Sede Jinotega, 2023 Exposición 8: 1.- La Reforma en la Gran Bretaña. 2.- La Reforma católica o La contrareforma. 3.- La Ortodoxia luterana. Historia del Pensamiento Cristiano Docente: Ms. Jairo López Alumno: Pastor José Valdivia La Reforma en la Gran Bretaña Hay cuatro tradiciones importante que surge de la Reforma protestante: La luterana, la reformada, la anabaptista y la anglicana Alemania Reforma protestante Luterana Suiza Reforma protestante Anabaptista Inglaterra Reforma protestante Anglicana. Francia Reforma protestante Reformada www.presentationgo.com Tomó forma en Inglaterra a través de un complicado proceso. Este proceso comenzó durante el reinado de Enrique VIII (1509-1547) y llegó a su punto culminante bajo Isabel I (1558-1603). Esta reforma tuvo dos características La Reforma anglicana 1.- La primera es que la historia de la Reforma en Inglaterra estuvo dominada por los acontecimientos políticos y por las diversas actitudes de los monarcas. los personajes más importantes en Inglaterra en lo que se refiere a asuntos religiosos no fueron los reformadores mismos, sino los monarcas a quienes sirvieron o a quienes se enfrentaron —a veces hasta la muerte. 2.- La otra característica de la Reforma inglesa es que no hubo en ella una o dos figuras teológicas descollantes. Ninguno de sus principales exponentes logró la prominencia teológica de Lutero o Calvino, aunque teólogos tales como Cranmer, Jewel, Latimer, Ridley, Hooper y otros hicieron contribuciones importantes. Reyes en tiempos de la Reforma Anglicana ISABEL I EDUARDO VI ENRIQUE VIII Ruptura por petición de anulación matrimonio con Catalina de Aragón. Resultado: cambios menores en la vida de la Iglesia, pero que su teología y práctica todavía distaban mucho de ser protestantes. (1509-1547) Gobierno en manos del duque de Somerset, y del duque de Northumberland. Apoyaron la causa de la reforma de tipo protestante. Cranmer aumentó su influencia, y la utilizó para llevar a la Iglesia de Inglaterra hacia el protestantismo. Logros: lectura de la Biblia en inglés durante el servicio, la publicación de Doce homilías para asegurar que la predicación se ajustase a la doctrina correcta, la abolición de los Seis artículos, la orden de que la comunión fuese administrada en ambas especies, el permiso para que los clérigos Se casaran. Y la publicación del Libro de oración común. MARIA I Conocida por su intento de abrogar la Reforma anglicana, tratando de restabler el catolicismo en el país. Las ejecuciones que marcaron la restauración del catolicismo en Inglaterra e Irlanda suscitaron que sus opositores protestantes la apodaran «María la Sanguinaria» Restableció y con ella se dio forma al anglicanismo o la iglesia Inglesa y lo situó en un término medio entre la Reforma protestante y la tradición católica. Isabel retornó a la Iglesia a su estatus reformado, tal como había sido bajo el reinado de Eduardo VI. Reinstauró el Acta de Supremacía (abril de 1559), que ponía al monarca inglés al frente de la Iglesia (en oposición al papa). (1558-1603) (1547-1549) (1553-1558) La reforma anglicana bajo Enrique VIII La Reforma Anglicana: Sus inicios bajo Enrique VIII 01 02 03 04 Todos estos esfuerzos probablemente no hubieran tenido resultado de no haber sido porque las circunstancias políticas obligaron a Enrique VIII a romper con Roma. La ruptura vino a raíz de la petición de anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón. Enrique siempre había tenido dudas sobre la validez de ese matrimonio, puesto que Catalina era la viuda de su hermano mayor Arturo. Al morir Arturo, Fernando el Católico había insistido en que Catalina regresara a España con su dote. Para conservar tanto la dote de Catalina como la buena voluntad de España, Enrique VII propuso que la viuda se casara con su hijo menor Enrique, quien era ahora heredero del trono. Aunque había dudas acerca de si tal matrimonio sería lícito, los dos reyes convencieron al Papa para que les otorgara una dispensa. Esas dudas parecieron confirmarse cuando todos sus hijos, excepto María, murieron a edad temprana. La sucesión al trono estaba en peligro —e Inglaterra acababa de salir de un largo período de lucha civil precisamente sobre la cuestión de la sucesión. Fue por esta razón que Enrique pidió la anulación de su matrimonio. Enrique le pidió al Papa que su matrimonio fuese anulado. El Papa no podía acceder a tal petición, puesto que Catalina era la tía de Carlos V, quien era dueño de buena parte de la Europa occidental. En una serie de medidas se fue haciendo dueño de la Iglesia. Revivió las antiguas leyes que prohibían las apelaciones a Roma, y detuvo los fondos que antes se le enviaban al Papa. Cuando la sede de Canterbury quedó vacante, se aseguró de que Tomás Cranmer (1489-1556) fuese nombrado para ocuparla. Cranmer era un reformador moderado que había recibido la influencia de Lutero. Pero la razón por la que Enrique le hizo nombrar era que Cranmer pensaba que el juicio de las universidades sobre el matrimonio de Enrique bastaba para anularlo. Ya para esa fecha, Enrique se había casado secretamente con Ana Bolena, pues ésta estaba encinta y Enrique quería asegurarse de que su hijo fuese legítimo. Irónicamente, Ana tuvo otra niña, y aunque Enrique pensó que esto no resolvía el problema, a la postre esa niña llegó a ser la reina Isabel. La Reforma Anglicana: Sus inicios bajo Enrique VIII 05 El Papa le ordenó a Enrique que abandonase a Ana y volviese a tomar a Catalina como esposa dentro de un plazo de diez días, so pena de excomunión. En respuesta, Enrique hizo que una serie de declaraciones del Parlamento le declarasen cabeza suprema de la Iglesia dentro de sus dominios, anulasen su matrimonio con Catalina, y aceptasen a Ana como reina de Inglaterra, y a su hija Isabel como heredera legítima del trono, en caso de que Enrique no tuviese heredero varón. 06 Resultado: cambios menores en la vida de la Iglesia, pero que su teología y práctica todavía distaban mucho de ser protestantes. Los Diez Artículos de 1536 afirmaban la autoridad de la Biblia, de los credos antiguos y de los primeros cuatro concilios ecuménicos —con lo cual implícitamente negaban la autoridad de la tradición posterior. Se mencionan tres sacramentos: el bautismo, la eucaristía y la penitencia. En la eucaristía, Cristo está real y físicamente presente. La salvación es mediante la fe y las buenas obras. Se retenían prácticas tales como el uso de imágenes, las oraciones por los muertos, la creencia en el purgatorio, las vestimentas clericales, la invocación de los santos y otras cosas parecidas, y se prohibía negarlas o atacarlas. Poco después, principalmente a través de la influencia de Cranmer, se les ordenó a los párrocos colocar una gran Biblia en inglés en un lugar apropiado en la iglesia donde los laicos pudiesen leerla. Otro cambio importante que Cranmer logró durante el reinado de Enrique fue que se cantara la letanía en inglés. Aunque hubo bastante oposición a esto entre el laicado, pronto la nueva costumbre comenzó a arraigarse. Se disolvieron los monasterios La reforma anglicana bajo Eduardo VI Reforma Inglesa Bajo Eduardo VI Durante ese tiempo el gobierno estuvo primero en manos del duque de Somerset, y después del duque de Northumberland. Ambos regentes —al parecer por diferentes razones— apoyaron la causa de la reforma de tipo protestante. La influencia de Cranmer aumentó, y el arzobispo la utilizó para llevar a la Iglesia de Inglaterra hacia el protestantismo. Las muchas medidas que se tomaron durante esos años incluían la lectura de la Biblia en inglés durante el servicio, la publicación de Doce homilías —tres de ellas por Cranmer— cuyo propósito era asegurarse de que la predicación en todo el país se ajustase a la doctrina correcta, la abolición de los Seis artículos, la orden de que la comunión fuese administrada en ambas especies, el permiso para que los clérigos se casaran, y muchas otras. Pero el logro más importante del reinado de Eduardo VI en lo que a la religión se refiere fue la composición y publicación del Libro de oración común. Muchos ingleses que habían partido al exilio en el continente regresaron, trayendo con ellos ideas que se acercaban más a las de Zwinglio que a las de Lutero. Entre estos exiliados se contaban John Hooper (ca. 1495-1555) y Nicolás Ridley (ca. 15031555), quienes ejercieron fuerte influencia sobre el rumbo que el movimiento reformador iba tomando. Como resultado de ello, no cabe duda de que el Libro de oración común de 1552 es protestante. Los principales dirigentes del movimiento reformador durante esa época fueron, además de Tomás Cranmer, Nicolás Ridley, John Hooper y Hugh Latimer (ca. 1485-1555). La reforma anglicana bajo María I Hechos importantes bajo María I 1.- La situación cambió radicalmente, frenándose y girando hacia el catolicismo. 2.- Ordenó que el Parlamento declarase que el matrimonio de su madre con Enrique VIII había sido válido, y que todas las leyes religiosas de Eduardo VI quedaban anuladas. 3.- Tras una serie de negociaciones complicadas, se restablecieron las relaciones con Roma. Su matrimonio con Felipe II de España fortaleció al partido católico. 4.- Siguió entonces una larga lista de mártires, que le han merecido el título de «María la sanguinaria». La reforma anglicana bajo Isabel I Hechos importantes bajo Isabel I Se movió cautelosa pero firmemente en dirección hacia una Iglesia nacional que lograra incluir al mayor número posible de sus súbditos. Permitió cierta libertad de expresión, pero insistió en la uniformidad de la adoración al restaurar el Libro de oración común, su segunda edición, con otras revisiones. Cuando los obispos nombrados por María se negaron a aceptar la supremacía de Isabel sobre la Iglesia, fueron depuestos y reemplazados por obispos de la época de Eduardo VI que habían partido al exilio en tiempos de María, o por nuevos obispos. Aunque en términos generales Isabel evitó la crueldad, sí fue firme cuando le pareció necesario. Le dio su forma definitiva al anglicanismo por la promulgación de los Treinta y nueve artículos sobre religión. Éstos eran esencialmente una revisión de los Cuarenta y dos artículos de Eduardo VI, que habían sido compilados por Cranmer en la esperanza de que expresasen una posición intermedia entre el luteranismo y el calvinismo, al mismo tiempo que sirvieran para excluir el catolicismo romano y el anabaptismo. Legado de la reforma Inglesa 1.- Como en el resto de Europa, el fundamento de la Reforma en Inglaterra era la autoridad de las Escrituras. La obra de Tyndale al traducir la Biblia se basaba en ese principio, que era el principal vínculo de unión entre él y la Reforma en el continente. John Jewel (1522-1571), uno de los principales teólogos del período isabelino, escribió una Apología de la Iglesia de Inglaterra, en la que trataba de mostrar que tanto las Escrituras como la antigua tradición de la Iglesia apoyaban las posiciones de la Iglesia Anglicana. Este convencimiento de que lo que estaban haciendo y enseñando se basaba en las Escrituras fue uno de los pilares de la Reforma anglicana. Fue por esto que tanto Tyndale como Cranmer, siguiendo la tradición de Wycliffe, hicieron todo lo posible para que cada inglés tuviese disponible la Biblia en el vernáculo. 2.- La justificación por la fe era el otro gran pilar de la Reforma protestante. También fue tema constante en la teología de los reformadores ingleses. En su prólogo a Romanos, Tyndale afirma que «la suma y razón única de la composición de esta epístola es probar que el ser humano es justificado únicamente por la fe». John Frith también creía que esto era el corazón mismo del evangelio, aunque pensaba que resultaba más exacto decir, no que Dios le imputa la justicia al creyente, sino que Dios decide no imputarle el pecado. De Manera semejante, Cranmer afirmó que «nuestra fe viene libremente por la misericordia de Dios... sin que nosotros de algún modo la merezcamos o ganemos». 3.- Colocaban el poder de hacer decisiones con respecto a la liturgia, el gobierno de la Iglesia y otras cuestiones semejantes bajo la responsabilidad de la Iglesia. En esto Jewel seguía a Cranmer, quien había enseñado que las ceremonias — incluso las que se encuentran en el Nuevo Testamento— no son de obligación para la Iglesia en todo tiempo. Al extenderle al Nuevo Testamento la distinción tradicional —que normalmente se le aplicaba únicamente al Antiguo— entre los mandamientos morales y ceremoniales, Cranmer pudo afirmar que las prescripciones litúrgicas concretas de Pablo, o las decisiones del Concilio de Jerusalén, tenían solamente una autoridad pasajera, y no eran obligatorias para todos en tiempos modernos. Esto se expresa en el trigésimo cuarto de los Treinta y nueve artículos, que trata sobre «las tradiciones de la Iglesia» La reforma católica o La contrareforma Durante el siglo XVI y principios del XVII, hubo un fuerte movimiento de reforma dentro de la Iglesia Católica Romana. Puesto que este movimiento fue en parte una reacción a la Reforma protestante, frecuentemente se le conoce como la «Contrarreforma» Hay cierta justificación para tal título, puesto que buena parte de la teología de ese período fue influida por el movimiento protestante, y se dedicó o bien a refutar al protestantismo, o bien a introducir en la Iglesia Católica los cambios necesarios para que las críticas de los protestantes perdieran su validez. La reforma católica tuvo dos frentes —la sólida erudición teológica por una parte y la represión de los disidentes La polémica antiprotestante del siglo XVI POLEMISTAS ANTIPROTESTANTES: SIGLO XIV Y PRINCIPIOS DEL XVII. Jacobo Hochstraten. 1486-1543 Guillermo Van der Linden 1475-1544 1489-1552 1460-1527 Juan Eck Pedro Canisio. 1521-1597 Juan (Dobneck) Cochlaeus. Roberto Belarmino 1525-1588 Jacobo Latomo. 1538-1607 1490-1542 Alberto Pigge 1542-1621 César Baronio Polemistas antiprotestantes del siglo XIV y principios del XV. Juan Eck (1486-1543) El principal opositor de la Reforma protestante durante sus primeros años fue Juan Eck (1486-1543). Refutó tanto a los luteranos como a los reformados. Su teología, sin embargo, no era original, sino que se limitaba principalmente a una repetición de los argumentos empleados anteriormente. Como era de esperarse dadas las cuestiones que se discutían, centró su atención sobre los temas de la autoridad, la gracia y la predestinación y los sacramentos. Jacobo Hochstraten (1460-1527). Vino a ser prior en Colonia, cargo que también le hizo jefe de la Inquisición en varias provincias eclesiásticas. Al comenzar la Reforma, la posición de Hochstraten era precaria. Hochstraten vino a ser el jefe del partido antiluterano. Su principal obra en esta nueva controversia fue un diálogo en el que Agustín refutaba las tesis que Lutero había sostenido en Leipzig. A partir de entonces, publicó una serie de obras polémicas contra Lutero, la mayoría de ellas sobre la justificación por la fe. Juan (Dobneck) Cochlaeus (1489-1552). El más distinguido orador entre los adversarios del protestantismo. Se dedicó principalmente a atacar a Lutero, y ése es el propósito de la mayoría de sus 190 obras. Entre otros escritos, el más importante es su biografía de Lutero, una narración altamente prejuiciada que por siglos sirvió como una de las principales fuentes de los estudios católicos sobre la vida de Lutero, y por tanto obstaculizó sobremanera el diálogo entre católicos y protestantes. El método de sus argumentos era atrevido y hasta extraño era El reductio ad absurdum. Pedro Canisio (1521-1597). Jesuita alemán, frecuentemente recibe el título de «apóstol de Alemania». Su tarea consistió en una contrarreforma en el sentido estricto, puesto que le preocupaba sobremanera el estado de la Iglesia en los territorios católicos en que laboró, y por tanto insistió en la necesidad de una «verdadera» reforma a fin de contestar en parte a la «falsa» reforma de los protestantes. Puesto que la ignorancia era uno de los peores males que encontró en sus viajes, se dedicó a la reforma de las universidades y a fundar seminarios. Su programa de reforma universitaria combinaba la firmeza contra el protestantismo con un profundo interés en la erudición, puesto que sus dos criterios principales para el nombramiento de profesores eran la sana doctrina y la sólida erudición. Jacobo Latomo (1475-1544). Era el campeón de las fuerzas antiluteranas. Tuvo la mala fortuna de confundir en sus ataques al protestantismo con el humanismo, y por tanto se vio atacado por ambos. Latomo comenzó una controversia con el Reformador que duró varios años. Lutero siempre le consideró uno de sus adversarios menos temibles, y las respuestas que escribió contra el teólogo de Lovaina muestran que no se dignó a dedicarles mucho tiempo o atención a sus argumentos. Entonces Latomo amplió su campo de acción, escribiendo tratados contra teólogos tan diversos como Ecolampadio, Tyndale y Melanchthon. Guillermo Van der Linden (1525-1588). Su Panoplia insistía en que la Palabra de Dios tiene tanto una forma escrita como una oral. La primera es la Escritura, y la segunda la tradición; ambas coinciden cuando se les interpreta correctamente. También defendió el catolicismo en varios otros puntos, tales como los votos de celibato, la primacía petrina, la misa, etc. Pero siempre manifestó un espíritu conciliado, especialmente hacia los luteranos, y no tanto hacia los reformados. Todavía en 1568 estaba tratando de mostrar que era posible llegar a un acuerdo entre luteranos y católicos. Al mismo tiempo, urgía a los obispos católicos a reformar sus Iglesias, porque sin tal reforma no pensaba que la unidad fuera posible. Alberto Pigge (1490-1542) Ardiente defensor de la autoridad papal, como puede verse en su Afirmación de la jerarquía eclesiástica, publicada en 1538. Tales opiniones, sostenidas por muchos hasta bien entrado el siglo XIX, contribuyeron al desarrollo doctrinal que llevó a la promulgación de la infalibilidad papal por el Primer Concilio Vaticano. En otros puntos Pigge se apartó de la ortodoxia católica tradicional. Considerado uno de los precursores del molinismo. Desarrolló la teoría de la «justificación doble» — una justificación inherente al justo, y otra que le es imputada por la justicia de Cristo. Tal opinión no satisfizo a ninguno de los bandos envueltos en la controversia, y más tarde fue condenada por el Concilio de Trento. También chocó con la teología católica ortodoxa en su interpretación del pecado, que según él era «imputado». Sus escritos sobre estos temas fueron colocados en el Índice de libros prohibidos en 1624. A pesar de ello, su obra tuvo impacto duradero, especialmente por cuanto muchas de sus opiniones sobre la historia de la Iglesia fueron adoptadas por los cardenales Belarmino y Baronio, y a través de ellos se volvieron parte de la tradición historiográfica común de la Iglesia Católica Polemistas antiprotestantes en la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII. Roberto Belarmino (1542-1621). Canonizado por la Iglesia Católica en 1930, fue sin duda uno de los más destacados dirigentes eclesiásticos de su época. Aunque se distinguió en varios otros campos además de la actividad teológica, su fama en la teología fue el resultado de su labor como catedrático de «controversia» en Roma Como profesor de controversia, Belarmino tuvo oportunidad de compilar y organizar argumentos contra las diversas doctrinas protestantes. Éstos fueron publicados bajo el título de Disputationes de controversiis christianae fidei adversus hujus temporis haereticos, comenzando en 1586 y hasta 1593. Esta obra vino a ser la principal arma de la polémica antiprotestante por varios siglos. En ella se incluían casi todos los puntos que se debatían entre los católicos y los protestantes, comenzando con la doctrina de la Palabra de Dios, y pasando luego a cuestiones tales como la autoridad del papa, el monaquismo, el purgatorio, los sacramentos, las indulgencias, etc. En términos generales, Belarmino no empleaba los complicados argumentos y sutiles distinciones de la teología escolástica. Al contrario, sus argumentos tienden a basarse en la autoridad —en primer lugar la de las Escrituras, que los protestantes reconocían, pero también la de los antiguos escritores cristianos, los concilios, y hasta el consenso general de los teólogos. Se vio involucrado en el juicio de Galileo que culminó en 1616 al declarar que la idea de que la Tierra se mueve alrededor del Sol es herética. Sin embargo, la participación de Belarmino en ese juicio no fue tan abrupta y oscurantista como la historia popular le ha hecho parecer, puesto que siempre mostró respeto y admiración hacia la erudición de Galileo. César Baronio (1538-1607) Se destaco en el campo de la historia.16 Esto lo hizo mediante la publicación, a partir de 1588 y hasta su muerte en 1607, de los Anales eclesiásticos. Los doce volúmenes que alcanzó a publicar discutían la historia de la Iglesia hasta el año 1198. Su propósito era refutar las Centurias de Magdeburgo, que trataban de mostrar que la Iglesia Católica se había apartado de las doctrinas y la práctica del cristianismo primitivo. Aunque su obra tenía los errores inevitables en una empresa tan vasta, se le considera el comienzo de la historiografía eclesiástica moderna. Esto obligó al cristianismo a prestarle atención a su propia historia. Según el debate continuó, ambos bandos se vieron forzados a desarrollar métodos científicos de investigación que no pudiesen ser fácilmente refutados por sus adversarios, y así la historiografía crítica moderna fue dando sus primeros pasos. La escuela Dominica. Durante el siglo XVI, la escuela dominica de teología mostró mucha más vitalidad que su contraparte franciscana, hasta que éstos tuvieron que comenzar a compartir su hegemonía con los teólogos de la recién fundada Sociedad de Jesús. Este predominio de los dominicos se relacionaba con el proceso que llevó a la Suma Teológica de Tomás de Aquino a suplantar las Sentencias de Pedro Lombardo como el principal libro de texto que se comentaba en las escuelas. La teología dominical tuvo sus mejores exponentes en una serie de eruditos destacados que ocuparon la principal cátedra de teología en la Universidad de Salamanca: Vitoria, Cano, Soto, Medina y Báñez. LA ESCUELA DOMINICA, PRINCIPALS EXPONENTES 27 1487-1553 1492-1546 1494-1560 Ambrosio Catarino Francisco de Vitoria Domingo de Soto Tomás de Vio Cayetano Juan Crisóstomo Javelli Melchor Cano Domingo Báñez 1468-1534 1470- 1538 1509-1560 1528-1604 Tomás de Vio Cayetano (1468-1534). Principales exponentes Cuando el concilio por fin se reunió en 1512, se presentó ante él y le planteó la agenda de reformar la Iglesia, restaurar la moral, convertir a los infieles y atraer a los herejes (principalmente los averroístas de Padua) al seno de la Iglesia. De producción literaria enorme. Cuando murió en 1534, había completado todo el Nuevo Testamento, excepto el Apocalipsis, y el Antiguo hasta el comienzo de Isaías. Su método exegético es notable, puesto que normalmente evita las alegorías que se habían hecho tan populares a través de los siglos, y afirma el sentido literal del texto, excepto cuando el resultado de ese sentido literal se opone abiertamente al resto de las Escrituras o a la enseñanza de la Iglesia. También escribió varios comentarios filosóficos, y otras obras teológicas de importancia secundaria. Pero su gran fama se debe a sus Comentarios sobre la Suma, publicados de 1507 a 1522. Estos comentarios hicieron tal impacto que cuando en 1879 . Algunos de los puntos en los que su obra hizo mayor impacto: 1.- Sus intentos de defender la teoría de la analogía de Santo Tomás frente a la univocidad del ser propugnada por Escoto le llevó a distinguir entre tres realidades: la esencia de una cosa, su subsistencia y su existencia. En todo caso, la interpretación de Cayetano se impuso y, tomada luego por Suárez y otros, vino a ser la interpretación tradicional de la metafísica de Santo Tomás. 2.- Otro punto en el que Cayetano se apartó de Tomás fue en lo que se refiere al poder y los límites de la razón. 3.- Otro punto en que Cayetano difería de la tradición aceptada en su época era su negación de que las palabras de la institución en la comunión, «éste es mi cuerpo», probaban la presencia real del cuerpo de Cristo sobre el altar. Ciertamente creía en esa presencia, pero afirmaba que la única base segura para afirmarla era la autoridad de la Iglesia, puesto que el texto de la Biblia no era absolutamente claro en este punto. Ambrosio Catarino (1487-1553) y Juan Crisóstomo Javelli (ca. 1470-ca. 1538). Desarrollaron teorías sobre la gracia y la predestinación que constituyeron los primeros pasos de la gran controversia sobre esos temas que a la postre involucraría a muchos de los más distinguidos teólogos católicos del siglo XVI. Francisco de Vitoria (1492-1546) El gran centro de la teología dominical durante el siglo XVI fue la Universidad de Salamanca, cuya principal cátedra de teología fue ocupada casi sin interrupción por una sucesión de eruditos distinguidos. La importancia de estas opiniones para el desarrollo del derecho internacional fue grande. Vitoria también influyó e inspiró al dominico Bartolomé de Las Casas, el gran defensor de los habitantes originales de América. Melchor Cano (1509-1560) Humanista en su estilo y tomista en su teología. Su más importante obra fue De locis theologicis (Sobre temas teológicos), en la que ofrecía una discusión sistemática del método teológico y de las fuentes de la verdad cristiana. Estas fuentes son diez: las Escrituras, la tradición oral, la Iglesia universal, los concilios, la Iglesia de Roma, los Padres, los escolásticos, la razón natural, los filósofos y la historia. Propuso un método teológico que era muy distinto del de las escuelas medievales. Domingo de Soto (1494-1560) Fue uno de los principales críticos de las opiniones de Catarino sobre la gracia, a las que oponía lo que Santo Tomás había dicho sobre el mismo tema. También continuó el trabajo que Vitoria había comenzado en la tarea de establecer las bases del derecho internacional. Domingo Báñez (1528-1604) Con estilo y metodología son más escolásticos y menos humanistas. Buena parte de su importancia se debe a su participación en la controversia sobre la gracia, la predestinación y el libre albedrío La teología jesuita Aunque al principio no causó tanta conmoción como otros acontecimientos del siglo XVI, la fundación de la Sociedad de Jesús fue uno de los acontecimientos más importantes de ese siglo, tanto para la historia institucional de la Iglesia Católica como para la historia de su teología. Su fundador, Ignacio de Loyola (1491-1556). 1.- En sus inicios jesuitas eran escotistas más bien que tomistas. 2.- Otro punto en el que la teología jesuita pronto desarrolló sus propias características fue su concentración sobre la «teología positiva», 3.- La teología jesuita se caracteriza por su enfoque en la educación, la evangelización y la adaptación al contexto cultural y social. 4.- Los jesuitas han sido conocidos por su énfasis en la formación intelectual y espiritual, así como por su compromiso con la justicia social y el diálogo interreligioso. 5.- Su teología se basa en la tradición católica, pero también incorpora elementos de la filosofía y la ciencia contemporáneas. Las controversias sobre la doctrina de la gracia dentro del Catolicismo ¿Cómo abordó el Concilio de Trento las cuestiones de la gracia, la predestinación y el libre albedrío? El Concilio de Trento abordó las cuestiones de la gracia, la predestinación y el libre albedrío en su sexta sesión. En respuesta a las opiniones propuestas por Martín Lutero, el concilio declaró que es imposible volverse hacia Dios sin la gracia preveniente, que nos llega sin ningún mérito. Sin embargo, la voluntad humana puede y debe cooperar con la gracia aceptándola y colaborando en las buenas obras. El concilio anatematizó a quienes enseñan que la gracia preveniente no es necesaria y a quienes afirman que la voluntad no puede prepararse para recibir la justificación o rechazar la gracia cuando se ofrece. ¿Cuáles fueron las opiniones de Ignacio de Loyola y la tradición jesuita sobre el libre albedrío? Ignacio de Loyola y la tradición jesuita enfatizaron la importancia del libre albedrío en la vida espiritual. Ignacio creía que los individuos tienen la libertad de elegir entre el bien y el mal y que deberían ejercer activamente su libre albedrío al tomar decisiones. Enseñó que a través del discernimiento, las personas pueden alinear su voluntad con la voluntad de Dios y tomar decisiones que conduzcan al crecimiento espiritual y a la mayor gloria de Dios [1] . La tradición jesuita, influenciada por Ignacio, también defiende la importancia del libre albedrío. Según el entendimiento jesuita, la gracia de Dios obra en colaboración con la libertad humana. Creen que los individuos tienen la capacidad de responder a la gracia de Dios y cooperar con ella mediante su libre albedrío. Los jesuitas subrayan la importancia del discernimiento y del cultivo de una conciencia bien formada para tomar decisiones conformes a la voluntad de Dios. En general, Ignacio de Loyola y la tradición jesuita afirman la existencia y la importancia del libre albedrío en el viaje espiritual, enfatizando la responsabilidad de los individuos de ejercer su libertad al tomar decisiones que se alineen con el plan de Dios. ¿En qué se diferencian las teorías de Luis de Molina sobre la gracia y la predestinación de las de Báñez y otros tomistas? Las teorías de Luis de Molina sobre la gracia y la predestinación diferían de las de Báñez y otros tomistas en varios aspectos clave. 1.- Molina propuso un concepto conocido como "conocimiento medio" o "scientia media", que creía que reconciliaba el libre albedrío humano con la presciencia y predestinación de Dios . 2.- Según Molina, Dios posee tres tipos de conocimiento: conocimiento natural, conocimiento medio y conocimiento libre. 3.- El conocimiento natural se refiere al conocimiento de Dios de las verdades y posibilidades necesarias. El libre conocimiento se refiere al conocimiento que Dios tiene de lo que Él libremente elige realizar. El conocimiento medio, sin embargo, es el conocimiento de Dios de lo que los individuos elegirían libremente en cualquier circunstancia dada. 4.- Este conocimiento es independiente de la voluntad de Dios y se basa en Su comprensión de la naturaleza humana y las circunstancias en las que se encuentran los individuos. Molina argumentó que el conocimiento medio de Dios le permite prever las elecciones libres que harían los individuos en diferentes situaciones. Con base en este conocimiento, Dios puede determinar Su plan divino, incluida la predestinación, sin violar el libre albedrío humano. En opinión de Molina, la predestinación de Dios se basa en su conocimiento previo de cómo los individuos responderían libremente a su gracia . Por otro lado, Báñez y otros tomistas rechazaron el concepto de conocimiento medio. Creían que el conocimiento de Dios se basa únicamente en Su voluntad y que Su predestinación no depende de las libres decisiones humanas. Según la perspectiva tomista, la predestinación de Dios se basa en su decreto divino y no está influenciada por acciones o elecciones humanas. En resumen, las teorías de Molina introdujeron el concepto de conocimiento medio, que enfatizaba la compatibilidad del libre albedrío humano y la presciencia y predestinación de Dios. Esto difería del punto de vista tomista, que enfatizaba la soberanía de Dios y el decreto divino en la predestinación. LA ORTODOXIA LUTERANA INTRODUCCIÓN La ortodoxia luterana del siglo XVII se diferenciaba del luteranismo estricto del siglo XVI en su actitud teológica y el uso de la metafísica aristotélica. Aunque no produjo figuras destacadas, el capítulo presenta a los principales teólogos y esboza las doctrinas fundamentales del movimiento. Diferencia entre la teología de la ortodoxia luterana del siglo XVII del luteranismo estricto del siglo XVI: La teología de la ortodoxia luterana del siglo XVII se diferenciaba del luteranismo estricto del siglo XVI en varios aspectos. Mientras que los luteranos estrictos interpretaban a Lutero y Melanchthon en oposición entre sí, los luteranos ortodoxos del siglo XVII creían que mucho de lo que Melanchthon había dicho era valioso y buscaban conciliar sus opiniones con las de Lutero. Reconocieron que habían aprendido mucho de Melanchthon y utilizaron sus obras como libros de texto. Además, a medida que avanzaba el siglo, comenzaron a incorporar la metafísica, particularmente la metafísica aristotélica, como base de su teología, lo que supuso un alejamiento de los estrictos luteranos del siglo anterior . Por tanto, la ortodoxia del siglo XVII merece una consideración aparte en la historia del pensamiento cristiano. Los avances significativos en la tradición reformada durante el siglo XVII: Durante el siglo XVII, hubo varios avances importantes en la tradición reformada. Uno de los más notables fue el surgimiento de la ortodoxia reformada, que buscaba sistematizar y aclarar las posiciones teológicas de la tradición reformada. Este período vio la publicación de varias confesiones y catecismos importantes, como la Confesión de Fe de Westminster y el Catecismo de Heidelberg, que llegaron a ser influyentes en la configuración de la teología reformada. Otro avance significativo fue el surgimiento de la teología federal, también conocida como teología del pacto. Este marco teológico enfatizaba la idea de pactos entre Dios y la humanidad, particularmente el pacto de obras y el pacto de gracia. La teología federal proporcionó un marco integral para comprender la relación de Dios con la humanidad y se convirtió en un aspecto central de la teología reformada durante este período. Además, el siglo XVII vio el surgimiento de la escolástica reformada, que buscaba integrar la teología reformada con la filosofía aristotélica y los métodos de investigación escolásticos. Los teólogos escolásticos reformados, como Francis Turretin y Johannes Cocceius, participaron en rigurosos debates teológicos y produjeron obras teológicas sistemáticas que llegaron a ser influyentes dentro de la tradición reformada. Además, el siglo XVII fue testigo de importantes conflictos políticos y religiosos, como la Guerra de los Treinta Años y la Guerra Civil Inglesa, que tuvieron un profundo impacto en la tradición reformada. Estos conflictos dieron lugar a debates y discusiones sobre temas como la tolerancia religiosa, las relaciones entre la Iglesia y el Estado y el papel del magistrado en asuntos religiosos. En general, el siglo XVII fue un período de desarrollo y refinamiento teológico dentro de la tradición reformada, marcado por el surgimiento de la ortodoxia reformada, el desarrollo de la teología federal, la integración de la filosofía aristotélica y el compromiso con los conflictos políticos y religiosos. CÓMO INFLUYÓ EL USO DE LA METAFÍSICA ARISTOTÉLICA EN EL ENFOQUE TEOLÓGICO DE LA ORTODOXIA LUTERANA DEL SIGLO XVII El uso de la metafísica aristotélica tuvo una influencia significativa en el enfoque teológico de la ortodoxia luterana del siglo XVII. Los teólogos luteranos de este período buscaron integrar la filosofía aristotélica en su marco teológico, creyendo que proporcionaba una base racional y sistemática para comprender los conceptos teológicos. Una de las áreas clave donde la metafísica aristotélica influyó en la ortodoxia luterana fue la comprensión de los atributos de Dios. La filosofía aristotélica enfatizó el concepto de acto y potencia, que se aplicó a los atributos de Dios. Según este punto de vista, los atributos de Dios se entendían como actualizaciones de Su esencia, más que como entidades o cualidades separadas. Esta comprensión ayudó a conciliar la trascendencia y la inmanencia de Dios, así como su unidad y sencillez . Además, la metafísica aristotélica influyó en la comprensión de la causalidad dentro de la ortodoxia luterana. La filosofía aristotélica distinguía entre causalidad eficiente (la causa que produce un efecto) y causalidad final (el propósito o meta para el cual algo existe). Los teólogos luteranos incorporaron esta distinción a su comprensión de la providencia de Dios y la relación entre la soberanía divina y la responsabilidad humana . Además, la metafísica aristotélica influyó en la comprensión de la naturaleza humana y la relación entre cuerpo y alma. La ortodoxia luterana adoptó la visión aristotélica de que el alma es la forma del cuerpo, lo que significa que el alma da forma y propósito al cuerpo físico. Esta comprensión ayudó a abordar cuestiones teológicas relacionadas con la naturaleza de la persona humana, la resurrección del cuerpo y la relación entre el cuerpo y el alma en el más allá . En resumen, el uso de la metafísica aristotélica en la ortodoxia luterana del siglo XVII proporcionó un marco filosófico para comprender conceptos teológicos como los atributos de Dios, la causalidad y la naturaleza de la persona humana. Ayudó a aportar racionalidad y coherencia sistemática a la teología luterana durante este período PRINCIPALES TEÓLOGOS Martín Chemnitz (1522-1586) Fue un precursor de la ortodoxia luterana y jugó un papel importante en la redacción de la Fórmula de la Concordia. Escribió extensamente para refutar las enseñanzas del Concilio de Trento y sistematizar la teología bíblica Egidio Hunio (1550-1603) Continuó la tradición de la ortodoxia luterana en la Universidad de Wittenberg. Contribuyó al desarrollo de la distinción entre artículos de fe primarios y secundarios, lo que ayudó a mantener la unidad entre los teólogos luteranos a pesar de diferencias teológicas menores. También popularizó la ortodoxia luterana entre los laicos a través de sus escritos Johann Konrad Dannhauer (1603-1666) Fue un renombrado predicador de la ortodoxia luterana. Sus sermones, publicados en una colección de diez volúmenes, tuvieron una influencia significativa en la predicación luterana posterior. También escribió contra el catolicismo romano, el calvinismo y el "sincretismo" protestante. Las enseñanzas y la piedad de Dannhauer influyeron en el desarrollo del pietismo PRINCIPALES TEÓLOGOS Abraham Calov (1612-1686) Fue uno de los teólogos más importantes de la ortodoxia luterana. Ocupó cargos en la Universidad de Königsberg y posteriormente en Wittenberg. El trabajo teológico de Calov incluía responsabilidades administrativas dentro de la Iglesia. Su "Teología Sistemática" se convirtió en un texto estándar en la ortodoxia luterana David Hollaz (1648-1713) Es a menudo considerado el último teólogo de la ortodoxia luterana. Aunque nunca ocupó una cátedra universitaria, fue pastor y maestro. Hollaz resumió la ortodoxia luterana en su libro "Examen teológico" y enfatizó la importancia de la verdadera piedad, mostrando la influencia del pietismo emergente. Estos teólogos hicieron contribuciones significativas al desarrollo y difusión de la ortodoxia luterana, incluida la defensa de las enseñanzas luteranas, la sistematización de la teología y la promoción de la piedad tanto entre los teólogos como entre los laicos. La conexión entre la ortodoxia luterana y el pietismo, y el papel que jugó David Hollaz. La conexión entre la ortodoxia luterana y el pietismo era compleja. Si bien el pietismo surgió como una reacción contra la frialdad y el intelectualismo percibidos de la ortodoxia luterana, había personas dentro de la tradición ortodoxa que enfatizaban la verdadera piedad y tenían interés en la vida de la Iglesia. David Hollaz desempeñó un papel a este respecto, ya que era un teólogo de la ortodoxia luterana que mostraba una profunda piedad y un interés en la aplicación práctica de la doctrina a la vida cristiana. Hollaz, discípulo de Abraham Calov y Johann Andreas Quenstedt, resumió la ortodoxia luterana en su libro "Examen teológico" (Examen teológico) publicado en 1707. Si bien siguió el método y el orden de los principales tratados sistemáticos de la ortodoxia luterana, Hollaz añadió con frecuencia comentarios personales. enfatizar la importancia de la doctrina para la vida cristiana. Al hacerlo, mostró la influencia del pietismo emergente y contribuyó a él. Su énfasis en la verdadera piedad y la importancia de la vida cristiana como peregrinación reflejó el impacto del pietismo y ayudó a cerrar la brecha entre la ortodoxia luterana y el movimiento pietista. El hijo y el nieto de Hollaz, ambos llamados David, siguieron sus pasos y continuaron esta conexión entre la ortodoxia luterana y el pietismo. Esta conexión resalta que, si bien los dos movimientos a menudo fueron vistos como antagónicos, hubo individuos dentro de la ortodoxia luterana que abrazaron una profunda piedad y contribuyeron al desarrollo del pietismo. En general, David Hollaz jugó un papel en la conexión entre la ortodoxia luterana y el pietismo al enfatizar la verdadera piedad y la aplicación práctica de la doctrina en su obra teológica, mostrando la influencia del pietismo dentro de la tradición ortodoxa. Algunos teólogos posteriores. Puesto que Gerhard será una de las principales fuentes de nuestra exposición de la teología luterana de este período, no nos detendremos aquí sobre los puntos específicos de su teología. Sí debemos señalar, sin embargo, que en temas tales como la inspiración de las Escrituras y la cristología su pensamiento hizo gran impacto. Nicolás Hunio (1585 - 1643),8 hijo de Egidio, sucedió a Hütter como profesor de teología en Wittenberg, y además ocupó varios importantes puestos eclesiásticos. Su importancia JORGE CALIXTO Y LA CONTROVERSIA SINCRETISTA Calixto defendió la distinción entre artículos de fe fundamentales y secundarios, creyendo que los cristianos de diferentes confesiones podrían reconocerse entre sí como verdaderos creyentes si se adhirieran a los artículos fundamentales. Sin embargo, su propuesta fue rechazada por el luteranismo ortodoxo, que consideraba todas las verdades reveladas fundamentales y necesarias para la salvación. La controversia sincretista en la teología luterana contribuyó al desarrollo del luteranismo ortodoxo, y las ideas de Calixto sobre las relaciones interconfesionales continuaron circulando hasta el movimiento ecuménico del siglo XX. La controversia sincretista en la teología luterana tuvo un impacto significativo en el desarrollo del luteranismo ortodoxo. La controversia surgió a finales del siglo XVI y principios del XVII y se centró en la cuestión de cómo reconciliar diferentes tradiciones teológicas dentro del luteranismo. La controversia fue particularmente prominente en la Universidad de Jena, donde teólogos como Johann Musäus y Johann Wilhelm Baier abogaron por una forma más abierta e inclusiva de ortodoxia luterana. Sin embargo, la controversia sincretista finalmente condujo al desarrollo de una forma más rígida y estricta de luteranismo ortodoxo. La controversia destacó la importancia de la pureza doctrinal y el rechazo de cualquier compromiso con otras tradiciones teológicas. Como resultado, el luteranismo ortodoxo se centró más en mantener una estricta adhesión a la doctrina luterana y rechazar cualquier desviación o compromiso percibido. JORGE CALIXTO Y LA CONTROVERSIA SINCRETISTA Sin embargo, la controversia sincretista finalmente condujo al desarrollo de una forma más rígida y estricta de luteranismo ortodoxo. La controversia destacó la importancia de la pureza doctrinal y el rechazo de cualquier compromiso con otras tradiciones teológicas. Como resultado, el luteranismo ortodoxo se centró más en mantener una estricta adhesión a la doctrina luterana y rechazar cualquier desviación o compromiso percibido. La controversia sincretista también tuvo un impacto duradero en la historia del pensamiento cristiano. A pesar de que la controversia finalmente se desvaneció, las ideas propuestas por teólogos como Jorge Calixto continuaron circulando e influyeron en movimientos posteriores, como el movimiento ecuménico del siglo XX. GRACIAS DIOS LES BENDIGA BIBLIOGRAFIA Müller, RA (2003). Dogmática reformada posterior a la reforma: el surgimiento y desarrollo de la ortodoxia reformada, ca. 1520 a ca. 1725 (vol. 1). Académico panadero. Decretos de los Concilios Ecuménicos, ed. Norman P. Tanner, vol. 2 (Londres: Sheed & Ward, 1990), 1-2. O'Malley, JW (1993). Los primeros jesuitas. Prensa de la Universidad de Harvard. González, Justo L. HISTORIA DEL PENSAMIENTO CRISTIANO. Editorial CLIE. Barcelona, ESPAÑA. 2010. Made with by