INDICE ÍNDICE MODULO 1. CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO UNIDAD FORMATIVA 1. EL TRABAJO Y SALUD: CONDICIONES DE TRABAJO Y RIESGOS PROFESIONALES 1. Condiciones de trabajo y s alud 2. Ries gos Laborales 3. Prevención y protección: Técnicas preventivas UNIDAD FORMATIVA 2. DAÑOS DERIVADOS DEL TRABAJO 1. Los Accidentes de trabajo 2. Las Enfermedades profes ionales . Enfermedades derivadas del trabajo y otras patologías . UNIDAD FORMATIVA 3. MARCO NORMATIVO EN MATERIA DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES. 1. Las directivas comunitarias 1.1. Alcance y fundamentos jurídicos 1.2. Directivas s obre s eguridad y s alud en el trabajo 2. Legis lación Bás ico Aplicable 2.1. La Ley de Prevención de Ries gos Laborales 2.2. Reglamento de los Servicios de Prevención 2.3. Reglamentaciones es pecíficas derivadas de la LPRL 3. Derechos y obligaciones en materia preventiva. 3.1. Obligaciones del empres ario 3.2. Derechos y deberes de los trabajadores en materia de prevención 4. Cons ulta y participación de los trabajadores . 4.1. Derecho de cons ulta. 4.2. Derecho de participación y repres entación. 5. Res pons abilidades y s anciones en materia preventiva. MODULO 2. LOS RIESGOS GENERALES Y SU PREVENCIÓN UNIDAD FORMATIVA 1. RIESGOS LIGADOS A LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD 1. Lugares de trabajo 2. Máquinas 3. Equipos de trabajo 4. Incendios 5. Electricidad UNIDAD FORMATIVA 2. RIESGOS LIGADOS A AL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO 1. Ries gos provocados por agentes fís icos 2. Ries gos provocados por agentes químicos 3. Ries gos originados por agentes biológicos UNIDAD FORMATIVA 3. LA CARGA DE TRABAJO, LA FATIGA Y LA INSATISFACCIÓN LABORAL 1. La carga de trabajo y la fatiga 2. La ins atis facción laboral UNIDAD FORMATIVA 4. SISTEMAS ELEMENTALES DE CONTROL DE RIESGOS. PROTECCIÓN COLECTIVA E INDIVIDUAL 1. La protección colectiva 2. La protección individual 3. Señalización de la s eguridad y s alud en el trabajo UNIDAD FORMATIVA 5. EL CONTROL DE LA SALUD DE LOS TRABAJADORES. 1. La vigilancia de la s alud 2. Objetivos de la vigilancia de la s alud 3. Las técnicas de vigilancia de la s alud 4. Integración de los programas de vigilancia de la s alud en el programa de prevención de ries gos laborales BIBLIOGRAFÍA MODULO 1. CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO UNIDAD FORMATIVA 1: El trabajo y salud: Condiciones de trabajo y riesgos profesionales UNIDAD FORMATIVA 1 El trabajo y salud: Condiciones de trabajo y riesgos profesionales CONTENIDOS 1. Condiciones de trabajo y s alud 2. Ries gos Laborales 3. Prevención y protección: Técnicas preventivas 1. CONDICIONES DE TRABAJO Y SALUD. RIESGOS LABORALES. En la actualidad tanto en Es paña como en la Unión Europea uno de los as pectos más relevantes es la prevención de riesgos laborales, porque es tán en juego valores fundamentales como el derecho a la vida y a la s alud y s eguridad fís ica de los trabajadores . El trabajo es la actividad que realiza el s er humano como individuo trans formando la naturaleza para s u propio beneficio con la finalidad de la s atis facción de s us neces idades , tanto individuales como colectivas como la mejora de la calidad de vida, el s tatus de la s ociedad, la s atis facción pers onal, etc. Es ta actividad puede crear efectos no des eados s obre la s alud de los trabajadores , ya s ea por la aus encia o perdida de él (ya que la precariedad o el paro pueden s uponer un problema para la s alud mental tanto del trabajador como para la familia o s u entorno s ocial) o por las condiciones laborales en el que el trabajo s e realice (accidentes , enfermedades y daños derivados del entorno laboral) y por ello es tan neces aria la protección de la salud de los trabajadores. A pes ar del progres o que hemos cons eguido en la tecnología, no ha s upues to una eliminación o dis minución de los ries gos , s ino que han aparecido nuevos factores de ries go y de la es tadís tica de accidentes podemos concluir que hay cues tiones en las que s e ha fracas ado o en las que queda mucho por hacer. Si cabe des tacar que en los centros hos pitalarios , exis ten cada vez mayores medidas preventivas , debido a la gran peligros idad que exis te en la mayoría de los s ervicios o unidades , pero aún s e detecta la falta de concienciación en prevención de ries gos laborales tanto por parte de los profes ionales como por parte de las direcciones y gerencias . Para llevar a cabo la protección de los ries gos derivados del trabajo s e puede realizar des de una pers pectiva correctiva de los daños , y des de una pers pectiva preventiva, que es la que va cobrando mayor protagonis mo y des de la Unión Europea y el nuevo marco legis lativo es tatal s e es tá impuls ando la política prevencionis ta de los ries gos profes ionales . La Constitución Española, en s u artículo 40.2 encomienda a los poderes públicos , como uno de los principios rectores de la política s ocial y económica, velar por la s eguridad e higiene en el trabajo. Es te mandato cons titucional conlleva la neces idad de des arrollar una política de protección de la s alud de los trabajadores mediante la prevención de ries gos derivados de s u trabajo y encuentra en la ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Ries gos Laborales , s u pilar fundamental. Para que s ea eficaz es ta nueva política preventiva, además del deber público, es es pecialmente neces aria la participación de dicha actuación de empres arios y trabajadores y, en general, es neces ario involucrar a toda la s ociedad, ins ertando o, en s u cas o, mejorando la formación en es ta materia. Para conocer y relacionar los ries gos en el trabajo tiene para la s alud, primero hemos de definir los que s e entiende por la salud s egún la Organización Mundial de la Salud (OMS), y es el es tado de completo bienes tar fís ico, mental y s ocial y no s olamente la aus encia de enfermedad. La Organización Internacional del Trabajo (O.I.T) y O.M.S cons ideran que: “La salud laboral tiene la finalidad de fomentar y mantener el más alto nivel de bienes tar fís ico, mental y s ocial de los trabajadores de todas las profes iones , prevenir todo daño a la s alud de és tos por las condiciones de trabajo, protegerles en s u empleo contra los ries gos para la s alud y colocar y mantener al trabajador en un empleo que convenga a s us aptitudes ps icológicas y fis iológicas . En s uma adaptar el trabajo al hombre y cada hombre a s u trabajo.” Exis te una relación evidente entre el trabajo y la s alud. La promoción y pres ervación de los trabajadores s e cons igue mediante la adecuación de las condiciones de trabajo y del medio ambiente laboral en el que s e des arrolla. A efectos del cumplimiento del mandato cons titucional a los poderes públicos , la Ley de Prevención de Ries gos Laborales (LPRL) realiza, las s iguientes definiciones básicas en el artículo 4: La Prevención es el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previs tas en todas las fas es de la actividad de la empres a con el fin de evitar o dis minuir los ries gos derivados del trabajo. Un riesgo laboral es pos ibilidad de que un trabajador s ufra un determinado daño derivado del trabajo. Su gravedad depende de la probabilidad de que s e produzca el daño y de la s everidad del mis mo. Los Daños derivados del trabajo s on enfermedades , patologías o les iones s ufridas con motivo u ocas ión del trabajo que s e realiza. La prevención s upone adelantars e. Actuar antes de que algo s uceda para impedirlo o evitar s us efectos . Implica prever con antelación las cons ecuencias negativas de una s ituación y actuar para cambiarla. 2. RIESGOS LABORALES A efectos del cumplimiento del mandato cons titucional a los poderes públicos , la ley de prevención de ries gos laborales realiza las s iguientes definiciones: Un riesgo laboral es pos ibilidad de que un trabajador s ufra un determinado daño derivado del trabajo. Su gravedad depende de la probabilidad de que s e produzca el daño y de la s everidad del mis mo. Un riesgo grave e inminente es “aquel que res ulte probable racionalmente que s e materialice en un futuro inmediato y pueda s uponer un daño grave para la s alud de los trabajadores /as ”. Se tienen que cumplir dos requis itos : 1º. La exis tencia de indicios racionales que indiquen que la s ituación de ries go puede producirs e de forma inmediata. 2º. Que de producirs e la expos ición, las cons ecuencias fueran de daño grave para la s alud de los trabajadores /as , aunque es te daño no s e manifies te de forma inmediata. Los Daños derivados del trabajo s on enfermedades , patologías o les iones s ufridas con motivo u ocas ión del trabajo que s e realiza. Los ries gos laborales y los daños derivados del trabajo pueden s er provocados por los factores que intervienen en las condiciones de trabajo como s on las condiciones de s eguridad, el medio ambiente fís ico de trabajo, los contaminantes químicos y biológicos , la carga de trabajo y la organización de trabajo. Es importante conocer otras definiciones bás icas contenidas en la Ley de prevención de ries gos laborales : Equipo de trabajo: “Cualquier máquina, aparato, ins trumento o ins talación utilizada en el trabajo”. Procesos, actividades, operaciones, equipos o productos “potencialmente peligrosos”: Aquellos que, en aus encia de medidas preventivas es pecíficas , originen ries gos para la s alud de los trabajadores que los des arrollan o utilizan. Equipo de protección individual: Cualquier equipo des tinado a s er llevado o s ujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios ries gos que puedan amenazar s u s eguridad o s alud en el trabajo, as í como cualquier complemento o acces orio des tinado a tal fin. Condición de trabajo: Cualquier caracterís tica del mis mo que pueda tener una influencia s ignificativa en la generación de ries gos para la s eguridad y la s alud del trabajador”. Quedan es pecíficamente incluidas en es ta definición: a) Las caracterís ticas generales de los locales , ins talaciones , equipos , productos y demás útiles exis tentes en el centro de trabajo. b) La naturaleza de los agentes fís icos , químicos y biológicos pres entes en el ambiente de trabajo y s us corres pondientes intens idades , concentraciones o niveles de pres encia. c) Los procedimientos para la utilización de los agentes citados anteriormente que influyan en la generación de los ries gos mencionados . d) Todas aquellas otras caracterís ticas de trabajo, incluidas las relativas a s u organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los ries gos a que es té expues to el trabajador. Peligro: Fuente o s ituación con capacidad de daño en términos de les iones , daños a la propiedad, daños al medio ambiente o una combinación de ambos . Incidente: Cualquier s uces o no es perado ni des eado que no dando lugar a pérdidas de la s alud o les iones a las pers onas , pueda ocas ionar daños a la propiedad, equipos , productos o al medio ambiente, pérdidas de la producción o aumento de las res pons abilidades legales . 3. PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN: TÉCNICAS DE PREVENTIVAS El empres ario, que dirige y controla la actividad laboral, tiene la obligación contractual de garantizar la s alud y la s eguridad en el trabajo, tal y como es tablece el Es tatuto de los Trabajadores (artículo 19.1). De es te modo la LPRL en s u artículo 14 es tablece que los trabajadores tienen derecho a una protección eficaz en materia de s eguridad y s alud laboral, derecho del que s e des prende el correlativo deber del empres ario de proteger a és tos de los ries gos laborales . Es to res ponde a que en una relación laboral el trabajador/a s e ve obligado a realizar actividades que podrían s uponer un ries go para s u s alud, no como fruto de s u libre decis ión s ino como cons ecuencia de s u neces idad de trabajar y del poder de dirección y control de la actividad laboral por parte del empres ario. EL concepto s obre el que s e bas a la mejora de las condiciones de trabajo es la de prevención, entendida como el conjunto de actividades o medidas adoptadas y previs tas en todas las fas es de evitar o dis minuir los ries gos derivados del trabajo. El empres ario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención con arreglo a los s iguientes principios generales de la acción preventiva, que s e incluyen en el artículo 15 de la LPRL: Evitar los ries gos . Evaluar los ries gos que no s e puedan evitar. Combatir los ries gos en s u origen. Adaptar el trabajo a la pers ona, en particular en lo que res pecta a la concepción de los pues tos de trabajo, as í como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras , en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mis mo en la s alud. Tener en cuenta la evolución de la técnica. Sus tituir lo peligros o por lo que entrañe poco o ningún peligro. Planificar la prevención, bus cando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones s ociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo. Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual. Dar las debidas ins trucciones a los trabajadores . Se han des arrollado divers as técnicas de prevención con el objeto de prevenir la concurrencia de ries gos laborales que provoquen daños en el trabajador. Todas abordan la eliminación de ambientes agres ivos de trabajo, s ean debidos a circuns tancias técnicas , a comportamientos del hombre, al funcionamiento de la organización de la empres a o a otras circuns tancias de tipo s ocial general. Las técnicas es pecíficas de la prevención en ries gos laborales s on cinco: A. Seguridad en el trabajo: Es el conjunto de técnicas y procedimientos cuyo fin es eliminar o reducir el ries go de que produzcan accidentes de trabajo. Su actividad cons is te en la prevención de ries gos derivados de las condiciones materiales de s eguridad, bus cando el origen de dichos ries gos y eliminarlos mediante normas , dis eños y medidas de s eguridad. Se trata por tanto, de prevenir los accidentes de trabajo que provocan todos aquellos ries gos de origen mecánico. Las técnicas en s eguridad s e dividen en: Técnicas analíticas: s e centran en la detección, anális is y valoración de los ries gos derivados de las condiciones de s eguridad, pueden s er: Previas al accidente: Ins pecciones de s eguridad Control es tadís tico de accidentes Pos teriores al accidente: Inves tigaciones de accidentes Notificación y regis tro de accidentes Técnicas operativas: s e ocupan de la eliminación o la reducción de la accidentalidad mediante acciones preventivas o protectoras una vez conocido el ries go, s e dis tinguen, dos ámbitos de actuación: As pectos técnicos : técnicas de concepción (s eguridad en el dis eño y proyecto de ins talaciones , equipos y métodos de trabajo) y de corrección (utilización de defens as y res guardos , protecciones colectivas e individuales , mantenimiento preventivo). As pectos humanos : previas o pos teriores a la incorporación al pues to (s elección de pers onal, información, formación, prácticas y campañas de s eguridad...) B. Higiene Industrial: Es la dis ciplina que s e centra en la identificación, valoración y corrección de los factores de ries gos derivados de la pres encia en el medio ambiente laboral de contaminantes ambientales , ya s ean fís icos , químicos y biológicos . La metodología de actuación contempla las s iguientes fases: Reconocimiento e identificación de los agentes contaminantes . Medición de la concentración de los mis mos . Valoración de los res ultados , para es tos proces os s e utilizan criterios legales , o valores de referencia de entidades reconocidas (TLV, VLA). Adopción de medidas , s e debe evitar o dis minuir el ries go con medidas encaminadas a eliminar el foco, actuar en el medio donde s e propaga o s obre el receptor (s obre los trabajadores afectados ). C. Medicina del trabajo Su objeto es el es tudio, diagnós tico, calificación, prevención y tratamiento, de cuantas circuns tancias del trabajo originan patologías en el trabajador. Complementan es ta actuación con la curación y rehabilitación de los trabajadores que hayan podido contraer es as patologías . Para ello, maneja es tudios epidemiológicos de la población, obs erva a los individuos clínicamente y reconoce periódicamente a los trabajadores . D. Ergonomía El objeto de la ergonomía es la adaptación de las condiciones de trabajo al hombre para cons eguir la mayor armonía pos ible entre las condiciones óptimas de confort y la máxima eficacia productiva. La ergonomía dis eña los medios materiales y métodos de trabajo apoyándos e en otras dis ciplinas científicas como la ingeniería, ps icología, anatomía, arquitectura, etc., por lo que puede cons iderars e como una técnica pluridis ciplinar. La ergonomía es una dis ciplina que actúa en varias áreas: Ergonomía ambiental: relacionada al trabajador con los factores ambientales como s on el ambiente térmico, el ambiente vis ual, el ruido y las vibraciones . Ergonomía geométrica: s e refiere a la relación del tamaño del pues to de trabajo con el trabajador. Ergonomía temporal: s e ocupa de los tiempos de trabajo. Ergonomía de s eguridad: pretende cons ervar la integridad fís ica del trabajador, ya s ea en la concepción, en la corrección o en la protección de los equipos frente a los trabajadores que los vayan a utilizar. Ergonomía de la comunicación: interviene en el dis eño de la comunicación entre los trabajadores y las maquinas , mediante el anális is del s oporte utilizado. Un es tudio ergonómico s uele incluir anális is de las demandas de la tarea, de las capacidades pers onales , y de las condiciones de trabajo. E. Ps icos ociología Es una técnica no medica, s u objeto es el control de los ries gos ps icos ociales , es decir, aquellos derivados de la interacción entre las caracterís ticas organizativas y la es tructura de la empres a y las capacidades , s ituación pers onal y neces idades del trabajador, que puede influir en la s alud, en el rendimiento y la s atis facción en el trabajo. Podemos clas ificar los factores de ries go que s e deben de analizar bajo la pers pectiva de la ps icos ociología, lo s iguientes : La tarea La organización del pues to de trabajo La es tructura de la organización de la empres a Otras caracterís ticas como el tamaño, la es tructura jerárquica, formación, carrera profes ional, etc.) UNIDAD FORMATIVA 2. Daños derivados del trabajo UNIDAD FORMATIVA 2 Daños derivados del trabajo CONTENIDOS 1. Los accidentes laborales . 2. Las enfermedades profes ionales . 3. Enfermedades derivadas del trabajo y otras patologías . 1. LOS ACCIDENTES LABORALES El artículo 115 de la Ley General de la Seguridad Social (LGSS, texto refundido de 1994) define accidente laboral como toda les ión corporal que el trabajador s ufra con ocas ión o por cons ecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena. Para que s e cons idere que es accidente laboral es neces ario que s e cumplan las s iguientes características: 1º. Exis tencia de lesión corporal, que puede s er fís ica o ps íquica. 2º. Que el trabajador sea por cuenta ajena o es té dado de alta en la contingencia de accidente de trabajo como autónomo por cuenta propia. También s e extiende el concepto a los trabajadores s ocios de s ociedades mercantiles . 3º. Que el accidente con ocas ión o por cons ecuencia del trabajo. Es decir, que exis ta una relación de causalidad entre el trabajo y la lesión. La noción de accidente de trabajo s e amplía con el es tablecimiento legal de una presunción. Se presumirá, s alvo prueba de lo contrario, que s on cons titutivas de accidentes de trabajo, las les iones que s ufra el trabajador durante el tiempo y el lugar de trabajo. La pres unción s upone que el trabajador queda eximido al tener que probar la relación de caus alidad entre el trabajo y les ión, y s ólo s e des truye ante la prueba cierta y convincente de que el accidente no guarda ninguna relación con el trabajo. Es ta pres unción es de aplicación a los accidentes ocurridos : Durante las horas extraordinarias En los tiempos de des cans o Durante el bocadillo o comida que s e realicen en el lugar de trabajo Durante los llamados tiempo de es pera o pues ta a dis pos ición de la empres a. Es ta pres unción no s e aplica en los accidentes in itínere. A partir de 2005, la definición de accidente laboral también incluye a los trabajadores autónomos que previamente as í lo s oliciten a la Seguridad Social y abonen las cuotas s ociales corres pondientes . Se cons ideran as imis mo accidentes laborales los s iguientes s upues tos : Los accidentes que ocurren al ir o volver del trabajo. Son denominados accidentes in itínere. Es neces ario para cons iderar in itínere un accidente laboral que s e haya producido entre el domicilio habitual del trabajador y el pues to de trabajo. No s e cons iderará accidente laboral, s i s e producen interrupciones en el camino para realizar actos ajenos al trabajo o s e dirige des de el trabajo a lugares dis tintos del domicilio habitual. Igualmente s e cons idera accidente de trabajo el denominado por la juris prudencia “accidente en misión”: es el acaecido fuera del centro de trabajo, pero en el trayecto en el des empeño de la mis ión encargada al trabajador por el empres ario dentro del cometido propio de s u contrato de trabajo. Los que des empeñe el trabajador con ocas ión o como cons ecuencia del desempeño de cargos electivos de carácter sindical o de gobierno de las entidades gestoras, as í como los ocurridos al ir o al volver del lugar en el que s e ejerciten las funciones propias de dichos cargos . Los ocurridos con ocas ión o por cons ecuencia de las tareas que, aún s iendo distintas a las de su categoría profesional, ejecuta el trabajador en cumplimiento de las órdenes del empres ario o es pontáneamente en interés del buen funcionamiento de la empres a. Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga, cuando unos y otros tengan conexión con el trabajo. Las enfermedades que contraiga el trabajador con motivo de la realización de s u trabajo, s iempre y cuando s e pruebe que la enfermedad tuvo por caus a exclus iva la realización del mis mo y no es té catalogada como enfermedad profes ional. Las enfermedades o defectos padecidos con anterioridad por el trabajador que s e agraven como cons ecuencia de la les ión cons titutiva del accidente. Las enfermedades intercurrentes, es decir, las que cons tituyan complicaciones derivadas del proces o patológico determinado por el accidente mis mo (las cons ecuencias del accidente s e modifican en s u naturaleza, duración, gravedad o terminación), o tengan s u origen en afecciones adquiridas en el nuevo medio en que s e haya s ituado el paciente para s u curación. Los infartos de miocardio, trombosis, hemorragias cerebrales o similares cuando s e producen a caus a o cons ecuencia del trabajo. Ahora bien, no impide que un accidente sea calificado como de trabajo: La imprudencia profesional del trabajador, cons ecuencia del ejercicio habitual de un trabajo y derivada de la confianza que és te ins pira, por la que, ante la exis tencia del ries go, el trabajador s e crea capaz de s uperarlo por s u habilidad pers onal. La concurrencia de culpabilidad civil o criminal del empresario, de un compañero de trabajo del accidentado o de un tercero, s alvo que no guarde relación alguna con el trabajo. No s e cons iderará accidente de trabajo: La Imprudencia temeraria, aunque s í la imprudencia profes ional. El accidente que s e produce en el pues to de trabajo cuando el accidentado es tá cometiendo un delito dolos o. Los infartos de miocardio, trombos is , hemorragias cerebrales o s imilares s i no s on producto del trabajo. Los accidentes s e clas ifican en: a) Leves: Provocan una incapacidad laboral corta y la víctima no es hos pitalizada. b) Graves: Son los que provocan una incapacidad laboral prolongada o permanente y en los que la víctima es hos pitalizada. c) Mortales: Provocan la muerte del trabajador. Los factores que intervienen en los accidentes s e clas ifican en: a) Naturaleza de la lesión: Es la clas e de les ión fís ica s ufrida. b) Parte del cuerpo: Se refiere a la parte del cuerpo de la pers ona les ionada, que fue afectada por la les ión. c) Origen de la lesión: Expres a el objeto, la expos ición, la s us tancia o el movimiento del cuerpo que directamente produjo la les ión. d) Clase de accidente: Es el hecho que directamente provocó la les ión. e) Condición peligrosa: Es la condición fís ica o circuns tancial que permitió u ocas ionó el accidente. f) Agente del accidente: Hace referencia al objeto, la s us tancia o la parte de las ins talaciones en donde exis tió la condición peligros a. g) Parte del agente: Es la parte es pecífica del agente del accidente que fue peligros a. h) Acto inseguro: Es la violación de un procedimiento de s eguridad comúnmente aceptado, que directamente permitió u ocas ionó el accidente. i) Incidente: Es todo proces o anormal, no querido ni des eado, que s e pres enta en forma brus ca, ines perada e imprevis ta y que interrumpe la actividad normal del trabajo, pero no caus a les iones humanas . j) Avería: Se define como todo incidente s in potencialidad les iva para las pers onas , que acaece en el curs o del trabajo. k) Consecuencias del accidente: A las cons ecuencias del accidente las llamamos pérdidas , porque s on el res ultado negativo del accidente y pueden s er de dos clas es : Daño: Cons ecuencia material negativa derivada de un accidente: por ejemplo, pérdidas de tiempo, des trucción de herramientas , daño a los productos s emi-elaborados , etc. Lesión: Cons ecuencia negativa pers onal derivada de un accidente; las les iones s ufridas por un trabajador pueden s er: funcionales , ps íquicas , orgánicas e inclus o la muerte. Las consecuencias de los accidentes s e clas ifican en: Sin pérdida. Sólo con daños (accidentes blancos ). Con daños y les iones . Con s ólo les iones . 2. LAS ENFERMEDADES PROFESIONALES El concepto legal actualmente vigente de enfermedad profes ional s e recoge en el artículo 116 de la Ley General de la Seguridad Social que dis pone: “Se entenderá por enfermedad profesional la contraída a cons ecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que s e es pecifican en el cuadro que s e aprueba por las dis pos iciones de aplicación y des arrollo de es ta Ley, y que es té provocada por la acción de los elementos o s us tancias que en dicho cuadro s e indiquen para cada enfermedad”. Es te concepto s upone la concurrencia de tres requis itos : Trabajo por cuenta ajena (aunque como ya s e ha indicado en el accidente de trabajo, s e ha extendido la acción protectora a los trabajadores por cuenta propia). Que ocurra en alguna de las actividades recogidas en la lis ta de enfermedad profes ionales aprobada por el Real Decreto, en aplicación y des arrollo del citado artículo 116 de la LGSS. Que s ea provocada por la acción de elementos o s us tancias también incluidas en la lis ta. Exis ten tres elementos paralelos con el concepto de accidente de trabajo (la enfermedad, el trabajo y la relación de caus alidad ente trabajo y enfermedad), pero es menos amplio, ya que no s e produce la enfermedad con ocas ión del trabajo s ino, s olamente a cons ecuencia del mis mo. El cuadro de enfermedades profes ionales del Decreto de 12 de Mayo de 1978, amplía el cuadro anterior de 1961 , y abarca s eis grupos de enfermedades . El Real Decreto 1299/2006 de 10 de noviembre de 2006 aprobó un nuevo cuadro de enfermedades profes ionales , y en el mis mo, a través de la Orden TAS/1/2007 de 2 de enero, también s e es tablecen nuevos criterios de notificación y regis tro de las enfermedades profes ionales .Las principales novedades s on las s iguientes : El “Parte de Enfermedad Profes ional” deberá s er comunicado por vía electrónica con la ayuda del s is tema informático CEPROSS, des de el 1 de enero de 2007 y para todas aquellas enfermedades profes ionales con diagnós tico o en periodo de obs ervación des de la citada fecha. Las Entidades Ges toras y Colaboradoras de la Seguridad Social s erán las encargadas de trans mitir el Parte de Enfermedad Profes ional, pues to que en es te cas o s on s ujetos obligados . Las empres as y trabajadores por cuenta propia que dis pongan de cobertura de contingencias profes ionales , es tarán obligados a facilitar toda la información que obre en s u poder y que les s ea requerida para la elaboración del parte, por la Entidad Ges tora o Colaboradora con quien tenga as egurada la cobertura de las contingencias profes ionales . Las Empres as Colaboradoras deben trans mitir en el plazo de tres días hábiles a la entidad Ges tora o Colaboradora que corres ponda, el diagnós tico de las enfermedades profes ionales de s us trabajadores . El Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que s e aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en el s is tema de la Seguridad Social, s egún anexo 1, indica lo s iguiente: Cuadro de enfermedades profesionales: Grupo 1: Enfermedades profesionales causadas por agentes químicos. Grupo 2: Enfermedades profesionales causadas por agentes físicos. Grupo 3: Enfermedades profesionales causadas por agentes biológicos. Grupo 4: Enfermedades profesionales causadas por inhalación de sustancias y agentes no comprendidas en otro apartados. Grupo 5: Enfermedades profesionales de la piel causadas por sustancias y agentes no comprendidos en alguno d otros apartados. Grupo 6: Enfermedades profesionales causadas por agentes carcinogénicos. La gestión de la enfermedad profesional: La calificación de la enfermedad profes ional corres ponde en exclus iva al INSS o al Ins tituto Social de la Marina. Corres ponde a la mutua a la que es té as ociada la empres a la elaboración y tramitación del parte de enfermedad profes ional. Corres ponde a la empres a facilitar a dicha mutua la información neces aria para elaborar el parte de enfermedad profes ional. En s entido formal, no es enfermedad profes ional la que no aparece incluida en la lis ta oficial y tampoco la que no es producida en alguna de las actividades y por los elementos definidos o enumerados en la mis ma. La enfermedad profes ional requiere una relación directa caus a-efecto; s in embargo, las alteraciones de la s alud s on cada vez más de tipo ines pecífico, multifactorial. El ambiente de trabajo y s us caracterís ticas pueden contribuir, s umados a otros factores de ries go a la aparición de enfermedades de etiología múltiple (tras tornos del s is tema locomotor, enfermedades res piratorias crónicas no es pecíficas , alteraciones gás tricas , etc.). A los tras tornos de es te tipo s e les denominan enfermedades relacionadas con el trabajo por la Organización Mundial de la Salud. Las enfermedades profes ionales deben investigarse s egún indica en el art. 16.3 de la Ley de Prevención de Ries gos Laborales : “Cuando s e haya producido un daño para la s alud de los trabajadores o cuando, con ocas ión de la vigilancia de la s alud previs ta en el artículo 22, aparezcan indicios de que las medidas de prevención res ultan ins uficientes , el empres ario llevará a cabo una inves tigación al res pecto, a fin de detectar las caus as de es tos hechos .” 3. ENFERMEDADES DERIVADAS DEL TRABAJO Y OTRAS PATOLOGÍAS. La ley de Prevención de Ries gos Laborales define los daños profes ionales como un enfoque mucho más integral y aperturis ta. Es ta ley define los daños derivados del trabajo, como las enfermedades , patologías o les iones s ufridas con motivo u ocas ión del trabajo. Dentro de los daños profes ionales podemos hablar de otro concepto de accidentes y enfermedades derivadas del trabajo. Des de es ta pers pectiva, s e cons idera enfermedad derivada del trabajo aquel deterioro lento y paulatino de la s alud del trabajador, producido por una expos ición crónica a s ituaciones advers as , s ean es tas producidas por el ambiente en el que des arrolla el trabajo o por la forma que és te organizado. Por tanto s i la enfermedad derivada del trabajo es un deterioro lento y paulatino de la s alud, puede aparecer des pués de varios años de expos ición al factor de ries go de que s e trate, no podemos es perar a que aparezcan s íntomas para actuar, ya que generalmente los efectos de es tas enfermedades s on irrevers ibles . Para poder analizar mejor los factores res pons ables de que s e produzca una enfermedad derivada del trabajo habrá que analizar las s iguientes variables : La concentración del agente contaminante en el ambiente del trabajo. El tiempo de expos ición Las caracterís ticas pers onales de cada trabajador. La pres encia de varios contaminantes al mis mo tiempo. Por todo ello tenemos que comprender que no s e debe de pens ar que s olamente los accidentes de trabajo y las enfermedades profes ionales s on los únicos daños a la s alud, por s er las únicas definidas y protegibles por el s is tema de la s eguridad s ocial, s ino que hay que ir más allá y procurar una mejora en la calidad de la vida laboral. UNIDAD FORMATIVA 3. Marco normativo en Prevención de Riesgos laborales UNIDAD FORMATIVA 3 Marco normativo en prevención de riesgos laborales CONTENIDOS 1. Las directivas comunitarias 1.1. Alcance y fundamentos jurídicos 1.2. Directivas s obre s eguridad y s alud en el trabajo 2. Legis lación Bás ico Aplicable 2.1. La Ley de Prevención de Ries gos Laborales 2.2. Reglamento de los Servicios de Prevención 2.3. Reglamentaciones es pecíficas derivadas de la LPRL 3. Derechos y obligaciones en materia preventiva. 4. Cons ulta y participación de los trabajadores . 4.1. Derecho de cons ulta. 4.2. Derecho de participación y repres entación. 5. Servicios de Prevención. 6. Res pons abilidades y s anciones en materia preventiva. 1. LAS DIRECTIVAS COMUNITARIAS 1.1. ALCANCE Y FUNDAMENTOS JURÍDICOS Una de las políticas más importantes de la Unión Europea es la política s ocial. Dentro de la política social s e encuentra incluida la política de “Seguridad y Salud de los trabajadores en el lugar de trabajo”, cuyo propós ito es fijar unos niveles mínimos de protección que s e apliquen por igual a los trabajadores de todos los país es europeos de la Unión. El artículo 118 A del tratado cons titutivo de la Comunidad Europea s eñala que “Los Es tados miembros procurarán promover la mejora, en particular, del medio de trabajo, para proteger la s eguridad y la s alud de los trabajadores , y s e fijarán como objetivo la armonización, dentro del progres o, de las condiciones exis tentes en es te ámbito.” Los objetivos, en definitiva, s on dos : Aumentar la protección a todos los trabajadores Procurar que, en materia de s eguridad y s alud en el trabajo, no haya grandes diferencias entre un Es tado y otro (armonizar). Para hacer es to pos ible, la Unión Europea utiliza fundamentalmente la elaboración de “directivas ”. Las directivas s on actos jurídicos de carácter vinculante cuyos des tinatarios s on los Es tados miembros . A través de ellas s e adaptan las “dis pos iciones mínimas que habrán de aplicars e.” Los Es tados Miembros es tán obligados en cuanto al res ultado a cons eguir (los objetivos de la directiva), aunque tienen cierta libertad en cuanto a los medios para tras poner la directiva. La trans pos ición de una directiva cons is te en convertir una directiva en una norma legal que s ea de obligado cumplimiento en el país . Aunque, para trans poner una directiva, s ería perfectamente pos ible convertirla en ley s in cambiar una s ola coma del texto inicial, la mayoría de los país es prefieren hacer adaptaciones de las directivas para ajus tarlas a s us caracterís ticas o s us s ituaciones nacionales . 1.2. DIRECTIVAS SOBRE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO La directiva fundamental en es ta materia es la 89/391/CEE (Directiva del Consejo de 12 de junio de 1989 relativa a la aplicación de medidas de promover la mejora de la seguridad y salud en el trabajo). Ha recibido el s obrenombre de Directiva “Marco” de Seguridad. Es la directiva que fija las principales reglas de juego para los empres arios y los trabajadores en lo que s e refiere a la mejora de la s eguridad y s alud en el trabajo. La Directiva Marco fue trans pues ta al derecho es pañol mediante la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL). La Directiva Marco abre la puerta a un abanico de directivas es pecíficas s obre s eguridad y s alud en el trabajo, que podemos clas ificar en varios grupos: Colectivos es peciales de trabajadores . Directivas dedicadas a divers os colectivos a los que s e les s upone una mayor neces idad de protección: trabajadoras embarazadas , trabajadores atípicos (trabajo temporal), trabajadores jóvenes , etc. Lugares de trabajo. Exis te una directiva con es te mis mo título que es tablece los requis itos para el dis eño y utilización de los lugares de trabajo en general. Además exis ten varias directivas s obre lugares de trabajo es peciales (obras de cons trucción, canteras y minas , s ondeos , buques de pes ca, medios de trans porte, trabajos agrícolas , etc.). Agentes contaminantes . Es te grupo s e refiere a la protección de los trabajadores frente a los ries gos relacionados con la expos ición a agentes fís icos , químicos y biológicos (agentes cancerígenos , amianto, plomo, ruido, radiaciones ionizantes , agentes biológicos , etc.) 2. LA LEGISLACIÓN BÁSICA APLICABLE 2.1. LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES (LPRL) La Ley de Prevención de ries gos laborales , trans pone a nues tro derecho, además de la Directiva Marco, que contiene la normativa bás ica de la política de prevención comunitaria, tres Directivas relativas a la protección de la maternidad y de los jóvenes y al tratamiento de las relaciones de trabajo temporal. Has ta la aprobación de la Ley, es ta materia es taba regulada fundamentalmente por la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo de 1971. La LPRL es tablece el marco jurídico para des arrollar los requis itos de s eguridad y s alud en el trabajo que marcan las directivas comunitarias del artículo 118 A del Tratado cons titutivo de la Comunidad Europea. Es ta Ley de prevención de ries gos laborales ha s ido afectada o modificada por: LEY 32/2010, de 5 de agos to, por la que s e es tablece un s is tema es pecífico de protección por ces e de actividad de los trabajadores autónomos LEY 25/2009, de 22 de diciembre, de modificación de divers as leyes para s u adaptación a la Ley s obre el libre acces o a las actividades de s ervicios y s u ejercicio. LEY Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres . LEY 31/2006, de 18 de octubre, s obre implicación de los trabajadores en las s ociedades anónimas y cooperativas europeas . LEY 30/2005, de 29 de diciembre, de Pres upues tos Generales del Es tado para el año 2006. LEY 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de ries gos laborales . REAL DECRETO LEGISLATIVO 5/2000, de 4 de agos to, por el que s e aprueba el Texto Refundido de la Ley s obre Infracciones y Sanciones en el Orden Social. LEY 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las pers onas trabajadoras . LEY 50/1998, de 30 de noviembre, de Medidas Fis cales , Adminis trativas y del Orden Social 2.2. REGLAMENTO DE LOS SERVICIOS DE PREVENCIÓN Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, cons iderando la prevención de los ries gos laborales como actuación a des arrollar en el s eno de la empres a, determina los procedimientos de evaluación de los ries gos para la s alud de los trabajadores y las modalidades de organización, funcionamiento y control de los s ervicios de prevención, as í como las capacidades y aptitudes que deben reunir dichos s ervicios y los trabajadores des ignados para des arrollar actividades preventivas . Es te reglamento es tá afectado o modificado por los s iguientes reales decretos : R.D. 337/2010, de 19 de marzo, por el que s e modifican el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que s e aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención; el Real Decreto 1109/2007, de 24 de agos to, por el que s e des arrolla la Ley 32/2006, de 18 de octubre, reguladora de la s ubcontratación en el s ector de la cons trucción y el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que s e es tablecen dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud en obras de cons trucción. R.D. 298/2009, de 6 de marzo, por el que s e modifica el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que s e aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, en relación con la aplicación de medidas para promover la mejora de la s eguridad y de la s alud en el trabajo de la trabajadora embarazada, que haya dado a luz o en período de lactancia R.D. 604/2006, de 19 de mayo, por el que s e modifican el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que s e aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. R.D. 688/2005, de 10 de junio, por el que s e regula el régimen de funcionamiento de las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profes ionales de la Seguridad Social como s ervicio de prevención ajeno. R.D. 780/1998, de 30 de abril, por el que s e modifica el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que s e aprueba el Reglamento de los s ervicios de prevención. 2.3. REGLAMENTACIONES ESPECÍFICAS DERIVADAS DE LA LPRL La LPRL indica que el Gobierno regulará los requis itos mínimos que deben reunir las condiciones de trabajo para la protección de la s eguridad y la s alud de los trabajadores (art.6.a.) En es te s entido las reglamentaciones técnicas más importantes s on las relativas a lugares de trabajo, equipos de trabajo, y equipos de protección individual. 3. DERECHOS Y OBLIGACIONES EN MATERIA PREVENTIVA En la cons titución es pañola comienzan la bas e del conjunto de derechos y obligaciones tanto de trabajadores y empres arios en materia de prevención de ries gos laborales . El derecho a la vida y a la integridad física que el artículo 15 de la Cons titución Es pañola reconoce con carácter general a todos los ciudadanos cuenta con una protección es pecial en el ámbito laboral. Es te derecho enlaza con el artículo 4.2 d) del Es tatuto de los Trabajadores en el que s e indica que en la relación de trabajo los trabajadores tienen el derecho a s u integridad fís ica y a una adecuada política de s eguridad e higiene. Por otro lado, el revers o s e configura por el art. 5.b del E.T . al configurar como deber bás ico de los trabajadores el de “Obs ervar las medidas de s eguridad e higiene que s e adopten”. Finalmente el artículo 18 del E.T. reitera que el trabajador, en la pres tación de s us s ervicios tendrá derecho a una protección eficaz en materia de s eguridad e higiene. Además en s u artículo 40.2., la Cons titución Es pañola dis pone que los poderes públicos velen por la s eguridad e higiene en el trabajo. 3.1. OBLIGACIONES DEL EMPRESARIO El deber de prevención del empresario s e configura como una obligación de carácter genérico en la normativa, aunque la legis lación para facilitar la efectividad regula varias obligaciones legales es pecíficas relativas a diferentes áreas . Las obligaciones del empres ario es tán reguladas en los Capítulos III, IV, y V de la LPRL y s e des arrollan por el RD. 39/1997, de 17 de enero, que aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. De manera genérica s e es tablecen en s e es tablecen en el Art. 14 LPRL. DEBER DEL EMPRESARIO DE GARANTIZAR LA SEGURIDAD Y LA SALUD DE LOS TRABAJADORES A. Deber de Protección El deber general de protección s e deriva del poder de dirección que os tenta el empres ario. Llevado al ámbito de la relación laboral es un deber contractual que s e corres ponde con el derecho del trabajador a conservar la salud. El empres ario, como cons ecuencia de la celebración de contratos de trabajo, es titular del deber de protección, es te deber es un deber integral, pues el empres ario es tá obligado a garantizar la s eguridad y s alud de los trabajadores en todos los as pectos relacionados con el trabajo, adoptando las medidas neces arias para la protección de aquellos bienes jurídicos (art. 14.2 LPRL). Se trata además de un deber irrenunciable e intrans ferible, concretamente las medidas que integran el deber de protección han de regirs e conforme a los s iguientes principios de la acción preventiva (art. 15 LPRL): Evitar los ries gos . Evaluar los ries gos que no s e puedan evitar. Combatir los ries gos en s u origen. Adaptar el trabajo a la pers ona, en particular en lo que res pecta a la concepción de los pues tos de trabajo, as í como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras , en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mis mo en la s alud. Tener en cuenta la evolución de la técnica. Sus tituir lo peligros o por lo que entrañe poco o ningún peligro. Planificar la prevención, bus cando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones s ociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo. Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual. Dar las debidas ins trucciones a los trabajadores . Podemos deducir que el deber del empres ario es prevenir los riesgos y no reparar los daños . B. Plan de Prevención, evaluación de Riesgos y planificación preventiva (Art. 16 LPRL) El empres ario deberá integrar la prevención de ries gos laborales en el s is tema general de ges tión de la empres a, tanto en el conjunto de s us actividades como en todos los niveles jerárquicos de és ta, a través de la implantación y aplicación de un plan de prevención de riesgos laborales. (Artículo 16 LPRL) Es te plan deberá incluir la es tructura organizativa, las res pons abilidades , las funciones , las prácticas , los procedimientos , los proces os y los recurs os neces arios para realizar la acción de prevención de ries gos en la empres a. Los ins trumentos es enciales para la ges tión y aplicación del plan de prevención de ries gos , que podrán s er llevados a cabo por fas es de forma programada, s on la evaluación de riesgos laborales y la planificación de la actividad preventiva. Como ya conocemos s egún el art. 3 del Reglamento de los Servicios de Prevención, la evaluación de riesgos, es “el proces o dirigido a es timar la magnitud de aquellos ries gos que no hayan podido evitars e obteniendo la información neces aria para que el empres ario es té en condiciones de tomar una decis ión apropiada s obre la neces idad de adoptar medidas preventivas y, en tal cas o, s obre el tipo de medidas que deben adoptars e” . El empres ario deberá realizar una evaluación inicial de los riesgos para la s eguridad y s alud de los trabajadores , teniendo en cuenta, con carácter general: la naturaleza de la actividad, las caracterís ticas de los pues tos de trabajo exis tentes , caracterís ticas de los trabajadores que deban des empeñarlos , aquellas actuaciones que deban des arrollars e de conformidad con lo dis pues to en la normativa s obre protección de ries gos es pecíficos y actividades de es pecial peligros idad. Igualmente deberá hacers e una evaluación con ocas ión de la elección de los equipos de trabajo, de las s us tancias o preparados químicos y del acondicionamiento de los lugares de trabajo. La evaluación s erá actualizada cuando cambien las condiciones de trabajo y, en todo cas o, s e s ometerá a cons ideración y s e revis ará, s i fuera neces ario, con ocas ión de los daños para la s alud que s e hayan producido. Cuando el res ultado de la evaluación lo hiciera neces ario, el empres ario realizará controles periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores en la pres tación de s us s ervicios , para detectar s ituaciones potencialmente peligros as . El empres ario realizará aquellas actividades preventivas neces arias para eliminar o reducir y controlar los ries gos res ultantes de la evaluación. Es tas actividades s erán objeto de planificación, incluyéndos e el plazo para llevarlas a cabo, la des ignación de res pons ables y los recurs os humanos y materiales neces arios para s u ejecución. El empres ario deberá as egurars e de la efectiva ejecución de las actividades preventivas incluidas en la planificación, efectuando para ello un s eguimiento continuo de la mis ma. Si como cons ecuencia de es tos controles periódicos s e detecta una inadecuación a los fines de protección requeridos , s e modificarán las actividades de prevención. Si s e ha producido un daño para la s alud de los trabajadores o s i con ocas ión de la vigilancia de la s alud aparecen indicios de que las medidas de prevención res ultan ins uficientes , s e deberá realizar una evaluación posterior para aplicar nuevas medidas preventivas . C. Equipos de trabajo y medios de protección El empres ario adoptará las medidas neces arias con el fin de que los equipos de trabajo s ean adecuados para el trabajo que deba realizars e y convenientemente adaptados a tal efecto, de forma que garanticen la s eguridad y la s alud de los trabajadores al utilizarlos .(Art. 17 LPRL) Los equipos de trabajo s on aquellas máquinas , ins trumentos , aparatos o ins talaciones que el trabajador utilizará en s u trabajo (art. 4.6. LPRL) Cuando la utilización de un equipo de trabajo pueda pres entar un ries go es pecífico para la s eguridad y la s alud de los trabajadores , el empres ario adoptará las medidas neces arias con el fin de que: La utilización del equipo de trabajo quede res ervada a los encargados de dicha utilización. Los trabajos de reparación, trans formación, mantenimiento o cons ervación s ean realizados por los trabajadores es pecíficamente capacitados para ello. Deberá proporcionar a s us trabajadores equipos de protección individual adecuados para el des empeño de s us funciones y velar por el us o efectivo de los mis mos cuando, por la naturaleza de los trabajos realizados , s ean neces arios . Los equipos de protección individual deberán utilizars e cuando los ries gos no s e puedan evitar o no puedan limitars e s uficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas , métodos o procedimientos de organización del trabajo. D. Información, consulta y participación de los trabajadores (Art. 18 LPRL) Cumpliendo con s u deber de protección, el empres ario adoptará las medidas adecuadas para que los trabajadores reciban todas las informaciones neces arias s obre: Los ries gos para la s eguridad y la s alud de los trabajadores en el trabajo, tanto aquellos que afecten a la empres a en s u conjunto como a cada tipo de pues to de trabajo o función. Las medidas y actividades de protección y prevención aplicables a los ries gos s eñalados en el apartado anterior. Las medidas previs tas para los cas os de emergencia. En el cas o de que s e cuente con representantes de los trabajadores, es ta información s e facilitará por el empres ario a los trabajadores a través de dichos repres entantes , s alvo la información que deba proporcionars e al trabajador de forma directa e inmediata acerca de los riesgos de su específico puesto . La Ley es tablece el derecho de los trabajadores a participar en las decis iones de la empres a en materia de prevención de ries gos laborales . Es ta participación s e apoya en formas de cons ulta a la opinión de los trabajadores para lo cual es impres cindible que és tos es tén en pos es ión de las informaciones neces arias a partir de las cuales podrán formar s us juicios de manera adecuada. E. Consultar a los trabajadores El empres ario deberá cons ultar a los trabajadores y permitir s u participación en el marco de todas las cues tiones que afecten a la s eguridad y s alud en el trabajo. En determinadas materias de la actividad preventiva el empres ario es tá obligado a cons ultar con antelación a la adopción de las medidas . En relación con es te deber, los trabajadores tendrán derecho a efectuar propues tas al empres ario, as í como a los órganos de participación y repres entación previs tos en la LPRL, dirigidas a la mejora de los niveles de protección de la s eguridad y la s alud en la empres a. F. Formación a los trabajadores (Art. 19 LPRL) Otro medio de cumplir con s u deber de protección del empres ario, s erá a través de la formación. Deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva: en el momento de s u contratación, cualquiera que s ea la modalidad o duración de és ta, cuando s e produzcan cambios en las funciones que des empeñe cuando s e introduzcan nuevas tecnologías o cambios en los equipos de trabajo. La formación deberá es tar centrada es pecíficamente en el pues to de trabajo o función de cada trabajador, adaptars e a la evolución de los ries gos y a la aparición de otros nuevos y repetirs e periódicamente, s i fuera neces ario. La formación deberá impartirse, s iempre que s ea pos ible, dentro de la jornada de trabajo o, en s u defecto, en otras horas pero con el des cuento en aquélla del tiempo invertido en la mis ma. La formación s e podrá impartir por la empres a mediante medios propios o concertándola con s ervicios ajenos , y s u coste no recaerá en ningún cas o s obre los trabajadores . G. Medidas de emergencia (Art. 20 LPRL) Exis ten determinadas obligaciones de s eguridad del empres ario en previs ión de pos ibles s ituaciones de emergencia y s e le exige analizar las pos ibles s ituaciones de emergencia teniendo en cuenta el tamaño y actividad de la empres a as í como la pres encia de pers onas ajenas . Como cons ecuencia deberá adoptar las medidas neces arias en materia de primeros auxilios , lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores , des ignando para ello al pers onal encargado de poner en práctica es tas medidas y comprobando periódicamente, en s u cas o, s u correcto funcionamiento. El citado pers onal deberá pos eer la formación neces aria, s er s uficiente en número y dis poner del material adecuado, en función de las circuns tancias antes s eñaladas . H. Riesgo grave e inminente (Art.21 LPRL) La paralización de la actividad en caso de riesgo grave e inminente forma parte del derecho de los trabajadores /as a una protección eficaz en materia de s eguridad y s alud en el trabajo. As í mis mo forma parte de las obligaciones empres ariales en relación con los trabajadores expues tos a un ries go grave o inminente. La Ley de Prevención de Ries gos en s u artículo 4, apartado 4º entiende como ries go grave e inminente “aquel que res ulte probable racionalmente que s e materialice en un futuro inmediato y pueda s uponer un daño grave para la s alud de los trabajadores /as ”. a. El empresario El empresario es tá obligado a tomar todas las medidas neces arias para pres ervar la s eguridad y s alud de los trabajadores /as . Entre ellas es tán: 1. Informar lo antes pos ible a todos los trabajadores /as afectados acerca de la exis tencia de dicho ries go, y de las medidas adoptadas o que en s u cas o deben adoptars e en materia de protección. 2. Adoptar las medidas y dar las instrucciones neces arias para que, en cas o de peligro grave, inminente e inevitable, los trabajadores /as puedan interrumpir s u actividad y, s i fuera neces ario, abandonar de inmediato el lugar de trabajo. En es te s upues to no podrá exigirs e a los trabajadores que reanuden s u actividad mientras pers is ta el peligro, s alvo excepción debidamente jus tificada por razones de s eguridad y determinada reglamentariamente. 3. Dis poner de lo neces ario para que el trabajador/a que no pudiera poners e en contacto con s u s uperior jerárquico ante una s ituación de peligro grave e inminente para s u s eguridad, la de otros trabajadores /as o la de terceros a la empres a, es té en condiciones , habida cuenta de s us conocimientos y de los medios técnicos pues tos a s u dis pos ición, de adoptar las medidas neces arias para evitar las cons ecuencias de dicho peligro. b. Los representantes de los trabajadores/as En el cas o de que el empres ario/a no adopte o no permita adoptar las medidas neces arias para garantizar la s eguridad y s alud de los trabajadores /as , los repres entantes legales de és tos podrán acordar, por mayoría de s us miembros , la paralización de la actividad de los trabajadores /as afectados por el ries go: El acuerdo s erá comunicado de inmediato a la empres a y a la autoridad laboral, la cual en el plazo de 24 horas , anulará o ratificará la paralización acordada. El acuerdo a que s e refiere el párrafo anterior podrá s er adoptado por decis ión mayoritaria de los delegados de prevención cuando no res ulte pos ible reunir con la urgencia requerida al órgano de repres entación del pers onal. Los trabajadores o s us repres entantes no podrán s ufrir perjuicio alguno derivado de la adopción de es ta medida, a menos que hubieran obrado de mala fe o cometido negligencia grave. c. Los Delegados/as de Prevención Ante la impos ibilidad de reunir con la urgencia que requiere la s ituación de ries go, a la repres entación del pers onal, los Delegados /as de Prevención podrán acordar por mayoría la paralización (Art. 21.3 LPRL). I. Vigilancia de la salud (Art.22 LPRL) El empres ario garantizará a los trabajadores a s u s ervicio la vigilancia periódica de s u es tado de s alud en función de los ries gos inherentes al trabajo, En lo que afecta al deber de vigilancia, en general el art. 22 de la LPRL obliga al empres ario a la realización de aquellos reconocimientos o pruebas que caus en las menores moles tias al trabajador y que s ean proporcionales al ries go, res petando s u derecho a la intimidad y a la dignidad, y guardando confidencialidad s obre s us res ultados , que no pueden s er empleados para finalidades divers as de las que motivaron s u realización. La vigilancia de la s alud debe realizars e cumpliendo lo s iguiente: El reconocimiento médico debe s er inicial y periódico, periodicidad medida en razón de la naturaleza de los ries gos inherentes al trabajo. Habrá que es tablecerla periodicidad en función de lo que marque el reglamento es pecífico que lo regule, cuando exis ta, y s i no cons ultar las normas referidas a los reconocimientos médicos en el ámbito de las enfermedades profes ionales , que es tablecen una periodicidad variable en función del tipo del agente caus ante de la Enfermedad Profes ional. La vigilancia de la salud s ólo podrá llevars e a cabo cuando el trabajador pres te s u cons entimiento. De es te carácter voluntario s ólo s e exceptuarán, previo informe de los repres entantes de los trabajadores , los s upues tos en los que la realización de los reconocimientos s ea impres cindible para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo s obre la s alud de los trabajadores o para verificar s i el es tado de s alud del trabajador puede cons tituir un peligro para el mis mo, para los demás trabajadores o para otras pers onas relacionadas con la empres a o cuando as í es té es tablecido en una dis pos ición legal en relación con la protección de ries gos es pecíficos y actividades de es pecial peligros idad. Los datos e informaciones referidas al es tado del trabajador son confidenciales que pertenecen a la intimidad del trabajador, s iendo és te el primer des tinatario de los res ultados . Los res ultados de la vigilancia s erán comunicados a los trabajadores afectados . Los datos relativos a la vigilancia de la s alud de los trabajadores no podrán s er us ados con fines dis criminatorios ni en perjuicio del trabajador. El acces o a la información médica de carácter pers onal s e limitará al pers onal médico y a las autoridades s anitarias que lleven a cabo la vigilancia de la s alud de los trabajadores , s in que pueda facilitars e al empres ario o a otras pers onas s in cons entimiento expres o del trabajador. El empres ario y las pers onas u órganos con res pons abilidades en materia de prevención s erán informados de las conclus iones que s e deriven de los reconocimientos efectuados en relación con la aptitud del trabajador para el des empeño del pues to de trabajo o con la neces idad de introducir o mejorar las medidas de protección y prevención, a fin de que puedan des arrollar correctamente s u funciones en materia preventiva. En los s upues tos en que la naturaleza de los ries gos inherentes al trabajo lo haga neces ario, el derecho de los trabajadores a la vigilancia periódica de s u es tado de s alud deberá ser prolongado más allá de la finalización de la relación laboral, en los términos que reglamentariamente s e determinen. Las medidas de vigilancia y control de la s alud de los trabajadores s e llevarán a cabo por personal sanitario con competencia técnica, formación y capacidad acreditada. J. Deber de Documentación (Art.23) El empres ario pos ee unos deberes de documentación, que más que en relación con los trabajadores , lo s on en relación con la Autoridad Laboral, ya que deberá elaborar y cons ervar a dis pos ición de la Autoridad Laboral la s iguiente documentación (art. 23 LPRL): Evaluación de los ries gos para la s eguridad y la s alud en el trabajo, y planificación de la acción preventiva. Medidas de protección y de prevención a adoptar y, en s u cas o, material de protección que deba utilizars e. Res ultado de los controles periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores . Práctica de los controles del es tado de s alud de los trabajadores y conclus iones obtenidas de los mis mos . Relación de accidentes de trabajo y enfermedades profes ionales que hayan caus ado al trabajador una incapacidad laboral s uperior a un día de trabajo. En es tos cas os el empres ario realizará, además , la notificación. K. Deber de Coordinación de Actividades Empresariales (Art.24) Finalmente exis ten unos deberes de coordinación de actividades empres ariales , es decir, la obligación de coordinars e en materia de prevención de ries gos con el res to de empres as que realicen actividades en el mis mo centro de trabajo, que s e deberán cumplir de acuerdo al Real Decreto 171/2004, de 30 de enero, por el que s e des arrolla el artículo 24 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Ries gos Laborales , en materia de coordinación de actividades empres ariales . El artículo 24 s obre Coordinación de actividades empresariales , al que nos referimos dice lo s iguiente: 1. Cuando en un mis mo centro de trabajo des arrollen actividades trabajadores de dos o más empres as , és tas deberán cooperar en la aplicación de la normativa s obre prevención de ries gos laborales . A tal fin, es tablecerán los medios de coordinación que s ean neces arios en cuanto a la protección y prevención de ries gos laborales y la información s obre los mis mos a s us res pectivos trabajadores , en los términos previs tos en el apartado 1 del artículo 18 de es ta Ley. 2. El empres ario titular del centro de trabajo adoptará las medidas neces arias para que aquellos otros empres arios que des arrollen actividades en s u centro de trabajo reciban la información y las ins trucciones adecuadas , en relación con los ries gos exis tentes en el centro de trabajo y con las medidas de protección y prevención corres pondientes , as í como s obre las medidas de emergencia a aplicar, para s u tras lado a s us res pectivos trabajadores . 3. Las empres as que contraten o s ubcontraten con otras la realización de obras o s ervicios corres pondientes a la propia actividad de aquéllas y que s e des arrollen en s us propios centros de trabajo deberán vigilar el cumplimiento por dichos contratis tas y s ubcontratis tas de la normativa de prevención de ries gos laborales . 4. Las obligaciones cons ignadas en el último párrafo del apartado 1 del artículo 41 de es ta Ley s erán también de aplicación, res pecto de las operaciones contratadas , en los s upues tos en que los trabajadores de la empres a contratis ta o s ubcontratis ta no pres ten s ervicios en los centros de trabajo de la empres a principal, s iempre que tales trabajadores deban operar con maquinaria, equipos , productos , materias primas o útiles proporcionados por la empres a principal. 5. Los deberes de cooperación y de información e ins trucción recogidos en los apartados 1 y 2 s erán de aplicación res pecto de los trabajadores autónomos que des arrollen actividades en dichos centros de trabajo. Para garantizar que los trabajadores de empres as contratadas o s ubcontratadas reciben una protección eficaz de s u s alud y s eguridad, el RD. 171/2004, de 30 de enero, s obre coordinación de actividades empres ariales , es tablece un capítulo con las diferentes s ituaciones que pueden dars e y las medidas que debe aplicar el empres ario: Cuando concurran varias empresas en un mismo centro de trabajo, los trabajadores deben recibir, antes de comenzar la actividad, la información s obre los ries gos derivados de es ta s ituación. Cuando concurran trabajadores de varias empresas en un centro de trabajo del que un empresario sea el titular (pers ona que tiene la capacidad de poner a dis pos ición y ges tionar el centro de trabajo), és te debe dar la información s obre los ries gos en dicho centro de trabajo y las ins trucciones adecuadas para la prevención a cada uno de los empres arios que concurren, de tal forma que és tos las tras laden a s us res pectivos trabajadores . Cuando concurran trabajadores de varias empresas en un centro de trabajo exista un empresario principal (el que contrata o s ubcontrata con otros la realización de obras o s ervicios corres pondientes a la propia actividad de aquél y en el propio centro de trabajo), és te deberá vigilar el cumplimiento de la normativa por parte de las empres as contratadas y s ubcontratadas . L. Deber de Protección a trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos El empres ario garantizará de manera es pecífica la protección de los trabajadores que, por s us propias caracterís ticas pers onales o es tado biológico conocido, incluidos aquellos que tengan reconocida la s ituación de dis capacidad fís ica, ps íquica o s ens orial, s ean especialmente sensibles a los riesgos derivados del trabajo. Para ello, deberá tener en cuenta dichos as pectos en las evaluaciones de los riesgos y, en función de és tas , adoptará las medidas preventivas y de protección neces arias . Los trabajadores no serán empleados en aquellos pues tos de trabajo en los que, a caus a de s us caracterís ticas pers onales , es tado biológico o por s u dis capacidad fís ica, ps íquica o s ens orial debidamente reconocida, puedan ellos , los demás trabajadores u otras pers onas relacionadas con la empres a poners e en s ituación de peligro o, en general, cuando s e encuentren manifies tamente en es tados o s ituaciones trans itorias que no res pondan a las exigencias ps icofís icas de los res pectivos pues tos de trabajo. Y s i es tuvieran empleados , s e les cambiará de pues to. Igualmente, el empres ario deberá tener en cuenta en las evaluaciones los factores de ries go que puedan incidir en la función de procreación de los trabajadores y trabajadoras , en particular por la expos ición a agentes fís icos , químicos y biológicos que puedan ejercer efectos mutagénicos o de toxicidad para la procreación, tanto en los as pectos de la fertilidad, como del des arrollo de la des cendencia, con objeto de adoptar las medidas preventivas neces arias M. Deber de Protección de la maternidad En el artículo 26 de la LPRL s e es tablecen unos deberes es pecíficos de protección ante situaciones de maternidad que detallamos a continuación. La evaluación de los riesgos a que s e refiere el artículo 16 de la LPRL deberá comprender: La determinación de la naturaleza, el grado y la duración de la expos ición de las trabajadoras en s ituación de embarazo o parto reciente a agentes , procedimientos o condiciones de trabajo que puedan influir negativamente en la s alud de las trabajadoras o del feto, en cualquier actividad s us ceptible de pres entar un ries go es pecífico. Si los res ultados de la evaluación revelas en un ries go para la s eguridad y la s alud o una pos ible repercus ión s obre el embarazo o la lactancia de las citadas trabajadoras , el empres ario adoptará las medidas neces arias para evitar la expos ición a dicho ries go, a través de una adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo de la trabajadora afectada. Dichas medidas incluirán, cuando res ulte neces ario, la no realización de trabajo nocturno o de trabajo a turnos . Cuando la adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo no res ultas e pos ible o, a pes ar de tal adaptación, las condiciones de un pues to de trabajo pudieran influir negativamente en la s alud de la trabajadora embarazada o del feto, y as í lo certifiquen los Servicios Médicos del Ins tituto Nacional de la Seguridad Social o de las Mutuas , con el informe del médico del Servicio Nacional de la Salud que as is ta facultativamente a la trabajadora, és ta deberá desempeñar un puesto de trabajo o función diferente y compatible con su estado. El empres ario deberá determinar, previa cons ulta con los repres entantes de los trabajadores , la relación de los pues tos de trabajo exentos de ries gos a es tos efectos . El cambio de puesto o función s e llevará a cabo de conformidad con las reglas y criterios que s e apliquen en los s upues tos de movilidad funcional y tendrá efectos has ta el momento en que el es tado de s alud de la trabajadora permita s u reincorporación al anterior pues to. En el s upues to de que, aun aplicando las reglas s eñaladas en el párrafo anterior, no exis ties e pues to de trabajo o función compatible, la trabajadora podrá s er des tinada a un pues to no corres pondiente a s u grupo o categoría equivalente, s i bien cons ervará el derecho al conjunto de retribuciones de s u pues to de origen. Si dicho cambio de pues to no res ultara técnica u objetivamente pos ible, o no pueda razonablemente exigirs e por motivos jus tificados , podrá declarars e el pas o de la trabajadora afectada a la s ituación de suspensión del contrato por riesgo durante el embarazo, contemplada en el artículo 45.1.d) del Es tatuto de los Trabajadores , durante el período neces ario para la protección de s u s eguridad o de s u s alud y mientras pers is ta la impos ibilidad de reincorporars e a s u pues to anterior o a otro pues to compatible con s u es tado. Durante el período de lactancia, también s e deberá de realizar la evaluación de ries gos de la trabajadora y la adaptación del pues to, s i las condiciones de trabajo pudieran influir negativamente en la s alud de la mujer o del hijo y as í lo certificas e el médico que, en el régimen de Seguridad Social aplicable, as is ta facultativamente a la trabajadora. Las trabajadoras embarazadas tendrán derecho a ausentarse del trabajo, con derecho a remuneración, para la realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto, previo avis o al empres ario y jus tificación de la neces idad de s u realización dentro de la jornada de trabajo. Tanto para la evaluación de ries gos , la adaptación del pues to y/o cambio de pues to s e deberán tener en cuenta el Anexo VII y Anexo VIII del Reglamento de los Servicios de Prevención: Anexo VII. Lis ta no exhaus tiva de agentes , procedimientos y condiciones de trabajo que pueden influir negativamente en la s alud de las trabajadoras embarazadas o en período de lactancia natural, del feto o del niño durante el período de lactancia natural. Anexo VIII. Lis ta no exhaus tiva de agentes y condiciones de trabajo a los cuales no podrá haber ries go de expos ición por parte de trabajadoras embarazadas o en período de lactancia natural. N. Deber de Protección de los menores Antes de la incorporación al trabajo de jóvenes menores de dieciocho años, y previamente a cualquier modificación importante de s us condiciones de trabajo, el empres ario deberá efectuar una evaluación de los puestos de trabajo a des empeñar por los mis mos , a fin de determinar la naturaleza, el grado y la duración de s u expos ición, en cualquier actividad s us ceptible de pres entar un ries go es pecífico al res pecto, a agentes , proces os o condiciones de trabajo que puedan poner en peligro la s eguridad o la s alud de es tos trabajadores . A tal fin, la evaluación tendrá es pecialmente en cuenta los ries gos es pecíficos para la s eguridad, la s alud y el des arrollo de los jóvenes derivados de s u falta de experiencia, de s u inmadurez para evaluar los ries gos exis tentes o potenciales y de s u des arrollo todavía incompleto. En todo cas o, el empres ario informará a dichos jóvenes y a s us padres o tutores que hayan intervenido en la contratación, de los pos ibles ries gos y de todas las medidas adoptadas para la protección de s u s eguridad y s alud. Teniendo en cuenta los factores anteriormente s eñalados , el Gobierno es tablecerá las limitaciones a la contratación de jóvenes menores de dieciocho años en trabajos que pres enten ries gos es pecíficos . O. Deberes respecto a las relaciones de trabajo temporales, de duración determinada y en empresas de trabajo temporal Los trabajadores con relaciones de trabajo temporales o de duración determinada, as í como los contratados por empres as de trabajo temporal, deberán dis frutar del mis mo nivel de protección en materia de s eguridad y s alud que los res tantes trabajadores de la empres a en la que pres tan s us s ervicios . El empresario debe garantizar que es tos trabajadores , con carácter previo al inicio de s u actividad, reciban información acerca de los ries gos a los que vayan a es tar expues tos , en particular en lo relativo a la neces idad de cualificaciones o aptitudes profes ionales determinadas , la exigencia de controles médicos es peciales o la exis tencia de ries gos es pecíficos del pues to de trabajo a cubrir, as í como s obre las medidas de protección y prevención frente a los mis mos . Deberán recibir una formación s uficiente y adecuada a las caracterís ticas del pues to de trabajo a cubrir, teniendo en cuenta s u cualificación y experiencia profes ional y los ries gos a los que vayan a es tar expues tos . Los trabajadores tendrán derecho a una vigilancia periódica de s u es tado de s alud. El empres ario deberá informar a los trabajadores des ignados para ocupars e de las actividades de protección y prevención o, en s u cas o, al s ervicio de prevención previs to en la medida neces aria para que puedan des arrollar de forma adecuada s us funciones res pecto de todos los trabajadores de la empres a. En las relaciones de trabajo a través de empres as de trabajo temporal, la ley es tablece las res pons abilidades de cada una de las empres as intervinientes : la empresa usuaria s erá res pons able de las condiciones de ejecución del trabajo en todo lo relacionado con la protección de la s eguridad y la s alud de los trabajadores , as í como el cumplimiento de las obligaciones en materia de información. La empresa usuaria deberá informar a los repres entantes de los trabajadores en la mis ma de la ads cripción de los trabajadores pues tos a dis pos ición por la empres a de trabajo temporal. Dichos trabajadores podrán dirigirs e a es tos repres entantes en el ejercicio de los derechos reconocidos en la pres ente Ley. La empresa de trabajo temporal s erá res pons able del cumplimiento de las obligaciones en materia de formación y vigilancia de la s alud. La empres a us uaria deberá informar a la empres a de trabajo temporal, y és ta a los trabajadores afectados , antes de la ads cripción de los mis mos , acerca de las caracterís ticas propias de los pues tos de trabajo a des empeñar y de las cualificaciones requeridas . 3.2. DERECHOS Y DEBERES DE LOS TRABAJADORES EN MATERIA DE PREVENCIÓN La bas e de la protección de la s eguridad y s alud laboral es el derecho de los trabajadores a dicha protección, y las obligaciones o deberes del empres ario para garantizarla. Por tanto, los derechos del trabajador s on obligaciones o deberes para el empres ario. Los derechos de los trabajadores s on los s iguientes : Derecho a la utilización de equipos de protección adecuada. Derecho a la información, cons ulta y participación de los trabajadores . Derecho a s er formados de forma teórica y práctica, s uficiente y adecuada en materia preventiva. Derecho a que s e tomen medidas de emergencia, evacuación y primeros auxilios . Derecho a la paralización de la actividad en cas o de ries go grave e inminente. Derecho a la vigilancia de s u s alud. Derecho a acceder a la documentación de las medidas preventivas . Derecho a la protección es pecífica de los trabajadores es pecialmente s ens ibles . Derecho a la protección de la maternidad. Derecho a una protección es pecífica de los menores Derecho a una protección es pecífica en las relaciones de trabajo temporal, de duración determinada, y en empres as de trabajo temporal. El trabajador es tá también afectado por ciertos deberes de diligencia y buena fe en el des envolvimiento de s u contrato de trabajo y en relación con la protección de la s eguridad y la s alud, además el artículo 29 de la LPRL s uma algunas otras obligaciones especificas: Us ar adecuadamente, de acuerdo con s u naturaleza y los ries gos previs ibles , las máquinas , aparatos , herramientas , s us tancias peligros as , equipos de trans porte y, en general, cuales quiera otros medios con los que des arrollen s u actividad. Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el empres ario, de acuerdo con las ins trucciones recibidas de és te. No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dis pos itivos de s eguridad exis tentes o que s e ins talen en los medios relacionados con s u actividad o en los lugares de trabajo en los que és ta tenga lugar. Informar de inmediato a s u s uperior jerárquico directo, y a los trabajadores des ignados para realizar actividades de protección y de prevención o, en s u cas o, al s ervicio de prevención, acerca de cualquier s ituación que, a s u juicio, entrañe, por motivos razonables , un ries go para la s eguridad y la s alud de los trabajadores . Contribuir al cumplimiento de las obligaciones es tablecidas por la autoridad competente con el fin de proteger la s eguridad y la s alud de los trabajadores en el trabajo. Cooperar con el empres ario para que és te pueda garantizar unas condiciones de trabajo que s ean s eguras y no entrañen ries gos para la s eguridad y la s alud de los trabajadores . El incumplimiento por los trabajadores de es tas obligaciones en materia de prevención tiene la cons ideración de incumplimiento laboral. Responsabilidades de los trabajadores El incumplimiento por los trabajadores de es tas obligaciones en materia de prevención de ries gos tendrá la cons ideración de incumplimiento laboral a efectos de s er s ancionados por la dirección de la empres a (es la facultad dis ciplinaria), que puede inclus o s uponer el des pido dis ciplinario s i nos encontramos ante un incumplimiento contractual, grave y culpable (art. 58.1 en relación con el 54 del Es tatuto de Trabajadores .) 4. CONSULTA Y PARTICIPACION DE LOS TRABAJADORES La obligación que recae en el empres ario de consultar y permitir la participación de los trabajadores res pecto de todas aquellas cues tiones que afecte a la s eguridad y s alud en el trabajo s e traduce en el derecho de los trabajadores a efectuar propues tas al empres ario y a los órganos de participación y repres entación previs tos por la Ley, es decir, Delegados de Prevención y Comité de Seguridad y salud, al objeto de mejorar los niveles de protección de la s eguridad y s alud en la empres a (art. 18.2 LPRL). 4.1. DERECHO DE CONSULTA El empres ario ha de consultar a los trabajadores, la adopción de las decisiones relativas a (art. 33 LPRL): La planificación y la organización del trabajo en la empres a y la introducción de nuevas tecnologías , en todo lo relacionado con las cons ecuencias que és tas pudieran tener para la s eguridad y la s alud de los trabajadores , derivadas de la elección de los equipos , la determinación y la adecuación de las condiciones de trabajo y el impacto de los factores ambientales en el trabajo. La organización y des arrollo de las actividades de protección de la s alud y prevención de los ries gos profes ionales en la empres a, incluida la des ignación de los trabajadores encargados de dichas actividades o el recurs o a un s ervicio de prevención externo. La des ignación de los trabajadores encargados de las medidas de emergencia. Los procedimientos de información y documentación a que s e refieren los artículos 18, apartado 1. y 23, apartado 1, de la pres ente Ley. El proyecto y la organización de la formación en materia preventiva. Cualquier otra acción que pueda tener efectos s ubs tanciales s obre la s eguridad y la s alud de los trabajadores . En el RD 604/06 amplía las condiciones por las que s e deben consultar a los trabajadores con: La cons ulta acerca de la implantación y aplicación del Plan de Prevención de ries gos Laborales de la empres a, la evaluación de ries gos y la cons iguiente planificación y organización preventiva en s u cas o, as í como el acces o a la documentación corres pondiente. La cons ulta a los repres entantes legales de los trabajadores de cada una de las empres as afectadas , acerca de las condiciones mínimas en que debe des arrollars e el Servicio de Prevención Mancomunado, y que deben de cons tar en s u acuerdo de cons titución. Es tas cons ultas han de llevars e a cabo directamente con los trabajadores, en aquellas empres as que no cuenten con repres entantes de los trabajadores , o con es tos últimos , cas o de exis tir. Los informes han de elaborars e en el plazo de quince días, o en el tiempo impres cindible cuando s e trate de adoptar las medidas dirigidas a prevenir ries go inminente; trans currido el plazo s in habers e emitido el informe, el empresario podrá poner en práctica s u decis ión. 4.2. DERECHO DE PARTICIPACIÓN Y REPRESENTACIÓN El derecho de participación y representación del Art. 34 LPRL s upone que, en aquellas empres as que cuenten con s eis o más trabajadores , a través de los delegados de pers onal, los comités de empres a y los repres entantes s indicales , o través de los órganos equivalentes en el ámbito de las Adminis traciones Públicas exis ten Juntas de Pers onal y Comités de Empres a. Debido a es ta doble repres entación en dos órganos unitarios que s e refieren a funcionarios o es tatutarios y laborales , la des ignación de delegados de prevención s e procederá a través de los repres entantes de pers onal con pres encia en el ámbito de los órganos unitarios de repres entación, y entre, por una parte, aquellos funcionarios o es tatutarios que s ean miembros de la Junta de Pers onal, y por otra entre los repres entantes del pers onal laboral miembros del Comité de empres a, con arreglo a la es cala que es tablece la Ley de Prevención de Ries gos Laborales en s u artículo 35.2 y veremos más adelante. Una vez des ignados los delegados de prevención s e integrarán en los Comités de Seguridad y Salud que s on órganos paritarios y colegiados de participación, des tinados a la cons ulta regular y periódica de las actuaciones en los diferentes ámbitos de las Adminis traciones Públicas , en materia de prevención de ries gos laborales . Para llevar a cabo la indicada adaptación en el ámbito de la Administración General del Estado, el Gobierno tendrá en cuenta los s iguientes criterios : En ningún cas o dicha adaptación podrá afectar a las competencias , facultades y garantías que s e reconocen en es ta Ley a los Delegados de Prevención y a los Comités de Seguridad y Salud. Se deberá es tablecer el ámbito es pecífico que res ulte adecuado en cada cas o para el ejercicio de la función de participación en materia preventiva dentro de la es tructura organizativa de la Adminis tración. Con carácter general, dicho ámbito s erá el de los órganos de repres entación del pers onal al s ervicio de las Adminis traciones públicas , s i bien podrán es tablecers e otros dis tintos en función de las caracterís ticas de la actividad y frecuencia de los ries gos a que puedan encontrars e expues tos los trabajadores . Cuando en el indicado ámbito exis tan diferentes órganos de repres entación del pers onal, s e deberá garantizar una actuación coordinada de todos ellos en materia de prevención y protección de la s eguridad y la s alud en el trabajo, pos ibilitando que la participación s e realice de forma conjunta entre unos y otros , en el ámbito es pecífico es tablecido al efecto. Con carácter general, s e cons tituirá un único Comité de Seguridad y Salud en el ámbito de los órganos de repres entación previs tos en la Ley de Órganos de Repres entación del Pers onal al Servicio de las Adminis traciones Públicas , que es tará integrado por los Delegados de Prevención des ignados en dicho ámbito, tanto para el pers onal con relación de carácter adminis trativo o es tatutario como para el pers onal laboral, y por repres entantes de la Adminis tración en número no s uperior al de Delegados . Ello no obs tante, podrán cons tituirs e Comités de Seguridad y Salud en otros ámbitos cuando las razones de la actividad y el tipo y frecuencia de los ries gos as í lo acons ejen. 4.2.1. Delegado de prevención Los Delegados/as de Prevención s on los repres entantes de los trabajadores /as con funciones es pecíficas en materia de prevención de ries gos en el trabajo. La figura del Delegado/a de Prevención es , por tanto, la del representante legal de los trabajadores /as , al cual s e le ha dotado de una s erie de competencias y facultades en materia de s eguridad y s alud en el trabajo, permitiéndole influir de forma s ignificativa y participativa en la mejora de las condiciones de trabajo. Los derechos de participación y cons ulta que la ley reconoce a los trabajadores /as s e ejercen, en general, a través de es tos delegados /as a los que s e atribuye, además , una función de vigilancia y control s obre el cumplimiento de la normativa de prevención. a. Elección y designación de un delegado de prevención Los Delegados /as de Prevención s on des ignados por y entre los repres entantes del pers onal: los delegados /as de pers onal y los miembros del Comité de Empres a s on los encargados de elegir a los delegados /as de prevención entre ellos . El número total de Delegados /as del centro de trabajo, va a depender del número de trabajadores /as de la empres a, de acuerdo con la s iguiente es cala: *El Delegado/a de Prevención s erá el Delegado/a de Pers onal **El Delegado/a de Prevención s erá elegido entre los Delegados /as de Pers onal Tabla 1.0. Delegados/as de P revención en función del número de trabajadores/as en plantilla. Fuente Ley 31/1995 de 8 de noviembre Ley de P revención de Riesgos laborales (artículo 35 apartado 2). Para determinar el número de Delegados de Prevención s e tendrá en cuenta los s iguientes criterios : Para el cálculo del número de trabajadores /as de la empres a s e tendrá en cuenta no s ólo a los trabajadores /as con contrato fijo en plantilla, s ino que s e deberá cons iderar a aquellos con contratos de duración determinada, de acuerdo con la tabla: *Se s umarán todos los días trabajados , por todos los trabajadores /as , y s e dividen por 200, redondeando la cifra al número s uperior para determinar el número de trabajadores /as . Tabla 2.0. Número de trabajadores /as en función del tipo de contrato. Fuente Ley de Prevención de Ries gos Laborales (Artículo 35 apartado 3). ¿Existe otra posibilidad de designar a los Delegados de Prevención? En los convenios colectivos puede es tablecers e otros s is temas de des ignación de los delegados de prevención, s iempre que s e garantice que la facultad de des ignación corres ponde a los repres entantes del pers onal o a los propios trabajadores . Igualmente en el ámbito de las Adminis traciones Públicas s e podrán es tablecer, en los términos s eñalados en la Ley 7/1990, otros s is temas de des ignación de los delegados de prevención y acordars e que las competencias que es ta Ley atribuye a es tos , puedan s er ejercidas por órganos es pecíficos . Designación de Delegados de Prevención en casos especiales. En los centros de trabajo que carezcan de repres entantes de los trabajadores por no exis tir trabajadores con la antigüedad s uficiente para s er electores o elegibles en las elecciones para repres entantes del pers onal, los trabajadores podrán elegir por mayoría a un trabajador que ejerza las competencias del Delegado de Prevención, quien tendrá las facultades , garantías y obligaciones de tales delegados . La actuación de és tos ces ará en el momento en que s e reúnan los requis itos para poder celebrar elecciones de repres entantes de pers onal. b. Competencias y facultades de los delegados de prevención La Ley de Prevención de Ries gos Laborales (Artículo 36), concede a los Delegados /as de Prevención unas competencias y facultades para que puedan cumplir con el ejercicio de s us funciones en materia preventiva, y s on los s iguientes : Colaborar con la dirección de la empres a en la mejora de la acción preventiva. Promover y fomentar la cooperación de los trabajadores/as en la ejecución de la normativa s obre prevención de ries gos laborales . Ser cons ultados por el empres ario/a en temas de s alud laboral. Ejercer una labor de vigilancia y control de la normativa s obre prevención de ries gos laborales . Las competencias del Comité de Seguridad y Salud en las empres as con menos de 50 trabajadores /as . Los Delegados /as de prevención tienen que realizar una importante y activa vigilancia y control del cumplimiento de la normativa de prevención de ries gos laborales , avis ando de las deficiencias que detecten al empres ario/a y s i fuera neces ario acudiendo a los órganos competentes de la adminis tración (Ins pección de Trabajo y Seguridad Social e Ins tituto Regional de Seguridad y Salud). El Delegado de Prevención tiene derecho a que el empres ario/a le facilite toda aquella información que él s olicite y que s ea neces aria para el des arrollo de s us funciones como repres entante de los trabajadores /as en materia preventiva, y s ería la s iguiente: Plan de Prevención Evaluación de ries gos laborales La planificación de la actividad preventiva Fichas técnicas de s eguridad de las máquinas Fichas técnicas s obre productos químicos Información s obre cómo ha organizado la empres a la actividad preventiva. Plan de emergencia Relación de accidentes de trabajo y enfermedades profes ionales . Fecha de realización y protocolos médicos de vigilancia de la s alud que s e vayan a utilizar para la realización de los reconocimientos médicos es pecíficos . Plan formativo en materia preventiva. Exis tencia de trabajadores de ETT´S; empres as de s ervicio. Contratos con las empres as de s ervicio (limpiezas , s eguridad privada, cafeterías , etc.) Memoria anual de los s ervicios de prevención. El Delegado/a de Prevención puede y debe solicitar por escrito y con acuse de recibo al empres ario/a la documentación, con objeto de realizar eficazmente s us funciones como repres entantes de los trabajadores /as en materia de s eguridad y s alud en el trabajo. Los delegados /as de prevención tienen la facultad y el deber de realizar todas aquellas propuestas que crean convenientes para la mejora de las condiciones de trabajo. Debe tener en cuenta que: El empres ario/a es ta obligado a facilitar a los Delegados /as de Prevención toda la información res pecto a las medidas de carácter preventivo y de mejora de la protección de la s eguridad y la s alud de los trabajadores /as , con carácter previo a la ejecución de las mis mas . Las propues tas que hagan los Delegados /as de Prevención en res pues ta a la información recibida, s e harán llegar al empres ario por es crito en un plazo de 15 días o el periodo mínimo indis pens able, cuando s e trate de una actuación en cas o de ries go grave e inminente. El Delegado/a de Prevención podrá proponer la paralización de la actividad al Comité de Empres a cuando el empres ario/a haya incumplido s us obligaciones y no haya adoptado las medidas preventivas y protectoras neces arias , exponiendo a los trabajadores /as a una s ituación de ries go grave e inminente. La respuesta negativa a las propuestas realizadas por el Delegado/a o Delegados /as de Prevención ha de es tar motivada por el empres ario/a, exponiendo las razones y fundamentos de la mis ma. Las propues tas que s e hagan llegar al empres ario/a deberán realizars e por escrito y con acuse de recibo de la mis ma. Aunque ya lo hemos mencionado en otros apartados , el Delegado/a de Prevención tiene la facultad de, ante una s ituación de ries go grave e inminente, proponer la paralización de la actividad al órgano de repres entación de los trabajadores /as . As imis mo, s i por la urgencia no es pos ible reunir al Comité de Empres a o en s u cas o al conjunto de Delegados /as de Pers onal, los Delegados /as de Prevención, por acuerdo mayoritario podrán acordar la decis ión de paralizar la actividad. c. Deber de sigilo profesional La Ley de Prevención de Ries gos Laborales obliga al delegado/a de prevención a obs ervar s igilo profes ional res pecto de las informaciones a que tuvies e acces o como cons ecuencia de s u actuación en la empres a. Es to s ignifica que los delegados /as de prevención no pueden utilizar las informaciones a las que tienen derecho en razón de s u cargo para finalidades dis tintas a las que motivaron el acces o a las mis mas . Es decir, mientras la información circule para controlar el cumplimiento de la normativa, para denunciar incumplimientos , para proponer o negociar mejoras , para aumentar el conocimiento de los trabajadores /as s obre los ries gos a los que es tán expues tos o para, de cualquier otro modo, mejorar los niveles de protección exis tente, no hay infracción del deber de s igilo. Divulgar dicha información con la s ola finalidad de perjudicar a la empres a, s i cons tituiría una infracción. d. Garantías de los delegados de prevención A los delegados de prevención s e les facilita unas garantías para que puedan ejercer s us funciones (competencias y facultades anteriormente mencionadas ) como repres entantes de los trabajadores s in s ufrir perjuicios ni repres alias , a través de la Ley 31/1995 de Prevención de Ries gos Laborales en s u artículo 37 y en el artículo 68 del TRET. Las garantías s on s iguientes : Apertura de expediente contradictorio Regulada en el artículo 68.a) del TRET como garantía exclus iva de los repres entantes , s upone que antes de imponer s anciones graves o muy graves a un repres entante es preceptiva la apertura de un expediente contradictorio en el que s erán oídos el interes ado y los res tantes repres entantes de los trabajadores /as . Prioridad de permanencia en la empresa o centro de trabajo Regulada en el artículo 68.b) del TRET cons is te en el derecho preferente que tienen los repres entantes de los trabajadores /as a permanecer en la empres a en los s upues tos de s us pens ión de contratos o extinción por caus as tecnológicas o económicas . Es ta prioridad también opera en los s upues tos de movilidad geográfica (regulados en el artículo 40.5 del TRET), cuando es té referida al mis mo grupo profes ional. Protección del representante contra el despido o sanción durante el ejercicio de sus funciones, ni dentro del año siguiente a la finalización de su mandato. Protección del repres entante contra el des pido o s anción durante el ejercicio de s us funciones , ni dentro del año s iguiente a la finalización de s u mandato, s iempre que el des pido o s anción s e bas e en la acción del trabajador/a en el ejercicio de s u repres entación. Regulada en el artículo 68.c) del TRET, lo que intenta evitar es que el repres entante de los trabajadores /as s ea s ancionado o des pedido por algo relacionado con s u actividad repres entativa. Prohibición de discriminación en su promoción económica o profesional. Prohibición de dis criminación en s u promoción económica o profes ional en razón del des empeño de s u repres entación. Es tá regulada en el articulo 68.c) del TRET como una concreción del artículo 17 del mis mo texto legal que prohíbe la dis criminación en el empleo, y pretende evitar que un trabajador/a s e pueda ver perjudicado en s u promoción económica y/o profes ional por s u condición de repres entante de los trabajadores /as . Libertad de expresión. Regulada en el artículo 68.d) del TRET s upone el derecho de los repres entantes a expres ar s us opiniones en las materias concernientes al ámbito de s u repres entación, lo que incluye la capacidad de expres arlas oralmente, pero también de publicarlas y dis tribuirlas s iempre que no s e perturbe la normalidad de la actividad productiva y s e comunique previamente a la empres a. El Comité tiene es te derecho colegiadamente. No podrán vulnerars e los límites generales de es te derecho como s on: el res peto al derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen de otras pers onas . Crédito horario Regulada en el artículo 68.e) del TRET, s upone la conces ión a los repres entantes de los trabajadores /as de un número de horas mens uales no trabajadas pero remuneradas para que las dediquen a s u función repres entativa. El número de horas que s e concede va des de 15 a 40 horas mens uales , dependiendo del número de trabajadores /as de la empres a, s egún mues tra el s iguiente cuadro: Es tas horas tienen carácter individual y mens ual, es decir, s e dan a cada trabajador/a repres entante y no cabe acumular las horas no cons umidas de un mes a otro. Lo que s í podrá pactars e en convenio colectivo es la acumulación de horas de los dis tintos miembros de la repres entación en uno o varios de s us componentes , s iempre que no s e rebas e el máximo de 40 horas mens uales . Se pres ume la utilización correcta del crédito horario, lo que incluye no s ólo s u utilización en funciones repres entativas en el s eno de la empres a, s ino también en actividades organizadas por el s indicato como s on curs os de formación o reuniones . Las horas corres pondientes al crédito horario s on retribuidas igual que el trabajo efectivo, es decir, que el repres entante de los trabajadores /as cons erva el derecho a la retribución que hubiera percibido de haber realizado efectivamente s u trabajo. Se evita as í que el repres entante de los trabajadores /as res ulte perjudicado económicamente por el tiempo dedicado al ejercicio de funciones repres entativas . El artículo 37.1 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales tras reiterar que a los Delegados /as de Prevención les s erán de aplicación las garantías del artículo 68 del TRET, es pecifica que el tiempo utilizado por los Delegados /as de Prevención para el des empeño de s us funciones en materia de prevención de ries gos laborales s erá cons iderado como de ejercicio de funciones de repres entación a efectos de la utilización del crédito de horas mens uales retribuidas . No obs tante, no se imputará al citado crédito horario el tiempo dedicado a: Reuniones del Comité de Seguridad y Salud. Cuales quiera otras reuniones convocadas por el empres ario en materia de prevención de ries gos laborales . Acompañar a los técnicos en las evaluaciones de ries gos . Acompañar a los Ins pectores de Trabajo y Seguridad Social en las vis itas a los centros de trabajo. Vis itar accidentes para conocer las circuns tancias de los mis mos . El tiempo dedicado a es tas funciones s e cons iderará de trabajo efectivo, no imputándos e al crédito horario del Delegado/a. Formación Otra garantía de los Delegados /as de Prevención es dotarles de los medios y la formación en materia preventiva que res ulte neces ario para el ejercicio de s us funciones , s egún es tablece el artículo 37.2 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es tablece. Es ta formación deberá ser facilitada por el empresario/a, bien por s us propios medios o mediante concierto con organis mos o entidades es pecializadas en la materia, y deberá es tar adaptada a la evolución de los riesgos y a la aparición de otros nuevos, repitiéndos e periódicamente s i fuera neces ario. El tiempo dedicado a la formación s erá cons iderado como tiempo de trabajo a todos los efectos , s in que en ningún cas o pueda recaer el cos te de la formación en los Delegados /as de Prevención. La formación deberá impartirs e, s iempre que s ea pos ible, dentro de la jornada laboral o, en s u defecto en otras horas pero con des cuento en aquella del tiempo invertido en la mis ma (artículo 19.2 de la LPRL). Deberán recibir una formación mínima de 30 horas que res pete el programa es tablecido en el RD 39/1997, de 17 de enero, por el que s e aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, y que le capacite para el desempeño de las funciones de nivel básico. En las empres as que des arrollen alguna actividad incluida en el anexo I del Reglamento de los Servicios de Prevención, es ta formación tendrá una duración no inferior a 50 horas . El convenio colectivo podrá mejorar es tos mínimos es tableciendo una formación de mayor duración. 4.2.2. Comité de Seguridad y Salud (ART. 38 LPRL) El Comité de Seguridad y Salud es el órgano paritario y colegiado de participación des tinado a la cons ulta regular y periódica de las actuaciones de la empres a en materia de prevención de ries gos . Constitución: Se cons tituirá un Comité de Seguridad y Salud en todas las empres as o centros de trabajo que cuenten con 50 o más trabajadores . En las empres as que no alcancen es te número mínimo de trabajadores , las competencias atribuidas a es te órgano s erán ejercidas por los delegados de prevención. Las empres as que cuenten con varios centros de trabajo dotados de Comité de Seguridad y Salud podrán acordar con s us trabajadores la creación de un Comité Intercentros, con las funciones que el acuerdo le atribuya. Composición: El Comité es tará formado por los Delegados de Prevención, de una parte, y por el empres ario y/o s us repres entantes en número igual al de los Delegados de Prevención, de la otra. En las reuniones del Comité de Seguridad y Salud participarán, con voz pero s in voto, los Delegados Sindicales y los res pons ables técnicos de la prevención en la empres a que no es tén incluidos en la compos ición a la que s e refiere el párrafo anterior. En las mis mas condiciones podrán participar trabajadores de la empres a que cuenten con una es pecial cualificación o información res pecto de concretas cues tiones que s e debatan en es te órgano y técnicos en prevención ajenos a la empres a, s iempre que as í lo s olicite alguna de las repres entaciones en el Comité. Reuniones: El Comité de Seguridad y Salud s e reunirá trimes tralmente y s iempre que lo s olicite alguna de las repres entaciones en el mis mo. El Comité adoptará s us propias normas de funcionamiento. Competencias El Comité de Seguridad y Salud tendrá las s iguientes competencias s egún el artículo 39 LPRL: Participar en la elaboración, pues ta en práctica y evaluación de los planes y programas de prevención de ries gos en la empres a. A tal efecto, en s u s eno s e debatirán, antes de s u pues ta en práctica y en lo referente a s u incidencia en la prevención de ries gos , los proyectos en materia de planificación, organización del trabajo e introducción de nuevas tecnologías , organización y des arrollo de las actividades de protección y prevención y proyecto y organización de la formación en materia preventiva. Promover iniciativas s obre métodos y procedimientos para la efectiva prevención de los ries gos , proponiendo a la empres a la mejora de las condiciones o la corrección de las deficiencias exis tentes . Facultades En el ejercicio de s us competencias , el Comité de Seguridad y Salud es tará facultado para: Conocer directamente la s ituación relativa a la prevención de ries gos en el centro de trabajo, realizando a tal efecto las vis itas que es time oportunas . Conocer cuántos documentos e informes relativos a las condiciones de trabajo s ean neces arios para el cumplimiento de s us funciones , as í como los procedentes de la actividad del s ervicio de prevención, en s u cas o. Conocer y analizar los daños producidos en la s alud o en la integridad fís ica de los trabajadores , al objeto de valorar s us caus as y proponer las medidas preventivas oportunas . Conocer e informar la memoria y programación anual de s ervicios de prevención. Res pecto de la colaboración entre empres as en los s upues tos de des arrollo s imultáneo de actividades en un mis mo centro de trabajo, s e podrá acordar la realización de reuniones conjuntas de los Comités de Seguridad y Salud o, en s u defecto, de los Delegados de Prevención y empres arios de las empres as que carezcan de dichos Comités , u otras medidas de actuación coordinada. 5. RESPONSABILIDADES Y SANCIONES EN MATERIA DE PREVENTIVA Le eficacia del s is tema normativo de prevención de ries gos laborales depende en gran medida del es tablecimiento de un completo régimen de res pons abilidades por incumplimiento. Los sujetos responsables en prevención s on los s iguientes : Los empres arios titulares de centros de trabajo, los promotores y propietarios de obra y los trabajadores por cuenta propia que incumplan las obligaciones que s e deriven de la normativa de prevención de ries gos laborales . Las entidades es pecializadas que actúen como s ervicios de prevención ajenos a las empres as . Las pers onas o entidades que des arrollen la actividad de auditoría del s is tema de prevención de las empres as . Las entidades acreditadas para des arrollar y certificar la formación en materia de prevención de prevención de ries gos laborales . La agencia de colocación, las empres as de trabajo temporal y las empres as us uarias res pecto de las obligaciones que s e es tablecen en s u legis lación es pecífica y en la de prevención de ries gos laborales . La empres a principal res ponderá s olidariamente con los contratis tas y s ubcontratis tas durante el periodo de la contrata, de las obligaciones impues tas por la LPRL, en relación con los trabajadores que aquéllos ocupen en los centros de trabajo de la empres a principal, s iempre que la infracción s e haya producido en el centro de trabajo de dicho empres ario principal. No s on s ujetos res pons ables los trabajadores , ni los trabajadores des ignados , ni los miembros de los s ervicios de prevención propios , ni otros trabajadores de la empres a con res pons abilidad en materia de s eguridad y s alud laboral. En materia preventiva exis ten varios tipos de res pons abilidades , debidas al incumplimiento por los empres arios , u otros s ujetos , de s us obligaciones en materia de prevención de ries gos laborales dará lugar a: A. Responsabilidad administrativa La responsabilidad administrativa es el ins trumento ordinario para garantizar des de el ámbito público el cumplimiento de las obligaciones laborales . Las infracciones y las corres pondientes s anciones s e recogen en el Texto Refundido de la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), aprobado por el Real Decreto Legis lativo 5/2000, de 4 de agos to. Las infracciones en materia de prevención de riesgos laborales s on las acciones u omis iones de los diferentes s ujetos res pons ables , que incumplan las normas legales , reglamentarias y cláus ulas normativas de los convenios colectivos en materia de s eguridad y s alud en el trabajo s ujetas a res pons abilidad conforme a la LISOS. Si s e es tima que el empres ario es tá incumpliendo las normas de s alud laboral, hay que pres entar una denuncia ante la Ins pección de Trabajo. Si és ta levanta acta de infracción, hacer un s eguimiento del expediente s ancionador. Las infracciones s e califican como leves , graves y muy graves , en atención a la naturaleza del deber infringido y la entidad del derecho afectado y en ocas iones , del res ultado de la conducta infractora. Infracciones leves (artículo 11 de LISOS): La falta de limpieza del centro de trabajo de la que no s e derive ries go para la integridad fís ica o s alud de los trabajadores . No dar cuenta, en tiempo y forma, a la autoridad laboral competente, conforme a las dis pos iciones vigentes , de los accidentes de trabajo ocurridos y de las enfermedades profes ionales declaradas cuando tengan la calificación de leves . No comunicar a la autoridad laboral competente la apertura del centro de trabajo o la reanudación o continuación de los trabajos des pués de efectuar alteraciones o ampliaciones de importancia, o cons ignar con inexactitud los datos que debe declarar o cumplimentar, s iempre que no s e trate de indus tria calificada por la normativa vigente como peligros a, ins alubre o nociva por los elementos proces os o s us tancias que s e manipulen. Las que s upongan incumplimientos de la normativa de prevención de ries gos laborales , s iempre que carezcan de tras cendencia grave para la integridad fís ica o la s alud de los trabajadores . Cuales quiera otras que afecten a obligaciones de carácter formal o documental exigidas en la normativa de prevención de ries gos laborales y que no es tén tipificadas como graves o muy graves . No dis poner el contratis ta en la obra de cons trucción del Libro de Subcontratación exigido por el artículo 8 de la Ley Reguladora de la s ubcontratación en el s ector de la cons trucción. No dis poner el contratis ta o s ubcontratis ta de la documentación o título que acredite la pos es ión de la maquinaria que utiliza, y de cuanta documentación s ea exigida por las dis pos iciones legales vigentes . Infracciones graves (artículo 12 de la LISOS): Incumplir la obligación de integrar la prevención de ries gos laborales en la empres a a través de la implantación y aplicación de un plan de prevención con el alcance y contenido es tablecidos en la normativa de prevención de ries gos laborales . No llevar a cabo las evaluaciones de ries gos y en s u cas o, s us actualizaciones y revis iones , as í como los controles periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores que procedan, o no realizar aquellas actividades de prevención que hicieran neces arias los res ultados de las evaluaciones , con el alcance y contenido es tablecidos en la normativa s obre prevención de ries gos laborales . No realizar los reconocimientos médicos y pruebas de vigilancia periódica del es tado de s alud de los trabajadores que procedan conforme a la normativa s obre prevención de ries gos laborales , o no comunicar s u res ultado a los trabajadores afectados . No dar cuenta en tiempo y forma a la autoridad laboral, conforme a las dis pos iciones vigentes de los accidentes de trabajo ocurridos y de las enfermedades profes ionales declaradas cuando tengan la calificación de graves , muy graves o mortales , o no llevar a cabo una inves tigación en cas o de producirs e daños a la s alud de los trabajadores o de tener indicios de que las medidas preventivas s on ins uficientes . No regis trar y archivar los datos obtenidos en las evaluaciones , controles , reconocimientos , inves tigaciones o informes a que s e refieren los artículos 16, 22 y 23 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Ries gos Laborales . La ads cripción de trabajadores a pues tos de trabajo cuyas condiciones fues en incompatibles con s us caracterís ticas pers onales o de quienes s e encuentren manifies tamente en es tados o s ituaciones trans itorias que no res pondan a las exigencias ps icofís icas de los res pectivos pues tos de trabajo as í como la dedicación de aquéllos a la realización de tareas s in tomar en cons ideración s us capacidades profes ionales en materia de s eguridad y s alud en el trabajo, s alvo que s e trate de infracción muy grave conforme al artículo s iguiente. El incumplimiento de las obligaciones en materia de formación e información s uficiente y adecuada a los trabajadores acerca de los ries gos del pues to de trabajo s us ceptibles de provocar daños para la s eguridad y s alud y s obre las medidas preventivas aplicables , s alvo que s e trate de infracción muy grave conforme al artículo s iguiente. No adoptar las medidas previs tas en el artículo 20 de la Ley de Prevención de Ries gos Laborales en materia de primeros auxilios , lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores . El incumplimiento de los derechos de información cons ulta y participación de los trabajadores reconocidos en la normativa s obre prevención de ries gos laborales . Las que s upongan incumplimiento de la normativa de prevención de ries gos laborales , s iempre que dicho incumplimiento cree un ries go grave para la integridad fís ica o la s alud de los trabajadores afectados y es pecialmente en materia de: Comunicación a la autoridad laboral, cuando legalmente proceda, de las s us tancias , agentes fís icos químicos y biológicos , o proces os utilizados en las empres as . Dis eño, elección, ins talación, dis pos ición, utilización y mantenimiento de los lugares de trabajo herramientas , maquinaria y equipos . Prohibiciones o limitaciones res pecto de operaciones proces os y us o de agentes fís icos , químicos y biológicos en los lugares de trabajo. Limitaciones res pecto del número de trabajadores que puedan quedar expues tos a determinados agentes fís icos , químicos y biológicos . Utilización de modalidades determinadas de mues treo, medición y evaluación de res ultados . Medidas de protección colectiva o individual. Señalización de s eguridad y etiquetado y envas ado de s us tancias peligros as , en cuanto és tas s e manipulen o empleen en el proces o productivo. Servicios o medidas de higiene pers onal. Regis tro de los niveles de expos ición a agentes fís icos , químicos y biológicos , lis tas de trabajadores expues tos y expedientes médicos . La falta de limpieza del centro o lugar de trabajo cuando s ea habitual o cuando de ello s e deriven ries gos para la integridad fís ica y s alud de los trabajadores . El incumplimiento del deber de información a los trabajadores des ignados para ocupars e de las actividades de prevención o, en s u cas o, al s ervicio de prevención de la incorporación a la empres a de trabajadores con relaciones de trabajo temporales de duración determinada o proporcionados por empres as de trabajo temporal. No facilitar a los trabajadores des ignados o al s ervicio de prevención el acces o a la información y documentación s eñaladas en el apartado 1 del artículo 18 y en el apartado 1 del artículo 23 de la Ley de Prevención de Ries gos Laborales . Infracciones muy graves (art. 13 de la LISOS) No obs ervar las normas es pecíficas en materia de protección de la s eguridad y la s alud de las trabajadoras durante los períodos de embarazo y lactancia. No obs ervar las normas es pecíficas en materia de protección de la s eguridad y la s alud de los menores . No paralizar ni s us pender de forma inmediata a requerimiento de la Ins pección de Trabajo y Seguridad Social, los trabajos que s e realicen s in obs ervar la normativa s obre prevención de ries gos laborales y que, a juicio de la Ins pección, impliquen la exis tencia de un ries go grave e inminente para la s eguridad y s alud de los trabajadores , o reanudar los trabajos s in haber s ubs anado previamente las caus as que motivaron la paralización. Incumplir el deber de confidencialidad en el us o de los datos relativos a la vigilancia de la s alud de los trabajadores , en los términos previs tos en el apartado 4 del artículo 22 de la Ley de Prevención de Ries gos Laborales . Las acciones u omis iones que impidan el ejercicio del derecho de los trabajadores a paralizar s u actividad en los cas os de ries go grave e inminente en los términos previs tos en el artículo 21 de la Ley de Prevención de Ries gos Laborales . Las infracciones en materia de prevención de riesgos laborales se sancionarán (Art. 40.2 de la LISOS). Dichas s anciones s e pueden clas ificar en tres grados: grado mínimo, grado medio y grado máximo. La graduación de la s anción s e realiza en función de divers os criterios y, algunos de ellos s on (Art. 39.3 de la LISOS): La peligros idad de las actividades des arrolladas . El carácter permanente o trans itorio de los ries gos . La gravedad de los daños producidos . El número de trabajadores afectados . También deberá teners e en cuenta s i s e ha producido reincidencia (art. 41 LISOS) Por la comis ión de delitos o infracciones muy graves en materia de s eguridad y s alud en el trabajo, la Adminis tración Laboral puede imponer otras medidas adicionales: • Suspensión de actividades laborales. Cierre del centro de trabajo. La s us pens ión de las actividades laborales por un tiempo determinado o, en cas o extremo, el cierre del centro de trabajo corres pondiente, s in perjuicio, en todo cas o, del pago del s alario o de las indemnizaciones que procedan y de las medidas que puedan arbitrars e para s u garantía, cuando concurran circuns tancias de excepcional gravedad en las infracciones en materia de s eguridad y s alud en el trabajo (artículo 53 LPRL. Además puede exis tir la pos ibilidad de paralización de trabajos que puede hacer el Ins pector de trabajo y s eguridad s ocial en los s upues tos de riegos grave e inminente como indica el art. 44 LPRL). • Prohibición de contratar con la Administración Las infracciones muy graves en materia de s eguridad y s alud en el trabajo irán acompañadas de la prohibición de contratar con la Adminis tración (Artículos 54 de la LPRL y 20.d. del Real Decreto Legis lativo 2/2000, de 16 de junio por el que s e aprueba el Texto Refundido de la Ley de Contratos con las Adminis traciones Públicas ). • Cancelación de la acreditación como servicio de prevención, entidad formativa o auditora. La cancelación de la acreditación otorgada por la Autoridad Laboral, por las infracciones por faltas graves y muy graves , de las entidades es pecializadas que actúen como s ervicios de prevención ajenos a las empres as , de las pers onas o entidades que des arrollen la actividad de auditoría de s is tema de prevención de las empres as y de las entidades acreditadas para des arrollar o certificar la formación en materia de prevención de ries gos laborales (art. 40.2. de la LISOS) La res pons abilidad adminis trativa es compatible con: Las indemnizaciones por los daños y perjuicios caus ados . El recargo de pres taciones económicas del s is tema de la Seguridad Social. Por el contrario, no s e permite la concurrencia de res pons abilidad adminis trativa y penal, por aplicación del principio non bis in idem, es decir, s e es tablece la incompatibilidad entre s anción adminis trativa y penal. Prescripción (Art. 4.3. de la LISOS): Las infracciones pres cribirán: al año, las leves ; a los tres años , las graves ; y a los cinco años , las muy graves , contados des de la fecha de infracción. B. Responsabilidad Civil. No es una materia regulada por la LPRL, s erán aplicables las reglas comunes del Código Civil al res pecto (arts . 1101 y 1902 y s iguientes ), que incluye res pons abilidad civil s ubs idiaria derivada del delito. Es ta res pons abilidad s urge por los daños y perjuicios caus ados por el incumplimiento de obligaciones en materia de s eguridad y s alud laboral. Cons is te en una indemnización por daños y perjuicios que s erá fijada por el tribunal. Caracterís ticas : Pueden s er res pons ables civiles todos los s ujetos con res pons abilidades en materia de s eguridad y s alud laboral: empres arios , técnicos , s ervicios de prevención, coordinadores de s eguridad y s alud, trabajadores des ignados , etc. Es ta res pons abilidad s í puede s er as egurada (art. 15.5 LPRL) Sólo puede exigirs e en el ámbito de las obligaciones nacidas del contrato de trabajo y afecta s olo a las partes del contrato. Es neces ario que exis ta un nexo caus al entre el incumplimiento (por dolo, culpa o negligencia) y el daño y perjuicio caus ado. La indemnización civil es compatible con la res pons abilidad adminis trativa, con la penal y con la de Seguridad Social. C. Responsabilidad Penal Se regula por los artículos 316, 317 y 318 del Código Penal: Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, que contempla el delito, por dolo o imprudencia, res pectivamente contra la vida, s alud e integridad fís ica de los trabajadores como cons ecuencia del incumplimiento de la normativa en materia de prevención de ries gos laborales ; a la que s e s uma la previs ión de una pos ible falta penal de les iones contra las pers onas (art. 617.1 Cp.). Dentro de es te ordenamiento jurídico s e encuentran diferentes delitos : • Delitos específicos contra la seguridad y la salud. Dentro de los delitos contra los derechos de los trabajadores , s e encuentran dos delitos contra la s eguridad y la s alud de los trabajadores ; s e trata de los llamados delitos de ries go o de peligro, pues para s u aplicación no es neces ario que s e produzca el daño o el res ultado, es decir, bas taría la previa infracción de normas de prevención de ries gos laborales s iempre que s uponga peligro grave para el trabajador. És tos a s u vez s e pueden dividir en: El delito doloso: el s ujeto voluntaria y cons cientemente comete la infracción: los que con infracción de las normas de prevención de ries gos laborales , es tando legalmente obligados no faciliten los medios neces arios para que los trabajadores des empeñen s u actividad con las medidas de s eguridad e higiene adecuadas , de forma que pongan en peligro s u vida, s alud o integridad fís ica. Serán cas tigados con penas de pris ión de s eis mes es a tres años y multas de s eis a doce mes es (la máxima condena por multa s ería 108.000 €). Delito culposo: el s ujeto actúa s in intencionalidad pero con imprudencia grave: cuando el delito anterior s e cometa por imprudencia grave, s erá cas tigado con la pena inferior en grado (pris ión de tres a s eis mes es y la condena por multa s ería de 27.000 a 54.000 €). • Delitos genéricos Se pueden aplicar los delitos genéricos , además de los anteriores , cuando s e produzca un daño para la vida, la s alud o la integridad fís ica, como s on el homicidio, el homicidio imprudente o el delito de les iones . • Delitos contra la seguridad colectiva Es tos delitos s on los que atentan de forma general a los ciudadanos , y s e dis tinguen los delitos catas tróficos s iguientes : Los delitos relativos a la energía nuclear y a las radiaciones ionizantes . Los delitos de ries gos provocados por explos ivos y otros agentes . Los delitos de ries go en la actividad de la cons trucción. Los sujetos imputados por res pons abilidad penal s on: Las penas s e impondrán al empres ario, pero s i la empres a es una pers ona jurídica (s ociedad), los imputados y penados s erán los ges tores , adminis tradores , directivos o mandos de es tas s ociedades . Sobre la s ociedad puede recaer la res pons abilidad s olidaria s obre la pena de multa y las medidas acces orias que s e puedan adoptar. Los mandos intermedios , encargados , capataces , jefes de obra e, inclus o, los técnicos y coordinadores de s eguridad, pueden s er s ujetos res pons ables y condenados , por el ejercicio de s us funciones en relación con os hechos ocurridos , es decir, todo aquel que tenga obligaciones concretas en materia de s eguridad y s alud laboral. Es ta res pons abilidad es compatible con la res pons abilidad civil y de s eguridad s ocial, pero incompatible con la res pons abilidad adminis trativa cuando s e produzca identidad de s ujeto, hecho y fundamento. Medidas Accesorias: La autoridad judicial además de las penas , anteriormente expues tas , podrá decretar alguna/as de las s iguientes medidas acces orias (art. 129 Código Penal): Dis olución de la s ociedad, as ociación o fundación. Claus ura de la empres a, s us locales o es tablecimientos , con carácter temporal o definitivo. La claus ura temporal no podrá exceder de 5 años . Sus pens ión de las actividades de la s ociedad, empres a, fundación o as ociación por un plazo que no podrá exceder de 5 años . Prohibición de realizar en el futuro actividades . En cuyo ejercicio s e haya cometido, favorecido o encubierto el delito. La intervención de la empres a para s alvaguardar los derechos de los trabajadores o de los acreedores . D. Responsabilidad de Seguridad Social En cuanto a la responsabilidad de Seguridad Social, és ta s e regula en los arts . 195 a 197 LGSS, que contempla como eventuales incumplimientos empres ariales s ancionables los relativos a los accidentes de trabajo producidos por la negativa empres arial de paralizar de los trabajos ordenada por la Ins pección de Trabajo y Seguridad Social o la autoridad laboral, as í como la no realización del reconocimiento médico previo o periódico de los trabajadores expues tos a enfermedades profes ionales , cuando és tas s e materializan. En tales s upues tos , la empres a incumplidora s erá responsable directa del pago de las prestaciones que puedan derivars e, s us tituyendo, pues , la protección que, en otro cas o, corres pondería a la Seguridad Social o Mutua Patronal de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profes ionales a que es tuviera as ociada. Pero a es ta res pons abilidad genérica, s e s uma una es pecífica para el cas o de accidentes de trabajo y enfermedades profes ionales concretada en el recargo de las prestaciones debidas al trabajador. En tales cas os , producida la contingencia profes ional, todas las pres taciones económicas a ella corres pondientes , además de es tar a cargo de la empres a en los términos s eñalados , s e aumentarán en su cuantía, s egún la gravedad de la infracción, entre un 30 y un 50 por 100, cuando la les ión s e produzca por máquinas , artefactos o en ins talaciones , centros o lugares de trabajo que carezcan de los dis pos itivos neces arios , o que s e encuentren inutilizados o en malas condiciones , o cuando no s e hayan obs ervado las medidas generales o particulares aplicables en materia de s eguridad, incluidas de las caracterís ticas , edad, s exo y demás condiciones del trabajador. E. Responsabilidad Laboral Además exis te la pos ibilidad de que el trabajador extinga el contrato de trabajo por el incumplimiento grave por parte del empres ario de s us deberes en es ta materia (s alvo s upues to de fuerza mayor). Debe tratars e de una conducta empres arial grave y culpable. En es te cas o el trabajador tendrá derecho a las indemnizaciones para el des pido improcedente que tras la aprobación de la Reforma Laboral por el Real Decreto- Ley 3/2012, s erá de 33 días por año de s ervicio con un máximo de 42 mens ualidades , s egún indica en s u Dis pos ición Adicional Quinta. No obs tante, la indemnización por des pido improcedente de los contratos formalizados con anterioridad a la entrada en vigor de la Reforma Laboral s e calculará a razón de 45 días de s alario por año de s ervicio por el tiempo de pres tación de s ervicios anterior a dicha fecha de entrada. MODULO 2. LOS RIESGOS GENERALES Y SU PREVENCIÓN Introducción INTRODUCCIÓN La protección de la s eguridad y s alud de los trabajadores , s e aborda actualmente des de el punto de vis ta preventivo y no des de el correctivo, es decir, no s e actúa cuando ha s ucedido algo s ino que s e planifica antes de que ocurra. Es te enfoque defiende, como ya hemos vis to en el anterior módulo, que la actuación preventiva: Se debe planificar e integrar en el conjunto de actividades del hos pital a través de todos s us niveles jerárquicos . Debe comenzar por una evaluación inicial de los ries gos pres entes en el medio laboral derivando, cuando s ea neces ario, en la adopción de las medidas adecuadas que eliminen o al menos reduzcan los ries gos detectados . Es neces ario pues , que todas aquellas pers onas que deban des empeñar funciones preventivas en el hos pital conozcan, al menos , los principales ries gos que pueden es tar pres entes en el medio laboral as í como los s is temas de evaluación y control de los mis mos . As imis mo, para colaborar eficazmente en la protección de la s alud de los trabajadores , s erá neces ario, que todos y cada uno de los res pons ables en el des empeño de acciones preventivas en el hos pital, puedan en un momento determinado actuar en cas o de emergencia y primeros auxilios . Aquellas condiciones de trabajo capaces de provocar un daño para la s eguridad y s alud de los trabajadores , s e conocen como factores de riesgos que pueden clas ificars e en: Condiciones de s eguridad Contaminantes o medioambiente fís ico, químico y biológico Carga de trabajo Organización del trabajo En es te módulo veremos los ries gos generales que nos podemos encontrar en cualquier empres a, y por ello también en los centros hos pitalarios . FACTORES DE RIESGO Condiciones de seguridad: Medioambiente químico Los lugares y superficies de trabajo. Corrosivos Las máquinas y los equipos. Irritantes Las herramientas. Neumoconióticos La manipulación y el transporte. Asfixiantes Los sistemas eléctricos. Anestésicos y narcóticos Los equipos contra incendios. Sensibilizantes Almacenamiento. Cancerígenos Mantenimiento Sistémicos Medioambiente físico Medioambiente biológico El ruido. Bacterias Las vibraciones. Protozoos La iluminación. Virus Las condiciones termohigrométricas. Hongos Las radiaciones. Carga de trabajo Organización del trabajo Carga física: esfuerzos, posturas, movimientos, manipulación de cargas La jornada de trabajo Carga mental: exigencias de la tarea, atención, percepción. La automatización El ritmo de trabajo La comunicación El estilo de mando La participación El status social La identificación con la tarea La iniciativa La estabilidad en el empleo Dependiendo de cuál s ea el factor de ries go que los origina, s e dis tingue entre: Riesgos de seguridad: atrapamientos , golpes y cortes , proyecciones , aplas tamientos , quemaduras , ries go eléctrico, ries go de incendio, en definitiva, los que provocan accidentes . Riesgos higiénicos: los que provocan enfermedades profes ionales . No es neces ario que las condiciones de trabajo s ean extremas para que aparezcan problemas de s alud. Por ejemplo, un ruido de fondo, un foco mal orientado, una temperatura inadecuada, etc. pueden influir negativamente en la realización del trabajo. Contaminantes fís icos : ruido, vibraciones , iluminación Contaminantes químicos Contaminantes biológicos Riesgos ergonómicos: los que provocan fatiga, tanto fís ica como mental. Riesgos psicosociales: los que provocan ins atis facción laboral. UNIDAD FORMATIVA 1. Riesgos ligados a las condiciones de seguridad UNIDAD FORMATIVA 1 Riesgos ligados a las condiciones de seeguridad CONTENIDOS 1. Lugares de trabajo 2. Máquinas 3. Equipos de trabajo 4. Incendios 5. Electricidad En es ta unidad des arrollaremos los ries gos ligados a las condiciones de s eguridad, que s on principalmente los provocados por agentes mecánicos que encontramos en las ins talaciones y equipos de trabajo de los proces os productivos , y que afectan a los s iguientes as pectos : Lugares de trabajo Maquinas y equipos de trabajo Herramientas Incendios y explos iones Electricidad Almacenamiento, manipulación y trans porte 1. LUGARES DE TRABAJO Muchos s on los factores determinantes de que exis tan ries gos de accidentes en los centros de trabajo, que pueden llegar a dañar a las pers onas , a los productos , a las máquinas e ins talaciones , ante una realidad laboral cada vez más compleja. Las caus as de los accidentes normalmente no producen moles tias (un hueco s in cubrir, un cable eléctrico s in proteger...), por lo que a veces no hay pris a en s olucionarlas . En otras ocas iones s e des conoce la exis tencia de un peligro por quienes es tán expues tos al mis mo. La Seguridad en el Trabajo es la técnica preventiva que trata de identificar y anular o dis minuir es tas caus as y as í cons eguir s u objetivo: "reducir los accidentes de trabajo". El lugar en que s e realiza el trabajo debe es tar en buenas condiciones de s eguridad pues as í s e evitarán accidentes y s e cons eguirá una mayor calidad y comodidad del trabajo. Para cons eguir es te objetivo debemos remitirnos al RD. 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. El RD. 486/1997 recoge como principios bás icos que favorecen la s eguridad: El orden y la limpieza en el lugar de trabajo El mantenimiento adecuado de los edificios e ins talaciones generales s on principios bás icos Es te Real Decreto, no s erá de aplicación a: Los medios de trans porte utilizados fuera de la empres a o centro de trabajo, as í como a los lugares de trabajo s ituados dentro de los medios de trans porte. Las obras de cons trucción temporal o móvil. Las indus trias de extracción. Los buques de pes ca. Los campos de cultivo, bos ques y otros terrenos que formen parte de una empres a o centro de trabajo agrícola o fores tal pero que es tén s ituados fuera de la zona edificada de los mis mos . Para es tos lugares de trabajo es peciales , habrá que remitirs e a s u normativa es pecífica. Se entiende por lugares de trabajo las áreas del centro de trabajo, edificadas o no, en las que los trabajadores deban permanecer o a las que puedan acceder en razón de s u trabajo. Se cons ideran incluidos en es ta definición: los s ervicios higiénicos y locales de des cans o. los locales de primeros auxilios . los comedores . Las ins talaciones de s ervicio o protección anejas a los lugares de trabajo. La obligación general del empresario s erá adoptar las medidas neces arias para que la utilización de los lugares de trabajo no origine ries gos para la s eguridad y s alud de los trabajadores o, s i ello no fuera pos ible, para que tales ries gos s e reduzcan al mínimo. En cualquier cas o, los lugares de trabajo deberán cumplir las dis pos iciones mínimas es tablecidas en el pres ente Real Decreto en cuanto a s us condiciones cons tructivas , orden, limpieza y mantenimiento, s eñalización, ins talaciones de s ervicio o protección, condiciones ambientales , iluminación, s ervicios higiénicos y locales de des cans o, y material y locales de primeros auxilios . Las obligaciones es pecíficas del empres ario, y que vienen incluidas en los anexos del RD. 486/1997, s on las s iguientes : A. Condiciones constructivas El dis eño y las caracterís ticas cons tructivas de los lugares de trabajo deberán ofrecer s eguridad frente a los ries gos de res balones o caídas , choques o golpes contra objetos y derrumbamientos o caídas de materiales s obre los trabajadores . Además deberán también facilitar el control de las s ituaciones de emergencia, en es pecial en cas o de incendio, y pos ibilitar, cuando s ea neces ario, la rápida y s egura evacuación de los trabajadores . B. Espacios de trabajo y zonas peligrosas Las dimens iones de los locales de trabajo deberán permitir que los trabajadores realicen s u trabajo s in ries gos para s u s eguridad y s alud y en condiciones ergonómicas aceptables . Sus dimens iones mínimas s erán las s iguientes : 3 metros de altura des de el pis o has ta el techo. No obs tante, en locales comerciales , de s ervicios , oficinas y des pachos , la altura podrá reducirs e a 2,5 metros . 2 metros cuadrados de s uperficie libre por trabajador. 10 metros cúbicos , no ocupados , por trabajador. Deberán tomars e las medidas adecuadas para la protección de los trabajadores autorizados a acceder a las zonas de los lugares de trabajo donde la s eguridad de los trabajadores pueda vers e afectada por ries gos de caída, caída de objetos y contacto o expos ición a elementos agres ivos . As imis mo, deberá dis poners e, en la medida de lo pos ible, de un s is tema que impida que los trabajadores no autorizados puedan acceder a dichas zonas . Las zonas de los lugares de trabajo en las que exista riesgo de caída, de caída de objetos o de contacto o exposición a elementos agresivos, deberán es tar claramente s eñalizadas . C. Suelos, aberturas, desniveles y barandillas Los s uelos de los locales de trabajo deberán s er fijos , es tables y no res baladizos , s in irregularidades ni pendientes peligros as . Las aberturas o des niveles que s upongan un ries go de caída de pers onas s e protegerán mediante barandillas u otros s is temas de protección de s eguridad equivalente, que podrán tener partes móviles cuando s ea neces ario dis poner de acces o a la abertura. Deberán protegers e, en particular: a. Las aberturas en los s uelos . b. Las aberturas en paredes o tabiques , s iempre que s u s ituación y dimens iones s uponga ries go de caída de pers onas , y las plataformas , muelles o es tructuras s imilares . La protección no s erá obligatoria, s in embargo, s i la altura de caída es inferior a 2 metros . c . Los lados abiertos de las es caleras y rampas de más de 60 centímetros de altura. Los lados cerrados tendrán un pas amanos , a una altura mínima de 90 centímetros , s i la anchura de la es calera es mayor de 1,2 metros ; s i es menor, pero ambos lados s on cerrados , al menos uno de los dos llevará pas amanos . Las barandillas s erán de materiales rígidos , tendrán una altura mínima de 90 centímetros y dis pondrán de una protección que impida el pas o o des lizamiento por debajo de las mis mas o la caída de objetos s obre pers onas . D. Tabiques y ventanas Los tabiques transparentes o translúcidos y, en es pecial, los tabiques acristalados s ituados en los locales o en las proximidades de los pues tos de trabajo y vías de circulación, deberán es tar claramente s eñalizados y fabricados con materiales s eguros , o bien es tar s eparados de dichos pues tos y vías , para impedir que los trabajadores puedan golpears e con los mis mos o les ionars e en cas o de rotura. Las ventanas y vanos de iluminación cenital deberán poder limpiars e s in ries go para los trabajadores que realicen es ta tarea o para los que s e encuentren en el edificio y s us alrededores . Para ello deberán es tar dotados de los dis pos itivos neces arios o haber s ido proyectados integrando los s is temas de limpieza. E. Vías de circulación Las vías de circulación de los lugares de trabajo, tanto las s ituadas en el exterior de los edificios y locales como en el interior de los mis mos , incluidas las puertas , pas illos , es caleras , es calas fijas , rampas y muelles de carga, deberán poder utilizars e conforme a s u us o previs to, de forma fácil y con total s eguridad para los peatones o vehículos que circulen por ellas y para el pers onal que trabaje en s us proximidades . El número, s ituación, dimens iones y condiciones cons tructivas de las vías de circulación de pers onas o de materiales deberán adecuars e al número potencial de us uarios y a las caracterís ticas de la actividad y del lugar de trabajo. En el cas o de los muelles y rampas de carga deberá teners e es pecialmente en cuenta la dimens ión de las cargas trans portadas . La anchura mínima de las puertas exteriores y de los pasillos s erá de 80 centímetros y 1 metro, res pectivamente. La anchura de las vías por las que puedan circular medios de transporte y peatones deberá permitir s u pas o s imultáneo con una s eparación de s eguridad s uficiente. Las vías de circulación destinadas a vehículos deberán pasar a una distancia suficiente de las puertas, portones, zonas de circulación de peatones, pasillos y escaleras. Los muelles de carga deberán tener al menos una s alida, o una en cada extremo cuando tengan gran longitud y s ea técnicamente pos ible. Siempre que s ea neces ario para garantizar la s eguridad de los trabajadores , el trazado de las vías de circulación deberá es tar claramente s eñalizado. F. Puertas y portones Las puertas transparentes deberán tener una s eñalización a la altura de la vis ta. Las s uperficies trans parentes o trans lúcidas de las puertas y portones que no s ean de material de s eguridad deberán protegers e contra la rotura cuando és ta pueda s uponer un peligro para los trabajadores . L a s puertas y portones de vaivén deberán s er trans parentes o tener partes trans parentes que permitan la vis ibilidad de la zona a la que s e accede. Las puertas correderas deberán ir provis tas de un s is tema de s eguridad que les impida s alirs e de los carriles y caer. Las puertas y portones que se abran hacia arriba es tarán dotados de un s is tema de s eguridad que impida s u caída. Las puertas y portones mecánicos deberán funcionar s in ries go para los trabajadores . Tendrán dis pos itivos de parada de emergencia de fácil identificación y acces o, y podrán abrirs e de forma manual, s alvo s i s e abren automáticamente en cas o de avería del s is tema de emergencia. Las puertas de acceso a las escaleras no s e abrirán directamente s obre s us es calones s ino s obre des cans os de anchura al menos igual a la de aquéllos . L o s portones destinados básicamente a la circulación de vehículos deberán poder s er utilizados por los peatones s in ries gos para s u s eguridad, o bien deberán dis poner en s u proximidad inmediata de puertas des tinadas a tal fin, expeditas y claramente s eñalizadas . G. Rampas, escaleras y plataformas Los pavimentos de las rampas, escaleras y plataformas de trabajo s erán de materiales no res baladizos o dis pondrán de elementos antides lizantes . Las rampas tendrán una pendiente máxima del 12 % cuando s u longitud s ea menor que 3 metros , del 10 % cuando s u longitud s ea menor que 10 metros o del 8 % en el res to de los cas os . Las escaleras tendrán una anchura mínima de 1 metro, excepto en las de s ervicio, que s erá de 55 centímetros . Los peldaños de una es calera tendrán las mis mas dimens iones . Se prohíben las es caleras de caracol excepto s i s on de s ervicio. Los escalones de las escaleras que no s ean de s ervicio tendrán una huella comprendida entre 23 y 36 centímetros , y una contrahuella entre 13 y 20 centímetros . Los es calones de las es caleras de s ervicio tendrán una huella mínima de 15 centímetros y una contrahuella máxima de 25 centímetros . Las escaleras mecánicas y cintas rodantes deberán tener las condiciones de funcionamiento y dis pos itivos neces arios para garantizar la s eguridad de los trabajadores que las utilicen. Sus dispositivos de parada de emergencia s erán fácilmente identificables y acces ibles . H. Puertas de emergencias y vías de evacuación. Las vías y salidas de evacuación, as í como las vías de circulación y las puertas que den acces o a ellas , s e ajus tarán a lo dis pues to en s u normativa es pecífica (Código Técnico de Edificación). Las vías y s alidas de evacuación deberán permanecer expeditas y des embocar lo más directamente pos ible en el exterior o en una zona de s eguridad. En cas o de peligro, los trabajadores deberán poder evacuar todos los lugares de trabajo rápidamente y en condiciones de máxima s eguridad. El número, la distribución y las dimensiones de las vías y s alidas de evacuación dependerán del us o, de los equipos y de las dimens iones de los lugares de trabajo, as í como del número máximo de pers onas que puedan es tar pres entes en los mis mos . Las puertas de emergencia deberán abrirs e hacia el exterior y no deberán es tar cerradas , de forma que cualquier pers ona que neces ite utilizarlas en cas o de urgencia pueda abrirlas fácil e inmediatamente. Es tarán prohibidas las puertas es pecíficamente de emergencia que s ean correderas o giratorias . Las puertas situadas en los recorridos de las vías de evacuación deberán es tar s eñalizadas de manera adecuada. Se deberán poder abrir en cualquier momento des de el interior s in ayuda es pecial. Cuando los lugares de trabajo es tén ocupados , las puertas deberán poder abrirs e. Las vías y s alidas es pecíficas de evacuación deberán señalizarse conforme a lo es tablecido en el Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, s obre dis pos iciones mínimas de s eñalización de s eguridad y s alud en el trabajo. Es ta s eñalización deberá fijars e en los lugares adecuados y s er duradera. Las vías y s alidas de evacuación, as í como las vías de circulación que den acces o a ellas , no deberán estar obstruidas por ningún objeto de manera que puedan utilizars e s in trabas en cualquier momento. Las puertas de emergencia no deberán cerrars e con llave. En cas o de avería de la iluminación, las vías y s alidas de evacuación que requieran iluminación deberán es tar equipadas con iluminación de s eguridad de s uficiente intens idad. I. Instalación eléctrica La ins talación eléctrica de los lugares de trabajo deberá ajus tars e a lo dis pues to en s u normativa es pecífica. La ins talación eléctrica no deberá entrañar ries gos de incendio o explos ión. Los trabajadores deberán es tar debidamente protegidos contra los ries gos de accidente caus ados por contactos directos o indirectos . La ins talación eléctrica y los dis pos itivos de protección deberán tener en cuenta la tens ión, los factores externos condicionantes y la competencia de las pers onas que tengan acces o a partes de la ins talación. J. Discapacitados Los lugares de trabajo y, en particular, las puertas , vías de circulación, es caleras , s ervicios higiénicos y pues tos de trabajo, utilizados u ocupados por trabajadores minus válidos , deberán es tar acondicionados para que dichos trabajadores puedan utilizarlos . K. Orden, limpieza y mantenimiento Los lugares de trabajo, incluidos los locales de s ervicio, y s us res pectivos equipos e ins talaciones , se limpiarán periódicamente y s iempre que s ea neces ario para mantenerlos en todo momento en condiciones higiénicas adecuadas . A tal fin, las caracterís ticas de los s uelos , techos y paredes s erán tales que permitan dicha limpieza y mantenimiento. Se eliminarán con rapidez los des perdicios , las manchas de gras a, los res iduos de s us tancias peligros as y demás productos res iduales que puedan originar accidentes o contaminar el ambiente de trabajo. Las zonas de pas o, s alidas y vías de circulación de los lugares de trabajo y, en es pecial, las s alidas y vías de circulación previs tas para la evacuación en cas os de emergencia, deberán permanecer libres de obstáculos de forma que s ea pos ible utilizarlas s in dificultades en todo momento. Las operaciones de limpieza no deberán cons tituir por s i mis mas una fuente de ries go para los trabajadores que las efectúen o para terceros , realizándos e a tal fin en los momentos , de la forma y con los medios más adecuados . Los lugares de trabajo y, en particular, s us ins talaciones , deberán s er objeto de un mantenimiento periódico, de forma que s us condiciones de funcionamiento s atis fagan s iempre las es pecificaciones del proyecto, s ubs anándos e con rapidez las deficiencias que puedan afectar a la s eguridad y s alud de los trabajadores . Si s e utiliza una instalación de ventilación, deberá manteners e en buen es tado de funcionamiento y un s is tema de control deberá indicar toda avería s iempre que s ea neces ario para la s alud de los trabajadores . En el cas o de las instalaciones de protección, el mantenimiento deberá incluir el control de s u funcionamiento. L. Condiciones ambientales En los locales de trabajo cerrados deberán cumplirs e, en particular, las s iguientes condiciones : La temperatura de los locales donde s e realicen trabajos s edentarios propios de oficinas o s imilares es tará comprendida entre 17 y 27° C. La temperatura de los locales donde s e realicen trabajos ligeros es tará comprendida entre 14 y 25° C. La humedad relativa es tará comprendida entre el 30 y el 70 %, excepto en los locales donde exis tan ries gos por electricidad es tática en los que el límite inferior s erá el 50 %. Los trabajadores no deberán es tar expues tos de forma frecuente o continuada a corrientes de aire cuya velocidad exceda los s iguientes límites : Trabajos en ambientes no caluros os : 0,25 m/s . Trabajos s edentarios en ambientes caluros os : 0,5 m/s . Trabajos no s edentarios en ambientes caluros os : 0,75 m/s . La renovación mínima del aire de los locales de trabajo, s erá de 30 metros cúbicos de aire limpio por hora y trabajador, en el cas o de trabajos s edentarios en ambientes no caluros os ni contaminados por humo de tabaco y de 50 metros cúbicos , en los cas os res tantes , a fin de evitar el ambiente viciado y los olores des agradables . M. Iluminación La iluminación de cada zona o parte de un lugar de trabajo deberá adaptars e a las caracterís ticas de la actividad que s e efectúe en ella, teniendo en cuenta: Los ries gos para la s eguridad y s alud de los trabajadores dependientes de las condiciones de vis ibilidad. Las exigencias vis uales de las tareas des arrolladas . Siempre que s ea pos ible, los lugares de trabajo tendrán una iluminación natural, que deberá complementars e con una iluminación artificial cuando la primera, por s í s ola, no garantice las condiciones de vis ibilidad adecuadas . El Real Decreto es tablece los s iguientes niveles mínimos de iluminación: Zona o parte del lugar de trabajo (*) Nivel mínimo de iluminación (lux) Zonas donde se ejecuten tareas con: 1) Bajas exigencias visuales 100 2) Exigencias visuales moderadas 200 3) Exigencias visuales altas 500 4) Exigencias visuales muy altas 1.000 Áreas o locales de uso ocasional 50 Áreas o locales de uso habitual 100 Vías de circulación de uso ocasional 25 Vías de circulación de uso habitual 50 N. Servicios higiénicos Agua potable. Los lugares de trabajo dis pondrán de agua potable en cantidad s uficiente y fácilmente acces ible. Se evitará toda circuns tancia que pos ibilite la contaminación del agua potable. En las fuentes de agua s e indicará s i és ta es o no potable, s iempre que puedan exis tir dudas al res pecto. Vestuarios, duchas, lavabos y retretes. Los lugares de trabajo dis pondrán de vestuarios cuando los trabajadores deban llevar ropa es pecial de trabajo y no s e les pueda pedir, por razones de s alud o decoro, que s e cambien en otras dependencias . Los vestuarios es tarán provis tos de as ientos y de armarios o taquillas individuales con llave, que tendrán la capacidad s uficiente para guardar la ropa y el calzado. Los armarios o taquillas para la ropa de trabajo y para la de calle es tarán s eparados cuando ello s ea neces ario por el es tado de contaminación, s uciedad o humedad de la ropa de trabajo. Los lugares de trabajo dis pondrán, en las proximidades de los pues tos de trabajo y de los ves tuarios , de locales de aseo con es pejos , lavabos con agua corriente, caliente s i es neces ario, jabón y toallas individuales u otro s is tema de s ecado con garantías higiénicas . Dis pondrán además de duchas de agua corriente, caliente y fría, cuando s e realicen habitualmente trabajos s ucios , contaminantes o que originen elevada s udoración. En tales cas os , s e s uminis trarán a los trabajadores los medios es peciales de limpieza que s ean neces arios . Los lugares de trabajo dis pondrán de retretes, dotados de lavabos , s ituados en las proximidades de los pues tos de trabajo, de los locales de des cans o, de los ves tuarios y de los locales de as eo, cuando no es tén integrados en es tos últimos . Los retretes dis pondrán de des carga automática de agua y papel higiénico. En los retretes que hayan de s er utilizados por mujeres s e ins talarán recipientes es peciales y cerrados . Las cabinas es tarán provis tas de una puerta con cierre interior y de una percha. Los ves tuarios , locales de as eos y retretes es tarán s eparados para hombres y mujeres , o deberá prevers e una utilización por s eparado de los mis mos . O. Locales de descanso Cuando la s eguridad o la s alud de los trabajadores lo exijan, en particular en razón del tipo de actividad o del número de trabajadores , és tos dis pondrán de un local de descanso de fácil acces o. Las dimensiones de los locales de des cans o y s u dotación de mes as y as ientos con res paldos s erán s uficientes para el número de trabajadores que deban utilizarlos s imultáneamente. Los lugares de trabajo en los que s in contar con locales de des cans o, el trabajo s e interrumpa regular y frecuentemente, dis pondrán de es pacios donde los trabajadores puedan permanecer durante es as interrupciones , s i s u pres encia durante las mis mas en la zona de trabajo s upone un ries go para s u s eguridad o s alud o para la de terceros . Cuando exis tan dormitorios en el lugar de trabajo, és tos deberán reunir las condiciones de s eguridad y s alud exigidas para los lugares de trabajo y permitir el des cans o del trabajador en condiciones adecuadas . P. Locales de primeros auxilios Los lugares de trabajo dis pondrán de material para primeros auxilios en cas o de accidente, que deberá s er adecuado, en cuanto a s u cantidad y caracterís ticas , al número de trabajadores , a los ries gos a que es tén expues tos y a las facilidades de acces o al centro de as is tencia médica más próximo. Se deberá dis poner, como mínimo, de un botiquín portátil que contenga des infectantes y antis épticos autorizados , gas as es tériles , algodón hidrófilo, venda, es paradrapo, após itos adhes ivos , tijeras , pinzas y guantes des echables . El material de primeros auxilios s e revis ará periódicamente y s e irá reponiendo tan pronto como caduque o s ea utilizado. Los lugares de trabajo de más de 50 trabajadores deberán dis poner de un local des tinado a los primeros auxilios y otras pos ibles atenciones s anitarias . También deberán dis poner del mis mo los lugares de trabajo de más de 25 trabajadores para los que as í lo determine la autoridad laboral, teniendo en cuenta la peligros idad de la actividad des arrollada y las pos ibles dificultades de acces o al centro de as is tencia médica más próximo. Los accidentes pueden s er evitados s i conocemos los peligros del entorno y aplicamos las medidas preventivas corres pondientes . Los peligros debidos al lugar de trabajo pueden ser: Caídas al mis mo nivel Caídas a dis tinto nivel Pis adas s obre objetos Choques contra, objetos inmóviles Choques contra objetos móviles Atropellos con vehículos Caídas de objetos por des plome o derrumbamiento Dentro de la planificación preventiva s e las inspecciones periódicas de los lugares de trabajo para llevar un control del cumplimiento de las medidas preventivas para un adecuado pues to de trabajo. 2. MÁQUINAS Los ries gos derivados de la utilización de máquinas en el trabajo tienen una elevada incidencia en los accidentes laborales con baja. Entre los principales ries gos que originan s e encuentran los cortes , pinchazos , atrapamientos , arras tre, aplas tamiento, etc. En el s ector hos pitalario podemos encontrar divers os tipos de máquinas o equipos de trabajo: es terilizadores , s elladoras , equipos quirúrgicos , hornos , cortadoras en cocina, lavavajillas indus triales , túnel de lavado, etc. Las pos ibles caus as de los accidentes con máquinas s on: Son máquinas ins eguras (s in res guardos o dis pos itivos de s eguridad) Los elementos de s eguridad exis ten pero es tán mal dis eñados , fabricados con materiales inadecuados Las máquinas y equipos de trabajo s e s ometen a las neces arias ins pecciones y controles periódicos . Exces o de confianza del trabajador. Inexis tencia de procedimientos de trabajo s eguros , etc. La norma de referencia para máquinas es el Real Decreto 1644/2008, de 10 de octubre, por el que se establecen las normas para la comercialización y puesta en servicio de las máquinas. Se aplicará a los s iguientes productos : Las máquinas . Los equipos intercambiables . Los componentes de s eguridad. Los acces orios de elevación. Las cadenas , cables y cinchas . Los dis pos itivos amovibles de trans mis ión mecánica. Las cuas i máquinas . No se aplicará a los s iguientes productos : Los componentes de s eguridad des tinados a utilizars e como piezas de recambio para s us tituir componentes idénticos , y s uminis trados por el fabricante de la máquina originaria. Los equipos es pecíficos para ferias y parques de atracciones . Las máquinas es pecialmente dis eñadas o pues tas en s ervicio para us os nucleares y cuyos fallos puedan originar una emis ión de radiactividad. Las armas , incluidas las armas de fuego. Los s iguientes medios de trans porte: los tractores agrícolas y fores tales , los vehículos de motor y s us remolques , los vehículos cubiertos por la Directiva 2002/24/CE del Parlamento Europeo y del Cons ejo, de 18 de marzo de 2002, relativa a la homologación de los vehículos de motor de dos o tres ruedas , los vehículos de motor des tinados exclus ivamente a la competición, y los medios de trans porte por aire, por agua o por redes ferroviarias , con exclus ión de las máquinas ins taladas en dichos medios de trans porte. Los buques de navegación marítima y las unidades móviles de alta mar, as í como las máquinas ins taladas a bordo de dichos buques y/o unidades . Las máquinas es pecialmente dis eñadas y fabricadas para fines militares o policiales . Las máquinas es pecialmente dis eñadas y fabricadas con vis tas a la inves tigación para us o temporal en laboratorios . Los as cens ores para pozos de minas . Máquinas des tinadas a elevar o trans portar actores durante repres entaciones artís ticas . Los productos eléctricos y electrónicos que s e incluyan en los ámbitos s iguientes : Electrodomés ticos des tinados a us o domés tico. Equipos audiovis uales . Equipos de tecnología de la información. Máquinas corrientes de oficina. Aparatos de conexión y mando de baja tens ión. Motores eléctricos . Los s iguientes equipos eléctricos de alta tens ión: Aparatos de conexión y de mando. Trans formadores . Las definiciones que incluye es ta nueva Directiva de Máquinas s on: Máquina: Conjunto de partes o componentes vinculados entre s í, de los cuales al menos uno es móvil, as ociados para una aplicación determinada, provis to o des tinado a es tar provis to de un s is tema de accionamiento dis tinto de la fuerza humana o animal, aplicada directamente. Equipo intercambiable: Dis pos itivo que, tras la pues ta en s ervicio de una máquina o de un tractor, s ea acoplado por el propio operador a dicha máquina o tractor para modificar s u función o aportar una función nueva, s iempre que es te equipo no s ea una herramienta. Componente de seguridad: Componente: Que s irva para des empeñar una función de s eguridad, que s e comercialice por s eparado, cuyo fallo y/o funcionamiento defectuos o ponga en peligro la s eguridad de las pers onas , y que no s ea neces ario para el funcionamiento de la máquina o que, para el funcionamiento de la máquina, pueda s er reemplazado por componentes normales . Accesorio de elevación: Componente o equipo que no es parte integrante de la máquina de elevación, que permita la prens ión de la carga, s ituado entre la máquina y la carga, o s obre la propia carga, o que s e haya previs to para s er parte integrante de la carga y s e comercialice por s eparado. También s e cons iderarán acces orios de elevación las es lingas y s us componentes . Cadenas, cables y cinchas: Cadenas , cables y cinchas dis eñados y fabricados para la elevación como parte de las máquinas de elevación o de los acces orios de elevación. Dispositivo amovible de transmisión mecánica: Componente amovible des tinado a la trans mis ión de potencia entre una máquina automotora o un tractor y una máquina receptora uniéndolos al primer s oporte fijo. Cuando s e comercialice con el res guardo s e debe cons iderar como un s olo producto. Cuasi máquina: Conjunto que cons tituye cas i una máquina, pero que no puede realizar por s í s olo una aplicación determinada. Un s is tema de accionamiento es una cuas i máquina. La cuas i máquina es tá des tinada únicamente a s er incorporada a, o ens amblada con, otras máquinas , u otras cuas i máquinas o equipos , para formar una máquina a la que s e aplique es te real decreto. Comercialización: Primera pues ta a dis pos ición en la Comunidad Europea, mediante pago o de manera gratuita, de una máquina o de una cuas i máquina, con vis tas a s u dis tribución o utilización. Fabricante: Pers ona fís ica o jurídica que dis eñe y/o fabrique una máquina o una cuas i máquina cubierta por es te real decreto y que s ea res pons able de la conformidad de dicha máquina o cuas i máquina, con vis tas a s u comercialización, bajo s u propio nombre o s u propia marca, o para s u propio us o. En aus encia de un fabricante en el s entido indicado, s e cons iderará fabricante cualquier pers ona fís ica o jurídica que comercialice o ponga en s ervicio una máquina o una cuas i máquina cubierta por es te real decreto. Representante autorizado: Pers ona fís ica o jurídica es tablecida en la Comunidad Europea que haya recibido un mandato por es crito del fabricante para cumplir en s u nombre la totalidad o parte de las obligaciones y formalidades relacionadas con es te real decreto. Puesta en servicio: Primera utilización, de acuerdo con s u us o previs to, en la Comunidad Europea, de una máquina cubierta por es te real decreto. Norma armonizada: Es pecificación técnica, de carácter no obligatorio, adoptada por un organis mo de normalización, a s aber el Comité Europeo de Normalización (CEN), el Comité Europeo de Normalización Electrotécnica (CENELEC) o el Ins tituto Europeo de Normas de Telecomunicación (ETSI), en el marco de un mandato de la Comis ión otorgado con arreglo a los procedimientos es tablecidos en la Directiva 98/34/CE del Parlamento Europeo y del Cons ejo, de 22 de junio de 1998, por la que s e es tablece un procedimiento de información en materia de las normas y reglamentaciones técnicas y de las reglas relativas a los s ervicios de la s ociedad de la información, trans pues ta a derecho interno es pañol mediante Real Decreto 1337/1999, de 31 de julio. Comercialización y puesta en servicio: El fabricante o s u repres entante autorizado, antes de proceder a la comercialización o pues ta en s ervicio de una máquina, deberá: As egurars e de que es ta cumple los pertinentes requis itos es enciales de s eguridad y de s alud del anexo I. As egurars e de que es té dis ponible el expediente técnico del anexo VII. Facilitar en particular las informaciones neces arias , como es el cas o de las ins trucciones . Llevar a cabo los oportunos procedimientos de evaluación de la conformidad. Redactar la declaración CE de conformidad, y as egurars e de que dicha declaración s e adjunta a la máquina. Colocar el marcado CE. El marcado CE de conformidad es tará compues to por las iniciales «CE ». Se deberá fijar en la máquina de manera vis ible, legible e indeleble. Queda prohibido fijar en las máquinas marcados , s ignos e ins cripciones que puedan inducir a error a terceros en relación con el s ignificado del marcado CE, con s u logotipo, o con ambos al mis mo tiempo. El fabricante o s u repres entante autorizado deberá as egurars e, antes de comercializar una cuas i máquina, de que s e ha completado el procedimiento para las cuas i máquinas . La comercialización y/o la pues ta en s ervicio en el territorio es pañol de las máquinas que cumplan lo dis pues to en es te real decreto no podrá s er prohibida, limitada u obs taculizada. Requisitos esenciales de seguridad y de salud relativos al diseño y la fabricación de las máquinas (Anexo I) A. Principios generales 1. El fabricante de una máquina, o su representante autorizado, deberá garantizar la realización de una evaluación de ries gos con el fin de determinar los requis itos de s eguridad y de s alud que s e aplican a la máquina. La máquina deberá s er dis eñada y fabricada teniendo en cuenta los res ultados de la evaluación de ries gos . Mediante un proces o iterativo de evaluación y reducción de riesgos, el fabricante o s u repres entante autorizado deberán: Determinar los límites de la máquina, lo que incluye el us o previs to y s u mal us o razonablemente previs ible, Identificar los peligros que puede generar la máquina y las corres pondientes s ituaciones peligros as , Es timar los ries gos , teniendo en cuenta la gravedad de las pos ibles les iones o daños para la s alud y la probabilidad de que s e produzcan, Valorar los ries gos , con objeto de determinar s i s e requiere una reducción de los mis mos , con arreglo al objetivo de la Directiva 2006/42/CE, Eliminar los peligros o reducir los ries gos derivados de dichos peligros , mediante la aplicación de medidas preventivas , s egún el orden de prioridad es tablecido en el punto 1.1.2, letra b). 2 . L a s obligaciones establecidas por los requisitos esenciales de seguridad y de salud s olo s e aplicarán cuando la máquina de que s e trate, utilizada en las condiciones previs tas por el fabricante o s u repres entante autorizado, o en s ituaciones anormales previs ibles , pres ente el corres pondiente peligro. En todo cas o, s iempre s e aplicarán los principios de integración de la s eguridad y las obligaciones s obre marcado de las máquinas y el manual de ins trucciones . 3. Los requisitos esenciales de seguridad y de salud s on imperativos . No obs tante, cabe la pos ibilidad de que, habida cuenta del es tado de la técnica, no s e puedan alcanzar los objetivos que dichos requis itos es tablecen. En tal cas o, la máquina deberá, en la medida de lo pos ible, dis eñars e y fabricars e para acercars e a tales objetivos . 4. Al diseñar una máquina, s e tendrán en cuenta los requis itos de la parte general y los requis itos recogidos en una o más de las otras partes del anexo, en función de los res ultados de la evaluación de ries gos efectuada con arreglo al punto 1 de es tos principios generales . B. Requisitos esenciales de seguridad y de salud 1.1 Generalidades. 1.1.1 Definiciones. a) Peligro: Fuente de pos ible les ión o daño a la s alud. b) Zona peligrosa: Cualquier zona dentro y/o alrededor de una máquina en la cual la pres encia de una pers ona s uponga un ries go para s u s eguridad o s alud. c) Persona expuesta: Cualquier pers ona que s e encuentre, enteramente o en parte, en una zona peligros a. d) Operador: Pers ona o pers onas encargadas de ins talar, manejar, regular, mantener, limpiar, reparar o des plazar una máquina. e) «Ries go»: Combinación de la probabilidad y la gravedad de una les ión o de un daño a la s alud que pueda producirs e en una s ituación peligros a. f) Resguardo: Elemento de la máquina utilizado es pecíficamente para proporcionar protección por medio de una barrera fís ica. g) Dispositivo de protección: Dis pos itivo (dis tinto de un res guardo) que reduce el ries go, por s í s olo o as ociado con un res guardo. h) Uso previsto: Us o de la máquina de acuerdo con la información proporcionada en las ins trucciones para la utilización. i) Mal uso razonablemente previsible: Us o de la máquina de una forma no propues ta en las ins trucciones para la utilización, pero que puede res ultar de un comportamiento humano fácilmente previs ible. 1.1.2 Principios de integración de la seguridad: a) Las máquinas s e deben diseñar y fabricar de manera que s ean aptas para s u función y para que s e puedan manejar, regular y mantener s in ries go para las pers onas cuando dichas operaciones s e lleven a cabo en las condiciones previs tas , pero también teniendo en cuenta cualquier mal us o razonablemente previs ible. Las medidas que s e tomen deberán ir encaminadas a s uprimir cualquier ries go durante la vida útil previs ible de la máquina, incluidas las fas es de trans porte, montaje, des montaje, retirada de s ervicio y des guace. b ) Al optar por las soluciones más adecuadas, el fabricante o s u repres entante autorizado aplicará los principios s iguientes , en el orden que s e indica: Eliminar o reducir los ries gos en la medida de lo pos ible (dis eño y fabricación de la máquina inherentemente s eguros ), Adoptar las medidas de protección que s ean neces arias frente a los ries gos que no puedan eliminars e, Informar a los us uarios acerca de los ries gos res iduales debidos a la incompleta eficacia de las medidas preventivas adoptadas , indicar s i s e requiere una formación es pecial y, s eñalar s i es neces ario proporcionar algún equipo de protección individual. c) Al diseñar y fabricar una máquina y al redactar el manual de instrucciones, el fabricante o s u repres entante autorizado deberá prever no s olo el us o previs to de la máquina, s ino también cualquier mal us o razonablemente previs ible. Las máquinas s e deben dis eñar y fabricar de manera que s e evite s u utilización de manera incorrecta, cuando ello pudiera generar un ries go. En s u cas o, en el manual de ins trucciones s e deben s eñalar al us uario los modos que, por experiencia, pueden pres entars e en los que no se debe utilizar una máquina. d) Las máquinas s e deben dis eñar y fabricar teniendo en cuenta las molestias que pueda s ufrir el operador por el us o neces ario o previs ible de un equipo de protección individual. e) Las máquinas deberán entregars e con todos los equipos y accesorios especiales imprescindibles para que s e puedan regular, mantener y utilizar de manera s egura. 1.1.3 Materiales y productos. Los materiales que s e hayan empleado para fabricar la máquina, o los productos que s e hayan utilizado o creado durante s u us o, no originarán ries gos para la s eguridad ni para la s alud de las pers onas . Es pecialmente cuando s e empleen fluidos, la máquina s e dis eñará y fabricará para evitar los ries gos provocados por el llenado, la utilización, la recuperación y la evacuación. 1.1.4 Iluminación. La máquina s e s uminis trará con un alumbrado incorporado, adaptado a las operaciones , en aquellos cas os en que, a pes ar de la pres encia de un alumbrado ambiental de un valor normal, la aus encia de dicho dis pos itivo pudiera crear un ries go. La máquina s e debe dis eñar y fabricar de manera que no se produzcan zonas de s ombra moles ta, des lumbramientos moles tos , ni efectos es trobos cópicos peligros os en los elementos móviles debidos al alumbrado. Los órganos internos que deban ins peccionars e y ajus tars e con frecuencia, as í como las zonas de mantenimiento, llevarán los adecuados dis pos itivos de alumbrado. 1.1.5 Diseño de la máquina con vistas a su manutención. La máquina o cada uno de s us diferentes elementos : Se debe poder manipular y transportar con s eguridad. Es tará embalada o dis eñada para que pueda almacenarse s in ries gos ni deterioro. Durante el trans porte de la máquina o de s us elementos , no deberán poder producirs e desplazamientos intempestivos ni peligros debidos a la inestabilidad s i la máquina o s us elementos s e manipulan s egún el manual de ins trucciones . Cuando la mas a, tamaño o forma de la máquina o de s us diferentes elementos no posibiliten su desplazamiento manual, la máquina o cada uno de s us diferentes elementos deberá: Llevar acces orios que pos ibiliten la prens ión por un medio de elevación, o Es tar dis eñada de tal manera que s e la pueda dotar de acces orios de es te tipo, o Tener una forma tal que los medios normales de elevación puedan adaptars e con facilidad. Cuando la máquina o uno de s us elementos se transporte manualmente, deberá: Ser fácilmente des plazable, o Llevar medios de prens ión con los que s e pueda des plazar con s eguridad. Se es tablecerán medidas es pecíficas res pecto a la manipulación de las herramientas y/o partes de máquinas, por ligeras que s ean, que puedan s er peligros as . 1.1.6 Ergonomía. En las condiciones previs tas de utilización, habrán de reducirs e al mínimo pos ible la molestia, la fatiga y el estrés físico y psíquico del operador, teniendo en cuenta principios ergonómicos como los s iguientes : Adaptarse a las diferencias morfológicas , de fuerza y de res is tencia de los operadores . Proporcionar espacio suficiente para los movimientos de las dis tintas partes del cuerpo del operador. Evitar un ritmo de trabajo determinado por la máquina. Evitar que la vigilancia requiera una concentración prolongada. Adaptar el interfaz hombre-máquina a las caracterís ticas previs ibles de los operadores . 1.1.7 Puestos de mando. El pues to de mando s e debe dis eñar y fabricar de manera que s e evite cualquier ries go debido a los gases de escape y/o a la falta de oxígeno. Si la máquina es tá des tinada a s er utilizada en un entorno peligroso, que pres ente ries gos para la s alud y la s eguridad del operador, o s i la propia máquina origina un entorno peligros o, s e deben proveer los medios adecuados para que el operador dis ponga de buenas condiciones de trabajo y es té protegido contra todo peligro previs ible. Siempre que res ulte apropiado, el pues to de mando dis pondrá de una cabina adecuada diseñada, fabricada y/o equipada para cumplir los requis itos antes mencionados . La s alida deberá permitir una evacuación rápida. Además , en s u cas o, deberá proveers e una salida de emergencia en una dirección dis tinta de la s alida normal. 1.1.8 Asientos. Cuando res ulte adecuado y las condiciones de trabajo lo permitan, el pues to de trabajo que forme parte integrante de la máquina deberá es tar dis eñado para la instalación de asientos. Si s e ha previs to que el operador esté sentado durante el funcionamiento y el pues to de mando forma parte integrante de la máquina, es ta deberá dis poner de un as iento. El as iento del operador le garantizará la es tabilidad de s u pos ición. Además , el as iento y la dis tancia entre es te y los órganos de accionamiento órganos de accionamiento deberán poder adaptarse al operador. Si la máquina es tá s ujeta a vibraciones, el as iento s e debe dis eñar y fabricar de tal manera que s e reduzcan al mínimo razonablemente pos ible las vibraciones que s e trans mitan al operador. El anclaje del as iento deberá res is tir todas las tens iones a que pueda es tar s ometido. Si no hubiere s uelo bajo los pies del operador, es te deberá dis poner de reposapiés antideslizantes. 1.2 Sistemas de mando. 1.2.1 Seguridad y fiabilidad de los sistemas de mando. Lo s sistemas de mando s e deben dis eñar y fabricar de manera que s e evite cualquier s ituación peligros a. En particular, s e deben dis eñar y fabricar de manera: Que res is tan los es fuerzos previs tos de funcionamiento y las influencias externas . Que un fallo en el s oporte material o en el s oporte lógico del s is tema de mando no provoque s ituaciones peligros as . Que los errores que afecten a la lógica del s is tema de mando no provoquen s ituaciones peligros as . Que un error humano razonablemente previs ible durante el funcionamiento no provoque s ituaciones peligros as . Deberá pres tars e es pecial atención a los s iguientes aspectos: Que la máquina no s e ponga en marcha de manera intempes tiva. Que no varíen los parámetros de la máquina de forma incontrolada, cuando tal variación pueda dar lugar a s ituaciones peligros as . Que no s e impida la parada de la máquina s i ya s e ha dado es a orden. Que no s e pueda producir la caída o proyección de ningún elemento móvil de la máquina o de ninguna pieza s ujetada por ella. Que no s e impida la parada automática o manual de los elementos móviles , cuales quiera que es tos s ean. Que los dis pos itivos de protección permanezcan totalmente operativos o emitan una orden de parada. Que las partes del s is tema de mando relativas a la s eguridad s e apliquen de forma coherente a la totalidad del conjunto de máquinas y/o de cuas i máquinas . En cas o de radio control, deberá producirs e una parada automática cuando no s e reciban las s eñales correctas de mando, incluyendo la pérdida de la comunicación. 1.2.2 Órganos de accionamiento. Serán claramente visibles e identificables mediante pictogramas cuando res ulte adecuado. Es tarán colocados de tal manera que s e puedan accionar con seguridad, s in vacilación ni pérdida de tiempo y de forma inequívoca. Se dis eñarán de tal manera que el movimiento del órgano de accionamiento s ea coherente con el efecto ordenado. Es tarán colocados fuera de las zonas peligrosas excepto, s i fuera neces ario, determinados órganos de accionamiento, tales como una parada de emergencia o una cons ola de aprendizaje. Es tarán s ituados de forma que el hecho de accionarlos no acarree ries gos adicionales . Es tarán dis eñados o irán protegidos de forma que el efecto deseado, cuando pueda acarrear un peligro, s olo pueda cons eguirs e mediante una acción deliberada. Es tarán fabricados de forma que resistan los esfuerzos previsibles; s e pres tará una atención es pecial a los dis pos itivos de parada de emergencia que puedan es tar s ometidos a es fuerzos importantes . Cuando s e dis eñe y fabrique un órgano de accionamiento para ejecutar varias acciones distintas, es decir, cuando s u acción no s ea unívoca, la acción ordenada deberá vis ualizars e de forma clara y, s i fuera neces ario, requerirá una confirmación. Los órganos de accionamiento tendrán una configuración tal que s u dis pos ición, s u recorrido y s u es fuerzo res is tente s ean compatibles con la acción ordenada, habida cuenta de los principios ergonómicos . La máquina deberá es tar equipada con los dispositivos indicadores que s ean neces arios para que pueda funcionar de manera s egura. Des de el pues to de mando, el operador deberá poder leer las indicaciones de dichos dis pos itivos . Desde cada puesto de mando, el operador deberá es tar en s ituación de as egurars e de que nadie s e halle en las zonas peligros as , o bien el s is tema de mando s e debe dis eñar y fabricar de manera que s e impida la pues ta en marcha mientras haya alguien en la zona peligros a. De no poder aplicars e ninguna de es tas pos ibilidades , deberá producirs e una señal de advertencia sonora y/o visual antes de que la máquina s e ponga en marcha. Las pers onas expues tas deberán dis poner de tiempo suficiente para abandonar la zona peligros a o impedir la pues ta en marcha de la máquina. En cas o neces ario, la máquina deberá dis poner de los medios para que solamente pueda controlarse des de pues tos de mando s ituados en una o varias zonas o emplazamientos predeterminados . Cuando haya varios puestos de mando, el s is tema de mando s e debe dis eñar de tal forma que la utilización de uno de ellos impida el us o de los demás , excepto los dis pos itivos de parada y de parada de emergencia. Cuando la máquina dis ponga de varios pues tos de mando, cada uno de ellos deberá es tar equipado con todos los órganos de accionamiento necesarios s in que los operadores s e moles ten ni s e pongan en peligro mutuamente. 1.2.3 Puesta en marcha. La puesta en marcha de una máquina s olo deberá poder efectuars e mediante una acción voluntaria ejercida s obre un órgano de accionamiento previs to a tal efecto. Es te requis ito también s erá aplicable: A la pues ta en marcha de nuevo tras una parada, s ea cual s ea la caus a de es ta última. A la orden de una modificación importante de las condiciones de funcionamiento. No obs tante, la pues ta en marcha de nuevo tras una parada o la modificación de las condiciones de funcionamiento podrán efectuars e por una acción voluntaria sobre un dispositivo distinto del órgano de accionamiento previs to a tal efecto, s iempre que ello no conduzca a una s ituación peligros a. En el cas o de funcionamiento automático de una máquina, la pues ta en marcha, la pues ta en marcha de nuevo tras una parada o la modificación de las condiciones de funcionamiento podrán producirs e s in intervención s i ello no conduce a una s ituación peligros a. Cuando la máquina dis ponga de varios órganos de accionamiento para la pues ta en marcha y los operadores puedan por tanto poners e en peligro mutuamente, deberán exis tir dispositivos adicionales que eliminen tales ries gos . Si por motivos de s eguridad es neces ario que la pues ta en marcha y/o la parada s e realicen con arreglo a u n a secuencia concreta, exis tirán dis pos itivos que garanticen que es as operaciones s e realicen en el orden correcto. 1.2.4 Parada. 1.2.4.1 Parada normal. Las máquinas es tarán provis tas de un órgano de accionamiento que permita s u parada total en condiciones s eguras . Cada puesto de trabajo es tará provis to de un órgano de accionamiento que permita parar, en función de los peligros exis tentes , la totalidad o parte de las funciones de la máquina, de manera que la máquina quede en s ituación de s eguridad. La orden de parada de la máquina tendrá prioridad s obre las órdenes de pues ta en marcha. Una vez obtenida la parada de la máquina o de s us funciones peligros as , s e interrumpirá la alimentación de energía de los accionadores afectados . 1.2.4.2 Parada operativa. Cuando por razones de funcionamiento s e requiera una orden de parada que no interrumpa la alimentación de energía de los accionadores , s e s upervis arán y cons ervarán las condiciones de parada. 1.2.4.3 Parada de emergencia. Las máquinas es tarán provis tas de uno o varios dispositivos de parada de emergencia por medio de los cuales s e puedan evitar s ituaciones peligros as que puedan producirs e de forma inminente o que s e es tén produciendo. Quedan excluidas de es ta obligación: Las máquinas en las que el dis pos itivo de parada de emergencia no pueda reducir el ries go, ya s ea porque no reduce el tiempo para obtener la parada normal o bien porque no permite adoptar las medidas particulares para hacer frente al ries go. Las máquinas portátiles y/o las máquinas guiadas a mano. El dispositivo deberá: Tener órganos de accionamiento claramente identificable, muy vis ible y rápidamente acces ible. Provocar la parada del proces o peligros o en el menor tiempo pos ible, s in crear nuevos ries gos . Eventualmente, des encadenar o permitir que s e des encadenen determinados movimientos de protección. Cuando deje de accionars e el dis pos itivo de parada de emergencia una vez que s e haya dado la orden de parada, es ta orden deberá manteners e mediante el bloqueo del dispositivo de parada de emergencia hasta que dicho bloqueo sea expresamente desactivado; el dis pos itivo no deberá poders e bloquear s in que genere una orden de parada; s olo s erá pos ible des bloquear el dis pos itivo mediante una acción adecuada y es te des bloqueo no deberá volver a poner en marcha la máquina, s ino s olo permitir que pueda volver a arrancar. La función de parada de emergencia deberá es tar dis ponible y s er operativa en todo momento, independientemente del modo de funcionamiento. Los dis pos itivos de parada de emergencia deben s ervir para apoyar otras medidas de protección y no para s us tituirlas . 1.2.4.4 Conjuntos de máquinas . Si s e trata de máquinas o de elementos de máquinas dis eñados para funcionar conjuntamente, s e deben dis eñar y fabricar de manera que los dis pos itivos de parada, incluidos los dispositivos de parada de emergencia, puedan parar no s olamente la máquina, s ino también todos los equipos relacionados s i el hecho de que s igan funcionando pudiera cons tituir un peligro. 1.2.5 Selección de modos de mando o de funcionamiento. El modo de mando o de funcionamiento seleccionado tendrá prioridad s obre todos los demás modos de mando o de funcionamiento, a excepción de la parada de emergencia. Si la máquina ha s ido dis eñada y fabricada para que pueda utilizars e s egún varios modos de mando o de funcionamiento que requieran dis tintas medidas de protección y/o procedimientos de trabajo, llevará un selector de modo de mando o de funcionamiento enclavable en cada pos ición. Cada una de las pos iciones del s elector debe s er claramente identificable y debe corres ponder a un único modo de mando o de funcionamiento. El s elector podrá s us tituirs e por otros medios de s elección con los que s e pueda limitar la utilización de determinadas funciones de la máquina a determinadas categorías de operadores . Si, en determinadas operaciones , la máquina ha de poder funcionar con un resguardo desplazado o retirado o con un dispositivo de protección neutralizado, el s elector de modo de mando o de funcionamiento deberá, a la vez: Des activar todos los demás modos de mando o de funcionamiento. Autorizar el funcionamiento de las funciones peligros as únicamente mediante órganos de accionamiento que requieran un accionamiento mantenido. Autorizar el funcionamiento de las funciones peligros as s olo en condiciones de ries go reducido y evitando cualquier peligro derivado de una s uces ión de s ecuencias . Impedir que funcione cualquier función peligros a mediante una acción voluntaria o involuntaria s obre los s ens ores de la máquina. Si no pueden cumplirs e de forma s imultánea es tas cuatro condiciones , el s elector de modo de mando o de funcionamiento activará otras medidas preventivas dis eñadas y fabricadas para garantizar una zona de intervención s egura. Además , des de el pues to de reglaje, el operador deberá poder controlar el funcionamiento de los elementos s obre los que es té actuando. 1.2.6 Fallo de la alimentación de energía. L a interrupción, el restablecimiento tras una interrupción o la variación, en el s entido que s ea, de la alimentación de energía de la máquina no provocarán s ituaciones peligros as . Deberá pres tars e es pecial atención a los s iguientes aspectos: Que la máquina no s e ponga en marcha de manera intempes tiva. Que no varíen los parámetros de la máquina de forma incontrolada, cuando tal variación pueda dar lugar a s ituaciones peligros as . Que no s e impida la parada de la máquina s i ya s e ha dado la orden. Que no s e pueda producir la caída o proyección de ningún elemento móvil de la máquina o de ninguna pieza s ujetada por ella. Que no s e impida la parada automática o manual de los elementos móviles , cuales quiera que es tos s ean. Que los dis pos itivos de protección permanezcan totalmente operativos o emitan una orden de parada. 1.3 Medidas de protección contra peligros mecánicos. 1.3.1 Riesgo de pérdida de estabilidad. La máquina, as í como s us elementos y equipos , deberán s er suficientemente estables para que s e pueda evitar el vuelco, la caída o los movimientos incontrolados durante el trans porte, montaje, des montaje y cualquier otra acción relacionada con la máquina. Si la propia forma de la máquina o la ins talación a que s e des tina no permiten garantizar la s uficiente es tabilidad, habrá que dis poner unos medios de fijación adecuados, que s e indicarán en el manual de ins trucciones . 1.3.2 Riesgo de rotura en servicio. Tanto las partes de la máquina como las uniones entre ellas tendrán que poder res is tir a las s olicitaciones a las que s e vean s ometidas durante la utilización. Los materiales utilizados tendrán una res is tencia s uficiente, adaptada a las caracterís ticas del entorno de utilización previs to por el fabricante o s u repres entante autorizado, en particular res pecto a los fenómenos de fatiga, envejecimiento, corros ión y abras ión. El manual de instrucciones debe indicar los tipos y la frecuencia de las ins pecciones y mantenimientos neces arios por motivos de s eguridad. En s u cas o, indicará las piezas que puedan des gas tars e, as í como los criterios para s u s us titución. Si, a pes ar de las medidas adoptadas , pers is tiera un riesgo de estallido o rotura, los elementos afectados es tarán montados , dis pues tos y/o provis tos de protección de modo que s e retenga cualquier fragmento evitando as í s ituaciones peligros as . Los conductos rígidos o flexibles por los que circulen fluidos , es pecialmente a alta pres ión, tendrán que poder s oportar las s olicitaciones internas y externas previs tas ; es tarán s ólidamente s ujetos y/o provis tos de protección para garantizar que no exis tan ries gos en cas o de que s e produzca una rotura. En cas o de avance automático del material que vaya a trabajars e hacia la herramienta, deberán dars e las condiciones que figuran a continuación para evitar ries gos a las pers onas : Cuando la herramienta y la pieza entren en contacto, la herramienta tendrá que haber alcanzado s us condiciones normales de trabajo. En el momento en que s e produzca la pues ta en marcha y/o la parada de la herramienta (voluntaria o accidentalmente), el movimiento de avance y el movimiento de la herramienta deberán es tar coordinados . 1.3.3 Riesgos debidos a la caída y proyección de objetos. Se deberán tomar precauciones para evitar las caídas o proyecciones de objetos que puedan pres entar un ries go. 1.3.4 Riesgos debidos a superficies, aristas o ángulos. Los elementos de la máquina que s ean acces ibles no pres entarán, en la medida que lo permita s u función, ni aris tas , ni ángulos pronunciados , ni s uperficies rugos as que puedan producir les iones . 1.3.5 Riesgos debidos a las máquinas combinadas. Cuando la máquina es té previs ta para poder efectuar varias operaciones diferentes en las que s e deba coger la pieza con las manos entre operación y operación (máquina combinada), s e debe dis eñar y fabricar de modo que cada elemento pueda utilizars e por s eparado s in que los elementos res tantes cons tituyan un ries go para las pers onas expues tas . A tal fin, cada uno de los elementos , s i careciera de protección, s e deberá poder poner en marcha o parar individualmente. 1.3.6 Riesgos relacionados con las variaciones de las condiciones de funcionamiento. En el cas o de operaciones en condiciones de utilización diferentes, la máquina s e debe dis eñar y fabricar de forma que la elección y el reglaje de dichas condiciones puedan efectuars e de manera s egura y fiable. 1.3.7 Riesgos relacionados con los elementos móviles. Los elementos móviles de la máquina s e deben dis eñar y fabricar a fin de evitar los ries gos de contacto que puedan provocar accidentes o, cuando s ubs is tan los ries gos , es tarán provis tos de res guardos o de dis pos itivos de protección. Deberán tomars e todas las medidas neces arias para evitar el bloqueo inesperado de los elementos móviles que intervienen en el trabajo. En cas o de que la pos ibilidad de bloqueo s ubs is ties e a pes ar de las medidas tomadas , deberán proporcionars e, cuando res ulte adecuado, los neces arios dis pos itivos de protección y herramientas es pecíficos que permitan des bloquear el equipo de manera s egura. E l manual de instrucciones y, s i es pos ible, una indicación ins crita en la máquina, deberán mencionar dichos dis pos itivos de protección es pecíficos y la manera de utilizarlos . 1.3.8 Elección de la protección contra los riesgos ocasionados por los elementos móviles. Los res guardos o los dis pos itivos de protección dis eñados para proteger contra los ries gos debidos a los elementos móviles s e elegirán en función del ries go exis tente. Para efectuar la elección s e deben utilizar las indicaciones s iguientes . 1.3.8.1 Elementos móviles de trans mis ión. Los res guardos dis eñados para proteger a las pers onas contra los peligros ocas ionados por los elementos móviles de trans mis ión s erán: Res guardos fijos , o Res guardos movibles con enclavamiento. Se recurrirá a es ta última s olución s i s e prevén intervenciones frecuentes . 1.3.8.2 Elementos móviles que intervienen en el trabajo: Los res guardos o los dis pos itivos de protección dis eñados para proteger a las pers onas contra los ries gos ocas ionados por los elementos móviles que intervienen en el trabajo s erán: Res guardos fijos , o Res guardos movibles con enclavamiento, o Dis pos itivos de protección, o Una combinación de los anteriores . No obs tante, cuando determinados elementos móviles que intervengan directamente en el trabajo no s e puedan hacer totalmente inacces ibles durante s u funcionamiento debido a operaciones que exijan la intervención del operador, es os elementos es tarán provis tos de: Res guardos fijos o res guardos movibles con enclavamiento que impidan el acces o a las partes de los elementos que no s e utilicen para el trabajo, y Res guardos regulables que res trinjan el acces o a las partes de los elementos móviles a las que s ea neces ario acceder. Resguardo fijo Resguardo regulable Resguardo regulable: barra protectora Resguardo con dispositivo de enclavamiento 1.3.9 Riesgos debidos a movimientos no intencionados. Cuando s e haya parado un elemento de una máquina, la deriva a partir de la pos ición de parada, por cualquier motivo que no s ea la acción s obre los órganos de accionamiento, deberá impedirs e o s erá tal que no entrañe peligro alguno. 1.4 Características que deben reunir los resguardos y los dispositivos de protección. 1.4.1 Requisitos generales. Los res guardos y los dis pos itivos de protección: Serán de fabricación robus ta. Deberán manteners e s ólidamente en s u pos ición. No ocas ionarán peligros s uplementarios . No podrán s er burlados o anulados con facilidad. Deberán es tar s ituados a una dis tancia adecuada de la zona peligros a. Deberán res tringir lo menos pos ible la obs ervación del proces o productivo. Deberán permitir las intervenciones indis pens ables para la colocación y/o la s us titución de las herramientas , as í como para los trabajos de mantenimiento, limitando el acces o exclus ivamente a la zona donde deba realizars e el trabajo y, ello, a s er pos ible, s in des montar el res guardo o neutralizar el dis pos itivo de protección. Deberán, en la medida de lo pos ible, proteger contra la proyección o la caída de materiales u objetos y contra las emis iones generadas por la máquina. 1.4.2 Requisitos específicos para los resguardos. 1.4.2.1 Res guardos fijos . L a fijación de los resguardos fijos es tará garantizada por s is temas que s olo s e puedan abrir o des montar mediante herramientas . Los sistemas de fijación deberán permanecer unidos a los res guardos o a la máquina cuando s e des monten los res guardos . En la medida de lo pos ible, los res guardos no podrán permanecer en s u pos ición s i carecen de s us medios de fijación. 1.4.2.2 Res guardos móviles con dis pos itivo de enclavamiento. Los resguardos móviles con dispositivo de enclavamiento: Siempre que ello s ea pos ible, habrán de permanecer unidos a la máquina cuando s e abran Se deben dis eñar y fabricar de forma que s olamente s e puedan regular mediante una acción voluntaria. Los resguardos móviles con dispositivo de enclavamiento estarán asociados a un dispositivo de enclavamiento de manera que: Impida la pues ta en marcha de funciones peligros as de la máquina mientras los res guardos no es tén cerrados , y Genere una orden de parada cuando dejen de es tar cerrados . Cuando s ea pos ible para un operador alcanzar la zona peligros a antes de que haya ces ado el ries go que entrañan las funciones peligros as de la máquina, los resguardos móviles estarán asociados, además de a un dispositivo de enclavamiento, a un dispositivo de bloqueo que: Impida la pues ta en marcha de funciones peligros as de la máquina mientras el res guardo no es té cerrado y bloqueado, y Mantenga el res guardo cerrado y bloqueado has ta que ces e el ries go de s ufrir daños a caus a de las funciones peligros as de la máquina. Los res guardos móviles con dis pos itivo de enclavamiento s e deben dis eñar de forma que la aus encia o el fallo de uno de s us componentes impidan la pues ta en marcha o provoque la parada de las funciones peligros as de la máquina. 1.4.2.3 Res guardos regulables que res trinjan el acces o. Los res guardos regulables que res trinjan el acces o a las partes de los elementos móviles es trictamente neces arias para el trabajo: Deberán poder regulars e manual o automáticamente, s egún el tipo de trabajo que vaya a realizars e. Deberán poder regulars e fácilmente s in herramientas . 1.4.3 Requisitos específicos para los dispositivos de protección. Los dis pos itivos de protección es tarán dis eñados e incorporados al s is tema de mando de manera que: Sea impos ible que los elementos móviles empiecen a funcionar mientras el operador pueda entrar en contacto con ellos . Ninguna pers ona pueda entrar en contacto con los elementos móviles mientras es tén en movimiento. La aus encia o el fallo de uno de s us componentes impedirá la pues ta en marcha o provocará la parada de los elementos móviles . Los dis pos itivos de protección s olamente s e podrán regular mediante una acción voluntaria. 1.5 Riesgos debidos a otros peligros. 1.5.1 Energía eléctrica. Si la máquina s e alimenta con energía eléctrica, s e debe dis eñar, fabricar y equipar de manera que s e eviten o s e puedan evitar todos los peligros de origen eléctrico. 1.5.2 Electricidad estática. La máquina s e debe dis eñar y fabricar para evitar o res tringir la aparición de cargas electros táticas que puedan s er peligros as y/o dis pondrá de medios para poder evacuarlas . 1.5.3 Energías distintas de la eléctrica. Si la máquina s e alimenta con fuentes de energía dis tinta de la eléctrica, s e debe dis eñar, fabricar y equipar para prevenir todos los pos ibles ries gos ligados a es tas fuentes de energía. 1.5.4 Errores de montaje. Los errores s us ceptibles de s er cometidos en el montaje o repos ición de determinadas piezas que pudies en provocar ries gos deberán impos ibilitars e mediante el dis eño y la fabricación de dichas piezas o, en s u defecto, mediante indicaciones que figuren en las propias piezas y/o en s us res pectivos cárteres . Las mis mas indicaciones figurarán en los elementos móviles y/o en s us res pectivos cárteres cuando, para evitar un ries go, s ea precis o conocer el s entido del movimiento. En s u cas o, el manual de ins trucciones deberá incluir información complementaria s obre es tos ries gos . Cuando una conexión defectuos a pueda originar ries gos , cualquier conexión errónea deberá hacers e impos ible por el propio dis eño o, en s u defecto, por indicaciones que figuren en los elementos que deben conectars e o, cuando proceda, en los medios de conexión. 1.5.5 Temperaturas extremas. Se adoptarán medidas para evitar cualquier ries go de les ión por contacto o proximidad con piezas o materiales a temperatura elevada o muy baja. Se adoptarán, as imis mo, las medidas neces arias para evitar o proteger contra el ries go de proyección de materias calientes o muy frías . 1.5.6 Incendio. La máquina s e debe dis eñar y fabricar de manera que s e evite cualquier ries go de incendio o de s obrecalentamiento provocado por la máquina en s í o por los gas es , líquidos , polvos , vapores y demás s us tancias producidas o utilizadas por la máquina. 1.5.7 Explosión. La máquina s e debe dis eñar y fabricar de manera que s e evite cualquier ries go de explos ión provocado por la propia máquina o por los gas es , líquidos , polvos , vapores y demás s us tancias producidas o utilizadas por la máquina. En lo que res pecta a los ries gos de explos ión debidos a la utilización de la máquina en una atmós fera potencialmente explos iva, la máquina deberá s er conforme a las dis pos iciones de trans pos ición de las directivas comunitarias es pecíficas . 1.5.8 Ruido. La máquina s e debe dis eñar y fabricar de manera que los ries gos que res ulten de la emis ión del ruido aéreo producido s e reduzcan al nivel más bajo pos ible, teniendo en cuenta el progres o técnico y la dis ponibilidad de medios de reducción del ruido, es pecialmente en s u fuente. El nivel de ruido emitido podrá evaluars e tomando como referencia los datos de emis ión comparativos de máquinas s imilares . 1.5.9 Vibraciones. La máquina s e debe dis eñar y fabricar de manera que los ries gos que res ulten de las vibraciones que ella produzca s e reduzcan al nivel más bajo pos ible, teniendo en cuenta el progres o técnico y la dis ponibilidad de medios de reducción de las vibraciones , es pecialmente en s u fuente. El nivel de vibraciones producidas podrá evaluars e tomando como referencia los datos de emis ión comparativos de máquinas s imilares . 1.5.10 Radiaciones. Las radiaciones no des eadas de la máquina deberán eliminars e o reducirs e a niveles que no afecten perjudicialmente a las pers onas . Cualquier radiación ionizante funcional emitida por la máquina s e limitará al nivel mínimo neces ario para garantizar el funcionamiento correcto de la máquina durante s u ins talación, funcionamiento y limpieza. Cuando exis ta un ries go, s e adoptarán las medidas de protección neces arias . Cualquier radiación no ionizante funcional emitida durante la ins talación, funcionamiento y limpieza s e limitará a niveles que no afecten perjudicialmente a las pers onas . 1.5.11 Radiaciones exteriores. La máquina s e debe dis eñar y fabricar de forma que las radiaciones exteriores no perturben s u funcionamiento. 1.5.12 Radiaciones láser. Si s e utilizan equipos lás er, s e deberán tener en cuenta las normas s iguientes : Los equipos lás er de las máquinas s e deben dis eñar y fabricar de forma que s e evite toda radiación involuntaria. Los equipos lás er de las máquinas dis pondrán de protección de forma que no perjudiquen a la s alud ni la radiación eficaz, ni la radiación producida por reflexión o difus ión, ni la radiación s ecundaria. Los equipos ópticos para la obs ervación o el reglaje de equipos lás er de las máquinas deben s er tales que no den lugar a ries go alguno para la s alud debido a las radiaciones lás er. 1.5.13 Emisiones de materiales y sustancias peligrosas. La máquina s e debe dis eñar y fabricar de manera que s e puedan evitar los ries gos de inhalación, inges tión, contacto con la piel, ojos y mucos as , y penetración por la piel, de materiales y s us tancias peligros as producidos por ella. Cuando res ulte impos ible eliminar es te peligro, la máquina es tará equipada para que los materiales y s us tancias peligros os s e puedan confinar, evacuar, precipitar mediante pulverización de agua, filtrar o tratar mediante otro método igualmente eficaz. Si el proces o no es totalmente cerrado durante el funcionamiento normal de la máquina, los dis pos itivos de confinamiento y/o evacuación es tarán s ituados de manera que produzcan un efecto máximo. 1.5.14 Riesgo de quedar encerrado en una máquina. La máquina s e debe dis eñar, fabricar o equipar con medios que impidan que una pers ona quede encerrada en ella o, s i es to no es pos ible, que le permitan pedir ayuda. 1.5.15 Riesgo de resbalar, tropezar o caer. Las partes de la máquina s obre las que es té previs to que puedan des plazars e o es tacionars e pers onas s e deben dis eñar y fabricar de manera que s e evite que dichas pers onas res balen, tropiecen o caigan s obre es as partes o fuera de ellas . Cuando proceda, dichas partes es tarán equipadas de as ideros fijos que permitan a los us uarios cons ervar la es tabilidad. 1.5.16 Rayos. Las máquinas que requieran protección contra los efectos de los rayos durante s u utilización deberán es tar equipadas con un s is tema que permita conducir a tierra la carga eléctrica res ultante. 1.6 Mantenimiento. 1.6.1 Mantenimiento de la máquina. Los puntos de reglaje y de mantenimiento es tarán s ituados fuera de las zonas peligros as . Las operaciones de reglaje, mantenimiento, reparación, limpieza y las intervenciones s obre la máquina deberán poder efectuars e con la máquina parada. Si al menos una de las anteriores condiciones no pudiera cumplirs e por motivos técnicos , s e adoptarán medidas para garantizar que dichas operaciones puedan efectuars e de forma s egura. Para las máquinas automatizadas y, en s u cas o, para otras máquinas , deberá prevers e un dis pos itivo de conexión que permita montar un equipo de diagnós tico de averías . Los elementos de una máquina automatizada que deban s us tituirs e con frecuencia, deberán poder des montars e y volver a montars e fácilmente y con total s eguridad. El acces o a es tos elementos debe permitir que es tas tareas s e lleven a cabo con los medios técnicos neces arios s iguiendo un modus operandi definido previamente. 1.6.2 Acceso a los puestos de trabajo o a los puntos de intervención. La máquina s e debe dis eñar y fabricar con medios de acces o que permitan llegar con total s eguridad a todas las zonas en las que s e requiera intervenir durante s u funcionamiento, reglaje y mantenimiento. 1.6.3 Separación de las fuentes de energía. La máquina es tará provis ta de dis pos itivos que permitan ais larla de cada una de s us fuentes de energía. Dichos dis pos itivos s erán claramente identificables . Deberán poder s er bloqueados s i al conectars e de nuevo pudieran poner en peligro a las pers onas . Los dis pos itivos también deberán poder s er bloqueados cuando el operador no pueda comprobar, des de todos los pues tos a los que tenga acces o, la permanencia de dicha s eparación. En el cas o de máquinas que puedan enchufars e a una toma de corriente, la des conexión de la clavija s erá s uficiente, s iempre que el operador pueda comprobar, des de todos los pues tos a los que tenga acces o, la permanencia de dicha des conexión. La energía res idual o almacenada en los circuitos de la máquina tras s u ais lamiento debe poder s er dis ipada normalmente s in ries go para las pers onas . No obs tante el requis ito de los párrafos anteriores , algunos circuitos podrán permanecer conectados a s u fuente de energía para pos ibilitar, por ejemplo, el mantenimiento de piezas , la protección de información, el alumbrado de las partes internas , etc. En tal cas o, deberán adoptars e medidas es peciales para garantizar la s eguridad de los operadores . 1.6.4 Intervención del operador. Las máquinas s e deben dis eñar, fabricar y equipar de forma que s e limiten las caus as de intervención de los operadores . Siempre que no pueda evitars e la intervención del operador, es ta deberá poder efectuars e con facilidad y s eguridad. 1.6.5 Limpieza de las partes interiores. La máquina s e debe dis eñar y fabricar de manera que s ea pos ible limpiar las partes interiores que hayan contenido s us tancias o preparados peligros os s in penetrar en ellas ; as imis mo, s i es neces ario des bloquearlas , la operación deberá poder realizars e des de el exterior. Si fues e impos ible evitar tener que penetrar en la máquina, es ta s e debe dis eñar y fabricar de forma que s ea pos ible efectuar la limpieza con total s eguridad. 1.7 Información. 1.7.1 Informaciones y advertencias sobre la máquina. Las informaciones y advertencias s obre la máquina s e deben proporcionar, preferentemente, en forma de pictogramas o símbolos fácilmente comprensibles. Cualquier información o advertencia verbal o es crita s e expres ará, cuando la máquina s e comercialice y/o ponga en s ervicio en Es paña, al menos en cas tellano, acompañada, s i as í s e s olicita, por las vers iones en otras lenguas oficiales de la Comunidad que comprendan los operadores . 1.7.1.1 Información y dis pos itivos de información. La información neces aria para el manejo de una máquina deberá carecer de ambigüedades y s er de fácil comprens ión. No deberá s er exces iva has ta el punto que cons tituya una s obrecarga para el operador. Las pantallas de vis ualización o cuales quiera otros medios de comunicación interactivos entre el operador y la máquina deberán s er de fácil comprens ión y utilización. 1.7.1.2 Dis pos itivos de advertencia. Cuando la s alud y la s eguridad de las pers onas puedan es tar en peligro por funcionamiento defectuos o de una máquina que funcione s in vigilancia, es ta deberá es tar equipada de manera que advierta de ello mediante una s eñal acús tica o luminos a adecuada. Si la máquina lleva dis pos itivos de advertencia, es tos no s erán ambiguos y s e percibirán fácilmente. Se adoptarán medidas para que el operador pueda verificar s i es tos dis pos itivos de advertencia s iguen s iendo eficaces . Se aplicarán las pres cripciones de las directivas comunitarias es pecíficas s obre colores y s eñales de s eguridad. 1.7.2 Advertencia de los riesgos residuales. Si, a pes ar de las medidas de dis eño inherentemente s eguro, de las medidas de protección y de las medidas preventivas complementarias adoptadas , exis ten ries gos , deberán colocars e las s eñales de advertencia neces arias , incluidos los dis pos itivos de advertencia. 1.7.3 Marcado de las máquinas. Cada máquina llevará, de forma vis ible, legible e indeleble, como mínimo las indicaciones s iguientes : La razón s ocial y la dirección completa del fabricante y, en s u cas o, de s u repres entante autorizado. La des ignación de la máquina. El marcado CE. La des ignación de la s erie o del modelo. El número de s erie, s i exis tiera. El año de fabricación, es decir, el año en el que finaliza el proces o de fabricación. Es tá prohibido indicar una fecha anterior o pos terior en la máquina al aplicar el marcado CE. Además , la máquina dis eñada y fabricada para utilizars e en una atmós fera potencialmente explos iva debe llevar el marcado corres pondiente. En función del tipo de máquina, es ta deberá llevar también todas las indicaciones que s ean indis pens ables para un empleo s eguro. Cuando un elemento de la máquina deba s er manipulado durante s u utilización, mediante aparatos de elevación, s u mas a deberá es tar ins crita de forma legible, duradera y no ambigua. 1.7.4 Manual de instrucciones. Cuando s e comercialice y/o s e ponga en s ervicio en Es paña, cada máquina deberá ir acompañada de un manual de instrucciones, al menos en cas tellano. Dicho manual s erá un Manual original o una Traducción del manual original; en es te último cas o, la traducción irá acompañada obligatoriamente de un Manual original. No obs tante, las instrucciones para el mantenimiento destinadas al personal especializado habilitado por el fabricante o s u repres entante autorizado podrán s er s uminis tradas en una s ola de las lenguas de la Comunidad Europea que comprenda dicho pers onal es pecializado. El manual de ins trucciones es tará redactado s egún los principios que s e enumeran a continuación. 1.7.4.1 Principios generales de redacción del manual de ins trucciones : a) El manual de ins trucciones es tará redactado en una o varias de las lenguas oficiales de la Comunidad Europea. La mención “Manual original” deberá figurar en la vers ión o vers iones lingüís ticas comprobadas por el fabricante o por s u repres entante autorizado. b) Cuando no exis ta un «Manual original» en cas tellano, el fabricante o s u repres entante autorizado, o el res pons able de la introducción de la máquina en la zona lingüís tica de que s e trate, deberá proporcionar una traducción al menos en cas tellano. Las traducciones incluirán la mención «Traducción del manual original». c) El contenido del manual de ins trucciones no s olamente deberá cubrir el uso previsto de la máquina, s ino también tener en cuenta s u mal us o razonablemente previs ible. d) En el cas o de máquinas des tinadas a usuarios no profesionales, en la redacción y la pres entación del manual de ins trucciones s e tendrá en cuenta el nivel de formación general y la pers picacia que, razonablemente, pueda es perars e de dichos us uarios . 1.7.4.2 Contenido del manual de ins trucciones : Cada manual de ins trucciones contendrá como mínimo, cuando proceda, la información s iguiente: a) La razón s ocial y dirección completa del fabricante y de s u repres entante autorizado. b) La des ignación de la máquina, tal como s e indique s obre la propia máquina, con excepción del número de s erie. c) La declaración CE de conformidad o un documento que exponga el contenido de dicha declaración y en el que figuren las indicaciones de la máquina s in que neces ariamente deba incluir el número de s erie y la firma. d) Una des cripción general de la máquina. e) Los planos , diagramas , des cripciones y explicaciones neces arias para el us o, el mantenimiento y la reparación de la máquina, as í como para comprobar s u correcto funcionamiento. f) Una des cripción de los pues tos de trabajo que puedan ocupar los operadores . g) Una des cripción del us o previs to de la máquina. h) advertencias relativas a los modos en que no s e debe utilizar una máquina que, por experiencia, pueden pres entars e. i) Las ins trucciones de montaje, ins talación y conexión, incluidos los planos , diagramas y medios de fijación y la des ignación del chas is o de la ins talación en la que debe montars e la máquina. j) Las ins trucciones relativas a la ins talación y al montaje, dirigidas a reducir el ruido y las vibraciones . k) Las ins trucciones relativas a la pues ta en s ervicio y la utilización de la máquina y, en cas o neces ario, las ins trucciones relativas a la formación de los operadores . l) Información s obre los ries gos res iduales que exis tan a pes ar de las medidas de dis eño inherentemente s eguro, de las medidas de protección y de las medidas preventivas complementarias adoptadas . m) Ins trucciones acerca de las medidas preventivas que debe adoptar el us uario, incluyendo, cuando proceda, los equipos de protección individual a proporcionar. n) Las caracterís ticas bás icas de las herramientas que puedan acoplars e a la máquina. o) Las condiciones en las que las máquinas res ponden al requis ito de es tabilidad durante s u utilización, trans porte, montaje, des montaje, s ituación de fuera de s ervicio, ens ayo o s ituación de avería previs ible. p) Ins trucciones para que las operaciones de trans porte, manutención y almacenamiento puedan realizars e con total s eguridad, con indicación de la mas a de la máquina y la de s us divers os elementos cuando, de forma regular, deban trans portars e por s eparado. q) El modo operativo que s e ha de s eguir en cas o de accidente o de avería; s i es probable que s e produzca un bloqueo, el modo operativo que s e ha de s eguir para lograr el des bloqueo del equipo con total s eguridad. r) La des cripción de las operaciones de reglaje y de mantenimiento que deban s er realizadas por el us uario, as í como las medidas de mantenimiento preventivo que s e han de cumplir. s ) Ins trucciones dis eñadas para permitir que el reglaje y el mantenimiento s e realicen con total s eguridad, incluidas las medidas preventivas que deben adoptars e durante es te tipo de operaciones . t) Las caracterís ticas de las piezas de recambio que deben utilizars e, cuando es tas afecten a la s alud y s eguridad de los operadores . u) Unas indicaciones es pecíficas s obre el ruido aéreo emitido. v) Cuando s ea probable que la máquina emita radiaciones no ionizantes que puedan caus ar daños a las pers onas , en particular a las pers onas portadoras de dis pos itivos médicos implantables activos o inactivos , información s obre la radiación emitida para el operador y las pers onas expues tas . 1.7.4.3 Información publicitaria. La información publicitaria que des criba la máquina no deberá contradecir al manual de ins trucciones en lo que res pecta a los as pectos de s alud y s eguridad. La información publicitaria que des criba las caracterís ticas de funcionamiento de la máquina deberá contener la mis ma información que el manual de ins trucciones acerca de las emis iones . Además de es tos requis itos es enciales en el Real Decreto, s e recogen otros Requis itos es enciales complementarios de s eguridad y de s alud para algunas categorías de máquinas . REQUISITOS ESENCIALES DE SEGURIDAD Y SALUD (ANEXO I) Sistemas de mando. Generalidades: Definiciones. Principios de integración de la seguridad. Materiales y productos. Iluminación. Diseño de la máquina con vistas a su manu-tención. Seguridad y fiabilidad de los sistemas de mando. Órganos de accionamiento.-Los órganos de accionamiento: Puesta en marcha. Parada: Parada normal. Parada operativa. Ergonomía. Parada de emergencia. Puestos de mando. Conjuntos de máquinas. Asientos. Selección de modos de mando o de funcionamiento. Medidas de protección contra peligros mecánicos. Riesgo de pérdida de estabilidad. Riesgo de rotura en servicio. Riesgos debidos a la caída y proyección de objetos. Riesgos debidos a superficies, aristas o ángulos. Riesgos debidos a las máquinas combinadas. Riesgos relacionados con las variaciones de las condiciones de funcionamiento. Riesgos relacionados con los elementos móviles. Elección de la protección contra los riesgos ocasionados por los elementos móviles. Elementos móviles de transmisión. Elementos móviles que intervienen en el trabajo Riesgos debidos a movimientos no intenciona-dos. Características que deben reunir los resguardos y los disposi-tivos de protección. Requisitos generales. Requisitos específicos para los resguardos. Resguardos fijos. Resguardos móviles con dispositivo de enclavamiento. Resguardos regulables que restrinjan el acceso. Requisitos específicos para los dispositivos de protección. Riesgos debidos a otros peligros. Energía eléctrica. Electricidad estática. Energías distintas de la eléctrica. Errores de montaje. Temperaturas extremas. Mantenimiento. Incendio. Mantenimiento de la máquina Explosión. Acceso a los puestos de trabajo o a los puntos de intervención. Ruido. Vibraciones. Radiaciones. Separación de las fuentes de energía. Radiaciones exteriores. Intervención del operador. Radiaciones láser. Limpieza de las partes interiores. Emisiones de materiales y sustancias peligrosas. Riesgo de quedar encerrado en una máquina. Riesgo de resbalar, tropezar o caer. Rayos Información. Informaciones y advertencias sobre la máquina. Información y dispositivos de información Dispositivos de advertencia. Advertencia de los riesgos residuales. Marcado de las máquinas. Manual de instrucciones. Principios generales de redacción del manual de instrucciones: Contenido del manual de instrucciones: Información publicitaria. 3. EQUIPOS DE TRABAJO La normativa fundamental a la hora de evaluar equipos de trabajo y s u utilización es el Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que s e es tablecen las dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, y fue modificado por el Real Decreto 2177/2004, de 12 de noviembre, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, en materia de trabajos temporales en altura. Entendemos por equipo de trabajo cualquier máquina, aparato, ins trumento o ins talación utilizado en el trabajo. La utilización de un equipo de trabajo es cualquier actividad referida a un equipo de trabajo, tal como la pues ta en marcha o la detención, el empleo, el trans porte, la reparación, la trans formación, el mantenimiento y la cons ervación, incluida, en particular, la limpieza. 3.1. OBLIGACIONES GENERALES DEL EMPRESARIO Adoptará las medidas necesarias para que los equipos de trabajo que s e pongan a dis pos ición de los trabajadores s ean adecuados al trabajo que deba realizars e y convenientemente adaptados al mis mo, de forma que garanticen la s eguridad y s alud de los trabajadores al utilizar dichos equipos de trabajo. Cuando no s ea pos ible garantizar de es te modo totalmente la s eguridad y s alud de los trabajadores durante la utilización de los equipos de trabajo, el empres ario tomará las medidas adecuadas para reducir tales ries gos al mínimo. En cualquier cas o, el empres ario deberá utilizar únicamente equipos que s atis fagan: a) Cualquier dis pos ición legal o reglamentaria que les s ea de aplicación. b) Las condiciones generales previs tas en el anexo I del Real Decreto. Para la elección de los equipos de trabajo deberá tener en cuenta los s iguientes factores : a) Las condiciones y caracterís ticas es pecíficas del trabajo a des arrollar. b) Los ries gos exis tentes para la s eguridad y s alud de los trabajadores en el lugar de trabajo y, en particular, en los pues tos de trabajo, as í como los ries gos que puedan derivars e de la pres encia o utilización de dichos equipos o agravars e por ellos . c) En s u cas o, las adaptaciones neces arias para s u utilización por trabajadores dis capacitados . Para la aplicación de las dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud (Anexo I), el empres ario tendrá en cuenta los principios ergonómicos, es pecialmente en cuanto al dis eño del pues to de trabajo y la pos ición de los trabajadores durante la utilización del equipo de trabajo. La utilización de los equipos de trabajo deberá cumplir las condiciones generales es tablecidas en el anexo II del Real Decreto. Cuando, a fin de evitar un ries go es pecífico para la s eguridad y s alud de los trabajadores , la utilización de un equipo de trabajo deba realizars e en condiciones o formas determinadas, que requieran un particular conocimiento por parte de aquéllos , el empres ario adoptará las medidas neces arias para que la utilización de dicho equipos quede res ervada a los trabajadores des ignados para ello. Adoptará las medidas neces arias para que, mediante un mantenimiento adecuado, los equipos de trabajo s e cons erven durante todo el tiempo de utilización y garanticen s u función. Dicho mantenimiento s e realizará teniendo en cuenta las ins trucciones del fabricante o, en s u defecto, las caracterís ticas de es tos equipos , s us condiciones de utilización y cualquier otra circuns tancia normal o excepcional que pueda influir en s u deterioro o des ajus te. Las operaciones de mantenimiento, reparación o trans formación de los equipos de trabajo cuya realización s uponga un ries go es pecífico para especialmente capacitado para ello. los trabajadores s ólo podrán s er encomendadas al personal 3.2. COMPROBACIÓN DE LOS EQUIPOS DE TRABAJO El empres ario adoptará las medidas neces arias para que aquellos equipos de trabajo cuya s eguridad dependa de s us condiciones de instalación s e s ometan a una comprobación inicial, tras s u ins talación y antes de la pues ta en marcha por primera vez, y a una nueva comprobación des pués de cada montaje en un nuevo lugar o emplazamiento, con objeto de as egurar la correcta ins talación y el buen funcionamiento de los equipos . El empres ario adoptará las medidas neces arias para que aquellos equipos de trabajo s ometidos a influencias susceptibles de ocasionar deterioros que puedan generar s ituaciones peligros as es tén s ujetos a comprobaciones y, en s u cas o, pruebas de carácter periódico, con objeto de as egurar el cumplimiento de las dis pos iciones de s eguridad y de s alud y de remediar a tiempo dichos deterioros . Igualmente, s e deberán realizar comprobaciones adicionales de tales equipos cada vez que s e produzcan acontecimientos excepcionales , tales como trans formaciones , accidentes , fenómenos naturales o falta prolongada de us o, que puedan tener cons ecuencias perjudiciales para la s eguridad. Las comprobaciones s erán efectuadas por pers onal competente. Los res ultados de las comprobaciones deberán documentarse y es tar a dis pos ición de la autoridad laboral. Dichos res ultados deberán cons ervars e durante toda la vida útil de los equipos . Cuando los equipos de trabajo se empleen fuera de la empresa deberán ir acompañados de una prueba material de la realización de la última comprobación. Los requis itos y condiciones de las comprobaciones de los equipos de trabajo s e ajus tarán a lo dis pues to en la normativa es pecífica que les s ea de aplicación. 3.3. OBLIGACIONES DE FORMACIÓN E INFORMACIÓN DEL EMPRESARIO Deberá garantizar que los trabajadores y los repres entantes de los trabajadores reciban una formación e información adecuadas s obre los ries gos derivados de la utilización de los equipos de trabajo, as í como s obre las medidas de prevención y protección La información, s uminis trada preferentemente por es crito, deberá contener como mínimo las indicaciones relativas a: 1. Las condiciones y forma correcta de utilización de los equipos de trabajo, teniendo en cuenta las ins trucciones del fabricante, as í como las s ituaciones o formas de utilización anormales y peligros as que puedan prevers e. 2. Las conclus iones que, en s u cas o, s e puedan obtener de la experiencia adquirida en la utilización de los equipos de trabajo. 3. Cualquier otra información de utilidad preventiva. La información deberá s er comprens ible para los trabajadores a los que va dirigida e incluir o pres entars e en forma de folletos informativos cuando s ea neces ario por s u volumen o complejidad o por la utilización poco frecuente del equipo. La documentación informativa facilitada por el fabricante es tará a dis pos ición de los trabajadores . Se informará a los trabajadores s obre la neces idad de pres tar atención a los ries gos derivados de los equipos de trabajo pres entes en s u entorno de trabajo inmediato, o de las modificaciones introducidas en los mis mos , aun cuando no los utilicen directamente. Los trabajadores es pecialmente capacitados deberán recibir una formación específica adecuada. Las obligaciones es pecíficas del empres ario s on las incluidas en: Anexo I: Dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud s obre los equipos de trabajo Anexo II: Dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo. 4. HERRAMIENTAS Muchas de las les iones que s e producen en los lugares de trabajo s e deben a la utilización de herramientas , ya s ean manuales o accionadas por motor. L a s herramientas manuales más utilizadas s on: martillos , cinceles , cuchillos , hachas , tenazas , des tornilladores y llaves . Las principales causas de las lesiones con herramientas s on: Inadecuada utilización de las herramientas . Utilización de herramientas defectuos as . Empleo de herramientas de mala calidad. Trans porte y almacenamiento incorrecto. Los peligros derivados del us o de herramientas manuales : Contacto con elementos cortantes . Proyección de fragmentos volantes . Caídas por s obrees fuerzos . Las medidas preventivas para el us o de herramientas manuales : Adquis ición de herramientas de calidad. Se us arán s olo para el trabajo para el que han s ido dis eñadas . Ins trucción adecuada para la utilización de cada tipo de herramienta. Utilización de gafas protectoras cuando haya peligro de proyección de partículas . Utilización de guantes al manipular herramientas cortantes . Mantenimiento periódico (reparación, afilado, limpieza, etc.). Revis ión periódica del es tado de los mangos , recubrimientos , ais lantes , etc. Almacenamiento en cajas o paneles adecuados , donde cada herramienta tenga s u lugar alicates , Las herramientas a motor es tán des plazando a las manuales , implicando la aparición de nuevos ries gos para el trabajador. Las herramientas a motor más peligros as s on: martillos neumáticos , taladradoras y motos ierras . Los peligros del us o de herramientas a motor s on: Contacto eléctrico. Contactos con elementos de corte. Proyección de partículas . Caídas por s obrees fuerzos . Las medidas preventivas para el uso de herramientas a motor son: Adquis ición de herramientas de calidad. Se us arán s olo para el trabajo para el que han s ido dis eñadas . Ins trucción adecuada para la utilización de cada tipo de herramienta. Utilización de gafas protectoras cuando haya peligro de proyección de partículas . Utilización de guantes al manipular herramientas cortantes . Mantenimiento periódico (reparación, afilado, limpieza, etc.). Revis ión periódica del es tado de los mangos , recubrimientos , ais lantes , etc. Almacenamiento en cajas o paneles adecuados , donde cada herramienta tenga s u lugar. Tener en cuenta la energía utilizada por la herramienta y aplicar la prevención corres pondiente ya s ea eléctrica, aire comprimido, etc. Las herramientas eléctricas portátiles deben funcionar con tens ión de s eguridad (24 voltios ) o es tar dotadas de doble ais lamiento. 5. INCENDIOS La normativa es pecífica de aplicación res pecto a los incendios : RD 314/2006, de 17 de marzo, por el que s e aprueba el Código Técnico de la Edificación. DB-SI La Sección SI 4 del Documento de Seguridad en cas o de incendio (DB-SI) es tá dedicada a la “Detección, Control y Extinción del Incendio”, es tableciendo la dotación de ins talaciones de protección contra incendios con las que deben contar los edificios en función del us o concreto al que es tán des tinados . Real Decreto 1942/1993, de 5 de noviembre, por el que s e aprueba el Reglamento de ins talaciones de protección contra incendios . Detalla todo lo referente al dis eño, ejecución, pues ta en funcionamiento, materiales , componentes y mantenimiento de los equipos de protección contra incendios . Real Decreto 2267/2004, de 3 de diciembre, por el que s e aprueba el Reglamento de s eguridad contra incendios en los es tablecimientos indus triales . Es te reglamento indica la dotación de ins talaciones de protección contra incendios de los es tablecimientos indus triales , y s e es tablece que las condiciones de protección contra incendios de las zonas de los es tablecimientos indus triales des tinadas a otro us o, y que s uperan determinados límites , s on las recopiladas en la Norma Bás ica de Edificación NBE-CPI/96, dicha norma debe entenders e s us tituida por el DB-SI del Código Técnico de la Edificación 5.1. EL TETRAEDRO DEL FUEGO Para que s e inicie un fuego es neces aria la pres encia s imultánea de tres factores : combus tible, comburente y foco de ignición (“triángulo del fuego”), pero para que el incendio progres e la energía des prendida en el proces o tiene que s er s uficiente para que s e produzca la reacción en cadena. Es tos cuatro factores forman lo que s e ha dado en llamar el “tetraedro del fuego”. Combustible: toda s us tancia s us ceptible de combinars e con el oxígeno de forma rápida y exotérmica. Su peligros idad es tá en función de determinadas caracterís ticas , tales como s u punto de inflamación, la temperatura de autoignición, la potencia calorífica o la toxicidad de los productos de la combus tión. Comburente: el aire, que contiene aproximadamente un 21% en volumen de oxígeno, es el comburente más común en todos los fuegos . Otros comburentes pueden s er el cloro, hidrógeno, ozono, azufre en forma de vapor, etc. Energía de activación: energía mínima neces aria para que s e inicie la reacción entre el combus tible y el comburente. Es aportada por los focos de ignición, que pueden s er de origen eléctrico (arco eléctrico, cargas es táticas , etc.), térmico (s uperficies calientes , radiación s olar, etc.), químico (calor de des compos ición, etc.) o mecánico (calor de fricción, calor de compres ión, etc.) Reacción en cadena: cuando s e produce la reacción exotérmica que es el fuego, de la energía des prendida parte es dis ipada en el ambiente, produciendo los efectos térmicos del incendio, y parte calienta a más reactivos ; cuando es ta energía es igual o s uperior a la neces aria, el proces o continúa mientras exis tan reactivos . Se dice entonces que hay reacción en cadena. 5.2. CLASIFICACIÓN DE LOS FUEGOS SEGÚN LA NATURALEZA DEL COMBUSTIBLE Exis ten diferentes tipos de fuego en función del material o s us tancia combus tible que interviene en el mis mo. As í hablamos de fuegos de clas e A, B, C y D. CLASE A – El combus tible es un s ólido con producción de bras as . Ejemplos : papel, plás tico, tejido, madera, etc. CLASE B – El combus tible es un líquido o un s ólido de bajo punto de fus ión, que s e comporta como un líquido ante el fuego. Ejemplos : alcohol, gas olina, cera, parafina, etc.). CLASE C – El combus tible es un gas . Ejemplos : gas natural, butano, propano, etc. CLASE D – Se trata de metales combus tibles o productos químicos reactivos . Ejemplos : s odio, potas io, aluminio, magnes io, etc. Es ta clas ificación del fuego en función de la naturaleza del combus tible que interviene en la reacción es de gran importancia, fundamentalmente a la hora de determinar el agente más adecuado a utilizar en la extinción del incendio. 5.3. EVOLUCIÓN DE UN INCENDIO Podemos dis tinguir tres etapas en la evolución de un incendio: inicio, propagación y cons ecuencias . Inicio Ya hemos s eñalado que para que un incendio s e inicie tienen que coexis tir los tres factores : combus tible, comburente y foco de ignición, y para que progres e debe dars e la reacción en cadena. Teniendo en cuenta que el comburente (aire) s e encuentra s iempre pres ente, y que la reacción en cadena es cons ecuencia del incendio, las condiciones bás icas que provocarán el inicio del incendio s on el combus tible y la energía de activación. La prevención de incendios s e centra en es ta etapa, evitando la coexis tencia de ambos factores en el es pacio, el tiempo y con la intens idad s uficiente para que s e produzca la reacción de combus tible y comburente. Propagación En es ta fas e el incendio evoluciona en el es pacio y el tiempo. Puede tener lugar por tres mecanismos de transmisión del calor: conducción, convección o radiación. Conducción: La trans ferencia de calor s e produce por contacto directo entre dos cuerpos . La conducción del calor tiene lugar únicamente cuando los cuerpos en contacto s e encuentran a temperaturas diferentes y la dirección del flujo de calor es s iempre del punto de mayor temperatura al de menor. Convección: Trans ferencia de calor producida por el movimiento del aire. El calor que s e produce en un fuego s e trans fiere al aire que lo rodea, y el calentamiento de los objetos que s e encuentran en el lugar del incendio s e produce a través de la circulación del aire caliente que s e expande y eleva. Radiación: Trans ferencia de calor producida por la emis ión de ondas electromagnéticas , dichas ondas s e mueven a través del es pacio o de los materiales a través de la luz, s iendo abs orbidas por los cuerpos que no s on trans parentes a ellas . En la propagación del incendio influyen una s erie de factores que pueden englobars e en dos grupos : Factores técnicos: como la s ituación, dis tribución y caracterís ticas de los combus tibles en el local, la carga térmica en el mis mo, s u res is tencia al fuego, s uficiencia y adecuación de los medios de detección, alarma y extinción etc. Factores humanos: Adies tramiento del pers onal en las técnicas de lucha contra incendios y organización de la lucha contra incendios . La propagación puede s er horizontal y vertical, y en es te último cas o puede s er as cendente y des cendente, por des plomes o derrames . Los medios por donde s e produce la propagación s uelen s er ventanas , conducciones de aire acondicionado, huecos de as cens ores y de s ervicio, es caleras (efecto chimenea), etc. Consecuencias Las cons ecuencias del incendio s e materializan en daños a bienes y les iones a pers onas . Las les iones y daños en las pers onas derivan de la temperatura, produciendo quemaduras , y del des prendimiento de humos , produciendo as fixia, des orientación, pánico e intoxicaciones . Más del 50 % de los fallecidos en incendios lo s on por expos ición a los humos y gas es des prendidos en la combus tión. En es ta etapa s e aplican las técnicas de protección, que tratan de evitar la propagación y, s obre todo, las cons ecuencias del incendio. 5.4. PREVENCIÓN DE INCENDIOS La principal medida de prevención es evitar el inicio del incendio, para ello es neces ario eliminar uno o varios de los cuatro factores que conforman el tetraedro del fuego (combus tible, comburente, energía de activación y reacción en cadena). Actuaciones sobre el combustible Frente al combus tible nues tra actuación debe dirigirs e a s u eliminación, de no s er pos ible trataremos de s us tituirlo por otro con punto de inflamación más alto, o mezclarlo con s us tancias que eleven s u temperatura de inflamación, también es útil la implantación de s is temas de extracción localizada para que las concentraciones en el aire no res ulten peligros as . Otras medidas pueden s er la refrigeración del combus tible o del recipiente que lo contiene, o el recubrimiento de s u s uperficie. Para evitar fugas o derrames de líquidos inflamables mantener s iempre: el orden y limpieza, los almacenamientos ais lados , tener en el pues to de trabajo la cantidad es trictamente neces aria y el mantenimiento periódico Actuaciones sobre el comburente No s iempre es pos ible actuar frente al comburente, s e trata de reducir o anular el contenido de oxígeno en la atmós fera mediante el empleo de agentes inertizantes , como el nitrógeno, el vapor de agua o el anhídrido carbónico. Actuaciones sobre los focos de ignición Las medidas a adoptar frente a los focos de ignición varían en función del tipo concreto de energía del que hablemos . Frente a los focos térmicos podemos des tacar las s iguientes : prohibir fumar e introducir útiles de ignición, emplazamiento externo de hornos , calderas , etc., verificación de aus encia de atmós feras inflamables , protección con cubiertas opacas para rayos s olares , cámaras ais lantes , ventilación, refrigeración s egún las condiciones térmicas ambientales . Por lo que res pecta a los focos eléctricos, s e deberán adoptar todas las precauciones para que la ins talación es té convenientemente dimens ionada y s ea acorde con el vigente Reglamento Electrotécnico de Baja Tens ión. El us o de interruptores magnetotérmicos , interruptores diferenciales contra corrientes de fuga, as í como adoptar medidas frente a cargas electros táticas , como pues ta a tierra y conexiones . Ante los focos mecánicos utilizaremos herramientas antichis pa, eliminación de partes metálicas en el calzado, lubrificación contra roces mecánicos , etc. Por último, frente a los focos químicos es fundamental s eparar y almacenar adecuadamente las s us tancias reactivas , as í como controlar de forma automática la temperatura en los proces os exotérmicos . Actuaciones sobre la reacción en cadena Es recomendable la adición de antioxidantes a plás ticos o el empleo de tejidos ignifugados . 5.5. PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS Las medidas de protección contra incendios tratan de evitar tanto la propagación como las cons ecuencias de los mis mos . Podemos hablar de dos tipos de medias de protección: Protección pasiva: comprende la protección es tructural de los edificios , dis eñada des de el origen es tá dirigida a impedir la propagación del incendio. Control de la propagación horizontal: a través de s eparaciones por dis tancia entre locales con ries go, de muros y puertas cortafuegos , diques o cubetos de retención en depós itos de líquidos inflamables etc. Control de la propagación vertical: cortafuegos en conductos de ventilación o climatización, techos res is tentes , s ectorización de huecos verticales , protección de ventanas etc. Lucha contra el humo: conductos de ventilación para humos , exutorios , s obrepres ión en vías de evacuación, es tanqueidad de cerramiento etc. Puerta cortafuegos Protección activa: Precis a de una acción en el momento en que s e declara el fuego. Iniciado el incendio, el tiempo de actuación es determinante de las cons ecuencias . Es ta protección activa s e realiza en las s iguientes etapas: Detección: conocimiento de la exis tencia del incendio. Alerta: valoración de la s ituación y toma de decis iones . Alarma: comunicación de las decis iones . Actuación: pues ta en práctica de las decis iones : extinción, evacuación, etc. 5.6. LUCHA CONTRA INCENDIOS Los procedimientos de extinción de incendios actúan s obre uno de los cuatro factores mediante los s iguientes mecanismos: ELIMINACIÓN: combus tible. SOFOCACIÓN: comburente. ENFRIAMIENTO: energía de activación. INHIBICIÓN: reacción en cadena. Agentes extintores En la s iguiente tabla s e detallan los agentes extintores más utilizados , indicando as imis mo el us o más adecuado del agente s egún la clas e de fuego. AGENTE EXTINTOR CLASES DE FUEGO A B C Agua Pulverizada xxx Agua a chorro xx Espuma física xx xx xx xx xx xxx xx Polvo ABC Seco Polivalente Polvo seco BC Polvo específico metales x para Anhídrido carbónico –CO2 D xx x xxx Muy adecuado xx Adecuado x Aceptable x Además de la clas e de fuego, a la hora de elegir el agente extintor hay que tener en cuenta otras variables , entre ellas las s iguientes : Velocidad con la que s e actuará (accionamiento manual o automático). Gravedad y tipo de ries go. Ubicación del ries go. Pos ible daño a caus ar por el agente a las ins talaciones . Cos to del equipo de extinción. Etc. Equipos de lucha contra incendios Portátiles Extintores: s on aparatos de accionamiento manual que permiten proyectar y dirigir un agente extintor s obre un fuego. Es el medio más rápido para extinguir un fuego incipiente. Se emplazarán en lugares vis ibles y acces ibles , próximos a los puntos donde s e es time mayor probabilidad de iniciars e el incendio y a las s alidas de evacuación. Es tarán colocados preferentemente s obre s oportes fijados a paramentos verticales , de modo que la parte s uperior del extintor quede entre 80 y 120 cm s obre el s uelo. Fijos Bocas de incendio equipadas: Cuando el ries go o la extens ión del s ector de incendio a cubrir lo exijan s e ins talarán es tos s is temas , que es tarán compues tos por una fuente de abas tecimiento de agua, una red de tuberías para la alimentación de agua y las bocas de incendio equipadas (BIE) neces arias . Pueden s er de 45 mm y de 25 mm. Deberán montars e s obre un s oporte rígido de forma que la altura de s u centro quede como máximo a 1,50 s obre el nivel del s uelo, o más altura s i s e trata de BIE de 25 mm. La s eparación máxima entre cada BIE y s u más cercana s erá de 50 m. La dis tancia des de cualquier punto del local protegido has ta la BIE más próxima no deberá exceder de 25 m. Se deberá mantener alrededor de cada BIE una zona libre de obs táculos que permita el acces o a ella y s u maniobra s in dificultad. Columna seca: es la ins talación cons tituida por una o varias tuberías verticales , dedicadas exclus ivamente al us o de los bomberos , y que s e encuentran alojadas habitualmente en los huecos de es calera de edificios urbanos . 5.7. SEÑALIZACIÓN Los equipos de protección contra incendios deben s er de color rojo o predominantemente rojo. Su emplazamiento deberá es tar s eñalizado (mediante el color rojo o por paneles de forma rectangular o cuadrada con pictograma blanco s obre fondo rojo). La s eñalización debe s er duradera y s ituars e en lugar adecuado a s u función. En el Código Técnico de Edificación, en la Sección SI 4.- Instalaciones de protección de incendios , incluye un apartado s obre Señalización de las instalaciones manuales de protección contra incendios. Los medios de protección contra incendios de utilización manual (extintores , bocas de incendio, puls adores manuales de alarma y dis pos itivos de dis paro de s is temas de extinción) s e deben s eñalizar mediante s eñales definidas en la norma UNE 23033-1 cuyo tamaño s ea: a) 210 x 210 mm cuando la dis tancia de obs ervación de la s eñal no exceda de 10 m; b) 420 x 420 mm cuando la dis tancia de obs ervación es té comprendida entre 10 y 20 m; c) 594 x 594 mm cuando la dis tancia de obs ervación es té comprendida entre 20 y 30 m. Las s eñales deben s er vis ibles inclus o en cas o de fallo en el s uminis tro al alumbrado normal. Cuando s ean fotoluminis centes , s us caracterís ticas de emis ión luminos a debe cumplir lo es tablecido en la norma UNE 230354:1999. 6. ELECTRICIDAD La electricidad es una de las formas de energía más utilizada, proporcionando ayuda y bienes tar en la mayoría de nues tras actividades , pero pres enta importantes ries gos que es precis o conocer y prever. Un contacto eléctrico puede producir quemaduras graves e inclus o muerte por as fixia o paro cardíaco. La normativa de referencia res pecto a la electricidad y los ries gos eléctricos es : R.D. 614/2001, de 8 de julio, s obre dis pos iciones mínimas para la protección de la s eguridad de los trabajadores frente a ries go eléctrico. RD. 842/2002, de 2 de agos to por el que s e aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tens ión. Real Decreto 3275/1982, de 12 de noviembre, s obre Condiciones Técnicas y Garantías de Seguridad en Centrales Eléctricas y Centros de Trans formación. En los centros hos pitalarios podemos encontrar es te ries go principalmente con mayor peligros idad, no s olo en las tareas de mantenimiento, s ino en trabajos que trabajen con cableado cerca de zonas húmedas (laboratorios , cocinas , etc.), donde tengan las ins talaciones eléctricas muy deterioradas , zonas con cuadros eléctricos o ins talaciones de media tens ión acces ibles , etc. En primer lugar, antes de relatar los efectos que pueden producir los contactos eléctricos en el organis mo humano, as í como los medios de protección frente a los mis mos , res ulta conveniente definir una s erie de conceptos relativos a la electricidad. Intensidad de corriente (I): es la cantidad de electrones que van pas ando por la s ección trans vers al de un conductor por una unidad de tiempo determinada. La unidad es el amperio (A). Resistencia (Ω) opos ición que pres enta un conductor al pas o de la corriente eléctrica, depende también de algunas de s us caracterís ticas de cons trucción y de elementos externos (material, longitud, s ección trans vers al, temperatura). La unidad es el Ohmio. Tensión (V; U) Es la fuerza que impuls a a la corriente eléctrica a través del circuito (diferencia de potencial). La unidad es el voltio (v). Potencia (W): Se define como el trabajo realizado por unidad de tiempo. Su unidad es el wattio. Frecuencia (Hz): Es una magnitud que caracteriza a la corriente alterna, s e define como el número de ciclos realizados en un minuto. Unidad: hercio. Tipos de corriente Corriente Continua (c.c.): es el flujo continuo de electricidad a través de un conductor entre dos puntos de dis tinto potencial. Corriente Alterna (c.a.): la tens ión y la intens idad varían de forma s inus oidal. Supone el 90% de la energía eléctrica utilizada. Tipos de tens ión Baja Tens ión. Muy baja tens ión: 50 voltios para corriente alterna (c.a.) 75 voltios para corriente continua (c.c.) Tens ión us ual: Entre 50 y 500 voltios para c.a. Entre 75 y 750 voltios para c.c. Tens ión es pecial: Entre 500 y 1000 voltios para c.a. Entre 750 y 1500 voltios para c.c. Alta Tens ión. Tens ión nominal eficaz s uperior a 1000 voltios para c.a. y a 1500 voltios para c.c. 6.1. LESIONES PRODUCIDAS POR LA ELECTRICIDAD El contacto de las pers onas con la electricidad puede tener diferentes cons ecuencias , des de les iones s ecundarias has ta la muerte por fibrilación ventricular, y ello en función de que dicho contacto s e produzca con o s in pas o de la corriente a través del cuerpo humano. Una pers ona s e electriza cuando la corriente eléctrica circula por s u cuerpo, pudiéndos e dis tinguir, al menos , dos puntos de contacto: uno de entrada y otro de s alida de la corriente. Hablamos de electrocución cuando dicha pers ona fallece debido al pas o de la corriente por s u cuerpo. Con paso de corriente por el cuerpo Quemaduras : s e producen en aquellas zonas del cuerpo atraves adas por la corriente. Tetanización: s upone la pérdida de control de los mús culos , impidiendo s eparars e del contacto. As fixia: la corriente eléctrica pas a por el tórax. Los mús culos que actúan en la res piración s e contraen, impidiendo a la pers ona res pirar. Paro res piratorio: la corriente eléctrica atravies a los centros controladores de la res piración. Las les iones pueden llegar a s er irrevers ibles . Fibrilación ventricular: la corriente pas a por el corazón y produce un paro circulatorio por rotura del ritmo cardíaco. Es tá cons iderada como la caus a principal de muerte por choque eléctrico. Sin paso de corriente por el cuerpo: arco eléctrico Quemaduras externas . Proyecciones de elementos metálicos que s e funden. Les iones oculares por radiación ultravioleta e infrarroja. Lesiones físicas secundarias Como cons ecuencia de los movimientos reflejos (caídas , golpes …). 6.2. FACTORES QUE INFLUYEN EN EL EFECTO DEL ACCIDENTE ELÉCTRICO 6.2.1. Intensidad de la corriente Es uno de los factores , junto con la duración del contacto eléctrico, que más influyen en las cons ecuencias del mis mo. En es te s entido es interes ante dis tinguir los s iguientes conceptos : Umbral de percepción: es el valor mínimo de la corriente que provoca una s ens ación en una pers ona. En corriente alterna es ta s ens ación s e percibe durante todo el tiempo de pas o de la corriente; con corriente continua s ólo s e percibe cuando varía la intens idad, por ello s on fundamentales el inicio y la interrupción del pas o de la corriente, ya que entre dichos ins tantes no s e percibe s u pas o, s alvo por los efectos térmicos de la mis ma. Es te umbral s e s itúa en un valor de 0,5 mA en corriente alterna y 2 mA en corriente continua, cualquiera que s ea el tiempo de expos ición, por debajo de es tos valores no s e tiene ninguna s ens ación. Umbral de reacción: valor mínimo de la corriente que provoca una contracción mus cular. Umbral de no soltar: valor máximo de la corriente que permite a una pers ona s oltars e del contacto eléctrico. En corriente alterna s e cons idera un valor máximo de 10 mA, cualquiera que s ea el tiempo de expos ición. En corriente continua es difícil es tablecer el umbral de no s oltar ya que s olo el comienzo y la interrupción del pas o de la corriente provoca el dolor y las contracciones mus culares . Umbral de fibrilación ventricular: valor mínimo de la corriente que puede provocar la fibrilación ventricular. En corriente alterna, el umbral de fibrilación ventricular decrece cons iderablemente s i la duración del pas o de la corriente s e prolonga más allá de un ciclo cardíaco. Se han es tablecido unas curvas por debajo de las cuales no es s us ceptible de producirs e. 6.2.2. Duración del contacto La duración del contacto es uno de los factores que más influye en el res ultado del accidente, tal es as í que s e mide en milis egundos . 6.2.3. Impedancia del cuerpo humano Res is tencia que pres enta el cuerpo al pas o de la corriente, en función de una s erie de variables como s on la temperatura, el grado de humedad de la piel, la s uperficie de contacto, la pres ión de contacto, la dureza de la epidermis , etc. Durante el pas o de la electricidad la impedancia de nues tro cuerpo s e comporta como una s uma de tres impedancias en s erie: Impedancia de la piel en la zona de entrada. Impedancia interna del cuerpo. Impedancia de la piel en la zona de s alida. Has ta tens iones de contacto de 50 V en corriente alterna, la impedancia de la piel varía, inclus o en un mis mo individuo, dependiendo de factores externos tales como la temperatura, la humedad de la piel, etc.; s in embargo, a partir de 50 V la impedancia de la piel decrece rápidamente, llegando a s er muy baja s i la piel es tá perforada. 6.2.4. Recorrido de la corriente a través del cuerpo La gravedad del accidente depende del recorrido de la corriente a través del cuerpo. Una trayectoria de mayor longitud tendrá, en principio, mayor res is tencia y por tanto menor intens idad; s in embargo, puede atraves ar órganos vitales (corazón, pulmones , hígado, etc.) provocando les iones mucho más graves . Aquellos recorridos que atravies an el tórax o la cabeza ocas ionan los mayores daños . Al hablar de los efectos de la intens idad en función del tiempo de aplicación nos referíamos al trayecto de “mano izquierda los dos pies ”. Para otros trayectos s e aplica el llamado factor de corriente de corazón “F”, que permite calcular la equivalencia del ries go de las corrientes que teniendo recorridos diferentes atravies an el cuerpo humano. Siendo: Iref = Ih x F Ih: corriente que atravies a el cuerpo por un trayecto determinado. Iref: corriente “mano izquierda-pies ”. F: Factor de corriente de corazón. TRAYECTO DE LA CORRIENTE F Pecho a la mano izquierda 1,5 Pecho a la mano derecha 1,3 Mano izq. A pie izq. A pie dcha. o a los dos pies 1,0 Dos manos a los dos pies 1,0 Mano dcha. A pie izq. A pie dcha. o a los dos pies 0,8 Espalda a mano izquierda 0,7 Glúteos a la mano izquierda 0,7 Mano izquierda a mano derecha 0,4 Espalda a mano derecha 0,3 6.2.5. Frecuencia de la corriente Para corrientes eléctricas de frecuencia s uperior a 50 Hz la peligros idad dis minuye progres ivamente a efectos de fibrilación ventricular, aunque prevalecen los efectos térmicos de la corriente. La corriente continua, en general, no es tan peligros a como la corriente alterna, bás icamente por s er más fácil s oltars e y por s er el umbral de fibrilación ventricular mucho más elevado. 6.3. TIPOS DE CONTACTO ELÉCTRICO : DIRECTO E INDIRECTO Contacto Directo: s e produce cuando una pers ona toca accidentalmente una parte activa de las ins talaciones y equipos eléctricos . Por parte activa s e entiende conductores y elementos bajo tens ión en s ervicio normal, tales como cables , clavijas , etc. Contacto Indirecto: el contacto s e produce con un elemento pues to en tens ión accidentalmente, dicho elemento no forma parte del circuito eléctrico y en condiciones normales no debería tener tens ión. La protección contra los choques eléctricos para contactos directos e indirectos a la vez s e realiza mediante la utilización de muy baja tens ión de s eguridad (MBTS), cuya tens ión nominal no excede de 50 V en c.a. ó 75 V en c.c. Si bien no s iempre es pos ible s u utilización. 6.3.1. Protección contra contactos directos Protección por aislamiento de las partes activas. Las partes activas deberán es tar recubiertas de un ais lamiento que no pueda s er eliminado más que des truyéndolo. Las pinturas , barnices , lacas y productos s imilares no s e cons idera que cons tituyan un ais lamiento s uficiente. Protección por medio de barreras o envolventes. Las partes activas deben es tar s ituadas en el interior de las envolventes o detrás de barreras . Deben fijars e de manera s egura y s er de una robus tez y durabilidad s uficientes para mantener los grados de protección exigidos , con una s eparación s uficiente de las partes activas en las condiciones normales de s ervicio, teniendo en cuenta las influencias externas . Cuando s ea neces ario s uprimir las barreras , abrir las envolventes o quitar partes de és tas , es to no debe s er pos ible más que: bien con la ayuda de una llave o de una herramienta; o bien, des pués de quitar la tens ión de las partes activas protegidas por es tas barreras o es tas envolventes , no pudiendo s er res tablecida la tens ión has ta des pués de volver a colocar las barreras o las envolventes ; o bien, s i hay interpues ta una s egunda barrera que pos ee como mínimo el grado de protección IP2X o IP XXB, que no pueda s er quitada más que con la ayuda de una llave o de una herramienta y que impida todo contacto con las partes activas . El grado de protección que proporciona una envolvente queda definido por la ins cripción IP s eguida de dos cifras y el grado de protección IK. La primera cifra (de 0 a 6, o letra X) s eñala el grado de protección contra el acces o a partes peligros as y penetración de cuerpos extraños . La s egunda cifra (B) indica el grado de protección del material contra penetración de líquidos . El grado de protección IK s e refiere a la protección contra impactos mecánicos externos . PRIMERA CIFRA PROTECCIÓN CONTRA CONTACTOS ELÉCTRICOS DIRECTOS SEGUNDA CIFRA PROTECCIÓN CONTRA PENETRACIÓN DE CUERPOS SÓLIDOS EXTRAÑOS PROTECCIÓN CONTRA PENETRACIÓN DE AGUA 0 Ninguna protección Ninguna protección 0 Ninguna protección 1 Penetración mano Cuerpos Æ> 50 mm 1 Goteo vertical 2 Penetración dedo Æ>12mm y 80 mm de longitud Cuerpos Æ> 12,5 mm 2 Goteo desviado 15° de la vertical 3 Penetración herramienta Cuerpos Æ> 2,5 mm 3 Lluvia. Goteo desviado 60° de la vertical 4 Penetración alambre Cuerpos Æ> 1 mm 4 Proyecciones de agua en todas las direcciones 5 Igual que 4 Puede penetrar polvo en cantidad no perjudicial 5 Chorros de agua en todas direcciones 6 Fuertes chorros de agua en todas direcciones 6 Igual que 4 No hay penetración de polvo Inmersión temporal Inmersión prolongada sumergible Protección por medio de obstáculos. Los obs táculos es tán des tinados a impedir los contactos fortuitos con las partes activas , pero no los contactos voluntarios por una tentativa deliberada de s alvar el obs táculo. Los obs táculos deben impedir: un acercamiento fís ico no intencionado a las partes activas ; los contactos no intencionados con las partes activas en el cas o de intervenciones en equipos bajo tens ión durante el s ervicio. Los obs táculos pueden s er des montables s in la ayuda de una herramienta o de una llave; no obs tante, deben es tar fijados de manera que s e impida todo des montaje involuntario. Es ta medida no garantiza una protección completa y s u aplicación s e limita, en la práctica, a los locales de s ervicio eléctrico s olo acces ibles al pers onal autorizado. Protección por puesta fuera de alcance por alejamiento. La pues ta fuera de alcance por alejamiento es tá des tinada s olamente a impedir los contactos fortuitos con las partes activas . Las partes acces ibles s imultáneamente, que s e encuentran a tens iones diferentes no deben encontrars e dentro del volumen de acces ibilidad de las pers onas , que s e define como el s ituado alrededor de los emplazamientos en los que pueden permanecer o circular pers onas , y cuyos límites no pueden s er alcanzados por una mano s in medios auxiliares . En los emplazamientos en que s e manipulen corrientemente objetos conductores de gran longitud o voluminos os , las dis tancias deben aumentars e teniendo en cuenta las dimens iones de es tos objetos . Al igual que la anterior, es ta medida no garantiza una protección completa y s u aplicación s e limita, en la práctica a los locales de s ervicio eléctrico s olo acces ibles al pers onal autorizado. Protección complementaria por dispositivos de corriente diferencial residual. El empleo de dis pos itivos de corriente diferencial-res idual, cuyo valor de corriente diferencial as ignada de funcionamiento s ea inferior o igual a 30 mA, s e reconoce como medida de protección complementaria en cas o de fallo de otra medida de protección contra los contactos directos o en cas o de imprudencia de los us uarios . 6.3.2. Protección contra contactos indirectos Protección por corte automático de la alimentación. El corte automático de la alimentación des pués de la aparición de un fallo es tá des tinado a impedir que una tens ión de contacto de valor s uficiente, s e mantenga durante un tiempo tal que puede dar como res ultado un ries go. Protección por empleo de equipos de la clase II o por aislamiento equivalente. Se as egura es ta protección por: Utilización de equipos con un ais lamiento doble o reforzado (clas e II). Conjuntos de aparamenta cons truidos en fábrica y que pos ean ais lamiento equivalente (doble o reforzado). Ais lamientos s uplementarios montados en el curs o de la ins talación eléctrica y que aís len equipos eléctricos que pos ean únicamente un ais lamiento principal. Ais lamientos reforzados montados en el curs o de la ins talación eléctrica y que aís len las partes activas des cubiertas , cuando por cons trucción no s ea pos ible la utilización de un doble ais lamiento. Protección en los locales o emplazamientos no conductores. Es ta medida de protección es tá des tinada a impedir, en cas o de fallo del ais lamiento principal de las partes activas , el contacto s imultáneo con partes que pueden s er pues tas a tens iones diferentes . Las mas as deben es tar dis pues tas de manera que, en condiciones normales , las pers onas no hagan contacto s imultáneo: bien con dos mas as , bien con una mas a y cualquier elemento conductor, s i es tos elementos pueden encontrars e a tens iones diferentes en cas o de un fallo del ais lamiento principal de las partes activas . Protección mediante conexiones equipotenciales locales no conectadas a tierra. Los conductores de equipotencialidad deben conectar todas las mas as y todos los elementos conductores que s ean s imultáneamente acces ibles . La conexión equipotencial local as í realizada no debe es tar conectada a tierra, ni directamente ni a través de mas as o de elementos conductores . Deben adoptars e dis pos iciones para as egurar el acces o de pers onas al emplazamiento cons iderado s in que és tas puedan s er s ometidas a una diferencia de potencial peligros a. Es to s e aplica concretamente en el cas o en que un s uelo conductor, aunque ais lado del terreno, es tá conectado a la conexión equipotencial local. Protección por separación eléctrica. El circuito debe alimentars e a través de una fuente de s eparación, es decir: un trans formador de ais lamiento, una fuente que as egure un grado de s eguridad equivalente al trans formador de ais lamiento anterior, por ejemplo un grupo motor generador que pos ea una s eparación equivalente. La norma UNE 20.460-4-41 enuncia el conjunto de pres cripciones que debe garantizar es ta protección. UNIDAD FORMATIVA 2. Riesgos ligados al medio ambiente de trabajo UNIDAD FORMATIVA 2 Riesgos ligados al medio ambiente de trabajo CONTENIDOS 1. Ries gos provocados por agentes fís icos 2. Ries gos provocados por agentes químicos 3. Ries gos originados por agentes biológicos A lo largo de la realización del trabajo nos acompañan determinadas caracterís ticas ambientales en todo momento, como s on la iluminación, el ruido, las condiciones termohigrométricas o las radiaciones s olares . La expos ición a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no debe s uponer un ries go para la s eguridad y la s alud de los trabajadores , ni una incomodidad o moles tia. Los riesgos ligados al medio ambiente en el trabajo s e refieren a todos aquellos factores generados en el des arrollo de la actividad laboral y que pueden afectar a la s alud del trabajador, por incidir en el medio aéreo en que s e encuentra. Los ries gos ligados al medio ambiente, s e clas ifican s egún el agente o contaminante que afecta a la s alud: Agentes fís icos : ruido, vibraciones , radiaciones , iluminación, etc. Agentes químicos : productos químicos , gas es , vapores , etc. Agentes biológicos : virus , bacterias , hongos , etc. 1. RIESGOS PROVOCADOS POR AGENTES FÍSICOS Los agentes fís icos s on dis tintas formas de energía que generadas por los agentes relacionados con el medio ambiente laboral, pueden producir daño a los trabajadores . La técnica preventiva relacionada con es te tipo de agentes es la higiene indus trial, s e define como una técnica no médica de prevención que actúa frente a los contaminantes ambientales derivados del trabajo con el objetivo de prevenir las enfermedades profes ionales de los individuos expues tos a ellos . Los agentes fís icos s on el ruido, las vibraciones , las radiaciones , y las condiciones termohigrométricas . 1.1. RUIDO La normativa mínima que regula es te agente fís ico es el REAL DECRETO 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido. Un sonido es la s ens ación auditiva producida por una onda acús tica, es decir, es el res ultado de vibraciones mecánicas , cuyas ondas tras lada el aire has ta el oído, y és te trans mite la s ens ación al cerebro. Cuando el s onido s e hace des agradable y moles to para el oído, entonces s e habla de ruido. La diferencia entre s onido y ruido no es de naturaleza fís ica, s ino s ubjetiva. La OMS lo define como todo s onido no des eado, cuyas cons ecuencias s on una moles tia para el público, con ries go para la s alud fís ica y mental. El ruido puede des embocar en patologías más o menos graves , es pecialmente s orderas , además de irritabilidad, ins omnio, falta de atención, aumento de la pres ión arterial, etc., e inclus o puede provocar modificaciones en el carácter o en el comportamiento (agres ividad, ans iedad,..) El ries go de pérdida auditiva empieza a s er s ignificativo a partir de un nivel diario de 80 decibelios s uponiendo varios años de expos ición y jornadas de 8 horas . Pero podríamos decir que, el ruido provocado por impres oras , timbres , s irenas , teléfonos ,… aunque no llegan a ocas ionar la pérdida de la audición, s í contribuyen al aumento de la carga mental que s oporta el individuo. En relación con el ruido deben teners e en cuenta, principalmente, las magnitudes s iguientes : La intensidad acústica es la cantidad de energía s onora trans mitida en una dirección determinada por unidad de área. Su nivel s e mide en watios /m2. Es la propiedad del s onido que hace que es te s e oiga fuerte o débil. La frecuencia es el número de variaciones de pres ión de la onda s onora, en un s egundo. Se mide en Hz (Hercios ) o ciclos por s egundo. La frecuencia principal de un s onido es lo que determina s u tono caracterís tico. Tiempo de exposición: A la hora de llevar a cabo la evaluación de ries gos es muy importante tener en cuenta el tiempo que el trabajador ha es tado expues to a un nivel s onoro. Como el s onido es una s ens ación auditiva producida por una vibración mecánica, podemos diferenciar tres factores en relación con s u capacidad de s ens ibilizar al oído: Los infrasonidos s on s onidos de baja frecuencia que s on los captados por nues tros oídos . Su frecuencia es inferior a 20 Hz. Los sonidos: s u frecuencia s e encuentra entre 20 Hz y 20.000 Hz. Producen s ens ación auditiva en el hombre. Los ultrasonidos: s on aquellas ondas s onoras cuya frecuencia es s uperior al límite de audición humana, es decir, 20.000 Hz. El nivel de ruido lo expres amos en decibelios (dB) o nivel de intens idad s onora. Por encima de los 80 dB los s onidos s on perjudiciales para la s alud. Las variables que determinan el ruido s on bás icamente dos : el volumen del s onido también llamado nivel de pres ión acús tica y la frecuencia del ruido. El nivel de presión acústica es una medida del volumen del s onido que s e s imboliza con la letra L (de “Level” en inglés ) y s u unidad es el decibelio (dB). También podemos medir la intens idad de un s onido mediante la variación de la pres ión atmos férica al propagars e la onda acús tica. El ruido puede producir diferentes efectos sobre el organismo como s on: Lesiones fisiológicas, tanto auditivas como extraauditivas : la pérdida de audición o s ordera temporal o definitiva, y rotura de tímpano. puede afectar al s is tema circulatorio (taquicardia, aumento de la pres ión s anguínea), dis minuir la actividad de los órganos diges tivos y acelerar el metabolis mo y el ritmo res piratorio, provocar tras tornos del s ueño, aumento de la tens ión mus cular, irritabilidad, fatiga ps íquica, etc... Lesiones psicológicas que tras tornan el comportamiento, provocando agres ividad, ans iedad, dis minución de la atención y pérdidas de la memoria inmediata; pudiendo dichas les iones provocar a s u vez accidentes que derivan en otras les iones . La hipoacus ia o s ordera profes ional es la más grave y s e cons idera enfermedad profes ional. EFECTOS DEL RUIDO dbA Son esperables daños en la audición 140 130 120 110 100 90 80 Son esperables molestias en función del tipo de trabajo 70 60 50 Son esperables molestias en función del tipo de trabajo 70 60 50 No son esperables ni daños ni molestias 40 30 20 10 0 Las medidas de prevención frente al ruido obligan al trabajador a utilizar protectores auditivos , a partir de los 90 decibelios , s iendo acons ejables a partir de los 80. 1.1.1. Obligaciones del empresario Los ries gos derivados de la expos ición al ruido deberán eliminars e en s u origen o reducirs e al nivel más bajo pos ible, teniendo en cuenta los avances técnicos y la dis ponibilidad de medidas de control del ries go en s u origen. La reducción de es tos ries gos s e bas ará en los principios generales de prevención que ya conocemos y es tán es tablecidos en el artículo 15 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, y tendrá en cons ideración es pecialmente: Otros métodos de trabajo que reduzcan la neces idad de exponers e al ruido; La elección de equipos de trabajo adecuados que generen el menor nivel pos ible de ruido, habida cuenta del trabajo al que es tán des tinados , incluida la pos ibilidad de proporcionar a los trabajadores equipos de trabajo que s e ajus ten a lo dis pues to en la normativa s obre comercialización de dichos equipos cuyo objetivo o res ultado s ea limitar la expos ición al ruido; La concepción y dis pos ición de los lugares y pues tos de trabajo; La información y formación adecuadas para ens eñar a los trabajadores a utilizar correctamente el equipo de trabajo con vis tas a reducir al mínimo s u expos ición al ruido; La reducción técnica del ruido: Reducción del ruido aéreo, por ejemplo, por medio de pantallas , cerramientos , recubrimientos con material acús ticamente abs orbente; Reducción del ruido trans mitido por cuerpos s ólidos , por ejemplo mediante amortiguamiento o ais lamiento; Programas apropiados de mantenimiento de los equipos de trabajo, del lugar de trabajo y de los pues tos de trabajo; La reducción del ruido mediante la organización del trabajo: Limitación de la duración e intens idad de la expos ición; Ordenación adecuada del tiempo de trabajo. Sobre la bas e de la evaluación del ries go, cuando s e s obrepas en los valores s uperiores de expos ición que dan lugar a una acción, el empres ario es tablecerá y ejecutará un programa de medidas técnicas y/o de organización que deberán integrars e en la planificación de la actividad preventiva de la empres a, des tinado a reducir la expos ición al ruido. Los lugares de trabajo en que los trabajadores puedan vers e expues tos a niveles de ruido que s obrepas en los valores s uperiores de expos ición que dan lugar a una acción, s erán objeto de una s eñalización apropiada. As imis mo, cuando s ea viable des de el punto de vis ta técnico y el ries go de expos ición lo jus tifique, s e delimitarán dichos lugares y s e limitará el acces o a ellos . Cuando, debido a la naturaleza de la actividad, los trabajadores dis pongan de locales de des cans o bajo la res pons abilidad del empres ario, el ruido en ellos s e reducirá a un nivel compatible con s u finalidad y condiciones de us o. El empres ario adaptará las medidas mencionadas en es te artículo a las neces idades de los trabajadores es pecialmente s ens ibles . 1.1.2. Valores límite de exposición y valores de exposición que dan lugar a una acción Los valores límite de expos ición y los valores de expos ición que dan lugar a una acción, referidos a los niveles de expos ición diaria y a los niveles de pico, s e fijan en: Valores límite de exposición: LAeq,d = 87 dB(A) y Lpico= 140 dB (C), res pectivamente; Valores superiores de exposición que dan lugar a una acción: LAeq,d = 85 dB(A) y Lpico = 137 dB (C), res pectivamente; Valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción: LAeq,d = 80 dB(A) y Lpico = 135 dB (C), res pectivamente. Al aplicar los valores límite de expos ición, en la determinación de la expos ición real del trabajador al ruido, s e tendrá en cuenta la atenuación que procuran los protectores auditivos individuales utilizados por los trabajadores . Para los valores de expos ición que dan lugar a una acción no s e tendrán en cuenta los efectos producidos por dichos protectores . Si, a pes ar de tomar las medidas s egún la normativa, s e comprueban expos iciones por encima de los valores límite de expos ición (87 dB (A) o 140 dB (C)), el empres ario deberá: Tomar inmediatamente medias para reducir la expos ición por debajo de los valores límite de expos ición. Determinar las razones de s obreexpos ición. Corregir las medidas de prevención y protección, a fin de evitar que vuelva a producirs e una reincidencia. Informar a los delegados de prevención de las circuns tancias . Valores inferiores de exposición que dan lugar a una acción Valores superiores de exposición que dan lugar a una acción Valores límite de exposición NIVEL DE EXPOSICIÓN DIARIA 80 dB(A) 85 dB(A) 87 dB(A) NIVEL DE PICO 135 dB (C) 137 dB (C), 140 dB (C) 1.1.3. Evaluación de riesgos El empres ario deberá realizar una evaluación bas ada en la medición de los niveles de ruido a que es tén expues tos los trabajadores . La medición no s erá neces aria en los cas os en que la directa apreciación profes ional acreditada permita llegar a una conclus ión s in neces idad de la mis ma. Los datos obtenidos de la evaluación y/o de la medición del nivel de expos ición al ruido s e cons ervarán de manera que permita s u cons ulta pos terior. El empres ario, al evaluar los ries gos , pres tará particular atención a los s iguientes aspectos: El nivel, el tipo y la duración de la expos ición, incluida la expos ición a ruido de impuls os . La exis tencia de equipos de s us titución concebidos para reducir la emis ión de ruido. Los valores límite de expos ición y los valores de expos ición que dan lugar a una acción. En la medida en que s ea viable des de el punto de vis ta técnico, todos los efectos para la s alud y s eguridad de los trabajadores derivados de la interacción entre el ruido y las s us tancias ototóxicas relacionadas con el trabajo, y entre el ruido y las vibraciones . Todos los efectos indirectos para la s alud y la s eguridad de los trabajadores derivados de la interacción entre el ruido y las s eñales acús ticas de alarma u otros s onidos a que deba atenders e para reducir el ries go de accidentes . La información s obre emis iones s onoras facilitada por los fabricantes de equipos de trabajo con arreglo a lo dis pues to en la normativa es pecífica que s ea de aplicación. Cualquier efecto s obre la s alud y la s eguridad de los trabajadores es pecialmente s ens ibles . La prolongación de la expos ición al ruido des pués del horario de trabajo bajo res pons abilidad del empres ario. La información apropiada derivada de la vigilancia de la s alud, incluida la información científico-técnica publicada, en la medida en que s ea pos ible. La dis ponibilidad de protectores auditivos con las caracterís ticas de atenuación adecuadas . En función de los res ultados de la evaluación, el empres ario deberá determinar las medidas que deban adoptars e y planificando s u ejecución. EL equipo para medir el ruido es el sonómetro. Los s onómetros miden el nivel de pres ión acús tica en decibelios (dB o dBA) y pueden ir equipados con un analizador de frecuencias a fin de conocer el nivel de ruido en cada frecuencia. 1.1.4. Protección individual El empres ario pondrá a dis pos ición de los trabajadores , para que los us en, protectores auditivos individuales apropiados y correctamente ajus tados , de no haber otros medios de prevenir los ries gos derivados de la expos ición al ruido, con arreglo a las s iguientes condiciones : Cuando el nivel de ruido s upere los valores inferiores de expos ición que dan lugar a una acción (80 dB y 135 dB). Mientras s e ejecuta el programa de medidas técnicas y en tanto el nivel de ruido s ea igual o s upere los valores s uperiores de expos ición que dan lugar a una acción, s e utilizarán protectores auditivos individuales (85 dB y 137 dB). Los protectores auditivos individuales s e s eleccionarán para que s upriman o reduzcan al mínimo el ries go. El empres ario deberá hacer cuanto es té en s u mano para que s e utilicen protectores auditivos , fomentando s u us o cuando és te no s ea obligatorio y velando por que s e utilicen cuando s ea obligatorio. As imis mo, incumbirá al empres ario la res pons abilidad de comprobar la eficacia de las medidas adoptadas . 1.1.5. Vigilancia de la salud Cuando la evaluación de ries gos ponga de manifies to la exis tencia de un ries go para la s alud de los trabajadores , el empres ario deberá llevar a cabo una vigilancia de la salud de dichos trabajadores, y es tos s ometers e a és ta. Los trabajadores cuya expos ición al ruido s upere los valores s uperiores de expos ición que dan lugar a una acción tendrán derecho a que un médico, u otra pers ona debidamente cualificada bajo la res pons abilidad de un médico, a través de la organización preventiva que haya adoptado la empres a, lleven a cabo controles de su función auditiva. También tendrán derecho al control audiométrico preventivo los trabajadores cuya expos ición s upere los valores inferiores de expos ición que dan lugar a una acción cuando la evaluación y la medición indiquen que exis te ries go para s u s alud. Dichos controles audiométricos s e realizarán en la forma es tablecida en los protocolos es pecíficos y s u finalidad s erá el diagnós tico precoz de cualquier pérdida de audición debida al ruido y la pres ervación de la función auditiva. Su periodicidad s erá como mínimo, cada tres años en los pues tos de trabajo en los que s e s obrepas en los valores s uperiores de expos ición que dan lugar a una acción, o cada cinco años cuando s e s obrepas en los valores inferiores de expos ición que dan lugar a una acción. Cuando el control de la función auditiva ponga de manifies to que un trabajador padece una lesión auditiva diagnosticable, el médico res pons able de la vigilancia de la s alud evaluará s i la les ión puede s er cons ecuencia de una expos ición al ruido durante el trabajo. En tal cas o: El médico u otro pers onal s anitario competente comunicará al trabajador el res ultado que le atañe pers onalmente; Por s u parte, el empres ario deberá: Revis ar la evaluación de los ries gos efectuada. Revis ar las medidas previs tas para eliminar o reducir los ries gos , incluida la pos ibilidad de exigir el us o de los protectores auditivos , durante la revis ión de aquellas medidas y has ta tanto s e eliminan o reducen los ries gos . Tener en cuenta las recomendaciones del médico res pons able de la vigilancia de la s alud al aplicar cualquiera otra medida que s e cons idere neces ario para eliminar o reducir ries gos , incluida la pos ibilidad de as ignar al trabajador otro trabajo donde no exis ta ries go de expos ición. Dis poner una vigilancia s is temática de la s alud y el examen del es tado de s alud de los demás trabajadores que hayan s ufrido una expos ición s imilar. NIVEL DE EXPOSICIÓN DIARIA EQUIVALENTE EN dBA,LAeq,d MEDIDAS PREVENTIVAS Hasta 79 80 81 82 83 84 85 Mediciones No Información No Obligadas Acciones No Obligadas Plan de acciones Mínimo cada 3 años 86 A partir de 87 Mínimo cada año Obligado (técnicas y organizativas) No obligatorio Entrega de epis No Uso de epis No Voluntario Obligado y obligación control uso Señalización No No obligatorio Obligada No obligatorio Obligada Delimitación acceso Exposición trabajador Vigilancia de la salud No No Obligada Aceptable con protección Mínimo cada 5 años Mínimo cada 3 años Inaceptable Con mayor intensidad (en función protocolos) 1.2. VIBRACIONES Las vibraciones s on movimientos os cilatorios de un cuerpo, objeto o máquina que s e trans miten al cuerpo humano. Su normativa de referencia principalmente es el Real Decreto 1311/2005, de 4 de noviembre, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores frente a los riesgos derivados o que puedan derivarse de la exposición a vibraciones mecánicas. Las vibraciones s e producen al os cilar las partículas alrededor de un punto, en un medio fís ico cualquiera (agua, aire, s uelo, etc.) y trans ferirs e dicha energía al cuerpo humano, el cual actúa como receptor, experimentando una s ens ación de movimiento. Los efectos de las vibraciones en el s er humano dependen tipo de frecuencia as í como del tiempo de expos ición, la cons titución fís ica del individuo, la zona del cuerpo a que afecte la trans mis ión, las magnitudes de la vibración, y la pos tura de la pers ona, es decir, no todos los individuos pres entan la mis ma s ens ibilidad ante el mis mo tipo de vibración. En el medio hos pitalario es muy poco frecuente encontrar es te ries go laboral. Dependiendo del tipo de frecuencia s e dis tinguen los s iguientes efectos: La muy baja frecuencia (< 2 Hz) puede generar efectos en el aparato ves tibular como mareos , naus eas , vómitos y palidez. Su origen s e encuentra en medios de trans porte como el barco, tren, avión y coche. La baja frecuencia (2-20 Hz) puede generar: dificultades en el control de los movimientos , fatiga, dificultades al res pirar, lumbalgias , hernias , y pinzamientos . Su origen s e encuentra en el manejo de máquinas en movimiento (tractores , vehículos indus triales y autobus es ). La alta frecuencia (20-1000 Hz) puede generar: daños a los órganos internos , incremento del ries go de caídas , enfermedades intes tinales , incremento del ries go de les iones por pos turas incorrectas . Su origen s e encuentra en el manejo de herramientas manuales vibrantes como martillos neumáticos , pulidoras , motos ierras . Se dis tinguen dos tipos de vibraciones, dependiendo de la parte del cuerpo por la que s e trans mite la vibración: Vibración transmitida al sistema mano-brazo: la vibración mecánica que, cuando s e trans mite al s is tema humano de mano y brazo, s upone ries gos para la s alud y la s eguridad de los trabajadores , en particular, problemas vas culares , de hues os o de articulaciones , nervios os o mus culares . Un ejemplo de es te tipo de vibración es cuando s e maneja un martillo neumático. Es te tipo de vibración tiene como efecto más frecuente el Síndrome de Raynaud o del “dedo blanco”, catalogada como enfermedad profes ional, que afecta a la circulación s anguínea, produciendo en el trabajador hormigueos y entumecimientos de las manos . Vibración transmitida al cuerpo entero: la vibración mecánica que, cuando s e trans mite a todo el cuerpo, conlleva ries gos para la s alud y la s eguridad de los trabajadores , en particular, lumbalgias y les iones de la columna vertebral. Un ejemplo de es te tipo de vibración es cuando utilizamos un tractor. 1.2.1. Valores límite de exposición y valores de exposición que dan lugar a una acción Para la vibración trans mitida al s is tema mano-brazo: El valor límite de exposición diaria normalizado para un período de referencia de ocho horas s e fija en 5 m/s2. El valor de expos ición diaria normalizado para un período de referencia de ocho horas que da lugar a una acción s e fija en 2,5 m/s2. Para la vibración trans mitida al cuerpo entero: El valor límite de expos ición diaria normalizado para un período de referencia de ocho horas s e fija en 1,15 m/s2. El valor de expos ición diaria normalizado para un período de referencia de ocho horas que da lugar a una acción s e fija en 0,5 m/s 2. Vibraciones transmitidas al sistema manobrazo Vibraciones transmitidas Valor que da lugar a una acción Valor límite 2,5 m/s2 5 m/s2 0,5 m/s2 1,15 m/s2 al cuerpo entero 1.2.2. Evaluación de riesgos y medidas preventivas El empres ario deberá realizar una evaluación y, en cas o neces ario, la medición de los niveles de vibraciones mecánicas a que es tén expues tos los trabajadores . Al evaluar los ries gos , concederá particular atención a los s iguientes as pectos : El nivel, el tipo y la duración de la expos ición, incluida toda expos ición a vibraciones intermitentes o a s acudidas repetidas . Los valores límite de expos ición y los valores de expos ición que dan lugar a una acción. Todos los efectos que guarden relación con la s alud y la s eguridad de los trabajadores es pecialmente s ens ibles expues tos al ries go, incluidas las trabajadoras embarazadas . Todos los efectos indirectos para la s eguridad de los trabajadores derivados de la interacción entre las vibraciones mecánicas y el lugar de trabajo u otro equipo de trabajo. La información facilitada por los fabricantes del equipo de trabajo. La exis tencia de equipos s us titutivos concebidos para reducir los niveles de expos ición a las vibraciones mecánicas . La prolongación de la expos ición a las vibraciones trans mitidas al cuerpo entero des pués del horario de trabajo, bajo res pons abilidad del empres ario. Condiciones de trabajo es pecíficas , tales como trabajar a temperaturas bajas . La información apropiada derivada de la vigilancia de la s alud de los trabajadores incluida la información científico-técnica publicada, en la medida en que s ea pos ible. Sobre la bas e de la evaluación de los ries gos , cuando s e rebas en los valores límite, el empres ario es tablecerá y ejecutará un programa de medidas técnicas y/o de organización des tinado a reducir al mínimo la expos ición a las vibraciones mecánicas y los ries gos que s e derivan de és ta, tomando en cons ideración, es pecialmente: Otros métodos de trabajo que reduzcan la neces idad de exponers e a vibraciones mecánicas . La elección del equipo de trabajo adecuado, bien dis eñado des de el punto de vis ta ergonómico y generador del menor nivel de vibraciones pos ible, habida cuenta del trabajo al que es tá des tinado. El s uminis tro de equipo auxiliar que reduzca los ries gos de les ión por vibraciones , por ejemplo, as ientos , amortiguadores u otros s is temas que atenúen eficazmente las vibraciones trans mitidas al cuerpo entero y as as , mangos o cubiertas que reduzcan las vibraciones trans mitidas al s is tema manobrazo. Programas apropiados de mantenimiento de los equipos de trabajo, del lugar de trabajo y de los pues tos de trabajo. La concepción y dis pos ición de los lugares y pues tos de trabajo. La información y formación adecuadas a los trabajadores s obre el manejo correcto y en forma s egura del equipo de trabajo, para as í reducir al mínimo la expos ición a vibraciones mecánicas . La limitación de la duración e intens idad de la expos ición. Una ordenación adecuada del tiempo de trabajo. La aplicación de las medidas neces arias para proteger del frío y de la humedad a los trabajadores expues tos , incluyendo el s uminis tro de ropa adecuada. Al igual que en los anteriores ries gos que es tamos conociendo, el empres ario adaptará las medidas corres pondientes a las neces idades de los trabajadores es pecialmente s ens ibles a determinados ries gos . 1.2.3. Vigilancia de la salud Cuando la evaluación de ries gos ponga de manifies to la exis tencia de un ries go para la s alud de los trabajadores , el empres ario deberá llevar a cabo una vigilancia de la s alud de dichos trabajadores . La vigilancia de la salud, cuyos res ultados s e tendrán en cuenta al aplicar medidas preventivas en un lugar de trabajo concreto, tendrá como objetivo la prevención y el diagnós tico precoz de cualquier daño para la s alud como cons ecuencia de la expos ición a vibraciones mecánicas . Dicha vigilancia será apropiada cuando: La expos ición del trabajador a las vibraciones s ea tal que pueda es tablecers e una relación entre dicha expos ición y una enfermedad determinada o un efecto nocivo para la s alud. Haya probabilidades de contraer dicha enfermedad o padecer el efecto nocivo en las condiciones laborales concretas del trabajador. Exis tan técnicas probadas para detectar la enfermedad o el efecto nocivo para la s alud. En cualquier cas o, todo trabajador expues to a niveles de vibraciones mecánicas superiores a los valores límite tendrá derecho a una vigilancia de la s alud apropiada. En aquellos cas os , en que no pueda garantizars e el res peto del valor límite de expos ición, el trabajador tendrá derecho a una vigilancia de la s alud reforzada, que podrá incluir un aumento de s u periodicidad. 1.3. RADIACIONES Las radiaciones es un fenómeno fís ico que cons is te en la emis ión y propagación de energía, ya s ea en forma de ondas o de partículas . El cuerpo humano vive continuamente rodeado de ellas , pues forman parte cons tante de muchos elementos cotidianos que no podemos eludir. De es ta manera, s e hacen pres entes en ejemplos como la energía que proviene del Sol, en las actividades relacionadas con la radiactividad y en las dis tintas aplicaciones que res ultan de s u utilización en dis tintos campos como la medicina, la inves tigación o la indus tria. Exis ten divers os tipos de radiaciones , s egún s ea natural o artificial, o que trans porten mayor o menor cantidad de energía: rayos x, rayos gamma, las ondas de radio, ondas electromagnéticas , las microondas , la luz. La normativa de referencia al hablar de las radiaciones es : Real Decreto 1836/1999, de 3 de diciembre, por el que s e aprueba el Reglamento s obre ins talaciones nucleares y radiactivas . REAL DECRETO 783/2001, de 6 de julio, por el que s e aprueba el Reglamento s obre protección s anitaria contra radiaciones ionizantes . Real Decreto 486/2010, de 23 de abril, s obre la protección de la s alud y la s eguridad de los trabajadores contra los ries gos relacionados con la expos ición a radiaciones ópticas artificiales . Directiva 2004/40/CE del Parlamento Europeo y del Cons ejo, de 29 de abril de 2004, s obre las dis pos iciones mínimas de s eguridad y de s alud relativas a la expos ición de los trabajadores a los ries gos derivados de los agentes fís icos (campos electromagnéticos ) (decimoctava Directiva es pecífica con arreglo al apartado 1 del artículo 16 de la Directiva 89/391/CEE). Se puede definir la radiación, en términos generales , como cualquier tipo de trans mis ión de energía, bien s ea por partículas materiales (con o s in carga eléctrica) u ondas electromagnéticas , y que, tras incidir en un medio material, pueden ocas ionar en el mis mo una s erie de efectos divers os , que dependen tanto del tipo de la radiación como, entre otros , de la energía y tiempo de expos ición a la fuente que la produce Las radiaciones s e dividen en: Radiaciones No Ionizantes. (RNI) Las radiaciones no ionizantes s on aquellas que no tienen la s uficiente energía para provocar una ruptura de las moléculas o átomos con los que entra en contacto, y engloba a las radiaciones ultravioletas , vis ible, infrarrojo, microondas y radiofrecuencia. Radiaciones ionizantes. (RI) Las radiaciones ionizantes s on aquellas que al interaccionar con la materia, tanto viva como inerte, pos een la energía s uficiente como para des componer los átomos y moléculas . Las radiaciones ionizantes que s uelen pres entars e en los ámbitos de trabajo s on los rayos X, rayos gamma (°), partículas alfa (a), partículas beta (b) y los neutrones . Es tán pres entes en trabajos como laboratorios de control de es tructuras metálicas , en los micros copios electrónicos , en radiología de hos pitales , en las centrales nucleares , etc. Las radiaciones electromagnéticas s e clas ifican atendiendo a s us frecuencias , s iendo s u unidad de medida más empleada el rem. Se dis tinguen las s iguientes radiaciones : De frecuencias bajas, como las ondas de radio De frecuencias medias, como las ultravioletas , las infrarrojos o las microondas De frecuencias altas, como los rayos gamma, los rayos x, etc. És tas s erían las radiaciones ionizantes . CLASIFICACIÓN DE LAS RADIACIONES 1.3.1. Radiaciones no ionizantes Una de las formas de trans mis ión de energía es la que s e realiza a través de la radiación de ondas electromagnéticas , caracterizadas por la exis tencia de campos eléctricos y magnéticos perpendiculares entre s í y perpendiculares a la dirección de propagación de la onda. Las ondas electromagnéticas s e diferencian unas de otras por la cantidad de energía que s on capaces de trans mitir, y ello depende de s u frecuencia. El conjunto de todas ellas cons tituye el Es pectro electromagnético. Ordenados de menor a mayor energía s e pueden res umir los diferentes tipos de ondas electromagnéticas de la s iguiente forma: Campos eléctricos y magnéticos estáticos (imanes , conductores eléctricos de corriente continua, etc.). Ondas electromagnéticas de Extremadamente Baja Frecuencia. El intervalo de frecuencias alcanza has ta 3 kilohercios . (Líneas eléctricas de corriente alterna). Ondas electromagnéticas de Muy Baja Frecuencia. El intervalo de frecuencias es de 3 a 30 Kilohercios . (Algunas máquinas de s oldadura por inducción). Ondas electromagnéticas de Radio Frecuencia (RF). El intervalo de frecuencias es de 30 Kilohercios a 1.000 millones de hercios (=1Gigahercio). (Ondas de radio y televis ión, s oldadura de plás ticos , etc.). Microondas (MO). Ondas electromagnéticas entre 1 y 300 Gigahercios . (Hornos de microondas , telefonía móvil, etc...). Infrarrojos (IR). Ondas electromagnéticas entre 300 Giga Hercios y 385 Terahercios (1 Terahercio = 1.000 Gigahercios ). (Lámparas de infrarrojos , material candente, etc.). Luz visible. Ondas electromagnéticas entre 385 Terahercios y 750 Terahercios . (Iluminación). Ultravioleta (UV) no ionizante. Ondas electromagnéticas entre 750 Terahercios y 3000 Terahercios . (Lámparas s olares , lámparas de detección de taras , lámparas de ins olación indus trial, etc.). Las radiaciones de ondas electromagnéticas de mayor frecuencia que las mencionadas tienen la capacidad de ionizar, es decir, de variar la es tructura de átomos o moléculas , porque pos een la energía neces aria para ello. La peligros idad de la radiación radica en que, aunque no s on s uficientes para ionizar la materia, s í hacen que las partículas de materia (átomos ), s e muevan, produciéndos e roces de unas con otras , dando as í lugar a la generación de calor y aumento de la temperatura. Los factores que determinan la peligrosidad de las radiaciones s on los s iguientes : La frecuencia del foco emisor: las frecuencias de 30 a 200 MHz, es el intervalo en el que el índice de abs orción en el hombre puede alcanzar un valor máximo. El aporte de energía. El tiempo de exposición a la radiación. La distancia del foco emisor Efectos s obre el organis mo Los efectos s obre el organis mo dependen del tipo de radiación, la intens idad y el tiempo de expos ición y s egún el poder de reflexión y abs orción del local en que s e produzcan. Es tos efectos pueden dividirs e en: • Efectos térmicos: Cons is ten en cambios locales de la temperatura corporal. Es te aumento de temperatura no es uniforme en todo el cuerpo s ometido a la irradiación, s ino que s e crea un cierto gradiente de temperatura en determinadas zonas del mis mo. Es ta no uniformidad del reparto del calor cedido al cuerpo, s e debe al diferente contenido en agua de los diferentes tejidos vivos , lo que s e traduce en una dis tinta capacidad calorífica. La abs orción por los tejidos del cuerpo humano de las radiaciones electromagnéticas que s e convierten en calor s on: Hipertermia, quemaduras , cataratas y es terilidad. Es el cas o de la catarata térmica del s oplador de vidrio y de las quemaduras s olares . • Efectos no térmicos: Hay ciertos tras tornos debidos a es te tipo de radiaciones que no van acompañadas de una elevación de la temperatura de los tejidos y que producen los s iguientes efectos : Alteraciones celulares , cromos ómicas y genéticas . Alteraciones cardíacas y de la tens ión arterial. Efectos endocrinos y neuroendocrinos . Efectos hematopoyéticos . Efectos s obre la audición. Efectos s obre la reproducción y el des arrollo. Cambios en el comportamiento del individuo. En referencia a los ries gos generados tras la expos ición de las radiaciones ópticas , cabe decir que como s on poco penetrantes , los órganos que pueden s er dañados s on los más externos : los ojos y la piel. Los efectos pueden s er: Agudos , como puede s er en el cas o del “golpe del arco”. Crónicos , como en el cas o de la fotos ens ibilidad o las alergias . Revers ibles , como una les ión permanente en la retina o cáncer de piel. Medidas preventivas frente a los ries gos de las radiaciones no ionizantes . Es tas radiaciones de es cas a penetración actúan fundamentalmente s obre la piel y ojos , por lo que las medidas preventivas van encaminadas a reducir la exposición y/o la dosis. Son las s iguientes : Como norma general s e tendrá en cuenta que la expos ición a radiaciones dis minuye rápidamente a medida que aumenta la dis tancia entre el foco emis or y el individuo. El aumento de la dis tancia es la única medida preventiva efectiva para dis minuir la expos ición a campos magnéticos es táticos . Las radiaciones que inciden en un objeto lo pueden atraves ar, s er abs orbidas por él o s er reflejadas por dicho objeto. La capacidad de una radiación para penetrar en un objeto depende de la longitud de onda de la mis ma y de las caracterís ticas es tructurales del material. Una de las técnicas de protección frente a las radiaciones electromagnéticas cons is te en apantallar convenientemente dicha radiación. Las pantallas deben es tar conformadas con material apropiado. Las radiaciones corres pondientes a las bandas del Infrarrojo y Ultravioleta, pueden s er apantalladas fácilmente, inclus o con pantallas cuya trans parencia permite acceder vis ualmente a la zona confinada. El apantallamiento con mallas metálicas , apropiado, por ejemplo, para la protección frente a RF o MO, requiere el cálculo de la luz de la malla teniendo en cuenta la longitud de onda. La intens idad del campo eléctrico puede dis minuirs e encerrando el foco o el receptor en una cons trucción metálica convenientemente pues ta a tierra (“Jaula de Faraday”). El blindaje del foco emisor en el momento de s u fabricación es la medida preventiva neces aria en el cas o de ciertos tipos de Lás eres . La reducción del tiempo de exposición dis minuye, as í mis mo, las dos is recibidas durante el trabajo. La señalización de las zonas de exposición, es una medida de control de tipo informativo, muy conveniente cuando la expos ición a radiaciones tiene cierta importancia, es pecialmente para las pers onas portadoras de marcapas os cardíacos , por el peligro de interferencia en s u funcionamiento que algunas radiaciones no ionizantes conllevan. El us o de protecciones individuales (pantalla facial, gafas , ropa de trabajo, etc.) s e limita al cas o de radiaciones IR o UV. Es conveniente realizar mediciones de los niveles de radiación exis tentes y valorarlos convenientemente por comparación con niveles de referencia técnicamente contras tados . Es neces aria la realización de reconocimientos médicos específicos (cuando s ea técnicamente pos ible) y periódicos , al pers onal expues to a radiaciones . En los cas os es pecíficos de exposición a radiaciones infrarrojas s e deberá tener en cuenta lo s iguiente: En los lugares de trabajo, donde exis ta expos ición intens a a radiaciones infrarrojas , s e ins talarán, tan cerca de la fuente de origen como s ea pos ible, pantallas abs orbentes , cortinas de agua u otros dis pos itivos para neutralizar o dis minuir el ries go. Los trabajadores dis pondrán de equipo de protección ocular. Si la expos ición es intens a, s e dotará, además , de cas quete con vis era o más caras adecuadas , ropas ligeras y res is tentes al calor, manoplas y calzado que no s e endurezca o ablande con el calor. La pérdida parcial de la luz, ocas ionada por el empleo de gafas , vis eras o pantallas abs orbentes , s erá compens ada con un aumento paralelo de la iluminación general y local. 1.3.2. Radiaciones ionizantes Una radiación es ionizante cuando al interaccionar con la materia produce la ionización de la mis ma, es decir, origina partículas con carga eléctrica (iones ). Las radiaciones ionizantes pueden s er corpus culares (partículas s ubatómicas ) o electromagnéticas (rayos X, rayos gamma, rayos cós micos ). La utilización de fuentes radiactivas (radiois ótopos ) o de generadores de radiaciones ionizantes (rayos X, rayos gamma, aceleradores de partículas , etc.) es cada vez más común en todo tipo de actividades , además de las aplicaciones clás icas en el diagnós tico médico o tratamiento de ciertas enfermedades , la inves tigación o la producción de energía nuclear. Como ejemplos indus triales s e pueden citar el us o de radiaciones X o gamma en procedimientos de ens ayo no des tructivo; los radiois ótopos incorporados en algunos ins trumentos de medida, los aparatos de control de intrus is mo, etc. Llamamos instalación nuclear a centrales nucleares , reactores nucleares , fábricas que utilicen combus tibles nucleares o realicen el tratamiento de s us tancias o res iduos nucleares y almacenamientos de s us tancias nucleares . Se entiende por instalación radiactiva: Aquella que contiene una fuente de radiación ionizante. Los aparatos generadores de radiaciones ionizantes , incluidos los que s e utilicen con fines médicos . Los locales , laboratorios , fábricas , etc. donde s e produzcan, manipulen o almacenen materiales radiactivos . La utilización de fuentes radiactivas o generadores de radiaciones ionizantes exige el es tablecimiento de medidas preventivas para la protección de los trabajadores expues tos y de la población en s u conjunto al objeto de prevenir la producción de efectos biológicos no es tocás ticos y limitar la probabilidad de aparición de efectos biológicos es tocás ticos como cons ecuencia de las actividades que impliquen ries go de expos ición a radiaciones ionizantes . En Es paña, las medidas de protección radiológica es tán recogidas en el Reglamento sobre Protección Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes. Es aplicable a toda clas e de actividades nucleares y radiactivas , incluyendo las explotaciones de minerales radiactivos , la producción, tratamiento, manipulación, utilización, pos es ión, almacenamiento, trans porte y eliminación de s us tancias radiactivas . As í mis mo es de aplicación a los aparatos productores de radiaciones ionizantes y a cualquier actividad que implique un ries go derivado de las mis mas . Las radiaciones ionizantes s e pueden clas ificar las más frecuentes en los s iguientes tipos: Radiaciones alfa (α ): Son núcleos de Helio cargados pos itivamente. Pres entan un alto poder de ionización y una baja capacidad de penetración. Radiaciones beta - (β-): La des integración β - es la emis ión de un electrón como cons ecuencia de la trans formación de un neutrón en un protón y un electrón. Radiaciones beta + (β +): La emis ión de un pos itrón, partícula de mas a igual al electrón y de carga pos itiva, es conocida como des integración β +. Es el res ultado de la trans formación de un protón en un neutrón y un pos itrón. Todas las radiaciones tienen un poder de ionización algo inferior a las a y un mayor poder de penetración. Radiaciones gamma (γ): Es la emis ión de energía en forma no corpus cular del núcleo del átomo. Son radiaciones electromagnéticas . Pres entan un poder de ionización relativamente bajo y una gran capacidad de penetración Rayos X: Se originan en los orbitales de los átomos . Se producen como cons ecuencia de la acción de electrones rápidos s obre los átomos y tienen, como la radiación γ, una naturaleza electromagnética. La energía de los rayos X es inferior a la de las radiaciones γ. Efectos s obre el organis mo Las radiaciones ionizantes , al interaccionar con el organis mo, provocan diferentes alteraciones en el mis mo debido a la ionización provocada en los elementos cons titutivos de s us células y tejidos . Es ta acción puede s er directa, produciéndos e en la propia molécula irradiada, o indirecta s i es producida por radicales libres generados que extienden la acción a otras moléculas . Lo que s ucede normalmente es una mezcla de ambos proces os . El daño producido por las radiaciones ionizantes puede tener un carácter somático (daños en el propio individuo), que puede s er mediato o diferido, o bien un carácter genético (efectos en las generaciones pos teriores ). La expos ición a las radiaciones ionizantes provoca efectos biológicos diversos en los diferentes órganos y tejidos que varían tanto en tiempo de aparición como en la gravedad de los s íntomas . Las radiaciones pueden producir alteraciones en muchos s is temas del organis mo, como el aparato diges tivo, la s angre, la piel, tes tículos , ovarios , etc. A corto plazo pueden producir cambios pas ajeros en los componentes s anguíneos , pero conforme la dos is radiactiva s ea mayor, producen naus eas y fatiga pos ibles vómitos . A largo plazo pueden des arrollar cáncer de piel, de pulmón, de hues o o de médula ós ea u ocas ionar es terilidad y malformaciones hereditarias s i es que han provocado les iones del material genético de las células . La gravedad de las lesiones provocadas por es te tipo de radiaciones depende de es tos tres factores: De la energía que tengan. Del tiempo de expos ición. De la dos is recibida. Algunas de es tas les iones pueden s er graves e inclus o irrevers ibles y caus ar alteraciones genéticas , malformaciones fetales , proces os canceros os e inclus o la muerte, cuando la energía radiactiva es s uficientemente alta. Límite de dos is para los trabajadores expues tos Son valores que pueden recibir las pers onas expues tas y que nunca deben s er s obrepas ados aunque pueden s er rebajados de acuerdo con los es tudios de optimización y jus tificación adecuados . La mayoría de país es dis ponen de límites anuales de dos is y en Es paña es tán recogidos en el "Reglamento de Protección Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes " y s on los s iguientes : El límite de dosis efectiva para trabajadores expuestos s erá de 100 mSv durante todo período de cinco años oficiales cons ecutivos , s ujeto a una dos is efectiva máxima de 50 mSv en cualquier año oficial. El límite de dosis equivalente para el cristalino s erá de 150 mSv por año oficial. El límite de dos is equivalente para la piel s erá de 500 mSv por año oficial. Dicho límite s e aplicará a la El límite de dos is equivalente para la piel s erá de 500 mSv por año oficial. Dicho límite s e aplicará a la dos is promediada s obre cualquier s uperficie de 1 cm2, con independencia de la zona expues ta. El límite de dos is equivalente para las manos , antebrazos , pies y tobillos s erá de 500 mSv por año oficial. ORGANO DOSIS (mSv) DOSIS 1/10 Profunda Anual TODO EL ORGANISMO 50 5 PIEL 500 50 MANOS 500 50 CRISTALINO 150 15 Medidas preventivas La protección contra las radiaciones ionizantes incluye una s erie de medidas de tipo general que afectan a cualquier ins talación radiactiva y a una s erie de medidas es pecíficas de acuerdo con el tipo de radiación pres ente en cada cas o. Sin embargo, en el trabajo con radiaciones ionizantes deben cons iderars e unos principios bás icos , tales como: que el número de pers onas expues tas a radiaciones ionizantes debe s er el menor pos ible que la actividad que implique dicha expos ición debe es tar plenamente jus tificada de acuerdo con las ventajas que proporciona. Todas las expos iciones s e mantendrán al nivel más bajo que s ea razonablemente pos ible, s in s obrepas ars e en ningún cas o los límites anuales de dos is legalmente es tablecidos . Entre las normas generales de protección contra radiaciones ionizantes cabe des tacar las s iguientes : Formación e información. Previo al inicio de s u actividad, los trabajadores profes ionalmente expues tos y los es tudiantes deberán recibir una formación adecuada en materia de protección radiológica y deberán as imis mo s er informados e ins truidos al nivel adecuado s obre el ries go de expos ición a radiaciones ionizantes en s u pues to de trabajo, a los trabajadores y es tudiantes . Delimitación de zonas. Todo es pacio donde s e manipulen o almacenen radionucleidos o s e dis ponga de generadores de radiaciones ionizantes deben es tar perfectamente delimitado y s eñalizado. La clas ificación en dis tintos tipos de zonas s e efectúa en función del ries go exis tente en la ins talación. Medidas dosimétricas. En toda ins talación radiactiva debe llevars e a cabo un control dos imétrico individual y ambiental, en función de la clas ificación de la zona y del tipo de radiación emitida. Controlar y no s obrepas ar los límites de dosis de trabajadores expuesto. Aplicar las normas bás icas de protección contra la radiación externa dependen de tres factores : Limitación del tiempo de expos ición. La dos is recibida es directamente proporcional al tiempo de expos ición, por lo que, dis minuyendo el tiempo, dis minuirá la dos is . Una buena planificación y un conocimiento adecuado de las operaciones a realizar permitirá una reducción del tiempo de expos ición. Utilización de pantallas o blindajes de protección. Para ciertas fuentes radiactivas la utilización de pantallas de protección permite una reducción notable de la dos is recibida por el operador. Exis ten dos tipos de pantallas o blindajes , las denominadas barreras primarias (atenúan la radiación del haz primario) y las barreras s ecundarias (evitan la radiación difus a). El equipo de protección individual a utilizar en es te cas o s erían los mandiles plomados , gafas de protección de rayos x, protecciones de tiroides y gonadales . Dis tancia a la fuente radiactiva. La dos is recibida es invers amente proporcional al cuadrado de la dis tancia a la fuente radiactiva. En cons ecuencia, s i s e aumenta el doble la dis tancia, la dos is recibida dis minuirá la cuarta parte. Es recomendable la utilización de dis pos itivos o mandos a dis tancia en aquellos cas os en que s ea pos ible. Vigilancia de la s alud Todo el pers onal profes ionalmente expues to es tá obligado a s ometers e a un reconocimiento médico con una periodicidad anual y dis pondrá del corres pondiente protocolo médico individualizado, que deberá archivars e durante al menos 30 años des de el ces e del trabajador en la ins talación radiactiva. Al pers onal que s e incorpore de nuevo a una ins talación radiactiva s e le deberá efectuar un examen médico exhaus tivo, s egún las es pecificaciones indicadas por el Cons ejo de Seguridad Nuclear, que permita conocer s u es tado de s alud, s u his toria laboral y, en definitiva, s u aptitud para el pues to de trabajo s olicitado. Protección es pecial durante el embarazo y la lactancia Tan pronto como una mujer embarazada comunique s u es tado al titular de la práctica, la protección del feto deberá s er comparable a la de los miembros del público. Por ello, las condiciones de trabajo de la mujer embarazada s erán tales que la dos is equivalente al feto s ea tan baja como s ea razonablemente pos ible, de forma que s ea improbable que dicha dos is exceda de 1 mSv, al menos des de la comunicación de s u es tado has ta el final del embarazo. Des de el momento en que una mujer, que s e encuentre en período de lactancia, informe de s u es tado al titular de la práctica, no s e le as ignarán trabajos que s upongan un ries go s ignificativo de contaminación radiactiva. En tales s upues tos deberá as egurars e una vigilancia adecuada de la pos ible contaminación radiactiva de s u organis mo. 1.4. AMBIENTE TÉRMICO Las temperaturas altas y bajas en el trabajo res ultan des agradables y moles tas pudiendo en los cas os más extremos alterar la fis iología de las pers onas . Pueden influir negativamente: en la capacidad s ens orial en los movimientos dis minuyendo la des treza, rapidez, y tiempo de reacción. al provocar dis minución de la atención y vigilancia. reduciendo la calidad de trabajo y de la productividad. Entre los daños s e pueden citar los golpes de calor, el s íncope término, la des hidratación, los calambres , etc. El frío puede producir la hipotermia, la congelación, etc. El cuerpo humano neces ita mantener una temperatura interna de aproximadamente 37º C; para lograrlo pos ee mecanis mos fís icos y fis iológicos (s udoración, tiritonas , piel de gallina,…). Dis pone de un s is tema termorregulador (o autorregulador) mediante el cual s u temperatura s e mantiene cons tante entre la producción interna de calor y s u eliminación. En los centros hos pitalarios s e pueden s ufrir ries gos por ambiente térmico en divers as zonas pero des tacan los s iguientes s ervicios en: cocina y cafeterías quirófanos , uci y la cabina de citos táticos de farmacia debido al us o de equipos de protección individual que impiden la autorregulación. Unidad de urgencias , concretamente en la zona de recepción de pacientes , que s uele es tar a las puertas Admis ión o información, s i la entrada del hos pital no tiene unas buenas medidas de control de bajas temperaturas como cortinas de aire, puertas giratorias , mos tradores acris talados , etc. 1.4.1. Intercambio de calor Un cuerpo cede o as ume calor de otros cuerpos , s egún s ea que s e encuentre a una temperatura mayor o menor res pecto a otros cuerpos circundantes . Es ta regulación de temperatura s e produce de divers as maneras : Conducción: Cuando el calor s e recibe a través de s ólidos o fluidos que no es tán en movimiento. Hay ces ión de calor por conducción cuando un cuerpo calienta los cuerpos con los que s e pone en contacto. Radiación: El calor s e recibe s in ningún s oporte material. Se produce por acción de energía radiante (ondas electromagnéticas ), independientemente del medio interpues to entre los cuerpos entre los que s e opera el intercambio de calor. CONVENCIÓN El calor llega mediante fluido en movimiento. Se caliente el fluido inmediatamente circundante (por ejemplo, aire, agua), con producción de movimientos que llevan a una circulación o des plazamiento de los fluidos . EVAPORACIÓN. Cuando la dis pers ión de calor ya no res ulta s uficiente, el organis mo tiende a mantener cons tante s u propia temperatura gracias a la evaporación. Es el cambio de un es tado líquido a vapor y s u pos terior difus ión en es tado gas eos o en el ambiente. 1.4.2. Balance térmico Los mecanis mos de termorregulación del organis mo tienen como finalidad el mantenimiento de una temperatura interna cons tante. Al equilibrio entre la cantidad de calor generado en el cuerpo y s u trans mis ión al medio ambiente s e le denomina balance térmico. Exis ten varios as pectos a cons iderar en el ambiente térmico del trabajo que puedan influir en el balance térmico del trabajador con el exterior: Climatología ambiental Condiciones de trabajo Humedad del aire Velocidad del aire Temperatura del aire Pres ión barométrica 1.4.3. Riesgo de estrés térmico Las condiciones ambientales y pers onales más importantes que intervienen en la generación o no de es trés térmico s on: CONDICIONES AMBIENTALES • Temperatura del aire. Es la temperatura que nos daría un termómetro de mercurio s ituado en el pues to de trabajo que ocupa la pers ona expues ta. Es ta temperatura fija el intercambio de calor entre la piel y el aire circundante, de manera que s i la temperatura del ambiente es menor que la de la piel, és ta cederá calor y el cuerpo s e refres cará. A es te intercambio de calor s e le llama “convección”. • Temperatura radiante. Hay que tener en cuenta que todos los cuerpos emiten o abs orben calor en forma de radiaciones electromagnéticas en función de s u temperatura. As í, s i la temperatura de la piel de un individuo es mayor que la temperatura radiante media de s u entorno, és ta cederá calor al ambiente por radiación. • Humedad relativa. Tal como s e mencionó con anterioridad, la evaporación del s udor es un s is tema efectivo del cuerpo para eliminar calor. El s udor s e compone, en s u mayor parte, de agua en es tado líquido y para que pueda pas ar a vapor es neces ario que la concentración de vapor de agua en las inmediaciones de la piel s ea mayor que la concentración de vapor de agua en el aire. Por es o, s i la concentración en el aire es muy elevada no admite más cantidad de vapor, y por tanto, el s udor no s e evapora dis minuyendo as í el confort térmico. La humedad relativa es una medida del agua que contiene el aire. • Corrientes del aire. El intercambio de calor por convección, s e ve favorecido por una mayor velocidad del aire que circunda al individuo. CONDICIONES PERSONALES • Consumo metabólico durante el trabajo. Cuando s e lleva a cabo una tarea que requiere un determinado es fuerzo fís ico, el organis mo utiliza la energía que tiene dis ponible. Se puede es timar la energía que requiere cada actividad o es fuerzo. As í, un ejercicio intens o o trabajo pes ado, requiere de una mayor energía o cons umo metabólico, y eleva la temperatura corporal que, por períodos cortos de tiempo, no provoca daños y permite s er más eficiente al acelerar el metabolis mo, pero por períodos más largos dará lugar a es trés térmico. • Ropa de vestir. Las prendas de ves tir pueden s er un obs táculo para que el organis mo pueda des hacers e del calor generado como cons ecuencia de la actividad fís ica. Son varios los métodos de evaluación, entre los que podemos dis tinguir: Método WBGT Método del índice de la temperatura efectiva. Método del índice de la tens ión térmica 1.4.4. El estrés térmico por bajas temperaturas Cuando s e s omete al cuerpo humano a un ambiente térmico de intens o frío s e produce a la hipotermia. Las cons ecuencias s on las s iguientes : Contracción de los vas os s anguíneos . Los órganos más alejados del corazón s on los primeros en acus ar la falta de ries gos s anguíneo y s erán, por tanto, los más s us ceptibles de congelars e. Una expos ición prolongada al frío ocas ionará también dificultades al hablar, pérdida de memoria, de des treza manual e, inclus o, la muerte. Debe elegirs e ropas adecuadas , no voluminos as , ya que dificultan el movimiento. 1.4.5. El estrés térmico por altas temperaturas Todas las pers onas no reaccionan igual ante un ambiente térmico determinado. Ante el aumento de temperatura el cuerpo reacciona con s udoración y aumento del riego s anguíneo. Como efectos patológicos desencadenados por el calor podemos dis tinguir entre: Accidentes : quemaduras , golpe de calor, y/o hiperpirexia (fiebres muy elevadas , s uperiores a 41,1 ºC). Tras tornos : ines tabilidad circulatoria (s íncope térmico), déficit s alino (fatiga, naus eas , y vómitos ), afecciones cutáneas , des hidratación, y anhidros is (falta de la s udoración o la deficiencia de és ta). 1.4.6. Medidas preventivas frente al disconfort térmico El des equilibrio hacia el calor s e puede producir por un aumento del metabolis mo, un aumento de la temperatura del aire, un aumento de la temperatura radiante, una modificación de la velocidad del aire, un aumento de la temperatura de los objetos y un aumento de la humedad del aire. Para evitar el exces o de calor (o de frío), hay que adoptar medidas que deben actuar s obre los elementos que des equilibran el balance térmico. Las medidas preventivas tienen que ir enfocadas a: a. A la fuente u origen del calor. Es to s e cons igue con medidas organizativas tendentes a dis minuir el es fuerzo fís ico: Automatizando el proces o productivo o parte de él. Reducción del ritmo de trabajo. Reducción de la fuente de emis ión de radiación: Ais lamiento de la fuente para reducir la temperatura s uperficial de la mis ma, ya que es és ta la que irradia. Apantallamiento de la fuente, mediante la cual s e reduce la radiación directa s obre el trabajador, aunque no s e evita el aporte de calor al local de trabajo. Reducción de la emis ión de vapor, s iempre que s ea pos ible. b. Si las medidas sobre la fuente no son posibles o suficientes, entonces se ha de actuar sobre el medio: Reducción de la humedad mediante des humificadores o ventilación con aire exterior de menor humedad. Dis minución de la temperatura del aire, aumentando la ventilación y la velocidad del aire. Dos as pectos : Cuando el aporte de calor es exterior como cons ecuencia de la expos ición al s ol. Si s e trata de paredes opacas y techos : Aumentando la reflexión mediante pinturas , aluminio, hojas de cobre, pintura blanca, cal, etc. Aumentando la res is tencia térmica con materiales ais lantes , dobles paredes techos , etc. Si s on paredes con ventanas : Pers ianas exteriores , toldos , tejadillos , etc. ventanas de doble vidrio, etc. vidrios es peciales opacos . Cuando el aporte de calor es provocado por equipos y máquinas. Extracción localizada de los gas es calientes emitidos por los equipos , ventilación general de abajo a arriba, campanas de as piración, acondicionamiento del aire. c. Por último, se pueden tomar medidas sobre el trabajador: Formación e información s obre los ries gos y las medidas preventivas . Reducción de la producción de calor metabólico. Limitación de la duración de la expos ición. Creación de un microclima en el pues to de trabajo. Control médico. Us o de equipos de protección individual, fundamentalmente en cas o de expos iciones ocas ionales y excepcionales . Cons umo de bebidas apropiadas (agua s in gas , té frío con limón). Hábitos alimenticios adecuados con el aporte neces ario en s al. 1.5. AMBIENTE LUMINOSO En la actividad laboral, para que pueda des arrollars e de una forma eficaz, precis a que la luz (caracterís tica ambiental) y la vis ión (caracterís tica pers onal) s e complementen, ya que s e cons idera que el 50% de la información s ens orial que recibe el hombre es de tipo vis ual, es decir, tiene como origen primario la luz. Un tratamiento adecuado del ambiente vis ual permite incidir en los as pectos de: s eguridad, confort y productividad. La integración de es tos as pectos comportará un trabajo s eguro, cómodo y eficaz. La luz y la visión La luz es una forma particular y concreta de energía que s e des plaza o propaga, no a través de un conductor (como la energía eléctrica o mecánica) s ino por medio de radiaciones , es decir, de perturbaciones periódicas del es tado electromagnético del es pacio; es lo que s e conoce como "energía radiante". Exis te un número infinito de radiaciones electromagnéticas que pueden clas ificars e en función de la forma de generars e, de manifes tars e, etc. La clas ificación más utilizada s in embargo es la que s e bas a en las longitudes de onda. Las radiaciones vis ibles por el s er humano ocupan una franja muy es trecha comprendida entre los 380 y los 780 nm (nanómetros ). Podemos definir pues la luz, como "una radiación electromagnética capaz de s er detectada por el ojo humano normal". La visión es el proces o por medio del cual s e trans forma la luz en impuls os nervios os capaces de generar s ens aciones . El órgano encargado de realizar es ta función es el ojo. En relación a la vis ión deben teners e en cuenta los as pectos s iguientes : Sensibilidad del ojo Es quizás el as pecto más importante relativo a la vis ión y varía de un individuo a otro. Si el ojo humano percibe una s erie de radiaciones comprendidas entre los 380 y los 780 nm, la s ens ibilidad s erá baja en los extremos y el máximo s e encontrará en los 555 nm. En el cas o de niveles de iluminación débiles es ta s ens ibilidad máxima s e des plaza hacia los 500 nm. Agudeza Visual o poder separador del ojo Es la facultad de és te para apreciar dos objetos más o menos s eparados . Se define como el "mínimo ángulo bajo el cual s e pueden dis tinguir dos puntos dis tintos al quedar s eparadas s us imágenes en la retina"; para el ojo normal s e s itúa en un minuto la abertura de es te ángulo. Depende as imis mo de la iluminación y es mayor cuando más intens a es és ta. Campo visual Es la parte del entorno que s e percibe con los ojos , cuando és tos y la cabeza permanecen fijos . A efectos de mejor percepción de los objetos , el campo vis ual lo podemos dividir en tres partes : Campo de vis ión neta: vis ión precis a. Campo medio: s e aprecian fuertes contras tes y movimientos . Campo periférico: s e dis tinguen los objetos s i s e mueven. 1.5.1. Magnitudes y unidades Si partimos de la bas e de que para poder hablar de iluminación es precis o contar con la exis tencia de una fuente productora de luz y de un objeto a iluminar, las magnitudes que deberán conocers e s erán las s iguientes : El Flujo luminoso Indica la potencia luminos a propia de una fuente La Intensidad luminosa. Indica la forma en que s e dis tribuye en el es pacio la luz emitida por las fuentes . La Iluminancia o nivel de iluminación. Es una magnitud caracterís tica del objeto iluminado, ya que indica la cantidad de luz que incide s obre una unidad de s uperficie del objeto, cuando es iluminado por una fuente de luz. La Luminancia. Es una caracterís tica propia del as pecto luminos o de una fuente de luz o de una s uperficie iluminada en una dirección dada. Es lo que produce en el órgano vis ual la s ens ación de claridad; la mayor o menor claridad con que vemos los objetos igualmente iluminados depende de s u luminancia. El aparato para medir la iluminación es el luxómetro. 1.5.2. Condiciones para el confort visual Para as egurar el confort vis ual hay que tener en cuenta bás icamente tres puntos , que s ituados por orden de importancia s on los s iguientes : Nivel de iluminación. El nivel de iluminación óptimo para una tarea determinada corres ponde al que da como res ultado un mayor rendimiento con una mínima fatiga. Las cualidades vis uales aumentan has ta una iluminación de 1000 lux para es tabilizars e hacia los 2000 lux. El nivel de iluminación de un pues to de trabajo s e adaptará a la tarea a realizar y tendrá en cuenta la edad del trabajador as í como las condiciones reales en que s e debe realizar el trabajo. Deslumbramientos. Los brillos exces ivos que pueden ocas ionar moles tias en la vis ión es tán motivados generalmente por: Una vis ión directa de la fuente de luz. La vis ión indirecta (reflejo) s obre una s uperficie reflectante. El deslumbramiento debido a la visión directa de una ventana o una fuente de luz debe evitars e por s er una de las caus as de incomodidad. Sin embargo, en el des lumbramiento debido a una vis ión directa de una ventana es acons ejable que, al protegers e, no s e interrumpa la vis ión del exterior; s e pueden utilizar des de cris tales teñidos has ta pers ianas orientables . El deslumbramiento motivado por las luminarias varía en función de s u luminancia, s us dimens iones y la forma y s ituación dentro del campo vis ual. El deslumbramiento motivado por la reflexión de las fuentes de luz sobre superficies reflectantes como plano de trabajo, máquinas y ventanas , dis minuye la percepción vis ual y es caus a de incomodidad, tanto más importante cuando mayor luminancia tenga la fuente de luz. Para reducir los efectos de des lumbramiento indirecto tenemos que eliminar los reflejos moles tos utilizando s uperficies de trabajo mates y as egurar una buena dis tribución de las luminarias . Equilibrio de las luminancias. El nivel de iluminación no es s uficiente para as egurar el confort vis ual de una tarea. Es precis o además mantener un equilibrio entre la luminancia del objeto y las corres pondientes a las diferentes s uperficies incluidas dentro del campo vis ual. 1.5.3. Iluminación en los lugares de trabajo La iluminación de los lugares de trabajo deberá permitir que los trabajadores dis pongan de condiciones de vis ibilidad adecuadas para poder circular por los mis mos y des arrollar en ellos s us actividades s in ries go para s u s eguridad y s alud. La iluminación de cada zona o parte de un lugar de trabajo deberá adaptars e a las caracterís ticas de la actividad que s e efectúe en ella, teniendo en cuenta: Los ries gos para la s eguridad y s alud de los trabajadores dependientes de las condiciones de vis ibilidad. Las exigencias vis uales de las tareas des arrolladas . Siempre que s ea pos ible, los lugares de trabajo tendrán una iluminación natural, que deberá complementars e con una iluminación artificial cuando la primera, por s í s ola, no garantice las condiciones de vis ibilidad adecuadas . El Real Decreto es tablece los s iguientes niveles mínimos de iluminación: Zona o parte del lugar de trabajo (*) Nivel mínimo de iluminación (lux) Zonas donde se ejecuten tareas con: 1) Bajas exigencias visuales 100 2) Exigencias visuales moderadas 200 3) Exigencias visuales altas 500 4) Exigencias visuales muy altas 1.000 Áreas o locales de uso ocasional 50 Áreas o locales de uso habitual 100 Vías de circulación de uso ocasional 25 Vías de circulación de uso habitual 50 2. RIESGOS PROVOCADOS POR AGENTES QUÍMICOS En el mundo laboral s e emplean una gran variedad de s us tancias químicas , ya s ea en el s ector de indus tria, cons trucción, s anitario, s ervicios , etc. que pueden res ultar perjudiciales para la s alud. Cuanto menor s ea la dos is neces aria para que una s us tancia produzca daños en el organis mo, mayor es s u toxicidad. Sus efectos s e pueden manifes tar inclus o, mucho tiempo des pués de ces ar la expos ición. Los contaminantes químicos los podemos encontrar en el ambiente de trabajo en divers as formas : líquidos , s ólidos , vapores o gas es . Res pecto a la normativa de referencia des taca el R.D. 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la seguridad y seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo. Además res pecto al etiquetado de s us tancias peligros as exis ten dos reglamentos de la Unión Europea: El Reglamento (CE) Nº 1907/2006 del Parlamento Europeo y del Cons ejo de 18 de diciembre de 2006 relativo al regis tro, la evaluación, la autorización y la res tricción de las s us tancias y preparados químicos (REACH). El Reglamento (CE) Nº 1272/2008 del Parlamento Europeo y del Cons ejo de 16 de diciembre de 2008 s obre clas ificación etiquetado y envas ado de s us tancias y mezclas , y por el que s e modifican y derogan las Directivas 67/548/CEE y 1999/45/CE y s e modifica el Reglamento (CE) Nº 1907/2006, entré en vigor el 20 de enero de 2009. Un agente químico es cualquier elemento o compues to químico, por s í s olo o mezclado, tal como s e pres enta en es tado natural o es producido, utilizado o vertido (incluido el vertido como res iduo) en una actividad laboral, s e haya elaborado o no de modo intencional y s e haya comercializado o no. Exis ten millones de productos químicos , y muchos de ellos s on peligros os para nues tra s alud. Podemos encontrarlos en forma de s us tancias s imples (Ej. gas olina, cloro, ácido s ulfúrico, amianto, etc.) o mediante mezclas o dis oluciones de dos o más s us tancias llamados , también, preparados . Producto químico peligroso es aquel que puede repres entar un ries go para la s eguridad y s alud de los trabajadores o para el medio ambiente debido a s us propiedades fis icoquímicas , químicas o toxicológicas , y a la forma en que s e utiliza o s e halla pres ente en el lugar de trabajo (Real Decreto 374/2001). Como es tos agentes en contacto con el organis mo pueden ocas ionar daños , también s e les conoce con el nombre de productos tóxicos. Un agente químico es peligros o, no s olo por s us propiedades , s ino también: por la forma en que s e utiliza (polvo, aeros ol, líquido..), o por la forma en que s e halla pres ente en el lugar de trabajo (utilizar agua a temperatura ambiente puede no s er un ries go pero s i s e calienta a más de 100 ºC, res ulta peligros o el contacto con el líquido o con el vapor). Las vías de entrada en el organis mo s on las s iguientes : Vía respiratoria: s e introducen en el organis mo a través de la res piración por la nariz y la boca has ta los pulmones . Vía dérmica: los contaminantes penetran en el organis mo por abs orción, a través de la piel, que es una barrera natural pero puede s er tras pas ada por determinados agentes , pas ando a la s angre s in que a veces lo percibamos . Vía digestiva: s e introducen a través del aparato diges tivo, por la boca o las mucos idades del s is tema res piratorio, pas ando al es ófago, es tómago e intes tinos . Vía Parenteral: s e introducen a través de heridas , llagas , cortes , etc. has ta llegar a la s angre. Hay otra s erie de definiciones relacionadas con los agentes químicos que es importante des tacar: La actividad con agentes químicos es todo trabajo en el que s e utilicen agentes químicos , o es té previs to utilizarlos , en cualquier proces o, incluidos la producción, la manipulación, el almacenamiento, el trans porte o la evacuación y el tratamiento, o en que s e produzcan como res ultado de dicho trabajo. Los productos intermedios s on las s us tancias formadas durante las reacciones químicas y que s e trans forman y des aparecen antes del final de la reacción o del proces o. Los subproductos s on las s us tancias que s e forman durante las reacciones químicas y que permanecen al final de la reacción o del proces o. Los valores límite ambientales s on valores límite de referencia para las concentraciones de los agentes químicos en la zona de res piración de un trabajador. Se dis tinguen dos tipos de valores límite ambiental: Valor límite ambiental para la exposición diaria: valor límite de la concentración media, medida o calculada de forma ponderada con res pecto al tiempo para la jornada laboral real y referida a una jornada es tándar de ocho horas diarias . Valor límite ambiental para exposiciones de corta duración: valor límite de la concentración media, medida o calculada para cualquier período de quince minutos a lo largo de la jornada laboral, excepto para aquellos agentes químicos para los que s e es pecifique un período de referencia inferior. Valor límite biológico: el límite de la concentración, en el medio biológico adecuado, del agente químico o de uno de s us metabolitos o de otro indicador biológico directa o indirectamente relacionado con los efectos de la expos ición del trabajador al agente en cues tión. La normativa utiliza el término de agente químico para hacer referencia a la mera pres encia, en el medio laboral, de productos , s ubproductos , preparados , res iduos , s us tancias químicas . Los contaminantes químicos s e tratan de s us tancias que s e incorporan al aire ambiente con efectos irritantes , corros ivos , as fixiantes o tóxicos y que s i s uperan el VLA caus an daño para la s alud. Formas de presentación Aerosoles Polvo Niebla Bruma Humo Gases Estado físico normal a 25º C de temperatura y 760 mm Hg. de presión. Vapor Fase gaseosa de una sustancia normalmente sólida o líquida a 25º C y 760 mm Hg. de presión. 2.1. LÍMITES DE EXPOSICIÓN PROFESIONAL Los Límites de Exposición Profesional, como s u propio nombre indica, s on valores máximos que no deben s uperar los agentes químicos pres entes en los pues tos de trabajo. Se es tablecen única y exclus ivamente para s u aplicación en la práctica de la Higiene Indus trial y no para otras aplicaciones como la evaluación de la contaminación medioambiental de una población, de la contaminación del agua u otra aplicación dis tinta a la mencionada. Se utilizan para la evaluación y control de los ries gos inherentes a la expos ición, principalmente por inhalación, a los agentes químicos pres entes en los pues tos de trabajo y, por lo tanto, para proteger la s alud de los trabajadores y a s u des cendencia. Es tos valores es tán s ujetos a la evolución de la técnica, al ir des cubriéndos e o actualizándos e los efectos de los compues tos químicos ; y a los dis tintos avances s ociales , que pres ionan para unas mejores condiciones laborales , haciendo que es tos valores vayan reduciéndos e en aras de una mayor s eguridad. Le corres ponde al Ins tituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) la res pons abilidad de elaborar y actualizar dichos límites , mediante la creación del documento: “Límites de expos ición profes ional para Agentes Químicos en Es paña”. Dentro de es te documento es interes ante comentar los s iguientes apartados : Los Valores Límite Ambientales (VLA). Ver Lista General de Valores Límite Ambientales de Exposición Profesional de la página del INSHT Valores Límite Biológicos (VLB), como complemento indicador los anteriores . Agentes Químicos Cancerígenos y Mutágenos . Los Valores Límite ambientales s on valores máximos de concentración de agentes químicos en el aire a los que la mayoría de los trabajadores podrían es tar expues tos durante toda s u vida laboral, s in s ufrir efectos advers os para s u s alud. Hay que tener las s iguientes cons ideraciones : Repres entan condiciones en las que s e cree no afectarán a la mayoría de los trabajadores , que no a la totalidad, dadas las multitud de diferencias individuales que exis ten. Se bas an en conocimientos y es tudios exis tentes ; tanto de los compues tos químicos como de efectos que és tos producen en los s eres vivos . Es tán s ujetos a evolución y revis ión. Si alguno de los agentes que aparecen en la lis ta s e puede abs orber por vía cutánea, s ea por la manipulación directa del mis mo, s ea a través del contacto de los vapores con las partes des protegidas de la piel, y es ta aportación pueda res ultar s ignificativa para la dos is abs orbida por el trabajador, el agente en cues tión aparece s eñalizado en la lis ta con la notación "vía dérmica". Como unidades de medida para es tos valores s e s uelen utilizar: mg/m3 partes por millón (ppm) 2.2. NUEVO SISTEMA GLOBALMENTE ARMONIZADO DE CLASIFICACIÓN Y ETIQUETADO DE PRODUCTOS QUÍMICOS El Reglamento (CE) 1272/2008 CLP (Clasificación, Etiquetado y Envasado) publicado el 31 de diciembre de 2008 repres enta la adaptación en la UE del SGA (Sis tema Globalmente Armonizado, GHS en inglés ), que es una regulación aprobada por cons ens o a nivel mundial que va s iendo s ometida a dis tintas actualizaciones . El SGA, impuls ado por la OIT, es tá bas ado en normativas s obre el trans porte de mercancías peligros as , regulaciones de la UE, directrices del ámbito laboral, de los cons umidores y s obre plaguicidas y, también, en la legis lación de EEUU, Canadá y Japón. Su objetivo principal es proporcionar un marco legal para todos los país es , con criterios y elementos armonizados a nivel mundial, para clas ificar y comunicar peligros de los productos químicos . Se cons idera que con ello s e facilitará el comercio internacional, mejorará la protección de la s alud humana y del medio ambiente y s e reducirán los ens ayos y evaluaciones de las s us tancias químicas . El Reglamento (CE) 1272/2008 que es de aplicación en todos los país es de la UE y no neces ita trans pos ición, modifica la anterior regulación exis tente s obre la cues tión en Es paña, (los R.D. 363/95 y R.D. 255/2003) es tableciendo una s erie de plazos para ello. Para facilitar el etiquetado empleando el nuevo s is tema has ta el 1 de junio de 2015, el Reglamento 1272/2008 incluye la lis ta de las s us tancias del anexo I del RD 363/95 y otra lis ta de las mis mas s us tancias , armonizada s egún el nuevo s is tema de etiquetado, de tal manera que s e puede ver la equivalencia exis tente entre ambas . A continuación vamos a conocer qué es lo que ha cambiado con es te nuevo Sis tema Globalmente Armonizado de clas ificación y etiquetado de productos químicos : a) Las categorías de peligro que, aunque s e mantienen agrupadas en tres bloques , peligros fís icos (debidos a las propiedades fis icoquímicas ), peligros para la s alud (debidos a s us propiedades toxicológicas ) y peligros para el medio ambiente, s e detallan mucho más , quedando dis tribuidas en un total de 28 clas es divididas en 79 categorías dis tintas . b) Las indicaciones de peligro, que pasan a ser palabras de advertencia. Es ta es una novedad importante del Reglamento, ya que es tablece s olamente dos grupos de s us tancias : las peligros as , que s e identifican con la indicación de Peligro y que s e as ocian a las categorías más graves , y las menos peligros as , a las que s e les as igna la indicación de Atención, as ociada a las categorías menos graves . c) Los pictogramas cambian de formato, s e s uprime uno y s e añaden 3 nuevos . Las equivalencias exis tentes s e res umen en el cuadro adjunto. El pictograma s igno de exclamación acompaña a las s us tancias o mezclas menos peligros as y que llevan la palabra de advertencia Atención, en contrapos ición a las cons ideradas peligros as que s e identifican con la palabra Peligro. d) Las frases R de ries go pas an a s er indicaciones de peligro H (de Hazard, peligro), agrupadas s egún peligros fís icos , peligros para la s alud humana y peligros para el medio ambiente. Hay, además , unas indicaciones “s uplementarias ” para cubrir ciertos tipos de peligros no contemplados en las indicaciones provenientes del GSA. Delante de la H corres pondiente, llevan las s iglas EU y es tán agrupadas s egún propiedades fís icas y propiedades relacionadas con efectos s obre el medio ambiente. Dentro de es te apartado también s e incluyen elementos s uplementarios o información que deben figurar en las etiquetas de determinadas s us tancias y mezclas y una regla particular para el etiquetado de productos fitos anitarios . Finalmente, para algunas indicaciones de peligro s e añaden letras al código de tres cifras , us ándos e unos códigos adicionales para concretar unas advertencias no contempladas en las otras indicaciones . Exis te una lis ta de equivalencias entre R y H, aunque dicha equivalencia no es completa. Hay fras es R s in fras e H equivalente y, al revés , fras es H que no s on equivalentes a ninguna fras e R. La mayoría de “no equivalencias ” corres ponden a la propiedades fís icas (químico-fís icas ) que s e han tomado de la legis lación internacional s obre trans porte de mercancías peligros as , para evitar las diferencias formales exis tentes entre el etiquetado del embalaje, neces ario para s u trans porte, de la etiqueta pegada al recipiente de cara al us uario. e) Las frases S de s eguridad pas an a consejos de prudencia P que s e agrupan en generales , de prevención, de res pues ta, de almacenamiento y de eliminación. En total exis ten más de 100 cons ejos de prudencia. En la tabla s iguiente, a partir de las clas es y categorías de peligro, s e pres enta la corres pondencia de los nuevos elementos armonizados de la etiqueta con los antiguos , incluyendo las palabras de advertencia (peligro atención) que s e as ignan a cada categoría de peligro. En la etiqueta figuran todos los cons ejos de prudencia corres pondientes , en principio con un máximo de 6, excepto aquellos que res ulten claramente inneces arios . En el cas o de s uminis trars e al público en general, deberá cons tar un cons ejo de prudencia relativo a s u eliminación, as í como a la del envas e, excepto que s u eliminación no pres ente un peligro para la s alud humana y para el medio ambiente. El Reglamento REACH (Reglamento (CE) nº 1907/2006 del Parlamento Europeo y del Cons ejo, de 18 de diciembre de 2006, relativo al regis tro, la evaluación, la autorización y la res tricción de las s us tancias y preparados químicos (REACH), por el que s e crea la Agencia Europea de Sus tancias y Preparados Químicos ) es una reforma de las condiciones de comercialización y de utilización de las s us tancias y preparados químicos que pretende garantizar un elevado nivel de protección de la s alud humana y del medio ambiente, as í como la libre circulación de s us tancias en el mercado interior. El Reglamento s e bas a en el principio que dice que corres ponde a los fabricantes , importadores y us uarios intermedios garantizar que s olamente fabrican, comercializan o utilizan s us tancias que no afectan negativamente la s alud humana o el medio ambiente. 2.2.1. Clasificación de sustancias químicas y mezclas La clas ificación de las s us tancias químicas y s us mezclas s e bas ará en categorías que tengan en cuenta el grado de peligro y la naturaleza es pecífica de las propiedades peligros as . És tas incluirán las s us tancias o mezclas inflamables , peligros as para el medio acuático en la categoría aguda. El anexo I es tablece los criterios de clas ificación y etiquetado de las s us tancias y mezclas peligros as . As imis mo, los anexos del Reglamento incluyen una lis ta con las indicaciones de peligro, una lis ta con los cons ejos de prudencia, los pictogramas para cada clas e de peligro y lis tas de clas ificación y etiquetado armonizadas a nivel comunitario. Cada clas e de peligros s e s ubdivide en categorías de peligros , que permiten comparar la gravedad de los peligros dentro de una mis ma clas e: Atendiendo a los peligros físicos que puede provocar s e pueden clas ificar en: Explosivos: es una s us tancia s ólida o liquida que de manera es pontánea, por reacción química, puede des prender gas es a una temperatura, pres ión y velocidad tales que pueden ocas ionar daños en s u entorno. En es ta definición quedan comprendidas las s us tancias pirotécnicas , aun cuando no des prendan gas es . Sólidos inflamables: es una s us tancia s olida que s e inflama con facilidad o puede provocar o activar incendios por frotamiento. Gases inflamables: es un gas que s e inflama con el aire a 20 o C y a una pres ión de referencia de 101,3 kPa. Aerosoles inflamables: Los Aeros oles , es decir, los generadores de aeros oles , s on recipientes no recargables fabricados en metal, vidrio o plás tico y que contienen un gas comprimido, licuado o dis uelto a pres ión, con o s in líquido, pas ta o polvo, y dotados de un dis pos itivo de des carga que permite expuls ar el contenido en forma de partículas s ólidas o líquidas en s us pens ión en un gas , en forma de es puma, pas ta o polvo, o en es tado líquido o gas eos o. Gases comburentes: es un gas que, generalmente liberando oxígeno, puede provocar o facilitar la combus tión de otras s us tancias en mayor medida que el aire. Gases a presión: s on gas es que s e encuentran en un recipiente a una pres ión de 200 kPa (indicador) o s uperior, o que es tán licuados o licuados y refrigerados . Líquido inflamable: es un líquido con un punto de inflamación no s uperior a 60 o C. Sólido inflamable: es una s us tancia s ólida que s e inflama con facilidad o que puede provocar fuego o contribuir a provocar fuego por fricción. Sustancias o mezclas que reaccionan espontáneamente (autorreactivas): s on s us tancias térmicamente ines tables que pueden experimentar una des compos ición exotérmica inclus o en aus encia de oxígeno (aire). Líquidos y sólidos Pirofóricos: s on líquidos o s ólidos que, aun en pequeñas cantidades , s e inflama al cabo de entrar en contacto con el aire en menos de 5 minutos . Sustancias que experimentan un calentamiento espontáneo: una s us tancia o mezcla que experimenta calentamiento es pontáneo es una s us tancia o mezcla s ólida o líquida, dis tinta de un líquido o s ólido pirofórico, que puede calentars e es pontáneamente en contacto con el aire s in aporte de energía; es ta s us tancia o mezcla difiere de un líquido o s ólido pirofórico en que s olo s e inflama cuando es té pres ente en grandes cantidades (kg) y des pués de un largo período de tiempo (horas o días ). Sustancias y mezclas que, en contacto con el agua, desprenden gases inflamables: s on s us tancias o mezclas s olidas o liquidas que, por interacción con el agua, tienden a volvers e es pontáneamente inflamables o a des prender gas es inflamables en cantidades peligros as . Líquidos comburentes: es un líquido que, s in s er neces ariamente combus tible en s í, puede, por lo general al des prender oxígeno, provocar o favorecer la combus tión de otros materiales . Sólidos comburentes: es una s us tancia o mezcla s ólida que, s in s er neces ariamente combus tible en s í, puede por lo general al des prender oxígeno, provocar o favorecer la combus tión de otras s us tancias . Peróxidos orgánicos: s on s us tancias o mezclas térmicamente ines tables , que pueden s ufrir una des compos ición exotérmica autoacelerada. Además , pueden tener una o varias de las propiedades s iguientes : (i) s er s us ceptibles de experimentar una des compos ición explos iva; (ii) arder rápidamente; iii) s er s ens ibles a los choques o a la fricción; (iv) reaccionar peligros amente con otras s us tancias . Sustancias y mezclas corrosivas para los metales: s on s us tancias que por s u acción química, puede dañarlos o inclus o des truirlos . Atendiendo a los peligros sobre la salud humana s e pueden clas ificar en: Toxicidad aguda: s e refiere a los efectos advers os que s e manifies tan tras la adminis tración por vía oral o cutánea de una s ola dos is de una s us tancia o mezcla, de dos is múltiples adminis tradas a lo largo de 24 horas , o como cons ecuencia de una expos ición por inhalación durante 4 horas . Corrosión/irritación cutáneas Por corrosión cutánea s e entiende la aparición de una les ión irrevers ible en la piel, es to es , una necros is vis ible a través de la epidermis que alcanza la dermis , como cons ecuencia de la aplicación de una s us tancia de ens ayo durante un período de has ta 4 horas . Las reacciones corros ivas s e caracterizan por úlceras , s angrado, es caras s angrantes y, tras un período de obs ervación de 14 días , por decoloración debida al blanqueo de la piel, zonas completas de alopecia y cicatrices . Debe recurrirs e a la his topatología para evaluar las les iones dudos as . Irritación cutánea es la aparición de una les ión revers ible de la piel como cons ecuencia de la aplicación de una s us tancia de ens ayo durante un período de has ta 4 horas . Lesiones oculares graves/irritación ocular Les ión ocular grave es un daño en los tejidos del ojo o un deterioro fís ico importante de la vis ión, como cons ecuencia de la aplicación de una s us tancia de ens ayo en la s uperficie anterior del ojo, no completamente revers ible en los 21 días s iguientes a la aplicación. Irritación ocular es la producción de alteraciones oculares como cons ecuencia de la aplicación de una s us tancia de ens ayo en la s uperficie anterior del ojo, totalmente revers ible en los 21 días s iguientes a la aplicación. Sensibilización respiratoria o cutánea Sens ibilizante res piratorio es una s us tancia cuya inhalación induce hipers ens ibilidad de las vías res piratorias . Sens ibilizante cutáneo es una s us tancia que induce una res pues ta alérgica por contacto con la piel. Mutagenicidad en células germinales Una mutación es un cambio permanente en la cantidad o en la es tructura del material genético de una célula. El término «mutación» s e aplica tanto a los cambios genéticos hereditarios que pueden manifes tars e a nivel fenotípico como a las modificaciones s ubyacentes del ADN cuando s on conocidas (incluidos , por ejemplo, cambios en un determinado par de bas es y trans locaciones cromos ómicas ). Los términos «mutagénico» y «mutágeno» s e utilizarán para des ignar aquellos agentes que aumentan la frecuencia de mutación en las poblaciones celulares , en los organis mos o en ambos . Carcinogenicidad Carcinógeno es una s us tancia o mezcla de s us tancias que induce cáncer o aumenta s u incidencia. Las s us tancias que han inducido tumores benignos y malignos en animales de experimentación, en es tudios bien hechos , s erán cons ideradas también s upues tamente carcinógenos o s os pechos os de s erlo, a menos que exis tan pruebas convincentes de que el mecanis mo de formación de tumores no s ea relevante para el hombre. Toxicidad para la reproducción: incluye los efectos advers os s obre la función s exual y la fertilidad de hombres y mujeres adultos , y los efectos advers os s obre el des arrollo de los des cendientes . Toxicidad sistémica específica de órganos diana –exposición única: es la toxicidad no letal que s e produce en determinados órganos tras una única expos ición a una s us tancia o mezcla. Se incluyen todos los efectos s ignificativos para la s alud que pueden provocar alteraciones funcionales , tanto revers ibles como irrevers ibles , inmediatas y/o retardadas . Toxicidad sistémica específica de órganos diana –exposiciones repetidas: es la toxicidad es pecífica que s e produce en determinados órganos tras una expos ición repetida a una s us tancia o mezcla. Se incluyen los efectos s ignificativos para la s alud que pueden provocar alteraciones funcionales , tanto revers ibles como irrevers ibles , inmediatas y/o retardadas . Peligro por aspiración: Por «aspiración» s e entiende la entrada de una s us tancia o de una mezcla, líquida o s ólida, directamente por la boca o la nariz, o indirectamente por regurgitación, en la tráquea o en las vías res piratorias inferiores . La toxicidad por as piración puede entrañar graves efectos agudos tales como neumonía química, les iones pulmonares más o menos importantes e inclus o la muerte por as piración. 2.2.2. Fichas de datos de seguridad Las fichas de datos de s eguridad s on la herramienta fundamental para trans mitir la información s obre la peligros idad de las s us tancias y mezclas y el modo de us o adecuado, es pecialmente en el ámbito indus trial y profes ional. Su contenido queda des crito en el Anexo II del Reglamento REACH: Identificación de la s us tancia o el preparado y de la s ociedad o empres a: Us o de la s us tancia o preparado, y Teléfono de urgencias Identificación de peligros Compos ición/información de los componentes Primeros Auxilios Medidas de lucha contra incendios Medidas en cas o de liberación accidental Manipulación y almacenamiento Controles de la expos ición/protección pers onal: valores límite de la expos ición, controles de la expos ición, controles de la expos ición profes ional, controles de la expos ición del medio ambiente. Propiedades fís icas y químicas Información toxicológica Información ecológica Cons ideraciones relativas a la eliminación Información relativa al trans porte Otra información El proveedor de una s us tancia o mezcla peligros a tiene que facilitar una ficha de datos de s eguridad al us uario, conforme a lo dis pues to en el artículo 31 del Reglamento REACH. No obs tante, cuando no s ea peligros a, el proveedor deberá facilitar toda información relevante para que el us uario pueda identificar y aplicar las medidas oportunas de ges tión de ries gos , conforme al artículo 32 del Reglamento REACH. Las fichas de datos s e s uminis tran en un idioma oficial del es tado miembro en el que s e comercialice. 2.2.3. Etiquetas Las etiquetas s on un ins trumento eficaz para trans mitir a los us uarios y cons umidores la información precis a s obre la peligros idad de las s us tancias y mezclas y el modo de us o adecuado. En las etiquetas de los productos comercializados que contengan una s us tancia o mezcla clas ificada como peligros a figurarán, s egún lo dis pues to en el artículo 17 del Reglamento CLP, los s iguientes elementos : El nombre, la dirección y el número de teléfono del proveedor, y proveedores . La cantidad nominal de la s us tancia o mezcla contenida en el envas e a dis pos ición del público en general, s alvo que es ta cantidad ya es té es pecificada en otro lugar del envas e. Los identificadores del producto (artículo 18 del CLP): el término us ado para la identificación de la s us tancia o mezcla s erá el mimo que el que aparece en la ficha de datos de s eguridad y como mínimo los términos indicados en el artículo 18 del CLP. Los pictogramas de peligro (Art. 19 del CLP): compos ición gráfica que s irve para trans mitir una información es pecífica s obre el peligro en cues tión. En el anexo V del Reglamento CLP s e encuentran los diferentes pictogramas para cada clas e de peligro, mientras que en el anexo I s e relacionan los diferentes pictogramas con las corres pondientes clas ificaciones . Las palabras de advertencia (Art. 20 de CLP): palabra que indica el nivel relativo de gravedad, peligro o atención. La palabra advertencia corres ponde a cada clas ificación s e encuentra es tablecida en las tablas de las partes 2 a 5 del anexo I del reglamento CLP. Los indicadores de peligro (Art. 21 de CLP): fras e que des cribe la naturaleza de los peligros de una s us tancia o mezcla peligros a. La indicación de peligro corres pondiente a cada clas ificación s e encuentra es tablecida en las tablas de las partes 2 a 5 del anexo I del reglamento CLP. Son las llamadas fras es H. Los cons ejos de prudencia (Art. 22 de CLP): fras es que des criben las medidas recomendadas para minimizar o evitar los efectos advers os caus ados por la expos ición a una s us tancia o mezcla peligros a durante el us o o eliminación. Se encuentran definidos en las tablas de las partes 2 a 5 del anexo I del Reglamento CLP. Una s ección de información s uplementaria (cuando proceda). La etiqueta es tará ads crita en la lengua o lenguas oficiales del Es tado o Es tados miembros en que s e comercializa la s us tancia o mezcla, a menos que el Es tado o Es tados miembros interes ados dis pongan otra cos a. Los proveedores podrán us ar en s us etiquetas más lenguas de las exigidas por los Es tados miembros , s iempre que en todas ellas aparezca la mis ma información. 2.2.4. Evaluación de riesgos El empres ario deberá determinar, en primer lugar, s i exis ten agentes químicos peligros os en el lugar de trabajo. Si as í fuera, s e deberán evaluar los riesgos para la s alud y s eguridad de los trabajadores , originados por dichos agentes , cons iderando y analizando conjuntamente: Sus propiedades peligros as y cualquier otra información neces aria para la evaluación de los ries gos , que deba facilitar el proveedor, o que pueda recabars e de és te o de cualquier otra fuente de información de fácil acces o. Es ta información debe incluir la ficha de datos de s eguridad y, cuando proceda, la evaluación de los ries gos para los us uarios , contempladas en la normativa s obre comercialización de agentes químicos peligros os . Los valores límite ambientales y biológicos . Las cantidades utilizadas o almacenadas de los agentes químicos . El tipo, nivel y duración de la expos ición de los trabajadores a los agentes y cualquier otro factor que condicione la magnitud de los ries gos derivados de dicha expos ición, as í como las expos iciones accidentales . Cualquier otra condición de trabajo que influya s obre otros ries gos relacionados con la pres encia de los agentes en el lugar de trabajo y, es pecíficamente, con los peligros de incendio o explos ión. El efecto de las medidas preventivas adoptadas o que deban adoptars e. Las conclus iones de los res ultados de la vigilancia de la s alud de los trabajadores que, en s u cas o, s e haya realizado y los accidentes o incidentes caus ados o potenciados por la pres encia de los agentes en el lugar de trabajo. 2.2.5. Control de la exposición del trabajador y medidas preventivas Los ries gos para la s alud y la s eguridad de los trabajadores en trabajos en los que haya actividad con agentes químicos peligros os s e eliminarán o reducirán al mínimo mediante: La concepción y organización de los s is temas de trabajo en el lugar de trabajo. La s elección e ins talación de los equipos de trabajo. El es tablecimiento de los procedimientos adecuados para el us o y mantenimiento de los equipos utilizados para trabajar con agentes químicos peligros os , as í como para la realización de cualquier actividad con agentes químicos peligros os , o con res iduos que los contengan, incluidas la manipulación, el almacenamiento y el tras lado de los mis mos en el lugar de trabajo. La adopción de medidas higiénicas adecuadas , tanto pers onales como de orden y limpieza. La reducción de las cantidades de agentes químicos peligros os pres entes en el lugar de trabajo al mínimo neces ario para el tipo de trabajo de que s e trate. La reducción al mínimo del número de trabajadores expues tos o que puedan es tarlo. La reducción al mínimo de la duración e intens idad de las expos iciones . El empres ario garantizará la eliminación o reducción al mínimo del ries go que entrañe un agente químico peligros o para la s alud y s eguridad de los trabajadores durante el trabajo. Para ello, el empres ario deberá, preferentemente, evitar el us o de dicho agente sustituyéndolo por otro o por un proces o químico que, con arreglo a s us condiciones de us o, no s ea peligros o o lo s ea en menor grado. Cuando la naturaleza de la actividad no permita la eliminación del ries go por s us titución, el empres ario garantizará la reducción al mínimo de dicho ries go aplicando medidas de prevención y protección que s ean coherentes con la evaluación de los ries gos . Dichas medidas incluirán, por orden de prioridad: La concepción y la utilización de procedimientos de trabajo, controles técnicos, equipos y materiales que permitan, ais lando al agente en la medida de lo pos ible, evitar o reducir al mínimo cualquier es cape o difus ión al ambiente o cualquier contacto directo con el trabajador que pueda s uponer un peligro para la s alud y s eguridad de és te. Medidas de ventilación u otras medidas de protección colectiva, aplicadas preferentemente en el origen del ries go, y medidas adecuadas de organización del trabajo. Medidas de protección individual, acordes con lo dis pues to en la normativa s obre utilización de equipos de protección individual, cuando las medidas anteriores s ean ins uficientes y la expos ición o contacto con el agente no pueda evitars e por otros medios . Deberá adoptar, en particular, las medidas técnicas y organizativas neces arias para proteger a los trabajadores frente a los ries gos derivados , en s u cas o, de la pres encia en el lugar de trabajo de agentes que puedan dar lugar a incendios , explosiones u otras reacciones químicas peligrosas debido a s u carácter inflamable, a s u ines tabilidad química, a s u reactividad frente a otras s us tancias pres entes en el lugar de trabajo, o a cualquier otra de s us propiedades fis icoquímicas . Es tas medidas deberán s er adecuadas a la naturaleza y condiciones de la operación, incluidos el almacenamiento, la manipulación y el transporte de los agentes químicos en el lugar de trabajo y, en s u cas o, la s eparación de los agentes químicos incompatibles . En particular, el empres ario adoptará, por orden de prioridad, medidas para: Impedir la pres encia en el lugar de trabajo de concentraciones peligros as de s us tancias inflamables o de cantidades peligros as de s us tancias químicamente ines tables o incompatibles con otras también pres entes en el lugar de trabajo cuando la naturaleza del trabajo lo permita. Cuando la naturaleza del trabajo no permita la adopción de la medida previs ta en el apartado anterior, evitar las fuentes de ignición que pudieran producir incendios o explos iones o condiciones advers as que pudieran activar la des compos ición de s us tancias químicamente ines tables o mezclas de s us tancias químicamente incompatibles . Paliar los efectos nocivos para la s alud y la s eguridad de los trabajadores originados en cas o de incendio, explos ión u otra reacción exotérmica peligros a. En todo cas o, los equipos de trabajo y los sistemas de protección empleados deberán cumplir los requis itos de s eguridad y s alud es tablecidos por la normativa que regule s u concepción, fabricación y s uminis tro. Medidas específicas sobre el almacenamiento químico Algunos productos químicos , además de comportar ries gos por s í mis mos , en contacto con otros productos pueden producir reacciones muy peligros as . El almacenamiento incorrecto de determinadas s us tancias puede dar origen a accidentes que afecten a la s alud de las pers onas y también al medio ambiente. Para evitar es tos problemas en el almacenamiento de productos químicos habrá que tener en cuenta las s iguientes precauciones y medidas de s eguridad: Guardar la cantidad de productos químicos es trictamente neces aria, as í es más fácil ais lar y dis minuir los peligros que s e derivan de s u manipulación y dotar a las ins talaciones y locales de los medios de s eguridad adecuados . No guardar los líquidos peligros os en recipientes abiertos . Se deberán cerrar los envas es des pués de s er us ados o cuando queden vacíos . Los cierres s erán preferentemente de s eguridad (con cierre automático). Almacenar las s us tancias peligros as debidamente s eparadas , agrupadas por el tipo de ries go que pueden generar (tóxico, de incendio...) y res petando las pos ibles incompatibilidades que exis ten entre ellas (por ejemplo: s us tancias combus tibles y reductoras deberán es tar s eparadas de las oxidantes y de las tóxicas ). Los recipientes de pequeña capacidad que contengan s us tancias corros ivas deberán ir s eparados entre s í y s obre bandejas que puedan retener pos ibles derrames producidos por rotura. Elegir el recipiente adecuado para guardar cada tipo de s us tancia química y tener en cuenta el pos ible efecto corros ivo que pueda tener s obre el material de cons trucción del envas e. Los recipientes más s eguros s on los metálicos . Pues to que el vidrio es un material muy frágil, hay que procurar guardar s ólo pequeñas cantidades de productos en es te tipo de recipientes . Es importante tener en cuenta que el frío y el calor deterioran el plás tico, por lo que es te tipo de envas es deberá s er revis ado con frecuencia y manteners e protegidos del s ol y de las bajas temperaturas . Los envas es de aquellas s us tancias que s ean peligros as deberán s er homologados . La ventilación de los locales donde s e almacenan es tos productos y los s is temas de drenaje es es pecialmente importante tenerlo en cuenta, s obre todo en almacenamiento de s us tancias tóxicas o inflamables . Dividir las s uperficies de los locales en s ecciones dis tanciadas unas de otras , que agrupen los dis tintos productos . Se debe identificar claramente qué s us tancias s on (etiquetado) y qué cantidad. Es neces ario también des pejar los acces os a las puertas y s eñalizar las vías de tráns ito. Evitar realizar trabajos que produzcan puntos de ignición o que generen calor cerca de las zonas de almacenamiento. En el almacenamiento de s us tancias inflamables hay que tener pres ente una s erie de requis itos : evitar la exis tencia de focos de calor, dis poner de paredes de cerramiento res is tentes al fuego, exis tencia de puerta metálica, ins talación eléctrica antiexplos iva, dis poner de medios de detección y protección contra incendios ... Seguir procedimientos s eguros en las operaciones de manipulación y almacenamiento. As í, las pers onas que trabajan con s us tancias químicas deben es tar informadas y formadas debidamente. 3. RIESGOS ORIGINADOS POR AGENTES BIOLÓGICOS Para la regulación los ries gos originados por agentes biológicos , es decir, aquellos que s on cons tituidos por s eres vivos nos remitiremos al REAL DECRETO 664/1997, de 12 de mayo, s obre la protección de los trabajadores contra los ries gos relacionados con la expos ición a agentes biológicos durante el trabajo. Entendemos por agentes biológicos los s iguientes : Agentes biológicos: microorganis mos , con inclus ión de los genéticamente modificados , cultivos celulares y endoparás itos humanos , s us ceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad. Microorganismo: toda entidad microbiológica, celular o no, capaz de reproducirs e o de trans ferir material genético. Cultivo celular: el res ultado del crecimiento in vitro de células obtenidas de organis mos multicelulares . Los agentes biológicos se clasifican, en función del ries go de infección, en cuatro grupos : Agente biológico del grupo 1: aquél que res ulta poco probable que caus e una enfermedad en el hombre; Agente biológico del grupo 2: aquél que puede caus ar una enfermedad en el hombre y puede s uponer un peligro para los trabajadores , s iendo poco probable que s e propague a la colectividad y exis tiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz; Agente biológico del grupo 3: aquél que puede caus ar una enfermedad grave en el hombre y pres enta un s erio peligro para los trabajadores , con ries go de que s e propague a la colectividad y exis tiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz; Agente biológico del grupo 4: aquél que caus ando una enfermedad grave en el hombre s upone un s erio peligro para los trabajadores , con muchas probabilidades de que s e propague a la colectividad y s in que exis ta generalmente una profilaxis o un tratamiento eficaz. En cuanto al grado de exposición, s e dis tingue entre: Actividades en las que no existiendo intención deliberada de manipular o de utilizar agentes biológicos, es tos s e encuentran en el medio de trabajo. Como por ejemplo: trabajos en centros de producción de alimentos , en unidades de eliminación de res iduos , trabajos de as is tencia s anitaria en s ervicios de ais lamiento y anatomía patológica. Aquellas actividades en las que exis te intención deliberada de manipular agentes biológicos , como por ejemplo laboratorios de diagnós tico microbiológico, el trabajo con animales deliberadamente contaminados y las indus trias en cuyos proces os s e utilizan agentes biológicos en grandes actividades . Probabilidad de causar enfermedad Peligro para los trabajadores Probabilidad de propagación Existe tratamiento eficaz o profilaxis GRUPO 1 Muy baja Muy Bajo Muy Bajo SI GRUPO 2 Baja Bajo Muy Bajo SI GRUPO 3 Alta Alto Alto SI GRUPO 4 Muy Alta Alto Muy Alto NO Las vías de penetración en el organis mo pueden s er: Por vía respiratoria: inhalación de aeros oles que contengan microorganis mos . Por vía dérmica y/o parenteral: penetración de agentes biológicos por piel s ana, o con heridas y les iones , o por accidente por vía trans cutánea. Por vía digestiva: a través de la inges tión de alimentos , o mala higiene de manos . Por vía conjuntiva: s alpicaduras a la mucos a ocular Puede entrar de forma directa, y también de forma indirecta como por ejemplo a través de los animales y alimentos . 3.1. MEDIDAS DE PROTECCIÓN FRENTE AGENTES BIOLÓGICOS Las medidas de prevención s obre el foco infeccios o tienen como objeto eliminar la emis ión del agente biológico al ambiente laboral y evitar la dis pers ión del microorganis mo des de la fuente al trabajador. Una vez evaluado el ries go de un lugar de trabajo, s e debe intentar eliminar o reducir la expos ición al nivel más bajo pos ible con medidas de tipo colectivo, como puede s er el empleo de cabinas de s eguridad biológica para todas aquellas operaciones que puedan generar aeros oles infeccios os , o es pacios de confinamiento para enfermos con problemas res piratorios infeccios os . El empres ario tiene obligación de es tablecer las medidas de protección necesarias para garantizar la s eguridad del trabajador, es tas medidas s e concretan en los s iguientes as pectos : Teniendo en cuenta la información técnica y científica dis ponible, el empres ario, cuando la naturaleza de la actividad lo permita, evitará la utilización de agentes biológicos peligros os mediante s u sustitución por otros agentes que, en función de las condiciones de utilización, no s ean peligros os para la s eguridad o s alud de los trabajadores , o lo s ean en menor grado. Si los resultados de la evaluación pus ieran de manifies to un ries go para la s eguridad o la s alud de los trabajadores por expos ición a agentes biológicos , deberá evitars e dicha expos ición. Cuando ello no res ulte factible por motivos técnicos , habida cuenta de la actividad des arrollada, s e reducirá el riesgo de exposición al nivel más bajo pos ible para garantizar adecuadamente la s eguridad y la s alud de los trabajadores afectados , en particular por medio de las s iguientes medidas : Es tablecimiento de procedimientos de trabajo adecuados y utilización de medidas técnicas apropiadas para evitar o minimizar la liberación de agentes biológicos en el lugar de trabajo; Reducción al mínimo pos ible del número de trabajadores que es tén o puedan es tar expues tos ; Adopción de medidas s eguras para la recepción, manipulación y trans porte de los agentes biológicos dentro del lugar de trabajo; Adopción de medidas de protección colectiva o, en s u defecto, de protección individual, cuando la expos ición no pueda evitars e por otros medios ; Utilización de medios s eguros para la recogida, almacenamiento y evacuación de res iduos por los trabajadores , incluido el us o de recipientes s eguros e identificables , previo tratamiento adecuado s i fues e neces ario; Utilización de medidas de higiene que eviten o dificulten la dis pers ión del agente biológico fuera del lugar de trabajo; Utilización de una s eñal de peligro biológico como la indicada en el Anexo III de es te Real Decreto, as í como de otras s eñales de advertencia pertinentes ; Es tablecimiento de planes para hacer frente a accidentes de los que puedan derivars e expos iciones a agentes biológicos ; Verificación, cuando s ea neces aria y técnicamente pos ible, de la pres encia de los agentes biológicos utilizados en el trabajo fuera del confinamiento fís ico primario. La evaluación deberá identificar a aquellos trabajadores para los que pueda s er neces ario aplicar medidas especiales de protección. La principal medida de prevención, en cualquier cas o, es la limpieza, que incluye la des infección (cloración de aguas , amoniaco...), la es terilización (autoclaves ), la des ins ectación y la des ratización. En todas las actividades en las que exis ta ries go para la s alud o s eguridad de los trabajadores como cons ecuencia del trabajo con agentes biológicos , el empres ario deberá adoptar las medidas higiénicas neces arias para: Prohibir que los trabajadores coman, beban o fumen en las zonas de trabajo en las que exis ta dicho ries go; Proveer a los trabajadores de prendas de protección apropiadas o de otro tipo de prendas es peciales adecuadas ; Dis poner de retretes y cuartos de as eo apropiados y adecuados para us o de los trabajadores , que incluyan productos para la limpieza ocular y antis épticos para la piel; Dis poner de un lugar determinado para el almacenamiento adecuado de los equipos de protección y verificar que s e limpian y s e comprueba s u buen funcionamiento, s i fuera pos ible con anterioridad y, en todo cas o, des pués de cada utilización, reparando o s us tituyendo los equipos defectuos os antes de un nuevo us o; Es pecificar los procedimientos de obtención, manipulación y proces amiento de mues tras de origen humano o animal. Además de es tas medidas higiénicas , s e deberán cumplir otra s erie de derechos y obligaciones de los trabajadores : Los trabajadores dis pondrán, dentro de la jornada laboral, de 10 minutos para s u as eo pers onal antes de la comida y otros 10 minutos antes de abandonar el trabajo. Al s alir de la zona de trabajo, el trabajador deberá quitars e las ropas de trabajo y los equipos de protección pers onal que puedan es tar contaminados por agentes biológicos y deberá guardarlos en lugares que no contengan otras prendas . El empres ario s e res pons abilizará del lavado, des contaminación y, en cas o neces ario, des trucción de la ropa de trabajo y los equipos de protección a que s e refiere el apartado anterior, quedando riguros amente prohibido que los trabajadores s e lleven los mis mos a s u domicilio para tal fin. Cuando contratas e tales operaciones con empres as idóneas al efecto, es tará obligado a as egurar que la ropa y los equipos s e envíen en recipientes cerrados y etiquetados con las advertencias precis as . El cos te de las medidas relativas a la s eguridad y la s alud en el trabajo es tablecidas por el pres ente Real Decreto no deberá recaer en modo alguno s obre los trabajadores . UNIDAD FORMATIVA 3. La carga de trabajo, la fatiga y la insatisfacción laboral UNIDAD FORMATIVA 3 La carga de trabajo, la fatiga y la insatisfacción laboral CONTENIDOS 1. La carga de trabajo y la fatiga 2. La ins atis facción laboral La ergonomía y ps icos ociología s on las dos técnicas preventivas no médicas que tratan de adecuar el pues to de trabajo y s u entorno fís ico, mental y s ocial a las caracterís ticas y capacidades del trabajador, con el fin de evitar los efectos negativos s obre la s alud, mejorar las condiciones de trabajo e incidir en el equilibrio de la pers ona, cons iderada como una totalidad, con el entorno que le rodea. As í, contemplan as pectos tales como: Condiciones ambientales: iluminación, ruido, temperatura Carga de trabajo: Carga fís ica, producida por: Es fuerzos fís icos : es táticos y dinámicos . Pos tura de trabajo: trabajar s entado o de pie. Manipulación de cargas . Movimientos repetitivos . Carga mental, derivada de: Exigencias del trabajo Organización del trabajo: jornada de trabajo, ritmos de trabajo, es tilo de mando, comunicación, participación, identificación con la tarea, es tabilidad en el empleo. 1. LA CARGA DE TRABAJO Y LA FATIGA La carga de trabajo s e puede definir como el conjunto de requerimientos fís icos y ps íquicos a los que s e ve s ometido el trabajador a lo largo de s u jornada laboral. El des empeño del trabajo por parte del trabajador puede provocarle una fatiga, tanto fís ica como mental, que puede generar efectos más o menos graves s obre la s alud del trabajador (dis minución de la atención, dis minución de s u actividad normal o irritabilidad, depres ión, dolor de cabeza, mareos , ins omnio, etc.). 1.2. LA CARGA FÍSICA DEL TRABAJO Todo tipo de trabajo requiere por parte del trabajador un cons umo de energía tanto mayor cuanto mayor s ea el es fuerzo s olicitado. La realización de un trabajo mus cular implica el poner en acción una s erie de mús culos que aportan la fuerza neces aria; s egún la forma en que s e produzcan las contracciones de es tos mús culos el trabajo des arrollado s e puede cons iderar como estático o dinámico. El trabajo mus cular s e denomina estático cuando la contracción de los mús culos es continua y s e mantiene durante un cierto período de tiempo. El trabajo dinámico, por el contrario, produce una s uces ión periódica de tens iones y relajamientos de los mús culos activos , todas ellas de corta duración. Aunque en la práctica, excepto en cas os muy caracterís ticos , la frontera entre trabajo es tático y dinámico no es fácil de determinar, es importante mantener es ta dis tinción por las cons ecuencias que s e derivan de uno y otro tipo de trabajo. La cons ecuencia fundamental viene determinada por las diferencias que s e producen en la irrigación s anguínea de los mús culos que es la que, en definitiva, fija el límite en la producción del trabajo mus cular. Dicha irrigación es fundamental por dos motivos : Porque la s angre aporta al mús culo la energía neces aria. Porque, además , la s angre evacua del mús culo los res iduos de la reacción de oxidación de la glucos a producidos como cons ecuencia del trabajo (ácido láctico). A título de ejemplo, podemos decir que en un trabajo dinámico el aporte de s angre al mús culo es de 10 a 20 veces mayor que en es tado de repos o. Por el contrario en el trabajo es tático, al comprimirs e los vas os s anguíneos , el aporte de s angre a los mús culos no s ólo no aumenta s ino que dis minuye, privando al mús culo del oxígeno y de la glucos a que neces ita. Además los res iduos producidos no pueden s er eliminados con la rapidez neces aria, acumulándos e y des encadenando la fatiga mus cular. 1.2.1. Manipulación manual de cargas La manipulación manual de cargas es una tarea muy frecuenta que s e encuentra en una gran divers idad de s ectores , tanto indus tria, s anitario, s ervicios , cons trucción, etc. Exis ten una s erie de ries gos as ociados a la manipulación manual de cargas que originan accidentes muy frecuentes , de muy divers a índole, como lumbalgias , dis copatías , golpes , aplas tamientos , contus iones , cortes , heridas , fracturas y pero s obre todo s on les iones mús culo-es queléticas . La normativa de referencia res pecto a es te ries go es el Real Decreto 487/1997, de 14 de abril, s obre dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe ries gos , en particular dors olumbares , para los trabajadores . Manipulación manual de cargas es cualquier operación de trans porte o s ujeción de una carga por parte de uno o varios trabajadores , como el levantamiento, la colocación, el empuje, la tracción o el des plazamiento, que por s us caracterís ticas o condiciones ergonómicas inadecuadas entrañe ries gos , en particular dors olumbares , para los trabajadores . Se cons idera que la manipulación manual de toda carga que pes e más de 3 kg puede entrañar un potencial ries go dors olumbar no tolerable, ya que a pes ar de s er una carga bas tante ligera, s i s e manipula en unas condiciones ergonómicas des favorables (alejada del cuerpo, con pos turas inadecuadas , muy frecuentemente, en condiciones ambientales des favorables , con s uelos ines tables , etc.), podría generar un ries go. La manipulación manual de cargas menores de 3 kg también podría generar ries gos de tras tornos mus culoes queléticos en los miembros s uperiores debidos a es fuerzos repetitivos , pero no es tarían contemplados en es te Real Decreto como tareas que generen ries gos dors olumbares . Se debería realizar una evaluación de los ries gos debidos a las cargas que pes en más de 3 kg en las condiciones anteriormente s eñaladas . Las cargas que pes en más de 25 kg muy probablemente cons tituyan un ries go en s í mis mas , aunque no exis tan otras condiciones ergonómicas des favorables . A modo de indicación general, el peso máximo que se recomienda no sobrepasar (en condiciones ideales de manipulación) es de 25 kg. No obs tante, s i la población expues ta s on mujeres, trabajadores jóvenes o mayores, o s i s e quiere proteger a la mayoría de la población, no se deberían manejar cargas superiores a 15 kg. En circuns tancias es peciales , trabajadores sanos y entrenados físicamente podrían manipular cargas de hasta 40 kg, s iempre que la tarea s e realice de forma es porádica y en condiciones s eguras . El empres ario deberá adoptar las medidas técnicas u organizativas necesarias para evitar la manipulación manual de las cargas , en es pecial mediante la utilización de equipos para el manejo mecánico de las mis mas , s ea de forma automática o controlada por el trabajador. Cuando no pueda evitars e la neces idad de manipulación manual de las cargas , el empres ario tomará las medidas de organización adecuadas , utilizará los medios apropiados o proporcionará a los trabajadores tales medios para reducir el ries go que entrañe dicha manipulación. A tal fin, deberá evaluar los riesgos tomando en cons ideración los factores de riesgo s iguientes : Características de la carga La manipulación manual de una carga puede pres entar un ries go, en particular dors olumbar, en los cas os s iguientes : cuando la carga es demas iado pes ada o demas iado grande; cuando es voluminos a o difícil de s ujetar; cuando es tá en equilibrio ines table o s u contenido corre el ries go de des plazars e; cuando es tá colocada de tal modo que debe s os teners e o manipulars e a dis tancia del tronco o con tors ión o inclinación del mis mo; cuando la carga, debido a s u as pecto exterior o a s u cons is tencia, puede ocas ionar les iones al trabajador, en particular en cas o de golpe. Esfuerzo físico necesario Un es fuerzo fís ico puede entrañar un ries go, en particular dors olumbar, en los cas os s iguientes : cuando es demas iado importante; cuando no puede realizars e más que por un movimiento de tors ión o de flexión del tronco; cuando puede acarrear un movimiento brus co de la carga; cuando s e realiza mientras el cuerpo es tá en pos ición ines table; cuando s e trate de alzar o des cender la carga con neces idad de modificar el agarre. Características del medio de trabajo Las caracterís ticas del medio de trabajo pueden aumentar el ries go, en particular dors olumbar, en los cas os s iguientes : cuando el es pacio libre, es pecialmente vertical, res ulta ins uficiente para el ejercicio de la actividad de que s e trate; cuando el s uelo es irregular y, por tanto, puede dar lugar a tropiezos o bien es res baladizo para el calzado que lleve el trabajador; cuando la s ituación o el medio de trabajo no permite al trabajador la manipulación manual de cargas a una altura s egura y en una pos tura correcta; cuando el s uelo o el plano de trabajo pres entan des niveles que implican la manipulación de la carga en niveles diferentes ; cuando el s uelo o el punto de apoyo s on ines tables ; cuando la temperatura, humedad o circulación del aire s on inadecuadas ; cuando la iluminación no s ea adecuada; cuando exis ta expos ición a vibraciones . Exigencias de la actividad La actividad puede entrañar ries go, en particular dors olumbar, cuando implique una o varias de las exigencias s iguientes : es fuerzos fís icos demas iado frecuentes o prolongados en los que intervenga en particular la columna vertebral; período ins uficiente de repos o fis iológico o de recuperación; dis tancias demas iado grandes de elevación, des cens o o trans porte; ritmo impues to por un proces o que el trabajador no pueda modular. Factores individuales de riesgo Cons tituyen factores individuales de ries go: la falta de aptitud fís ica para realizar las tareas en cues tión; la inadecuación de las ropas , el calzado u otros efectos pers onales que lleve el trabajador; la ins uficiencia o inadaptación de los conocimientos o de la formación; la exis tencia previa de patología dors olumbar. El empres ario deberá garantizar que los trabajadores y los repres entantes de los trabajadores reciban una formación e información adecuadas s obre los ries gos derivados de la manipulación manual de cargas , as í como s obre las medidas de prevención y protección. En concreto, proporcionará una formación e información adecuada s obre: la forma correcta de manipular las cargas y s obre los ries gos que corren de no hacerlo de dicha forma. indicaciones generales y las precis iones que s ean pos ibles s obre el pes o de las cargas . cuando el contenido de un embalaje es té des centrado, s obre s u centro de gravedad o lado más pes ado. Medidas preventivas aplicar en los trabajos con al ries go de manipulación de cargas : Evitar la manipulación manual de cargas mediante: Automatización y mecanización de los proces os Utilización de equipos mecánicos controlados de forma manual (carretillas , carros , mes as elevadoras , es tanterías rodantes , etc.). Cuando no s e puede evitar la manipulación manual debido a la dificultad de implantar equipos mecánicos : Evaluación de los ries gos . Reducción de los ries gos que entraña la manipulación. Utilización de ayudas mecánicas . Reducción o redis eño de la carga. Actuar s obre la organización del trabajo. Mejora del entorno de trabajo. Formación e información a los trabajadores y trabajadoras en el us o correcto de las ayudas mecánicas y us o de equipos de protección individual, en técnicas s eguras de manipulación de cargas , y en el conocimiento del pes o y s ituación del centro de gravedad. Vigilancia de la s alud 1.2.2. Los movimientos repetitivos Tareas como pulir, afilar, abrillantar, etc. que conllevan la repetición de una s erie de movimientos , en función de: la velocidad con la que s e lleven a cabo, la duración de la tarea, el mayor o menor grado de fuerza a aplicar de la pos tura en la que s e haga el es fuerzo y del empleo de determinadas herramientas pueden llegar a producir lo que s e s uele denominar les iones por movimientos repetitivos . Tendinitis , tenos inovitis y otras les iones pueden tener s u origen en las demandas de la tarea. Los factores de riesgo que provocan es tas les iones por movimientos repetitivos s on: Mantenimiento de pos turas forzadas de muñeca o de hombros . Aplicación de una fuerza manual exces iva. Ciclos de trabajo muy repetitivos , dando lugar a movimientos rápidos de pequeños grupos mus culares o tendinos os . Tiempos de des cans o ins uficientes . Se cons idera que la patología que nos ocupa s e produce por la combinación de varios de es tos factores , es pecialmente de la as ociación de un movimiento repetitivo con una tens ión mus cular; mayor repetitividad y es fuerzo, mayor prevalencia de les iones . Exis ten varias condiciones a evitar para prevenir la aparición de les iones os teomus culares de extremidad s uperior: Tareas repetitivas : cons iderando como tales aquellas actividades cuyo ciclo s ea inferior a 30 s egundos o aquellos trabajos en los que s e repitan los mis mos movimientos elementales durante más de un 50% de la duración del ciclo. Trabajos que requieran es fuerzos prolongados o repetitivos que s uperen el 30%de la capacidad mus cular máxima del trabajador. Pos turas extremas de determinados s egmentos corporales . Mantenimiento prolongado de cualquier pos tura. Trabajos con herramientas que vibran. Expos ición de ciertos s egmentos corporales al frío o en contacto con s uperficies duras . Cuando s e s os pecha que un determinado trabajo es el origen de les iones os teomus culares de extremidad s uperior, s e intentará identificar cuáles s on los factores de ries go pres entes y en qué magnitud, as í como evaluar la importancia del efecto s obre los trabajadores . Los factores de ries go más relevantes han de bus cars e en cuatro grandes áreas : la organización, el ambiente, antropométricos e individuales, relativos a la tarea y a los equipos. La repercus ión de las condiciones de trabajo s obre la extremidad s uperior deberá valorars e a través de información médica pre-existente y reconocimientos médicos específicos. Como medidas preventivas s e recomienda: Tener en cuenta el diseño ergonómico del pues to de trabajo. Adaptar el mobiliario (mes a, s illas , tableros de montaje, etc.) y la dis tancia de alcance de los materiales (piezas , herramientas , objetos ) a las caracterís ticas pers onales de cada individuo (es tatura, edad, etc.), favoreciendo que s e realice el trabajo con comodidad y s in neces idad de realizar s obres fuerzos . Realizar las tareas evitando las pos turas incómodas del cuerpo y de la mano y procurar mantener, en lo pos ible, la mano alineada con el antebrazo, la es palda recta y los hombros en pos ición de repos o. Evitar los esfuerzos prolongados y la aplicación de una fuerza manual excesiva, s obre todo en movimientos de pres a, flexo-extens ión y rotación. Utilizar herramientas manuales de diseño ergonómico que cuando s e s ujeten permitan que la muñeca permanezca recta con el antebrazo. Al manejar herramientas que requieran un es fuerzo manual continuo, como por ejemplo los alicates , es mejor dis tribuir la fuerza prefiriendo la actuación de varios dedos a uno s olo y también favorecer el us o alternativo de las manos . Reducir la fuerza que s e emplea en ciertas tareas (carpinterías , indus trias cárnicas , textil, etc.), manteniendo afilados los útiles cortantes y aguantando los objetos con ganchos o abrazaderas . Emplear las herramientas adecuadas para cada tipo de trabajo y cons ervarlas en buenas condiciones y s in des perfectos , de modo que no tenga que emplears e un es fuerzo adicional o una mala pos tura para compens ar el deficiente s ervicio de la herramienta. Utilizar guantes de protección que s e ajus ten bien a las manos y que no dis minuyan la s ens ibilidad del mis mo pues to que, de lo contrario, s e tiende a aplicar una fuerza por encima de lo neces ario. Evitar las tareas repetitivas programando ciclos de trabajo superiores a 30 segundos. Se entenderá por ciclo “la s uces ión de operaciones neces arias para ejecutar una tarea u obtener una unidad de producción”. Igualmente, hay que evitar que s e repita el mis mo movimiento durante más del 50 % de la duración del ciclo de trabajo. Efectuar reconocimientos médicos periódicos que faciliten la detección de pos ibles les iones mus culoes queléticas y también ayuden a controlar factores extralaborales que puedan influir en ellas . Es tablecer pausas periódicas que permitan recuperar las tens iones y des cans ar. Favorecer la alternancia o el cambio de tareas para cons eguir que s e utilicen diferentes grupos mus culares y, al mis mo tiempo, s e dis minuya la monotonía en el trabajo. Informar a los trabajadores s obre los ries gos laborales que originan los movimientos repetidos y es tablecer programas de formación periódicos que permitan trabajar con mayor s eguridad. 1.3. CARGA MENTAL Y FATIGA EN EL TRABAJO La fatiga provocada por el trabajo es una manifes tación (general o local) de la tens ión que és te produce y s uele eliminars e mediante un adecuado des cans o. Se caracteriza por lo s iguiente: Generalmente s e traduce en una dis minución de la capacidad de res pues ta o de acción de la pers ona. Se trata de un fenómeno multicaus al, aunque s e pueda encontrar que en s u origen haya una contribución de gran pes o de un factor concreto. Afecta al organis mo como un todo (fís ico y ps íquico) y en grado divers o, dado que s e percibe de manera pers onal. Es to hace que s e encuentren diferencias interpers onales e intrapers onales en cuanto a las formas en que s e expres a y la intens idad en que s e s iente la fatiga, en función de factores s ituacionales y caracterís ticas pers onales . La s ens ación de fatiga es un mecanis mo regulador del organis mo, de gran valor adaptativo en tanto en cuanto es un indicador de la neces idad de des cans o del organis mo. El trabajo es una actividad humana a través de la cual el individuo, con s u fuerza y s u inteligencia, trans forma la realidad. La ejecución de un trabajo implica el des arrollo de unas operaciones motoras y unas operaciones cognos citivas . El grado de movilización que el individuo debe realizar para ejecutar la tarea, los mecanis mos fís icos y mentales que debe poner en juego determinarán la carga de trabajo. La ejecución de un trabajo cubre un doble fin: cons eguir los objetivos de producción; des arrollar el potencial del trabajador. Es decir, que, a partir de la realización de la tarea, el individuo puede des arrollar s us capacidades . Normalmente es te concepto tiene una connotación negativa y s e refiere a la incapacidad o dificultad de res pues ta en un momento dado; es decir, cuando las exigencias de la tarea s obrepas an las capacidades del trabajo. En es te s entido la carga de trabajo viene determinada por la interacción entre: El nivel de exigencia de la tarea (es fuerzo requerido, ritmo, condiciones ambientales ...). El grado de movilización del s ujeto, el es fuerzo que debe realizars e para llevar a cabo la tarea. Determinado por las caracterís ticas individuales (edad, formación, experiencia, fatiga...) El trabajo conlleva s iempre exigencias fís icas y mentales , pero a nivel teórico, para favorecer el anális is , diferenciamos trabajo fís ico de trabajo mental s egún el tipo de actividad que predomine. Si el trabajo implica un mayor es fuerzo intelectual que fís ico hablaremos de "carga mental". El des arrollo tecnológico conlleva, al mis mo tiempo que una reducción paulatina de la actividad fís ica en muchos pues tos de trabajo, la creación de nuevos pues tos en los que predomina la actividad mental (control de proces os automáticos , informatización...). La dis minución del es fuerzo mus cular va as ociada en muchos cas os a un aumento de la información que s e maneja. La carga mental es tá determinada por la cantidad y el tipo de información que debe tratars e en un pues to de trabajo. Un trabajo intelectual implica que el cerebro recibe unos es tímulos a los que debe dar res pues ta, lo que s upone una actividad cognitiva. Mulder (1980) define la carga mental en función del número de etapas de un proces o o en función del número de proces os requeridos para realizar correctamente una tarea y, más particularmente, en función del tiempo neces ario para que el s ujeto elabore, en s u memoria, las res pues tas a una información recibida. Es ta definición incluye dos factores de la tarea que inciden en la carga mental: La cantidad y la calidad de la información. La mayor o menor complejidad de la información recibida condicionará, una vez s uperado el período de aprendizaje, la pos ibilidad de automatizar las res pues tas . El tiempo. Si el proces o es tímulo-res pues ta es continuo, la capacidad de res pues ta del individuo puede vers e s aturada; s i por el contrario exis ten períodos de des cans o o de menor res pues ta, el individuo puede recuperar s u capacidad y evitar una carga mental exces iva. A es tos factores hay que añadir los relativos a las condiciones físicas (ruido, temperatura, iluminación), psicosociales (relaciones jerárquicas , s is tema de comunicación, etc.) en las que s e des arrolla el trabajo, as í como otros de origen extralaborales. Por otra parte, hay que tener en cuenta al individuo que realiza el trabajo. Las pers onas tenemos una capacidad de res pues ta limitada que es tá en función de: La edad. El nivel de aprendizaje. El es tado de fatiga. Las caracterís ticas de pers onalidad. Las actitudes hacia la tarea: motivación, interés , s atis facción, etc. Si la realización de una tarea implica el mantenimiento prolongado de un es fuerzo al límite de nues tras capacidades , es decir, s i la cantidad de es fuerzo que s e requiere excede la pos ibilidad de res pues ta de un individuo, puede dar lugar a fatiga mental. És ta s e traduce en una s erie de dis funciones fís icas y ps íquicas , acompañadas de una s ens ación s ubjetiva de fatiga y una dis minución del rendimiento. Se puede dis tinguir entre dos tipos de fatiga: a) La fatiga aparece como una reacción homeos tática del organis mo para adaptars e al medio. El principal s íntoma de es te tipo de fatiga es una reducción de la actividad que s e da como cons ecuencia de: Una dis minución de la atención. Una lentitud del pens amiento. Una dis minución de la motivación. b) Cuando exis te un des equilibrio prolongado entre la capacidad del organis mo y el es fuerzo que debe realizar para dar res pues ta a las neces idades del ambiente, puede aparecer la fatiga crónica. Se da, no por una s obrecarga de trabajo accidental, s ino por una determinada carga que s e va repitiendo. Sus s íntomas , que no s ólo s e s ienten durante o des pués del trabajo s ino que pueden s er permanentes , s on los s iguientes : Ines tabilidad emocional, irritabilidad, ans iedad, es tados depres ivos , etc. Alteraciones del s ueño. Alteraciones ps icos omáticas : mareos , alteraciones cardíacas , problemas diges tivos , etc. 1.3.1. Evaluación de la carga mental Para poder evaluar convenientemente la carga mental de un pues to de trabajo debemos tener pres entes dos tipos de indicadores: Los factores de carga inherentes al trabajo que s e realiza. Su incidencia s obre el individuo. Factores de carga inherentes a la tarea Exis ten divers os métodos objetivos para la evaluación de las condiciones de trabajo, que incluyen variables relativas a la carga mental. Señalamos a continuación tres métodos muy utilizados actualmente: a) El método diseñado por el Laboratorio de Economía y Sociología del Trabajo (L.E.S.T.) del CNRS evalúa la carga mental a partir de cuatro indicadores : Apremio de tiempo. Determinado en trabajos repetitivos por la neces idad de s eguir una cadencia impues ta y en los trabajos no repetitivos por la neces idad de cumplir un cierto rendimiento. Complejidad-rapidez. Es fuerzo de memorización, o número de elecciones a efectuar, relacionado con la velocidad con que debe emitirs e la res pues ta. Atención. Nivel de concentración requerido y continuidad de es te es fuerzo. Minuciosidad. Se tiene en cuenta en trabajos de precis ión como una forma es pecial de atención. b) El método de Perfil del Puesto, de R.N.U.R., utiliza el término "carga nervios a", que define como las exigencias del s is tema nervios o central durante la realización de una tarea y que viene determinada por dos criterios : Operaciones mentales, entendidas como acciones no automatizadas en las que el trabajador elige cons cientemente la res pues ta. Nivel de atención, referido a tareas automatizadas , tiene en cuenta la duración de la atención, la precis ión del trabajo y las incidencias (trabajo en cadena, ambiente, duración del ciclo). c) El método elaborado por la Agencia Nacional para la Mejora de las Condiciones de Trabajo (ANACT) no define el concepto de carga mental o nervios a de una manera es pecífica, pero en el apartado "Pues to de trabajo", incluye entre otras las variables "Rapidez de ejecución" y "Nivel de atención". Incidencia sobre el individuo Los indicadores de carga mental que utilizan los dis tintos métodos de evaluación s e han determinado experimentalmente en bas e a las reacciones del individuo frente a un exces o de carga, es decir, en bas e a las alteraciones fis iológicas , ps icológicas y del comportamiento res ultante de la fatiga. Es tos métodos de valoración s on complementarios entre s í, dado que ninguna medida es válida por s í s ola para evaluar la carga mental, por lo que la utilización de varios de ellos y la comparación de los res ultados obtenidos es la mejor manera de aproximarnos a una evaluación s atis factoria. 1.3.2. Prevención de la fatiga mental En la organización de un pues to de trabajo s e deben tener en cuenta los s iguientes factores con el fin de prevenir la aparición de la fatiga mental: Cantidad de información recibida. Ritmo de trabajo normal para una pers ona formada y adies trada. Cualidad de la información recibida: tipos de s eñales . Ritmo individual de trabajo. Dis tribución de paus as . Confort ambiental del pues to. 2. LA INSATISFACCIÓN LABORAL La insatisfacción laboral puede definirs e como el grado de males tar que experimenta el trabajador con motivo de s u trabajo. Expres a en qué medida las caracterís ticas del trabajo no s e acomodan a los des eos , as piraciones o neces idades del trabajador. Normalmente, s on ciertos factores de la organización del trabajo o ps icos ociales (s alario, falta de res pons abilidades , malas relaciones , trabajos rutinarios , poca participación, ines tabilidad en el empleo…) los que favorecen la aparición de la insatisfacción laboral, aunque las caracterís ticas individuales tienen a s u vez una gran influencia, porque no todos los trabajadores reaccionan de la mis ma manera ante la mis ma s ituación laboral. A continuación vamos a ver algunos factores ps icos ociales que influyen en la ins atis facción laboral: El salario: no s ólo cuando s e cons idera ins uficiente s ino cuando el trabajador s e s iente dis criminado con res pecto a otros que realizan el mis mo trabajo y s on mejor remunerados . La falta de responsabilidad e iniciativa para el des empeño de s u tarea; es decir, cuando todo es tá decidido de antemano y el trabajador s e limita a s eguir un programa. Las malas relaciones en el ambiente de trabajo (con los s uperiores y/o compañeros ). Los trabajos de poco contenido, rutinarios y que no permitan al trabajador aplicar s us conocimientos y aptitudes . La presión de tiempo y un horario de trabajo que impida al trabajador compaginar s u vida laboral con s u vida privada. Las dificultades para promocionar dentro de la empres a. La aus encia de participación, cuando el trabajador s iente que nunca es cons ultado ni s e tiene en cuenta s u opinión. La inestabilidad en el empleo. La ins atis facción laboral repercute de forma negativa s obre la salud de los trabajadores, as ociada a ciertos s íntomas ps íquicos , como un s entimiento des motivador, una actitud negativa hacia el trabajo, ans iedad, etc. Y, por otro lado, además repercute s obre la organización porque s e relaciona con el abs entis mo, con los cambios de trabajo s olicitados por el trabajador y con una actitud negativa hacia la s eguridad en el trabajo. La mejor manera de prevenir la ins atis facción labora es actuar s obre la organización del trabajo: Favoreciendo nuevos modelos de planificar las tareas que faciliten la participación y el trabajo en grupo, huyendo de los trabajos monótonos y repetitivos . As umiendo cambios des de la dirección, promoción y formación de los trabajadores . UNIDAD FORMATIVA 4. Sistemas elementales de control de riesgos. Protección colectiva e individual UNIDAD FORMATIVA 4 Sistemas elementales de control de riesgos. Protección colectiva e individual CONTENIDOS 1. La protección colectiva 2. La protección individual 3. Señalización de la s eguridad y s alud en el trabajo 1. LA PROTECCIÓN COLECTIVA Por protección colectiva s e entiende a aquella que protege a todos los trabajadores o cos as por igual dentro de un ámbito, ries go o circuns tancias en que dicha protección res ulta efectiva (cabinas de s eguridad biológica, detectores de gas es , redes de s eguridad, barandillas , etc.). No es , por tanto, una protección s electiva res pecto al objeto de protección. La protección individual s olo debe utilizars e cuando la protección colectiva es ins uficiente. Las empres as deben adquirir los elementos de protección colectiva adecuados a cada tipo de actividad y que garanticen la s eguridad de los trabajadores en s u medio de trabajo, eliminando o limitando, as í, la pres encia de ries gos mediante el control exhaus tivo de los mis mos . Independientemente de la actividad que s e des arrolle, las principales medidas de protección colectiva que han de adoptars e en cualquier empres a s on: Se mantendrán s iempre las zonas de trabajo limpias y ordenadas . La realización de los trabajos s e realizará con pers onal cualificado para los mis mos . Las maniobras de maquinarias s e harán con pers onas cualificadas y res pons ables , delimitando perfectamente la zona de trabajo de las mis mas . Se es tablecerán las corres pondientes s eñalizaciones de peligro o evacuación en todos los tipos de trabajos . Cuando s e realicen trabajos en altura s e llevarán las herramientas de mano enganchadas a mos quetón para evitar la caída a otro nivel. Nunca pueden realizars e trabajos en niveles s uperpues tos a la vez. Los bordes o huecos en cons trucciones es tarán protegidas por barandillas en evitación de ries gos de caídas . En cons trucciones abiertas s e mantendrán redes de s eguridad durante las mis mas . En cas o contrario, s e montará un andamio o plataforma de s eguridad volada, debiendo s obrepas ar s u barandilla de s eguridad 90 cm. del nivel. En las obras de cons trucción, montajes y mantenimientos en altura s e colocarán ganchos que puedan utilizars e, bien directamente o mediante cables , para el anclaje de los cinturones de s eguridad. Cuando s e trabaje con dis olventes , barnices , pinturas o cualquier otra s us tancia s imilar, exis tirá una Cuando s e trabaje con dis olventes , barnices , pinturas o cualquier otra s us tancia s imilar, exis tirá una ventilación adecuada en los lugares en donde s e realiza el trabajo. Cuando s e trabaje en proces os de electricidad las conexiones s e realizarán pruebas con tens ión has ta que no s e haya comprobado el acabado de la ins talación eléctrica. En evitación del ries go de incendio s e evitará la exis tencia de fuentes de ignición (fuego, bras eros , es tufas , trabajos de s oldadura, conexiones eléctricas , cigarrillos , etc.) junto a las s us tancias combus tibles . Los medios de extinción s erán los s iguientes : extintores , mangueras , arena, palas , ras trillos , etc. Los caminos y s alidas de evacuación es tarán s iempre libres de obs táculos . Exis tirá la adecuada s eñalización de lugares con prohibición de fumar, s ituación de los extintores y s alidas de emergencia. En función de es tos as pectos de carácter general, y de los ries gos de accidentes exis tentes , hay diferentes sistemas de protección colectiva que s e clas ifican de la s iguiente manera: Protecciones colectivas frente al riesgo de caída de personas a distinto nivel. Se utilizan preferentemente en la realización de los trabajos en altura o cuando exis ten huecos que dan acces o a niveles inferiores a la cota cero. Cabe citar entre otros , las redes de s eguridad, barandillas fijas , barandillas de obra, etc. Protecciones colectivas frente al riesgo de caída de personas al mismo nivel. Son neces arias cuando las s uperficies de trabajo pres entan alguna condición peligros a como líquidos derramados , pres encia de virutas o irregularidades . Las medidas de protección en es te s entido s on el orden y la limpieza de las zonas de trabajo, haciendo referencia tanto al orden organizativo de los flujos y tareas y el orden pers onal al realizar los trabajos . Protecciones colectivas frente al riesgo de caída de objetos por desprendimiento. Se deben utilizar cuando s e producen trabajos s imultáneos a diferentes niveles , como en trabajos en cons trucción y en trabajos de mantenimiento donde exis te un elevado ries go de caída de objetos . Entre es te tipo de protecciones s e encuentran los rodapiés o plintos en los bordes de las s uperficies , las redes de s eguridad, las marques inas , o el recubrimiento de huecos con tapas , tablones o redes . Protecciones colectivas frente al riesgo de sepultamiento por derrumbamiento. Cons is ten en la colocación o cons trucción de es tructuras que s oporten el empuje de tierras . Entre los ejemplos de es te tipo de protección cabe des tacar las entibaciones , mediante planchas metálicas o puntales , cos teros o tablones de madera en las zanjas y en los túneles que retengan el empuje de las tierras ; los taludes de tierra para que no s e produzca s u des prendimiento; y el des peje de materiales y es combro de los bordes de las zanjas y excavaciones para no s obrecargar el empuje del terreno. Protecciones colectivas frente al riesgo de choque contra objetos. Ante los choques contra objetos por falta de es pacio, des orden o por razón de las pris as , las medidas de protección colectiva a es tablecer s on la ordenación de los es pacios dis ponibles y de orden y limpieza, principalmente. Protecciones colectivas frente al riesgo de cortes por objetos o herramientas. Para evitar ries gos al utilizar materiales o herramientas cortantes hay que dis poner de lugares adecuados para colocar los materiales , alejados de las zonas de pas o o s uficientemente protegidos , es tablecer medidas de protección general de las máquinas , en es pecial los puntos peligros os , y medidas de orden y limpieza. Protecciones colectivas frente al riesgo de contusiones por objetos o herramientas. Las contus iones por el contacto con objetos móviles o por el golpeo durante la utilización de herramientas manuales s e evitan mediante barreras en torno a la parte móvil de la máquina, res guardos materiales como res guardos fijos o detectores de pres encia como barras o células . Protecciones colectivas frente al riesgo de heridas por proyección de partículas. Es te ries go es tá pres ente en las operaciones de mecanizado y arranque por abras ión, en la utilización de diferentes clas es de herramientas y en las que utilizan fluidos a pres ión. Las medidas colectivas cons is ten en barreras cerca del punto de des prendimiento, utilización de cortinas o toldos ignífugos en operaciones de s oldadura y en el ais lamiento o dis tanciamiento de las operaciones que produzcan dichas proyecciones . Protecciones colectivas frente al riesgo de atrapamiento por objetos o partes móviles. El ries go de atrapamiento s e encuentra en los órganos en movimiento de las máquinas , tanto en las trans mis iones mecánicas como en las zonas de operación. La protección colectiva en es tos cas os cons is te en la colocación de res guardos o de protecciones de dis tanciamiento. Protecciones colectivas frente al riesgo de atrapamiento por vuelco de vehículos o máquinas. Con carácter general no exis ten protecciones colectivas para los trabajadores frente al pos ible vuelco de un vehículo, ya que en general es el propio operador del vehículo el que res ulta afectado. Res pecto a la pos ibilidad de vuelco de máquinas la manera efectiva de evitarlo es la fijación y anclaje adecuado al s uelo. Protecciones colectivas frente al riesgo de golpe de calor por temperaturas extremas. El golpe de calor es un accidente que puede producirs e no s ólo por temperaturas elevadas s ino además cuando la actividad del trabajador es muy pes ada y s u condición fís ica no es buena, aunque la temperatura no s ea tan elevada. En cualquiera de los cas os , las medidas colectivas irán encaminadas a lograr la aclimatación de los trabajadores , a mantener s u buena condición mediante la vigilancia de s u s alud, el acondicionamiento de los lugares de trabajo, el ais lamiento o apantallamiento de las fuentes térmicas y una ventilación local adecuada. La medida que más interes e s erá aquella que mejor controle la forma en que el calor es tá s iendo trans ferido. Protecciones colectivas frente al riesgo de quemaduras por contactos térmicos. Las protecciones colectivas para evitar la quemadura de los trabajadores por contacto con s uperficies muy calientes o muy frías s on de tres tipos: Medidas de dis tanciamiento, como barreras para lograr que es tas s uperficies no s ean acces ibles por los trabajadores . Recubrimientos ais lantes de los hornos , es capes y tuberías cuya s uperficie s e encuentra a elevada temperatura. Señalizar el ries go de quemadura por contacto con s uperficie fría mediante la s eñal de advertencia de bajas temperaturas , s egún el R.D. 485/1997. Protecciones colectivas frente al riesgo de choque eléctrico por contactos directos e indirectos. El ries go eléctrico ha s ido motivo de permanente atención y las medidas de protección colectiva las es tudiamos en la unidad de ries go eléctrico: Ais lamiento de las partes activas , dis tanciamiento, barreras , s eñalización, Pues ta a tierra de las mas as , s eparación de circuitos , etc. Protecciones colectivas frente al riesgo de intoxicación aguda por exposición a sustancias tóxicas. Es te tipo de accidentes s e s uele producir por un es cape o des carga accidental de una s us tancia tóxica en recintos cerrados o abiertos . Las medidas colectivas pueden s er de divers os tipos : Sis temas de detección y vigilancia continua que activan una alarma s i el nivel de pres encia de la s us tancia tóxica alcanza un nivel determinado. Evacuación y es cape de la zona afectada por la pres encia del tóxico. Accionamiento automático de la ventilación general cuando el es cape s e produce en recintos cerrados . Señales de advertencia de materias tóxicas , s egún el Reglamento (CE) nº 1272/2008 s obre el Sis tema Globalmente Armonizado de clas ificación y etiquetado de productos químicos . Protecciones colectivas frente al riesgo de quemaduras por contacto con sustancias corrosivas. Generalmente es tos incidentes s e producen por proyecciones de las s us tancias corros ivas . La manera de proteger al conjunto de trabajadores que permanecen o pas an cerca del lugar en que s e manipulan o proces an es tas s us tancias mediante: Alejamiento del lugar en que s e manipulan o s u confinamiento en un recinto determinado. Colocación de pantallas que impidan las s alpicaduras o proyecciones . Señalizar el ries go de acuerdo con el Reglamento (CE) nº 1272/2008 s obre el Sis tema Globalmente Armonizado de clas ificación y etiquetado de productos químicos . Protecciones colectivas frente al riesgo de incendio. Se clas ifican en medidas activas y pas ivas , s egún s e apliquen como res pues ta al incendio o cumplan s u función en todo momento, no s ólo en cas o de incendio. Algunos ejemplos de protecciones activas s on los detectores de incendio, extintores , bocas de incendio, rociadores de alarma, puls adores de alarma; y de protecciones pas ivas s on protección de es tructuras , s ellado de conductos , puertas cortafuegos , vías de evacuación, iluminación de emergencia. Protecciones colectivas frente al riesgo de explosión. Las medidas de protección colectiva contra el ries go de explos ión es tán muy limitadas por la velocidad a la que s e produce el fenómeno explos ivo, las medidas van orientadas a limitar la extens ión de los daños y s u s everidad. Confinamiento de los efectos al recinto donde s e produce la explos ión, s ólo aplicable a pequeños volúmenes . Conducción de la onda de pres ión hacia es pacios en donde s us efectos s ean menos s everos , por ejemplo, mediante es paldones de tierra en forma de “U”. Separación de las actividades peligros as del res to de ins talaciones , para que s ea efectiva es ta s eparación tiene que logrars e el ais lamiento completo del res to de edificios . Limitación de la cantidad de explos ivo, es ta medida es efectiva s iempre que s e combine con el confinamiento y no exis ta una exces iva dis eminación del explos ivo por el res to de recintos . Alivio de la onda de pres ión, mediante es tructuras más débiles que en cas o de explos ión dirigen la onda expans iva en una dirección, generalmente hacia arriba, que caus e poco daño. Aunque no es aplicable a todas las explos iones s olamente a las deflagraciones , en algunos cas os , es pos ible s uprimir las pres iones que s e generan mediante s is temas rapidís imos de detección y s upres ión. Protecciones colectivas frente al riesgo de atropello por vehículos o máquinas móviles. Los vehículos indus triales , como las carretillas elevadoras , y las máquinas automotoras o móviles generan un ries go de atropello para el conjunto de trabajadores que s e encuentran en s u proximidad o bien, como s ucede en otros cas os , es la máquina la que s e acerca a los trabajadores . Las medidas preventivas s on s imilares a las que origen el tráfico de las ciudades : Separación de las vías de peatones de las de los vehículos , es ta medida s e contempla en el R.D. 486/1997 de lugares de trabajo. Regulación de las inters ecciones mediante pas os de peatones u obligación de utilización de s eñales acús ticas . Es tablecimiento de límites de velocidad para los vehículos . Medidas para mejorar la vis ión de los vehículos como s eñales ópticas e iluminación de las vías . Medidas para mejorar la vis ión de los peatones , como ries go de las vías o iluminación de las mis mas . Entrada a fábrica de los autobus es de trans porte de trabajadores . Un trabajador que ayude en las maniobras de las máquinas cuando exis ten trabajadores en la zona. Señales de advertencia de pres encia de vehículos de manutención o prohibición de acces o a dichos vehículos , s egún s e recoge en el R.D. 485/1997. 2. LA PROTECCIÓN INDIVIDUAL La protección individual s e regula en el Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual. Se entiende por equipo de protección individual, cualquier equipo des tinado a s er llevado o s ujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios ries gos que puedan amenazar s u s eguridad o s u s alud, as í como cualquier complemento o acces orio des tinado a tal fin. Se excluyen de es ta definición: La ropa de trabajo corriente y los uniformes que no es tén es pecíficamente des tinados a proteger la s alud o la integridad fís ica del trabajador. Los equipos de los s ervicios de s ocorro y s alvamento. Los equipos de protección individual de los militares , de los policías y de las pers onas de los s ervicios de mantenimiento del orden. Los equipos de protección individual de los medios de trans porte por carretera. El material de deporte. El material de autodefens a o de dis uas ión. Los aparatos portátiles para la detección y s eñalización de los ries gos y de los factores de moles tia. Los equipos de protección individual deberán utilizarse cuando exis tan ries gos para la s eguridad o s alud de los trabajadores que no hayan podido evitars e o limitars e s uficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas , métodos o procedimientos de organización del trabajo. Salvo en cas os excepcionales , los equipos de protección individual s ólo podrán utilizars e para los us os previs tos , y es tarán des tinados , en principio, a un us o pers onal. Si las circuns tancias exigies en la utilización de un equipo por varias pers onas , s e adoptarán las medidas neces arias para que ello no origine ningún problema de s alud o de higiene a los diferentes us uarios . Los equipos de protección individual proporcionarán una protección eficaz frente a los ries gos que motivan s u us o, s in s uponer por s í mis mos u ocas ionar ries gos adicionales ni moles tias inneces arias . A tal fin deberán: Res ponder a las condiciones exis tentes en el lugar de trabajo. Tener en cuenta las condiciones anatómicas y fis iológicas y el es tado de s alud del trabajador. Adecuars e al portador, tras los ajus tes neces arios . En cas o de ries gos múltiples que exijan la utilización s imultánea de varios equipos de protección individual, és tos deberán s er compatibles entre s í y mantener s u eficacia en relación con el ries go o ries gos corres pondientes . Las obligaciones del empresario s on: Determinar los pues tos de trabajo en los que deba recurrirs e a la protección individual y precis ar, para cada uno de es tos pues tos , el ries go o ries gos frente a los que debe ofrecers e protección, las partes del cuerpo a proteger y el tipo de equipo o equipos de protección individual que deberán utilizars e. Elegir los equipos de protección individual, manteniendo dis ponible en la empres a o centro de trabajo la información pertinente a es te res pecto y facilitando información s obre cada equipo. Proporcionar gratuitamente a los trabajadores los equipos de protección individual que deban utilizar, reponiéndolos cuando res ulte neces ario. Velar por que la utilización adecuada de los equipos . As egurar que el mantenimiento de los equipos s ea el adecuado. El empres ario deberá informar a los trabajadores , previamente al us o de los equipos , de los ries gos contra los que les protegen, as í como de las actividades u ocas iones en las que deben utilizars e. As imis mo, deberá proporcionarles ins trucciones , preferentemente por es crito, s obre la forma correcta de utilizarlos y mantenerlos . El manual de ins trucciones o la documentación informativa facilitados por el fabricante es tarán a dis pos ición de los trabajadores . Garantizar la formación y organizar, en s u cas o, s es iones de entrenamiento para la utilización de equipos de protección individual, es pecialmente cuando s e requiera la utilización s imultánea de varios equipos de protección individual que por s u es pecial complejidad as í lo haga neces ario. Los trabajadores, con arreglo a s u formación y s iguiendo las ins trucciones del empres ario, tienen las s iguientes obligaciones: Utilizar y cuidar correctamente los equipos de protección individual. Colocar el equipo de protección individual des pués de s u utilización en el lugar indicado para ello. Informar de inmediato a s u s uperior jerárquico directo de cualquier defecto, anomalía o daño apreciado en el equipo de protección individual utilizado que, a s u juicio, pueda entrañar una pérdida de s u eficacia protectora. 3. SEÑALIZACIÓN DE LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO El Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, establece las disposiciones mínimas a tener en cuenta en materia de señalización de seguridad y salud en el trabajo, de conformidad con la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Ries gos Laborales . Por Señalización de Seguridad y Salud en el Trabajo s e entiende una s eñalización que, referida a un objeto, actividad o s ituación determinadas , proporcione una indicación o una obligación relativa a la s eguridad o a la s alud en el trabajo mediante una s eñal en forma de panel, un color, una s eñal luminos a o acús tica, una comunicación verbal o una s eñal ges tual, s egún proceda. Las s eñales de s eguridad y s alud s e utilizan cuando un ries go no ha podido s er eliminado por completo, informándonos de objetos , actividades y de las dis tintas s ituaciones que cons tituyen factores de ries go. Los objetivos que pers iguen s on: Llamar la atención de los trabajadores s obre la exis tencia de determinados ries gos , prohibiciones u obligaciones . Alertar a los trabajadores cuando s e produzca una determinada s ituación de emergencia que requiera medidas urgentes de protección o evacuación. Facilitar a los trabajadores la localización e identificación de determinados medios o ins talaciones de protección o evacuación. Orientar o guiar a los trabajadores que realicen determinadas maniobras peligros as . La s eñalización no deberá considerarse una medida sustitutoria de las medidas técnicas y organizativas de protección colectiva y deberá utilizars e cuando mediante es tas últimas no haya s ido pos ible eliminar los ries gos o reducirlos s uficientemente. Tampoco deberá cons iderars e una medida s us titutoria de la formación e información de los trabajadores en materia de s eguridad y s alud en el trabajo. La correcta s eñalización res ulta eficaz como técnica de s eguridad complementaria pero no debe olvidars e que: la señalización nunca elimina el riesgo solo nos informa. El empres ario deberá adoptar las medidas precis as para que en los lugares de trabajo exis ta una s eñalización de s eguridad y s alud, conforme al Anexo I al VII del mencionado RD. El empres ario antes de tomar cualquier decis ión en referencia a la s eñalización de s u empres a, debería analizar los s iguientes aspectos: La neces idad de s eñalizar. La s elección de las s eñales más adecuadas . La adquis ición, en s u cas o, de s eñales . La normalización interna de s eñalización. El emplazamiento, mantenimiento y s upervis ión de las s eñales . El empres ario deberá adoptar las medidas adecuadas para informar al trabajador s obre s us ries gos de s eguridad y s alud laborales , las medidas y actividades de prevención y protección corres pondientes y las medidas de emergencia adoptadas , incluyendo en las mis mas la utilización de s eguridad y s alud en el trabajo. La s eñalización en el centro de trabajo podría s er objeto de un procedimiento interno de actuación, en el que s e es pecifiquen aquellos as pectos que el pers onal implicado en s u aplicación, mantenimiento o s imple cumplimiento de la información aportada debe conocer y hacer. La elección del tipo de s eñal y del número y emplazamiento de las s eñales o dis pos itivos de s eñalización a utilizar en cada cas o s e realizará de forma que la s eñalización res ulte lo más eficaz pos ible, teniendo en cuenta los s iguientes aspectos: Las caracterís ticas de la s eñal. Los ries gos , elementos o circuns tancias que hayan de s eñalizars e. La extens ión de la zona a cubrir. El número de trabajadores afectados La eficacia de la señalización no deberá res ultar dis minuida por la concurrencia de s eñales o por otras circuns tancias que dificulten s u percepción o comprens ión. La s eñalización de s eguridad y s alud en el trabajo no deberá utilizars e para trans mitir informaciones o mens ajes dis tintos o adicionales a los que cons tituyen s u objetivo propio. Cuando los trabajadores a los que s e dirige la s eñalización tengan la capacidad o la facultad visual o auditiva limitadas, incluidos los cas os en que ello s ea debido al us o de equipos de protección individual, deberán tomars e las medidas s uplementarias o de s us titución neces arias . La s eñalización deberá permanecer en tanto pers is ta la s ituación que la motiva. Los medios y dis pos itivos de s eñalización deberán s er, s egún los cas os , limpiados , mantenidos y verificados regularmente, y reparados o s us tituidos cuando s ea neces ario, de forma que cons erven en todo momento s us cualidades intríns ecas y de funcionamiento. Las s eñalizaciones que neces iten de una fuente de energía dis pondrán de alimentación de emergencia que garantice s u funcionamiento en cas o de interrupción de aquélla, s alvo que el ries go des aparezca con el corte del s uminis tro. 3.1. COLORES DE SEGURIDAD. Los colores de s eguridad podrán formar parte de una s eñalización de s eguridad o cons tituirla por s í mis mos . En el s iguiente cuadro s e mues tran los colores de s eguridad, s u s ignificado y otras indicaciones s obre s u us o: Color Rojo Amarillo o amarillo anaranjado. Azul Significado Indicaciones y precisiones Señal de prohibición Comportamientos peligrosos. Peligro-alarma. Alto, parada, dispositivos de desconexión de emergencia. Evacuación. Material y equipos de lucha contra incendios. Identificación y localización. Señal de advertencia. Atención, precaución. Verificación. Señal de obligación Comportamiento o acción específica. Obligación de utilizar un equipo de protección individual. Señal de salvamento o de auxilio Puertas, salidas, pasajes, material, puestos de salvamento o de socorro, locales. Situación de seguridad Vuelta a la normalidad. Verde Cuando el color de fondo s obre el que tenga que aplicars e el color de s eguridad pueda dificultar la percepción de es te último, s e utilizará un color de contras te que enmarque o s e alterne con el de s eguridad, de acuerdo con la s iguiente tabla: Color de seguridad Color de contraste Rojo Blanco. Amarillo o amarillo anaranjado Negro. Azul Blanco Verde Blanco Cuando la s eñalización de un elemento s e realice mediante un color de s eguridad, las dimens iones de la s uperficie coloreada deberán guardar proporción con las del elemento y permitir s u fácil identificación. 3.2. SEÑALES EN FORMA DE PANEL Características intrínsecas: La forma y colores de es tas s eñales las hemos detallado en el punto anterior. Los pictogramas s erán lo más s encillos pos ible, evitándos e detalles inútiles para s u comprens ión. Podrán variar ligeramente o s er más detallados que los indicados en el apartado 3, s iempre que s u s ignificado s ea equivalente y no exis tan diferencias o adaptaciones que impidan percibir claramente s u s ignificado. Las s eñales s erán de un material que res is ta lo mejor pos ible los golpes , las inclemencias del tiempo y las agres iones medioambientales . Las dimens iones de las s eñales , as í como s us caracterís ticas colorimétricas y fotométricas , garantizarán s u buena vis ibilidad y comprens ión. Requisitos de utilización Las señales se instalarán preferentemente a una altura y en una posición apropiadas en relación al ángulo visual, teniendo en cuenta posibles obstáculos, en la proximidad inmediata del riesgo u objeto que deba señalizarse o, cuando se trate de un riesgo general, en el acceso a la zona de riesgo. El lugar de emplazamiento de la señal deberá estar bien iluminado, ser accesible y fácilmente visible. Si la iluminación general es insuficiente, se empleará una iluminación adicional o se utilizarán colores fosforescentes o materiales fluorescentes. A fin de evitar la disminución de la eficacia de la señalización no se utilizarán demasiadas señales próximas entre sí. Las señales deberán retirarse cuando deje de existir la situación que las justificaba. Tipos de señales: 1. Señales de advertencia. Forma triangular. Pictograma negro s obre fondo amarillo (el amarillo deberá cubrir como mínimo el 50 % de la s uperficie de la s eñal), bordes negros . Como excepción, el fondo de la s eñal s obre materias nocivas o irritantes s erá de color naranja, en lugar de amarillo, para evitar confus iones con otras s eñales s imilares utilizadas para la regulación del tráfico por carretera. Es te apartado con el nuevo Reglamento REACH y CLP queda derogado. 2. Señales de prohibición. Forma redonda. Pictograma negro s obre fondo blanco, bordes y banda (trans vers al des cendente de izquierda a derecha atraves ando el pictograma a 45° res pecto a la horizontal) rojos (el rojo deberá cubrir como mínimo el 35 % de la s uperficie de la s eñal). 3. Señales de obligación. Forma redonda. Pictograma blanco s obre fondo azul (el azul deberá cubrir como mínimo el 50 % de la s uperficie de la s eñal). 4. Señales relativas a los equipos de lucha contra incendios. Forma rectangular o cuadrada. Pictograma blanco s obre fondo rojo (el rojo deberá cubrir como mínimo el 50 % de la s uperficie de la s eñal). 5. Señales de salvamento o socorro. Forma rectangular o cuadrada. Pictograma blanco s obre fondo verde (el verde deberá cubrir como mínimo el 50 % de la s uperficie de la s eñal). 3.3. SEÑALES LUMINOSAS Y ACÚSTICAS Características y requisitos de las señales luminosas La luz emitida por la s eñal deberá provocar un contras te luminos o apropiado res pecto a s u entorno, en función de las condiciones de us o previs tas . Su intens idad deberá as egurar s u percepción, s in llegar a producir des lumbramientos . La s uperficie luminos a que emita una s eñal podrá s er de color uniforme, o llevar un pictograma s obre un fondo determinado. En el primer cas o, el color deberá ajus tars e a lo dis pues to en el apartado 1 del anexo II; en el s egundo cas o, el pictograma deberá res petar las reglas aplicables a las s eñales en forma de panel definidas en el anexo III. Si un dis pos itivo puede emitir una s eñal tanto continúa como intermitente, la s eñal intermitente s e utilizará para indicar, con res pecto a la s eñal continua, un mayor grado de peligro o una mayor urgencia de la acción requerida. No s e utilizarán al mis mo tiempo dos s eñales luminos as que puedan dar lugar a confus ión, ni una s eñal luminos a cerca de otra emis ión luminos a apenas diferente. Cuando s e utilice una s eñal luminos a intermitente, la duración y frecuencia de los des tellos deberán permitir la correcta identificación del mens aje, evitando que pueda s er percibida como continua o confundida con otras s eñales luminos as . Los dis pos itivos de emis ión de s eñales luminos as para us o en cas o de peligro grave deberán s er objeto de revis iones es peciales o ir provis tos de una bombilla auxiliar. Características y requisitos de uso de las señales acústicas La s eñal acús tica deberá tener un nivel s onoro s uperior al nivel de ruido ambiental, de forma que s ea claramente audible, s in llegar a s er exces ivamente moles to. No deberá utilizars e una s eñal acús tica cuando el ruido ambiental s ea demas iado intens o. El tono de la s eñal acús tica o, cuando s e trate de s eñales intermitentes , la duración, intervalo y agrupación de los impuls os , deberá permitir s u correcta identificación y clara dis tinción frente a otras s eñales acús ticas o ruidos ambientales . No deberán utilizars e dos s eñales acús ticas s imultáneamente. Si un dis pos itivo puede emitir s eñales acús ticas con un tono o intens idad variables o intermitentes , o con un tono o intens idad continuos , s e utilizarán las primeras para indicar, por contras te con las s egundas , un mayor grado de peligro o una mayor urgencia de la acción requerida. El s onido de una s eñal de evacuación deberá s er continuo. Disposiciones comunes Una s eñal luminos a o acús tica indicará, al poners e en marcha, la neces idad de realizar una determinada acción, y s e mantendrá mientras pers is ta tal neces idad. Al finalizar la emis ión de una s eñal luminos a o acús tica s e adoptarán de inmediato las medidas que permitan volver a utilizarlas en cas o de neces idad. La eficacia y buen funcionamiento de las s eñales luminos as y acús ticas s e comprobará antes de s u entrada en s ervicio, y pos teriormente mediante las pruebas periódicas neces arias . Las s eñales luminos as y acús ticas intermitentes previs tas para s u utilización alterna o complementaria deberán emplear idéntico código. 3.4. COMUNICACIONES VERBALES Características intrínsecas La comunicación verbal s e es tablece entre un locutor o emis or y uno o varios oyentes , en un lenguaje formado por textos cortos , fras es , grupos de palabras o palabras ais ladas , eventualmente codificados . Los mens ajes verbales s erán tan cortos , s imples y claros como s ea pos ible; la aptitud verbal del locutor y las facultades auditivas del o de los oyentes deberán bas tar para garantizar una comunicación verbal s egura. La comunicación verbal s erá directa (utilización de la voz humana) o indirecta (voz humana o s intética, difundida por un medio apropiado). Reglas particulares de utilización Las pers onas afectadas deberán conocer bien el lenguaje utilizado, a fin de poder pronunciar y comprender correctamente el mens aje verbal y adoptar, en función de és te, el comportamiento apropiado en el ámbito de la s eguridad y la s alud. Si la comunicación verbal s e utiliza en lugar o como complemento de s eñales ges tuales , habrá que utilizar palabras tales como, por ejemplo: Comienzo: para indicar la toma de mando. Alto: para interrumpir o finalizar un movimiento. Fin: para finalizar las operaciones . Izar: para izar una carga. Bajar: para bajar una carga. Avanzar, retroceder, a la derecha, a la izquierda: para indicar el s entido de un movimiento (el s entido de es tos movimientos debe, en s u cas o, coordinars e con los corres pondientes códigos ges tuales ) Peligro: para efectuar una parada de emergencia. Rápido: para acelerar un movimiento por razones de s eguridad 3.5. SEÑALES GESTUALES Una señal gestual deberá s er precis a, s imple, amplia, fácil de realizar y comprender y claramente dis tinguible de cualquier otra s eñal ges tual. La utilización de los dos brazos al mis mo tiempo s e hará de forma s imétrica y para una s ola s eñal ges tual. Los ges tos utilizados , por lo que res pecta a las caracterís ticas indicadas anteriormente, podrán variar o s er más detallados que las repres entaciones recogidas en las s iguientes tablas , a condición de que s u s ignificado y comprens ión s ean, por lo menos , equivalentes . Reglas particulares de utilización La pers ona que emite las s eñales , denominada encargado de las señales, dará las ins trucciones de maniobra mediante s eñales ges tuales al des tinatario de las mis mas , denominado operador. El encargado de las s eñales deberá poder s eguir vis ualmente el des arrollo de las maniobras s in es tar amenazado por ellas . El encargado de las s eñales deberá dedicars e exclus ivamente a dirigir las maniobras y a la s eguridad de los trabajadores s ituados en las proximidades . Si no s e dan las condiciones en las que pueda s eguir todo el des arrollo s e recurrirá a uno o varios encargados de las s eñales s uplementarias . El operador deberá s us pender la maniobra que es té realizando para s olicitar nuevas ins trucciones cuando no pueda ejecutar las órdenes recibidas con las garantías de s eguridad neces arias . Accesorios de s eñalización ges tual: El encargado de las s eñales deberá s er fácilmente reconocido por el operador. El encargado de las s eñales llevará uno o varios elementos de identificación apropiados tales como chaqueta, manguitos , brazal o cas co y, cuando s ea neces ario, raquetas . Los elementos de identificación indicados s erán de colores vivos , a s er pos ible igual para todos los elementos , y s erán utilizados exclus ivamente por el encargado de las s eñales . Gestos codificados El conjunto de ges tos codificados que s e incluye no impide que puedan emplears e otros códigos , en particular en determinados s ectores de actividad, aplicables a nivel comunitario e indicadores de idénticas maniobras . A) Ges tos Generales . B) Movimientos verticales . C) Movimientos horizontales . D) Peligro. UNIDAD FORMATIVA 5. El control de la salud de los trabajadores UNIDAD FORMATIVA 5 El control de la salud de los trabajadores CONTENIDOS 1. La vigilancia de la s alud 2. Objetivos de la vigilancia de la s alud 3. Las técnicas de vigilancia de la s alud 4. Integración de los programas de vigilancia de la s alud en el programa de prevención de ries gos laborales La Medicina es una ciencia que, partiendo del conocimiento del funcionamiento del cuerpo humano y del medio en que és te des arrolla s u actividad, tiene como objetivos la promoción de la s alud, la prevención de la pérdida de la s alud, la curación de las enfermedades y la rehabilitación. La Medicina del trabajo es parte de es ta ciencia, valorando fundamentalmente como ambiente el medio laboral. La Medicina del trabajo utiliza determinadas técnicas con fines preventivos como s on la inves tigación epidemiológica, la vigilancia de la s alud, la educación s anitaria y el aumento de la res is tencia de los individuos . Entre todas es tas técnicas la Vigilancia de la Salud de los trabajadores cons tituye uno de los ins trumentos impres cindibles de los programas de prevención de ries gos laborales . Es además una de las obligaciones del empres ario, s egún el artículo 22 de la Ley de Prevención de Ries gos Laborales , apareciendo también en divers as dis pos iciones es pecíficas como las relativas al plomo, al amianto o al ruido, por citar algunas de ellas . 1. LA VIGILANCIA DE LA SALUD La Vigilancia de la salud puede definirs e como la utilización de una s erie de técnicas y de otros datos de s alud (encues tas , exploraciones fís icas ...), de manera s is temática y periódica, con el objetivo de conocer o detectar cambios en el es tado de s alud de un individuo o de un colectivo. La LPRL regula en s u artículo 22, que el empres ario garantizará a los trabajadores a s u s ervicio la vigilancia periódica de s u es tado de s alud en función de los ries gos inherentes al trabajo. El incumplimiento por el empres ario de es te deber s e cons idera una infracción grave e, inclus o, puede generar res pons abilidad civil y penal. Las características de la vigilancia de la salud del pers onal al s ervicio de una empres a s on: Garantizada por el empresario El empres ario garantizará a s us trabajadores la vigilancia periódica de s u s alud. Específica. Es a vigilancia s e realizará en función del o de los ries gos a los que es tá s ometido el trabajador en el lugar de trabajo. Se debe huir, pues , de los reconocimientos médicos indis criminados e ines pecíficos . Voluntaria. Se deberá contar con el cons entimiento del trabajador, s alvo que concurran las s iguientes circuns tancias : a) Que los reconocimientos s ean indis pens ables para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo s obre la s alud de los trabajadores . b) Que el es tado de s alud del trabajador pueda cons tituir un peligro para él mis mo o para terceros . c) Que exis ta una dis pos ición legal en relación con la protección de ries gos es pecíficos y actividades de es pecial peligros idad (ver el s iguiente cuadro), que obligue a realizar reconocimientos . Confidencial La información médica derivada de la vigilancia de la s alud de cada trabajador es tará dis ponible para el propio trabajador, los s ervicios médicos res pons ables de s u s alud y la autoridad s anitaria. Ningún empres ario podrá tener conocimiento del contenido concreto de las pruebas médicas o de s u res ultado s in el cons entimiento expres o del trabajador. Es to no quita que al empres ario s e le deban facilitar las conclus iones de la vigilancia de la s alud realizada en s us trabajadores en términos de: Aptitud para des empeñar las tareas corres pondientes a s u trabajo. La neces idad de introducir o mejorar las medidas de protección o de prevención. Prolongada Una de las novedades de la Ley res ide en la prolongación de la vigilancia de la s alud más allá de la finalización de la relación laboral en aquellos cas os en los que los efectos s obre los trabajadores as í lo acons ejen. Por ejemplo, los trabajadores expues tos a determinados agentes químicos cancerígenos deberían s er objeto de s eguimiento inclus o varios años des pués del ces e de s u relación con la empres a. Documentada Se deberá elaborar y cons ervar la documentación s obre los res ultados y las conclus iones de los controles del es tado de s alud de los trabajadores . Gratuita El cos te económico de cualquier medida relativa a la s eguridad y s alud en el trabajo, y por tanto el derivado de la vigilancia de la s alud, no deberá recaer s obre el trabajador (art. 14.5 de la LPRL). Una cons ecuencia de lo anterior es la realización de los reconocimientos médicos dentro de la jornada laboral o el des cuento del tiempo invertido en la mis ma. 2. OBJETIVOS DE LA VIGILANCIA DE LA SALUD La vigilancia de la s alud tiene dos tipos de objetivos : Objetivos individuales Detección precoz de las alteraciones de la s alud. Identificación de los trabajadores es pecialmente s ens ibles a ciertos ries gos . Objetivos colectivos Valoración del es tado de s alud de los trabajadores . Alertar s obre pos ibles s ituaciones de ries go. Evaluar la eficacia del plan de prevención. La Valoración del es tado de s alud de la empres a nos permitirá res ponder a las preguntas : ¿quién pres enta alteraciones ? ¿en qué lugar de la empres a? ¿cuándo aparecen o aparecieron? Los res ultados de la vigilancia de la s alud nos s erán útiles para motivar la revis ión de las actuaciones preventivas en función de la aparición de daños en la población trabajadora y, a través de la evolución del es tado de s alud del colectivo de trabajadores , para evaluar la eficacia del plan de prevención de ries gos laborales . 3. LAS TÉCNICAS DE VIGILANCIA DE LA SALUD La vigilancia de la s alud s e vale de dis tintas técnicas para cons eguir s us objetivos . Es tas técnicas s on: El control biológico, cuya finalidad última es la evaluación de la expos ición o de los efectos de los contaminantes químicos s obre el colectivo de trabajadores . El control biológico s e incluirá en el protocolo de vigilancia de la s alud s iempre que as í lo dis ponga la normativa aplicable (como por ejemplo los trabajadores expues tos al plomo y s us derivados iónicos ). En los otros cas os , la idoneidad del mis mo dependerá de la exis tencia de un indicador biológico y de los factores de variabilidad ligados al mis mo. En principio, s e us arán los valores límite biológicos (VLB) recogidos en los Límites de Expos ición Profes ional para Agentes Químicos en Es paña del INSHT. Los protocolos de control biológico deberán contemplar la interpretación de los res ultados , los diferentes niveles y las actuaciones derivadas de los mis mos . La detección precoz de las alteraciones de la s alud mediante pruebas es pecíficas que nos permitan poner de manifies to les iones , en principio revers ible, derivado de la o las expos iciones laborales . La elección de la prueba dependerá evidentemente del tipo de daño. Exis ten pruebas de detección precoz para las alteraciones renales , hepáticas , del s is tema nervios o, res piratorias ... Algunas cons is ten en determinación de parámetros en s angre u orina y, otras , en es tudios funcionales como las audiometrías o la es pirometría forzada. 4. INTEGRACIÓN DE LOS PROGRAMAS DE VIGILANCIA DE LA SALUD EN EL PROGRAMA DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES La vigilancia de la s alud debe cons iderars e como un ins trumento de los programas de prevención en la empres a. La aportación de la mis ma a dichos programas s e realizará a todos los niveles des de la identificación de los problemas has ta la evaluación de la eficacia del programa global. BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAFÍA Hernández Calleja, A., De Arquer Pulgar, Mª I., Gadea Carrera, E., Guardino Solá, X., Luna Mendaza, P., Martí Solé, Mª C., et al. (2001). Manual de Condiciones de Trabajo en Centros Sanitarios . Madrid: Ins tituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Diez Maté, C. R., Fraile Cantalejo, A., García de Cas tro Ruiz de Velas co, M., Igles ias Martínez, V., López Muñoz, G., Luna Mendaza, P., et al. (2006). Prevención de Ries gos Laborales : Curs o de capacitación para el des empeño de nivel bás ico del INSHT. Madrid: Ins tituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Arana Bellos o, D., Blanco Guerra, C., Caldés Cas as , A., Gallego Piñol, E., Gómez Pérez, F.J., Martín Lancharro, P., et al. (2010). Monografía de Agentes Químicos en ámbito s anitario. Madrid: Es cuela Nacional de Medicina en el Trabajo, Ins tituto de Salud Carlos III, y Minis terio de Ciencia e Innovación. Cons ejo de Seguridad Nuclear. (2011). Guía s obre la Protección Radiológica en el Medio Sanitario. Madrid. Edita: Cons ejo de Seguridad Nuclear. Lucena García, S., Fernández Es cribano, M., Fernández Mundet, N., Muedra Sánchez M., Otero Dorrego, C., Pérez Z apata, A., Taboada de Z úñiga Romero, I., As ociación Nacional de Medicina del Trabajo en el Ámbito Sanitario (ANMTAS). (2008). Guía de valoración de ries gos laborales en el embarazo y lactancia en las trabajadoras de ámbito s anitario. Madrid: Minis terio de Ciencia e Innovación y el Ins tituto de Salud Carlos III. Técnicas de movilización de pacientes (s .f.) recuperado de. Guías y notas técnicas del Ins tituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Ley 31/1995, de 8 de noviembre de Prevención de Ries gos Laborales . Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, que aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de ries gos laborales . Real Decreto 604/2006, de 19 de mayo, por el que s e modifican el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que s e aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, y el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que s e es tablecen las dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud en las obras de cons trucción. Texto Refundido de la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), aprobado por el Real Decreto Legis lativo 5/2000, de 4 de agos to. Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que s e es tablecen las dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud en los lugares de trabajo. Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, s obre la protección de los trabajadores contra los ries gos relacionados con la expos ición a agentes biológicos durante el trabajo. Real Decreto 487/1997, de 14 de abril, s obre dis pos iciones mínimas de s eguridad y s alud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe ries gos , en particular dors olumbares , para los trabajadores . Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que s e aprueba el Reglamento s obre protección s anitaria contra radiaciones ionizantes . Real Decreto 374/2001, de 6 de abril, s obre la protección de la s eguridad y s eguridad de los trabajadores contra los ries gos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo. Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que s e aprueba el Código Técnico de la Edificación. Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo, por el que s e aprueba la Norma Bás ica de Autoprotección de los centros , es tablecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a s ituaciones de emergencia. El Reglamento (CE) Nº 1907/2006 del Parlamento Europeo y del Cons ejo de 18 de diciembre de 2006 relativo al regis tro, la evaluación, la autorización y la res tricción de las s us tancias y preparados químicos (REACH). El Reglamento (CE) Nº 1272/2008 del Parlamento Europeo y del Cons ejo de 16 de diciembre de 2008 s obre clas ificación etiquetado y envas ado de s us tancias y mezclas , y por el que s e modifican y derogan las Directivas 67/548/CEE y 1999/45/CE y s e modifica el Reglamento (CE) Nº 1907/2006, entré en vigor el 20 de enero de 2009. Ley 22/2011, de 28 de julio, de res iduos y s uelos contaminados .