso en que se refiere en Génesis." John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, página 141. -154- Capítulo 10 pero la simiente de la bendición del pacto fue contada solo a través de Isaac (Génesis 21:12-13). Esaú y Jacob eran hermanos gemelos, y sólo Jacob se convirtió en padre de la nación elegida de Dios y heredero de la promesa de la tierra. Estos datos sugieren que la enseñanza dispensacional de que la simiente física hereda las promesas nacionales no es una explicación adecuada de la administración bíblica del Pacto abrahámico. En la interpretación Reformada, la simiente de Abraham que hereda la tierra se define no estrictamente en términos de descendencia racial, sino en términos de una comunidad de pacto continua. 9 La descendencia física y las genealogías fueron importantes bajo el antiguo pacto, porque la simiente mesiánica que venía, iba a ser un descendiente físico de Abraham y de David, pero la comunidad del pacto en desarrollo excluye a descendientes físicos infieles de Abraham y asimila a los creyentes Gentiles. La administración histórica del pacto puede explicarse desde la perspectiva Reformada utilizando el método de Pablo en Romanos 11 con la ilustración del olivo. El olivo representa la comunidad del pacto de Dios y sus raíces representan el pacto de gracia de Dios. La simiente física dentro de la comunidad del pacto son las ramas naturales, que participan todas en algún grado de la savia de las raíces, que disfrutan todas de las bendiciones del pacto tales como la exposición a los medios de gracia y bendiciones temporales especiales. Los Gentiles o las ramas naturales del árbol de olivo del paganismo pueden ser injertados en la comunidad del pacto a través de una profesión de fe. Y cualquier rama sin arrepentimiento que exhiba evidencias obvias de incredulidad debe ser e-liminada en disciplina. Después de ser separados por juicio de la comu-nidad del pacto, las ramas naturales y sus descendientes siguen siendo a-mados por Dios a causa de sus padres y son los mejores prospectos para injerto a través de una profesión de fe. En términos de este motivo, Isaac y Jacob perseveraron como ramas naturales, Rahab y Ruth perseveraron como ramas injertadas, Ismael y Esaú fueron ramas naturales podadas que continuaron experimentando ciertas bendiciones divinas temporales, y los edomitas que se 9 J. Dwight Pentecost, Things to Come, A Study in Biblical Eschatology (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), páginas 86-87. -155- Capítulo 10 convirtieron en prosélitos durante el período inter-testamentario fueron injertados en descendientes de Esaú, una rama podada. La simiente espiritual de Abraham son todos aquellos que realmente comparten la fe de Abraham (Romanos 4:11-12), y sólo éstos son la simiente de Abraham en el sentido más fundamental del término (Juan 8:39; Romanos 9: 6-7; 2:28). Sólo éstos heredarán las promesas del pacto en términos de verdadero descanso espiritual y una herencia eterna Esta definición de la simiente de Abraham, que es desde la perspectiva de los decretos secretos de Dios y su obra soberana de gracia, es simple y fácil de entender. Definir la simiente de Abraham desde el contexto de la historia y las relaciones humanas, sin embargo, es mucho más complejo debido a limitaciones humanas. Al administrar el pacto, la iglesia no debe buscar entrometerse en los planes secretos de la voluntad de Dios o presumir de poder medir infaliblemente la verdadera condición espiritual de todos. La responsabilidad limitada de la iglesia es funcionar en términos de la voluntad revelada de Dios, las reglas bíblicamente definidas para administrar el pacto. La simiente de Abraham desde esta perspectiva de administración pactual histórica, es un fenómeno complejo mejor definido en términos de una comunidad continua de pacto, en lugar de hacerlo sólo en términos de descendencia racial. Como hemos visto, la posición dispensacional también enfatiza que la simiente espiritual de Abraham como está definido en Gálatas 3 no tiene derecho a la promesa nacional de tierra del pacto abrahámico. La enseñanza de Pablo sobre el pacto cristiano y abrahámico no permitirá tal conclusión. Pablo argumenta en Gálatas 3 que Dios usó intencionalmente la palabra simiente como un sustantivo colectivo que tiene una referencia singular y una plural, de manera que la referencia singular pueda referirse a Cristo, y la referencia plural pueda referirse a los que están en Cristo. El punto de Pablo es que las promesas abrahámicas fueron hechas a Abraham y a su simiente (versículo 16), que la simiente de Abraham es Cristo (versículo 16) y todos los que están en Cristo (versículo 29), y que por lo tanto la promesa dada a Abraham pertenece a todos los que están en Cristo (versículo 29). Para su argumentación, Pablo cita específicamente del Antiguo Testamento la frase "y para tu simiente", el "tu" se refiere a Abraham (Gálatas 3:16; ver también Romanos 4:13). La frase -156- Capítulo 10 griega en Gálatas 3:16 traducido "y a tu simiente" podría haber venido de solo dos pasajes de la Septuaginta, traducción del Antiguo Testamento hebreo al griego: Génesis 13:15-17 y Génesis 17:8.10 y en ambos pasajes del Antiguo Testamento, lo que se promete a la simiente de Abraham es la tierra prometida.11 Más allá de esto, cada vez que en el libro de Génesis donde se usa la frase "a tu simiente" en el contexto de una promesa divina para dar algo a alguien, la referencia es a la tierra prometida abrahámica.12 Cuando Pablo hablaba de la promesa del Antiguo Testamento que pertenece al cristiano, él se refería específicamente a la promesa de la tierra, la única promesa a la que los dispensacionalistas argumentan que Pablo no podría haber estado refiriéndose. Más adelante explicaré mi comprensión de cómo el cristiano hoy está relacionado con la promesa de la tierra de Abraham. La cita del Antiguo Testamento en Gálatas 3 que los dispensacionalistas enfatizan es la declaración "En ti serán benditas todas las naciones "(Génesis 12:3; Gálatas 3:8). Los dispensacionalistas reconocen que esta porción del pacto abrahámico hace referencia a las bendiciones espirituales que ahora disfrutan los Gentiles en Cristo Jesús. 13 Hay muchas profecías del Antiguo Testamento que se expanden en esta declaración universal del pacto abrahámico, 14 y es instructivo observar la posición dispensacional sobre su cumplimiento. Dado que los dispensacionalistas definen la Era de la Iglesia como un paréntesis no revelado en el programa profético Judío, no pueden enseñar con consistencia que estas profecías tengan una referencia directa a la edad de la iglesia; estas profecías deben cumplirse en el futuro Milenio Judío. 10 La frase "y tu simiente" se encuentra en los versículos 15 y 17 de Génesis 13 en la LXX pero únicamente en el verso 15 en el Hebreo. 11 William Everett Bell, Jr., "A Critical Evaluation of the Pre-tribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology" (disertación, Escuela de Educación de la Universidad de New York , 1967), páginas 125-126. 12 Génesis 12:7; 13:15; 15:18; 17:8; 24:7; 26:3,4; 28:4,13; 35:12; 48:4. 13 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, página145; Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith (Neptune, N.J.: Loizeaux Brothers, 1953), página 62. 14 Comparar Salmo 22:27-30; 68:29-31; 72:8-11,17; Isaías 2:2-5; 11:10,14; 19:24-25; 42:1-4; 45:14; 49:6-7,22-23; 52:10; 54:1-3; 60:3f.; 65:1; 66:19; Jeremías 16:19; Amós 9:11-12; Zacarías 2:3-13; 8:20-23; Malaquías 1:11. -157- Capítulo 10 Bajo el encabezado "Los gentiles en el Milenio", el Dr. J. Dwight Pentecost afirma: "Los aspectos universales del pacto abrahámico, que prometía la bendición universal, se realizarán en esa era”.15 Que el aspecto universal del pacto abrahámico encuentra su cumplimiento directo, no en la Era de la Iglesia, sino en el próximo milenio terrenal Judío, demuestra cuán judío es el pacto abrahámico en la interpretación dispensacional. El dispensacionalista también argumenta que el pacto abrahámico es incondicional en contraste con el pacto mosaico. Los dispensacionalistas enseñan que el pacto abrahámico incondicional se expandió a otros tres pactos judíos incondicionales: el pacto palestino, el pacto davídico y el nuevo pacto. El pacto ampliado que trata con la porción de promesa de tierra del pacto abrahámico es el pacto palestino, que los dispensacionalistas identifican con Deuteronomio 30:1-10. Parece extraño que alguien enseñe que una sección de Deuteronomio contenga un pacto separado que no es parte del pacto mosaico y que difiere del pacto mosaico en su naturaleza básica. Se supone que el pacto palestino es incondicional en el sentido dispensacional de la palabra. Deuteronomio capítulo 30, versículos 1-3 y 10, sin embargo, contiene declaraciones que suenan como condiciones morales: Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios, y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; 15 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 507; compárese con Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 134. -158- Capítulo 10 cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. Por último, los dispensacionalistas también argumentan que el pacto abrahámico no se ha cumplido. Ellos prueban que el pacto no se ha cumplido examinando los límites cronológicos y geográficos de la promesa pactal. Cronológicamente, el pacto abrahámico es una promesa para siempre (Génesis 13:15; 17:8), y los judíos poseyeron Palestina por un tiempo limitado en el Antiguo Testamento. Geográficamente, la tierra prometida debía incluir la tierra desde el río de Egipto hasta el río Eufrates (Génesis 15:18). Los dispensacionalistas argumentan que los judíos nunca en ningún momento poseyeron toda la tierra dentro de estas fronteras. En 1 Reyes 4:21, aprendemos que Salomón gobernó sobre toda la tierra desde la frontera de Egipto hasta el río Eufrates, pero los dispensacionalistas argumentan que la "frontera de Egipto" no es el "río de Egipto "y que Salomón simplemente gobernó gran parte de este territorio mediante la recopilación de tributos, no poseyéndola en realidad. 16 Entonces, si los dispensacionalistas tienen razón, la tierra de la promesa del pacto abrahámico es Judío, incondicional e incumplida, y por lo tanto debe haber una posesión judía todavía futura de la tierra de Palestina. Si esto es así, ¿exactamente cuándo y cómo se cumplirá la promesa de la tierra del pacto abrahámico? Al buscar los detalles de esta pregunta, uno encuentra algunas divergencias interesantes en las respuestas dispensacionales. En los escritores dispensacionales más tempranos como Chafer, el pacto abrahámico tenía un cumplimiento Judío verdaderamente eterno. Según el Dr. Chafer: El quíntuple pacto de Jehová con Israel es eterno en todos los aspectos: (1) una entidad nacional (Jer. 31:36), (2) una tierra en perpetuidad (Génesis 13:15), (3) un trono (2 Sam. 7:16; Sal. 89:36), (4) un Rey (Jer. 33:21), y (5) un reino (Dan. 7:14). Estas promesas terrenales son confirmadas por el juramento de Jehová 16 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 156-157; Charles Caldwell Ryrie, The Basis of the Premillennial Faith, páginas 60-61. -159- Capítulo 10 y se extienden para siempre, de lo contrario el lenguaje deja de ser un medio confiable para la expresión de la verdad.17 En ese sistema, los santos resucitados del Antiguo Testamento junto con los santos milenarios resucitados iban a heredar eternamente una nueva tierra judaica después del milenio judaista y los santos de la iglesia iban a heredar un cielo nuevo cristiano por la eternidad. Según el Dr. Chafer: . . . hay una escatología del judaísmo y una escatología del cristianismo y cada una, aunque completamente diferente en detalles, llega hasta la eternidad. Una de las grandes cargas de profecía predictiva es la anticipación de las glorias de Israel en una tierra transformada bajo el reinado del Hijo de David, el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios. También hay mucha predicción que anticipa las glorias de los redimidos en el cielo. 18 . . . Los israelitas, como nación, tienen su ciudadanía ahora y su destino futuro centrado solo en el tierra, llegando a la nueva tierra que aún está por ser, mientras que los cristianos tienen su ciudadanía y destino futuro centrado solo en la tierra, llegando a los nuevos cielos que aún están por llegar. . .. 19 Cada pacto, promesa y provisión para Israel es terrenal, y ellos continúan como una nación con la tierra cuando es creada nueva. Cada pacto o promesa para la Iglesia es celestial, y ella continúa en la ciudadanía celestial cuando los cielos sean recreados. 20 Sin embargo, debe afirmarse que todo el sistema conocido como Judaísmo, junto con todos sus componentes, está, en el propósito de Dios, en suspenso a lo largo de la era actual, pero con la 17 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 4:30. 18 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:27; Dr. Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism (Dallas: Dallas Seminary Press, 1936), página 65. 19 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:30. 20 Ibid., 4:47. -160- Capítulo 10 garantía definitiva de que todo el sistema judío así interrumpido se completará por extensión en el reino, la nueva tierra y en la eternidad por venir.21 Entre aquellos que están en eterno favor con Dios están los ciudadanos terrenales cuyo destino avanza hacia la eternidad como los moradores de la tierra. . ., y los ciudadanos celestiales cuyo destino es ocupar el cielo nuevo. . ..22 El dispensacionalista cree que a lo largo de los siglos Dios persigue dos propósitos distintos: uno relacionado con la tierra con personas terrenales y objetivos terrenales involucrados, que es el Judaísmo; mientras que el otro está relacionado con el cielo con personas celestiales y objetivos celestiales involucrados, que es el Cristianismo ¿Por qué esta creencia debería considerarse tan increíble a la luz de los hechos de que hay una presente distinción entre la tierra y el cielo que se conserva incluso después de que ambos son hechos nuevos; cuando las Escrituras así designan a un pueblo terrenal que continúa como tal hasta la eternidad; y un pueblo celestial que también permanece en su llamado celestial para siempre?23 En este antiguo sistema dispensacional, había una eterna dicotomía de destinos entre Israel, la simiente terrenal de Abraham, y la iglesia, la simiente celestial de Abraham. Algunos dispensacionalistas más recientes no están de acuerdo con estos detalles de la opinión de Chafer. Ellos enseñan que la promesa eterna de la tierra judía se cumplirá por completo en el milenio Judío. Según el Dr. Charles C. Ryrie: El propósito terrenal de Israel del que hablan los dispensacionalistas se refiere a la promesa nacional que los judíos 21 Ibid., 4:248. Ibid., 4:401. 23 Dr. Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 107. 22 -161- Capítulo 10 cumplirán durante el milenio mientras vivan en la tierra en cuerpos no resucitados.24 Según el Dr. J. Dwight Pentecost: Las promesas en el pacto abrahámico con respecto a la tierra y a la simiente se cumplen en la edad milenaria (Isa. 10:21-22; 19:25; 43:1; 65:8-9; Jer. 30:22; 32:38; Ezequiel 34:24; 30-31; Miq. 7:1920; Zac 13:9; Mal. 3:16-18).25 Las promesas del pacto palestino sobre la posesión de la tierra se cumplen mediante Israel en la era milenaria (Isaías 11:11-12; 65:9; Ezequiel 16:60-63; 36:28-29; 39:28; Oseas 1:10- 2:1; Miq. 2:12; Zac 10:6).26 Se observará así que la era milenaria encuentra el cumplimiento completo de todo lo que Dios prometió a la nación de Israel. 27 En otra parte, el Dr. Pentecost sostiene que la naturaleza eterna de los pactos con Israel requiere que se cumplan en la eternidad en la nueva tierra.28 Si, sin embargo, la promesa de la tierra encuentra su cumplimiento final en la eternidad en la nueva tierra, entonces no hay un mandato real para un milenio Judío en el pacto abrahámico. Algunos dispensacionalistas más recientes también enseñan que la tierra prometida será habitada durante el milenio sólo por judíos y gentiles vivos no resucitados y no por los santos resucitados del Antiguo Testamento.29 Durante el Milenio, los santos resucitados del Antiguo Testamento junto con los santos resucitados de la Iglesia deben estar en 24 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 146. J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 476. 26 Ibid., página 477. 27 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 477; compárese con William Everett Bell, Jr., " A Critical Evaluation of the Pre-tribulation Rapture Doctrine in Christian Eschatology," página 85. 28 J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 491-494; 561-562. 29 Ibid., páginas 536-537, 542,546. 25 -162- Capítulo 10 la Nueva Jerusalén, que será una ciudad satélite milenaria flotando sobre Palestina.30 Al final del milenio, la nueva Jerusalén descenderá a la tierra, y los santos de todas las edades habitarán juntos la nueva tierra. En este sistema, la herencia estrictamente judía de la promesa de la tierra se limita a los años milenarios y a los santos milenarios no resucitados. La promesa de la tierra específicamente prometió la herencia de la tierra a Abraham así como a su simiente31, pero Abraham, junto con los otros santos del Antiguo Testamento, estará en la ciudad celestial con los santos de la iglesia durante el tiempo de la herencia de la tierra. Aquí tenemos la comprensión dispensacional de la promesa de la tierra del pacto abrahámico. ¿Se le permitió realmente a las Escrituras interpretar a las Escrituras? ¿Hubo sensibilidad a la revelación progresiva? ¿Hay alguna evidencia de que los intérpretes dispensacionales reconozcan su falibilidad y tengan una voluntad de ajustar, si es necesario, su comprensión inicial del pacto abrahámico si no armoniza bien con la revelación infalible de las Escrituras sobre el tema? ¿O vemos evidencia de una disposición a doblar artificialmente la revelación (bíblica) para vindicar una comprensión particular de la promesa de tierra del pacto abrahámico? Mi propia comprensión de la promesa de la tierra del pacto abrahámico es diferente de la dispensacionalista. Creo que la habitación judía de Palestina en el Antiguo Testamento fue un símbolo tipológico temporal y una promesa de la última herencia eterna de los santos. También creo que la promesa de la tierra se aplica al cristiano hoy en el descanso espiritual y la posición celestial que es suya en Cristo Jesús. La siguiente es una explicación de ocho puntos de mi comprensión del Cumplimiento de la promesa de la tierra. Primero, hay un sentido en el que la promesa de la tierra tuvo un cumplimiento real en el Antiguo Testamento: 30 Ibid., páginas 546, 576-580; John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 327-330; Charles Caldwell Ryrie, The Ryrie Study Bible: The New Testament (Chicago: Moody Press, 1976), página 482, nota sobre Apocalipsis 21:2. 31 Ver Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:320,406-407. -163- Capítulo 10 De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella… No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió. Josué 21: 43,45 ...que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas. Josué 23:14b Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado. 1 Reyes 8:56 Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham; y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo. Nehemías 9:7-8 Estos datos deben integrarse en la comprensión total de la promesa de la tierra. Había muchos elementos en la economía judía del Antiguo Testamento, además de la promesa de la tierra que se decía que era perpeuta. Para el literalista consistente, esto requiere una creencia en una perpetuidad en cuanto a resucitar instituciones, ritos o rituales del Antiguo Testamento. Otra posibilidad es que estos ritos y rituales e instituciones del Antiguo Testamento eran tipos temporales de realidades espirituales eternas. Estos encontraron un cumplimiento como tipos en el Antiguo Testamento y también anticiparon un cumplimiento futuro en términos del antitipo. De acuerdo a Patrick Fairbairn: La ocupación del Canaán terrenal por la simiente natural de Abraham fue un tipo, y no más que un tipo, de esta ocupación por parte de una Iglesia redimida de su herencia destinada de gloria; y consecuentemente, cada cosa relacionada con la entrada de los -164- Capítulo 10 primeros en su posesión temporal, fue ordenada para representar y presagiar las cosas que pertenecen al establecimiento de la Iglesia en su posesión permanente. 32 Segundo, como ya hemos mencionado, el cumplimiento final de la promesa de la tierra es un cumplimiento eterno (Génesis 13:15; 17:8). La palabra hebrea traducida para siempre es a veces limitada contextualmente y no siempre se refiere a una eternidad literal (compárese con Deuteronomio 15:17), pero los pactos de Dios tienen una referencia verdaderamente para siempre y eterna. Cuando la naturaleza eterna del pacto de Dios es puesta en comparación con la vida útil del sol, uno puede estar seguro de que el escritor divinamente inspirado tenía en mente algo más que tan solo 1000 años (Salmo 89:34-37; compárese con Jeremías 31:35- 36; 33:20-21; Isaías 54:10). Tercero, el cumplimiento final de la promesa de la tierra involucra a todo el mundo y no solo a Palestina. Note lo que dijo Pablo en Romanos 4:13: Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo (gr. Kosmos), sino por la justicia de la fe. Ya hemos mostrado que la terminología sobre la promesa dada por Dios a Abraham y su semilla solo pueden referirse a la promesa de la tierra. Pablo identificó la promesa de la tierra dada a Abraham y su simiente no simplemente con Canaán sino con todo el mundo. Cuarto, los herederos últimos de la promesa de la tierra serán los santos escogidos de todas las edades. Como hemos ya visto, hay pasajes del Nuevo Testamento que relacionan el lenguaje de la promesa de la tierra con los cristianos como la simiente espiritual de Abraham (Gálatas 3; Romanos 4:13). En el sermón del monte, Cristo identificó a los 32 Patrick Fairbairn, The Typology of Scripture Viewed in Connection with the Whole Series of the Divine Dispensations (Grand Rapids: Baker Book House, 1900, 1975) 1:359. -165- Capítulo 10 herederos de la promesa de la tierra como los espiritualmente mansos (Mateo 5:5; compárese con Salmo 37:11), que es una descripción apropiada del pueblo de Dios en general. En el libro de Hebreos, la promesa de la tierra está asociada con la ciudadanía en la Jerusalén celestial: Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios… Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad. Hebreos 11:8-10,16 Los santos de todas las edades son ciudadanos de la Jerusalén celestial (Hebreos 12:22-23; 13:14; Gálatas 4:26), que es una prueba más de que los santos de todas las edades heredarán la promesa de la tierra. Quinto, esta asociación de la promesa de la tierra con la ciudadanía en la Jerusalén celestial significa que durante la era entre los advenimientos, la promesa de la tierra se cumple en "una herencia incorruptible y sin mancha y que no se desvanece, reservada en el cielo" (1 Pedro 1:4). Desde el momento de la conversión, el cristiano es alguien que viene al Monte Sión y un ciudadano de la Jerusalén celestial (Hebreos 12:22), que tiene descanso espiritual en Cristo Jesús (Mateo 11:28), y que está sentado con Cristo en los lugares celestiales (Efesios 2:6). Nosotros, hoy, en Cristo Jesús tenemos un anticipo del descanso celestial que fue representado por la conquista de Josué de la tierra prometida (Hebreos 4:8-9). Sexto, la promesa de la tierra hoy está relacionada con la bendición del quinto mandamiento del pacto. Bajo el antiguo pacto, a los que honraban a su padre y a su madre se les prometió, en general, que les iría bien en la tierra que Dios les dio (Deuteronomio 5:16). Ahora que el pueblo del pacto es de cada tribu, lengua y nación, esta promesa de -166- Capítulo 10 bendición del pacto ha sido ajustada dispensacionalmente por Pablo al citar: "para que te vaya bien y puedas vivir mucho en la tierra" (Efesios 6:3). Pablo ha eliminado la limitación geográfica Palestina específica en este pacto de la promesa, el cual relataba las bendiciones del pacto en términos de la promesa de la tierra. Séptimo, el cristiano hoy está en una posición análoga a la de Israel bajo Josué cuando conquistaron la tierra prometida. La diferencia es que nuestras armas no son físicas (2 Corintios 10:4) y nuestra tarea es conquistar el mundo entero. Sabemos que la promesa de la tierra de Abraham finalmente se refiere al mundo entero (Romanos 4:13). A Adán se le dio originalmente dominio sobre todo el mundo (Génesis 1:26-28). Esta herencia se perdió en la caída y Satanás se convirtió en el príncipe de este mundo,33 pero Dios prometió que un Redentor-Simiente finalmente derrotaría a Satanás (Génesis 3:15) y que este nuevo Adán recuperaría el dominio mundial (Salmo 8:6). Este Redentor-Simiente sería la simiente de Abraham a través del cual Abraham sería una bendición para todas las naciones (Génesis 12:3). Este Redentor-Simiente sería el hijo de David que tendría las naciones por su herencia y los confines de la tierra por Su posesión (Salmo 2:8). Este Redentor-Simiente sería el Hijo del Hombre a quien se le daría dominio y gloria y un reino para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvan (Daniel 7:14). A través de su resurrección-ascensión, Cristo ha recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra. (Mateo 28:18). Cristo, desde su trono celestial, cumple hoy el Salmo 2 (Apocalipsis 2:26-27; 12:5) y Salmo 8 (Hebreos 2:6-8; 1 Corintios 15:25-27). Así como Dios le dio Palestina a Israel bajo Josué y les dijo que la conquistaran, de la misma manera Dios ha dado a las naciones el nuevo pacto de Israel bajo Jesús y nos ha dicho que las discipulemos. Y octavo, cuando Cristo regrese, la Jerusalén celestial descenderá a la tierra nueva (Apocalipsis 21:1-2), y entonces se volverá el lugar eterno del cumplimiento de la promesa de la tierra. En Hebreos 4:8-9, aprendemos que el reposo bajo Josué después de la conquista de la tierra prometida fue un tipo del reposo de la herencia eterna del Sábado 33 Juan 12:31; 14:30; 16:11; Cómparese con Efesios 2:2. -167- Capítulo 10 celestial. El cumplimiento final de la promesa de la tierra será la herencia eterna de la nueva tierra de los santos de todas las edades. Solo en este contexto eterno pueden Abraham y toda Su simiente verdadera heredar la tierra para siempre. Antes de cerrar este capítulo sobre la promesa de la tierra de Abraham, quiero comentar sobre las profecías del Antiguo Testamento acerca del regreso de los judíos dispersos a la tierra. Los dispensacionalistas tienden a referir estas profecías como una reunión de los judíos en Palestina en el tiempo del fin, pero parece mucho más lógico que estas profecías se refieran principalmente al exilio de Babilonia y al regreso de los cautivos judíos, primero bajo Zorobabel y el sacerdote Josué, y más tarde bajo Esdras. En oposición a esto, el dispensacionalista puede señalar que estas reuniones profetizadas eran un segundo regreso a la tierra (Isaías 11:11) y una reunión de una dispersión mundial, no de un exilio babilónico localizado (Isaías 49:12). Esta objeción ignora el hecho bíblico de que los judíos exiliados se dispersaron por todas partes del mundo civilizado de ese día (Esther 3:8). Y el regreso del exilio babilónico fue el segundo regreso a la tierra desde el primero que fue el éxodo bajo Moisés (Isaías 11:15-16). Es cierto que hay elementos en las profecías de restauración que van más allá de lo experimentado bajo el antiguo pacto. Esto se debe a que el cumplimiento de las profecías de bendición puede ser limitado (Josué 1:4 y 7:11-12) o pospuesto (Números 14:3031) o cancelado (Jeremías 18:9-10) debido a la desobediencia al pacto y porque estas profecías tienen cumplimientos continuos y progresivamente mayores en la era de la iglesia y en la eternidad. Como discutí en el capítulo anterior sobre literalismo, se puede dar una profecía en términos de la economía del antiguo pacto y cumplirse en términos de la economía del nuevo pacto y la eternidad. Yo ya no creo en una interpretación sionista de la promesa de la tierra de Abraham, pero es posible retener algún elemento sionista en la comprensión de la profecía sin ir a los extremos dispensacionales. Uno necesita reconocer que el pacto abrahámico es principalmente un pacto espiritual que se relaciona con todos los elegidos de todas las edades. Si hay alguna herencia judía específica de Palestina en el Pacto abrahámico, esto debería verse como secundaria al cumplimiento final en la herencia -168- Capítulo 10 eterna de todos los santos. Y un cumplimiento palestino tan limitado debería estar condicionado a que los judíos físicos se conviertan en masa al cristianismo y se reintegren al Israel espiritual. En ninguna parte la Biblia promete bendiciones y retorno del juicio del exilio al pueblo del pacto de Dios cuando todavía vive en rebelión. 34 La bendición de regresar a la tierra desde el exilio está siempre condicionada al arrepentimiento y al avivamiento espiritual. La principal diferencia entre la visión dispensacional y la Reformada de la promesa de la tierra, es que los dispensacionalistas la ven como una referencia primaria a los judíos físicos. Este fuerte énfasis judío en la interpretación dispensacional de los pactos del Antiguo Testamento probablemente se demuestra mejor por una declaración hecha por el Dr. J. Dwight Pentecost sobre la interpretación dispensacional del nuevo pacto: "... hay un punto de acuerdo: el nuevo pacto de Jeremías 31:31-34 debe y puede ser cumplido solo por la nación de Israel y no por la iglesia ". 35 Si los dispensacionalistas tienen tal interpretación fuertemente sionista del nuevo pacto, ¿es una gran sorpresa que su interpretación de la promesa de tierra del pacto abrahámico sea mayormente, primariamente, y finalmente sionista? Notas al Pie de Página Extensas 1 Hal Lindsey con C.C. Carlson, The Late Great Planet Earth (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1970), páginas 50-58; Dwight Wilson, Armageddon Now! The Premillenarian Response to Russia and Israel Since 1917 (Grand Rapids: Baker Book House, 1977), páginas 199-201. John F. Walvoord, Israel in Prophecy (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1962), página 130; compárese con Dwight Wilson, Armageddon Now!, páginas 123-143; 188-214. 34 Louis A. DeCaro, Israel Today: Fulfillement of Prophecy? (Grand Rapids: Baker Book House, 1974), páginas 31-42. 35 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 124. -169- Capítulo 10 2 Los Dispensationalistas interpretan Daniel 9:27 como enseñando que a mitad del periodo de la futura tribulación Judía, el AntiCristo quebrantará un pacto hecho con el Israel nacional que les había permitido tener un templo donde adorar con sacrificios y desolará aquel templo auto proclamándose divino. Este acto es para marcar el inicio de los tres y medio años de gran tribulación. Hal Lindsey with C.C. Carlson, The Late Great Planet Earth, páginas 53-54. 3 Contrario al Sr. Lindsey, la higuera no fue "un símbolo histórico del Israel nacional." La única evidencia posible para tal punto de vista es la higuera estéril en Mateo 21 que Cristo maldijo. Cristo usó ese árbol como símbolo del Israel nacional, no porque fuera una higuera, sino porque su abundancia de follaje daba razones para esperar la presencia de frutos cuando no había ninguno. Esto era análogo al Israel nacional cuyo abundante follaje incluía el templo, el sacerdocio y la tradición religiosa, pero que carecía del fruto de la fe en el Mesías de Dios. Que Jesús no consideró a la higuera como un símbolo de Israel en el discurso del olivar es evidente por la redacción de Lucas 21:29: "He aquí la higuera y todos los árboles". La vid (Juan 15) y el olivo (Romanos 11) fueron símbolos históricos de Israel. Capítulo 11 Venga tu Reino El Libro de Orden de la Iglesia Presbiteriana en América comienza con la declaración: "Jesucristo ... se sienta en el trono de David". La mayoría de las personas criadas con las enseñanzas de la fe Reformada darían por sentada esta verdad fundamental. ¿Quién, después de todo, cuestionaría esta enseñanza esencial? Bueno, un dispensacionalista informado y consistente no solo cuestionaría esta enseñanza, sino que también la rechazaría. El trono davídico es otro tema bíblico sobre el cual los dispensacionalistas y los intérpretes Reformados no están de acuerdo. El reino davídico en las Escrituras se funda en el pacto davídico de 2 Samuel 7:12-16. Esta promesa del pacto obviamente involucró a Salomón, la simiente inmediata de David y heredero al trono, ya que hablaba del templo de Dios construido por la simiente y de la posibilidad de que la simiente pecara. La promesa, sin embargo, también implicó un mayor cumplimiento antitípico ya que hablaba de un reino eterno. Más tarde, los profetas asociaron el eterno reino davídico con el Mesías, quien heredaría el trono de David y gobernaría eternamente sobre el reino en justicia y rectitud (Isaías 9:6-7; Jeremías 23:5-6; 33:15-16). Este reino mesiánico se convertiría en un reino universal sobre todos los reinos del mundo (Salmo 2; Daniel 2:44). Según la interpretación Reformada, estas profecías del reino mesiánico fueron cumplidas inicialmente por Cristo en su primer advenimiento, están siendo cumplidas progresivamente por Cristo a lo largo de esta era, y serán cumplidas perfecta y completamente por Cristo después de su segundo advenimiento. Con respecto a la naturaleza del cumplimiento de Cristo de estas profecías del reino, el intérprete Reformado Patrick Fairbairn ha dicho lo siguiente: Jesús de Nazaret no necesitaba entronización externa o sede del gobierno local en la tierra para constituirlo el poseedor del reino -171- Capítulo 11 de David, ya que no necesitaba la unción física para consagrarlo sacerdote para siempre, o altar y templo material para la debida presentación de su servicio aceptable. 1 No se debería esperar más, que el Mesías fuera un rey en el modelo terrenal de David, que un profeta al mismo nivel que Moisés, o un sacerdote después del tipo imperfecto de aquellos que presentaban su carnalidad. ofrendas en un altar de bronce.2 Los dispensacionalistas no están de acuerdo con esta evaluación de las profecías del reino y su cumplimiento. Enseñan que Cristo en su primer advenimiento ofreció a la nación judía un reino político terrenal. Si los judíos hubieran aceptado a Jesús como el Mesías, habría restablecido el antiguo reino político davídico, exaltado su majestad y extendido su dominio a las partes más remotas de la tierra. Debido a que la nación judía rechazó al Cristo, esta oferta del reino se retiró y el reino davídico terrenal, político y restablecido se pospuso hasta el futuro milenio judío. Entre el retiro de la oferta del reino y el futuro establecimiento milenario del reino se insertó la era de la iglesia, un paréntesis en el programa profetizado por Dios para Israel y las naciones. Según el dispensacionalismo, la era y el reinado actual de Cristo no tienen relación directa con el pacto davídico ni con la profecía mesiánica. Los siguientes comentarios del Dr. John F. Walvoord sobre el cumplimiento del pacto davídico son representativos del pensamiento dispensacional: Si se adopta una interpretación literal, la sesión actual de Cristo no es un cumplimiento del pacto y debe referirse al futuro. Está claro que en la actualidad Cristo no está, en ningún sentido literal, reinando sobre el reino de David.3 1 Patrick Fairbairn, Prophecy Viewed in Respect to Its Distinct Nature, Its Special Function, and Proper Interpretation (n.p.: T.&T. Clark, 1865; reprint ed., Grand Rapids: Baker Book House, 1976), págs. 230-231. 2 Patrick Fairbairn, Prophecy, pág. 229. 3 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), pág. 199. -172- Capítulo 11 Una promesa literal espiritualizada es fraude exegético. El punto del pacto davídico es que el Hijo de David poseerá el trono de su padre David. Hacer que su persona sea literal pero su trono un concepto espiritualizado es anular la promesa.4 El Nuevo Testamento carece totalmente de una enseñanza positiva de que el trono del Padre en el cielo debe identificarse con el trono davídico. La inferencia es clara de que Cristo está sentado en el trono del Padre, pero que esto no es lo mismo que estar sentado en el trono de David. 5 ¿Cuál de estas dos interpretaciones del pacto y el reino davídicos es correcta? Una vez estuve comprometido con la comprensión dispensacional del reino mesiánico, pero ahora estoy convencido de que la comprensión Reformada es correcta. En mi cambio de convicción sobre este tema, tres áreas de estudio fueron cruciales. Primero, llegué a una mejor comprensión de la palabra reino. Segundo, reexaminé el testimonio del Nuevo Testamento sobre el establecimiento del reino en el primer advenimiento de Cristo. Y tercero, llegué a ver algunos de los problemas asociados con la explicación dispensacional del reino. Primero, está el significado de la palabra reino. Antes no podía entender por qué alguien creería que Cristo ahora gobierna sobre su reino mesiánico. Cuando pensaba en el reino mesiánico, imaginaba a Cristo gobernando desde la tierra sobre un reino territorial y ejerciendo autoridad sobre temas políticos según el patrón del rey David en el Antiguo Testamento. Podía ver el reino davídico en el Antiguo Testamento y podía visualizar una regla del reino mesiánico en el próximo milenio judío, pero no podía ver ninguna asociación directa entre el reino mesiánico y la era de la iglesia. Parte de mi problema era la asociación primaria común de la palabra inglesa reino (kingdom) con el reinado y los sujetos. Las siguientes son las definiciones segunda y tercera de la palabra reino dada en el Diccionario Inglés de Oxford: 4 5 Ibid., pág. 200. Ibid., pág. 203. -173- Capítulo 11 2. Una comunidad organizada que tiene un rey como cabeza; un estado monárquico de gobierno. 3. El territorio o país sujeto a un rey; el área sobre la cual se extiende el gobierno de un rey; un reino.6 Estas definiciones son lo que normalmente asociamos con la palabra reino, y estas definiciones son consistentes con la interpretación dispensacional en la cual el reino debe referirse a un reino político. Estas definiciones, sin embargo, son definiciones secundarias. El significado principal de la palabra inglesa kingdom es el siguiente: 1. Función real, autoridad o poder; soberanía, gobierno supremo; la posición o rango de un rey, realeza.7 Esta definición primaria está marcada como obsoleta, lo que explica por qué rara vez la asociamos con la palabra, pero esta definición obsoleta es el significado principal de las palabras hebreas y griegas que se traducen como reino en nuestras Biblias. 8 Según el Diccionario Teológico de Nuevo Testamento, el "significado esencial" del equivalente griego del reino "es reinado en lugar de reino".9 Y el equivalente hebreo de "el reino de los cielos" es "una construcción abstracta para denotar el hecho de que Dios es Rey. ... " 10 El término "nunca puede significar el reino de Dios en el sentido de un territorio gobernado por Él. Porque la expresión denota el hecho de que Dios es Rey, es decir, Su ser real o reinado".11 Tanto las palabras griegas como las hebreas significan principalmente la majestad y la autoridad del rey. Este significado 6 The Compact Edition of the Oxford English Dictionary (Oxford University Press, 1971), s.v. "kingdom." 7 Ibid., s.v. "kingdom." 8 George Eldon Ladd, Crucial Questions about the Kingdom of God (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1952), págs. 77-81. 9 Gerhard Kittel, editor; Geoffrey W. Bromley, translator and editor, Theological Dictionary of the New Testament (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1964), 1:582. 10 Gerhard Kittel, editor, Theological Dictionary of the New Testament, 1:572. 11 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 187. -174- Capítulo 11 abstracto es el significado primario de la palabra, y los aspectos concretos de un reino y los sujetos son significados secundarios. Esta comprensión de la palabra reino está bien demostrada en una parábola que Cristo dio en Lucas 19:11-27 cuando estaba a punto de entrar en Jerusalén y algunos "pensaron que el reino de Dios debería aparecer inmediatamente" (versículo 11): Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. Note que este hombre dejó tanto su reino como sus súbditos para recibir su reino. Dejar el reino y los súbditos para recibir el reino tiene poco sentido si el reino se refiere principalmente a un reino y súbditos. Pero si la palabra reino se refiere principalmente a la autoridad para gobernar, este uso de la palabra en la parábola tiene mucho sentido. Esta parábola se refiere alegóricamente a la ascensión de Jesús al Padre para recibir su reino. Esta comprensión adecuada de la palabra reino aclara el significado de muchos pasajes. Por ejemplo, en Mateo 6:33, Cristo dijo: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia; y todas estas cosas os serán añadidas". ¿Qué debe buscar el cristiano para obedecer este mandamiento, un reino teocrático en una era futura o el gobierno y la autoridad de Dios en toda la vida ahora? Además, observe la segunda petición de la oración del Señor: "Venga tu reino" (Mateo 6:10). Con esta comprensión adecuada de la palabra reino, esta segunda petición es casi sinónimo de la tercera petición: "Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo". Cuando uno se da cuenta de que la palabra reino tiene una referencia primaria a un reinado abstracto y una referencia secundaria a un reino concreto, puede comprender fácilmente cómo el reino de Cristo es simultáneamente pasado, presente y futuro. Es pasado en que el -175- Capítulo 11 antiguo reino político davídico prefiguró y anticipó el reinado mesiánico venidero y en que Cristo en su primer advenimiento estableció y ejerció activamente su autoridad para gobernar y reinar. Es futuro, ya que no será hasta el tiempo de los nuevos cielos y la nueva tierra que el reino de Cristo se realizará plena y perfectamente en los elementos concretos del reino (la nueva tierra) y los sujetos (los elegidos de todas las edades). Está presente en que el Señor Cristo ahora tiene toda la autoridad en el cielo y en la tierra, y ahora está concretando progresivamente Su reino a medida que las naciones son discipuladas. A medida que las naciones y los pueblos reconocen y se someten al señorío de Jesucristo, Él posee progresivamente en la práctica lo que ya es suyo en principio. El reino mesiánico se relaciona con el aquí y ahora, así como con el pasado y el futuro. Esta no es una era de paréntesis y aplazamiento del reino. La segunda área de estudio que me hizo cambiar mi concepto del reino mesiánico de dispensacional a Reformado, fue un estudio general de las enseñanzas del Nuevo Testamento sobre el reino. Para empezar, el lenguaje de las Escrituras no dice que Cristo en su primer advenimiento ofreció un reino que podría posponerse. El lenguaje de las Escrituras indica que Cristo en su primer advenimiento estableció un reino. Tanto Juan el Bautista como Jesús proclamaron que el reino estaba cerca (Mateo 3:2; 4:17), no que estaba potencialmente cerca. Jesús les dijo a sus discípulos que buscaran el reino porque "a vuestro Padre le ha placido daros el reino." (Lucas 12:32). Jesús dio instrucciones específicas sobre cómo entrar en el reino (Juan 3:3, 5; Mateo 5:20; 7:21) y declaró que "todos se esfuerzan por entrar en él" (Lucas 16:16). En Sus Bienaventuranzas, Jesús proclamó que el reino pertenecía a aquellos "que son perseguidos por causa de la justicia" (Mateo 5:11). Cristo habló del reino como una realidad que estaba estableciendo, no como una potencialidad que podría posponer. Además, Jesús habló como si el establecimiento de su reino se manifestara especialmente en la expulsión de demonios (Mateo 12:2830). Al expulsar demonios, Satanás, el hombre fuerte, fue atado y su propiedad fue saqueada (Mateo 12:29). Cuando los discípulos informaron que "incluso los demonios están sujetos a nosotros a través de Tu nombre", Jesús proclamó que Satanás estaba cayendo del cielo como un -176- Capítulo 11 rayo (Lucas 10:17-18). El poder del nombre de Jesús sobre los demonios demostró que Satanás era un enemigo derrotado cuyo poder se estaba castigando. Los reinos de este mundo habían estado esclavizados por el paganismo demoníaco y bajo el señorío de Satanás, quien fue llamado el príncipe de este mundo (Juan 12:31; 14:30; 16:11). Satanás había llegado a considerar la gloria y el dominio del mundo como propios (Lucas 4:6). Pero Cristo invadió el reino de Satanás y ganó la victoria decisiva. Cuando Cristo anticipó su saqueo del tesoro de Satanás a través de la atracción de personas de todas las naciones para sí mismo, declaró: "Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera." (Juan 12:31).12 Esta victoria venidera sobre Satanás se manifestó tan claramente al expulsar demonios que Jesús dijo: "Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios." (Mateo 12:28). Este versículo es especialmente significativo porque ocurre en el mismo capítulo en el cual, según los dispensacionalistas, Cristo retiraba su oferta del reino. Al comentar sobre este versículo, George Ladd ha dicho: Mientras que el reino como el reinado en el que la voluntad de Dios se hace perfectamente continúa siendo futura, el reino como el poder activo salvador de Dios ha venido al mundo en la persona y actividad de Cristo para redimir a los hombres del reino de Satanás.13 Jesús también aclaró la naturaleza del reino que estaba estableciendo en las parábolas de Mateo 13. Cristo dio estas parábolas, no para explicar que no establecería el reino davídico mencionado en la profecía, sino para corregir algunos conceptos erróneos populares sobre el Reinado mesiánico profetizado. El misterio o la verdad no revelada anteriormente sobre el reino no era que Dios iba a posponer el programa del reino y participar temporalmente en un programa de la iglesia que sería completamente diferente del programa profetizado. El misterio del reino era que éste se establecería, no con una brusquedad cataclísmica y un juicio ardiente, sino gradual y lentamente. El reino no debía establecerse 12 13 Comparar Colosenses 2:15; Hebreos 2:14; 1 Juan 3:8; Apocalipsis 12:9. George Eldon Ladd, Crucial Questions about the Kingdom of God, pág. 89. -177- Capítulo 11 rápidamente con poder militar, sino pacíficamente a través de la siembra de la Palabra y paciencia por el fruto espiritual. El éxito del reino no sería inmediato, repentino o conspicuo. Muchos rechazarían el reino como el suelo endurecido rechaza la semilla, y otros profesarían lealtad solo para caerse como una planta en suelo poco profundo o entre espinas. Los enemigos del reino no debían ser destruidos inmediatamente, sino que debían permanecer en esta era como la cizaña en un campo de trigo. Los malvados no debían ser eliminados completamente de este mundo hasta el final de la era, cuando su juicio será como la quema de cizañas después de una cosecha de trigo, o la eliminación de peces no comestibles después de una cosecha del mar. El reino debía tener un comienzo pequeño y discreto, como una semilla de mostaza, pero gradualmente se convertiría en una gran y notable entidad. El reino eventualmente afectaría al mundo entero como si un poco de levadura le diera vida a una masa grande e inerte de masa. Aunque el reino tuvo un pequeño comienzo, fue de gran valor y valió la pena dar la vida. Era como una pequeña perla de gran valor o un tesoro oculto en un campo. Aunque estos son de tamaño pequeño, los hombres lo venderán todo para obtenerlos. Las parábolas del reino enseñaban que éste era extremadamente valioso, y que tenía un gran futuro por delante a pesar de que su éxito externo no sería inmediato o siempre aparente. Jesús continuó refiriéndose a su obra del reino a lo largo de su ministerio. Refiriéndose a su propia presencia, Jesús les dijo a los fariseos que el reino estaba en medio de ellos (Lucas 17:20-21). Jesús le dio a Pedro las llaves del reino de los cielos (Mateo 16:19) y les dijo a sus discípulos que algunos de ellos no probarían la muerte "hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino" (Mateo 16:28). Jesús explicó los principios de la grandeza del reino (Mateo 18:1 ss.), El perdón del reino (Mateo 18:21 ss.) Y el primero y el último en el reino (Mateo 19:30 ss.; 20:20 ss.). Jesús explicó las relaciones de los eunucos espirituales (Mateo 19:12), los niños del pacto (Mateo 19:14) y los materialmente ricos (Mateo 19:23) con el reino. Jesús advirtió a los principales sacerdotes y ancianos de Israel que los publicanos y las rameras estaban entrando en el reino delante de ellos (Mateo 21:31) y que el reino les sería quitado y entregado a otros (Mateo 21:43; 22:1 ss.). -178- Capítulo 11 Cerca del final de su ministerio terrenal, Jesús entró en Jerusalén y fue aclamado como el Rey mesiánico de la profecía (Juan 12:13). Poco después, en su juicio, Jesús fue acusado de ser un rey político y un rival de César (Juan 18:33; 19:12). Jesús negó esto, diciendo que su reino no era de este mundo y argumentando que si su reino fuera de este mundo, sus seguidores habrían luchado para evitar su arresto (Juan 18:36). Anteriormente en su ministerio, Cristo había rechazado un movimiento para obligarlo a ser tal rey (Juan 6:15). Es digno de mención que Cristo no argumentó ante Pilato que había venido a establecer un reinado político inspirado en el Rey David, sino que desde entonces había pospuesto todo eso y ya no era rival de César. Los soldados de César se burlaron del reinado de Jesús (Juan 19:1-3), y fue crucificado bajo la acusación: "Jesús de Nazaret, el rey de los judíos" (Juan 19:19). Jesús no había dado evidencia de que había ofrecido un reino político a Israel. Esto, en cambio, fue la información errónea que sus enemigos habían usado para crucificarlo. Después de su crucifixión, Jesús resucitó de entre los muertos y ascendió a la diestra del Padre. El Nuevo Testamento enfatiza que esta resurrección-ascensión estableció de manera especial el reinado mesiánico de Jesús. El Cristo resucitado se apareció a los discípulos e hizo la afirmación regia: "Todo poder (o autoridad) me es dado en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18). Luego prometió estar con la iglesia hasta el final de la era y le dio a la iglesia la responsabilidad real de discipular a las naciones, asegurando así a Cristo su reino legítimo. Después de dar la Gran Comisión, Cristo ascendió al cielo en una nube en cumplimiento de Daniel 7:13-14: Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. -179- Capítulo 11 A través de Su resurrección y ascensión, Jesús se convirtió en el Hijo mesiánico de Dios en poder (Romanos 1:4).14 La filiación divina de Jesús como la segunda persona de la Divinidad no tuvo principio ni necesidad de exaltación, sino su filiación mesiánica como un hijo humano de David se estableció en poder, cuando Cristo entró en su existencia glorificada de resurrección. Esta filiación mesiánica tuvo un comienzo, un tiempo en el que Dios dijo: "Tú eres mi hijo; hoy te he engendrado" (Salmo 2:7).15 Por lo tanto, Pedro pudo decir en Pentecostés sobre la resurrección-ascensión de Jesús: Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. (Hechos 2:36) El título Cristo, que es el equivalente griego del Mesías hebreo, significa el ungido, que es el título del Antiguo Testamento para el rey escogido de Dios sobre Israel (1 Samuel 24:6; Samuel 23:1; Salmo 2:2). En la sinagoga de Antioquía de Pisidia, Pablo proclamó un mensaje similar sobre el gobierno mesiánico de Jesús: Nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres, la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy. (Hechos 13:32-33). El salmo 2 fue escrito en términos del reino davídico como lo demuestra la declaración: "Sin embargo, he puesto a mi rey sobre mi santo monte de Sión". Y, sin embargo, el Nuevo Testamento en ninguna parte enseña que este salmo espera ser cumplido en una futura era judía. 14 John Murray, The Epistle to the Romans (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1959, 1965), 1:9-12. 15 H.C. Leupold, Exposition of the Psalms (Grand Rapids: Baker Book House, 1959), págs. 50-51; Gerhard Kittel, editor, Theological Dictionary of the New Testament, 8:367. -180- Capítulo 11 En cambio, el Nuevo Testamento da repetidas indicaciones de que la coronación mesiánica mencionada en este Salmo se cumplió en la resurrección y ascensión de Jesucristo. En Hechos 4:25-28, el Salmo 2 se menciona nuevamente como cumplido por "Tu santo Hijo (o Siervo) Jesús a quien has ungido". El libro de Apocalipsis también testifica que Jesucristo, mediante su resurrección-ascensión y su actual reino celestial, ha cumplido y está cumpliendo el Salmo 2: Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; (Apocalipsis 2:26-27) Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. (Apocalipsis 12:5) Y el autor de Hebreos da la siguiente evidencia: Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy. (Hebreos 5:5) Otro Salmo que claramente refiere al reinado Mesiánico es el 110, que comienza así: Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder; Domina en medio de tus enemigos. Los dispensacionalistas afirman que no hay base para enseñar que "el trono del Padre en el cielo debe identificarse con el trono davídico", 16 y, sin embargo, este salmo identifica claramente el trono mesiánico con 16 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 203. -181- Capítulo 11 la diestra del Padre. Y Pedro citó este mismo Salmo en su sermón de Pentecostés en el que trató de demostrar que Dios había hecho a Jesús "Señor y Cristo" a través de Su ascensión a la resurrección (Hechos 2:2936). El Nuevo Testamento contiene un testimonio adicional significativo de que el cumplimiento de este salmo mesiánico comenzó con la resurrección, la ascensión y el asiento celestial de Jesucristo. 17 La ignorancia total de la iglesia apostólica de cualquier aplazamiento del reino confirma que Jesús ahora está ejerciendo Su gobierno mesiánico profetizado. En Samaria, "Felipe predicó las cosas relacionadas con el reino de Dios y el nombre de Jesucristo" (Hechos 8:12). Pablo y Bernabé alentaron a las iglesias recién formadas con el mensaje: "A través de muchas tribulaciones debemos entrar en el reino de Dios" (Hechos 14:22). Los judíos incrédulos en Tesalónica acusaron a Pablo y Silas de actuar "en contra del decreto de César, diciendo que hay otro rey, uno llamado Jesús" (Hechos 17:7). En Éfeso, Pablo habló "audazmente por el espacio de tres meses, disputando y persuadiendo las cosas relacionadas con el reino de Dios" (Hechos 19:8; compárese con 20:25). Durante el encarcelamiento de Pablo en Roma, "predicó el reino de Dios" (Hechos 28:31; compárese con el versículo 23). Si Pablo sabía que el reino había sido pospuesto, no dio ninguna indicación de ello. ¡Quizás es por eso por lo que los ultra dispensacionalistas extremos concluyen que el reino no fue pospuesto hasta después del libro de Hechos y que Hechos y todas las epístolas escritas durante el tiempo de los Hechos son libros judíos y no cristianos! El reino también se menciona a menudo en las epístolas del Nuevo Testamento. Por ejemplo, Pablo habló de la salvación como la liberación del dominio de Satanás al reino del Hijo amado de Dios (Colosenses 1:13). En Colosenses 4:10-11, Pablo se refirió a Aristarco, Marcos y Justo como "compañeros de trabajo para el reino de Dios". Hay muchos otros pasajes similares. 18 Las razones dispensacionalistas que, dado que estos versículos definitivamente se refieren directamente a la era de la iglesia y dado que, según el dispensacionalismo, el reino que 17 18 Hebreos 1:13; 5:6; 7:17,21; 10:12-13; Mateo 22:41-46; 1 Corintios 15:25-27a. 1 Corintios 6:9-10; Gálatas 5:21; Efesios 5:5; 2 Tesalonicenses 1:5; 2 Timoteo 4:18. -182- Capítulo 11 Cristo ofreció a Israel no tenía ninguna relación con la era de la iglesia, entonces la palabra reino en los versículos anteriores deben referirse a algo completamente diferente de la palabra reino en la predicación de Cristo. Argumentan que la palabra reino se refiere al "reino universal y espiritual o gobierno de Dios"19 en versículos como el anterior. Pero ¿dónde se redefinió la palabra reino en las Escrituras? ¿Cuál es la base bíblica para afirmar que el significado "normal" de la palabra reino en las epístolas del Nuevo Testamento es completamente diferente del significado "normal" de la palabra en los Evangelios? Para usar una crítica que el Dr. Ryrie usó contra un amilenialista, la razón por la cual el dispensacionalista no ve el reino que Cristo ofreció en los versículos anteriores es porque "siente, por supuesto, que ha encontrado razones justificables para espiritualizar el concepto del reino".20 La "razón justificable" aquí es que una interpretación coherente de la palabra reino contradiría en gran medida algunas suposiciones dispensacionales básicas. Y tercero, queremos ver algunas de las dificultades asociadas con la visión dispensacional del reino mesiánico. Haremos esto observando la explicación dispensacional de la simple promesa en el pacto davídico: "Estableceré el trono de su reino para siempre" (2 Samuel 7:13b). Los dispensacionalistas enseñan que este pacto se cumplirá literal e incondicionalmente. Si este es el caso, ¿entonces los dispensacionalistas deben explicar cómo el trono de David permaneció literalmente establecido durante el tiempo del exilio en Babilonia. Los versículos 38, 39 y 44 del Salmo ochenta y nueve dan la siguiente descripción del estado del pacto davídico durante los tiempos del castigo divino: Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido, Y te has airado con él. Rompiste el pacto de tu siervo; Has profanado su corona hasta la tierra. Hiciste cesar su gloria, Y echaste su trono por tierra. 19 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), pág 172; J. Dwight Pentecost, Things to Come, A Study in Biblical Eschatology (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), págs. 471-472. 20 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, pág. 93. -183- Capítulo 11 Sólo hay dos maneras de las cuales soy consciente de que el dispensacionalista podría lidiar con esto. Por un lado, podría reconocer que el pacto davídico es condicional en el sentido de que Dios bendice de acuerdo con la santidad. El Dr. J. Dwight Pentecost toma esta ruta y dice: El único elemento condicional en el pacto era si los descendientes de David ocuparían continuamente el trono o no. La desobediencia puede provocar la disciplina, pero nunca abroga el pacto. Peters dice: Algunos ... infieren equivocadamente que toda la promesa es condicional, en contraste con las declaraciones más explícitas que afirman lo contrario en cuanto a Aquel (que es) distinguido, la Simiente preeminente. Era, de hecho, condicional en cuanto a la simiente ordinaria de David ..., y si su simiente hubiera dado obediencia, el trono de David nunca habría sido desocupado hasta que llegara la Simiente, por excelencia; pero siendo desobediente, el trono fue derrocado, y permanecerá así "un tabernáculo caído", "una casa desolada", hasta que la Simiente lo reconstruya y restaure.21 El Dr. Pentecost continúa argumentando que el pacto davídico es incondicional porque: ... el pacto se reafirmó después de repetidos actos de desobediencia por parte de la nación. ... Estas reafirmaciones se habrían hecho y no se habrían podido hacer si el pacto estuviera condicionado a cualquier respuesta por parte de la nación. 22 No estoy de acuerdo con la enseñanza dispensacional sobre pactos condicionales e incondicionales, pero estoy de acuerdo con lo que el Dr. Pentecost ha dicho anteriormente sobre el pacto davídico. Las bendi21 22 J. Dwight Pentecost, Things to Come, págs. 103-104. Ibid., pág. 104. -184- Capítulo 11 ciones del pacto davídico estaban condicionadas a la obediencia por la simiente de David. Esto, sin embargo, no significaba que el pacto davídico pudiera haber sido abrogado o dejado de lado porque el pacto finalmente tenía referencia al Cristo sin pecado que a través de su obediencia merecía las bendiciones completas de este pacto para su pueblo. Creo que el Dr. Pentecost ha tratado el problema del exilio en Babilonia comprometiendo la enseñanza dispensacional habitual sobre la naturaleza de un pacto incondicional. Examinaré la dicotomía dispensacional entre pactos condicionales e incondicionales en el próximo capítulo. Por otro lado, un dispensacionalista podría tratar el problema del exilio en Babilonia definiendo el trono davídico de una manera no literal que podría decirse que el trono se estableció incluso mientras estaba desocupado. Esta es la solución sugerida por el Dr. John F. Walvoord: Por el término "trono" está claro que no se hace referencia a un trono material, sino a la dignidad y el poder que era soberano y supremo en David como rey. El derecho a gobernar siempre perteneció a la simiente de David. Por el término "reino" se hace referencia al reino político de David sobre Israel. Por la expresión "para siempre" significa que la autoridad davídica y el reino o gobierno davídico sobre Israel nunca serán tomados de la posteridad de David. El derecho a gobernar nunca será transferido a otra familia, y su disposición está diseñada para la posteridad eterna. Cualquiera sea su forma cambiante, interrupciones temporales o castigos, la línea de David siempre tendrá el derecho de gobernar sobre Israel y, de hecho, ejercerá este privilegio. Esto, en resumen, es el pacto de Dios con David.23 Por lo tanto, no es necesario que la línea no se rompa en cuanto a la conducta real del reino, sino más bien que el linaje, la prerrogativa real y el derecho al trono se conserven y nunca se pierdan, incluso en pecado, cautiverio y dispersión. No es 23 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 196. -185- Capítulo 11 necesario, entonces, que el gobierno político continuo esté en vigor, pero es necesario que la línea no se pierda.24 Si el trono davídico sólo se refiere al "derecho a gobernar", entonces la simiente de David retuvo el trono incluso en el exilio de Babilonia. Esto nos lleva a una pregunta interesante: ¿Cristo no posee ahora "la dignidad y el poder que eran soberanos y supremos en David como rey" y "el derecho a gobernar"? Si la simiente más inmediata de David podía poseer el trono davídico incluso cuando estaba en Babilonia al retener el "derecho a gobernar", entonces ¿por qué Jesús ahora no posee el trono davídico? Si uno acepta la definición del Dr. Walvoord del trono davídico, entonces, ¿cómo puede uno sostener también que Cristo ahora no lo posee porque literalmente no está gobernando desde la Jerusalén terrenal? Al argumentar que Cristo no posee ahora el trono de David, los dispensacionalistas insisten en que el verdadero trono de David debe ser un trono terrenal. Han insistido en que un trono celestial (Apocalipsis 12:5) y un Monte celestial Sión (Hebreos 12:22) no cumplen la profecía del pacto davídico. Por ejemplo, el Dr. Lewis Sperry Chafer ha dicho lo siguiente: ... el trono de David es precisamente lo que David creía que era, una institución terrenal que nunca ha estado, ni estará, en el cielo.25 Más recientemente, algunos dispensacionalistas han comenzado a enseñar que la regla mesiánica se ejercerá tanto desde un trono terrenal como desde un trono celestial, como lo demuestran las siguientes citas del Dr. J. Dwight Pentecost: De acuerdo con los principios establecidos de interpretación, el pacto davídico exige un cumplimiento literal. Esto significa que 24 25 Ibid., pág. 201. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:315. -186- Capítulo 11 Cristo debe reinar en el trono de David en la tierra sobre el pueblo de David para siempre.26 Esta ciudad celestial se relacionará con la tierra al comienzo del milenio, y tal vez se hará visible sobre la tierra. Es de esta ciudad celestial donde el Hijo mayor de David ejerce Su gobierno mesiánico, en el que reina la Novia, y de la cual los santos recompensados del Antiguo Testamento ejercen su autoridad en el gobierno.27 Al cerrar este capítulo, me gustaría señalar la diferencia práctica entre los puntos de vista Reformados y dispensacionales del reino. Cuando uno acepta la comprensión Reformada del reino davídico, realmente es significativo para el cristiano de hoy. Se relaciona con el aquí y ahora, no con una futura era judía. La oración "Venga tu reino" tiene sentido para hoy en el sistema Reformado. La visión dispensacional del reinado reduce el significado completo del reino actual de Cristo, y puede conducir a una cristiandad pietista y de otro mundo que es culturalmente impotente. Algunos dispensacionalistas han dicho: "¿Por qué pulir el latón en un barco que se hunde?" y "Mi trabajo es pescar hombres, no limpiar la pecera". El Dr. John F. Walvoord ha expresado bien esta mentalidad en la siguiente cita de su libro The Millennial Kingdom: El concepto premilenial de la era actual hace que el período entre advenimientos sea único e impredecible en el Antiguo Testamento. La era actual es una en la que se predica el evangelio a todo el mundo. Relativamente pocos son salvados. El mundo se vuelve, de hecho, cada vez más malvado a medida que avanza la edad. La visión premilenial no tiene perspectivas de una edad de oro antes del segundo advenimiento, y no presenta órdenes para mejorar la sociedad en su conjunto. Los apóstoles guardan silencio sobre cualquier programa de mejora política, social, moral o física del mundo no salvo. Pablo no hizo ningún esfuerzo 26 27 J. Dwight Pentecost, Things to Come, pág. 112. Ibid., pág. 546. -187- Capítulo 11 por corregir los abusos sociales o influir en el gobierno político para siempre. El programa de la iglesia primitiva era de evangelismo y enseñanza bíblica. Se trataba de salvar almas del mundo en lugar de salvar el mundo. No era posible ni en el programa de Dios que la era actual se convirtiera en el reino de Dios en la tierra.28 Notas al Pie de Página Extensas 11 Gerhard Kittel, editor, Theological Dictionary of the New Testament, 1:571-572. Según Ridderbos, "en la literatura escatológica judía se entiende que el malkuth shamaim [reino de los cielos] es la revelación universal venidera del reinado de Dios con el que la apariencia del Mesías está íntimamente relacionada". Herman Ridderbos, The Coming of the Kingdom (n.p.: The Presbyterian and Reformed Publishing Company, 1962), pág. 13. 28 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, pág. 134. Capítulo 12 Salvación en el Antiguo Testamento Según el dispensacionalista Dr. Charles Caldwell Ryrie, la crítica más frecuente al dispensacionalismo es que el dispensacionalismo enseña diferentes formas de salvación en diferentes épocas.1 Y la base más probable para esta crítica son las enseñanzas dispensacionales sobre la salvación en el Antiguo Testamento y el reino milenario. Ciertos escritores dispensacionales han hecho declaraciones que suena como si estuvieran enseñando que la salvación del Antiguo Testamento era un sistema meritorio de obras, de la misma forma que lo será durante el milenio. Por ejemplo, el Dr. Lewis Sperry Chafer ha dicho lo siguiente: Aquí hay que observar una distinción entre los hombres justos del Antiguo Testamento, y aquellos justificados de acuerdo al Nuevo Testamento. Según el Antiguo Testamento los hombres fueron justos sólo porque fueron verdaderos y fieles en el cumplimiento de la Ley Mosaica. ... Por lo tanto, los hombres fueron justo sólo por sus propias obras para Dios, mientras en el Nuevo Testamento la justificación es la obra de Dios para el hombre en respuesta a la fe (Rom. 5:1).2 La Ley de Moisés presenta un pacto de obras que se debe realizar en la fuerza de la carne; las enseñanzas de la gracia presentan un pacto de fe que se debe llevar a cabo en la fuerza del Espíritu. 3 La ley, al ser un pacto de obras y al no proporcionar habilidad, era dirigida a las limitaciones del hombre natural. No se esperaba ni 1 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), página 110. 2 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 7:219. 3 Ibid., 4:211. -189- Capítulo 12 se aseguraba más a cambio de sus mandamientos que lo que el hombre natural en su entorno podría producir. 4 Es de concluir que la predicación de Juan el Bautista era totalmente nueva, y era acorde a su misión como heraldo del Rey; pero ese mensaje es legalista y no de gracia. Es un pacto de obras y no un pacto de fe. ... En ese reino, se dice que los hombres se están "esforzando en. "Amontonándose en" es el significado literal, y la palabra sugiere un intenso esfuerzo humano, e implica la necesidad de mérito para entrar en el reino. 5 El Sermón del Monte es la expansión del significado pleno de la justicia personal la cual es requerida en el Reino. Las grandes palabras en esta época son las de creer y la gracia. Ni una sola vez estas palabras aparecen en relación con las enseñanzas del reino de Mateo 5-7.6 Las enseñanzas del reino, como la Ley de Moisés, están basadas en un pacto de obras. Las enseñanzas de la gracia, por otro lado, se basan en un pacto de fe. En un caso, la justicia es exigida; en el otro es provista, tanto imputada e impartida, o forjada. Uno es una bendición a ser otorgada a causa de una vida perfecta, la otra es una vida que se debe vivir debido a una bendición perfecta ya recibida.7 Bajo la gracia, el fruto del Espíritu es la que indica la posesión actual de la bendición a través de la gracia pura; mientras que, bajo el reino, la bendición será para quienes lo merezcan por sus propias obras.8 4 Ibid., 4:247. Ibid., 4:214-215. 6 Ibid., 4:215. 7 Ibid., 4:215-216. 8 Ibid., 4:219. 5 -190- Capítulo 12 En esta época, Dios está tratando con los hombres en la tierra, de Su gracia como la es en Cristo. Sus tratos con los hombres en la edad venidera se basan en una relación muy diferente. En ese momento, el Rey regirá con vara de hierro. No hay palabra de la cruz, ni de gracia, en las enseñanzas del reino.9 Es extraño, de hecho, que los hombres que han ganado honores como teólogos de la primera magnitud, no ven la diferencia entre la proclamación de un reino terrenal dirigido a una nación elegida para ser establecida por razones jurídicas, y la proclamación de un mensaje de gracia que se refiere a sólo individuos entre judíos y gentiles, en iguales condiciones, bajo el pecado y ofertas en gracia soberana a quienes creen en Cristo que serán hechos aptos para ser participantes de la herencia de los santos en la luz.10 "El camino recto y estrecho" es un trabajo de mérito personal y rectitud y está lejos de la salvación, que proporciona una justificación perfecta y eterna basada en una aceptación en el Amado. El cristiano ha sido salvado por un acto de fe y no por la perseverancia implacable en un camino estrecho. ... No hay descanso aquí en la obra terminada de Cristo (cf. Heb. 4:9); todo es mérito personal como base de la esperanza para entrar en el reino de los cielos.11 Por lo tanto, se puede concluir que las enseñanzas de la ley, las enseñanzas de la gracia, y las enseñanzas del reino son sistemas separados y completos de reglas divinas que están perfectamente adaptados a las variadas condiciones de tres grandes dispensaciones. Las enseñanzas de Moisés y las enseñanzas del reino son puramente legales, mientras que las instrucciones para el creyente de esta dispensación están en conformidad con la gracia pura.12 9 Ibid., 4:222. Ibid., 5:101. 11 Ibid., 5:110-111. 12 Ibid., 4:225. 10 -191- Capítulo 12 El Dr. Chafer parece haber enseñado diferentes formas de salvación en diferentes épocas, y sin embargo el Dr. Charles C. Ryrie, quien estudió con el Dr. Chafer, afirma lo siguiente: Ni los dispensacionalistas antiguos, ni los más nuevos enseñan dos formas de salvación, y no es justo intentar hacer que ellos enseñan así. ... Los hombres de paja son fáciles de crear, pero los soplos que se necesitan para demolerlos son sólo soplos.13 Tal afirmación a la luz de tales citas, demuestra que las enseñanzas dispensacionales sobre la salvación del Antiguo Testamento son un área sensible para los dispensacionalistas, y un área interesante para el estudio. En este capítulo, trataré de examinar las enseñanzas sobre la salvación del Antiguo Testamento de los antiguos y más nuevos dispensacionalistas, como el Dr. Ryrie los etiqueta, y contrastar estas enseñanzas dispensacionales con las de la teología Reformada. Primero discutiré una debilidad básica inherente en la enseñanza sobre la salvación del Antiguo Testamento y luego pasar a examinar los detalles de su enseñanza sobre este asunto. Esta debilidad básica inherente resulta de la suposición dispensacional fundacional de que hay una fuerte dicotomía entre Israel y la iglesia de tal manera que los santos del Antiguo Testamento no estarán en el Cuerpo y Esposa de Cristo en la eternidad. Esto significa que el sistema dispensacional contiene un prejuicio presuposicional, contra el hecho que los santos del Antiguo Testamento estén en Cristo y bajo el liderazgo del pacto de Cristo. El sistema dispensacional impone a sus adherentes consistentes la necesidad de explicar la salvación del Antiguo Testamento, de tal manera que la salvación del Antiguo Testamento no implique la membresía del pacto en el Cuerpo de Cristo. Estar en unión de pacto con Cristo es estar en el Cuerpo y la Esposa de Cristo, y estar en el Cuerpo y la Esposa de Cristo es estar en la iglesia 13 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 207. -192- Capítulo 12 universal, y que los santos del Antiguo Testamento estén en la iglesia universal es negar el dispensacionalismo. Según el Dr. Paul Lee Tan: Ver la iglesia como el Cuerpo de Cristo, un organismo diferente al Israel del Antiguo Testamento, es leer la Escritura dispensacionalmente y calificar como intérprete dispensacional. 14 Según el Dr. J. Dwight Pentecost: Las bodas del Cordero es un evento que evidentemente sólo involucra a Cristo y a la iglesia. ... Si bien sería imposible eliminar estos grupos [santos del Antiguo Testamento y santos de la tribulación] del lugar de observadores, no pueden estar en la posición de los participantes en el evento mismo.15 Según el Dr. Lewis Sperry Chafer: Probablemente no hay una palabra de la Escritura que defina más claramente el hecho esencial concerniente al cristiano que la frase en Cristo; y como el cristiano es el hecho más importante de toda la creación, nunca ha habido una palabra pronunciada que sea de tan gran alcance en todo lo que implica, o que está llena de mayor significado para la humanidad que la frase en Cristo. ... Contra el énfasis que se da a esta verdad en las enseñanzas de la gracia, es el hecho correspondiente de que no hay indicio de una posible posición en Cristo en ninguna enseñanza de la ley o del reino. 16 Gran parte de la bendición divina está determinada para Israel, todo lo cual se anticipa en sus pactos y profecías; pero ningún 14 Paul Lee Tan, The Interpretation of Prophecy (Rockville, Maryland: Assurance Publishers, 1974), página 251. 15 J. Dwight Pentecost, Things to Come, A Study in Biblical Eschatology (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1958), página 227. 16 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:98. -193- Capítulo 12 pacto o profecía lleva a esa nación a la ciudadanía celestial o a unión matrimonial con Cristo. 17 Los dispensacionalistas reconocen que, si los santos del Antiguo Testamento están en Cristo a la manera que Pablo usó ese término, entonces los santos del Antiguo Testamento están en la iglesia universal (1 Corintios 12:13), y eso destruiría efectivamente la dicotomía dispensacional entre Israel y la iglesia. Un pueblo de Dios salvíficamente unificado a través de los siglos es un concepto antitético a las presuposiciones fundacionales del dispensacionalismo. Este sesgo dispensacional fundamental contra la unidad salvífica en Cristo del pueblo de Dios a través de las edades es, creo, la debilidad más básica en la enseñanza dispensacional sobre la salvación en el Antiguo Testamento. Ahora que hemos discutido esta consideración preliminar, examinaré los detalles específicos de las enseñanzas dispensacionales sobre la salvación del Antiguo Testamento. Desde la enseñanza dispensacional, en esta área se ha evolucionado a lo largo de los años, primero miraré la enseñanza dispensacional más antigua representada por el Dr. Lewis Sperry Chafer y luego la nueva enseñanza dispensacional representada por el Dr. John F. Walvoord, Charles C. Ryrie y J. Dwight Pentecost. La enseñanza dispensacional más antigua sobre la salvación del Antiguo Testamento se explica ampliamente en el cuarto volumen de la Teología Sistemática del Dr. Chafer, la principal fuente para mi comprensión sobre este asunto. Son fundamentales para el sistema del Dr. Chafer sus conceptos de pactos condicionales e incondicionales. Un pacto condicional, según el Dr. Chafer, es un pacto en el que Dios acepta hacer Su parte sólo con la condición de que el hombre haga la suya. Eso es meritorio, por-obras, en otras palabras: "sé bueno, y yo te bendeciré". En contraste, el Dr. Chafer define un pacto incondicional como un pacto en el que Dios se ha obligado a hacer algo independientemente del 17 Ibid., 4:142. -194- Capítulo 12 hombre. No hay responsabilidad humana implicada. Es una propuesta de gracia, por-fe, "Yo te he bendecido, ahora sé bueno".18 En el sistema del Dr. Chafer, la nación de Israel después del Monte Sinaí quedó tanto bajo un pacto condicional como uno incondicional. El pacto Abrahámico con su promesa de tierra a Abraham y su simiente era el pacto incondicional de Israel: Este pacto [Abrahámico], sin condición humana, simplemente declara el inmutable propósito de Jehová. Será logrado en pura gracia, aparte de todo factor humano, y sus cumplimientos son eternos.19 Cuando la nación de Israel fue redimida de Egipto, estaban en una posición ideal. Ellos habían sido redimidos como nación, y, sobre la base del pacto abrahámico, tenían el derecho incondicional a la tierra prometida que no estaba supeditada a responsabilidades humanas. Pero entonces, según el Dr. Chafer, Israel cometió un error tonto y precipitado en el Monte Sinaí al aceptar el pacto meritorio Mosaico.20 El Dr. Chafer consideró el pacto Mosaico como un pacto meritorio de obras en el que la divina bendición estaba condicionada estrictamente a la fidelidad humana.21 Era la antítesis de un pacto de gracia.22 Su refrán era "Haz esto y vivirás." Era una relación legal en la que uno entraba en las bendiciones de Dios por medio de la justicia propia personal.23 En un pacto de obras como el pacto Mosaico, no hay habilitación divina y el hombre debe depender del poder de la carne. 24 Nosotros ahora tenemos a la nación de Israel tanto bajo el pacto condicional, meritorio, temporal, por-obras "Sé bueno, y te bendeciré" de 18 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 216. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:235. 20 Ibid., 4:162-163. 21 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 217. 22 Ibid. 23 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 218. 24 Ibid., Página 220. 19 -195- Capítulo 12 Moisés; como el pacto incondicional, de gracia, por-fe y eterno: "Te he bendecido, ahora sé bueno" de Abraham. Esto, por supuesto, parece lógicamente Imposible. ¿Cómo podrían las mismas personas simultáneamente estar relacionadas con Dios a través de dos pactos antitéticos? La solución dispensacional es plantear una fuerte dicotomía entre promesas nacionales e individuales, y bendiciones y esperanzas. Según el Dr. Chafer: Lo que Jehová ha pactado con Su nación elegida es una cosa, y lo que Él ha pactado a los individuos dentro de esa nación es otra cosa. La entidad nacional ha sido y será preservada para siempre de acuerdo con las promesas del pacto (Isaías 66:22; Jer. 31:3537; Gén. 17:7-8). El individuo Israelita, por otra parte, estaba sujeto a una conducta prescrita y regulada que conllevaba una pena de juicio individual por cada falla (Deut. 28:58-62; Ezequiel 20:33-44; Mateo 24:51; 25:12,30). 25 Israel como nación estaba segura en su salvación nacional bajo el pacto Abrahámico incondicional, pero los individuos israelitas tenían una salvación insegura bajo el pacto condicional Mosaico. El Dr. Chafer contrastó esto con la situación de la iglesia universal en la que tanto el cuerpo corporativo y todos los individuos en el cuerpo corporativo están seguros.26 Ahora tenemos los antecedentes necesarios para examinar la comprensión del Dr. Chafer de la forma de salvación en el Antiguo Testamento. Hay cuatro elementos en la explicación del Dr. Chafer de la salvación del Antiguo Testamento. 27 El primer elemento es el nacimiento físico en el judaísmo. Según el Dr. Chafer: Cualquiera que haya sido el método divino de tratar con individuos antes del llamamiento a Abraham y la entrega de la ley 25 Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 43; Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:15. 26 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 220. 27 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:181. -196- Capítulo 12 de Moisés, es evidente que, con el llamamiento a Abraham y la entrega de la ley y todo lo que siguió, hay dos provisiones divinas muy diferentes, estandarizadas, divino por las que el hombre, que está completamente caído, podría estar a favor de Dios, a saber, (a) por nacimiento físico en el judaísmo, o (b) por nacimiento espiritual en el Cristianismo o el reino de Dios. 28 También deben hacerse distinciones entre las bendiciones y privilegios dentro de los pactos y los términos de admisión en ellos. En el caso del Israelita, la entrada en los pactos era por nacimiento físico; mientras que en el caso del cristiano es por nacimiento espiritual.29 Los israelitas se convierten en lo que son por nacimiento físico. Cada uno de ellos son engendrados de padres humanos y su herencia es transmitida por generación humana. Los cristianos se convierten en lo que son por nacimiento espiritual. Ellos son engendrados directamente por Dios y, por lo tanto, son Su descendencia legítima. Su herencia es que cada uno es un hijo de Dios.30 No se puede dar demasiada importancia al hecho de que un israelita nacía físicamente en una raza elegida, una nación redimida, y hecho heredero de los pactos sempiternos. Mientras que un israelita era inducido por su nacimiento físico en todos los privilegios del pueblo elegido, había en la ley un elemento de mérito porque lo acompañaban bendiciones por el cumplimiento, y juicios por el fracaso.31 El judío, aunque bajo la ley legalista de Moisés, todavía era un heredero por nacimiento del pacto incondicional y de gracia hecho a 28 Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 41; Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:14-15. 29 Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 76. 30 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:48. 31 Ibid., 4:159. -197- Capítulo 12 Abraham. El pacto Abrahámico fue un pacto nacional, y desde que un judío se convertía en un miembro de la nación judía por nacimiento, se convertía en un heredero de las bendiciones nacionales prometidas al nacer. Por lo tanto, según el Dr. Chafer, el judío se convertía en miembro del pueblo terrenal de Dios a través del nacimiento físico, así como el cristiano se convierte en un miembro del pueblo celestial de Dios a través del nacimiento espiritual. Esta admisión de gracia en las relaciones del pacto a través del nacimiento físico, significaba que la salvación del Antiguo Testamento no era enteramente por la ley. 32 Después de todo, la ley no convertía a uno en judío. Eso era hecho por nacimiento físico. El segundo elemento en el sistema de salvación del Antiguo Testamento del Dr. Chafer es el sistema de sacrificios. El judío como individuo estaba bajo el pacto meritorio de la ley y él era responsable de guardar la ley en su totalidad. Eso, sin embargo, era imposible. Nadie podía guardar plenamente la ley, especialmente no en el poder de la carne sin habilitación divina. La única razón por la que la salvación era posible para el judío, era porque tenía el sistema de sacrificios como un medio para obtener el perdón por sus transgresiones de la ley. Como explica el Dr. Chafer: La posición final de cualquier judío ante Dios no se basaba únicamente en la observancia de la ley, sino contemplaba a ese judío a la luz de los sacrificios que había presentado en su propio beneficio.33 En caso de fallar en cumplir la ley, los sacrificios eran aceptados como un medio para la restauración. Como el cristiano puede ser perdonado y purificado sobre la base de la confesión de su pecado a Dios (1 Juan 1:9), así los israelitas, tanto individual como nacionalmente, eran restaurados por sacrificios.34 32 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 221. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:182. 34 Ibid., 4:159. 33 -198- Capítulo 12 Al mirar hacia atrás en su experiencia en el judaísmo, el apóstol Pablo podía decir que había estado, como 'tocante a la justicia que está en la ley, irreprensible' (Fil. 3:6). Esto no implicaba perfección sin pecado, sino más bien que siempre había proporcionado los sacrificios necesarios. Sobre esa base el judío fiel vivía y era aceptado por Dios en el sistema Mosaico. 35 La salvación del Antiguo Testamento en el sistema del Dr. Chafer implicaba el perdón de los pecados a través de sacrificios rituales y rectitud personal a través de guardar la ley. El Dr. Chafer declaró que ni el principio de gracia por-fe, ni la justicia imputada de Cristo eran parte de la salvación del Antiguo Testamento.36 Él enseñó que los judíos no usaban el principio de la fe porque ignoraban la posibilidad de una justicia imputada por fe a pesar del ejemplo de Abraham y David del que se habla en Romanos 4.37 El Dr. Chafer dijo que Abraham era "el modelo de un cristiano bajo la gracia y no de un judío bajo la ley.38 Él afirmó que "el principio por-fe que se anunció en el pacto se vuelve a poner en vigor, a través de la muerte de Cristo", 39 y que la ley Mosaica era precedida (Ex. 19:4) y seguida (Juan 1:17) por gracia."40 En cuanto a la justicia imputada en el Antiguo Testamento, el Dr. Chafer dijo lo siguiente: Israel, como nación, nunca se ve en el cielo, ni son como un pueblo, como es cierto de la Iglesia, constituido justo. Aunque se le llama "una nación santa", esa santidad es relativa en lugar de absoluta.41 Y el Dr. Chafer dijo lo siguiente acerca de la justicia imputada en el Sermón del Monte y en el reino milenario: 35 Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 92. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:215-216. 37 Ibid., 3:79-80. 38 Ibid., 3:84. 39 Ibid., 4:229. 40 Ibid., 7:226. 41 Ibid., 4:131. 36 -199- Capítulo 12 Ninguna referencia, aquí ni en otro lugar, en este sermón, se hace a la rectitud imputada. La justicia del santo del reino bajo el reinado del Mesías excederá la justicia de los escribas y Fariseos. De hecho, tal calidad personal y mérito se exigen para entrar en ese reino en absoluto. Muchos judíos serán juzgados indignos de entrar en el reino, y aquellos que serán juzgados incluirá a los judíos de la dispensación pasada que son elevados a este juicio (cf. Dan. 12:1-3) tanto como la última generación viviendo que entrará en ese juicio. Un recordatorio en este punto puede estar en orden, que afirma una vez más que el creyente recibe en esta era la justicia que es un don de Dios hecho posible a través del dulce olor de la muerte de Cristo y sobre la base de la posición del creyente en Cristo.42 La salvación del Antiguo Testamento como lo explica el Dr. Chafer suena como un sistema legalista basado en obediencia ritual y moral. El Dr. Chafer, sin embargo, argumenta que la salvación del Antiguo Testamento como él ha explicado es un sistema de gracia: Dado que la fidelidad humana en cualquier grado nunca podría ser la exacta compensación o intercambio exactos para los valores de la vida eterna o para las bendiciones interminables en el reino, hay una medida de la gracia divina a ser vista en la salvación del pueblo terrenal elegido.43 El tercer elemento en el sistema del Dr. Chafer de salvación del Antiguo Testamento es la enseñanza de que un judío podría ser repudiado de la nación y por lo tanto del pacto abrahámico de gracia al descuidar el guardar la ley y ofrecer sacrificios. El Dr. Chafer lo expresó de la siguiente manera: El individuo judío podría fallar en su conducta y así descuidar los sacrificios como para, al final, ser repudiado de Dios y expulsado 42 Ibid., 5:106. Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 91. 43 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 222. -200- Capítulo 12 (Gén. 17:14; Deut. 28:58-61; Ezequiel 3:18; Mateo 10:32-33; 24:50-51; 25:11-12, 29-30).44 Así se revela que la salvación de un israelita, que vivió en la edad Mosaica, edad que se completará en la tribulación venidera, era garantizada por el pacto; sin embargo, el individuo podría, al no hacer la voluntad revelada de Dios como se encuentra en la Ley Mosaica, sacrificar su lugar en el reino venidero y ser separado de su pueblo (cf. Lc. 10:25-28; 18:18-21; Mat. 8:11,12; 24:50,51; 25:29,30). La salvación de Israel por Jehová se basará en la muerte de Cristo. Los términos humanos, debido a la promesa del pacto con respecto a su salvación, no son los mismos que los requeridos por Abraham o un individuo en esta edad, ya sea judío o gentil.45 Y el Dr. Chafer también dio una idea de su pensamiento sobre este punto en sus comentarios del Sermón sobre el Monte: Así, también, es grande la diferencia entre aquellos que están en peligro del infierno de fuego (Mateo 5:22,29-30) y aquellos que están justificados por un principio de justicia divina perfecta que no han hecho más que creer en Jesús, incluso los impíos (Rom. 3:26; 4:5). ... Y, una vez más, se debe considerar una distinción entre los que siguen un camino - estrecho y angosto - con la meta en vista de que pueden encontrar vida al final de ese camino (Mateo 7:14) y aquellos a quienes se les ha dado la vida eterna como posesión actual (Juan 3:36; Rom. 6:23; 1 Juan 5:11-12). Finalmente, muy lejana está la situación en la que algunos oyen al Señor decir: "Nunca os conocí: apartaos de mí, hacedores de iniquidad" (Mateo 7:23), y la seguridad de que el que confía en Cristo "no perecerá jamás" (Juan 10:28; Rom. 8:1).46 44 "De la elección de la Iglesia que es individual, nadie podría perderse jamás. Por otro lado, la nación elegida será depurada y de ella se quitará todo lo que ofende." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:321. 45 Lewis Sperry Chafer, "Inventing Heretics Through Misunderstanding", Bibliotheca Sacra, volumen 102, número 405 (enero - marzo de 1945), 4-5. 46 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 5:112-113. -201- Capítulo 12 Por supuesto, los intérpretes Reformados están de acuerdo en que el judío del Antiguo Testamento podría ser desheredado de la nación por pecado prepotente y sin arrepentimiento. El intérprete Reformado, sin embargo, no hace el nacimiento en Israel el Antiguo Testamento equivalente a la regeneración del Nuevo Pacto. Para los intérpretes Reformados, el que los infieles del Antiguo Testamento sean desgajados del olivo de Israel, está en la misma categoría con la disciplina de la iglesia del Nuevo Testamento y no debe ser contrastado con la seguridad del Nuevo Pacto en Cristo. El cuarto elemento del sistema del Dr. Chafer es la salvación nacional de la nación Israel. El Dr. Chafer sostuvo que esta salvación nacional era un objetivo principal en la muerte de Cristo.47 Esta salvación nacional debe tomar lugar durante el período de tribulación de siete años de dispensación futurista después de que la iglesia ha sido raptada, y en conexión con el retorno post-tribulación de Cristo. Durante la tribulación, Israel será reunida en la tierra de Palestina y muchos judíos se volverán a Dios a través de la renovada predicación del evangelio del reino. 48 El evangelio del reino, según el Dr. Chafer, era lo que Juan el Bautista y Jesús habían predicado en el primer advenimiento antes de que Jesús se volviera de Israel a los gentiles. El Dr. Chafer citó la siguiente definición del evangelio del reino de la Biblia de Referencia de Scofield: Estas son las buenas nuevas que Dios se propone establecer en la tierra, en cumplimiento del Pacto Davídico (2 Sam. 7:16 ...) un reino, político espiritual, israelita, universal, sobre el cual El Hijo de Dios, heredero de David, será Rey, y que será, durante mil años, la manifestación de la justicia de Dios en los asuntos humanos... Se mencionan dos predicaciones de este Evangelio, una pasada, comenzando con el ministerio de Juan el Bautista, continuada por nuestro Señor y Sus discípulos, y terminando con el rechazo judío 47 48 Ibid., 3:108. Ibid., 4:318-322; 3:105-108. -202- Capítulo 12 del Rey. La otra es aún futura (Mateo 24:14), durante la gran tribulación, e inmediatamente antes de la venida del Rey en gloria.49 En el retorno post-tribulación de Cristo, Él debe liberar a la nación de Israel de todos sus enemigos y salvar a Israel como nación de todos sus pecados aplicando la eficacia de Su muerte a los muchos pecados judíos que durante siglos han estado temporalmente cubiertos por sacrificios de animales. Debe haber un Juicio nacional en el que todos los judíos del Antiguo Testamento que fueron infieles a la ley Mosaica serán cortados y removidos del pueblo. Entonces el Espíritu Santo obrará en el corazón de los judíos fieles restantes, quienes entonces serán movidos a aceptar en fe la muerte de Cristo para su salvación nacional. Y así, "todo Israel será salvo" (Rom. 11:26). 50 Como resultado del regreso de Cristo y de esta salvación nacional, los judíos de todas las épocas, excepto la edad de la iglesia entre paréntesis que fue fiel al judaísmo, heredarán la tierra prometida a Abraham. 51 Estos judíos, junto con las naciones gentiles que trataron bien a Israel durante el período de tribulación, entrarán en el milenio terrenal y la iglesia permanecerá en el cielo. En el milenio, las naciones gentiles serán inferiores a Israel como sirvientes de Israel.52 E Israel tendrá una herencia milenaria que será inferior a la iglesia, la cual residirá en el cielo y gobernará como la consorte de Cristo.53 El Dr. Chafer expresó incertidumbre sobre "el estado eterno de los patriarcas como Adán, Enoc, Noé, Job y Melquisedec." 54 No sé si el Dr. Chafer creía que estos heredarían la tierra con Israel o el cielo con la iglesia. 49 Ibid., 7:175. Ibid., 3:105-107. 51 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 223. 52 Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, páginas 20-22; Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:5-6,416; 3:108; 5:355-356. Véase también John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), página 304. 53 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 223. 54 Ibid., Página 224. 50 -203- Capítulo 12 Al final del milenio, habrá la creación de los nuevos cielos y la nueva tierra. En esta nueva creación, la separación entre Israel y la iglesia continuará a través de la eternidad. Los nuevos cielos serán la herencia eterna del pueblo celestial, la iglesia y la nueva tierra judaica será la herencia eterna del pueblo terrenal, Israel. 55 Hay tres problemas obvios con el sistema del Dr. Chafer. En primer lugar, aunque él negó que enseñara divergentes formas de salvación en diferentes épocas, 56 él hizo muchas declaraciones que parecían justificar esta crítica. En segundo lugar, el Dr. Chafer interpretó que la frase cielo y tierra se refiere a dos esferas separadas que deben permanecer eternamente distintas. La frase cielo y tierra es una figura común hebrea del habla (un merismo) que solía referirse a toda la realidad creada.57 Y tercero, el Dr. Chafer al enseñar que los santos resucitados del Antiguo Testamento estarían en la tierra durante el milenio, y que los santos resucitados de la iglesia no estarían en la nueva tierra durante la eternidad, contradicen las enseñanzas del Nuevo Testamento sobre la Nueva Jerusalén. Este tercer punto sobre la Nueva Jerusalén necesita alguna explicación. Un examen minucioso de Apocalipsis 21 demostrará que la Nueva Jerusalén no viene al planeta tierra hasta después de la creación del nuevo cielo y la tierra nueva (Ap. 21:1-2,9-10). Como se demostró en el capítulo dos, la enseñanza de Apocalipsis 21, Hebreos 11:39-40 y Hebreos 12:22-23 indica que la Nueva Jerusalén es simbólica para los santos de todas las épocas. Esta enseñanza del Nuevo Testamento sobre la Nueva Jerusalén contradice dos aspectos del sistema del Dr. Chafer. Tanto los santos resucitados del Antiguo Testamento como los santos resucitados de la iglesia están en la Nueva Jerusalén. La Nueva Jerusalén tiene una ubicación celestial durante el milenio dispensacional, pero está en la tierra nueva durante la eternidad. Esto hace que sea imposible que 55 Ibid. Lewis Sperry Chafer, "Inventing Heretics Through Misunderstanding," Bibliotheca Sacra, volúmen 102, número 405 (Ene. - Mar, 1945),1. Citado en Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), página 113. 57 Merismo: una forma de sinécdoque en la que una totalidad se expresa mediante dos partes contrastantes. 56 -204- Capítulo 12 los santos resucitados del Antiguo Testamento estén en la tierra durante la era milenaria, y los santos resucitados de la iglesia no estén en la tierra nueva durante la eternidad. Estas tres áreas problemáticas con la enseñanza del Dr. Chafer son las áreas en las que los dispensacionalistas revisados se han apartado del sistema del Dr. Chafer. Los dispensacionalistas revisados han eliminado el primer problema al enseñar claramente una salvación por fe en el Antiguo Testamento. El Dr. Charles C. Ryrie explica esta posición de la siguiente manera: La base para la salvación en todas las épocas es la muerte de Cristo; el requisito para salvación en cada época es fe; el objeto de la fe en toda época es Dios; el contenido de la fe cambia en las varias dispensaciones. Es este último punto, por supuesto, que distingue el dispensacionalismo de la teología del pacto, pero no es un punto en el que pueda atestiguarse el cargo de enseñar dos caminos de salvación. Simplemente reconoce el hecho obvio de la revelación progresiva. Cuando Adán miraba a las túnicas de pieles con las que Dios lo había vestido a él y a su esposa, no veía lo que el creyente hoy ve mirando hacia atrás en la cruz del Calvario. Y tampoco otros santos del Antiguo Testamento vieron lo que podemos ver hoy.58 El Dr. Ryrie cita la declaración doctrinal del Seminario Teológico de Dallas, que dice: ... creemos que era históricamente imposible que [los santos del Antiguo Testamento] hubieran tenido como objeto consciente de su fe, el Hijo encarnado y crucificado, el Cordero de Dios (Juan 1:29), y que es evidente que no comprendieron como nosotros que los sacrificios representaban la persona y obra de Cristo. Creemos también que no entendían el significado redentor de las profecías o tipos concernientes a los sufrimientos de Cristo (1 Pedro 1:1012); por lo tanto, creemos que su fe hacia Dios se manifestó de 58 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, páginas 123-124. -205- Capítulo 12 otras maneras como lo demuestra el largo registro en Hebreos 11:1-40. Creemos además que la fe que manifestaron les fue contada por justicia (cf. Rom. 4:3 con Gén. 15:6; Rom. 4:5-8; 11:7).59 Dado que los dispensacionalistas no pueden permitir que los santos del Antiguo Testamento tengan una posición en Cristo, parece consistente que ellos negaran que la fe de los santos del Antiguo Testamento estaba en el Cristo venidero. El Dr. Ryrie ha declarado que el objeto de la fe en cada época ha sido Dios, y que el contenido de la fe era diferente en el Antiguo Testamento. Esta declaración permite una gran latitud en la interpretación del contenido de la fe en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, acomodaría el siguiente análisis de la fe de Abraham por el Dr. Chafer: Abraham creyó que Dios respetaba al hijo que él mismo engendraría. ... ... Dios imputa justicia a los que creen en esta era, cuya justicia es la característica principal de la salvación, a la única demanda de que crean; pero esta creencia no se centra en un hijo que cada individuo pueda engendrar, como en el caso de Abraham, sino en el Hijo que Dios ha dado a un mundo perdido, que murió por el mundo y a quien Dios ha resucitado de entre los muertos para ser el Salvador de aquellos que creen. En Romanos 4:23,24 está escrito: “Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro,” A partir de esto se verá que, aunque el objeto específico de la fe - Isaac en el caso de Abraham 59 We Believe ... Doctrinal Statement (Dallas: Dallas Theological Seminary, n.d.), página 11. -206- Capítulo 12 y Jesucristo en el caso de los cristianos - varía, ambos tienen una promesa de Dios sobre la cual descansar y ambos creen en Dios.60 Cristo, sin embargo, dijo que Abraham vio Su día y se alegró (Juan 8:56). Pablo dijo que Dios predicó el Evangelio a Abraham (Gálatas 3:8). Esto no quiere decir que Abraham entendiera la promesa del pacto tan bien como lo hacemos hoy en día. Esto quiere decir que el contenido de la fe de Abraham fue más allá de la creencia de que tendría un hijo en su vejez. Esto quiere decir que el objeto de la fe de Abraham fue una revelación progresiva de la promesa del pacto que Dios comenzó a revelar en la Promesa redentora de la simiente en Génesis 3:15. Con respecto al objeto y al contenido de la fe, yo diría que el objeto de la fe salvífica para el pueblo de Dios siempre ha sido Dios como el dador de Su promesa de pacto, y que el conocimiento del pueblo del pacto y la comprensión de la promesa del pacto de Dios ha cambiado progresivamente a través de los siglos. Pablo se refiere a los "pactos de la promesa" (Ef. 2:12), lo que implica que todos los diversos pactos que Dios ha administrado a lo largo de la historia redentora están unidos por una promesa común. Aquí tenemos la diversidad de desarrollo (muchos pactos) y la unidad orgánica (una promesa) de Revelación progresiva. La promesa del pacto de Dios nunca ha cambiado, pero el conocimiento y la comprensión del hombre acerca de la promesa del pacto de Dios ha progresado en gran medida a través de los siglos y progresarán en el futuro cuando todos los santos vean a Cristo resucitado y glorificado cara a cara en su segundo advenimiento. El hecho de que hoy en día conozcamos y entendamos la promesa del pacto de Dios mejor que los santos del Antiguo Testamento no significa que el objeto de su fe no era la misma promesa del pacto. El cristiano de hoy tiene fe en el Cristo que ya ha venido históricamente y se ha manifestado a sí mismo a través del primer advenimiento. La fe en el Cristo que ha venido, sin embargo, no es más que fe en la promesa de Génesis 3:15 con un conocimiento y comprensión de la promesa de Génesis 3:15. El objeto de la fe de Adán y Eva era la promesa de la simiente-Redentor, y el último referente de 60 Lewis Sperry Chafer, "Inventing Heretics Through Misunderstanding," Bibliotheca Sacra, volúmen 102, número 405 (Ene. - Mar, 1945),2-3. -207- Capítulo 12 esa promesa fue Jesús de Nazaret, independientemente del nivel de su comprensión de la promesa. El referente final del sistema sacrificial y gran parte de la ley ceremonial mosaica era Cristo. Haber creído en estas promesas e instituciones del Antiguo Testamento era haber creído en la promesa mesiánica en la medida en que había sido revelada. El contenido de la fe salvífica no ha cambiado a través de los siglos; el conocimiento y comprensión de los hombres acerca de ese contenido ha cambiado progresivamente a través de los siglos. Esta explicación del contenido de la salvación del Antiguo Testamento se adapta mejor al concepto de revelación progresiva, ya que el concepto mismo de progresión implica una unidad orgánica, así como la diversidad y el cambio de desarrollo. A pesar de la enseñanza del Dr. Ryrie sobre el contenido cambiante de la fe a través de los siglos, el Dr. Ryrie aparece en su discusión sobre el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento para enseñar que el contenido vagamente visto de la fe de los santos del Antiguo Testamento era el Cristo venidero: Y, sin embargo, la ley contenía la revelación que llevó a los hombres a darse cuenta de que su fe debe estar puesta en Dios el Salvador. ¿Cómo hizo esto? Principalmente a través del culto que instituyó a través del sistema de sacrificios. Los sacrificios eran parte de la ley; el cuidado de ellos no salvaba; y, sin embargo, un hombre podía responder a lo que enseñaban para lograr la salvación eterna. 61 ... parecía haber habido en las ofrendas algo que podría apuntar a un adorador creyente a un mejor sacrificio que finalmente resolvería toda la cuestión del pecado. Esto podría llamarse una eficacia ulterior en los sacrificios que no les pertenecían como sacrificios, sino como prefiguraciones de un trato final con el pecado. Sin embargo, no puede implicarse que el israelita entendiera lo que el trato final era. ... Cristo no era el objeto consciente de su fe, aunque fueron salvados por la fe en Dios, tal 61 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, page 126. -208- Capítulo 12 como Él se había revelado a Sí mismo, principalmente a través de los sacrificios que instituyó como parte de la ley mosaica. 62 Hay poca diferencia entre lo que el Dr. Ryrie ha declarado aquí y la posición general Reformada sobre el contenido de la fe del Antiguo Testamento. Para distinguirse de la posición Reformada, el Dr. Ryrie tiene que caracterizar al teólogo del pacto como presuposicionalmente inclinado hacia la enseñanza de que el santo del Antiguo Testamento entendía la obra de Cristo como tipificada en los sacrificios tan claramente como lo hace el Santo del Nuevo Testamento: La falacia obvia en la solución del teólogo del pacto a este problema es que es un enfoque a priori que ha dado resultados artificiales. La suposición es que todo lo relacionado con la salvación debe ser igual; por lo tanto, el objeto consciente de la fe de los santos del Antiguo Testamento debe haber sido Cristo. Esto no quiere decir que los teólogos del pacto no reconozcan una limitación en la revelación del Antiguo Testamento, pero hacen todo lo posible para eliminar el efecto resultante que cualquier limitación de la revelación podría tener sobre la doctrina de la salvación del Antiguo Testamento. 63 Lo anterior puede ser una crítica válida a ciertas declaraciones de intérpretes Reformados individuales,64 pero el Dr. Ryrie no debería acusar a los teólogos del pacto como una clase que comete este error. Por ejemplo, examine la siguiente declaración del teólogo Reformado Geerhardus Vos: A pesar de que la eficacia provisional defectuosa de las ceremonias podría percibirse en cierta medida, era mucho más difícil decir lo que se pretendía que tomara su lugar en el futuro. Aquí el tipo necesitaba la ayuda de la profecía para su interpretación (cp. Isa. 53). No debemos inferir de nuestra lectura 62 Ibid., página 129. Ibid., página 123. 64 Ibid., página 122. 63 -209- Capítulo 12 relativamente fácil de los tipos que los israelitas de antaño sentían la misma facilidad para interpretarlos. No es histórico llevar de vuelta a la mente del Antiguo Testamento nuestra conciencia desarrollada de estos asuntos. Sin embargo, la falta de comprensión no quita valor al significado objetivo que estos tipos tenían en la intención de Dios. 65 O examine la siguiente declaración de Patrick Fairbairn, un intérprete Reformado de una era pasada: Era relativamente fácil para el adorador judío para entender cómo, de vez en cuando, él estaba relacionado con un santuario visible y una herencia terrenal, o para pasar por el proceso de una purificación señalada por medio del agua y la sangre de las víctimas asesinadas aplicada externamente a su cuerpo, - mucho más fácil que para el cristiano para aprehender claramente su relación con un santuario celestial y realizar la limpieza de su conciencia de toda culpa por la aplicación interna del sacrificio de Cristo y la gracia regeneradora del Espíritu Santo. Pero para que el adorador judío hiciera tanto su parte como la del cristiano, tanto para leer el significado del símbolo como expresivo de lo que ya estaba abierto a sus ojos, como para descubrir su referencia oculta a las realidades aún no descubiertas de una mejor dispensación, - habría requerido un alcance de discernimiento y una fuerza de fe mucho más allá de lo que ahora se necesita en el cristiano.66 Una segunda área donde los dispensacionalistas revisados difieren significativamente del dispensacionalismo más antiguo del Dr. Chafer está relacionado con el concepto de la Nueva Jerusalén y con la interpretación de los nuevos cielos y la nueva tierra, los puntos 65 Geerhardus Vos, Biblical Theology: Old and New Testaments (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1948), páginas 147-148. 66 Patrick Fairbairn, The Typology of Scripture Viewed in Connection with the Whole Series of the Divine Dispensations, 2 vols. (Nueva York, 1900; reimpreso, Grand Rapids: Baker Book House, 1975), 1:58. -210- Capítulo 12 problemáticos segundo y tercero en el sistema del Dr. Chafer. En el sistema más reciente como contenidos en los escritos del Dr. J. Dwight Pentecost y el Dr. John F. Walvoord, la iglesia entra en su estado eterno en la Jerusalén celestial en el rapto inmediatamente antes del comienzo del período de siete años de tribulación. Durante este período de tribulación, el programa de Dios con Israel, que fue interrumpido por la era de la iglesia, se reanudará. Después de este período de tribulación, en el momento del segundo advenimiento y el comienzo del milenio dispensacional, la Jerusalén celestial descenderá a una posición flotante sobre la tierra de Palestina. 67 Esta ciudad satélite tendrá dimensiones asombrosas, ya sea un cubo o una pirámide con una base cuadrada de 1500 millas y una altura de 1500 millas. 68 En el momento del segundo advenimiento, los santos muertos del Antiguo Testamento resucitarán y entrarán en su estado eterno en la Jerusalén celestial junto con los santos de la iglesia resucitados. Los santos judíos vivos que sobrevivieron al período de tribulación, sin embargo, entrarán en el milenio en cuerpos no resucitados en la tierra junto con gentiles selectos.69 Los santos resucitados de la ciudad celestial serán libres de viajar hacia y desde la tierra durante el período milenario. 70 Al final del milenio, los nuevos cielos y la nueva tierra serán creados, la ciudad celestial descenderá a Palestina en la nueva tierra, y los redimidos de todas las edades disfrutarán de la eternidad juntos en la nueva tierra. Este sistema más reciente no tiene los problemas específicos señalados anteriormente en el sistema del Dr. Chafer. En este sistema dispensacional revisado, hay un destino eterno para los santos de todas las edades de acuerdo con una interpretación adecuada de la frase cielo y tierra. Además, este sistema no contradice la enseñanza del Nuevo 67 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 226. Ibid., Página 227. 69 En un trabajo más reciente, el Dr. Walvoord establece las dimensiones en 1342 millas, y menciona que la ciudad también podría ser una esfera. Véase John F. Walvoord, The Church in Prophecy, páginas 161-162. John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 324-325; J. Dwight Pentecost, Things to Come, páginas 542, 415, 422; Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 146. 70 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, página 329; J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 579. 68 -211- Capítulo 12 Testamento sobre la Nueva Jerusalén como lo hace el sistema del Dr. Chafer. Este nuevo sistema, sin embargo, ha generado nuevos problemas en sus ajustes para compensar los viejos problemas del sistema del Dr. Chafer. En primer lugar, este nuevo sistema no permite que los santos del Antiguo Testamento hereden la tierra prometida a Abraham y su simiente. El Dr. John F. Walvoord, dispensacionalista revisado, ha dicho lo siguiente: Gran parte de la confusión que existe con respecto al milenio y el estado eterno, proviene de un fracaso al distinguir entre las promesas que se dan a la última generación de santos que están en la tierra en el momento del segundo advenimiento, y las promesas que se han dado a los santos resucitados o trasladados tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Las profecías del Antiguo Testamento dan una base adecuada para la doctrina de que Israel tiene una esperanza terrenal. Los profetas en las horas más oscuras de Israel pintaron el cuadro más brillante del reino terrenal venidero en el que Israel participaría como una nación favorecida y poseería su tierra prometida bajo el reinado del Hijo de David. Las promesas dadas, sin embargo, se refieren claramente a aquellos que no resucitaron y son dirigidas a la nación de Israel, tal como se constituirá en el momento de la segunda venida, es decir, los israelitas que sobrevivirán a la gran tribulación. Ellos y su simiente heredarán la tierra prometida y cumplirán los cientos de profecías que tienen que ver con la esperanza de Israel en el reino milenario. Estas promesas están delineadas en los pactos Abrahámico, Davídico, Palestino, y nuevo.71 La explicación del Dr. Walvoord se vuelve obviamente inadecuada en el momento en que uno recuerda que el pacto abrahámico declaró específicamente que Abraham mismo heredaría la tierra junto con su simiente. Pero Abraham, en este esquema dispensacional revisado, 71 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 324-325. -212- Capítulo 12 no estará en la tierra durante el milenio para heredar tierra alguna. Él estará en la ciudad celestial. La especulación acerca de la Nueva Jerusalén flotando sobre Palestina durante el milenio, y la posibilidad de que sus habitantes viajen hacia y desde el planeta tierra, puede tener la intención de compensar este defecto, al dar al menos a los santos del Antiguo Testamento, como Abraham, acceso a la tierra que se supone que heredan. En realidad, este sistema revisado no permite a Abraham heredar ninguna tierra durante el milenio, sino que lo convierte en un sirviente milenario en la ciudad celestial. 72 Un segundo problema con este sistema más nuevo es que en este sistema las palabras para siempre ya no literalmente significan para siempre, sino significan una larga duración o, para ser específico, mil años. Esto no es literalismo consistente, porque Dios prometió dar la tierra a Abraham y a su descendencia para siempre. Es por eso que en el sistema del Dr. Chafer los judíos continuaron por toda la eternidad con una herencia judía distintiva. Como dijo el Dr. Chafer: Esas promesas terrenales son confirmadas por el juramento de Jehová y se extienden para siempre; de lo contrario, el lenguaje deja de ser un medio confiable para la expresión de la verdad. 73 Si la dicotomía entre el pueblo terrenal y el pueblo celestial es mantenida consistentemente, y si los pactos judíos son pactos eternos, entonces los judíos deben tener una eternidad distintivamente judía separada de la iglesia. Pero si los pactos judíos encuentran su completo cumplimiento en la eternidad, como en el sistema del Dr. Chafer, esto atenúa el milenio y lo convierte en un mero apéndice al sistema dispensacional. El milenio dispensacionalista ya no es obligatorio ni "una parte integral de todo su esquema e interpretación de muchos pasajes bíblicos" 74 si los pactos judíos encuentran su cumplimiento final en la 72 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 228. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:30. 74 El lenguaje usado aquí es de una crítica de los premilenialistas no dispensacionalistas por el Dr. Ryrie. Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today, página 160. 73 -213- Capítulo 12 eternidad, y no en el milenio. Por lo tanto, en el pensamiento dispensacionalista revisado, estos pactos eternos deben encontrar su cumplimiento básico en el milenio específicamente judío, y no durante la eternidad en la nueva tierra que será compartida con la iglesia. Para siempre, por lo tanto, significa mil años. Un tercer problema con el sistema dispensacionalista revisado es la nueva tensión significativa que pone en la dicotomía dispensacional entre promesas nacionales e individuales. En el sistema del Dr. Chafer, todos los individuos dentro de la nación iban a recibir las mismas promesas, aunque es cierto que era sobre una base condicional, y que la nación en su conjunto iba a recibir las promesas sobre una base incondicional. Todos aquellos individuos que permanecieron miembros de pleno derecho de la nación, eran herederos de la promesa nacional de tierra, que iba a realizarse en un reino terrenal venidero. Según el Dr. Chafer: El glorioso reino mesiánico ha sido la esperanza de los santos del Antiguo Testamento y en conformidad con esta esperanza ellos ordenaron sus vidas.75 En el dispensacionalismo revisado, ninguno de los individuos que formaron la nación en el Antiguo Testamento debe recibir la herencia nacional prometida. Los únicos individuos que heredarán la tierra en este nuevo esquema son los judíos vivos de esa generación futura que entrará en el milenio y sus descendientes. Las esperanzas individuales de todos los judíos como individuos de la era del Antiguo Testamento encuentran su cumplimiento no en la herencia nacional judía, sino en la Jerusalén celestial, y en una eternidad compartida con la iglesia. 76 ¿Qué importancia tenía una promesa nacional para un judío del Antiguo Testamento, si él como individuo no iba a participar de ella? 75 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:406. Véase también Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 91. 76 Ver Notas al Pie de Página Extensas, Página 228. -214- Capítulo 12 Un cuarto problema es que el dispensacionalista revisado le da al santo del Antiguo Testamento un destino eterno en común con la iglesia, pero sin dar al santo del Antiguo Testamento una salvación basada en la unión del pacto con Cristo. No veo justificación para que el santo del Antiguo Testamento tenga el mismo destino eterno que el santo del Nuevo Testamento, aparte del santo del Antiguo Testamento esté en unión con Cristo en la eternidad. No estar en unión de pacto con Cristo, no es simplemente una diferencia cuantitativa en la salvación del Antiguo Testamento, que le permite al santo del Antiguo Testamento tener la misma herencia que el santo de la iglesia, pero con menos honor. Es una diferencia cualitativa que requiere una herencia separada en su conjunto, suponiendo que cualquier herencia es posible aparte de la unión del pacto con Cristo. Un dispensacionalista podría argumentar que Abraham tenía una justicia imputada, y que Abraham, un santo del Antiguo Testamento que no había experimentado el bautismo del Espíritu, no estaba ni está en unión de pacto con Cristo. ¿No lo estaba? Pablo usa la justicia imputada de Abraham como prueba de que el cristiano tiene una justicia imputada (Rom. 4:22-25), y la justicia imputada para el cristiano es una justicia imputada "en Cristo" (2 Cor. 5:21). ¿Tenía Abraham una justicia imputada "fuera de Cristo"? Eso no es posible ya que la justicia que se imputa en la justificación es la justicia de Cristo. Y, suponiendo que pueda haber una justicia imputada "fuera de Cristo", entonces sería radicalmente inferior a la justicia que es "en Cristo". Y en correlación a esto, el santo del Antiguo Testamento debe recibir un destino eterno que difiere del destino eterno de la iglesia, como la tierra difiere de los cielos. Así es como el Dr. Chafer pensaba, y no sin razón. Dar al santo del Antiguo Testamento un destino eterno de acuerdo con una justicia "en Cristo" es poner al santo del Antiguo Testamento en la iglesia, porque la iglesia consiste en todos los que están en Cristo. Un quinto problema es que las diferencias entre el dispensacionalismo revisado y el más antiguo evidencian un uso menos consistente de la hermenéutica dispensacionalista por parte de los dispensacionalistas revisados. Sobre la base de su hermenéutica, los dispensacionalistas han insistido durante mucho tiempo en que la simiente que va a heredar la tierra es la simiente física de Abraham. El Dr. Chafer puso más énfasis en la importancia del nacimiento físico en la -215- Capítulo 12 salvación del Antiguo Testamento, haciendo del nacimiento físico una parte integral de la salvación del Antiguo Testamento y minimizando la importancia de la salvación del prosélito aparte del linaje físico en el Antiguo Testamento.77 El nuevo énfasis del dispensacionalismo revisado en la salvación por fe en el Antiguo Testamento también podría llamarse una lectura del Nuevo Testamento en el Antiguo Testamento. Después de examinar el concepto dispensacional de la salvación del Antiguo Testamento, debe concluirse que las teorías dispensacionales sobre este tema son inadecuadas y objetables. Se pueden plantear muchas preguntas para mostrar aún más esta insuficiencia: ¿Será reparado el velo rasgado del templo para el tiempo del milenio y la eternidad? ¿La adoración se centrará de nuevo en Jerusalén (Juan 4:21)? ¿La pared intermedia de separación que fue derribada por Cristo será reconstruida (Ef. 2:14)? ¿Todos los santos de la iglesia van a ser superiores en la eternidad a los santos del Antiguo Testamento como Abraham, Moisés y David? ¿Es cierto que Jesús dijo que el menor en el reino de los cielos sería mayor que Juan el Bautista, pero ¿no se estaba refiriendo a los privilegios espirituales disfrutados en esta vida y no a los destinos eternos? ¿Estará María, la madre de nuestro Señor, en una asamblea eterna diferente a la de su esposo José, simplemente porque vivió unos años más? ¿Será el futuro un tiempo de retroceso en el programa de Dios en lugar de un tiempo de progreso? Estas y otras dificultades son el resultado inevitable de la dicotomía dogmática del dispensacionalista entre Israel y la iglesia cuando se aplica a la salvación del Antiguo Testamento. 77 "Aparte del privilegio otorgado a los prosélitos de unirse a la congregación de Israel, que parecía dar pocos frutos, la entrada en el derecho a participar en los pactos de bendición diseñados para el pueblo terrenal fue, y es por nacimiento físico." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:15. -216- Capítulo 12 Notas al Pie de Página Extensas 18 "Cualquier cosa que Dios declare que hará es siempre un pacto vinculante. Si de ninguna manera Él relaciona Su acción propuesta con la responsabilidad humana, el pacto se denomina propiamente incondicional. Si Él lo relaciona con la responsabilidad humana, o hace que dependa de la cooperación por parte de cualquier otro ser, el pacto se denomina apropiadamente condicional. ... Un pacto incondicional no puede ser condicional y un pacto condicional no puede ser incondicional." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism (Dallas: Dallas Seminary Press, 1936), página 73. "Si Dios ha hecho un pacto declarando lo que hará siempre y cuando el hombre haga su parte, es condicional y el elemento humano no es uno de caminar digno de lo que la gracia soberana de Dios proporciona, sino más bien uno de ser digno hasta el fin de que la promesa puede ser ejecutada en absoluto. Cuando el pacto es incondicional, Dios está limitado en lo que hará sólo por la abundancia que supera el conocimiento de Su gracia infinita. Cuando el pacto es condicional, Dios está restringido por lo que el hombre puede o desea hacer. Como un llamamiento eficaz, la obligación de andar dignamente, aunque de ninguna manera condiciona el propósito soberano, asegura una respuesta más normal y espiritual que todos los sistemas meritorios combinados. El corazón humano es mucho más sensible a la proposición expresada en las palabras "Te he bendecido, ahora sé bueno", que a la proposición que dice "Sé bueno, y te bendeciré." El elemento de la conducta humana aparece así en cada forma del pacto divino, pero de tal manera que uno se vuelve incondicional y el otro condicional." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 75. "En relación con Su pueblo terrenal, Israel y sus bendiciones, Dios ha hecho varios pactos. Algunos de estos son condicionales, y algunos incondicionales, cuyos términos sugieren que en algunos pactos Dios los obliga a depender de la fidelidad humana, mientras que en otros -217- Capítulo 12 simplemente declara lo que hará completamente aparte de la cuestión de la dignidad o la fidelidad humana." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 7:97. 21 "El pacto de la ley era estrictamente un acuerdo condicional que condicionaba las bendiciones divinas a la fidelidad humana." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 3:77. "La Ley de Moisés presenta un pacto de obras que se deben realizar en el poder de la carne; las enseñanzas de la gracia presentan un pacto de fe que se debe llevar a cabo en el poder del Espíritu. ... La naturaleza de un pacto que se basa sobre las obras humanas es obvia. Cualquier cosa que Dios prometa bajo tal pacto, está condicionada a la fidelidad del hombre. Cada bendición bajo la Ley de Moisés fue así condicionada, y cada bendición en la relación del reino se encontrará así ordenada. Volviendo a las enseñanzas del reino de Cristo en las que se abordan las cuestiones de la conducta personal y las obligaciones en el reino, se verá que todas las promesas del reino al individuo se basan en el mérito humano." Ibid., 4:211-212. 22 "En este contexto [Romanos 8:2-8], la ley se erige como la representación del sistema de méritos – ese acuerdo divino que, según el Nuevo Testamento, se sostiene como las antípodas del plan de Dios de la salvación por gracia." Ibid., 3:343. "Dado que la ley y la gracia se oponen entre sí en cada punto, es imposible que coexistan, ya sea como base de aceptación ante Dios o como regla de vida. Por tanto, es necesario que las Escrituras del Nuevo Testamento que presentan los hechos y el alcance de la gracia, tanto asumen como enseñan directamente que la ley está abolida. En consecuencia, no está vigente en la época actual en ningún sentido. Esta actual nulidad de la ley se aplica no sólo al código legal del sistema Mosaico y la ley del reino, sino a todas las posibles aplicaciones del principio de la Ley. El concepto más amplio de la ley, como se definió anteriormente, es triple: (1) las instrucciones escritas concretas, tanto de las enseñanzas de Moisés como de las enseñanzas del reino; (2) el pacto de la ley de obras en todas sus aplicaciones, que condiciona la bendición -218- Capítulo 12 y aceptación de Dios sobre la base del mérito personal; y (3) el principio de la ley de dependencia del poder de la carne, en lugar del principio de fe de una dependencia del poder del Espíritu Santo que mora en nosotros." Ibid., 4:234. "Las enseñanzas del reino, tales como la Ley de Moisés, se basan en un pacto de obras. Las enseñanzas de gracia, por otro lado, se basan en un pacto de fe. En el primer caso, la justicia es exigida; en el otro es proporcionada, tanto imputada e impartida, o forjada. Uno es de una bendición que se otorga a causa de una vida perfecta, la otra es de una vida que se debe vivir debido a una bendición perfecta ya recibida." Ibid., 4:215-216. "El carácter determinante de la ley pura se ve en el hecho de que es un pacto de obras en donde la bendición divina está condicionada al mérito humano. No se puede encontrar ninguna semejanza de este principio bajo la gracia, excepto que las recompensas deben ser otorgadas por el servicio fiel a aquellos que ya han entrado en cada presente posición y posesión proporcionada en gracia. Por lo tanto, sigue que, no sólo las reglas escritas de la ley, sino el principio mismo del pacto de la ley de las obras, ha se ha abolido en esta era de gracia.” Ibid., 4:247. "Según el Antiguo Testamento los hombres sólo eran justos porque eran verdaderos y fieles en mantener la Ley Mosaica. ... Por lo tanto, los hombres eran justos por sus propias obras para Dios, mientras que la justificación del Nuevo Testamento es la obra de Dios para el hombre en respuesta a la fe (Rom. 5:1)." Ibid., 7:219. 23 "La naturaleza de un pacto que se basa en obras humanas es obvia. Cualquier cosa que Dios prometa bajo tal pacto, está condicionado a la fidelidad del hombre. Cada bendición bajo la Ley de Moisés estaba así condicionada, y toda bendición en la relación del reino se encontrará así ordenada. Volviendo a las enseñanzas del reino de Cristo donde se abordan las cuestiones de la conducta personal y las obligaciones en el reino, se verá que todas las promesas del reino al individuo se basan en el mérito humano. Las bendiciones del reino están reservadas para los -219- Capítulo 12 pobres de espíritu, los mansos, los misericordiosos, los puros de corazón, y los pacificadores. Es un pacto de obras solamente y el trabajo enfático es hacer. “Haz esto y vivirás” es la promesa más alta de la ley. Como los hombres juzgan, así serán juzgados. Un árbol es aprobado o rechazado por sus frutos. Y no todo el que dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; sino el que hace la voluntad de 'mi Padre' que está en los cielos. Así como el individuo perdona, será perdonado. Y a menos que la justicia personal exceda la justicia de los escribas y Fariseos, no habrá entrada en el reino de los cielos. Interpretar esta justicia como aquella que es requerida que sea la justicia imputada de Dios, es ignorar la enseñanza del contexto, e introducir un elemento que no se encuentra ni una vez en todo este sistema de gobierno divino. Las enseñanzas del reino del Sermón del Monte concluyen con la parábola de la casa construida sobre la roca. La clave de este mensaje se da en las palabras: “Todo aquel que escuche estas palabras mías, y las hace.” "Volviendo a la Ley de Moisés, descubrimos que no presenta ninguna otra relación con Dios para el individuo que este mismo convenio de obras: ... "Por estas referencias a la Ley de Moisés y la ley del reino, se puede ver que ambos sistemas se basan enteramente en un pacto de obras". Ibid., 4:211-212. "En primer lugar, tanto los mandamientos y requisitos del sistema Mosaico como los mandamientos y requisitos del reino son totalmente legales en su carácter, y, juntos, comprenden la declaración escrita de la ley, cuya ley, como se verá, se anula durante el presente reinado de gracia. "En segundo lugar, toda obra humana, incluso la imposible suplicación por la gracia desde lo alto del cielo, que se realiza con miras a merecer la aceptación con Dios, tiene la naturaleza de un pacto legal de obras y, por lo tanto, pertenece sólo a la ley. A través de la obra consumada de Cristo, la aceptación de Dios está perfectamente asegurada; pero esa aceptación sólo puede experimentarse mediante la fe que se aparta de la dependencia del mérito, y descansa en Cristo como el Salvador suficiente. De la misma manera, se verá que toda la propuesta -220- Capítulo 12 de aceptación legal y meritoria con Dios ha pasado durante el reinado de gracia. "En tercer lugar, una vez más, cualquier forma de vida o servicio que se viva en dependencia de la carne, más que en dependencia del Espíritu, es de carácter legal y ha pasado durante el presente período en el que la gracia reina". Ibid., 4:238. Véase también Ibid., 4:119-120. 24 "La Ley de Moisés presenta un pacto de obras que se deben realizar en el poder de la carne; las enseñanzas de gracia presentan un pacto de fe que se debe llevar a cabo en el poder del Espíritu." Ibid., 4:211. "La ley, al ser un pacto de obras y no proporcionar ninguna habilitación, se dirigía a las limitaciones del hombre natural. No se esperaba ni se obtenía a cambio de sus mandatos más de lo que el hombre natural en su entorno podría producir. Los requisitos de la ley están, por lo tanto, en el lugar de la capacidad limitada de la carne. Por otro lado, la gracia, al ser un pacto de fe, y proporcionando la habilitación ilimitada del poder del Espíritu que mora en nosotros, se dirige a los recursos ilimitados del hombre sobrenatural. Los requisitos que deben cumplirse bajo la gracia están, por lo tanto, en el plano de la capacidad ilimitada del Espíritu. No hay un mandato divino dirigido a los no regenerados con respecto a su vida diaria. El evangelio de la gracia salvadora de Dios sólo se ofrece a ellos. Los únicos mandamientos divinos que ahora están en vigor en el mundo están dirigidos a aquellos que son salvos, y estas normas celestiales deben realizarse sobre el principio de la fe hacia la suficiencia del Espíritu que habita en nosotros, y nunca por dependencia del poder de la carne.” Ibid., 4:247. Véase también Ibid., 4:51, 156, 234, 239. 26 "Pero esta elección nacional no se extiende a todos los israelitas. Que esto no sea así, el Apóstol lo demuestra en Romanos 9:124. Por el contrario, el individuo israelita, cuando estaba bajo la Ley Mosaica, estaba, en el asunto de su bendición personal, bajo un pacto secundario y meritorio con provisiones de gracia en los sacrificios -221- Capítulo 12 animales para cubrir y curar sus pecados y fracasos. En aguda distinción a esto, la Iglesia es, con respecto a su conjunto corporativo, un pueblo elegido también (Rom. 8:33), pero su elección y seguridad soberana se extiende a cada individuo en ese cuerpo (Juan 5:24; 6:37; 10:28; Rom. 8:1, A.R.V.)." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 76. "De la elección de la Iglesia que es individual, nunca podría perderse jamás. Por otro lado, la nación elegida será depurada y de ella se eliminará todo lo que ofende". Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:321. "Los pactos nacionales con Israel no se extienden al individuo; garantizan la perpetuidad de la raza o nación y su bendición final. Cuando se encuentra bajo la Ley Mosaica, el individuo israelita, se verá que tenía una base meritoria inquebrantable. En contra de esto, el propósito divino para toda la iglesia como un cuerpo, se extiende al creyente individual y cada predestinado será llamado, y cada llamado será justificado, y cada justificado será glorificado (Romanos 8:30)." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 90. "La conclusión es que la bendición bajo la economía Mosaica estaba condicionada a la fidelidad individual a la ley. Esta economía formó un pacto secundario que era de carácter meritorio - secundario en el sentido de que estaba restringido a los problemas relacionados con la conducta del individuo, y de ninguna manera comprometiendo los pactos primarios que determinan el destino de la nación. En contraste con esto, el cristiano, aunque que se le da una regla de vida que de ninguna manera es meritoria, aunque su servicio fiel obtendrá una recompensa o reconocimiento divino (1 Co. 3:12-15; 9:19-27; 2 Co. 5:9-11), es en lo que respecta a su salvación personal - como el conjunto corporativo al que pertenece- tanto seguro como salvo y destinado a la gloria eterna desde el momento en que cree." Ibid., página 93. 32 "Por lo tanto, de la misma manera, la Ley Mosaica, incluso si se observa, nunca tuvo la función de crear Israelitas; fue dada como una -222- Capítulo 12 regla de vida consistente a aquellos que eran israelitas por nacimiento físico." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 91. "Ellos [los judíos de la antigua dispensación] nacieron en una relación de pacto con Dios en la que no se impusieron limitaciones a su fe en Él, ni a su comunión con Él. Este hecho fue en sí mismo una demostración de una gracia desbordante.” Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:181. 43 "Como se dijo antes, cualquier cosa que Dios hace por el hombre pecador en cualquier término, es hecha posible a través de la muerte de Cristo, es, en esa medida, un acto de gracia divina; porque cualquier cosa que Dios haga sobre la base de la muerte de Cristo es de carácter misericordioso, y todos estarán de acuerdo en que un pacto divino que carece de todos los elementos humanos es más de carácter más misericordioso que uno que es lo contrario. Estas distinciones se aplican sólo al lado divino de cualquier pacto. En el lado humano – un tema aún por ser considerado - no hay ejercicio de la gracia en ningún caso; pero los requisitos humanos que impone el pacto divino pueden faltar absolutamente o impuestos tan drásticamente como para determinar el destino del individuo." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 74. "Una vez más y finalmente que se afirme, que la salvación de cualquier carácter o de cualquier pueblo o en cualquier término humano variado es la obra de Dios a favor del hombre, y es ejecutada con justicia por Dios sobre la única base de la muerte de Cristo. Es pueril dar a entender que podría haber una salvación lograda sólo por el poder de las obras de ley o la fe. Es sólo el poder de Dios liberado por la muerte de Cristo que puede salvar, y es siempre y sólo a través de la muerte de Cristo, cualquiera que sea la responsabilidad humana.” Lewis Sperry Chafer, " Inventing Heretics Through Misunderstanding," Bibliotheca Sacra, volúmen 102, número 405 (enero - marzo de 1945), 5. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:181. -223- Capítulo 12 51 "Muy en contraste con la experiencia otorgada a la Iglesia (cf. Juan 5:24), la nación de Israel debe ser juzgada, y es razonable creer que este juicio incluirá a toda esa nación que en dispensaciones pasadas ha vivido bajo los pactos y las promesas. Por lo tanto, la resurrección de aquellas generaciones es necesaria y debe preceder a su juicio. El glorioso reino mesiánico ha sido la esperanza de los santos del Antiguo Testamento, y en conformidad con esta esperanza ordenaron sus vidas. ... Sus recompensas serán para ellos cuando ellos 'regresen', término que anticipa el día de la reunión Israel. Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:406-407. "Como se indicó antes, Israel en todas sus generaciones excluyendo aquellos que han entrado en el exaltado privilegio de la presente era de gracia - vendrá para juicio, algunos para vida eterna, y otros para perdición eterna (cf. Dan. 12:2; Ezequiel 20:33-44; Mateo 24:37-25:30). La porción de este pueblo que está destinada a entrar en el reino se convierten en 'todo Israel' que será salvo (cf. Isa. 63:1) cuando el Libertador salga de Sion de acuerdo con el pacto inalterable de Dios (Rom. 11:26-27,29). Estas, como todas las demás criaturas de Dios, se remontan a la eternidad venidera; porque el reino es 'un dominio eterno' (Dan. 7:13-14). Gran gracia de Dios estará sobre los que entran en la tierra (cf. Ezequiel 20:44; Rom. 11:27)." Ibid., 4:416-417. "Como se ha visto, las bendiciones ofrecidas a los individuos israelitas bajo la ley estaban en dos clasificaciones: ... "b) Por fidelidad bajo la ley se les prometió una participación en las glorias futuras que Jehová, con soberanía incondicional, pactó con la nación." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 91. 53 "Si el actual rey de Gran Bretaña se casara con una mujer de otra nación, la llevaría a su reino, no como súbdita, sino como consorte. El propósito divino actual es el llamado tanto de judíos como de gentiles de esa compañía que son la Esposa de Cristo, quienes son, por lo tanto, todos los que participan de Su posición, estar en Él, ser como Él, y reinar con Él sobre la tierra (Ap. 20:4,6; 22:5)." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:10; Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, páginas 30-31. -224- Capítulo 12 54 "Cualquiera que sea el estado eterno de patriarcas como Adán, Enoc, Noé, Job y Melquisedec, quienes están clasificados como el linaje original que perpetúan los gentiles, una compañía muy distinta de gentiles está siendo llamada y salvada por la gracia de Dios en una eterna semejanza a Cristo, quienes están destinados a compartir Su gloria para siempre." Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:416. 55 "Tales contrastes podrían citarse en gran medida, pero el objetivo importante se ha logrado, si se ha dejado claro que existe una escatología del judaísmo y una escatología del cristianismo, y cada una, aunque totalmente diferente en detalles, llega a la eternidad. Una de las grandes cargas de la profecía predictiva es la anticipación de las glorias de Israel en una tierra transformada bajo el reinado del Hijo de David, el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios. También hay mucha predicción que anticipa las glorias de los redimidos en el cielo." Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 65; Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:27. "El dispensacionalista cree que a lo largo de los siglos Dios está persiguiendo dos propósitos distintos: uno relacionado con la tierra, con personas terrenales, y objetivos terrenales involucrados, que es el judaísmo; mientras que el otro es el cristianismo. ¿Por qué esta creencia debe considerarse tan increíble a la luz del hecho de que hay en la presente una distinción entre la tierra y el cielo que se conserva incluso después de que ambos sean renovados; cuando las Escrituras así designan a un pueblo terrenal que continúa como tal en la eternidad; y un pueblo celestial que también permanece en su llamamiento celestial para siempre?" Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 107. "El hecho de que la revelación concerniente tanto a Israel como a la Iglesia incluya la verdad acerca de Dios, la santidad, el pecado, la redención por sangre, no elimina un cuerpo de verdad mucho mayor en el que se revela que los israelitas llegan a serlo por nacimiento natural, mientras que los cristianos se convierten en tales por nacimiento espiritual; que los israelitas fueron designados para vivir y servir bajo un sistema legal meritorio, mientras que los cristianos viven y sirven bajo un -225- Capítulo 12 sistema de gracia; que los israelitas, como nación, tienen su ciudadanía y destino futuro centrados sólo en la tierra, llegando a la nueva tierra que aún está por llegar, mientras que los cristianos tienen su ciudadanía y su destino futuro centrados sólo en el cielo, extendiéndose hacia los nuevos cielos que aún no han sido ...". Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 4:30. "Todo pacto, promesa y provisión para Israel es terrenal, y ellos continúan como una nación con la tierra cuando es renovada. Cada pacto o promesa para la Iglesia es para una realidad celestial, y ella continúa en ciudadanía celestial cuando los cielos son recreados.” Ibid., 4:47. "Debe afirmarse, sin embargo, que todo el sistema conocido como judaísmo, junto con todos sus componentes, está, en el propósito de Dios, en suspenso durante toda la edad actual, pero con la seguridad definitiva de que todo el sistema judío así interrumpido se completará por extensión en el reino, la nueva tierra, y en la eternidad venidera." Ibid., 4:248. "... cada [judaísmo y cristianismo] tiene su esfera de existencia: Israel en la tierra para todas las edades por venir, la Iglesia en el cielo." Ibid., 4:249. "Entre los que gozan del favor eterno de Dios se encuentran los ciudadanos terrenales cuyo destino es ir a la eternidad como los moradores de la tierra (cf. Ap. 21:3-4; Isa. 66:22), y los ciudadanos celestiales cuyo destino es ocupar los cielos nuevos (cf. Hb 12:22-24; Ap 21:9-22:7; Juan 14:1-3)." Ibid., 4:401. "Está claro que Israel morará en su propia tierra para siempre. Si va a ser una residencia interminable, esa morada en la tierra debe trascender el reino milenial, y así continuar en la nueva tierra que será. ... La Tierra ha sido la esfera del pecado y la corrupción inadecuada para la presencia de Dios; pero entonces será tan santa como el cielo, y en la nueva tierra se deleitará en morar entre los hombres y ser su Dios. El término hombres está evidentemente en contradicción con el término bíblico santos. El cielo será, como ahora, la morada de los santos, mientras que la tierra será la morada de los hombres. Se dice que Dios -226- Capítulo 12 también morará entre los hombres. Pedro afirma que la justicia morará tanto en el cielo nuevo como en la tierra nueva por igual (2 Pe. 3:13)." Ibid., 5:365-366. Como lo demuestra lo anterior, el Dr. Chafer afirmó dogmática y repetidamente en sus escritos que existe una dicotomía eterna entre Israel y la iglesia, con Israel habitando la tierra nueva eternamente, y la iglesia habitando los cielos nuevos eternamente. El Dr. Chafer, sin embargo, en ocasiones hizo declaraciones que contradecían esta enseñanza, y que anticipaban las enseñanzas dispensacionales revisadas. Por ejemplo, el Dr. Chafer en un lugar sugirió la posibilidad, y en otro lugar declaró el hecho, que el pueblo terrenal o Israel será incluido con la iglesia en la Jerusalén celestial (Ibid., 4:131; 5:367). Y en otro lugar, el Dr. Chafer habló como si creyera que los pactos incondicionales del Antiguo Testamento encontrarían su cumplimiento en el reino milenial. (Ibid., 1:41). 67 "Esta ciudad celestial se relacionará con la tierra al comienzo del milenio, y tal vez se hará visible sobre la tierra." J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 546. "Esta morada preparada para la novia ... es trasladada en el aire hacia abajo para permanecer sobre la tierra de Palestina durante el milenio, tiempo durante el cual los santos ejercen su derecho a reinar. Estos santos están en su estado eterno y la ciudad disfruta de su gloria eterna. Al expirar la edad milenaria, durante la renovación de la tierra, la morada se retira durante la conflagración, para encontrar su lugar después de la recreación como el vínculo de conexión entre los nuevos cielos y la nueva tierra." Ibid., página 580. "Este punto de vista contempla la Jerusalén celestial que existió durante el milenio sobre la tierra como la morada de los santos resucitados, y está en contraste con la ciudad de Jerusalén situada en la tierra. La Jerusalén celestial aparentemente se retira en el momento de la destrucción de la tierra y los cielos actuales. Luego, como se muestra en Apocalipsis 21:2, regresa al cielo nuevo y la tierra nueva cuando la escena está lista para su descenso. Esta interpretación considera a Apocalipsis -227- Capítulo 12 21:9 y siguientes como la ciudad celestial en el estado eterno, aunque reconociendo su existencia en el milenio. Esto parece resolver la mayoría de los problemas exegéticos que están involucrados y, de hecho, responde a muchas objeciones a la interpretación premilenial de la Escritura en su conjunto. Proporciona una clara distinción entre los santos resucitados que habitan la Nueva Jerusalén, y los santos milenarios en la tierra que habitarán la tierra milenaria. Se asume, aunque las Escrituras no lo dicen, que los santos al final del milenio serán trasladados antes de su entrada al estado eterno, y así calificarán para la entrada a la Jerusalén celestial.” John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, página 328. “Si se admite esta interpretación, no hay ninguna razón en particular por la que la Nueva Jerusalén no debería existir durante el milenio, y estar suspendida sobre la tierra como una ciudad satélite. … Si la Jerusalén celestial está flotando sobre la tierra durante el reinado del milenio, sería un lugar de morada natural, no sólo para Cristo mismo, sino para los santos de todas las edades que son resucitados o trasladados, y, por lo tanto, algo alejados de los asuntos terrenales ordinarios. Su posición tan cercana a la tierra les permitiría llevar a cabo sus funciones en la tierra, en relación con el reinado milenial de Cristo, y, sin embargo, los alejaría en lo que respecta a la residencia de continuo, o mezclarse con aquellos en sus cuerpos naturales, y resolvería el problema de la falta de referencia a una morada para los seres resucitados en la tierra durante el milenio.” John F. Walvoord, The Church in Prophecy (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1964), páginas 159-160. “Durante el milenio, la nueva Jerusalén … aparentemente estará suspendida sobre la tierra, y será la morada de todos los creyentes durante la eternidad …” Charles Caldwell Ryrie, The Ryrie Study Bible: The New Testament (Chicago: Moody Press, 1976), página 482 (nota sobre Apocalipsis 21:2). 68 "Una característica más asombrosa es la dimensión de la ciudad, que se da como 1500 millas cuadradas y también 1500 millas de alto. … Los expositores difieren en cuanto, a si la ciudad tiene la forma de un cubo o una pirámide, aunque esto último parece más probable. Si -228- Capítulo 12 tiene la forma de una pirámide, es posible que el trono de Dios esté en la cima y el río de la vida siga su camino desde el trono por los distintos niveles de la ciudad.” John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, page 334. 72 “En el rapto y la resurrección de la iglesia, los santos de esta era, después del juicio y las bodas, son instalados en ese lugar preparado. Se les unen los santos del Antiguo Testamento en el momento de su resurrección en la segunda venida. Esta morada preparada para la novia, en el que los santos del Antiguo Testamento encuentran su lugar como sirvientes (Apocalipsis 22:3), se traslada al aire para permanecer sobre la tierra de palestina durante el milenio, tiempo durante el cual los santos ejercen su derecho para reinar.” J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 580. 76 "No hay duda en la mente del intérprete literal de las Escrituras, solamente que las promesas nacionales de Israel serán cumplidas por la nación misma en la era del milenio, que sigue a la segunda venida del Mesías. Todas las promesas nacionales pactadas son terrenales en contenido, y se cumplirán en el tiempo del reinado terrenal del Mesías.” J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 535. "... las promesas nacionales se iban a cumplir, pero en la época de y en el milenio ... ." Ibid., página 536. "Los vivos se darán cuenta del cumplimiento de las promesas nacionales del Antiguo Testamento en el milenio, mientras que los resucitados realizarán el cumplimiento de la expectativa de una 'ciudad que tiene fundamentos' durante la era del milenio." Ibid., página 542. "La conclusión de esta pregunta sería que el Antiguo Testamento presentaba una esperanza nacional, que se realizará plenamente en la era del milenio." Ibid., página 546. Capítulo 13 Tratando con el Sistema Dispensacional en el Mundo Real Comencé a cuestionar el sistema dispensacional durante mi quinto año como estudiante en la maestría de teología que forma parte del programa de estudios en el Seminario Teológico de Dallas. Hasta ese momento, tenía una fe algo incuestionable en la enseñanza de mis profesores de Dallas. Sabía muy poco, y ellos eran muy respetados y estaban tan bien informados, que cuestionar su enseñanza parecía presuntuoso. Luego, a través de la influencia de mi amigo del seminario Herb Swanson, quien recientemente se había graduado en Dallas, comencé a leer literatura reformada sobre el calvinismo. ¡Gracias Herb! A través de esta lectura, llegué a estar en desacuerdo con una buena parte de lo que me habían enseñado en Dallas con respecto a la salvación. Aunque seguí valorando gran parte de la instrucción que había recibido en Dallas, llegué a ver algunas de las instrucciones teológicas como poco profundas e inexactas. Entonces, naturalmente, llegué al punto en que quería reevaluar mi compromiso con el dispensacionalismo. Lo que era desalentador fue la gran dificultad para encontrar a alguien que pudiera mostrarme pasajes bíblicos relacionados con los temas básicos en juego. Finalmente encontré la ayuda que necesitaba en una disertación de William Everett Bell, Jr. titulada "Una evaluación crítica de la doctrina del rapto antes de la tribulación en la escatología cristiana". Este trabajo es una crítica mucho más amplia del dispensacionalismo de lo que sugeriría el título. El Dr. Bell, un graduado de Dallas, escribió esto mientras realizaba un doctorado en filosofía en la Universidad de Nueva York. ¡Gracias, Dr. Bell! Irónicamente, en el verano anterior a mi último año en Dallas, había desafiado públicamente al Dr. Bell en una clase de escuela dominical bautista del sur, cuando el Dr. Bell había criticado las enseñanzas del Dr. Ryrie sobre la salvación [al presentar a Cristo como] salvador solamente [y no como Señor]. -230- Capítulo 13 Espero que este libro el cual ha surgido de mi propio estudio continuo, ayude a los pastores de la corriente Reformada cuando alguien se les acerca y les dice: "Muéstrame por las Escrituras el por qué no debería ser un dispensacionalista. Muéstrame por las Escrituras el por qué debería aceptar la teología Reformada o del pacto". A continuación, ofrezco las siguientes sugerencias sobre cómo tratar con el investigador de mente abierta con un fundamento dispensacional: 1. Centra tus argumentos en las enseñanzas específicas de las Escrituras. A veces se enseña a los dispensacionalistas que los intérpretes Reformados superponen un sistema teológico racionalista en la Escritura que distorsiona su verdadero mensaje. Los dispensacionalistas probablemente estarán más abiertos a argumentos tomados directamente de la exégesis de pasajes específicos que a argumentos teológicos generales. 2. Trate los problemas fundamentales de la unidad del pueblo de Dios en Cristo y la continuidad del programa de Dios. No se desvíe por asuntos periféricos como la definición de una dispensación o el rapto previo a la tribulación. 3. Contentarse con argumentar contra el dispensacionalismo en general y por la teología Reformada en general. No sienta que también necesita convencer inmediatamente al investigador de sus convicciones particulares sobre cuestiones proféticas secundarias. 4. No comience con argumentos sobre la interpretación adecuada de pasajes realmente difíciles como la profecía de las setenta semanas de Daniel, o la visión del templo de Ezequiel, o el pasaje del hombre de pecado, o el Libro de Apocalipsis. No creo que nadie pudiera haberme convencido de rechazar la interpretación dispensacional de la visión de las setenta semanas de Daniel hasta que comenzara a dudar del sistema dispensacional en general y de la teoría del paréntesis en particular. Había sido bien entrenado en -231- Capítulo 13 la comprensión dispensacional de Daniel capítulo 9, pero nunca había notado ni pensado en la mayoría de los pasajes claros del Nuevo Testamento sobre la unidad y la continuidad. 5. Tenga cuidado de no exagerar su caso. Reconozca que hay una novedad real en la Iglesia del Nuevo Testamento, que la palabra Israel a menudo se refiere a los judíos físicos en el Nuevo Testamento, que los profetas en Efesios 2:20 son profetas del Nuevo Testamento, y así sucesivamente. 6. Exponga su caso con compasión y paciencia. No presente su caso con arrogancia y emoción o con una actitud de "Tengo razón y tu posición es ridícula". Siembra las semillas de la verdad y deja el resto al Señor de la cosecha. 7. Conozca bien los conceptos básicos del sistema dispensacional y sea capaz de documentarlos si es necesario. Algunos que hoy se llaman dispensacionalistas están muy apegados emocionalmente a ese sistema, pero han hecho poca investigación real sobre las definiciones principales del mismo. Ellos preferirían no creer los hechos sobre los cuales los maestros dispensacionales tradicionales han enseñado. También me gustaría enumerar lo que considero que son las enseñanzas realmente objetables asociadas con el dispensacionalismo. Hay otras enseñanzas dispensacionales con las que no estoy de acuerdo, pero no las veo como fundamentales y básicas. Las siguientes son las enseñanzas dispensacionales que yo personalmente considero especialmente discutibles: 1. La creencia de que la salvación del Antiguo Testamento no fue a través de la fe en el Cristo venidero. La posición Reformada no es, como se ha tergiversado en ocasiones, que los santos del Antiguo Testamento entendieron tanto sobre Cristo y el Evangelio como lo hacemos hoy. La posición Reformada es que el objeto de la fe salvadora en el Antiguo Testamento era el mismo que el de la fe salvadora en el Nuevo Testamento, aunque es cierto -232- Capítulo 13 que el santo del Antiguo Testamento tenía mucho menos conocimiento de Cristo. Él veía vagamente a través de las profecías y tipos mesiánicos. El objeto de la fe no ha cambiado a través de las dispensaciones; sino el grado de conocimiento que se tiene del mismo. 2. La creencia de que el santo del Antiguo Testamento tenía una salvación que no incluía la unión con Cristo y que los santos del Antiguo Testamento en la eternidad no serán miembros del Cuerpo y Novia de Cristo. La teología Reformada reconoce que la era del Nuevo Testamento es una era de mayor gracia y plenitud espiritual hasta el punto de que las Escrituras pueden contrastar las edades del Nuevo y Antiguo Testamento como se compara la luz con la oscuridad. Esto no quiere decir que el Antiguo Testamento era tan carente de gracia que la salvación en el Antiguo Testamento no implicaba la unión del pacto con Cristo y el liderazgo del pacto de Cristo. 3. La creencia de que existe una fuerte dicotomía de la naturaleza entre el pacto abrahámico y el pacto mosaico, en que el primero es incondicional y el segundo condicional. Relacionado con esto sería la enseñanza dispensacional de que el Sermón del Monte y la Oración del Señor son fundamentos legales y, por lo tanto, no directamente aplicable al cristiano. La teología Reformada ve el pacto mosaico básicamente como una versión ampliada a nivel nacional del pacto abrahámico, y sus elementos de la ley moral se consideran todavía válidos. Dado que la ley moral es meramente la expresión de la santidad de Dios en lo que se refiere a la realidad creada, la ley moral de Dios no puede ser invalidada más que la santidad de Dios (cf. Mateo 5:17-20). Puede haber, y hay, ajustes en el ámbito de la jurisprudencia y en la ley ceremonial, ya que la jurisprudencia es una ley sujeta a un límite de tiempo, la aplicación de la ley moral y la ley ceremonial específica a la situación es una ley positiva. 4. La creencia de que la era del Nuevo Testamento es un paréntesis en el programa profético para Israel, al punto que ninguna -233- Capítulo 13 profecía del Antiguo Testamento puede referirse directamente a la era de la iglesia. 5. La convicción de que el Pacto Abrahámico, el Pacto Davídico y el Nuevo Pacto de Jeremías capítulo 31 son principalmente pactos judíos que pueden relacionarse con el cristiano, a lo sumo solo en un sentido indirecto y secundario. 6. La creencia de que el reinado actual de Cristo a la diestra del Padre no tiene relación directa con el cumplimiento del Pacto Davídico y las profecías del reino mesiánico. 7. La creencia de que no existe una relación orgánica de continuidad entre el Israel del Antiguo Testamento y la iglesia del Nuevo Testamento. Los intérpretes de la tendencia Reformada creen que la iglesia cristiana, y no los herederos teológicos del fariseísmo, son los verdaderos herederos actuales de los pactos del Antiguo Testamento y las promesas del reino. El propósito de esta lista no es estereotipar a todos los dispensacionalistas. Estas son creencias objetables desde la perspectiva de la teología Reformada, y estas son doctrinas que han sido enseñadas por líderes teólogos dispensacionales como elementos básicos en ese sistema. En la actualidad hay cristianos quienes piensan en ellos mismos como dispensacionalistas y que no están de acuerdo con algunas de las enseñanzas mencionadas anteriormente, entonces yo estoy agradecido de que no estén de acuerdo con al menos algunas de estas. Lo que una persona realmente cree es más importante que cómo se clasifica a sí mismo teológicamente. Sin embargo, estas personas deberían ser desafiadas a pensar a través de sus sistemas teológicos totales. Una persona debería aceptar con coherencia todas las implicaciones de los postulados dispensacionales básicos o rechazar los postulados dispensacionales básicos como imposiciones inválidas sobre la Escritura. Me gustaría concluir con algunas sugerencias sobre por qué el dispensacionalismo ha sido tan popular entre los cristianos estadounidenses que creen en la Biblia en los tiempos modernos. Sé que -234- Capítulo 13 fui un sincero estudiante de la Palabra de Dios cuando era dispensacionalista, y no tengo motivos para dudar de que esto sea cierto para los dispensacionalistas en general. Y, sin embargo, el dispensacionalismo contradice tan claramente las enseñanzas de las Escrituras. ¿Por qué siguen adhiriéndose a este sistema? Sugeriría las siguientes posibles razones. Primero, muchos dispensacionalistas nunca han estado expuestos a las debilidades de su sistema. Asistí a un seminario dispensacional durante cuatro años sin darme cuenta de que había debilidades significativas en el sistema dispensacional. Tenía tanta confianza en el dispensacionalismo que no vi la necesidad de perder el tiempo leyendo críticas poco comprensivas del sistema. Cuando finalmente estuve expuesto a algunas de estas debilidades, no tenía respuestas. En segundo lugar, muchos dispensacionalistas no han pensado constantemente en las implicaciones de los supuestos fundamentales de su sistema. ¿Cuántos de quienes aceptan la teoría de la dicotomía dispensacional se dan cuenta de que esta teoría, si se aplica consistentemente, excluye a los santos del Antiguo Testamento del Cuerpo y la Novia de Cristo? ¿Cuántos se dan cuenta de las implicaciones de esta teoría sobre el liderazgo federal de Cristo en la salvación del Antiguo Testamento? ¿Cuántos de quienes aceptan la teoría del paréntesis se dan cuenta de que esta teoría, si se aplica de manera consistente, niega cualquier cumplimiento directo de la profecía del Antiguo Testamento en la era de la iglesia? Tercero, muchos se han sentido atraídos por el dispensacionalismo porque algunas predicciones dispensacionales aparentemente se han materializado en el mundo moderno. El surgimiento de Rusia, el establecimiento del estado israelí, la formación del Mercado Común Europeo, el desarrollo del Consejo Mundial de Iglesias y el crecimiento de la apostasía en las principales denominaciones encajan bien con el escenario del tiempo final dispensacional. Esta aparente confirmación moderna espectacular de las antiguas profecías bíblicas es atractiva para muchos cristianos sinceros debido a su supuesto valor apologético. -235- Capítulo 13 Cuarto, el pesimismo del dispensacionalismo explica los problemas mundiales actuales y también alivia efectivamente al cristiano de su responsabilidad de trabajar para discipular a las naciones en esta era. Hoy nos enfrentamos a las repercusiones de la era de la razón en la que el hombre fue filosóficamente elevado y Dios fue descartado como un mito. Esta rebelión filosófica engendró a los científicos sociales ateos que han ganado el control de gran parte del mundo. Actualmente hay una gran guerra ideológica a muerte entre el cristianismo y el humanismo ateo. En un momento como este, es conveniente que el cristiano sea escatológicamente pesimista. Si la iglesia es responsable de discipular a las naciones para Cristo, entonces tenemos una tarea asombrosa en nuestras manos. ¿No sería mucho más conveniente creer que la era de la iglesia fue profetizada como un fracaso y que todo lo que el cristiano puede esperar lograr hoy es arrebatar algunas almas del fuego? Es conveniente pensar que las cosas inevitablemente van a empeorar y que hay poco que podamos hacer, excepto esperar a ser arrebatados de la situación. Pero debemos recordar que el mismo Cristo que nos ordenó discipular a las naciones también nos aseguró que ahora tiene toda la autoridad en el cielo y en la tierra y que estará con nosotros hasta el fin de los tiempos. Aquellos que creen que Cristo debe estar físicamente presente antes de que el reino de Dios pueda tener alguna victoria, deben tomar una lección del centurión con gran fe (Mateo 8:5-13). Debemos vivir por fe y no por apariencia. No debemos despreciar el día de las cosas pequeñas. Las montañas (reinos contrarios) ante la iglesia serán arrojadas al mar. Las puertas del infierno no prevalecerán contra el embate de la iglesia. El que está en nosotros es más grande que el que está en el mundo. La semilla de mostaza del reino de Dios en esta era se convertirá en la planta más grande en el campo de este mundo. Quinto, nos acercamos al año 2000. Si bien se acerca esta fecha milenaria, naturalmente habrá mucha especulación profética tal como había cuando el año 1000 se avecinaba hace un milenio. En tal atmósfera, el dispensacionalismo, con su identificación directa de la profecía con los acontecimientos actuales, tendrá un atractivo popular. -236- Capítulo 13 Sexto, el dispensacionalismo apela a algunos sesgos filosóficos. Como hemos señalado, el dispensacionalismo es pesimista, y el pesimismo se ajusta al espíritu existencial de nuestra época. Además, hay algunos paralelos sorprendentes entre la filosofía del empirismo y el dispensacionalismo. Ambos prefieren un lenguaje literal y preciso sobre la expresión poética figurativa. Ambos enfatizan la diversidad de la verdad, y ven cada verdad como una entidad encapsulada autosuficiente hasta el punto de descuidar la unidad orgánica de la verdad. El empirismo británico comparó las verdades con las bolas de billar y rechazó el concepto de que las verdades estén orgánicamente relacionadas; como una flor está relacionada con la fruta. Del mismo modo, los dispensacionalistas rechazan la idea de que el Antiguo y el Nuevo Testamento estén relacionados; como un brote está relacionado con una flor. Los empiristas británicos también enfatizaron la libertad autónoma individual, y se puede ver un énfasis similar en la enseñanza de aquellos dispensacionalistas que dicen que el cristiano de hoy no está bajo la ley en ningún sentido. El dispensacionalismo es individualista en su actitud pesimista hacia la iglesia organizada y en su relegación de las verdades del reino, con sus implicaciones sociales, a una era futura. George M. Marsden ha señalado que el dispensacionalismo se desarrolló en el siglo XIX cuando el empirismo de Francis Bacon era filosóficamente popular en Estados Unidos. El Sr. Marsden hizo las siguientes observaciones: En cualquier grado, los dispensacionalistas se consideraban conscientemente baconianos (es raro encontrar reflexiones sobre los primeros principios filosóficos), esto describe de cerca los presupuestos de prácticamente todos ellos. Estaban absolutamente convencidos de que todo lo que estaban haciendo era tomar los hechos concretos de las Escrituras, organizarlos y clasificarlos cuidadosamente, y así descubrir los patrones claros que las Escrituras revelaban. 1 1 George M. Marsden, Fundamentalism and American Culture: The Shaping of Twentieth-Century Evangelicalism: 1870-1925 (Nueva York / Oxford: Oxford University Press, 1980), página 56. -237- Capítulo 13 El papel del intérprete, de acuerdo con los mismos supuestos baconianos, no era imponer hipótesis o teorías, sino llegar a conclusiones sobre la base de una cuidadosa clasificación y generalización únicamente. Esta disposición a dividir y clasificar todo es uno de los rasgos más llamativos y característicos del dispensacionalismo.2 Los líderes dispensacionalistas consideraron estos métodos de división y clasificación como los únicos científicos. Scofield, por ejemplo, comparó su trabajo con "sistemas no científicos" anteriores. Del mismo modo, Reuben Torrey consideraba las ideas básicamente como cosas que deben ordenarse y organizarse. Una de sus principales obras, What the Bible Teaches (Lo que la Biblia enseña) (1898), es una compilación increíblemente árida de quinientas páginas de miles de "proposiciones" bíblicas respaldadas por textos de prueba. La analogía más cercana sería a una enciclopedia o diccionario. Torrey defendió explícitamente esta total falta de estilo o elegancia. "La belleza y las cosas impresionantes", dijo en el prefacio, "siempre deben ceder ante la precisión y la claridad". Como de costumbre, su modelo era el científico. Torrey describió su trabajo como "simplemente un intento de un cuidadoso estudio imparcial, sistemático, exhaustivo, inductivo y una declaración de la verdad bíblica. ... Los métodos de la ciencia moderna se aplican al estudio de la Biblia: análisis exhaustivo seguido de una síntesis cuidadosa". La inducción tenía que comenzar con los hechos concretos, y los dispensacionalistas insistían en que la única forma correcta de interpretar la Escritura era "en el sentido literal", a menos que el texto o el contexto exigieran absolutamente lo contrario.3 Los paralelismos entre el pensamiento dispensacional y empirista son sorprendentes. 2 3 Ibid., Página 59. Ibid., Página 60. -238- Capítulo 13 Mi oración es que los dispensacionalistas creyentes en la Biblia reconsideren devotamente su compromiso con ese sistema y analicen en oración las razones de estar ligados a él. He pasado por el proceso y sé que es doloroso. Renunciar a creencias familiares y buscar nuevas respuestas no es fácil. Sin embargo, nuestra máxima lealtad no debe ser a ningún régimen teológico humano. Debería ser para Jesucristo, porque Él es la verdad. Y la verdad nos hará libres. Conclusión Los dispensacionalistas tienen muchos problemas teológicos con los que lidiar. Entre estos problemas se encuentra la hermenéutica que utilizan los Apóstoles (no literal ni figurativa sino bíblica); la iglesia llamada Israel e Israel la iglesia; el reino profetizado del Antiguo Testamento establecido por Cristo cuando vino; la iglesia injertada en Israel en Efesios 2 y Romanos 11; Cristo gobernando ahora en el trono de David; todos los santos de todas las edades unidos con Cristo; no hay salvación aparte de la unión con el Señor Jesús por la que los santos del Antiguo Testamento fueran miembros de Su cuerpo por la fe en Él; el Nuevo Pacto hecho con "IsraeI" es para nosotros; El templo y los sacrificios de Ezequiel no se pueden reconstruir ya que la sangre de Cristo anuló todos los sacrificios de animales (Heb. 9 y 10). Si el templo se reconstruye y se usa para sacrificios conmemorativos, entonces Ezequiel no se toma literalmente, porque los sacrificios de Ezequiel no eran conmemorativos sino expiatorios. Tomarlos como memoriales es leer el Nuevo Testamento en el Antiguo Testamento y engañar a los antiguos lectores de Ezequiel que pensaban que eran más que memoriales, como a menudo nos recuerdan los dispensacionalistas. También hay muchos textos problemáticos para los dispensacionalistas, como Hebreos 2 (un pueblo del Antiguo y Nuevo Testamento), Gálatas 6:16 (la iglesia es el "Israel de Dios"), Apocalipsis 21 (doce Apóstoles y doce tribus, ambos miembros de la Novia de Cristo), Mateo 21:43 (reino quitado de la nación de Israel y dado a otra "nación"), Joel 2:28 (profecía del Antiguo Testamento del derramamiento del Espíritu cumplido en la iglesia). Hechos 15 (Dios está reconstruyendo Su tabernáculo ahora agregando gentiles a él). Hechos 13:44-48 (Dios prometió que bendeciría a los gentiles en la era del Mesías; ver Romanos 15:7-13), y muchos otros. Tal sistema conduce a muchos problemas teológicos severos, como el antinomianismo, la idea de que uno puede tener a Cristo como -240- Conclusión Salvador mientras lo rechaza como Señor. Promueven dos caminos de salvación, porque si el Espíritu Santo no moró permanentemente en los santos del Antiguo Testamento, no creyeron en la venida del Mesías, no entendieron que los sacrificios del Antiguo Testamento apuntaban a un solo sacrificio y no estaban en unión con Cristo, entonces no podría ser más claro que fueron salvos de alguna otra manera que no fue la Bíblica. El antinomianismo y Satanás como señor del mundo también han conducido a una retirada de la sociedad que ha permitido a los humanistas apoderarse de Estados Unidos, de modo que los cristianos se enfrentan a una persecución severa y el ataque a los cristianos ya es popular. La nación entera está siendo juzgada ahora, y los dispensacionalistas lo aman, pensando que esto significa que Jesús regresará pronto. Como una mujer dispensacional le dijo a una señora de mi iglesia: "No quiero hacer nada en nuestra cultura, porque cuanto más rápido empeoren las cosas, más pronto regresará Jesús". Escuchó esto de su pastor dispensacional que tiene la iglesia más grande en su gran área metropolitana. Los dispensacionalistas moderados han mejorado levemente su teología, pero han dejado intactos su antinomianismo, el arminianismo, los dos caminos de salvación y el problema de la unión con Cristo. Uno se pregunta dónde acabarán; y si uno quiere una teología incierta que navegue en un barco con destino desconocido, se sentirá cómodo navegando con ellos. Pero nos quedaremos con la Fe Reformada estable y probada por el tiempo.. Que el Señor se complazca en usar nuestro libro para liberar a muchos de ese sistema. Amén. Apéndice Uno: La Doctrina del Rapto Pre-tribulacional Por experiencia, he aprendido que cuando estoy discutiendo la doctrina del rapto pre-tribulacional, debo tener cuidado de explicar que sí creo que los santos que estén vivos cuando Cristo regrese serán arrebatados para encontrarse con Él en el aire. Esta es la clara enseñanza de 1 Tesalonicenses 4:16-17: …los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire. La palabra inglesa rapto se basa en la palabra latina rapere que significa agarrar o arrebatar, y se usa en la traducción latina de 1 Tesalonicenses 4:17. Como creo lo que enseña 1 Tesalonicenses 4:16-17, creo en el rapto de los santos. Con lo que no estoy de acuerdo es con la idea de que el rapto ocurrirá siete años antes de la segunda venida de Cristo e involucrará solo a los santos que fueron salvos después de Hechos 2. De acuerdo al dispensacionalista el doctor John F. Walvoord: La expresión “los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tes. 4:16) parece incluir solo a la iglesia. Los santos del Antiguo Testamento nunca se describen con la frase “en Cristo”.1 ¿Con qué propósito se encontrarán los santos con el Señor en el aire? Un estudio de la palabra griega que traduce recibir en 1 1 John F. Walvoord, The Rapture Question (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1957), página 154; compárese con John F. Walvoord, The Millennial Kingdom (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1959), página 280. -242- Apéndice Uno Tesalonicenses 4:17 responde a esa pregunta. Esa palabra era un término técnico para una costumbre civil de la antigüedad, mediante la cual una ciudad daba una bienvenida pública a los visitantes importantes. 2 Si algún dignatario llegaba recientemente a una ciudad antigua, la mayoría de la ciudad saldría a recibirlo, mientras él se acercaba a las puertas de la ciudad, y luego lo escoltarían personalmente a la ciudad. Era el antiguo equivalente a desplegar la alfombra roja. Esta palabra traducida recibir no siempre se refiere a esta antigua costumbre, pero curiosamente, esta comprensión de la palabra se ajusta a cada una de las tres veces que ocurre en el Nuevo Testamento. Esta palabra aparece en Mateo 25 en la parábola de las vírgenes insensatas: Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. …Vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Esta palabra también aparece en Hechos 28 en el relato de la llegada de Pablo a Roma: …y luego fuimos a Roma, de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; …y cuando llegamos a Roma… El uso de esta misma palabra griega, traducida recibir, en 1 Tesalonicenses 4:17, indicaría que los santos resucitados se encontrarán con el Señor en el aire para honrarlo como Rey de reyes y Señor de señores al proporcionarle una escolta real para el resto de su descenso a la tierra. Los santos, los verdaderos ciudadanos reales del planeta tierra, se encontrarán con Cristo en el aire en su segundo advenimiento, para darle el “trato de la alfombra roja” cuando Él venga a la tierra para renovarla y gobernarla por la eternidad. 2 Gerhard Kittel, Editor, Theological Dictionary of the New Testament (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1964), 1.380-381. -243- Apéndice Uno Creo que el rapto de los santos ocurrirá en el momento del segundo advenimiento de Cristo y no siete años antes. No conozco ningún lugar en la Escritura que enseñe que el rapto y el segundo advenimiento estén separados por un lapso de tiempo significativo. Y hay ciertos pasajes que son especialmente difíciles de explicar en términos de la doctrina dispensacional del rapto antes de la tribulación. Por ejemplo, en 2 Tesalonicenses 1:5-10, Pablo consuela a los santos de la era de la iglesia que están en Tesalónica con la bendita esperanza que tendrán tanto ellos como Pablo cuando Cristo regrese en llama de fuego y juzgue a los que han estado atribulando a la iglesia. Sin embargo, según las suposiciones dispensacionales, este pasaje no podría referirse a la bendita esperanza del cristiano. En el pensamiento dispensacional, no hay un juicio en llamas de fuego asociado con el retorno de Cristo por la iglesia, el cuál es un rapto secreto. El juicio en llamas es asociado sólo con el regreso de Cristo a los judíos, que es el segundo advenimiento. Entonces, a los receptores cristianos de la era de la iglesia de 2 Tesalonicenses 1, se les estaba enseñando la verdad judía. Según una aplicación consistente de las distinciones y suposiciones dispensacionales, los cristianos en Tesalónica deben haber estado actuando como representantes de los santos de la tribulación judía. 3 Note también Tito 2:13. Pablo menciona allí “la bendita esperanza”, que los dispensacionalistas reconocen que es el regreso de Cristo por su iglesia, el rapto secreto. Sin embargo, Pablo también menciona en este versículo la aparición de la gloria de Jesucristo. ¿A qué evento del tiempo del fin se refiere eso? La respuesta más obvia es el segundo advenimiento, cuando Cristo vendrá abiertamente a la tierra en gloria llameante, en opinión del Dr. John F. Walvoord en un artículo anterior.4 El problema para el dispensacionalista con esta interpretación, que distingue y separa en el tiempo un retorno de Cristo por la iglesia (el rapto) y un retorno de Cristo a los judíos (la segunda venida), es que Tito 2:13 identifica fuertemente “la bendita esperanza” y “la gloriosa manifestación” como un solo evento. Esto se puede ver claramente en la 3 John F. Walvoord, The Blessed Hope and the Tribulation (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1976) páginas 122-124. 4 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 157; cita de John F. Walvoord, “New Testament Words for the Lord’s Coming,” Bibliotheca Sacra, 101:288, Julio de 1944. -244- Apéndice Uno Nueva Versión Internacional que traduce: “la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida.” La respuesta dispensacional que apareció en los escritos posteriores del Dr. Walvoord argumenta que “la manifestación gloriosa” debe referirse al rapto. Él señala que al menos los santos arrebatados de la iglesia verán la gloria de Cristo. 5 El tema principal del clásico pasaje del rapto (1 Tes. 4:16-17) no es el rapto de los santos vivos, sino la resurrección de los “muertos en Cristo”. Pablo escribió este pasaje principalmente para asegurar a los cristianos que aquellos santos que están vivos al regreso de Cristo no tendrán precedencia sobre aquellos santos que mueran antes del regreso de Cristo. Pablo declara: “nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron” y “los muertos en Cristo resucitarán primero.” El punto principal de Pablo en este pasaje, es que aquellos físicamente muertos que están en pacto con Cristo, serán resucitados antes del rapto. Hay dos pasajes de la Escritura que los dispensacionalistas interpretan comúnmente para enseñar que los santos del Antiguo Testamento no estarán entre los resucitados en el momento del rapto pretribulacional: Isaías 26:19 y Daniel 12:1-2. Discutiré sólo el más claro de los dos: Daniel 12:1-2: En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Este pasaje enseña que habrá una resurrección de los santos después de “un tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo nación.” La mayoría de los dispensacionalistas identifican este “tiempo 5 John F. Walvoord, The Rapture Question páginas 81, 157; John F. Walvoord, The Blessed Hope and the Tribulation, páginas 57,165. -245- Apéndice Uno de angustia” con una tribulación del tiempo del fin, e interpretan este pasaje para enseñar que los santos del Antiguo Testamento resucitarán en el segundo advenimiento. Si los santos del Antiguo Testamento resucitan en el segundo advenimiento, y si los “muertos en Cristo” resucitan siete años antes del segundo advenimiento, entonces los santos del Antiguo Testamento no pueden ser incluidos entre “los muertos en Cristo.” Los dispensacionalistas argumentarán que los santos del Antiguo Testamento están incluidos entre “los que son de Cristo” (1 Cor. 15:23), pero no entre los “muertos en Cristo” de 1 Tesalonicenses 4:16. Los dispensacionalistas deben renunciar a la doctrina del rapto pre-tribulacional, o enseñar que los santos del Antiguo Testamento fueron salvos aparte de la unión del pacto con Cristo. Como regla general, se han aferrado a su enseñanza del rapto pre-tribulacional. Note las siguientes declaraciones de los doctores Ryrie y Walvoord, respetados teólogos dispensacionales: Con respecto a la culminación de la iglesia, cuando los santos serán trasladados y resucitados, Pablo usa la frase “muertos en Cristo” (1 Tes. 4:16). Esto distingue claramente a los que han muerto en esta época, de los creyentes que murieron antes del primer advenimiento de Cristo, lo que marca a la iglesia como distinta a esta época, y un misterio oculto en los tiempos del Antiguo Testamento, pero no revelado. 6 Los santos del Antiguo Testamento nunca se describen con la frase “en Cristo” … La mejor respuesta… es reconocer que la resurrección de los santos del Antiguo Testamento es posterior a la tribulación, pero divorciarla completamente del traslado y resurrección de la iglesia. 7 6 Charles Caldwell Ryrie, Dispensationalism Today (Chicago: Moody Press, 1965), página 136. 7 John F. Walvoord, The Rapture Question, página 154. Apéndice Dos: Pactos Condicionales e Incondicionales Los dispensacionalistas enfatizan una fuerte dicotomía entre el pacto incondicional abrahámico, que se expandió en el pacto palestino, el pacto davídico y el nuevo pacto, y el pacto condicional mosaico. ¿Qué quieren decir los dispensacionalistas cuando etiquetan el pacto abrahámico incondicional y el pacto mosaico condicional? El Dr. Lewis Sperry Chafer lo explica de este modo: Cualquier cosa que Dios declare que hará es siempre un pacto vinculante. Si de ninguna manera Él relaciona su acción propuesta con la responsabilidad humana, el pacto es incondicional. Si Él lo relaciona con la responsabilidad humana o hace que dependa de la cooperación por parte de cualquier otro ser, el pacto se denomina apropiadamente condicional.1 En relación con su pueblo terrenal, Israel, y sus bendiciones, Dios ha hecho varios pactos. Algunos de ellos son condicionales y otros incondicionales, cuyos términos sugieren que en algunos pactos Dios dispone que éstos dependan de la fidelidad humana, mientras que en otros simplemente Él declara lo que hará, completamente aparte de la cuestión del mérito o fidelidad humana.2 Cuando alguna persona se convierte en beneficiaria de la promesa incondicional e inalterable de Dios, sin guardar relación alguna 1 Dr. Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism (Dallas: Dallas Seminary Press, 1936), página 73. 2 Lewis Sperry Chafer, Systematic Theology, 8 vols. (Dallas: Dallas Seminary Press, 1948), 7:97. -247- Apéndice Dos con consideraciones de mérito humano, su obligación de conducta justa llega a ser la de adornarse o andar dignamente, de la posición a la que el pacto lo ha llevado. Si Dios ha hecho un pacto declarando lo que hará, siempre y cuando el hombre haga su parte, éste es condicional y el elemento humano no se refiere a andar dignamente de lo que la gracia soberana de Dios proporciona, sino más bien ser digno hasta el final para que la promesa sea ejecutada por completo. Cuando el pacto es incondicional, Dios está limitado en lo que hará sólo por la abundancia de Su infinita gracia, que sobrepasa todo conocimiento. Cuando el pacto es condicional, Dios está restringido por lo que el hombre puede o está dispuesto a hacer. Como un recurso eficaz, la obligación de andar como es digno, aunque de ninguna manera condiciona el propósito soberano, asegura una respuesta más normal y espiritual que todos los sistemas meritorios combinados. El corazón humano responde mucho más a la proposición expresada en las palabras "Te he bendecido, ahora sé bueno" que a la proposición expresada en las palabras: "Sé bueno, y te bendeciré". El elemento de conducta humana aparece pues en cada forma del pacto divino, pero de tal manera que uno se vuelve incondicional y el otro condicional.3 El Dr. J. Dwight Pentecost ha dado la siguiente explicación: Hay dos tipos de pactos en los que Dios entró con Israel: condicionales e incondicionales. En un pacto condicional, lo que se pactó depende para su cumplimiento, del receptor del pacto, no del que hace el pacto. El receptor del pacto debe cumplir ciertas obligaciones o condiciones antes de que el dador del pacto esté obligado a cumplir lo prometido. Es un pacto con un "si" (condicional) adjunto. El pacto mosaico hecho por Dios con Israel es un pacto de este tipo. En un pacto incondicional, lo que se pactó depende sólo de quien hace el pacto para su cumplimiento. Lo que se prometió se le otorga soberanamente al receptor del pacto sobre la autoridad e integridad del que hace el pacto sin vinculación al 3 Dr. Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, páginas 74-75. -248- Apéndice Dos mérito o a la respuesta del receptor. Es un pacto que no tiene ningún "si" (condicional) anexado a él. Para salvaguardar el pensamiento sobre este punto, debe observarse que un pacto incondicional, que vincula al que hace el pacto a un cierto curso de acción, puede tener bendiciones adjuntas a ese pacto, que están condicionadas a la respuesta del destinatario del pacto, y dichas bendiciones surgen del pacto original, pero estas bendiciones condicionadas no cambian el carácter incondicional del pacto. El hecho de no observar que un pacto incondicional puede tener ciertas bendiciones condicionadas ha llevado a muchos a la posición de que las bendiciones condicionadas requieren un pacto condicional, pervirtiendo así la naturaleza esencial de los pactos determinantes de Israel.4 Es difícil analizar esta dicotomía dispensacional entre pactos condicionales e incondicionales porque es difícil de entender. La naturaleza condicional del pacto mosaico según lo descrito por los dispensacionalistas hace que el pacto mosaico suene como un sistema de salvación legalista y meritorio. Además, algunas de las descripciones dispensacionales de un pacto incondicional hacen que los pactos incondicionales suenen como licencias de "gracia barata" para pecar. Si la promesa de la tierra era incondicional en el sentido de que no involucraba un "si" o condiciones morales de ningún tipo, entonces ¿por qué Dios castigó la rebelión de Israel en Kadesh-Barnea al no permitir que esa generación entrara a la tierra prometida y por qué Dios en forma de juicio más tarde expulsó a Israel de la tierra en el cautiverio babilónico? Debido a consideraciones bíblicas como estas, algunos dispensacionalistas califican la posición de que un pacto incondicional no contiene absolutamente ninguna condición moral al sugerir una dicotomía entre el pacto y las bendiciones del pacto, como lo demuestra la cita anterior del Dr. Pentecost. Para dar otro ejemplo, el Dr. John F. Walvoord en un lugar afirma que un pacto incondicional "no está condicionado a la obediencia de individuos o naciones para su 4 J. Dwight Pentecost, Things to Come, página 68. -249- Apéndice Dos cumplimiento", y luego en otro lugar en el mismo libro argumenta que los pactos incondicionales involucran " contingencias humanas".5 En lugar de ver una dicotomía rígida entre el pacto incondicional, clemente y nacional hecho con Abraham, y el pacto condicional, meritorio e individualista hecho con Moisés, los intérpretes Reformados ven el pacto mosaico como una expansión nacional de las promesas, las estipulaciones morales y la ley ceremonial que se encuentra en el pacto abrahámico. Ambos pactos fueron pactos por gracia y ambos involucraron estipulaciones morales con bendiciones prometidas por la obediencia y ninguno, cuando se interpretó adecuadamente, era legalista o meritorio. El Dr. Lewis Sperry Chafer argumenta que "Un pacto que es incondicional no puede ser condicional y un pacto condicional no puede ser incondicional".6 No estoy de acuerdo. Los pactos de Dios son todos incondicionales en su base meritoria, y condicionales en sus medios instrumentales normales de administración. La base meritoria del pacto de Dios es el sufrimiento sustitutivo y la justicia vicaria de Jesucristo. El cristiano es salvo, no por sus propias obras, sino por la obra de Cristo en su lugar. El sufrimiento de Cristo satisface la ira de Dios contra la culpa de su pueblo, y la justicia de Cristo es imputada en su cuenta legal ante Dios. Y los cristianos no hacen nada para ganar o merecer esta obra salvadora de Cristo a favor de ellos; todo es gracia, totalmente inmerecido, completamente gratuito. Sin embargo, que la santidad personal del cristiano no sea la base meritoria para su salvación no significa que la santidad personal no sea una parte necesaria de la vida cristiana, o que Dios no administre las bendiciones del pacto de acuerdo con la obediencia personal del cristiano. Dios normalmente administra su pacto de gracia a través de una respuesta requerida de fe genuina. Digo normalmente porque Dios salva sin tal respuesta en casos excepcionales como en la muerte de un bebé elegido. Digo fe genuina porque no toda fe profesada es fe genuina. La fe 5 6 John F. Walvoord, The Millennial Kingdom, páginas 149, 177. Dr. Lewis Sperry Chafer, Dispensationalism, página 73. -250- Apéndice Dos salvadora genuina es la fe que progresivamente lleva el fruto de la santidad y las buenas obras (Santiago 2:17; Efesios 2:10; Hebreos 12:14). Los salvos entonces son, por regla general, aquellos que hacen el bien delante de Dios (Juan 5:29; Romanos 2: 7; Efesios 2:10), pero los salvos no son salvados por medio de, ni debido al bien que hacen (Tito 3:5; Efesios 2:8-9). Estos aspectos condicionales e incondicionales del pacto no son dicotomías antagónicas por dos razones. Primero, aunque una fe obediente es necesaria para la salvación, no es meritoria. La única obra meritoria en la salvación es la obra salvadora de Cristo a favor de su pueblo con quien tiene pacto. En esta cuestión esencial del mérito del pacto, el pacto de Dios es puramente incondicional. Y, en segundo lugar, una fe obediente es necesaria para la salvación, excepto en casos excepcionales como la muerte de un bebé, pero Cristo le da a su pueblo escogido la vida espiritual, y la capacidad necesaria para cumplir con este requisito. Como parte de su obra salvadora, Cristo compró redentoramente para su pueblo la liberación de su esclavitud a la incredulidad y el don de la regeneración a través de la obra del Espíritu Santo derramado. Todo cristiano profeso tiene la responsabilidad dada por Dios de ocuparse en su propia salvación con temor y temblor (Filipenses 2:12), pero Dios obra en la vida de Su pueblo para capacitarlos para que quieran y obren de acuerdo a Su buena voluntad (Filipenses 2: 13). Dios le da incondicionalmente a su pueblo elegido la capacidad espiritual necesaria para cumplir con las condiciones para recibir las bendiciones del pacto. En mi opinión, la teología calvinista de las recompensas es la mejor explicación de cómo los pactos de Dios pueden condicionar las bendiciones sobre las estipulaciones morales y aún ser totalmente incondicionales y de toda gracia. Sin fe, es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6), y el hombre natural no regenerado es totalmente incapaz de agradar a Dios (Romanos 8:8). Sin embargo, la persona a quien Dios incondicionalmente elige bendecir, Él la regenera y la santifica y le capacita para creer con una fe dinámica que conducirá a una vida santa. Dios entonces recompensa esta santidad obediente con bendiciones y recompensas. La fe que funciona no es una condición meritoria para la -251- Apéndice Dos bendición, sino que es el instrumento a través del cual Dios trae bendiciones sobre el santo, de acuerdo con el principio divino, "ser de mente carnal es muerte, pero ser de mente espiritual es vida y paz" (Romanos 8:6). Las bendiciones del pacto de Dios no son más que recompensas sobre los efectos de su propia gracia. Cuando Dios eligió incondicionalmente a Abraham para recibir bendiciones, Dios lo regeneró y le capacitó para creer y obedecer para que Dios pudiera bendecirlo de acuerdo con la santidad. Dios eligió conocer a Abraham de manera activa y personal para que Abraham pudiera levantar (criar) a su familia en el camino de la justicia y de ese modo recibir las bendiciones del pacto (Génesis 18:19). Dios recompensó a Abraham por su obediencia (Génesis 22: 15-18; 26: 2-5) y, sin embargo, la salvación de Abraham fue incondicional y toda gracia. Con respecto a la promesa de la tierra, la bendición del pacto del reposo en la tierra estuvo históricamente condicionada a la obediencia al pacto (Deuteronomio 4:25-26; capítulo 28). Esto explica las vueltas errantes por el desierto, el exilio, y los tiempos de disturbios y las limitaciones geográficas de la herencia de la tierra en la historia de Israel en el Antiguo Testamento. La promesa de la tierra, sin embargo, tendrá un cumplimiento perfecto, final, pleno y eterno cuando los santos sean glorificados y liberados de todo pecado. La nueva tierra será heredada tanto en santidad como de manera incondicional, ya que la glorificación será un regalo de Dios por gracia para su pueblo. Apéndice Tres: Crítica de Warfield a Chafer El siguiente artículo de B. B. Warfield hecho en 1918 es sólo una indicación de que los Reformados tenían muchos problemas con la teología dispensacional, y que la tendencia perfeccionista del pensamiento dispensacional no es mi imaginación. El artículo fue sacado de Bibliotheca Sacra, cuya revista estaba en Princeton cuando escribió el Dr. Warfield, pero ahora, irónicamente, está en el Seminario Teológico de Dallas. El artículo es una crítica del aún popular libro de Lewis Sperry Chafer, He That Is Spiritual (El que es espiritual). Pasamos ahora al gran príncipe de Princeton, B. B. Warfield. Todo el énfasis es suyo. El Sr. Chafer se encuentra en la lamentable y, uno podría pensar, muy incómoda condición de tener dos sistemas de religión inconsistentes luchando juntos en su mente. Él fue criado como evangélico y, como ministro de la Iglesia Presbiteriana del Sur, está comprometido con el evangelicalismo del agua más pura. Pero durante mucho tiempo ha estado asociado en su trabajo con un círculo de "evangelistas" y "maestros de la Biblia", entre los cuales florece ese curioso sistema religioso (a la vez curiosamente pretencioso y superficial) que los líderes de the Higher Life de mediados del siglo pasado lo pusieron en boga; y no ha sido inmune a su infección. Estos dos sistemas religiosos son bastante incompatibles. El uno es producto de la Reforma Protestante y no conoce ningún poder determinante en la vida religiosa sino la gracia de Dios; el otro viene directamente del laboratorio de John Wesley, y en todas sus formas - modificaciones y mitigaciones por igual - sigue siendo incurablemente Arminiano, sometiendo todas las obras de gracia de Dios a la determinación humana. Los dos pueden unirse tan poco como el fuego y el agua. -253- Apéndice Tres El Sr. Chafer hace uso de toda la jerga de los maestros de Higher Life. También en él oímos hablar de dos clases de cristianos, a los que designa respectivamente "hombres carnales" y "hombres espirituales", sobre la base de una lectura errónea de 1 Corintios 2:9ss (págs. 8, 109, 146); y se nos dice que el paso del uno al otro es nuestra opción, siempre que nos interese "dar" el paso superior "por fe" (p. 146). También con él, por tanto, el disfrute de cada bendición se suspende de nuestro "reclamo" (p. 129). También escuchamos aquí de "dejar" a Dios (p. 84), y, de hecho, casi oímos de "contratar" al Espíritu (como contratamos, digamos, a un carpintero) para que trabaje por nosotros (p.94); y oímos explícitamente de "hacer posible que Dios" haga cosas (p. 148), una expresión bastante terrible. Por supuesto, escuchamos repetidamente sobre el deber y la eficacia de "ceder", y el acto de "entregarnos a nosotros mismos" se discrimina de manera bastante habitual de "consagrarnos" a nosotros mismos (p. 84), y se nos dice, como de costumbre, que por ella se abre la puerta del camino divinamente designado (págs. 91, 49). La frase quietista, "no por intentar, sino por un ajuste correcto", nos reúne (p. 39) y, naturalmente, términos tan corrientes como "pecado conocido" (p. 62), "triunfo momento a momento" (pp. 34, 60 ), "La vida que es Cristo (p. 31)" “andar ininterrumpido en el Espíritu" (pp. 53, 113), "victoria inquebrantable" (p.96), incluso el famoso "de una vez" de Pearsall Smith: “el cristiano puede darse cuenta de inmediato de las virtudes celestiales de Cristo" (p. 39, las cursivas son suyas). Es una cuestión de rutina después de esto que se nos dice que no es necesario que los cristianos pequen (p. 125) - el énfasis repetido varias veces sobre la palabra "necesario" llevándonos a preguntarnos si el Sr. Chafer recuerda que, según la Confesión de Fe a la que, como ministro presbiteriano, da su adhesión, es en el sentido más estricto del término no necesario para cualquiera a pecar, incluso por el "hombre natural" (ix, 1). Aunque así él se sirve a sí mismo con su vocabulario y, por lo tanto, repite, por supuesto, la sustancia principal de su enseñanza, hay extremos, sin embargo, a los que el Sr. Chafer no llegará con sus amigos de Higher Life. Él rechaza decididamente, por ejemplo, la expectativa de repeticiones de las "manifestaciones pentecostales" (p. 47), y esto es más notable porque en sus exposiciones de ciertos pasajes en los que se habla del Espíritu carismático ha pasado por alto ese hecho, para la confusión -254- Apéndice Tres de su doctrina de los modos de acción del Espíritu. Con igual determinación, rechaza "términos no bíblicos, creados por el hombre, como 'segunda bendición', 'una segunda obra de gracia', 'la vida superior', y varias frases utilizadas en las declaraciones pervertidas de las doctrinas de santificación y perfección" (pp. 31,33), incluyendo frases tales como "entera santificación" y "perfección sin pecado" (pp. 107, 139). Sin embargo, se está inclinando aquí hacia una línea bastante estrecha, porque sí enseña que hay dos clases de cristianos, el "carnal" y el "espiritual"; y sí enseña que es absolutamente innecesario que los hombres espirituales pequen y que el camino está completamente abierto a ellos para vivir una vida de victoria inquebrantable si así lo deciden. El Sr. Chafer abre su libro con una exposición de los versículos finales del segundo y los primeros del tercer capítulo de 1 a los Corintios. Aquí encuentra tres clases de hombres contrastados, el hombre "natural" o no regenerado, y los hombres "carnales" y "espirituales", ambos regenerados, pero el último de los cuales vive en un plano superior. "Hay dos grandes cambios espirituales que son posibles para la experiencia humana", escribe (p.8), "el cambio del hombre 'natural' al hombre salvo, y el cambio del hombre 'carnal' al hombre ‘espiritual’. El primero se logra divinamente cuando hay una fe real en Cristo; esto último se logra cuando hay una adaptación real al Espíritu. El hombre 'espiritual' es el ideal divino en la vida y el ministerio, en poder con Dios y el hombre, en comunión y bendición ininterrumpidas. "Esta enseñanza es indistinguible de lo que normalmente se entiende por la doctrina de una "segunda bendición", "una segunda obra de la gracia”, “la vida superior”, “las exposiciones posteriores sólo aclaran el asunto. En ellas los cambios se ejecutan hacia la doble salvación, por un lado, de la pena del pecado, por otro lado, del Poder del pecado - "salvación en seguridad" y "salvación en santidad" (p. 109). Y el libro se cierra con una larga analogía entre estas dos salvaciones. Esta "analogía" se anuncia con esta declaración "La Biblia trata nuestra liberación de la esclavitud al pecado como una forma distinta de salvación y hay una analogía entre este y el aspecto más familiar de la salvación que es de la culpa y la pena del pecado" (p. 141). Termina con este resumen más completo: "Hay una multitud de pecadores por quienes Cristo murió que ahora no son salvos. En el lado divino todo ha sido provisto, y solo tienen que entrar por fe en Su gracia -255- Apéndice Tres salvadora como lo es para ellos en Cristo Jesús. De la misma manera, hay una multitud de santos cuya naturaleza pecaminosa ha sido perfectamente juzgada, y cada provisión hecha por el lado divino para una vida de victoria y gloria para Dios que ahora no están realizando una vida de victoria. Solo tienen que entrar por fe en la gracia salvadora desde el poder y dominio del pecado ... Los pecadores no se salvan hasta que confían en el Salvador, y los santos no son victoriosos hasta que confían en el Libertador. Dios lo ha hecho posible mediante la cruz de Su Hijo. La salvación del poder del pecado debe ser reclamada por la fe" (p. 146). Sin duda, lo primero que se nos lleva a decir de esto es la quintaesencia del arminianismo. Dios no salva a nadie; Él solo hace posible la salvación para los hombres. Se vuelve actual o no depende absolutamente de su acto. Es sólo por su acto que Dios hace posible que los conozca. Pero es igualmente cierto que aquí está la quintaesencia de la enseñanza de la Higher Life, que simplemente enfatiza esa parte de este esquema arminiano que se refiere al asunto específico de la santificación. "Lo que Él provee y otorga está en la más completa perfección divina; pero nuestro ajuste es humano y, por lo tanto, está sujeto a una mejora constante. El hecho de nuestra posible liberación, que depende solo de Él, no cambia. Tendremos tanto en cualquier momento como le sea posible otorgar” (p. 148). Cuando el Sr. Chafer rechaza la doctrina de la "perfección sin pecado" quiere decir, en primer lugar, que nuestra naturaleza pecaminosa no ha sido erradicada. Entrando en la vieja controversia librada entre perfeccionistas entre los "erradicacionistas" y los "supresionistas", se alinea con estos últimos, prefiriendo solo usar la palabra "control". "El método divino de tratar con la naturaleza pecaminosa en el creyente es mediante el control directo e incesante sobre esa naturaleza por el Espíritu que mora en nosotros" (p. 134). Uno pensaría que esto produciría al menos una conducta impecable; pero eso es olvidar que, después de todo, en este esquema la acción divina espera en el hombre. 'La Biblia enseña que, mientras que la provisión divina es una de perfección de la vida, la apropiación humana es siempre defectuosa y por lo tanto los resultados son imperfectos en el mejor de los casos’ (pág. 157). Las provisiones de Dios sólo nos hacen posible que vivamos sin pecar: El resultado es, por lo tanto, solo que no tenemos ninguna necesidad de pecar. Por lo tanto, -256- Apéndice Tres el resultado es solo que no tenemos ninguna necesidad de pecar. Pero si pecaremos o no es asunto nuestro. "Sus provisiones son siempre perfectas, pero nuestra apropiación es siempre imperfecta". “Lo que Él provee y otorga está en la más completa perfección divina, pero el ajuste es humano… el factor de nuestra posible liberación, que depende solo de Él, no cambia. Tendremos tanto en cualquier momento como le sea posible otorgar" (págs. 148, 149). Por lo tanto, se nos puede decir que "el hijo de Dios y ciudadano del cielo puede vivir una vida sobrehumana, en armonía con su llamamiento celestial mediante un andar ininterrumpido en el Espíritu", que "el cristiano pueda realizar de inmediato las virtudes celestiales de Cristo" (p. 39); y que, de hecho, no hace nada por el estilo, que "todos los cristianos pecan" (p. 111). Una posibilidad de no pecar que no está ilustrada por un solo ejemplo y, nunca será ilustrada por un solo ejemplo es, por supuesto, un mero postulado extorsionado por una teoría. Un efecto universal no se explica por su posibilidad. El Sr. Chafer conduce su discusión de estas "dos teorías generales en cuanto al método divino de lidiar con la naturaleza pecaminosa en los creyentes" bajo la presunción de que "ambas teorías no pueden ser verdaderas, porque son contradictorias" (p. 135). "Las dos teorías son irreconciliables", dice (p. 139). "O vamos a ser liberados por la eliminación abrupta de toda tendencia al pecado, y así ya no necesitamos el poder habilitador de Dios para combatir el poder del pecado, o debemos ser liberados por el poder inmediato y constante del Espíritu que mora en nosotros "este irreductible" esto o lo otro "no está justificado. De hecho, tanto la "erradicación" como el "control" son verdaderas. Dios nos libera de nuestra naturaleza pecaminosa, no de hecho "abruptamente" sino erradicando progresivamente, y mientras tanto, controlándola. Porque la nueva naturaleza que Dios nos da no es absolutamente nueva, algo ajena a nuestra personalidad, insertada en nosotros, sino nuestra vieja naturaleza misma rehecha, una verdadera recreación o renovación de todas las cosas. El Sr. Chafer está bastante equivocado cuando dice: "La salvación no es un supuesto 'cambio de corazón'. No es una transformación de lo viejo: es una regeneración, o creación, de algo completamente nuevo, que se posee en conjunto con los ancianos mientras estemos en el cuerpo” (p. 113). Que esto proporcione a cada cristiano dos naturalezas en conflicto no lo espanta. Dice, con bastante -257- Apéndice Tres calma: "Los no regenerados tienen una sola naturaleza, mientras que los regenerados tienen dos" (p. 116). No parece ver que así el hombre no se salva en absoluto: un hombre diferente, de nueva creación, es cuando se deshace del antiguo, y no hay duda de que el antiguo tiene que ser finalmente eliminado, el hombre salvo que queda no es en absoluto el antiguo que iba a ser salvo, sino un hombre nuevo que nunca ha necesitado ser salvado. Es una tentación para un virtuoso en la interpretación de las Escrituras mostrar su temple en pasajes difíciles y en pasajes sorprendentes. El señor Chafer no ha superado esta tentación. Tomemos solo un ejemplo. "Todo amor cristiano", nos dice (pág. 40) "según las Escrituras, es claramente una manifestación del amor divino a través del corazón humano", una afirmación bastante injustificada. Pero el Sr. Chafer está listo con una ilustración. “Se encuentra una declaración de esto”, declara, en Rom. 5:5, “porque el amor de Dios es derramado (lit., brota) en nuestros corazones por (producido o causado por) el Espíritu Santo, que nos ha sido dado'”. Luego comenta lo siguiente: 'Este no es obra del afecto humano; es más bien la manifestación directa del 'amor de Dios' que pasa por el corazón del creyente desde el Espíritu que mora en él. Es la realización de la última petición de la oración sumo sacerdotal de nuestro Señor: "Para que el amor con que me has amado esté en ellos" (Juan 17:26). Es simplemente el amor de Dios obrando en y a través del creyente. No puede ser producido humanamente, ni siquiera imitado, y por necesidad se apaga. a los objetos del afecto y la gracia divinos, más que a los objetos del deseo humano. Un corazón humano no puede producir amor divino, pero puede experimentarlo. Tener un corazón que siente la compasión de Dios es beber del vino del cielo. "Toda esta extraña doctrina de la transferencia del amor de Dios, en el sentido de su poder activo de amar, para que vuelva a surgir de nosotros como nuevos centros, se extrae de la simple declaración de Pablo de que por el Espíritu Santo que Dios nos ha dado, Su amor por nosotros se hace muy real para nuestra aprehensión. Entre los comentarios filológicos entre paréntesis que el Sr. Chafer ha insertado en su cita del texto, es una lástima que no haya incluido uno que indique que "ekcheo" no es "eischeo", y que Pablo sin duda habría usado "eischeo" si hubiera querido transmitir esa idea. -258- Apéndice Tres Una ambigüedad inquietante se impone en toda la enseñanza del Sr. Chafer por ser hospedador de sistemas de pensamiento contradictorios. Hay un pasaje cerca del comienzo de su libro, no bien expresado es cierto, pero bien sólido en su concepción fundamental, en el que se da expresión a un principio primario del sistema Evangélico, que, de haberle dado validez, hubiera preservado al Sr. Chafer de su lamentable coqueteo con las fórmulas de Higher Life. "En la Biblia", escribe, "la oferta divina y la condición para la curación del pecado en una persona inconversa se cristalizan en una sola palabra 'creer'; porque el perdón del pecado con los inconversos se ofrece sólo como una parte indivisible de toda la obra divina de la salvación. La obra salvadora de Dios incluye muchas empresas poderosas además del perdón de los pecados, y la salvación depende sólo de la fe. No es posible separar un solo tema de toda la obra de Su gracia salvadora; como perdón, y reclamar esto aparte del todo indivisible. Por lo tanto, es un error terrible dirigir a una persona inconversa a buscar el perdón de sus pecados como un asunto separado. Un pecador sin sus pecados no sería cristiano; porque la salvación es más que la resta, es la suma: "Yo les doy vida eterna". Por lo tanto, la cuestión del pecado con los inconversos será curada como parte de toda la obra divina de salvación, pero nunca separada de ella, y esta salvación depende de la fe "(p. 62). Si este pasaje significa algo, significa que la salvación es una unidad, y que el que es invitado a Jesucristo por fe recibe en Él no solo la justificación, la salvación de la pena del pecado, sino también la santificación, la salvación del poder del pecado. tanto "seguridad" como "santidad". Estas cosas no pueden separarse, y es un grave error enseñar que un verdadero creyente, en Cristo, puede detenerse en la "carnalidad" y, aunque tiene el Espíritu con él y en él, no tenerlo sobre él, para usar una jugada no muy lúcida de las preposiciones en las que se entrega el señor Chafer. En su intento de enseñar esto, el Sr. Chafer es traicionado (p. 29) al sacar una larga lista de características de las dos clases de cristianos, en la que asigna a la clase baja prácticamente todas las marcas del hombre no regenerado. La salvación es un proceso; como enseña lealmente el Sr.Chafer, la carne continúa en el hombre regenerado y lucha contra el Espíritu - es digno de elogio por preservar incluso hasta el Capítulo Séptimo de Romanos su verdadera referencia - pero los restos de la carne en el cristiano no constituyen su característica. Está en el Espíritu y anda, aunque sea con pasos vacilantes, por el Espíritu; y es a -259- Apéndice Tres todos los cristianos, no a algunos, a quienes se les da la gran promesa: "El pecado no se enseñoreará de vosotros", y se añade la gran seguridad: "Porque no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia". El que cree en Jesucristo está bajo la gracia, y todo su camino, tanto en su proceso como en su resultado, está determinado por la gracia, y, por lo tanto, habiendo sido predestinado para ser conformado a la imagen del Hijo de Dios, ciertamente está siendo conformado a esa imagen, Dios mismo asegurándose de que no sólo es llamado y justificado, sino también glorificado. Puede encontrar cristianos en cada etapa de este proceso, porque es un proceso por el que todos deben pasar; pero no encontrarás a nadie que no pase por todas las etapas en el tiempo y la manera de Dios. No hay dos clases de cristianos, aunque hay cristianos en cada etapa concebible de avance hacia la única meta a la que todos están destinados y al que todos llegarán. Bibliografía Consultada Alan Patrick Boyd, "A Dispensational Premillennial Analysis of the Eschatology of the Post-Apostolic Fathers (until the Death of Justin Martyr)" (Th.M. thesis, Dallas Theological Seminary, 1977). Bernard Ramm, Protestant Biblical Interpretation: A Textbook of Hermeneutics (Grand Rapids: Baker Book House, 1970). C.F. Keil y F. Delitzsch, Commentary on the Old Testament in Ten Volumes: Volume VIII: Jeremiah, Lamentations (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 1973). C.I. Scofield with Ella E. Pohle, compiler, Dr. C.I. 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