texto etica 2021

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA TOMÁS FRÍAS
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA DE ENFERMERÍA
ÉTICA Y LEGISLACIÓN EN ENFERMERÍA
DOCENTE: LIC ALLIZON INDIRA CHUYA TORREZ
2021
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INTRODUCCIÓN
La ética no es un código, sino una perspectiva para una reflexión práctica sobre nuestras acciones.
La ética no es el conjunto de normas, ni tratados, ni leyes que obligatoriamente debamos acatar y cumplir,
sino que ética es una orientación armónica que nos va a ayudar a vivir la vida. A lo largo de nuestra
existencia vamos obteniendo enseñanzas y lecciones sobre vivencias anteriores, estas enseñanzas nos van
a influenciar en la visión y actuación que ante los hechos cotidianos y ante la muerte tengamos, nos va a
ayudar a adoptar una estrategia ante la muerte, nos va a ayudar a penar alegremente por la vida. Nuestras
acciones en la vida van a ser influenciadas por la ética. Ética así pues sería el estudio y reflexión de
vivencias pasadas que nos marcan, así mismo la ética establece una conducta a seguir ante los hechos que
cotidianamente se presentan.
Ley de Hume. Significado. Referencias que se presentan en el artículo de “vatimor”.
David Hume (1711-1776) Filosofo espirita británico, nacido en Edimburgo (Escocia), sostenía la
imposibilidad de llegar a la verificación definitiva del conocimiento humano, pues este era incapaz de
pasar más allá de lo que puede adquirirse experimentalmente de las ideas e impresiones. Según Hume el
conocimiento es la conciencia de las relaciones entre las distintas “impresiones sensoriales”. Su filosofía
se basa en la observación de los fenómenos mentales y el estudio de las relaciones entre las experiencias
humanas, que constituyen la única fuente del conocimiento. La Ley de Hume establece la obligatoriedad o
necesidad de derivar los principios, en el sentido de punto de partida, a. partir de consecuencias lógicas e
imperativos prácticos. Según la Ley de Hume no es lícito pasar sin razones explicitas, de la descripción de
un estado de hecho a la formulación de un principio moral.
Hume concede gran importancia a las tres leyes de asociación por él señaladas; “ley de semejanza, ley de
continuidad y ley de causalidad”. Entre ellas destaca especialmente la ley de causalidad o relación de
causa y efecto, por la cual y según Hume, nosotros lo que más conocemos es que un fenómeno al que
llamamos causa, antecede a otro que llamamos efecto. La causalidad funciona como una ley de nuestro
modo de pensar las cosas, debido a una experiencia acumulada (costumbre, hábito) que nos determina a
pensar así los fenómenos.
Hume distingue dos tipos de proposiciones:
a. Las proposiciones formales analíticas (son juicios que expresan relaciones de ideas). Son propias
de las ciencias formales como la lógica y las matemáticas.
b. Las proposiciones empíricas (son juicios que expresan no relaciones de ideas sino hechos). Son
propias de las ciencias no formales como la física, química, historia,...
Puesto que la única fuente de conocimiento acerca de los hechos es la experiencia sensible, su verdad
dependerá de la comprobación empírica de lo que anuncian; se entra en contraposición con la falacia
natural que pretende que los juicios de valor no sean deducibles de hechos empíricos. Los pensamientos
filosóficos que se producen en un momento determinado se acompañan y/o reflejan transformaciones
sociales de esa época cultural, su racionalidad y validez teórica se argumenta recordando esas
circunstancias históricas y demostrando que nacen como constatación teórica de la época en la que surgen,
son una herencia cultural múltiple, se cumple así la 'Ley de Hume", sin embargo cuando sin razones
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explicitas de la descripción de un estado de hecho se pasa a la formulación de un principio, como hace la
metafísica, se entra en clara contraposición a la Ley de Hume.
UNIDAD I
TEMA Nº 1
LA ÉTICA Y LA MORAL
PRINCIPIO DE LA UNIVERSALIDAD EN ÉTICA. TEXTO DE “VICTORIA CAMPS”
El principio de la universalidad en ética significa que la ética no admite excepciones a favor de nadie ni de
ningún interés privado, el deber moral es algo que no ocurre con deberes o leyes de otro tipo cuyo único
fundamento es la autoridad que los produce y los sanciona. Significa que la ética sólo puede y debe dar
pautas y criterios generales, no respuestas claras y precisas a las perplejidades y dudas humanas, las cuales
deben ser resueltas por cada cual, al ser el individuo moralmente autónomo. La universalidad no responde
a nada real; es la representación indeterminada del entendimiento, producida por un acto reflejo suyo,
después de conocido lo singular. Universal no es algo que convenga realmente a muchos, sino algo que se
puede decir de muchos.
LA CONCEPCIÓN DE ÉTICA Y MORAL SEGÚN CARLOS MARX
Para Marx la ética es ideología pura con la única visión de legitimar lo que hay. Según Marx los seres
humanos no necesitan una moral para ver transformado su mundo, necesitan que se transformen las
condiciones de la humanidad en que vive la mayoría, víctima de la desigualdad y la injusticia. Para Marx
no es la teoría sino la práctica, el cambio de circunstancias reales, lo que eliminará ciertas ideas de las
mentes humanas y así cambiar la moral de las personas. Para Marx la moral no será capaz de superar la
alienación del hombre, sino que será precisa la transformación de las estructuras materiales que son
realmente culpables de la enajenación de los seres humanos. Para Marx las ideas morales o filosóficas no
contribuyen a superar este mundo, más bien lo consagran y lo justifican al no darse cuenta de su
procedencia.
La Ley y la moral son, prejuicios burgueses derivados de interés burgueses con la única y exclusiva
intención de perpetuar la riqueza en quien la posee. Los valores morales son los portavoces de los
intereses de la clase dominante,
Para Marx la transformación moral del mundo es pura mentira sino atiende fundamentalmente a la
corrección de una distribución de la riqueza radicalmente injusta e inmoral.
COMENTARIO DEL PRINCIPIO “SE DEBE HACER EL BIEN Y EVITAR EL MAL”.
La filosofía de los valores se inicia en la escuela neokantiana de Baden y es cultivada por varios filósofos
de fines del siglo pasado (Scheler, Husserl,...). Se desarrolló extraordinariamente tomando como base la
fenomenología, entendiendo por fenomenología como la ciencia descriptiva de la conciencia pura. La
fenomenología entiende por el bien las cosas que tienen valor, son bienes las cosas que tienen valor o los
actos que los realizan, y valor lo que hace que algo sea bueno. Debemos entender por valor una afección o
estimación subjetiva, es un objeto al que se refieren ciertos actos de la persona, en estos actos se descubre
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la jerarquía de los valores, a los cuales antecede y acompaña el amor, que es como el lazarillo que nos
guía al encuentro y estima de los valores positivos o su opuesto el odio o apatía que aparece cuando no
hay jerarquía de valores y que producen una respuesta malvada ante un hecho.
Partiendo de estas premisas podemos considerar que el principio “se debe hacer el bien y evitar el mal”
significa que se deben dar respuesta a los hechos aplicando para ello en nuestro interior la jerarquía de
valores, evitar el mal significa evitar realizar acciones acompañadas de odio o apatía que aparece cuando
no hay o no se aplica la jerarquía de valores, no debemos actuar sin pensar y meditar previamente si la
jerarquía o tabla de valores ha sido aplicada, en esta tabla o jerarquía de valores entran en juego la
capacidad de elegir, revisar y renunciar a planes de vida y la de elegir principios de justicia.
SIGNIFICADO DE LA CONCEPCIÓN ANALÍTICA DE LA ÉTICA.
Concepción analítica de la ética es la conclusión obtenida tras el estudio de los pensamientos y reflexiones
aportados por los filósofos a lo largo de un periodo de tiempo. En este estudio se tienen en cuenta varios
planos, por una parte se estudia la “meta-ética” es decir, el de la discusión sobre el análisis y
fundamentación de los juicios de valor y por otra parte el estudio en el plano de la “ética normativa”, es
decir, el estudio de la formulación de juicios sobre la corrección o bondad moral de acciones e
instituciones. En el plano de la meta-ética se deben tener en cuenta las opiniones aportadas por el
“subjetivismo ético” que sostiene que los juicios de valor describen actitudes o bien del individuo o bien
de la comunidad en su conjunto, el “emotivismo ético” que plantea que los juicios de valor no tienen un
contenido cognitivo, sino que sirven para expresar emociones, se sostenía que no puede predicarse de
estos juicios verdad o falsedad, otros autores defienden la “teoría del error” según la cual los juicios
morales se refieren a hechos diferentes de actitudes subjetivas, pero como tales hechos no existen, los
juicios que formulamos son sistemáticamente falsos.
El otro plano que estudia para obtener una concepción analítica de la ética, es el de la formulación de
juicios sobre la corrección o bondad moral de acciones o instituciones, es el estudio de la ética normativa.
Aquí se nos presentan varias corrientes, por una parte el “utilitarismo” que juzga a las acciones o
instituciones por sus consecuencias respecto de un bien intrínseco, que, según algunas variantes es el
placer o la ausencia de dolor y según otras variantes es la satisfacción de deseos o preferencias, y puede
ser egoísta o universal, positivo o negativo y clásico o del promedio.
Otra de las corrientes que se nos presentan en la ética normativa es el “libertarianismo”” en el que se
pretende que los arreglos sociales se basen en el consentimiento y las decisiones de la gente.
EXPOSICIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LA JUSTICIA DE “RAWLS”.
Rawls presentó un complejo meta-ético para fundamentar principios de justicia respecto de las
instituciones sociales, principios que determinan derechos y deberes en el marco de la estructura básica de
una sociedad y la distribución apropiada de los beneficios y cargas de la cooperación social.
Para Rawls los principios de justicia, son válidos si son elegidos por personas libres y puramente
racionales y elegidos a través de un procedimiento equitativo e igualitario para y por todos. Esto
presupone una concepción de las personas morales, de acuerdo con la cual ellas se caracterizan por tener
capacidad para elegir y materializar planes de vida y para desarrollar un sentimiento de justicia. Se
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presupone así mismo que las personas son independientes y separadas entre sí, y que en consecuencia el
mal que una sufre no puede compensarse con el beneficio de otra.
Para representar las condiciones mencionadas Rawls imagina una situación ficticia a la que llama
"posición originaria", de la que se parte y sobre la cual los integrantes deciden cuales son los principios
que van a regir para juzgar las instituciones básicas de su sociedad. En esta posición originaria para Rawls
los hombres deben ser aproximadamente iguales en poderes físicos y mentales, no deben ser envidiosos
sino puramente auto interesados, los principios adoptados deben satisfacer ciertas propiedades:
generalidad, universalidad, publicidad, completitud y carácter justificatorio final, debiendo comprometerse
los miembros a la aceptación de los principios adoptados por unanimidad desde un equilibrio reflexivo.
Partiendo de esta base, para Rawls los integrantes elegirán necesariamente dos principios de justicia
ordenados en una jerarquía lexicográfica, en el primero cada persona debe tener un derecho igual al
sistema total más extenso de libertades básicas (conciencia, palabra, voto,...) compatible con un sistema
similar de libertades para todos, en el segundo principio las desigualdades sociales y económicas deben
dispuestas de modo que satisfagan dos condiciones, ser el mayor beneficio para los socialmente menos
aventajados y deben adjudicarse a funciones y posiciones abiertas a todos en igualdad de condiciones y
oportunidades.
Rawls imagina una secuencia en cuatro etapas en las que el velo de la ignorancia se va levantando
progresivamente, en la que los seres de la posición originaria van eligiendo, sobre la base de los principios
de justicia, principios constitucionales, reglas legislativas y decisiones judiciales y administrativas en
casos particulares, una sociedad regida por estos principios de justicia será para Rawls una sociedad
estable, en la que se produce un efecto de realimentación que tiende a reforzar la adhesión a tales
principios.
GIRO PRAGMÁTICO DE LOS FILÓSOFOS DE LA ÉTICA COMUNICATIVA.
¿POR QUÉ LA ÉTICA COMUNICATIVA ES UNA ÉTICA PROCEDIMENTAL?
Para el "Pragmatismo" la función de pensar no es el descubrimiento de unas verdades eternas
preexistentes, sino el inventar o crear unos hábitos de acción intelectual que se muestren útiles en la
práctica. La verdad de una afirmación se manifiesta en su rendimiento como orientación para la
experiencia futura. Con la ética comunicativa se da un giro a Pragmatismo, con ella se amplía el ámbito de
la reflexión hacia una filosofía práctica, que tiene como objetivo una reflexión sobre la política,
fundamentalmente sobre el modo de vida democrático, partiendo de la argumentación como punto de
partida para la reflexión.
Los autores enmarcados en la ética comunicativa dedican su mayor esfuerzo a la aplicación de ésta ética a
la economía, a la ecología, la política o el deporte, haciendo de ella una ética aplicada, por ello es una
ética optima para inspirar una moral cívica en los países democráticos, pero también una ética ecológica,
económica, política, medica o pedagógica, son pues éticas procedimentales.
La ética comunicativa es una ética procedimental porque no reflexiona sobre contenidos morales, sino
acerca de los procedimientos mediante los cuales podemos declarar que normas surgidas de la vida
cotidiana son correctas, es una ética que de las dos caras del fenómeno moral, felicidad y norma, sólo
atiende a la norma, se convierte así pues en una "ética deontológica" que anuncia los procedimientos que
deben seguirse para llegar a determinar la corrección de una norma. Las normas surgen y proceden del
mundo vital y la filosofía moral se limita a descubrir los procedimientos dialógicos para legitimarlos.
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La ética comunicativa es cognitivista, ya que además considera el procedimiento por el que llegamos a
determinar lo correcto: "el discurso practico", que se lleva a cabo en un marco comunicativo, dialógico y
discursivo, un marco en el que se trata de universalizar la materia de la moral, que son los intereses de los
afectados por las normas, en el que se descubre el carácter dialógico de las personas. Pero además éste
debe estar ajustado a determinadas reglas y seguir un cierto procedimiento, en el que en primer lugar se
requiere aceptar una relación entre los interlocutores que es a la vez hermenéutica y ética, ya que debe
haber un entendimiento mínimo entre el hablante y oyente y estos deben reconocerse mutuamente como
personas y como interlocutores válidos, cuyos derechos a la réplica y la argumentación tienen que ser
reconocidos, a partir de este momento, es posible elaborar una teoría de los derechos humanos.
DIFERENCIA QUE ESTABLECE “ADELA CORTINA” ENTRE UNA ÉTICA DE MÁXIMOS Y
UNA ÉTICA DE MÍNIMOS.
La ética discursiva puede ofrecer una figura inédita de sujeto capaz de inspirar un nuevo humanismo
desde la idea de un sujeto autónomo, que vive en un mundo subjetivo en el que tiene un acceso
privilegiado y un mundo social al que pertenece. Esto da al individuo una dimensión individual y una
dimensión personal, estas dos dimensiones que constituyen al sujeto se construyen con la autonomía
personal y la autorrealización individual. Esta consideración es clave a la hora de construir un marco de
aplicación de la ética discursiva, porque nos permite distinguir en el concepto mismo de sujeto la
exigencia de una ética de mínimos y una ética de máximos.
Adela Cortina en el texto cree oportuno distinguir en el ámbito moral entre una ética de máximos y una
ética de mínimos: entre aquellos mínimos normativos universales, que son posibles por la dimensión
autónoma del sujeto y de los que se ocupan las éticas deontológicas de la justicia, y los máximos a que se
refieren los proyectos biográficos de autorrealización. Por objeto tienen tales máximos las éticas de la
felicidad, siempre que la felicidad no se entienda sólo como placer, sino en el amplio sentido humano de
autorrealización.
La autonomía en el hombre se presenta como la capacidad moral para la resolución o actuación ante un
hecho concreto, desde este punto de vista estrictamente moral, es autónoma la voluntad de dejarse orientar
por lo que todos podrían querer, por ello se dice que la autonomía del sujeto en el sentido estrictamente
moral se refiere a la capacidad universalizar, que es la que en el ámbito de las normas nos permite
fundamentar racionalmente una ética de mínimos universalmente exigibles. A la vez la ética de máximos
viene marcada por el deseo o propósito de llevar a cabo la autorrealización personal o individual.
SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS DE “DIEGO GRACIA” CUANDO AFIRMA QUE LA ÉTICA SE
MEDICALIZA. EXPLICACIÓN DE LAS DOS CLASES DE UTILITARISMO.
La medicalización de la ética de la que nos habla Diego Gracia en su artículo, tiene su inicio a partir del
cambio de definición que sobre la "salud" se realiza en el seno de las Naciones Unidas por la
Organización Mundial de la Salud. Anteriormente la salud siempre había sido definida como la ausencia
de enfermedad, es en 1946 cuando la OMS define la salud como bienestar no sólo físico sino también
mental y social. Este cambio de definición viene acompañada de un contexto histórico, caracterizado por
la economía neocapitalista, la sociedad de consumo, el orden político del estado de bienestar y la ética
utilitarista, entendida esta última como una doctrina ética moderna, caracterizada por la identificación del
bien con lo útil, individual y social, salud es pues, igual a bienestar.
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A partir de este momento el ámbito de la sanidad y la medicina crecen tanto que se convierten en el mayor
y más importante objetivo a lograr por los hombres. El médico se convierte en el hombre que diferencia
entre lo normal y lo patológico, entre lo bueno y lo malo, entre lo permitido y no permitido, entre en el
sano y el enfermo, el médico adquiere el papel del clásico sacerdote y la medicina se convierte en la nueva
teología. Es en este momento cuando se afirma que la medicina de bienestar ha medicalizado la vida
humana, de modo que esta cae bajo el control de los médicos, estos dictaminan lo que es bueno y malo, y
por tanto establecen los criterios por los que se rige la moral civil en nuestras sociedades.
Las normas jurídicas por similar procedimiento se medicalizan al decidir el médico quien es normal y se
halla en el libre uso de sus facultades y quien no lo es, y carece de responsabilidad penal, lo que impide
ser juzgado. La política de medicaliza también, ya que aparece como mayor y más principal función de los
gobiernos de turno, llevar a cabo políticas de higiene y sanidad para dar servicio a la demanda de los
contribuyentes. En esta etapa cultural cambia la mentalidad de los ciudadanos, entran en juego un nuevo
aspecto sanitario que adquiere gran relevancia para los sujetos y hace modificar políticas, nos referimos a
la medicina preventiva, a su vez aparecen nuevos conceptos que varían las costumbres y planteamientos
de vida de los individuos: conveniencia de hacer deporte, necesidad de seguir una dieta,... aspectos que
son controlados y/o recomendados por el médico, en resumen ha nacido una ética medicalizada.
UNIDAD II
TEMA Nº 1
LA ETICA Y LA MORAL
La ética, entendida esta como la ciencia de las costumbres tales como deben ser, la ciencia del bien
obligatorio.
La ética establece los principios racionales que rigen la conducta humana, considerada está en su aspecto
individual o monástico así como en su aspecto social. En este sentido la ética o moral en sentido lato
comprende al derecho; sin embargo en sentido restringido la moral se preocupa fundamentalmente del
perfeccionamiento integral de la persona, de lo que podríamos llamar su bien individual, en tanto que el
derecho busca la realización de ese orden social justo que constituye el bien común
De la misma manera que, estando estrechamente vinculados, no se identifican los problemas teóricos
morales con los problemas prácticos, tampoco pueden confundirse la ética y la moral.
La ética no crea la moral, aunque es cierto que toda moral efectiva supone ciertos principios normas o
reglas de conducta, no es la ética la que, en una comunidad dada establece esos principios o normas.
La ética se encuentra con una experiencia histórico social en el terreno de la moral o sea, con una serie de
morales efectivas ya dadas, y partiendo de ellas trata de establecer la esencia de la moral su origen, las
condiciones objetivas y subjetivas del acto moral, las fuentes de la valoración moral, la naturaleza y
función de los juicios morales, los criterios de justificación de dichos juicios y el principio que rige el
cambio y sucesión de diferentes sistemas morales.
La ética es la teoría o ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad. O sea, es ciencia de
una forma específica de conducta humana en la definición se subraya, en primer lugar, el carácter
científico de esta disciplina; o sea, se responde a la necesidad de un tratamiento científico de los
problemas morales. De acuerdo con este tratamiento, la ética se ocupa de un objeto propio: el sector de la
realidad humana que llamamos moral constituido como ya se ha señalado por un tipo peculiar de hechos o
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actos humanos. Como ciencia, la ética parte de ciertos tipos de hechos tratando de descubrir sus principios
generales. En este sentido, aunque parte de datos empíricos, o sea, de la existencia de un comportamiento
moral efectivo, no puede mantenerse al nivel de una simple descripción o registro de ellos, sino que los
trasciende con sus conceptos, hipótesis y teorías. En cuanto conocimiento científico, la ética ha de aspirar
a la racionalidad y objetividad más plenas, y a la vez ha de proporcionar conocimientos sistemáticos,
metódicos y, hasta donde sea posible, verificables.
Ciertamente, este tratamiento científico de los problemas morales dista mucho todavía de ser
satisfactorios, y de las dificultades para alcanzarlo siguen beneficiándose todavía las éticas especulativas
tradicionales, y las actuales de inspiración positiva.
La ética es la ciencia de la moral, es decir, de una esfera de la conducta humana. No hay que confundir
aquí la teoría con su objeto: el mundo moral. Las proposiciones de la ética deben tener el mismo rigor,
coherencia y fundamentación que las proposiciones científicas. En cambio, los principios, normas o
juicios de una moral determinada no revisten ese carácter. Y no sólo no tienen un carácter científico, sino
que la experiencia histórica moral demuestra que muchas veces son incompatibles con los conocimientos
que aportan las ciencias naturales y sociales.
Por ello, podemos afirmar que si cabe hablar de una ética científica, no puede decirse lo mismo de la
moral. No hay una moral científica, pero sí. Hay o puede haber un conocimiento de la moral que puede ser
científico. Aquí como en otras ciencias, lo científico radica en el método, en el tratamiento del objeto, y no
en el objeto mismo. De la misma manera, puede decirse que el mundo físico no es científico, aunque sí lo
es, su tratamiento o estudio de él por la ciencia física. Pero si no hay una moral científica de por sí, puede
darse una moral compatible con los conocimientos científicos acerca del hombre, de la sociedad y, en
particular, acerca de la conducta humana moral. Y es aquí donde la ética puede servir para fundamentar
una moral, sin ser ella por sí misma normativa o pres criptita.
La moral no es ciencia, sino objeto de la ciencia, y en este sentido es estudiada, investigada por ella. La
ética no es la moral, y por ello no puede reducirse a un conjunto de normas y prescripciones; su misión es
explicar la moral efectiva, y, en este sentido, puede influir en la moral misma.
Su objetivo de estudio lo constituye un tipo de actos humanos: los actos conscientes y voluntarios de los
individuos que afectan a otros, a determinados grupos sociales, o a la sociedad en su conjunto.
Ética y moral se relacionan, pues, en la definición antes dada, como una ciencia especifica y su objetivo.
Una y otra palabra mantiene así una relación que no tenían propiamente en sus orígenes etimológicos.
Ciertamente, moral procede del latín mos o mores, “costumbres”, en el sentido de conjunto de normas o
reglas adquiridas por hábito. La moral tiene que ver así con el comportamiento adquirido, o modo de ser
conquistado por el hombre.
Ética proviene del griego ethos, que significa análogamente “modo de ser” o “carácter” en cuanto forma
de vida también adquirida o conquistada por el hombre. Así, pues, originariamente ethos y mos, “carácter”
y “costumbre”, hacen hincapié en un modo de conducta que no responde a una disposición natural, sino
que es adquirido o conquistado por hábito. Y justamente, esa no naturalidad del modo de ser del hombre
es lo que, en la Antigüedad, le da su dimensión moral.
Vemos, pues, que el significado etimológico de moral y de ética no nos dan el significado actual de ambos
términos, pero sí nos instalan en el terreno específicamente humano en el que se hace posible y se funda el
comportamiento moral: lo humano como él de pura naturaleza. El comportamiento moral sólo lo es del
hombre en cuanto que sobre su propia naturaleza crea esta segunda naturaleza, de la que forma parte su
actividad moral.
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EL OBJETO DE ESTUDIO DE LA ETICA
Los problemas éticos se caracterizan por su generalidad, y esto los distingue de los problemas morales de
la vida cotidiana, que son los que nos plantean las situaciones concretas. Pero, desde el momento en que la
solución dada a los primeros influye en la moral vivida sobre todo cuando se trata no de una ética
absolutista, apriorística, o meramente especulativa, la ética puede contribuir a fundamentar o justificar
cierta forma de comportamiento moral. Así, por ejemplo, si la ética revela la existencia de una relación en
entre el comportamiento moral y las necesidades e intereses sociales, la ética nos ayudara a poner en su
verdadero lugar a la moral efectiva, real de un grupo social que pretende que sus principios y normas
tengan una validez universal al margen de necesidades e intereses concretos. Si, por otro lado, la ética al
tratar de definir lo bueno rechaza su reducción a lo que satisface mi interés personal, propio, es evidente
que influirá en la práctica moral al rechazar una conducta egoísta como moralmente valiosa por su
carácter práctico en cuanto disciplina teórica se a tratado de ver en la ética una disciplina normativa cuya
tarea fundamental seria señalar la conducta mejor en sentido moral. Pero esta caracterización de la ética
como disciplina normativa puede conducir y, con frecuencia como a conducido en el pasado a olvidar su
carácter propiamente teórico.
Ciertamente, muchas éticas tradicionales parten de la idea de que la misión del teórico es, en este campo,
decir a los hombres lo que deben hacer dictándoles las normas o principios a que a de ajustarse su
conducta.
El ético se convierte así en una especie de legislador del comportamiento moral de los individuos o de la
comunidad. Pero la tarea fundamental de la ética es la de toda teoría: o sea, explicar, esclarecer o
investigar una realidad dada produciendo los conceptos correspondientes.
Por otro lado, la realidad moral varía históricamente, y con ella sus principios y normas. La pretensión de
formular principios y normas universales, al margen de la experiencia histórica moral, dejaría fuera de la
teoría de la realidad misma que debería de explicar. Cierto es también que muchas doctrinas éticas del
pasado son ya una investigación o esclarecimiento de la moral como comportamiento efectivo, humano,
sino justificación ideológica de una moral dada, que responde a necesidades sociales determinadas, para lo
cual elevan sus principios y normas a la categoría de principios y normas universales, válidos para toda
moral. Pero el campo de la ética no se halla al margen de la moral efectiva ni tampoco puede ser reducido
a una forma determinada, temporal y relativa de ella.
La ética es teoría, investigación o explicación de un tipo de experiencia humana, o forma de
comportamiento de los hombres: el de la moral, pero considerando en su totalidad, diversidad y variedad:
Lo que en ella se diga acerca de la naturaleza o fundamento de las normas morales ha de ser válido para la
moral de la sociedad griega, o para la moral que se da efectivamente en una comunidad humana moderna.
Esto es lo que asegura su carácter teórico, y evita que se le reduzca a una disciplina normativa o
pragmática. El valor de la ética como teoría esta en lo que explica, y no en prescribir o recomendar con
vistas a la acción en situaciones concretas
La ética parte del hecho de la existencia de la historia de la moral; es decir, arranca de la diversidad de
morales en el tiempo, con sus valores correspondientes valores, principios y normas. No se identifica,
como teoría, con los principios y normas de ninguna moral en particular, ni tampoco puede situarse en una
actitud indiferente o ecléctica ante ellas. Tiene que buscar, junto con la explicación de sus diferencias, el
principio que permita comprenderlas en su movimiento y desarrollo.
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Al igual que otras ciencias la ética se enfrenta a hechos el que estos sean humanos implica, a su vez, que
se trata de hechos valiosos. Pero ello no compromete en absoluto las exigencias de un estudio objetivo y
racional. La ética estudia una forma de conducta humana que los hombres consideran valiosa y además,
obligatoria y de vida. Pero nada de eso altera en absoluto la verdad de que la ética tiene que dar razón de
un aspecto real, efectivo, del comportamiento de los hombres.
TEMA Nº 2
FUNDAMENTOS DE LA ÉTICA
El fundamento básico de la ética es que estudia los problemas morales del hombre.
El problema de la esencia del acto moral remite a otro problema importantísimo, el de la responsabilidad,
que solo cabe hablar de comportamiento moral cuando el sujeto que así se comporta es responsable de sus
actos, pero este a su vez entraña el supuesto de que a podido hacer lo que quería hacer, es decir, de que a
podido elegir entre dos o más alternativas y actuar de acuerdo con la decisión tomada. El problema de la
libertad de la voluntad es, por ello inseparable del de la responsabilidad. Decidir y obrar en una situación
concreta es un problema práctico moral; pero investigar el modo como se relacionan la responsabilidad
moral con la libertad y con el determinismo a que se hayan sujetos nuestros actos, es un problema teórico,
cuyo estudio corresponde a la ética. Problemas éticos son también el de la obligatoriedad moral, es decir,
el de la naturaleza y fundamentos de la conducta moral en cuanta conducta de vida, así como el de la
realización moral, no solo como empresa individual sino también como empresa colectiva.
La ética puede contribuir a fundamentar o justificar cierta forma de comportamiento moral.
La ética una disciplina normativa cuya tarea fundamental seria señalar la conducta mejor en sentido moral.
Pero esta caracterización de la ética como disciplina normativa puede conducir y con frecuencia, a
conducido en el pasado a olvidar su carácter propiamente teórico, pero la tarea fundamental de la ética es
la de toda teoría: o sea, explicar, esclarecer o investigar una realidad dada produciendo los conceptos
correspondientes. Por otro lado la realidad moral varia históricamente, y con ella sus principios y normas,
la ética es teoría, investigación o explicación de un tipo de experiencia humana, o forma de
comportamiento de los hombres: El de la moral, pero considero en su totalidad diversidad y variedad lo
que en ella se diga acerca de la naturaleza o fundamento de las normas morales si ha de ser válido para la
moral.
La ética parte del hecho de la existencia de la moral; es decir, arranca de la diversidad de morales en el
tiempo, con sus correspondientes valores, principios y normas, al igual que otras ciencias la ética se
enfrenta a hechos. La ética tiene que dar razón de un aspecto real, efectivo, del comportamiento de los
seres humanos.
Ética es aquello que determina los fines de la voluntad, la ética o teoría de la conducta.
La ética tiene una relación con el derecho que constituye el campo de la acción ósea de determinaciones
de la voluntad; y efectivamente la palabra derecho indica acción o conducta de cierto tipo y cierta manera
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de conocer tal conducta, la ética es sin duda aquella que determina los fines de la voluntad del individuo
en sociedad.
EL ACTO MORAL
La moral como ya hemos señalado se da en un doble plano el normativo y el fáctico. Por un lado
encontramos en ella normas y principios que tienden a desarrollar la conducta de los hombres, y por otro,
un conjunto de actos humanos que se ajustan a ellos, cumpliendo así su existencia de realización: La
esencia de la moral tiene que buscarse por ende, tanto en un plano como en el otro, y de ahí la necesidad
de analizar el comportamiento moral de los individuos reales a través de los actos concretos en que se
manifiesta.
Un acto moral como, por ejemplo: acudir en ayuda de alguien que sin poder defenderse es atacado
impunemente en la calle cumplir la promesa de devolver algo prestado; denunciar la injusticia cometida
con un compañero o amigo, etc. Es siempre un acto sujeto a la sanción de los demás es decir, susceptible
de aprobación o condena, de acuerdo con normas comúnmente aceptadas. No todos los actos humanos
pueden recibir semejante calificación sino se trata de un acto cuya realización no pudo ser evitada, o cuyas
consecuencias no podían ser provistas, no puede ser calificado en un sentido u otro en un punto de vista
moral, y por tanto no es propiamente moral. Pero de lo que se trata ahora es demostrar la estructura del
acto propiamente moral poniendo de manifiesto sus fases o aspectos, así como el modo de articularse estos
entre sí para ver si, es definitiva, hay alguno que pueda considerarse el centro o eje el cual gravita el acto
entero. Tenemos que destacar, en primer lugar, el motivo del acto moral, por motivo puede entenderse a
aquello que impulsa a actuar o a perseguir determinado fin el motivo que puede impulsar, por ejemplo a
denunciar la injusticia cometida con un compañero puede ser una pasión sincera por la justicia, o bien algo
muy distinto: el deseo de notoriedad. Un mismo acto como puede realizarse por diferentes motivos, a su
vez el mismo motivo puede impulsar a realizar actos distintos con diferentes fines. El sujeto puede
reconocer el motivo de su acción y en este sentido, tiene un carácter consiente. Pero no siempre muestra
ese carácter. La persona que es impulsada a actuar por fuertes pasiones (celos, ira, etc.), por impulsos
incontenibles o por rasgos negativos de su carácter (crueldad, avaricia, egoísmo, etc.) No es consciente de
los motivos de su conducta.
Esta motivación inconsciente no permite calificar al acto estimulado por ella como propiamente moral.
Los motivos inconscientes de la conducta humana a los que tanta importancia da el psicoanálisis de Freíd
al reducir el fondo de la personalidad a un conjunto de fuerza inconscientes que él llama instintos deben
ser tenidos en cuenta pero no para determinar el carácter moral de un acto sino para comprender que
justamente porque dicho acto obedece a motivos inconscientes, irracionales, escapa de la esfera moral y
no puede ser objeto por tanto de aprobación o desaprobación. El motivo como aquello que induce al sujeto
a realizar un acto no basta para atribuir a este último un significado moral, ya que no siempre el agente
puede reconocerlo claramente. Ahora bien, el motivo de que es consciente el sujeto forma `parte del
contenido del acto moral y a de ser tenido presente al calificar moralmente este acto de un sentido u otro.
Y ello se hace necesario puesto que como hemos visto en el ejemplo antes citado, dos motivos distintos
sincera pasión por la justicia o afán egoísta de notoriedad pueden impulsar a una misma acción. Los
motivos constituyen, por consiguiente, un aspecto importante del acto moral.
11
Otro aspecto fundamental del acto moral es la conciencia del fin que se persigue toda acción
específicamente humana exige cierta conciencia de un fin, o anticipación ideal del resultado que se
pretende alcanzar. La conciencia del fin y la decisión de alcanzarlo dan al acto moral el carácter de un acto
voluntario. Y por esta voluntariedad, el acto moral en el que el sujeto consciente del fin decide la
realización se distingue radicalmente de otros que se dan al margen de la conciencia, como son los actos
fisiológicos o los actos psíquicos automáticos instintivos o habituales que se producen en el individuo sin
su intervención y control. Dichos actos no responden a un fin trazado por la conciencia ni a una decisión
de realizarlos; son por ello inconscientes e involuntarios y consecuentemente no son morales.
La pluralidad de fines en el acto moral exige:
- Elección de un fin entre otros.
- Decisión de realizar el fin escogido.
En suma: el acto moral es una totalidad o unidad indisoluble de diversos aspectos o elementos: motivo,
fin, medios, resultados y consecuencias objetivas.
Lo subjetivo y lo objetivo son aquí como dos caras de una misma medalla. El acto moral no puede ser
reducido a uno de sus elementos sino que está en todos ellos, en su unidad y relaciones mutuas. Así, pues,
aunque la intención se encuentre genéticamente antes el resultado, es decir, antes que eso la plasmación
objetiva, la calificación moral de la intención no puede dejar de tomar en cuenta el resultado.
A su vez los medios no pueden ser considerados al margen de los fines ni los resultados y las
consecuencias objetivas del acto moral tampoco pueden ser aislados de la intención ya que circunstancias
externas imprevistas externas o causales pueden dar lugar a resultados que el agente no puede reconocer
como suyos.
Finalmente el acto moral, como acto de un sujeto real que pertenece a una comunidad humana
históricamente determinada, no puede ser calificado sino en relación con el código moral que rige en ella.
Pero, cualquiera que sea el contexto normativo e histórico-social en que lo situemos, el acto moral se
presenta como una totalidad de elementos, motivo, intención o fin, decisión personal, empleo de medios
adecuados, resultados y consecuencias en unidad indisoluble.
UNIDAD III
TEMA Nº 1
LA ÉTICA Y LA MORAL EN ENFERMERÍA
La enfermería tiene la responsabilidad de cuidar la salud de las personas y tiene que poner a las personas
en la mejor forma posible para que la naturaleza pueda actuar sobre ella. (Nightingale, 1.859)
Balderas (1.998) define la enfermería como el conjunto de conocimientos y acciones necesarias para
prestar atención de enfermería a las personas que lo requieran, en actividades de promoción de la salud,
diagnósticos de enfermería, tratamiento y rehabilitación. Esto propone atención directa, investigación,
docencia y administración como funciones generales.
12
Profesión dinámica, dedicada a mantener el bienestar físico, psicosocial y espiritual de las personas
(Ledesma, 1.999)
Enfermería como profesión aplica conocimientos, es práctica, académica, cumple procedimientos basados
en principios científicos, posee bases éticas, tiene autonomía y es social.
CARACTERÍSTICAS DE LA PROFESIÓN DE ENFERMERÍA
-
Intelectual
Práctica
Académica
Habilidad técnica
Bases éticas
Autonomía
Social
INTELECTUAL
Se basa en un conjunto de conocimientos
Emplea el método científico en la práctica
Utiliza los conocimientos con pensamiento analítico
Crítico y creativo
PRÁCTICA
Debe poseer habilidades y destrezas
ACADÉMICA
La práctica de le enfermería se caracteriza por la solidez de su formación teórica
El personal de enfermería debe especializarse con el fin de mejorar la calidad de atención de los
usuarios.
HABILIDAD TÉCNICA
La práctica de enfermería se apoya en principios o bases científicas que guían la práctica y a su vez
proporciona la base para la legitimidad y autonomía de la profesión.
BASES TEÓRICAS
La enfermería se ejerce dentro de un marco ético. Estos valores se señalan en el Código Deontológico
de Enfermería.
AUTONOMÍA
13
La enfermería como profesión controla sus propias funciones, posee independencia y responsabilidad
de sus actos.
SOCIALES
Su principio consiste en ayudar a que las personas conserven su salud.
Debe ser sensible a las necesidades humanas y tener consciencia de su responsabilidad al contribuir al
bienestar de los demás
Existe una fuerte motivación o vocación en la elección de la carrera que sugiere un compromiso de la
profesión al servicio de la sociedad.
El personal de enfermería durante el ejercicio de su profesión, es importante que posea o adquiera la
capacidad de:
-
Formar juicios sobre la realidad que la conduzca a actuar con pleno conocimiento
Trabajar en equipo inter y multidisciplinario
Servir y ayudar a quienes lo requieran
Comunicarse cordial y efectivamente con el usuario, colegas y demás miembros del equipo de
salud
Mostrar seguridad y confianza en sí misma (o)
Realizar investigaciones de proyección social
Aplicar el sentido y valor de las normas éticas y jurídicas de la profesión
Participar con organismos de influencia en el desarrollo de la profesión
TEMA Nº 2
CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE ENFERMERÍA
EL Código Deontológico de Enfermería, encierra un conjunto de deberes, derechos, normas éticas y
morales que debe conocer el profesional de Enfermería para aplicarlos en la práctica diaria. En dicho
código se reglamenta la relación:
-
La enfermera (o) y el individuo
La enfermera (o) y el ejercicio de la profesión
La enfermera (o) y la sociedad
La enfermera (o) y sus colegas
La enfermera (o) y la institución
LA ENFERMERA (O) Y EL INDIVIDUO
La relación enfermera (o) – usuario debe fundamentarse en el respeto a la dignidad humana
Debe tratar al usuario de forma holística (biológica, psicológica y socialmente)
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LA ENFERMERA (O) Y EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN
Debe cumplir sus funciones con elevado espíritu de responsabilidad
Debe mantener el secreto profesional
Asumirá la responsabilidad de sus juicios y actuaciones
Debe mantenerse permanentemente actualizado mediante la asistencia a: jornadas, talleres, congresos
y cursos
Debe actuar equilibradamente conservando los principios éticos y morales en la práctica
LA ENFERMERA (O) Y LA SOCIEDAD
Su máxima defensa es el bienestar social, implícito en el fomento y la preservación de la salud a
través de acciones tendientes a satisfacer las exigencias sanitarias y sociales de la comunidad.
LA ENFERMERA (O) Y SUS COLEGAS
Las relaciones humanas con sus compañeros deben ser de respeto
Debe trabajar en equipo
Cuando los cuidados que recibe un usuario son puestos en peligro por un colega, debe tomar la
decisión más adecuada y actuar en consecuencia
Actuar como defensor (a) del usuario cuando los cuidados de la salud y la seguridad, se ven afectados
por la incompetencia y la falta de ética o ilegalidad de la actuación de un colega
LA ENFERMERA (O) Y LA INSTITUCIÓN
Debe preservar los bienes de la institución
Debe administrar, controlar y supervisar los insumos y bienes de la institución.
ÉTICA
Ética proviene del vocablo griego "ethos" que significa carácter, modo de ser.
Estudio sistemático de los problemas fundamentales de la conducta humana. (León, 1.999)
Describe la base sobre la cual las personas, de manera individual o colectiva, deciden que ciertas acciones
son correctas o incorrectas, y si es deber de una persona hacer algo, o si tiene el derecho de hacerlo.
(Rumbold, 2.000)
La ética estudia las acciones humanas, sus efectos y el valor de dichas acciones. De igual manera
determina que es lo correcto y lo incorrecto.
La ética es una ciencia normativa, ya que se ocupa de un ideal, es decir, no con lo que la conducta humana
es, sino con lo que debe ser.
15
CARACTERÍSTICAS
Implica acción de acuerdo con las normas morales
Se ocupa del estudio de los problemas teórico – morales
Equivale al conocimiento
Se basa en un plan filosófico (qué es el bien, qué es la virtud, qué es la felicidad, etc.)
Se ocupa de los valores humanos
ÉTICA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA
La ética de enfermería estudia las razones de los comportamientos en la práctica de la profesión, los
principios que regulan dichas conductas, las motivaciones, los valores del ejercicio profesional, los
cambios y las transformaciones a través del tiempo.
FUENTES DE LA ÉTICA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA
Las fuentes de la ética profesional son las normas destinadas exclusivamente para la prestación de servicio
a la sociedad, teniendo como base las más elementales normas sociales. Entre ellas tenemos:
Normas Jurídicas
Normas Morales
Normas de Trato Social
NORMAS JURÍDICAS
Se basan en el cumplimiento del conjunto de normas o reglas de conducta de carácter obligatorio que
regulan las actividades de los individuos en su convivencia social
NORMAS MORALES
La enfermera (o) como profesional debe aceptar la responsabilidad de tomar decisiones y realizar acciones
en sociedad, su comportamiento profesional afecta o beneficia a otros miembros de la comunidad, por ello
debe ajustarse a las normas de la ética profesional.
NORMAS DE TRATO SOCIAL
Las enfermeras (os) deben coordinar sus acciones con otros miembros del equipo de salud en la atención
al individuo, cumpliendo las normas establecidas por la sociedad
MORAL
Moral proviene del vocablo latín "mos" o "mores" que significa costumbres en el sentido de las normas o
reglas adquiridas por hábitos.
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Conjunto de normas que regulan el comportamiento de los seres humanos en sociedad, que son aceptadas
en forma libre y consciente por un individuo. (Balderas, 1.998)
Conjunto de todos los deberes del hombre. (León, 1.999)
La moral, es parte de las tradiciones y costumbres del grupo humano, unidos por un interés común.
El comportamiento moral se sujeta a valores y normas establecidas socialmente, es un comportamiento
consciente, libre y responde a una necesidad social.
ASPECTOS QUE ESTRUCTURAN LA MORAL
Aspecto fáctico "El Ser" o "Lo Real"
El ser corresponde a los comportamientos en la realidad.
Al ser le son propios los hechos que muestran los comportamientos humanos como una respuesta debida a
factores multicausales, en un contexto macro ambiental, dinámico, evolutivo y cambiante.
Aspecto Normativo El Deber Ser"
El deber ser corresponde a las ideas o modelos de comportamiento.
Al deber ser le pertenecen las ideas, normas, costumbres y tradiciones de lo que es aceptado
universalmente como conducta o comportamiento moral.
CARACTERÍSTICAS




Aquellos fenómenos que son estudiados por la ética
Incluye el conjunto de los deberes del hombre
Se refiere al deber ser
El individuo moralmente bueno debe practicar cosas buenas (en forma libre, no por violencia, ni a
la fuerza)
LA MORAL EN ENFERMERÍA
La enfermería como profesión, requiere una guía moral para cumplir con el fin primordial de
servir al bien común, mejorar la salud de nuestro pueblo y prolongar la vida del hombre.
NORMAS MORALES PARA LAS ENFERMERAS (OS)
Las raíces de la moral de las enfermeras (os) han sido legadas por la sociedad. Dichas normas se
relacionan con:
a. LA PROFESIÓN
17
b.
-
Vocación
Disciplina
LA ATENCIÓN AL USUARIO
Proteger la individualidad
Proteger al usuario de causas externas que puedan producir enfermedad
Mantener las funciones fisiológicas del usuario en parámetros normales
Colaborar con la rehabilitación del usuario y su incorporación a la comunidad
LA PROFESIÓN
-
Vocación: la enfermera (o) debe tener capacidad de servicio en la atención de los individuos
que necesitan de sus cuidados.
Disciplina: la enfermera (o) debe cumplir y hacer cumplir las normas establecidas por la
profesión en el ejercicio profesional.
LA ATENCIÓN AL USUARIO
-
-
-
Proteger la individualidad del usuario: los diversos modelos teóricos para la enfermería tienen
como base fundamental el trato a la persona como un ser humano integral, al cual debe atenderse
en sus aspectos biológicos y psicosocial.
Proteger al usuario de causas externas que puedan producir enfermedad: en la prestación de los
cuidados es deber de la enfermera (o) evitar yatrogenias por ignorancia, omisión, descuido o
negligencia.
Yatrogenia: enfermedad provocada por el personal médico, por técnicas diagnósticas o
terapéuticas, o por la exposición al medio ambiente hospitalario.
Omisión: consiste en no realizar una conducta para evitar un daño mayor por no ser competencia
de la práctica de enfermería.
Negligencia: consiste en dejar de hacer lo que es un deber dentro de la práctica de enfermería.
MANTENER LAS FUNCIONES FISIOLÓGICAS DE LOS USUARIOS EN PARÁMETROS
NORMALES
Las funciones fisiológicas normales son: alimentación, eliminación, hidratación, respiración,
circulación, termorregulación, higiene, movilización, descanso y sueño. La enfermedad imposibilita al
individuo para satisfacer sus necesidades básicas elementales, es allí donde la enfermera (o) aplica
técnicas de enfermería para colaborar en la satisfacción de esas necesidades.
COLABORAR EN LA REHABILITACIÓN DEL USUARIO Y SU INCORPORACIÓN A LA
COMUNIDAD
Es el comportamiento moral enseñar al individuo medidas de auto cuidado en salud en el hogar y la
comunidad. Es responsabilidad de la enfermera (o) promover la reincorporación de los usuarios a una vida
útil.
18
TEMA Nº 3
ÉTICA Y MORAL, DESDE LA ETIMOLOGÍA
La palabra Ética proviene del griego ethos y significaba, primitivamente, estancia, lugar donde se habita.
Posteriormente, Aristóteles afines este sentido y, a partir del, significado manera de ser, carácter. Así, la
ética era como una especie de segunda casa o naturaleza; una segunda naturaleza adquirida, no heredada
como lo es la naturaleza biológica. De esta concepción se desprende que una persona puede moldear,
forjar o construir su modo de ser o ethos.
¿Cómo se adquiere o moldea el Ethos, esta manera de ser? El hombre la construye mediante la creación de
hábitos, unos hábitoa que se alcanzan por repetición de actos.
El Ethos o carácter de una persona estará configurado por un conjunto de hábitos; y como si fuera un
círculo o una rueda, este Ethos o carácter integrado por hábitos, lleva a realizar determinados actos, unos
que provienen de nuestra manera de ser adquirida. Construimos la manera de ser Ethos.
La palabra moral traduce la expresión latina moralis, que derivaba de mos (en plural mores) y significaba
costumbre. Con la palabra moralis, los romanos recojan el sentido griego de ethos: las costumbres también
se alcanzan a partir de una repetición de actos. A pesar de este profundo parentesco, la palabra moralis
tendió a aplicarse a las normas concretas que han de regir las acciones.
Así, pues, desde la etimología, hay poca diferencia entre ética y moral: una y otra hacen referencia a una
realidad parecida. Pero hoy, pese a que a menudo se usan de manera indistinta como si fuesen sinónimos,
se reconoce que tienen significados divergentes.
NIVELES DE LA ÉTICA Y MORAL
Tan antiguo como la misma humanidad es el interés por regular, mediante normas o códigos, las acciones
concretas de los humanos; en todas las comunidades, en todos los pueblos, sociedades o culturas
encuentran prescripciones y prohibiciones que definen su moral.
En cada comunidad, incluso en la tripulación de un barco pirata, hay acciones obligadas y acciones
prohibidas, acciones loables y acciones reprobables. Un pirata tiene que mostrar valor en el combate y
justicia en el reparto del botón; si no lo hace así, no es un buen pirata. Cuando uno hombre pertenece a una
comunidad más grande, el alcance de sus obligaciones y prohibiciones se hace más grande; siempre hay
un código al cual se ha de ajustar bajo pena de deshonra pública.
Ahora bien, junto al nacimiento de la filosofía apareció otro tipo de interés, el de reflexionar sobre las
normas o códigos ya existentes, comparándolos o buscando su fundamento. Estos dos diferenciados
niveles de interés o de actividad humana constituyen lo que conocemos hoy, respectivamente, por moral y
ética.
MORAL
19
Normas que regulan nuestros actos La moral es un conjunto de juicios relativos al bien y al mal,
destinados a dirigir la conducta de los humanos. Estos juicios se concretan en normas de comportamiento
que, adquiridas por cada individuo, regulan sus actos, su práctica diaria. Ahora bien, ni las normas o
códigos morales se proclaman como el código de circulación, ni cada persona asume o incorpora
automáticamente el conjunto de prescripciones y prohibiciones de su sociedad, ni cada sociedad o cultura
formulan los mismos juicios sobre el bien y el mal. Es por todo eso que la moral a menudo es un conjunto
de preguntas y respuestas sobre qué debemos hacer si queremos vivir una vida humana, es a decir, una
vida no con imposiciones sino con libertad y responsabilidad.
La ética, por otro lado, es una reflexión sobre la moral. La ética, como filosofía de la moral, se encuentra
en un nivel diferente: se pregunta por qué consideramos válidos unos y no otros comportamientos;
compara las pautas morales que tienen diferentes personas o sociedades buscando su fundamento y
legitimación; investiga lo qué es específico del comportamiento moral; enuncia principios generales o
universales inspiradores de toda conducta; crea teorías que establezcan y justifique aquello por el que
merece la pena vivir.
¿ÉTICA: POR QUÉ ESTAS NORMAS?
La moral da pautas para la vida cotidiana, la ética es un estudio o reflexión sobre qué origina y justifica
estas pautas. Pero las dos, si bien son distinguibles, son complementarias. Del mismo modo que teoría y
práctica interaccionan, los principios éticos regulan el comportamiento moral pero este comportamiento
incide alterando los mismos principios. A menudo los conflictos de normas morales que aparecen cuando
tenemos que tomar decisiones son el motor que nos impulsa a una reflexión de nivel ético.
Es por ello que Aranguren, reconociendo la vinculación entre teoría y práctica, llama a la ética moral
pensada y a la moral, moral vivida.
ESTAMOS A NIVEL MORAL CUANDO
ESTAMOS A NIVEL ÉTICO CUANDO
Cumplo una promesa hecha ayer pese a que Razonamos que los pactos han de cumplir
hoy me doy cuenta de que su cumplimiento siempre, del contrario, en lugar de acuerdos
me crea problemas
entre amigos, tendríamos que hacer contratos
legales.
Ayudo voluntariamente a un compañero de Me pregunto sobre que tiene más valor moral,
clase si bien me arriesgo a herir su orgullo.
la intención que inspira un acto o los
resultados que con él se obtienen.
Reflexiono sobre valores, preguntándome si el
Decido si tengo que ser o no sincero con un valor de la autenticidad es preferible el valor
compañero de clase que parece quiere ser de la amistad.
amigo mío.
20
Tengo presente la máxima o regla de oro: "No
Rechazo robar la calculadora de un hagas a los demás lo que no quieras que te
compañero de clase sabiendo que nadie me hagan a ti".
ve.
DIFERENCIA ENTRE ÉTICA Y MORAL
Etimológicamente "ética" y "moral" tienen el mismo significado. "Moral" viene del latín "mos" que
significa hábito o costumbre; y "ética" del griego "ethos" que significa lo mismo.
Sin embargo en la actualidad han pasado a significar cosas distintas y hacen referencia a ámbitos o niveles
diferentes: La moral tiene que ver con el nivel práctico o de la acción La ética con el nivel teórico o
de la reflexión.
MORAL
Es el conjunto de principios, criterios, normas y valores que dirigen nuestro comportamiento. La moral
nos hace actuar de una determinada manera y nos permite saber qué debemos hacer en una situación
concreta. Es como una especie de brújula que nos orienta, nos dice cuál es el camino a seguir, dirige
nuestras acciones en una determinada dirección. La brújula nos indica el camino. En la vida hay que
intentar, no perder el norte.
ÉTICA
Es la reflexión teórica sobre la moral. La ética es la encargada de discutir y fundamentar reflexivamente
ese conjunto de principios o normas que constituyen nuestra moral.
Como conclusión: moral y ética se plantean cuestiones distintas. La moral tiene que ver con el nivel
práctico de la acción y trata de responder a la pregunta ¿qué debo hacer?; la ética con el nivel teórico de la
reflexión y trata de responder a preguntas del tipo ¿qué es la moral? ¿Cómo se fundamenta? ¿Cómo se
aplica la reflexión a la vida cotidiana?
Empecemos a hacer ética respondiendo a la primera pregunta: ¿qué es la moral? Para ello definiremos:
acciones morales, normas morales, valores morales y dilema moral.
¿QUÉ ES LO MORAL?
Para adentrarnos en los problemas de la ética, partamos de nuestra experiencia. Es un hecho que nos
señala nuestra propia experiencia que, en determinadas circunstancias, expresamos valorizaciones
morales. Los contenidos de nuestros juicios se refieren a categorías opuestas: de bien o mal.
Así, hablamos de actos nobles, heroicos, desinteresados, los que están en la esfera del concepto de "bien".
Pero, hablamos de actos infames, egoístas, los que están en la esfera del concepto de "mal".
21
En el primer caso, hablamos de actos morales positivos; en el segundo, de actos morales negativos. Así,
por ejemplo: a un asesino lo tratamos de inmoral; a una persona que sacrifica su vida para salvar a otro la
tratamos de héroe, pues este sacrificio es de gran calidad moral. Ello nos pone en evidencia que nuestra
valoración tiene un carácter objetivo, es decir, que se rige por el objeto que verificamos. En nuestro caso,
el asesinato, y por otro lado, el heroísmo. Dicha objetividad nos permite formar juicios morales de validez
universal: "El asesinato es una inmoralidad":
De lo dicho hasta ahora se desprende que la valoración moral propiamente dicha la aplicamos sólo a
acciones humanas.
"Cuando efectuamos una valoración moral, siempre tenemos en vista seres humanos, es decir, personas.
Los valores morales tiene la particularidad de que sólo pueden referirse a seres personales"(Hessen).
Con respecto a los "juicios de conocimiento", ellos apuntan a afirmar si algo es verdadero o falso. En lo
referente a obras de arte, hablamos de bello o feo. En ambos casos se trata de objetos y no sujetos o
personas. "Es cierto que también decimos que tal vino es 'bueno', que tal enfermedad es 'mala', etc., pero,
nuestro conocimiento del idioma nos indica claramente que en este caso no usamos las palabras 'bueno' y
'malo' en su acepción original, es decir, moral" (Hessen).
Cabe la pregunta: ¿qué es lo que valoramos en las personas cuando las valoramos moralmente? Valoramos
las acciones. De donde resulta que el contenido de nuestra valoración moral no es teórico, sino práctico. El
objeto de la valoración moral no es el pensar y el conocer sólo, sino, a la vez, el querer y el actuar.
Consecuentemente, lo ético se da en la zona práctica y no en la zona del espíritu humano. "No todas las
manifestaciones vitales del hombre están sometidas a valoración moral. Las funciones vegetativas y
animales no admiten ningún juicio moral. El hombre tiene en común con el animal esas funciones, pero el
animal es incapaz de ninguna acción moral. Sólo los seres racionales son capaces de realizar actos
morales" (Hessen).
Por otro lado, son actos morales sólo los que realizamos conscientes y voluntariamente, y por ello se
inscriben en la ética. Únicamente las acciones realizadas a sabiendas y por libre decisión tienen carácter
moral.
Sintetizando podemos afirmar: ética es la ciencia de los actos morales, vale decir, actos conscientes y
libres, cuyo objetivo es la realización de un valor moral.
CONCEPTO DE LA ÉTICA Y LA MORAL
El término ética, etimológicamente, deriva de la palabra griega ethos, que significa "costumbre". El
término Moral, etimológicamente, proviene de la palabra latina mores, que significa costumbres. Antes de
ir en busca de una definición de la ética o la Moral, detengámonos sobre el objeto material y formal de la
moral.
22
OBJETO MATERIAL Y FORMAL DE LA MORAL
El objeto material de una Ciencia es el fenómeno que dicha Ciencia estudia. El objeto formal es el enfoque
específico, desde el cual el fenómeno es estudiado. Por ejemplo: el hombre es el objeto material tanto de
la Anatomía como de la Fisiología. Pero el objeto formal de la Anatomía es la estructura del organismo
humano, mientras que el objeto formal de la Fisiología es el funcionamiento del organismo humano.
Aclarados los términos, procedamos a señalar el objeto material y el objeto formal de la Moral.
El objeto material de la Moral son las costumbres y conducta humana.
El objeto formal de la Moral es el conjunto de leyes que deben informar y orientar la actividad humana.
Definición de la Moral
Para una definición adecuada de la moral hay que tener presente los objetos constitutivos de la moral.
Ellos son: su carácter psicológico y su carácter práctico. Tomando en cuenta ambos elementos podemos
definir la Moral como la "Ciencia de las leyes ideales y de la actividad libre del hombre" (Jolivet).
Paul Faulquié define la Moral: "...es la teoría razonada del bien y del mal". Detengámonos sobre ésta
definición.
La Moral es normativa, porque establece las normas que determinan lo que es el bien y lo que es el mal.
En otras palabras, la Moral establece lo que se debe y lo que no se debe hacer. Lo que se permite y lo que
se prohíbe.
La Moral formula principios generales. Según estos principios clasifica y juzga todos los hechos
particulares que son propios de su campo.
El fundamento de la Moral es la razón.
Los diferentes sistemas morales podrán establecer distintos principios, como su fundamento. Pero, en el
fondo de todos ellos se encuentra la razón que busca configurar y legitimar el respectivo sistema.
UNIDAD III
ÉTICA
La ética es una de las principales ramas de la filosofía, en tanto requiere de la reflexión y de la
argumentación, este campo es el conjunto de valoraciones generales de los seres humanos que viven en
sociedad. Algunos han caracterizado a la ética como el estudio del arte de vivir bien, lo cual no parece
exacto, puesto que si se reuniesen todas las reglas de buena conducta, sin acompañarlas de examen,
formarían un arte, más no una ciencia.
23
El estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua Grecia, y su desarrollo
histórico ha sido amplio y variado. Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios
determinados. Una sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá
términos tales como "bueno", "malo", "correcto", "incorrecto", "obligatorio", "permitido", etc., referidos a
una acción, una decisión o incluso también las intenciones de quien actúa o decide algo. Cuando se
emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones. Se
establecen juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: "ese político es corrupto", "ese hombre es
impresentable", "su presencia es loable", etc. En estas declaraciones aparecen los términos "corrupto",
"impresentable" y "loable" que implican valoraciones de tipo moral.
TEMA Nº 1
DEFINICIÓN Y OBJETO
Según una corriente “clásica”, la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de
modo consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún modo un control
racional). No se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio
sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo. Ello
implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo desde el punto de vista
ético, y si el bien y el mal éticos coinciden o no con lo que serían el bien y el mal en sí.
RELACIONES CON OTRAS DISCIPLINAS
La ética se relaciona con la antropología, el derecho, con la ley, y con ciencias empíricas que estudian el
comportamiento humano, como la sociología y la psicología. ¿Qué es ética?
Una enciclopedia define ética del siguiente modo: “Ética (del griego ethika, de ethos, ‘comportamiento’,
‘costumbre’), principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral
(del latín mores, ‘costumbre’) y por extensión, el estudio de esos principios a veces son llamados filosofía
moral.” Seguidamente añade:
La ética, como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, porque se ocupa de
las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como las matemáticas y la
lógica, y de las ciencias empíricas, como la química y la física. Las ciencias empíricas sociales, sin
embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos puntos con los intereses de la ética ya que ambas
estudian la conducta social. Por ejemplo, las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación
entre principios éticos particulares y la conducta social, e investigar las condiciones culturales que
contribuyen a la formación de esos principios.
Las normas éticas se derivan de supuestas declaraciones sobre los seres, con frecuencia pasan inadvertidos
por el uso de la ambigüedad normativa y empírica de términos como "esencia", "Naturaleza",
"determinación", "función", "final", "sentido" u " Objetivo alcanzado". Así, la palabra "objetivo" es
incluso lo que en realidad busca una persona (Su meta es graduarse). La palabra objetivo puede referirse
24
también a lo que debe perseguir un hombre (por ejemplo, cuando se dice de alguien que perdió el objetivo
o la meta de su existencia humana).
La ambigüedad inadvertida empírico-normativa de ciertos términos conduce a falacias lógicas tales como:
"La esencia de la sexualidad es la procreación. Por lo tanto, la anticoncepción no está permitida, porque no
refleja la naturaleza de la sexualidad".
La falacia naturalista George Edward Moore, en su obra Principia Ethica, acusa al naturalismo de cometer
un error cuando infiere que algo tiene una propiedad moral a partir de que ese algo tiene tal o cual
propiedad natural.4 Por ejemplo, asumiendo que el placer es una propiedad natural, un naturalista podría
sostener que las relaciones sexuales son buenas porque son placenteras.4 Sin embargo, Moore señala que
para afirmar esto, primero se necesita mostrar que todo lo placentero es bueno, 4 y esto requiere de un
argumento que parece difícil de proveer. Pese al nombre de la falacia, la misma parece poder extenderse
más allá del naturalismo.4 Así, el desafío propuesto por Moore parece ser mostrar cómo es posible
concluir legítimamente que una propiedad no moral puede identificarse o tener la misma extensión que
una propiedad moral.
Ética normativa
Las teorías de la filosofía ética o moral se pueden distinguir de acuerdo a los criterios de sus bases para la
determinación del bien moral. El bien moral puede ser determinado por:
-
Las consecuencias (ética teleológica) consecuencialismo
Disposiciones de comportamiento, rasgos de carácter y virtudes (ética de la virtud)
La intención del actor (ética disposición)
Objetivos hacia hechos morales, como objetivo de las evaluaciones morales sobre la propiedad o
la acción (ética deontológica)
Optimización de los intereses o de las partes interesadas (de preferencia), la ética utilitarista, de la
felicidad (eudaimonía), o del bienestar.
Consecuencialismo, Jeremy Bentham, uno de los padres del utilitarismo
El consecuencialismo sostiene que la moralidad de una acción depende sólo de sus consecuencias (el fin
justifica los medios). El consecuencialismo no se aplica sólo a las acciones, pero éstas son el ejemplo más
prominente. Creer que la moralidad se trata sólo de generar la mayor cantidad de felicidad posible, o de
aumentar la libertad lo más posible, o de promover la supervivencia de nuestra especie, es sostener una
postura consecuencialista, porque aunque todas estas creencias difieren en cuanto a las consecuencias que
importan, están de acuerdo en que lo que importa son las consecuencias.
Una manera de clasificar a los distintos tipos de consecuencialismos es a partir de los agentes que se
deben tener en cuenta cuando se consideran las consecuencias de las acciones. 7 Esto da lugar a tres tipos
de consecuencialismo:
-
El utilitarismo es la teoría según la cual la mejor acción es aquella que produce las mejores
consecuencias para la mayor cantidad de personas.
25
-
El altruismo moral sostiene que la mejor acción es aquella que produce las mejores consecuencias
para todos menos para el agente.7
El egoísmo moral sostiene que la mejor acción es aquella que produce las mejores consecuencias
para el agente.
TEMA Nº 2
DEONTOLOGÍA
La deontología es la teoría normativa según la cual existen ciertas acciones que deben ser realizadas, y
otras que no deben ser realizadas, más allá de las consecuencias positivas o negativas que puedan traer. Es
decir, hay ciertos deberes, u obligaciones, que deben ser cumplidos más allá de sus consecuencias.
DEONTOLOGICISMO
El deontologicismo o teoría deontológica la podemos considerar como una teoría ética que se ocupa de
regular los deberes, traduciéndolos en preceptos, normas morales y reglas de conducta, dejando fuera de
su ámbito específico de interés otros aspectos de la moral.
Cuando esta teoría se aplica al estricto campo profesional hablamos de deontología profesional y es ella,
en consecuencia, la que determina los deberes que son mínimamente exigibles a los profesionales en el
desempeño de su actividad.
Estos deberes, es habitual que se plasmen en códigos, de ahí que oigamos con cierta frecuencia hablar de
determinados códigos de ética de diversas profesiones como documentos que rigen la actuación de los
representantes de una profesión con el fin de que a través del buen hacer se obtengan resultados deseables.
La deontología profesional enfermera estará constituida, consecuentemente, por el conjunto de normas
que, plasmadas en el código deontológico de enfermería, determinan los deberes mínimos que son
exigibles al enfermero o enfermera en el desempeño de su ejercicio profesional.
FUNCIONES DE LOS CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS
En la práctica, los códigos de ética profesional en nuestro país, son elaborados por los Colegios
Profesionales que, tal como los define la ley, “son corporaciones de derecho público, amparadas por la ley
y reconocidas por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de
sus fines, entre los que se encuentra la ordenación del ejercicio de las profesiones”.
En la ordenación del ejercicio profesional los códigos han venido cumpliendo una triple función:
a) Fijar una serie de criterios, de carácter científico-funcional, para el ejercicio de la profesión de que
se trate al objeto de dar operatividad y eficacia a las actividades ejercidas en el ámbito cubierto por
las normas establecidas. Esta función es hoy muy poco relevante ya que otro tipo de instituciones,
asociaciones u organismos la han asumido en perjuicio de los colegios profesionales.
b) Refundir orientaciones éticas para el ejercicio de la profesión y plasmarlas en códigos de
deontología profesional. En la actualidad es una de las funciones relevantes de los colegios
26
profesionales. Esta deontología profesional se impone a los colegiados, aunque no agota las
convicciones morales del ejerciente, que pueden dar lugar a actuaciones que sin contradecir el
código, sean de distinto signo, más o menos exigentes. Así se considera, por ejemplo, que la
deontología médica propugna la abstención en la práctica de la interrupción del embarazo o en
cuestiones de reproducción humana y por otra parte se declara no sancionable al médico que
dentro de la legalidad intervenga en abortos.
c) La posibilidad de imponer sanciones disciplinarias a los colegiados que incumplan los dictados de
los códigos deontológicos. Esta función tiene la particular singularidad de conferir a éstos
relevancia jurídica estatal, lo que viene a conferir a la deontología ciertas coincidencias con el
Derecho en lo que se refiere a la utilización de un procedimiento típicamente judicial, aunque
realizado por autoridades profesionales en vez de por jueces.
DEONTOLOGÍA PROFESIONAL Y ENFERMERÍA
Ética en la Historia de la Enfermería
El profesor Gafo recurre a una obra escrita hace más de sesenta años, como la de Aikens: Studies in Ethics
for Nurses, para hacer referencia a los grandes cambios que se han operado tanto en la problemática ética
como en la imagen de la enfermería.
Probablemente no sea preciso volver la vista tantos años atrás para constatar estos cambios; como muestra
un ejemplo, se trata de la promesa firmada que en 1972 realizaban las enfermeras con el título de
Ayudante Técnico Sanitario cuando accedían a la condición de colegiadas en el Colegio Provincial de
Valencia, la mayoría de las cuales siguen actualmente en activo.
El texto literal es el siguiente: “Prometo solemnemente ante Dios, llevar una vida pura y ejercer mi
profesión con devoción y fidelidad. Me abstendré de todo lo que sea perjudicial o maligno y de tomar o
administrar a sabiendas ninguna droga que pueda ser nociva para la salud. Haré cuanto esté en mi poder
para elevar el buen nombre de mi profesión y guardar inviolable el secreto de todas las cuestiones
personales que se me confíen y asuntos de familia de que me entere en el desempeño de mi cometido. Con
lealtad procuraré auxiliar al facultativo en su obra y me dedicaré al bienestar de todos los que estén
encomendados a mi cuidado”.
El texto, como puede comprobarse, denota una imagen de la enfermería bastante distinta de la actual. Esto
es debido al intento de la profesión desde hace aproximadamente dos décadas por definirse así misma y
por buscar sus propios modelos de identidad, cuyo resultado es bastante diferente al que se refleja en el
texto transcrito.
Los cambios profesionales que se han producido han ido acompañados también de cambios en la
problemática ética de la enfermería, y es lógico que esto haya sido así porque desde siempre ha sido
inherente a la profesión una profunda convicción sobre la dimensión moral y la relevancia de las actitudes
éticas en su trabajo, como fácilmente se comprueba si realizamos un breve bosquejo histórico.
A grandes rasgos, esta profesión, en el ámbito occidental, hasta finales del siglo XIX, ha estado muy
vinculada a determinadas órdenes y congregaciones religiosas. En consecuencia, la ética y la práctica de la
27
enfermería estuvo hasta entonces, como puede suponerse, muy vinculada a la moral católica ya que entre
otras cosas el predominio de las personas que desempeñaban la profesión era el de las enfermeras
religiosas.
Este tipo de enfermera religiosa ha dejado una impronta muy marcada en la profesión. La obediencia por
ejemplo, uno de los votos religiosos de la casi totalidad de órdenes y congregaciones, fue altamente
valorada y sentó las bases para actitudes de subordinación al médico y a la institución hospitalaria, al
mismo tiempo que lo que se esperaba de las enfermeras es que fueran virtuosas y entregadas totalmente a
su trabajo.
A finales del siglo XIX se inicia lentamente lo que podemos llamar el proceso de secularización de la
enfermería. Existe bastante acuerdo en la afirmación de que este proceso empieza a cobrar importancia
bajo el impulso de Florence Nightingale y la creación de la Escuela de Formación de Enfermeras.
Como consecuencia de este proceso se producen también cambios en la problemática ética y moral de la
enfermería apareciendo a partir de 1900 en EE.UU. los primeros trabajos escritos que tratan sobre la ética
para enfermeras. Se caracterizan todos ellos por poner el énfasis en las reglas de conducta que deben
observar, siendo las más importantes la educación, dedicación al enfermo y obediencia a los médicos y a
las instituciones; consecuencia clara como hemos apuntado de la impronta dejada por la enfermera
religiosa.
Aparición de los Códigos Éticos en Enfermería
Esa preocupación por las reglas de conducta que debían observar las enfermeras que se inicia junto con el
proceso de secularización va acabar viéndose plasmada en compilaciones de reglas o normas de conducta
a modo de códigos éticos.
Aunque se ha señalado que el primer código ético incidiendo en las virtudes de obediencia y fidelidad de
las enfermeras y reflejando las características del Juramento hipocrático de los médicos, fue elaborado en
1893 en un hospital de Detroit; lo cierto es que la aparición del primer código de la profesión con cierto
carácter de oficialidad, hay que situarlo en 1953.
Efectivamente, el Consejo Internacional de Enfermeras que se había creado en 1899 mostró desde su
andadura un interés que fue en aumento por los problemas éticos de la profesión. Este interés se vio
plasmado en un Código Ético Internacional que fue aprobado en el Congreso de Sao Paolo de 1953. Este
código aparecía cuatro años después de que lo hubiera hecho el de los médicos y se caracterizaba por
seguir una línea esencialmente similar al de ética médica y que, por tanto, insistía en actitudes
vocacionales y de servicialidad.
En 1973, el Consejo Internacional de Enfermeras, consciente de que se habían producido importantes
cambios en la forma de entenderse a sí misma la profesión, adoptó en la ciudad de México un nuevo
código que presentaba con respecto al anterior importantes modificaciones.
Entre sus características más destacadas señalamos la impronta predominantemente profesional en
contraste con la vocacional del anterior y, consecuentemente, el paso de una ética de la virtud a una ética
del deber. Como deberes propios de la profesión se señalan el respeto a la vida, la dignidad y derechos de
la persona; el significado no sólo individual sino también familiar y comunitario del servicio de
enfermería; y el claro deseo de hacer desaparecer la relación vertical que mantenían los médicos con las
enfermeras, buscando formas de colaboración más horizontales.
28
Este código de 1973 es el que venía siendo asumido por los profesionales de enfermería de nuestro país, y
así ha sido hasta 1989, año en que fue aprobado el Código Deontológico de la Enfermería española que,
según creemos, merece una atención especial en este mismo tema.
Código Deontológico de la Enfermería Española
La enfermería española no dispuso de un código deontológico hasta el año 1989. La iniciativa surgió en el
Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en Enfermería que es el órgano de ámbito estatal
que aglutina los intereses de todos los profesionales que están colegiados.
Este Consejo designó en el mes de abril de 1988 un comité formado por profesionales que ejercían la
profesión en diferentes ámbitos, con el fin de que elaboraran un primer proyecto, que posteriormente fuese
sometido a la opinión general del colectivo de enfermería, para asegurar que el nuevo código tuviera un
alcance verdaderamente estatal.
Tal como se especifica en el prólogo, el establecimiento de un Código Deontológico que sirva de marco
para el ejercicio profesional ha de partir, necesariamente, de un marco conceptual que unifique y delimite
los conceptos que sobre el hombre, la sociedad, la salud y la propia enfermería tengan los profesionales
que la ejerzan.
El código parte de una concepción integral del ser humano que impregna todo su contenido, expresándose
a este respecto en el mismo prólogo lo siguiente: “el hombre como unidad indisoluble compuesto de
cuerpo y mente, sujeto a los diferentes efectos que estos elementos producen sobre él, es, a su vez, un ser
eminentemente social, inmerso en un medio que le influye positiva o negativamente dependiendo de
múltiples factores que pueden ser políticos, económicos, geográficos, culturales, etc., y estableciéndose
una relación entre él y su entorno que determinará su grado de bienestar; de ahí que resulte fundamental
contemplarlo desde un punto de vista integral”. Y se añade: “por todo ello, entendemos que el hombre es
un ser bio-psico-social dinámico, que interactúa dentro del contexto total de su ambiente, y participa como
miembro de una comunidad”.
La salud se concibe como un proceso de crecimiento y desarrollo humano, que no siempre sucede sin
dificultad y que incluye la totalidad del ser humano. Dicha salud se relaciona con el estilo de vida de cada
persona, y su forma de afrontar ese proceso en el seno de los patrones culturales en los que vive.
En relación con el papel de los profesionales de enfermería en la sociedad, define el código las siguientes
áreas de responsabilidad:
1.
2.
3.
4.
5.
Prevención de las enfermedades.
Mantenimiento de la salud.
Atención, rehabilitación e integración social del enfermo.
Educación para la salud.
Formación, administración e investigación en enfermería.
Todo ello requiere la disposición de los profesionales para propiciar una respuesta adecuada a los procesos
de cambio que experimente la atención de salud, manteniendo normas de educación; siendo pioneros en la
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sugerencia de estrategias de puesta en práctica, que tengan en cuenta el contexto social, político y
económico del país.
Partiendo de la base de que la enfermería como profesión constituye un servicio encaminado a satisfacer
las necesidades de salud de las personas sanas o enfermas, individual o colectivamente, recomienda el
código que los profesionales de enfermería enfaticen dentro de sus programas:
a)
b)
c)
d)
La adquisición de un compromiso profesional serio y responsable.
La participación activa en la sociedad.
Reconocimiento y aplicación de los principios de ética profesional.
La adopción de un profundo respeto por los derechos humanos.
Obligaciones morales de los profesionales de enfermería que son las relativas a:
a) El ser humano.
b) La sociedad.
c) El ejercicio profesional.
Características generales de la valoración del código
La primera característica que cabe destacar del Código Deontológico de la Enfermería española es la de
haber tenido en cuenta la opinión de los profesionales afectados por él y ser aprobado por consenso.
La segunda característica es la de su ámbito de aplicación que es estatal, lo que viene a significar, tal como
el mismo código expresa, que sus disposiciones obligan a todos los profesionales inscritos en los Colegios,
sea cual sea la modalidad de su ejercicio (libre, al servicio de la sanidad pública, privada, etc.). También
son de aplicación para los extranjeros que por convenios o tratados internacionales, puedan ejercer
ocasionalmente en España.
La tercera característica es la de su fuerza vinculante, que se manifiesta a través del mecanismo coactivo
que establece para la imposición de sanciones en el caso de incumplimiento de las normas contenidas en él
y que le confieren ese carácter jurisprudencial al que se refiere Manuel Atienza.
En la valoración del Código Deontológico de la enfermería española coincidimos totalmente con Arroyo y
Torralba en la consideración de que “se trata de un documento de valor extraordinario en el que se
recogen los rasgos fundamentales de la enfermería como profesión inmersos en un continente ético
moderno y armónico, concordante con la realidad social de nuestros días”. Añadimos a ello nuestra
esperanza en que la implicación y contribución de todos los profesionales permitan su actualización
constante y acorde con los continuos cambios que la sociedad actual experimenta.
Bioética fundamental en Enfermería
La Humanización de la asistencia
Aunque el surgimiento de la bioética sea debido a que la complejidad de los problemas éticos que se
plantean en las sociedades modernas en relación con las ciencias de la vida, desbordan los de la clásica
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ética médica y enfermera; son varios los autores que señalan como problema bioético fundamental la
deshumanización de la práctica asistencial.
En un reciente estudio realizado por nosotros sobre medicina popular hemos podido concluir que esta
deshumanización actúa como factor determinante de la utilización de estos servicios, en los que, por
contra, encuentran nuestros informantes un trato más humano y más cercano, en una relación de igual a
igual. Se pone en evidencia en este estudio y en otros similares el contraste existente entre los ideales
humanitarios de la profesión sanitaria y la existencia de una realidad concreta muy distante de aquellos.
Afirma Javier Gafo que en bioética, lo que aparece en primer plano y tiene continua actualidad son los
temas de la procreación asistida, los de la manipulación genética, el SIDA, etc.; pero lo que constituye su
principal problema es cómo humanizar la relación entre aquellas personas que intervienen en la atención
sanitaria y el ser humano, frágil y frecuentemente angustiado, que vive el duro trance de una enfermedad
que afecta hondamente a su ser personal.
Entre las principales causas de la deshumanización se han señalado entre otras, la indiferencia ante las
necesidades emocionales de los pacientes, la despersonalización de los profesionales sanitarios y el rol de
superioridad que desempeñan y que está en la base de un insuficiente, cuando no nulo, respeto a la
autonomía y a la capacidad de decisión de los enfermos.
Esta deshumanización se manifiesta en la distancia afectiva que se establece con los pacientes y que
convierte a la relación con ellos, en una relación carente de calor humano. Otra manifestación es la
cosificación del paciente, la consiguiente pérdida de sus rasgos personales más profundos y su conversión
en un objeto, al que se identifica entonces por sus rasgos externos, su patología, su número de habitación,
etc.
Como consecuencia de ello, la impotencia y la pérdida de protagonismo del paciente se hacen tan
evidentes que, en ocasiones, ni tan siquiera se tienen en cuenta sus opciones últimas.
Para contrarrestar esta deshumanización y dar respuesta a ese problema bioético que señalamos como
fundamental, es preciso que la humanización del trabajo de enfermería se convierta en un objetivo común
que parta del reconocimiento de la dignidad intrínseca del paciente.
El reconocimiento de la dignidad del paciente implica la adopción por parte de los profesionales de
enfermería de una visión holística que permita prestar los cuidados concibiendo al paciente como el
individuo concreto que es, con su propia historia personal, sus atributos, necesidades y deseos únicos; pero
concibiéndolo al mismo tiempo, en su globalidad, es decir, como una personalidad compleja y total, lo que
implica acciones y actitudes que no se restrinjan a atender sus síntomas o su dolencia concreta. Para ello
es preciso también que en las relaciones humanas en el ámbito del trabajo la comunicación sea no sólo un
concepto regidor, sino una realidad de todos los días; esa comunicación ha de permitir la participación del
paciente en sus decisiones tras una información comprensible, y se ha de dar en una relación igualitaria
que elimine las barreras comunicativas.
Como hemos visto, el Código Deontológico de la enfermería española, en su planteamiento esencial es
coincidente con lo que acabamos de afirmar y es por ello por lo que consideramos que el cumplimiento de
las normas y preceptos que contiene puede ser un buen lenitivo para que la práctica diaria de los
profesionales de enfermería dote a la relación con el paciente de la carga humanizadora que se propone:
PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA DIGNIDAD
DE LOS ENFERMOS TERMINALES Y MORIBUNDOS
31
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha aprobado una recomendación a los 41
Estados miembros -entre los que figura España- sobre protección de los enfermos en la etapa final de su
vida. El texto aboga por la definición de los cuidados paliativos como un derecho subjetivo y una
prestación más de la asistencia sanitaria. Por otra parte, subraya que el deseo de morir no genera un
derecho legal del paciente ni una justificación jurídica para que un tercero practique la eutanasia. (Diario
Médico, 8 de julio de 1999)
RECOMENDACIÓN 1418 (1999), DE LA ASAMBLEA PARLAMENTARIA DEL CONSEJO DE
EUROPA., ADOPTADA EL 25 DE JUNIO DE 1999.
La vocación del Consejo de Europa es proteger la dignidad de todos los seres humanos y los
derechos que nacen de ella. El progreso médico, que hoy hace posible curar enfermedades hasta ahora
intratables, el avance de la técnica y el desarrollo de los sistemas de resucitación, que hacen posible
prolongar la vida de una persona, retrasan el momento de la muerte. En consecuencia, con frecuencia se
ignora la calidad de vida de los enfermos terminales, la soledad a la que se ven sometidos, su sufrimiento,
el de sus familiares y el del personal sanitario que los trata.
En 1976, en su resolución 613, la Asamblea declaró que estaba “convencida de que lo que los
enfermos terminales quieren es, principalmente, morir en paz y dignidad, con el apoyo y la compañía, si es
posible, de su familia y amigos”. La Recomendación 779 añadió que “prolongar la vida no debe ser, en sí
mismo, el fin exclusivo de la práctica médica, que debe preocuparse igualmente por el alivio del
sufrimiento”. Más tarde, la Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y la
Dignidad del Ser Humano en relación con la Aplicación de la Biología y la Medicina ha sentado
principios importantes y afirmado el camino, aun cuando no se refiera explícitamente a las necesidades
específicas de los enfermos terminales o moribundos.
La obligación de respetar y proteger la dignidad de estas personas deriva de la inviolabilidad de la
dignidad humana en todas las etapas de la vida. El respeto y protección encuentra su expresión en
proporcionar un medio adecuado que permita al ser humano morir con dignidad. Esta tarea debe llevarse a
cabo especialmente en beneficio de las miembros más vulnerables de la sociedad, tal y como demuestran
muchas experiencias de sufrimiento del presente y del pasado más próximo. De la misma forma que el ser
humano comienza su vida en la debilidad y la dependencia, necesita protección y apoyo al morir.
Los derechos fundamentales que derivan de la dignidad del paciente terminal o moribundo se ven
amenazados por diversos factores:
I. Las dificultades de acceso a los cuidados paliativos y un buen manejo del dolor.
II. La frecuente falta de tratamiento del sufrimiento físico y de las necesidades psicológicas,
sociales y espirituales.
III. La prolongación artificial del proceso de muerte, ya por el uso desproporcionado de medios
técnicos, ya por la continuación del tratamiento sin consentimiento del paciente.
IV. La falta de formación continuada y apoyo psicológico a los profesionales sanitarios que
trabajan en medicina paliativa.
V. La insuficiencia de apoyo y asistencia a los familiares y amigos de los pacientes, que también
puede aumentar el sufrimiento humanos en sus distintas dimensiones.
32
VI. El temor de los pacientes a perder el control sobre sí mismos y convertirse en una carga, en
seres dependientes por completo de sus familiares o de instituciones.
VII. La carencia o inadecuación de un entorno social e institucional en el que uno pueda separarse
para siempre de sus familiares y amigos en paz.
VIII. La insuficiente asignación de financiación y recursos para la asistencia y apoyo de los
enfermos terminales o moribundos.
IX. La discriminación social del fenómeno de la debilidad, el morir y la muerte.
La Asamblea insta a los Estados miembros a que su Derecho interno incorpore la protección legal
y social necesaria contra estas amenazas y temores que el enfermo terminal o moribundo afronta, y en
particular sobre
I. El morir sometido a síntomas insoportables (por ejemplo, dolor, ahogo, etc.).
II. La prolongación del proceso de la muerte contra la voluntad del enfermo terminal.
III. El morir en el aislamiento social y la degeneración.
IV. El morir bajo el temor de ser una carga social.
V. Las restricciones a los medios de soporte vital por razones económicas.
VI. La falta de fondos y recursos materiales para la asistencia adecuada del enfermo terminal o
moribundo.
Por tanto, la Asamblea recomienda que el Comité de Ministros inste a los Estados miembros del
Consejo e Europa a respetar y proteger la dignidad de los enfermos terminales o moribundos en todos los
aspectos:
A.- Afirmando y protegiendo el derecho de los enfermos terminales o moribundos a los cuidados
paliativos integrales, de modo que se adopten las medidas necesarias para:
I. Asegurar que los cuidados paliativos son un derecho legal e individual en todos los Estados
miembros.
II. Proporcionar un acceso equitativo a los cuidados paliativos a todas las personas moribundas o
en fase terminal.
III. Garantizar que los familiares y amigos son animados a acompañar al enfermo terminal o
moribundo y reciben un apoyo profesional en tal empeño. Si la familia y/o las asociaciones de
cualquier tipo resultan ser insuficientes o limitadas, se deben facilitar métodos alternativos o
complementarios de asistencia médica.
IV. Contar con organizaciones y equipos de asistencia ambulatoria, que aseguren la asistencia
paliativa a domicilio en los casos en que esté indicada.
V. Asegurar la cooperación entre todas las personas y profesionales implicados en la asistencia
del moribundo o la persona en fase terminal.
VI. Garantizar el desarrollo y mejora de los estándares de calidad en los cuidados del enfermo
terminal o moribundo.
VII. Asegurar que la persona en fase terminal o moribunda recibirá un adecuado tratamiento del
dolor (a menos que el interesado se niegue) y cuidados paliativos, incluso si tal tratamiento
tiene como efecto secundario el acortamiento de la vida.
33
VIII. Garantizar que los profesionales sanitarios reciben formación para proporcionar una
asistencia médica, de enfermería y psicológica a cualquier enfermo terminal o moribundo, en
el seno de un equipo coordinado y según los estándares más altos posibles.
IX. Crear e impulsar centros de investigación, enseñanza y capacitación en los campos de la
medicina y los cuidados paliativos, así como en tanatología interdisciplinar.
X. Garantizar que al menos los grandes hospitales cuentan con unidades especializadas en
cuidados paliativos y hospicios, en los que la medicina paliativa pueda desarrollarse como
parte integral del tratamiento médico.
XI. Asegurar que la medicina y los cuidados paliativos se asientan en la conciencia pública como
un objetivo importante de la medicina.
B. Protegiendo el derecho de las personas en fase terminal o moribundas a la autodeterminación, al
tiempo que se adoptan las medidas necesarias para:
XII. Dar eficacia al derecho de la persona en fase terminal o moribunda a una información veraz y
completa, pero proporcionada con compasión, sobre su estado de salud, respetando, en su
caso, el deseo del paciente a no ser informado.
XIII. Hacer posible que el enfermo terminal o la persona moribunda pueda consultar a otro
médico distinto del que le atiende habitualmente.
XIV. Garantizar que ningún enfermo terminal o persona moribunda sea tratada contra su voluntad
y que en esta materia no actúa bajo la influencia o presión de un tercero. Además, se debe
garantizar que su voluntad no se configura bajo presiones económicas.
XV. Asegurar que se respertará el rechazo a un tratamiento específico recogido en las directivas
avanzadas o testamento vital de un enfermo terminal o persona moribunda serán respetadas.
Por otra parte, se deben definir criterios de validez sobre la coherencia de tales directivas
avanzadas, así como sobre la delegación en personas próximas y el alcance de su autoridad
para decidir en lugar del enfermo. También se debe garantizar que las decisiones de las
personas próximas que se subrrogan en la voluntad del paciente -que habrán de estar basadas
en los deseos expresados con anterioridad por el paciente o en presunciones sobre su
voluntad-, se adoptan sólo si el paciente implicado en esa situación no ha formulado deseos
expresamente o si no hay una voluntad reconocible. En este contexto, siempre debe haber una
conexión clara con los deseos expresados por la persona en cuestión en un periodo de tiempo
cercano al momento en que se adopte la decisión -deseos referidos específicamente al morir-,
y en condiciones adecuadas, es decir, en ausencia de presiones o incapacidad mental. Se debe
asimismo garantizar que no serán admisibles las decisiones subrrogadas que se basen en los
juicios de valor generales imperantes en la sociedad, y que, en caso de duda, la decisión se
inclinará siempre por la vida y su prolongación.
XVI. Garantizar que -no obstante la responsabilidad última del médico en materia terapéutica- se
tienen en cuenta los deseos expresados por un enfermo terminal o persona moribunda en
relación con formas particulares de tratamiento, siempre que no atenten contra la dignidad
humana.
C. Respaldando la prohibición de poner fin a la vida intencionadamente de los enfermos terminales o las
personas moribundas, al tiempo que se adoptan las medidas necesarias para:
I. Reconocer que el derecho a la vida, especialmente en relación con los enfermos terminales o
las personas moribundas, es garantizado por los Estados miembros, de acuerdo con el artículo
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2 de la Convención Europea de Derechos Humanos, según la cual “nadie será privado de su
vida intencionadamente...”.
II. Reconocer que el deseo de morir no genera el derecho a morir a manos de un tercero.
III. Reconocer que el deseo de morir de un enfermo terminal o una persona moribunda no puede,
por sí mismo, constituir una justificación legal para acciones dirigidas a poner fin a su vida.
El texto de esta Recomendación fue adoptado por la Asamblea el 25 de junio de 1999 (24ª
Sesión). Véase el Doc. 8241, informe del Comité de Asuntos Sociales, de Salud y Familia (ponente: Mrs.
Gatterer) y el Doc. 8454, opinión del Comité de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos (ponente: Mr.
McNamara).
Ética de virtudes
La ética de virtudes es una teoría relativamente reciente según la cual una acción es moral si hacerla fuera
propio de una persona virtuosa. Por ejemplo, si para el utilitarismo hay que ayudar a los necesitados
porque eso aumenta el bienestar general, y para la deontología hay que hacerlo porque es nuestro deber,
para la ética de virtudes, hay que ayudar a los necesitados porque hacerlo sería caritativo y benevolente.
TEMA Nº 2
BIOÉTICA
Sobre la Bioética, Potter (1971) dice que "La bioética surge por tanto como un intento de establecer un
puente entre ciencia experimental y humanidades"
La bioética es la moral de la vida, son normas que están basadas en principios éticos que normalizan la
conducta individual y social de la persona.
Así resulta de la definición de bioética de la "Encyclopaedia Of. Bioethics": Según Reich, (1978) dice que
el "Estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud,
analizada a la luz de los valores y principios morales".
La bioética es la parte de la ética que desea entregar los principios orientados de la conducta humana en el
campo biomédico.
Esta preparación deberá ser exigente y continua y habrá de atender a aspectos tanto teóricos (ética,
antropología, historia del desarrollo tecnológico, filosofía de la ciencia) como prácticos (pensamiento
crítico, adquisición del hábito de la honestidad intelectual y la capacidad de comunicación y diálogo,
incluyendo el aprendizaje de algún idioma y cierta familiaridad con los medios informáticos de
comunicación virtual).
Sin embargo la bioética no se limita al ámbito médico, sino que incluye todos los problemas morales que
tienen que ver con la vida en general, extendiendo de esta manera su campo a cuestiones relacionadas con
el medio ambiente.
Otras literaturas definen a la bioética como "el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las
ciencias de la vida y del cuidado sanitario, en cuanto ala conducta se examina a la luz de los valores y de
los principios morales". En la actualidad abarca no sólo los aspectos tradicionales de la ética médica, sino
que incluye la ética ambiental, con los debates sobre los derechos de las futuras generaciones, desarrollo
sostenible, etc.
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Actualmente la bioética es la parte de la ética que estudia la corrección e incorrección de las acciones que
se llevan a cabo en el campo de la enfermería.
Su principal área de estudio es la ética médica, pues la enfermería
Normalmente implica la intervención técnica sobre el cuerpo humano, y toda intervención sobre el
hombre está marcada por su valor máximo; este valor máximo determina los fines y las acciones que
deben perseguirse y realizarse al actuar sobre él.
De tal modo a la bioética, se la interpreta como el arte de conseguir un consenso social acerca de lo que se
puede y no se puede hacer en la atención médica. Al final, dicho acuerdo, resultado de la discusión social,
termina siendo frecuentemente la imposición de la ley del más fuerte, en violento contraste con la
obligación médica de atender de modo más solícito a los más débiles.
Es preciso imponer siempre un límite a la actuación y decisiones de enfermería en su ínter actuación con
el usuario y este límite implica el respeto a la libre decisión del paciente, a la expresión de su personalidad
en todos sus aspectos así como ser humano y espiritual.
El usuario tiene derecho a aceptar o rechazar cualquier tratamiento que se le sugiera, y al profesional de
enfermería solo le corresponde explicar y justificar la necesidad del procedimiento a practicarle y si el
caso lo requiere advertir de los riesgos de rechazar el procedimiento. Pero hasta ahí, el enfermo es el único
dueño de su vida y decisiones.
"Como profesionales de enfermería es nuestra obligación el estudiar, investigar e informarnos así como
formarnos en cuestiones de biomedicina, bioética, política y derechos relativos a la promoción y defensa
de la dignidad humana, vigilando siempre el cumplimiento de los principios deontológico."
Así, la práctica de la medicina y la enfermería se convierten en un contacto entre dos sistemas de valores:
por un lado los valores médicos y por otro lado los valores del usuario.
BIOÉTICA E INVESTIGACIÓN
En medicina, en el campo de la investigación, se plantea el problema ético de experimentar en seres
humanos y por esto la posibilidad de violentar sus derechos.
Muchas personas dadivosos han prestado su concurso para una investigación, pensando que su dolor
evitara el de otros y por esto lo aceptan; tales son los casos del Doctor Finlay, descubridor de la vacuna
contra la fiebre amarilla, por otro lado el Doctor Salk, descubridor de la vacuna contra la poliomielitis.
La investigación es seres humanos ha preocupado siempre a la humanidad, es por eso que han surgido
diversos documentos al respecto.
-
El código de Núremberg (1949), a propósito del proceso contra los tribunales de guerra nazi.
La declaración de Helsinki (1964), en la que se establecen las normas básicas para la
investigación médica y experimentación biomédica clínica y no clínica.
BIOÈTICA EN LOS TRASPLANTES
Trasplante es el reemplazo de componentes anatómicos, provenientes de un donante vivo o muerto con
fines terapéuticos.
Existen algunos problemas éticos:
-
La sobreherida de los pacientes trasplantados.
36
-
La distribución y racionalizado del programa de trasplantes.
Consentimiento informado.
En el caso de trasplantes con órganos de cadáveres, la certificación de muerte.
BIOÉTICA E INSEMINACIÓN Y FECUNDACIÓN ARTIFICIAL
La inseminación artificial es la técnica dirigida a obtener una concepción humana mediante la
transferencia del semen a las vías genitales de la mujer, se llama homologa cuando el donante es el esposo
y heteróloga cuando el donante no lo es.
La fecundación artificial encaminada a lograr una concepción humana mediante la unión del ovulo y el
esperma in vitro y luego la transferencia de embriones al útero.
Las objeciones éticas contra la inseminación y fecundación artificial son de dos clases: la una se relaciona
con la autonomía del ser humano, la otra es de tipos sociológico y se refiere a las relaciones biológicas y
sociales entre cónyuges e hijos.
¿LA MEDICINA USURPARÁ LA VIDA?
En los últimos decenios ha aparecido un fenómeno que puede ser considerado como una consecuencia
imprevista, embarazosa y a veces dramática de uno de los progresos más insignificativos de la medicina
occidental: la creciente tendencia de trasformar en objetos de compra y venta a los tejidos y órganos
humanos. Su rendimiento se concretó por primera vez cuando éstos fueron utilizados o transferidos a otras
personas, con sus ventajas inmediatas, como consecuencia de los conocimientos de base adquiridos en el
campo genético e inmunológico, a las técnicas primero de las transfusiones, luego de los trasplantes y
finalmente a la fecundación asistida. La compra-venta concierne ya casi todo el cuerpo (masculino y
femenino) salvo por ahora el cerebro: las consecuencias del genoma humano (por las cuales ya se han
presentado requerimientos de patentes), los espermatozoides y los óvulos, los embriones y la función
uterina, la sangre y los órganos. Tal compra-venta tiene, por ahora relativamente escasa difusión, excepto
por el cobro o remuneración parcial en el caso de la sangre, que se ha generalizado en algunos países y
que por el momento no influye mucho sobre la salud colectiva.
Ella determina sin embargo la salud y el destino de las personas comunes (nacer, vivir, curarse o morir),
tiene un impacto creciente en la opinión pública; suscita muchas controversias jurídicas y morales, y está
tal vez destinada a constituir uno de los temas éticos más discutidos de nuestro tiempo.
PROFESIONALISMO
El profesionalismo del personal de enfermería ha sido motivo de preocupación y debate durante muchos
años, y no solo entre profesionales, sino que también intervienen otras disciplinas. Se dice que la profesión
se puede precisar de varias formas desde sus inicios hasta la perspectiva actual que tiene la sociedad
acerca de la profesión. Para desempeñar una profesión y practicarlo es necesario determinar la forma en
que la disciplina define la profesión y el profesionalismo.
Durante mucho tiempo, las sociedades occidentales han valorado la noción de profesión como un grupo de
personas, que ponen el bienestar de otras personas por encima de su bienestar propio.
37
Según Flexner (1915) dice que "La lista más conocida acerca de las características de una profesión tal vez
sea la que planteó."
En ella establecía que en una profesión:
-
La esencia de actividad es la solución inteligente de los problemas que redundan en una gran
responsabilidad personal por los juicios efectuados.
Existe un continuo aprendizaje, obtenido de la práctica y también de la teoría.
Los miembros ejercen actividades que tienen un significado práctico.
La profesión se basa en un cuerpo de conocimiento especializado, en una disciplina.
Los miembros comparten un compromiso con su trabajo y con sus colegas de grupo.
Los miembros están comprometidos en primer lugar con el mayor bien y en segundo lugar con su
progreso personal.
LA ENFERMERÍA COMO PROFESIÓN
Se dice que principio del siglo XX, se admitía por lo general en EE.UU. que la legislación sobre la
aprobación estatal para la enfermería elevaría a las personas que la practicaban a un nivel profesional
mediante el establecimiento de unas normas educativas mínimas para las escuelas de enfermería. Sin
embargo se observo que mediante la gran demanda de las enfermeras, se crearon más escuelas de
enfermería de distintas calidades, suceso que hizo poco por mejorar el nivel de la profesión.
En la Segunda Guerra Mundial, la enfermera adquirió mayor importancia y relieve. En los últimos días de
la guerra, un artículo de Bixler y Bixler en el American Journal of Nursing valoraba la enfermería como
una profesión. Estos autores identificaban los siete criterios que se aplicaban para una profesión y a la vez
justificaban la consideración de la enfermería como profesión.
Más recientemente Hall ha identificado cinco criterios de actitud con la profesionalidad que son:
Uso de organizaciones profesionales como referentes importantes.
Creencia en la autorregulación, lo que conlleva a la idea de que solo los profesionales de un área
específica pueden establecer las norma para sus prácticas.
3. Creencia en el servicio público como parte esencial de la profesión.
4. Sentimiento de considerar el campo o el compromiso con la profesión como un interés
fundamental y un deseo que va más allá de las recompensas económicas.
5. Autonomía cuando el profesional debe tomar decisiones sobre su trabajo basadas en las normas
del mismo.
1.
2.
En la profesión de enfermería debe establecer normas de prácticas que se lleven al cumplimiento de dichas
reglas.
PROFESIONALIDAD Y PROFESIONALISMO EN ENFERMERÍA
Para abarcar por completo el conocimiento de profesionalidad y el profesionalismo es necesario saber las
diferentes que hay entre estos conceptos. Según Styles, profesionalidad subraya las características del
38
individuo como miembro de la profesión. La principal preocupación del personal de enfermería ha de ser
las características individuales que le han llevado a ese campo de actividad.
A diferencia del profesionalismo resalta el carácter compuesto de la profesión. El profesionalismo
transado la atención desde uno mismo a los demás. De acuerdo con Styles, ello crea una relación yo- ellos
que permite al individuo negar los problemas de la enfermería e identificarlos como pertenecientes a los
demás.
RELACIÓN PROFESIONAL
Una profesión puede definirse por los métodos que se utilizan para adquirir y desarrollarlos
conocimientos, por las normas que establece para su práctica y para participar en la misma y por las
relaciones que existen entre las normas disciplinarias y los practicantes. Pellegrino afirma que las bases
filosóficas de una verdadera profesión se describen por la naturaleza de la relación que se establece entre
los practicantes y los que se acercan a ella en busca de ayuda. Este autor menciona cinco características de
esta relación.
La característica fundamental de la relación profesional, según Pellegrino. Es que los profesionales
trabajan con personas que se encuentran en un estado vulnerable. Estas personas pueden buscar el
restablecimiento de la justicia, de sus bienes o de sus derechos, librarse de una enfermedad física o de
dolor, o una reconciliación o comodidad emocional o espiritual. Estas personas dependen de profesional
con conocimientos o habilidades especiales, por lo que la relación inicial es de dependencia, en el cual el
paciente tiene necesidad y el profesional dispone de los conocimientos.
En segundo lugar, el paciente requiere del profesional no solo sus conocimientos técnicos, sino también
sus consejos, su asesoramiento y su ayuda para tomar decisiones. Se espera del profesional que penetre en
la experiencia vital del paciente de tal manera que la ayuda que la presta sea no solo técnicamente correcta
sino también adecuada a los valores y a la forma de vida de la persona.
En el tercer lugar, si quiere que el profesional disponga de la información necesaria para poder ayudarle,
el paciente debe revelar aspectos íntimos de su vida. La intimidad, dignidad e imagen personal del
paciente puede quedar comprometidas. Por tanto, el profesional de enfermería debe aceptar al paciente
como persona independiente que puede tener creencias, valores y costumbres distintos o que puede ser de
una raza o etnia diferentes.
La cuarta características es la confianza por parte del paciente. El paciente debe poder confiar en que el
profesional posee el nivel de competencia necesario para asistirle y que no se aprovechara de su estado de
vulnerabilidad, como estable Peregrino, la confianza es imprescindible cuando uno es vulnerable o se
enfrenta a una agresión a toda su persona.
La quinta y última característica es la promesa de ayuda. Esta es una característica que da a la relación
profesional su calidad altruista o moral. En el ofrecimiento de asistencia, está implícito el mensaje de que
el profesional tiene el conocimiento y habilidades necesarios para ayudar y que esos conocimientos y
habilidades se utilizaran para prestar ayuda y no para causar daño.
39
SECRETO PROFESIONAL
Desde mucho tiempo atrás he sido considerado esencial en la práctica de la medicina y particularmente en
enfermería. Actualmente, todos los códigos y normas de ética resaltan la importancia del secreto
profesional.
La necesidad de guardar el secreto profesional está estrechamente ligada a la intimidad de las personas. En
cuanto a la naturaleza del secreto profesional, se debe mencionar que es la obligación o responsabilidad
ética que tiene de no divulgar la información que directa o indirectamente obtenga durante el ejercicio
profesional, sobre la salud y vida de paciente o su familia.
UNIDAD V
ASPECTOS LEGALES
TEMA Nº 1
SISTEMA LEGAL
Las relaciones que existen entre el profesional de enfermería y entre estos y los pacientes, patronos y la
sociedad determinan la legislación aplicable en cada situación. Por ejemplo, para ser un miembro del
personal de enfermería diplomado es necesario aprobar las asignaturas de la carrera correspondiente y
pasar el examen de licenciatura.
A continuación, se establece una relación especial con la sociedad, propia del personal de enfermería
diplomado. Esta relación implica obligaciones, deberes y responsabilidades de la que cada profesional es
responsable. Las leyes de cada país, en forma de legislación sobre la práctica de la enfermería, especifican
los parámetros de la responsabilidad legal.
El profesional de enfermería practica en diferentes marcos profesionales y estos sometidos a distintas
normas, según trabaje en hospitales, residencias asistenciales, instituciones de salud domiciliaria o centros
de atención a pacientes crónicos. Estas normas varían asimismo su jurisdicción aplicable.
En este capítulo se proporciona información general de acerca de una determinada cuestión legal. Para
resolver los distintos problemas legales, es imprescindible buscar asesoramiento legal y fuentes de
formación adicional.
TÉRMINOS LEGALES
-
Competencia: Presunción legal de que, cuando alcanza la mayoría de edad, la persona es capaz de
realizar actos ejecutados por ley.
Consentimiento: Autorización voluntaria dada por una persona con competencia legal.
Contrato: Acuerdo entre dos o más personas que crea, modifica un derecho u obligación legal.
Daño: Categoría legal que trata de los agravios civiles hacia una persona o propiedad.
Declaración: Afirmación hecha por un testigo fuera de juzgado pero bajo juramento.
Derecho Administrativo: Leyes permitentes a las normas aplicadas al poder ejecutivos del
gobierno (p.ej., la junta es fatal de enfermería).
Derecho Civil: Leyes permitentes a los derechos y deberes legales de los ciudadanos.
40
-
-
Derecho Penal: Campo importante de la ley que define las conductas, prohibidas o controladas por
la sociedad.
Mala Práctica: Omisión en el cumplimiento de una norma profesional de cuidado, que implica un
conocimiento y habilidades propios de un miembro de una profesión y que produce daños.
Negligencia: Omisión en el cumplimiento de una norma profesional normal de cuidado (ser
razonable y prudente según la circunstancia) que no implica u conocimiento y habilidades
especiales y que produce daños.
Predictibilidad: Concepto de responsabilidad por el que uno es responsable de las consecuencias
naturales y predecible de los propios actos.
Procedimiento Legal: Regla que regulan el desarrollo de un juicio.
Responsabilidad: Concepto legal según el cual la persona es responsable de sus propias acciones
(responsabilidad personal), una sociedad es responsable de sus propias decisiones o bien un
patrono es responsable de sus actos de sus empleados realizados como parte del trabajo de los
mismos.
TÉRMINOS LEGALES BÁSICOS Y RESPONSABILIDADES DE ENFERMERÍA
Las normas de los cuidados a la salud aplicada a la enfermería son tratadas a fondo en las normas de la
práctica de la enfermería formuladas por la ANA (EE.UU.) donde queda explicito que si el personal de
enfermería no cumpliera con dichas normas, puede ser responsable de negligencias y cancelársele la
licencia profesional. A continuación se definen algunos conceptos legales básicos que el personal de
enfermería debe conocer y que le serán de utilidad en su vida profesional.
Términos legales básicos:
-
Ley: Es el conjunto de reglas o reglamentos mediante los cuales se gobierna una sociedad.
Perjuicio (daño legal o civil): Es el que comete una persona en contra de otra o de alguna
propiedad.
Culpabilidad: Es la obligación en la que se incurrido o se puede incurrir, debido a cualquier acción
u omisión, considerando una conducta irrazonable.
Negligencia: Es el descuido o no actuar como persona prudente y razonable.
Mala praxis: Es el incumplimiento de los deberes profesionales u omisión para satisfacer las
normas profesionales (causando daño a otra persona).
Normas y reglamentos: Son declaraciones claras y concisas que obligan o prohíben ciertas
actividades.
Responsabilidad: Es la acción necesaria o esperada.
Exigibilidad: Indica responsabilidad y respeto a alguna actividad. (Se juzga al personal de
enfermería por el resultado de sus actividades o acciones que realicen).
Culpabilidad de negligencia:
Responsabilidad que puede proveerse.
Omisión de alguna actividad responsable.
Lesión de un enfermo por incumplimiento de responsabilidad.
Entre las responsabilidades que tiene el personal de enfermería se puede mencionar:
41
-
-
Conocer todas y cada una de las acciones que implican su trato con el paciente.
Actuar con cautela.
Justificar sus acciones.
Llevar un registro, lo más completo, con todos los hechos relacionados con el paciente.
Cualquier acción que se tome sobre el paciente requiere del conocimiento y la autorización de este
o de sus familiares.
No realiza acciones para las cuales no esté preparado (p.ej., trabajos que van más allá de su
preparación profesional. Su obligación legal es informar que no está capacitado para realizar
ciertas funciones).
Documentar y ordenar la historia clínica del paciente.
Dar explicaciones al paciente solo entro de su campo de acción.
Asegurarse de que el paciente no está siendo maltratado o recibiendo cuidados inadecuados por
otras personas relacionados con su tratamiento.
La Profesión de Enfermería
A diferencia de otras profesiones, las responsabilidades de la enfermería la hacen estar más expuestas a
demandas legales. Para protegerse asimismo requiere tener conocimientos legales relacionados con su
responsabilidad profesional.
Con frecuencias las demandas en contra del personal de enfermería se dan en responsabilidad compartida
profesional. Ya que por lo común la demanda se basa en los resultados y no en el responsable directo en
caso de haberlo. Sin embargo, en muchas ocasiones esta responsabilidad se le asigna al miembro del
personal de enfermería, ya que es el que más tiempo atiende al paciente y por ende la probalidad de error o
accidente.
El actual desarrollo científico - técnico en la medicina requiere nuevos planteamientos legales - humanos.
Para el mañana de nuestra sociedad es de capital importancia alcanzar un consenso más amplio y
especifico que delimiten claramente las obligaciones y los derechos de los trabajadores involucrados en el
sector salud. Mientras mayor conocimiento tenga, en este caso el personal de enfermería, sobre las normas
legales de su campo de acción, más fácil será modificarlas y lograr una justicia más equitativa.
DIMENSIONES LEGALES DEL CUIDADO DE LOS PACIENTES
En esta situación, el personal de enfermería asume deberes hacia los pacientes a través del contrato de
empleo. El personal de enfermería acuerda prestar cuidados a los pacientes a cambio de un salario y de
distintos beneficios que recibe del patrono.
Una parte del acuerdo consiste en que se acepta cuidar a un grupo de pacientes. Esta relación conlleva
obligaciones responsabilidades y derechos de carácter legal. En la práctica privada o independiente, el
personal de enfermería asume sus deberes a través de una relación directa con el paciente.
En la atención a los pacientes, las responsabilidades legales del personal de enfermería medico quirúrgica
implican los siguientes deberes:
42
a.
b.
c.
d.
Proporcionar un cuidado seguro y competente.
Prestar los cuidados definidos por las normas legales.
Practicar la enfermería de forma que se protejan los derechos del paciente.
Evitar la violación de los derechos del paciente y otras normas legales.
Esta responsabilidades exigen que el personal de enfermería médico quirúrgico conozca el grado de
cuidados que se espera de él, lo proporcione de una forma razonable en función de las circunstancias y
comprenda la legislación referida a la enfermería medico quirúrgica.
Existen leyes de varias categorías, incluyendo daños legales, contratos, código penal y código civil, que
pueden imponerse mediante distintos procedimientos legales. En cada categoría se distinguen varios tipos
de leyes.
BASES LEGALES DEL CUIDADO
Negligencia: Implican una conducta de acción o de omisión que se ha traducido en un daño o lesión a un
paciente. La mala práctica es un tipo de negligencia que supone una conducta de acción o de omisión por
parte de un miembro de una profesión. El paciente que inicia una querella se denomina demandante y
debe probar los siguientes puntos: que el personal de enfermería (que en este caso pasa a convertirse en
demandado) tenía una obligación hacia el paciente, que el personal de enfermería no cumplió dicha
obligación y que este incumplimiento llevo a y fue causada inmediata de los daños específicos sufridos
por el paciente.
Los deberes del personal de enfermería debe de tener hacia el paciente con el que ha establecido una
relación profesional consiste en proporcionar el cuidado razonable y prudente que exigen las circunstancia
.Esos deberes se conocen con nombre de bases legales del cuidado y tiene unas características muy
importantes.
En primer lugar, el cuidado debe ser razonable, es decir de calidad normal y no excelente. Dado de q se
trata de una norma profesional, en caso de querella por mala práctica el demandante debe aportar, por lo
general, un testigo experto que demuestre que la norma de cuidado exige el conocimiento especializado y
las habilidades de un profesional cualificado. En segundo lugar incumplimiento del deber. Puede ser por
acción u omisión
En tercer lugar está la causa/casualidad inmediata los criterios exigidos dependen de la jurisdicción
predictibilidad y factor directo o sustancial.
En cuarto lugar lesión/daño puede ser físico, psicológico o ambos, el demandante exige una o más
compensaciones económicos nominal, compensable o punitiva.
TEMA Nº 2
CÓDIGO DE ÉTICA DE ENFERMERÍA (C.E.B.)
43
El Colegio de Enfermeras de Bolivia adopta por primera vez un Código de Ética para el ejercicio de la
Enfermería, habiéndose aprobado en el mes de diciembre de 2003 en la ciudad de Cochabamba.
El concepto ético de la cooperación se define como participación activa con otras personas a fin de
obtener cuidados de calidad para los pacientes, la colaboración en la planificación de la atención de
Enfermería y la reciprocidad con otros profesionales de Enfermería. Colaborar con otros colegas, significa
trabajar con ellos para obtener objetivos comunes y dar prioridad a las preocupaciones mutuas sobre los
cuidados del paciente.
Así mismo significa estar dispuestos a ceder en cuestiones de valores individuales y/o personales cuando
esto preserve la integridad individual y las relaciones de colaboración.
EL PRECEPTO FUNDAMENTAL DE LA ENFERMERÍA (Mandato) ES LA VIDA HUMANA Y
EL ALIVIO AL SUFRIMIENTO.
Los (as) enfermeros tienen cuatro deberes fundamentales:
-
Mantener y promover la salud
Prevenir las enfermedades y accidentes
Restaurar y rehabilitar la salud para la reinserción social temprana
Aliviar el sufrimiento
En los cuidados de enfermería no se hará distinción alguna de edad, raza, condición social, credo,
cultura, discapacidad o enfermedad, género, opción sexual, nacionalidad y opinión pública.
Él (la) enfermera presta cuidados del enfermería a la persona, familia, al grupo y a la comunidad,
coordinado sus servicios con otros grupos y actores sociales relacionados.
CAPÍTULO I
DE LA NATURALEZA
Art. 1. El presente código es de carácter normativo, sus disposiciones y aplicación son con la transgresión
carácter obligatorio y autónomo independiente de otros organismos, la transgresión de estas normas se
someterá a disposición del Comité de Ética jurisdiccional del Código Nacional o Departamental de
Enfermería.
Art. 2. El código de ética norma la conducta ética de la práctica de la enfermería.
Art. 3. La Enfermera en el ejercicio de su vida profesional deberá desarrollar su conducta sustentando
valores ético moral: ejercerá la profesión, respetando la vida, la dignidad humana, los derechos humanos,
la cultura, costumbres y la singularidad de la persona.
Art. 4. El cuidado de Enfermería comprende la atención prestada en el ámbito de su competencia
profesional, a las personas, familias, a los grupos y comunidades en el proceso de salud y enfermedad,
44
planificando, organizando, ejecutando y evaluando permanentemente los cuidados de enfermería a través
de acciones de promoción de la salud, prevención de enfermedades y accidentes, la restauración y
rehabilitación y/o ayuda a una muerte digna.
CAPÍTULO II
DE LOS PRINCIPIOS Y VALORES
Art.5 Concepto
El Código de Ética es un conjunto de normas, principios, valores éticos y deberes que conciernen a la
enfermería en su relación con las personas, la comunidad, práctica profesional, la profesión y sus
compañeros de trabajo.
Art. 6. Ámbito de aplicación
Los principios y ordenamiento que norma el presente Código, son de cumplimiento obligatorio para todo
el personal de enfermería en el ejercicio de su profesión, sea éste en la esfera de actuación en instituciones
públicas, la seguridad social, privadas con o sin fines de lucro.
Art. 7. Principios de la Ética
Los principios de la ética son proporciones que orientan la toma de decisiones éticas y morales que sirven
para justificar las reglas de la actuación del personal de enfermería, los principios de la ética de enfermería
son:
a. Beneficencia; el principio ético de la beneficencia considera la obligación de hacer el bien y evitar
el mal. Se interpreta como un principio de ayuda al ser humano, realizando aquellas acciones
convenientes para él, evitando los riesgos y daños.
b. Justicia; Establecido el principio de hacer el bien y evitar el mal, los profesionales de Enfermería,
deben decidir cuál es la asignación justa y equitativa de los recursos sanitarios entre sus pacientes.
c. Autonomía; Respetar a las personas como seres humanos autónomos, reconociendo las decisiones
derivadas de sus convicciones y valores personales.
d. En numerosas ocasiones el cumplimiento del principio de autonomía implica dificultades de
aplicación por parte de os profesionales en enfermería, dado que el respeto de la decisión del
paciente no siempre redunda en su propio beneficio.
e. Veracidad; Este principio se define como la obligación de decir la verdad. En numerosas culturas
el principio de veracidad se considera fundamental para mantener la confianza entre las personas.
f. Fidelidad; Se define como la obligación de cumplir con los compromisos. Las obligaciones
emanadas de la finalidad derivan de una relación de confianza, como el cumplimiento de
promesas y mantenimiento de confidencialidad.
g. Confidencialidad; Salvaguardar la información de carácter personal obtenida durante el ejercicio
de su función como enfermero y mantener el carácter de secreto profesional de esta información.
45
Art. 8. Valores
Los valores o atributos personales de la enfermera (o) en su desempeño profesional son los siguientes:
a. Respeto por la vida y dignidad. Respetar la vida de las personas y su dignidad su cultura y
costumbres en el enfoque intercultural, en todos los momentos del cuidado de enfermería.
b. Respeto a la persona, familia, grupos y comunidad. Respetar la privacidad, autonomía y el
derecho de conocer o no conocer sobre su enfermedad, durante el ejercicio de su función como
enfermera (o).
c. Honestidad en sus acciones.
d. Responsabilidad. Responder por sus actos en todas las circunstancias, durante el ejercicio de su
profesión.
e. Defensa de la vida y los derechos de la persona, familia, grupo y comunidad. Defender
intransigentemente la vida y los derechos de las personas, en todos los ámbitos de su desempeño
profesional.
f. Defender sus derechos. Y el de sus colegas de trabajo, en correspondencia con los derechos
humanos y del trabajador.
g. Firmeza en la toma de decisiones.
h. Firmeza en la defensa de los derechos. De las personas y de sus colegas de trabajo.
CAPÍTULO III
Art. 9. El Código de Ética de Enfermería, comprende seis elementos principales, que ponen de relieve las
normas y las obligaciones morales de los enfermeros.
a.
b.
c.
d.
e.
f.
La enfermera (o) y las personas (ser humano), deberes de los enfermeros.
La enfermera (o) y la sociedad, deberes de los enfermeros.
La enfermera (o) y la práctica, deberes de los enfermeros.
La enfermera (o) y la profesión, deberes de los enfermeros.
La enfermera (o) y sus colegas de trabajo, deberes de los enfermeros.
La enfermera (o) sus derechos y obligaciones profesionales.
CAPÍTULO IV
LA ENFERMERA (O) Y LAS PERSONAS, DEBERES DE LA ENFERMERA (O)
46
Art. 10. La enfermera (o) reconoce la libertad, la igualdad, dignidad y derechos establecidos en la
Constitución Política del Estado (Art. 7), la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los
principios de las Políticas de alud en el país.
La enfermera (o) está obligada a tratar a las personas, sin ninguna discriminación de edad, raza, condición
social, credo, cultura, discapacidad o enfermedad, género, opción sexual, nacionalidad y opinión política.
La enfermera (o) proporciona cuidados de enfermería de calidad, garantizando la aplicación de: métodos,
técnicas y procedimientos adecuados, respetando su cultura, integridad e individualidad.
La enfermera (o) tiene el deber de dispensar cuidados que respeten los derechos humanos y ser sensibles a
los valores, cultura, costumbres y creencias de las personas.
La enfermera (o) tiene el deber de estar permanentemente informada (o) en cuestiones y dilemas éticos.
Dar una información suficiente que permita el consentimiento fundamentado y el derecho a elegir o
rechazar el tratamiento.
Emplear sistemas de registro y gestión de la información que asegure la confidencialidad.
Desarrollar y vigilar la seguridad medio ambiental en el lugar de trabajo.
La enfermera (o) protegerá a los usuarios mientras esté bajo su cuidado, de tratos humillantes del personal
de salud que vaya contra su dignidad y sus derechos.
En el ejercicio de la enfermería del consentimiento del usuario sobre las acciones que debe realizar en
busca de bienestar del mismo, debe ser solicitado con carácter previo a cualquier intervención de
enfermería y en caso de incapacidad mental o física el consentimiento lo conseguirá de los familiares.
Es responsabilidad de la enfermera mantener informado al usuario, tanto en el ejercicio libre de la
profesión como cuando esta se ejerce en las instituciones del Sistema de salud, empleando un lenguaje
claro y adecuado al nivel cultural, y de comprensión del mismo.
La enfermera (o) informará de forma clara y verás al usuario y/o sus familiares, en el marco de sus
competencias y cuando corresponda.
Si el contenido de la información es responsabilidad de otro miembro del equipo, remitirá al que
corresponda dicha responsabilidad.
La enfermera (o) deberá valorar en el enfoque holístico (biopsico-social) en el estado de salud antes de
informar de su real o potencial estado de salud, considerando que este se encuentre en condiciones de
comprender, aceptar y decidir, caso contrario la información requerida, se dirigirá a sus familiares.
CAPÍTULO V
47
LA ENFERMERA (O) Y LA SOCIEDAD, DEBERES DE LA ENFERMERA (O)
Art. 11.
a. La enfermera (o) debe contribuir en el proceso de detención de efectos adversos del medio
ambiente sobre la salud de la persona, familia, grupos y comunidad y coordinar acciones para
eliminarlas con las instancias que correspondan.
b. La enfermera (o) debe mantenerse permanentemente informada e informar a la población sobre las
medidas preventivas contra todo tipo de riesgos y los efectos nocivos de la contaminación
ambiental sobre las personas, con el propósito de participar en medidas preventivas y/o de
restauración y rehabilitación de la salud a adoptar.
c. La enfermera (o) debe participar en los programas dirigidos a reducir la acción nociva de
elementos ergonómicos, químicos, biológicos o físicos causados por la industria, con el objetivo
de contribuir a una mejor calidad de vida de la población en general y particularmente de la
población trabajadora.
d. La enfermera tiene la responsabilidad de impartir educación en salud a la población considerando
el nivel de comprensión de la misma, con el objetivo de contribuir al desarrollo de una cultura
saludable, libre de riesgos y estilos de vida saludables en todas las etapas de la vida de las
personas.
e. La responsabilidad de la enfermera (o) en la Salud Pública debe iniciar desde la planificación
respetando la participación y los problemas de la comunidad que permitan mejorar y controlar la
situación de salud y desarrollo de autogestión de la comunidad.
f. La enfermera (o) tiene el deber de participar en equipos de enfermería o multidisciplinarios que
desarrollen investigaciones epidemiológicas, dirigidas a obtener información sobre riesgos
laborales, ambientales psicosociales que puedan afectar la salud, a la mejora de la calidad de vida,
y al trabajo, determinando acciones y evaluando efectos en las intervenciones de enfermería.
CAPÍTULO VI
LA ENFERMERA (O) Y LA PRÁCTICA, DEBERES DE LA ENFERMERA (O)
Art.12
a. El personal de enfermería deberá establecer normas de atención en salud en un contexto de trabajo
que fomente la calidad de los cuidados de enfermería.
b. Establecer sistemas de evaluación del desempeño profesional, formación continua y renovación
sistemática de la autorización para ejercer la profesión.
48
c. Vigilar o fomentar la buena salud individual del personal de enfermería en relación con su
competencia para la práctica de la profesión.
d. Vigilar y promover el mejoramiento continuo de instituciones públicas o privadas de servicio, de
formación o desarrollo profesional que guarden relación con la práctica profesional.
CAPÍTULO VII
LA ENFERMERA (O) Y LA PROFESIÓN, DEBERES DE LA ENFERMERA (O)
Art.13
a. El Código de Ética de la enfermera en relación con la profesión, pone de relieve los deberes de las
enfermeras (os), la gestión, la investigación y la docencia.
b. La enfermera (o) contribuirá activamente al desarrollo de conocimientos y habilidades
profesionales basadas en la investigación y la evidencia científica.
c. La enfermera (o) a través de la organización colegiada participará en la creación, mantenimiento y
desarrollo de las condiciones de trabajo, social y económicamente equitativos.
d. Fijar normas para la práctica profesional, investigación, formación y gestión de enfermería.
e. Fomentar el apoyo técnico en el lugar de trabajo a realización, difusión y utilización de la
investigación relacionada con la enfermería y la salud.
Art. 14. Deberes en el área de administración y gestión
a. Participar en la formulación de políticas públicas velando el mejoramiento de la calidad de los
servicios y la participación de enfermería en todos los niveles.
b. Aplicar el proceso administrativo y la gerencia moderna en los niveles de decisión.
c. Cumplir las normas administrativas, en instituciones donde desempeñan sus funciones.
d. Será responsable y rendirá cuentas de las actividades administrativas de enfermería en el lugar
donde desempeña dicha función.
e. Organizará y participará en Comités y Organismos Nacionales e Internacionales que desarrollen
planes y programas para el control y prevención de riesgos de salud.
f. Establecerá y ejecutará el sistema de auditoría, con el propósito de elevar la calidad de los
servicios prestados.
g. Deberá rechazar a colaborar aunque sea en forma indirecta en cualquier acto de amenaza, tortura o
manipulación de conciencia de la persona.
49
h. Rechazar y respetar cualquier imposición que intente contra la ética profesional.
Art.15 Deberes del Área Clínica
a. Tiene la responsabilidad fundamental de promover la salud, prevenir las enfermedades y aliviar
sufrimientos proporcionando cuidados dirigidos a la satisfacción de las necesidades básicas con
un enfoque holístico e intelectual.
b. Mantener un ambiente laboral donde se respeten derechos, valores morales, pudor, costumbres,
creencia y convicciones del paciente y la familia.
c. Adoptar las medidas apropiadas para proteger al paciente cuando su integridad psicosocial se vea
amenazada por prácticas deshonestas incompetentes, ilegales o contrarias a la ética de algún
miembro del equipo de salud.
d. Deberá coordinar sus acciones con otros miembros del equipo de salud para brindar la calidad de
atención al paciente.
e. Asegurará el cumplimiento de Normas que garanticen la protección y seguridad del personal en la
atención del paciente con enfermedades infectocontagiosas.
f. Coordinará con el equipo de salud para dar información a la familia y al paciente.
g. Garantizará un tratamiento adecuado a todas las personas que necesiten, dentro el límite de sus
competencias, recursos disponibles y de acuerdo con la ética profesional.
h. En caso de emergencia el profesional de enfermería, está obligado a prestar auxilio profesional al
herido o enfermo, en situaciones de catástrofe deberá ponerse voluntariamente a disposición de
quienes coordinan los programas de ayuda sanitaria.
i.
Proporcionará cuidados integrales al paciente terminal, independientemente a su estado general,
tratándolo con dignidad.
Art. 16. Deberes en el Área de Docencia (Formación de recursos humanos)
a. Diseñar, dirigir y evaluar planes, programas y proyectos de formación de recursos humanos en
salud a nivel de: pre, postgrado y educación continua.
b. Participar en actividades educativas con el equipo de salud e instituciones formadoras de Recursos
Humanos.
c. Participar y estar comprometido en la formación de recursos humanos en enfermería en el marco
de la integración docente asistencial y la ética.
d. Asumirá la responsabilidad de las acciones delegadas al estudiante de enfermería dentro del
servicio, durante la práctica asignada.
50
e. Planificará, ejecutará, evaluará los programas de educación permanente en la institución donde
trabaja, dirigidos al personal de enfermería y otro personal de salud.
f. Planificará, ejecutará, evaluará los programas de educación dirigidos al paciente y a la comunidad.
g. Mantendrá coordinación permanente entre las instituciones formadoras de Recursos Humanos y
las instituciones prestadoras de salud.
h. Cumplirá con lo establecido en los Convenios de Docencia Asistencial.
i.
Participará en la evaluación y acreditación de programas de formación de recursos humanos en
enfermería.
Art. 17. Deberes en el Área de Investigación
a. Diseñar, dirigir y evaluar planes, programas y proyectos de investigación.
b. Participar en estudios de investigación, sujetándose a las normas éticas de investigación.
c. Llevar a cabo investigaciones científicas y divulgar los resultados a través de publicaciones del
Colegio de Enfermeras y otras instituciones en el ámbito local, regional, departamental, nacional e
internacional.
d. Promover y apoyar activamente el desarrollo de proyectos de investigación que estén dirigidos a
contribuir el desarrollo de la salud de la población y la profesión.
CAPÍTULO VII
LA ENFERMERA (O) Y SUS COLEGAS, EL EQUIPO DE SALUD, EL COLEGIO Y CONSIGO
MISMO, DEBERES DE LA ENFERMERA (O)
Art.18 Deberes para con sus colegas y el equipo de salud
a. La relación entre Profesionales de Enfermería y otros, estará basada en el respeto mutuo, los
principios y los valores del presente Código.
b. Las autoridades de enfermería atenderán las necesidades biopsico-sociales y culturales del
personal en forma ecuánime y estrictamente confidencial.
c. Rehusará participar en actos que contravengan con la ética y que podrían ser considerados
delictivos dentro del Ejercicio Profesional.
Art. 19. Deberes para con la Institución donde trabaja
51
a. Conocer, respetar y cumplir los reglamentos, normas y manuales establecidos en la Institución
donde se desempeña.
b. Comprometerse con la Misión y Visión Institucional donde presta sus servicios.
Art. 20. Deberes para con el Colegio de Enfermeras
a. Guardar lealtad, respeto y cumplimiento de las disposiciones estatutarias y reglamentarias del ente
Colegiado.
b. Contribuir militantemente en el desarrollo político, social, económico, técnico de la institución
colegiada en todas sus instancias.
c. Contribuir a garantizar el ejercicio legal de la profesión a nivel regional, departamental y nacional.
d. Denunciar cualquier acto que vaya en contra de los estatutos, normas y reglamentos del ejercicio
de la práctica de enfermería.
Art. 21. Deberes consigo mismo
a. Cumplir con el juramento profesional, de acuerdo al anexo 1 del presente Código.
b. Conservar las normas de conducta moral, personal y profesional, para dignificar la profesión.
c. Mantener el secreto profesional en correspondencia al presente código, que solo será revelado en
los casos previstos por Ley.
d. Ejercer la profesión con dignidad, calidad para lograr la autorrealización personal y profesional,
manteniendo un equilibrio biopsicosocial y espiritual.
e. Ser responsable por sus errores de negligencia y/u omisión.
f. Denunciar la mala práctica de enfermería cometida por terceras personas a autoridades
competentes.
g. Asumir responsabilidad compartida de las decisiones tomadas a nivel del equipo de salud.
h. Mantener autonomía y autoridad en la toma de decisiones para el cuidado de enfermería.
i.
Resolver situaciones de conflicto mediante Procedimientos Sistemáticos, basados en
conocimientos técnicos y criterios sólidos, dentro de un marco de respeto y comprensión.
52
j.
Valorar cuidadosamente sus fortalezas y debilidades, asumiendo compromiso para su propio
desarrollo.
k. Defender a las (0s) enfermeras en la fuente laboral de tratos humillantes por el personal de salud,
usuarios y autoridades jerárquicas que vaya contra su dignidad y sus derechos personales y
profesionales.
CAPÍTULO IX
LA ENFERMERA (O) Y SUS DERECHOS PROFESIONALES
Las enfermeras (os) tienen derechos a:
Art.22. Solicitar y recibir protección, defensa directa y oportuna del Colegio.
Art. 23. A su seguridad personal y a la garantía de que no será objeto de malos tratos, amenazas o proceso
de intimidación en su ámbito laboral.
Art. 24. A la estabilidad en el trabajo, la Jerarquización y Promoción sobre la base de principios,
idoneidad, capacidad y méritos.
Art. 25. A una justa remuneración económica en razón a la responsabilidad, cargo y trabajo que
desempeña.
Art. 26. A recibir beneficios de atención integral de salud.
Art. 27. A la dignidad e integridad personal.
Art. 28. A desempeñar su trabajo en un ambiente seguro, libre de riesgos como ser:
a. Ambiente seguro y libre de intimidación y riesgos.
b. Contar con equipo de protección que brinde seguridad personal.
c. Con normas de bioseguridad e higiene y seguridad en el lugar de trabajo.
d. Libre de presiones sociales, psicológicas y espirituales.
Art. 29. Derecho a optar cargos en Entidades e Instituciones del sector público y privado. Entes Gestores,
privado y otros según Reglamento de Concurso de Méritos y Examen de Competencia.
Art. 30. A la equidad de oportunidades como: obtener becas, acceso a los programas de capacitación
continúa para el desarrollo profesional.
Art. 31. A la equidad de oportunidades con otros profesionales para optar Cargos Gerenciales en
Instituciones Públicas, privadas y otros.
CAPÍTULO X
DEL SECRETO PROFESIONAL
Art. 32. Mantendrá en reserva como Secreto Profesional todo lo que vea, oiga, descubra o le sea confiado
en el ejercicio de la Profesión, sólo será revelado en caso de ser requerido por autoridades Institucionales
o Jurídicas.
53
Art. 33. La obligación del secreto profesional se mantendrá aún después que haya cesado la prestación de
los servicios de enfermería, así como con posterioridad a la muerte del paciente.
CAPÍTULO XI
DE LAS FALTAS A LA ÉTICA
Art. 34. Se consideran faltas a la Ética Profesional, las siguientes:
a.
b.
c.
d.
No cumplir con su juramento y vulnerar el secreto profesional.
Infringir, abusar o traicionar los estatutos y las normas establecidas en enfermería.
Traicionar la confianza depositada.
Atentar directa o indirectamente contra los derechos y garantías del paciente como persona
establecida por la Constitución Política del Estado y la Declaración de los Derechos Humanos.
e. Permitir que otras personas ejerzan la Profesión, firme informes o cualquier otro documento en su
nombre.
f. Causar perjuicios o daños al paciente, familia y comunidad, por negligencia u omisión.
g. Perjudicar o dificultar el Ejercicio Profesional de otros colegas, sea disputando clientes, emitiendo
juicios desfavorables o soliciten el trabajo de éste, sin que previamente hubiera dejado el cargo.
h. Realizar, promover e instigar a terceras personas, para que hagan denuncias falsas, tendenciosas,
temerarias o formulen juicios lesivos contra sus colegas profesionales o intenten menoscabar su
prestigio, imagen o integridad.
i. Realizar plagio de trabajos, informes, documentos, publicaciones, estudios, proyectos o
producciones.
j.
Utilizar el poder de su función para obtener lucro, ventajas o para conseguir concesiones ilícitas
que atenten el interés profesional y de la comunidad.
CAPÍTULO XII
DE LAS SANCIONES
Art. 35. La (el) Profesional enfermera que infrinja las Normas del presente Código de Ética, será
sancionado por el TRIBUNAL DE HONOR de acuerdo a la magnitud y trascendencia de la falta cometida
siguiendo el proceso respectivo.
Art. 36. Toda norma que no esté contemplada en el Código. EL TRIBUNAL DE HONOR NACIONAL o
DEPARTAMENTAL en reunión decidirá sobre el caso aplicando la sana crítica.
54
Art. 37. El presente Estatuto es aprobado en la ciudad de Cochabamba a los doce días del mes de
diciembre de dos mil tres años.
ANEXOS
ANEXO 1
Juramento de Florence Nightingale
Ante Dios, y en mi presencia a esta asamblea, me comprometo a comportarme virtuosamente y a ejercer
con fidelidad mi profesión. Me abstendré de todo cuanto sea censurable o pernicioso y no tendré ni
suministraré ninguna droga nociva.
Haré todo lo que esté a mi alcance para ennoblecer la Profesión y guardaré en la más estricta reserva
todo secreto personal que en el ejercicio de mi vocación pueda hacer llegar a mi consentimiento.
Trataré de facilitar la tarea del médico en el desempeño de su misión y dedicaré todos mis esfuerzos en
procura del bienestar de aquellos que fueron encomendados a mi cuidado.
ANEXO 2
DE LOS DERECHOS DEL PACIENTE
Derecho al consentimiento informado:
Consentimiento informado para la realización de sus procedimientos, tratamientos. Si no estuvieran en
condiciones de expresar su voluntad, sus familiares deben autorizarlos, salvo urgencias o imposibilidades.
El paciente tiene derecho a recibir una atención sanitaria integral de sus problemas de salud dentro de un
funcionamiento eficiente de los recursos sanitarios disponibles.
El paciente tiene derecho al respeto a su personalidad, dignidad humana e intimidad, sin que pueda ser
discriminado por razones de tipo social, económico, moral o ideológico.
El paciente tiene derecho a la confidencialidad de toda información relacionada con su proceso. Incluido
el secreto de su estancia en centros, establecimientos sanitarios, salvo por exigencias legales que lo hagan
imprescindibles.
El paciente tiene derecho a recibir información completa y continuada, verbal y escrita, de todo lo relativo
a su proceso, incluyendo diagnostico en un lenguaje comprensible. En caso de que el paciente, no quiera o
no pueda manifiestamente recibir dicha información, esta deberá proporcionarse a los familiares o
personas legalmente responsables, excepto en los siguientes casos:
55
-
Cuando la urgencia no permita demora.
Cuando al no seguir el tratamiento suponga un riesgo para la salud pública.
Cuando existe imperativo legal.
Cuando no esté capacitado para tomar decisiones, en cuyo caso el derecho corresponderá a sus
familiares o personas legalmente responsables.
El paciente tiene derecho a negarse al tratamiento.
El paciente tiene derecho a que se le asigne un médico, cuyo nombre deberá conocer, y que será
interlocutor válido con el equipo de salud.
En caso de ausencia, otro facultativo asumirá la responsabilidad.
El paciente tiene derecho a que quede constancia por escrito de todo su proceso, estas informaciones y las
pruebas realizadas constituyen la historia clínica.
El paciente tiene derecho a que no se realicen en su persona investigaciones, experimentos y ensayos
clínicos sin una información sobre métodos, riesgos y fines. Será imprescindible la autorización por
escrito del paciente y la aceptación por parte del médico. Las actividades docentes requerirán, asimismo
consentimiento expreso del paciente.
El paciente tiene derecho al correcto funcionamiento de los servicios asistenciales y administrativos, a que
la estructura de la institución proporcione condiciones aceptables de habitabilidad, higiene, alimentación,
seguridad, respeto a su intimidad.
El paciente tiene derecho en caso de hospitalización, a que ésta incida lo menos posible en sus relaciones
sociales y personales, para ello el hospital facilitará, un régimen de visitas lo más amplio posible, el
acceso a los medios y sistema de comunicación y de cultura con la posibilidad de actividades que
fomentes las relaciones sociales y el entretenimiento de ocio.
El paciente tiene derecho a recibir cuanta información desee sobre los aspectos y las actividades
asistenciales que afecten a su proceso y situación personal.
El paciente tiene derecho a solicitar alta voluntaria en todo momento, tras firmar el documento
correspondiente.
El hospital proporcionará la ayuda necesaria para la preparación ante la muerte en los aspectos materiales
y espirituales.
Tiene derecho a que las instituciones sanitarias proporcionen:



Una asistencia técnica correcta, con el personal cualificado.
Un aprovechamiento máximo de los medios disponibles.
Una asistencia con mínimos riesgos, dolor y molestias psíquicas y físicas.
56
ANEXO 3
DE LOS DEBERES DE LOS PACIENTES
El paciente tiene el deber de colaborar en el cumplimiento de las normas e instrucciones establecidas en
las instituciones sanitarias.
Tiene el deber de tratar con el máximo respeto al personal de las instituciones sanitarias, a los otros
enfermos y a sus acompañantes.
Tiene el deber de solicitar información sobre las normas de funcionamiento de la institución y de los
canales de comunicación (quejas, sugerencias, reclamos y preguntas).
Debe conocer el nombre de su médico.
Tiene el deber de cuidar las instalaciones y de colaborar en el mantenimiento de la ambientes de las
instituciones sanitarias.
Tiene el deber de responsabilizarse del uso adecuado de las prestaciones ofrecidas por el sistema sanitario,
fundamentalmente en lo que se refiere a la utilización de servicios, procedimiento de baja laboral o
incapacidad permanente, prestaciones farmacéuticas y sociales.
El paciente debe exigir que se cumplan sus derechos.
“Copia Estatutos y Reglamentos Colegio de Enfermeras de Bolivia”
1.- DEONTOLOGICISMO
El deontologicismo o teoría deontológica la podemos considerar como una teoría ética que se
ocupa de regular los deberes, traduciéndolos en preceptos, normas morales y reglas de conducta, dejando
fuera de su ámbito específico de interés otros aspectos de la moral.
Cuando esta teoría se aplica al estricto campo profesional hablamos de deontología profesional y
es ella, en consecuencia, la que determina los deberes que son mínimamente exigibles a los profesionales
en el desempeño de su actividad.
Estos deberes, es habitual que se plasmen en códigos, de ahí que oigamos con cierta frecuencia
hablar de determinados códigos de ética de diversas profesiones como documentos que rigen la actuación
de los representantes de una profesión con el fin de que a través del buen hacer se obtengan resultados
deseables.
La deontología profesional enfermera estará constituida, consecuentemente, por el conjunto de
normas que, plasmadas en el código deontologíco de enfermería, determinan los deberes mínimos que son
exigibles al enfermero o enfermera en el desempeño de su ejercicio profesional.
57
2.- FUNCIONES DE LOS CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS
En la práctica, los códigos de ética profesional en nuestro país, son elaborados por los Colegios
Profesionales que, tal como los define la ley, “son corporaciones de derecho público, amparadas por la ley
y reconocidas por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de
sus fines, entre los que se encuentra la ordenación del ejercicio de las profesiones”.
En la ordenación del ejercicio profesional los códigos han venido cumpliendo una triple función:
d) Fijar una serie de criterios, de carácter científico-funcional, para el ejercicio de la profesión de que
se trate al objeto de dar operatividad y eficacia a las actividades ejercidas en el ámbito cubierto por
las normas establecidas. Esta función es hoy muy poco relevante ya que otro tipo de instituciones,
asociaciones u organismos la han asumido en perjuicio de los colegios profesionales.
Refundir orientaciones éticas para el ejercicio de la profesión y plasmarlas en códigos de deontología
profesional. En la actualidad es una de las funciones relevantes de los colegios profesionales. Esta
deontología profesional se impone a los colegiados, aunque no agota las convicciones morales del
ejerciente, que pueden dar lugar a actuaciones que sin contradecir el código, sean de distinto signo, más o
menos exigentes. Así se considera, por ejemplo, que la deontología médica propugna la abstención en la
práctica de la interrupción del embarazo o en 3.- DEONTOLOGÍA PROFESIONAL Y
ENFERMERÍA
3.1.- PREOCUPACIÓN ÉTICA EN LA HISTORIA DE LA ENFERMERÍA
El profesor Gafo recurre a una obra escrita hace más de sesenta años, como la de Aikens: Studies
in Ethics for Nurses, para hacer referencia a los grandes cambios que se han operado tanto en la
problemática ética como en la imagen de la enfermería.
Probablemente no sea preciso volver la vista tantos años atrás para constatar estos cambios; como
muestra valga un ejemplo, se trata de la promesa firmada que en 1972 realizaban las enfermeras con el
título de Ayudante Técnico Sanitario cuando accedían a la condición de colegiadas en el Colegio
Provincial de Valencia, la mayoría de las cuales siguen actualmente en activo.
El texto literal es el siguiente: “Prometo solemnemente ante Dios, llevar una vida pura y ejercer
mi profesión con devoción y fidelidad. Me abstendré de todo lo que sea perjudicial o maligno y de tomar o
administrar a sabiendas ninguna droga que pueda ser nociva para la salud. Haré cuanto esté en mi poder
para elevar el buen nombre de mi profesión y guardar inviolable el secreto de todas las cuestiones
personales que se me confíen y asuntos de familia de que me entere en el desempeño de mi cometido. Con
lealtad procuraré auxiliar al facultativo en su obra y me dedicaré al bienestar de todos los que estén
encomendados a mi cuidado”.
El texto, como puede comprobarse, denota una imagen de la enfermería bastante distinta de la
actual. Esto es debido al intento de la profesión desde hace aproximadamente dos décadas por definirse así
misma y por buscar sus propios modelos de identidad, cuyo resultado es bastante diferente al que se
refleja en el texto transcrito.
Los cambios profesionales que se han producido han ido acompañados también de cambios en la
problemática ética de la enfermería, y es lógico que esto haya sido así porque desde siempre ha sido
58
inherente a la profesión una profunda convicción sobre la dimensión moral y la relevancia de las actitudes
éticas en su trabajo, como fácilmente se comprueba si realizamos un breve bosquejo histórico.
A grandes rasgos, esta profesión, en el ámbito occidental, hasta finales del siglo XIX, ha estado
muy vinculada a determinadas órdenes y congregaciones religiosas. En consecuencia, la ética y la práctica
de la enfermería estuvo hasta entonces, como puede suponerse, muy vinculada a la moral católica ya que
entre otras cosas el predominio de las personas que desempeñaban la profesión era el de las enfermeras
religiosas.
Este tipo de enfermera religiosa ha dejado una impronta muy marcada en la profesión. La
obediencia por ejemplo, uno de los votos religiosos de la casi totalidad de órdenes y congregaciones, fue
altamente valorada y sentó las bases para actitudes de subordinación al médico y a la institución
hospitalaria, al mismo tiempo que lo que se esperaba de las enfermeras es que fueran virtuosas y
entregadas totalmente a su trabajo.
A finales del siglo XIX se inicia lentamente lo que podemos llamar el proceso de secularización
de la enfermería. Existe bastante acuerdo en la afirmación de que este proceso empieza a cobrar
importancia bajo el impulso de Florence Nightingale y la creación de la Escuela de Formación de
Enfermeras.
Como consecuencia de este proceso se producen también cambios en la problemática ética y
moral de la enfermería apareciendo a partir de 1900 en EE.UU. los primeros trabajos escritos que tratan
sobre la ética para enfermeras. Se caracterizan todos ellos por poner el énfasis en las reglas de conducta
que deben observar, siendo las más importantes la educación, dedicación al enfermo y obediencia a los
médicos y a las instituciones; consecuencia clara como hemos apuntado de la impronta dejada por la
enfermera religiosa.
3.2.- APARICIÓN DE LOS CÓDIGOS ÉTICOS DE ENFERMERÍA
Esa preocupación por las reglas de conducta que debían observar las enfermeras que se inicia
junto con el proceso de secularización va acabar viéndose plasmada en compilaciones de reglas o normas
de conducta a modo de códigos éticos.
Aunque se ha señalado que el primer código ético incidiendo en las virtudes de obediencia y
fidelidad de las enfermeras y reflejando las características del Juramento hipocrático de los médicos, fue
elaborado en 1893 en un hospital de Detroit; lo cierto es que la aparición del primer código de la profesión
con cierto carácter de oficialidad, hay que situarlo en 1953.
Efectivamente, el Consejo Internacional de Enfermeras que se había creado en 1899 mostró desde
su andadura un interés que fue en aumento por los problemas éticos de la profesión. Este interés se vio
plasmado en un Código Ético Internacional que fue aprobado en el Congreso de Sao Paolo de 1953. Este
código aparecía cuatro años después de que lo hubiera hecho el de los médicos y se caracterizaba por
seguir una línea esencialmente similar al de ética médica y que, por tanto, insistía en actitudes
vocacionales y de servicialidad.
59
En 1973, el Consejo Internacional de Enfermeras, consciente de que se habían producido
importantes cambios en la forma de entenderse a sí misma la profesión, adoptó en la ciudad de México un
nuevo código que presentaba con respecto al anterior importantes modificaciones.
Entre sus características más destacadas señalamos la impronta predominantemente profesional en
contraste con la vocacional del anterior y, consecuentemente, el paso de una ética de la virtud a una ética
del deber. Como deberes propios de la profesión se señalan el respeto a la vida, la dignidad y derechos de
la persona; el significado no sólo individual sino también familiar y comunitario del servicio de
enfermería; y el claro deseo de hacer desaparecer la relación vertical que mantenían los médicos con las
enfermeras, buscando formas de colaboración más horizontales.
Este código de 1973 es el que venía siendo asumido por los profesionales de enfermería de
nuestro país, y así ha sido hasta 1989, año en que fue aprobado el Código Deontológico de la Enfermería
española que, según creemos, merece una atención especial en este mismo tema.
4.- EL CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE LA ENFERMERÍA ESPAÑOLA
4.1.- MARCO CONCEPTUAL
Como acabamos de afirmar, la enfermería española no dispuso de un código deontológico hasta el
año 1989. La iniciativa surgió en el Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en Enfermería
que es el órgano de ámbito estatal que aglutina los intereses de todos los profesionales que están
colegiados.
Este Consejo designó en el mes de abril de 1988 un comité formado por profesionales que ejercían
la profesión en diferentes ámbitos, con el fin de que elaboraran un primer proyecto, que posteriormente
fuese sometido a la opinión general del colectivo de enfermería, para asegurar que el nuevo código tuviera
un alcance verdaderamente estatal.
Tal como se especifica en el prólogo, el establecimiento de un Código Deontológico que sirva de
marco para el ejercicio profesional ha de partir, necesariamente, de un marco conceptual que unifique y
delimite los conceptos que sobre el hombre, la sociedad, la salud y la propia enfermería tengan los
profesionales que la ejerzan.
El código parte de una concepción integral del ser humano que impregna todo su contenido,
expresándose a este respecto en el mismo prólogo lo siguiente: “el hombre como unidad indisoluble
compuesto de cuerpo y mente, sujeto a los diferentes efectos que estos elementos producen sobre él, es, a
su vez, un ser eminentemente social, inmerso en un medio que le influye positiva o negativamente
dependiendo de múltiples factores que pueden ser políticos, económicos, geográficos, culturales, etc., y
estableciéndose una relación entre él y su entorno que determinará su grado de bienestar; de ahí que
resulte fundamental contemplarlo desde un punto de vista integral”. Y se añade: “por todo ello,
entendemos que el hombre es un ser bio-psico-social dinámico, que interactúa dentro del contexto total de
su ambiente, y participa como miembro de una comunidad”.
La salud se concibe como un proceso de crecimiento y desarrollo humano, que no siempre sucede
sin dificultad y que incluye la totalidad del ser humano. Dicha salud se relaciona con el estilo de vida de
cada persona, y su forma de afrontar ese proceso en el seno de los patrones culturales en los que vive.
60
En relación con el papel de los profesionales de enfermería en la sociedad, define el código las
siguientes áreas de responsabilidad:
6. Prevención de las enfermedades.
7. Mantenimiento de la salud.
8. Atención, rehabilitación e integración social del enfermo.
9. Educación para la salud.
10. Formación, administración e investigación en enfermería.
Todo ello requiere la disposición de los profesionales para propiciar una respuesta adecuada a los
procesos de cambio que experimente la atención de salud, manteniendo normas de educación; siendo
pioneros en la sugerencia de estrategias de puesta en práctica, que tengan en cuenta el contexto social,
político y económico del país.
Partiendo de la base de que la enfermería como profesión constituye un servicio encaminado a
satisfacer las necesidades de salud de las personas sanas o enfermas, individual o colectivamente,
recomienda el código que los profesionales de enfermería enfaticen dentro de sus programas:
La adquisición de un compromiso profesional serio y responsable.
La participación activa en la sociedad.
Reconocimiento y aplicación de los principios de ética profesional.
La adopción de un profundo respeto por los derechos humanos.
En este marco conceptual se encuentra la razón de que en el texto que fue finalmente aprobado
estén prácticamente incardinados tres grandes grupos de obligaciones morales de los profesionales de
enfermería que son las relativas a:
e)
f)
g)
h)
d) El ser humano.
e) La sociedad.
f) El ejercicio profesional .
4.2.- CARACTERÍSTICAS GENERALES Y VALORACIÓN DEL CÓDIGO
La primera característica que cabe destacar del Código Deontológico de la Enfermería española es
la de haber tenido en cuenta la opinión de los profesionales afectados por él y ser aprobado por consenso.
La segunda característica es la de su ámbito de aplicación que es estatal, lo que viene a significar,
tal como el mismo código expresa, que sus disposiciones obligan a todos los profesionales inscritos en los
Colegios, sea cual sea la modalidad de su ejercicio (libre, al servicio de la sanidad pública, privada, etc.).
También son de aplicación para los extranjeros que por convenios o tratados internacionales, puedan
ejercer ocasionalmente en España.
La tercera característica es la de su fuerza vinculante, que se manifiesta a través del mecanismo
coactivo que establece para la imposición de sanciones en el caso de incumplimiento de las normas
contenidas en él y que le confieren ese carácter jurisprudencial al que se refiere Manuel Atienza.
En la valoración del Código Deontológico de la enfermería española coincidimos totalmente con
Arroyo y Torralba en la consideración de que “se trata de un documento de valor extraordinario en el que
se recogen los rasgos fundamentales de la enfermería como profesión inmersos en un continente ético
61
moderno y armónico, concordante con la realidad social de nuestros días”. Añadimos a ello nuestra
esperanza en que la implicación y contribución de todos los profesionales permitan su actualización
constante y acorde con los continuos cambios que la sociedad actual experimenta.
5.- EL PROBLEMA BIOÉTICO FUNDAMENTAL EN ENFERMERÍA. LA HUMANIZACIÓN
DE LA ASISTENCIA
Aunque el surgimiento de la bioética sea debido a que la complejidad de los problemas éticos que
se plantean en las sociedades modernas en relación con las ciencias de la vida, desbordan los de la clásica
ética médica y enfermera; son varios los autores que señalan como problema bioético fundamental la
deshumanización de la práctica asistencial.
En un reciente estudio realizado por nosotros sobre medicina popular hemos podido concluir que
esta deshumanización actúa como factor determinante de la utilización de estos servicios, en los que, por
contra, encuentran nuestros informantes un trato más humano y más cercano, en una relación de igual a
igual. Se pone en evidencia en este estudio y en otros similares el contraste existente entre los ideales
humanitarios de la profesión sanitaria y la existencia de una realidad concreta muy distante de aquellos.
Afirma Javier Gafo que en bioética, lo que aparece en primer plano y tiene continua actualidad
son los temas de la procreación asistida, los de la manipulación genética, el SIDA, etc.; pero lo que
constituye su principal problema es cómo humanizar la relación entre aquellas personas que intervienen en
la atención sanitaria y el ser humano, frágil y frecuentemente angustiado, que vive el duro trance de una
enfermedad que afecta hondamente a su ser personal.
Entre las principales causas de la deshumanización se han señalado entre otras, la indiferencia ante
las necesidades emocionales de los pacientes, la despersonalización de los profesionales sanitarios y el rol
de superioridad que desempeñan y que está en la base de un insuficiente, cuando no nulo, respeto a la
autonomía y a la capacidad de decisión de los enfermos.
Esta deshumanización se manifiesta en la distancia afectiva que se establece con los pacientes y
que convierte a la relación con ellos, en una relación carente de calor humano. Otra manifestación es la
cosificación del paciente, la consiguiente pérdida de sus rasgos personales más profundos y su conversión
en un objeto, al que se identifica entonces por sus rasgos externos, su patología, su número de habitación,
etc.
Como consecuencia de ello, la impotencia y la pérdida de protagonismo del paciente se hacen tan
evidentes que, en ocasiones, ni tan siquiera se tienen en cuenta sus opciones últimas.
Para contrarrestar esta deshumanización y dar respuesta a ese problema bioético que señalamos
como fundamental, es preciso que la humanización del trabajo de enfermería se convierta en un objetivo
común que parta del reconocimiento de la dignidad intrínseca del paciente.
El reconocimiento de la dignidad del paciente implica la adopción por parte de los profesionales
de enfermería de una visión holística que permita prestar los cuidados concibiendo al paciente como el
individuo concreto que es, con su propia historia personal, sus atributos, necesidades y deseos únicos; pero
concibiéndolo al mismo tiempo, en su globalidad, es decir, como una personalidad compleja y total, lo que
implica acciones y actitudes que no se restrinjan a atender sus síntomas o su dolencia concreta. Para ello
62
es preciso también que en las relaciones humanas en el ámbito del trabajo la comunicación sea no sólo un
concepto regidor, sino una realidad de todos los días; esa comunicación ha de permitir la participación del
paciente en sus decisiones tras una información comprensible, y se ha de dar en una relación igualitaria
que elimine las barreras comunicativas.
Como hemos visto, el Código Deontológico de la enfermería española, en su planteamiento
esencial es coincidente con lo que acabamos de afirmar y es por ello por lo que consideramos que el
cumplimiento de las normas y preceptos que contiene puede ser un buen lenitivo para que la práctica
diaria de los profesionales de enfermería dote a la relación con el paciente de la carga humanizadora que
proponemos.
Referencias bibliográficas
1.- BERAE, Patricia y MYERS, Judith. El Tratado de la Enfermería MOSBY. Trad. Susana Salas. Vol. 1.
Madrid – España: HARCOURT BRACE, 1998. 472 p.
2.- [en línea]. [Citado 3 junio 2009]. Disponible en Internet: Vol.72Supl.1/Enero-marzo, S289
3.- Manual de Enfermería (3) [et al.]. Lima: Lexus, 2003. 822p.
ISBN: 9972-625-60-5
4.- Manual de la Enfermería por Margarita Berzal [et al.]. Lima – Perú: Aula, 2005. 927 p.
ISBN: 9972 – 2614 – 3 – 3
5.- POLIT, Denise y HUNGLER, Bernadette. Investigación en Ciencia de la Salud. Trad. Denise F. Polit
and Bernadette P. Hungler. 4ta. ed. México, D.F : Interamericana S.A. de CU, 1994. 75 p.(1)
6.- POTTER, Patricia. Fundamentos de Enfermería. Trad. Anne Griffin. 5ta. ed. Vol. 1. Barcelona:
Océano Harcourt, 2003. 552 p.
63
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