Contexto histórico Durante el siglo XII, finales de la edad media, el orden social del mundo gira en torno a una economía rural, en donde solo hay espacio para la nobleza, el clero y el campesinado. Sin embargo, a finales del siglo XI, Godric de Finchal, hijo de campesinos de Lincolnshire, encuentra en una vía mercancía en estado de abandono la cual vende en las playas. Con lo poco que recolecta, se asocia a un grupo de mercaderes y empieza, con sus negocios, a acumular riquezas. Una vez convertido en comerciante llevaba mercancía en barcos para comerciar en Flandes y Dinamarca. Cuando tuvo una acumulación base de capital, con él mismo enriquece. Con la creación de las ciudades medievales, el comercio y el artesanado empiezan a tener un desarrollo considerable; a tal punto, que la pimienta se concibe como una moneda. Su producción principalmente se da en La India y Ceilán. Con este desarrollo, los genoveses importan productos extraños para revenderlos a unos precios elevados; así los ciudadanos se endeudan para decorar las ciudades, inclusive adquirir prestamos con los príncipes. Durante el siglo XIII, se crea en Génova un seguro que le permite al comanditario proteger su capital. Las ciudades costeras se enriquecen gracias al comercio marítimo a la par que las del interior invierten en la manufactura, produciendo elementos como la lana, el paño, la seda, el dinant, el cobre, etc. A partir de acá el comerciante ya se concibe como un empresario debido a la compra de materia prima, fabricación de tejido y exportación. Por otro lado, Jacques Goeur en el siglo XV se convierte en un prestamista en Bourges, Francia, el cual tiene sus réditos en el comercio levantino, se convierte superintendente y arrendatario de Carlos VIII. Administraba inmuebles, tierras, minas de cobre y plomo, manufacturas, sal, paños, especias, armas… financió parte de las guerras contra los ingleses y debido a su fortuna, en 1451 le incautaron sus bienes, lo arrestaron y fue exiliado en Roma. En el siglo XVI, siglo de la reforma, en Aubsburgo, los Fugger tienen bajo su dependencia a papas y emperadores. Para ello es necesario remontarse al siglo XIV, donde las rutas de Venecia, donde constantemente se comerciaba especias, seda y paño, son tomadas por Jakob Fugger e inicia su apoderamiento de estas. No obstante, con Martín Lutero, las ciudades más prósperas y ricas de ese entonces, se volvieron protestantes, casos como Ginebra y Escocia y a finales del siglo XVI y comienzos del XVII en los Países Bajos, Inglaterra comienzan unas nuevas formas de control eclesiástico que se vuelve insoportable, pues esta ahoga al individuo por manos del imperio, el calvinista. De hecho, en el texto de Max Weber “la ética protestante y el espíritu del capitalismo”, se afirma que estos países – ciudades, actualmente son ricas en la actualidad porque se encontraban en un ámbito político – religioso netamente protestante. Sin embargo, la reforma no elimina el poder religioso católico sobre la vida, pero sí la suplanta, pasando de una hegemonía cómoda y poco visible (católica) a una estricta y modesta (protestante), es decir, al primero no le interesa lo que el individuo hace en sus horas libres, aunque lo anime a ser virtuoso; mientras que la segunda obliga al sujeto a no malgastar sus horas, pues si en una hora puedo sacar diez chelines, donando otra hora de mi holgazanería a mi trabajo ajustaría no diez, sino veinte chelines. Básicamente podríamos concluir que los elementos para que la confesión católica no promueva el desarrollo económico se debe a 1) un rechazo a lo mundano y 2) la educación a los fieles en la indiferencia hacia los bienes de este mundo. Para afirmar lo que se ha venido tratando, los protestantes usan este ideal para hacer una crítica al estilo de vida católico: “El católico es sereno; dotado de un menor impulso a adquirir una existencia lo más asegurada posible. Le otorga a esta, aun con menores ingresos, una importancia mayor que a otra peligrosa, excitante, pero abierta a las posibilidades de honores y riquezas. La sabiduría popular expresa esto en tono de broma. O se come bien, o se duerme tranquilo” En nuestro caso, al protestante le agrada comer bien, mientras que el católico prefiere dormir tranquilo. El aturo alemán, M. Weber, en el texto la ética protestante y el espíritu del capitalismo afirma que las ciudades que en la actualidad son ricas, en el siglo XVI y XVII fueron netamente protestantes. Lugares como Ginebra, Escocia, Países Bajos, Inglaterra… adoptaron una ética que los impulsaba al trabajo, la riqueza, el tener promovida por el control eclesiástico calvinista. Citas de otros libros El papa Francisco afirma que existen reglas económicas que, si bien ayudaron a un desarrollo… no beneficiaron al hombre en la integralidad de su humanidad. Muchas veces se comete el error de decir que se ha reducido la pobreza, porque, como dice Francisco, se evalúa con criterios antiquísimos. Lo que antes no era signo de pobreza ahora lo es; por ejemplo: La vivienda anteriormente no contaba con electricidad, todo era con aquellas velas que poco a poco caen en desuso, tener energía era un lujo que, por no estar aún desarrollado su cableado, no todos lo tenían, pero era común, porque la mayoría de viviendas no tenía luz. Hoy, en cambio, quien no posea este servicio, se puede clasificar en la clase baja, debido a que, al haber una mayor conexión, lo común es que todos lo tengan. (Fratelli tutti #21, Laudato Sii #2) En Fratelli Tutti, Francisco afirma que se ha perdido el sentido de “abrirse al mundo” y se ha convertido en una apertura de los intereses extranjeros o libertad de poderes económicos que busca imponer una cultura salvaje única donde la sociedad es más globalizada y busca favorecer normalmente la identidad de los más fuertes que se protegen a sí mismos. De este modo la política se vuelve más frágil frente a los poderes económicos, pues si se pierde su esencia, la organización de las sociedades humanas para abrir espacio a algo mucho mayor en lo que parece no haber salida: El capitalismo ¿Cómo un modelo político o uno económico? Este modelo tiende siempre a la infinitud, pues nunca descansa, la parece una desventaja el perder dinero, el dejar de producir, pues como dice el adagio popular americano: “time is gold” (el tiempo es oro). La problemática radica en que, el capitalismo en medio de su infinitud, se abastece de un mundo que es finito, como si hubiese entendido mal el mandato del Dios bíblico: “gobiernen el mundo y domínenlo” (Gn 1,28) (Fratelli Tutti #17) Pero ese mundo que gobierna perece a medida que su poder aumentar. Convertimos en oro no solo el tiempo, sino también el regalo del cosmos. “La política ya no es una discusión sana sobre proyectos a largo plazo para el desarrollo de todos y el bien común, sino solo recetas inmediatistas de marketing que encuentran en la destrucción del otro recurso más eficaz” #15 (?) “La persona humana… queda privada de la libertad, neutralizada, reducida a ser propiedad de otro, con la fuerza, el engaño o la construcción física o psicológica; es tratada como un medio y no como un fin” #24 #29 Desde que la época del ebanista, del carpintero, del agricultor, del ganadero, etc. Culminó, se violenta al estado para dar paso del orden económico feudal al capitalista, creando así una deuda pública que lo único a lo que conlleva es a la miseria de los pueblos, pues no es desconocido que el capital a toda costa “viene al mundo sudando sangre y lodo por todos sus poros” (Marx, p. 238). Un lodo que las multinacionales “generalmente, al cesar sus actividades y al retirarse, dejan grandes pasivos humanos y ambientales, como la desocupación, pueblos sin vida, agotamiento de reservas naturales, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres, cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se pueden sostener” (Laudato Sii #51) dejando a la tierra oprimida y devastada que “gime y sufre como dolores de parto” (Rm 8,22); y una sangre que injustamente es derramada “nutridas por visiones antropológicas reductivas y por un modelo económico basado en las ganancias, que no duda en explotar, descartar e incluso matar al hombre” (Fratelli Tutti #22) todo esto con el fin de una vida opulenta que desconoce, desprecia y pisotea un ser el cual no considera hombre, sino un objeto para yo explotar; pues como afirma Bacon: “de las vacas saco leche, de los hombres dinero” el hombre es hombre en cuanto a mí me sirva, una antropología utilitarista. P 86 Capital Karl Marx. El sobretrabajo surge en el momento en que se impone un monopolio de medios de producción. No es obra del capitalismo, pues esto se remonta inclusive, a las épocas feudales, al imperio romano, si damos un ejemplo conciso. Y ¿en qué consiste el sobretrabajo? Una vez el trabajador, ingresa a ese monopolio de medios de producción, está obligado a producir por un tiempo determinado de horas su producción para así sostener esa sistematización laboral; no obstante, debe además, crear espacios que le permita tener un ingreso adicional para su propia subsistencia. El sobretrabajo es una realidad que no solamente se ha movido en el capitalismo. Ello también ha existido en la época romana y en diversas épocas de la historia, ya Marx afirmaba que este sobretrabajo impone el monopolio de los medios de producción, de tal modo que el trabajado deber disponer tiempo para satisfacer la producción de dichos medios y además, buscar el espacio para implementar tiempo para su subsistencia. (Mejorar y confrontar con el #162 del papa Francisco sobre el trabajo y la dignidad) Escuela de Frankfurt. Consultar Nombre de la Tesis: La crisis del capitalismo ¿un problema para el hombre y/o Yo ontológico? (inspirado por la tesis de JP) Ver primer discurso de Gustavo Petro en la ONU. Problemas existenciales: Crisis de identidad, crisis culturales Somos un ser racional, debido a esa capacidad nos permite ser un ser dotado de posibilidades Capitalismo atenta contra nuestras facultades físicas, espirituales, intelectuales, estéticos, ocio, laboral Nec- otium (no ocio) (NEGOCIO) Otium (ocio) Con esto se desarrolla el ser Problema ontológico: Ergon: Condición de posibilidades