Subido por Adolfo León Gómez Rodas

tesis adopcion como solucion al problema de niñez en abandono Tegucigalpa

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Concepto de Adopción: La adopción ha sido definida de diferentes
maneras. Como tantas otras figuras jurídicas, se han dado de ella
conceptos tan diversos, como diversos han sido los autores que se han
ocupado de su estudio. Esta multiplicidad conceptual deriva del
desacuerdo existente acerca de su naturaleza jurídica, de las
peculiaridades de los distintos sistemas legales o de la posición
doctrinaria de los autores.
Así, por ejemplo, se ha dicho que “la adopción es el acto por el cual se
recibe como hijo nuestro, con autoridad real o judicial, a quien lo es
de otro por naturaleza” (Cabanellas). Para Dusi “es un acto jurídico
solemne en virtud del cual la voluntad de los particulares, con el
permiso de la ley y la autorización judicial, crea entre dos personas
extrañas entre sí, relaciones análogas a las de la filiación legítima”.
Colin y Capitant afirman que es “un acto jurídico (generalmente un
contrato) que crea entre dos personas relaciones ficticias y puramente
civiles de parentesco y de filiación. Debido a lo anterior, creemos más
adecuado decir, a los efectos de nuestra realidad legal, que la
adopción es un acto jurídico mixto en virtud del cual una persona
llamada adoptante adquiere, previo el cumplimiento de ciertas
solemnidades, los derechos y obligaciones fundamentales de la
paternidad o de la maternidad respecto de un mayor o menor de edad
que no es biológicamente hijo suyo, y que se llama adoptado.
La Adopción requiere el concurso de por lo menos dos personas:
adoptante y adoptado. Debido a los efectos que produce, estos
términos equivalen, en cierta medida porque, como veremos más
adelante, nuestra Ley está cargada de singularidades que la hacen
divergir de las existentes en la mayoría de los países. La diferencia de
sexos, entre adoptante y adoptado no es un requisito indispensable
para que haya adopción. Uno y otro pueden pertenecer al mismo o a
diferente sexo, sin que esto influya en manera alguna en el fenómeno
que estudiamos. Tampoco es precisa la singularidad por lo que es
posible adoptar a dos o más personas. Los adoptantes, por su lado,
pueden ser hasta dos, pero en este caso, forzosamente tienen que ser
cónyuges.
Por otro lado, hemos dicho que “el adoptante adquiere los derechos y
obligaciones fundamentales de la paternidad o maternidad respecto de
un mayor o menor de edad que no es biológicamente hijo suyo” con lo
que hemos indicado el objeto de la adopción. Se trata de una relación
que por no tener su origen en los vínculos de la sangre, da lugar a un
nexo que algunas legislaciones equiparan al parentesco, y que otrasla nuestra entre ellas- no sólo le niegan tal efecto sino que lo
caracterizan como algo independiente. De manera que no podemos
decir que se trata de un parentesco civil que haría que la bipartición
clásica entre parentesco por consanguinidad y parentesco por afinidad
se convirtiera en una tripartición, sino que más bien estamos frente a
una relación de familia extraordinaria, que únicamente puede
denominarse relación de adopción. Señalamos que pueden ser
adoptados tanto mayores como menores de edad, o personas capaces
o incapaces. Muy rara habrá de ser, sin embargo, la adopción de un
mayor de edad capaz.
Naturaleza Jurídica de la Adopción.- A semejanza de lo que ha venido
sucediendo respecto de la naturaleza jurídica del matrimonio, las
opiniones están divididas también en cuanto a la naturaleza jurídica
de la adopción. Las teorías fundamentales que se han ensayado sobre
esta materia consideran la adopción: a) como un contrato; b) como
una institución; y c) como un acto jurídico. Nos ocuparemos
brevemente de cada una de ellas.
a) La adopción como contrato. Esta doctrina descansa en el
hecho de que la adopción sólo emerge cuando hay un acuerdo de
voluntades. Para que ella nazca tiene que asentir el adoptante, el
adoptado y, con frecuencia simultáneamente los representantes
legales de este último. Desde luego, dicen los partidarios de esta
corriente, no se trata de un contrato común u ordinario, sino de
un contrato solemne. En efecto, para que el consentimiento valga
es preciso que se manifieste rodeado de ciertas formalidades de
cumplimiento obligatorio. Probablemente esta fue la primera
explicación que se intentó acerca de la naturaleza jurídica de la
adopción. Es, también la que primero se desacreditó, porque los
análisis más detenidos demostraron que no constituía una
respuesta adecuada para la cuestión. Ella parte de un supuesto
que es completamente falso; el de que la voluntad privada es por
si misma eficaz para hacer surgir la relación de adopción. De
hecho, ni siquiera en la Roma antigua esto fue así, ya que tanto
la arrogación como la adopción propiamente dicha necesitaban
para producirse, de la satisfacción de solemnidades. Y la teoría
que considera la adopción como un contrato no tiene esto en
cuenta. Nada dice acerca del significado que tiene el
otorgamiento de la escritura pública de adopción ni la obligada
participación en el acto de Juez competente. Olvida, también,
que las relaciones personales y familiares no pueden ser objeto
de convención. Aunque todavía quedan partidarios de esta tesis,
ya son pocos. Su antigua importancia ya no resplandece más.
b) La Adopción como Institución: Si por institución entendemos
un conjunto de normas establecidas por el Estado, y
modificables por los particulares, y a las cuales estos deben
ajustar su conducta, la adopción es, evidentemente, una
institución. Pero este enfoque no sirve a los fines que se
persiguen, puesto que se agota en un aspecto formal jurídico,
como es el de considerar que el Código de Familia en su Título IV
de la Adopción, como
“Conjunto armónico de reglas de
Derecho”, es una institución.
c) La adopción como acto jurídico mixto: Como lo dijimos al
abordar este tema, en relación con el matrimonio los actos
jurídicos “ es decir las determinaciones humanas directamente
encaminadas a producir efectos jurídicos concretos”, se
clasifican, desde el punto de vista del Derecho, en tres grandes
grupos: actos jurídicos privados actos jurídicos públicos y actos
jurídicos mixtos. Los primeros son aquellos en que hay 1a
intervención exclusiva de los particulares. Los segundos se
producen por la intervención también exclusiva, de órganos o
representantes del Estado. Y los terceros por la concurrencia en
el mismo acto tanto de funcionarios como de particulares.
La adopción es un acto jurídico mixto debido a que se produce no
solo por el consentimiento del adoptante y del adoptado, o de los
representantes de éste, sino también por la intervención de la
Dirección Nacional de Familia (DINAF), y el Juzgado de Letras de
Familia, y el Notario.
En virtud que el papel que desempeña el Juez y el Notario en la
adopción es similar al del Alcalde en el matrimonio. La resolución
Judicial y la Escritura de Adopción no son actos simplemente
declarativos, sino constitutivos. Si ellos faltan la relación de adopción
no se produce.
CLASIFICACION DE LA ADOPCION
Antes hemos dicho que los Romanos distinguieron dos formas de
adopción: La arrogación y la adopción propiamente dicha. La primera
recaía sobre personas sui juris (el que no estaba sometido a ninguna
potestad domestica) y la segunda sobre personas alieni juris (los
sometidos al poder de otros como los esclavos, los hijos y las mujeres
en general). Esta última forma se dividía, en adopción plena si el
adoptante era su ascendiente y en adopción menos plena si era un
extraño.
Con posterioridad, otras legislaciones, como la francesa, clasificaron
la adopción en: pública, remuneratoria y testamentaria. Adopción
pública se llamó, durante la Revolución, a la que simbólicamente hizo
el Estado de varias personas. Adopción remuneratoria a la que se
producía cuando el adoptante había sido salvado de un grave peligro o
de una catástrofe por el adoptado, y la Adopción testamentaria era
una forma excepcional de adoptar menores por medio de testamento.
ORIGEN HISTORICO DE LA ADOPCION (pasarlo al comienzo)
En honduras la adopción no tiene antecedente muy lejano. Ni el
Código Civil de 1880, ni el de 1898, ni el vigente se ocupan de esta
figura jurídica, fue hasta que se emitió la Constitución de 1957 que
por primera vez se reconoció el Derecho de Adopción; pero la Ley
especial correspondiente no se promulgo sino hasta el 31 de octubre
de 1965. Y luego en fecha 16 de agosto de 1989 mediante decreto
número 76-89 se crea el Código de Familia en el cual se establece la
figura de la adopción y es la que está vigente actualmente.
FINES QUE PERSIGUE LA ADOPCION: Los autores con todo y ser la
adopción una figura jurídica tan antigua, no han logrado una unidad
de criterios en cuanto a sus fines, esta disparidad de opiniones en
buena medida ha sido determinada por el peso de la tradición, como
con relativa frecuencia ocurre en el campo del derecho.
Luego que se superaron las ideas de índole religiosa que determinaron
su aparición y desarrollo entre los romanos, hindúes, y varios otros
pueblos de la antigüedad, fue cobrando forma hasta convertirse en
una afirmación que la adopción no es otra cosa que una manera de
imitar a la naturaleza.
Se llegó a esta conclusión por el camino fácil de entender que la
paternidad y la filiación son simples hechos biológicos resultantes del
conocimiento carnal de un hombre y una mujer aptos para la
procreación. Esta manera de razonar dio como resultado que
únicamente se reputara como hijo a quien hubiese sido concebido por
los esposos o concubinos.
Puestas así las cosas, la adopción no es más que una invención
humana, un fenómeno artificial, una verdadera ficción jurídica, ya
que incorpora en la familia a elementos que no forman parte de ella de
modo natural. Durante largo tiempo se ha sostenido que la adopción
tiene como fin último imitar a la naturaleza, a la paternidad o filiación
de sangre.
La adopción busca incorporar en la familia en condiciones iguales o
similares a la de un hijo nacido de una relación conyugal a una
persona que biológicamente no desciende del adoptante, pero con el
cual se identifican por razones espirituales nacidas de la vida en
común, el afecto y la educación.
Por otro lado, en la actualidad la mayoría de los autores están de
acuerdo en que el fin básico que persigue la adopción es proteger a los
menores que carecen de padres o cuyos ascendientes no cuentan con
los medios necesarios para criarlos o educarlos en forma adecuada.
Han quedado atrás, por consiguiente las ideas que le atribuían a la
adopción un cometido religioso, y aquellas otras que la relacionaban
con la beneficencia, el Derecho Sucesorio o que sólo tomaban en
cuenta el interés personal del adoptante.
1- Diversidad de efectos de la adopción. 2- Extensión del vínculo de
adopción. 3- Efectos de la adopción entre el adoptante y el
adoptado 4.- Efectos de la adopción respecto de terceros.
1.- Diversidad de efectos de la Adopción.- Como las demás figuras
del Derecho de Familia, la adopción produce diversos efectos. Uno de
ellos tienen que ver con el adoptante y el adoptado y sus respectivas
familias de sangre; otros con los bienes del primero y del segundo y
otros más con el Derecho Sucesorio y con las implicaciones de la
adopción respecto de terceros.
Sobre algunos efectos fundamentales difieren tanto las legislaciones
como los comentaristas. Esto es particularmente cierto en cuanto a si
el adoptado debe salir o no de su familia de sangre y, en general, en
cuanto a la extensión o alcances del vínculo de adopción. La adopción
da origen a relaciones de orden público y por lo tanto los referidos
efectos están expresamente determinados por la Ley y no pueden ser
objeto de convenciones entre particulares.
Extensión del Vínculo de Adopción.- Los efectos de la adopción han
variado en el tiempo y en el espacio. Así, por ejemplo, la arrogación
romana “producía un traspaso absoluto del adoptado a la familia del
adoptante, con la cualidad de hijo legítimo, y lo desvinculaba, también
en absoluto o casi en absoluto, de la propia”. Esta puede decirse que
fue la primera tendencia que se manifestó en cuanto a la extensión del
vínculo. Más tarde, sin embargo, los propios romanos instituyeron la
adopción menos plena que, como lo manifestamos producía
únicamente un vínculo personal entre el adoptante y el adoptado, sin
que este último pasara a formar parte de la familia del primero.
En favor de la tesis de que el adoptado debe salir de su familia de
sangre, entre otras cosas se ha dicho que: a) la adopción debe hacer
posible que entre el adoptante y el adoptado exista un vínculo en
cualquier sentido igual al que emerge de la filiación de sangre; b) para
que lo anterior sea dable es preciso que nada obste al surgimiento de
un afecto natural entre el adoptante y su familia y el adoptado; c)
generalmente se adopta a niños expósitos o abandonados, no
reconocidos legalmente por sus padres, por lo que es inconveniente
dejar abierta la posibilidad de reconocimientos posteriores
determinados por intereses subalternos y que sólo perturbaciones
pueden originar en la familia adoptiva; d) “la principal preocupación
de las personas que desean adoptar un menor, es la de separarlo
definitivamente de su familia, de impedir todo contacto ulterior con
ella, de evitar intervenciones y chantajes que se producen bastante a
menudo en la práctica, “lo cual no se puede lograr si el legislador no
reconoce que la relación adoptiva sustituye a la natural y si se
posibilita de cualquier manera que los parientes de sangre conozcan
al adoptante; y e) psicológica y socialmente conviene que el menor
ignore su condición de hijo adoptivo y encuentre en la nueva a su
verdadera familia.
La doctrina justifica el contenido de las normas relacionadas
tomando en cuenta que la adopción, a diferencia de la paternidad, se
funda en la psicología del adoptante y del adoptado. Por esto mismo
entiende que los efectos de tal fenómeno el legislador no puede
extenderlos a terceras personas, en quienes no concurre el hecho
determinante del acto jurídico que estudiamos. “Si el fenómeno
biológico productor de la filiación de sangre une por su misma esencia
al generado con los consanguíneos del generante, si el hijo no puede
menos que llevar la sangre del abuelo o del hermano, en cambio el
fenómeno psicológico que funda la adopción queda limitado al
adoptante, sin trascender necesariamente s sus ascendiente o
colaterales, a los cuales la voluntad de aquél no valdría para
adjudicarles un pariente y por lo tanto un heredero y alimentario.
EFECTOS DE LA ADOPCIÓN ENTRE EL ADOPTANTE Y EL
ADOPTADO.
La adopción produce diversos efectos entre el adoptante y el adoptado.
Unos son de orden personal y otros de carácter patrimonial. Todos
ellos pueden ordenarse de la siguiente manera:
a) La adopción y el derecho al nombre.
b) La adopción y la autoridad paterna.
c) La adopción y la emancipación del hijo.
d)
e)
f)
g)
h)
i)
j)
La adopción y la patria potestad.
La adopción y el derecho de alimentos.
La adopción y el matrimonio.
La adopción y las guardas.
La adopción y la sucesión testamentaria y ab intestato.
La adopción y el parentesco.
La adopción y las autoridades judiciales.
a) La adopción y el derecho al nombre. “El adoptado
personalmente o por medio de su representante podrá tomar el o
los apellido de los adoptantes, según el caso, manifestándolo así
en la sentencia firme de adopción. Por esta circunstancia no se
procederá a alterar la certificación del acta de nacimiento del
adoptado, pero se hará la anotación marginal correspondiente.
En el caso del párrafo anterior, los descendientes del adoptado
podrán también seguir usando el o los apellidos del o de los
adoptantes.”
Según el Código de Familia en su artículo 157 establece lo
siguiente: “La adopción establece parentesco civil entre el (la)
adoptante
y adoptado (a), formando parte de
sus
correspondientes familias, a partir de la fecha de inscripción de
la adopción en el Registro Civil el adoptado llevar a el apellido del
(la) o los adoptantes.
Articulo 158 2 El adoptado deja de pertenecer a la familia
biológica o consanguínea y se extingue el parentesco por
consanguineidad con la misma no siéndole exigibles obligaciones
por razón de parentesco con sus descendientes o colaterales
consanguíneos.
No obstante, quedan vigentes los impedimentos matrimoniales
contemplados en este código respecto de la familia biológica, si el
adoptante es el conyugue del padre o madre biológico del o la
adoptado o adoptada, este conservara los vínculos de
consanguinidad que lo unen con su padre o con su madre o con
los pariente por consanguineidad de a que o esta.
b) La Adopción y la Autoridad Paterna: Se entiende que los
efectos de la adopción respecto de la autoridad paterna deben
ser objeto de una interpretación amplia, pues de no ser así la
figura que estudiamos carecería en buena medida de sentido.
Tómese en cuenta que entre los artículos del Código Civil a que
se remite el Articulo 34 del Código Civil no figuran los que
consagran los derechos de corrección y castigo moderado, el de
elegir el estado o profesión futura del adoptado y el de dirigir su
educación. Si debido a tal omisión ha de entenderse que los
citados derechos continuaran siendo potestad exclusiva de los
padres biológicos, el adoptante carecería de misión efectiva y
habría lugar a interferencias que harían muy difícil, si no
imposible, la educación del adoptado.
La finalidad de este acápite es que el padre adoptante oriente en
la parte educativa y brinde apoyo económico al menor, por lo
cual no tendría sentido que los padres biológicos del menor
participe en cualquiera actuación de los menores.
c) La adopción y la emancipación del hijo. Este efecto de la
adopción está consagrado por El Código de Familia dando como
resultado que la adopción del hijo emancipa a éste respecto de
sus padres biológicos. El Articulo 199 del Código de Familia
establece que la Patria Potestad se extingue 1) por la muerte del
hijo 2) por arribar el hijo a la mayoría de edad 3) por el
matrimonio del hijo, 4) por la adopción plena del hijo; y 5) por
Emancipación y Habilitación de edad. En el mismo lugar
manifestamos que la disposición de mérito se justifica debido a
las dificultades que seguramente originaria la coexistencia de
dos autoridades distintas que son la de los padres reales y la del
adoptante sobre el menor. A lo anterior debemos agregar que si
la adopción expira por cualquier causa legal, o si el adoptante
pierde la patria potestad sobre el adoptado, este no vuelve a la
patria potestad de sus padres biológicos ya que la adopción es
siempre irrevocable según el artículo 159 del Código de Familia
“La adopción es irrevocable, e inimpugnable y no expira en
ningún caso”.
d) La adopción y la patria potestad: Los autores coinciden al
afirmar que “la adopción representa de manera primordial y
genuina un instrumento para procurar el traspaso entre dos
personas de la patria potestad respecto a otra”. Así ha sido desde
el antiguo Derecho Romano, pues “la adquisición de la patria
potestad por el adrogante o por el adoptante puede decirse que
era el objeto único del acto” Adrogante era en el Derecho Romano
el Pater Familias romano que adoptaba a un sui juris.
CABANELLAS.” La transferencia constituye la única excepción
que sufre la patria potestad en tanto que derecho personalísimo
de los padres biológicos. Se justifica esta excepción porque “la
patria potestad no puede, por su misma naturaleza, coexistir con
respecto a la filiación de sangre y a la adoptiva”. Además, como
la adopción produce la emancipación del hijo respecto de sus
padres, aquél, por ser menor, carece de la madurez psíquica
necesaria para actuar responsablemente en la vida, lo cual torna
indispensable que se le sujete a una dirección que lógicamente
corresponde al adoptante.
La persona recién mencionada, por lo tanto, subroga a los padres en
la titularidad y ejercicio de los deberes de dirección y protección del
menor y en todos los efectos patrimoniales que genera la patria
potestad. Esto no obstante, siguiendo nuestro Código de Familia
debemos decir “que un caso singular se presenta” cuando el adoptado
es hijo legítimo o natural del otro cónyuge. En efecto, “si la esposa
adopta al hijo del marido, no podría privarse a éste de la patria
potestad sin llegar a consecuencias realmente absurdas y a una
organización opuesta a la que rige la familia. En este caso la adopción
no tiene por objeto suplantar una patria potestad por otra, sino dar
una mayor cohesión a la familia convirtiendo al hijastro…..” en
adoptado. En cambio, cuando el marido adopta el hijo…. De su mujer,
se transfiere la patria potestad….” Puesto que él es el jefe de la
familia. Al respecto nuestro Código dice en su artículo 158 “Por la
adopción, el (la) adoptado (a) deja de pertenecer a su familia biológica
o consanguínea y se extingue el parentesco por consanguinidad con la
misma, no siéndole exigibles obligaciones por razón de parentesco con
sus descendientes o colaterales consanguíneos. No obstante, quedan
vigentes los impedimentos matrimoniales contemplados en este
Código respecto de la familia biológica. Si el adoptante es el cónyuge
del padre o madre biológico, del (la) adoptado (a), éste conservará los
vínculos de consanguinidad que lo unen con su padre o con su madre
y con los parientes por consanguinidad de aquel o ésta.
Por regla general la patria potestad la ejercita el adoptante de la
misma manera que los padres biológicos. De este principio podemos
deducir que, si los adoptantes son ambos cónyuges, la patria potestad
le corresponderá al marido, y que ella pasará a la mujer en los
mismos casos en que, de acuerdo con el artículo 241 del Código Civil
le corresponde a la madre.
Al respecto dice nuestro Código de Familia en su artículo 182 que “El
adoptante o adoptantes en el ejercicio de la patria potestad sobre el
adoptado, deberán en la escritura de adopción a que se refiere el
presente Código hacer inventario de los bienes y deudas del adoptado;
o, si carece de ello, se dejará constancia de tal hecho. La omisión de
dicho requisito hará solidariamente responsables a los adoptantes de
todo perjuicio que se irrogare al adoptado. Habiendo bienes deberán
ser tasados judicialmente y el adoptante o adoptantes deberán
constituir garantías suficientes para responder de los mismos. La
cuantía y naturaleza de la caución será determinada por el juez,
oyendo a la persona de quien el presunto adoptado depende”. Lo
anterior, que hace que el adoptante se parezca más en este aspecto a
un guardador que a un padre, se justifica porque el legislador quiere
evitar que la adopción se utilice en forma interesada por el adoptante,
quien de otra manera podría ver aumentado su patrimonio a costa de
los bienes del adoptado. Si fuese el caso en el que el adoptado tuviese
bienes constituidos a su nombre.
Finalmente la patria potestad que la Ley confiere al adoptante no
llega a su término ni se suspende por la circunstancia de que aquel
tuviera hijos biológicos. Asimismo la calidad del hijo adoptivo no se
perderá por sobrevenir hijos biológicos al adoptante. El articulo 165
manda que la patria potestad ejercida por el adoptante o adoptantes
se extingue, suspende y pierde por las mismas causas que la de los
padres de familia, según el caso siendo estas las siguientes: Articulo
200 del Código de Familia “La patria potestad se pierde 1) por las
costumbres depravadas o escandalosas de ambos padres o de uno de
ellos, severidad excesiva e irrazonable en el trato de los hijos, o
abandono de éstos.
2) Por delito cometido por uno de los padres contra el otro o contra la
persona de cualquiera de sus hijos, cuando hubiere condena judicial.
3) Por haber sido condenado o condenados los padres, dos (2) o tres
(3) veces por delitos de orden común si la pena excediere de tres (3)
años en cada caso.
4) Por trastorno mental de los padres o de uno de ellos declarado
judicialmente.
5) Por sentencia firme recaída en juicio de divorcio o nulidad del
matrimonio.
e) La adopción y el derecho de dar alimentos. La obligación
alimenticia es recíproca entre el adoptado y el adoptante. Los
alimentos se deberán en conformidad a las reglas del Título XVII
del Libro I del Código Civil, y en los mismos términos
establecidos a favor de las personas indicadas en los números 2º
y 4º del artículo 388 de dicho Código. Al respecto dice el artículo
157 del Código de Familia que La Adopción establece parentesco
civil entre el (la) adoptante y adoptado (a), formando parte de sus
correspondientes familias. A partir de la fecha de inscripción de
la adopción en el Registro Civil, el adoptado llevará el apellido de
el (la) o los adoptantes. El artículo 158 del mismo Código manda
que por adopción el (la) adoptado (a) deja de pertenecer a su
familia biológica o consanguínea y se extingue el parentesco por
consanguinidad con la misma, no siéndole exigibles obligaciones
por razón de parentesco con sus descendientes o colaterales
consanguíneos. No obstante, quedan vigentes los impedimentos
matrimoniales contemplados en este Código respecto de la
familia biológica…. Y cito el artículo 159 de dicha ley La
adopción es irrevocable, inimpugnable y no expira en ningún
caso. Adoptado un niño o niña, nadie podrá ejercitar acción
alguna para establecer su filiación consanguínea ni para
reconocerlo(a) como hijo (a). De esto resulta, además, que el
adoptante y el adoptado se deben alimentos congruos es decir los
que habilitan al alimentario para subsistir modestamente de un
modo correspondiente a su posición social.
f) La adopción y el matrimonio: Se refiere a la capacidad del
adoptado para contraer nupcias y cuál es la situación del
adoptado en caso que sus padres adoptivos contraigan ulteriores
nupcias
Se refiere a la autorización por parte del adoptante para que el
adoptado contraiga nupcias siendo menor de edad, el Articulo 17
de Código de Familia en su numeral 3 establece que, la
autorización para que los menores puedan contraer matrimonio
deben darla: el o los adoptantes cuando el menor hubiese sido
adoptado.
Cuando los padres adoptivos contraigan nuevas nupcias se
contemplara lo establecido en el Art. 162 “corresponde al
adoptante o adoptantes, el ejercicio de la patria potestad sobre el
adoptado de conformidad con lo dispuesto en este Código en los
casos de divorcio, separación de hecho, y de segundas u
ulteriores nupcias se aplicaran respecto a las relaciones de los
adoptantes con sus adoptados las mismas normas previstas para
estos casos en el presente código en cuanto a los hijos sujetos a
la patria potestad.
En el caso que se suspendiese la patria potestad a uno de los
adoptantes se remitirá a lo establecido en el Art. 163 del Código
de Familia “Si por cualquier circunstancia cesaren en el ejercicio
de la patria potestad, se le nombrara tutor al u la adoptado (a).”
g) La Adopción y la Guarda y Cuidado del adoptado: Es la acción
de proporcionar vivienda, cuidar y asistir a los menores; en los
casos de los menores que se encuentran en los centros de
atención y cuidado de la Dirección de Niñez Adolescencia y
familia (DINAF) la guarda y cuidado es ejercida por esta
Institución, pero al momento que se da en adopción la guarda y
cuidado se le otorgara a los padres adoptantes y se regirá por lo
establecido en el Art. 186 del Código de Familia “ La patria
potestad comprende entre otros derechos y obligaciones el de
representar legalmente al menor, ejerce su guarda y cuidado,
alimentarlo, asistirlo, educarlo y administrar sus bienes. Se
extinguirá la guarda y cuidado de la misma forma que se
suspende o extingue la patria potestad.
h) La adopción y la sucesión testamentaria y ab-intestato: La
tendencia general de las legislaciones, especialmente europeas
ha sido la de proteger al adoptado haciéndolo participe en la
sucesión testamentaria y ab intestato del adoptante, por el
contrario, a este último se le ha negado todo derecho como
beneficiario en la sucesión del adoptado para evitar adopciones
interesadas.
Este efecto de la adopción ha sufrido, por consiguiente, un
cambio muy notable, ya que habiendo partido de la concepción
romana, hindú, de que la adoptante necesitaba serlo para tener
un sucesor se ha transformado en un instrumento social de
protección de menores abandonados o inadecuadamente
atendidos, con esto se ha trasformado también todo lo
relacionado con la herencia, el adoptado participa como hijo del
adoptante en la sucesión intestada de éste, por lo que sus
derechos son iguales a los de aquéllos.
Aunque el legislador habla únicamente de descendientes del
adoptante, sin duda por respecto al precepto constitucional que
prohíbe las clasificaciones de la filiación, es nuestro criterio se
refiere a los descendientes consanguíneos, pues normalmente se
equipara a los adoptados.
Por lo que hace a la sucesión testamentaria, la ley es
consecuente con el principio establecido por el artículo 979 del
Código Civil que “La testamentifacción es libre”. El adoptante y el
adoptado pueden por consiguiente disponer por testamento que
el otro le suceda bien se a titulo universal o singular.
i) La Adopción y el parentesco: La adopción produce una ficción
en la que se generan los mismos vínculos de los hijos
consanguíneos con los hijos adoptados. Por lo que en lo relativo
al parentesco se seguirán las mismas formalidades que la ley
establece en lo que a la capacidad de comparecer se refiere, así
como lo establece el Artículo 312 del Código Procesal Penal, en el
cual será motivo de tacha a un testigo cuando este sea pariente
dentro del cuarto grado de consanguineidad o segundo de
afinidad de la parte que lo haya presentado, En el caso de tacha
por la adopción el juez garantizara la secretividad del vínculo.
j) La adopción y las autoridades Estatales: El juez competente,
de oficio, a petición de parte interesada o por denuncia, podrá
investigar las condiciones de vida en que se encuentra el
adoptado, con el fin de determinar si se están llenando los
derechos y cumpliendo las obligaciones establecidas en el Código
de Familia.
La función de control y vigilancia que la norma transcrita pone a
cargo del Juez que autorizó la adopción reviste particular
importancia, toda vez que pone de manifiesto el interés del
Estado para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la
adopción.
El Juez deja establecido en la sentencia correspondiente que
será la Dirección de Niñez y Adolescencia y Familia (DINAF)
quien por medio del funcionario correspondiente realice informes
evaluadores del desarrollo integral de los menores dados en
adopción, cuando la adopción se haya realizado con padres
Hondureños, en los casos de padres extranjeros, será la agencia
de adopciones del país donde resida el menor adoptado, para
efecto que presenten informes trimestralmente durante el primer
año, semestralmente el segundo año, y anualmente a partir del
tercer año, hasta que el o las personas adoptadas cumplan la
mayoría de edad, conforme a la Legislación del país de la o los
adoptantes.
EFECTOS DE LA ADOPCION RESPECTO DE TERCEROS:
Algunos de los efectos de la adopción tienen que ver con terceras
personas, especialmente con los familiares de uno y otro sujeto,
en tal caso se tenemos los siguientes:
a) La adopción hace perder al padre biológico la patria potestad de
su hijo;
b) La adopción pone fin a la guarda y cuidado en que se encuentre
el adoptado;
c) El viudo o viuda del adoptante no puede contraer matrimonio
con el adoptado;
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