ACTITUD DE LOS PADRES ANTE EL PODERÍO JUVENIL. En estos tiempos modernos donde la influencia de los jóvenes es mucho mayor, ellos representan una fuerza increíble de poder dentro de la sociedad. Los jóvenes imponen sus modas, gustos, formas de hablar, se encuentran cada vez más capacitados para adaptarse al mundo donde viven y por ende se hallan en condiciones más ventajosas que el hombre maduro. Junto a ello hay que destacar la viva imaginación que tienen, capacidad creadora y fácil memoria, es por eso que estos factores muy ventajosos desarrollan en ellos una rebeldía juvenil e intentan medir fuerza con los adultos y sobre todo con los padres. ¿Y cuál sería una solución a este conflicto? Castigarlos, trancarlos en casa, pues no sería una buena solución ya que teniendo en cuenta que quizás tengan más poder adquisitivo no tienen la suficiente experiencia y pueden acabar saliendo de casa tempranamente cayendo en malas manos. Y es ahí lo que entra uno de los principales mandamientos de Dios ‘Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo’, si amamos a nuestro prójimo acogemos al joven de hoy, le decimos que le amamos, que estamos orgullosos de él, así aprenderá a perdonar, le decimos que siempre estaremos aquí para escucharlos, así él también aprenderá a escuchar, le decimos que confiamos en él para que siempre confíe en nosotros y sobre todo en Jesucristo, le ayudamos a discernir y a actuar en este mundo con nuestro ejemplo de vida. Por que podemos ser despistados, ocupados en tantas cosas, pero siempre debemos hablarle, escucharles a los jóvenes sus necesidades, darle la debida importancia que se merece. Y por último y más importante es enseñarles que ellos pueden contar con Jesús para todo, que él quiere que aproveches la juventud junto a él, que él le ama y por eso quiere lo mejor en sus vidas. Jesús es la mejor opción que pueda haber en sus vidas y que nunca se arrepentirán, entréguense y dejen que él sea el centro de sus vidas. No busquen llenar los vacíos del corazón con las cosas que les ofrece el mundo, pues sólo nuestro Señor Jesucristo es quien los puede llenar. ‘La juventud no está muerta cuando está cercana al maestro’ lo decía el Papa Francisco. Enseñemos a los jóvenes que entreguen todo a los planes del Señor.