Enseñar aprender 6 1.- La sociedad dc la información y las nuevas exigencias formativas de los ciudadanos Angel I. Pérez Gómez Los cambios sustantivos en las relaciones de poder, de producción y en las formas de vivir así como los importantes movimientos demográficos y los espectaculares logros tecnológicos en tas últimas décadas han producido una alteración radical en nuestra forma de comunicarnos, de actuar, de pensar y de expresar. Vivimos saturados de información accesible, abundante, diversa, fragmentaria, sesgada, frágil y cambiante. La información que rodea la vida de los individuos se produce, se distribuye, se consume y se abandona a una velocidad cada vez más acelerada, por Io que las exigencias y desafios a las personas y grupos sociales son cada vez más intensas. Este nuevo escenario social demanda cambios también sustantivos en la formación de los futuros ciudadanos y por tanto plantea retos ineludibles a los sistemas educativos, a las escuelas, al currículo, a los procesos de enseñanza y aprendizaje y, por supuesto, a los docentes. Los cambios en el quehacer educativo han de ser de tal calado que conviene hablar de cambiar la mirada, de reinventar la escuela. Las reformas parciales sin sentido global ya no son suficientes. La sociedad de la información y del conocimiento dirige a la educación demandas distintas de las—tradicionales, claramente relacionadas con el desarrollo en todos los ciudadanos de la capacidad de aprender a Io largo de toda la vida. Dicho de otro modo, el problema no es ya la cantidad de información que los niños y jóvenes reciben, sino la calidad de la misma: ta capacidad para entenderla, procesarla, seleccionarla, organizarla y transformarla en conocimiento; así como la capacidad de aplicarla a las diferentes situaciones y contextos en virtud de los valores e intenciones de los propios proyectos personales o sociales. Los sistemas educativos afrontan, en las democracias actuales, dos grandes retos que están íntimamente relacionados: por un lado, consolidar una escuela comprensiva que permita el máximo desarrollo de las capacidades de cada persona, respetando la diversidad y asegurando la otros la educación de sujetos y compensando aut6nomos las desigualdades.capaces de dOccislðócönformadas en la vida profesional y social. sobre su propia vida y de participar de 1.1.- Las peculiaridades de csfe cambio de época El propósito del presente capítulo es analizar de forma detenida peculiaridades sustantivas que definen la compleja, cambiante y desigual sociedad contemporánea, especialmente en aspectos que constituyen los entornos de relaciones interpersonales y sociales en los que viven y crecen los seres humanos. En la aldea global informatizada, el crecimiento y desarrollo de las nuevas generaciones tiene lugar en medio de una nueva estructura de relaciones de producción, de poder y de relaciones interpersonales bajo la poderosa influencia cotidiana de los onmipresentes medios de comunicación de masas, al servicio del mercado. Por ello me parece imprescindible que nos detengamos en el análisis de las características más relevantes que definen nuestro contexto económico, social, cultural y político, si queremos comprender las (nuevas exi encias formativas del ciudadano contemporáneo, En principio, parece obvio (Chomsky, Castells, Gergen, Wells y Clax}on), que las sociedades contemporáneas, caracterizadas por la globa[ización de los intercambios económicos, por la fluidez y flexibilidad en los procesos de producción, distribución y consumo, plantean a los ciudadanos nuevos estímulos y posibilidades, a la vez que nuevos desafíos y nuevas incertidumbres por la rapidez,-profundidad y extensión de los cambios en todos los ámbitos de la vida y las costumbres. Los cambios sustanciales se han producido en los tres ámbitos fundamentales de la vida social: el ámbito de la producción/consumo (economía) el ámbito del poder (política) y el ámbito de la experiencia cotidiana (sociedad y cultura)) importantes son los cambi09Aae han afectado a la estructura Æustantiwde estos tres ámbitos que Castells (1994) llega a afirmar que nos encontramos ante un cambio de época, no soto ante una época de cambios. 8 Enseñar a aprender Por problemas de espacio, no me voy a detener en las dos primeras estructuras, aunque son fundamentales para comprender la tercera. Solamente considerar que en el ámbito de las(estructuras de poder han cambiando sustancialmente las relaciones políticos y económicas del estado nación que ha regido, durante dos o tres siglos por Io menos, la convivencia dc la mayoría de tos pueblos colonialistas y colonizados) La vida política empieza a deslizarse hacia las instituciones multi y supracstatales, (MERCOSUR, BID, FMI, Comunidad Europea, etc.,) que son las que de alguna manera condicionan, modifican y determinan los grados de libertad que tiene el poder en el ámbito estatal. Por otra parte, es necesario considerar que la supremacía de la economía sobre la política está provocando el deterioro de las democracias representativas, el incremento de la corrupción política y el debilitamiento de las instancias representativas de carácter internacional (ONU). Tampoco me voy a detener en los cambios que se han producido en la estructura de producción, pero cabe afirmar que nos encontramos en la época del capitalismo postindustrial, donde et intercambio electrónico y telemático, la globalización financiera y comercial, la primacía de la rentabilidad sobre la productividad y la deslocalización espacial sitúan a la información, la flexibilidad, la incertidumbre, la fluidez y la innovación como los ejes de los comportamientos humanos individuales y grupales en los procesos de producción, distribución y consumo. Por otra parte, los logros tecnológicos a Io largo del siglo pasado han producido una alteración radical en nuestra forma de—comunicqzngs, de actuar, de pensar y de expresar) Las nuevas tecnologías rompen tas barreras y del tiempo y permiten mantener relaciones, directas o indirectas, presenciales o virtuales, con un círculo cada vez más vasto de individuos, alcanzando Io que GERGEN (1992) denomina la saturación social del yo. El incremento acelerado y exponencial de estímulos sociales provoca el cambio de nuestras experiencias y de nuestras concepciones, así como una creciente perplejidad ante la multiplicidad y aceleración de realidades y discursos. Esa fragmentación del yo y sus concepciones (Del Rio, 2005; Gergen, 1992, 1998) es consecuencia de ta multiplicidad de relaciones, también incoherentes y desconectadas, que nos impulsan en mil direcciones distintas incitándonos a desempeñar una variedad tal de roles que el concepto mismo de yo auténtico, dotado de características reconocibles, se esfuma. 9 Ángel I. pércz y afros 1.2.- Atributos que definen la estructura de relaciones en las Tcnicndo cn cuenta influjo determinante de los aspectos precedentes por su importancia a la hora de definir los procesos de socialización espontánea y de educación intencional de las nuevas generaciones, voy a restringir este análisis al ámbito de las relaciones de experiencia, a los cambios sociales y culturales que tonto condicionan la vida escolar. - La información como entorno simbólico de socialización El primer aspecto que hay que considerar es el cambio global de escenario de relaciones e intercambios de los seres humanos Vivimos en un enforno fundamentalmente simbólico. Es sorprendente el vertiginoso cambio que ha tenido lugar en la estructura de la producción en la últimas tres décadas. La productividad y la competitividad se basan cada vez menos en los recursos primarios y en la producción de bienes básicos, y cada vez más en el conocimiento y en la información que se produce e intercambia como una mercancía cada vez más valiosa, de tal modo que, como afirma Castells (1994) el trabajo no cualificado y las materias primas dejan de ser estratégicas en la nueva economía. La importancia creciente del sector servicios ensalza sobremanera la relevancia de la información y del conocimiento de tal modo que se convierte en el elemento sustantivo de la cultura actual. La cultura como información se convierte a su vez en una mercancía. La lógica del mercado llevada a sus últimas e incontrolables consecuencias supone la primacía de la economía financiera sobre la economía productiva, de la rentabilidad sobre la productividad. Y este principio sutilmente extendido en las formas de vida y en la conciencia de los ciudadanos inunda la mayoría de las formas de pensar, sentir y actuar. La distinta posición de los individuos respecto a la información define sus posibilidades productivas, sociales y culturales incluso hasta el grado de determinar la exclusión social de quienes no son capaces de entender y procesar la información. En consecuencia, la exclusión por distintas causas y las desigualdades sociales plantean las mayores amenazas al desarrollo justo y sostenible de la sociedad del conocimientð:íùa capacidad para usar las tecnologías de la información puede ser crucial en el futuro; puesto que nuchos de los servicios serán accesibles solamente a través de la red. por todo ello 10 — aparccc con mayor claridad y urgencia Io necesidad de formación de los nuevos ciudadanos para vivir en un nuevo entorno de posibilidades y riesgos desconocidos. Por otra parte, no podemos dejar de considerar que la información se produce, se dis tribuye, se consume y se abandona a un ritmo endiablado. l. a velocidad, cada vez más acelerada, que define los ciclos de información condiciona la imagen de fragilidad y precariedad de la vida dc los seres Enseñar a aprender humanos. (Chomsky, 1995; Tibau, 2002). Casi nadie, por cjcmplo, esta interesado en leer el periódico de ayer, aunque no se haya leído. Instantaneidad, espectacularización y fragmentación, son los principales sc!los dc una información estructuralmente incapaz de distinguir la verdad de la mentira (Chomsky, 1995; Tibau, 2002). Otra consecuencia de este ritmo acelerado de producción y consumo de información fragmentada y compleja es el volumen inabarcable de la misma que produce en los individuos saturación, desconcierto y paradójicamente desinformación. Cuando la niña o el niño contemporáneos tienen acceso ilimitado a un cúmulo ingente de informaciones fragmentarias que desbordan su capacidad de organización en esquemas comprensivos, dispersan su atención y saturan su memoria, el mosaico de datos no produce formación, sino perplejidad y desorientación. La saturación de información produce dos efectos en apariencia paradójicos, pero en realidad convergentes: la sobreinformaci6n y la desinformación. Al mismo tiempo, el individuo debe afrontar un contexto cada día más complejo como consecuencia de este incremento de información circulante y, por ello, es fácil comprender su tendencia a sumergirse en la perplejidad y a dejarse seducir por Io que aun no comprendiendo se le presenta como atractivo. Las ideas son la sustancia que da forma al pensamiento y las informaciones, los datos, la argamasa para su construcción. Como afirma Jaim Etcheverry (2000), lo original de la mente humana no es su capacidad de acumular y almacenar información, sino la de generar ideas. Además, al servicio de la economía de mercado, que domina los medios de comunicaci6n de masas, la información se convierte frecuentemente en publicidad comercial y en propaganda política La lógica del espectáculo, de la publicidad, del mercado, va invadiendo todos los ámbitos de la vida de los ciudadanos: la producción, et trabajo, el consumo, la política y hasta el mundo de sus relaciones sentimentales. Por ello, conviene 11 destacar que en la dc lo información no es control de los medios dc producción lo que importo, si comuntcación (C,crgcn, 2001). El poder sc cjcrcc fundamentalmente desde la producción y difusión dc códigos actitudes, valores y de información que difunden los omnipresentes medios de comunicación, mayoría de tos de forma latente, camuflados en cstltos de vida exitosos. En segundo lugar, la Televisión, los videojuegos y las redes telemáticas se han constituido cn las sociedades contemporáneas como el eScenario cercano que rodea el desarrollo y crecimiento de los individuos y condiciona con fuerza y perseverancia la formación de opinión pÚblica. Ccda individuo, -a través de la pequeña pantalla puede ponerse en comunicación, recorriendo las famosas autopistas de la información, con los lugares más recónditos, las culturas más exóticas y distantes, las mercancías más extrañas, los objetos menos usuales en su medio cercano, las ideas y creaciones intelectuales más diferentes y novedosas. Los medios de comunicación y, en particular, el medio televisivo constituyen el esqueleto de la nueva sociedad. Todo lo que tiene alguna relevancia ha de ocurrir en la televisión, ante la contemplación pasiva de la mayoría de los ciudadanos. (Echevarría, 1994; Chomsky Y Ramonet, 1995). Es evidente que la facilidad de decodificación de la comunicación audiovisual, que ni siquiera requiere de la técnica lectora, del lenguaje escrito y articulado, ha permitido que los individuos humanos, no importa en que rincón aislado del planeta se encuentren, puedan acceder a informaciones y productos culturales procedentes de las culturas más lejanas y de las experiencias más distintas. Es necesario reconocer, por tanto, la extraordinaria potencialidad instructiva e incluso formadora que ofrece la revolución electrónica al permitir la comunicaci6n intercultural y provocar el descentramiento de los individuos y de los grupos de sus propios y limitados contextos. No obstante, al servicio de la economía del mercado, los intercambios de información, se rigen por intereses y objetivos bien distintos a los formativos, se convierten en transacciones comerciales, con la finalidad principal de producir beneficio, saturando al consumidor con informaciones seductoras y poco formativas. Del mismo modo, puede afirmarse que, en la vida política, la televisión ha cambiado la naturateza de la opinión política, no es una opinión basada en la evaluación intelectual reposada de las proposiciones, de los textos y contextos, sino una respuesta intuitiva y emocional a la presentaci6n 12 La única coherencia del medio cs su lógica comercial. Se venden tos objetos, las ideos, las experiencias, tos esperanzas y hasta las alegrías y dotorcs. En cl territorio del consumo, es evidente que la Información se transmuta imperceptiblemente en placentero y seductora publicidad. Su objetivo indiscutible la persuasión a cualquier precio por cualquier medio, y su Ióoica parece fon obvia y aplastante que nadie la discute. Convtcnc recordar que tas exigencias del mercado, la tiranía de las cuotas dc audiencia y los requisi tos de ta publicidad convierten cada vez más a la televisión comercial en un medio trivial, vacío, dominado por et espectáculo, por la primacía de las formas sobre el contenido, de la sintaxis sobrc la semántica, del continente sobre el contenido, de las sensaciones sobre la reflexión (Ferres,1994). Todo se subordina al efecto sorpresa, espectacular, emotivo que engancha a los espectadores independientemente de la fuerza de los argumentos, de la lógica de la razón. La lógica del espectáculo, de la publicidad, del mercado, va invadiendo taos los ámbitos de la vida de los ciudadanos, la producción, el trabajo, el consumo, la política y hasta el mundo de sus relaciones sentimentales. Enseñar a aprender Tanto por el volumen de tiempo que dedican los ciudadanos a contemplar la televisión como por la calidad e intensidad de su poder de sugestión y fascinaciÓn, la mayoría de los investigadores concluyen que la televisión condiciona la organización del espacio, del tiempo, de las relaciones infersubjetivas, la naturaleza de los contenidos de la vida psíquica así como de los instrumentos y códigos de percepción, expresión e intercambio de los individuos y de la colectividad. Neil Postman (1999) advierte que en la actualidad, la televisión comercial es, con mucho, la fuente de valores más constante al alcance de los niños, las niñas y los jóvenes. Desde posiciones más extremas entre los detractores de ta televisión se advierte el peligro de que la imagen termine desplazando por completo a la palabra, transformando así al homo sapiens, productor y producto de la cultura escrita, en el homo videns o en el homo sentiens (Sartori, Ferrarofti y Etcheverry, 2000). La comunicación audiovisual es cierto que empieza a arrinconar a otros medios de comunicación, en particular aquellos que requieren la decodificación lectoescritora, de manera más preocupante en las capas sociales de menor nivel cultural. Los efectos de ambos sistemas y procedimientos de comunicación son bien distintos. Parece evidente en el estado actual de la investigación que la televisión desarrolla sistemas Ángel y otrcS perceptivos, procesos mentales y respuestas distintas que la lectura Privilegia la percepción sobre la abstracción, lo sensitivo sobre lo conceptual, la forma sobre el contenido, el espectáculo sobre la reflexión, lo concreto sobre Io simbólico. internet merece una consideración cspcciol como plataforma de comunicación c intercambio que favorece la interacción y la participación do los interlocutores, corno receptores y emisores de los intercambios virtuatcs humanos. Con más de 1.000 millones de internautas, cn poco más de una década, la red se ha convertido en el cnfcrno dc comuntcación más importante de la Historia, Conviene, por tanto. destacar de forma clara que interne/ nos permite salir fuera de la comunidad local que constituye el escenario vital de cada individuo no sólo como mero espectador pasivo de acontecimientos ajenos que ocurren tejos en el espacio y en el tiempo. Como advierte Burbules (2001), Internet permite explorar, conocer e incluso participar en con:unidadcs ajenas, de extraños, tal vez cercanas tal vez lejanas en las concepciones culturales que comparten y, por tanto, acceder a un csccnario de socialización más plural, que puede servir de contraste de nuestra cultura experiencia! pero también a veces incompatible con los propios presupuestos, valores y propósitos. Internet, por tanto, no es sólo un almacén inagotable de informaciones y una base más o menos ordenada o caótica de datos, conceptos y teorías, una excelente y viva biblioteca al alcance de todos y todas, sino, lo que es más importante, un espacio para la interpretación y para la acción, un poderoso medio de comunicación, una plataforma de intercambio para el encuentro, la colaboración en proyectos conjuntos, la constitución de nuevas comunidades virtuales, el diseño compartido y la organización de movilizaciones globales así como para ta expresión de los propios sentimientos, deseos y proyectos. Como advierten Castells, Putman, Carnoy Y Echeverria, por destacar a tos críticos más positivos, sobre la plataforma de la red de redes, puede estar configurándose una nueva estructura social, la sociedad red que permite la interconexiÓn de comunidades virtuales concebidas como redes de lazos interpersonales que proporcionan sociabilidad, apoyo, información, un sentimiento de pertenencia y una identidad social. Ahora bien, a medida que se va construyendo este nuevo tejido de intercambios simbólicos aparecen nuevas posibilidades y nuevos riesgos e incertidumbres. Internet es una valiosa y expansiva red de informaci6n, cuyo contenido no está regulado y que mezcla, sin orden ni concierto, vcrdodrg, mcdiö% verddtleg y Junto con información vntioso, tombten incluye de pornográficas, de vgclçncic, y ti menudo de Corno Cotnptrji'0Ción %0tied6d vivencia intort.art1bi0% de posibilidodeg virÐuoleg ofrece interne} abren un mundo dg posibilidodeg tonto como do riesgos pora que el individuo debe prepararse y formarse. - L c transformación de tas instituciones y escenarios cercanos de socializtlción fi secundo cambio sustantivo en el ámbito de los relaciones de cxpcncnctâ tiene que ver con ta transformaciÓn dc los escenarios cercanos de socialización. La familia, el grupo de iguales, el pueblo o el barrto, ta escuela, la empresa„. han sufrido modificaciones importantes tanto en su configuración interna como sobre todo en su posición relativa y en su función como plataforma de socialización de las nuevas gencrcciones. Esta transformación de los escenarios cercanos de socialización se manifiesta en los siguientes aspectos, que se desarrollan a continuación: La lenta pero progresiva disolución del patriarcado y la transformación de la familia tradicional. El crecimiento cuantitativo de la comunidad inmediata (aldea, pueblo, barrio) que cualitativamente se ha hecho más impersonal y, en cierto modo, más hostil. El cambio en la importancia de las funciones y la extensión de la presencia social de la escuela. La globalización. El desarrollo de la cultura de masas. La importancia de los flujos migratorios. La sustitución del concepto de ciudadano y ciudadana por el de cliente y el recorte y deterioro de las prestaciones del estado del bienestar. más importantes en la configuración de los modos de vivir y de relacionarse de tos individuos desde la más temprana infancia: la lenta pero progresiva disolución del patriarcado y la transformación de la familia tradicional, debido enfre otros factores a la incorporación paulatina de la mujer al mundo del trabajo remunerado y a la esfera ha pasado dc su anterior forma extensa jerarquizada, con más dc dos adultos, donde sc incluían los padres abuelos, algún tío soltero, c incluso otros parientes cercanos de más de una generación, sin y más y los hijos de que con 105 0 padrcs, dos un matrimonio, niños. olcjada La disolución a dc su otros actual progresivanúcleosforma dc Id familia familiar patriarcal (untparcntdlcs, provoca la segundas proliferación y terceras de formas nupcias, nuevas parejosde de de derecho, parejos homosexuales...) cuya estructura dc cn nada se parece a las formas habituales de Id clásica. parte, la desaparición de la familia patriarcal hace inútil la Irracional de la autoridad del padre, permitiendo la emergencia formas nucvas dc convivencia más cariñosas y cercanas que facilitan convivencia y mitigan la inevitable crisis entre generaciones. Al mismo tiempo, la transformación de los roles sociales y culturales paterno y nctcrno ligados al género abre perspectivas nuevas y nuevas incertidumbres a los modos de relación y a los patrones que configuran la identidad social, laboral y fundamentalmente sexual de los seres humanos. Los jóvenes carecen de modelos sexuales y vitales adecuados a Ics nuevos circunstancias y requerimientos de los intercambios humanos, detectándose una clara vivencia de la perplejidad. - Tcmbién a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, se ha producido un cambio radical en la configuración del escenario cercano que rodea la vi£c de los individuos. La migración del campo a la ciudad y la concentración urbana en grandes megalópolis, ha transformado rcdicclmente el escenario cercano que rodea el desarrollo de las nuevas generaciones. La comunidad inmediata (aldea, pueblo, barrio) se ha hecho cucnfitativamente mayor y cualitativamente más impersonal y, en cierto modo, hostil (Fernández Enguita, 2003). Así, para bien o para mal, se pierde lo comunidad envolvente en la que todos conocían a todos y todos lo: ejercían cierto control colectivo sobre niños, niñas y jóvenes. LC colle ya no es una prolongación det hogar, sino su contrapunto: un lugcr lleno de atractivos pero también de incertidumbres y riesgos. El escenario social, local y global, se ha transformado de manera tan radical que los seres humanos se enfrentan como ciudadanos y ciudadanas a un clima de inseguridad, incertidumbre y miedo, tanto como de posibilidades, aspiraciones y oportunidades imprevistas. Las nuevas generaciones se enfrentan a un mundo de influjos globalizado, cuyos valores, intereses, códigos y aspiraciones desbordan ampliamente los 16Enseñar a aprender patrones culturales de la familia y las posibilidades de que tos adultos cercanos se constituyan en ejemplos útiles. - En tercer tugar, parece evidente que la escuela, aunque no en su configuración interna, también ha cambiado en la importancia de sus funciones y cn la extensión de su presencia social. De ocupar apenas un discrcto lugar cn la vida de tas personas (cuatro a seis años para la mayoría, menos o nada para muchos, más sólo para los encaminados a las profcsioncs liberales y burocráticas), ha pasado a absorber prácticamente la niñez, la adolescencia y buena parte de la juventud: diez años obligatorios de derecho (primaria y ESO), más otros cinco o seis obligados de hecho (infantil y secundaria superior) (Fernandez Enguita, 2003). Por otra parte, la incorporación temprana de tos infantes a la institución escolar, incluso en el primer año de vida, difumina los límites y las barreras entre ambas instituciones. Se trastoca la clásica división de funciones entre la familia que cuida y educa y la escuela que enseña. La escuela tiene necesariamente que atender las funciones de atención y cuidado al desarrollo físico, afectivo y de comportamiento tanto como al desarrollo cognitivo y cultural. Al mismo tiempo, la presencia permanente de la TV y otros medios de comunicación telemática en el escenario familiar modifica radicalmente su función socializadora. La exposición de los individuos desde edades tempranas a los mensajes e informaciones que indiscriminadamente ofrece la televisión en el domicilio familiar ponen a los niños y las niñas prematuramente en contacto con los problemas, informaciones, ilusiones e intereses de la vida adulta. De este modo, en la familia, y a través de la ventana permanentemente abierta a la vida natural y social que ofrecen los medios de comunicación, los individuos amplían los horizontes de su socialización primaria incluyendo informaciones, ideas, sentimientos y estrategias de acción que no se corresponden con su mundo de interacción inmediata, desbordan en general la cultura de los padres y suponen el desarrollo de sus capacidades simbólicas. En muchos aspectos, la interacción de los individuos con los medios de comunicación desencadena una acumulación de conocimientos, un desarrollo de capacidades y una estimulación de intereses y expectativas correspondientes a los aspectos más dinámicos de la cultura contemporánea, de tal grado e intensidad que puede superar las adquisiciones del docente en ese campo de la cultura, complicando la Ángel I. Pérez y ctrcS17 forma tradicional de entender el influjo socializador del profesor hacia el estudiantc (DCI Rio, 2005). - La globalización puede considcrarse el cuarto cambio sustantivo en los escenarios dc socializaciÓn. La globalizaciÓn, al menos hasta el momento presente, puede entenderse como la exigencia de la economía neoliberal dc derribar cuantas barreras materiales, simbólicas o ideológicas se crucen cn cl camino del libre intercambio financiero y comercial para la obtención del beneficio. La mundialización como tendencia política no supone, cn mi opinión, sino una subordinaci6n de los asuntos políticos a las exigencias insaciables de la economía de mercado. por otra parte, la globalización neoliberal, si bien puede haber contribuido al incremento de la riqueza en ciertas zonas y para ciertas capas sociales no ha conseguido mejorar la distribución equitativa de la misma sino más bien todo Io contrario. Los informes más solventes (Petras, UNESCO, UNICEF, Chomsky) reiteran de modo constante que la desigualdad en el mundo no ha hecho sino incrementarse, especialmente en lo que respecta a las diferencias entre los más ricos y los más pobres, que cada vez son más escandalosas y por tanto provocan continuos conflictos políticos y sociales y un imparable movimiento de migraciones masivas hacia el paraíso prometido en el primer mundo que organiza y decide la globalización. Las escandalosas desigualdades económicas dentro de cada sociedad y entre los diferentes pueblos, así como los importantes movimientos migratorios están desestabilizando, complejizando y poniendo en crisis de forma permanente los precarios equilibrios sociales que levantan los grupos humanos, sembrando de inseguridad, desconfianza, y terror por una parte, y de autoritarismo, recorte de libertades, control, vigilancia y en los últimos tiempos terror y guerras preventivas, por otra, la atmósfera simbólica y real que rodea la vida de las sociedades post-industriales. Me parece necesario destacar que estas tendencias se han intensificado y agravado a partir del ll S, con la política de la denominada guerra total contra el terrorismo emprendida por la Administración Bush y extendida por todo el mundo. - En consecuencia, la mundialización política y cultural está imponiendo la denominada cultura de masas, el mínimo común denominador que puede presentarse como mercancía en las transacciones comerciales. La cultura concebida como pura mercancía pierde su identidad sustantiva como manifestación de diferencia de formas de vida, como valor de uso en la 18 satisfacción singular de necesidades, para convertirse en puro valor de cambio. como advierten, entre otros, Benedetti (1995) y CastoriadiS — Enseñar a aprender (1995) nunca como en este último decenio, se usaron tantas palabras profundas para expresar tonta frivolidad. Conceptos como libertad, democracia, soberanía, derechos humanos, solldaridad, patria, y hasta Dios se han vuelto tan livianos como el carnaval, el aperitivo, elvideoclip, los crucigramas y cl horóscopo. Todo puede convertirse en mercancía y, por tanto, adquirn- valor de cambio en el trueque comercial. El valor de cada obgeto. comportamiento o idea, depende fundamentalmente de su valor de cambio cn cl mercado. Por tanto, en principio, todo tiene cabida en el amplio territorio dc los intercambios, donde se mezcla sin identidad, al abrigo de la crítica intelectual o moral. Una rcacción lógica, aunque generalmente estéril y peligrosa, de los grupos, pueblos y naciones amenazados por este terremoto globalizador cn cuya formación no han participado y que tienen que sufrir como víctimas pasivas, es la recuperación o ensalzamiento de la identidad nacional, cultural o tribal. El fundamentalismo de sus posiciones es solamente un mecanismo de defensa hacia fuera y una poderosa esfrategia de dominación autoritaria hacia dentro. En la condición postmoderna de la vida social actual el reto político es recuperar la credibilidad democrática (Rawls, Habermas, Mouffe, 2003) y construir un delicado equilibrio entre tres elementos necesarios y discrepantes: la mundialización de los intercambios, la universalidad de los procedimientos que se apoyan en valores concertados y la singularidad y diversidad de las formas individuales (Baudrillard, 1996). Sólo la construcción dinámica y controvertida de este dispositivo complejo permite salir de la diabólica dicotomía mundializaci6n versus nacionalismo. - Otro fenómeno que se está universalizando, con mayor o menor intensidad en diferentes sociedades, es la importancia de los flujos migratorios y el inevitable reflejo en la sociedad monoculturat. Es muy difícil ya que las sociedades sean monoculturales, que una sociedad se identifique con una sola cultura y viceversa. Los flujos de emigración están provocando que en una misma sociedad convivan diferentes culturas y diferentes lenguas. Y esto requiere y exige retos que antes no existían en la sociedad. O bien porque se habían reprimido las lenguas o bien porque no existían esas lenguas y eran sociedades monoculturates o monolingüísticas. Estos retos son importantes, y es necesario crear una estructura social suficientemente amplia, flexible y tolerante para que puedan convivir diferentes culturas respetando aquellos elementos que son básicos y fundamentales para la convivencia y permanencia de las diferentes culturas en un espacio de convivencia respetuoso y estimulador Pérez y 19 Ángel I. de los intercambios, mestizajes y enriquecimientos mutuos.• de multiculturalidad a la comprensión intercultural. - otro aspecto importante a destacar hace referencia a la sustitución del concepto de ciudadano por el concepto de cliente. El concepto ciudadano es un concepto clave, clásico, que se establece desde Revolución Francesa y la Ilustración como el eje que legaliza y las sociedades democráticas contemporáneas. Es decir, hay una serie de derechos fundamentales que los individuos tienen por ser ciudadanos ciudadanas y el estado tiene que arbitrar un conjunto de servicios públicos que satisfagan tales derechos para todos. Pues bien progresivamente y en aras de una supuesta libertad de opción y con el propósito de superar la burocracia e ineficiencia de los servicios públicos se empieza a hablar, no ya de ciudadanos y ciudadanas, sino de clientes En favor de una hipotética libertad de opción se está resquebrajando la igualdad de oportunidades. El recorte y el deterioro actual de las prestaciones sociales atendidas por el estado de bienestar, en virtud de la mundialización de la economía del libre mercado, amenaza la permanencia de tos servicios públicos y con ello la protección de los individuos y el equilibrio social anterior de tas sociedades desarrolladas. La consecuencia más preocupante del deterioro e incluso disolución de los espacios e instituciones públicas es el desamparo y desmovilización que provoca, precisamente, en los más desfavorecidos. Quienes se encuentran en el papel de perdedores en el 'libre' juego de la dura competencia económica, los que sufren la desigualdad, la discriminación e incluso la exclusión del sistema, sufren de forma añadida los efectos del desamparo y la impotencia de la soledad, la imposibilidad incluso de convertirse junto a otros en un germen de influencia y presión reivindicativa. Por último, resaltar que la complejidad de la realidad social, de las instituciones, sistemas y programas de intervenci6n, así como l a aceleraci6n de los importantes cambios tecnológicos provocan una generalizada sensación de vértigo, incertidumbre e impotencia en la vida cotidiana en general y en el quehacer educativo en particular. Las tecnologías cada día mas complejas, la diversidad cul tural, la flexibilización de tas organizaciones, la fluidez y contradicciones de la política internacional, y la dependencia de la potente y cambiante maquinaria económica están provocando el incremento de la incertidumbre en la vida personal (Hargreaves, 93; Toffler, 92). Para el individU0 concreto el incremento de información imposible de procesar provoca rnscõnr c 20 paraletamcntc cl incremento de lo incertidumbre, la aleatoriedad, la ausencia dc control y la ongustid concomilonle. 1.3.- Los efectos en la socialización y los refos educativos. La primenl consecuencia de estos cambios su5tontivos en los instituciones socrales y en las relaciones de experiencia es que Sc han modificado también de manero importante, en los contenidos, en las formas y en los códtqos, los procesos de socialización de las nuevas generaciones, y por tanto Ics exigencias y los retos a ta institución escotar. En este contexto social y simbólico, se produce la socialización de ta mayoría de los Individuos dc las sociedades contemporáneas por Io que en función de cstos influjos, se desarrollan sus habilidades, conocimientos, esquemas de pcnsamicnto, actitudes, afectos y formas de comportamiento. El déficit de nuestros estudiantes no es por Io general un déficit de informaciones y datos sino de organización significativa y relevante de las informaciones fragmentarias y sesgadas que reciben en sus espontáneos contactos con los medios de comunicación. El individuo no puede procesar la cantidad de información que recibe y en consecuencia se llena de 'ruidos', de elementos aislados, más o menos sobresalientes, que no puede integrar en esquemas de pensamiento para comprender mejor la realidad y su actuación sobre ella. El reto se sitúa en la dificultad de transformar esas informaciones en conocimiento, es decir, en cuerpos organizados de proposiciones que ayuden a comprender mejor la realidad, así como en la dificultad para transformar ese conocimiento en pensamiento y sabiduría. En especial, el déficit de los procesos actuales de socialización se ubica fundamentalmente en el territorio de los sentimientos y conductas. Es muy dificil, que las nuevas generaciones encuentren, en este escenario global, acelerado, anónimo, diversificado y caótico, una manera racional y autónoma de gobernar sus sentimientos y sus conductas. Se trata por lo tanto de un déficit fundamentalmente de orientación y organización de sentimientos, de organización de conductas, de elaboración de los modos de hacer. y Otros 1.4.- Las peculiaridades de los sistemas educativos en la sociedad neoliberal. Ante la impresión generalizada de fracaso y obsolescencia del educativo, a partir de los años 90, casi todos los países de Europa América y Asia han abordado reformas integrales de sus educativos. No resulta Ángel I. difícil reconocer tendencias, patrones y rasgo; similares a pesar dc que pretenden responder a Situaciones circunstancias económicas, sociales y cul turales notablemente diferentes Ahora bien, conviene destacar que los requerimientos de la economía actual, las demandas del sistema productivo, las f6rmulas e intereses de la sociedad de consumo no son siempre compatibles con las exigencias de las demandas éticas y políticas de las sociedades democráticas y con sus concreciones pedagógicas. Los conceptos centrales en el discurso de política educativa actual comunes a todos estos procesos de reforma, son: calidad, eficiencia y equidad. También son similares las políticas y estrategias privilegiadas en el desarrollo de dichas reformas: ampliación de la escolaridad obligatoria, exigencias de renovación curricular, preocupación por la profesionalización docente, cambios en la estructura académica de los sistemas, nuevas formas de gobierno y de gestión del sistema y de los centros escolares, instalación de mecanismos de evaluación y control, tendencia a la descentralización del sistema y a la concesión de algún grado de autonomía a los centros. Sobre los modelos de reforma se ciernen importantes tensiones que ponen de manifiesto la multiplicidad y complejidad de influjos y exigencias no exentas de contradicciones. Conviene destacar de forma breve algunos cspectos sustantivos de las políticas educativas que Se imponen en nuestra época como respuestas adaptadas a tas exigencias de la vida económica y social de la era postindustrial de la aldea global. Las formaciones sociales democráticas a lo largo y ancho de la geograña mundial, han considerado la escuela obligatoria y gratuita como un servicio publico fundamental, puesto que la formación de todos los ciudadanos y todas las ciudadanas en una misma institución y con un currículum comprehensivo común se considera el requisito imprescindible para garantizar una mínima igualdad de oportunidades que legitime o compense ta 'inevitable' aunque frecuentemente escandalosa desigual distribuciÓn de los recursos económicos y cui turales. No obstante, Y a pesar de la influencia satisfactoria de la escolarizaciÓn en la formaciÓn Enseñar a aprender 22 de ta mayoría de los ciudadanos y los ciudadanas, numerosas investigaciones informes (Cotomon, 1966; (list, 1977; Berstein, 1990; Pérez Gómez y Gimeno Sacristán 1993, Goodson, 1988; Macdonald, 1997; IN(T, 1997) han do manifioglo que el factor que explica más claramente los diferencias en et desarrollo cognltlvo y académico de los alumnos y alumnos está configurado por las desigualdades socioculturales del contexto familiar. Por otra parte, la escolarización obligatoria de la población ha traído ceras consecuencias, dcseadas o no, dignas de ser estudiadas para ccmrrcndcr los efectos reales de la institución escolar. Con lamentable frecuencia la vida cn la institución escolar ha estado presidida por la uniformidad, el predominio de la disciplina formal, la autoridad arbitraria, la imposición de una cultura homogénea, eurocéntrica y abstracta, la prolifcraci6n de rituales carentes de sentido, el fortalecimiento del aprendizaje académico y disciplinar de conocimientos fragmentados, incluso memorístico y sinsentido, distanciado de los problemas reales que lógicamente ha provocado aburrimiento, desidia y hasta fobia a la escuela y al aprendizaje. Es necesario considerar con Willis (1990), que la escuela provoca fracaso escolar por su carácter refractario a la cultura de origen de las capas más marginadas y desfavorecidas, pero que al mismo tiempo este efecto, en principio no deseado, puede ser un objetivo no confesado que favorece la clasificación y estratificación social de la población. El fracaso escolar orienta 'voluntariamente' a una parte importante de los jóvenes más desfavorecidos hacia el trabajo manual que, "casualmente", se corresponde con las expectativas de su medio social. La importancia del absentismo, abandono y fracaso escolar, así como la conciencia generalizada de la ineficacia de la escuela como promotora de aprendizajes duraderos, significativos y relevantes para el desarrollo autónomo de los ciudadanos y las ciudadanas ha generado constantes y meritorias iniciativas publicas y privadas de cambio y reforma de la escuela y del sistema educativo a la búsqueda de la perdida y deseada relevancia, dando lugar a propuestas bien diferenciadas de política educativa general y de concretas experiencias de innovación educativa . No obstante, en tas últimas décadas del siglo XX, la mayoría de las propuestas e iniciativas de reforma del sistema escotar no se encuentran motivadas tanto por ta conciencia de las insuficiencias cualitativas del 1 Conviene destacar los importantes estudios y trabajos producidos por la OCDE en la última década. Ver: www.ocde.org. Otros l. Pérez y tradicional de entender el influjo socializador del profesor hacia el Ángel - La globalización puede considerarse el cuarto cambio sustantivo en presente, puede entenderse como la exigencia de la economía neoliberal de derribar cuantas barreras materiales, simbólicas o ideológicas se crucen en el camino del libre intercambio financiero y comercial para la supone, en mi opinión, sino una subordinaci6n de los asuntos políticos las exigencias insaciables de la economía de mercado. Por otra parte, la globalización neoliberal, si bien puede haber contribuido al incremento de la riqueza en ciertas zonas y para ciertas sociales no ha conseguido mejorar la distribución equitativa de la misma sino más bien todo lo contrario. Los informes más solventes (Petras, UNESCO, UNICEF, Chomsky) reiteran de modo constante que la desigualdad en el mundo no ha hecho sino incrementarse, especialmente en lo que respecta a las diferencias entre los más ricos y los más pobres, que cada vez son más escandalosas y por tanto Provocan continuos conflictos políticos y sociales y un imparable movimiento de migraciones masivas hacia el paraíso prometido en el primer mundo que organiza y decide la globalización. Las escandalosas desigualdades económicas dentro de cada sociedad y entre los diferentes pueblos, así como los importantes movimientos migratorios están desestabilizando, complejizando y poniendo en crisis de forma permanente los precarios equilibrios sociales que levantan los grupos humanos, sembrando de inseguridad, desconfianza, y terror por una parte, y de autoritarismo, recorte de libertades, control, vigilancia y en los úl timos tiempos terror y guerras preventivas, por otra, la atmósfera simbólica y real que rodea vida de las sociedades post-industriales. Me parece necesario destacar que estas tendencias se han intensificado y agravado a partir del ll S, con la política de la denominada guerra total contra el terrorismo emprendido por la Administraci6n Bush y extendida por todo el mundo. - En consecuencia, la mundializaciÓn política y cultural está imponiendo denominada cultura de masas, el mínimo común denominador que puede presentarse como mercancía en las transacciones comerciales. La cultura concebida como pura mercancía pierde su identidad Sustantiva como manifestaciÓn de diferencia de formas de vida, como valor de uso en la satisfacción singular de necesidades, para convertirse en puro valor de cambio. como advierten, entre otros, Benedetti (1995) y castoriadiS (1995) nunca como en este último decenio, se usaron tantas palabras profundas para expresar tanta frivolidad. Conceptos como libertad, democracia, Enseñar a aprender soberanía, derechos humanos, solidaridad, patria, y hasta Dios se han vuelto tan livianos como el carnaval, el aperitivo, etvideoclip, los crucigramas y cl horóscopo. Todo puede convertirse en mercancía y, por tanto, adquirir valor dc cambio en el trueque comercial. El valor de cada objeto, comportamiento o idea, depende fundamentalmente de su valor de cambio cn cl mercado. Por tonto, en principio, todo tiene cabida en el amplio territorio dc tos intercambios, donde se mezcla sin identidad, at abrigo dc la críttca intelectual o moral. Una reacción lógica, aunque generalmente estéril y peligrosa, de los grupoS, pucblos y naciones amenazados por este terremoto globalizador cn cuya formación no han participado y que tienen que sufrir como víctimas pasivas, es la recuperación o ensalzamiento de la identidad nacional, cultural o tribal. El fundamentalismo de sus posiciones es solamente un mecanismo de defensa hacia fuera y una poderosa estrategia de dominación autoritaria hacia dentro. En la condición postmoderna de la vida social actual el reto político es recuperar la credibilidad democrática (Rawls, Habermas, Mouffe, 2003) y construir un delicado equilibrio entre tres elementos necesarios y discrepantes: la mundialización de los intercambios, la universalidad de los procedimientos que se apoyan en valores concertados y la singularidad y diversidad de las formas individuales (Baudrillard, 1996). Sólo la construcción dinámica y controvertida de este dispositivo complejo permite salir de la diabólica dicotomía mundialización versus nacionalismo. Otro fenómeno que se está universalizando, con mayor o menor intensidad en diferentes sociedades, es la importancia de los flujos migratorios y el inevitable reflejo en la sociedad monocultural. Es muy dificil ya que las sociedades sean monoculturales, que una sociedad se identifique con una sola cultura y viceversa. Los flujos de emigración están provocando que en una misma sociedad convivan diferentes culturas y diferentes lenguas. Y esto requiere y exige retos que antes no existían en la sociedad. O bien porque se habían reprimido las lenguas o bien porque no existían esas lenguas y eran sociedades monoculturales o monolingüísticas. Estos retos son importantes, y es necesario crear una estructura social suficientemente amplia, flexible y tolerante para que puedan convivir diferentes culturas respetando aquellos elementos que son básicos y fundamentales para la convivencia y permanencia de las diferentes culturas en un espacio de convivencia respetuoso y estimulador 19 de los intercambios, y enriquecimientos mutuos: de multiculturatidðd la comprensión intercultural. otro importonfo a destacar hoco referencia a la SUStitutlón concepto de ciudadano concepto por clavo, el clásico, concepto que de se cliente. establece El concepto desde delo Revolución y la ilustración como cl eje que legaliza legitima las socied,'des democráficas contemporáneas. Es decir, hay una serie de derechos fundcmentates que los individuos tienen por ser ciudadanos ciodcdenôS y el estado tiene que arbitrar un conjunto de Servicios Públicos que satisfagan tales derechos para todos. Pues bien procresivomente y en aras de una supuesta libertad de opción y con el propósito de superar la burocracia e ineficiencia de los servicios públicos se enpicza c hablar, no ya de ciudadanos y ciudadanas, sino de clientes En favor dc una hipotética libertad de opción se está resquebrajando la igucldcd de oportunidades. El recorte y el deterioro actual de las prestaciones sociales atendidas por el estado de bienestar, en virtud de tc mundialización de la economía del libre mercado, amenaza la permanencia de los servicios públicos y con ello la protección de los individuos y el equilibrio social anterior de las sociedades desarrolladas. La consecuencia más preocupante del deterioro e incluso disolución de los cspccios e instituciones públicas es el desamparo y desmovilización que provoca, precisamente, en los más desfavorecidos. Quienes se encuentran en el papel de perdedores en el 'libre' juego de la dura competencia económica, los que sufren la desigualdad, la discriminación e incluso la exclusión del sistema, sufren de forma añadida los efectos del desamparo y la impotencia de la soledad, la imposibilidad incluso de convertirse junto c otros en un germen de influencia y presión reivindicativa. Por último, resaltar que la complejidad de ta realidad social, de las instituciones, sistemas y programas de intervención, así como la ctetercción de los importantes cambios tecnológicos provocan una generalizada sensación de vértigo, incertidumbre e impotencia en la vida cotidiana en general y en el quehacer educativo en particular. Las tecnologías cada día mas complejas, la diversidad cul tural, la flexibilización de las organizaciones, la fluidez y contradicciones de la "lítica internacional, y la dependencia de la potente y cambiante maquinaria económica están provocando el incremento de la incertidumbre en la vida personal (Hargreaves, 93; Toffler, 92). Para el individuo concreto el incremento de información imposible de procesar provoca Enseñar a aprender pcrolclâmcnte cl incremrnto do lo incertidumbre, ta alea toriedod, la ausenctd de control y angustio concomitante. 1.3.- tos efecfog lo gociðlítaciórt y los rotos educativos, osnqecucnc.id de "5to; cambios sustantivos en las instituciones v do experiencia es quo han modificado importante, en los contenidos, en los formas en los códtoes, procesos de socialización de las nuevas generaciones, y por extccnc.iös y tos retos a la institución escotar. En este contexto sectct y stmbóltco, se produce la socialización de la mayoría de tos dc las sociedcdes contemporáneas por Io que en función de tnfiu!os, se desarrollan sus habilidades, conocimientos, esquemas de pcnscmtcnto, octitudes, afectos y formas de comportamiento. El déficit dc nuestros estudiantes no es por Io general un déficit de informaciones y datos sino de organización significativa y relevante de Ics informaciones fragmentarias y sesgadas que reciben en sus esontánecs contactos con los medios de comunicación. El individuo no pucäe procesar la cantidad de información que recibe y en consecuencia se llena de 'ruidos', de elementos aislados, más o menos sobresalientes, cue no puede integrar en esquemas de pensamiento para comprender mejor la realidad y su actuación sobre ella. E/ refo se sifúa en la dificultad de transformar esas informaciones en conocimiento, es decir, en cuerpos organizados de proposiciones que cyuden c comprender mejor la realidad, así como en la dificultad para frcnsformar ese conocimiento en pensamienfo y sabiduría. En especial, el déficit de los procesos actuales de socialización se ubica fundamentalmente en el territorio de los sentimientos y conductas. Es muy difícil, que las nuevas generaciones encuentren, en este escenario global, acelerado, anónimo, diversificado y caótico, una manera racional y autónoma de gobernar sus sentimientos y sus conductas. Se trata por lo tanto de un déficit fundamentalmente de orientación y organización de sentimientos, de organización de conductas, de elaboración de los modos de hacer. Las peculiaridades dc 105 sistemas educativos en la sociedad 1.4.- dc fracaso Y obsolescencia del sistema a partir de 105 años 90, casi todos los países de Europa A mérjcö Y No difícil reconocer tendencias, patrones y rasgos dc que pretenden y cui responder notablemente a situacionesdiferentes destacar que los requerimientos de la actual, los demandas del sistema productivo, las fórmulas e intereses de la sociedad dc éticas consumo y políticas no son siempre de las sociedades compatibles democráticas con las exigencias y con de concreciones pedagógicas. conceptos centrales en el discurso de política educativa actual conuncs a todos estos procesos de reforma, son: calidad, eficiencia y cgadöd. También son similares las políticas y estrategias privilegiadas en cl dcsarro!lo de dichas reformas: ampliación de la escolaridad obligatoria, exigencias de renovación curricular, preocupación por la profcsionalización docente, cambios en la estructura académica de tos sistemas, nuevas formas de gobierno y de gestión del sistema y de los centros escolares, instalación de mecanismos de evaluación y control, tendencia a la descentralización del sistema y a la concesión de algún grado de autonomía a los centros. Sobre los modelos de reforma se ciernen importantes tensiones que ponen de manifiesto la multiplicidad y complejidad de influjos y exigencias no exentas de contradicciones. Conviene destacar de forma breve algunos c:pecfos sustantivos de las políticas educativas que se imponen en nuestra época como respuestas adaptadas a las exigencias de la vida económico y social de la era postindustrial de la aldea global. formaciones sociales democráticas a Io largo y ancho de ta geografía mundicl, han considerado la escuela obligatoria y gratuita como un publico fundamental, puesto que la formación de todos los y todas las ciudadanas en una misma institución y con un currículum comprehensivo Común se considera el requisito imprescindible garantizar uno mínima igualdad de oportunidades que legitime o compente IO 'inevitable' aunque frecuentemente escandalosa desigual de los recursos económicos la y escolarización culturales. No en obstante, ta formaci6ny a pesar de la influencia satisfactoria de 22 Enseñar a aprender dc la mayoría dc tos ciudadanos y (nt, ciudadanos, numerosas investigaciones e informes (Cotomon, 1966; (?i6t, 1977; Berstein, 1990; Pérez Gómez y Gimono Sacristán 1993, Goodson, 1988; Macdonald, 1997; INCF, 1007) han puesto de manifiesto quo el factor que explica más claramente las diferencias en el desarrollo cognltlvo y académico de los alumnos y alumnas está configurado por las desigualdades socioculturales del contexto familiar. Por otra parto, la escolarización obligatoria de la población ha traído otras consecuencias, deseados o no, dignas de ser estudiadas para comprcndcr los efectos reales de ta institución escolar. Con lamentable frecuencia la vida cn la institución escolar ha estado presidida por la uniformidad, cl predominio de ta disciplina formal, la autoridad arbitraria, la imposición de una cultura homogénea, eurocéntrica y abstracta, la proliferación de rituales carentes de sentido, et fortalecimiento del aprendizaje académico y disciplinar de conocimientos fragmentados, incluso memorístico y sinsentido, distanciado de los problemas reates que lógicamente ha provocado aburrimiento, desidia y hasta fobia a ta escuela y al aprendizaje. Es necesario considerar con Willis (1990), que la escuela provoca fracaso escolar por su carácter refractario a la cultura de origen de las capas más marginadas y desfavorecidas, pero que al mismo tiempo este efecto, en principio no deseado, puede ser un objetivo no confesado que favorece la clasificación y estratificación social de la población. El fracaso escolar orienta 'voluntariamente' a una parte importante de los jóvenes más desfavorecidos hacia el trabajo manual que, "casualmente", se corresponde con las expectativas de su medio social. La importancia del absentismo, abandono y fracaso escolar, así como la conciencia generalizada de la ineficacia de la escuela como promotora de aprendizajes duraderos, significativos y relevantes para el desarrollo autónomo de los ciudadanos y las ciudadanas ha generado constantes y meritorias iniciativas publicas y privadas de cambio y reforma de la escuela y del sistema educativo a la búsqueda de la perdida y deseada relevancia, dando lugar a propuestas bien diferenciadas de política educativa general y de concretas experiencias de innovación educativa . No obstante, en las últimas décadas del siglo XX, la mayoría de las propuestas e iniciativas de reforma del sistema escotar no se encuentran motivadas tanto por la conciencia de las insuficiencias cualitativas del 1 Conviene destacar los importantes estudios y trabajos producidos por la OCDE en la última década. Ver: www.ocde-org. T. Pérez y otros23 sistema, por su incapacidad para facilitar et desarrollo educativo de ciudadanos autónomos y ciudadanas autónomas, como por las exigencias imperiosas c insoslayables dc la economía de mercado. Las políticas neoliberales proponen cl desmantelamiento del estado de bienestar y la concepción de la educación no como un servicio publico sino como una mercancía de destacado valor sometida, lógicamente, a la regulación de relaciones entre la oferta y ta demanda. Para entender peculiaridades de florecientes propuestas neoliberales sobre dcsrcgulación y privatización del sistema educativo es necesario analizar con más detenimiento las exigencias que la sociedad postmoderna y la economía de mercado están planteando al sistema educativo en generat y c la escuela en particular. Voy a detenerme en el análisis de dos aspectos que a mi entender condicionan de modo especial la vida escolar de las sociedades contemporáneas (un análisis más detallado puede encontrarse en Pérez Gómez, 1998): - en primer lugar, la autonomía, descentralización y competitividad. Ante la inminencia y diversidad de los cambios se impone la exigencia de clarificar el sentido de las alternativas y delimitar los valores que subyacen a las propuestas que emergen de la mano de los requerimientos del sistema económico y, que disfrazadas de un lenguaje humanista e incluso progresista, esconden tendencias bien conservadoras y poco solidarias. Uno de los ejemplos más evidentes de esta interesada utilización equivoca de términos con clara resonancia humanista para promover políticas que favorecen la economía de mercado es la pretendidc. confusión entre autonomía, descentralización y desregulación del sistema. Es evidente que la autonomía profesionat de tos docentes y la autonomía de las escuelas es una antigua reivindicación pedagógica apoyada en los requerimientos de tas teorías del aprendizaje significativo y relevante y en los planteamientos constructivistas de un currículum abierto y contextualizado (Stenhouse, Freinet, Freire, Gadner, Taba, Bruner...) Por otra parte, ta administración y gestión de tas instituciones sociales y empresariales está sufriendo una profunda transformaci6n en la economía neoliberal. A la búsqueda de la eficiencia y de la reducción de costes, los grandes sistemas y organizaciones burocráticas están siendo sustituidos redes de pequeñas instituciones con relativa autonomía Y sobre aspectos del proceso de producción de 24 mercancías o servicios. Tales instituciones, dc dimensiones más reducidas y organizadas en equipos de trabajo relativamente autónomos, son mucho mas flexibles y móviles para responder a las exigencias cambiantes del mercado y a tas inducidas necesidades también cambiantes de los clientes. Las instituciones, unidades más pequeñas, dentro de un sistema autorregulado por el mercado, 5c manifiestan más ágiles, flexibles y adaptativas a un contexto incierto y fluido, en definitiva, se consideran más eficientes, es decir, más rentables. Ambos ptantcamientos son utilizados para Justificar teóricamente la política educativa neoliberal de fomentar ta descentralización y la competitividad entrc tas instituciones educativas como estrategia fundamcntal para incrementar la productividad de las escuetas, la mejora dc tos resultados en términos de rendimiento académico y la reducción de costcs, al tiempo que permiten a tos padres ejercer el derecho a ta libre elección de centro. En definitiva, pueden constituir los primeros pasos en cl camino de la desregulación del sistema educativo, la privatización de las instituciones o al menos de sus servicios y la consideración y el tratamiento de la educación como una mercancía más en et escenario competitivo del libre mercado. Conviene recordar que las instituciones escolares abandonadas al libre juego del mercado no pueden, en mi opinión, cumplir su función educativa por dos razones fundamentales: En primer lugar, el mercado reproduce e incrementa interesadamente las desigualdades de origen, de modo que los niños y las niñas de clases favorecidas tendrán incomparablemente mejores condiciones y recursos para su desarrollo intelectual, en centros de primera categoría, condenando a los estudiantes de clases desfavorecidas a la discriminación, a la marginación e incluso a la exclusión del sistema en los casos más extremos. Las desigualdades contextuales iniciales se convertirán en desigualdades personales y profesionales definitivas. En segundo lugar, porque las exigencias del mercado no reparan precisamente en valores éticos y educativos sino en la obtención de la rentabilidad a cualquier precio. Así pues, la consecución del beneficio tangible y a corto plazo se convertirá en el objetivo central de las instituciones escolares en abierta y despiadada competitividad, a costa de los valores educativos de desarrollo autónomo de las capacidades de pensamiento, sentimiento y actuación, cuyos efectos se manifiestan a largo plazo y de forma en parte impredecible. En la política neoliberal se hö estrenado con la descentralizaciÓn, y que se cricntc dccidtdomcntc de opción a dcsrcgulación y dc una mayor y privatización, eficacia, queda en aras amenazadade una Ic función conpcnsotcria si no va acompañada de una política que proporcione y materiales, así corno de los programas de y, dc coordinaciÓn necesarios para evitar la instituciones al juego de intereses comerciales, ajenos educô{ivoS. cclidad del servicio público que se ofrece en el sistema precisamente la atención más intensa a los centros las zonas y grupos sociales más desfavorecidos y, en rentables y el apoyo y estímulo a las experiencias de y experimentación colaborativa. Mcrccrfilizcción del conocimiento y rentabilidad escolar. Los neoliberales que justifican ta desregulación y ;rivtfizcción del sistema educativo conciben el conocimiento como una ne-:cncíc, como un bien de consumo que adquiere su valor en el entre la oferta y la demanda. El conocimiento en términos de rendimiento académico de las instituciones escolares adquiere su sentido se valora en el intercambio mercantil, cuando sirve de indicador de ¿quisiciones útiles para la acreditación académica o para la legitinct;ín profesional. El conocimiento en la era del mercado se vincula c sus aplicaciones tecnológicas y adquiere valor porque sine optimizar la rentabilidad de cualquier proceso o de cualquier mcximiza los productos reduciendo al mínimo los costes. La búsqueda de la verdad o de la justicia distributiva se subordina, con frecuencia, a la búsqueda de la eficiencia, de la utilidad, de la rentabilidad. En consecuencia, lo que no se valora en el intercambio mercantil deja de apreciarse en el sistema educativo, y queda fuera, por tanto, de tas prioridades asignadas a y asumidas por la institución escolar. Así pues, en este Juego de pseudoautonomfa y libertad en el libre escenario de intercambios mercantiles, el sistema educativo pierde su especificidad y su autonomía real, como espacio de contraste, reflexión y crítica Intelectual, convirtiéndose en mero instrumento al servicio de las Enseñar a aprender exigencias del sistema económico y social. El concepto de educación se disuelve en el omnipotente proceso de socialización.