Subido por Edgar René Ceron Samayoa

50 Discursos Inspiradores - Dumont Catherine

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Introducción
“El hueco que la obra genial ha producido a nuestro alrededor es un
buen lugar para encender nuestra pequeña luz. De allí la inspiración
que irradian los genios, la inspiración universal que no sólo nos
impulsa a la imitación”, dijo alguna vez el escritor alemán Franz
Kafka, reconocido por obras literarias como El proceso, La
metamorfosis y El castillo. Este es el efecto que muchos discursos
han tenido a lo largo de la historia, y la razón por la cual son
recurrentemente citados más allá del paso de los años. Se trata de
obras geniales que lograron encender la pequeña luz que se
encontraba dentro de personas o pueblos, inspirándolos a hacer
cosas tan fascinantes como atroces, según el caso.
En distintos momentos y circunstancias, ciertos discursos han
propiciado guerras y restablecido la paz, han llevado a personas a ser
capaces de vencer las barreras de sus propias limitaciones y a
obtener resultados que ni ellos creían posibles, y han influenciado la
evolución de naciones.
Tal es así que la propia historia parece haberse construido a sí misma
a través de estas oratorias. Sus acontecimientos más emblemáticos
parecen puntuados por líderes que supieron hablar con la voz de
pueblos, de un modo que parece trascender el plano terrenal. Estos
discursos, en definitiva, son momentos históricos anclados en un
contexto social, político y económico, y su narración es la narración
de ese momento, traducida con los ojos de una persona que supo no
solo comprenderlo y expresarlo, sino también elevarlo a la conciencia
del conjunto y transportarlo a sus propias emociones.
Así, este recorrido a través de los cincuenta de los discursos más
inspiradores de los siglos XX y XXI pretenderá, al menos en parte,
reconstruir algunos de los momentos históricos más emblemáticos
que la humanidad ha vivido en estos más de cien años.
•
-1Mahatma Gandhi
(1916)
“No hay salvación para India”
Si de líderes que han sabido canalizar la voz de una época y encender
las luces de pueblos se trata, una de las figuras indiscutibles es
Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948), mejor conocido por el
nombre honorífico Mahatma. Este abogado, pensador y político,
reconocido como el “padre” de la India, fue el líder más importante
que conoció esta nación y quien mejor supo expresar el espíritu
independentista de su era.
Muchos son los legados que Gandhi dejó tras sus 79 años de vida,
entre los que se destacan su énfasis en la resistencia no violenta y la
tenacidad de su lucha más allá de las numerosas ocasiones en que
fue encarcelado, instancias que llegaron a sumar los 2.338 días en
total.
El discurso que aquí se menciona es el que pronunció ante un grupo
de jóvenes estudiantes en Benarés, con motivo de la inauguración de
la Universidad Hindú el 4 de febrero de 1916. En él, Gandhi
reflexiona sobre la necesidad de independizar la India del Reino
Unido (de cuyo Estado fue colonia hasta 14 de agosto de 1947), y de
recuperar su lengua y cultura nativas.
“Quisiera decir que es motivo de profunda humillación y vergüenza
para todos nosotros que esta tarde, bajo la sombra de esta gran
escuela, en esta sagrada ciudad, esté obligado a dirigirme a mis
compatriotas en una lengua que me es ajena (…) Nuestras lenguas
son el reflejo de nosotros mismos…”, dijo en aquella jornada, al
tiempo que expresó: “Al comparar los millones de pobres con estos
nobles tan ricamente engalanados, me siento con ganas de decirles a
estos nobles: ‘No hay salvación para la India, si no se quitan estas
joyas y las dejan en fideicomiso a vuestros compatriotas de la India’”.
•
-2Clarence Darrow
(1926)
“Yo creo en la ley del amor”
Durante la década de 1920, la ciudad de Detroit, al igual que otras
dentro de Estados Unidos, estaba signada por una fuerte
discriminación contra las personas de raza negra, que representaban
solo el 4,11% de sus 993.678 habitantes. Por entonces, la
organización de extrema derecha Ku Klux Klan (KKK) –que
promovía la xenofobia, la supremacía de la raza blanca y la
homofobia, y recurría con frecuencia al terrorismo, a la violencia y a
otros actos intimidatorios– sumaba alrededor de 4.000.000 de
miembros en este país, 22.000 de los cuales eran residentes de
Detroit.
El recibimiento que obtuvieron el médico Ossian Sweet y su familia
cuando se mudaron a Garland 2905, un barrio “de blancos”, el 8 de
septiembre de 1925, fue ilustrativo de este contexto. Esa misma
noche, entre quinientas y ochocientas personas se reunieron
alrededor de su nueva residencia, lanzando rocas contra ella. A las
20.25 del día siguiente, desde el interior de la casa (donde se
refugiaban sus once habitantes) Sweet disparó un arma y una de sus
balas mató a Leon Breiner, un manifestante. Este es el hecho que dio
inicio a uno de los juicios más recordados de Estados Unidos, en el
que Sweet fue acusado de asesinato en primer grado.
El abogado y directivo de la Unión Estadounidense por las
Libertades Civiles, Clarence Darrow (1857-1938) fue su abogado
defensor y pronunció un argumento de cierre (de siete horas de
duración, el 11 de mayo de 1926) que inspiró a generaciones de
abogados y llevó a que el jurado, tras horas de deliberación, declara a
Sweet “no culpable”. Aquí los extractos más recordados de su
discurso:
“(…) No creo en la ley del odio. Podré no siempre ser fiel a mis
ideales, pero creo en la ley del amor, y creo que no se puede hacer
nada con odio. Me gustaría ver el momento en que el hombre ame
a su prójimo, y se olvide de su color o de su credo. Nunca seremos
civilizados hasta que ese momento arribe.
“Sé que la raza negra tiene un largo camino por recorrer. Creo que
la vida de la raza negra ha sido una vida de tragedia, de injusticia,
de opresión. La ley lo ha hecho a él un igual, pero el hombre no. Y,
después de todo, el último análisis es, ¿qué ha hecho el hombre?
¿Y no: qué ha hecho la ley? (…)
“Señores, ¿cuál creen que es su deber en este caso? He visto, día
tras días, estos tensos rostros negros que llenaron esta corte. Estos
rostros negros que ahora están mirándolos a ustedes, doce
blancos, sintiendo que las esperanzas y los temores de una raza
están a su cuidado (...)”
•
-3Franklin D. Roosevelt
(1933)
“Lo único que debemos temer es al
temor mismo”
Nacido el 30 de enero de 1882, el demócrata Franklin Delano
Roosevelt fue el único presidente de Estados Unidos en ser electo
cuatro veces consecutivas para este cargo (1932, 1936, 1940 y 1944),
el que ejerció hasta el día de su muerte. Sucede que, a pesar de
contraer polio 1921 –padecimiento que le produjo una parálisis
parcial–, Roosevelt no abandonó la política sino hasta el 12 de abril
de 1945, fecha en que falleció a causa de un derrame cerebral.
El ilustre discurso “lo único que debemos temer es al temor mismo”,
que pronunció el 4 de marzo de 1933 al asumir por primera vez la
presidencia, poco después del colapso bancario nacional, es una
demostración de su capacidad de liderazgo en momentos de crisis.
“Esta gran nación resistirá como lo ha hecho hasta ahora, resurgirá
y prosperará. Por tanto, ante todo, permítanme asegurarles mi
firme convicción de que a lo único que debemos temer es al temor
mismo, a un terror indescriptible, sin causa ni justificación, que
paralice los arrestos necesarios para convertir el retroceso en
progreso (…)
“A cambio de la confianza en mí depositada, devolveré el coraje y
la entrega que requieren estos tiempos. Es lo mínimo que puedo
hacer (…) El pueblo de Estados Unidos no ha fracasado. En su
momento de necesidad nos ha transmitido el mandato de que
desea una acción directa y enérgica. Ha exigido al gobierno
disciplina y dirección. Me ha convertido en el actual instrumento
de sus deseos. Lo acepto como si fuera un regalo. (…)”
•
-4Dolores ‘La Pasionaria’ Ibarruri
(1936)
“No pasarán”
“¡No pasarán!” es el lema insignia de la dirigente comunista española
Dolores Ibarruri, conocida como ‘La Pasionaria’. Nacida en una
familia minera conservadora el l9 de diciembre de 1895, ella se
introdujo en la lucha obrera por influencia de Julián Ruiz Gaviña, un
militante socialista con quien contrajo matrimonio en 1916. Junto a
él participó de la huelga general revolucionaria de 1917, a partir de la
cual fue adquiriendo notoriedad como oradora y articulista política,
al tiempo que ascendió a lugares de influencia dentro del partido.
Su frase insignia se enmarca dentro del llamamiento que pronunció
en nombre del Partido Comunista el 19 de julio de 1936 en el
Ministerio de Gobernación, luego de una sublevación militar contra
el gobierno de la Segunda República Española, que había surgido de
las elecciones de febrero de aquel año. A continuación, un extracto
del mismo:
“Al grito de ¡el fascismo no pasará, no pasarán los verdugos de
octubre! Los obreros y campesinos de distintas provincias de
España se incorporan a la lucha contra los enemigos de la
República alzados en armas. Los comunistas, socialistas y
anarquistas, republicanos demócratas, soldados y fuerzas fieles a
la República han infligido las primeras derrotas a los facciosos,
que arrastran por el fango de la traición el honor militar de que
tantas veces han alardeado.
“Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados que
quieren hundir la España democrática y popular en un infierno de
terror y de muerte. Pero ¡no pasarán! (…) ¡Que nadie vacile! Todos
dispuestos para la acción. Cada obrero, cada antifascista debe
considerarse un soldado en armas.”
•
-5Neville Chamberlain
(1938)
“Paz en nuestro siglo”
El nombre de Arthur Neville Chamberlain (1869-1940), Primer
Ministro del Reino Unido desde el 28 de mayo de 1937 hasta el 10 del
mismo mes de 1940, no es siempre citado en los mejores términos.
Lo que es más, Winston Churchill, su sucesor en el cargo,
supuestamente dijo de él: “¡Pobre Neville! Saldrá mal parado en la
historia. Lo sé, pues seré yo quien la escriba”.
La política de apaciguamiento en política exterior, con la cual
esperaba salvaguardar la paz ofreciendo algunas concesiones a las
ambiciones expansionistas de Adolf Hitler, fue una de sus acciones
más recordadas. La misma derivó en el Pacto de Munich, firmado el
30 de septiembre de 1938, en el que el Reino Unido y Francia
aceptaron el desmembramiento de Checoslovaquia y la transferencia
de la región de los Sudetes a Alemania.
“Mis buenos amigos, por segunda vez en nuestra historia, un Primer
Ministro inglés ha retornado desde Alemania trayendo paz con
honor. Creo que es paz para nuestro tiempo. Vayan a casa y duerman
tranquilos”, expresó Chamberlain al retornar ese día a Londres.
Cuatro meses más tarde, Hitler invadía Checoslovaquia, mostrando
el error de este acuerdo, y en 1939, tras la invasión a Polonia, el
Reino Unido le declaraba la guerra. El dudoso accionar de
Chamberlain durante la Segunda Guerra Mundial llevó a que su
propio partido lo sustituyera por Churchill, a quien de todas maneras
Chamberlain apoyó desde la presidencia del Consejo de Estado.
•
-6Winston Churchill
(1940)
“Sangre, esfuerzo, lágrimas y
sudor”
Primer Ministro del Reino Unido en dos períodos (1940-45 y 195155), Winston Leonard Spencer Churchill (1874-1965) es considerado
uno de los grandes líderes en tiempos de guerra, reputación que
devino de su accionar durante la Segunda Guerra Mundial. Notable
estadista y orador, Churchill fue también oficial del ejército,
historiador, escritor y artista, y es, hasta la fecha, el único Primer
Ministro británico en haber sido galardonado con el Premio Nobel de
Literatura.
A solo cuatro días de asumir el liderazgo de su país, el 13 de mayo de
1940, Churchill pronunció ante la Cámara de los Comunes uno de
sus discursos más emblemáticos, aquel en que enunciaba las
históricas palabras: “No tengo nada que ofrecer sino sangre,
esfuerzo, lágrimas y sudor”. Con una fuerte retórica, fue tajante
respecto de sus intenciones, marcando el rompimiento de la antes
mencionada política de apaciguamiento del Tercer Reich.
“Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza.
Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de combate y
sufrimiento. Me preguntan: ¿Cuál es nuestra política? Se los diré:
Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra
potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra
contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y
lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política”,
apuntó.
Y añadió: “Me preguntan: ¿Cuál es nuestra aspiración? Puedo
responder con una palabra: Victoria, victoria a toda costa, victoria a
pesar de todo el terror, victoria por largo y duro que pueda ser su
camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia”.
•
-7Charles de Gaulle
(1940)
“La resistencia francesa no debe
apagarse”
Pero el Reino Unido no era la única nación que en aquellos años
declaraba la guerra contra el expansionismo del Tercer Reich. Lo
mismo ocurrió en 1939 del otro lado del Canal de la Mancha, en
Francia, aunque durante siete meses, ninguno de los dos países actuó
(período que es conocido como drôle de guerre o guerra en broma).
Esto culminó el 10 de mayo de 1940 cuando Alemania invadió
Francia, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo.
Dos meses más tarde, tras varios intentos fallidos por parte del
ejército francés de romper el cerco alemán y al ser inminente su
rendición, el recién ascendido a general, Charles de Gaulle1 se exilió
en Londres, desde donde asumió el mando de la “Francia Libre” o
“Francia Combatiente”, enunciando el llamamiento del 18 de junio
de 1940.
“(…) Es cierto que hemos sido y seguimos estando sumergidos por
la fuerza mecánica terrestre y aérea al enemigo. (…) Pero ¿se ha
dicho la última palabra? ¿Debe perderse la esperanza? ¿Es
definitiva la derrota? ¡No!
“Creanme a mí que hablo con conocimiento de causa y les digo que
nada está perdido para Francia. Los mismos medios que nos han
vencido pueden traer un día la victoria. ¡Porque Francia no está
sola! (…) Yo, general De Gaulle, actualmente en Londres, invito a
los oficiales y soldados franceses que se encuentren o pasen a
encontrase en territorio británico, con sus armas o sin ellas, invito
a los ingenieros y a los obreros especialistas de las industrias de
armamento que se encuentren o pasen a encontrarse en territorio
británico, a ponerse en contacto conmigo. Ocurra lo que ocurra, la
llama de la resistencia francesa no debe apagarse y no se apagará.”
1. Nacido el 22 de noviembre de 1890, Charles de Gaulle fue un destacado militar, político y escritor francés,
presidente de la República Francesa entre 1958 y 1969, promotor de la reconciliación franco-alemana y una de las
figuras influyentes en la historia del proceso de construcción de la Unión Europea.
•
-8Charles Chaplin
(1940)
“Mientras el hombre exista, la
libertad no perecerá”
El Gran Dictador (The Great Dictator, en inglés) es una de las
películas más exitosas del actor, humorista, compositor, productor,
director y escritor británico Charles Chaplin (1889-1977). Si bien,
cuando fue estrenada, Estados Unidos (país en que fue realizada)
aún no había ingresado en la Segunda Guerra, esta película –la
primera con sonido de este cineasta reconocido por sus películas
mudas– expresaba una fuerte condena al nazismo, fascismo,
antisemitismo y dictaduras en general.
En ella, Chaplin interpreta dos papeles, al dictador Adenoid Hynkel y
a un barbero judío. Hacia el final del largometraje, el barbero –para
huir de sus perseguidores y aprovechando su parecido físico–
suplanta la identidad del primero y emite el siguiente discurso:
“(…) Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado
a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja
en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos.
Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado,
sentimos muy poco.
“Más que máquinas necesitamos humanidad. Más que
inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida
será violenta, se perderá todo. (…) El odio pasará y caerán los
dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al
pueblo, y, así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá
(…)”
•
-9Franklin D. Roosevelt
(1941)
“Una fecha que vivirá en la
infamia”
En la mañana del 7 de diciembre de 1941, la Armada Imperial
Japonesa atacó la base naval de Estados Unidos en Pearl Harbor,
Hawaii, dejando como saldo 2402 muertos, 1282 heridos y 188
aeronaves perdidas, y precipitando el ingreso de este país en la
Segunda Guerra Mundial.
“Ayer, el 7 de diciembre de 1941, una fecha que vivirá en la infamia,
los Estados Unidos de América fueron repentina y deliberadamente
atacados por las fuerzas navales y aéreas del Imperio de Japón.
Estados Unidos estaba en paz con aquella nación, y por su iniciativa,
todavía en conversaciones con su gobierno y su emperador, a fin de
lograr el mantenimiento de la paz en el Pacífico”, dijo el entonces
presidente Franklin Roosevelt ante el Congreso.
“Japón ha emprendido una ofensiva que se extiende por toda el área
del Pacífico. Los hechos de ayer y hoy hablan por sí solos. La gente de
los Estados Unidos ya ha formado su opinión, y entiende bien las
implicaciones para la vida y seguridad de nuestra nación. Con
confianza en nuestras fuerzas armadas, con la determinación
ilimitada de nuestra gente, ganaremos el inevitable triunfo con la
ayuda de Dios. Pido al Congreso que declare que, desde el ataque
cobarde no provocado de los japoneses el domingo 7 de diciembre de
1941, existe un estado de guerra entre los Estados Unidos y el
Imperio Japonés”, añadió, marcando la entrada de su país al
conflicto bélico.
•
- 10 Mahatma Gandhi
(1942)
“El arma de la no-violencia”
“El arma de la no-violencia” fue un discurso emitido por Gandhi el 7
de agosto de 1942 ante el Congreso Nacional Indio en el contexto de
la Segunda Guerra. Aquí algunos de sus extractos fundamentales:
“(…) La no-violencia es un arma incomparable, que puede ayudar a
todos. Yo sé que no hemos hecho mucho por el camino de la noviolencia y, sin embargo, si tales cambios sobrevienen, asumiré
que es el resultado de nuestro trabajo durante los últimos
veintidós años y que Dios nos ha ayudado a alcanzarlo.
“Cuando yo levanté el lema ‘Dejen India’ el pueblo de la India, que
estaba entonces abatido, sintió que yo había puesto ante él una
cosa nueva. Si ustedes quieren la libertad verdadera, habrán de
unirse, y tal unión creará verdadera democracia (…) La resolución
que es puesta ante ustedes dice: ‘No queremos permanecer como
ranas en una charca. Estamos alentando una federación mundial.
Ésta solamente vendrá a través de la no-violencia. El desarme es
posible sólo si ustedes utilizan la incomparable arma de la noviolencia’ (…)”
•
- 11 George Patton
(1944)
“El verdadero héroe es el hombre
que lucha aun cuando tiene miedo”
Uno de los generales más temidos por los alemanes durante Segunda
Guerra Mundial fue el estadounidense George Smith Patton, Jr.
(1885-1945). Acreedor del mote “general sangre y agallas”, tras el
ataque a Pearl Harbor, comandó diferentes unidades, entre ellas, la
Tercera Armada de Estados Unidos. Los fragmentos presentados a
continuación son un poderoso llamamiento a sus hombres, en la
víspera de la invasión a Normandía, el 5 de junio de 1944, a partir de
lo cual enfrentarían 281 días de combate en Francia y lograrían
importantes avances hacia tierras alemanas.
“(…) Ahora nuestro ejército es un equipo, vive, come, duerme y
lucha como un equipo. Todo eso de la individualidad es solo
basura. (…) Ahora tenemos la mejor comida y equipo, el mejor
espíritu y los mejores hombres del mundo (…)
“Deseo recordaros otra cosa, no quiero recibir ningún mensaje que
diga: ‘Estamos aguantando nuestra posición’. ¡No aguantamos
nada! ¡Que aguante el enemigo! Nosotros avanzamos
constantemente y no tenemos ningún interés en aguantar nada
excepto al enemigo, vamos a tomarlos por la nariz y a darles un
puntapié en el trasero, ¡a patadas enviaremos a esos teutones al
infierno, acabando así con ellos en un santiamén! (…) Estaré muy
orgulloso de dirigiros en esta lucha muchachos, siempre y en todo
lugar (…)”
•
- 12 Harry Truman
(1945)
“La guerra ha terminado”
Luego de seis años de conflicto, el 7 de mayo de 1945 marcó
oficialmente la rendición alemana en la Segunda Guerra Mundial,
algo que Italia ya había hecho dos años antes (con el armisticio que
firmó con las fuerzas aliadas en septiembre de 1943) y Japón hizo
pocos meses después, el 15 de agosto de 1945 (aunque se firmó recién
el 2 de septiembre).
En este contexto, el 26 de junio se realizó la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Organización Internacional en el Auditorio
de los Veteranos (actual Teatro Herbst) de San Francisco, en la que
se firmó la Carta fundacional de dicho organismo.
“La Carta de las Naciones Unidas que acaban de firmar es una sólida
estructura sobre la cual podremos edificar un mundo mejor (…) Fue
la esperanza de esta Carta lo que contribuyó a sostener el valor de los
pueblos afligidos en el transcurso de los días más difíciles de la
guerra, porque es una declaración de fe inconmovible hecha por las
naciones de la Tierra: fe en que la guerra no es inevitable y fe en que
es posible mantener la paz”, afirmó ese día el presidente de Estados
Unidos Harry Truman –que asumió tras la muerte de Roosevelt, de
quien era vicepresidente.
Y también: “A todos nosotros, a todos nuestros países, nos ha sido
confiada ahora la labor de convertir en acción esas palabras que
habéis escrito. En nuestra acción decidida descansan las esperanzas
de los que han caído, de los que viven ahora y de los que todavía no
han nacido a las esperanzas de un mundo de países libres, con
niveles de vida apropiadamente elevados, que trabajarán y
cooperarán en una amistosa y civilizada comunidad de naciones.
Esta nueva estructura de paz se está levantando sobre sólidos
cimientos. No dejemos pasar esta oportunidad suprema para
establecer el imperio mundial de la razón, de poder crear una paz
duradera bajo la guía de Dios”.
•
- 13 Hirohito
(1945)
“Abrir un camino hacia la paz
duradera”
Tras meses de intensos bombardeos sobre Japón, Truman ordenó
bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de
agosto –los que constituyen, hasta el día de hoy, los únicos ataques
nucleares en la historia. Más de 200 mil personas (mayoritariamente
civiles) murieron como consecuencia. La mitad murió en esos dos
días, entre el 15 y el 20% del total de la gente falleció durante ese año
a causa de las lesiones o enfermedades atribuidas a envenenamiento
por radiación. Otros tantos perecieron desde entonces por distintas
formas de cáncer asociados a la radiación liberada.
Seis días después de la última detonación, Michinomiya Hirohito
(1901-1989), 124º emperador de Japón, anunció la rendición de su
país, dando final a la Segunda Guerra Mundial. Ese 15 de agosto,
Hirohito rompió la tradición imperial japonesa y enunció por radio
las siguientes palabras, permitiendo que sus súbditos escucharan su
voz por primera vez.
“(…) la trayectoria de la guerra no ha evolucionado necesariamente
en beneficio de Japón y la situación internacional tampoco nos ha
sido ventajosa. Además, el enemigo ha lanzado una nueva y cruel
bomba, que ha matado a muchos ciudadanos inocentes y cuya
capacidad de perjuicio es realmente incalculable. Por eso, si
continuamos esta situación, la guerra al final no sólo supondrá la
aniquilación de la nación japonesa, sino también la destrucción
total de la propia civilización humana. Y si esto fuese así, cómo
podría proteger a mis súbditos, mis hijos, y cómo podría solicitar
el perdón ante los sagrados espíritus de mis antepasados
imperiales. Esta es la razón por la que he hecho al gobierno del
Imperio aceptar la Declaración Conjunta de las Potencias (…)
“Soy consciente de que los sacrificios y sufrimientos que tendrá
que soportar el Imperio a partir de ahora son, sin duda, de una
magnitud indescriptible. Y comprendo bien el sentimiento de
mortificación de todos ustedes, mis súbditos. Sin embargo, en
consonancia con los dictados del tiempo y el destino quiero, aún
soportando lo insoportable y padeciendo lo insufrible, abrir un
camino hacia la paz duradera para todas las generaciones futuras
(…)”
•
- 14 Jorge Eliécer Gaitán
(1946)
“¡A la carga! Pueblo, ¡por vuestra
Libertad!”
El Bogotazo fue uno de los episodios más relevantes en la historia de
Colombia del siglo XX. Este movimiento de protestas violentas,
desórdenes y represión que tuvo lugar en Bogotá y se extendió,
aunque en menor escala, a otras regiones, ocasionó cientos de
muertos y heridos, así como el derrumbe de 142 construcciones y
múltiples saqueos.
Acaecido el 9 de abril de 1948, éste se originó por un acontecimiento
específico: el asesinato, esa mañana, del político y jurista Jorge
Eliécer Gaitán, alcalde de Bogotá en 1936, ministro (de Educación,
en 1940 y de Trabajo, en 1944), congresista (desde 1929 a 1948) y
candidato disidente del Partido Liberal a la Presidencia de la
República para el período 1946-1950.
Uno de uno de los discursos más emblemáticos de Gaitán, que emitió
en el trascurso de su carrera presidencial en mayo de 1946, ayuda a
entender por qué su figura se convirtió en un símbolo para los
colombianos y su muerte provocó tal reacción. Aquí algunos
extractos:
“Por la razón por la cual este movimiento no es personalista sino
doctrinario, por la razón elemental de que tiene que terminar de
una vez el hecho primitivo, el hecho indecoroso para mi patria, que
es un gran pueblo, de que se le maneja con el irrespeto con que se
manejan las vacadas de las haciendas privadas. Los hombres
colombianos no podemos ser manejados con ese irrespeto es
nuestra dignidad que está por encima de los partidos, que está por
encima de los cápulos monumentarios, que está por encima de las
papeletas, porque, donde no hay dignidad del hombre, todo lo
demás está perdido (…)
“¡En pie nosotros los oprimidos y engañados de siempre! ¡En pie
nosotros los burlados de todas las horas! ¡En pie nosotros, los
macerados como yo, a quien la fortuna y un divino ser del cual
ahora me acuerdo me dio las fuerzas para esta batalla! ¡En pie
vosotros los que sabéis sentir y no tenéis la frialdad dolosa de los
académicos! ¡En pie vosotros, que yo os juro que, en el momento
de peligro cuando la orden de batalla haya que darla, yo no me
quedaré en mi biblioteca! Sabed que el signo de esa batalla será mi
presencia en las calles a la cabeza de vosotros (…) Pueblo, por la
restauración moral ¡a la carga! Pueblo, por nuestra victoria ¡a la
carga! Pueblo, por la oligarquía ¡a la carga! Pueblo por nuestra
victoria.”
•
- 15 Jawaharlal Nehru
(1947)
“Cuando el mundo duerme, la
India despertará a la libertad”
En la víspera de la independencia de la India, hacia la medianoche
del 14 de agosto de 1947, Bharat Ratna Śrī Pandit Jawāharlāl Nehru
–destacado político de aquel país, líder del ala moderada socialista
del Congreso Nacional a partir de la lucha por la independencia, y
primer Primer Ministro de la India independiente desde el 15 de
agosto de 1947 hasta su muerte el 27 de mayo de 1964– emitió un
discurso ante la Asamblea Constituyente del Parlamento que es
considerado uno de los más emblemáticos de todas las épocas, ya
que captura la esencia de la culminación triunfal de cien años de
lucha no violenta contra el Reino Unido.
“Hace muchos años hicimos una cita con el destino y ahora llega el
momento en que nos redimirá nuestro compromiso, no en su
totalidad o en toda su extensión, pero muy sustancial. Al filo de la
medianoche, cuando el mundo duerme, la India despertará a la
vida ya en libertad (…)
“En los albores de la historia de la India comenzó su búsqueda sin
fin y siglos sin caminos están llenos de su esfuerzo, y la grandeza
de sus éxitos y fracasos. A través de buena y mala fortuna por igual
nunca ha perdido de vista esa búsqueda o ha olvidado los ideales
que le dieron fuerza. Terminamos hoy un período de mala suerte y
la India se descubre a sí misma de nuevo. El logro que celebramos
hoy no es más que un paso, una apertura de oportunidades, a los
mayores triunfos y logros que nos esperan. ¿Somos lo
suficientemente valientes y sabios como para aprovechar esta
oportunidad y aceptar el reto del futuro?
“La libertad y el poder traen responsabilidad. Esta responsabilidad
descansa sobre esta Asamblea, órgano soberano que representa al
pueblo soberano de la India. Antes del nacimiento de la libertad,
hemos sufrido todos los dolores del parto y nuestros corazones
están cargados de la memoria de este pesar. Algunos de esos
dolores continúan incluso ahora. Sin embargo, el pasado ya pasó y
es el futuro el que nos llama ahora (…)”
•
- 16 Robert Schuman
(1950)
“Los cimientos reales de su
unificación económica”
Cinco años después de terminada la Segunda Guerra, las naciones
europeas continuaban luchando para reconstruirse a sí mismas y
evitar otro conflicto armado, principalmente, entre Francia y
Alemania. En consecuencia, el 9 de mayo de 1950, el entonces
Ministro de Asuntos Exteriores francés Robert Schuman (18861963), quien es considerado uno de los fundadores de la unidad
europea, pronunció la Declaración que lleva su nombre, en la que
proponía la creación de una Comunidad Europea del Carbón y del
Acero. Esta, que en su origen estuvo formada por Francia, Alemania
Occidental, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo, fue la primera
de una serie de instituciones supranacionales que devendrían en lo
que es hoy la Unión Europea.
“Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto, se hará
gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una
solidaridad de hecho”, dijo aquel día. “La solidaridad de producción
que así se cree pondrá de manifiesto que, cualquier guerra entre
Francia y Alemania no sólo resulta impensable, sino materialmente
imposible. La creación de esa potente unidad de producción, abierta
a todos los países que deseen participar en ella, proporcionará a
todos los países a los que agrupe los elementos fundamentales de la
producción industrial en las mismas condiciones y sentará los
cimientos reales de su unificación económica (…) Esta propuesta
sentará las primeras bases concretas de una federación europea
indispensable para la preservación de la paz”, explicó.
•
- 17 William Faulkner
(1950)
“Me niego a aceptar el fin del
hombre”
William Cuthbert Faulkner (1897-1962) fue uno de los novelistas y
poetas estadounidenses más importantes del siglo XX. Fue
reconocido por su meticuloso léxico, y su extensa e inspirada prosa,
con oraciones que podían extenderse más de una página. A lo largo
de su carrera se hizo acreedor de dos Premios Pulitzer (por Una
fábula en 1954 y Los rateros en 1962), y el Premio Nobel de
Literatura por su “poderosa y artística contribución única a la novela
moderna estadounidense”. El discurso que aquí se cita es el que
pronunció al recibir este último en 1950.
“(…) Nuestra tragedia actual es un temor general en todo el
mundo, sufrido por tan largo tiempo que ya hemos aprendido a
soportarlo. Ya no existen problemas del espíritu, sólo queda esta
pregunta: ¿Cuándo estallaré? A causa de ella, el escritor joven de
hoy ha olvidado los problemas de los sentimientos contradictorios
del corazón humano (…)
“Ese escritor joven debe compenetrarse nuevamente con ellos.
Aprender que la máxima debilidad es sentirse temeroso; y,
después de aprenderlo, olvidar ese temor para siempre, no dejar
lugar en su arsenal de escritor sino para las antiguas verdades y
realidades del corazón, las eternas verdades universales sin las
cuales toda historia es efímera y predestinada al fracaso: amor y
honor, piedad y orgullo, compasión y sacrificio.
“(…) Mientras no capte de nuevo estas cosas, continuará
escribiendo como si estuviera entre los hombres sólo observando
el fin de la humanidad. Yo rehúso aceptar el fin de la humanidad
(…) Creo que el hombre no perdurará simplemente sino que
prevalecerá. Creo que es inmortal, no por ser la única criatura que
tiene voz inextinguible, sino porque tiene un alma, un espíritu
capaz de compasión, de sacrificio y de perseverancia (…)”
•
- 18 Eva Perón
(1952)
“Mis queridos descamisados”
Actriz devenida en política, María Eva Duarte de Perón (1919-1952)
es una de las figuras más emblemáticas de la historia argentina. Su
accionar junto a Juan Domingo Perón, con quien contrajo
matrimonio en 1945, así como su trabajo frente al Partido Peronista
Femenino, la Fundación Eva Perón y los sindicatos, le aseguró un
lugar en la memoria colectiva de aquel país y del mundo.
El discurso que aquí se recuerda es el que pronunció, ante una
multitud de personas, el 1 de mayo de 1952 en conmemoración al día
del trabajador. Esta fue su última oratoria pública ya que menos de
dos meses más tarde, el 26 de julio, falleció como consecuencia de un
cáncer de útero.
“(…) No hay grandeza de la Patria a base del dolor del pueblo, sino
a base de la felicidad del pueblo trabajador.
“Compañeras, compañeros: otra vez estoy en la lucha, otra vez
estoy con ustedes, como ayer, como hoy y como mañana. Estoy con
ustedes para ser un arco iris de amor entre el pueblo y Perón; estoy
con ustedes para ser ese puente de amor y de felicidad que siempre
he tratado de ser entre ustedes y el líder de los trabajadores.
“Estoy otra vez con ustedes, como amiga y como hermana, y he de
trabajar noche y día por hacer felices a los descamisados, porque
sé que cumplo así con la Patria y con Perón. He de estar noche y
día trabajando por mitigar dolores y restañar heridas, porque sé
que cumplo con esta legión de argentinos que está labrando una
página brillante en la historia de la Patria (…)”
•
- 19 Dwight Eisenhower
(1953)
“Átomos para la paz”
“Átomos para la paz” es el discurso que pronunció, el 8 de diciembre
de 1953, el entonces presidente norteamericano Dwight David ‘Ike’
Eisenhower (1890-1969) ante la Asamblea General de las Naciones
Unidas, en el marco de la Guerra Fría que enfrentó política,
económica, ideológica y militarmente al bloque occidental-capitalista
liderado por Estados Unidos, con el oriental-comunista liderado por
la Unión Soviética, desde 1947 hasta 1991.
“Debemos tener la convicción de que nuestra sabiduría, nuestro
coraje y nuestra fe podrán traer a este mundo una paz duradera
para todas las naciones y la felicidad y el bienestar para toda la
humanidad (…)
“Sé que quedan muchos pasos que tendrán que ser tomados
durante muchos meses antes de que el mundo pueda mirarse así
mismo algún día, y realmente descubrir que un nuevo clima de paz
y mutua confianza reinan sobre el mundo. Pero sé que, por encima
de todo, debemos empezar a dar esos pasos ahora (…) Veo semillas
de paz, ellas hablan más fuerte que las promesas o nuestras
intenciones (…)”
•
- 20 Fidel Castro
(1959)
“La revolución empieza ahora”
Fidel Alejandro Castro Ruiz, o simplemente Fidel Castro, es una de
las figuras más controversiales de la política caribeña. Nacido el 13
de agosto de 1926, este militar y político lideró la Revolución Cubana
que, el 1 de enero de 1959, derrocó a la dictadura de Fulgencio
Batista.
Líder indiscutido de la isla desde 1959 hasta 2008 (cuando abandonó
sus cargos y transfirió el poder a su hermano Raúl), en 1961, lideró la
adopción del marxismo como forma de gobierno, convirtiendo a
Cuba en el primer Estado socialista de América. Su larga gestión y
polémicas políticas lo han situado en el centro de intensos debates
entre partidarios –que califican a su gobierno como “la expresión de
la voluntad del pueblo cubano”– y detractores –quienes la reconocen
como una dictadura.
Famoso orador, recordado por discursos que podían prolongarse
durante horas, el que emitió el día en que triunfó la Revolución
Cubana es uno de los más valorados.
“La Revolución empieza ahora; la Revolución no será una tarea
fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros,
sobre todo, en esta etapa inicial (…) Aunque ustedes tengan la
intención de entregar el poder a los revolucionarios, no es el poder
en sí lo que a nosotros nos interesa, sino que la Revolución cumpla
su destino (…)
“Los hombres que cayeron en nuestras tres guerras de
independencia juntan hoy su esfuerzo con los hombres que han
caído en esta guerra, y a todos nuestros muertos en las luchas por
la libertad podemos decirles que por fin ha llegado la hora en que
sus sueños se cumplan; ha llegado la hora de que al fin ustedes,
nuestro pueblo, nuestro pueblo bueno y noble, nuestro pueblo que
es todo entusiasmo y fe, nuestro pueblo que quiere gratis, que
confía gratis, que teme a los hombres con cariño más allá de sus
ofrecimientos, tendrá lo que necesita. Y solo aquí me resta decirles,
con modestia, con sinceridad, con profunda emoción, que en
nosotros, en sus combatientes revolucionarios, tendrán siempre
servidores leales, que solo tendrán por divisa servir (…)”
•
- 21 Nikita Kruschev
(1959)
“La coexistencia pacífica”
Mientras Cuba experimentaba este radical –y permanente– cambio
de gobierno, en el mundo continuaba disputándose la Guerra Fría.
Nikita Serguéyevich Jrushchov (1894-1971) fue dirigente de la Unión
Soviética durante parte de este conflicto, se desempeñó como Primer
Secretario del Partido Comunista a partir 1953 (año en que murió
José Stalin) y Presidente del Consejo de Ministros desde 1958. Fue
retirado de ambos cargos en 1964 por su partido.
Durante casi una década en el poder, Kruschev lideró la parcial
desestanilización de su país y respaldó varias reformas relativamente
liberales en materia de política interna, aunque muchas resultaron
ineficaces. Fue durante estos años –en septiembre de 1959 más
específicamente– que pronunció, en Nueva York, una de sus más
recordadas oratorias, en la que llamaba a “la coexistencia pacífica”
entre la Unión Soviética y Estados Unidos.
“He leído en sus periódicos que la política de coexistencia pacífica
que proponemos significaría en realidad la creación de un ‘mundo
dividido’. Nada más alejado de la exacta comprensión de la idea de
la coexistencia pacífica que esta interpretación. En la realidad
queremos obtener lo contrario: la coexistencia pacífica y la
competencia de las relaciones siempre más amplias entre los
pueblos, en el dominio económico y cultural. Al contrario, la
negación de la coexistencia y de la competencia, significan la
ruptura de todas las relaciones entre los países y un relanzamiento
de la Guerra Fría (…)
“Vivir en paz, en buena hermandad, o caminar hacia una nueva
guerra, tal es la elección ante la cual se encuentran ahora la Unión
Soviética y Estados Unidos, el mundo entero. No hay una tercera, a
menos que uno de nosotros considere el trasladarse a otro planeta
(…)”
•
- 22 John F. Kennedy
(1961)
“Pregúntate que puedes hacer tú
por tu país”
Muchas son las maneras en que el trigésimo quinto presidente de
Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) es conocido:
John F. Kennedy, Jack Kennedy, JFK.
Recordado también por su liderazgo en la Segunda Guerra Mundial,
su paso por el Congreso de su país y por recibir, en 1957, el Premio
Pulitzer a la mejor biografía por Profiles in Courage, libro en que
describía ocho situaciones en que senadores estadounidenses
arriesgaron sus carreras por no desviarse de sus convicciones, el 20
de enero de 1961, con 43 años, Kennedy se convirtió en el presidente
más joven de la historia de su país y el primero católico romano. El
discurso que pronunció durante aquella jornada incluye algunas de
las frases por las que es más citado.
“(…) Así que empecemos nuevamente. Recordemos ambas partes
que la civilidad no es una señal de debilidad y que la sinceridad
siempre se somete a prueba. Que nunca negociemos por miedo,
pero nunca temamos negociar. Permitámonos analizar qué
problemas nos unen, en lugar de detenernos en los problemas que
nos dividen (…)
“Nada de esto estará terminado en los primeros cien días.
Tampoco en los primeros mil días, ni durante toda esta
administración, quizás ni siquiera en nuestra vida en este planeta.
Pero empecemos (…) compatriotas, no pregunten qué puede hacer
su país por ustedes, pregunten qué pueden hacer ustedes por su
país. Conciudadanos del mundo, no pregunten qué puede hacer
Estados Unidos por ustedes, sino qué podemos hacer juntos por la
libertad del ser humano (…)”
•
- 23 Ernesto ‘Che’ Guevara
(1961)
“La esperanza de un mundo
mejor”
Ernesto Guevara de la Serna o ‘Che’, como popularmente se lo
conoce, fue para muchos el nombre de la revolución. Su figura
despierta, aun hoy, grandes pasiones tanto a favor como en contra, y
se ha convertido en un símbolo de relevancia global, siendo su
retrato fotográfico una de las imágenes más reproducidas del mundo.
Nacido en 1928, el Che fue un político, escritor, periodista y médico
argentino, que se introdujo a las realidades latinoamericanas a través
de un viaje en motocicleta que inició en 1953. Dos años más tarde,
conoció a Fidel Castro en México y se unió a su expedición
revolucionaria, tras lo cual permaneció durante varios años en Cuba,
oficiando como jefe de la Milicia y director del Instituto de Reforma
Agraria (1959), y presidente del Banco Nacional y ministro de
Economía (1960), entre otros cargos. Paralelamente, no cesó en sus
denuncias contra el imperialismo norteamericano, un ejemplo de
ellas siendo el discurso que pronunció en Santa Clara en 1961.
“(…) Y recorro también los campos de otros países del mundo que
luchan por su libertad, significando siempre lo mismo, la imagen
de lo que se puede conseguir mediante la lucha revolucionaria, la
esperanza de un mundo mejor, la imagen por la cual vale la pena
arriesgar la vida, sacrificarse hasta la muerte en los campos de
batalla de todos los continentes del mundo. No solamente en
América, si no en todos los países del mundo en que se creara la
lucha, se desarrollará la lucha revolucionaria.
“Ellos trataron de masacrar Argelia, pero Argelia fue libre; tratan
hoy de liquidar al pueblo de Vietnam, pero el pueblo de Vietnam es
más fuerte que ellos, y sigue día a día anotándose nuevas victorias
sobre el imperialismo y cobrándole también en sangre de sus
soldados la inmensa cantidad de víctimas que el imperialismo hace
en el pueblo de Vietnam del sur. Y la lucha sigue y seguirá hacia la
victoria (…)”
•
- 24 John F. Kennedy
(1963)
“Ich bin ein Berliner”
Otra de las oratorias más memorables fue la que John F. Kennedy
emitió el 26 de junio de 1963 durante una visita a Berlín Occidental,
en la que calificaba al Muro que dividía la ciudad (construido dos
años antes y en pie hasta 1989) como “la más obvia y viva
demostración del fracaso del sistema comunista” y “una ofensa
contra la humanidad”.
“Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende o dice
que no comprende cuál es la gran diferencia entre el mundo libre y el
mundo comunista. Decidles que vengan a Berlín”, comenzó aquel
día. “¿Cuál es la verdad de esta ciudad de Alemania? La paz real en
Europa nunca puede estar asegurada mientras a un alemán de cada
cuatro se le niegue el elemental derecho de ser un hombre libre, y
que pueda elegir un camino libre”.
Y concluyó: “La libertad es indivisible y, cuando un hombre es
esclavizado, ¿quién está libre? Cuando todos son libres, ellos pueden
mirar a ese día, cuando esta ciudad está reunida y este país y este
gran continente de Europa esté en paz y esperanza. Cuando ese día
finalmente llegue y la gente del Berlín Occidental pueda tener una
moderada satisfacción en el hecho de que ellos están en la línea del
frente casi dos décadas. Todos los hombres libres, dondequiera que
ellos vivan, son ciudadanos de Berlín. Y, por lo tanto, como hombre
libre, yo con orgullo digo estas palabras Ich bin ein Berliner”.
Más tarde ese mismo año, la vida de Kennedy terminó abruptamente
en un episodio muy omnipresente de la historia norteamericana,
sujeto a reiterados debates y especulaciones conspirativas. El 22 de
noviembre de 1963, mientras circulaba en el coche presidencial por
la Plaza Dealey de la ciudad de Dallas, Texas, recibió disparos
mortales. Lee Harvey Oswald, un empleado del almacén Texas
School Book Depository, fue acusado por dicho homicidio, pero no
pudo ser sometido a juicio ya que, dos días después, fue asesinado
por Jack Ruby, quien posteriormente fue sentenciado a la pena
capital.
•
- 25 Martin Luther King
(1963)
“Yo tengo un sueño”
“Yo tengo un sueño” (I have a dream, en su versión original) es,
quizás, una de las frases más inspiradoras de la historia. En ella se
encierran la lucha de una raza, la condena de años de represión y el
augurio de un futuro más promisorio, pero por el que será necesario
aun esperar y trabajar.
“Yo tengo un sueño” fue la frase insignia de Martin Luther King Jr.,
el pastor bautista estadounidense que se convirtió en uno de los
símbolos del movimiento por los derechos civiles de los
afroamericanos. El 28 de agosto de 1963, conmovió a su país al
pronunciar estas palabras ante 250 mil personas en las escalinatas
del monumento a Abraham Lincoln en Washington, capital de
Estados Unidos. Su discurso fue el cierre de la ‘Marcha en
Washington por Empleos y Libertad’.
“Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra
nos cobija hoy, firmó la Proclama de la Emancipación (…) Pero,
cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la
vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la
segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después,
el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano
de prosperidad material; cien años después, el negro todavía
languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se
encuentra desterrado en su propia tierra.
“Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición
vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro
país a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra
república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y
de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que
todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era
la promesa de que a todos los hombres les serían garantizados los
inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la
felicidad.
“Es obvio, hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese
pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de
honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los
negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con
el sello de ‘fondos insuficientes’. Pero nos rehusamos a creer que el
Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya
suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de
este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque
que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de
justicia (…)
“Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las
dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño
profundamente arraigado en el sueño ‘americano’. Sueño que un
día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su
credo: ‘Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los
hombres son creados iguales’ (…)”
Al igual que Gandhi, Luther King adhirió a la filosofía de la protesta
no violenta, llegando incluso a perdonar a Izola Curry, una mujer que
intentó asesinarlo en 1958. Asimismo, organizó y dirigió marchas por
el derecho al voto de la raza negra, la desegregación y el trabajo.
Muchas de estas consignas fueron sancionadas como leyes en las
actas de Derechos Civiles de 1964 y de Derechos al Voto en 1965.
•
- 26 Malcolm X
(1964)
“El voto o la bala”
Malcolm Little Norton (1925-1965), mejor conocido como Malcolm
X, fue otro de los emblemas de la lucha racial norteamericana,
aunque su vida estuvo signada por los múltiples cambios radicales
que protagonizó. De pequeño, su familia tuvo que mudarse en varias
ocasiones por las amenazas del KKK, que quemó su casa en Michigan
y asesinó a su padre cuando él tenía seis años. Por la fragilidad
mental de su madre, él y sus siete hermanos debieron trasladarse a
distintos hogares, donde permaneció hasta los 15 años, cuando se
mudó con una de sus hermanas a Boston. Allí comenzó a incurrir en
actividades criminales, derivando en su encarcelamiento en 1946.
Durante su estadía en prisión, Little Norton comenzó a involucrarse
en el movimiento Nación del Islam, al que ingresó como miembro
tras su excarcelación en 1953. Fue entonces que cambió su nombre a
Malcolm X, simbolizando su nueva vida como un ‘ex-fumador, exbebedor, ex-cristiano, ex-esclavo’. Los próximos diez años lo vieron
convertirse en una de las caras más visibles de este movimiento, sus
ideas radicales atemorizaban a muchos blancos y el separatismo
negro que pregonaba contrastaba con la protesta no violenta que
defendían líderes como Luther King.
El 3 de abril de 1964, poco después de romper con la Nación del
Islam y antes de embarcarse en otro cambio trascendental en su vida,
Malcolm X pronunció en Cleveland uno de sus discursos más
representativos, en que retrata su visión sobre la lucha racial como
“El voto o la bala”.
“(…) yo no creo en eso de engañarse uno a sí mismo. No me voy a
sentar a tu mesa con el plato vacío para verte comer y decir que soy
un comensal. Si yo no pruebo lo que hay en ese plato, sentarme a
la mesa no hará de mí un comensal (…) Haber nacido aquí en
Estados Unidos no te hace un norteamericano, porque si el
nacimiento nos hiciera norteamericanos, no se necesitaría de
ninguna legislación, de ninguna enmienda de la Constitución ni
tampoco tendría que enfrentarse con los obstruccionistas de los
derechos civiles, ahora mismo, en Washington D.C. No hay que
promulgar leyes de derechos civiles para hacer norteamericano a
un polaco.
“(…) Por lo tanto, yo no estoy aquí hablando con usted como un
norteamericano o como un patriota que saluda o hace ondear su
bandera. ¡No! ¡No! Yo estoy aquí hablando como una víctima de
este sistema. Veo a Estados Unidos a través de los ojos de la
víctima y no veo ningún sueño americano; sino una pesadilla
americana (…) Queremos escuchar nuevas ideas y nuevas
soluciones y nuevas respuestas. Y en ese momento, si nos parece
conveniente organizar un partido nacionalista negro,
organizaremos un partido nacionalista negro. Si es necesario
organizar un ejército nacionalista negro, organizaremos un ejército
nacionalista negro. Será el voto o la bala. Será la libertad o será la
muerte.”
•
- 27 Nelson Mandela
(1964)
“Un ideal por el que estoy
dispuesto a morir”
“Soy el primer acusado”. Con estas palabras comenzaba uno de los
alegatos más memorables de la historia, aquel que pronunció Nelson
Rolihlahla Mandela (1918-2013) el 20 de abril de 1964 ante el
Tribunal Supremo de Pretoria explicando por qué recurrió a la
violencia para combatir al racismo de su Sudáfrica natal.
“Algunas de las cosas que se le han dicho al tribunal hasta ahora
son ciertas, y otras falsas. No niego, sin embargo, que planeé un
sabotaje. No lo hice movido por la imprudencia ni porque sienta
ningún amor por la violencia. Lo planeé como consecuencia de una
evaluación tranquila y racional de la situación política a la que se
había llegado tras muchos años de tiranía, explotación y opresión
de mi pueblo por parte de los blancos (…)
“Llegué a la conclusión de que, puesto que la violencia en este país
era inevitable, sería poco realista seguir predicando la paz y la no
violencia. No me fue fácil llegar a esta conclusión. Solo cuando
todo lo demás había fracasado, cuando todas las vías de protesta
pacífica se nos habían cerrado, tomamos la decisión de recurrir a
formas violentas de lucha política. Lo único que puedo decir es que
me sentía moralmente obligado a hacer lo que hice (…)”
Líder del Congreso Nacional Africano y comandante en jefe de la
organización armada (y clandestina) Umkhonto we Sizwe, Mandela
encabezó, hasta su detención, la rama violenta de la oposición al
Apartheid, un régimen de segregación racial que permaneció hasta
1992.
“Por encima de todo, queremos los mismos derechos políticos,
porque sin ellos nuestras desventajas serán permanentes (…) Esto,
por tanto, es contra lo que lucha el Congreso Nacional Africano. Su
lucha es una auténtica lucha nacional. Es una lucha de los
africanos, movidos por su propio sufrimiento y su propia
experiencia. Es una lucha por el derecho a vivir. Durante toda mi
vida me he dedicado a esta lucha de los africanos. He luchado
contra la dominación de los blancos, y he luchado contra la
dominación de los negros. He anhelado el ideal de una sociedad
libre y democrática en la que todas las personas vivan juntas en
armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que
espero vivir y que espero lograr. Pero si es necesario, es un ideal
por el que estoy dispuesto a morir.”
Si bien las palabras con las que concluyó su alegato tuvieron amplia
resonancia, tras ellas Madiba –como se lo llamaba– fue condenado a
cadena perpetua. 17 años permaneció realizando trabajos forzados en
una prisión de alta seguridad de Robben Island y 10 más en otras
dos, sumando un total de 27 encarcelado. Convertido en el símbolo
internacional de la lucha contra el apartheid, el Gobierno rechazó
múltiples peticiones por su libertad. En febrero de 1985, el entonces
presidente Pieter Willem Botha se la ofreció a cambio de que
renunciara a la lucha armada, oferta que Mandela rechazó diciendo:
“¿Qué libertad se me ofrece mientras sigue prohibida la organización
de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no
puede entrar en los contratos”.
•
- 28 Ronald Reagan
(1964)
“Tiempo de elegir”
El inicio profesional de Ronald Reagan (1911-2004) poco indicaba el
devenir político que adoptaría, y que lo llevaría a ser electo como
gobernador del Estado de California (1967-1975) primero, y como
presidente de Estados Unidos (1981-1989), después.
Originalmente fue miembro del Partido Demócrata, pero luego se
sumó al Partido Republicano. Sus primeros años laborales
estuvieron en el mundo artístico, filmando películas y presidiendo el
Screen Actors Guild (sindicato de actores de la pantalla). Dos años
después de su cambio partidario, el 27 de octubre de 1964, Reagan
fue orador del discurso en apoyo a la candidatura presidencial de
Barry Goldwater. Esta alocución es considerada una de las más
efectivas que se ha hecho en nombre de un candidato y representa el
punto de partida de la carrera política de Reagan.
“(…) Los Padres Fundadores sabían que un gobierno no puede
controlar la economía sin controlar a la gente. Y sabían que,
cuando un gobierno se decide a hacer, debe usar la fuerza y la
coerción para lograr su objetivo. Así ha llegado el tiempo para
elegir (…)
“(…) Si todo esto parece demasiado, piensen en lo que está en
juego. Tenemos enfrente al peor enemigo que la humanidad ha
conocido en su largo camino desde los pantanos hasta las estrellas.
No puede haber seguridad en ningún lugar del mundo libre si no
hay estabilidad fiscal y económica dentro de Estados Unidos.
Aquellos que nos piden comerciar con nuestra libertad por la sopa
de pollo del estado del bienestar son los arquitectos de una política
de acomodamiento”.
•
- 29 Malcolm X
(1965)
“No puedes odiar la raíz y no odiar
el árbol”
Tras su ruptura con la Nación del Islam, Malcolm X realizó la
peregrinación musulmana a La Meca2. Esta experiencia lo llevó a
convertirse al Islam ortodoxo, reconciliarse con la posibilidad de una
hermandad entre blancos y negros, y fundar, a su regreso a Estados
Unidos, la Organización de Unidad Afroamericana.
Las tensiones entre él y la Nación del Islam fueron en escalada, a tal
punto que recibió varias amenazas de muerte tanto privada como
públicamente. En junio de 1964, la Nación del Islam exigió la
vivienda que Malcom ocupaba en Nueva York, tras lo cual recibió
una orden judicial para desocuparla. El 14 de febrero de 1965, en las
vísperas de una audiencia para aplazar la fecha de desalojo, la casa
fue incendiada. Este episodio tomó lugar el mismo día en que
Malcolm X pronunció el discurso que a continuación se reproduce y
en el que el líder refleja su nueva cosmovisión.
“(…) Estamos en contra de todo el que practique cualquier forma
de segregación o discriminación contra nosotros simplemente
porque no seamos de un color que les resulte aceptable. Creemos
en luchar contra eso. No juzgamos a un hombre por el color de su
piel (…) Te juzgamos por lo que haces y por lo que practicas. Y
mientras practiques la maldad, estaremos en tu contra. Y, para
nosotros, la principal maldad es la que se basa en juzgar a un
hombre por el color de su piel. Y creo que nadie aquí puede negar
que vivamos en una sociedad que simplemente no juzga a un
hombre de acuerdo a su talento, capacidades, credenciales
académicas o falta de ellas. Esta sociedad juzga a los hombres
exclusivamente por el color de su piel. Si eres blanco puedes salir
adelante, y si eres negro tienes que luchar para avanzar a cada
paso y aun así no sales adelante.
“(…) Hasta 1959, la imagen del continente africano la crearon los
enemigos de África (…) Y a África y al pueblo de África los
proyectaban con una imagen negativa, una imagen odiosa. Nos
hicieron creer que África era una tierra de junglas, una tierra de
animales, una tierra de caníbales y salvajes. Era una imagen
odiosa. ¿Por qué? Porque los opresores saben que no pueden hacer
que odies la raíz sin hacer que también odies el árbol. No puedes
odiar tus orígenes, sin acabar por odiarte a ti mismo. Y, como
todos vinimos de África, no pueden hacer que odiemos África sin
hacer que nos odiemos a nosotros mismos (…)”
Una semana después de que dijera esto, el 21 de febrero de 1965,
cuando comenzaba a hablar en una reunión de la Organización de la
Unidad Afroamericana en el Audubon Ballroom de Manhattan, un
hombre gritó: “¡Negro, quita las manos de mi bolsillo!” y Malcolm X
fue asesinado de 16 disparos.
2. Ubicada en la actual Arabia Saudita, es la ciudad natal de Mahoma y la más importante de todas las ciudades santas
del Islam, visitada cada año por millones de peregrinos. Para los musulmanes, el peregrinaje a La Meca forma parte de
uno de los aspectos fundamentales de su fe, los denominados pilares del Islam.
•
- 30 Robert F. Kennedy
(1966)
“Una ola de esperanza”
Solo por su apellido, Robert Francis ‘Bobby’ Kennedy (1925-1968)
puede ser considerado una figura prominente de la escena política
norteamericana. Pero otras circunstancias también lo pusieron en el
foco público. Hermano menor de JFK, asumió como Fiscal General
cuando éste accedió a la presidencia en 1961 y fue uno de sus
consejeros de mayor confianza. Fue, asimismo, senador por Nueva
York entre 1965 y 1968, y se encontraba en plena campaña
presidencial cuando fue asesinado a tiros por el jordano nacido en
Jerusalén Sirhan Bishara Sirhan el 5 de junio de 1968. Al igual que
ocurriera con la muerte de su hermano, este episodio generó una
multitud de especulaciones conspirativas.
El discurso que a continuación se cita es el que pronunció el 6 de
junio de 1966, con motivo del Día de Afirmación de la Libertad
Académica y Humana en la Universidad de Ciudad del Cabo.
“(…) Si queremos ir al frente fuera de nuestras fronteras, si
queremos ayudar a los que lo necesitan, si queremos cumplir con
nuestras responsabilidades para con la humanidad, debemos, en
primer lugar, derribar las fronteras que la historia ha levantado
entre los hombres dentro de nuestras propias naciones: las
barreras de la raza y la religión, las de la clase social y la ignorancia
(…)
“Estos hombres cambiaron el mundo, y todos nosotros podemos
también. Pocos cambiaron por sí mismos el rumbo de la historia,
pero cada uno de nosotros podemos esforzarnos en cambiar una
pequeña parte de los acontecimientos y la suma de todos estos
actos será la historia que escriba esta generación (…)
“Por supuesto, para adherirse a las normas y al idealismo, y para
hacer frente a los peligros inmediatos, se requiere un gran valor y
una gran confianza. Pero también sabemos que sólo aquellos que
se atreven a arriesgar mucho pueden lograr mucho (…)”
•
- 31 Fidel Castro
(1967)
“Hasta siempre comandante”
Convencido de la necesidad de extender la revolución armada, en
1965 el Che Guevara abandonó Cuba y se dirigió al Congo, donde
luchó en apoyo al movimiento revolucionario que estaba en marcha.
Tras el fracaso de esta misión, se dirigió a Bolivia con la intención de
instalar una guerrilla que pudiera extender su influencia hacia otros
países de América latina. Allí, fue capturado por el ejército local y
posteriormente ejecutado el 9 de octubre de 1967.
Diez días después, en la Plaza de la Revolución de La Habana (Cuba),
Fidel Castro decía estas palabras en su honor:
“(…) Podrá morir el artista, sobre todo cuando se es artista de un
arte tan peligroso como la lucha revolucionaria, pero lo que no
morirá de ninguna forma es el arte al que consagró su vida y al que
consagró su inteligencia (…)
“Puede haber influido profundamente en su conducta la idea de
que los hombres tienen un valor relativo en la historia, la idea de
que las causas no son derrotadas cuando los hombres caen y la
incontenible marcha de la historia no se detiene ni se detendrá
ante la caída de los jefes (…)
“Pero se equivocan los que cantan victoria. Se equivocan los que
creen que su muerte es la derrota de sus ideas, la derrota de sus
tácticas, la derrota de sus concepciones guerrilleras, la derrota de
sus tesis (…) Es por eso, compañeros y compañeras de la
Revolución, que nosotros debemos mirar con firmeza el porvenir y
con decisión; es por eso que debemos mirar con optimismo el
porvenir. ¡Y buscaremos siempre en el ejemplo del Che la
inspiración, la inspiración en la lucha, la inspiración en la
tenacidad, la inspiración en la intransigencia frente al enemigo y la
inspiración en el sentimiento internacionalista! (…)”
•
- 32 Martin Luther King
(1968)
“He visto la tierra prometida”
Cuatro años después de recibir el Premio Nobel de la Paz por su
labor en favor de la igualdad racial y los derechos civiles, el 4 de abril
de 1968, Martin Luther King recibía un disparo en el cuello cuando
se encontraba en el balcón del Hotel Lorraine en Memphis y se
disponía a encabezar una marcha en aquella ciudad. Murió pocas
horas después, pero sus palabras perduran. Un día antes, incluso,
había emitido otro de los discursos más inspiradores de la historia.
“(…) La nación está enferma, el problema está en la tierra,
confusión en todas partes. Pero yo sé que, de alguna manera,
solamente cuando está lo suficientemente oscuro puedes ver las
estrellas. Y veo a Dios obrando en este período del siglo XX en una
manera que los hombres, en alguna extraña manera, están
respondiendo. Algo está pasando en nuestro mundo. Las masas de
gente se están levantando. Y donde quiera que hoy estén reunidos
(…) el grito es siempre el mismo: ‘Queremos ser libres’ (…)
“Pues bien, no sé lo que pasará ahora; tenemos días difíciles más
adelante. Pero realmente ahora no me importa, porque he estado
en la cima de la montaña. Y no lo tomo en cuenta, como cualquier
persona me gustaría vivir una larga vida –la longevidad tiene su
lugar. Pero eso no me concierne ahora. Yo solo quiero hacer la
voluntad de Dios. Y Él me ha permitido subir a la montaña. Y he
mirado y he visto la tierra prometida. Puede que no llegue allá con
ustedes. Pero quiero que ustedes sepan esta noche, que nosotros,
como personas, llegaremos a la tierra prometida. Así que esta
noche estoy feliz, no me preocupa ninguna cosa, ¡No le temo a
ningún hombre! ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del
Señor!”
•
- 33 Pablo Neruda
(1971)
“No hay soledad inexpugnable”
El chileno Pablo Neruda (1904-1973) fue, para Gabriel García
Márquez, “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”.
Dos años después de alcanzar la fama internacional en 1924 con
Veinte poemas de amor y una canción desesperada, debido a sus
problemas económicos, Neruda emprendió la carrera consular que lo
llevó a vivir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y España, país
donde se relacionó con artistas incluidos en la llamada Generación
del 27 y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. De regreso a
Chile, hacia el final de la década de 1930, ingresó en el Partido
Comunista, virando su obra hacia la militancia política, y fue electo
senador. En este cargo denunció abusos y desigualdades, por eso fue
objeto de persecución gubernamental y debió exiliarse en la
Argentina, desde donde viajó a distintos países del mundo.
Dos años antes de su muerte, en 1971, Neruda fue galardonado con el
Premio Nobel de Literatura, ocasión en que pronunció el discurso
que aquí se recuerda.
“(…) De todo ello, amigos, surge una enseñanza que el poeta debe
aprender de los demás hombres. No hay soledad inexpugnable.
Todos los caminos llevan al mismo punto: a la comunicación de lo
que somos. Y es preciso atravesar la soledad y la aspereza, la
incomunicación y el silencio para llegar al recinto mágico en que
podemos danzar torpemente o cantar con melancolía; más en esa
danza o en esa canción están consumados los más antiguos ritos
de la conciencia: de la conciencia de ser hombres y de creer en un
destino común (…)
“El poeta no es un ‘pequeño dios’ (…) No está signado por un
destino cabalístico superior al de quienes ejercen otros menesteres
y oficios. A menudo expresé que el mejor poeta es el hombre que
nos entrega el pan de cada día: el panadero más próximo, que no
se cree Dios. Él cumple su majestuosa y humilde faena de amasar,
meter al horno, dorar y entregar el pan de cada día, con una
obligación comunitaria. Y si el poeta llega a alcanzar esa sencilla
conciencia, podrá también la sencilla conciencia convertirse en
parte de una colosal artesanía, de una construcción simple o
complicada, que es la construcción de la sociedad, la
transformación de las condiciones que rodean al hombre, la
entrega de la mercadería: pan, verdad, vino, sueños. Si el poeta se
incorpora a esa nunca gastada lucha por consignar cada uno en
manos de los otros su ración de compromiso, su dedicación y su
ternura al trabajo común de cada día y de todos los hombres, el
poeta tomará parte en el sudor, en el pan, en el vino, en el sueño de
la humanidad entera. Sólo por ese camino inalienable de ser
hombres comunes llegaremos a restituirle a la poesía el anchuroso
espacio que le van recortando en cada época, que le vamos
recortando en cada época nosotros mismos (…)”
•
- 34 Salvador Allende
(1973)
“Pagaré con mi vida la lealtad del
pueblo”
El mismo año en que moría Neruda, Chile sufría otras dos grandes
pérdidas: la de su presidente, Salvador Allende, y la de su
democracia, en manos del golpe de Estado liderado por el general
Augusto Pinochet, cuyo régimen militar se prolongaría hasta 1990.
Nacido en 1908, Allende fue un médico cirujano y uno de los
máximos exponentes del socialismo en su país, liderando y
cofundando dicho partido en 1933. Tras pasar por distintos cargos y
presentarse a elecciones en 1952, 1958 y 1962, en 1970 fue electo
presidente de Chile, inaugurando un dificultoso período que culminó
el 11 de septiembre de 1973, cuando se llevó a cabo el mencionado
golpe de Estado.
El todavía presidente rechazó varios pedidos de rendición y murió en
el Palacio de la Moneda, sede del gobierno, al ser bombardeado por
los detractores. Sus últimas palabras fueron transmitidas a la nación
esa misma mañana, a través de Radio Magallanes, la única favorable
al gobierno que aun no había sido silenciada.
“(8:45 a.m.) (…) que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer
la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile: sin tener
carne de mártir, no daré un paso atrás (…) dejaré la Moneda
cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta
revolución chilena y el gobierno (…) Sólo acribillándome a balazos
podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del
pueblo (…) El proceso social no va a desaparecer porque
desaparece un dirigente. Podrá demorarse, prolongarse, pero (…)
no detenerse. Compañeros, permanezcan atentos a las
informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero
Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo.
Permaneceré en la Moneda inclusive a costa de mi propia vida.
“(9:10 a.m.) (…) ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito
histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que
tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la
conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada
definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se
detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La
historia es nuestra y la hacen los pueblos (…)
“El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no
debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino.
Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la
traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho
más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes
alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una
sociedad mejor.
“¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores! Estas son
mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será
en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección
moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.”
•
- 35 Indira Gandhi
(1974)
“No hay persona que sea
demasiado pequeña”
Hija de un Primer Ministro indio y madre de otro, Indira Gandhi
(1917-1984) fue la primera líder femenina de esta nación asiática. En
1938, ingresó en el partido del Congreso y participó de la lucha por la
independencia de su país junto a Gandhi. Durante los años
siguientes, fue presidenta de su partido, ministra de Información y
Radiodifusión, y Primer Ministro a partir de 1966.
Su desempeño al frente del gobierno (para lo que fue reelegida
sucesivamente hasta 1977), estuvo caracterizado por su política
progresista, causando fuertes disputas en su seno. Asimismo,
algunas de sus contribuciones incluyen la nacionalización de los
bancos de la India, un programa para la auto-suficiencia, políticas
ambientales, y el impulso de la participación de las mujeres en la
vida social y política de su país. El discurso que Indira Gandhi
pronunció el 23 de noviembre de 1974 en la Indraprastha College
for Women en Delhi fue ilustrativo de esto último.
“Un antiguo refrán sánscrito dice que la mujer es el hogar y que el
hogar es base de la sociedad. Es en la medida en que construimos
nuestros hogares que podemos construir nuestro país (…) Esta es
la razón por la que la educación de las mujeres es casi más
importante que la educación de los niños y hombres. Nosotros –y
por ‘nosotros’ no solo me refiero a la India sino a todo el mundo–
hemos descuidado la educación de las mujeres.
“(…) Algunas personas piensan que solo tomando empleos bien
altos están haciendo algo importante o un servicio nacional. Pero
todos sabemos que la maquinaria más compleja sería ineficaz si un
pequeño tornillo no está funcionando como debe y que ese tornillo
es tan importante como cualquier parte grande. Lo mismo sucede
en la vida nacional. No hay un trabajo que sea demasiado
pequeño; no hay persona que sea demasiado pequeña. Todos
tienen algo para hacer. Y si él o ella lo hacen bien, entonces el país
funcionará bien (…)”
En 1980 Indira Gandhi volvió a ponerse al frente de su país. En un
intento por terminar el terrorismo Sij, en junio de 1984 envió tropas
del ejército para sofocar una ocupación de esta etnia en el Templo
Dorado de Amritsar, una acción que ocasionó cientos de muertos y el
resentimiento de los seguidores de esta religión. Esta acción,
asimismo, ocasionó su propia muerte: El 31 de octubre de ese año,
Gandhi fue asesinada por dos miembros de su guardia personal de
origen sij.
•
- 36 Madre Teresa
(1979)
“El amor comienza en casa”
De nombre secular Agnes Gonxha Bojaxhiu, la Madre Teresa de
Calcuta (1910-1997) es uno de los más importantes símbolos de
misericordia, compasión, caridad y entrega que ha dado la historia.
Esta monja católica de origen albanés fundó la congregación de las
Misioneras de la Caridad, en Calcuta, en 1950, y dedicó la mayor
parte de su vida a atender a pobres, enfermos, huérfanos y
moribundos. Tal dimensión alcanzó su figura que, tras su muerte, fue
beatificada por el papa Juan Pablo II. Asimismo, su labor la hizo
receptora de innumerables reconocimientos, incluyendo el Premio
Nobel de la Paz en 1979, ocasión en la que pronunció el siguiente
discurso.
“(…) No es suficiente que digamos: Amo a Dios, pero no amo a mi
prójimo (…) ¿Cómo puedes amar a un Dios al que no ves, si no
amas a tu prójimo al que sí ves, al que sí tocas y con el que vives? Y
por esto es tan importante darnos cuenta que el amor, para que
sea verdadero, debe doler. A Jesús le dolió amarnos (…) Hemos
sido creados para amar y ser amados, y después Él se ha hecho
hombre para hacer posible que nos amáramos unos a otros como
él nos amó. Él se transforma en el hambriento, en el desnudo, en el
sin hogar, en el enfermo, en el prisionero, en el solitario, en el no
querido, y dice: Lo hicisteis conmigo. Hambre de nuestro amor, y
hambriento de nuestra gente pobre. Este es el hambre que tú y yo
debemos encontrar y que puede estar en nuestro propio hogar.
“(…) Hay tanto sufrimiento, tanto odio, tanta miseria, y nosotros
empezamos en casa con nuestra oración, con nuestro sacrificio. El
amor comienza en casa, y no es tanto cuánto hacemos, sino cuánto
amor ponemos en las cosas que hacemos (…) Y así estoy yo aquí
hablando con ustedes, quiero que encuentren a los pobres aquí,
antes que en ningún otro sitio, en su propia casa. Y comenzar a
amar allí.
“(…) Pero no quiero que me den de su abundancia, quiero que me
den de lo que les duela (…) Amémonos unos a otros como Él nos
amó. Vamos a amarlo con un amor indiviso (…) Hagamos este
propósito: que ningún niño no sea deseado, y también que nos
encontremos entre nosotros siempre con una sonrisa,
especialmente cuando sea difícil sonreír (…)”
•
- 37 Adolfo Suárez
(1979)
“La política debe ser una parte
noble”
En el mismo año en que la Madre Teresa pronunciaba este discurso
en Noruega, en España se producía un acontecimiento histórico. El
30 de marzo Adolfo Suárez González, I Duque de Suárez, Grande de
España (1932-2014) asumía como el primer Presidente de la
Democracia de dicho país, convirtiéndose –si bien permaneció en el
cargo solo hasta 1981, cuando presentó su dimisión– en una de las
figuras clave del período que se conoce como la “Transición
Española”. Este proceso llevó a la conformación del sistema
democrático que aun se mantiene y al fin del régimen dictatorial que
por más de 30 años lideró el general Francisco Franco.
Tal fue la importancia de este abogado y político, que, tras su muerte
el 23 de marzo de 2014, le fue otorgado a título póstumo el Collar de
la Real y Distinguida Orden de Carlos III, la condecoración civil más
alta que se entrega en España. En su asunción aquel 30 de marzo,
esto es parte de lo que dijo ante el Congreso de los Diputados:
“(…) Somos un país viejo que no tiene sus nuevas fronteras fuera
de sí, sino dentro de lo que a lo largo de los siglos ha sido la difícil
y terca voluntad de convivencia entre lenguas y culturas diferentes.
El reto actual consiste en admitir que somos como somos, en
empeñarnos en mejorar cada día y en levantar el país a base de
trabajo, capacidad autocrítica y espíritu de sacrificio. La nueva
frontera, en una palabra, no está lejos de nosotros, sino dentro de
todos y cada uno de nosotros mismos. Hemos de saber
encerrarnos en esta identidad definitoria para plantar sólidamente
las raíces del gran pueblo que todos juntos podemos ser.
“Y tenemos voluntad, fortaleza y experiencia política para serlo. La
oportunidad histórica para lograrlo se conjuga ciertamente con
una serie de dificultades económicas y sociales que podrían tratar
de impedirlo. Más lo que importa es elegir correctamente y apostar
por la justicia y la equidad con tenacidad y con eficacia en vez de
turbarnos por el verbalismo y la frivolidad (…) Creemos, en una
palabra, que la política debe ser una parte noble de una sociedad
viva y actuante, no su condicionante o el inicio de su disolución en
el seno de una organización burocratizada y deshumanizante (…)”
•
- 38 Gabriel García Márquez
(1982)
“La soledad de América Latina”
El colombiano Gabriel García Márquez (1927–2014), o Gabo, como
se lo conocía, fue unos de los escritores más importantes de América
Latina. Su prosa tuvo una influencia tal que, en 2007, la Real
Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua
Española lanzaron una edición popular conmemorativa de Cien años
de soledad, su novela más recordada, por considerarla parte de los
clásicos hispánicos de todos los tiempos.
“La soledad en América Latina”, discurso que a continuación se cita,
es el que pronunció al recibir el Premio Nobel de Literatura en 1982.
“(…) América latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin
albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de
independencia y originalidad se conviertan en una aspiración
occidental. No obstante, los progresos de la navegación que han
reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa,
parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural.
¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la
literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras
tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la
justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en
sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con
métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el
dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de
injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una
confabulación urdida a tres mil leguas de nuestra casa. Pero
muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el
infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de
su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a
merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el
tamaño de nuestra soledad.
“Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono,
nuestra respuesta es la vida (…) Un día como el de hoy, mi maestro
William Faulkner dijo en este lugar: ‘Me niego a admitir el fin del
hombre’. No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si
no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los
orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a
admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple
posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a
través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los
inventores de fábulas que todo lo creemos nos sentimos con el
derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para
emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y
arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros
hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea
posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de
soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad
sobre la Tierra.”
•
- 39 Camilo José Cela
(1987)
“En España el que resiste, gana”
Al igual que Gabo, Camilo José de Cela (1916-2002) se inscribe
también entre los escritores más importantes de habla hispana del
siglo XX. De su pluma salieron obras de incuestionable valor como
La familia de Pascual Duarte y La Colmena, entre otras. Oriundo de
La Coruña, este prolífico autor fue, durante 45 años, académico de la
Real Academia Española y recibió algunos de los galardones más
codiciados, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Letras
(1987), el Nobel de Literatura (1989) y el Premio Cervantes (1995).
Este discurso es el que pronunció al recibir la primera de estas
condecoraciones, en 1987.
“En España —y os lo digo, Alteza, porque sois joven y español— el
que resiste, gana. Y también os lo digo, Alteza, porque habréis de
lidiar durante vuestra vida (…) con los tres embates que siempre se
arrancan y siempre se estrellan contra el alma de los elegidos: el
hombre impaciente, el del tiempo inclemente y el de la
circunstancia desaforada e hiriente.
“Alteza, no demos pábulo ni al inerte sentimiento ni a la
anestesiadora y deformante nostalgia y dejemos volar la esperanza
y la ilusión, que son las dos alas de la saludable felicidad que ni
cesa ni aun se interrumpe.
“(…) Este es el paisaje en que la representación de vuestros pasos
históricos ha de tener lugar y ha de acontecer por rigurosa ley de
fatalidad: se llama España y no tenemos otro ni tampoco podemos
ni queremos cambiarlo por ningún otro. Nuestro naipe está sobre
la mesa y con él hemos de jugar la partida en la que nos va el
presente y el futuro. De nuestra sabiduría y prudencia dependerá
el resultado y el llanto o la alegría (…)”
•
- 40 Severn Cullis-Suzuki
(1992)
“Lucho por mi futuro”
Con solo 10 años, la canadiense Severn Cullis-Suzuki fundó la
Organización Infantil del Medio Ambiente (ECO, por sus siglas en
inglés: Environmental Children’s Organization) y, con 12, junto a los
miembros de esta organización –niños, como ella– recaudó el dinero
suficiente para asistir a The Earth Summit, la Cumbre de Medio
Ambiente y Desarrollo celebrada por las Naciones Unidas en Río de
Janeiro, Brasil. Allí, con su corta edad pero firmes convicciones, dejó
mudos a los representantes de los Estados presentes, al hablar, con
dolorosa precisión y desde la perspectiva de su generación, sobre los
riesgos que enfrenta el medioambiente por el inaccionar ‘adulto’.
Esto dijo:
“(…) Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones
por venir. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños
hambrientos del mundo cuyos llantos siguen sin oírse. Estoy aquí
para hablar por los incontables animales que mueren en este
planeta porque no les queda ningún lugar adonde ir. No podemos
soportar no ser oídos.
“(…) Todo esto ocurre ante nuestros ojos y seguimos actuando
como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las
soluciones. Soy solo una niña y no tengo todas las soluciones, pero
quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen. No saben
cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben
cómo devolver a los salmones a aguas no contaminadas. No saben
cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los
bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos. Si no saben
cómo arreglarlo, por favor, dejen de romperlo.
“(…) Mi padre siempre dice: ‘Eres lo que haces, no lo que dices’.
Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches.
Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. Los desafío: por favor,
hagan que vuestras acciones reflejen vuestras palabras.”
•
- 41 Nelson Mandela
(1994)
“Libre al fin”
Luego de 27 años, el entonces presidente Frederik de Klerk
finalmente puso en libertad a Nelson Mandela. Su lucha, sin
embargo, no concluyó ese 11 de febrero de 1990, sino que marcó un
hito a partir del cual las leyes del apartheid comenzaron a ser
derogadas en Sudáfrica.
Un año más tarde, dicho país experimentó sus primeras elecciones
multirraciales, en unos comicios que se prolongaron por tres días y
en los que participaron más de 20 millones de personas. Aquel 27 de
abril de 1994, conocido como el Día de la Libertad, Madiba fue
elegido presidente. Así, tras 342 años de dominación blanca y 46 de
fuerte segregación racial, el 10 de mayo siguiente Sudáfrica asistió a
la asunción de su primer presidente negro, ocasión en la que el nuevo
funcionario expresó:
“(…) Nuestros actos diarios como sudafricanos comunes deben
producir una auténtica realidad sudafricana que reafirme la
creencia de la humanidad en la justicia, refuerce su confianza en la
nobleza del alma humana y dé aliento a todas nuestras esperanzas
de una vida espléndida para todos. Todo esto nos lo debemos a
nosotros mismos y se lo debemos a los pueblos del mundo que tan
bien representados están hoy aquí.
“(…) Ha llegado el momento de curar las heridas. El momento de
salvar los abismos que nos dividen. Nos ha llegado el momento de
construir. Al fin hemos logrado la emancipación política. Nos
comprometemos a liberar a todo nuestro pueblo del persistente
cautiverio de la pobreza, las privaciones, el sufrimiento, la
discriminación de género así como de cualquier otra clase. Hemos
logrado dar los últimos pasos hacia la libertad en relativas
condiciones de paz. Nos comprometemos a construir una paz
completa, justa y perdurable. Hemos triunfado en nuestro intento
de implantar esperanza en el seno de millones de los nuestros.
Contraemos el compromiso de construir una sociedad en la que
todos los sudafricanos, tanto negros como blancos, puedan
caminar con la cabeza alta, sin ningún miedo en el corazón,
seguros de contar con el derecho inalienable a la dignidad
humana: una nación irisada, en paz consigo misma y con el mundo
(…)”
•
- 42 Elie Wiesel
(1999)
“Indiferencia no es sólo un
pecado”
Pero así como las heridas abiertas por el apartheid tardarían años en
sanar, y aun hoy no terminan de cicatrizar, lo mismo sucede con
otros conflictos de catastrófica trascendencia como el Holocausto de
la Segunda Guerra Mundial.
La obra del escritor húngaro de nacionalidad rumana, Eliezer Wiesel
es uno de los reflejos más salientes de ello. Nacido en 1928, tras
sobrevivir a los campos de concentración nazi donde estuvo
confinado desde los 16 años, dedicó su vida a escribir y hablar sobre
los horrores del Holocausto, con la intención de que nada igual
vuelva a suceder. Como parte de esta misión, por la que fue
galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1986, en 1999 enunció
“Los peligros de la indiferencia”, en un foro realizado en
Washington.
“Indiferencia –dijo aquel día–, no obtiene respuesta. Indiferencia no
es una respuesta. La indiferencia no es el comienzo; es el final. Y, por
lo tanto, indiferencia es siempre el amigo del enemigo, porque se
beneficia del agresor, nunca de su víctima, cuyo dolor es magnificado
cuando él o ella se sienten olvidados. El prisionero político en su
celda, los niños hambrientos, los refugiados sin hogar, se sienten
abandonados, no por la respuesta a su súplica, no por el alivio de su
soledad, sino porque no ofrecerles una chispa de esperanza es como
exiliarlos de la memoria humana. Y, al negarles su humanidad,
traicionamos nuestra propia humanidad. Indiferencia, entonces, no
es sólo un pecado, es un castigo. Y es una de las más importantes
lecciones de la amplia gama de experimentos del bien y el mal del
siglo pasado”.
•
- 43 Gerhard Schroeder
(2005)
“60 años de Auschwitz”
Seis años más tarde, se cumplían 60 años del final de la Segunda
Guerra y la liberación de Auschwitz, el mayor campo de
concentración y exterminio que existió durante la dominación nazi.
En conmemoración, el 25 de enero de 2005, el entonces canciller de
Alemania, Gerhard Fritz Kurt Schröder, emitió las siguientes
palabras:
“(…) El mal no es una categoría científica o política. Sin embargo,
después de Auschwitz, ¿quién podría dudar de su existencia, y de
que se manifestó asimismo en el genocidio impulsado por el odio y
llevado a cabo por el régimen nazi? Aun así, reconocer este hecho
no nos permite esquivar nuestra responsabilidad arrojando la
culpa sobre un demoníaco Hitler. El mal manifestado en la
ideología nazi no carecía de predecesores. Había una tradición
detrás del ascenso de esta brutal ideología y la pérdida de
inhibición moral que le acompañaba. Sobre todo, hay que decir
que la ideología nazi era algo que la población apoyaba en aquel
momento y que contribuyó a que sucediera.
“Ahora, 60 años después de la liberación de Auschwitz por el
Ejército Rojo, yo estoy frente a ustedes como el representante de
una Alemania democrática. Yo expreso mi vergüenza por las
muertes de aquellos que fueron asesinados y por el hecho de que
ustedes, los sobrevivientes, fueron forzados a marchar a través del
infierno de un campo de concentración.
“(…) del terror nazi ha emergido una certeza para todos nosotros
que puede ser expresada de la mejor manera por las palabras
‘nunca más’. Queremos preservar esta certeza. Todos los alemanes,
pero también todos los europeos y la comunidad internacional
entera, necesitamos continuar aprendiendo a convivir entre
nosotros con respeto, humanidad y en paz (…)”
•
- 44 Steve Jobs
(2005)
“Conectar los puntos”
En un ámbito muy distinto, ese mismo año Steve Jobs (1955-2011),
emprendedor visionario y padre de Apple, pronunció un discurso
igualmente inspirador, aunque por razones diferentes. El lugar era la
Universidad de Stanford; la fecha, el 12 de junio de 2005; y, la
ocasión, la ceremonia de graduación de alumnos de dicha institución
académica. Citado por tecnológicos y no tecnológicos por igual,
“Conectar los puntos” mostró una versión distinta del Jobs que solía
presentarse en los lanzamientos de su empresa, una mucho más
emocional, sensible y humilde, con consejos que merecen ser leídos o
escuchados en más de una ocasión.
“(…) no puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes
hacerlo hacia atrás. Así que tienen que confiar en que los puntos se
conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu
instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Esta forma de
actuar nunca me ha dejado tirado y ha marcado la diferencia en mi
vida.
“(…) El trabajo va a llenar gran parte de sus vidas, y la única forma
de estar realmente satisfechos es hacer lo que consideren un
trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar
lo que hagan. Si aún no lo han encontrado, sigan buscando. No se
conformen.
“(…) El tiempo es limitado, así que no lo gasten viviendo la vida de
otro. No se dejen atrapar por el dogma que es vivir según los
resultados del pensamiento de otros. No dejen que el ruido de las
opiniones de los demás ahogue su propia voz interior. Y, lo más
importante, tengan el coraje de seguir a su corazón y a su
intuición. De algún modo, ellos ya saben lo que tú realmente
quieres ser. Todo lo demás es secundario”.
•
- 45 Dianne Feinstein
(2006)
“Es tiempo de actuar”
Nacida el 22 de junio de 1933, la demócrata Dianne Goldman
Berman Feinstein fue la primera mujer en ser elegida alcalde de San
Francisco (1978-1988) y en servir en el Senado de California. Como
parte de su labor, fue precursora al presentar proyectos de ley para
combatir el cambio climático, en apoyo de los cuales, en octubre de
2006, dijo lo siguiente:
“Hoy estoy aquí para discutir el calentamiento global, el mayor
desafío ambiental al que se enfrenta el planeta (…) Si actuamos
ahora y los mayores aumentos de temperatura se reducen a uno a
dos grados centígrados para finales de este siglo, los daños –
aunque importantes– serán manejables. Pero si no actúan y
aumenta el calentamiento de cinco a nueve grados, a finales de
este siglo los daños serán catastróficos e irreversibles. Así que
debemos actuar ahora.
“Cada uno de nosotros se enfrenta a una elección, una elección que
tendrá repercusiones no sólo para nuestro futuro, sino para el
futuro de nuestros hijos y nietos. ¿Seguimos con una actitud de
negocios como de costumbre? ¿O hacemos los cambios necesarios
para evitar una catástrofe? (…) Si no se hace nada, si la Tierra se
calienta desde cinco hasta nueve grados, el rostro de nuestro
planeta cambiará para siempre. Es por eso que debemos actuar
pronto y con decisión (…) La elección es clara. Es hora de dejar de
hablar y comenzar a actuar.”
•
- 46 Randy Pausch
(2007)
“La última lección”
El 18 de septiembre de 2007, el profesor de ciencias de la
computación, interacción hombre-máquina y diseño, Randy Pausch
tenía previsto cumplir con una tradición académica llamada “última
lección” en la estadounidense Universidad Carnegie Mellon. Lo que
ninguno de los 400 estudiantes y colegas presentes esperaban, sin
embargo, es que comenzara la alocución anunciando que había sido
diagnosticado con cáncer de páncreas y que los médicos le estimaban
de tres a seis meses de vida. Pero él afrontó aquella intervención, su
verdadera última lección, con un humor y sentido común que
hicieron que la misma se convirtiera en una lección de vida, no solo
para quienes la presenciaron sino también para todo aquel que esté
dispuesto a escuchar.
Si bien se sometió a cirugías agresivas y a quimioterapia
experimental para intentar frenar el avance de la enfermedad, el 25
de julio de 2008, menos de diez meses después de su clase final,
Pausch falleció en su Chesapeake natal. A continuación, su legado, la
estela de su lección inmortal.
“(…) Que patético si sabes que vas a morir y que tienes que dar una
última conferencia. ¿Qué les dirías a tus alumnos? Para mí hay un
elefante en la habitación y el elefante es que tengo cáncer en el
páncreas, que ha regresado después de quimioterapia, cirugía y
radiación, y que los doctores me han dicho que no hay nada más
que hacer y que tengo meses de vida.
“Esta charla no es sobre la muerte, es sobre la vida y como vivirla,
específicamente sobre los sueños de tu niñez y como conseguirlos
(…) ¿Cuáles eran mis sueños de niño? Jugar en la liga nacional de
fútbol. Es uno de los sueños que no conseguí. Y es importante
hacerlo notar. Si no consigues tus sueños puedes todavía conseguir
mucho intentando. Hay una expresión que amo que dice:
‘Experiencia es lo que obtienes, cuando no obtienes lo que quieres’.
“(…) Mi siguiente sueño: Walt Disney Imaginering (…) Me gradué
de la universidad y traté de llegar a ser parte de la gente que hace
la magia. Lo que obtuve fue una amable carta de rechazo. Guardo
esas cartas de rechazo todavía. Son una inspiración. Dejé que las
cosas pasaran y trabajé duro y me convertí en un ingeniero junior
de investigación visual en mi facultad (…) Desarrollé las
habilidades que eran valiosas para Disney y tuve la oportunidad de
trabajar allí (…) ¡Me tomó quince años lograrlo! Y muchos,
muchos intentos. Aprendí que, cuando un muro aparece en
nuestro camino, está por una razón, no es para detenernos, sino
para mostrarnos cuanto queremos lograr.
“(…) Si quieres conseguir tus sueños es mejor que juegues
honestamente con los demás. Un consejo que es difícil de seguir.
Di la verdad. Segunda cosa: cuando la ‘riegues’, discúlpate (…) Sé
agradecido (…) La gratitud es una cosa muy sencilla y poderosa. Y,
por último, no creo que quejarse y cuestionarse todo resuelva
realmente los problemas (…) Puedes escoger que el tiempo que te
quede esté lleno de energía y esfuerzo, gastarlo quejándote, o
emplearlo jugando el juego duro. Posiblemente te ayude más si
escoges esto (…)”
•
- 47 Al Gore
(2007)
“Tenemos un propósito. Somos
muchos”
Albert Arnold Gore fue el cuadragésimo quinto vicepresidente de
Estados Unidos, bajo el mandato de Bill Clinton, y candidato
presidencial en 2000, perdió contra el republicano George Bush.
Pero, en los últimos años, este demócrata forjó su reputación por
razones distintas.
En 2006, protagonizó el documental ganador del premio Oscar Una
verdad incómoda, que habla sobre el cambio climático, la
responsabilidad que tienen las personas, gobiernos e industrias, y la
necesidad de emprender un camino hacia las energías limpias. Por su
contribución a la reflexión y acción mundial contra este fenómeno, al
año siguiente fue galardonado no solo con el Premio Príncipe de
Asturias de Cooperación Internacional, sino también con el Premio
Nobel de la Paz (junto al Panel Intergubernamental sobre el Cambio
Climático, IPCC). Al recibir este último, Al Gore puso de manifiesto
la urgencia de tomar acciones, en el discurso que aquí se resume:
“(…) estamos enfrentando una emergencia planetaria. Una
amenaza a nuestra subsistencia que está ganando siniestro y
destructivo potencial mientras estamos aquí reunidos (…) Sin
embargo, a pesar de un creciente número de honorables
excepciones, demasiados líderes mundiales siguen siendo mejor
descritos por las palabras de Winston Churchill aplicadas a
quienes ignoraron la amenaza de Adolfo Hitler: ‘Continúan con
extrañas paradojas, sólo deciden seguir indecisos, acuerdan seguir
en desacuerdo, firmes en patinar, sólidos en la fluidez, todos
poderosos en impotencia’.
“(…) El futuro está tocando a nuestra puerta ahora mismo. No se
equivoquen, la siguiente generación nos preguntará una de estas
dos cosas: ‘¿En qué estaban pensando, por qué no actuaron?’ O,
por el contrario, ‘¿cómo hicieron para encontrar el coraje moral,
levantarse y resolver exitosamente una crisis que muchos decían
era imposible de resolver?’
“Tenemos todo lo que necesitamos para empezar, excepto, tal vez,
voluntad política. Pero la voluntad política es un recurso
renovable. Así que renovémosla y digamos todos juntos: ‘Tenemos
un propósito. Somos muchos. Por este propósito nos levantaremos
y actuaremos’.”
•
- 48 Barack Obama
(2008)
“Sí, podemos”
Un año después del discurso de Al Gore, un acontecimiento histórico
ocurrió en su Estados Unidos natal. El hasta entonces senador por
Illinois, demócrata Barack Hussein Obama II, se convirtió en el
primer afroamericano en ser electo Presidente. Aquí, parte del
emotivo discurso que pronunció ante más de 100 mil personas en el
Grant Park de Chicago, tras conocerse los resultados de dicha
elección en noviembre de 2008:
“(…) Si todavía queda alguien por ahí que aún duda de que Estados
Unidos es un lugar donde todo es posible, quien todavía se
pregunta si el sueño de nuestros fundadores sigue vivo en nuestros
tiempos, quien todavía cuestiona la fuerza de nuestra democracia,
esta noche es su respuesta (…) Ha tardado tiempo en llegar, pero
esta noche, debido a lo que hicimos en esta fecha, en estas
elecciones, en este momento decisivo, el cambio ha venido a
Estados Unidos.
“(…) Mientras celebramos esta noche, sabemos que los retos que
nos traerá el día de mañana son los mayores de nuestras vidas –
dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera desde
hace un siglo (…) El camino por delante será largo. La subida será
empinada. Puede que no lleguemos en un año ni en un mandato.
Sin embargo, Estados Unidos nunca ha estado tan esperanzado
como esta noche de que llegaremos. Les prometo que, nosotros,
como pueblo, llegaremos.
“(…) Allí está la verdadera genialidad de Estados Unidos: que
puede cambiar. Nuestra unión se puede perfeccionar. Lo que ya
hemos logrado nos da esperanza con respecto a lo que podemos y
tenemos que lograr mañana. (…) Sí podemos (…) Y donde nos
encontramos con escepticismo y dudas, y aquellos que nos dicen
que no podemos, contestaremos con ese credo eterno que resume
el espíritu de un pueblo: Sí podemos (…)”
•
- 49 Hillary Clinton
(2010)
“Caminos hacia la prosperidad en
las Américas”
Primera Dama de Estados Unidos desde 1993 a 2001, cuando Bill
Clinton ejercía la presidencia, Hillary Diane Rodham Clinton supo
crear una estela política propia. Principal rival de Obama para la
candidatura presidencial demócrata, se convirtió luego en la 67ª
Secretaria de Estado de su país (y por primera vez, una ex Primera
Dama norteamericana formó parte de un gabinete presidencial).
“Caminos hacia la prosperidad en las Américas” fue un discurso que
emitió el 4 de marzo de 2010 en una reunión ministerial en San José,
Costa Rica. Aquí parte de sus palabras aquel día:
“(…) Me impresionan los pueblos de nuestro hemisferio. He
viajado por éste durante 17 años y he conocido personas con ideas
ingeniosas, una gran ética profesional y un fuerte espíritu
empresarial en todas partes. He concluido que el talento es
universal, pero la oportunidad no lo es. Lo único que necesitan es
la posibilidad de demostrar lo que pueden hacer, que pueden
competir en un ambiente empresarial que sea justo y seguro.
Juntos podemos ayudar a conseguirlo.
“(…) He recordado otra vez que, dondequiera que vivamos en las
Américas, cualquiera que sea nuestra herencia, cualquiera que sea
el idioma que hablamos, todos queremos lo mismo: la oportunidad
de vivir vidas seguras y sanas, ver a nuestras familias ser
productivas y avanzar hacia un futuro mejor, participar
plenamente en nuestras comunidades y hacer todo lo que
podamos para que estas oportunidades lleguen a otros (…)”
•
- 50 Papa Francisco
(2013)
“Recen por mí”
“Recen por mí”. Las palabras parecen intrínsecamente ligadas a
Francisco, el papa número 266 de la Iglesia Católica. De nombre
secular Jorge Mario Bergoglio, este argentino nacido el 17 de
diciembre de 1936, se convirtió en jefe del Estado de la Ciudad del
Vaticano el 13 de marzo de 2013, luego de que su predecesor,
Benedicto XVI, en un acontecimiento sin precedentes, renunciara a
su cargo.
Francisco se instauró, así, como el primer papa en muchos sentidos:
el primero jesuita, el primero proveniente del hemisferio sur, el
primero en provenir del continente americano, el primero
hispanoamericano y el primero no europeo desde el sirio Gregorio
III, fallecido en 741. Parece inmejorable, en consecuencia, culminar
este repaso por la historia citando a este ilustre religioso, que, desde
su llegada al Vaticano, es reconocido por su humildad, austeridad,
apertura al diálogo y preocupación por los marginados.
“Ustedes saben que el deber del Cónclave es dar un obispo a Roma.
Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin
del mundo”, dijo, tras anunciarse su elección, ante una colmada
Plaza de San Pedro.
“Ahora comenzamos este camino: obispo y pueblo (…) Un camino de
fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre
por nosotros: el uno por el otro”, sostuvo también, al tiempo que
añadió: “Quisiera dar la bendición, pero, antes, les pido un favor.
Antes de que el obispo bendiga al pueblo, les pido que ustedes recen
para que el Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la
bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración de
ustedes por mí”.
Unos meses más tarde se llevó a cabo la XXVIII edición de la
Jornada Mundial de la Juventud. Realizada en Río de Janeiro, Brasil,
ésta registró picos de hasta 3,7 millones de participantes, que
peregrinaron hasta allí para ser parte de la celebración junto al Sumo
Pontífice. En dicho marco, el 25 de julio, Francisco tuvo un
encuentro con jóvenes de su país natal, Argentina, a quienes les dijo:
“(…) quiero lío en las diócesis, quiero que salgan, quiero que la
Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que
sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea
comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar
encerrados en nosotros mismos (…) los jóvenes tienen que salir,
tienen que hacerse valer, tienen que salir a luchar por los valores
(…) les pido de corazón a los ancianos, no claudiquen en ser la
reserva cultural de nuestro pueblo que transmite la justicia, la
historia, los valores, la memoria. Y, ustedes, por favor, no se metan
contra los viejos, déjenlos hablar, escúchenlos (…)
“Entonces, hagan lío, cuiden los extremos del pueblo, que son los
ancianos y los jóvenes, no se dejen excluir y no excluyan a los
ancianos, y no licúen la fe en Jesucristo (…) Gracias por acercarse,
gracias por rezar por mí. Se los pido de corazón, necesito, necesito
de la oración de ustedes, necesito mucho. Gracias por eso (…) Pero
no se olviden: hagan lío, cuiden los dos extremos de la vida, los dos
extremos de la historia de los pueblos que son los ancianos y los
jóvenes, y no licúen la fe.”
•
Dumont, Catherine
50 Discursos Inspiradores : qué dijeron y porqué quienes
cambiaron el mundo . - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos
Aires : Music Brokers, 2015.
E-Book.
ISBN 9789877440317
1era. edición
Cooltura
Diseño de portada: Federico Dell’Albani / Music Brokers Art Dept.
Diseño de interior: Ana Paula Giunta / Music Brokers Art Dept.
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