5b) Comente los aspectos más relevantes de la obra de la primera mitad del siglo XX que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 p.) Niebla, Miguel de Unamuno Miguel de Unamuno es uno de los autores más representativos de la Generación del 98, junto con otros escritores como José Martínez Ruiz, Azorín, y Pío Baroja. Estos autores tenían una actitud crítica ante la realidad. Defendían la necesidad de cambios y adoptaban un compromiso social y político. puesto que se oponían a la mediocridad de la sociedad española de la Restauración. Además, estuvieron muy influidos por filósofos existencialistas de finales del XIX, como Hegel, por lo que en sus obras reflejaron el llamado Mal del Siglo: amargura existencial, hastío, angustia, melancolía del pasado, incertidumbre hacia el futuro y cosmopolitismo. A pesar de que cultivase todos los géneros, la obra de Unamuno debe verse como una unidad muy personal de su autor donde siempre se percibe una parte de su personalidad y de sus reflexiones y devaneos. La unidad de la obra de don Miguel, a pesar de la diversidad de formas, tiene otra causa y es que la personalidad del autor invade cada forma. De ahí que todos los géneros que cultivó lleven su sello indiscutible. Casi puede decirse que Unamuno creó su forma novelística rebelándose contra la novela naturalista. Lo que hace Unamuno es sustituir la tradicional lucha del hombre y su medio por la de la personalidad misma. Niebla (1913), en concreto, es una de sus novelas más destacadas e innovadoras, donde e autor describe el concepto de «Nivola», caracterizado porque se produce una ruptura con la novela realista y se juega con la estructura narrativa y la concepción de los personajes. Se da más peso al monólogo. Es una de las obras representativas de la transformación que sufre la narrativa en la llegado del nuevo siglo. El principal cambio entre la literatura del XIX al XX reside en la diferencia existente entre reflejar la realidad o que la realidad representada se mire a sí misma. La novela se irá vaciando gradualmente de espacios exteriores para llenarse de interiores. El propósito ya no es reflejar la realidad, sino que esta aparece diluida como un trasfondo de experiencias subjetivas o de los problemas de conciencia. Esto implica cambios como el abandono de la omnisciencia narrativa y predominio de un punto de vista limitado, la insistencia en la presentación de sensaciones y experiencias interiores o la supresión o transformación de los elementos propios del argumento tradicional. Aspectos todos ellos perceptibles en Niebla. Niebla narra la historia de Augusto Pérez, un personaje solitario, filosófico y melancólico, que dedica su tiempo a pasear y reflexionar junto con su perro Orfeo. Augusto se enamorará de Eugenia, personaje idealizado como la Dulcinea de Don Quijote (obra con la que veremos que mantiene muchos elementos en común), y dedicará sus esfuerzos a intentar conquistarla. El pasaje más famoso de la novela se sitúa hacia el final de la misma, cuando el personaje principal decide enfrentarse a su autor, Miguel de Unamuno. Se desvanece así la frontera entre ficción y realidad y se mezclan los planos novelísticos confundiendo la figura de autor, narrador y personaje. Juego más complejo si añadimos que el prólogo de la obra lo escribe uno de los personajes, Víctor Goñi, parodiando el estilo del autor real, Unamuno. Confusión que también se aprecia cuando Víctor Goti asegura estar escribiendo una novela que es como la misma obra que estamos leyendo, cuando define el término «Nivola». Niebla es, principalmente, una propuesta o defensa de una literatura poco elaborada formalmente, pues presenta una paródica historia de amor frustrado, pero que muestra el complicado mundo intelectual de su autor, Miguel de Unamuno, y se centra más en dilemas filosóficos y existencialistas que atañen no solo a la concepción del individuo, sino de la propia literatura.