Subido por alricopa

Qué es la ortografía

Anuncio
¿Qué es la ortografía?
El nombre procede del latín orthographia, y se refiere al conjunto de normas que
regulan la escritura. Forma parte de la gramática normativa ya que establece las reglas
para el uso correcto de las letras y los signos de puntuación.
La ortografía nace a partir de una convención aceptada por una comunidad lingüística
para conservar la unidad de la lengua escrita. La institución encargada de regular estas
normas suele conocerse como Academia de la Lengua.
Las reglas ortográficas no tienen una relación directa con la comprensión del texto en
cuestión, un texto lleno de faltas puede ser perfectamente comprensible para el hablante
de una lengua, pero la corrección ortográfica aporta unidad, ayuda a la estandarización
de una lengua.
En algunas lenguas, la ortografía basa sus normas en los fonemas (abstracciones
mentales de los sonidos del habla), tal y como ocurre con el castellano, pero en otras se
opta por criterios etimológicos (el origen de las palabras), como en el inglés.
Algunos escritores se han decantado por la abolición o, al menos, la simplificación de
las reglas de la ortografía. Juan Ramón Jiménez escribió un texto publicado en la revista
"Universidad", en Puerto Rico, titulado Mis ideas ortográficas, en el que se reflejan su
particular visión de las reglas ortográficas. El poeta abogaba por la simplificación de la
ortografía. En este da respuesta a su decisión, por ejemplo, de escribir su apellido con j,
por qué suprimía las “b”, las “p”, etc., en palabras como “oscuro”, “setiembre”, etc., por
qué usaba “s” en vez de “x” en palabras como “excelentísimo”, etc.
Juan Ramón declaró que lo hacía primero por amor a la sencillez, por odio a lo inútil,
pero también porque creía que se debía escribir como se habla, y no hablar, como se
escribe. Lo mismo opinaba de la h:
“¿Ya para qué necesita “hombre” la “h”; ni otra, “hembra”? ¿Le añade algo esa “h” a la
mujer o al hombre? Además, en Andalucía la jota se refuerza mucho y yo soy andaluz
.[...]”.
El amor por la ortografía natural le venía del Diccionario de Autoridades de la
Academia Española, y los escritos de Larra en que se usaba la misma ortografía que en
el diccionario.
Decía:
“Mi jota es más higiénica que a blanducha “G”, y yo me llano Juan Ramón Jiménez, y
Jiménez viene de “Eximenes”, en donde la “x” se ha transformado en jota para mayor
abundamiento. En fin, escribo así porque yo soy muy testarudo, porque me divierte ir
contra la Academia y para que los críticos se molesten conmigo. Espero, pues, que mis
inquisidores habrán quedado convencidos, después de leerme, con mi explicación y,
además, de que para mí el capricho es lo más importante de nuestra vida”.
Gabriel García Márquez recogió el testigo del poeta andaluz en el Congreso de la
Lengua Española, en 1997, en México. En su discurso arremetió contra la “h rupestre”,
las tildes y esa difícil frontera entre “j” y “g” o “b” y “v”.
Escribió el escritor Nobel en su discurso titulado Botella al mar para el dios de las
palabras:
“En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la
gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros.
Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos
lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien
los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir,
negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los ques endémicos, el
dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus
esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso
muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano
desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la
ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo
nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. Y que
de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron
como si fueran dos y siempre sobra una.”
Como en todo, las posibles ventajas o inconvenientes de ambas propuestas han sido
claramente definidas. Por ejemplo, las letras s y z; en algunas regiones, su
pronunciación es diferente, «casa» y «caza», sin embargo, es mucho mayor el
porcentaje de poblaciones que no las distinguen fonéticamente, o la c, que puede leerse
como una k o como una z, en las combinaciones ca, co y cu o ce y ci, respectivamente.
Curiosamente, en la era de los avances tecnológicos y de los correctores de texto el uso
ortográfico correcto en lugar de mejorar ha ido empeorando a pasos agigantados.
Un tema para la reflexión, cada cual llegará a sus propias conclusiones.
RESUMEN
La Ortografía es una parte de la Gramática que se ocupa de la forma correcta de escribir las
palabras, cuyo principal uso es la comunicación, y para poder comunicarnos efectivamente,
es necesario que elaboremos los mensajes de forma correcta y comprensible, así como
corregir los errores que nuestros alumnos cometen a la hora de escribir.
La palabra Ortografía viene del griego orthos, que quiere decir correcto, y de grapho, que
significa escribir, así que ortografía quiere decir escribir correctamente. Tal como debernos
hacerlo cuando hablamos, para escribir correctamente hay que poner atención en la
ortografía.
El idioma necesita de la Ortografía y de la Gramática, si bien a través del tiempo el idioma
va cambiando por diversas situaciones como: modismos, inclusión y adaptación de vocablos
de otros idiomas, etc. no se puede aceptar la escritura con faltas, por esta simple razón,
redactar sin faltas de ortografía debería ocupar un lugar importante a la hora de escribir.
El texto es la unidad superior de comunicación y de la competencia organizacional del
hablante, por lo tanto debemos considerar factores en relación con la competencia
discursiva, la situación, contexto y reglas textuales y ortográficas. Su extensión es variable
y corresponde a un todo comprensible que tiene una finalidad comunicativa en un contexto
dado.
Con las faltas de ortografía el contenido de un texto, de un comentario en un blog, una
respuesta en un tema de algún foro o incluso de un mensaje o recado, pierde calidad.
Además, quien lo escribió también pierde autoridad y prestigio, más aún si se trata de un
maestro.
Esto de la ortografía se ha convertido en un tema delicado para las nuevas (y no tan nuevas)
generaciones. Gracias a la tecnología, la mayoría de las tareas escolares ahora se realizan
en una computadora con procesador de textos, los cuales incluyen corrector ortográfico
automático y que en ocasiones los jóvenes no saben que existe y no lo utilizan, teniendo
como consecuencia una tarea con faltas de ortografía.
Lo anterior es uno de los grandes problemas con los que nos encontramos en la enseñanza.
No hay discusión en este punto, una buena ortografía es la base de un texto bien escrito y
se ha de tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, nos comunicamos por escrito.
Por consiguiente, el problema de la ortografía no es tan sólo un problema escolar, va más
allá, pertenece a la vida: cartas, currículo, trabajos de investigación, memorándums, oficios
etc., todo va por escrito y por consecuencia todo debería ir impecable, en lo que a ortografía
se refiere. En ocasiones no son suficientes los procesadores de texto que incorporan
algunas herramientas ortográficas.
Los correctores ortográficos son una herramienta más para facilitarnos la vida, pero son sólo
eso, una herramienta; no hay que depender totalmente de ellos. Y no puedo dejar fuera los
signos de puntuación, la correcta colocación de estos, es otro punto importante a la hora de
darle un sentido y una correcta interpretación a un texto.
Según los expertos, las razones por las cuales una persona escribe con errores son varias,
entre ellas se encuentran la distracción, la escasa importancia que se le da a la ortografía,
la poca lectura de libros y la influencia de otro tipo de lenguajes tecnológicos como el que
se usa con los mensajes de texto, en la actualidad, encontramos que los alumnos escriben
como si escribieran un mensaje de texto, existe una terrible mutilación del lenguaje.
Debemos como docentes poner más atención en nuestra redacción, hacer crecer nuestro
acervo cultural, una forma de memorizar o fijar nuestra ortografía es leyendo, cuando
escribimos un texto es necesario leerlo en varias ocasiones a fin de encontrar errores y
corregirlos antes de enviar o imprimir para entregar el documento impecable, es necesario
recurrir al diccionario, si tenemos alguna duda.
Es necesario estimular la práctica de la lectura en nuestros alumnos, los buenos lectores,
(con excepciones claro), tienen buena ortografía, se debe de tener en cuenta que el que
lee no sólo comprende las palabras sino que "ve" sus características ortográficas.
Por otra parte, los malos lectores generalmente tienen mala ortografía por su escasa
familiaridad con las palabras escritas. Esta conciencia de la relación entre lectura y ortografía
debe redundar en no gastar demasiado tiempo en prácticas de aprendizaje de la ortografía,
como planas de palabras.
También es necesario apoyar a nuestros jóvenes para realizar un plan de autocorrección
individual o interactiva de sus errores ortográficos, este se facilita cuando ellos tienen un
propósito claro para efectuar la corrección. Por ejemplo la elaboración de escritos para ser
mostrados a los padres, cuando los jóvenes saben que sus escritos serán leídos por otros
sienten natural la revisión y corrección formal de sus textos.
Dentro del salón de clases, podemos realizar muchas cosas con nuestros alumnos, a fin de
lograr que mejoren su escritura, ortografía o su redacción, en cualquier asignatura que
impartamos podemos lograrlo, necesitamos buscar pero sobre todo encontrar la manera de
incentivar a nuestros alumnos para escribir, es necesario hacerles notar la necesidad de
utilizar los signos de puntuación, a través de una anécdota, o con ejemplos.
Somos modelo de nuestros alumnos, a seguir para muchos de ellos, por lo tanto debemos
esmerarnos para que se lleven un buen ejemplo, necesitamos aumentar nuestro bagaje
cultural, a fin de mejorar el de nuestros jóvenes, al leer no sólo mejorará nuestra
ortografía, también mejorará la manera de expresarnos.
Hablar correctamente también es muy importante, en ocasiones pronunciamos cosas en
forma incorrecta o cometemos vicios de lenguaje y por consiguiente en la producción de
textos lo hacemos, hacemos uso excesivo de muletillas y al momento que queremos escribir
se ve limitado nuestro vocabulario.
Para comunicarnos eficazmente, es necesario elaborar mensajes de manera correcta y
comprensible, por ello escribir bien evitará malinterpretaciones en lo que queremos decir.
Una palabra mal escrita puede cambiar el sentido a lo que se quiere expresar.
Los estudiantes muestran muchas deficiencias en la correcta escritura de las palabras,
debido al desconocimiento de las reglas ortográficas y al desinterés por la lectura, factores
que inciden notoriamente en la producción de un buen texto escrito.
Por lo anterior es necesario fortalecer el nivel de ortografía en los estudiantes, con el
propósito que logren expresarse correctamente en forma oral y escrita, debemos poner
especial esmero para lograr que nuestros alumnos mejoren su ortografía y por consiguiente
la producción de textos.
Hay que trabajar con la ortografía, pero también hay que escribir. “No se trata, entonces, de
dejar de escribir para enseñar ortografía, sino de reflexionar sobre la norma ortográfica en
el interior de situaciones de escritura, ya que el conocimiento de dicha norma debe estar al
servicio de la comunicabilidad textual”[1].
SIGNOS ORTOGRÁFICOS
1. Son todas aquellas marcas gráficas que, no siendo números ni letras, aparecen en
los textos escritos con el fin de contribuir a su correcta lectura e interpretación. Cada
uno de ellos tiene una función propia y unos usos establecidos por convención. Se
distinguen tres tipos: signos diacríticos, signos de puntuación y signos auxiliares.
a) Signos diacríticos. Su función es conferir un valor especial a la letra sobre la
que se colocan. Se explican en las entradas correspondientes a cada uno de ellos
(→ DIÉRESIS; TILDE2).
b) Signos de puntuación. Su función principal es delimitar las diferentes unidades
del discurso para facilitar su comprensión, poniendo de manifiesto las relaciones
sintácticas y lógicas entre sus diversos constituyentes, evitando posibles
ambigüedades en textos que, sin su empleo, podrían tener interpretaciones
diferentes, y señalando el carácter especial de determinados fragmentos ―citas,
incisos, intervenciones de distintos interlocutores en un diálogo, etc.―. La
información relativa al uso específico de cada signo se ofrece en su entrada
correspondiente (→ COMA2; COMILLAS; CORCHETE; DOS PUNTOS; SIGNOS DE
INTERROGACIÓN Y EXCLAMACIÓN; PARÉNTESIS; PUNTO; PUNTOS
SUSPENSIVOS; PUNTO Y COMA; RAYA).
c) Signos auxiliares. Sus funciones son muy variadas y se explican en las entradas
correspondientes a cada uno de ellos
(→ APÓSTROFO; ASTERISCO; BARRA; GUION2; LLAVE; PÁRRAFO (SIGNO DE)).
SIGNOS DE PUNTUACIÓN
Los signos de puntuación, son utilizados en los textos escritos para intentar dar la
entonación del lenguaje oral (pausas, matices de voz, cambios de tono, etc.) con el
fin de interpretar y comprender correctamente el mensaje escrito. Por lo tanto, los
signos de puntuación son de gran importancia para expresarnos de una manera
clara y evitar interpretaciones erróneas del texto.
En seguida, se muestran algunos de los usos de los signos de puntuación:
LA COMA (,)
Indica una breve pauta en la lectura y se utiliza en los siguientes casos:
 Para separar dos palabras o frases que sean de la misma clase o formen
enumeración.
Ejemplo: En mi mochila hay cuadernos, lápices, plumas y borradores.
 Para aislar el vocativo. Si encuentra al principio de la frase va seguido de una coma
se escribe el vocativo seguido de la frase y procedido de la frase si va al final.
Ejemplo: Carlos, ven aquí.
Ven aquí, Carlos
 En los incisos que interrumpen una oración, para aclara o ampliar lo que se dice, o
para mencionar el autor u obra citados.
Ejemplo: Todos los vecinos, incluido el del tercero, estaban por una vez de
acuerdo.
 Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición van seguidas de
una coma, como son: En efecto, es decir, por consiguiente, no obstante, entre
otras.
Ejemplo: Dame eso, es decir, si te parece bien.
Contestó mal, no obstante, aprobó
 Para evitar malos entendidos
Ejemplo: No, está mal
No está mal
EL PUNTO ( . )
El punto marca una pausa al final de un enunciado.
Después de un punto siempre se escribe mayúscula.
Existen tres tipos de puntos:
 Punto y seguido: separa enunciados que integran un párrafo.
Ejemplo: se acabaron las vacaciones. Ahora, a estudiar.
 Punto y aparte: separa dos párrafos distintos con dos contenidos diferentes.
Ejemplo: Un año después de salir el disco al mercado, prácticamente todos saben
ya quién es.
El segundo single ha comenzado a sonar.
 Punto y final: cierra un texto.
 También se usa después de las abreviaturas.
Nota: Nunca se usa el punto en los títulos y subtítulos de libros, artículos, capítulos,
obras de arte.
EL PUNTO Y COM A ( ; )
Indica una pausa superior a la coma e inferior al punto y se utiliza:
 Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones
que incluyen comas.
Ejemplo: Había que estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el
mar y el viento; dormir sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas medio
rotas.
 Delante de las conjunciones o locuciones como: sin embargo, por tanto, por
consiguiente, cuando los periodos tienen cierta longitud.
Ejemplo: Trabajamos como locos en ese proyecto porque teníamos confianza; sin
embargo, los resultados no fueron los que esperábamos.
LOS DOS PUNTOS ( : )
Se usan los dos puntos en los siguientes casos:
 Delante de una enumeración anunciada con un verbo.
Ejemplo: Los puntos cardinales son: norte, sur, este y oeste.
 En citas textuales.
Ejemplo: Fue Descartes quien dijo: «Pienso, luego existo»
 Después de las fórmulas de saludo en las cartas y documentos.
Ejemplo:
Querido amigo:
Siento mucho no haberte escrito antes pero…
 En textos jurídicos y administrativos detrás del verbo (decretos, bandos,
certificados, etc…)
Ejemplo:
Certifica:
Que D. José Martínez ha seguido su curso de español durante los meses de Julio y
Agosto.
Nota: nunca se deja espacio antes de los dos puntos.
LOS PUNTOS SUSPENSIVOS ( … )
Suponen una interrupción en la oración o un final impreciso. Se usan en los casos
siguientes:
 Al final de una enumeración cuando tiene el mismo valor que la palabra etcétera.
Ejemplo: Todo lo malo estaba por venir: la anexión de Checoslovaquia, el asalto por
sorpresa a Polonia, el ataque a Rusia, el Holocausto…
 Cuando dejamos el sentido de la frase en suspenso, incompleto, con la finalidad de
expresar matices de duda, temor, etc.
Ejemplo: Quizá yo… podría…
 Cuando se omite una parte de una cita textual.
Ejemplo: Las primeras líneas del Quijote las aprendí en la escuela: “ En un lugar de
la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…”
LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN ( ¿ ? )
Delimitan enunciados interrogativos. En español, es necesario utilizar el signo de
apertura porque no tenemos marcas gramaticales que lo sustituyan.
Ejemplos:
¿Qué tal estás?
¿Cómo te sientes?
Notas: Nunca se deja un espacio después del signo de interrogación de apertura o
antes del de cierre.
Nunca se escribe punto detrás de los signos de interrogación.
LOS SIGNOS DE EXCLAMACIÓN ( ¡ ! )
Delimita enunciados exclamativos o interjecciones.
Nunca se deja un espacio después del signo de exclamación de apertura o antes del
de cierre.
Ejemplos:
¡Hola!
¡Qué sorpresa!
LOS PARÉNTESIS ( ( ) )
Se utilizan en los siguientes casos:
 Cuando se interrumpe el sentido de un discurso con una aclaración, sobre todo si
ésta no tiene mucha relación con lo anterior.
Ejemplo: Marta Tocino (la novia del futbolista) se presenta a las próximas
elecciones.
 Para intercalar un dato o precisión (fechas, autores…)
Ejemplo: Nací en La Felguera (Asturias).
 Para evitar que haya sólo una opción en el texto.
Ejemplo: Se busca chico(a) para ir a buscar dos niños de 8 y 11 años a la escuela.
 En la transcripción de textos para señalar la omisión de una parte del texto, se
ponen tres puntos entre paréntesis (…)
Ejemplo: “En Alicante fui y conocí esa terrible masa humana que había en la playa.
(…) Miles y miles de gentes que buscaban y creían que les enviaban barcos. (…) Yo
creo que para sobrevivir nos metieron en la cabeza que nos daba todo igual”.
LOS CORCHETES ( [ ] )
Incorporan información complementaria como los paréntesis.
Se usan en los casos siguientes:
 Dentro de un enunciado que ya va entre paréntesis para introducir una precisión.
Ejemplo: Una de las obras de Antonio Muñoz Molina (algunos la consideran como
su mejor novela [1997]) es “Plenilunio”.
 Cuando en un texto transcrito el editor quiere introducir una nota
complementaria al texto.
Ejemplo: Y Don Quijote, con el dolor de las suyas, tenía los ojos abiertos como
liebre.
[como liebre] Alusión a la creencia vulgar que las liebres duermen con los ojos
abiertos
 Como los paréntesis, cuando se omite una parte del texto transcrito.
LAS COM ILLAS ( “ ” )
Se utilizan para:
 Reproducir citas textuales.
Ejemplo: Me dijo muy claramente: “No quiero aceptar esta proposición porque
pienso que no está a la altura de mis ambiciones”.
 Cuando queremos resaltar alguna palabra que en ocasiones no pertenece a la
lengua española o cuando la palabra es impropia y/o vulgar
Ejemplo: Bailar en pareja, es mi «hobby»
Sus “negocios” no me parecen nada claros.
 Para reproducir los pensamientos de los personajes en los textos narrativos.
Ejemplo: Todos lo escuchaban con atención pero yo no oía lo que decía
simplemente pensaba: “¡Qué guapo es!”.
LA RAYA ( — )
Se utiliza en los siguientes casos:
 Para encerrar aclaraciones que interrumpen el discurso. Se pueden sustituir por
paréntesis.
Ejemplo: Estuve esperando a Sara —una buena amiga— toda la noche. Pero al
final no vino.
 En un diálogo cuando no se menciona el nombre de la persona o personaje.
Ejemplo:
—¿Qué me has preguntado?
—Yo, nada. Te has confundido de persona.
EL GUIÓN ( – )
Se utiliza :
 Para separar (en determinados casos) los dos elementos que integran una
palabra compuesta.
Ejemplo: Es una lección teórico-práctica
El caballo es de origen hispano-árabe
 Para dividir una palabra al final del renglón cuando no cabe en el completa.
Ejemplo: No dejes las cosas en cualquier sitio, te lo digo siempre y ya empiezo a estar harta de repetir siempre lo mismo.
LA DIÉRESIS O CREM A ( ¨ )
Se utiliza :
 Para señalar la pronunciación de la vocal «u» en las combinaciones gue, gui.
Ejemplos: pingüino, vergüenza, etc.
Descargar