EL CLIMA A TRAVES DEL TIEMPO: LOS ULTIMOS CUATRO CAMBIOS CLIMATICOS EN EL HOLOCENO Fuente. National Academy of Sciences. Ing. M. Sc. Guillermo Bendaña G. Abril-mayo, 2019. Contenido Introducción. 1. Año 300 a.C. Clima Cálido, propicia “La Bonanza Romana”. 1.1 Consolidación del Imperio Romano durante la Bonanza Climática. 1.2 Las causas del clima benigno durante la bonanza romana. 1.3. Bibliografía. 2. Año 300 d.C. El Cambio Climático que acabó con el Imperio Romano o “Los Años Oscuros”. 2.1 Causas 2.2 Consecuencias 2.3 ¿Qué produjo estos “años oscuros”? 2.4 La erupción del volcán Ilopango hace 1500 años y los “años oscuros”. 2.5 Una erupción con alcance global. 2.6 Bibliografía. 3. Año 300 d.C. La Pequeña Edad del Hielo de la Antigüedad Tardía (LALIA), coincidente con “Los Años Oscuros”. 3.1 El estudio sobre LALIA. 3.2 Cambios socio-políticos en Euro-Asia durante la ocurrencia de LALIA. 3.3 Bibliografía. 4. Año 1000 d.C. El Optimo Climático Medieval (OCM). 4.1 Causas 4.2 Consecuencias. 4.3 ¿Fue el OCM de alcance global? 4.4 Los vikingos y el OCM. 4.5 El inicio del final del OCM. 4.6 Bibliografía. 5. Año 1300 d.C. La Pequeña Edad del Hielo. 5.1 Causas. 5.2 Lo ocurrido durante la PEH y pruebas sobre su aparición repentina. 5.3 Bibliografía. 6. Algunas conclusiones sobre los cambios climáticos ocurridos durante el Holoceno. EL CLIMA A TRAVES DEL TIEMPO: LOS ULTIMOS CUATRO CAMBIOS CLIMATICOS EN EL HOLOCENO1 “El pasado es la clave del futuro” Ing. M. Sc. Guillermo Bendaña García. [email protected] www.guillermobendana.com INTRODUCCION. Hace unos 12.000 años finalizó una larga etapa climática conocida como la Glaciación de Würm, que había durado 70.000 años. Este final trajo consigo una inesperada modificación de los patrones climáticos a nivel planetario y abrió las puertas a la aparición y asentamiento del Holoceno que es la época geológica del período Cuaternario más próxima a nuestro tiempo y de la que más información se ha obtenido sobre los cambios en el clima terrestre. Comprende los últimos 12.000 a 11.800 años, desde el fin de la Glaciación de Würn, iniciándose en el año 9.543 a.C con un aumento de temperaturas que superaron a las actuales. Ese calentamiento, consolidado hace unos 8.000 años, es conocido como el Optimo Climático del Holoceno y persistió durante dos mil años. A pesar de originarse después de una glaciación de 70.000 años el clima caliente del Holoceno ha mostrado altibajos en diferentes épocas y se ha visto interrumpido por varios periodos de enfriamiento. Figura 1. Variaciones de temperatura durante el Holoceno. Las oscilaciones se corresponderían con ciclos de 1500 años de los Eventos Bond. La caída a la izquierda de la gráfica (hace unos 12000 años) representa el final de la última glaciación. 1 Se ha propuesto cambiar la denominación de Holoceno por Antropoceno. No obstante, la comunidad científica mundial no ha aceptado de manera unánime este planteamiento. Los eventos de enfriamiento o Eventos Bond son llamados así en honor al paleoclimatólogo que los descubrió, Gerard C. Bond del Lamont-Doherty Earth Observatory de la Universidad de Columbia. La teoría de los Eventos Bond o ciclos climáticos de 1500 años de duración son fluctuaciones del clima que han ocurrido periódicamente cada ≈1.470 ± 500 años durante el Holoceno. Las causas y factores determinantes del ciclo están aun bajo estudio, señalándose como los principales posibles orígenes las variaciones en los ciclos de las mareas, los ciclos solares o reorganizaciones de la circulación atmosférica. No se citan los eventos volcánicos por su irregularidad en el tiempo. Mientras que la Figura 2 presenta gráficamente las variaciones del clima en los últimos 2.000 años. Figura 2. Infografía sobre las variaciones del clima en los últimos 2.000 años. (Fuente: N. Academy of Sciences, 2006). Como se puede observar en el Cuadro 1 a continuación, en el Holoceno se han producido varias anomalías climáticas, tanto calentamientos como enfriamientos y se nota que esas oscilaciones, con épocas calientes y frías, llegando a los extremos, han influido en los grandes hechos históricos de la humanidad. Estos cambios climáticos menos severos, de alguna manera han incidido sobre la especie humana ya que no solo han condicionado su evolución biológica, sino que han intervenido y han sido claves tanto en el desarrollo de su propia historia como en los avances o retrocesos científicos y culturales. Cuadro 1. Cronología de los cambios climáticos durante el Holoceno. Fecha Hace 12000 años Hace 8.000 años Hace 6000 años. (Evento Bond 4) Clima predominante Termina la última glaciación Aumento global de la Temperatura: Optimo Climático del Holoceno Enfriamiento global, frío y sequía. Hace 4000 años. Calentamiento, clima cálido. Hace 3000 años. (Evento Bond 3) Enfriamiento Hace 2500 años. Temperaturas medias superiores a las actuales Año 300 nuestra era. Enfriamiento de (Evento Bond 2) Hacia el año 600 de nuestra era Optimo Medieval Hacia el año 1300 de nuestra era. Enfriamiento (Evento Bond 1) Climático Acontecimientos destacados. Comienza el Holoceno Aumento de humedad y lluvias, gran crecimiento de vegetación y poblaciones de animales. Reverdecimiento de los desiertos de África y Asia, que se llenaron de ríos y lagos Los desiertos se secaron, la población se desplaza hacia los lugares con agua y alimentos. Estos oasis gigantescos se establecieron en las riberas de los grandes ríos: Nilo, Tigris, Éufrates, Indo, Ganges, Yangtsé y Huang He. La aparición, por primera vez en la historia, de grandes masas de “emigrantes climáticos” en sus márgenes dio lugar al nacimiento de los Imperios Fluviales. Al final del Evento Bond 4, nuevo período de calentamiento y bonanza. Prosperan los Imperios Fluviales; se refundaron durante un nuevo periodo de bonanza climática. Sacudidas por el frío, la sequía y el hambre las tribus del centro de Europa son empujadas a desplazarse hacia el sur. El clima trajo lluvia y abundancia a toda la ribera norte y sur del Mediterráneo y permitió el desarrollo del Imperio Romano. Sus legiones salieron de la península italiana y cruzaron, gracias al calentamiento, unos Alpes sin hielo y conquistaron casi toda Europa y parte de Oriente Próximo. Frío, sequía y hambre empujaron a los pueblos del norte de Europa a viajar hacia la próspera Roma, desatando una nueva oleada de emigrantes climáticos que acabaron con el Imperio Romano de Occidente. El frío alcanzó su punto álgido en el año 550 de nuestra era, acrecentado con la super erupción del volcán Ilopango en C. América. Esas condiciones de frío y hambruna favorecieron la aparición de la llamada plaga de Justiniano (peste bubónica). Comenzó un nuevo calentamiento que trajo abundancia y bienestar a Europa. Durante este calentamiento medieval los vikingos se asientan en Islandia, Groenlandia y Canadá. Aparecen las principales ciudades europeas, universidades y catedrales, y reinó la abundancia y la prosperidad. Pero esta no duraría mucho. Coincidiendo con las llamadas “grandes lluvias de Pascua”, se inició la Pequeña Edad de Hielo. El frío continuó hasta 1840, cuando desencadenó la hambruna, que dio origen a una gran masa de nuevos emigrantes climáticos que huyeron hacia América. A partir de 1890, el planeta comenzó, de nuevo, a calentarse. De toda esa constante variación o maraña climática del Holoceno, haremos énfasis en las cuatro que son las más recientes (considerando que “Los Años Oscuros” y LALIA, corresponden cronológicamente al mismo período y son en realidad simultáneos, aunque poseen un enfoque diferente), las más documentadas y en las que los científicos, en diferentes especialidades, han encontrado pruebas que confirman su existencia y sus consecuencias: desde el clima cálido de la Bonanza Romana, pasando por Los Años Oscuros y su par la Pequeña Edad del Hielo de la Antigüedad Tardía (LALIA), El Calentamiento del Medioevo, hasta la Pequeña Edad del Hielo, cuyo final marca el inicio del calentamiento global del siglo XX hasta nuestros días. A continuación una descripción de cada uno de estos cambios climáticos, haciendo énfasis en sus causas y los acontecimientos y hechos históricos ocurridos durante esos siglos. 1. AÑO 300 a.C. CLIMA CÁLIDO, PROPICIA LA BONANZA ROMANA. El nuevo calentamiento que se inició hace dos mil quinientos años, con temperaturas medias superiores a las actuales, trajo la lluvia y la abundancia a toda la ribera norte y sur del Mediterráneo y permitió el desarrollo del Imperio Romano. Sus legiones, bien alimentadas con los cereales del norte de África, salieron de la península italiana y conquistaron casi toda Europa y parte de Oriente Próximo. Luego las condiciones climáticas cambiaron y se caracterizaron por un enfriamiento muy marcado. El Imperio sufrió a causa de esas condiciones climáticas adversas. De nuevo el clima comenzó a cambiar y ya desde el 100 a.C. se hizo más benigno, las temperaturas en Europa subieron y las lluvias se tornaron más regulares. A partir de entonces predominó un clima cálido al grado que las temperaturas estivales medias eran al menos un grado superior a la media climática actual y unos 2 grados mayor que la de los siglos anteriores. Esto último fue comprobado por el registro escrito en los anillos de los árboles de la era romana que indicaron que sobre el siglo I a.C. el clima era muy regular y estable y la temperatura media predominante proporcionaba una estabilidad climática, acompañada por un bajo nivel de actividades volcánicas. 1.1 Consolidación del Imperio Romano durante la Bonanza Climática. Aprovechando esa bonanza climática, el Imperio Romano, la sociedad predominante en ese entonces, comenzó a expandirse desde el año 100 a.C, coincidiendo esta expansión con el sostenido clima benigno. Los veranos cálidos y húmedos, seguidos de inviernos templados, caracterizados por una escasa variabilidad en las condiciones meteorológicas, fortalecieron la economía y permitieron la prosperidad del comercio. Durante esa época el cultivo de la vid y la elaboración de vinos se extendió a gran parte de Alemania y hasta las Islas Británicas. La bonanza climática se tradujo en abundantes y regulares cosechas de cereales en los llamados “graneros imperiales” (Egipto, la Península Ibérica), lo cual favoreció la expansión del Imperio. Ese efecto de prosperidad y bonanza llegó incluso al Norte de África que con frecuentes y regulares lluvias permitió que prosperara la agricultura y se fortaleciera el imperio de Cartago, pero aquella riqueza también atrajo la codicia de los romanos, que les llevó a invadir y destruir Cartago para apropiarse de su producción agrícola. Con un clima cada vez más benigno, Roma prosperó y creció, pudiendo conquistar todas las civilizaciones alrededor del Mediterráneo, extendiéndose también hacia el Norte de Europa, ya que antes de esto, la cordillera alpina cubiertas de glaciares, había impedido que las legiones romanas conquistaras a esos pueblos del norte, pero la elevación de las temperaturas permitió que se derritieran muchos glaciares y se abrieron pasos que permitieron que los ejércitos romanos pudieran cruzar Los Alpes. Gracias al clima benigno de esos siglos pudieron extenderse por toda la Galia y gran parte de Germania, e incluso por las Islas Británicas hasta Escocia. También por la costa Norte de África, Egipto, Palestina y Mesopotamia. A miles de kilómetros de Europa, también en China el clima estable permitió incrementar la producción agrícola alrededor del río Yang Tsé, generando grandes excedentes que ayudaron a formar un gran imperio a partir del año 221 d.C. Fue por esa época, que, para asegurar sus fronteras se inició la construcción de la Gran Muralla China, la construcción monumental más grande de la antigüedad con miles de kilómetros de longitud. Figura 3. Límites del Imperio Romano desde el 27 a.C., hasta el 476 d.C. (Fuente: Civitatis Roma). 1.2 Las causas del clima benigno durante la bonanza romana. Se cree que sobre el año 300 a.C la alineación de la Tierra cambió lo suficiente como para que el clima se hiciera más benigno (¿Ciclos de Milankovitch?) o pudo ocurrir un debilitamiento en el campo magnético y la posible llegada de mayor radiación solar. No se conoce, para ese período de tiempo, ni de de actividad de las manchas solares ni actividades volcánicas. No obstante, a partir del siglo III d.C. el clima, de nuevo, comenzó a cambiar. 1.3 Bibliografía. - Jordá S. J. 2018. El Holoceno. Los últimos 12.000 años de calentamiento global. 8 p. - Sousa M. A. Evolución del clima de la Tierra. Universidad de Sevilla. 10 p. - Viñas Rubio, J. M. El clima de la Tierra a lo largo de la historia. www.divulga meteo.es 2. SIGLO III d.C. EL CAMBIO CLIMÁTICO QUE ACABÓ CON EL IMPERIO ROMANO O “LOS AÑOS OSCUROS”. Desde el siglo I, las temperaturas empezaron a bajar ligeramente y de manera paulatina. Luego el clima comenzó a cambiar, se produjeron descensos bruscos de la temperatura, ocurrieron grandes sequías y precipitaciones intensas, en resumen unas condiciones climáticas muy irregulares. La temperatura bajó y el ambiente se hizo más frío y seco, disminuyó drásticamente la producción de alimentos, lo cual propició que los tributos e impuestos destinados a Roma se fueran menguando progresivamente. El cambio climático puso en jaque la economía imperial y Roma, paralelo al cambio climático ocurrente, se fue debilitando lentamente. 2.1 Causas. El cambio en el régimen de vientos hizo que las lluvias dejaran de caer en el Norte de África, perdiéndose casi todas sus cosechas. También en Europa las temperaturas bajaron y el clima se hizo más frío e imprevisible perdiéndose las cosechas año a año. A esto hay que añadir que entre los años 235 y 285 hubo hasta cinco erupciones volcánicas, aunque de poca envergadura. A medida que los años pasaban, el clima siguió siendo muy inestable, sobre todo en los años 535 y 536. Las crónicas europeas narran como aquel año, el 536, el Sol se volvió mortecino y apenas daba calor. También los chinos describieron que en esas fechas se produjeron nevadas en pleno verano, sequías, pérdida de cosechas y hambrunas letales. Son los años que sufrieron los efectos de una super-erupción volcánica. 2.2 Consecuencias. Los inviernos se hicieron más rigurosos sobre todo en las zonas del norte de Europa y las malas cosechas obligaron a los pueblos bárbaros a atravesar los ríos Rin y Danubio e internarse en las zonas del sur de Europa, donde las condiciones climáticas eran más favorables. El congelamiento de estos ríos durante el invierno facilitó que numerosas tribus germánicas y otras procedentes de Asia, los Hunos, penetraran en territorios del Imperio Romano. Fue imposible para Roma contener, ni con el uso de la fuerza ni con la diplomacia, las masivas migraciones de los pueblos germanos. Los galos llegaran a Hispania en el 260 y tres años después los godos tomaron Efeso, en la actual Turquía. En el año 406, más de 90.000 germanos procedentes de las devastadas tierras de Maguncia penetraron en las fronteras romanas, lo que se hizo repetitivo en los años sucesivos y en el 410 los visigodos, comandados por Alarico I, saquearon por vez primera Roma. A partir de entonces nada volvería a ser igual, el Imperio estaba herido de muerte. La civilización romana iniciaba una caída imparable, Los fenómenos climáticos de 535 y 536 fueron los episodios de enfriamiento de la atmósfera más graves y prolongados a corto plazo en el hemisferio norte en los últimos 2000 años. Se piensa que este suceso puede haber sido causado por una extensa nube de cenizas, posiblemente como resultado de una gran erupción volcánica en los trópicos. Sus efectos se generalizaron, provocando condiciones climáticas completamente erráticas y con ello malas cosechas, y hambrunas en todo el mundo. En el 536, en su informe sobre las guerras contra los vándalos, el historiador bizantino Procopio de Cesárea escribió: Durante este año tuvo lugar el signo más temible. Porque el Sol daba su luz sin brillo, como la Luna, durante este año entero, y se parecía completamente al Sol eclipsado, porque sus rayos no eran claros tal como acostumbra. Y desde el momento en que eso sucedió, los hombres no estuvieron libres ni de la guerra ni de la peste ni de ninguna cosa que no llevara a la muerte. Y sucedió en el momento en que Justiniano estaba en el décimo año de su reinado. Se tienen constancias de esos años oscuros por todo el mundo, así en Irlanda los Anales Gaélicos hacen constar lo siguiente en el artículo correspondiente al año 536 en Los anales de Ulster, Year U536 (capítulo del año 536): Perditio panis o falta de pan. Entre otros fenómenos informados por diferentes fuentes de aquella época están: bajas temperaturas, a tal grado que en China cayó nieve en diciembre, lo cual aplazó la época de cosechas. Así mismo reportan, además de pérdida de cosechas, una densa niebla seca en China, Europa y el oeste de Asia. Hasta en Perú se conoció de una sequía que afectó a la cultura moche. Ya en nuestra época se ha confirmado que los núcleos de hielo de Groenlandia y la Antártida muestran evidencia de importantes depósitos de sulfato en torno a los años 533-534, lo cual es evidencia de una extensa nube de polvo volcánico ácido. Se ha conjeturado que estos cambios se debieron a las cenizas lanzadas al aire después de la explosión de un volcán, un fenómeno conocido como “invierno volcánico”. La evidencia de depósitos de sulfato en muestras de hielo apoya firmemente esta hipótesis del volcán; la capa de sulfatos es aún más espesa que la que acompañó al episodio menor de aberración climática, en 1816, conocido popularmente como el “año sin verano”, relacionado con la explosión del volcán Tambora en Indonesia. 2.3 ¿Que produjo estos “años oscuros”? Durante mucho tiempo la causa de este enfriamiento global fue un misterio, pero recientemente se ha descubierto que la causa más probable fue la gigantesca erupción del volcán Ilopango, en Centroamérica, más específicamente en El Salvador. 2.4 La erupción del volcán Ilopango hace 1500 años y los años oscuros. Estudios recientes indican que la erupción del volcán Ilopango fue enorme, fechándola en el 535 d.C. y situando la expulsión de piroclastos en alrededor de 84 kilómetros cúbicos, estos datos dan pie a que esta erupción fue la causante del cambio climático relacionado con la caída del Imperio Romano en los años 535 y 536, lo cual sumado a las muertes directas y otros efectos diversos en todo el mundo, podría llegar a ser considerada como la catástrofe volcánica más grande en la historia de la humanidad. Para tener una idea de los alcances de esta erupción, en 1991, la erupción del Pinatubo, en Filipinas, redujo la temperatura global de la Tierra en medio grado centígrado. La erupción del volcán Ilopango fue 10 veces mayor, por tanto sus efectos también debieron ser superiores. El Invierno Volcánico pasó, pero la población europea debilitada por las hambrunas fue víctima de letales plagas de peste bubónica que acabaron con la vida de millones de personas. 2.5 Una erupción con alcance global. El actual Lago Ilopango en El Salvador, es el cráter del volcán que entró en erupción hace unos 1.500 años y cubrió las zonas aledañas con varios cientos de metros de cenizas. El paleoclimatólogo Robert Dull (Universidad de Texas) ha estudiado los acantilados que rodean el cráter y comprobado que las cenizas, que en algunos sitios tienen un espesor de cientos de metros, contienen gran cantidad de sílice, lo que indica que fue una erupción muy explosiva, quizás con la categoría de un super-volcán. Posiblemente la erupción duró alrededor de dos semanas y las explosiones podían oírse a cientos de kilómetros de distancia. Se cree que la nube de cenizas expulsada por el Ilopango ascendió hasta 40 kilómetros de altura y se extendió, por los vientos alisios, alrededor de todo el planeta, por tanto tuvo repercusiones globales tal como hemos visto antes. Por ejemplo, a medio mundo de distancia, en Constantinopla, gobernando el emperador Justiniano el Grande, las crónicas de la época reflejan que en el año 536 los cielos de Constantinopla se cubrieron con una nube de polvo y ceniza que llegó a oscurecer el día. El sol apenas brillaba poco más que la luna. Respecto a la fecha de la erupción, la datación con Carbono 14 reduce el margen de error y se puede datar en las cuatro primeras décadas posteriores al año 500. La coincidencia con las crónicas de Constantinopla permiten suponer que el oscurecimiento solar que se observó en Europa en el año 536 fue consecuencia del Ilopango. Ese mismo período coincide con el conocido Hiato Maya, un período de la América precolombina en el que las ciudades y las pirámides mayas fueron abandonadas y quedaron en ruinas. Pero hay que citar que aunque un sinfín de teorías ha intentado explicar el colapso maya en ese período, no se menciona ninguna actividad volcánica aunque sí se citan el cambio climático, la deforestación, y la sequía. En El Salvador pasaron 100 años antes de que se establecieran nuevos habitantes en la zona del Ilopango. En el registro fósil se ha comprobado que los restos de cerámica anteriores a la catástrofe eran de un estilo que desapareció para siempre. Foto 1. Imagen satelital del lago de Ilopango (Fuente: GoogleMaps). Foto 2. El actual lago Ilopango, antigua caldera del volcán del mismo nombre. Nota: Ilopango es un lago de origen volcánico en El Salvador. Mide 8 x 11 km, tiene una superficie de 72 km² y una profundidad de 230 m. Se sitúa a una altitud de 440 msnm Todo hace indicar que los efectos de esa super erupción a medio y largo plazo tuvieron un alcance global. Las temperaturas bajaron en todo el planeta como se ha podido comprobar a partir del estudio de los anillos de los árboles en USA, Irlanda y Europa. En ellos se puede ver que en varios años a partir del 536, los anillos de crecimiento de los árboles son muy estrechos, lo que revela que esos árboles, a lo largo y ancho del planeta, carecieron de luz y temperatura suficientes para un crecimiento normal. En África central una bacteria endémica de la zona empezó a proliferar y extenderse por las condiciones prestadas por las bajas temperaturas de aquellos años. En el año 542 un carguero que zarpó de Alejandría, Africa del Norte, trasladaba sacos de trigo y las ratas eran portadoras de una peste que inicialmente contaminó a los marineros. Al llegar a Constantinopla, con 500.000 habitantes en esa época, las ratas estaban infestadas de pulgas y en el intestino de esas pulgas las bacterias de la peste bubónica estaban presentes. Cuando las bacterias proliferan, las pulgas sienten hambre y pican a cualquier animal o persona que tengan a su alcance. A las dos semanas de comenzar la plaga en Constantinopla, habían muerto más de cien mil personas. El emperador Justiniano padeció la peste y sobrevivió, pero en aquel verano murieron millones de personas. Se estima que a finales del siglo VI había en Europa y el Mediterráneo 25 millones de personas menos que antes de la peste. La llamada Plaga de Justiniano, del Imperio Bizantino pasó al Imperio Romano, reduciendo su población del orden del 50%. Entre las plagas, las malas cosechas y la presión de los bárbaros, el Imperio romano llegó a su fin, dando paso a la época más oscura de la historia: la Edad Oscura o Edad Media. 2.6 Bibliografía. - Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología. 2019. Cambios climáticos y culturales en la prehistoria: el imperio romano cayó por el cambio climático. - Brown R. Exploración en el volcán Ilopango. National Geographycs. - Gargantilla, P. 2017. Abc Ciencia. El cambio climático que acabó con el Imperio Romano. - Jordá S. J. 2018. El Holoceno. Los últimos 12.000 años de calentamiento global. - National Academy of Sciences. 2016. El cambio climático no acabó con la Edad de Bronce” (Proceedings of the National Academy of Sciences). - www.laprensagrafica.com/elsalvador. 2017. Ilopango, una de las peores catástrofes volcánicas de la historia. 3. AÑO 300 d.C. LA PEQUEÑA EDAD DEL HIELO DE LA ANTIGÜEDAD TARDIA (LALIA),2 COINCIDENTE CON LOS AÑOS OSCUROS. La Pequeña Edad del Hielo de la Antigüedad Tardía (LALIA), es un enfoque nuevo, basado en un estudio diferente, para abordar el clima de “los años oscuros” y elevar la comprensión de los mismos. En el período de tiempo en que ocurrió LALIA, coincidente con los llamados “años oscuros” que llevaron al colapso al Imperio Romano, hubo un recrudecimiento del clima. Se confirmó este enfriamiento muy marcado por recientes investigaciones que han descubierto este periodo de hielo poco conocido hasta ahora. En ese estudio, al período de LALIA se le ha relacionado con la desaparición de civilizaciones y el auge de otras como consecuencia de esa anomalía climática que jugó un papel importante en las reorganizaciones políticas y sociales en Europa y Asia. 3.1 El estudio sobre LALIA. De acuerdo con los estudios del Instituto Federal Suizo de Investigación, entre los siglos VI y VII, años 530 y 660 d.C, hace unos 1500 años, ocurrió una caída de la temperatura considerada como el enfriamiento climático más grande en casi dos mil años. Fue descrita como una sacudida breve, algo más de un siglo, pero con un arco de temperatura tan extrema que incluso durante el verano podía caer hasta los 4ºC, algo impensable hoy en día, y con inviernos tremendamente crudos. Se la denominó como La Pequeña Edad del Hielo de la Antigüedad Tardía. Los descubrimientos sobre LALIA se debieron a un trabajo en conjunto del Instituto Federal Suizo de Investigación (WSL) y la Universidad de Berna. El autor principal del estudio, Ulf Büntgen, basa su aseveración en un detenido estudio de los anillos de los árboles. El equipo de investigación multidisciplinar liderado por Büntgen y formado por dendroclimatólogos, climatólogos, naturalistas, historiadores y lingüistas, mapeó la nueva información sobre el clima en relación a un periodo particularmente turbulento de la historia en Europa y Asia Central. El origen de este enfriamiento, afirman, está en el vulcanismo cíclico más que en variaciones del eje terrestre o alteraciones en el sol. Varios estudios publicados en los últimos años, que utilizan el método de medir la ceniza volcánica atrapada en las capas de hielo ártico y antártico, detectaron gran cantidad de ceniza en el anillo de hielo equivalente al año 536, otra en el 537 y una tercera en el 547. Sólo se conoce el origen de la segunda super-erupción: ocurrió en Centroamérica, en lo que hoy es El Salvador, y el volcán que explotó fue el Ilopango. Fueron tan extremas estas erupciones que 2 Late Antiquity Little Ice Age (LALIA). lanzaron suficiente ceniza y otros materiales hacia la atmósfera, que provocaron el famoso efecto de invierno volcánico: varias capas de ceniza y piroclastos expulsados por el volcán alcanzaron las capas medias de la atmósfera, creando un estrato temporal que restringió la cantidad de luz que llega a la superficie terrestre. De esta forma aunque el planeta esté en el ciclo de verano la temperatura cae bruscamente. Pero no sólo fue el vulcanismo el responsable, ya que en el siglo VI el Sol entró en una fase de mínimo solar y ambos, vulcanismo y mínimo solar, se acoplaron y complementaron para producir un frío extremo. Para el trabajo de campo el equipo de Büntgen recurrió a mediciones de los anillos de los árboles en dos puntos geográficos muy distantes y con diferentes especies arbóreas para dar más seguridad a sus resultados: primero en los Alpes austríacos, y luego en los alerces (Larix sibirica) de Siberia, en la zona del Altái. La distancia geográfica era tan grande (7.600 km.) que si se reconocía el mismo tipo de variación en épocas similares sólo podía suponer una tendencia generalizada al nivel de todo el hemisferio. Los alerces siberianos, además, sólo crecen en verano, y gracias a ellos pueden medir la temperatura de esa época del año. Para hacer un paralelismo que les diera un contraste, recurrieron a las mediciones modernas: el patrón anillo-temperatura ya demostrado desde el siglo XX, así que sólo faltaba comparar los datos de los anillos de esos siglos con los actuales para calcular temperaturas y climas. Fotos 3 y 4. El estudio de árboles viejos en las montañas de Altái permitió reconstruir las temperaturas estivales de Eurasia durante los últimos 2,000 años. (Fuente: WSL, Fotos: Vladimir S. Myglan) El estudio tiene incluso escalas temporales: a partir del año 536 la temperatura descendió bruscamente, acelerándose en apenas un lustro; entre 540 y 550 los inviernos marcaron récord de temperaturas negativas, y fueron la segunda época más fría en los Alpes. Luego las escalas varían en positivo (Optimp Climático Medieval) hasta que en el siglo XVII vuelve de nuevo el gran frío (La Pequeña Edad del Hielo). Como vemos, los anillos de los troncos de los árboles señalan la evolución de las temperaturas existentes en dos sitios geográficos en esas épocas, pero la constancia escrita del origen de LALIA no está en los árboles, sino en los núcleos de hielo y las cenizas volcánicas que éstos contienen y lo atestiguan. Otro aspecto que enseguida llamó la atención del gráfico elaborado por los autores del estudio es el pronunciado y sostenido descenso de las temperaturas a partir de 536. Así, la década entre 540 y 550 fue la más fría en Altái y la segunda más fría en los Alpes (Figura 4). Figura 4. Evolución de la temperatura durante LALIA en los Alpes (azul) y Altái. Abajo, correlación de eventos históricos en esos años. (Fuente: Past Global Changes International Project Office). 3.2 Cambios socio-políticos en Euro-Asia durante la ocurrencia de LALIA. Trastornos sociales. De acuerdo con el equipo de naturalistas, historiadores y lingüistas, este período fue testigo de toda una serie de trastornos sociales y políticos (ver Figura 4). Migraciones. También ocurrieron muchas y masivas migraciones. Las personas de habla proto-eslava emigraron, supuestamente de la región de los Cárpatos, a las áreas orientales de la Europa moderna que habían sido abandonadas por los romanos, formando así el área de la lengua eslava. Según los investigadores, en este período de temperaturas frías también pudo haberse fomentado la expansión del Imperio Árabe en el Medio Oriente. La Península Arábiga recibió más lluvia y creció más vegetación, lo que pudo haber sostenido manadas más grandes de camellos utilizados por los ejércitos árabes para sus campañas. En las zonas más frías, varios pueblos también emigraron hacia el este, hacia China, tal vez expulsados por la falta de pastizales en Asia central. Como resultado, las hostilidades estallaron en las regiones de la estepa del norte de China entre los grupos nómadas y los poderosos gobernantes locales. Posteriormente, una alianza entre estas poblaciones de estepas y los romanos orientales, conquistó el Imperio Sassiano en Persia, lo que llevó a su colapso. 3.3 Bibliografía. - - Büentgen, U. et al. 2016. Enfriamiento y cambio social durante la Edad de Hielo de la Antigüedad, de 536 a aproximadamente 660 CE. Nature GeoScience (publicación en línea 8-02-2016). 7 p. Büentgen U. et al. 2016. Cooling and societal change during the Late Antique Little Ice Age from 536 to around 660 AD. Nature GeoScience. 6 p. Criado, M. A. 2016. Una pequeña Edad del hielo pudo cambiar la historia de la antigüedad. http://elpais.com. Gil. M. 2016. Una Pequeña edad de hielo marcó la historia antigua y Medieval. http://gmiradasmultiples.blogspot.com. 3 p. Instituto Federal Suizo de Investigación (WSL). 2016. Los árboles viejos revelan la Edad de Hielo de la Antigüedad Antigua (LALIA) hace alrededor de 1,500 años (comunicado de prensa de WSL, 0802-2019). 3 p. Jordá S. J. 2018. El Holoceno. Los últimos 12000 años de calentamiento global. https://crónicas-históricas-derequena.webnode.es. 12 p. 4. AÑO MIL d.C. EL OPTIMO CLIMATICO MEDIEVAL (OCM). Después de la caída del imperios Romano de Occidente en el siglo V (476 d.C.), la población de una Europa feudal vivió años de ignorancia, oscurantismo, fanatismo religioso, desigualdad social, guerras, coincidente todo ello con el auge y el asentamiento de la institución más importante de la época, la Iglesia Católica, que impuso su modelo teocrático. Se conoce a ese período como la Alta Edad Media o los años oscuros de la Edad Media, un período histórico que abarca desde el siglo V hasta el siglo IX, cuando inicia la Baja Edad Media. Durante todo ese tiempo ocurrió una transición climática que duró siglos. Las bajas temperaturas con las que arrancó este vasto periodo de la historia no perduraron sino hasta el año 1000 aproximadamente. El frío campeaba en Europa aunque no en forma de inviernos permanentes, sino en muchos años seguidos con inviernos muy rigurosos y frecuentes olas de frío, mientras que el resto de las estaciones se caracterizaba por ser menos lluviosas y por tanto más secas. Pero desde el siglo IX hasta principios del siglo XIV, ocurrió un cambio climático en el que Europa vivió un periodo extremadamente caluroso, con una duración aproximada de unos 300 años, que varios estudios coinciden en situarlo entre el año 900 y el año 1300. Es lo que se conoce como el Optimo Climático Medieval (OCM). Luego, a partir del siglo XIV las temperaturas comienzan a descender, es el momento de la aparición en la escena climática de otro cambio conocido como La Pequeña Edad del Hielo. El escenario del OCM se mostró y se sintió más en el norte de Europa y toda la región del Atlántico norte. Se cree que las temperaturas en Europa durante el OCM debieron ser entre 1 y 1.5°C superior a la temperatura actual. La Figura 5 muestra las temperaturas históricas reconstruidas correspondientes a esos siglos. La investigación del Óptimo Climático Medieval se realizó principalmente en Europa donde el fenómeno fue muy obvio y bastante conocido gracias a fuentes documentales y evidencias arqueológicas, aunque se ha comprobado su presencia en el ártico canadiense y en el nor-este de Estados Unidos. 4.1 Causas. No se conoce a ciencia cierta cuál fue la causa o causas que provocaron el aumento de las temperaturas durante esos años. Se han propuesto varias de ellas que pudieron actuar solas o combinadas: a) Se cree que la causa principal fue una subida máxima en la actividad del Sol, denominado precisamente Máximo Medieval, entre los años 1100 a 1250, pero cuyos efectos comenzaron a sentirse desde el siglo IX (año 1000) inicialmente como un período cálido, con un clima estable y a medida que avanzaban los años se tornaba extremadamente caluroso a tal grado que las temperaturas fueron más elevadas que en la actualidad. Aunque hay que hacer notar que el Óptimo Climático Medieval coincidió solo parcialmente con el máximo en la actividad del sol en esos años. b) Otra causa, supuesta, es que haya ocurrido un transporte de calor por medio de la circulación termohalina que acarrea calor desde el trópico hasta el norte, a través de la Corriente del Golfo, acelerada a través de la circulación oceánica durante el tiempo del OCM, calentando el Atlántico norte y las regiones vecinas causando temperaturas más cálidas. Figura 5. Temperaturas históricas reconstruidas desde el año 0 hasta el 2000. (Fuente: vicente camara.wordpress). 4.2 Consecuencias. Las consecuencias del OCM fueron muy beneficiosas para el continente europeo que durante esos siglos experimentó un gran crecimiento demográfico y económico, se multiplicó el rendimiento y el área de los cultivos de granos, aumentaron las líneas de bosques alpinos, surgieron muchas ciudades nuevas y la población se duplicó. Antes de ello, en pleno feudalismo, una sociedad en la que la esperanza de vida de la mayor parte de la población, exceptuando a los señores feudales y el clero católico, apenas superaba los 35 años y en la que las enfermedades y las malas cosechas eran claves para la supervivencia del campesinado, el mayor sustento de esa sociedad era la agricultura. Sin embargo, durante esta época, el aumento de las temperaturas provocó cosechas muy estables y abundantes, además del aumento de la superficie de cultivo en zonas del norte, donde antes era impensable. La población de campesinos pasó de 40 a 60 millones y las enfermedades se redujeron debido a mejores cosechas alentadas por las buenas temperaturas, que conllevaron a una mejor alimentación. El cultivo de vid se expandió hacia el norte de Inglaterra, donde se elaboraron vinos que competían con los franceses. Los viñedos requieren de temperaturas moderadas y prolongadas estaciones de crecimiento y durante el OCM se encontraban hasta el norte de Inglaterra y Escocia. En comparación, hoy en día los viñedos se encuentran típicamente sólo al sur de Europa, como en Francia, un poco en Alemania, Italia y en España. En resumen, en Europa occidental en su conjunto había aumentado el nivel de vida, aún a pesar de que la población había aumentado constantemente: a finales del siglo XI, Inglaterra tenía 1,4 millones de habitantes, mientras que a comienzos del XIV había alcanzado los cinco millones. Mientras que en Francia, la población había pasado de 6,2 a 17,6 millones de habitantes. My importante y grabado en la historia universal, fue que durante este período los hielos del Atlántico norte retrocedieron, lo que permitió viajar con facilidad a Islandia, y Groenlandia ya que los mares se encontraran libres de hielo, con lo se facilitó la navegación y la accesibilidad a sus puertos. Estos territorios que en condiciones normales son poco productivos por encontrarse cubiertos de hielo, con el nuevo clima eran mucho más atractivos al contar a orillas de sus costas con tierras fértiles y una gran cantidad de pastos. Estos hechos permitieron y motivaron, gracias a la mejora climática, la colonización, por parte de los Vikingos, de Groenlandia e Islandia y algunas zonas costeras del Canadá. Los marinos vikingos pusieron sus pies en el continente americano mucho antes que Colón. 4.3 ¿Fue el OCM de alcance global? Muchas contradicciones hay al respecto, aunque la globalidad del OCM parece predominar. Por tanto se puede asegurar que sus efectos no se sintieron solo en Europa, sino en otras partes del mundo. Al carecer de fuentes documentales, en Europa sí las hubo, los datos se han obtenido mediante el análisis de sedimentos en lagos o estudio de núcleos de hielo, glaciares y los anillos de los arboles. Así por ejemplo en África durante estos siglos el clima fue alternando entre períodos en los que su clima fue aun más seco que ahora, con otros en los que era bastante húmedo. En la Antártica pasó algo similar, hubo períodos de frío seguidos de calor. Japón también se vio afectado de una manera similar a Europa. En Estados Unidos durante estos siglos se experimentaron largas sequías y en Alaska el clima era mucho más cálido, la temperatura del mar de los Sargazo, en el Atlántico Norte, era superior en 1°C a la actual. Un núcleo de hielo de la Península Antártica oriental muestra temperaturas más cálidas durante este período. Los estudios de isótopos de oxígeno en Groenlandia, Irlanda, Alemania, Suiza, Tíbet, China, Nueva Zelanda y otros lugares, además de datos de anillos de árboles de muchos sitios en todo el mundo, confirman la presencia de un OCM global. 4.4 Los Vikingos y el Optimo Climático Medieval. Las temperaturas cálidas del OCM permitieron a los vikingos, saliendo de la Península Escandinava (Noruega) llegar hasta un territorio al que bautizaron como Groenlandia, que literalmente significa “tierra verde”. No es que toda aquella inmensa isla, hoy cubierta en gran parte por una gruesa capa de hielo, estuviera cubierta de verdes pastos, pero en la zona costera sí debía de ser así, dominando ese tipo de paisaje, aunque primero llegaron a Islandia y de esa base partieron a las costas de Norteamérica. Groenlandia era un territorio ausente de hielo por aquellos años. Esto fue clave para que los intrépidos vikingos saltaran a territorios de Canadá, tierra a la que llamaron Vinland o tierra del vino, lo que indica que en esa época podían crecer allí las vides; probablemente se asentaron en la península de Terranova y Labrador y en la isla de San Juan de Terranova. Los vikingos permanecieron allí los 3 siglos que duró el OCM pero una vez que el tiempo empezó a enfriar, aceleraron la partida de lo que habían considerado su tierra prometida Figura 6. Mapa mostrando los viajes de los Vikingos durante el OCM. (Fuente: descubriramerica.wordpress.es) En la Figura 6 se aprecia que los primeros viajes se realizaron desde las costas de Noruega hasta Gran Bretaña, Irlanda e Islandia, donde se asentaron. Desde allí Erik El Rojo llegó a Groenlandia al igual que Bjarni Herjolfsson. Ambos se asentaron en Groenlandia. Posteriormente Leif Eriksson, hijo de Erik, llegó a Vinland, alrededor del año 1000, donde quedan restos en L'anse aux Meadows (New Found Land), en la isla de San Juan de Terranova, sitio en que, en 1960, arqueólogos descubrieron restos de una extensa colonia vikinga, incluyendo viviendas, una forja y carpintería, la primera y hasta ahora la única señal de los Vikingos en el Nuevo Mundo. Respecto a la relación de los vikingos con los nativos canadienses, los Inuts poblaban Terranova y Labrador y, algo muy curioso, se ha encontrado en Islandia un linaje, denominado C1e, que es mitocondrial y típico de los amerindios y del este de Asia; se ha investigado a las cuatro familias que lo portan y no hay evidencias de matrimonios con extranjeros posteriores al siglo XVII. Como la isla quedó prácticamente aislada desde el siglo X, la hipótesis más factible es que estos genes deben corresponder a una mujer amerindia que fue llevada desde América por los vikingos cerca del año 1000 (Wikipedia). Durante el tiempo que duró su estancia, los vikingos criaron cerdos y ovejas y cultivaron vides; toda una colonización. Años después y con la baja de la temperatura, regresaron a Islandia, para no volver. Foto 5. Recreación de un poblado vikingo en L'Anse aux Meadows (Terranova, Canadá), descubierto en 1960 y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (Fuente: Wikipedia). 4.5 El inicio del final del OCM. A principios del siglo XIV el clima de Europa occidental estaba experimentando un ligero cambio, con veranos más fríos y húmedos y con tormentas a principios de otoño, que dieron como resultado que las condiciones óptimas para la agricultura poco a poco desaparecieran. La población había crecido de tal manera que la agricultura podía proporcionar los recursos suficientes para su sustento pero sólo en sitios con las mejores condiciones; los campesinos no tenían margen para la pérdida de cosechas, ni siquiera para pobres y limitadas cosechas ya que comenzaban a escasear los alimentos. La transición del calor al frío se caracterizó por ser un periodo extraordinariamente húmedo, que fue dando paso a años cada vez más fríos. Así se inició la Pequeña Edad del Hielo, que se prolongaría hasta la segunda mitad del siglo XIX, por 1850. 4.6 Bibliografía. - - Abellán G., A. Edad Media y cambio climático, un fenómeno muy próximo a nuestro siglo. Cordero, HH (1965) La época cálida medieval temprana y su secuela. Palaeogeogr., Palaeoclimatol., Palaeoecol. , 1. P. 13–37. El Bali, I. 2013. Descripción, análisis y consecuencias que tuvo en la navegación de la época, el óptimo climático en la Edad Media. Universidad Politécnica de Catalunya, Facultad de Náutica de Barcelona. 115 p. Grove, JM y Switsur, R. 1994. Evidencia geológica glacial para el período cálido medieval, Clim. Cambio , 26. p 143-169. Sousa M. A. Evolución del clima de la Tierra. Universidad de Sevilla. 10 p. vicentecamarasa.wordpress.com.2013. El clima en la historia, calentamiento y enfriamiento en la edad media. Viñas Rubio, J. M. El clima de la Tierra a lo largo de la historia. www.divulga meteo.es http://www.cabovolo.com. 2007. Optimo Climático Medieval, el antecedente del calentamiento global. http://thestormyweather.blogspot.com. 2013. El óptimo climático medieval y los viajes precolombinos. 5. AÑO 1300 d.C. LA PEQUEÑA EDAD DEL HIELO. Hacia el año 1.250, los viajes a Islandia y Groenlandia se hicieron más complicados, conforme los hielos árticos volvían a avanzar. Sin embargo, este principio del final del período cálido no llegó al continente europeo sino hasta el año 1315. Fue cuando la Tierra pasó por un largo período de enfriamiento repentino, completamente atípico, reflejado por bajas temperaturas, que abarcó desde finales de la Edad Media, a comienzos del siglo XIV, por los año de 1275 a 1300, hasta mediados del XIX, por 1850, fenómeno que los científicos denominaron la Pequeña Edad del Hielo. Puso fin a la era extremadamente calurosa del Óptimo Climático Medieval. Durante esos años se presentaron tres picos máximos fríos: sobre 1650, alrededor de 1770 y hacia 1850, cada uno separados por intervalos de ligeros calentamientos. 5.1 Causas. La causa de la ocurrencia de la Pequeña Edad del Hielo, de acuerdo con varios especialistas climáticos pudo deberse a los siguientes hechos, individuales o combinados: a) Durante el periodo 1645-1715, en mitad de la Pequeña Edad de Hielo, la actividad solar reflejada en las manchas solares era sumamente baja (período conocido como el Mínimo de Maunder). La relación precisa entre la baja actividad de las manchas solares y las frías temperaturas en la Tierra no se ha establecido plenamente, pero la coincidencia del Mínimo de Maunder con uno de los periodos más fríos de la Pequeña Edad de Hielo sugiere una conexión. Figura 7. Recopilación de observaciones de manchas solares (desde año 1600 a 2000. (Fuente: RecMountain.com) b) Coincidiendo con la época de la Pequeña Edad de Hielo, el mundo experimentó a la vez una intensa actividad volcánica en la que sobresalieron cuatro erupciones masivas en el trópico, que duraron aproximadamente unos cincuenta años. Esto causó altas emisiones de óxidos de azufre (SO2) y cuando este gas alcanza la estratosfera se convierte en gotas de ácido sulfúrico (SO4H2) que reflejan la radiación solar, afectando el albedo del planeta al disminuir la cantidad de radiación que alcanza la superficie de la Tierra. Como ejemplo, en 1815 la erupción del volcán Tambora en Indonesia cubrió la atmósfera de cenizas; el año siguiente, 1816, fue conocido como el año sin verano, cuando hubo hielo y nieves en junio y julio en Nueva Inglaterra y el Norte de Europa, debido a esa erupción. Otra erupción, que coincide con el punto más frío de la PEH hacia 1750, fue la del volcán islandés Laki que llenó de espesas cenizas los cielos de Europa. Para reforzar lo anterior, científicos de la Universidad de Colorado (Boulder) emplearon un modelo que simula las condiciones del hielo del mar de los años 1150 a 1700, lo que reveló la existencia de grandes erupciones que podrían haber enfriado el hemisferio norte lo suficiente como para desencadenar la expansión del hielo marino del Ártico. c) Otra posible causa de la Pequeña Edad del Hielo pudo ser que la Corriente del Golfo dejó de transportar aguas cálidas desde el Caribe y el Golfo de México al norte de Europa debido a la introducción de una gran cantidad de agua fría en el Atlántico Norte gracias a la existencia de temperaturas relativamente altas del Óptimo Climático Medieval (deshielo en los polos). d) Acumulaciones de nieve y hielo. Recordemos que tanto la nieve como el hielo reflejan hasta el 90% de la luz solar que reciben. Esto hace que cuando comienza un proceso de enfriamiento, la acumulación de nieve y hielo que no se derrite sino que se conserva, puede hacer que este enfriamiento se prolongue al absorber la tierra menos luz y bajan las temperaturas aún más. En otras palabras, un aumento en el albedo de la Tierra provoca enfriamiento al reflejarse más luz solar al espacio. e) Recientemente ha surgido otra teoría que por lo menos habría contribuido al desarrollo y consolidación de la PEH, de acuerdo con las conclusiones de un grupo de científicos del University College de Londres: de acuerdo con estos investigadores, la alteración que provocó la conquista de los reinos europeos en el continente americano provocó el abandono de una enorme superficie de tierras agrícolas, aproximadamente 56 millones de hectáreas (una superficie similar a la de Francia), dando lugar a la repoblación de esas áreas por árboles de rápido crecimiento y otro tipo de vegetación que demandaron suficiente dióxido de carbono de la atmósfera como para que, con el tiempo, se enfriase el planeta (una alteración del Efecto Invernadero). Según estimaciones de los científicos del University College, a finales del siglo XV, la población americana era de unos 60 millones de personas (aproximadamente el 10% de la población mundial), que se redujeron a solo 5 o 6 millones en un período de cien años, en el siglo XVI, en el pleno enfriamiento de la PEH. Los científicos calcularon que la escala de repoblación y reforestación vegetal producida por cambios en el uso de la tierra, redujo suficiente CO2 como para que la concentración de este gas en la atmósfera disminuyese en 7-10 ppm (es decir, 7-10 moléculas de CO2 en cada millón de moléculas en el aire). Para ponerlo en nuestro contexto, actualmente se producen aproximadamente 3 a 4 ppm por año. Por lo tanto se considera que es una considerable cantidad de carbono extraído de la atmósfera, citan los autores del estudio. Como pruebas a esta conexión “despoblación del nuevo mundo-pequeña edad del hielo”, los autores mencionan las siguientes: - - La caída de CO2 en esa época es evidente en los registros del núcleo de hielo de la Antártida. Las burbujas de aire atrapadas en estas muestras congeladas constatan una caída en la concentración de CO2. La composición atómica del gas sugiere además que la disminución está impulsada por procesos terrestres en algún lugar de la Tierra. El equipo de investigadores del University College agrega que la historia encaja con los registros de depósitos de carbón y polen en América. Estos registros muestran el tipo de alteración esperada por la disminución del uso del fuego como actividad en la preparación de la tierra y una gran repoblación de la vegetación natural. No hay duda de que la PEH fue causada por varios factores: una serie de grandes erupciones volcánicas, una disminución temporal de la actividad solar, alteraciones de las corrientes marinas y del albedo de la Tierra y ahora habría que agregar cambios en el uso de la tierra. Todos estos factores, actuando individualmente o sincronizados pero con diferencias en el espacio y el tiempo, provocaron una sumatoria que causó el enfriamiento causado por la PEH. La explicación a cómo la PEH pudo mantenerse durante tanto tiempo, varios siglos, se cree que se debió a que si el sistema climático es atacado una y otra vez por el frío durante un período relativamente corto, en este caso, por erupciones de origen volcánico y otros factores, parece que hay un efecto de enfriamiento acumulativo. Las erupciones podrían haber provocado una reacción en cadena, afectando al hielo y a las corrientes oceánicas de una manera que disminuyó las temperaturas durante siglos. 5.2 Lo ocurrido durante la PEH y pruebas sobre su aparición repentina. Cuando hablamos de “aparición repentina” de la PEH, no nos referimos a un enfriamiento de un día para otro o de un año para otro, sino a la desaparición paulatina de un clima relativamente cálido, el Optimo Climático Medieval, y el inicio de cambios bruscos de temperatura que, a medida que pasaban los años, dieron lugar a un enfriamiento que se sintió sobre todo en el norte de Europa, Groenlandia, Islandia y el ártico canadiense, aunque tuvo repercusiones en el resto del mundo. A continuación ejemplos de los que hay constancias escritas y gráficos durante la PEH: - - En Londres, los ciudadanos de esta ciudad, aunque parezca increíble, podían patinar sobre el río Támesis. Igual ocurrió en los canales de los Países Bajos (Holanda), sitios que estaban libres de hielo antes y después de la PEH. Durante este lapso de tiempo, el acceso a Groenlandia fue impedido por las enormes masas de hielo. Igual en Islandia, el hielo oceánico aumentó tanto que el agua dejó de fluir alrededor de esa isla en 1695. Fue en ese período frío que se formaron los actuales glaciares de los Pirineos que comenzaron a fundirse lentamente después de 1850. Figura 8. El río Támesis se congelaba regularmente en invierno durante la PEH (Fuente: Getty images). Recientes estudios realizados por científicos de un equipo internacional, dirigido por investigadores de la Universidad de Colorado (Boulder, EE.UU.), mostraron lo repentino del fenómeno de la PEH al fechar con radiocarbono cerca de 150 muestras de material vegetal muerto con las raíces intactas, recogidas en la isla de Baffin, en el Ártico canadiense, encontrando un gran número de muestras de entre los años 1275 y 1300, lo que indica que las plantas habían sido congeladas y envueltas por el hielo por un acontecimiento relativamente repentino. El equipo halló un segundo repunte de muestras de plantas congeladas sobre el año 1450, lo que indica un segundo enfriamiento. El mismo grupo de investigadores analizaron muestras de sedimentos de lagos glaciares vinculados a la capa de hielo de 367 kilómetros cuadrados en el Langjökull, en la sierra central de Islandia, que llega a casi un kilómetro de altura. Las capas anuales en los núcleos se volvieron repentinamente más gruesas a finales del siglo XIII y otra vez en el siglo XV debido al aumento de la erosión causada por la expansión de la capa de hielo responsable del enfriamiento del clima. A partir de 1850, el clima comenzó a cambiar hacia temperaturas más cálidas, hasta entrar a la era industrial moderna. Apoyándose en la ocurrencia de la PEH, algunos escépticos sobre el actual calentamiento global arguyen que el cambio climático que padecemos se debe a la recuperación climática de este último enfriamiento del planeta, y que, por ello, la actividad humana no es causante de este cambio. Contrapuestos a esos argumentos está la mayor parte de la comunidad científica que cree que el cambio climático reciente está desencadenado, en mayor o menor medida, por las actividades antrópicas, destacando entre ellas el incremento en las emisiones de CO2 a la atmósfera. El siguiente gráfico muestra la evolución de la temperatura en los últimos 1000 años, donde se representan los dos cambios climáticos más significativos e influyentes en la historia de los últimos siglos: el Optimo Climático Medieval y la Pequeña Edad del Hielo. Figura 9. Evolución de la temperatura en los últimos 1000 años. 5.3 Bibliografia. - Amos, J. 2019. Cómo la masacre de los colonizadores en América alteró la temperatura de toda la Tierra. . www.bbc.com/mundo/noticias. Crowley, T. Causes of Climate Change Over the Past 1000 Years. 2000. Science, Vol. 289. P 270-276. Quereda Sala, J. et al. 2001. Nuestro porvenir climático: ¿un escenario de aridez?. Castelló de la Plana. Universitat Jaume I. Wikipedia. Pequeña Edad de Hielo. www.abc.es. 2012. El enigma de la pequeña edad del hielo de la Tierra. 2 p. 6. ALGUNAS CONCLUSIONES SOBRE LOS CAMBIOS CLIMATICOS OCURRIDOS DURANTE EL HOLOCENO. 1. Durante el Holoceno han ocurrido numerosos cambios climáticos, todos ellos debidos a causas estrictamente naturales. 2. Los cambios climáticos ocurridos en el Holoceno han sido suficientemente rápidos desde el punto de vista de la de la civilización humana y aun más de la Geología. 3. La historia del clima en el Holoceno nos ha mostrado que los períodos cálidos traen bonanza, bienestar y abundancia, mientras que los períodos fríos arrastran malestares, escasez e intranquilidad. 4. Con el estudio y observación de estos cambios, varios científicos del grupo de los contrarios al factor humano como causante del actual cambio climático, han esgrimido los cambios durante este período como un argumento a su favor y afirman que los vaivenes de temperatura, el calentamiento global, las variaciones del clima y las oscilaciones de la concentración del bióxido de carbono atmosférico, han sido bastante frecuentes en nuestro planeta. 5. Argumentan también que la reconstrucción de la temperatura de la Antártida muestra un período desde ~110 d.C hasta ~1020 d.C durante el cual la atmósfera estuvo mucho más caliente que en nuestros días. Quizás, dicen, durante este período de extremo calentamiento durante la edad media los glaciares antárticos se derritieron a un ritmo más rápido y mucho más amplio que en la actualidad. 6. Respecto a este cambio climático que vivimos, de 1850 en adelante, la actividad antrópica y la industrialización han podido favorecer y precipitar un fenómeno de calentamiento que la naturaleza periódicamente realiza por sí misma. 7. Debido a que desde el Pleistoceno los períodos fríos han prevalecido sobre la Tierra, parece que vivimos en una época excepcional de carácter cálido. Hasta podríamos presumir que con el tiempo vendrá otra glaciación, razón por la cual al período actual algunos climatólogos lo llaman inter-glacial. Pero en realidad no es posible estar seguros de si vendrá otra glaciación, por lo que lo más correcto es llamarlo postglacial. 8. Según un estudio reciente aparecido en Nature, esa actividad humana, generadora del actual cambio climático, podría haber retrasado en unos 50.000 años la llegada de una nueva Edad de Hielo (como las del Pleistoceno), algo que, sin esa acción involuntaria del hombre, debería estar a punto de suceder en función de las actuales condiciones astronómicas. 9. Poco se habla del avance de aguas marinas sobre la costa o una recesión de la línea litoral, factores que también influyen sobre los cambios climáticos. 10. Como conclusión final, podemos enumerar algunos de los factores que han condicionado y dirigido la evolución del clima de la Tierra: - Cambios astronómicos (excentricidad de la órbita de la Tierra, inclinación de su eje y precesión de los equinoccios) y cambios en la radiación solar. - Alteración del albedo planetario (emisiones de gases y materiales volcánicos). Secuestro y liberación de gases de efecto invernadero debidos a la vegetación. Acción de los ciclos de las manchas solares. En la actualidad: emisión de gases de efecto invernadero antrópicos. No hay que descartar, como ocurrió hace 60 millones de años, impactos de cuerpos extraterrestres. Además de lo antes citado existen otros factores, aun insuficientemente conocidos, que pueden estar interactuando en las tendencias climáticas actuales: efectos de los rayos cósmicos sobre los núcleos de coalescencia de las nubes3, ciclos positivos de las manchas solares (como se dieron en el Óptimo Climático Medieval), finalización del actual periodo inter-glaciar e inicio de una próxima glaciación, entre otros muchos que aun hoy en día son una gran incógnita. Al penetrar en la atmósfera, los rayos cósmicos alteran eléctricamente algunos de los gases que la componen, ionizándolos y liberando electrones que generan núcleos de condensación, necesarios para la formación de nubes. 3