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DOCUMENTO EL CLIMA A TRAVES DEL TIEMPO

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EL CLIMA A TRAVES DEL TIEMPO: LOS
ULTIMOS CUATRO CAMBIOS
CLIMATICOS EN EL HOLOCENO
Fuente. National Academy of Sciences.
Ing. M. Sc. Guillermo Bendaña G.
Abril-mayo, 2019.
Contenido
Introducción.
1. Año 300 a.C. Clima Cálido, propicia “La Bonanza Romana”.
1.1
Consolidación del Imperio Romano durante la Bonanza Climática.
1.2
Las causas del clima benigno durante la bonanza romana.
1.3. Bibliografía.
2. Año 300 d.C. El Cambio Climático que acabó con el Imperio
Romano o “Los Años Oscuros”.
2.1
Causas
2.2
Consecuencias
2.3
¿Qué produjo estos “años oscuros”?
2.4
La erupción del volcán Ilopango hace 1500 años y los “años
oscuros”.
2.5
Una erupción con alcance global.
2.6
Bibliografía.
3. Año 300 d.C. La Pequeña Edad del Hielo de la Antigüedad Tardía
(LALIA), coincidente con “Los Años Oscuros”.
3.1
El estudio sobre LALIA.
3.2
Cambios socio-políticos en Euro-Asia durante la ocurrencia de
LALIA.
3.3
Bibliografía.
4. Año 1000 d.C. El Optimo Climático Medieval (OCM).
4.1
Causas
4.2
Consecuencias.
4.3
¿Fue el OCM de alcance global?
4.4
Los vikingos y el OCM.
4.5
El inicio del final del OCM.
4.6
Bibliografía.
5. Año 1300 d.C. La Pequeña Edad del Hielo.
5.1
Causas.
5.2
Lo ocurrido durante la PEH y pruebas sobre su aparición
repentina.
5.3
Bibliografía.
6. Algunas conclusiones sobre los cambios climáticos ocurridos
durante el Holoceno.
EL CLIMA A TRAVES DEL TIEMPO: LOS ULTIMOS CUATRO CAMBIOS
CLIMATICOS EN EL HOLOCENO1
“El pasado es la clave del futuro”
Ing. M. Sc. Guillermo Bendaña García.
[email protected]
www.guillermobendana.com
INTRODUCCION.
Hace unos 12.000 años finalizó una larga etapa climática conocida como
la Glaciación de Würm, que había durado 70.000 años. Este final trajo consigo
una inesperada modificación de los patrones climáticos a nivel planetario y
abrió las puertas a la aparición y asentamiento del Holoceno que es la época
geológica del período Cuaternario más próxima a nuestro tiempo y de la que
más información se ha obtenido sobre los cambios en el clima terrestre.
Comprende los últimos 12.000 a 11.800 años, desde el fin de la Glaciación de
Würn, iniciándose en el año 9.543 a.C con un aumento de temperaturas que
superaron a las actuales. Ese calentamiento, consolidado hace unos 8.000 años,
es conocido como el Optimo Climático del Holoceno y persistió durante dos
mil años.
A pesar de originarse después de una glaciación de 70.000 años el clima
caliente del Holoceno ha mostrado altibajos en diferentes épocas y se ha visto
interrumpido por varios periodos de enfriamiento.
Figura 1. Variaciones de temperatura durante el Holoceno. Las oscilaciones se
corresponderían con ciclos de 1500 años de los Eventos Bond. La caída a la izquierda
de la gráfica (hace unos 12000 años) representa el final de la última glaciación.
1
Se ha propuesto cambiar la denominación de Holoceno por Antropoceno. No obstante, la comunidad
científica mundial no ha aceptado de manera unánime este planteamiento.
Los eventos de enfriamiento o Eventos Bond son llamados así en honor al
paleoclimatólogo que los descubrió, Gerard C. Bond del Lamont-Doherty Earth
Observatory de la Universidad de Columbia. La teoría de los Eventos Bond o
ciclos climáticos de 1500 años de duración son fluctuaciones del clima que han
ocurrido periódicamente cada ≈1.470 ± 500 años durante el Holoceno. Las
causas y factores determinantes del ciclo están aun bajo estudio, señalándose
como los principales posibles orígenes las variaciones en los ciclos de las
mareas, los ciclos solares o reorganizaciones de la circulación atmosférica. No
se citan los eventos volcánicos por su irregularidad en el tiempo.
Mientras que la Figura 2 presenta gráficamente las variaciones del clima en los
últimos 2.000 años.
Figura 2. Infografía sobre las variaciones del clima en los últimos 2.000 años.
(Fuente: N. Academy of Sciences, 2006).
Como se puede observar en el Cuadro 1 a continuación, en el Holoceno se han
producido varias anomalías climáticas, tanto calentamientos como enfriamientos
y se nota que esas oscilaciones, con épocas calientes y frías, llegando a los
extremos, han influido en los grandes hechos históricos de la humanidad. Estos
cambios climáticos menos severos, de alguna manera han incidido sobre la
especie humana ya que no solo han condicionado su evolución biológica, sino
que han intervenido y han sido claves tanto en el desarrollo de su propia
historia como en los avances o retrocesos científicos y culturales.
Cuadro 1. Cronología de los cambios climáticos durante el Holoceno.
Fecha
Hace 12000 años
Hace 8.000 años
Hace 6000 años.
(Evento Bond 4)
Clima
predominante
Termina la última
glaciación
Aumento global de la
Temperatura:
Optimo Climático del
Holoceno
Enfriamiento global,
frío y sequía.
Hace 4000 años.
Calentamiento, clima
cálido.
Hace 3000 años.
(Evento Bond 3)
Enfriamiento
Hace 2500 años.
Temperaturas
medias superiores a
las actuales
Año 300
nuestra era.
Enfriamiento
de
(Evento Bond 2)
Hacia el año 600
de nuestra era
Optimo
Medieval
Hacia el año 1300
de nuestra era.
Enfriamiento
(Evento Bond 1)
Climático
Acontecimientos destacados.
Comienza el Holoceno
Aumento de humedad y lluvias, gran crecimiento
de vegetación y poblaciones de animales.
Reverdecimiento de los desiertos de África y Asia,
que se llenaron de ríos y lagos
Los desiertos se secaron, la población se desplaza
hacia los lugares con agua y alimentos. Estos
oasis gigantescos se establecieron en las riberas
de los grandes ríos: Nilo, Tigris, Éufrates, Indo,
Ganges, Yangtsé y Huang He. La aparición, por
primera vez en la historia, de grandes masas de
“emigrantes climáticos” en sus márgenes dio lugar
al nacimiento de los Imperios Fluviales.
Al final del Evento Bond 4, nuevo período de
calentamiento y bonanza. Prosperan los Imperios
Fluviales; se refundaron durante un nuevo periodo
de bonanza climática.
Sacudidas por el frío, la sequía y el hambre las
tribus del centro de Europa son empujadas a
desplazarse hacia el sur.
El clima trajo lluvia y abundancia a toda la ribera
norte y sur del Mediterráneo y permitió el
desarrollo del Imperio Romano. Sus legiones
salieron de la península italiana y cruzaron,
gracias al calentamiento, unos Alpes sin hielo y
conquistaron casi toda Europa y parte de Oriente
Próximo.
Frío, sequía y hambre empujaron a los pueblos
del norte de Europa a viajar hacia la próspera
Roma, desatando una nueva oleada de emigrantes
climáticos que acabaron con el Imperio Romano
de Occidente. El frío alcanzó su punto álgido en el
año 550 de nuestra era, acrecentado con la super
erupción del volcán Ilopango en C. América. Esas
condiciones de frío y hambruna favorecieron la
aparición de la llamada plaga de Justiniano (peste
bubónica).
Comenzó un nuevo calentamiento que trajo
abundancia y bienestar a Europa. Durante este
calentamiento medieval los vikingos se asientan
en Islandia, Groenlandia y Canadá. Aparecen las
principales ciudades europeas, universidades y
catedrales, y reinó la abundancia y la prosperidad.
Pero esta no duraría mucho.
Coincidiendo con las llamadas “grandes lluvias de
Pascua”, se inició la Pequeña Edad de Hielo. El
frío continuó hasta 1840, cuando desencadenó la
hambruna, que dio origen a una gran masa de
nuevos emigrantes climáticos que huyeron
hacia América. A partir de 1890, el planeta
comenzó, de nuevo, a calentarse.
De toda esa constante variación o maraña climática del Holoceno, haremos
énfasis en las cuatro que son las más recientes (considerando que “Los Años
Oscuros” y LALIA, corresponden cronológicamente al mismo período y son en
realidad simultáneos, aunque poseen un enfoque diferente), las más
documentadas y en las que los científicos, en diferentes especialidades, han
encontrado pruebas que confirman su existencia y sus consecuencias: desde el
clima cálido de la Bonanza Romana, pasando por Los Años Oscuros y su par la
Pequeña Edad del Hielo de la Antigüedad Tardía (LALIA), El Calentamiento del
Medioevo, hasta la Pequeña Edad del Hielo, cuyo final marca el inicio del
calentamiento global del siglo XX hasta nuestros días.
A continuación una descripción de cada uno de estos cambios climáticos,
haciendo énfasis en sus causas y los acontecimientos y hechos históricos
ocurridos durante esos siglos.
1. AÑO 300 a.C. CLIMA CÁLIDO, PROPICIA LA BONANZA ROMANA.
El nuevo calentamiento que se inició hace dos mil quinientos años, con
temperaturas medias superiores a las actuales, trajo la lluvia y la abundancia a
toda la ribera norte y sur del Mediterráneo y permitió el desarrollo del Imperio
Romano. Sus legiones, bien alimentadas con los cereales del norte de África,
salieron de la península italiana y conquistaron casi toda Europa y parte
de Oriente Próximo. Luego las condiciones climáticas cambiaron y se
caracterizaron por un enfriamiento muy marcado. El Imperio sufrió a causa de
esas condiciones climáticas adversas.
De nuevo el clima comenzó a cambiar y ya desde el 100 a.C. se hizo más
benigno, las temperaturas en Europa subieron y las lluvias se tornaron más
regulares. A partir de entonces predominó un clima cálido al grado que las
temperaturas estivales medias eran al menos un grado superior a la media
climática actual y unos 2 grados mayor que la de los siglos anteriores. Esto
último fue comprobado por el registro escrito en los anillos de los árboles de la
era romana que indicaron que sobre el siglo I a.C. el clima era muy regular y
estable y la temperatura media predominante proporcionaba una estabilidad
climática, acompañada por un bajo nivel de actividades volcánicas.
1.1 Consolidación del Imperio Romano durante la Bonanza Climática.
Aprovechando esa bonanza climática, el Imperio Romano, la sociedad
predominante en ese entonces, comenzó a expandirse desde el año 100 a.C,
coincidiendo esta expansión con el sostenido clima benigno. Los veranos
cálidos y húmedos, seguidos de inviernos templados, caracterizados por una
escasa variabilidad en las condiciones meteorológicas, fortalecieron la
economía y permitieron la prosperidad del comercio. Durante esa época el
cultivo de la vid y la elaboración de vinos se extendió a gran parte de
Alemania y hasta las Islas Británicas. La bonanza climática se tradujo en
abundantes y regulares cosechas de cereales en los llamados “graneros
imperiales” (Egipto, la Península Ibérica), lo cual favoreció la expansión del
Imperio. Ese efecto de prosperidad y bonanza llegó incluso al Norte de África
que con frecuentes y regulares lluvias permitió que prosperara la agricultura y
se fortaleciera el imperio de Cartago, pero aquella riqueza también atrajo la
codicia de los romanos, que les llevó a invadir y destruir Cartago para
apropiarse de su producción agrícola.
Con un clima cada vez más benigno, Roma prosperó y creció, pudiendo
conquistar todas las civilizaciones alrededor del Mediterráneo, extendiéndose
también hacia el Norte de Europa, ya que antes de esto, la cordillera alpina
cubiertas de glaciares, había impedido que las legiones romanas conquistaras a
esos pueblos del norte, pero la elevación de las temperaturas permitió que se
derritieran muchos glaciares y se abrieron pasos que permitieron que los
ejércitos romanos pudieran cruzar Los Alpes.
Gracias al clima benigno de esos siglos pudieron extenderse por toda la Galia y
gran parte de Germania, e incluso por las Islas Británicas hasta Escocia.
También por la costa Norte de África, Egipto, Palestina y Mesopotamia.
A miles de kilómetros de Europa, también en China el clima estable permitió
incrementar la producción agrícola alrededor del río Yang Tsé, generando
grandes excedentes que ayudaron a formar un gran imperio a partir del
año 221 d.C. Fue por esa época, que, para asegurar sus fronteras se inició la
construcción de la Gran Muralla China, la construcción monumental más
grande de la antigüedad con miles de kilómetros de longitud.
Figura 3. Límites del Imperio Romano desde el 27 a.C., hasta el 476 d.C.
(Fuente: Civitatis Roma).
1.2 Las causas del clima benigno durante la bonanza romana.
Se cree que sobre el año 300 a.C la alineación de la Tierra cambió lo suficiente como
para que el clima se hiciera más benigno (¿Ciclos de Milankovitch?) o pudo ocurrir un
debilitamiento en el campo magnético y la posible llegada de mayor radiación
solar. No se conoce, para ese período de tiempo, ni de de actividad de las
manchas solares ni actividades volcánicas.
No obstante, a partir del siglo III d.C. el clima, de nuevo, comenzó a cambiar.
1.3 Bibliografía.
- Jordá S. J. 2018. El Holoceno. Los últimos 12.000 años de calentamiento
global. 8 p.
- Sousa M. A. Evolución del clima de la Tierra. Universidad de Sevilla. 10 p.
- Viñas Rubio, J. M. El clima de la Tierra a lo largo de la historia.
www.divulga meteo.es
2. SIGLO III d.C. EL CAMBIO CLIMÁTICO QUE ACABÓ CON EL
IMPERIO ROMANO O “LOS AÑOS OSCUROS”.
Desde el siglo I, las temperaturas empezaron a bajar ligeramente y de manera
paulatina. Luego el clima comenzó a cambiar, se produjeron descensos bruscos
de la temperatura, ocurrieron grandes sequías y precipitaciones intensas, en
resumen unas condiciones climáticas muy irregulares. La temperatura bajó y el
ambiente se hizo más frío y seco, disminuyó drásticamente la producción de
alimentos, lo cual propició que los tributos e impuestos destinados a Roma se
fueran menguando progresivamente. El cambio climático puso en jaque la
economía imperial y Roma, paralelo al cambio climático ocurrente, se fue
debilitando lentamente.
2.1 Causas.
El cambio en el régimen de vientos hizo que las lluvias dejaran de caer en el
Norte de África, perdiéndose casi todas sus cosechas. También en Europa las
temperaturas bajaron y el clima se hizo más frío e imprevisible perdiéndose las
cosechas año a año. A esto hay que añadir que entre los años 235 y 285 hubo
hasta cinco erupciones volcánicas, aunque de poca envergadura.
A medida que los años pasaban, el clima siguió siendo muy inestable, sobre
todo en los años 535 y 536. Las crónicas europeas narran como aquel año, el
536, el Sol se volvió mortecino y apenas daba calor. También los chinos
describieron que en esas fechas se produjeron nevadas en pleno verano,
sequías, pérdida de cosechas y hambrunas letales. Son los años que sufrieron
los efectos de una super-erupción volcánica.
2.2 Consecuencias.
Los inviernos se hicieron más rigurosos sobre todo en las zonas del norte de
Europa y las malas cosechas obligaron a los pueblos bárbaros a atravesar los
ríos Rin y Danubio e internarse en las zonas del sur de Europa, donde las
condiciones climáticas eran más favorables. El congelamiento de estos ríos
durante el invierno facilitó que numerosas tribus germánicas y otras
procedentes de Asia, los Hunos, penetraran en territorios del Imperio Romano.
Fue imposible para Roma contener, ni con el uso de la fuerza ni con la
diplomacia, las masivas migraciones de los pueblos germanos. Los galos
llegaran a Hispania en el 260 y tres años después los godos tomaron Efeso, en
la actual Turquía. En el año 406, más de 90.000 germanos procedentes de las
devastadas tierras de Maguncia penetraron en las fronteras romanas, lo que
se hizo repetitivo en los años sucesivos y en el 410 los visigodos, comandados
por Alarico I, saquearon por vez primera Roma. A partir de entonces nada
volvería a ser igual, el Imperio estaba herido de muerte. La civilización romana
iniciaba una caída imparable,
Los fenómenos climáticos de 535 y 536 fueron los episodios de enfriamiento de
la atmósfera más graves y prolongados a corto plazo en el hemisferio norte en
los últimos 2000 años. Se piensa que este suceso puede haber sido causado
por una extensa nube de cenizas, posiblemente como resultado de una gran
erupción volcánica en los trópicos. Sus efectos se generalizaron, provocando
condiciones climáticas completamente erráticas y con ello malas cosechas,
y hambrunas en todo el mundo.
En el 536, en su informe sobre las guerras contra los vándalos, el
historiador bizantino Procopio de Cesárea escribió: Durante este año tuvo lugar
el signo más temible. Porque el Sol daba su luz sin brillo, como la Luna, durante
este año entero, y se parecía completamente al Sol eclipsado, porque sus rayos
no eran claros tal como acostumbra. Y desde el momento en que eso sucedió,
los hombres no estuvieron libres ni de la guerra ni de la peste ni de ninguna
cosa que no llevara a la muerte. Y sucedió en el momento en que Justiniano
estaba en el décimo año de su reinado.
Se tienen constancias de esos años oscuros por todo el mundo, así en Irlanda
los Anales Gaélicos hacen constar lo siguiente en el artículo correspondiente al
año 536 en Los anales de Ulster, Year U536 (capítulo del año 536): Perditio
panis o falta de pan.
Entre otros fenómenos informados por diferentes fuentes de aquella época
están: bajas temperaturas, a tal grado que en China cayó nieve en diciembre,
lo cual aplazó la época de cosechas. Así mismo reportan, además de pérdida de
cosechas, una densa niebla seca en China, Europa y el oeste de Asia. Hasta en
Perú se conoció de una sequía que afectó a la cultura moche.
Ya en nuestra época se ha confirmado que los núcleos de hielo
de Groenlandia y la Antártida muestran evidencia de importantes depósitos de
sulfato en torno a los años 533-534, lo cual es evidencia de una extensa nube
de polvo volcánico ácido. Se ha conjeturado que estos cambios se debieron a
las cenizas lanzadas al aire después de la explosión de un volcán, un fenómeno
conocido como “invierno volcánico”. La evidencia de depósitos de sulfato en
muestras de hielo apoya firmemente esta hipótesis del volcán; la capa de
sulfatos es aún más espesa que la que acompañó al episodio menor de
aberración climática, en 1816, conocido popularmente como el “año sin
verano”, relacionado con la explosión del volcán Tambora en Indonesia.
2.3 ¿Que produjo estos “años oscuros”? Durante mucho tiempo la causa
de este enfriamiento global fue un misterio, pero recientemente se ha
descubierto que la causa más probable fue la gigantesca erupción del volcán
Ilopango, en Centroamérica, más específicamente en El Salvador.
2.4 La erupción del volcán Ilopango hace 1500 años y los años
oscuros.
Estudios recientes indican que la erupción del volcán Ilopango fue enorme,
fechándola en el 535 d.C. y situando la expulsión de piroclastos en alrededor de
84 kilómetros cúbicos, estos datos dan pie a que esta erupción fue la causante
del cambio climático relacionado con la caída del Imperio Romano en los años
535 y 536, lo cual sumado a las muertes directas y otros efectos diversos en
todo el mundo, podría llegar a ser considerada como la catástrofe volcánica
más grande en la historia de la humanidad.
Para tener una idea de los alcances de esta erupción, en 1991, la erupción del
Pinatubo, en Filipinas, redujo la temperatura global de la Tierra en medio grado
centígrado. La erupción del volcán Ilopango fue 10 veces mayor, por tanto sus
efectos también debieron ser superiores.
El Invierno Volcánico pasó, pero la población europea debilitada por las
hambrunas fue víctima de letales plagas de peste bubónica que acabaron con
la vida de millones de personas.
2.5 Una erupción con alcance global.
El actual Lago Ilopango en El Salvador, es el cráter del volcán que entró en
erupción hace unos 1.500 años y cubrió las zonas aledañas con varios cientos
de metros de cenizas. El paleoclimatólogo Robert Dull (Universidad de Texas)
ha estudiado los acantilados que rodean el cráter y comprobado que las
cenizas, que en algunos sitios tienen un espesor de cientos de metros,
contienen gran cantidad de sílice, lo que indica que fue una erupción muy
explosiva, quizás con la categoría de un super-volcán. Posiblemente la
erupción duró alrededor de dos semanas y las explosiones podían oírse a
cientos de kilómetros de distancia.
Se cree que la nube de cenizas expulsada por el Ilopango ascendió hasta 40
kilómetros de altura y se extendió, por los vientos alisios, alrededor de todo el
planeta, por tanto tuvo repercusiones globales tal como hemos visto antes.
Por ejemplo, a medio mundo de distancia, en Constantinopla, gobernando el
emperador Justiniano el Grande, las crónicas de la época reflejan que en el
año 536 los cielos de Constantinopla se cubrieron con una nube de polvo y
ceniza que llegó a oscurecer el día. El sol apenas brillaba poco más que la
luna.
Respecto a la fecha de la erupción, la datación con Carbono 14 reduce el
margen de error y se puede datar en las cuatro primeras décadas posteriores
al año 500. La coincidencia con las crónicas de Constantinopla permiten
suponer que el oscurecimiento solar que se observó en Europa en el año 536
fue consecuencia del Ilopango.
Ese mismo período coincide con el conocido Hiato Maya, un período de la
América precolombina en el que las ciudades y las pirámides mayas fueron
abandonadas y quedaron en ruinas. Pero hay que citar que aunque un sinfín
de teorías ha intentado explicar el colapso maya en ese período, no se
menciona ninguna actividad volcánica aunque sí se citan el cambio climático,
la deforestación, y la sequía.
En El Salvador pasaron 100 años antes de que se establecieran nuevos
habitantes en la zona del Ilopango. En el registro fósil se ha comprobado que
los restos de cerámica anteriores a la catástrofe eran de un estilo que
desapareció para siempre.
Foto 1. Imagen satelital del lago de Ilopango (Fuente: GoogleMaps).
Foto 2. El actual lago Ilopango, antigua caldera del volcán del mismo nombre.
Nota: Ilopango es un lago de origen volcánico en El Salvador. Mide 8 x 11 km, tiene
una superficie de 72 km² y una profundidad de 230 m. Se sitúa a una altitud de
440 msnm
Todo hace indicar que los efectos de esa super erupción a medio y largo plazo
tuvieron un alcance global. Las temperaturas bajaron en todo el planeta como
se ha podido comprobar a partir del estudio de los anillos de los árboles en
USA, Irlanda y Europa. En ellos se puede ver que en varios años a partir del
536, los anillos de crecimiento de los árboles son muy estrechos, lo que revela
que esos árboles, a lo largo y ancho del planeta, carecieron de luz y
temperatura suficientes para un crecimiento normal.
En África central una bacteria endémica de la zona empezó a proliferar y
extenderse por las condiciones prestadas por las bajas temperaturas de
aquellos años. En el año 542 un carguero que zarpó de Alejandría, Africa del
Norte, trasladaba sacos de trigo y las ratas eran portadoras de una peste que
inicialmente contaminó a los marineros. Al llegar a Constantinopla, con
500.000 habitantes en esa época, las ratas estaban infestadas de pulgas y en
el intestino de esas pulgas las bacterias de la peste bubónica estaban
presentes. Cuando las bacterias proliferan, las pulgas sienten hambre y pican
a cualquier animal o persona que tengan a su alcance. A las dos semanas de
comenzar la plaga en Constantinopla, habían muerto más de cien mil
personas.
El emperador Justiniano padeció la peste y sobrevivió, pero en aquel verano
murieron millones de personas. Se estima que a finales del siglo VI había en
Europa y el Mediterráneo 25 millones de personas menos que antes de la
peste. La llamada Plaga de Justiniano, del Imperio Bizantino pasó al Imperio
Romano, reduciendo su población del orden del 50%. Entre las plagas, las
malas cosechas y la presión de los bárbaros, el Imperio romano llegó a su fin,
dando paso a la época más oscura de la historia: la Edad Oscura o Edad
Media.
2.6 Bibliografía.
- Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología.
2019. Cambios climáticos y culturales en la prehistoria: el imperio
romano cayó por el cambio climático.
- Brown R. Exploración en el volcán Ilopango. National Geographycs.
- Gargantilla, P. 2017. Abc Ciencia. El cambio climático que acabó con el
Imperio Romano.
- Jordá S. J. 2018. El Holoceno. Los últimos 12.000 años de calentamiento
global.
- National Academy of Sciences. 2016. El cambio climático no acabó con la
Edad de Bronce” (Proceedings of the National Academy of Sciences).
- www.laprensagrafica.com/elsalvador. 2017. Ilopango, una de las peores
catástrofes volcánicas de la historia.
3. AÑO 300 d.C. LA PEQUEÑA EDAD DEL HIELO DE LA
ANTIGÜEDAD TARDIA (LALIA),2 COINCIDENTE CON LOS AÑOS
OSCUROS.
La Pequeña Edad del Hielo de la Antigüedad Tardía (LALIA), es un enfoque
nuevo, basado en un estudio diferente, para abordar el clima de “los años
oscuros” y elevar la comprensión de los mismos. En el período de tiempo en
que ocurrió LALIA, coincidente con los llamados “años oscuros” que llevaron al
colapso al Imperio Romano, hubo un recrudecimiento del clima. Se confirmó
este enfriamiento muy marcado por
recientes investigaciones que han
descubierto este periodo de hielo poco conocido hasta ahora. En ese estudio, al
período de LALIA se le ha relacionado con la desaparición de civilizaciones y el
auge de otras como consecuencia de esa anomalía climática que jugó un papel
importante en las reorganizaciones políticas y sociales en Europa y Asia.
3.1 El estudio sobre LALIA.
De acuerdo con los estudios del Instituto Federal Suizo de Investigación, entre
los siglos VI y VII, años 530 y 660 d.C, hace unos 1500 años, ocurrió una caída
de la temperatura considerada como el enfriamiento climático más grande en
casi dos mil años. Fue descrita como una sacudida breve, algo más de un siglo,
pero con un arco de temperatura tan extrema que incluso durante el verano
podía caer hasta los 4ºC, algo impensable hoy en día, y con inviernos
tremendamente crudos. Se la denominó como La Pequeña Edad del Hielo de la
Antigüedad Tardía.
Los descubrimientos sobre LALIA se debieron a un trabajo en conjunto del
Instituto Federal Suizo de Investigación (WSL) y la Universidad de Berna. El
autor principal del estudio, Ulf Büntgen, basa su aseveración en un detenido
estudio de los anillos de los árboles. El equipo de investigación multidisciplinar
liderado por Büntgen y formado por dendroclimatólogos, climatólogos,
naturalistas, historiadores y lingüistas, mapeó la nueva información sobre el
clima en relación a un periodo particularmente turbulento de la historia en
Europa y Asia Central. El origen de este enfriamiento, afirman, está en el
vulcanismo cíclico más que en variaciones del eje terrestre o alteraciones en
el sol. Varios estudios publicados en los últimos años, que utilizan el método de
medir la ceniza volcánica atrapada en las capas de hielo ártico y antártico,
detectaron gran cantidad de ceniza en el anillo de hielo equivalente al año 536,
otra en el 537 y una tercera en el 547. Sólo se conoce el origen de la segunda
super-erupción: ocurrió en Centroamérica, en lo que hoy es El Salvador, y el
volcán que explotó fue el Ilopango. Fueron tan extremas estas erupciones que
2
Late Antiquity Little Ice Age (LALIA).
lanzaron suficiente ceniza y otros materiales hacia la atmósfera, que provocaron
el famoso efecto de invierno volcánico: varias capas de ceniza y piroclastos
expulsados por el volcán alcanzaron las capas medias de la atmósfera, creando
un estrato temporal que restringió la cantidad de luz que llega a la superficie
terrestre. De esta forma aunque el planeta esté en el ciclo de verano la
temperatura cae bruscamente. Pero no sólo fue el vulcanismo el responsable,
ya que en el siglo VI el Sol entró en una fase de mínimo solar y ambos,
vulcanismo y mínimo solar, se acoplaron y complementaron para producir un
frío extremo.
Para el trabajo de campo el equipo de Büntgen recurrió a mediciones de los
anillos de los árboles en dos puntos geográficos muy distantes y con diferentes
especies arbóreas para dar más seguridad a sus resultados: primero en los
Alpes austríacos, y luego en los alerces (Larix sibirica) de Siberia, en la zona del
Altái. La distancia geográfica era tan grande (7.600 km.) que si se reconocía el
mismo tipo de variación en épocas similares sólo podía suponer una tendencia
generalizada al nivel de todo el hemisferio. Los alerces siberianos, además, sólo
crecen en verano, y gracias a ellos pueden medir la temperatura de esa época
del año. Para hacer un paralelismo que les diera un contraste, recurrieron a las
mediciones modernas: el patrón anillo-temperatura ya demostrado desde el
siglo XX, así que sólo faltaba comparar los datos de los anillos de esos siglos
con los actuales para calcular temperaturas y climas.
Fotos 3 y 4. El estudio de árboles viejos en las montañas de Altái permitió
reconstruir las temperaturas estivales de Eurasia durante los últimos 2,000
años. (Fuente: WSL, Fotos: Vladimir S. Myglan)
El estudio tiene incluso escalas temporales: a partir del año 536 la temperatura
descendió bruscamente, acelerándose en apenas un lustro; entre 540 y 550 los
inviernos marcaron récord de temperaturas negativas, y fueron la segunda
época más fría en los Alpes. Luego las escalas varían en positivo (Optimp
Climático Medieval) hasta que en el siglo XVII vuelve de nuevo el gran frío (La
Pequeña Edad del Hielo).
Como vemos, los anillos de los troncos de los árboles señalan la evolución de
las temperaturas existentes en dos sitios geográficos en esas épocas, pero la
constancia escrita del origen de LALIA no está en los árboles, sino en los
núcleos de hielo y las cenizas volcánicas que éstos contienen y lo atestiguan.
Otro aspecto que enseguida llamó la atención del gráfico elaborado por los
autores del estudio es el pronunciado y sostenido descenso de las temperaturas
a partir de 536. Así, la década entre 540 y 550 fue la más fría en Altái y la
segunda más fría en los Alpes (Figura 4).
Figura 4. Evolución de la temperatura durante LALIA en los Alpes (azul) y Altái.
Abajo, correlación de eventos históricos en esos años. (Fuente: Past Global Changes
International Project Office).
3.2 Cambios socio-políticos en Euro-Asia durante la ocurrencia de
LALIA.
Trastornos sociales. De acuerdo con el equipo de naturalistas, historiadores y
lingüistas, este período fue testigo de toda una serie de trastornos sociales y
políticos (ver Figura 4).
Migraciones. También ocurrieron muchas y masivas migraciones. Las
personas de habla proto-eslava emigraron, supuestamente de la región de los
Cárpatos, a las áreas orientales de la Europa moderna que habían sido
abandonadas por los romanos, formando así el área de la lengua eslava. Según
los investigadores, en este período de temperaturas frías también pudo haberse
fomentado la expansión del Imperio Árabe en el Medio Oriente. La Península
Arábiga recibió más lluvia y creció más vegetación, lo que pudo haber sostenido
manadas más grandes de camellos utilizados por los ejércitos árabes para sus
campañas.
En las zonas más frías, varios pueblos también emigraron hacia el este, hacia
China, tal vez expulsados por la falta de pastizales en Asia central. Como
resultado, las hostilidades estallaron en las regiones de la estepa del norte de
China entre los grupos nómadas y los poderosos gobernantes
locales. Posteriormente, una alianza entre estas poblaciones de estepas y los
romanos orientales, conquistó el Imperio Sassiano en Persia, lo que llevó a su
colapso.
3.3 Bibliografía.
-
-
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Edad de Hielo de la Antigüedad, de 536 a aproximadamente 660 CE.
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Criado, M. A. 2016. Una pequeña Edad del hielo pudo cambiar la
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Jordá S. J. 2018. El Holoceno. Los últimos 12000 años de
calentamiento
global.
https://crónicas-históricas-derequena.webnode.es. 12 p.
4. AÑO MIL d.C. EL OPTIMO CLIMATICO MEDIEVAL (OCM).
Después de la caída del imperios Romano de Occidente en el siglo V (476 d.C.),
la población de una Europa feudal vivió años de ignorancia, oscurantismo,
fanatismo religioso, desigualdad social, guerras, coincidente todo ello con el
auge y el asentamiento de la institución más importante de la época, la Iglesia
Católica, que impuso su modelo teocrático. Se conoce a ese período como la
Alta Edad Media o los años oscuros de la Edad Media, un período histórico que
abarca desde el siglo V hasta el siglo IX, cuando inicia la Baja Edad Media.
Durante todo ese tiempo ocurrió una transición climática que duró siglos. Las
bajas temperaturas con las que arrancó este vasto periodo de la historia no
perduraron sino hasta el año 1000 aproximadamente. El frío campeaba en
Europa aunque no en forma de inviernos permanentes, sino en muchos años
seguidos con inviernos muy rigurosos y frecuentes olas de frío, mientras que el
resto de las estaciones se caracterizaba por ser menos lluviosas y por tanto más
secas.
Pero desde el siglo IX hasta principios del siglo XIV, ocurrió un cambio climático
en el que Europa vivió un periodo extremadamente caluroso, con una duración
aproximada de unos 300 años, que varios estudios coinciden en situarlo entre
el año 900 y el año 1300. Es lo que se conoce como el Optimo Climático
Medieval (OCM). Luego, a partir del siglo XIV las temperaturas comienzan a
descender, es el momento de la aparición en la escena climática de otro cambio
conocido como La Pequeña Edad del Hielo. El escenario del OCM se mostró y se
sintió más en el norte de Europa y toda la región del Atlántico norte. Se cree
que las temperaturas en Europa durante el OCM debieron ser entre 1 y 1.5°C
superior a la temperatura actual. La Figura 5 muestra las temperaturas
históricas reconstruidas correspondientes a esos siglos.
La investigación del Óptimo Climático Medieval se realizó principalmente en
Europa donde el fenómeno fue muy obvio y bastante conocido gracias a
fuentes documentales y evidencias arqueológicas, aunque se ha comprobado su
presencia en el ártico canadiense y en el nor-este de Estados Unidos.
4.1 Causas.
No se conoce a ciencia cierta cuál fue la causa o causas que provocaron el
aumento de las temperaturas durante esos años. Se han propuesto varias de
ellas que pudieron actuar solas o combinadas:
a) Se cree que la causa principal fue una subida máxima en la actividad del
Sol, denominado precisamente Máximo Medieval, entre los años 1100 a
1250, pero cuyos efectos comenzaron a sentirse desde el siglo IX (año
1000) inicialmente como un período cálido, con un clima estable y a
medida que avanzaban los años se tornaba extremadamente caluroso a
tal grado que las temperaturas fueron más elevadas que en la
actualidad. Aunque hay que hacer notar que el Óptimo Climático
Medieval coincidió solo parcialmente con el máximo en la actividad del
sol en esos años.
b) Otra causa, supuesta, es que haya ocurrido un transporte de calor por
medio de la circulación termohalina que acarrea calor desde el trópico
hasta el norte, a través de la Corriente del Golfo, acelerada a través de la
circulación oceánica durante el tiempo del OCM, calentando el Atlántico
norte y las regiones vecinas causando temperaturas más cálidas.
Figura 5. Temperaturas históricas reconstruidas desde el año 0 hasta el 2000.
(Fuente: vicente camara.wordpress).
4.2 Consecuencias.
Las consecuencias del OCM fueron muy beneficiosas para el continente europeo
que durante esos siglos experimentó un gran crecimiento demográfico y
económico, se multiplicó el rendimiento y el área de los cultivos de granos,
aumentaron las líneas de bosques alpinos, surgieron muchas ciudades nuevas y
la población se duplicó. Antes de ello, en pleno feudalismo, una sociedad en la
que la esperanza de vida de la mayor parte de la población, exceptuando a los
señores feudales y el clero católico, apenas superaba los 35 años y en la que
las enfermedades y las malas cosechas eran claves para la supervivencia del
campesinado, el mayor sustento de esa sociedad era la agricultura. Sin
embargo, durante esta época, el aumento de las temperaturas provocó
cosechas muy estables y abundantes, además del aumento de la superficie de
cultivo en zonas del norte, donde antes era impensable. La población de
campesinos pasó de 40 a 60 millones y las enfermedades se redujeron debido a
mejores cosechas alentadas por las buenas temperaturas, que conllevaron a
una mejor alimentación.
El cultivo de vid se expandió hacia el norte de Inglaterra, donde se elaboraron
vinos que competían con los franceses. Los viñedos requieren de temperaturas
moderadas y prolongadas estaciones de crecimiento y durante el OCM se
encontraban hasta el norte de Inglaterra y Escocia. En comparación, hoy en día
los viñedos se encuentran típicamente sólo al sur de Europa, como en Francia,
un poco en Alemania, Italia y en España.
En resumen, en Europa occidental en su conjunto había aumentado el nivel de
vida, aún a pesar de que la población había aumentado constantemente: a
finales del siglo XI, Inglaterra tenía 1,4 millones de habitantes, mientras que a
comienzos del XIV había alcanzado los cinco millones. Mientras que en Francia,
la población había pasado de 6,2 a 17,6 millones de habitantes.
My importante y grabado en la historia universal, fue que durante este período
los hielos del Atlántico norte retrocedieron, lo que permitió viajar con facilidad a
Islandia, y Groenlandia ya que los mares se encontraran libres de hielo, con lo
se facilitó la navegación y la accesibilidad a sus puertos. Estos territorios que en
condiciones normales son poco productivos por encontrarse cubiertos de
hielo, con el nuevo clima eran mucho más atractivos al contar a orillas de sus
costas con tierras fértiles y una gran cantidad de pastos. Estos hechos
permitieron y motivaron, gracias a la mejora climática, la colonización, por
parte de los Vikingos, de Groenlandia e Islandia y algunas zonas costeras del
Canadá. Los marinos vikingos pusieron sus pies en el continente americano
mucho antes que Colón.
4.3 ¿Fue el OCM de alcance global?
Muchas contradicciones hay al respecto, aunque la globalidad del OCM parece
predominar. Por tanto se puede asegurar que sus efectos no se sintieron solo
en Europa, sino en otras partes del mundo. Al carecer de fuentes
documentales, en Europa sí las hubo, los datos se han obtenido mediante el
análisis de sedimentos en lagos o estudio de núcleos de hielo, glaciares y los
anillos de los arboles. Así por ejemplo en África durante estos siglos el clima fue
alternando entre períodos en los que su clima fue aun más seco que ahora, con
otros en los que era bastante húmedo. En la Antártica pasó algo similar, hubo
períodos de frío seguidos de calor. Japón también se vio afectado de una
manera similar a Europa. En Estados Unidos durante estos siglos se
experimentaron largas sequías y en Alaska el clima era mucho más cálido, la
temperatura del mar de los Sargazo, en el Atlántico Norte, era superior en 1°C
a la actual. Un núcleo de hielo de la Península Antártica oriental muestra
temperaturas más cálidas durante este período.
Los estudios de isótopos de oxígeno en Groenlandia, Irlanda, Alemania, Suiza,
Tíbet, China, Nueva Zelanda y otros lugares, además de datos de anillos de
árboles de muchos sitios en todo el mundo, confirman la presencia de un OCM
global.
4.4 Los Vikingos y el Optimo Climático Medieval.
Las temperaturas cálidas del OCM permitieron a los vikingos, saliendo de la
Península Escandinava (Noruega) llegar hasta un territorio al que bautizaron
como Groenlandia, que literalmente significa “tierra verde”. No es que toda
aquella inmensa isla, hoy cubierta en gran parte por una gruesa capa de hielo,
estuviera cubierta de verdes pastos, pero en la zona costera sí debía de ser así,
dominando ese tipo de paisaje, aunque primero llegaron a Islandia y de esa
base partieron a las costas de Norteamérica. Groenlandia era un territorio
ausente de hielo por aquellos años. Esto fue clave para que los intrépidos
vikingos saltaran a territorios de Canadá, tierra a la que llamaron Vinland o
tierra del vino, lo que indica que en esa época podían crecer allí las vides;
probablemente se asentaron en la península de Terranova y Labrador y en la
isla de San Juan de Terranova. Los vikingos permanecieron allí los 3 siglos que
duró el OCM pero una vez que el tiempo empezó a enfriar, aceleraron la partida
de lo que habían considerado su tierra prometida
Figura 6. Mapa mostrando los viajes de los Vikingos durante el OCM.
(Fuente: descubriramerica.wordpress.es)
En la Figura 6 se aprecia que los primeros viajes se realizaron desde las costas
de Noruega hasta Gran Bretaña, Irlanda e Islandia, donde se asentaron. Desde
allí Erik El Rojo llegó a Groenlandia al igual que Bjarni Herjolfsson. Ambos se
asentaron en Groenlandia. Posteriormente Leif Eriksson, hijo de Erik, llegó a
Vinland, alrededor del año 1000, donde quedan restos en L'anse aux Meadows
(New Found Land), en la isla de San Juan de Terranova, sitio en que, en 1960,
arqueólogos descubrieron restos de una extensa colonia vikinga, incluyendo
viviendas, una forja y carpintería, la primera y hasta ahora la única señal de los
Vikingos en el Nuevo Mundo.
Respecto a la relación de los vikingos con los nativos canadienses, los Inuts
poblaban Terranova y Labrador y, algo muy curioso, se ha encontrado
en Islandia un linaje, denominado C1e, que es mitocondrial y típico de los
amerindios y del este de Asia; se ha investigado a las cuatro familias que lo
portan y no hay evidencias de matrimonios con extranjeros posteriores al siglo
XVII. Como la isla quedó prácticamente aislada desde el siglo X, la hipótesis
más factible es que estos genes deben corresponder a una mujer amerindia
que fue llevada desde América por los vikingos cerca del año 1000 (Wikipedia).
Durante el tiempo que duró su estancia, los vikingos criaron cerdos y ovejas y
cultivaron vides; toda una colonización. Años después y con la baja de la
temperatura, regresaron a Islandia, para no volver.
Foto 5. Recreación de un poblado vikingo en L'Anse aux
Meadows (Terranova, Canadá), descubierto en 1960 y declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco (Fuente: Wikipedia).
4.5 El inicio del final del OCM.
A principios del siglo XIV el clima de Europa occidental estaba experimentando
un ligero cambio, con veranos más fríos y húmedos y con tormentas a
principios de otoño, que dieron como resultado que las condiciones óptimas
para la agricultura poco a poco desaparecieran. La población había crecido de
tal manera que la agricultura podía proporcionar los recursos suficientes para
su sustento pero sólo en sitios con las mejores condiciones; los campesinos no
tenían margen para la pérdida de cosechas, ni siquiera para pobres y limitadas
cosechas ya que comenzaban a escasear los alimentos.
La transición del calor al frío se caracterizó por ser un periodo
extraordinariamente húmedo, que fue dando paso a años cada vez más fríos.
Así se inició la Pequeña Edad del Hielo, que se prolongaría hasta la segunda
mitad del siglo XIX, por 1850.
4.6 Bibliografía.
-
-
Abellán G., A. Edad Media y cambio climático, un fenómeno muy próximo
a nuestro siglo.
Cordero, HH (1965) La época cálida medieval temprana y su secuela.
Palaeogeogr., Palaeoclimatol., Palaeoecol. , 1. P. 13–37.
El Bali, I. 2013. Descripción, análisis y consecuencias que tuvo en la
navegación de la época, el óptimo climático en la Edad Media.
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115 p.
Grove, JM y Switsur, R. 1994. Evidencia geológica glacial para el período
cálido medieval, Clim. Cambio , 26. p 143-169.
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vicentecamarasa.wordpress.com.2013. El clima en la historia,
calentamiento y enfriamiento en la edad media.
Viñas Rubio, J. M. El clima de la Tierra a lo largo de la historia.
www.divulga meteo.es
http://www.cabovolo.com. 2007. Optimo Climático Medieval, el
antecedente del calentamiento global.
http://thestormyweather.blogspot.com. 2013. El óptimo climático
medieval y los viajes precolombinos.
5. AÑO 1300 d.C. LA PEQUEÑA EDAD DEL HIELO.
Hacia el año 1.250, los viajes a Islandia y Groenlandia se hicieron más
complicados, conforme los hielos árticos volvían a avanzar. Sin embargo, este
principio del final del período cálido no llegó al continente europeo sino hasta el
año 1315. Fue cuando la Tierra pasó por un largo período de enfriamiento
repentino, completamente atípico, reflejado por bajas temperaturas, que abarcó
desde finales de la Edad Media, a comienzos del siglo XIV, por los año de 1275
a 1300, hasta mediados del XIX, por 1850, fenómeno que los científicos
denominaron la Pequeña Edad del Hielo. Puso fin a la era extremadamente
calurosa del Óptimo Climático Medieval. Durante esos años se presentaron tres
picos máximos fríos: sobre 1650, alrededor de 1770 y hacia 1850, cada uno
separados por intervalos de ligeros calentamientos.
5.1 Causas.
La causa de la ocurrencia de la Pequeña Edad del Hielo, de acuerdo con varios
especialistas climáticos pudo deberse a los siguientes hechos, individuales o
combinados:
a) Durante el periodo 1645-1715, en mitad de la Pequeña Edad de Hielo, la
actividad solar reflejada en las manchas solares era sumamente baja
(período conocido como el Mínimo de Maunder). La relación precisa
entre la baja actividad de las manchas solares y las frías temperaturas
en la Tierra no se ha establecido plenamente, pero la coincidencia del
Mínimo de Maunder con uno de los periodos más fríos de la Pequeña
Edad de Hielo sugiere una conexión.
Figura 7. Recopilación de observaciones de manchas solares (desde año
1600 a 2000. (Fuente: RecMountain.com)
b) Coincidiendo con la época de la Pequeña Edad de Hielo, el mundo
experimentó a la vez una intensa actividad volcánica en la que
sobresalieron cuatro erupciones masivas en el trópico, que duraron
aproximadamente unos cincuenta años. Esto causó altas emisiones de
óxidos de azufre (SO2) y cuando este gas alcanza la estratosfera se
convierte en gotas de ácido sulfúrico (SO4H2) que reflejan la radiación
solar, afectando el albedo del planeta al disminuir la cantidad de
radiación que alcanza la superficie de la Tierra. Como ejemplo,
en 1815 la erupción del volcán Tambora en Indonesia cubrió la
atmósfera de cenizas; el año siguiente, 1816, fue conocido como el año
sin verano, cuando hubo hielo y nieves en junio y julio en Nueva
Inglaterra y el Norte de Europa, debido a esa erupción. Otra erupción,
que coincide con el punto más frío de la PEH hacia 1750, fue la del
volcán islandés Laki que llenó de espesas cenizas los cielos de Europa.
Para reforzar lo anterior, científicos de la Universidad de Colorado
(Boulder) emplearon un modelo que simula las condiciones del hielo del
mar de los años 1150 a 1700, lo que reveló la existencia de grandes
erupciones que podrían haber enfriado el hemisferio norte lo suficiente
como para desencadenar la expansión del hielo marino del Ártico.
c) Otra posible causa de la Pequeña Edad del Hielo pudo ser que la
Corriente del Golfo dejó de transportar aguas cálidas desde el Caribe y
el Golfo de México al norte de Europa debido a la introducción de una
gran cantidad de agua fría en el Atlántico Norte gracias a la existencia
de temperaturas relativamente altas del Óptimo Climático Medieval
(deshielo en los polos).
d) Acumulaciones de nieve y hielo. Recordemos que tanto la nieve como el
hielo reflejan hasta el 90% de la luz solar que reciben. Esto hace que
cuando comienza un proceso de enfriamiento, la acumulación de nieve y
hielo que no se derrite sino que se conserva, puede hacer que este
enfriamiento se prolongue al absorber la tierra menos luz y bajan las
temperaturas aún más. En otras palabras, un aumento en el albedo de la
Tierra provoca enfriamiento al reflejarse más luz solar al espacio.
e) Recientemente ha surgido otra teoría que por lo menos habría
contribuido al desarrollo y consolidación de la PEH, de acuerdo con las
conclusiones de un grupo de científicos del University College de
Londres: de acuerdo con estos investigadores, la alteración que provocó
la conquista de los reinos europeos en el continente americano provocó
el abandono de una enorme superficie de tierras agrícolas,
aproximadamente 56 millones de hectáreas (una superficie similar a la
de Francia), dando lugar a la repoblación de esas áreas por árboles de
rápido crecimiento y otro tipo de vegetación que demandaron suficiente
dióxido de carbono de la atmósfera como para que, con el tiempo, se
enfriase el planeta (una alteración del Efecto Invernadero). Según
estimaciones de los científicos del University College, a finales del siglo
XV, la población americana era de unos 60 millones de personas
(aproximadamente el 10% de la población mundial), que se redujeron a
solo 5 o 6 millones en un período de cien años, en el siglo XVI, en el
pleno enfriamiento de la PEH. Los científicos calcularon que la escala de
repoblación y reforestación vegetal producida por cambios en el uso de
la tierra, redujo suficiente CO2 como para que la concentración de este
gas en la atmósfera disminuyese en 7-10 ppm (es decir, 7-10 moléculas
de CO2 en cada millón de moléculas en el aire). Para ponerlo en nuestro
contexto, actualmente se producen aproximadamente 3 a 4 ppm por
año. Por lo tanto se considera que es una considerable cantidad de
carbono extraído de la atmósfera, citan los autores del estudio.
Como pruebas a esta conexión “despoblación del nuevo mundo-pequeña
edad del hielo”, los autores mencionan las siguientes:
-
-
La caída de CO2 en esa época es evidente en los registros del núcleo de
hielo de la Antártida. Las burbujas de aire atrapadas en estas muestras
congeladas constatan una caída en la concentración de CO2.
La composición atómica del gas sugiere además que la disminución está
impulsada por procesos terrestres en algún lugar de la Tierra.
El equipo de investigadores del University College agrega que la historia
encaja con los registros de depósitos de carbón y polen en América.
Estos registros muestran el tipo de alteración esperada por la
disminución del uso del fuego como actividad en la preparación de la
tierra y una gran repoblación de la vegetación natural.
No hay duda de que la PEH fue causada por varios factores: una serie de
grandes erupciones volcánicas, una disminución temporal de la actividad solar,
alteraciones de las corrientes marinas y del albedo de la Tierra y ahora habría
que agregar cambios en el uso de la tierra. Todos estos factores, actuando
individualmente o sincronizados pero con diferencias en el espacio y el tiempo,
provocaron una sumatoria que causó el enfriamiento causado por la PEH.
La explicación a cómo la PEH pudo mantenerse durante tanto tiempo, varios
siglos, se cree que se debió a que si el sistema climático es atacado una y otra
vez por el frío durante un período relativamente corto, en este caso, por
erupciones de origen volcánico y otros factores, parece que hay un efecto de
enfriamiento acumulativo. Las erupciones podrían haber provocado una
reacción en cadena, afectando al hielo y a las corrientes oceánicas de una
manera que disminuyó las temperaturas durante siglos.
5.2 Lo ocurrido durante la PEH y pruebas sobre su aparición
repentina.
Cuando hablamos de “aparición repentina” de la PEH, no nos referimos a un
enfriamiento de un día para otro o de un año para otro, sino a la desaparición
paulatina de un clima relativamente cálido, el Optimo Climático Medieval, y el
inicio de cambios bruscos de temperatura que, a medida que pasaban los años,
dieron lugar a un enfriamiento que se sintió sobre todo en el norte de Europa,
Groenlandia, Islandia y el ártico canadiense, aunque tuvo repercusiones en el
resto del mundo.
A continuación ejemplos de los que hay constancias escritas y gráficos durante
la PEH:
-
-
En Londres, los ciudadanos de esta ciudad, aunque parezca
increíble, podían patinar sobre el río Támesis. Igual ocurrió en los
canales de los Países Bajos (Holanda), sitios que estaban libres de hielo
antes y después de la PEH.
Durante este lapso de tiempo, el acceso a Groenlandia fue impedido por
las enormes masas de hielo.
Igual en Islandia, el hielo oceánico aumentó tanto que el agua dejó de
fluir alrededor de esa isla en 1695.
Fue en ese período frío que se formaron los actuales glaciares de los
Pirineos que comenzaron a fundirse lentamente después de 1850.
Figura 8. El río Támesis se congelaba regularmente en invierno durante la
PEH (Fuente: Getty images).
Recientes estudios realizados por científicos de un equipo internacional, dirigido
por investigadores de la Universidad de Colorado (Boulder, EE.UU.), mostraron
lo repentino del fenómeno de la PEH al fechar con radiocarbono cerca de 150
muestras de material vegetal muerto con las raíces intactas, recogidas en la isla
de Baffin, en el Ártico canadiense, encontrando un gran número de muestras
de entre los años 1275 y 1300, lo que indica que las plantas habían sido
congeladas y envueltas por el hielo por un acontecimiento relativamente
repentino. El equipo halló un segundo repunte de muestras de plantas
congeladas sobre el año 1450, lo que indica un segundo enfriamiento.
El mismo grupo de investigadores analizaron muestras de sedimentos de lagos
glaciares vinculados a la capa de hielo de 367 kilómetros cuadrados en el
Langjökull, en la sierra central de Islandia, que llega a casi un kilómetro de
altura. Las capas anuales en los núcleos se volvieron repentinamente más
gruesas a finales del siglo XIII y otra vez en el siglo XV debido al aumento de la
erosión causada por la expansión de la capa de hielo responsable del
enfriamiento del clima.
A partir de 1850, el clima comenzó a cambiar hacia temperaturas más cálidas,
hasta entrar a la era industrial moderna.
Apoyándose en la ocurrencia de la PEH, algunos escépticos sobre el actual
calentamiento global arguyen que el cambio climático que padecemos se debe
a la recuperación climática de este último enfriamiento del planeta, y que, por
ello, la actividad humana no es causante de este cambio. Contrapuestos a esos
argumentos está la mayor parte de la comunidad científica que cree que el
cambio climático reciente está desencadenado, en mayor o menor medida, por
las actividades antrópicas, destacando entre ellas el incremento en las
emisiones de CO2 a la atmósfera.
El siguiente gráfico muestra la evolución de la temperatura en los últimos 1000
años, donde se representan los dos cambios climáticos más significativos e
influyentes en la historia de los últimos siglos: el Optimo Climático Medieval y la
Pequeña Edad del Hielo.
Figura 9. Evolución de la temperatura en los últimos 1000 años.
5.3 Bibliografia.
-
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la temperatura de toda la Tierra. . www.bbc.com/mundo/noticias.
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Quereda Sala, J. et al. 2001. Nuestro porvenir climático: ¿un escenario
de aridez?. Castelló de la Plana. Universitat Jaume I.
Wikipedia. Pequeña Edad de Hielo.
www.abc.es. 2012. El enigma de la pequeña edad del hielo de la Tierra.
2 p.
6. ALGUNAS CONCLUSIONES SOBRE LOS CAMBIOS CLIMATICOS
OCURRIDOS DURANTE EL HOLOCENO.
1. Durante el Holoceno han ocurrido numerosos cambios climáticos, todos
ellos debidos a causas estrictamente naturales.
2. Los cambios climáticos ocurridos en el Holoceno han sido
suficientemente rápidos desde el punto de vista de la de la civilización
humana y aun más de la Geología.
3. La historia del clima en el Holoceno nos ha mostrado que los períodos
cálidos traen bonanza, bienestar y abundancia, mientras que los
períodos fríos arrastran malestares, escasez e intranquilidad.
4. Con el estudio y observación de estos cambios, varios científicos del
grupo de los contrarios al factor humano como causante del actual
cambio climático, han esgrimido los cambios durante este período como
un argumento a su favor y afirman que los vaivenes de temperatura, el
calentamiento global, las variaciones del clima y las oscilaciones de la
concentración del bióxido de carbono atmosférico, han sido bastante
frecuentes en nuestro planeta.
5. Argumentan también que la reconstrucción de la temperatura de la
Antártida muestra un período desde ~110 d.C hasta ~1020 d.C durante
el cual la atmósfera estuvo mucho más caliente que en nuestros días.
Quizás, dicen, durante este período de extremo calentamiento durante la
edad media los glaciares antárticos se derritieron a un ritmo más rápido
y mucho más amplio que en la actualidad.
6. Respecto a este cambio climático que vivimos, de 1850 en adelante, la
actividad antrópica y la
industrialización han podido favorecer y
precipitar un fenómeno de calentamiento que la naturaleza
periódicamente realiza por sí misma.
7. Debido a que desde el Pleistoceno los períodos fríos han prevalecido
sobre la Tierra, parece que vivimos en una época excepcional de
carácter cálido. Hasta podríamos presumir que con el tiempo vendrá otra
glaciación, razón por la cual al período actual algunos climatólogos lo
llaman inter-glacial. Pero en realidad no es posible estar seguros
de si vendrá otra glaciación, por lo que lo más correcto es llamarlo postglacial.
8. Según un estudio reciente aparecido en Nature, esa actividad humana,
generadora del actual cambio climático, podría haber retrasado en unos
50.000 años la llegada de una nueva Edad de Hielo (como las del
Pleistoceno), algo que, sin esa acción involuntaria del hombre, debería
estar a punto de suceder en función de las actuales condiciones
astronómicas.
9. Poco se habla del avance de aguas marinas sobre la costa o una recesión
de la línea litoral, factores que también influyen sobre los cambios
climáticos.
10. Como conclusión final, podemos enumerar algunos de los factores que
han condicionado y dirigido la evolución del clima de la Tierra:
- Cambios astronómicos (excentricidad de la órbita de la Tierra, inclinación
de su eje y precesión de los equinoccios) y cambios en la radiación solar.
-
Alteración del albedo planetario (emisiones de gases y materiales
volcánicos).
Secuestro y liberación de gases de efecto invernadero debidos a la
vegetación.
Acción de los ciclos de las manchas solares.
En la actualidad: emisión de gases de efecto invernadero antrópicos.
No hay que descartar, como ocurrió hace 60 millones de años, impactos
de cuerpos extraterrestres.
Además de lo antes citado existen otros factores, aun insuficientemente
conocidos, que pueden estar interactuando en las tendencias climáticas
actuales: efectos de los rayos cósmicos sobre los núcleos de coalescencia de las
nubes3, ciclos positivos de las manchas solares (como se dieron en el Óptimo
Climático Medieval), finalización del actual periodo inter-glaciar e inicio de una
próxima glaciación, entre otros muchos que aun hoy en día son una gran
incógnita.
Al penetrar en la atmósfera, los rayos cósmicos alteran eléctricamente algunos de los gases que la
componen, ionizándolos y liberando electrones que generan núcleos de condensación, necesarios para la
formación de nubes.
3
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