Concepto de Adopción: La adopción ha sido definida de diferentes maneras. Como tantas otras figuras jurídicas, se han dado de ella conceptos tan diversos, como diversos han sido los autores que se han ocupado de su estudio. Esta multiplicidad conceptual deriva del desacuerdo existente acerca de su naturaleza jurídica, de las peculiaridades de los distintos sistemas legales o de la posición doctrinaria de los autores. Así, por ejemplo, se ha dicho que “la adopción es el acto por el cual se recibe como hijo nuestro, con autoridad real o judicial, a quien lo es de otro por naturaleza” (Cabanellas). Para Dusi “es un acto jurídico solemne en virtud del cual la voluntad de los particulares, con el permiso de la ley y la autorización judicial, crea entre dos personas extrañas entre sí, relaciones análogas a las de la filiación legítima”. Colin y Capitant afirman que es “un acto jurídico (generalmente un contrato) que crea entre dos personas relaciones ficticias y puramente civiles de parentesco y de filiación. Debido a lo anterior, creemos más adecuado decir, a los efectos de nuestra realidad legal, que la adopción es un acto jurídico mixto en virtud del cual una persona llamada adoptante adquiere, previo el cumplimiento de ciertas solemnidades, los derechos y obligaciones fundamentales de la paternidad o de la maternidad respecto de un mayor o menor de edad que no es biológicamente hijo suyo, y que se llama adoptado. La Adopción requiere el concurso de por lo menos dos personas: adoptante y adoptado. Debido a los efectos que produce, estos términos equivalen, en cierta medida porque, como veremos más adelante, nuestra Ley está cargada de singularidades que la hacen divergir de las existentes en la mayoría de los países. La diferencia de sexos, entre adoptante y adoptado no es un requisito indispensable para que haya adopción. Uno y otro pueden pertenecer al mismo o a diferente sexo, sin que esto influya en manera alguna en el fenómeno que estudiamos. Tampoco es precisa la singularidad por lo que es posible adoptar a dos o más personas. Los adoptantes, por su lado, pueden ser hasta dos, pero en este caso, forzosamente tienen que ser cónyuges. Por otro lado, hemos dicho que “el adoptante adquiere los derechos y obligaciones fundamentales de la paternidad o maternidad respecto de un mayor o menor de edad que no es biológicamente hijo suyo” con lo que hemos indicado el objeto de la adopción. Se trata de una relación que por no tener su origen en los vínculos de la sangre, da lugar a un nexo que algunas legislaciones equiparan al parentesco, y que otrasla nuestra entre ellas- no sólo le niegan tal efecto sino que lo caracterizan como algo independiente. De manera que no podemos decir que se trata de un parentesco civil que haría que la bipartición clásica entre parentesco por consanguinidad y parentesco por afinidad se convirtiera en una tripartición, sino que más bien estamos frente a una relación de familia extraordinaria, que únicamente puede denominarse relación de adopción. Señalamos que pueden ser adoptados tanto mayores como menores de edad, o personas capaces o incapaces. Muy rara habrá de ser, sin embargo, la adopción de un mayor de edad capaz. Naturaleza Jurídica de la Adopción.- A semejanza de lo que ha venido sucediendo respecto de la naturaleza jurídica del matrimonio, las opiniones están divididas también en cuanto a la naturaleza jurídica de la adopción. Las teorías fundamentales que se han ensayado sobre esta materia consideran la adopción: a) como un contrato; b) como una institución; y c) como un acto jurídico. Nos ocuparemos brevemente de cada una de ellas. a) La adopción como contrato. Esta doctrina descansa en el hecho de que la adopción sólo emerge cuando hay un acuerdo de voluntades. Para que ella nazca tiene que asentir el adoptante, el adoptado y, con frecuencia simultáneamente los representantes legales de este último. Desde luego, dicen los partidarios de esta corriente, no se trata de un contrato común u ordinario, sino de un contrato solemne. En efecto, para que el consentimiento valga es preciso que se manifieste rodeado de ciertas formalidades de cumplimiento obligatorio. Probablemente esta fue la primera explicación que se intentó acerca de la naturaleza jurídica de la adopción. Es, también la que primero se desacreditó, porque los análisis más detenidos demostraron que no constituía una respuesta adecuada para la cuestión. Ella parte de un supuesto que es completamente falso; el de que la voluntad privada es por si misma eficaz para hacer surgir la relación de adopción. De hecho, ni siquiera en la Roma antigua esto fue así, ya que tanto la arrogación como la adopción propiamente dicha necesitaban para producirse, de la satisfacción de solemnidades. Y la teoría que considera la adopción como un contrato no tiene esto en cuenta. Nada dice acerca del significado que tiene el otorgamiento de la escritura pública de adopción ni la obligada participación en el acto de Juez competente. Olvida, también, que las relaciones personales y familiares no pueden ser objeto de convención. Aunque todavía quedan partidarios de esta tesis, ya son pocos. Su antigua importancia ya no resplandece más. b) La Adopción como Institución: Si por institución entendemos un conjunto de normas establecidas por el Estado, y modificables por los particulares, y a las cuales estos deben ajustar su conducta, la adopción es, evidentemente, una institución. Pero este enfoque no sirve a los fines que se persiguen, puesto que se agota en un aspecto formal jurídico, como es el de considerar que el Código de Familia en su Título IV de la Adopción, como “Conjunto armónico de reglas de Derecho”, es una institución. c) La adopción como acto jurídico mixto: Como lo dijimos al abordar este tema, en relación con el matrimonio los actos jurídicos “ es decir las determinaciones humanas directamente encaminadas a producir efectos jurídicos concretos”, se clasifican, desde el punto de vista del Derecho, en tres grandes grupos: actos jurídicos privados actos jurídicos públicos y actos jurídicos mixtos. Los primeros son aquellos en que hay 1a intervención exclusiva de los particulares. Los segundos se producen por la intervención también exclusiva, de órganos o representantes del Estado. Y los terceros por la concurrencia en el mismo acto tanto de funcionarios como de particulares. La adopción es un acto jurídico mixto debido a que se produce no solo por el consentimiento del adoptante y del adoptado, o de los representantes de éste, sino también por la intervención de la Dirección Nacional de Familia (DINAF), y el Juzgado de Letras de Familia, y el Notario. En virtud que el papel que desempeña el Juez y el Notario en la adopción es similar al del Alcalde en el matrimonio. La resolución Judicial y la Escritura de Adopción no son actos simplemente declarativos, sino constitutivos. Si ellos faltan la relación de adopción no se produce. CLASIFICACION DE LA ADOPCION Antes hemos dicho que los Romanos distinguieron dos formas de adopción: La arrogación y la adopción propiamente dicha. La primera recaía sobre personas sui juris (el que no estaba sometido a ninguna potestad domestica) y la segunda sobre personas alieni juris (los sometidos al poder de otros como los esclavos, los hijos y las mujeres en general). Esta última forma se dividía, en adopción plena si el adoptante era su ascendiente y en adopción menos plena si era un extraño. Con posterioridad, otras legislaciones, como la francesa, clasificaron la adopción en: pública, remuneratoria y testamentaria. Adopción pública se llamó, durante la Revolución, a la que simbólicamente hizo el Estado de varias personas. Adopción remuneratoria a la que se producía cuando el adoptante había sido salvado de un grave peligro o de una catástrofe por el adoptado, y la Adopción testamentaria era una forma excepcional de adoptar menores por medio de testamento. ORIGEN HISTORICO DE LA ADOPCION (pasarlo al comienzo) En honduras la adopción no tiene antecedente muy lejano. Ni el Código Civil de 1880, ni el de 1898, ni el vigente se ocupan de esta figura jurídica, fue hasta que se emitió la Constitución de 1957 que por primera vez se reconoció el Derecho de Adopción; pero la Ley especial correspondiente no se promulgo sino hasta el 31 de octubre de 1965. Y luego en fecha 16 de agosto de 1989 mediante decreto número 76-89 se crea el Código de Familia en el cual se establece la figura de la adopción y es la que está vigente actualmente. FINES QUE PERSIGUE LA ADOPCION: Los autores con todo y ser la adopción una figura jurídica tan antigua, no han logrado una unidad de criterios en cuanto a sus fines, esta disparidad de opiniones en buena medida ha sido determinada por el peso de la tradición, como con relativa frecuencia ocurre en el campo del derecho. Luego que se superaron las ideas de índole religiosa que determinaron su aparición y desarrollo entre los romanos, hindúes, y varios otros pueblos de la antigüedad, fue cobrando forma hasta convertirse en una afirmación que la adopción no es otra cosa que una manera de imitar a la naturaleza. Se llegó a esta conclusión por el camino fácil de entender que la paternidad y la filiación son simples hechos biológicos resultantes del conocimiento carnal de un hombre y una mujer aptos para la procreación. Esta manera de razonar dio como resultado que únicamente se reputara como hijo a quien hubiese sido concebido por los esposos o concubinos. Puestas así las cosas, la adopción no es más que una invención humana, un fenómeno artificial, una verdadera ficción jurídica, ya que incorpora en la familia a elementos que no forman parte de ella de modo natural. Durante largo tiempo se ha sostenido que la adopción tiene como fin último imitar a la naturaleza, a la paternidad o filiación de sangre. La adopción busca incorporar en la familia en condiciones iguales o similares a la de un hijo nacido de una relación conyugal a una persona que biológicamente no desciende del adoptante, pero con el cual se identifican por razones espirituales nacidas de la vida en común, el afecto y la educación. Por otro lado, en la actualidad la mayoría de los autores están de acuerdo en que el fin básico que persigue la adopción es proteger a los menores que carecen de padres o cuyos ascendientes no cuentan con los medios necesarios para criarlos o educarlos en forma adecuada. Han quedado atrás, por consiguiente las ideas que le atribuían a la adopción un cometido religioso, y aquellas otras que la relacionaban con la beneficencia, el Derecho Sucesorio o que sólo tomaban en cuenta el interés personal del adoptante. 1- Diversidad de efectos de la adopción. 2- Extensión del vínculo de adopción. 3- Efectos de la adopción entre el adoptante y el adoptado 4.- Efectos de la adopción respecto de terceros. 1.- Diversidad de efectos de la Adopción.- Como las demás figuras del Derecho de Familia, la adopción produce diversos efectos. Uno de ellos tienen que ver con el adoptante y el adoptado y sus respectivas familias de sangre; otros con los bienes del primero y del segundo y otros más con el Derecho Sucesorio y con las implicaciones de la adopción respecto de terceros. Sobre algunos efectos fundamentales difieren tanto las legislaciones como los comentaristas. Esto es particularmente cierto en cuanto a si el adoptado debe salir o no de su familia de sangre y, en general, en cuanto a la extensión o alcances del vínculo de adopción. La adopción da origen a relaciones de orden público y por lo tanto los referidos efectos están expresamente determinados por la Ley y no pueden ser objeto de convenciones entre particulares. Extensión del Vínculo de Adopción.- Los efectos de la adopción han variado en el tiempo y en el espacio. Así, por ejemplo, la arrogación romana “producía un traspaso absoluto del adoptado a la familia del adoptante, con la cualidad de hijo legítimo, y lo desvinculaba, también en absoluto o casi en absoluto, de la propia”. Esta puede decirse que fue la primera tendencia que se manifestó en cuanto a la extensión del vínculo. Más tarde, sin embargo, los propios romanos instituyeron la adopción menos plena que, como lo manifestamos producía únicamente un vínculo personal entre el adoptante y el adoptado, sin que este último pasara a formar parte de la familia del primero. En favor de la tesis de que el adoptado debe salir de su familia de sangre, entre otras cosas se ha dicho que: a) la adopción debe hacer posible que entre el adoptante y el adoptado exista un vínculo en cualquier sentido igual al que emerge de la filiación de sangre; b) para que lo anterior sea dable es preciso que nada obste al surgimiento de un afecto natural entre el adoptante y su familia y el adoptado; c) generalmente se adopta a niños expósitos o abandonados, no reconocidos legalmente por sus padres, por lo que es inconveniente dejar abierta la posibilidad de reconocimientos posteriores determinados por intereses subalternos y que sólo perturbaciones pueden originar en la familia adoptiva; d) “la principal preocupación de las personas que desean adoptar un menor, es la de separarlo definitivamente de su familia, de impedir todo contacto ulterior con ella, de evitar intervenciones y chantajes que se producen bastante a menudo en la práctica, “lo cual no se puede lograr si el legislador no reconoce que la relación adoptiva sustituye a la natural y si se posibilita de cualquier manera que los parientes de sangre conozcan al adoptante; y e) psicológica y socialmente conviene que el menor ignore su condición de hijo adoptivo y encuentre en la nueva a su verdadera familia. La doctrina justifica el contenido de las normas relacionadas tomando en cuenta que la adopción, a diferencia de la paternidad, se funda en la psicología del adoptante y del adoptado. Por esto mismo entiende que los efectos de tal fenómeno el legislador no puede extenderlos a terceras personas, en quienes no concurre el hecho determinante del acto jurídico que estudiamos. “Si el fenómeno biológico productor de la filiación de sangre une por su misma esencia al generado con los consanguíneos del generante, si el hijo no puede menos que llevar la sangre del abuelo o del hermano, en cambio el fenómeno psicológico que funda la adopción queda limitado al adoptante, sin trascender necesariamente s sus ascendiente o colaterales, a los cuales la voluntad de aquél no valdría para adjudicarles un pariente y por lo tanto un heredero y alimentario. EFECTOS DE LA ADOPCIÓN ENTRE EL ADOPTANTE Y EL ADOPTADO. La adopción produce diversos efectos entre el adoptante y el adoptado. Unos son de orden personal y otros de carácter patrimonial. Todos ellos pueden ordenarse de la siguiente manera: a) La adopción y el derecho al nombre. b) La adopción y la autoridad paterna. c) La adopción y la emancipación del hijo. d) e) f) g) h) i) j) La adopción y la patria potestad. La adopción y el derecho de alimentos. La adopción y el matrimonio. La adopción y las guardas. La adopción y la sucesión testamentaria y ab intestato. La adopción y el parentesco. La adopción y las autoridades judiciales. a) La adopción y el derecho al nombre. “El adoptado personalmente o por medio de su representante podrá tomar el o los apellido de los adoptantes, según el caso, manifestándolo así en la sentencia firme de adopción. Por esta circunstancia no se procederá a alterar la certificación del acta de nacimiento del adoptado, pero se hará la anotación marginal correspondiente. En el caso del párrafo anterior, los descendientes del adoptado podrán también seguir usando el o los apellidos del o de los adoptantes.” Según el Código de Familia en su artículo 157 establece lo siguiente: “La adopción establece parentesco civil entre el (la) adoptante y adoptado (a), formando parte de sus correspondientes familias, a partir de la fecha de inscripción de la adopción en el Registro Civil el adoptado llevar a el apellido del (la) o los adoptantes. Articulo 158 2 El adoptado deja de pertenecer a la familia biológica o consanguínea y se extingue el parentesco por consanguineidad con la misma no siéndole exigibles obligaciones por razón de parentesco con sus descendientes o colaterales consanguíneos. No obstante, quedan vigentes los impedimentos matrimoniales contemplados en este código respecto de la familia biológica, si el adoptante es el conyugue del padre o madre biológico del o la adoptado o adoptada, este conservara los vínculos de consanguinidad que lo unen con su padre o con su madre o con los pariente por consanguineidad de a que o esta. b) La Adopción y la Autoridad Paterna: Se entiende que los efectos de la adopción respecto de la autoridad paterna deben ser objeto de una interpretación amplia, pues de no ser así la figura que estudiamos carecería en buena medida de sentido. Tómese en cuenta que entre los artículos del Código Civil a que se remite el Articulo 34 del Código Civil no figuran los que consagran los derechos de corrección y castigo moderado, el de elegir el estado o profesión futura del adoptado y el de dirigir su educación. Si debido a tal omisión ha de entenderse que los citados derechos continuaran siendo potestad exclusiva de los padres biológicos, el adoptante carecería de misión efectiva y habría lugar a interferencias que harían muy difícil, si no imposible, la educación del adoptado. La finalidad de este acápite es que el padre adoptante oriente en la parte educativa y brinde apoyo económico al menor, por lo cual no tendría sentido que los padres biológicos del menor participe en cualquiera actuación de los menores. c) La adopción y la emancipación del hijo. Este efecto de la adopción está consagrado por El Código de Familia dando como resultado que la adopción del hijo emancipa a éste respecto de sus padres biológicos. El Articulo 199 del Código de Familia establece que la Patria Potestad se extingue 1) por la muerte del hijo 2) por arribar el hijo a la mayoría de edad 3) por el matrimonio del hijo, 4) por la adopción plena del hijo; y 5) por Emancipación y Habilitación de edad. En el mismo lugar manifestamos que la disposición de mérito se justifica debido a las dificultades que seguramente originaria la coexistencia de dos autoridades distintas que son la de los padres reales y la del adoptante sobre el menor. A lo anterior debemos agregar que si la adopción expira por cualquier causa legal, o si el adoptante pierde la patria potestad sobre el adoptado, este no vuelve a la patria potestad de sus padres biológicos ya que la adopción es siempre irrevocable según el artículo 159 del Código de Familia “La adopción es irrevocable, e inimpugnable y no expira en ningún caso”. d) La adopción y la patria potestad: Los autores coinciden al afirmar que “la adopción representa de manera primordial y genuina un instrumento para procurar el traspaso entre dos personas de la patria potestad respecto a otra”. Así ha sido desde el antiguo Derecho Romano, pues “la adquisición de la patria potestad por el adrogante o por el adoptante puede decirse que era el objeto único del acto” Adrogante era en el Derecho Romano el Pater Familias romano que adoptaba a un sui juris. CABANELLAS.” La transferencia constituye la única excepción que sufre la patria potestad en tanto que derecho personalísimo de los padres biológicos. Se justifica esta excepción porque “la patria potestad no puede, por su misma naturaleza, coexistir con respecto a la filiación de sangre y a la adoptiva”. Además, como la adopción produce la emancipación del hijo respecto de sus padres, aquél, por ser menor, carece de la madurez psíquica necesaria para actuar responsablemente en la vida, lo cual torna indispensable que se le sujete a una dirección que lógicamente corresponde al adoptante. La persona recién mencionada, por lo tanto, subroga a los padres en la titularidad y ejercicio de los deberes de dirección y protección del menor y en todos los efectos patrimoniales que genera la patria potestad. Esto no obstante, siguiendo nuestro Código de Familia debemos decir “que un caso singular se presenta” cuando el adoptado es hijo legítimo o natural del otro cónyuge. En efecto, “si la esposa adopta al hijo del marido, no podría privarse a éste de la patria potestad sin llegar a consecuencias realmente absurdas y a una organización opuesta a la que rige la familia. En este caso la adopción no tiene por objeto suplantar una patria potestad por otra, sino dar una mayor cohesión a la familia convirtiendo al hijastro…..” en adoptado. En cambio, cuando el marido adopta el hijo…. De su mujer, se transfiere la patria potestad….” Puesto que él es el jefe de la familia. Al respecto nuestro Código dice en su artículo 158 “Por la adopción, el (la) adoptado (a) deja de pertenecer a su familia biológica o consanguínea y se extingue el parentesco por consanguinidad con la misma, no siéndole exigibles obligaciones por razón de parentesco con sus descendientes o colaterales consanguíneos. No obstante, quedan vigentes los impedimentos matrimoniales contemplados en este Código respecto de la familia biológica. Si el adoptante es el cónyuge del padre o madre biológico, del (la) adoptado (a), éste conservará los vínculos de consanguinidad que lo unen con su padre o con su madre y con los parientes por consanguinidad de aquel o ésta. Por regla general la patria potestad la ejercita el adoptante de la misma manera que los padres biológicos. De este principio podemos deducir que, si los adoptantes son ambos cónyuges, la patria potestad le corresponderá al marido, y que ella pasará a la mujer en los mismos casos en que, de acuerdo con el artículo 241 del Código Civil le corresponde a la madre. Al respecto dice nuestro Código de Familia en su artículo 182 que “El adoptante o adoptantes en el ejercicio de la patria potestad sobre el adoptado, deberán en la escritura de adopción a que se refiere el presente Código hacer inventario de los bienes y deudas del adoptado; o, si carece de ello, se dejará constancia de tal hecho. La omisión de dicho requisito hará solidariamente responsables a los adoptantes de todo perjuicio que se irrogare al adoptado. Habiendo bienes deberán ser tasados judicialmente y el adoptante o adoptantes deberán constituir garantías suficientes para responder de los mismos. La cuantía y naturaleza de la caución será determinada por el juez, oyendo a la persona de quien el presunto adoptado depende”. Lo anterior, que hace que el adoptante se parezca más en este aspecto a un guardador que a un padre, se justifica porque el legislador quiere evitar que la adopción se utilice en forma interesada por el adoptante, quien de otra manera podría ver aumentado su patrimonio a costa de los bienes del adoptado. Si fuese el caso en el que el adoptado tuviese bienes constituidos a su nombre. Finalmente la patria potestad que la Ley confiere al adoptante no llega a su término ni se suspende por la circunstancia de que aquel tuviera hijos biológicos. Asimismo la calidad del hijo adoptivo no se perderá por sobrevenir hijos biológicos al adoptante. El articulo 165 manda que la patria potestad ejercida por el adoptante o adoptantes se extingue, suspende y pierde por las mismas causas que la de los padres de familia, según el caso siendo estas las siguientes: Articulo 200 del Código de Familia “La patria potestad se pierde 1) por las costumbres depravadas o escandalosas de ambos padres o de uno de ellos, severidad excesiva e irrazonable en el trato de los hijos, o abandono de éstos. 2) Por delito cometido por uno de los padres contra el otro o contra la persona de cualquiera de sus hijos, cuando hubiere condena judicial. 3) Por haber sido condenado o condenados los padres, dos (2) o tres (3) veces por delitos de orden común si la pena excediere de tres (3) años en cada caso. 4) Por trastorno mental de los padres o de uno de ellos declarado judicialmente. 5) Por sentencia firme recaída en juicio de divorcio o nulidad del matrimonio. e) La adopción y el derecho de dar alimentos. La obligación alimenticia es recíproca entre el adoptado y el adoptante. Los alimentos se deberán en conformidad a las reglas del Título XVII del Libro I del Código Civil, y en los mismos términos establecidos a favor de las personas indicadas en los números 2º y 4º del artículo 388 de dicho Código. Al respecto dice el artículo 157 del Código de Familia que La Adopción establece parentesco civil entre el (la) adoptante y adoptado (a), formando parte de sus correspondientes familias. A partir de la fecha de inscripción de la adopción en el Registro Civil, el adoptado llevará el apellido de el (la) o los adoptantes. El artículo 158 del mismo Código manda que por adopción el (la) adoptado (a) deja de pertenecer a su familia biológica o consanguínea y se extingue el parentesco por consanguinidad con la misma, no siéndole exigibles obligaciones por razón de parentesco con sus descendientes o colaterales consanguíneos. No obstante, quedan vigentes los impedimentos matrimoniales contemplados en este Código respecto de la familia biológica…. Y cito el artículo 159 de dicha ley La adopción es irrevocable, inimpugnable y no expira en ningún caso. Adoptado un niño o niña, nadie podrá ejercitar acción alguna para establecer su filiación consanguínea ni para reconocerlo(a) como hijo (a). De esto resulta, además, que el adoptante y el adoptado se deben alimentos congruos es decir los que habilitan al alimentario para subsistir modestamente de un modo correspondiente a su posición social. f) La adopción y el matrimonio: Se refiere a la capacidad del adoptado para contraer nupcias y cuál es la situación del adoptado en caso que sus padres adoptivos contraigan ulteriores nupcias Se refiere a la autorización por parte del adoptante para que el adoptado contraiga nupcias siendo menor de edad, el Articulo 17 de Código de Familia en su numeral 3 establece que, la autorización para que los menores puedan contraer matrimonio deben darla: el o los adoptantes cuando el menor hubiese sido adoptado. Cuando los padres adoptivos contraigan nuevas nupcias se contemplara lo establecido en el Art. 162 “corresponde al adoptante o adoptantes, el ejercicio de la patria potestad sobre el adoptado de conformidad con lo dispuesto en este Código en los casos de divorcio, separación de hecho, y de segundas u ulteriores nupcias se aplicaran respecto a las relaciones de los adoptantes con sus adoptados las mismas normas previstas para estos casos en el presente código en cuanto a los hijos sujetos a la patria potestad. En el caso que se suspendiese la patria potestad a uno de los adoptantes se remitirá a lo establecido en el Art. 163 del Código de Familia “Si por cualquier circunstancia cesaren en el ejercicio de la patria potestad, se le nombrara tutor al u la adoptado (a).” g) La Adopción y la Guarda y Cuidado del adoptado: Es la acción de proporcionar vivienda, cuidar y asistir a los menores; en los casos de los menores que se encuentran en los centros de atención y cuidado de la Dirección de Niñez Adolescencia y familia (DINAF) la guarda y cuidado es ejercida por esta Institución, pero al momento que se da en adopción la guarda y cuidado se le otorgara a los padres adoptantes y se regirá por lo establecido en el Art. 186 del Código de Familia “ La patria potestad comprende entre otros derechos y obligaciones el de representar legalmente al menor, ejerce su guarda y cuidado, alimentarlo, asistirlo, educarlo y administrar sus bienes. Se extinguirá la guarda y cuidado de la misma forma que se suspende o extingue la patria potestad. h) La adopción y la sucesión testamentaria y ab-intestato: La tendencia general de las legislaciones, especialmente europeas ha sido la de proteger al adoptado haciéndolo participe en la sucesión testamentaria y ab intestato del adoptante, por el contrario, a este último se le ha negado todo derecho como beneficiario en la sucesión del adoptado para evitar adopciones interesadas. Este efecto de la adopción ha sufrido, por consiguiente, un cambio muy notable, ya que habiendo partido de la concepción romana, hindú, de que la adoptante necesitaba serlo para tener un sucesor se ha transformado en un instrumento social de protección de menores abandonados o inadecuadamente atendidos, con esto se ha trasformado también todo lo relacionado con la herencia, el adoptado participa como hijo del adoptante en la sucesión intestada de éste, por lo que sus derechos son iguales a los de aquéllos. Aunque el legislador habla únicamente de descendientes del adoptante, sin duda por respecto al precepto constitucional que prohíbe las clasificaciones de la filiación, es nuestro criterio se refiere a los descendientes consanguíneos, pues normalmente se equipara a los adoptados. Por lo que hace a la sucesión testamentaria, la ley es consecuente con el principio establecido por el artículo 979 del Código Civil que “La testamentifacción es libre”. El adoptante y el adoptado pueden por consiguiente disponer por testamento que el otro le suceda bien se a titulo universal o singular. i) La Adopción y el parentesco: La adopción produce una ficción en la que se generan los mismos vínculos de los hijos consanguíneos con los hijos adoptados. Por lo que en lo relativo al parentesco se seguirán las mismas formalidades que la ley establece en lo que a la capacidad de comparecer se refiere, así como lo establece el Artículo 312 del Código Procesal Penal, en el cual será motivo de tacha a un testigo cuando este sea pariente dentro del cuarto grado de consanguineidad o segundo de afinidad de la parte que lo haya presentado, En el caso de tacha por la adopción el juez garantizara la secretividad del vínculo. j) La adopción y las autoridades Estatales: El juez competente, de oficio, a petición de parte interesada o por denuncia, podrá investigar las condiciones de vida en que se encuentra el adoptado, con el fin de determinar si se están llenando los derechos y cumpliendo las obligaciones establecidas en el Código de Familia. La función de control y vigilancia que la norma transcrita pone a cargo del Juez que autorizó la adopción reviste particular importancia, toda vez que pone de manifiesto el interés del Estado para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la adopción. El Juez deja establecido en la sentencia correspondiente que será la Dirección de Niñez y Adolescencia y Familia (DINAF) quien por medio del funcionario correspondiente realice informes evaluadores del desarrollo integral de los menores dados en adopción, cuando la adopción se haya realizado con padres Hondureños, en los casos de padres extranjeros, será la agencia de adopciones del país donde resida el menor adoptado, para efecto que presenten informes trimestralmente durante el primer año, semestralmente el segundo año, y anualmente a partir del tercer año, hasta que el o las personas adoptadas cumplan la mayoría de edad, conforme a la Legislación del país de la o los adoptantes. EFECTOS DE LA ADOPCION RESPECTO DE TERCEROS: Algunos de los efectos de la adopción tienen que ver con terceras personas, especialmente con los familiares de uno y otro sujeto, en tal caso se tenemos los siguientes: a) La adopción hace perder al padre biológico la patria potestad de su hijo; b) La adopción pone fin a la guarda y cuidado en que se encuentre el adoptado; c) El viudo o viuda del adoptante no puede contraer matrimonio con el adoptado;